UD 16: APLICACIÓN DE PROCEDIMIENTOS DE MOVILIZACIÓN E ...
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Primeros Auxilios UD 16: APLICACIÓN DE PROCEDIMIENTOS DE MOVILIZACIÓN E INMOVILIZACIÓN PROFESORA: Marta Blanco Obra
1. INTRODUCCIÓN:
En primeros auxilios es una premisa básica no mover al paciente a no ser que sea
absolutamente necesario, ya que si se realiza de forma incorrecta se pueden
agravar las lesiones que presente o incluso causar algunas nuevas.
No obstante, hay circunstancias de fuerza mayor que hacen obligatorio el
traslado aun no disponiendo de los materiales necesarios:
Cuando exista o se sospeche de la existencia de un peligro, que ponga en compromiso la supervivencia de la víctima o de los rescatadores.
Cuando se prevea o se sepa de la asistencia especializada va a demorarse un
tiempo excesivo (o incluso exista la posibilidad de que esa ayuda nunca llegue)
y que la gravedad del estado de la víctima recomiende su traslado.
Antes de cualquier traslado es preciso evaluar siempre los medios con los que se
cuenta, como por ejemplo:
El número de auxiliadores, su estado físico y el conocimiento de las técnicas.
Presencia de materiales que permitan construir camillas improvisadas o realizar
inmovilizaciones.
Vehículos disponibles.
Durante los traslados es muy importante seguir principios básicos de mecánica
corporal para evitar o minimizar la posibilidad de que las personas que lleven a
cabo el rescate sufran lesiones musculoesqueléticas. Entre estas medidas se
encuentran:
Planificación pormenorizada de la técnica, retirando los elementos que puedan obstaculizarla.
Separar los pies para estabilizar la postura.
Flexionar las rodillas manteniendo la espalda recta.
Realizar el levantamiento de forma gradual y apoyándose sobre las piernas,
evitando tirones, movimientos bruscos, desviaciones laterales y las torsiones o
giros. Utilizar el cuerpo como contrapeso.
2. POSICIONES DE ESPERA:
Se denomina posiciones de espera a aquellas posturas en las que se coloca a la víctima, tras haberle prestado los primeros auxilios, hasta que sea atendida por
los servicios de asistencia sanitaria.
La elección de la postura dependerá de la lesión específica que presente el paciente.
Lateral de
seguridad. PLS
Posición lateral estable que evita
atragantamiento y aspiración de
vómito.
Inconsciente con presencia de
respiración, sin
traumatismos importantes.
Decúbito supino
Tumbado boca arriba. Brazos y
piernas estirados a lo largo del
cuerpo.
Valorar e iniciar la asistencia.
RCP. Mantener la alineación
neutra en traumatismos
graves de columna.
Antishock
Tendido boca arriba con las
piernas levantadas y arropada.
Recuperar mareos, pérdidas
de conocimiento sin
traumatismos graves.
Trendelemburg
Tendido boca arriba con todo el
cuerpo en progresiva elevación,
quedando los pies más altos que
la cabeza.
En traumatismos graves para
recuperar mareos, pérdidas
de conocimiento con tensión
arterial baja.
Antitréndelemburg
A la inversa de Trendelemburg.
Traumatismos
craneoencefálicos sin
pérdida de conocimiento.
Decúbito prono
Tumbado boca abajo, con la
cabeza ladeada, piernas y brazos
estirados a lo largo del cuerpo.
Traumatismos en espalda,
glúteos o parte trasera de las
piernas.
Decúbito lateral
Todo el cuerpo estirado y
apoyado sobre un lateral.
Cuando precise lateralizar
traumatismos graves para
expulsión de vómito.
Decúbito lateral
flexionado
Apoyada, especialmente sobre el
lado izquierdo, con las piernas
flexionadas.
Embarazadas.
Sentado
Como en una silla. Cuerpo
erguido y la planta de los pies
se apoya sobre el suelo.
Posible ataque cardiaco.
Semisentado
Cabeza y espalda apoyada sobre
un respaldo moderadamente
inclinado y las piernas se estiran
descansando completamente
sobre una superficie.
Facilitar la respiración
excepto en traumatismos de
columna vertebral.
Traumatismos en tórax .
Defensa abdominal
Decúbito supino o semisentado
pero las piernas se flexionan sobre
el abdomen apoyándose las
plantas de los pies sobre la
superficie.
Traumatismos en
abdomen.Dolor interno en
zona abdominal de origen no
traumático.
Fritz
Decúbito supino con las piernas
cruzadas sobre los muslos.
Hemorragias exteriorizadas
por el aparato genital
femenino.
3. TÉCNICAS DE INMOVILIZACIÓN
En extremidad superior:
Si necesitamos inmovilizar el hombro, acolcharemos el espacio entre el brazo y el cuerpo, colocaremos el antebrazo en ángulo con el cuerpo sosteniéndolo con un cabestrillo, y por último vendaremos al cuerpo sin comprimir.
En el caso de la inmovilización del húmero, acolcharemos el material de
inmovilización, colocaremos la tablilla a lo largo del húmero, y la fijaremos con
dos vendas o “pañuelos” y finalmente colocaremos un cabestrillo. Tal y como se puede observar en la imagen:
En caso de que necesitemos inmovilizar el codo, nos podemos encontrar con dos
situaciones:
Inmovilización de codo en flexión: en este caso realizaremos un cabestrillo y
contracabestrillo abarcando tórax y brazo.
Inmovilización de codo en extensión: en caso de estar estirado a lo largo del cuerpo, se inmoviliza con una tabla acolchada y vendas o “pañuelos”.
Para realizar inmovilizaciones de antebrazo, muñeca y mano, colocaremos las
tablillas acolchadas en la parte externa e interna del antebrazo, fijando las
mismas con dos vendas o “pañuelos”. Finalmente colocaremos un cabestrillo
para tener una mayor inmovilización.
Si la inmovilización es únicamente de una falange, la
inmovilizaremos junto al dedo contiguo con tiras de
esparadrapo o una venda, y colocaremos el brazo en cabestrillo.
En extremidades inferiores:
Debemos tener en cuenta que siempre se pondrá almohadillado entre ambas
piernas. Para inmovilizar el fémur, en primer lugar alinearemos ambas piernas
siguiendo el eje corporal, y utilizaremos la pierna sana para inmovilizar la pierna
afectada.
Colocaremos las tablillas desde como mínimo la cintura hasta los pies para
inmovilizar y utilizaremos vendas o “pañuelos” a diferentes alturas para
sujetarlos tal y como se muestra en la siguiente imagen:
En el caso de una inmovilización de rodilla, deberemos colocar una tablilla por la parte posterior de la rodilla, colocando almohadillado en la zona posterior de la
rodilla, y en la zona posterior del tobillo, desde la cadera hasta el tobillo, y fijándola con vendas, o “pañuelos”.
Para inmovilizar la pierna (tibia y peroné) , almohadillaremos el espacio entre
ambas, y una vez alineado el miembro afecto, lo inmovilizaremos junto al otro,
colocando dos tablillas a ambos lados de la pierna lesionada, y con un vendaje o “pañuelos, procederemos a sujetar las mismas. Deberá abarcar desde la rodilla
hasta el tobillo.
En el caso de tobillo y pie, podemos emplear los métodos utilizados
anteriormente, como es la inmovilización de la pierna. En caso de traumatismos
leves o esguince, se podría realizar un vendaje para inmovilizar.
4. VENDAJES
El vendaje es el arte de envolver un miembro o región del cuerpo mediante
vendas, gasas, lienzos o materiales similares.
Este procedimiento podremos realizarlo por distintos fines, que son:
Limitar el movimiento de una articulación afectada.
Fijar apósitos.
Fijar férulas para impedir su desplazamiento.
Aislar heridas.
Ejercer presión en una parte del cuerpo.
Favorecer el retorno venoso.
Facilitar sostén a alguna parte del cuerpo.
Moldear zonas del cuerpo como muñones tras una amputación.
Material
Vendas de distintos materiales y tamaños (algodón, elásticas, gasa...).
Apósito o esparadrapo.
Tijeras.
Guantes no estériles.
Procedimiento
Prepararemos el material necesario según el tipo de vendaje indicado,
realizaremos la higiene de manos y nos colocaremos los guantes no estériles.
Identificaremos al paciente y le explicaremos el procedimiento que vamos a realizarle, tanto a él como a su familia. Pediremos su colaboración en la medida
de lo posible y le proporcionaremos la intimidad necesaria.
Comenzaremos colocando la región o miembro a vendar en una posición
funcional con las articulaciones levemente flexionadas, nos aseguraremos que la
zona se encuentre limpia y seca.
Para aplicar el vendaje, cogemos una venda con una mano y el extremo de ésta
con la otra, empezaremos desenrollando siempre por la zona más distal y cara anterior del miembro. Continuaremos vendando de manera homogénea sin
ejercer presión y cubriremos bien las prominencias óseas. A continuación,
aplicaremos la venda elástica desde la zona distal hasta la proximal, ejerciendo la presión necesaria que requiera el vendaje y realizándolo según el tipo indicado.
Finalizaremos el vendaje en una zona alejada de la lesión y lo fijaremos con
esparadrapo o apósito. Si se trata de cubrir una lesión, el vendaje cubrirá los
bordes con un ancho superior a 5 cm.
Recomendaciones al paciente Se le indicará que durante el tiempo que dure el vendaje, mantenga el miembro
afectado en una posición elevada para favorecer el retorno venoso. Si la lesión fuese de miembro superior se le colocará un dispositivo de sujeción para
mantener la postura adecuada.
Tipos de vendajes
Vendaje circular: Se utiliza para vendar una zona cilíndrica del cuerpo o fijar el vendaje en sus extremos. Comenzaremos desenrollando la venda cubriendo la zona, de manera que cada vuelta vaya cubriendo a la anterior por completo. Nunca se debe
iniciar ni terminar el vendaje sobre una lesión, hay que dejar un margen
de al menos 5 cm. Tiene función de protección y sujeción.
Vendaje espiral: Se usa normalmente en las extremidades, su
función es compresiva y protectora. Se coloca llevando hacia arriba el vendaje en un leve ángulo, de modo que se cubra la
zona que se desea. Las vueltas de venda son paralelas y se
superponen a la misma en unos dos tercios del ancho.
Vendaje de espiga: Se usa para miembros inferiores y en ocasiones en los
superiores. Se realiza igual que el vendaje en espiral, salvo que vamos
retrocediendo con la venda, de manera, que las vueltas que se van
superponiendo se crucen. Tiene función compresiva y favorece el retorno
venoso.
Vendaje en ocho: Se utiliza para vendar articulaciones, especialmente manos y
pies, es muy útil en rodilla y codo. Iniciamos el vendaje sujetando la venda bajo
la articulación con varias vueltas espirales, luego, se
realiza una vuelta ascendente que cubre la articulación, la aseguramos con vueltas
espirales en la zona superior. Después alternaremos vueltas ascendentes y
descendentes que se cruzan entre si y se van
superponiendo a las anteriores en al menos dos tercios del ancho de la venda, dibujando la figura
del ocho.
Vendaje recurrente: Se utiliza para realizar capelinas (vendaje de cabeza),
vendar dedos y muñones. Fijaremos la venda en la zona
proximal con dos vueltas circulares, giraremos la venda para que quede perpendicular a las vueltas circulares y
vendaremos la zona distal de delante a la inversa hasta
que quede bien cubierto, luego fijaremos con varias vueltas circulares. Su función es la de proteger, sujetar y
comprimir.
5. TRANSPORTE SIN CAMILLA
Es necesario utilizarlo cuando hay que alejar rápidamente al accidentado del
lugar en que se encuentra, o cuando no es posible acceder hasta él con una
camilla.
Traslado de un accidentado cuando está sólo un socorrista: para el traslado inicial (en
tanto no dispongamos de otros medios) se volverá a la
víctima de espaldas, atando sus muñecas con un pañuelo o una tela. El socorrista se arrodillará a
horcajadas sobre la víctima y, poniendo su cabeza debajo de las muñecas atadas, podrá arrastrarse
hacia adelante, haciendo que el accidentado se
deslice sobre el suelo.
También se podrá hacer la evacuación del accidentado sobre la espalda del socorrista o a hombros.
Método del bombero.
Traslado cuando hay varios socorristas: Cuando el número de socorristas es de
dos o más, pueden hacer un asiento de dos manos, sobre el cual podrán llevar a
una víctima. Cada socorrista sostiene al accidentado con un brazo por debajo de
los muslos, agarrándose las muñecas uno al otro; el otro par de brazos servirá de
apoyo para la espalda. También puede utilizarse la llamada «silla tres manos».
Asiento de dos manos. Asiento de tres manos.
Puede usarse una silla como medio de transporte en caso de emergencia. También puede ser trasladado en posición similar sin la silla.
Técnica “en bandeja” (inmovilización en bloque): Se puede utilizar cuando solo podemos acceder a la víctima por uno de sus laterales. Se realiza de la siguiente
manera:
Las personas que van a auxiliar a la víctima (consideremos que son tres), se
colocan de rodillas en uno de sus lados y sitúan sus manos por debajo de ella, de forma que una sujete la cabeza y la parte alta de la espalda, otra la parte
baja de la espalda y los muslos y la tercera las piernas por debajo de las rodillas.
Primeros auxilios Profesora: Marta Blanco Obra
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La persona situada a la cabeza de la víctima es la que da la orden de levantarla,
de forma que, todos al mismo tiempo, la colocan sobre sus rodillas.
Técnica del puente holandés: Esta maniobra se realiza cuando se puede acceder a la víctima por los dos lados, procediéndose de este modo:
Los socorristas se colocan sobre la víctima con las piernas abiertas y
agachados. Uno de ellos se encarga de sujetar la cabeza y la zona alta de la espalda, otro la sujeta por las caderas, y un tercero sujeta las piernas por
debajo de las rodillas.
Para levantar al afectado se atiende a lo que diga el socorrista que está
sujetando la cabeza. Una cuarta persona puede colocar una camilla o plano
rígido bajo la víctima, sobre la que se la deposita, realizando el movimiento
todos a la vez.