TUCUMAN ARDE!
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TUCUMÁN ARDE!!!
<<ARTE DE ACCIÓN, RADICALIZACIÓN ESTÉTICA Y
SUBVERSIÓN POLÍTICA>>
por jeuyin.blogspot.com
Tucuman arde fue el punto culminante
de una serie de manifestaciones e
intervenciones públicas producidas
entre abril y diciembre de 1968 por
parte de un grupo de artistas plásticos
del circuito de Buenos Aires y Rosario
en Argentina, que coincidieron en un
mismo proyecto con grupos
intelectuales y sindicales en su
posición de oposición frente a las
instituciones artísticas, al opresivo
régimen militar del momento – la
dictadura del General Onganía que se
hizo con el poder del país en el golpe
de estado del `66- y frente al
sistema capitalista.
Estas producciones artísticas son en
general de carácter desmaterializado,
es decir, que no aluden al objeto o no
son un objeto en sí mismas pues se
trata de acciones de arte que,
además de contener ese carácter de
intangibles y de no perdurables, de
éstas no se encuentra hoy suficiente
material fotográfico ni fílmico como
registro. La actitud de radicalización
artística, que era acorde al
radicalismo político de la época, no le
otorgaba ninguna importancia a
buscar obras perdurables.
En el contexto intelectual argentino de
la década de los `60 se creyó que era
posible conjugar la lógica de la
vanguardia artística con la vanguardia
política, desplazar los límites del arte
más allá del espacio expositivo de las
galerías y museos hacia la calle y la
vida cotidiana para lograr
implicaciones sociales
transformadoras.
En el caso de “Tucumán arde”, su
experiencia representó el límite entre
el campo artístico y el político, sus
participantes básicamente siguieron
tres caminos luego de finalizada la
obra; emigrar, abandonar el oficio
artístico, o permanecer varios años en
el anonimato para después
encarrilarse nuevamente en los
intereses del arte comercial burgués
de galerías y museos, circuito que en
primer lugar tuvo una gran
importancia en la gestación de
importantes grupos de artistas al día
con los avances y las exploraciones
plásticas y conceptuales de la
vanguardia artística mundial de la
década.
CONTEXTO SOCIO-POLÍTICO:
Para entender la visión de la
vanguardia artística argentina en
el`68, es importante analizar el
trasfondo social y político que provocó
la radicalización artística, hasta la
desvinculación total con la institución.
En el circuito del arte argentino desde
la segunda mitad de la década de los
`50 se desarrollaba un ambiente de
modernización; esto consistió en el
crecimiento del ámbito artístico, de
institutos de arte, galerías y museos
para las que se producían, y por
medio de las cuales se legitimaban las
obras de arte para permitir así su
introducción y mercado en el ámbito
de la plástica de vanguardia. La
estrategia de producción artística del
proyecto moderno constituía a las
instituciones como ente de selección,
fundamento institucional y entorno
físico –galerías y salas expositivas- y
como consagración alternativa a
través de premios nacionales e
internacionales y bienales auspiciadas
por instituciones de la vanguardia
artística internacional tanto americana
como europea.
El instituto Di Tella (fundado en 1958)
tuvo un papel decisivo en la formación
de los plásticos de la vanguardia
artística en Argentina, es del Centro
de Artes Visuales (CAV) del Di Tella
de donde surgen los artistas que
luego van a emprender el proyecto
colectivo de Tucumán arde.
Con la llegada de la dictadura de
Onganía (1966-1970) se implantó la
represión y fuerte censura hacia las
instituciones universitarias, la
institución artística, partidos políticos
y movimientos obreros, se
persiguieron científicos, estudiantes e
intelectuales porque se consideraban
enemigos de su proyecto. Es de esta
manera como la dictadura ejerce una
fuerte presión autoritaria sobre
diversos grupos culturales que
rápidamente van consolidando una
posición de unión y coincidencia de
intereses políticos de oposición y
enfrentamiento al gobierno, una
conjunción de fuerzas políticas y
sociales heterogéneas que
conformaron la “nueva izquierda” en
Argentina.
Esta situación social hizo que la
vanguardia artística se fuera
desvinculando cada vez más de la
institución pues la visión estética
vanguardista excedía sus límites
físicos e ideológicos. Los plásticos
vanguardistas argentinos que tenían
ya un fuerte vinculo con el arte de
acción, los happenings, el pop, el arte
de los medios y el arte conceptual, se
volcaron hacia campos sociales fuera
del espacio expositivo tradicional,
donde su arte se fundía con la vida y
pretendía alcances sociales. Esa era la
opción más acorde con la vanguardia
artística de la época tanto en Buenos
Aires como en Rosario, la
radicalización estética del arte con
aspiraciones políticas, un arte
activista para la transformación, para
la revolución, en este contexto es
donde nace y se desarrolla el proyecto
Tucumán arde.
RASGOS:
A continuación voy a mencionar
algunos rasgos de este proyecto que
también se pueden aplicar a buena
parte las producciones de la
vanguardia artística del `67 y `68 en
Argentina.
En primer lugar la característica de
ampliación de los límites del arte; Las
nuevas generaciones de artistas
plásticos abandonan los formatos
tradicionales, pasan progresivamente
de crear objetos a la construcción de
ambientes, se empiezan a interesar
en implicaciones espaciales, con lo
que se pasa a la desmaterialización
que apunta a la desaparición del
objeto físico por otra materialización
en el orden de las ideas, los
conceptos, los procesos y las
relaciones que surgen de estas
acciones.
En segundo lugar el carácter de
obra procesual no artesanal; No se
hace prioridad en el trabajo manual
sobre el material, se suelen
encomendar las obras a artesanos. Se
rechaza la idea de obra única y
perdurable, se opta por los procesos y
obras seriales o por las acciones que
desaparecen acontecido el acto, esto
corresponde a un énfasis del proceso
creativo y del acto en sí, más que en
los resultados.
Otra característica es “el nuevo
público” al cual busca llegar la obra,
rasgo que plantean Ana Longoni y
Mariano Mestman 1 y que apunta a la
salida del arte del ámbito artístico
hacia la calle; La idea vanguardista de
revolucionar la relación del espectador
en su acto de contemplación pasiva
por su participación activa en el
desarrollo y terminación de la obra.
Se opta por el abandono de galerías y
museos por nuevos espacios como la
calle y los medios masivos, también
trabajos en sindicatos y publicaciones
políticas.
Otra característica que quiero
señalar es la de Creación colectiva; Se
dio un rechazo a la figura del artista
individual optando en ocasiones por el
anonimato, para pasar a operar en
una instancia colectiva que puede
llegar a involucrar al espectador en el
acto creativo. Es precisamente la
conjunción de iniciativas grupales
heterogéneas lo que permitió la
organización y desarrollo de Tucumán
arde.
La característica de estar por fuera
del mercado del arte es de las más
1 Ver bibliografía: DEL DI TELLA A “TUCUMÁN ARDE” (Rasgos, pág 60, “el nuevo público”)
radicales por su posición política de no
enmarcarse a los lineamientos de la
institución, no poderse conservar y
por tanto tampoco venderse; No se
producían para las galerías ni museos,
se realizaban en grandes formatos –
como por ejemplo murales en la calle-
o con materiales efímeros, no
perdurables. Muchas de éstas eran
obras que se materializaban en
acciones y su existencia era limitada
por la duración del evento para el que
se creaban, por ello de muchas de
estas producciones no queda hoy
material ni registro.
TUCUMÁN ARDE, OPOSICIÓN Y
ACTIVISMO COMO ESTÉTICA:
Por parte de la vanguardia artística,
artistas plásticos rosarinos y porteños
(de Buenos Aires) de los cuales varios
habían hecho vínculos a partir del
instituto Di Tella (por el hecho de
exponer en sus galerías o por ser
estudiantes de la institución) y el
circuito artístico moderno local,
preparaban una obra en colectivo
siguiendo lo que ellos mismos
llamarían como “nueva estetica” 2,
una estética de acción colectiva y
violenta, no pacífica, en contra de la
institución burguesa del circuito
artístico y en oposición al carácter
pasivo del arte tradicional.
2 Ibíd. (pág 233, Declaración de la muestra de Rosario Tucumán Arde)
Por otra parte la vanguardia política,
que se manifestaba en partidos
sindicales y grupos obreros, permitió
el acceso del ámbito artístico y
cultural en sus planes de protesta y
lucha contra el actual gobierno. Tal
fue el caso de la Confederación
General del Trabajo (CGT), central
obrera que se oponía a establecer
pactos con la dictadura de Onganía y
que en su lucha por apoyar los
sindicatos portuarios, petroleros,
azucareros, etc. se vio involucrada en
la colaboración con intelectuales y
artistas plásticos vanguardistas en la
obra Tucumán Arde, contra la grave
situación que afrontaba el sector
campesino en Tucumán a causa del
cierre de los ingenios azucareros, lo
que conllevó al desempleo masivo, al
empobrecimiento de la población
campesina, la suspensión del pago a
los obreros, de los contratos y de la
producción de los pequeños cañeros.
A pesar de que hubo gente de
distintos medios sociales involucrada
en el proyecto, intelectuales,
científicos, grupos obreros, etc, sólo
un reducido número de personas la
mayoría artistas, se arrojaron a firmar
como integrantes del colectivo
Tucumán arde, estos fueron:
Maria Elvira Arechavala, Beatríz Balvé,
Graciela Borthwick, Aldo Bortolotti,
Graciela Carnevale, Jorge Cohen,
Rodolfo Elizalde, Noemí Escandell,
Eduardo Favario, León Ferrari, Emilio
Ghilioni, Edmundo Giura, Maria Teresa
Gramuglio, Martha Greiner, Roberto
Jacoby, José María Lavarello, Sara
López Dupuy, Rubén Naranjo, David
de Nully Braun, Raúl Pérez Cantón,
Oscar Pidustwa, Estella Pomerantz,
Norberto Puzzolo, Juan Pablo Renzi,
Jaime Rippa, Nicolás Rosa, Carlos
Schork, Nora de Schork, Domingo
Sapia y Roberto Zara.
ETAPAS:
El proyecto fue un proceso de varias
etapas. La primera se refiere a la
labor de investigación y recopilación
del material documental sobre la
realidad social y cultural de Tucumán,
para lo que se hizo un primer viaje de
estudio y acercamiento.
La segunda etapa consistió en un
segundo viaje en el que se efectuó
una confrontación y verificación de la
realidad de Tucumán frente a los
contenidos de la información y los
medios de comunicación oficiales que
ocultaban y distorsionaban la realidad.
Para esto se realizaron entrevistas,
encuestas, censos, etc. materiales
que serán utilizados después en la
tercera etapa.
La tercera etapa corresponde a
muestras de denuncia que se
realizaron en las centrales de la CGT
de Rosario, Buenos Aires y Santa Fe
el 3 de noviembre bajo el doble título
de “Primera bienal de arte de
vanguardia" y "Tucumán arde”,
nombres que buscaban llamar la
atención del círculo artístico, y
causaba aun más curiosidad el hecho
de ser articuladas fuera del organismo
institucional –en las centrales
obreras-.
Al final se resultó creando un circuito
de contra información (todo tipo de
material audiovisual como fotos,
films, videos, grabaciones,
documentos) que evidenciaba la
manipulación de la información de los
acontecimientos producidos en
Tucumán por parte de los medios de
comunicación al servicio del poder
oficial y la clase burguesa.
El material audiovisual e informativo
fue utilizado en el montaje de las
muestras que incluyó la participación
de los intelectuales y artistas
implicados en el proceso.
Hubo una fase importante que se
produjo intermedia entre la primera y
tercera etapa y que consistió en la
publicidad del colectivo y convocatoria
a las muestras, para ello se hicieron
posters, carteles, stickers, etc, que
fueron pegados en las calles junto con
grafitis que hacían propaganda del
proyecto.
Es este ciclo de organización,
investigación, producción de material
audiovisual, denuncia y confrontación
lo que conformó la totalidad del
proyecto Tucumán Arde, eso sin
contar los efectos colaterales y
diversos alcances futuros en la escena
artística local, como por ejemplo, la
desintegración de diversos grupos de
artistas plásticos -la mayoría del
grupo de Tucumán Arde- que se
retiraron del ámbito artístico o se
exiliaron. Otro efecto notorio a futuro
fue la absorción de estas
manifestaciones artísticas, que en un
principio fueron anti institucionales y
que luego encontraron aceptación por
parte de los revisionismos de la
neovanguardia posterior. A propósito
de ello el norteamericano Hall Foster
dice “…que la neovanguardia no
pierde su sentido crítico pues tiene la
función de comprender pero no de
completar el proyecto de la
vanguardia original” 3 aunque éste
último es asimilado finalmente por la
neovanguardia en el momento en que
la institución, está ya preparada para
la protesta y la rebeldía vanguardistas
y por tanto llega a considerar como
arte estas expresiones.
3 Ibíd. (pág 54)
MATERIAL VISUAL, REGISTRO DE UN SUCESO:
� Campaña publicitaria, Rosario. (Archivo Graciela Carnevale) Pintadas callejeras para publicitar el nombre del Colectivo y al mismo tiempo despertar curiosidad en la gente hacia la situación social Tucumana. � Inauguración del colectivo y reunión en el C.G.T. (Archivo Graciela Carnevale) Asistentes y realizadores reunidos en la muestra de inauguración en la central de la CGT en Rosario. En el fondo se ve una parte del montaje del material fotográfico donde se exhibe el estado de pobreza de la población de Tucumán. � Campaña publicitaria, Rosario, Posters en las calles de Rosario. (Archivo Graciela Carnevale) Carteles pegados en un portón del sector fabril con el nombre inscrito de “TUCUMAN”; nuevamente una estrategia para que la gente se fijara en la población de Tucumán. � Oblea diseñada por Juan Pablo Renzi para la campaña publicitaria. Se pegaron en Rosario y Buenos Aires en espacios públicos, paredes, puertas, etc, y se repartieron en las facultades y en la calle.
� Maquinarias de los ingenios desarmadas y las piezasabandonadas. Material que se obtuvo en la primera etapa de investigación del Colectivo Tucumán Arde para informarse acerca de la situación de los ingenios azucareros.
� Niño menor trabajando en un campo de
caña de azucar. (Archivo Graciela Carnevale)
Estas fotografías que documentaban la realidad de los ingenios de azucar y las consecuencias de pobreza, fueron utilizadas en el montaje de la muestra. � Almacenamiento de bolsas de azucar refinada con el logo de la marca del monopolio. (Archivo Graciela Carnevale) Fotografía tomada por los artistas para demostrar el acaparamiento de azucar por parte de los patrones.
� Entrada a las oficinas del C.G.T. (Archivo Graciela Carnevale) En el piso de la entrada de la central del CGT colocaron carteles con los nombres de los dueños de los ingenios obligando a los asistentes a evadirlos molestamente o a cruzar pisoteándolos.
� Afiche publicitario para la tercera fase de la campaña convocando a “La primera Bienal de Arte de Vanguardia”. (Archivo Graciela Carnevale)
BIBLIOGRAFIA:
• International Center for the Arts of the Americas: Versions and Inversions
Perspectives on Avant-Garde Art in Latin America / Héctor Olea y Mari
Carmen Ramírez, The Museum of the Fine Arts, Houston, 2006.
• DEL DI TELLA A “TUCUMÁN ARDE”: Vanguardia artística y política en el 68
argentino / Ana Longoni Y Mariano Mestman, 1a ed. Buenos Aires, Eudeba,
2008.