TrompetaEvangelizadora

Julio 2012

PAGA DEL PECADO ¿Quién es tu señor?

¡Velad!

Una vida perdida

Contenido

2 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

Títulos de temas

Huellas

Pecados de omisión

¿Quién es tu señor?

Pecado

¿Es realmente tan malo tener pecado en la vida?

¿Qué es exactamente el pecado en su naturaleza

y efecto? ¿Existe entonces para nosotros los humanos

una alternativa real para una vida de pecado?

Pecado - un cruel pagador

¡Velad!

La Biblia nos describe las luchas que Satanás acarrea

sobre un alma. Nos enseña que él intenta vencernos

de muchas e inesperadas maneras.

Pero también nos muestra la promesa de la protección

Divina y cuál es nuestra misión: Estar alerta.

El último de seis

El gato doméstico

Fascinación del pecado

Lo que mueve al corazón

Bautizado con fuego

Tibio, perezoso, indolente, inconstante,

- todas cualidades que hacen a una

persona antipática. También Dios lo ve

de esa manera. El espera de nosotros un

corazón y una mano completa.

Confiar en Dios

Programa radial

Una vida perdida

Se puede perder mucho en la vida.

Pero cuán terrible cuando se pierde

la propia vida, y el alma no está donde

finalmente debería estar, - en el cielo.

Enseñanza bíblica

La libre voluntad III

Preguntas y respuestas

¿Quiénes son las “otras” ovejas?

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│ Trompeta Evangelizadora 3

Editorial

Querido Lector,

También en éste mes la trompeta evangelizadora tiene

que dar un tono claro, porque en la primera fiesta de

pentecostés en Jerusalén tenían que reconocer

sorprendidos muchos visitantes de distintos países:

“Les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas

de Dios” (Hechos 2,11).

Las maravillas de Dios deben ser manifiestas también

en nuestros días, que el Padre celestial ha enviado a su

único hijo para salvar a los pecadores. Él ha llevado a

la cruz mi culpa y la tuya, para redimirnos y abrirnos

el camino al cielo.

¡Oh cuan gran salvación, que preciosa sanación! ¡Ya

no debemos ser torturados por Satanás, estar bajo la

carga del pecado y vivir alejados de Dios! No, el

Salvador nos dice: “Yo soy la luz del mundo; el que

me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz

de la vida” (Juan 8,12).

Si, el seguidor de Jesús obtiene luz y vida, gozo y

paz. Y si el hijo de Dios tiene que pasar en esta vida

por pruebas, problemas y diversas dificultades, aún

debe saber: “Luz está sembrada para el justo, y alegría

para los rectos de corazón” (Salmo 97,11).

Querida alma, confía en Dios, permanece en

obediencia divina, así también te alumbrará la luz de

la vida en los valles oscuros, así puedes peregrinar

seguro, paso a paso tomado de la mano de Jesús.

A pesar de todas las tinieblas y el crecimiento de la

maldad, aunque el campamento de los santos esté

rodeado, y el nombre de Jesús sea pisoteado,

despreciando la palabra de Dios, sabemos, ¡Cristo

permanece triunfador! Él es el Rey de reyes, ¡Y sus

promesas y su luz permanecen por la eternidad!

¡Deseo a todos los lectores las bendiciones de Dios y

una vida victoriosa!

H. D. Nimz

07/2012

Página juvenil

El camino en el matrimonio

¿Dónde encontramos la verdadera alegría?

Página infantil

Seguir las huellas de Jesús

Página familiar

Mantenerse firme

La oración infantil

El gruñón

La nuera

Biografía

Hudson Taylor (parte 2)

Anuncios

Pie de imprenta

La despertada conciencia

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4 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

LA PAGA DEL PECADO

Huellas

Una mañana, dos hombres caminaban junto a la playa por

la orilla del océano. El uno, era cristiano, un verdadero

seguidor de Jesucristo, el otro no. El último era consciente

de su pecado y su culpa, pretendía buscar a Dios para

serle agradable, enmendar los pecados del pasado para

llevar una vida mejor.

De camino a casa, el cristiano le hacía ver a su

compañero, como se podían ver las huellas en la arena

húmeda. “Si usted ahora fuera perseguido por enemigos,

tan poderosos que no podría pelear con ellos, tan rápidos,

que no podría escapar de ellos, a la derecha acantilados

empinados que bloquean el camino, a la izquierda el

océano y ningún barco a la vista, ¿Qué harías?” preguntó.

“De inmediato borraría mis huellas.” - “Inténtelo” dijo el

cristiano; y su amigo puso manos a la obra. Después que

estaba un rato entusiasmado en ello, el otro lo llama al

lugar donde estaba, y le dijo: “Mire su trabajo. ¿Podría

engañar a alguien que tiene ojos en la cabeza? - “No, creo

que la huellas están aun más visibles que antes.” - “Si”,

respondió el seguidor de Jesús, “lo que usted ha intentado,

se asemeja al esfuerzo de una persona para poder acabar

con los pecados del pasado de su vida. Dios ve su vida

anterior claramente, como las huellas aquí en la arena.”

En silencio siguieron caminando. Finalmente,

suspirando, el uno preguntó: “¿Qué debo hacer?” después

de un momento vino la respuesta: “Esté en silencio y vea

la gloria del Señor” El intérprete veía como la marea subía

inmediatamente, parados veían como de repente, la ola

golpeó la orilla, rodó sobre las huellas, cuando se escurría

el agua, la arena estaba completamente llana, toda huella

estaba borrada. - “Así la sangre de Jesús nos limpia de

todo pecado, si buscamos de corazón el perdón a través de

su sangre.”

En general existe la opinión de que

las personas solo serán condenadas

por sus acciones, debido a las

malas acciones que han cometido.

A menudo personas se excusan y

dicen: Yo no he hecho esto o

aquello, no blasfemo, ni soy

borracho, no cometo adulterio, no

les robo a las viudas ni a los

huérfanos. Pero si se lee

atentamente las sagradas

escrituras, se llegará pronto a la

conclusión, que la culpa, que se

dará a las personas en el juicio

final, no será tanto en relación con

lo que han hecho, sino mas bien,

en lo que no han hecho: No han

ayudado a los necesitados, los

enfermos, los que sufren, a los

prisioneros no han visitados. No

demostraron amor ni compasión.

Ellos no han glorificado a Dios,

quien les regaló la vida.

En toda la Sagrada Escritura, no

hay otro párrafo más estimulado

que el ejemplo de las prudentes e

insensatas vírgenes. Las vírgenes

insensatas no cometieron ningún

crimen grave; no eran fraudulentas

o viciosas. Sin duda, eran

honorables y amables. La gran

falencia en ellas era, que han

descuidado sus oportunidades, no

se preocuparon. No miraron más

que el presente de ellas. Era el “no

hacer”, lo cual el peligro del “yo

no os conozco” se les asigna.

El mismo error cometimos en

todas las circunstancias de la vida.

¿Por qué hay ciertas personas

pobres en su vejez? No porque ha

hecho esto o lo otro, sino porque

no ha hecho esto y lo otro. El no

era trabajador, prudente y

ahorrador. ¿Por qué hay tantos que

se hunden en sus negocios?

Debido a que descuidan esto o

aquello, lo que serviría de base

solida para el desarrollo de la

empresa.

¿Por qué personas se acercan a la

eternidad sin salvación? Porque no

han hecho, lo que deberían haber

hecho. Debido a que no se han

arrepentido, porque no han servido

en obediencia a Dios y a sus

semejantes. Es probable que la razón

de la condenación de la mayoría de

los perdidos, el descuido del deber

y las perdidas oportunidades. Y

este, el pecado de omisión, que

lleva a muchos a la perdición, es,

que no creen en el hijo de Dios.

Pecados de omisión

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 5

¿Quién es tu señor?

Querido lector, quizás aun no reflexionaste seriamente sobre tu responsabilidad y tu

deber hacia Dios, y tampoco sobre las terribles consecuencias para ti y para tus

semejantes, cuando no cumples con tus responsabilidades.

El diablo

jamás ha hecho

algo bueno

por las personas.

En este mundo, continuamente hay luchas

entre las tinieblas y la luz. Dios quisiera

rescatar a cada alma ofreciéndole la

salvación, para que pueda ser

verdaderamente feliz en esta vida y logre

tener, una vez en el cielo un hogar. En Juan

3,16 leemos: “Porque de tal manera amó

Dios al mundo, que ha dado a su Hijo

unigénito, para que todo aquel que en él cree,

no se pierda, mas tenga vida eterna.” El

diablo, el enemigo de Dios, es también el

enemigo de cada persona y hace lo que le es

posible, para influenciar a las personas, que

pospongan el alcance de la salvación. El

quiere usarlos en su servicio y descenderlos

un día a la perdición eterna. Escuchad la

advertencia del apóstol Pedro: “Sed sobrios,

y velad; porque vuestro adversario el diablo,

como león rugiente, anda alrededor buscando

a quien devorar” (1. Pedro 5,8).

Querido lector, tú estás en esta lucha, y

sirves a Dios o al diablo. Aquí no hay suelo

neutral. Jesús dice: “El que no es conmigo,

contra mí es; y el que conmigo no recoge,

desparrama” (Mateo 12,30). Tú trabajas con

Dios para tu propia salvación y de los tuyos,

o trabajas para el diablo para tu propia

condenación. Tú mismo tienes que elegir a

quien quieres servir. Otros podrán alentarte a

tomar la decisión correcta, pero tú mismo

tienes que elegir y decidir. El no aceptar al

Salvador como tu redentor personal y

salvador, significa descuidar tu salvación, y

eso es justamente lo que el diablo quiere.

Cada día, en el cual tú pospones la

adquisición de la salvación, te dejas utilizar

por Satanás. “¿cómo escaparemos nosotros,

si descuidamos una salvación tan grande?”

(Hebreos 2,3).

Todas las personas son culpables ante

Dios. El nos ha dado la vida y provee

siempre para nosotros. Si nosotros entramos

en su servicio y recibimos un corazón limpio

de parte de Él, entonces tenemos paz, como

el mundo no nos la puede dar. Dios también

quiere estar con nosotros, en todos nuestros

quehaceres.

Ninguna persona está obligada a servir al

diablo. El diablo jamás ha hecho algo bueno

por las personas. Todos las alegrías que

promete son pasajeras y dejan siempre un

agudo aguijón.

Querido lector, si aún no sirves a Dios, ¿no

quieres tomar ahora la decisión de romper

con el pecado y entregarte al Señor? Sí,

busca al Señor con todo tu corazón, hasta

que tengas la certeza de que Él te ha

aceptado, que ha perdonado tus pecados y ha

limpiado tu corazón. No necesitas esperas

más tiempo, pues Él está dispuesto a

rescatarte del pecado. “He aquí ahora el

tiempo aceptable; he aquí ahora el día de

salvación” (2. Corintios 6,2). En Isaías 55,6

leemos: “Buscad a Jehová mientras puede

ser hallado, llamadle en tanto que está

cercano.” Y Juan escribe en 1. Juan 1,9: “Si

confesamos nuestros pecados, él es fiel y

justo para perdonar nuestros pecados, y

limpiarnos de toda maldad.”

Por favor, no pospongas la salvación de tu

alma más tiempo, pensando que te vas a

convertir al Señor más tarde pero no ahora.

Cada día, en el cual vacilas, sirves al diablo.

No le sirvas ni un solo día más, ¡sino busca a

Dios de todo corazón y lleva una vida para

su honra!

6 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

“La justicia engrandece a la nación;

más el pecado es afrenta de la

naciones” (Proverbios 14, 34). “Por

la rebelión de la tierra sus príncipes

son muchos; más por el hombre

entendido y sabio permanece

estable” (Proverbios. 28,2). “La

sequía y el calor arrebatan las aguas

de la nieve; así también el Seol a los

pecadores” (Job 24, 19).

Estos pasajes nos demuestran las

consecuencias del pecado. No solo

el bullicio de este mundo, sino el

gran día del juicio venidero, en cual

todas las generaciones y naciones

estarán presentes ante Dios, este nos

va a dar una verdadera imagen del

horror del pecado. Allí veremos las

terribles consecuencias del pecado,

lo que realmente es, cuando los

impíos serán traspasados en el

tormento eterno.

¿Quién puede comprender la

palabra “pecado” en su profundidad?

Si observamos en nuestro derredor

al mundo, y escuchamos día tras día

los acontecimientos, tenemos

solamente una débil imagen de la

calamidad del pecado. El mundo

gime bajo el terrible peso del

pecado, si bien los gobiernos se

esmeran con leyes buscar el

bienestar de las personas, pero el

mundo se está hundiendo más y más

en el fango de la maldad e injusticia.

Asesinatos, robos y adulterios son

habituales a diario. Informes tristes,

insensibilidad y tratos antihumanos

son las noticias diarias. Los suspiros

de los oprimidos se levantan hacia

el cielo, como si quisieran decir:

¿Cuándo será su fin?

Y si pensamos en los ríos de

sangre en los campos de batallas; en

los centros penitenciarios, en los que

hay miles de delincuentes; los

hospitales, donde miles de enfermos

están en camas, de los cuales la

mayoría son consecuencias del

pecado, donde se siente el gemir de

los dolores, es entonces donde más

nos convencemos lo que realmente

es el pecado. Y las innumerables

familias destruidas, donde reina

miseria, violación y odio. Allí se

crían personas, donde sus infancias

no conocieron amor y seguridad.

¿Me podría decir alguien, cual es

el motivo de esa dolencia, lagrimas

y miseria? ¡Es el pecado! Lo más

triste es, que hoy en día se defiende

a todo este terrible mal del pecado.

“No se sacian de pecar” (2 Pedro 2,

14). Se puede decir, se le acaricia. El

salmista exclama: “Hijos de los

hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi

honor en infamia, amareis la vanidad

y buscaréis la mentira? Sabed, pues,

que Jehová ha escogido al piadoso

para sí” (Salmo 4, 2-3). Pero el

llamado no es escuchado, no se

presta atención a la voz del Espíritu,

ni a la propia conciencia, y

osadamente y sin pensar, se echan

más y más las pobres almas en la

profundidad de las tinieblas del

pecado.

Si, en vista del desastre que ha

traído el pecado sobre la humanidad,

incluso se predica desde los púlpitos,

que no podemos vivir sin pecado en

este mundo. Con ello, se hacen más

pecaminosas las personas, por la

predicación. (Isaías 29, 21). Es

triste, anunciar algo a las personas,

de lo cual la persona languidece bajo

el peso del pecado.

¿Qué nos dice la palabra de Dios?

Cuando el ángel se le apareció a

José en el sueño, dijo: “y dará a luz a

un hijo, y llamarás su nombre Jesús,

porque el salvará a su pueblo de sus

pecados.” Leemos a continuación:

“Todo aquel que es nacido de Dios,

no practica el pecado” (1 Juan 3, 9).

Cuando el ángel del Señor apareció

a los pastores de Belén, dijo: “No

temáis; porque he aquí os doy

nuevas de gran gozo, que será para

todo el pueblo: que os ha nacido

hoy, en la ciudad de David, un

Salvador, que es Cristo el Señor”

(Lucas 2, 10-11).

Este es otro idioma, de lo cual se

escucha a menudo en nuestros días

en las iglesias. Para este fin la

venida de Cristo, para buscar a los

perdidos y salvarlos de sus pecados,

para que les sirvan todos los días en

justicia y santidad. “Porque la gracia

de Dios se ha manifestado para

salvación a todos los hombres,

enseñándonos que, renunciando a la

impiedad y a los deseos mundanos,

LA PAGA DEL PECADO

Pecado

En nuestro tiempo, el pecado está presente en todos los lugares. Las personas coquetean con él

pretendiendo demostrar que realizan un acto heroico. ¿Cuán peligroso es realmente el pecado?

vivamos en este siglo sobria, justa y

piadosamente, aguardando la

esperanza bienaventurada y la

manifestación gloriosa de nuestro

gran Dios y Salvador Jesucristo,

quien se dio a sí mismo por nosotros

para redimirnos de toda iniquidad y

purificar para sí un pueblo propio,

celoso de buenas obras” (Tito 2, 11-

14). “Según nos escogió en él

(Cristo) antes de la fundación del

mundo, para que fuésemos santos y

sin mancha delante de él” (Efesios 1,

4). “Por tanto, ceñid los lomos de

vuestro entendimiento, sed sobrios,

y esperad por completo en la gracia

que se os traerá cuando Jesucristo

sea manifestado; como hijos

obedientes, no os conforméis a los

deseos que antes teníais estando en

vuestra ignorancia; sino, como aquel

que os llamó es santo, sed también

vosotros santos en toda vuestra

manera de vivir; porque escrito está:

Sed santos, porque yo soy santo” (1

Pedro 1, 13-16).

Por esta misma razón vino Jesús al

mundo (1 Juan 3,8), para destruir lo

que la mayoría de los predicadores

hoy en día defiende, es decir, el

pecado. Los hijos de Dios no pecan

más, después de haber sido

redimidos. “Todo aquel que es

nacido de Dios, no practica el

pecado, porque la simiente de Dios

permanece en él; y no puede pecar,

porque es nacido de Dios” (1 Juan 3,

9). La misión de Jesús en esta tierra

era librarnos a los que estuvimos

vinculados con el pecado. La verdad

nos libró, “y conoceréis la verdad, y

la verdad os hará libres… Así que, si

el hijo os libertare, seréis verdadera-

mente libres” (Juan 8, 32 y 36).

En cuanto muchos viven en sus

pecados, podemos gozarnos que

Jesús nos libró de nuestros pecados.

El nos dio la salvación, cual consiste

en el perdón de nuestros pecados

(Lucas 1, 77), somos libres del

pecado (Romanos 6, 18-22).

Muy diferente se ve un hogar,

donde mora la paz de Dios. Los

niños no temen la llegada del padre.

Tampoco la esposa, esperarlo con

impaciente preocupación. La casa

está como transformada. ¡Alabado

sea Dios por la liberación del

pecado! La noche ha pasado y se

introdujo el esplendor del día.

Déjanos arrodillarnos, dar gracias y

alabar a Dios, “Al que nos amó, y

nos lavó de nuestros pecados con su

sangre, y nos hizo reyes y

sacerdotes” (Apocalipsis 1, 5-6).

Mientras el mundo está esclavizado

al pecado, nosotros podemos

gobernar sobre el pecado. El señor

nos prepara para la gloria eterna (2

Corintios 5, 5). El nos selló por su

Espíritu, cual nos dio como prenda,

“por tanto procuramos también, o

ausentes o presentes, serle

agradables” (Verso 9). “Y todo

aquel que tiene esta esperanza en él,

se purifica a sí mismo, así como él

es puro” (1 Juan 3, 3).

En este artículo hemos visto,

cuales son las consecuencias del

pecado, también en qué posición nos

pone la redención. Es cierto, “La

justicia engrandece a la nación; más

el pecado es afrenta de la naciones”.

“La senda de los justos es como la

luz de la aurora, que va en aumento

hasta que el día es perfecto. El

camino de los impíos es como la

oscuridad; no saben en qué

tropiezan” (Proverbios 4, 18-19).

“Como la justicia conduce a la vida,

así el que sigue el mal lo hace para

su muerte. Abominación son a

Jehová los perversos de corazón;

mas los perfectos de camino le son

agradables” (Proverbios 11, 19-20).

“La esperanza de los justos es

alegría; mas la esperanza de los

impíos perecerá” (Prov. 10, 28).

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 7

Pecado –

un cruel pagador

I

EL PECADO ES ENGAÑOZO.

Promete placer y causa dolor. Promete

vida y en lugar de ella da muerte.

Empieza brillante como la mañana y

acaba oscuro como la noche.

II

EL ES DEPREDADOR.

Bajo las patas de terciopelo están

ocultas las garras, con las cuales golpea

a su víctima que se involucran con él y

las desgarra.

III

EN CADA PECADO, ESTÁ LA SEMILLA

DEL PECADO SIGUIENTE.

Se propaga automáticamente. Echa

raíces en el alma del pecador, hasta que

contamina cada lugar en esta alma.

IV

EL ARRUINA LA NATURALEZA DEL

SER HUMANO.

Tuerce su gusto a lo contrario, debilita

su voluntad y mancha su conciencia.

V

CON CADA MALA ACTITUD

Se vuelve más fuerte la inclinación hacia

la maldad, hasta que no se puede de

otra manera que pecar, y hasta que el

pecador es devorado por su deseo.

El pecado es un empleador que promete

mucho, pero un cruel pagador.

8 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

LA PAGA DEL PECADO

¡Velad!

Después de una extendida carta a la iglesia de los corintios, de la conversación de

muchas preguntas y dificultades, Pablo les hace un importante llamado:” ¡Velad,

estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos!”

(1 Corintios 16,13)

1. ¡Velad!

Esta es una importante exhortación y debería ser tomada

en cuenta y cumplida por cada uno. Nuestro Señor dice:

“Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!”

“¡Velad y orad, para que no entréis en tentación! el

espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”

(Mateo 26, 41).

Vigilancia es lo contrario de somnolencia,

insensibilidad, pereza e indiferencia. ¡Velad!

El pecador duerme. Por ello el llamado es para él:

“Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos,

y te alumbrará Cristo” (Efesios 5,14). ¡Cuántas cosas

pueden suceder mientras se duerme! El durmiente sueña y

no sospecha nada de ello. Exactamente igual el pecador.

Su estado es un estado lleno de tinieblas. El no tiene

conocimiento alguno sobre sí mismo. Atado a las cadenas

del pecado se imagina en libertad. Dice: “¡Paz! ¡Paz!” –

mientras el diablo está en plena posesión de su alma como

un fuerte armado. El sigue durmiendo, si bien el infierno

está abierto ante él, el abismo se abre, para tragarlo. Un

fuego está encendido alrededor de él, pero él no lo sabe y

no lo toma enserio. ¡Cuán peligrosa situación!

Pero si nosotros despertamos y fuimos rescatados de las

cadenas del pecado, entonces vale la pena quedar

despierto. “Por tanto, no durmamos como los demás”,

exhorta Pablo a los tesalonicenses. Muchas personas, las

cuales tomaron una buena posición alguna vez, lucharon

valientemente contra todos sus enemigos y estaban sin

cesar activos en el servicio del Señor, cayeron

nuevamente en el adormecimiento, descuido y pereza. Allí

es necesario un nuevo despertar, si no quieren igualar a las

vírgenes insensatas e ir eternamente a la perdición.

Es una gran tarea, el permanecer despierto. Un guarda

en el país enemigo toma en cuenta cuidadosamente todo

lo que sucede en la cercanía y que podría traer peligro y

mal. También nosotros estamos en tierra del enemigo. Por

eso vale estar despiertos y mantener abierto el ojo

espiritual.

Nosotros estamos amenazados por un fuerte, quien en

verdad fue derrotado y vencido por alguien más fuerte. El

no nos puede hacer daño, mientras quedemos en

comunión con nuestro poderoso aliado, el vencedor en

Gólgota. Pero el enemigo es muy furioso con nosotros e

intenta atraparnos, en cuanto nos animamos a dar un paso

fuera de nuestra fortaleza. Satanás es fuerte y astuto. Por

lo tanto, debes estar despierto y armado contra sus flechas

ardientes: malos pensamientos, desconfianza, envidia,

duda, desánimo, orgullo, malos deseos, incredulidad y

desobediencia.

También el mundo es astuto y busca descarriarte. ¡Por

ello vela! El mundo es el siervo del diablo. No te pongas

innecesariamente en peligro. Piensa en Pedro. El no

velaba y se calentaba junto al fuego del enemigo. Por ello

vale huir del mundo y llevar una vida guardada con Cristo

en Dios.

Vela sobre tu corazón y tus preferencias. Tú tienes que

saber cuáles son tus lados débiles. ¡Pruébate diariamente!

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de

él mana la vida.” ¡No dejes vivir en ti el amor al mundo y

la injusticia!

¡Vela sobre tu lengua! No hables palabras malas y

hostiles contra tu prójimo. Toma en cuenta lo que

Santiago 3,3-6 escribe sobre la lengua. Pesa las palabras

antes de que las digas. Sí, el Señor pide cuentas de cada

palabra inútil.

¡Vela sobre tus ojos! ¡No los dejes nunca leer libros

malos o ver fotografías y otras cosas malignas!

¡Vela sobre tus oídos! No los dejes escuchar palabras

malas. ¡No los abras jamás a aquellos que difaman al

prójimo!

¡Guarda tus manos! ¡No les permitas escribir o hacer

algo malo!

¡Guarda tus pies! ¡No los dejes ir por malos caminos!

¡Vela! El Señor vendrá como ladrón en la noche. ¡Debes

estar preparado para recibirlo con alegría!

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 9

2. ¡Estad firmes en la fe!

La vigilancia es muy necesaria, pero igual de necesario es

que permanezcamos en la fe, para que demostremos

valentía en la fe cuando se acercan los enemigos.

Mediante la fe podemos poseer justicia, paz y alegría en

el Espíritu Santo, vida y salvación. Si se desvanece la fe,

entonces se desvanece todo, se es entonces como un árbol

sin raíces.

Nosotros no debemos permanecer junto a Cristo en

conocimiento, sino en la fe; creyendo en su sangre y su

poder de resurrección, creyendo en su omnipresencia y

omnipotencia. La fe debe estar dirigida siempre, como el

ojo del alma, hacia la cruz.

Cuando hay tempestad alrededor nuestro, la fe tiene que

aferrarse a la palabra de Dios y sujetarse constantemente a

ella como un Moisés, Daniel, José y otros. “El que

creyere, no se apresure” (Isaías 28,16). Mediante Cristo y

la fe en Él, tenemos en todo momento la victoria. ¡Por

ello, pongamos los ojos en Él, autor y consumador de

nuestra fe!

3. ¡Portaos varonilmente!

Eso es más fácil decir que hacer, pensará más de uno.

Un carácter varonil es bajo todas circunstancias un

carácter noble. Lo que también necesitamos especialmente

en la iglesia, es una virilidad cristiana. Los tiempos de hoy

demandan cristianos que son varoniles y fuertes, quienes

no están más en zapatos infantiles.

Sed varoniles, o sea, sed sabios como un hombre.

Iluminado por el Espíritu Santo, entendido en las

escrituras, rico en experiencias cristianas, debemos ser

una columna y un ejemplo para los fieles, una bendición

para el mundo, una luz brillante en las tinieblas.

Defended sin vacilar la verdad; confesad a Cristo y

padeced por causa de Él. Los Lleva el Señor por caminos

tenebrosos, entonces decid: “Aunque ande en valle de

sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú

estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán

aliento.” (Salmos 23,4).

¡Sed firmes como un hombre! Si vienen obstáculos y

dificultades, no retrocedáis, sino contened vuestras almas

con paciencia. La paciencia es la señal no fraudulenta de

la valentía. Esos son los soldados más valientes, aquellos

que no solo se distinguen en la batalla, sino aquellos que a

pesar de lluvia de balas y cañonazos soportan por horas en

la guardia. Esa es verdadera valentía y la viva imagen de

Cristo.

4. ¡Esforzaos!

¿Cómo debemos convertirnos en varoniles y fuertes?

Nadie puede vestirse con fuerza espiritual, excepto sobre

las rodillas. Jacob la encontró allí, cuando luchó junto al

arroyo de Peniel y se llevó la victoria de ella. Los

apóstoles estaban unánimes juntos en oración antes de

Pentecostés en la azotea. Después se pudo revelar la

fuerza del Espíritu Santo en la predicación de Pedro en

Pentecostés. También nosotros tenemos que revestir

nuestra fuerza sobre las rodillas. Cuando experimentamos

nuestra carencia, sentimos nuestra debilidad, entonces

podemos dirigirnos a Dios en oración por fuerza de lo

alto.

Pero nosotros tenemos que, realmente, querer tener esta

fuerza, para aplicarla en su servicio y en el trabajo en su

viña. Tenemos que buscarla, como lo hicieron los

apóstoles. Tenemos que buscarla y utilizarla como Pablo,

cuando emprendió su viaje misionero en plena bendición

del evangelio. Hay trabajos para que realicemos nosotros,

busquemos e imploremos la fuerza espiritual del Señor

para ello. Ella está allí para nosotros como estuvo para los

primeros cristianos, cuando fueron llenos con fuerza de lo

alto. “Despierta Sion…” “¡Vístete de poder, oh

Jerusalén!”

10 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

C. W. NAYLOR – LO QUE MUEVE AL CORAZÓN

Bautizado con fuego

Juan el Bautista dijo sobre el obrar de la venida del Mesías:

“El os bautizará en Espíritu Santo y fuego (Mateo 3,11). Las simbólicas lenguas de fuego que

se asentaron en los creyentes en el día de pentecostés, representaron la realidad, que a

partir de ese momento deberían ser reveladas en sus vidas. No quisiera introducirme en la

declaración de Juan, sino, hablar sobre las ascuas de fuego. Una vida sin ardor y fervor

tiene poco o nada de espiritual en sí. Un alma poderosa muestra energía. Tenemos que

“arder” para Dios. Hay tres formas de cómo se demuestra esto.

ARDIENTE AMOR

Tenemos que tener amor ardiente, ya que es la base del

cristiano. Si el ardor de nuestro amor está ausente,

entonces le falta el elemento esencial, el cual lo hace

efectivo. Si nuestro amor esta encendido en un celo

ardiente por Dios, entonces pondremos a Dios sobre todo

lo demás. Su voluntad y su deseo es la alegría de nuestro

corazón. El servicio a Él no nos causa ninguna dificultad y

estamos dispuestos a consagrarnos. La obediencia a Dios

es nuestro alimento diario, y nuestra conciencia está en un

sentimiento sensible. Lo que Dios ama, también amamos

nosotros. Si tenemos en nosotros un amor ardiente,

entonces amamos la verdad. Ella está por encima de

nuestras opiniones, o ideas y enseñanzas de hombres. Ella

tiene tanto valor para nosotros, que no nos damos por

vencido ni la abandonamos para tomar un camino más

fácil o por agradar a otros. Trataremos de alinear nuestra

vida en la verdad y hacer lo posible de difundirla en todo

el mundo. Si amamos la verdad, seremos misioneros, no

importa dónde estemos. El amor se manifiesta en los

hechos.

Un amor ardiente entre hermanos irradia de un corazón

colmado de Dios. Quema las críticas, calumnias,

conflictos y separaciones. Evita la envidia y el

resentimiento. Crea la paz en el hogar, en la congregación

y en cada corazón. Donde el amor se ha enfriado, surgen

muchos problemas. Ojos que ven y oídos que oyen, se

volverán ciegos y sordos ante las necesidades de los

demás. Hay cambios en el lenguaje, y el corazón se vuelve

insensible. Desaparece la alegría de nuestra mirada, la

suavidad y la compasión se desvanece de nuestro contacto.

La belleza no tiene color y el elogio pasa a melancolía. Si

el primer amor desaparece, cuando el fuego sagrado se

apaga, desaparece la plenitud y el esplendor, ¿entonces

que nos queda?

Oh hermanos, hermanas, no dejen que el fuego del amor

se apague. Si tú lo perdiste, no dudes en encenderlo una

vez más. El amor nos da fuerza para actuar y soportar.

John Knox oró una vez a Dios: “Dame Escocia o muero.”

Este amor derribó a todo un reino. Pablo no estimó su

propia vida, este amor derrocó a los ídolos paganos. “De

tal manera amo Dios al mundo”; Así comenzó una nueva

era, la cual trajo luz y salvación. Tal amor se verá

activamente. Una congregación que arde en amor,

extiende su mano a personas con el fin de ganarlos para

Dios y con toda su dedicación tratando de salvar almas.

Hagámonos una vez más hoy la pregunta: “¿Tengo

ardiente amor en mi? ¿O se ha enfriado y perdió su

vigor?”

ARDIENTE CELO

Una persona o una congregación sin celos son ineficaces.

¿En qué estado de calor está tu celo por Dios? ¿O dejas

cerrado tu celo, y con nadie hablas por meses sobre su

salvación? ¿Te permite estar inactivo y hacer que las cosas

sean más fáciles, mientras que otros luchan, oran y dejan

todo por Dios? ¿Cuánto tiempo pasas al día en oración

para llevar las almas perdidas a Dios o para orar por su

reino aquí en la tierra? ¿Con que frecuencia oras

especialmente por tu vecino, tu amigo o tu compañero de

trabajo? ¿Cuánto tiempo ha pasado que has invitado a

alguien a conocer a Cristo? ¿Cuándo fue la última vez que

oraste con alguien por sus necesidades espirituales?

¿Cuándo dijiste palabras de aliento? ¿Cuando has

entregado a alguien un tratado o una lectura espiritual?

¿Cuándo fue la última vez que escribiste a alguien, para

”

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 11

darle consejo espiritual o ayuda? ¿Cuánto ofrendas para

la obra de Dios? ¿Cuánto valor tuvo para ti el reino de

Dios en tiempo, trabajo o dinero en el año que pasó?

¿Está apagado tu celo o eres un hombre activo? ¿Cuánto

significa la salvación del mundo para ti?

Observa el celo de los seguidores de una falsa

doctrina. Ellos dan su dinero generosamente y trabajan

incansablemente en su obra. ¿Poseemos nosotros el

mismo celo como ellos? Si no ¿Por qué no? ¿No

deberíamos llevar el conocimiento de la verdad con

fervor al mundo y no permitirnos descanso mientras

haya almas errantes en la oscuridad? En tu área, en tu

alrededor viven personas que no conocen la verdad. Si

tú no haces más que antes, podrían morir sin saber

nunca sobre ella.

El celo no busca escusas, el se da recién por satisfecho

cuando el trabajo está realizado. A un hombre le

preguntaron una vez, cuál era el gran secreto del éxito

de la iglesia primitiva. El respondió con una palabra:

“¡Celo!” El celo de aquel entonces, puede hacer hoy

todavía grandes cosas. Por supuesto, la persona debe ser

iluminada por Dios, porque solo guiada por sabiduría

llega al resultado el celo. Un celo ciego es como un

caballo ciego; el corre en cualquier dirección. Por lo

tanto se prudente en el celo. Por medio de sabiduría, que

proviene de lo alto, llegarás a ser un verdadero celoso

para la obra de Dios.

ARDIENTE ODIO

Un verdadero cristiano odia el mal. “Los que amáis a

Jehová, aborreced el mal” (Salmo 97,10). El tiempo

actual es un tiempo de tolerancia. Falsas enseñanzas se

predican con libertad y aun los denominados devotos

pasan por ella con indiferencia, ellas son difundidas con

éxito y muchas almas son engañadas; y sin embargo les

deja frío a muchos. El mal levanta su cabeza en todos

lados y observa con desprecio y burla a la cristiandad.

Vicios, adicción al juego, adulterio y mucho más, son

tolerados por adeptos religiosos e incluso defendidos

como “inevitables”. Quien realmente ama a Dios,

aborrece el mal y no le dará lugar en su corazón ni en su

vida. El también lo aborrece en la vida de otras

personas. Le es repulsivo, repugnante y un acérrimo

enemigo. Su amor por Dios es la escala para el mal.

Solo podemos amar el bien, tanto como odiamos el mal.

Estos dos se encuentran en nuestra vida en una relación

opuesta. Ardiente amor, ardiente celo y el odio al mal te

convertirá en un faro para el mundo. Para ser un

verdadero ejemplo, tiene que arder un fuego en tu vida.

Solo esto te puede proteger de la tibieza, solo esto te

puede hacer un cristiano exitoso y victorioso.

Confiar en Dios

No pregunto yo, donde se dirige

el servir a mi Señor;

con solo saber que Él esta delante,

gozoso le seguiré.

Si bien no conozco la senda,

por la cual me conducirá,

pero mi confianza es:

¡Al guía conozco yo!

Si a veces en lobreguez

se oculta su admirable semblante,

con certeza se, que lejos no está;

El es mi luz y mi salvación.

Me guía según su consejo

por toda oscuridad,

me fortalece por su gracia,

asegurándome la finalidad.

No me asusta el valle oscuro

con todo su temor,

El conmigo está, consolándome,

guiándome de la noche a la luz.

Ya casi la aurora llegará,

pronto entraremos a reposar;

muy pronto su rostro bendito veré

por toda la eternidad.

12 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

Mensaje Radial Mensaje de SalvaciónFriedrich Krebs, Kitchener (CA)

Una vida perdida

“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19,10)

“Tu hermano… se había perdido, y lo hemos hallado” (Lucas 15,32)

Es realmente lamentable que tengamos que hablar de una

vida perdida. Pero nosotros, los seres humanos, podemos

perder todo lo que poseemos y lo que hemos ganado. ¡No

hay nada más grave que llorar y lamentar una vida

perdida! Cada uno de nosotros nos preocupamos por el

bienestar de la vida. Y sabemos que muchas personas han

perdido su vida en una manera muy desafortunada o

trágica.

Nuestro tema principal, no se dirige directamente en esa

dirección. No queremos hablar de la pérdida de la vida

natural a través de la muerte física y en la forma que en

muchos casos ha llegado. Queremos hablar de las vidas

perdidas sin provecho, que lamentablemente, viven

muchas personas. En este sentido se entienden nuestros

textos bíblicos.

Jesús dijo, que él ha venido a buscar y salvar lo que

estaba perdido. Y en el segundo texto el padre dijo a su

hijo mayor: “Tu hermano estaba perdido y lo hemos

hallado. Estaba muerto y ha revivido” Quiere decir: Se

puede estar espiritualmente muerto pero físicamente vivo.

Esa era la condición de aquel hijo. El había salido de la

casa de su padre, y por lo tanto deliberadamente separado

de su padre. Jesús lo citó como “hijo pródigo”, que

también vivió una vida perdida.

Una vida perdida, es una vida que se vive

exclusivamente para sí mismo y sin ningún tipo de

relación con Dios. Es una vida sin ningún tipo de valor

real y duradero. Visto de esta manera, muchas personas

viven sin haber vivido realmente. Tratan de agregar años a

su vida, en vez de vivir en sus años. La vida no depende

en tener muchas posesiones y placeres temporales. Para

una persona así, Jesús dijo una vez: “¡Necio! esta noche

vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién

será?” Su alma, que es la real vida, había quedado vacía -

y por lo tanto es una vida perdida.

Por lo contrario Pablo pudo exclamar con alegría:

“¡Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,

que nos bendijo con toda bendición espiritual en los

lugares celestiales en Cristo!” (Ef. 1,3) Jesucristo es el

camino de bendición hacia esta bendición celestial. Estas

bendiciones están en ofrecimiento, pero el que pasa

conscientemente de largo y no lo acepta, queda vacio y

vive una vida perdida. Un autor dice: “¡Oh, cuan vacío

vas por la vida! He aquí, ¡te señala ganancias eternas!”

Así de pobre y vacía era también mi vida. Las

bendiciones celestiales y sus valores aun no conocía.

Entonces siendo joven asistí a un culto en una fiesta. Y

mientras estaba bajo el poder espiritual de la palabra de

Dios, fueron abiertos mis ojos, viendo mi vacía y perdida

vida, adquiriendo una nueva actitud y un nuevo rumbo de

vida.

Volvamos a la citada pregunta de Jesús: “Lo que has

provisto, ¿de quién será?” Eso quiere decir: “¿Qué me

queda a mi o a ti cuando nuestra vida llegue a su fin?”

Estas son preguntas que nos hacen reflexionar, ¿Quién

quisiera mirar retroactivamente, su perdida vida con un

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 13

corazón temeroso y lágrimas en los ojos? Oí a una

paciente en el hospital decir con un gemido: “¡Oh, sí

podría comenzar de nuevo mi vida!” Esto,

lamentablemente no se puede. Tuve la impresión, de que

esta mujer estaba sufriendo graves ocasiones perdidas.

¿Es esto eventualmente en nosotros?

El mayor fracaso en nuestra vida es una pregunta sin

aclaración. Todos hemos pecado personalmente y

tenemos una deuda personal. De esta culpa no nos puede

liberar ninguna persona. Pero Pablo dice: “¡Dios está

aquí, el que justifica!” Nuestra desobediencia y pecados

nos han separado de Dios, y esta condición significa

perdición. La única manera de salir de nuestro pesar, es

Jesucristo, pues solo a través de Él se puede encontrar a

Dios. Cada uno de nosotros tiene una sola vida, y

solamente Dios puede darnos una respuesta a nuestra

pregunta de culpa. La escritura dice: “¡Mirad bien, no

sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios!” Esta

gracia de salvación necesita cada persona para su

salvación, reconciliación y sanación. Perderla, es sin

duda el mayor fracaso. Todo lo que hacemos o no

hacemos en nuestra vida, nos hace responsable ante el

justo Dios, ante Él nadie puede pasar de largo. Quien no

quiere vivir una vida perdida en este mundo, debe mirar

con fe a la cruz de Jesús, porque se trata de nuestra

angustia. Jesús dice: “Yo he venido, a buscar y salvar lo

que se había perdido” - es decir, hacerlos libres y felices.

Hemos dicho, que una vida perdida es una vida sin

Dios. Esta vida carece de valores celestiales y eternos.

Falta la relación de fe y vida con Dios. Falta de luz

espiritual, el perdón, la redención y la liberación de

culpas internas. La falta de tranquilidad del alma, paz en

el corazón, una conciencia pura, la alegría y toda

bendición por medio de Cristo. Sin estos valores

espirituales nuestra vida está prácticamente vacía e

inútil. La bendición espiritual en nosotros, solo viene a

través de de la bendición celestial. Ellas nos hacen

dignos de vivir solo para Dios, actuar con frutos del

reino de Dios, difundir buenas semillas y disponer las

obras de justicia. Un poeta ora: “Oh Salvador, llena mi

vida, que pueda traer frutos…” De esta manera, Dios

nos quiere guardar de los mayores fracasos y de una

vida perdida. Debemos reconocer, que Dios es bueno y

se preocupa por nosotros. Dios, en verdad, no quiere que

nadie de nosotros vaya a la perdición. Y no quiere que

vivamos una vida perdida, sin sentido, sino que

aceptemos a Cristo y seamos salvos. Por eso has como

dice Elliot Warren:

“¡Abro la puerta, entra Señor en mi,

y toma tú el primer lugar!”

14 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

ENSEÑANZA BÍBLICA - FÁCIL DE COMPRENDER │ LECCIÓN 17

La libre voluntad III

¿La voluntad de los redimidos es libre o no?

Hemos tratado con detalle en la última

lección de la libre voluntad en las

personas no redimidas. Pero ¿Qué

pasa con la libre voluntad de los que

se han convertido en hijos de Dios?

En el evangelio de Juan, capitulo

ocho, Jesús habla de la esclavitud del

pecado y luego dice en el verso 36:

“Así que, si el hijo os libertare, seréis

verdaderamente libres”. Los

redimidos son verdaderamente libres.

No están bajo el poder del pecado.

Dios le concede el verdadero, el real y

la completa libertad de la voluntad,

como lo tenía Adán. Como hijos de

Dios no tenemos que escoger siempre

lo malo, sino que elegimos lo bueno.

Podemos obtener la victoria en las

tentaciones. Tenemos en los tres

ámbitos, los cuales fueron descritos en

la lección anterior, la plena libre

voluntad. La libertad de la voluntad

encierra la posibilidad de que

queremos y podemos hacer el mal.

Incluye la posibilidad de que

voluntariamente podemos alejarnos de

Dios. ¿Es esto realmente así? En 1.

Corintios 10,12 leemos: “Así que, el

que piensa estar firme, mire que no

caiga.” En el verso 13 dice, que no

nos sobrevendrá ninguna tentación, en

el que tenemos que caer. Pero el verso

12 nos enseña que podemos. Podemos

ser tentados por el mal, acceder a el y

hacerlo. Por ejemplo, nos puede

suceder, que un colega de trabajo nos

trata injustamente, nos insulta y

ofende. En vista de ello perdemos la

calma e insultamos de la misma

forma. En el ámbito de las decisiones

morales, hemos elegido el mal. El

Dios omnisciente no dejará sin efecto

el mal que ha sucedido en nuestra

vida. Su Espíritu Santo nos alertará de

este hecho y nos mostrará que

debemos hacer. No nos dejará en paz,

hasta que nos reconciliemos y

pongamos las cosas en orden.

También nos mostrará, que se ha

producido una perturbación en la

relación con Dios. Y así llegamos a

una decisión en el tercer ámbito. En

una decisión referente a Dios.

¿Queremos corregir este error o

convivir con ello? La Biblia nos

enseña, que también en este ámbito

tenemos la libertad para decidir en

contra de Dios. Podemos “pacificar”

al Espíritu Santo, sin poner en orden

las cosas, sin pedir disculpas. Esto

sucede, cuando conscientemente

decidimos convivir con esta

perturbación en la relación con Dios.

Lea por favor Hebreos 10,26-31. Aquí

habla de “pecar voluntariamente”. Así

que de manera consiente decidimos en

contra de Dios. El hecho, de que los

redimidos pueden decidir por lo

bueno, tanto como por lo malo,

confirma, que su voluntad es

totalmente libre.

Hay un punto importante, que

todavía debemos mencionar, cuando

pensamos en la libre voluntad de los

redimidos. Este es el hecho de que

Dios también tiene una voluntad

referente a los hombres. Querido

lector, Él tiene un propósito para tu

vida. Tiene una tarea para ti. Y no

puedes alcanzar este objetivo y

realizar esta tarea, si solo piensas en

hacer lo que te plazca, durante toda tu

vida. Porque sabemos que como hijos

de Dios ponemos nuestra voluntad en

la voluntad de Él. Ya no nos

preguntamos: ¿Qué quiero yo? Sino:

¿Qué quiere Dios? – Al igual que

Saulo le preguntó a Jesús cuando se le

apareció antes de Damasco. “¿Señor

que quieres que haga?” (Hechos 9,6).

Buscamos en su palabra lo que es su

voluntad, en los tres ámbitos. En la

relación con nuestro Dios, quiere que

vivamos en comunión con Él, para

que esta relación no sea perturbada. Él

nos dice: “Sed santos porque yo soy

santo” (Levítico 11, 45 y 1. Pedro

1,16). En cuanto a las decisiones

morales, Dios quiere que sepamos lo

que es correcto e incorrecto. Y para

ello nos ha dado los mandamientos e

instrucciones. También en el ámbito

de las decisiones naturales, Dios tiene

una voluntad para con nosotros. Él

quiere que aprendamos ciertas cosas.

Nos quiere en un lugar específico,

para que hagamos algo allí. Nos da

dones y responsabilidades. Como

siervos de Dios, restringimos la

libertad de nuestra propia voluntad.

Ponemos la voluntad de Dios sobre

nuestra voluntad, porque sabemos,

que su camino siempre es el mejor.

Queremos vivir para aquel, que se ha

convertido en nuestra vida.

Robert Witt, Gifhorn (DE)

Lección 16: La libre voluntad II

Lección 17: La libre voluntad III

Lección 18: La conciencia

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 15

Preguntas & Respuestas

?frage@evangeliumsposaune.org

Pregunta:

¿Quiénes eran las “otras” ovejas, que no eran “de este redil”, las

cuales el Buen Pastor quería traerlas consigo? (Juan 10,16)

Respuesta:

La parábola del Señor Jesús en el evangelio de Juan es el

maravilloso discurso del Buen Pastor. Jesús se presenta en este

discurso como el Buen Pastor y a sus seguidores representa

como a su rebaño, sus ovejas. Jesús traza una línea clara entre

sus compatriotas judíos, con sus líderes religiosos, y sus

verdaderas ovejas. Sus ovejas oyen la voz del Buen Pastor, le

siguen y reconocen su voz; y él las conoce y sabe incluso sus

nombres.

Las primeras ovejas, que pertenecían al rebaño de Jesús eran,

naturalmente, del judaísmo. Jesús había trabajado casi

exclusivamente en Galilea bajo “las ovejas perdidas de la casa de

Israel” (Mateo 10,6). El vino para dar su vida en rescate de toda

la humanidad, y solo después de haber consumado este trabajo,

debía ser proclamado en todo el mundo las Buenas Nuevas de

salvación a través de Cristo. La misión hacia los gentiles estaba

más allá de la cruz, cuando Jesús habló de las “otras ovejas”. Las

otras ovejas, que no pertenecían al “rebaño judío”, se refería

justamente a los gentiles.

Cuando Adán y Eva se rebelaron contra Dios y con ello, toda

la humanidad fue atraída por el pecado, Dios ya tenía preparado

su plan de salvación. Antes de la elección de Abraham, que a

través de él, Dios quiso bendecir al mundo, nos informa (Génesis

12), todos los pueblos del mundo fueron alineados (Génesis 11).

Casi parece, de que Dios quisiera despedirse de los pueblos del

mundo, por lo menos por un tiempo. Pero a través de la elección

del portador de bendiciones, deben las aguas de la salvación,

fluir otra vez en los pueblos del mundo. La salvación de todo el

mundo ha sido siempre la preocupación de Dios.

Abraham fue el progenitor del pueblo de Israel. Por la elección

de un pueblo, Dios quería difundir la luz de la salvación entre los

pueblos. El profeta Isaías recuerda a Israel su misión: “también

te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo

postrero de la tierra” (Isaías 49,6). Lamentablemente Israel se

alejó de Dios y fracasó miserablemente en su encargo misionero.

El libro de Jonás es por así decir, un comentario sobre este

fracaso. Pero en medio del pueblo caído, se encontraba un

remanente sagrado de verdaderos creyentes – gente, que no eran

solo descendientes naturales de Abraham, sino también tenían la

fe de Abraham. Cuando llegó el tiempo, se presentó Juan el

bautista en el desierto y proclamó el comienzo del reinado de

Dios a través de la manifestación del Mesías. En su mensaje de

arrepentimiento, mencionó que la parentela con Abraham, Israel

no estaba protegida del juicio divino (Mateo 3,9). Dios podría,

dijo él, “levantar hijos aun de estas piedras”. Si él tenía en mente

a los gentiles, no es del todo claro, pero una cosa está clara: Dios

no está ligado a un pueblo caído e incrédulo; Él tiene la

autoridad de llamar a la vida, a un verdadero pueblo de Dios.

Jesús aparece con el mensaje de alegría, que Dios abre las

puertas del Reino de los cielos a toda la humanidad. Las

personas se arrepienten y creen en el evangelio. El escogió a

doce discípulos, que simultáneamente fueron piedras

fundamentales para el nuevo pueblo de Dios que él preparó. Así

como los doce hijos de Jacob fueron el fundamento para el

antiguo pueblo de Dios, debe la Iglesia de Dios construir sobre el

fundamento de los doce discípulos.

Para llamar a la vida a este nuevo pueblo de Dios, el Mesías

tuvo que ir a la muerte. Él es el Cordero de Dios, que lleva el

pecado del mundo. Jesús limita su eficacia a los hijos de Israel,

donde se encuentran sus verdaderas ovejas. Pero no debe quedar

ahí. Él estaba interesado por la salvación de toda la humanidad;

no quería tener solamente a las ovejas judías en su nuevo rebaño,

sino también ovejas de los gentiles. Después de su resurrección,

le dio la orden a sus discípulos, de proclamar el evangelio a

todas las naciones (Lucas 24,47). Él les ordenó a ir por todo el

mundo y hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28, 19). Él

les prometió el don del Espíritu Santo, que les permita ser sus

testigos “en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo

último de la tierra” (Hechos 1,8).

A través de la efusión del Espíritu de Cristo resucitado, nació

un nuevo pueblo de Dios, el nuevo rebaño. Para pertenecer a este

redil, no vale ninguna cualificación étnica, sino solamente el

arrepentimiento, la fe, el bautismo en el nombre de Jesús y el

don del Espíritu. El nuevo rebaño, que Jesús vio por adelantado,

pronto se unió el samaritano como también el gentil. Por medio

de apóstoles y evangelistas se difundió el evangelio hasta los

límites del reino romano. Ante esta iniciativa misionera, el apóstol

Pablo hizo especialmente mérito. Pronto, pertenecían más ovejas

del “otro redil” al rebaño de Jesús, que ovejas del judaísmo. Pero

en este nuevo rebaño, ni judío ni gentil vale algo; era “un” redil

y en este solo tenía “un” Pastor: Jesucristo, nuestro Señor.

16 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012 SER JOVEN

@PÁGINA JUVENIL

EL CAMINO EN EL MATRIMONIO

UNOS FARISEOS SE ACERCARON Y, PARA PONERLO A PRUEBA, LE PREGUNTARON SI LE ESTABA PERMITIDO

AL ESPOSO DIVORCIARSE DE SU ESPOSA. JESÚS LE RESPONDIÓ: ¿QUÉ LES MANDÓ MOISÉS? ELLOS

DIJERON: MOISÉS PERMITIÓ EL DIVORSIO DE LA ESPOSA MEDIANTE UN CERTIFICADO DE DIVORCIO. JESÚS

LES DIJO: ESTE MANDAMIENTO LES ESCRIBIÓ MOISÉS POR LO OBSTINADO QUE ES EL CORAZÓN DE

USTEDES. PERO, AL PRINCIPIO DE LA CREACIÓN, DIOS LOS HIZO HOMBRE Y MUJER.

MARCOS 10,2-6

De lo que Jesús dice aquí a los fariseos y luego a sus

discípulos, podemos obtener una clara imagen de lo que

es un verdadero matrimonio. Él nos dice tres cosas:

Un verdadero matrimonio es unido por Dios.

Un verdadero matrimonio es bendecido por Dios.

Un verdadero matrimonio es protegido por Dios.

“Lo que Dios juntó”, dice en el verso 9, “no lo separe el

hombre.” A partir de esto es claro, que un verdadero

matrimonio es unido por Dios. Dios tiene un plan para

nuestra vida. Dice en Efesios 2,10: “Porque somos

hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,

los cuales Dios preparó de antemano para que

anduviésemos en ella.” Si Dios hizo un plan para nuestra

vida, el cual debemos llevar a cabo y ponerlo en

práctica, es muy cierto que Él nos ha proporcionado de

antemano al que deba ser nuestro compañero/a de vida.

Porque después de la pregunta de la salvación de nuestra

alma, la pregunta del compromiso y el matrimonio, es la

pregunta más importante. Su repercusión no solo se

extiende en toda nuestra vida, sino que se extiende

mucho más allá de nuestra vida, hasta en las próximas

generaciones.

Es realmente incomprensible, que muchos entran al

matrimonio imprudentemente. No obstante es un pacto

de por vida, – en vista a Dios - es un pacto insoluble e

inseparable. Si este hecho ha quedado realmente claro, la

responsabilidad para una decisión tan importante y de

gran alcance, la transferimos a Dios con gozo y alegría.

Probablemente no hay ninguna otra área, en la cual su

propio camino, pasos apresurados y falsos, toman tan

amarga venganza como en esta pregunta. Cuando más

adelante, estando unidos a un infeliz matrimonio, nos

reprochamos amargamente: ¡esto no necesitaría ser – no

debía yo… - no lo hubiera hecho…! Demasiado tarde.

En la elección de una pareja para casarse, las

condiciones externas no son decisivas – a pesar de que

también tienen que decir algo, - sino la voluntad de Dios.

Cuando un matrimonio es unido por Dios, elimina

todas las relaciones precoces y amorosas. Dios no unirá a

jóvenes, para protegerlos de sanas diversiones de vivir en

una largo noviazgo. Por lo tanto, es probable que no

lleguen a producirse en un momento, en que los jóvenes

no son ni siquiera capaces de establecer su propio hogar

y familia.

El noviazgo a largo plazo es una enfermedad de

nuestro tiempo, que no se detiene ante la juventud de la

iglesia. A menudo, estos coqueteos son ocultados de sus

padres, de modo que uno se hace en última instancia

culpable de ellos. Debido a que, deliberadamente se

hacen cosas secretas detrás de sus espaldas, difícilmente

será posible, cumplir el mandamiento: “Honra a tu padre

y a tu madre”.

Además, estas condiciones no suelen quedar sin

pecado. Sobre todo si se prolongan durante mucho

tiempo, el riesgo es grande, de que los jóvenes no se

guarden puros. Se acercan tanto, que en el noviazgo

hacen cosas, que pertenecen al matrimonio. ¡Oh, cuantos

ya entraron al matrimonio con una mancha en la

conciencia!

Queridos jóvenes, ¡esperen! Esperen, hasta que Dios

les muestre un camino y los una. Dejen todo este asunto

a Él. No hagan sus propios pasos prematuros y

precipitados. ¡Dejen actuar a Dios! Estas conocidas

palabras: “Encomienda a Jehová tu camino y confía en

Él” en realidad encierran las palabras: “¡El actuará!” si,

el actúa, si no le anticipamos.

Otro peligro es el noviazgo entre personas que no son

uno en la fe. Es difícil de imaginar, y contradice nuestro

conocimiento de un Dios santo, que el matrimonio entre

una persona creyente y un no creyente es voluntad de

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 17

Dios. La Biblia habla al respecto, de que ¡no

debemos unirnos en yugo desigual con los incrédulos

(2. Corintios 6,14)! Pero: ¿Dónde deben dos personas

estar más unidos y compartir un objetivo común, sino

en el matrimonio?

Por lo tanto, queridos jóvenes, si realmente quieren

ser felices, no dejen que nadie ni nada determine, que

solamente la voluntad de Dios. ¡Él debe y quiere

unirlos!

¡Feliz el joven, que le encomendó al Señor acerca

de esta pregunta del futuro! Y feliz la joven

muchacha, que en esta cuestión mira al Señor y puede

decir con confianza: “¡Yo confío en ti, Señor Jesús,

solo en ti confío!” Si los dos esperan, hasta que Dios

entre en escena, entonces no van a hacer una elección

equivocada y no andarán en sus propios caminos, que

culminarán en desventuras y angustias.

Por lo tanto, es importante el real y buen

intencionado consejo: ¡Se fiel a tu futuro esposo, o

futura esposa! Eso significa: no desperdicies tu

juventud en todo tipo de amoríos y amistades, ¡sino

ahorra tu gran amor para el futuro cónyuge de tu

vida! ¡Qué desagradable, cuando recién en el

compromiso debe venir con una confesión, que con

quien todo se “anduvo” o ha habido una relación!

Pero que valioso, cuando sabemos: El matrimonio,

en el que estoy, Dios ha querido e instituido. Dios nos

ha unido. ¡Qué certeza, que fundamento es esto!

Dado que sabemos: Dios nos ha unido, entonces este

matrimonio es su trabajo, y también es su asunto de

que sea feliz.

Queridos jóvenes, déjense decir con gran seriedad y

gran amor: ¡Un verdadero matrimonio es unido por

Dios!

SER CRISTIANO

¿DONDE ENCONTRAMOS LA VERDADERA ALEGRÍA?

No en riquezas y placeres

El famoso millonario estadounidense Joy Grauld tenía

riquezas en abundancia, sin embargo, las últimas palabras

de él fueron: “creo que soy el más pobre estafermo en esta

tierra.”

No en buena posición y poder

El nombre de Napoleón el grande es realmente un

concepto de poder. Pero cuando era un prisionero

abandonado en Santa Elena, reflexionó de su vida, y llegó a

la siguiente conclusión: “Alexander, César, Karl el Grande

y yo fundamos imperios. Pero ¿sobre qué lo fundamos?

Sobre poder. – Únicamente Jesucristo fundó su reino en

amor, y hoy hay millones que morirían por él.”

No en fama y honor

Muchas personas en nuestros días, tienen el honor por

felicidad. Si ese fuera el caso, Goethe tendría que ser un

hombre feliz. El había tenido el éxito de lograr altos

honores. El era ministro y amigo de su soberano. Goethe

era un hombre capaz de satisfacer todos sus deseos. ¿Pero

qué dijo este célebre hombre en su vejez? “Si yo juntara

todos los días felices de mi vida, quizás legarían a los 14

días.”

En 80 años tener solamente 14 días felices. ¡Honor tan

alto y aun sin felicidad! – Friedrich Rückert tenía razón,

cuando dijo:

La alegría desconoces,

si solo conoces alegría;

te falta toda la luz,

si los rayos tu separaras.

Verdadera y duradera felicidad, encontramos solamente en

Jesús. El es el sol de la alegría, que ahuyenta las tinieblas

de tu vida. El es el donante de alegría, la fuente de alegría,

de la cual tú puedes tomar día a día.

“¡¿Quisieras alegría, verdadera alegría? -

deja que Jesús entre en tu corazón!

Solo Él da sentido a tu vida, meta y verdadera alegría. Asaf,

en el salmo 73 testifica: “el acercarme a Dios, es el bien; he

puesto en Jehová el Señor mi esperanza.”

¿Dónde tiene un cristiano su alegría?

Tiene su alegría en la Biblia, en la palabra de Dios.

Tiene alegría en los cultos y en la marcha triunfal del

evangelio por todo el mundo. La alegría más grande que un

cristiano tiene, es en Jesús mismo, su salvador y redentor.

En la comunión con Él y con los hijos de Dios, es su

verdadero placer y alegría.

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18 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

PÁGINA INFANTIL

Seguir las huellas de Jesús

Kurt observaba a su pequeño

hermano en el jardín. Se suponía que

debía hacer las tareas del hogar, pero

él no deseaba hacerlas. Así que

observar como jugaba su hermano

era una distracción más placentera.

No sabía exactamente lo que hacía

Benjamín, se arrastraba por el

césped, obviamente buscaba algo,

¿pero que? Benjamín se iba desde el

medio del jardín hasta la orilla,

luego buscaba algo en la tierra,

recorría a rastras todo el borde del

jardín, de repente se paró y volvió al

medio. Curioso, kurt decidió

preguntar por el extraño juego a su

hermano. Eso era mucho más

interesante que hacer las tareas de la

casa.

“¡Benjamín!”, le llamó desde su

ventana. “¿Qué haces?”

Sorprendido, Benjamín levantó la

vista del suelo. Estaba concentrado

en algo que Kurt no podía ver desde

donde estaba. “¡Busco las huellas de

Jesús!”

Kurt movió incrédulo la cabeza.

“¡Hazme saber cuando las

encuentres!”, le contestó divertido.

En el almuerzo Benjamín informó

a su madre de todas las aventuras de

esa mañana.

“Mamá he buscado por todas

partes las huellas de Jesús, pero no

las pude hallar. Encontré las huellas

de Max y las seguí, pero los perros

pisaron sobre ellas y no me llevaron

a ningún lado. Encontré rastros de

ratas en el jardín, pero me

condujeron a un pequeño agujero en

el que yo no cabía. También

encontré un par de huellas de

venado, las seguí, pero estas pasaban

del jardín al bosque y tú no hubieras

querido que fuera allí solo. Pero no

pude encontrar las huellas de Jesús.”

Kurt empezó a reír. “Eres tan tonto

Benjamín. ¡Nunca hallarás las

huellas de Jesús en el jardín!”

Benjamín miró con tristeza. “Pero

la Biblia dice que debemos seguir a

Jesús. ¿Cómo podré hacerlo, si no

puedo ver donde se ha ido?”

La madre miró a kurt. “¿Tú, que

piensas Kurt?” “¿Cómo crees que tu

hermano puede seguir a Jesús?”

Kurt se vio sorprendido. El sabía

que no habría ninguna huella en el

jardín, pero ahora que pensó en eso,

no estaba seguro de cómo podría

explicarle a su hermano. “Bueno yo

creo que aprendemos a seguir las

huellas de Jesús de…. En realidad

no estoy completamente seguro. El

está en el cielo, pero no podemos

verlo.”

La madre asintió. “Tienes razón,

pero hay diferentes maneras en que

podemos seguir a las personas.

Vamos detrás de ellas, tomamos su

mismo camino, imitamos sus hábitos

y acciones. Tú sabes como Benjamín

intenta copiar todo lo que haces,

quiere tener tu misma estatura, usar

los mismos colores que tú, jugar a

los mismos juegos, e imita tu voz,

incluso el tono en el que hablas.

¿Por qué piensas que hace eso?”

Kurt giró sus ojos. “Creo que lo

hace para molestarme”

Benjamín protestó: “¡Yo no te

molesto!”

Mamá estuvo de acuerdo. “No te

imita para molestar, lo hace porque

te observa y quiere ser como tú.

Sigue tu ejemplo para ser cada vez

más similar a ti. De esta misma

manera podemos seguir las huellas

de Jesús. Seguimos su ejemplo, para

poder parecernos cada vez más a

El.”

Benjamín, que tenía solo cuatro

años y seguía sin entender. “No

puedo imitar a Jesús, yo no lo puedo

ver.”

La madre sonrió. “No, eso no

puedes, pero tenemos historias en la

Biblia que nos dicen que hacía Jesús

y podemos dirigir nuestra vida de

acuerdo a estos ejemplos.”

Benjamín sacudió triste su cabeza.

“Intenté caminar sobre el agua en mi

piscina como hacía Jesús, y no

pude.”

Kurt se largó a reír, pero ante la

mirada de su madre, se detuvo al

instante. Reprimió su risa y le habló

a su hermano con seriedad. “Tienes

razón Benjamín, no podemos hacer

esas cosas que solo Dios puede

hacer. No podemos hacer los

milagros de Jesús, pero podemos

hacer otras cosas. Creo que ayer en

el parque has seguido a Jesús,

mientras jugabas con ese pequeño

niño en la silla de ruedas, que los

demás habían ignorado. Jesús era

amigo de todos. También lo has

seguido, cuando le dijiste a Jonathan

que no estabas enojado con él por

haber roto tu camión. Jesús

perdonaba a las personas que habían

cometido errores. Y también creo

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 19

que lo seguiste cuando estudiaste de

memoria el versículo para la

escuelita dominical, porque…” Kurt

se detuvo, miró a su madre. “¿De

donde sabemos que es importante

memorizarse versículos bíblicos?

¿Jesús no se estudiaba versículos de

memoria, o?”

“El no tuvo que sentarse y estudiar

para acordarse, como lo haces tú

Kurt, pero El conoce la palabra de

Dios y la utilizó para vencer la

tentación en el desierto, también

para dar a conocer a otros que El es

el prometido Mesías. Y tienes

mucha razón cuando dices que al

memorizar versículos bíblicos

estamos siguiendo las huellas de

Jesús; estos versos nos ayudan a

identificar y a aprender como era

Jesús, para que podamos seguirle

mucho más de cerca. Las historias

bíblicas que lees y los versos que

memorizas te ayudan a reconocer

cuales son las huellas de Jesús y

cuales te llevarán por un camino

equivocado.”

Benjamín, gustoso quiso volver a

dar su opinión. “Así como las

huellas de Max que no llevaban a

ninguna parte, o como la de los

ciervos que iban por lugares a los

que no deberíamos ir.”

La madre asintió. “Exactamente así.

Debemos asegurarnos, de que las

huellas que seguimos sean las de

Jesús, y no un camino que nos ponga

en peligros, o nos lleve a una vida

sin sentido. Jesús instó a sus

discípulos a seguirle, y Pedro

escribió que debemos seguir el

ejemplo de Jesús. „Pues para esto

fuisteis llamados, porque también

Cristo padeció por nosotros,

dejándonos ejemplo para que sigáis

sus pisadas‟ (1.Pedro 2,21).”

Mamá miró a Kurt con brillo en

los ojos. “Y tú, hermano mayor,

debes estar muy alerta, porque si has

leído todo el capítulo 2, de 1 Pedro,

sabrás que recuerda a sus lectores,

que ellos como pueblo de Dios son

llamados a ser un ejemplo de nuestro

superiores, y que debemos

examinarnos con honestidad para

mostrar el camino a aquellos que no

conocen a Jesús, también debemos

aceptar y soportar el sufrimiento,

porque Cristo sufrió por nosotros.

Eso significa que harás las tareas

que te he pedido, y que soportarás

pacientemente que tu hermano te

siga, ¿verdad?” Ella sonrió.

“Benjamín está todo el tiempo detrás

de ti porque te ama. Si sigues a Jesús

porque lo amas, entonces están

ambos en el camino correcto.”

Benita Tovstiga, Hamilton (CA)

20 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

PÁGINA FAMILIAR

Mantenerse firme “Qué bueno sería si más gente,

reconocerían su matrimonio como

un deber y no como un estado.”

E.A.

La siguiente noticia me llamó la

atención

Un matrimonio de muchos años

casados y felices, tenían la idea de

experimentar algo, ambos

esparcieron el rumor, que se querían

separar - debido al desafecto mutuo.

Luego esperaron a la reacción de sus

amigos. Estos reaccionaron

unánimes: “¡Es hora que ustedes se

separen, es un acontecimiento

natural, después de tantos años de

matrimonio!” En conversaciones

privadas, bajo cuatro ojos, algunos

se expresaron con más claridad:

“Podes venir inmediatamente

conmigo”, se expresó una amiga,

“aparte, conozco un buen abogado,

que sacará un buen tanto para vos.”

¡El matrimonio estaba atónito, nadie

les alentaba a mantenerse firme!

Hoy parece normal el fracaso de

un matrimonio. “¡Estéis

perfectamente unidos!” (1 corintios

1,10). Esta palabra de Pablo a la

iglesia de Corintio, parece ser

conocida en muy pocas familias.

Muy pronto se está dispuesto a

dejarse, en dificultades, conflictos,

crisis y problemas. Pocos son los

que recuerdan, que cuesta mucho

menos, aferrarse en tiempo de

dificultad, como una separación de

la familia para toda la vida. Que

infinita sabiduría es la orden divina,

cual a cada cónyuge se le dio su

tarea para preservar el bien en su

matrimonio. (Efesios 5, 22-23).

“Estéis perfectamente unidos” -

¿cómo puede suceder esto en la vida

cotidiana?

En primer lugar y en cada

momento, aférrate personalmente en

Dios. El es la fuente de poder, amor

y sabiduría. Después demuestra a tu

cónyuge, que le amas de todo

corazón. Dile este secreto en un

idioma entendible, que él/ella

perciba una muestra de amor. A

continuación mantén la paciencia.

También cuando tu cónyuge está en

peligro de cometer errores o

desviarse. No abandones, espera con

paciencia, ama incondicionelmente,

evita patrocinar críticas y disputas.

Estéis perfectamente unidos, en

cuanto a la mutua confianza. Busca

en él/ella la comprensión. Tómate

tiempo parta escucharle/la y

comprender. Trate de entender, no

juzgar y/o condenar.

“Estéis perfectamente unidos”

reconoce tus culpas, tus errores, tus

falencias. Si se rompe un

matrimonio, mayormente, los dos

son culpables, ambos son partícipes,

a pesar de que esto no se ve, o no se

quiere ver. Es necesario mantenerse

firme uno al otro, humillarse y

pedirse perdón. Este es el camino

que agrada a Dios, y tiene la

promesa de bendición.

Estar perfectamente unidos significa

también, en buenos tiempos preparar

la casa para el invierno. Al igual

como el rey Asa, que construyó en

tiempo de paz ciudades fortificadas

en Judá (2 crónicas 14, 5). Dejen que

crezca el amor mutuamente, estén

alertas juntos, para confrontar a

tiempo los peligros. Oren uno para el

otro y en conjunto. Preocúpense que

el poder del Espíritu Santo pueda

estar en vuestro matrimonio y

familipa.

Hermann Vogt, Gifhorn (DE)

La oración infantil

Una madre tenía la costumbre de ser gruñona y quejarse

siempre en el hogar. Fuera de casa era una persona

radiante. Una noche, después de estar particularmente

irritable, escuchó orar a su hija: “Querido Dios, haz que la

mami sea tan amorosa con nosotros como lo es con las

personas a las que visitamos.”

Primeramente le pareció graciosa la oración. Le contó a

su esposo. El la miró seriamente y le dijo: “Tú no nos

tratas a nosotros con la cortesía, con lo cual tratas a las

personas de negocios y amigos de nuestro entorno.” Ese

acontecimiento era un punto crucial en la vida de ésta

madre – y la oración de la niña fue oída.

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 21

El gruñón

Un pastor cuenta una conversación que escuchó en un

restaurante de Turingia.

Con voz gruñona decía el hombre. “Seguramente debo

encargar la comida.” “Ya la solicité” le respondió

alegremente la mujer. “Pero, ¿cómo puedes hacer esto

sin preguntarme?” preguntó con voz firme y judicial.

Ella respondió con rapidez: “Yo sé, que hoy estarás

conforme conmigo.” El solo gruñía y se quejaba.

Pronto vino el dueño del restaurante y trajo una fuente

llena con truchas, magníficas para ver. “Ves, - Tu plato

favorito”. Dijo la mujer triunfante. Me giré un poco; no

solamente para ver las truchas, que también es mi plato

favorito, sino más bien con la esperanza de ver, el

rostro resplandeciente del gruñón. Pero el replicó:

“Cada diversión se te es arruinada, justo para esta noche

quería encargar truchas.” Y la buena mujer parecía

como que se atragantaba; pero ella controló sus

lágrimas; para aparentar, ella comió unas pocas. Pero el

las devoraba todas con desprecio mortal. Una vez más,

la pobre mujer, se atrevió a hablar y dijo. “Querido

esposo, ¿te gustó?” “Bueno, así así”, dijo cortésmente y

malhumorado se limpió la boca.

Entonces él se levantó. “¿Dónde vas, querido esposo?”

“¡A pagar, naturalmente! crees ¿que aquí se reciben las

truchas gratis? “Sí”, dijo ella. “Estas son gratis, ya están

pagadas.” “¿Qué quieres decir con esto?” Pregunta él.

“Yo las pagué con mis ahorros. ¿me permites esta

pequeña sorpresa?”

Y ¿qué contestó el inhumano? - “Ha siiii…- sí, ya

hace mucho tiempo que pensé, que te doy demasiado

para tus ahorros.”

“El hombre es un gran estudioso” dijo el dueño del

restaurante al hombre que escuchó casualmente esta

conversación. “Probablemente sea un Señor muy

trabajador.”

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo

amó a la iglesia” (Efesios 5,25).

La nuera

Hace muchos años, vivía en Fráncfort

del Meno una viuda, que pasó

fatigadamente, con sus hijos, en pleno

crecimiento, en el tiempo después de

la guerra. Cierto día, un telegrama

trajo revuelto en el hogar. El hijo

mayor, que estaba fuera del hogar,

escribió: “Acabo de comprometerme,

pasado mañana voy con mi novia.”

Primero hubo un silencio

incómodo. ¿No debería proporcionar

primeramente este hijo para su madre

y hermanos? Y - ¿cómo será la novia?

Nadie la conocía. Algo acongojados

se separaron esa noche.

La madre era una correcta cristiana.

Derramó, en esa noche, su corazón

delante de Dios. A la mañana

siguiente reunió a todos sus hijos

alrededor de ella, y dijo “Ahora les

doy un requisito muy estricto.

Alégrense con su hermano y reciban a

su nueva hermana con amor. Y ahora

lo más importante: quiero que todos

veamos solamente lo bueno de la

chica. Si alguno detectare algún error

en ella, entonces no comentemos con

nadie al respecto, solamente

digámosle a Dios.” Mientras estaban

sentados en el tren, la novia tenía un

peso en el corazón: “¿Cómo

reaccionaré ante las miradas de mis

cuñados?” de los cuales su prometido

le habló loablemente.

En la cálida bienvenida, todas las

preocupaciones habían desaparecido.

Estaba rodeada de tanto amor y

calidez; que se ganó el corazón y la

confianza ilimitada de la madre de su

novio.

Reinaba el amor y la paz. Y ellos se

quedaron más de treinta años.

¡Por qué debo ocultarlo! La viuda,

que actuó sabia y bondadosamente,

era mi madre.

22 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

En la noche del 25 de septiembre de 1852 zarpó el

vapor costero de Hull hacia Londres. Dado que había

una densa niebla, no les fue posible llegar a tierra esa

noche por lo que el barco tuvo que anclar en el Támesis

de Londres. Uno de los pasajeros, que bajó del barco al

siguiente medio día, era Hudson Taylor; una nueva fase

para su preparación estaba ahora delante de él. El

aprendizaje con el Dr. Hardy había concluido y ahora

estaba en proceso de comenzar a estudiar medicina en

una clínica de Londres.

Nadie imaginaba las luchas que estaba pasando el

joven en aquellos días. Ninguna persona conocía su

gran necesidad por la fuerza de Dios. Su padre había

ofrecido hacerse cargo de los gastos de su estadía en

Londres. Sin embargo recientemente había sufrido una

perdida importante en su negocio, y para su familia, esta

ayuda significaría un gran sacrificio. Pero también

estaba el ofrecimiento de la sociedad misionera CEG,

con la que tenía intenciones de emigrar a China. Esta

asociación había accedido pagar todos los gastos en

Londres. Tanto a la CEG como a su padre, le dio como

respuesta que oraría por ello y luego les haría saber su

decisión.

Mas tarde escribió sobre eso: “Como le pedí una clara

dirección a Dios, me di cuenta de que podía rechazar

ambas ofertas sin preocupaciones. Los secretarios de la

CEG no podrían saber que yo dejaría mi subsistencia

solamente en Dios. El padre debió suponer que había

aceptado la ayuda de la asociación. De esta forma

rechacé la ayuda de ambos lados. De esta forma nadie

tendría que preocuparse por mí. Ahora estaba solo en

manos de Dios. Interiormente tenía la seguridad de que

Él se encargaría de todo si realmente me quería usar en

China. Él conocía mi corazón y mi esfuerzo por

complacerlo ya en el hogar.”

Hudson Taylor se hospedó en una pensión, donde

también vivían su tío y su primo. Su primo le propuso

compartir la habitación, y de ese modo la renta sería

menor. Hudson aceptó con gusto el ofrecimiento. En

medio de esa frenética vida que le rodeaba allí, se sintió

como una gota de agua en el océano. Todo era nuevo y

extraño, se vio envuelto en un grupo que no era

religioso, y estaba rodeado de personas cuyo mundo le

era casi totalmente desconocido. Política, negocios y la

búsqueda de placer capturaban todos los pensamientos

de ellos. Su tío y primo intentaron de todo para

arrastrarlo con ellos. Estaban dispuestos en ayudarlo en

todo, pero no podían entender ni compartir todavía su

punto de vista.

Durante ese tiempo, tuvieron lugar demoras en la

sociedad misionera, para él incomprensibles. Dios puso

en su plan de estudio las cualidades, “paciencia” y

“confianza en Dios”, pero pudo comenzar con sus

estudios en la clínica. Mientras estaba en su habitación

dedicándose a sus estudios, no se dio cuenta como su

compañero de cuarto, era atraído hacia la única fuente

de alegría y paz, a pesar de su renuencia. Pero realmente

era así. Tom Hudson, que observaba las experiencias de

Dios llamó al joven Hudson Taylor para que le sirva, cuando este tenía 17 años. Después de su conversión,

sintió muy fuerte el llamado de llevar el Evangelio a China. Dios le abrió las puertas para que pudiera

trabajar con un doctor en la ciudad de Hull y tuviera una formación básica en medicina. En este lugar, no

trató solamente por el bienestar de su propia alma, sino que predicaba el evangelio en todos los lugares que

le era posible.

Parte 2

EL MISIONERO DE CHINA

Hudson Taylor

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 23

su primo, estaba frente a hechos y conclusiones que no

podía negar ni contradecir. Aparentemente, ninguna otra

cosa podría hacerle ver su propio distanciamiento de

Dios y la necesidad de verdadera libertad, que el

ejemplo de su pariente. Antes de que termine el año

Hudson pudo experimentar que su primo aceptó a Cristo

en la fe y reconociera públicamente que él le pertenecía.

La pensión estaba en uno de los barrios mas pobres de

Soho, y cerca de cuatro millas (6,5 km.) de distancia de

la clínica. Hudson Taylor aprendió a ahorrar. El escribió

sobre eso: “Gradualmente aprendí como ahorrar mejor.

Esencialmente vivo ahora de pan negro y agua. Y paso

con estas provisiones disponibles. Habitualmente,

cuando vuelvo de la clínica, me compro una hogaza de

pan, con eso ceno y desayuno. Para el almuerzo,

complementaba con algunas manzanas.” No hace falta

agregar que resignaba de tomar el único ómnibus que

iba de camino a su trabajo.

Luego Dios tenía preparado para él otra gran lección.

Sobre ello escribió: “Poco después abroché unas cuantas

hojas de papel en las que yo quería tomar nota durante

las clases y me pinché el pulgar derecho, pero pronto

me olvidé.

El día siguiente se disecó en el hospital, era alguien

que había muerto de fiebre. No es necesario que haga

hincapié en la precaución que pusimos para hacerlo. Los

riesgos nos eran conocidos, pero antes de que terminara

la mañana, me sentí inusualmente cansado y a la tarde

cuando ingresé a la sala de cirugías, sentí un malestar

repentino y severo vómito. Para mi sencillo estilo de

vida eso era extremadamente inusual. Después de un

corto período de inconsciencia volví con los estudiantes,

pero me sentía cada vez peor. Durante las clases de la

tarde no podía ni sostener el lápiz. Luego sentí un dolor

en el costado derecho y en el brazo, me sentí realmente

enfermo.

Como no podía seguir trabajando, entré en la sala de

disección para juntar mis cosas, y le dije a uno de mis

superiores, un distinguido cirujano: „No me puedo

explicar lo que me acontece‟, contándole los síntomas.

„Bueno, las cosas están muy claras, usted debe

haberse cortado durante la disección, y este era un caso

de fiebre maligna‟, fue su respuesta.

De repente me acordé del pinchazo de ayer. Le

pregunté al médico si un pinchazo de aguja no se habría

sanado hasta entonces. El creía que esa fue la causa, y

me recomendó alquilar un taxi para volver a casa y

poner mis asuntos en orden, „porque‟, agregó „¡usted es

un hombre perdido!”

Al principio me vi sorprendido, porque me parecía

obstruido el camino a China. Pero entonces pensé: „Si

no me equivoco, tengo que concretar una misión en

China; por lo tanto no me voy a morir.‟ Me alegré de

poder aprovechar esa oportunidad para hablar con el

médico, que era un escéptico en cuanto a poder realizar

cosas para Dios. Pero también le hablé de la alegría de

poder estar tan pronto con el Maestro, aunque le dije

que no creía que me moriría en ese momento, porque

tenía un llamado para ir a China, que sobreviviría,

aunque la lucha fuera difícil.

„Eso es todo muy lindo‟ respondió el, „¡Pero ahora

consíguete un taxi y vuelve a tu casa tan rápido como te

sea posible!, no tienes que perder tiempo, pronto no

serás capaz de ordenar tus asuntos.‟

Sonreí en silencio, no tenía medios para darme ese

lujo. Esa necesidad la alivió mi amable tío, que me

envió enseguida todo lo que necesitaba.

Los dolores eran casi insoportables, pero no quería

que mis padres supiesen algo de mi situación. Tenía la

certeza de que no moriría, sino que cumpliría una

24 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

misión en China. Si vendrían mis padres y me vieran en

este estado, no tendría la oportunidad que Dios me

estaba regalando, de poner a prueba su palabra. El, con

seguridad se ocuparía de mi condición, dado que mis

recursos estaban casi agotados. Así que tío y primo,

luego de que yo pidiera la guía de Dios, prometieron no

dar aviso a mis padres, sino que me dejaban a mí,

notificarles. Cuando me dieron su palabra, sentí que era

la clara respuesta a mis oraciones. El diagnóstico sobre

mi enfermedad lo retuve hasta que lo peor hubo pasado.

En casa no estaban sorprendidos por mi silencio, sabían

que era un examen preparatorio.

“Los días y noches de agonía pasaban lentos, después

de algunas semanas pude salir de mi habitación.

Entonces oí que dos estudiantes, aunque no eran del

hospital Londinense, se lesionaron en el mismo tiempo

durante una disección y habían muerto, mientras que yo

permanecía, como respuesta a mis oraciones, para la

misión de Dios en China.”

LAPAGA DEL PECADO

El último de seis

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare,

eso también segará.

(Gálatas 6,7)

Por un error en el cambiador de curso,

hubo un gran accidente de trenes.

Entre los pasajeros, se encontraba

ileso, el señor W., quien contaba lo

siguiente:

Fui llamado por alguien que estaba

acostado en el lugar del accidente, con

su columna fracturada, pero sin dolor,

este contaba, que hacía muchos años

llegó como viajero a la pequeña

ciudad H. Una noche en el recinto de

huéspedes del hotel, se llegó a la

conversación sobre los cultos de

evangelización. El preguntó qué era

eso, y el mesonero le respondió con

burlas, más aún porque había perdido

algunos de sus mejores clientes por

culpa de los fieles. Un bebedor

convertido, era una herramienta para

un bendecido despertar en aquel lugar.

En ese momento, se levantó una

persona medianamente ebria, si otros

le quisieran acompañar, para imitar

con diversión, aquí en la taberna, a los

fieles. En seguida se arrodillaron seis

burladores, comenzando su diversión:

Se pedía el perdón de los pecados,

trataron de imitar lágrimas de

arrepentimiento, y la irónica reunión

culminó con el conocido himno “Se

me abrió la roca de salvación”.

Para sorpresa de los burladores,

todos los clientes habían abandonado

el local espantados por tal sacrilegio.

Un gran número de personas ya

estaban alrededor escuchando al

moribundo, y este reiteró: “Es verídica

la historia que les estoy contando. Por

consiguiente, en aquella ocasión

éramos seis burladores. El primero,

dueño de un hotel, cayó muerto en su

hotel un rato después en esa misma

noche. Un infarto - ¡una muerte

violenta!

El joven que comenzó la reunión,

dos años después, fue de cacería.

Albergado en la casa de un extraño,

por la noche quiso buscarse un vaso de

agua, tropezándose en la escalera

cayó, muriendo dos días después. Se

había quebrado la nuca.

El tercero, el divertido Tomás, cayó

en su propio sótano y murió. ¡Un

accidente!

El cuarto se fue a América, y al poco

tiempo, los periódicos informaron que

había encontrado un trágico final entre

dos buffers de un ferrocarril.

Solo quedaban dos burladores. El

último año, encontré al quinto. Un

pobre bebedor, a quien su esposa e

hijos lo abandonaron. Cayó de la

puerta de un bar, quedando inmóvil

con la cervical rota.

Soy el único que ha quedado. Y aquí

lo ven, el último de los seis burladores

acostado con la columna vertebral

rota, ¡quien encontrará una terrible

muerte!”

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 25

“Tú eres mi Dios…”

Las personas tienen diferentes dioses, a los cuales sirven. Los modernos dioses no

son más que madera, piedra o metal recubierto con oro. El hombre moderno

reverencia y ofrenda su vida a inadvertidos dioses. ¿Quién es tu Dios?

En su ceguera

interior, el hombre

sigue en la

búsqueda de un

acuerdo y cree

compensar su

alejamiento de Dios

con otras

ocupaciones.

Con el dicho del salmista encierra una

experiencia personal con Dios. El

reconoce a Dios como, “su Dios”. Su

corazón está lleno de gratitud. Dios le ha

regalado un corazón lleno de divinas

bendiciones, por eso habla de El con

gratitud y alabanza. ¿Quién puede hoy,

unirse a las palabras del salmista?

Una mirada en la vida del común de la

humanidad, revela un panorama muy

diferente. En muchos corazones reina un

vacío interno y profunda miseria. Los

corazones se han vaciado, porque el Dios

eterno tiene muy poca importancia y casi

ningún interés en sus vidas. No se atreven

a decir: “Tú eres mi Dios”, porque lo han

perdido y eso les genera una gran

angustia.

El corazón se vuelve insensible y

entumecido – si, alejado de Dios es

comparable a un desierto. Un perpetuo

anhelo de satisfacción interior persigue al

pobre corazón. Precisamente toda esa

búsqueda, toda esa hambre y sed son el

inesperado anhelo hacia aquel que quiere

ser nuestro Dios. Pero eso, la mayoría de

las personas no quieren saber ni reconocer

– porque eso significa para ellos la

decisiva vuelta hacia Dios, del cual están

alejados. El lugar de Dios en el corazón

ha quedado vacío. ¿Pero quién debe

llenarlo?

En su ceguera interior, el hombre sigue

en la búsqueda de un acuerdo y cree

compensar su alejamiento de Dios con

otras ocupaciones.

Este accionar de personas que no

pueden decir: “Tú eres mi Dios”, lo

describió una vez A. Prieur con las

siguientes palabras: “Construyen hermosas

casa, y las decoran costosamente, - pero

no proveen para su hogar celestial. Aman

la buena comida y hablan mucho sobre

ella, - pero por el alimento del hombre

interior no se preocupan.

Fuma y bebe, se vuelve adicto y vende su

libertad, - pero a Jesucristo que puede

hacerlo libre no lo busca.

Se traga pastillas y polvos, toma gotas y

tabletas, - pero palabras de las Sagradas

Escrituras no quiere.

Se sienta frente al televisor, visita cines y

teatros, - pero no se sienta en la iglesia.

Busca el placer por todos los caminos

posibles, - pero por la alegría en Dios no

pregunta.

Se va de vacaciones y visita otros países y

continentes, - pero no piensa en su último

viaje.”

¿Qué le queda realmente a estas

personas? De las cosas pasajeras que

están sujetas a la decadencia, - ¡nada!

¿A que tipo de personas perteneces? ¿Es

El “Tu Dios”, acontecido por la

conversión personal a Él, y la experiencia

de haber sido liberado de las culpas y del

poder del pecado?

Si puedes responder con un sí, entonces

deberías expresarle tu gratitud con tu vida

puesta a su servicio y testificar a otros

para que aún hoy puedan encontrar a

Dios.

Alfred Brix, Chilliwack (CA)

26 Trompeta Evangelizadora │ 07/2012

LA PAGA DEL PECADO

El gato doméstico

Fascinación del pecado

Un mexicano adinerado, encontró un día en un paseo a caballo,

un pequeño gato jaguar. Lo llevó hasta su hacienda y lo crió

con una mamadera. Después de algunas semanas, ya comía

pequeños trozos de carne cruda, y gradualmente de la pequeña

cosa peluda, pasó a ser un adulto jaguar con un maravilloso,

brillante y liso pellejo, y con fortalecidos miembros. Los

visitantes de la hacienda, se admiraban mucho, del raro animal

doméstico.

Algunos cazadores de la zona le advirtieron al terrateniente.

“¡No tengas ese animal contigo!” ¡Déjalo que se vaya, o al

menos, enciérralo en una jaula! “El jaguar”, dijeron “es una

clase de animal indisciplinable, que nunca se logra amansar,

para que sea un animal doméstico.” Pero el orgulloso

campesino tenía sus opiniones. Creía, que el animal, por el

cariño que recibía en su crianza, perdería todo su estado

salvaje. Lo que los otros le aconsejaban, decía él, acontece solo

por envidia. Así quedó el Jaguar con él. Y efectivamente, le

seguía como un perro. Día tras día le dejaba al menos un rato

totalmente libre, para recorrer el patio y la casa. Era su

constante y amante compañero.

Una noche, el dueño de casa, se puso cómodo, como de

costumbre, en su sillón leyendo el periódico. Al leer, se da

cuenta que el jaguar, como la costumbre de gatos, con su

pesado cuerpo acariciaba ronroneando sus piernas. Esto lo

hacía a menudo, quería ser rascado. Distraídamente, el hombre,

acariciaba su cabeza grande y chata, y su musculosa espalda.

Entonces, siente la lengua del jaguar. Pero, ¿Qué era eso? Esta

vez se la sentía mucho más áspera que de costumbre. De

repente se acuerda, que por la tarde se lastimó en el rosal. Y

realmente, cuando sacó el periódico para un costado, vio, que

la herida, la cual no estaba del todo sana, fue abierta por la

áspera legua del jaguar, y estaba sangrando.

Se detuvo. Mandó al animal que se alejara de él. Pero nada

aconteció. Le dio un empujón con el pié, con el cual se deslizó

hasta un rincón. Tomó nuevamente el diario, para seguir

leyendo.

Pero de algún modo estaba inquieto. El silencio le pareció

muy extraño. Algún peligro inesperado rondaba el ambiente.

Miraba al jaguar por sobre el periódico. Lo cual se les abrieron

grandes los ojos por el temor. Quedó con una palidez mortal.

Lo que estaba viendo ahora, no era su dócil, y buen animal

doméstico. Detrás de los ardientes ojos, se escondía un animal

silvestre. Movía la cola en alto con nervios de un lado al otro.

Todo lo que había en el animal era una fuerza y energía

concentrada. Apenas pudo llegar al final del pensamiento

indecible que le vino a la memoria, ya ocurrió. El poderoso

gato realizó el salto, para atacar a su indefensa víctima sin

misericordia, lo cual fue espantoso.

Los cazadores tenían razón. Un jaguar no dejará nunca su

naturaleza silvestre. Pero aquí era muy tarde. ¡Una vez, y para

siempre tarde!

De la misma manera hace el diablo con las personas. Primero

deja que las personas jueguen con el pecado, entonces, el

seducido pasa a ser un balón de juego. Primero parece ser todo

muy lindo, tan atractivo e inofensivo, y después pasa a ser una

esclavitud amarga. Y finalmente viene el terrible resultado. El

pecado y Satanás se lanza sobre su presa y lo arruina por el

tiempo y la eternidad. – Pero no tiene que ser así. ¡Gracias y

honra sea a Dios, que hay un libertador! Uno, que nos protege

del “jaguar”. “El que hace pecado, esclavo es del pecado.”

Pero: “Si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”

(Juan 8, 34 y 36)

¿Cómo puede suceder que un ágil

conejo puede ser capturado por una

serpiente; relativamente lenta?

Aconteció lo siguiente:

Desprevenido, corrió el conejo por

delante de la serpiente, a una gran

distancia. De repente la serpiente

levantó la cabeza y el conejo se

agachó. Percató el movimiento.

Corrió un poco y luego se dio vuelta.

Los ojos de la serpiente lo miraban

fijamente como para hipnotizarlo. No

se movió del lugar y la serpiente se

arrastró hacia él. El pequeño roedor

podía haber huido. Pero el estaba

sentado, parecía arraigado en el lugar.

Cuando la serpiente se había acercado

suficientemente, abriendo la boca, el

conejo temblando puso su cabeza en

la garganta. El pecado es fascinante.

Esto lo hace peligroso. El, hipnotiza a

las personas y las arrastra al destierro.

Quien se confía de su virtud y

estabilidad, será pronto una víctima

del auto- engaño. El conejo pudo

confiar en sus hábiles piernas, pero

no dependía de sus piernas.

El que juega con el pecado, juega

con el fuego. Coquetear con el

pecado es negligencia.

07/2012 │ Trompeta Evangelizadora 27

Pie de imprenta Año 118

La TROMPETA EVANGELIZADORA es

una escritura cristiana que se presenta clara

y decididamente para la plena salvación en

Cristo, la unidad de los hijos de Dios, y

revelar todas las verdades de la Santa

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de Dios.

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Colaboradores: Harry Semenjuk (CA),

Sieghard Schulz (CA), Dieter Jeske (DE),

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La Trompeta Evangelizadora es distribuida

gratuitamente. Los costos se sustentan por

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Congresos 2012

Alemania

Congreso bíblico juvenil en Tuningen: 29 de Julio al 3 de Agosto 2012

Reunión de Jóvenes en Pforzheim: 2 al 4 de Noviembre 2012

60º aniversario de la iglesia en Hamm: 13 y 14 de Octubre 2012

Canadá

Congreso en Aylmer: 30 de Junio al 1 de Julio 2012

Congreso en Chilliwack: 4 y 5 de Agosto 2012

Congreso en Edmonton: 6 al 8 de Octubre 2012

USA

Congreso en Flint/Swartz Creek: 1 y 2 de Septiembre 2012

Argentina

Congreso en Buenos Aires: 23 al 28 de Octubre 2012

Congreso en Oberá: 30 de Octubre al 4 de Noviembre 2012

Estimado lector,

oremos unánimes para estas reuniones.

La despertada conciencia

Un joven dejó hacerse una radiografía de su mano.

Resultó, que sin saberlo, llevaba consigo una astilla de

vidrio desde hacía ya 13 años, consecuencia de un

accidente. Ahora, que él vio la radiográfica, que tenía una

astilla escondida, no quiso soportarla ni ocho días más.

La astilla le punzaba día y noche, y no reposó, hasta que

la sacó por medio de una cirugía.

Cuántas veces hay personas que cargan y soportan cosas

malas en secreto, por meses y años en sus corazones y

conciencias, sin siquiera sentirlo, ni saberlo, hasta que de

repente lo ven en la luz que es más clara y exploradora

que los rayos X, ¡en la luz de Dios! Entonces, no tienen

paz, hasta que encuentran el perdón en Cristo.

Año 118