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NUM. 65 ALICANTE` '8 I)E ABRIL DE 1500 A;~ÍO II PRECIOS DE SUSCRIPCION ~eZ10d]..CO irs.depesidiesit`W en ]s imEpeñ áYde ééte~pé~nódiao. Trimestre. 1,96 peeetae Y DE INTERESES MATERIALES La oorrospondencía al administra- ,y emestre. . 6,60 ~ dor D. Francisco Antón Velero. nñn ~ATumero suelto (~(~~~~ céntimos Plaza Mayor, núm 14 —ELCHE. Anuncies í precies oonvencionales i TRIBONA LIBRE ~e írSemana Santa Es Domingo de Ramos. Con la entrada triunfal en Jerusalén, em- piezan- hoy á evocarse loa tiempos santos de la pasión de Cristo. El alma~iadosa se inunda de intere- santes y.conmovedores.recuerdos blblicos,da elegiacas armonías del Miserere, de amargas lamentado- nes que avivan ideas inmensas y despiertan impresiones íntimas de la infancia, alegrías y tristezas de la existencia, dormidas ea el fondo del corazón. Todo parece conmo- verse al eco inextinguible de una tradición inmortal. Digan lo que quieran loa materialistas, los ea- cépticos, el mundo moderno no ha olvidado á Jesús, y las sedales de sus lágrimas y de au sangre, son y serán siempre la m4a láctea del amor. Aparece estos días en la ima- ginación el drama del Calvario, no como en la niilez, cuando nos causaban terror trágico las llagas abiertas, las vestiduras negras y los sayones inhumanos. El hombre de las preaentsa edades, se detiene ahora, mira atónito, á través de diecinueve siglos al poema mara- villoso de la predicación cristiana sucedido en loe orillas del lago encantador de Tiberiadea; mira las alturas pedregosas del t3ólgo- tha; los tormentos de la cru~l- fisión; mira al profeta de Nazaret ' de (ialflea, retorcióndoae en con- vulsiones tetánicas horribles, des- garrando, al peso de su cuerpo, las heridas de loa clavos que en- traron ámartillo destrozando hue- sos, músculos y tendones; bailado el rostro del sudor de la agonía; empapados de sangre, aun ca- liente, los rizos de ls cabellera; y los ojos azalea, como las mira- das del cielo, contemplando la in- gratitud de los hombres, ]a por- veraidad de una raza abyecta y corrompida. Fué el momento más sublime de la historia. Al .pronunciar Jesús con voz expirante y entre loa úl- timos estertores el Couaumalum eat; al exhalar el postrer suspiro, inclinar la cabeza sobre el pecho y quedar inmóvil au cadáver san- griento, se partieron de pena has- ta las piedras, se ennegreció la bóveda celeste, pero quedó termi- nada la obra de redencibmdel ea- plritu, creada la ley divina del amor y de la caridad, inaugurada la tolerancia relígioea,fundado el ideal de la libertad. Y así como de las eternas noches y rojas aureolas boreales, salió el astro-rey á reco• rrer con inalterable ritmo el flr- ', Wamento, llenándolo de luz y de púeafa, así tambión de la cumbre I del Calvario salió el nuevo sol del mundo moral que iluminó los. ee- pacioa infinitos do la concieucia, y desde entonces los perversos, los hipócritas, los sayones dei mal, que todavía existen, han de sentir en las negruras de sus entraRas el escalofrío do sus malas obras, el remordimiento do sus acetonas malditas. Se ha visto que la pasión y muerte de Jesús es la pasión y muerte del linaje humano, que la iniquidad de Jerusalón ea la ini- quidad del mundo, que las penas sentidas en loe altares de Cristo son las mismas que atormentan la vida de los hombrea. EL Criaba= nimo es la antorcha que ilumina la tierra, mostrándonos la verdad, la justicia y ln virtud; y á esa luz el alma os inmortal, no está corro- en el mundo antiDuo en medio de un vacío totalmente desconsola- dor. Pero ae ha perpetuado la mal- dad en todas las razas, han conti- nuado muchas criaturas enea últi- ma grada de la escala moral. Ca- yeron en el olvido las palabras del Justó, se abandonaron sus precep- tos, ylos doctores de la ley olvida- ron .lo máa importante, que ea la justicia y la misericordia.• El tipo de Judas está todavía entre uosotros, haciéndonos. trai- ción, faltando á la lealtad, obrando alevosamente y sobre seguro, quo- brantando la y la confianza, clavando el diente venenosa en el mismo pecho que le dió abrigo y amistad. Todos, todos los paraona- jes del drama santo prevalecen. ¡Caífás, acusador y juez al mismo tiempo, apasionado, colérico has- ' ta rasgar sus vestiduras, come- tiendo la grave infracción de la reg]a moral y de jurisprudencia! Pilatoe todavía existe, y por mie- do, por conveniencia personal, por egoísmo, continúa la obra do in- famia, yfaltando á eu conciencia, da la orden de soltar á Bar)<•abás y de flagelar al inocente. Laa ma- dres dolorosas, lloran al sacrificio estéril de sus hijos por una patria ingrata. Y las almas puras, ele- vadas á la contemplación de Dios, los hombres de sano corazón, do- loridos por las miserias humanas, sienten aquella punzante amargu- ra, aquella pena honda que tantas lágrimas hizo derramará Jesús en la augusta soledad de Ciethse- mani. J. M. LÓPEZ CAMPELLO T~i ~ ~SS IIno de agnóllos que A Jesús herian con blae[emíae, después de fl agelarlo, arrancóle nn pniiado de cabellos en tibia sangre y en sudor bañados. Y dijo nlzando loa crispados puúos: —1V'oy a oerecéraelos A Caie9sl—El manto de la noche cayó sobre la tierra..... y el hombre caminaba apresurado. Ae pronto, se detuvo eowo presa de una visión deslumbradora; pAlído y amedrentado, vaciló..,.• ¡Tenia nn hnz de resplandores en la mano! VSCTOet HU00 ~cqua elle funi Elche= nuestro país natal, nues- trahumilde cuna, nuestro cascarón se despoja hoy de sus ricos atavíos, de sus singulares galas, de su fas- tuosa ornamentación, y la ofrece al mundo cristiano para qua pueda reconstituir con propiedad la triun- falentrada de Jesús en Jerusalón. Esos ppenachos que ea vacían al golpe de la herramienta y caen descompuestos en innumerables pal- mas ,blancas, li sas, rectas, fl exi- bles, esbeltas, gallardee y gentiles, que se esparcen por todo el orbe, recorriendo del uno al otro de sus confines y llevan allí donde ll e- gan nuestro nombre y nuestra his- toria, solo encuentran en sudi[usión una pp la~za cerrada, infranqueable: CiudaM eterna, Roma. Roma, que la otorga un privilegio; Roma, que, constituye una tradición; Roma,que pag a una deuda inestimable degra- titud; Roma, que rinde tributo á un héroe, y .aunque ppor encerrar la residencia oflceal del Papa, de reu- nir los más elevados cargos y die• nidadas de la Iglesia, de concurro• estos y muchos más elementos para revestir todos los actos del culto que celebra con pompa, grandeza y suntuosidad que no alcanza á concebir la más perspicáz fantasía, se ve r-ivada de entonar el Hosan- na al hijo do David con el aparato que lo hiciera el pueblo de=Israel, y sustituye las palmas de éste por un ramito de olivo en el que entrelaza algún que otro fragmento de aque- llas. Resulta de los datos gua he reco- pilado, que en Heliópohs (altoEgip- to), se encontró un obelisco de gra- nito rojo dividido en tres pedazos quo sumados, medían 33 metros da altura, los cuales hizo llevar á Ro- ma, unir y emplazar en el circo, el Emperador Constando. Antojbse en 1588 al Papa SixtoV trasladar aquella pirámide á la Plaza de San Pedro, y, siendo em- presa dificil y arriesgada, confió su ejecución al notable argqwtecto Do- menico Fontana. Acoetóse el mona- mento y deslizbse sobre rodillos ha- sta dejarle mmediatoalpuntodonde había de ser colocado sobre un pe- destal de 15 metros de elevación, edificado de antemano. Comenzaron loe preparativos para verificar la eacenseón, construyóseun artefacto arquitectónico, obra mecánica de especial mérito,aigno evidente dd adelantamiento que habían alcan- zado las artes liberales en el si- glo avi, y citando todo ae hallaba disppuesto se publicó el bando que prohibía ~iablar á los concurrentes, bajo pena de muerte. Llegó la hora aeiialada; invadió a Plaza la muchedumbre .ansiòsa le~resenciar el ori;jínalespectácu- - fmite Fontaná sús preceptos y co- o; mienza la maniobra; entraen ac- iibn aquella complicada máquina, snjambre de cabreas, cabrestazitas y poleas; corren por. éus roldanas las cuerdas qüe abrazan el pesado cuerpo, sucede su tensi n, estré- chense unas eòntra otraaósusinnu- merables hebras, estírense como para hacer un supremo esfuerzo,. y arrancan de su improvisado y pro- visionallecha aquella enorme masa que comïenza á elevarse ll anta, re- posada y magestuosamente. El pueblo se mantuvo' su mu- tismo, eh religioso y sepulcral silencio, ïnterrumpido solo por la voz imperativa del arquitecto y el fragor natural del artificio. Poco taltaba ya ara que el mò- numento llegara al térmmo de su trayoctoria, cuandó se advirtió' que las cuerdas, rozando en las poleas, desarrollaròn excesivo caloryame- nazaban con quemarse, con rom- perse, con soltar la pprosa que te- nían suspendida en el espacio. Tan imprevista como fatídica con- tingencia, de súbito notada, en tan crítico instaºte exigiendo gronto, inmediato y eficaz remedio, alis- pendió el ánimo de Fontana, que confuso, ofuscado Y alucinado, no acertaba á disçurrir. Lacatástrofe, hecatombe horrible se apro~- maba7 y el pueblo, absorto, presa del miedo y del terror que el pavo- roso problema de la muerte por el bando ó la muerte por la columna le infundía, permaneció muáo. Un alma, generosa, un. corazón valiente y esforzado, un hombre abnegado, de los que no faltan nun- ca ymenos podían faltan en la po p~losa Roma, desobedece el bando, desprecia los peligos, levantando au voz dice aequo elle ~unt (agua . á las çuerdas;) este grito hirió el oído de Fontana, despertó sil dormítia razón, iluminó su deÇaida intelí- gencia, aceptó cl consejo;~dió órde- nes encaminadas á su jjxonta ejecu• ción, y apenas las cuerdas fueron humedecidas, desembarazadas del calor, adquirieron consistencia y se contrajeron, arrastraron tras s al obelisco que quedó en el asiento de que hoy todavía disfruta frente al Vaticano. Conducidò aquel hombre á la presencia del Papa, dice (3. Repa- ran que se produjo el siguiente diá- logo: —¿Cómo te llamas'1 —Brasca. —LLDe dónde erea7 —De San Remo.. —¿Qué oficio tienes2 —Marinero. —¿Sabes la pena que se impuso al que hablase? —Lo aé. Pero he preferido arries- gar la oída á que la pperdiesen cien- tos de personas qque iban á quedar aplastadas por el Obelisco. .. ¿Qué premio quieres por el bien que has hecho? —Para ninguno; pero quiero para mi pueblo el privilegio de la venta de lea palmas de Semana Santa, porque en mi pueblo hay muchas palmas Santísimo Padre,

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PRECIOS DE SUSCRIPCION ~eZ10d]..CO irs.depesidiesit`W en ]s imEpeñ áYde ééte~pé~nódiao.

Trimestre. 1,96 peeetae Y DE INTERESES MATERIALES La oorrospondencía al administra-,y emestre. . 6,60 ~ dor D. Francisco Antón Velero. nñn • ~ATumero suelto (~(~~~~ céntimos Plaza Mayor, núm 14—ELCHE. Anuncies í precies oonvencionales

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TRIBONA LIBRE ~e írSemana Santa

Es Domingo de Ramos. Con la entrada triunfal en Jerusalén, em-piezan-hoy á evocarse loa tiempos santos de la pasión de Cristo. El alma~iadosa se inunda de intere-santes y.conmovedores.recuerdos blblicos,da elegiacas armonías del Miserere, de amargas lamentado-nes que avivan ideas inmensas y despiertan impresiones íntimas de la infancia, alegrías y tristezas de la existencia, dormidas ea el fondo del corazón. Todo parece conmo-verse al eco inextinguible de una tradición inmortal. Digan lo que quieran loa materialistas, los ea-cépticos, el mundo moderno no ha olvidado á Jesús, y las sedales de sus lágrimas y de au sangre, son y serán siempre la m4a láctea del amor.

Aparece estos días en la ima-ginación el drama del Calvario, no como en la niilez, cuando nos causaban terror trágico las llagas abiertas, las vestiduras negras y los sayones inhumanos. El hombre de las preaentsa edades, se detiene ahora, mira atónito, á través de diecinueve siglos al poema mara-villoso de la predicación cristiana sucedido en loe orillas del lago encantador de Tiberiadea; mira

las alturas pedregosas del t3ólgo-tha; los tormentos de la cru~l-

fisión; mira al profeta de Nazaret ' de (ialflea, retorcióndoae en con-vulsiones tetánicas horribles, des-garrando, al peso de su cuerpo, las heridas de loa clavos que en-traron ámartillo destrozando hue-sos, músculos y tendones; bailado el rostro del sudor de la agonía; empapados de sangre, aun ca-liente, los rizos de ls cabellera;

y los ojos azalea, como las mira-das del cielo, contemplando la in-gratitud de los hombres, ]a por-veraidad de una raza abyecta y corrompida.

Fué el momento más sublime de la historia. Al .pronunciar Jesús

con voz expirante y entre loa úl-

timos estertores el Couaumalum eat; al exhalar el postrer suspiro, inclinar la cabeza sobre el pecho y quedar inmóvil au cadáver san-griento, se partieron de pena has-ta las piedras, se ennegreció la

bóveda celeste, pero quedó termi-

nada la obra de redencibmdel ea-plritu, creada la ley divina del

amor y de la caridad, inaugurada la tolerancia relígioea,fundado el

ideal de la libertad. Y así como de las eternas noches y rojas aureolas boreales, salió el astro-rey á reco•

rrer con inalterable ritmo el flr-

', Wamento, llenándolo de luz y de

púeafa, así tambión de la cumbre I del Calvario salió el nuevo sol del mundo moral que iluminó los. ee-pacioa infinitos do la concieucia, y desde entonces los perversos, los hipócritas, los sayones dei mal, que todavía existen, han de sentir en las negruras de sus entraRas el escalofrío do sus malas obras, el remordimiento do sus acetonas malditas. Se ha visto que la pasión y

muerte de Jesús es la pasión y muerte del linaje humano, que la iniquidad de Jerusalón ea la ini-quidad del mundo, que las penas sentidas en loe altares de Cristo son las mismas que atormentan la vida de los hombrea. EL Criaba= nimo es la antorcha que ilumina la tierra, mostrándonos la verdad, la justicia y ln virtud; y á esa luz el alma os inmortal, no está corro-en el mundo antiDuo en medio de un vacío totalmente desconsola-dor. Pero ae ha perpetuado la mal-dad en todas las razas, han conti-nuado muchas criaturas enea últi-ma grada de la escala moral. Ca-yeron en el olvido las palabras del Justó, se abandonaron sus precep-tos, ylos doctores de la ley olvida-ron .lo máa importante, que ea la justicia y la misericordia.• El tipo de Judas está todavía

entre uosotros, haciéndonos. trai-

ción, faltando á la lealtad, obrando alevosamente y sobre seguro, quo-brantando la fé y la confianza, clavando el diente venenosa en el mismo pecho que le dió abrigo y amistad. Todos, todos los paraona-

jes del drama santo prevalecen.

¡Caífás, acusador y juez al mismo tiempo, apasionado, colérico has-

' ta rasgar sus vestiduras, come-tiendo la grave infracción de la

reg]a moral y de jurisprudencia! Pilatoe todavía existe, y por mie-

do, por conveniencia personal, por egoísmo, continúa la obra do in-famia, yfaltando á eu conciencia,

da la orden de soltar á Bar)<•abás y

de flagelar al inocente. Laa ma-dres dolorosas, lloran al sacrificio

estéril de sus hijos por una patria ingrata. Y las almas puras, ele-vadas á la contemplación de Dios, los hombres de sano corazón, do-loridos por las miserias humanas, sienten aquella punzante amargu-ra, aquella pena honda que tantas lágrimas hizo derramará Jesús

en la augusta soledad de Ciethse-mani.

J. M. LÓPEZ CAMPELLO

T~i ~ ~SS

IIno de agnóllos que A Jesús herian con blae[emíae, después de flagelarlo, arrancóle nn pniiado de cabellos en tibia sangre y en sudor bañados.

Y dijo nlzando loa crispados puúos: —1V'oy a oerecéraelos A Caie9sl—El manto de la noche cayó sobre la tierra..... y el hombre caminaba apresurado.

Ae pronto, se detuvo eowo presa de una visión deslumbradora; pAlído y amedrentado, vaciló..,.• ¡Tenia nn hnz de resplandores en la mano!

VSCTOet HU00

~cqua elle funi

Elche= nuestro país natal, nues-trahumilde cuna, nuestro cascarón se despoja hoy de sus ricos atavíos, de sus singulares galas, de su fas-tuosa ornamentación, y la ofrece al mundo cristiano para qua pueda reconstituir con propiedad la triun-falentrada de Jesús en Jerusalón. Esos ppenachos que ea vacían al

golpe de la herramienta y caen descompuestos en innumerables pal-mas ,blancas, lisas, rectas, flexi-bles, esbeltas, gallardee y gentiles, que se esparcen por todo el orbe, recorriendo del uno al otro de sus confines y llevan allí donde lle-gan nuestro nombre y nuestra his-toria, solo encuentran en sudi[usión una ppla~za cerrada, infranqueable: CiudaM eterna, Roma. Roma, que la otorga un privilegio; Roma, que, constituye una tradición; Roma,que pag a una deuda inestimable degra-titud; Roma, que rinde tributo á un héroe, y. aunque ppor encerrar la residencia oflceal del Papa, de reu-nir los más elevados cargos y die• nidadas de la Iglesia, de concurro• estos y muchos más elementos para revestir todos los actos del culto que celebra con pompa, grandeza y suntuosidad que no alcanza á concebir la más perspicáz fantasía, se ve r-ivada de entonar el Hosan-na al hijo do David con el aparato que lo hiciera el pueblo de=Israel, y sustituye las palmas de éste por un ramito de olivo en el que entrelaza algún que otro fragmento de aque-llas.

Resulta de los datos gua he reco-pilado, que en Heliópohs (altoEgip-to), se encontró un obelisco de gra-nito rojo dividido en tres pedazos quo sumados, medían 33 metros da altura, los cuales hizo llevar á Ro-ma, unir y emplazar en el circo, el Emperador Constando.

Antojbse en 1588 al Papa SixtoV trasladar aquella pirámide á la Plaza de San Pedro, y, siendo em-presa dificil y arriesgada, confió su ejecución al notable argqwtecto Do-menico Fontana. Acoetóse el mona- mento y deslizbse sobre rodillos ha-sta dejarle mmediatoalpuntodonde había de ser colocado sobre un pe-destal de 15 metros de elevación, edificado de antemano. Comenzaron loe preparativos para verificar la eacenseón, construyóseun artefacto arquitectónico, obra mecánica de especial mérito,aigno evidente dd adelantamiento que habían alcan-zado las artes liberales en el si-glo avi, y citando todo ae hallaba disppuesto se publicó el bando que prohibía ~iablar á los concurrentes, bajo pena de muerte.

Llegó la hora aeiialada; invadió a Plaza la muchedumbre .ansiòsa le~resenciar el ori;jínalespectácu- -fmite Fontaná sús preceptos y co-o; mienza la maniobra; entraen ac-iibn aquella complicada máquina, snjambre de cabreas, cabrestazitas y poleas; corren por. éus roldanas las cuerdas qüe abrazan el pesado cuerpo, sucede su tensi n, estré-chense unas eòntra otraaósusinnu-merables hebras, estírense como para hacer un supremo esfuerzo,. y arrancan de su improvisado y pro-visionallecha aquella enorme masa que comïenza á elevarse llanta, re-posada y magestuosamente.

El pueblo se mantuvo' eº su mu-tismo, eh sú religioso y sepulcral silencio, ïnterrumpido solo por la voz imperativa del arquitecto y el fragor natural del artificio.

Poco taltaba ya ara que el mò-numento llegara al térmmo de su trayoctoria, cuandó se advirtió' que las cuerdas, rozando en las poleas, desarrollaròn excesivo caloryame-nazaban con quemarse, con rom-perse, con soltar la pprosa que te-nían suspendida en el espacio. Tan imprevista como fatídica con-

tingencia, de súbito notada, en tan crítico instaºte exigiendo gronto, inmediato y eficaz remedio, alis-pendió el ánimo de Fontana, que confuso, ofuscado Y alucinado, no acertaba á disçurrir. Lacatástrofe,

hecatombe horrible se apro~-maba7 y el pueblo, absorto, presa del miedo y del terror que el pavo-roso problema de la muerte por el bando ó la muerte por la columna le infundía, permaneció muáo.

Un alma, generosa, un. corazón valiente y esforzado, un hombre abnegado, de los que no faltan nun-ca ymenos podían faltan en la po p~losa Roma, desobedece el bando, desprecia los peligos, levantando au voz dice aequo elle ~unt (agua . á las çuerdas;) este grito hirió el oído de Fontana, despertó sil dormítia razón, iluminó su deÇaida intelí-gencia, aceptó cl consejo;~dió órde-nes encaminadas á su jjxonta ejecu• ción, y apenas las cuerdas fueron humedecidas, desembarazadas del calor, adquirieron consistencia y se contrajeron, arrastraron tras s al obelisco que quedó en el asiento de que hoy todavía disfruta frente al Vaticano.

Conducidò aquel hombre á la presencia del Papa, dice (3. Repa-ran que se produjo el siguiente diá-logo:

—¿Cómo te llamas'1 —Brasca. —LLDe dónde erea7 —De San Remo.. —¿Qué oficio tienes2 —Marinero. —¿Sabes la pena que se impuso

al que hablase? —Lo aé. Pero he preferido arries-

gar la oída á que la pperdiesen cien-tos de personas qque iban á quedar aplastadas por el Obelisco. ..

¿Qué premio quieres por el bien que has hecho?

—Para mí ninguno; pero quiero para mi pueblo el privilegio de la venta de lea palmas de Semana Santa, porque en mi pueblo hay muchas palmas Santísimo Padre,

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EL' PUEALO DE ELCHE

—Concedido, replicó el Pontífice, por mf y or mur sucesores.

He aquí el por qué las palmea de Elche no entran en la ciudad de I{oma.

Jos~ (}óntEz vALDIVIA.

vuela pluma

Se vá generalizando tanto el pro-cedimiento de crear reputaciones á caro de la ignorancia, y de ~redi-car Ideas que se está muy lelos de sustentar, que no nos jaarece huele guén èatas lïneas, dedicadas "eaclu-aivamente á combatir-tales listo mas y á poner en guardia á la gen-te'reapecto de la manera cómo al-gunos individuos suelen crearse una aureola á todas luces falsa, re-vestirse 'de una aútoridád que no tienen ,y alardear de una nobleza de séritimrentoa y de una elevación de miras de que aé'hal),an' en abso• luto desprovistos. Cuando de un individuo se dice

que tiene talento, hay la mala cos-tumbre de creerlo R puüo cerrado, tal vez por eI sólo hecho de que la persona qque lo dice suele tener el cúrdado de hacerlo á personas de inforióc cultura, de donde resulta que el que lo oye piensá para sus adentros .cuando éste lo dice ver-dad aeráy, y lo afirma iguálmente ante dr~z,' quinté ó veinte; cada uno' de éstos á otros tanga; y hé aquí en poco tiom~to convertido en sabio á quien difícilmente diría sin titubear dónde tiene la mano dere-cha. Desde este instante, sus opi-niónesson verdaderasleyes à que han de sujetàrse loe hecüos,'que t}o pueden ocurrir—según los padi+i-nos—deinodo distinto á como él loe concibe. Si se equi~oéa en sus pre-dicciones 6 en sus juicios, (lo cual ea muy frecuente) en vez dé aºali-zar los motivos porque -erró, de cuyo modo se llegaría inevitablé-mente á la conclusión de que es un topo, resulta más cómodo decir: =no me lo explico, no lo compprendo, ya lo tendría él previsto y le conven-dría quizás decir lo contrario, por-qque ¿cómo es posible - que escapen á su perspicacia Cosas de tanto bulto?• Y ásf, con catea y otras re-fiéxiones análogas, sigue el sabio su Camino sin darse cuenta los que le proclaman que tanto cuanto al otro ensayan, otro tanto descienden ellos, y que al preclamar esa falsa sabiduría proclaman su propia ig-norancia.

Como esta clase de sabios dá una idea bastante pobre ante el mundo culto, de loa pueblos que loa en-cumbran, nosotros; atentos siempre á miraren todos sentidos por nues-tro querido pueblo, damos la voz de alerta para que no juzguen de la ca~iacidad de los individuos, por los juicios más ó menos reótoa de los aduladores que tanto abundan por desgracia en todas partes; sino qué estudien con detención sus obras, que observen si en los actos todos de stz vidá pública y privada demuestran esa pulcritud, ese buen sentido, ese:talénto, en fin, de que nos hablan, y si el resultado de nuestras observaciones concuerda fielmente con las, opiniones que olmos,. entonces no sólo podemos creerlo, sino que tenemos el deber ineludible de defenderles de los ataques de la calumnia ó la igno-rancia, debemos enorgullecernos muy de veras y proclamar su saber en alta voz, porque los grandes,ta-lentos elevan el nombre de los pue-blos donde nacen y ese nombre nos es Común á todos.

Nàda hubiéramos dicho si -nos copstderásemos fuera de peligro, pero; desgraciadamente, en. Elche hay algún ejemplo que no quere-mos citar para que nunca crean que nuestra pluma se mueve á im-pulsos de la,pasión ó del rencor; y como sabernos las funestas conse-cuencias que anclen ocasionar ésos ppueblos, qa poniéndose al frente de ls administración municipal, ya en

los asuntos que ao flan á sus ficti-cios talentos, no vacilamos on dar ente toque do atención, seguros do que. el pueblo sabrá conocerlo así y nó perderá. ocasión de derribar esos falsos ídolos, hijos sólo de lá adulación q la ignorancia.

Y como lo propio que con los sa• idos, ocurre con los filántropos ó re-generadores fin de siglo, recomen-damos el mismo sistema fiara los que nos brindan venturas srn cuen-to: la ggarantía de su honradez y lm-probidad más exquisita en todos sus actos. El que quiera honré que se la

gane; pero si tal logra, no le ne-guers vuestro aplauso, qué bien ló merece, hoy más que en otros tiem-pos, quien aíncoramente trabaja por el bien de la humanidad.

~l eclipse de Sol

En el sinnúmero de fenómenos celestes que continuamente se ve-rifican en el espacio, nos llaman más poderosamente lá atención, aquellos que nuestra vista, ya so-la ó ya ayudada porirystrumentos ópticos, puede contemplar y apre-çiar eu toda su belleza. y en todo sµ @ublime encanto lo que dé tuse ravillaso y grande se desarrolla en el infinito. escenario de la bóve-da celeste. Quien en una noche serena del

invierno; priucipalmenter se haya detenido nu instante levantando sus ojos al firmamento tachonado de puntos brillantes, que son otros tàntos soles, y haya tenido la cu-riosidad de observar el orto y el ocaso de los àstros, eI brillo al pa-recer privilegiàdo de unos y el centelleo de todos, no podrá por menos de haberse sentida empe- queñecido ante la grandiosa ma-jestad que le rodea, y egClamar lleno de humildad: ¡Quién ea tan insensato qúe,levantandola vista al -cielo rjo crea que haya un Dios!

Esta coutempiacióu, que resulta una plegaria quo el hombre culto y cristiano entona ante el maravi-lloso santuario del'espacio, no pro-

' duce ya aquel terror que enage-naba. á las géntes, creyendo que lós'fenómenos celestes eran signos y señales de próximas óalamfdá-des,y trastornos que sambrában la desolación y la muerte, y ya no ven más que eLcumplimieutodele-} es rigurosamente exactas, arran-nadas del secreto por el estudio y la observación,

Entre estos fenómenos ocupaº tos primeros lugares ]os eclipsas. ¿Habrá álguien quetodavia, ig-

nore lo que significa la ccultacíán do un astro por la interposición de otro2 Seguramente que no. Loa di-ferentes mundos, én•su marcha in-cesante por til infinito, han de ocu-par.de continuo y moméntàneá-mente lá línea recta, y han dépri-var por necesidad de luz á otros astros; la ocultación ó eclipses de los antros tienen lugar, pues, en todos los instantes del .tiempo; -y cuando en núeatro sistema. plane-tario - los difecentea .planetas quo giran y reciben la luz del Sol, in-terceptan de vez en tusado; aiem-pre obedeciendo leyes matemátt-Caa, los rayos réctilíueós del astro del día,. obran como pantalla, pri-vando de luz, y oscureciendo por consecuencia á loa otros mundos que la reciben del Sol, producien-do loe eclipses.

A tiosotros'noainteresan más los que se refiól•e11r al planeta que ha-bitamos, á là 7`Yérra.

• t

El eclipse setlalado para el d[a $8 de Mayo próximo por la tar-do, reune escepcionaL importan-Cia, porque al interponerse nues-

- tro satélite, la Luna, entro el Sol 'y la Tierra, dejaremos de percibir la luz de aquel astro par cerca de dos minutos, y quedaremos Com- pl~tamonte á obscuras,_ como si re-pentinamente volviese la uotifie, y, ,apareciendo las estrellas, .los .pájaros' buscarán sus nidos, las aves nocturnas saldrain de los su-yes, la temperatura descender:i, notablemente, y la naturaleza to-d~t représentarála negrura y pai-saje do la noche. Nuestro planeta quedará pues completamente en oscuridad, debiéndose llamar con más propiedad eclipse de Tierrá.

Este fenótnono, que tan justa-mente ha lldtnado la atención de los hombres de ciencia, principal- mente dél extranjero, secas totàl; esto es: la Luna ocultará por com pleto el disco del Sol.

EIChe, por uno de esos privile-gios casuales y previamente cal-cúlados por los sabios hace años, ocupa el centro del çono de sombra que desde Ovar (Portugal), cruza-rà toda la Península, abaudonán-dola por Santapola, Por eso este pueblo será el foco donde couver-jerán eminegcias del saber de di-ferentes países que acudirán àquí, punto citado por el astróumito es-pañol Lánderer, para hacer sus observaciones en el momento del i eclipse.

La Luna, principal astro dé la Í noche; astro do ]a soledàd,' del si-

- }críese, de la fàntasla y del miste-rio; p$lída antorcha qué toma la

_luz del Sol como los demás plane-tas que fot•man el archipiélago so

_lar; astro humildísimo, será el prin-cipal protàgonista del fenómeno ástronómlco. Sn disco, invisible para los demás astros, ocultará al disco del Sol', que -es 28.766.000 veces mayor. Siu embárgo, si la Lana nos párete á simple vista de iguales dimensionés que el - Sol, es porqué se encuentra 386 veces

_ mFís próxima á nosotros que aquél. La distancia que media del Solála Tierra es de 149.000.000 de 'kilo- metros, mientras que do la Luna il

'nos separan únicamente 884.00b. ~ Un sencillo ejemplo sacará de

dudas y convencerá àl más incré-d~lo: Tómese una moneda do ciu-co céntimos y cerrando uno de ambos ojos, váyase aproximando cuanto so quiéra al ojo 'abertó y se notará que, aún- Teniendo esta monéda un diámetro de unos' tres centímetros, podrá ocultár la vi- sión de una Casa, de una plaza, de todo )in paisaje. Esta es la rela-ción que éxiate entreàmbos astros; y como la Luna, dada la distancia á gue estamos del Sól, 7tace el ofi-ció de là moneda delànte del ojo, claro extra que puede ocultar y oculta realmente un globo incom-pàrablemente mayor. '

El' primer punto tila la tierra ín-vadido por la oscuridad total se halla situádo entre la costa ocei-dental de Méjico y California, digo él sabio J. Lánd'ecer; y desde allt, el cono de sombra de la Lunácorre por encima de.la Florida, atravie-sa el Atlántico, penetra en la Pe-ulnsnlapor Ovar; sale por -Alican-te, ]lega al Afriea por Argel y abandona el globo ébit~a'"del mar Rojo. ~:,,

~A continuació❑ insertemos un cuadro extractado de otro publi-cado por eL,ya citado ilustro as- ' trónomo. Antes~uencionáremoslàs localidades donde la oscuridad ta-tal alcanza la máxima duración, que son: Ovar, Vizen, Plasencia,

Navalmoral, Argsamasilla ELCI;E y Santapola.

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Y este fenómeno astronómico quo nos ocupa ¿tiene para la gen-te que sabe estudiar, solo el atrac-tivo de la ¢ociosidad, que convier• te en sport de toºtrillas, y los atrae solo por eLcapricho de presenciar eclipse fuera de- sus países, ó es realmente la ciencia y la resolu-ción de interesantes problemas los que les reune aquí7:Este solo obje-to es el que hace abandonen sus çaAas y sus comodidades la ilustre pléyade quz dentro de .unos ,días .honrará nuestro suelo çon su pre-sencia; físicos y astrónomos emi-nentes tienen en cartera la resolu-ción de trascendentales cuestiones cientjficas que mi pequeñéz .igno-ra, y se disponen cada uno á lle-var aunque sea un solo grano de arena para el grandioso edificio de la ciencia, y un rayo más de luz al-fàro del progreso.

Dios ley premie sus generosos sacrifiçios y colme con el éxito sus .afanes y sus desvelos.

SANTIAQO POMARES.

~- çSiempre lo mismo

TodaestA igual parece qne lu0 ayer

(Música de .Ln Bruja')

Salgo de la estación, tomo'un ca• rruaje pura que me deje en casa, y en ç] momento de romper la màr-chn, un vache, eu quo se puede en-tcrrar un pueblo entero, me pone á dos dedos de dar terriblé bol-quetazo.

;Elche! exglaine; nghay dudó al-guna; siempre lo mismo; dé mal on peor. Te reconozco, pueblomlo, en quo no dás un paso por el cami-no del progreso y la civilización.

Aquí se suceden las situaciones políticas, y todas tienen el mismo empeño eu i~er cual lo hace peòr.

Cuando don Sebastian Canales se llamó silvelista y formó au par-tido, en el que veis gente joven $

,~

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EL PUEBI;O DE ELCHE

bien dispuesta, tuve la esperanza, do qúe había algo -bueno..

Uu joven quo, sin pasar por los diferentes grados,llega à serlapri-mera autoridad desuña población importante par su industria, por au agricultura, por ser la clavede un distrito, suponía yo que au oí•-gullo, su ambición, se cffrarta en

.quitar corruptelas; en administrar ásu pueblo, ponerlo,álaalturaaue los demás no supieron hacerlo.

- .Una persona que no traía, al .venir al poder, ningún compromi-so con Irs.decadeuieg de ]apo!Iti-ca caciquíata, creía y esperaba

,que fuese el regeneradoº del pus blo, ¡Que si quieres!

Llegó nl poder, y se olvidó de todo.

Bien quo en esto uó ha hecho -otra cosa qua imitar á su jefe al _señor Silvela.

Y no hay qus decir que no nos lía regenerado,porque loa calles, los caminos que conducen á la po-blación. no pueden estar mejor. El último villorrio de Espnfla nos ga-na en policía urbana.

Y aún doy gracias á la Provi-dencia, de que al ménos vea por las noches por dónde piso; porque hace :tan pocos dfae- la oscuridad m-ás absoluta reinaba .por las ca-lles de esta ciudad, debido á no pagar lo qúe se debe de alumbra-do público. ¿Pero esto es posible?

Si señor, y tan, poalble, que ngút no se paga nada y todos ae quejan do qúe ae lea debe. ¡Pobre Elche! Estás reducido á

ser una población Impártante por tu industria de alfarer4a. No sir-ves mas que para volcar el pu-chero cuando se trata de elecció-nes. En eso somos máestrós.

Continuando como vamos, ]lé-garemoe áser un .aduar, y gracias que los leones del desierto están lejos,aino esto seria el centro del Africa; triste es decirlo, poro es la verdad por dolorosa que sea.

Todo está igual, parece que fué. ayer,

pero estamos en Abril de 1900. Joa~ M.' Buox Ssentpre Díeco7o

~. Pedro ~lorente y la pret►sa de ~adrid

De verdadera satiafaccibn nos ha servido el juicio que á la pren-sa madrileña mereció la esmeráda labor de nuestro querido amigo el Sr. Llorente, en Is'representacidn del Ernesto de <E1 Gran (laleoto», porque ha venido á demostrarnos que el cariño no nos cegaba cuan-do augurábamos á nuestro amigo un éxito seguro y únbrillantepor-venir en el arte escénico.

Nuestro colega` <El (!lobo», de aquella capital, dice juzgando el tt•ábajo de'1' Sr. Llórente: .Las ovaciones. de anoche fueron, pue-de deciraé, lá consagración dé un talento artleticonotabilíaimo..Llo-rente dice con tal sinceridad en la expresión de aún afectos, y está siempre su figura tan compuesta, tau dentro de la acción, que todo ello revela hondo estudio y clara inteligencia del arte moderno. . Por .®ete camino espérenle repetidos éxitos... Un buen actor más, en'la 'penuria de ellos por que atravesa-mos, debo' ser' siempre recibido con las'brazos abiértos.»

<El Sr Llorente,—dice <El Pala. =fuó muy bien acogido por el'pú-blico ylogró en sú dif[cil pápel un

lisonjero éxito.—Tiene el distin-guido debutante grandes condicio-nes para la oncena, y anochè ]o demostró cumplidamente, alcañ-zando grandes aplausos on ver as escenas, y diciendo todo su papel con naturalidad y soltura no c -munea .

<El Litiéral» refiere: <El débú-tante, ápesar del natural temor ,qué embargàbá Sus facúltades, fué bien áéogido por ]a concurrencia y obtuvo aplausos en las priúci-palés escenás del hermoso drama de Ec)iégai~ay.»

Lo mismo repite <El; Correo• cuando dice: <E1 Sr. Llorente Erró muy bien acogido p"or el públiço y logró ott su difícil papal u» liaonje-ró éxito..

A lo cual aflade <La Epoca.: <EL distinguido actor D. Pedro Llo- rente fuó saludado por el público con aplausos entuaiztstas. ELse,Hor Llorente declama con naturalidad, tiene gran dominio de la cacean, y pertenece á la buena escuela dratúática, condiciones .que de-muestran que el debátante no es un nuevo aficionado, sino un ver-dadero actor que tiene cumplido conocimiento del difícil arte á que so dedica, no por deseo de luçro, aína por afición.—En estos tiem-pos en que él teatro español está táñ necesitado de buenos actores, es preciso àlentar A loe que, como el Sr. Llorente, so presenta ador-nado de tan relevxnteacualidades. -Al terininarse la represennticidh el nuevo actor tuvo que preseñtar-se varias vetea eq el palco esté ,pico.»

<La Corrospondoneia de Espa-fla• publica acerca del St•. Lloren-te, un trabajo de importancia, quo por au demasiada extensión no podemos reproducir futegro, pero del cual eatractatnoe los aigúien-tespárrafos, no sin advertir antes qué su autor, el distinguido crittao teatral D. Ricardo Blanco, reune á su entereza de carácter una ilusteación á toda prueba en la materia, condiciones ambas que á las personas que las poseen las impiden toda clase de apasiona-mientes yprejuicios.

Dice así en algunos de sus - pá-rrafos el Sr. Blanco:

<El debut de D. Pedro Llorente había despèrtádo bastahte cúrio-aidad éinterés, viéñdoae anoóhè el Teatro Espaflol casi doropletamen-te ocupado .

<No abundan desgraciadamente os buenos actores; así es que la

sola esperanza de. encontrar en el debutante cualidades que fuesen de feliz augurio, nos 1{evó al tea-tro y áseguir con ]a' mayor. aten-ción el trabajo del Sr, Llorente..

<No perdimos ]a noche, ni mú-cho monos, pues" el 3r. Llórente ño nos ha ofrecido esperanzas, sino realidades, yen él podemóa saludar—sin incurrir en exagera-dos elogios, que más que estímulos podrían ser cróeles engal[os-un exeélente ddtor, con el cual púe-den desde luégo éontar 'las empre-sàa ylos autorès .

<Desde luego advertimos en el Sr.-Llorente un gran aplomo, una .soltura y ,naturalidad en elade-mán propios, no de aficionado ni de principiante, sino de actor de largo tiempo acostumbrado á pi-sar la escena.•

~Su diccióú es clara,-pura, se-gura; su escuela do declnmaeión, la de la naturalidad más aproai-

`mada lila verdád..

<En su manera de decir el pró-logo ysus escenos del acto prime-ro—en las cúaleá fué ya varias veces_ aplaudido—reveló cualida-des dé actor que puede interpretar admirablemente la comedia, y es-pecialmonto.la llamada alta co-media. -Después, en todo el actó tercero, sin perder au aplomo, sin eféctismos ds mal gusto, sin lalí-gteillas, imprimid al carácter del péraonaje codo ol fuego, toda la fuerza dradsática de expreaibn-que es dáble exigïr, arrancando muy legítimoá .aplausos y dominando por completo la situación final, ganando en -buena lid y legftima-anente un éxito tañ unánime como caluroso.=

Nosotros agradecemos como nuoatras, tan imparciales elogios, y una véz más éhviamoe Yt nuestro querido amigo nuestra más cahr rosa felicitación.

El ~ártir Hoy haèe veinte si los prtisima•

mente que el Dios del Sinaí, el se-flor de David el Dios de Israel hé-cho hombre, t~espués dé encárnarse en las purísimas entra$as de uúa Virgen y bordar todos los pasos de au portentosa vida con innurnera-blea milagros, para poder ctlmplir-ee las profecías, para poder satis-facer loa deseos del Padre y tener efecto el gran misterio de la Reden-ción, llegó con gran acompaifa- miento ante loa gigantescos muros de Jerusalén, y tal admiración óau-saba su santa palabra y sus ealu-da'blès enseñanzas que los pueblos en masa abañdona~an sus hogares y sus viviendas para seguir paso á paso las huellas del Salvador vito-reándole con las palabras <Hoaean-na al hjjo da David.

La interesánte figura del Salva-dor del mandó; hizo aú entrada triunfé! entre ramos de palma y de olivo é interrumpido su paso por la muchedumbre que ae agolpaba á Au' noble figura, cubriendo el cami-no que había de recorrer con flores' y purpúreos mantos.

¿Qiuén habla do imaginar que aquella históriça ciudad pabía de ser el lugar del afrentoso súplicio, el lugar elegido por el SupremoHa-éèdor pàrá que se'representaran las escenas más térribles, más çruè-les qúe preéedieron á lá injusta muerte del hombre Dios?

Foco tiempo tardó aquel pueblo judío, loco y delirante,. en convertir sus vítores á Jesús, en ,blasfemias, sus llores en espinas, sus trofeos en afrentosa titirita, sus caricias en injurias, azotes y martïrios horren-dos, y su paseo triunfal por las en-galanadascalles de Jerusalén, en agúellu noche interminable de iní• caos tormentos en el mismo pueblo

'sin corazón y desagradecido,.que arrastraba á empellones y cargado con pasada cruz al hijo de Dios por la afrentosa é inmortal calle de Amargura, privándole hasta del le.-nitido de estrechar á sú afligfdáMn-dre; que con inmenso dolor segó?á paso á paso aquel suplicio infame é intolerable. Llega al Monte Calva-rio, lo crucifican; y en afrentoso pa-tíbulo muere.todo un Dios por vo-luntad del Dios Padre, .,,Antes de exhalar el último suspi-

ro y de consumarse la gran obra de nuestra redención =perdonó á'sús enemigos=, á los mismos que le han crúcificado. ¡Cúántas enseñanzas encierran estos hechos y las pala-bras del Salvador! ¡No así oonrre emesta vida transitoria y de morti-ficacíónl Aprendamos la vida y ejemplo da aquel nijio Dios _que, siendo el Dios de Abraham nació con la mayor pobreza en Bé{én, vi-vió derramando á raudales bon-dád, sabiduría y misericordia; y despúés fié matarle afrentosamen-

te los mismos judíos á quienes favo-reció, aún les perdona: Más Jerusa• len habla de pagar su ingratitud, y pocos años tardaron en cumplirse los vaticinios del mismo Jesucristo. Asaltólá un ejército invasor, que• . dando convertido en taínas y los judíos vagan desde entonces errttn-tes por el mundo, sin Dies; sin pa-tria, sin ley.

JOa>; SE.~LPEEE GIMj;NBZ

iotas pala un gsograma

Las más rudimentarias leyes do hospitalidad .obligan á Elche á festejar de algún modº á los ux-tranjeroa y, nacionales que, ya çoq carácter científico, ya como curiosos, visiten nuestra querida ciudad con motivo del éclipsé del prójimo mss dé huyó. ,

_Como Rada que sepamos se ha tratado aun açerca de esto punto, creçmos oportuno hacer algunáa indicaciones, valgan por lo que VAllCren.

El Ayuntamiento, çorno repre-sentante del puoblo,le menóa qúé á nuestro juicio puede hacer, os celebrar en poner de aquellos se- ñores un ba4quetp, gue para quo reáulEe original,económiço y agra-dable, pudiera sor uná gira cam-pestre en uno de los hermosos huertos de palmeras que rodean la población.

EL Nuevo;Çnsino de Elche cum-pliría á nuestro juicio con una ve-lada musical en la terraza, artísti-camente iluminada como en las últimas, fiestas de Agosto. Y los gremios pudieran costear la Salve de lá Novena de Nuestra Seflora de la Asunción y el Ave María de Gonúod, cantadas á _grande or-queata en el magnifico templo de Sanca Maríá. Como todas, las oportunidades

deben aprovecharse para procu-rar el engrandecimiento de los pueblos, al nuestro convendría ce-lebrar, en un pabe116n de ]s, plaza de abastos, por ejemplo, una ea-posición, ó eshibicibn, mejor di-cho, de sus productos agrtcolas é industrialea,eon notas detalladas de sus precios, á fin de que siendo conocidos, aumente su demànda, para.lo cual debieren imprimirse catálogos.quese regalasen á los vjsitantes, 6 véndieran á bajo pre-cia, ypor separado, 6 en esos mismos catálogos, ínteresaria mu-cho t}ar á conocer las condiciones climatológicas de Elche, la impor-tancia de su población, sus belle-zas naturales, fáciles. comun,ica-cioués y tódo, en fin, cuanto pu-diera contribuirá acreditárle co-mo t•esidencia de iávierno.

J. R.

Sección agrícola

~~c.~.~n,ia.s Las labores dadas ea primave-

ra átoda clase dé céreáles, tiene por:objeto favorecer el Grecitnlen-to y fructificación de las plantas; las hierbas instas deben extirpar-se en esta época del año con más empelló quo en ninguna otra, puesto que están en periodo de fructificación Todo buen labrador se distingue por el celo 'qúe tiene en destruir ras hierbas improduc-tivsa, por el modo de matarlas; la práctica ha demostrado que el labrador curioso ae hace rico v

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EL PUEBLO DE ELCHE

quo el perozoso muere en•la mise-ria. Es naturai que el que cuida sus aementoraa las escarda y loe- -go extirpa las malms yerbas, le lleva una gran ventaja al que deja crecer las malezas 'junto con loe plantas productivas, puesto que las primeras roban á las segundas toda su lozanía y vigor.

Alonso de Herrera, en su =Agri-cultura general>, edición de Ma-drid 1646, dice: °La escarda es una labor muy importante para el agricultor, como lo es para los pueblos bieu regidos el desterrar

A los malos, á los escandalosos, á los viciosos é inmorales, y :i los ladrones, para que no daten á los buenos y virtuosos.

Las hierbas -malas deben sacar= se de los campos sembrados y amontcñarlas pasa cuando patón secas qúemarlas, pues este es el mejor medio de destruir la mala semilla. Hay muchos labradores que tienen la malísima costumbre de dejar en las márgenes das hier-bás extirpadas, y esta operación ea perjudicial en alto grado, por- ~ que al secarse dejan caer la poca ó mucha semilla que tienen y ésta es trasportada por el viento ó la lluvia otra vez al campo sembra-do de nuevo para salir al se qui~-re con más fuerza. Tambión ea una malísima costumbre la de echar las hierbas malas á loa es-tercoleros ó á loa establos, porque de este modo lo que se hace ea re-producir ócultivar las malas se-millas.

bajando un campo aambrado de cualquier cereal çompletamente. limpio, obtendrá el labrador no tan solamente mejor cosecha, Bino mejor calidad.

IIe dicho al principio que la primavera es la época más á pro-pósito para limpiar, y debo decir que todo el aró ha de tenerse este cuidado, pues no todas las hierbas

- son primaverales, por lo que el labrador curioso debe imitar á la mujer limpia y hacendosa que no permite nunca qbe en su casa ha-ya nada para barrer.

En todos los ramos de la vidà la limpieza ea necesaria, pero en la agricultura se impone de tal modo, que si no se hace esmera-damente es la ruina del labrador. Si entrais en una casa de campo y veis que los aperos eatáú en desorden y ansía basura va por.todas partes, no os será difícil comprobar que el labrador ea en todo igual, porque sus campos los tiene al tenor de su vivienda, lle-nos do malezas y porquería, indi-cando que tanto en su casa como. en sus tierras la miseria .y el des-orden saben enseroreado y lo lle-van á la ruina irremisiblemente.

Cuanto más limpio sea el labra-dor en todos sus actos, más rico ae le supone, porque s4s herra-mientas aparentan mAs valor bien conservadas que sucias, sus caba-]leriae tienen más valor, sus cose-chsa alcanzan más precio, y au crédito aumenta bajo tales con-ceptos.

SEHAFIN SE(}URA

La Agricultura Española

Hemos r®cibido el número 39 de seta importadte Revista, que pu-blica en Valencia el Dr. Aliso. Las interesantes materias que tra-ta se pueden ver en el siguiente sumario:

Evolución del nitrógeno en las tierras yplantas —Aplicaciones al abono. de primavera, por el doc-tor Oiner.

Daños causados en" los parrales de Almería por la mosca de la vid (non grabados), por D. Rafael Ja-nlnl.

Abono para el tebano, por don B: Gliuer Aliño.

Carones contra el. granizo, por D. J. Abargues Ferrer.

Crónica: Las heladas tardias.—Tratamientos de la altisa.—Nuea-tro'concurao de abonos.—Expoai-cibn yCongreso agrícola en Mur-cia, por D. E. de Laguardia.

Resumen cientiflco: La mejor remolacha azucarera.—La mela-noais de das mandarinas, por L. Sección de consultas: Corres-

pondenoia. —Sección comercial, por L. G4. y B. A,

Cosas de Elche!Vaya usted á eaberl

Llegó el 31 de Marzo, y, según nos cuentan, á los guardias muni-cipales de Elche ae les debía tres meros de su paga_ Llamólea el ae-ror alcalde y les dijo que iba á pagarles un mes, dejando el abo-narles toa otros dos" para más ade-lante. Hubo algunos' de aquellos empleados que no se conformaron can estas promesas, y contestaron

"que ó se lea pagaba por comploto ó uo quer[an cobrar nada y pre-sentaban la .dimisión.

En su vista, el Sr. Canales pa-góles los trae meses... y les dejó cesantes:

Veremos quien pierde más, si alguno de loa queso han quedada, cobrando un mea,ó los :que han

sido declarados cesantes por qúe-rer lo que era suyo, cobrando crea meses.

Si esto que han hecho unos po-bres trabajadores que necesitan

.para comer el jornal que ganan, lo hicieran otros que na tienen esas uecesidadea y que están en pose-aiónde un titulo, y ocúpau en la sociedad un lúgardietinguido,otra sarta con todos la conducta de loe autoridades especialísimas que E[-che disfruta, y otro sarta el rango que Elche ocuparía en la vida de los pueblos.

Porque ea mucho cuento lo que sucede en Elche.

EL Ayúntatniento no paga á loa boticarios municipales, y porque úno de ellos ae niega á despachar las medicinas, se intenta un -pró-cesacontra él, cuando lo más len-cilio, lógico y racïonal, hubiéra sido pagarle. El Ayuntamiento ao paga el alumbrado público eléc-trico, yporque la sociedad no quie-re dar gratia más luz, se encierra en la cárcel al (#atente y al Dire~-tor electricista, y se intenta for-marles causa por desacato ala autoridad, cuando lo más sencillo, lógico y racional hubiéra-sido pa-gar religiosamente él servicio del alumbrado. EL Ayuntamiento nc paga á loa municipales, y porque estos reclaman loa tres meses que se les debe, se les ~ deja cesantes, Y después de todo, gramas que estos han sido más afortunados y se lea ha pagado, ¡dichósoe mor tales!

El Ayuntamiento no paga ya desde hace mucho tiempo, á lo: módicos municipal®s, ¿quó se harE ¡Dios mío! con ellos al el día dt maranaee negaran á prestar at asistencia á los pobres? IVaya us ted á saber) Por de pronto sabe mes que por alguno del Ayunta

"miento se ha soltado lo especie et 'ciertas elevadas esferas, de qu"e E .estos serosas médicos no ae lea de

be pagar porque no Icacen nada, porque lo que tienen es una canon-gía, porque apenas ri visitan cua-tro enfermos al ano, et sic de cmte-ris. Apelar de todo, los sonoras médicos municipales continúan en ens treta y no dimiten.. .y elAyun-tamiento ni-les paga, ni les rega-la una cruz de Beneficencia; ni la palma del martirio, nx nada.

Pero seróres, ¿en qué pala vivi-mos? ¿qué pueblo ea éste que tan pacientemente lo sufre todo? ¿quó sangre circula por sus venas, que as! se paralizan en él loa impulsos valientes, las iniciativas generó-sas, las protestas contra las injus-ticias?

IVaya usted á saber!...

Amenazas de un pastor

Se está instruyendo sumario en el Juzgado de 1.°Instancia de El-che, contra el pastor Antonio Al-fonso l~alvay, el cual amenazó de palabra á Francisco Maciá Maciá y Vicente Pastor Aznar, guardas rurales que denunciaron el gana-do de dicho pastor. El referida ga-nado fué sorprendido por loa goas das pastando en tierras de Geró-nimo Esclapez, en el partido rural de A 16abix. Eipastor,envalantonado al ver

que los guardas cumplían con su deber (Dios se lo pague,) dijo quo al hubiese tenido en aquel momen-to donde dejar el ganado, en el acto hubiera matado 'un guarda, pero dejaba la matanza para otro dio.

Es el colmo de la valentía esto de los pastores, Quieren tener ga-nado yque éste se alimente des-truyendo viras y sembrados de la manera escandalosa de que tienen ccuocimiento nuestros lectores. No sabemos çuando empezará

en Elche la regeneración. Lo único que. podemos afirmar es, queaque-llas promesas que a los propieta-rios hacia el Sr. Canales antes de ser alcalde, de - que él corregirla con mano firme loa abusos de loe pastores, aquellas promesas ¡¡ay!1 no se han cumplido. ¡Qué diferencia entre el Sebas-

tián de entonces al Sr. D. Sebas• tián de ahora!

¡Qué diferencial

Que ee ahíte

La trapa que hay eu loe cuatrc esqúinas, punto el más céntrico de ¡$ poblaçion está'siempre abierta causando muchas molestias al grar. número de personas que por all: transitan.

No nos explicamos porqué ha• hiendo suprimido varias de estaE trapaa en otras calles no tan con• corridas, no ae suprime tambiér ésta, ó por lo menos no se la cíe rra con candado para que no e~ abra móe que cuando se necesite

Llamamos la atención de quiet corresponda para que ponga"e oportuno remedio.

<7firoulo Obrero IIicitano

5e convoca á Junta general ex traordinaria, para hoy domingo f de los corrientes, y àos y medü bórax de su tarde en el local Tea tro Llorente, para tratar y resol ver los puntos siguientes:

1,° Dar cuenta donde gestione hechas porta Cómisión nombrad+ para el suministro de medicamén tos á los socios de esta sociedad

2.° Ver al procede el amnent de cuota en cinco céntimos de pe seta semanales, para cubrir lo gastos que origine el servicio d farmacia, y

3.° En caso de ser aprobado e

çmento de cuota, resolver en qué arma se ha de establecer este uevo servicio. Se suplica la puntual asistencia

-todos los sorores recios, por ser tonto de vital interés para la so-iedad.

Teatro Llorente

Esta noche única representación or la aplaudida comparta de afl-ionados, del drama en diez actos en verso, original de D. Josó Ju-

án Cavero, titulado Los Siete Do-~rea de María Santiaima d La Pa-idn, dfuerte y Reaurreccidn de Jesris. La funcióa empezará á las ocho cuarto en punto.

Nueva denuncia

Estamos en pasión. Er. PUHBLO ~E ELOHE ha sufrido esta semana na nueva denuncia del Sr. Alca,l-e D. Sebastián Canales. En el uzgado de instrucción se está tra-titando el correspondiente sutna-io.¡Dios nos coja confesados!

So trata tse lo que digimos rala ivo á que se habla suprimido la uz del Hospital. Veremos lo que resulta de este

uevo contratiempo. Nuestra conciencia está tran-

luila.

La Antisequta

Por tío haberse reuhido suficien-e número de accionistas el doinin ;ó pasado, la. Directiva de Data ociedad convoca á junta general para hoy, á loa diez y media de la narana, en el salpa de sesiones de a Casa Ayuntamiento, para dar Cuenta del estado financiero de la iociedad,levantarfondos y prose-;uirparcial ótotalmente las obras smpezadas.

iia~t ~~' ~ r' ~1 .r ~ _lJJ~.1 1~_! DE ELCHE

Precio medio qae loe artionloe ei-gaieoteehan alcanzado en este mer-cardo durante la semana anterior ee• gúa datos qae nos ha facilitado la ca• ea de comercio de D. Cárloe Antón:

CEBADA

Cahíz 33 pesetas. Son posas loe transaoionea que se

afectase con este cereal por la esae-aez de eaieteeciaa y móe aán por la resietenaia á vender da los tenedores que auguran será nula la coeeoha próxima.

TRIQOS

Bombay las 100 kilos 3b~26 pesetas. Eatrpmeñoe ídem 36 ídem. Alagos ídem 36'60 ídem. Andalaoes ideen 35`60 ídem. Manohegoe ídem 85 ídem. Pocas operacíonee.

'AVENA

Rubia superior loe 100 kilos 19 pe-eetns.

El cahíz ídem 18 ídem.

MAÍZ

Bla000 del país los 100 kilos 24 pe- astas.

Extranjero amarillo idom 25 ídem. Tendencia á mis alza.

VINOS

Tiato superior da 16.° el oanlarc 1 75 pesetas.

ídem ídem 13.° ídem 1`60 ideen• Blaoco ee~o 17 °ideen 3 ídem. Mo.catel 20' licor ídem 7 ídem. Moso•.tel añejo segun edad de diez

á 18 ídem.

Imprenta dt Antonio Raaa

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