Trabajo Final Revolución Mexicana
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Magonismo precursor ideológico de la Revolución Mexicana
Introducción
El siglo XIX mexicano estuvo envuelto por grandes discordias políticas y
culturales. Un sinfín de presidentes pasaron por el poder y solo hasta pasada la
mitad del siglo fue que se fortalecieron las bases del gobierno mexicano. Se tuvo
que gestar la construcción de una constitución en 1857, consumar una guerra de
reforma en el 61´ y realizar una guerra de intervención, la francesa en 1862, para
por fin llegar después de algunos procesos y rebeliones, al régimen de Porfirio
Díaz y su paz porfiriana. Fueron la constitución, las guerras de reforma y de
intervención, así como el porfiriato, lo que inspiró y provocó el nacimiento de
corrientes ideológicas de oposición, al final del siglo XIX y principios del XX. Sin
embargo hubo una que adquirió gran importancia a lo largo de los años y
temporalmente se desarrolló antes, durante y, si se quiere ver así, después de la
revolución mexicana, tomando el final de esta, simplemente por cuestiones
metodológicas, como la historia oficial lo dice, en 1917 con la consumación de la
constitución del mismo año.
El magonismo se desarrolló bajo el marco prerrevolucionario. Las cartas
estaban echadas sobre la mesa y los hermanos Flores Magón sabían que estaban
a punto de atestiguar una revolución política y social, y así lo sería, sin embargo la
revolución, no seguiría el rumbo que estos hermanos y su partido político hubieran
deseado.
1
Las ideas radicales del magonismo, su periódico Regeneración, y sus miles
de seguidores, hicieron de esta corriente una de las más fuertes hasta poco antes
de estallar la revolución. Es así, que señalo la importancia en conocer hasta qué
punto se puede decir que el ideal rebelde magonista, su partido liberal PLM y sus
ideas utópicas, funcionaron como precursoras de un movimiento como el
revolucionario en México.
Para tratar de contestar esta pregunta, me plantearé hacer un recorrido
alrededor de lo que se esboza con el concepto de revolución, cómo la podemos
identificar y qué tipo de ideologías influyen en su concepción. Posterior a este
estudio de las bases de una revolución intentaré conocer desde sus orígenes al
magonismo, sus influencias y justificaciones, así como los medios que utilizaban
para promover su propaganda política. Finalmente observaremos el papel que el
magonismo y el PLM jugaron en la explosión de la revolución al frente de Madero
y su influencia en el movimiento revolucionario. Bajo estas tres premisas y con el
contexto historiográfico en el que me basaré, me parece que la respuesta a mi
pregunta inicial podrá responderse satisfactoriamente.
¿Qué es una revolución?
Frente a un estudio serio de una revolución, dice Tobler, es necesario tener
un entendimiento científico acerca de la definición de este concepto. Para este
propósito y con miras al desarrollo del presente trabajo, me remito a cerrar el
entendimiento de revolución a la búsqueda por un cambio político y social
mediante la rebelión armada. Para tratar de obtener un mapa mental de la
2
estructura y origen de estos movimientos, hay que adentrarse en las entrañas de
las categorías conceptuales que sostienen el argumento de una revolución. ¿Qué
genera una revolución? ¿En qué estrato social es más proclive a desarrollarse
este movimiento? ¿Son siempre las mismas causas las que llevan a una sociedad
a efectuar una lucha armada? Y ¿Hay siquiera una teoría que pueda conjuntar
factores comunes para reconocer a una revolución? Para Tobler esta última
pregunta está destinada a responderse con una negativa. Para el autor de La
revolución mexicana: transformación social y cambio político 1876-1940, “aún no
se puede hablar de manera alguna de la existencia de una teoría que explique
satisfactoriamente la naturaleza de la revolución en sí”, dice que “no existe la
menor duda de que no se ha producido una teoría general de revolución”.1
Tomando en cuenta como ciertas las aseveraciones de Tobler, tenemos
entonces que remitirnos a las teorías que busquen dar respuesta, lo más
fielmente, a las preguntas antes planteadas, sin esperar una definición holística
del término revolución. Existen entonces teorías que nos han ayudado a ir más a
fondo en el conocimiento de factores comunes que originen una revolución, por
ejemplo, están a la vista las categorías como “deflación del poder” y “pérdida de
autoridad” que Chalmers Johnson estableció como elementos primordiales en una
crisis prerrevolucionaria2 y que quizá, tomando en cuenta esta teoría, habría que
preguntarse entonces ¿Qué fue primero? ¿La deflación del poder o el descontento
social vertido en ideas revolucionarias? O la teoría de “privación relativa” de Ted
Gurr y James C. Davies, quienes se plantean un sentido de privación y frustración
1 TOBLER, Hans Werner, Introducción general, p. 21.2 Ibid, p. 22.
3
en cuanto a las necesidades, derechos y libertades que cada realidad propone a
los individuos de una determinada región o país3. Está también “el enfoque del
proceso político o la estructura de oportunidades políticas” en donde se hace un
estudio del contexto institucional y político como cuna de un movimiento social
armado.4 La teoría de “movilización de recursos” pretende también encajar dentro
del esquema de propuestas que quieren definir los elementos comunes con los
que cuentan las revoluciones, y es que se plantea que para que ésta suceda,
depende de la rentabilidad de los costos de acción, la oportunidad de tocar el
poder por las grupos afectados y la división o fragilidad de la autoridad política.5
Si bien el intento de definir a revolución está sobre la mesa, estos enfoques
nunca podrán definir en su totalidad a este concepto, simplemente por su compleja
estructura y por la variabilidad de causas que pueden llegar a sugerir el nacimiento
de una revolución. En primer lugar habría que definir basándonos en las teorías
previamente expuestas, si estos argumentos están definiendo propiamente a una
revolución. Hay en estos procesos históricos elementos que nos sugieren la
existencia no de una revolución, sino de un movimiento social o una rebelión, que
si bien sus estructuras pueden no ser más sencillas de explicar, si son
argumentalmente distintas. Las rebeliones en palabras de Silva Herzog “casi
siempre tienen carácter reaccionario, de un caminar hacia atrás en contra de la
corriente del rio caudaloso de la historia”.6 Si bien esta definición quizá está
envuelta por las rebeliones suscitadas en el siglo XIX mexicano, y puede perder
3 SOMUANO Ventura, Ma. Fernanda, Movimientos sociales y partidos políticos en América Latina: una relación cambiante y compleja, p. 36.4 Ibid, p. 35.5 Ibid, p. 37.6 SILVA Herzog, Jesús, Trayectoria ideológica de la Revolución Mexicana y otros ensayos, p. 10.
4
objetividad ante la definición de la palabra, bien podemos entender que la rebelión
tiene un carácter de menor tamaño tanto en tiempo como en forma. Ahora bien el
concepto de “movimiento social” está sentenciado por su vacuidad gramática, sin
embargo podemos intentar catalogarla como un suceso que puede originarse en
distintos estamentos sociales pero que principalmente lo encontramos en una
clase media educada, debido al carácter no desesperado aún del suceso y a que
es precisamente esta clase la que tiene el tiempo y dinero para organizarse y
protestar, sin embargo todavía no transgrede al punto de convertirse en revolución
y de reflejarse en los opositores un atisbo de desesperación que termina por influir
en las clases bajas y llevarlos a un rincón en donde no tienen ya, nada que perder.
Quizá el factor común que podamos encontrar entre estos tres elementos,
revolución, rebelión y movimiento social, es la acción colectiva.
Teniendo entonces a lo anterior como una muy escueta maqueta de lo que
una revolución puede ser, habría que complementarlo con algunas características
y quizá ¿por qué no? Con algunos cuestionamientos más. Una revolución, es
importante señalar, buscará siempre el cambio, pero no solo un cambio superficial.
Una revolución trata de romper esquemas, trata en la medida que pueda, de
transgredir los límites impuestos, en los que ya no se siente cómodo y, trata
principalmente de romper paradigmas para lograr un cambio radical. Entre algunas
de las características que Tobler le adjudica a una revolución ya en temas
prácticos está la que concierne a un ámbito político, es decir, el cambio en las
estructuras institucionales y políticas que una revolución debe arrastrar, un plan
práctico metodológico para un cambio cultural, social e institucional con el cual
enfrentar el futuro. También, menciona, deben estar presentes una alta
5
movilización de las masas, una concentración temporal de los procesos de
transformación, así como “el estallido de la violencia manifiesta”.
Revolución Mexicana. Habría que plantearnos en primer lugar de si
podemos encontrarnos en este caso con una revolución en sí. Resumiendo lo que
dice Tobler podríamos, en algunos de los aspectos que describen teóricamente a
una revolución, decir que si, efectivamente se podría catalogar a este movimiento
como una revolución, las grandes movilizaciones de gente, la violencia que se
vivió dentro de la década de 1910 a 1920, las profundas diferencias sociales, la
concentración de poder en un solo ámbito social, la crisis de un régimen dictatorial
y de largo alcance temporal, darían la razón a quien argumentara que a principios
del siglo XX México se encuentra ante una revolución. Sin embargo hay factores
que ponen en duda lo ya antes expuesto, las consecuencias que este movimiento
dejó en el país, hace dudar de si esta ”revolución” trajo grandes cambios
estructurales a la sociedad mexicana en un sentido tanto institucional como social
y cultural, principalmente como un tema de primordial importancia, en el aspecto
agrario. Estos cambios no los podemos palpar hasta por lo menos 30 años
después de la “construcción” de una constitución que vendría a, en la historia
oficial, poner fin al movimiento revolucionario. Y habría, además, que poner
también en duda qué tan fuerte, profundo y radicalmente diferente del sistema
prerrevolucionario fue el cambio por lo menos a nivel agrario en el régimen del
General Lázaro Cárdenas.
Ahora bien, aterrizando ya lo conceptualmente propuesto aquí en líneas
previas, ante mi percepción este movimiento cuenta con las características
6
suficientes en su estructura para catalogarse como una revolución. Es cierto, el
cambio que aportó en muchos niveles de la sociedad está en duda, pero tengo
claro que marcó con un antes y un después en la historia y en un plano también
historiográfico la temporalidad de la nación mexicana e incluso trasladada también
a niveles latinoamericanos. Es así que dentro de una revolución podemos
encontrar elementos ideológicos que guíen los pasos de la lucha, pueden
encontrarse una o más líneas ideológicas, así pues es menester identificarlas y
saber separarlas para conocer las bases bajo las que se fundamenta el
movimiento. Es por eso que acorde con lo planteado en la introducción, analizaré
las propuestas ideológicas de esta revolución, enfocada primordialmente en el
magonismo, su anarcocomunismo y la influencia que el PLM vertió sobre el
movimiento revolucionario.
Magonismo, ¿Precursores de la Revolución?
En el último cuarto del siglo XIX se gestó una propuesta ideológica que para
la primera década del siglo XX iba a convertirse en un movimiento de oposición al
sistema gubernamental-dictatorial que se cernía sobre la nación mexicana. Pero
¿En dónde surgió esta corriente?, ¿Cuáles fueron sus influencias? ¿Cómo fue su
evolución? ¿A qué responde su nacimiento? Preguntas que habrá que abordarse
a partir del origen.
Ricardo Flores Magón nació en Eloxochitlán, Oaxaca en 1873. Se crió en una
familia humilde con su hermano Jesús Flores Magón, su padre Teodoro Flores y
su madre Margarita Magón. Cursó sus estudios primarios en la Ciudad de México,
ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria y para 1893 ingresó a la Escuela de
7
Jurisprudencia en la carrera de abogado, la cual no concluyó. Fue entonces, para
este año, que la carrera de periodista de Ricardo Flores Magón dio inicio. Participó
en la edición del periódico El demócrata junto con su hermano Jesús.7 Un
periódico de tendencia opositora al régimen porfiriano y que se convertirían en los
primeros pasos de la corriente magonista que más tarde se desarrollaría como la
ideología más radical de la revolución.
Ahora bien, teniendo una muy breve idea del origen de Ricardo Flores
Magón, habría que comprender entonces su contexto histórico. Los Flores Magón
se criaron en una época en donde las heridas y los triunfos de la guerra de
reforma inundaban aún el aire político del país. La constitución del 57´, la defensa
contra la intervención francesa y los ideales anticlericales de los últimos liberales
del siglo XIX influenciaron de forma contundente la línea radical de pensamiento
de Ricardo y Jesús Flores Magón. Es así que busco abordar la corriente
magonista en tres etapas; la primera que aborda su origen, sus primero pasos así
como sus primeras influencias, y que comienza en el año de 1893 con la primera
participación de los Flores Magón en un periódico opositor y concluye en 1906 con
la creación del Partido Liberal Mexicano. La segunda comienza entonces con la
gestación del PLM y más tarde con la anarquización del movimiento y el inicio de
tendencias mucho más radicales que finalmente definirían el destino del
magonismo como corriente revolucionaria. Así la tercera etapa, propongo, se
desarrolla a partir de 1911 con la rebelión en Baja California y el inicio del
magonismo en la revolución, y sin explorar a fondo esta última etapa entonces la
7 Biografía Enrique Flores Magón, consultado en: http://www.bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=148:ricardo-flores-magon-1873-1922&catid=85:biografias-revolucion&Itemid=34
8
consumaría con el encarcelamiento de Ricardo Flores Magón en 1918 al emitir el
último manifiesto magonista. Si bien esta clasificación puede parecer arbitraria, y
quizá lo es, es de ayuda en el propósito de entender el magonismo y su evolución
de una forma tal vez no tan profunda pero si más estructurada.
Regeneración. Habiendo conocido el origen de los Magón, habría que
profundizar en la primera etapa clasificatoria que previamente esgrimí. Para 1900
Ricardo y Jesús Flores Magón fundan el periódico Regeneración, medio de
comunicación que se convertiría más tarde en la principal herramienta, en un
principio de la corriente magonista, y después del PLM en general. El primer
ejemplar se publicó el 7 de agosto de 1900 con el título Regeneración
PERIÓDICO JURÍDICO INDEPENDIENTE, con el nombre de los directores; Lic.
Jesús Flores Magón – Lic. Antonio Horcasitas – Ricardo Flores Magón, y el lema,
al lado derecho superior, “Cuando la República pronuncie su voz soberana, será
forzoso someterse ó dimitir. -Gambrita-“8. Una de las primeras líneas con las que
se presentaba este periódico era su justificación y su posición ante la injusticia
social que vivía el país:
Nosotros no tenemos la pretensión de constituir una falange; pero nuestro vigor juvenil, y nuestro patriotismo, nos indúcen á buscar un remedio, y al efecto, señalar, denunciar todos aquellos actos de los funcionarios judiciales que no se acomoden á los preceptos de la ley
escrita, para que la vergüenza pública haga con ellos la justicia que se merecen.9
Fue así que con la aparición de este periódico comenzó oficialmente la
corriente magonista, y comenzaron también las persecuciones a los editores del
semanario. Regeneración se iba a convertir en la fuente de comunicación que
8 Compilación digital del semanario Regeneración, consultado en: http://www.archivomagon.net/Periodico/Regeneracion/PrimeraEpoca/PDF/e1n1.pdf, p. 1.9 Ibid, p. 1.
9
alimentaría al movimiento durante los primeros años del siglo XX. Se enfocaría en
dar a conocer todas las injusticias sociales de las que fuera capaz. Instaba a sus
lectores a participar dentro de las denuncias, y en sus páginas podíamos
encontrar todo tipo de casos, juicios, ensayos, avisos del movimiento y
ridiculización del gobierno de Díaz.
Las publicaciones del periódico a causa de las persecuciones del gobierno
federal, se vieron interrumpidas y tuvieron que aparecer por vía clandestina.
Para la divulgación efectiva del periódico fue necesaria la creación de una red clandestina de individuos y grupos reducidos, encargados de distribuir Regeneración, así como
panfletos y otros materiales de propaganda entre la población mexicana en Estados Unidos y México.10
Esto mismo, así como los ideales que iban penetrando en la ideología magonista,
llevaron a muchos de sus seguidores y contribuyentes a emigrar a los Estados
Unidos.
PLM. Iba a ser entonces en St. Louis Missouri donde se bautizaría como
“Partido Liberal” al PLM, en nombre de los reformistas del siglo XIX que tanto
influenciaron el movimiento. Había un constante movimiento de los actores del
PLM entre México y Estados Unidos considerando, en algún momento, Nueva
York, y hasta Montreal como posibles plataformas para sus actividades.11 Existía
la creencia en el magonismo que las desigualdades en el país estaban
íntimamente ligadas a todo el contexto cultural, social y político de los Estados
Unidos, por ende para consumar un cambio en el país, había que actuar de forma
transnacional.
10 GÓMEZ Quiñonez, Juan, Sin frontera, sin cuartel. Los anarcocomunistas del PLM 1900-1930, p. 173.11 Ibid, p. 168.
10
Había, en la mayoría de los activistas del PLM una base positivista con la que
conjuntaban sus teorías e ideologías en base al socialismo científico y al marco
teórico del materialismo histórico de Marx y Engels. Así los primeros pasos del
PLM se dieron sobre una base de liberalismo democrático y con objetivos
demócratas republicanos.
La lucha anticlerical se haría presente ya con el partido liberal como medio e
impulsor de la misma dado las ideas que tanto el partido como sus directores y
afiliados tenían, “El PLM consideraba que la iglesia católica es una fuerza
particularmente perniciosa y reaccionaria.”12
El 15 de febrero de 1906 se publicó en Regeneración una convocatoria a los
liberales mexicanos para aportar ideas en pos de la construcción del programa del
Partido Liberal Mexicano,
La junta Organizadora está preparando para publicarla en el próximo número de REGENERACIÓN, una Convocatoria que dirige á todos los liberales mexicanos,
pidiéndoles ideas y opiniones para formar el programa del Partido Liberal Mexicano.13
Fue así que el partido se reorganizó, y en palabras expuestas ahí mismo, la
sociedad se empañaría en “una lucha general y decisiva que tendrá
irremisiblemente que resolverse en la caída del despotismo y en la implantación
de un Gobierno popular”.14
El programa apelaba a una reorganización política como no se había
planteado hasta ese momento y entre sus demandas democráticas se
encontraban; la jornada laboral de ocho horas, prohibición del trabajo infantil,
12 Ibid, p. 169.13 Compilación digital del semanario Regeneración, consultado en: http://www.archivomagon.net/Periodico/Regeneracion/TerceraEpoca/PDF/e3n2.pdf, p. 4.14 Ibid, p. 4.
11
salario mínimo, la abolición de multas y deducciones de los salarios,
compensación por accidentes laborales, la educación de todos los niños hasta los
14 años de edad, la abolición de la pena de muerte (excepto para los traidores de
la patria) y la abolición del servicio militar obligatorio, entre otras muchas más. 15 Es
importante señalar que el programa del PLM se convertiría más tarde en una de
las bases de la constitución del 17´ intentando impregnar en dicho documento
motivos revolucionarios que finalmente, en su mayoría, terminarían por accionarse
en la realidad hasta varios años después con el General Lázaro Cárdenas.
Anarquismo. Sabemos, ya que se ha mencionado en numerosas
ocasiones en el presente trabajo, que los liberales del siglo XIX fueron una gran
influencia para el magonismo, sin embargo el PLM recién creado, buscó una
fuente de alimento ideológico mucho más compleja, y la encontró en los textos de
los pensadores, políticos y filósofos rusos, principalmente en Kropotkin con “La
conquista del pan” y “La ayuda mutua”. Estos pensadores iban a disparar el
pensamiento radical magonista a otro nuevo y más alto nivel. Su objetivo ahora
era erradicar de México al sistema capitalista, para después “saltarse las bardas” y
comenzar un movimiento anárquico a nivel mundial.
Estos ideales están firmemente presentes en una carta que Ricardo Flores
Magón escribe, desde la cárcel, a su hermano Jesús y a su íntimo amigo Práxedis
G. Guerrero, el 13 de junio de 1908. En ella podemos ver a un Ricardo Flores
Magón bastante afectado físicamente por las condiciones carcelarias en las que
se encuentra, como el mismo lo dice,
15 Programa del Partido Liberal y Manifiesto a la Nación, consultado en: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/programa/44.html
12
No ceso de toser, me duele la espalda y me siento mal, muy mal. Lo que me sostiene es que no me abato. El frio que continuamente hay en esta cárcel me está agravando. Pesaba yo
doscientas dieciocho libras y hoy solo peso ciento sesenta y ocho.16
Sin embargo lo encontramos también con un gran espíritu revolucionario,
mencionando en numerosas ocasiones la esperanza, en él segura, de que la
revolución estaba por aparecer. La carta está dirigida con el fin de pedir la opinión
a los receptores de la misma, acerca de la organización que se debe implementar
al momento del estallido de la revolución, cómo se debe actuar para tomar las
haciendas y repartir los bienes equitativamente, para esto, Ricardo, debía
organizar a los activistas del PLM mediante la comunicación con los miembros del
partido más cercanos a él. Insta a estos dos a fraguar relaciones internacionales,
pero no con los gobiernos, sino con los grupos anarquistas y obreros del mundo.17
Había en Magón un terrible miedo acerca de que saliera a la luz en ese momento
la naturaleza anárquica de sus actividades. Estaba consciente de que el apoyo de
la gente tuvo una evolución junto con ellos ya que si desde un principio hubieran
establecido al anarquismo como base ideológica, poca gente los habría seguido.
Ante esto, seguirían con el nombre de “liberales” mientras repartían propaganda
anarquista para colocarse, poco a poco, en el ideal de la gente. Expresaba en la
carta Ricardo Flores Magón que,
Solo los anarquistas van a saber que somos anarquistas, y les aconsejaremos que no nos llamen anarquistas para no atemorizar a tanto imbécil que en el fondo de la conciencia
abriga ideales como los nuestros, pero sin saber que son ideales anarquistas, pues están acostumbrados a oír hablar de los anarquistas en términos desfavorables. Más bien que
imbéciles son ignorantes. No hay que ser injustos.18
16 FLORES Magón, Enrique, Correspondencia 1 (1899-1918), p. 466.17 Ibid, p. 467.18 Ibid, p. 468.
13
Revolución y Magonismo
Finalmente, nos topamos con la Revolución, si bien el trabajo está
encaminado a conocer las influencias que el magonismo tuvo en los movimientos
revolucionarios, no ahondaré en la etapa de revolución y magonismo, debido a la
extensión del tema, y a la misma extensión que se encuentra atado este trabajo.
Sin embargo iré al punto medular de este estudio, ¿Es el magonismo un precursor
ideológico de la Revolución Mexicana? Ante el panorama que he planteado en las
líneas anteriores, hay ya un conocimiento de la naturaleza de esta corriente, de
sus impulsores y hay, también ya, el marco cognoscitivo para comprender a una
revolución y a las corrientes que pueden, o no, influenciar su desarrollo.
Para contestar a la pregunta, habría que adentrarse en el enfoque que los
magonistas le dieron a la revolución en un principio, al movimiento maderista,
desarrollándose así con el paso del tiempo en el huertista y el carrancista, para
consumarlo con la constitución del 17´ y el último manifiesto magonista de la
historia.
En la opinión de Juan Gómez Quiñonez, el magonismo resbaló con tres
enfoques erróneos que el movimiento hizo de la revolución; el primero lo
encontramos en la desestimación de las campañas de Francisco I. Madero en los
años de 1910 y 1911 que en términos electorales aplastaron al magonismo. El
movimiento maderista para esos años había tomado una fuerza poco comparable
con cualquier movimiento rebelde, en términos del número de seguidores que
Madero había logrado recabar a lo largo del país aunque primordialmente en el
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norte de éste. La radicalidad que el PLM enarbolaba chocaba con el ideal
maderista que en un principio idealizaba propuestas liberales democráticas y
principalmente agrarias, y que finalmente se redujeron a un gobierno tibio poco
radical y que nunca puso en práctica muchas de las reformas que tanto exponía.
Como ya desde antes en 1908 el propio Magón sabía,
Ustedes saben tan bien como yo que ninguna revolución logra hacer prevalecer después del triunfo y hacer prácticos los ideales que la inflamaron (…). Siempre ha sucedido lo mismo.
En todas partes se enarbola una bandera con reformas más o menos importantes; se agrupan alrededor de ellos los humildes; se lucha; se derrama más o menos abundantemente sangre, y si triunfa la revolución, se reúne un congreso encargado de reducir a leyes los ideales que hicieron tomar al pueblo las armas y batirse. (…) y en la lucha de todas esas tendencias las
aspiraciones de la revolución se marchitan.19
El segundo enfoque que alejó del éxito al magonismo fue, cómo el
movimiento sobredimensionó el alcance revolucionario de sus campañas militares
en Baja California en los mismos años de las campañas maderistas. Enfocaron a
estas campañas como el inicio y ejemplo de la revolución magonista que en sus
mentes habían imaginado, una revolución en donde se darían los primeros pasos
hacia una sociedad anarcocomunista, en donde la tierra se dividiría
comunalmente, los hacendados desaparecerían y los movimientos anarquistas
internacionales vendrían en su ayuda reconociéndolos como precursores del ideal
anarquista mundial.20
Finalmente el tercer enfoque magonista en los inicios de la Revolución al
que se refiere Quiñonez, se refiere a que se subvaloró el componente
revolucionario de populistas radicales como Villa y Zapata. De nuevo sus ideales
19 Ibid, pp. 462-463.20 Ibid, p. 469.
15
radicales no tuvieron respuesta en aquellos movimientos populares que
representaron a las clases bajas en la Revolución Mexicana.
Conclusión
Finalmente, y uniendo todos los cabos sueltos, me parece que toda revolución
cuenta con precursores ideológicos, la base de una revolución, está siempre en
los años previos a ésta, donde se conforman las ideologías y se gestan los
movimientos que al momento de estallar la guerra, lucharan por el cambio al que
tan desesperadamente necesiten.
Si bien puede argumentarse que la Revolución Mexicana careció de
ideologías teóricas que sustentaran el cambio paradigmático que normalmente se
espera en una revolución, está también el planteamiento que la Revolución
Mexicana es un caso sui generis. La lucha revolucionaria mexicana estuvo
envuelta dentro de diversos factores que en algunos casos podían apelar a la
ideología teórica.
El magonismo, dice Enrique Beas, no es un precursor de la revolución, dice,
que el magonismo “era total, radical, muy diferente por tanto a lo que se ha
llamado “revolución mexicana”, para Beas el magonismo no solo fue rival del
porfiriato si no que fue enemigo también del maderismo, el carrancismo y el
obregonismo.
Si bien Beas puede estar en lo cierto en algunos factores duros que todos
conocemos, estoy en desacuerdo en cuanto a su premisa principal, el magonismo
si fue precursor de la revolución mexicana, porque quiérase o no, para bien o para
mal, el movimiento mejor estructurado, más llamativo, a la vista del mundo por
16
Regeneración y más radical previo a la revolución, es el magonismo. ¿Quién nos
podría asegurar que sin la existencia del magonismo, tan diferente y opositor a los
movimientos populares revolucionarios de 1910 y 1911, se podrían haber gestado
estos movimientos como sucedió? El magonismo junto con otras líneas
ideológicas, sentaron las bases para conformar la oposición a un régimen que
hasta antes de ellos, no había conocido fuerza opositora real. Este tipo de
movimientos son base de las revoluciones y son el embrión de una rebelión que si,
como toda buena revolución, evolucionará en sus ideas, demandas y propuestas,
incluso cuando se trata de líneas ideológicas aparentemente no conectadas. La
masa inconforme necesita del primer chispazo para hacer explotar una lucha en
donde todos los elementos afectados busquen una voz que pide el cambio que por
tanto tiempo han estado deseando.
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Bibliografía
TOBLER Hans, Werner, La revolución mexicana: transformación social y cambio político, 1876-1940, Alianza, México, 1994.
SOMUANO Ventura, Ma. Fernanda, Movimientos sociales y partidos políticos en américa latina: una relación cambiante y compleja, Política y Cultura, primavera, número 027, UNIVERSIDAD Autónoma Metropolitana – Xochimilco, México, 2007.
SILVA Herzog, Jesús, Trayectoria ideológica de la Revolución Mexicana y otros ensayos, Fondo de Cultura Económico, México, 1984.
Biografía Enrique Flores Magón, Bicentenario, consultado el 06 de diciembre de 2010 en: http://www.bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=148:ricardo-flores-magon-1873-1922&catid=85:biografias-revolucion&Itemid=34
Compilación digital del semanario Regeneración, consultado el 2 de diciembre de 2010 en: http://www.archivomagon.net/Periodico/Periodicos.html
GÓMEZ Quiñonez, Juan, SIN FRONTERA, SIN CUARTEL. LOS ANARCOCOMUNISTAS DEL PLM, 1900-1930, Tzintzun. Revista de Estudios Históricos [En línea] 2008.
Programa del Partido Liberal y Manifiesto a la Nación, consultado el 7 de diciembre del 2010 en: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/programa/44.html
BARRERA B. Jacinto, CORRESPONDENCIA 1 (1899-1918), Ricardo Flores Magón, Compilación, prólogo y notas Jacinto Barrera B., Traducción de cartas en ingles Rodolfo Alcaraz, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 2000.
BEAS Enrique, El magonismo, Corriente Radical de La Revolución Mexicana.
18
Índice
Introducción ……………………………………………………………………………….............. 1
¿Qué es una revolución? ………………………………………………………………. 2 Revolución Mexicana ………………………………………………………………………………….. 6
Magonismo ¿Precursores de la revolución? …………………… 7
Regeneración ………………………………………………………………………………………………… 9 PLM ……………………………………………………………………………………………………………….. 10
Anarquismo ……………………………………………………………………………………………………. 12
Revolución y Magonismo ………………………………………………………………. 14
Conclusión ………………………………………………………………………………………………… 16
19