Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

7
Tierra de hombres Brasil La música reorganiza las costumbres brasileñas He comprendido a medida que cantaba, que se me quería bien, que querían que yo avanzase. He sabido que podía cambiar y respetar a los demás…

description

Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

Transcript of Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

Page 1: Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

Tierra de hombres Brasil

La música reorganiza las costumbres brasileñas

He comprendido a medida que cantaba, que se me quería bien, que querían que yo avanzase. He sabido que podía cambiar y respetar a los demás…

Page 2: Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

Gabriela tiene 13 años y como muchos niños y niñas brasileños, ha tenido que trabajar desde los 7 años. Esto parecerá anodino para algunos: Gabriela trabajaba con su mamá y vendía helados en la playa de Fortaleza, al norte de Brasil. Hay numerosos padres y madres que no se dan cuenta de los riesgos que rodean a un niño o niña solos en la calle en busca de dinero. Tráfico y consumo de drogas, venta de armas, prostitución…los reclutadores de pequeña mano de obra barata están a la caza constante. A causa de esto, el futuro, el bienestar y la supervivencia de estos niños/niñas está totalmente amenazado. No están solamente expuestos a los peligros de la calle sino también a graves traumas psicológicos y sociales.

Tierra de hombres (Tdh) abrió en 1984 un proyecto de protección de niños y niñas trabajadores en Brasil. Durante 20 años, los educadores han escrutado los barrios y las playas de Ceara, Estado en el cual se sitúa Fortaleza. Su misión era la de prevenir a los niños de los riesgos de la calle y les proponían integrarse en un centro de reinserción: para hacer actividades lúdicas, ir a la escuela y preparar su futuro.

Desde hace algunos años, Tdh ha delegado este centro a los educadores locales a lo que la Fundación ha formado para defender y aplicar los derechos de la infancia. La asociación se llama Curumins (niño en lengua india) para la cual Tdh es siempre un colaborador activo. Por ello, a fin de extender su trabajo, la Fundación creó en 2001 una red de instituciones (escuelas, ayuntamiento, centros de formación, de cuidados…) para esta forma de protección y ayuda a las familias y a sus niños y niñas.

Sobre las tablas

Después de haber trabajado en la calle durante 4 años, Gabriela tiene la suerte de haber sido acogida desde hace 2 años en el centro. Todavía actualmente, se beneficia de un apoyo psicológico y social y ha encontrado un entorno sano, estructurado y amigable: “Siempre he soñado con ser bailarina clásica. Antes no podía incluso ni ir al colegio, debía trabajar. Yo era agresiva, porque no sabía que los niños tenían derechos, como muchas personas en Brasil. Actualmente canto y bailo con los niños y niñas del Centro y voy a poder inscribirme en una escuela profesional de danza. Ahora siento que lucho por mis derechos y por los de todos los niños.”

Tierra de hombres ha puesto aquí en marcha una intervención psicosocial: un apoyo que trata sobre el bienestar de la infancia, reforzando su entorno social. No se trata de un tratamiento, sino más bien de un acompañamiento, para que el niño/niña retome su sitio en su familia y en su sociedad. Desde su llegada se les propone toda una serie de actividades lúdicas (teatro, deporte, música), pues es preciso considerar que estos niños están en la calle desde hace meses, incluso años; y algunos desde su más tierna infancia.

Cuando llegan al centro, febriles y rebeldes, la manera más accesible para ellos de explicar su cólera y su angustia es pasar por estas actividades, que concentran su atención lejos de sus problemas, les permite liberarse y tejer lazos con otros niños y niñas.

Page 3: Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

Luchar por ser libres

Cosmo, 13 años, ha escogido ser miembro de la Banda de Lata, grupo de percusión del Centro. Abandonado por su padre él ha querido seguir el mismo camino e intenta desenvolverse solo, sin su madre, desprovisto de todo. “Mendigaba o vendía objetos que había comprado a los comerciantes. No me gustaba la gente, ni mi familia, ni mi persona. Yo creía que estaba bien trabajar en la calle. Pero cuando he visto las actividades del centro y cuando me han explicado los derechos de los niños me he dado cuenta que ahora estoy mejor. Es mejor hacer música que estar en la calle: me siento libre”, declara Cosmo.

La Banda de Lata es muy respetada en la región y permite a los niños explicarse ante su sociedad. Así hacen sitio en su corazón para un cambio largo y duradero. Después de haber escogido entrar en el Centro, escoge formar parte del grupo musical. Desde ahora, Cosmo se ve productivo ante la comunidad y pone a prueba sus competencias y su ciudadanía.

La música y los cantos proclaman el bienestar del niño e informan a las familias con mensajes fuertes, accesibles y adaptados sobre la violencia que pueden encontrar sus niños en la calle o en su hogar.

Page 4: Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

Durante estas representaciones, y gracias al trabajo de los educadores, las comunidades toman conciencia de toda la red, que se ha puesto en marcha para ayudarles a asegurar la vida y el futuro de sus hijos. En contacto con los servicios apropiados, las familias son ayudadas y aconsejadas para encontrar un trabajo, responsabilidades y valores que no pueden ya asumir a causa de múltiples problemas engendrados por la pobreza.

Un estado de esperanza

Desde hace algunos años, el Gobierno brasileño se aplica en enderezar la situación del país y de sus habitantes, a través de programas de apoyo o de redes como las de Tdh. Pero a pesar de estas novedosas resoluciones que han permitido reducir a la mitad el número de niños y niñas obligados a trabajar e inscribirlos en la escuela, los niños/as que todavía se ven obligados a trabajar y no van a la escuela son 1,7 millones en Brasil.Las condiciones de pobreza son siempre intolerables: en Fortaleza, la concentración de familias pobres en las periferias de las ciudades no deja de aumentar. Actualmente las cifras oficiales estiman que hay 622 favelas situadas en la ciudad (unas 700.000 personas).

Cada año, en todo el país, el trabajo de Tdh permite tomar a su cargo a decenas de miles de niños/as y protegerles en los centros recreativos y educativos. La música y la danza son una cultura notable en este país y son vitales para estos niños/as, pues son las primeras notas de una expansión construida en armonía con el mundo que les rodea.

Page 5: Tierra de hombres Brasil - La música reorganiza las costumbre brasileñas

Tanto como actores o como oyentes, la música no hace más que suavizar las costumbres, aquí como en otros lados, pero es muy capaz de mejorarlas

La alegría en el aire: jugar, leer, bailar y liberarse en un espacio protegido. Un paso más hacia la reinserción social