Testimonio de la semana santa

4
SEMANA SANTA ADELANTADA EN LA CARCEL DE PIEDRAS GORDAS – LIMA Centro Penitenciario Ancón II (Piedras Gordas) Lima. Perú “Mi vida ha sido toda una cruz marcada por los delitos y errores que he ido cometiendo. Desde que me detuvieron en el aeropuerto de Lima, comenzó para mí y para mi familia, un verdadero calvario. Les confieso que no me ha costado mucho cargar con esta pesada cruz por los pabellones de la cárcel. Más me pesa la cruz de mi vida golpeada y rota. Pero gracias a los voluntarios de la Familia Trinitaria y de la Pastoral de la Esperanza, he encontrado a Cristo aquí en la cárcel. Ahora comprendo que con Cristo crucificado y

Transcript of Testimonio de la semana santa

SEMANA SANTA ADELANTADA EN LA CARCEL DE PIEDRAS GORDAS – LIMA

Centro Penitenciario Ancón II (Piedras Gordas) Lima. Perú

“Mi vida ha sido toda una cruz marcada por los delitos y errores que he ido cometiendo. Desde que me detuvieron en el aeropuerto de Lima, comenzó para mí y para mi familia, un verdadero calvario. Les confieso que no me ha costado mucho cargar con esta pesada cruz por los pabellones de la cárcel. Más me pesa la cruz de mi vida golpeada y rota. Pero gracias a los voluntarios de la Familia Trinitaria y de la Pastoral de la Esperanza, he encontrado a Cristo aquí en la cárcel. Ahora comprendo que con Cristo crucificado y resucitado, yo puedo resucitar a una nueva vida sin drogas y sin delitos” (Un interno de Piedras Gordas. Lima (Perú).

La Iglesia en la prisión de Piedras Gordas de Lima

La semana santa la hemos adelantado por motivos pastorales una semana aquí en Lima en la cárcel de “Piedras Gordas”. Así el pasado jueves día 29 de marzo, 40 laicos, 2 religiosas y 2 sacerdotes trinitarios, nos hacíamos presente en la cárcel de Piedras Gordas de Lima para celebrar la misa del jueves santo y el vía crucis.

Todo comenzó a las 5,30 de la tarde en el patio central de la prisión junto a más de un centenar de internos en representación de los más de 1.700 presos que viven en este penal. La mayor parte eran extranjeros y sobre todo españoles que llegaron a esta cárcel por transportar drogas. La misa y el vía crucis fueron coordinados por los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria de la diócesis de Carabayllo, Pastoral de la Esperanza del Callao y Familia Trinitaria. Las moniciones y lecturas fueron preparadas por los hermanos de la Pastoral de la Esperanza. Los cantos fueron animados por el coro de Caminos Trinitarios. Peticiones y reflexiones por los hermanos de Carabayllo.

El momento emotivo de la misa, estuvo en el gesto del lavatorio de los pies. Como otro Pedro, un joven interno, me miró y me dijo: “Padrecito yo no soy digno de que usted me lave los pies, yo he hecho mucho mal y Dios no me puede perdonar”. Simplemente le mire, le sonreí y le dije: “Ya Dios te ha perdonado y por eso hoy Él quiere lavar no solo tu pie sino tu alma para que salgas limpio y sin pecado de la cárcel”.

Tras la participada y sentida misa de jueves santo adelantado, un joven madrileño con sus pies descalzos, pelo largo y con túnica blanca, agarró el pesado tronco de la cruz. Por lo estrechos pasadizos de paredes de cemento y cerco de púas, todos seguimos al joven encarcelado con su cruz a cuestas. En la puerta de cada pabellón, los internos habían preparado un altar con su correspondiente estación de vía crucis, velas, flores y agua bendita. La noche se echó encima y con velas en la mano alumbrando la oscuridad, presos y

voluntarios de la pastoral penitenciaria se unieron para cantar, rezar y acompañar al Cristo preso y encarcelado hoy en las cárceles.

Después de más de tres horas de un largo recorrido por todos los pabellones del penal de “Piedras Gordas”, llegamos al salón multiusos en donde el Director de la prisión, Cesar Bocanegra, hizo la reflexión de la última estación del Vía crucis: “Jesús es sepultado”. El Director reflexionó desde la cruda realidad en la que viven los presos en la cárcel, situación de tristeza, amargura y arrepentimiento por sus delitos y errores. “Hoy ustedes, voluntarios de la Pastoral Penitenciaria Católica, se han acercado a la cruz de estos hombres encarcelados que quieren cambiar y vivir una vida nueva. Gracias por su presencia de vida y esperanza ante nuestros hermanos encarcelados” – destacó el director del penal.

Se necesitan cirineos y verónicas en las cárceles

Finalmente algunos de los voluntarios que habían entrado por primera vez en la prisión como Hugo Peña, señaló: “He trabajo durante muchos años con los matrimonio y familias, pero nunca había entrado en una cárcel. Hoy he descubierto que Cristo está sufriendo y cargando con su cruz aquí en la prisión. Conversando con algunos de los presos en el camino del vía crucis, me he dado cuenta de la gran necesidad de apoyo de su propia familia que necesitan los encarcelados. Por ello, me comprometo junto a nuestra Comunidad “Fe y Vida” de la parroquia Santísima Trinidad a apoyar el pilar de la familia de los presos. Volveremos a “Piedras Gordas” para ser “Cireneos y verónicas en el camino de fe y liberación de estos hermanos encarcelados”.

A las diez de la noche, salíamos todos, felices, contentos y llenos de Dios, del penal de “Piedras Gordas”. Dios se había anonado y hecho prisionero en cada uno de estos jóvenes y hombres encarcelados. Con ellos, habíamos compartido la última cena de Jesús y el camino de la cruz.

¡Gracias Jesús cautivo y encarcelado en todas las prisiones del mundo!. Tú nos has mostrado en esta tarde y en esta noche el camino de luz y libertad que buscan todos los presos.

Ángel García Rodríguez. Asesor de la Pastoral Penitenciaria Trinitaria de Lima. Perú