Tesina Rosa Venturini

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TERAPIA GESTALT:

UN ENFOQUE EXISTENCIAL-FENOMENOLGICO

PARA UNA RELACIN DIALOGAL

Tesina de Rosa Venturini dirigida por Carmen Vzquez Bandn del Centro de Terapia y Psicologa de Madrid.

Presentada a la Asociacin Espaola de Terapia Gestalt en las XVII Jornadas Nacionales de la A.E.T.G.

abril-mayo, 2003

Linfinito Sempre caro mi fu questermo colle, E questa siepe, che da tanta parte Dellultimo orizzonte il guardo esclude. Ma sedendo e mirando, interminati Spazi di l da quella, e sovrumani Silenzi, e profondissima quiete Io nel pensier mi fingo; ove per poco Il cor non si spaura: E come il vento Odo stormir tra queste piante, io quello Infinito silenzio a questa voce Vo comparando: e mi sovvien leterno, E le morte stagioni, e la presente E viva, e il suon di lei. Cos tra questa Immensit sannega il pensier mio: E il naufragar m dolce in questo mare.(Giacomo Leopardi)

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Quiero dedicar esta tesina a las personas que me han querido y me quieren por mi ser, que han credo y creen en m, que me han apoyado y me apoyan en mi bsqueda a lo largo de mi vida y ahora, ofrecindome as la oportunidad de que este trabajo sea la suma de varios kairs, de varios tiempos vvidos, de tiempos favorables, y de momentos decisivos. Para Angelina, Maria, Angiola, Nena, Eliseo, Carmen, Mara Luisa y mi hijo Alessandro. Rosa

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Motivacin Personal.No dejaremos nunca de explorar, y el fin de toda nuestra exploracin ser volver al punto de partida y conocerlo por primera vez (T.S. Eliot)

Para profundizar en mi conocimiento, comprensin y asimilacin de la Terapia Gestalt, he sentido la necesidad de un contacto, un estudio y un anlisis de las Fuentes, de las Races y del contexto filosfico-cultural en los cuales se gest y elabor este modelo de psicoterapia. Esta tesina responde, junto al deseo de pertenecer a la Asociacin Espaola de Terapia Gestalt (AETG) en calidad de miembro titular, a la necesidad de conocer los orgenes de la Terapia Gestalt, porque entiendo que investigar y contar sus orgenes es una forma de narrar su identidad y la ma y al mismo tiempo perfilar sus posibilidades y las mas.

En la bsqueda de mi misma, de mis seas de identidad, en el esfuerzo de comprender mis conflictos, mis contradicciones, mis fuerzas, mis miedos, en definitiva, en el intento de conocerme, de saber quin soy y cmo me relaciono con los dems me encontr con la Terapia Gestalt.

Este encuentro ha sido para m fundamental, para, en primer lugar conocer y entender algunas claves de mi propio ser y en segundo lugar porque me est permitiendo profundizar, ampliar, desarrollar el conocimiento de la Terapia Gestalt.

Poco a poco, gradualmente, casi sin advertirlo tres elementos, tres ejes de la Terapia Gestalt estn acompandome en el proceso de bsqueda

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personal en el que me encuentro inmersa: el existencialismo, la fenomenologa y la relacin dialogal.

Los podra enunciar de la siguiente forma: Existo, luego soy Tengo consciencia, luego soy Interacto, me relaciono y dialogo, luego soy

casi parafraseando el postulado cartesiano, segn el cual, sin embargo dichos enunciados son modificados y en parte, se niegan.

Sobre estos tres ejes o principios quiero desarrollar esta tesina, ya que me reconozco en ellos, y aunque hayan negado, contradicho o modificado, o quizs precisamente por ello, ideas filosficas, psicolgicas o pedaggicas, que haban influido en mi pasado, creo honestamente que son esenciales para descubrir la realidad de m misma, de nosotros mismos, y de mi quehacer profesional.

Quiero abordar el estudio del contexto filosfico-cultural en el cual naci la Terapia Gestalt, y para ello voy a considerar la filosofa existencial y la filosofa fenomenolgica; entiendo que las dos surgieron como consecuencia de la crisis de las ciencias europeas. No entendida como crisis de la cientificidad sino como prdida de los contactos con la dimensin de las necesidades, de las emociones y de las finalidades del hombre, porque se haba olvidado que el origen, el significado de todas las actividades humanas es el hombre mismo.

El libro que elijo como marco de referencia, el que considero la obra bsica y fundacional, que recoge los principios tericos y aplicativos de la Terapia Gestalt es: Terapia Gestalt: Excitacin y crecimiento de la personalidad

humana, de F. Perls, P. Goodman y R. Hefferline, recientemente traducido alespaol por Carmen Vzquez Bandn y publicado en la Coleccin Los Libros del

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CTP 1. Este es el libro de las controversias y de las discordias, el ms discutido yel que ms expresa las distintas contraposiciones.

En la Introduccin del PHG los autores escriben: Tenamos un objetivo

comn: desarrollar una teora y un mtodo que ampliara los lmites y la aplicacin de la psicoterapia. Nuestras diferencias eran numerosas, pero en lugar de callarlas educadamente, las hemos planteado y a menudo, hemos llegado a soluciones que ninguno de nosotros , por s mismos, hubiera podido concluir 2. Y ms adelante en la misma Introduccin afirman: Es por lo que pensamos que habiendo asimilado todo lo que las ciencias psicolgicas de nuestra poca pueden ofrecer de vlido, estamos ahora en condiciones de poner las bases de una psicoterapia coherente y prctica. () No hemos tragado en bloque las disciplinas mencionadas ms arriba para hacer una sntesis artificial. Las hemos examinado con una mente crtica y las hemos organizado en una nueva totalidad, en una teora comprensible 3.La Terapia Gestalt surgi por lo tanto, como afirman los mismos autores, de la integracin de distintas disciplinas, donde los diversos enfoques de pensamiento y de psicoterapia confluyeron y se integraron para su elaboracin.

En esta tesina quiero abordar dos de los enfoques tericos-filosficos que constituyen una parte del background, del humus cultural de la Terapia Gestalt: enfoque existencial enfoque fenomenolgico

y un tercer enfoque, el relacional dialogal, que considero es fruto del legado de la filosofa de la relacin de M. Buber, estudio, de la profundizacin de la parte terica del PHG y de su desarrollo en la prctica clnica por parte del grupo que fund el Instituto Gestalt de Nueva York.1 PERLS, F.S., HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Terapia Gestalt: Excitacin y crecimiento de la personalidad humana, Ed. Sociedad de Cultura Valle-Incln, Coleccin Los Libros del CTP, Ferrol/Madrid, 2002. A partir de este momento, PHG ser el modo de referirme a esta obra. Los nmeros que sigan a estas siglas, sern los del volumen en romanos y los del captulo y el apartado en arbigos. 2 PHG, Introduccin, pg. xxxix 3 PHG, Introduccin , pg. xl y xli

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Algunos conceptos bsicos del existencialismo, de la fenomenologa y de la filosofa de la relacin de M. Buber adquieren formas teraputicas, se plasman, se materializan de forma irremediable e inevitable en la relacin dialogal.

Por lo tanto, podemos decir que la relacin dialogal tiene una potencialidad tal que desarrolla aspectos fundamentales del existencialismo, de la fenomenologa y de la filosofa de la relacin.

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IntroduccinLa Terapia Gestalt es una psicoterapia existencial

basada en la fenomenologa... (Erving y Miriam Polster)

Esta tesina la voy a desarrollar en tres planos argumentales. Uno de ellos propiamente terico, otro basado en mi propia experiencia vital, y el tercero con algn fragmento de sesiones de terapia, como una manera de ejemplificar las conexiones que dicha experiencia tiene con algunos de los aspectos tericos y su puesta en prctica con la Terapia Gestalt.

En la primera parte voy a analizar sobretodo dos caractersticas de la Terapia Gestalt: existencial y fenomenolgica.

La Terapia Gestalt conlleva:

a. una actitud existencial hacia la relacin socio-cultural, animal y fsica del organismo que vive en un constante proceso de contacto con su entorno, formando un campo con l; b. una actitud fenomenolgica hacia la consciencia, hacia el Darse Cuenta, que es una forma de vivenciar que tiene la persona concebida como un todo, como un ser con corazn, cuerpo y mente.

Opino que estas dos actitudes son la integracin y el desarrollo en el sistema terico de la Terapia Gestalt de conceptos fundamentales y centrales de dos sistemas filosficos, el existencial y el fenomenolgico, que aparecieron en Europa despus de la II Guerra Mundial.

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Todos los terapeutas gestlticos

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que se formaron o conocieron a Laura

Perls coinciden en que cuando alguien le preguntaba: Qu es la Terapia

Gestalt?, ella responda: La Terapia Gestalt es un enfoque existencialfenomenolgico, y por lo tanto, ha de ser experiencial y experimental.Como sabemos el matrimonio Perls era de origen alemn, haban nacido respectivamente, Fritz en Berln y Laura en Pforzheim: con lo que a decir de Laura Perls su formacin haba estado inmersa en el pensamiento filosfico existencialista y fenomenolgico 5.

Al terminar la II Guerra Mundial, en el mundo occidental hay una progresiva mutacin de los contextos de referencia: hay una problematizacin de todos los viejos valores y del sentido mismo de la vida, el hombre se vuelve a preguntar cul es su autntica naturaleza.

Las filosofas tradicionales consideran al hombre y a las cosas en abstracto, en cuanto esencias e ideas. Explican y analizan al hombre como un objeto natural igual a cualquier otro. El objetivo de la ciencia occidental es investigar las esencias y la naturaleza de las cosas y explicar sus funciones; en esta visin naturalista se incluye tambin al ser humano, ignorando as caractersticas del hombre como la consciencia de su existencia y su continua transformacin de un estado o situacin a otro.

El modo existencial consiste en ver al mundo desde el punto de vista de la existencia humana, puesto que la existencia humana es un hecho, sin el cual no existiran los dems hechos, es algo indudable. Es innegable la experiencia de la existencia.

Entre otros: BLOOM, D., Conferencia Plenaria: Una vista desde la lnea del cielo de Manhattan, VIII Congreso Internacional de Terapia Gestalt, Npoles, 2002; FRANK, R., Conversacin personal con Ruella Frank; ROSENFELD, E.,: Historia oral de la terapia Gestalt, I Conversacin con Laura Perls, documento n. 135 del CTP. 5 Citado por YONTEF, G.,: Proceso y Dilogo en Psicoterapia Gestalt, Ed. Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 1995, p. 128

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J.P. Sartre dice: el hombre existe, ese es el nico hecho con el que hay

que contarEste es el tema primario del existencialismo.

La idea que el hombre pueda o deba tener de s mismo, depende de esa existencia, de su existencia.

En el hombre, la existencia precede la esencia. La naturaleza del hombre no determina lo que debe ser su existencia. Es justo al revs: la sucesin de actos que forman la existencia de cada hombre define lo que cada

hombre es, sin relacionarse con una esencia eterna de humanidad que no existe.El hombre es lo que hace de s mismo y esto significa que cada

hombre tiene que dar sentido a su ser hombre. Por lo tanto es evidente yclaro que: lo nico importante es existir.

Qu significa existir? La palabra viene de ex-sistere; significa: salir-de, estar-fuera-de, propio de una persona en situacin de llegar-a-ser, el hombreque-vaa-ser.

Existir significa estar en relacin con el mundo, con las cosas, con los otros hombres. Las formas en las cuales se lleva a cabo, las situaciones en las cuales toma forma slo se pueden analizar en trminos de posibilidades.

Este tipo de anlisis ha sido posible gracias a la fenomenologa de Husserl.

Como afirma M. Vincent Miller en la introduccin del PHG El movimiento

fenomenolgico en la filosofa, iniciado por Edmund Husserl en los primeros aos de este siglo, puede comprenderse mejor como intento de restablecer la10

unidad entre el sujeto y el objeto. La Fenomenologa es, sobre todo, un mtodo alternativo al mtodo cientfico dominante; ni afirma ni rechaza la existencia de un mundo fsico externo; simplemente insiste en que la investigacin filosfica empieza con el mundo en los nicos trminos en que podemos conocerlo (segn se presenta a la consciencia). Por eso la filosofa es el estudio de la estructura de la experiencia inmediata subjetiva 6.La premisa bsica del mtodo cientfico es: existe una serie de objetos en el mundo, con un conjunto de propiedades, que el hombre puede conocer mediante la investigacin objetiva. La posicin existencial-fenomenolgica no concibe al hombre como un sujeto que en circunstancias favorables puede percibir la realidad externa, sino como una consciencia que participa en la construccin de la realidad externa.

Heidegger se refiere al ser humano como Dasein. Da (ah) sein (ser) es el hombre que como objeto forma parte del mundo y al mismo tiempo lo constituye.

Dasein es al mismo tiempo el sujeto que otorga significados y el objeto

conocido 7En la segunda parte de la tesina abordar el enfoque relacional-dialogal, el de la filosofa de la relacin y el del encuentro existencial.

Como expuse anteriormente en la motivacin personal, este enfoque es para m, el desarrollo de conceptos bsicos del existencialismo, de la fenomenologa y de la filosofa de la relacin de M. Buber.

Para Heidegger, como he escrito, la existencia no es slo un estar en el mundo, un Dasein, sino tambin un estar-con-los-dems. As como no es

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PHG, Introduccin, pg. xxxvi YALOM, I.D., Psicoterapia Existencial, Ed. Herder, 1984 pg. 37

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dado antes que nada, y nunca es dado, un sujeto sin un mundo. De la misma manera nunca es dado, antes que nada, un yo aislado, sin los dems 8La existencia (el ser del Ser-ah) es, un ser-en-el-mundo y tambin un ser-con-los-dems (Mit-Dasein).

Otro autor, M. Buber, del cual expondr sus principales ideas sobre la filosofa de la relacin , expresa el proceso central de la relacin teraputica.

Cmo y dnde ocurre el encuentro entre el ser y el mundo, entre el ser y los dems?

La finalidad del proceso teraputico es el encuentro, el proceso de contacto, entre el terapeuta y el paciente; el terapeuta se ofrece como alguien real y presente, capaz de ver al paciente como la persona que est frente a l de manera real en ese presente.

El terapeuta intentar mostrar al paciente, en la interaccin con l, en ese aqu-y-ahora de la sesin, en ese presente y en esa realidad concreta en que se estn relacionando, cmo ste impide el encuentro.

De este encuentro terapeuta/paciente, ambos saldrn cambiados, cada uno ms plenamente yo para s mismo y ms plenamente t para el otro.

El encuentro es la nica experiencia real capaz de modificarnos, cada persona cambia como consecuencia de su interaccin con otra.

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HEIDEGGER, M., El ser y el tiempo, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1993

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Parte I

Un enfoque existencial-fenomenolgico

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Caminante no hay camino se hace camino al andar...(Antonio Machado)

Eliges lo que quieres ser, t eliges...(El gigante de hierro dibujos animados)

PremisaAl terminar la II Guerra Mundial el hombre del siglo XX afronta grandes dilemas; Europa y el mundo en general contemplan: una rpida industrializacin; el nacimiento de una filosofa econmica, social y poltica que subordina el hombre como individuo al bienestar del grupo, sociedad o Estado; una problematizacin de todos los viejos valores y del sentido mismo de la vida, el hombre se siente reducido al engranaje de un mecanismo en el cual l cuenta slo como parte de un todo; la prdida de la importancia del hombre como individuo, como identidad.

La visin naturalista del hombre explica y analiza al hombre como un objeto natural igual a cualquier otro. Objetivo de la ciencia occidental es investigar las esencias y la naturaleza de las cosas y explicar sus funciones eliminando e ignorando la subjetividad del hombre.

Esta visin no tiene en cuenta las caractersticas esenciales del hombre: el conocimiento de s mismo, la consciencia de su existencia; su continua transformacin de un estado o situacin a otro.

Dnde se pueden buscar otras bases para la naturaleza humana que tengan en cuenta estas caractersticas esenciales?

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Se pueden encontrar en la filosofa existencial.

Cmo se pueden investigar?

A travs del mtodo de la fenomenologa, esto es, a travs de la comprensin fenomenolgica.

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1. El planteamiento inicial del pensamiento existencialEl enfoque existencial es una forma de ver al mundo desde el punto de vista de la existencia humana. La experiencia de la existencia del hombre se sita en el centro y se opone al intento de explorar el mundo y las esencias prescindiendo de ella.

El hombre es la referencia, tal y como existe, con sus angustias, temores y esperanzas.

Esto significa plantearse los problemas desde el punto de vista de la existencia; la existencia humana afirma J.P. Sartre: es un hecho, es el nico

hecho con lo que hay que contar.Este es el tema primario del existencialismo.

La idea que el hombre pueda o deba tener de s, depende de esa existencia, de su existencia.

En el hombre, la existencia precede a la esencia.

Los otros seres obedecen a determinismos; as en la semilla pre-existe lo que har de ella, en determinadas condiciones de suelo y clima, un rbol de tal especie y tal altura. Todas las modificaciones posteriores bajo el efecto de las estaciones son previsibles, se producen segn ciertos mecanismos.

La naturaleza del hombre no determina la que debe ser su existencia.

Es justamente al revs: la sucesin de actos que forman la existencia de cada hombre define lo que cada hombre es, sin relacionarse con una

esencia eterna de humanidad, que no existe.

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El hombre es lo que hace de s mismo. La misma idea expresada por el poeta espaol Antonio Machado, cuando dice: caminante no hay camino; se

hace camino al andar. Esto significa que cada hombre tiene que dar sentido a su ser hombre.Por lo tanto parece evidente y claro que: lo nico importante es existir.

Qu significa existir?

La palabra viene de ex-sistere; significa: salir-de, estar-fuera-de, es propio de una persona en situacin de llegar-a-ser, el hombre-que-va-a-ser.

Tanto la idea de Machado, como el concepto de ex-sistere, han adquirido en los ltimos aos de mi vida un significado importante en mi camino vital, en tanto en cuanto, siento que me he ido haciendo y deshaciendo en la medida en que mi existir ha conformado la persona que actualmente soy y al mismo tiempo me ha alejado de los surcos que parecan determinar desde mi origen, lo que yo iba a ser. Todo esto se puede entender mejor si os cuento que yo nac y crec en un pequeo pueblo de la campia veronesa, en Italia, en un contexto socioeconmico-cultural muy determinado y muy alejado de mi entorno actual y en parte representado por las figuras-smbolo: el cura, el mdico y las maestras, Angelina y Mara, cuya influencia en m comentar ms adelante. Al contrario que las semillas de trigo que mi padre sembraba en los surcos de los campos de mi pueblo natal, S. Pietro in Cariano, y que no tienen posibilidad de brotar y crecer fuera de los mismos, yo, a travs de mi existir, he salido-fuera-de mis surcos familiares, sociales y culturales.

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Recorriendo mi existir, y la experiencia de mi existir, he ido paso a paso construyndome, y des-haciendo la realidad pre-determinada en la cual pareca que me iba a convertir. Durante los aos de mi infancia y mi adolescencia en S.Pietro in Cariano, yo exist y experiment mi existencia, sin intencionalidad consciente, pero con tal fuerza e intensidad que cada momento de existencia vivido, a veces con dolor, dej en m una marca vital que me fue diferenciando de lo que naturalmente debera haber llegado a ser. Durante aquellos aos la sucesin de experiencias, de existencias, fruto del encuentro entre mi inquietud, mi vitalidad, y las posibilidades que yo identificaba en mi entorno, fueron los pilares del puente vital que ahora estoy recorriendo.

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2. Caractersticas del Hombre segn el existencialismoDespus de haber ledo las referencias que le dedican a la filosofa existencial dos enciclopedias filosficas contemporneas,9

me he percatado de

que los existencialistas tienen en comn unos presupuestos y no unas conclusiones, a menudo muy distintas.

En este apartado voy a describir las caractersticas del hombre, la zona comn, en las cuales los filsofos y los escritores existencialistas estn de acuerdo.

a) El ser humano, es superior a la suma de sus partes. En el existencialismo hay muchos conceptos que se expresan con varias palabras unidas con guiones. Llegar-a-ser, el hombre-que-va-a-ser, ser-en-el-mundo; la finalidad de estos guiones es representar conceptos de unidades, de relacin, de interaccin. No hay sentido en la conducta, excepto con referencia a los acontecimientos hacia los que sta est dirigida. Por lo tanto no se puede separar al hombre de su circunstancia. Es la famosa frase de Ortega y Gasset: Yo soy yo y mi circunstancia. El hombre y su medio ambiente son una sola cosa.

b) El hombre siempre existe en un contexto. Su sensacin de ser una entidad viva, en crecimiento, o sea existente, es el resultado de sus relaciones con los objetos y con los otros seres humanos.

c) Su conducta ocurre y cambia continuamente, est en interaccin con los acontecimientos del medio. d) El hombre es consciente que esta interaccin le proporciona el conocimiento de su identidad. Gracias a este conocimiento es capaz de elegir qu y cmo responder al ambiente.9

FERRATER MORA, J, Diccionario de Filosofa y ABBAGNANO, N. Dizionario di Filosofia

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e) El hombre responde de mltiples formas al mundo, a los otros hombres, a s mismo. En estas respuestas se expresa a s mismo e influye sobre su entorno.

Tomando como referencia la frase orteguiana, quiero narrar algunos de los aspectos ms relevantes de mi infancia y ms en detalle quiero describir cmo era el entorno que me rodeaba y cules eran las figuras ms significativas del mismo que influyeron en m: a. el entorno-familia-naturaleza b. el entorno social y la escuela a. El adjetivo que mejor describe los parmetros de las relaciones familiares es: patriarcal. Mi abuelo paterno, Giovanni, era el pater familiae, el padrepadrone incluso de las familias de sus seis hijos varones. Mi padre, Giuseppe, tambin se relacionaba con su mujer y sus hijos, cuatro hembras y un varn, de idntica manera, transmitiendo los valores que caracterizaban dicho modelo: la palabra dada y mantenida, que define al hombre que la pronuncia; la dignidad, la credibilidad y el honor de la persona; el respeto por los ancianos, depositarios de la tradicin familiar; el respeto y el amor por la naturaleza que nos alimenta y nos alberga.

Sin embargo la forma de vivirlos, de transmitirlos, de comunicarlos era muy cerrada de una forma endogmica: sin apertura fuera de la familia, sin permitir ningn cambio, ninguna evolucin, inmovilista y sobretodo sin admitir ninguna crtica. b. El entorno escuela aparece en mi vida como la primera posibilidad de salida de ese universo tan cerrado. La escuela se revel una oportunidad de salida fallida puesto que la misma y la maestra que tuve durante los cinco aos de educacin primaria estaban inmersas en el mismo mundo cerrado de valores

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en el cual me senta sin posibilidad de evolucin y crecimiento personal, donde no se tena en cuenta mi identidad y mis capacidades.

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3. Las distintas corrientes del pensamiento existencialEntre los existencialistas hay grandes diferencias, hay visiones distintas que chocan entre s.

Estn los ateos como M. Heidegger y J.P. Sartre; los cristianos como S. Kierkegaard y G. Marcel; los marxistas como H. Lefebvre y R. Garaudy. Hay otros dos grandes autores que es difcil ubicar como K. Jaspers que no siempre es cristiano y M. Merleau Ponty, que no siempre es ateo.

Lo que tienen en comn, adems de las caractersticas que acabo de describir, es el instrumento que utilizan: el anlisis existencial. El anlisis existencial es el anlisis de las situaciones ms frecuentes y fundamentales en las cuales el hombre se encuentra, existe.

En este punto surge una dificultad: es cierto que la existencia es un hecho indudable, pero no lo es su interpretacin, ni su descripcin.

Si dejamos a un lado la constatacin del yo existo, para intentar establecer lo que cada uno entiende por existir, perdemos la certeza primordial. La consecuencia de esta dificultad es que la filosofa existencial tiene su mayor problema en su mismo punto de partida y por lo tanto hay muchos y diversos filsofos existenciales.

Para todos ellos existir significa relacionarse con el mundo, con las cosas, con los otros seres humanos; cmo, la manera en la cual esta relacin toma forma se puede analizar slo en trminos de posibilidades.

Las relaciones del hombre con las cosas estn constituidas por las posibilidades que el hombre posea, en una medida ms o menos amplia segn las distintas situaciones naturales e histricas, de utilizar las cosas y de manipularlas para satisfacer sus necesidades.22

Las relaciones del hombre con los otros seres humanos estn constituidas, tambin, por posibilidades. Posibilidades de colaboracin, de solidaridad, de comunicacin, de amistad, etc.: estas posibilidades tienen distintas graduaciones y formas segn las distintas condiciones naturales, sociales e histricas. Por lo tanto el hecho de que algo sea posible, significa que yo espero este algo o que lo proyecto activamente.

Las distintas orientaciones del Existencialismo se pueden reconocer en base al significado que atribuyen a la posibilidad.

En algunos esta nocin existencial es una auto-afirmacin creadora y en otros, en cambio, es la expresin de la inseguridad ontolgica donde la persona experimenta el no-ser, donde se siente acosada por la angustia. En esta condicin el hombre se siente abandonado en un mundo sin respuesta ni perspectivas. La filosofa existencial expresa un mundo donde la norma de vida para el hombre es el riesgo.

El anlisis existencial es el anlisis de las relaciones, es el anlisis de las posibilidades y es por lo tanto el anlisis de las situaciones ms frecuentes y fundamentales en las cuales el hombre se encuentra.

En estas situaciones, obviamente, el hombre nunca es, y nunca engloba en s mismo, la totalidad infinita, el mundo, el ser o la naturaleza. Este tipo de anlisis fue posible gracias a la fenomenologa de E. Husserl que fue una componente esencial del existencialismo; la fenomenologa proporcion al existencialismo el instrumento de anlisis para la descripcin y la interpretacin de la realidad misma.

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Tanto la nocin existencial de posibilidad como auto-afirmacin creadora como la de inseguridad ontolgica coexistieron en m durante mi adolescencia y juventud en el escenario de mi vida antes descrito. En dicho escenario, mi pueblo, S. Pietro in Cariano, alejado de Verona y de todo lo que la ciudad aporta, las dos nicas personas que, cogindome de la mano desde temprana edad me introdujeron en su universo de poesa, novelas, teatro, msica, pintura, fueron Angelina y Mara. Ellas me abrieron las ventanas y las puertas hacia dimensiones de vida para m antes desconocidas y sin embargo anheladas; propiciaron el desarrollo de mi capacidad creadora paliando en parte la inseguridad ontolgica que caracterizaba fuertemente esos aos de mi vida. En gran medida gracias a ellas es como he tenido la fuerza para empezar a trasladarme de mi ncleo pueblo-familia a la ciudad y a ensayar una nueva dimensin social, poltica, cultural, y personal: la dimensin ciudad, los grupos feministas, en ese momento haba un gran debate sobre el divorcio y el aborto, la universidad, y las nuevas relaciones de pareja y de amistad.

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4. Edmund Husserl y la FenomenologaE. Husserl naci en Moravia en 1859 en una familia de origen juda. En la Universidad de Lipsia estudi matemtica, fsica, astronoma y filosofa y en Viena psicologa con Brentano. Imparti clase primero, en la Universidad de Gottingen y despus en la de Friburgo. Su vida, en ese tiempo, transcurre entre la docencia y los estudios, es retirada y sin compromisos polticos; la sacudi la noticia de la muerte de su hijo Wolfang, en guerra. En 1928 dej la enseanza, cedi su ctedra universitaria a su discpulo M. Heidegger. En esos aos empez a padecer de graves crisis depresivas. En 1933 los nazis le expulsan del cuerpo acadmico de la Universidad debido a su origen juda, en ningn momento su alumno predilecto y rector de la Universidad, M. Heidegger, inscrito al partido nazi, le defendi. Muri en Friburgo en 1938.

Husserl presenta y analiza la crisis de la humanidad europea debida a las ciencias y como crisis de las ciencias. Es una crisis que concierne el significado que las ciencias pueden tener para la existencia humana.

El Positivismo fracas en el proyecto moderno de una filosofa universal y de un mtodo autntico como fundamento de la poca moderna. Si es tarea de la razn dar sentido a las cosas, la crisis de la razn ha colocado al hombre en un mundo sin sentido: por lo tanto el hombre ha perdido confianza en s mismo.

M. Vincent Miller en la introduccin del PHG afirma: En su bsqueda de

una realidad emprica objetiva, un mundo fsico que podra describirse con las leyes de la lgica y de las matemticas, la ciencia moderna nacida a finales del siglo XVI con el pensamiento de Galileo, Descartes y Francis Bacon, cre una divisin entre el sujeto, la mente cognoscente y el objeto, lo que es conocido. (....) El movimiento fenomenolgico en la filosofa, iniciado por Edmund Husserl en los primeros aos de este siglo, puede comprenderse mejor como un intento de restablecer la unidad entre el sujeto y el objeto. La Fenomenologa es, sobre25

todo, un mtodo alternativo al mtodo cientfico dominante: ni afirma ni rechaza la existencia de un mundo fsico externo; simplemente insiste en que la investigacin filosfica empieza con el mundo en los nicos trminos en que podemos conocerlo (segn se presenta a la consciencia). Por eso la filosofa es el estudio de la estructura de la experiencia inmediata 10.Los conceptos de la fenomenologa que voy a mencionar son los que constituyen para m, unidos a los expuestos anteriormente en los apartados dedicados al existencialismo, una nueva visin del ser humano y de los modelos terico y prctico reflejados en la terapia Gestalt. Los conceptos fundamentales de la fenomenologa son: la intencionalidad de la consciencia, la trascendencia, el fenmeno y la epoj o suspensin del juicio

Husserl, creador de la fenomenologa dice: Toda consciencia es...

consciencia de algo. Hay un vnculo que une mi consciencia al mundo.Mi consciencia es esta relacin con el mundo sin la cual mi consciencia no podra existir. Decir mi consciencia es, equivale a decir mi consciencia

consiste.La consciencia es siempre consciencia de algo: cada cogito tiene su

cogitatum.Por lo tanto el anlisis de la consciencia coincide con el anlisis de los actos a travs de los cuales la consciencia se relaciona con los objetos, o sea la manera en la cual los objetos se manifiestan.

Husserl tambin afirma: Toda consciencia es esencialmente intencional.

La consciencia para l no se define como un estado interno sino como movimiento, como actividad.10

PHG, Introduccin, pg. xxxvi

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La consciencia para Husserl es esencialmente intencionalidad, es tensin hacia algo distinto que se encuentra ms all del s mismo. Cada acto de la consciencia est siempre dirigido hacia algn objeto distinto del acto en s mismo: la consciencia es siempre consciencia de ...

La consciencia consiste en ir hacia las mismas cosas en trascenderse hacia el mundo, en ir ms all para conectarse con la realidad y con el mundo al cual pertenece.

Lo que se manifiesta, lo que aparece es el fenmeno. Surge en la correlacin, en el vnculo de la consciencia y el mundo. Lo conocemos de manera intuitiva e inmediata, sin mediaciones.

Todo esto Husserl lo resume en Las investigaciones lgicas donde afirma: No hay cosa alguna, no hay mundo, que no sea para una consciencia;

ni existe una consciencia que no consista en contemplar o aprehender el mundo, y de esa correlacin surge el fenmeno.

En las primeras pginas de esta tesina he escrito la frase Tengo consciencia, luego soy, y ahora me pregunto: Cundo surgi en mi existencia la intencionalidad consciente?. No creo que fuese durante los aos de mi adolescencia y juventud cuando estaba sumergida en mi experiencia vital pero sin asimilarla completamente. Por poner una metfora es como si yo me hubiera lanzado con una barca a un ro que me llevaba paulatinamente lejos de la orilla que constitua mi primer entorno, y cuya corriente, mi intensa bsqueda existencial, me conduca a nuevos mundos, nuevas orillas, paisajes diferentes, que me atraan, que me renovaban que me estimulaban y al mismo tiempo me desafiaban y me27

inquietaban. Sin embargo en aquella poca de mi vida, yo no dispona de timn y remos para dirigir mi trayectoria en el ro, no haba en m una intencionalidad consciente que me permitiera maniobrar mi barca. Ese timn y esos remos aparecieron en mi vida ms tarde; cuando visitados los paisajes de un nuevo pas, una nueva unin, un hijo, vislumbro cada vez con ms intensidad un territorio al que dirigir consciente e intencionalmente mi singladura en el ro: el territorio del conocimiento y reconocimiento de mi misma, en mi tiempo y en mi entorno.

Volver a las cosas es el lema de la filosofa de Husserl. Y cmo volver a las cosas?

Hace falta abandonar la seguridad de la representacin natural del mundo para alcanzar la visin fenomenolgica.

Como ya se ha dicho la fenomenologa es la ciencia de los fenmenos, entendidos como lo que es dado inmediatamente y con evidencia a la consciencia y que se describe sin aadir nada ajeno al objeto mismo.

Sin embargo no nos encontramos inmediatamente ante las cosas, o sea ante los fenmenos en su evidencia, sino en una situacin distorsionada por prejuicios tan consolidados y estratificados que nos pueden parecer obvios y normales. Para llegar al fenmeno hace falta poner entre parntesis tanto la actitud espontnea y natural que lleva a los hombres a aceptar el mundo que les rodea, as como se presenta, como tambin la actitud propia de las ciencias.

Esta nueva actitud es la epoj. Epoj es un vocablo griego que expresaba la actitud de los escpticos frente al problema del conocimiento.

28

Para Husserl la epoj o suspensin de juicio nos permite tener un punto de vista distinto para investigar la realidad en su autentica relacin con el sujeto que la conoce. En l la epoj no tiene el significado de duda radical, de total puesta en discusin del conocimiento, como la duda metdica que utiliz Descartes; la suya no es una negacin escptica del mundo, sino un superar la idea de que el mundo est a nuestro alcance, preparado para ser usado y manipulado por nosotros.

La actitud fenomenolgica no es manipuladora sino desinteresada y

contemplativa. Es una mirada que describe los procesos que acontecen en elmundo. Husserl al colocar las teoras sobre la realidad entre parntesis, suspende tambin el juicio sobre la propia realidad.

La epoj permite el pasaje de una actitud natural y espontnea, para la cual el mundo tiene slo un sentido, a una concepcin del mundo como fenmeno, como manifestacin de un sujeto trascendental.

Husserl afirma que aunque para el yo lo nico que tiene sentido es lo que se manifiesta en la esfera de la consciencia, es tambin verdad que, dentro de la consciencia, se perciben, adems del mundo, tambin a los otros.

Los dems no estn presentes de la misma manera en la cual yo lo estoy conmigo mismo, sino que se manifiestan a travs de una experiencia indirecta, una percepcin analgica. En base a esta analoga entre mi comportamiento y lo que exteriorizan los dems, transfiero a los otros lo que encuentro en mi mismo.

La consecuencia es el reconocimiento de un mundo comn de

experiencia.

29

El otro de alguna manera es inmanente en m, aunque yo lo perciba que es distinto a m. Esto me permite comunicar con l y sentir nuestra

humanidad comn: puedo comprender en lo que yo me parezco y viceversa.Esta empata me permite ponerme en su lugar, aunque siga siendo distinto a m. Entre yo y los dems se puede establecer una relacin que va ms all de los lmites de cada subjetividad.

El proyecto fenomenolgico quiere ser un retorno al hombre concreto o sea a la vida real que l vive. No es un rechazo de la tcnica o de las ciencias en particular, sino exige que las tcnicas y las ciencias no pierdan el significado y sus finalidades: han sido inventadas por el hombre para el hombre.

En esta perspectiva el filsofo, como Husserl se define, se convierte en funcionario de la humanidad responsable no slo ante s mismo sino tambin ante el destino de su especie. La tarea de la filosofa es la bsqueda del sentido del ser, porque la ciencia no tiene nada que decir sobre el sentido de la existencia humana.

En su ltima obra La crisis de las ciencias europeas y la fenomenologa

trascendental, que qued incompleta y publicada slo en parte, Husserlescribe: esta ciencia no tiene nada que decirnos, si excluye los que son los

problemas ms importantes para el hombre, que, en estos tiempos tan atormentados se encuentra a la merced de su destino; los problemas del sentido y del no sentido de la existencia humana en su totalidad...El filsofo que recogi este legado, que se ocup de la forma de ser del

hombre y del problema del ser en el mundo, de cmo el hombre est en el mundo de cmo lo habita, fue su alumno predilecto: Martin Heidegger.

30

5. Existencialismo y FenomenologaLa fenomenologa es un componente esencial del existencialismo. Este componente no tiene el mismo peso en todas las manifestaciones del mismo, sin embargo influye en todas las formas del existencialismo con dos de sus conceptos-gua: la intencionalidad de la consciencia y la manifestacin del

ser.Martin Heidegger naci en 1889 y fue novicio jesuita. Pas a la Universidad y se gradu en Friburgo; all entr en relacin con Husserl. En 1923 empez a dar clase en Marburgo y all, en 1927, public la primera parte de su obra ms importante El ser y el tiempo. En 1929 regres a Friburgo como sucesor de Husserl. Ejerci su actividad acadmica hasta el ao 1946. Muri en 1976.

Heidegger retom los problemas del sentido y del no sentido de la

existencia humana en su totalidad, de los cuales se haba ocupado su profesory maestro E. Husserl.

En Heidegger es constante, en toda su obra filosfica, el inters en primer lugar por la forma de ser del hombre y en segundo lugar, el inters por el problema de cmo, de qu manera, el hombre est en el mundo, de cmo lo habita.

Heidegger se refiere al ser humano como Dasein. Da (ah) sein (ser): donde el ah es el habitar del ser en el mundo.

En Heidegger confluyen y se integran las caractersticas del hombre

segn el existencialismo, mencionadas antes, y el mtodo fenomenolgico.La existencia del hombre, para Heidegger, es la de un ser-en-el-mundo y tambin un ser-con-los-dems (Mit-Dasein).31

Para Heidegger as como: no es dado antes que nada, y nunca es

dado, un sujeto sin un mundo. De la misma manera nunca es dado, antes que nada, un yo aislado, sin los dems. 11Una condicin necesaria para que el hombre exista es que existan otros hombres. Slo relacionndose con otros hombres se manifiesta su humanidad.

En la interaccin con otras personas el hombre tiene consciencia de s mismo.

El auto-conocimiento, su identidad personal, es el resultado de su interaccin con otros acontecimientos y personas; sin esta interaccin, sin esta conducta humana intencional, su auto-conocimiento y su sentido de identidad no podran existir.

Consecuencia de esto es que el hombre: 1) se percata de s mismo; 2) se da cuenta de los acontecimientos que influyen en su vida; 3) conoce su influencia en los acontecimientos y en las dems personas.

Para Heidegger la realidad de la existencia de cualquier persona son sus relaciones con otros acontecimientos y con otras personas. Estas relaciones representan y resumen sus sensaciones, sus sentimientos, sus emociones, sus imgenes y sus acciones.

De estos planteamientos surge una consecuencia lgica: al hombre le

compete esencialmente la decisin resuelta afirma Heidegger.El hombre decide y hace elecciones porque se conoce a s mismo, los acontecimientos que lo influyen y su influencia en los eventos del mundo.

11

HEIDEGGER, M., El Ser y el Tiempo, Ed. cit.

32

Aunque su conducta est influida por muchos acontecimientos fuera de todo control que pueden limitar cmo el hombre responde pero, stos, no requieren una nica respuesta en particular.

La libertad del hombre est en su capacidad de elegir entre varias opciones disponibles.

Aqu nos ayuda la expresin inglesa: responsability.

Esta palabra se forma de otras dos: response que significa respuesta, y ability, que significa capacidad, posibilidad de. O sea, para el idioma ingls, es la posibilidad o la capacidad para responder.

Esta es la posibilidad de las que hablan los existencialistas. Es la eleccin existencial. El hombre se crea a s mismo y a su mundo y es

responsable por su conducta y por lo tanto el hombre es la persona que es responsable por su eleccin de su existencia.Nuestra vida est constituida por una sucesin de respuestas externas e internas a las situaciones y problemas que se nos plantean.

La libertad es algo que se hace, que tenemos que hacer cada uno de nosotros. Cmo? Ejercitndola hasta donde sea posible, hasta donde choque con la libertad de los dems.

El hombre tiene la posibilidad de, dentro de un determinado entorno, reestructurar su sistema de valores; es l quien decide dar o no valor a algo.

El hombre est enfrentado a dos alternativas: la de ser y transformarse, o la de no ser y no transformarse

33

La alternativa de transformarse implica interaccin intencional y afirmativa con otras personas y con el mundo en general, en un esfuerzo continuo por vivir una vida satisfactoria y con sentido.

La alternativa de no ser est caracterizada por la ausencia o la disminucin de auto-consciencia, por la poca dedicacin activa al mundo para lograr los objetivos elegidos.

Mi eleccin existencial de ser y transformarme creo que se produjo por primera vez cuando, siguiendo la metfora que haba puesto anteriormente, me lanc con mi barca al ro, y dej, como ya he comentado, que los diferentes paisajes vitales que transit entraran en m. En la vivencia de esos paisajes, mi consciencia no obr tanto de una forma intencional en la eleccin de los mismos, sino que mi atencin consciente se centr en la aceptacin de esos paisajes, y en la receptividad de las pequeas y graduales transformaciones que iban introduciendo en mi vida. Explicando con palabras sencillas, muchas de esas experiencias se produjeron por azar, otras por combinacin de sucesos, otras porque el momento y el lugar me lo acercaban, y aqu me estoy refiriendo a mis encuentros con los grupos feministas, a las clases de filosofa en la universidad, a los viajes, y al encuentro, fortuito con el hombre que se convertira en mi pareja. Ese encuentro, en Londres, marca otro momento fundamental de eleccin en mi vida: es como si el ro se bifurcara en dos ramales, y l que elijo recorrer, casi sin darme cuenta de todas las implicaciones que conllevara, es aparentemente el ms tortuoso, el ms turbulento de los dos. Todos esos pasajes de aceptacin de mis experiencias llevaban mi barca en el ro, como ya dije, al territorio que deseo explorar, creo que por

34

primera vez con plena intencionalidad consciente: el auto-conocimiento, mediante la experiencia y la vivencia de mi misma y de lo que me rodea. Me adentr en ese territorio inexplorado para m, con la clara intencin y determinacin de buscar y encontrar las formas teraputica que me permitieran acercarme al objetivo elegido. De esa manera entr en contacto con distintas formas de conocimiento del Ser: Terapia Gestalt, Eneagrama, Programacin Neuro-Lingstica, Anlisis Transaccional y mi propia terapia individual.

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Del mismo modo que los cirujanos empiezan por aprender anatoma, el futuro mdico de la angustia deber entender primero la relacin entre el que asesora y el que es asesorado. Tengo que aprender a observar esta relacin con la misma objetividad con que observo el cerebro de una paloma. Observar una relacin no es fcil cuando uno mismo forma parte de ella(Irvin D. Yalom)

6. Conexiones con la Terapia GestaltTal como he dicho en la introduccin, es difcil concretar de manera muy evidente todo lo que la Terapia Gestalt tiene de existencial y de fenomenolgico.

Podemos ver esta primera parte de la tesina reflejada en la cita del PHG: la naturaleza humana es una potencialidad. Puede ser conocida slo cuando12

haya sido actualizada en sus consecuciones y su historia

; y tambin cuando

dicen sta es tambin la sabidura de la escuela existencialista contempornea,

que insiste en la exploracin de las situaciones extremas para descubrir la verdad de la realidad, ya que, en estas situaciones extremas, damos sentido a lo que hacemos 13.En Terapia Gestalt trabajamos en el presente y en al aqu-y-ahora de la sesin actual en curso. Como dice Laura Perls: La Terapia Gestalt utiliza lo

obvio, lo que es, lo que el cliente y el terapeuta tienen a su alcance en ese instante, lo que pueden compartir y desarrollar dentro del contexto del proceso de comunicacin constante que se establece entre ellos 14.

12 13 14

PHG, II, 6, 12, 1 PHG, II, 4, 4, 6 PERLS, Laura, Viviendo los lmites, Ed. Promolibro, Valencia, 1994, p. 131

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En Terapia Gestalt no es necesario explicar, ni interpretar la experiencia presente de una situacin real. Contactamos directamente con ella, la sentimos y la descubrimos en el ahora.

Slo redescubriendo el presente, lo fenomenolgico es como la realidad adquiere sentido; el sentido, el significado forma una figura fuerte que lleva inevitablemente a la accin, al cambio.

Podemos afirmar que en la fenomenologa, la esencia del ser reside en

la revelacin de su esencia; y la fenomenologa es un mtodo de revelacin de esta revelacin (...) Este proceso de aparicin es el acontecimiento esencial del ser. Es lo que se llama la intencionalidad: el ser consiste en revelarse 15.Estas premisas

de

las

corrientes

filosficas

(existencialismo

y

fenomenologa) hacen referencia a una concepcin del Hombre en su relacin

con el Mundo. Nuestras premisas (las de la Terapia Gestalt) se refieren a una manera de mirar al Hombre en su relacin con el Mundo. (...) En Terapia Gestalt, colocamos el nfasis sobre el proceso, es decir, que trabajamos no sobre lo que hacen las personas, no sobre por qu lo hacen, sino sobre el cmo, cmo las personas se movilizan para hacer lo que tienen que hacer. (...) Es la descripcin de la experiencia, de los hechos de consciencia con su oscuridad, la que constituye la experiencia fenomenolgica 16.La experiencia no est dentro de la persona, no es un proceso intrapsquico, es lo que ocurre, es lo que acontece entre nosotros, es un hacer y es un construir.

La fenomenologa es todo el sistema sensorial activo; es la capacidad que tiene la consciencia de percibir y de observar.

15

ROBINE, Jean-Marie: La terapia gestalt, una teora y una prctica clnica fenomenolgicas, Documento 30 del Centro de Terapia y Psicologa de Madrid. 16 Idem

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Para este tipo de observacin es muy importante un concepto, del que he hablado, que proporciona la fenomenologa: el concepto de trascendencia. Es la capacidad de ver al ser humano como ms que la suma de sus partes.

Para esto hace falta una gran labor de observacin y de atencin.

El instrumento fenomenolgico es lo que yo observo a travs de la observacin y devolver lo que yo he observado sin interpretaciones.

Yalom escribe: Todos los analistas existenciales han estado de acuerdo

en un punto fundamental de procedimiento: el terapeuta debe acercarse al paciente con un enfoque fenomenolgico; esto es, entrar en el mundo de su experiencia y escuchar los fenmenos que relata sin ningn supuesto previo que distorsione la comprensin 17.Y de comprensin tambin habla M.V. Miller, en la ya citada Introduccin del PHG, cuando escribe: La mitad terica del libro de Perls,

Hefferline y Goodman, en lugar de pretender describir la salud y la patologa en trminos extrados de las ciencias causales, presenta una comprensin fenomenolgica, basada en la experiencia observable e inmediatamente comunicable, de cmo una persona hace para crear (y contina creando) una realidad sana o neurtica 18.

Un fragmento de sesin:

Patricia, mujer de 32 aos, soltera, lleva 4 meses en terapia. En un momento concreto de la sesin Patricia me dice:- La forma en la cual me mira la gente me da miedo.-

17 18

YALOM, I.D.,: Psicoterapia Existencial, Ed.cit., pg. 30 PHG, Introduccin, pg. xxxvi

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Estoy mirando a Patricia, cuando me dice esto y la veo que: tiene la respiracin cortada, sube los hombros y los echa ligeramente hacia delante, abre los ojos ms de lo habitual, mira sin mirar, como si tuviera un velo delante, su cara est plida, se le han formado repentinamente ojeras; tiene los labios fruncidos, apretados y haciendo morritos. Al mirarla noto que mi respiracin se para tambin, que me hecho hacia delante en la silla, que me muerdo los labios, frunzo el ceo, y me cuesta trabajo mirarla. Siento una cierta angustia, y tengo la fantasa de ver una nia pequea delante de alguien que la est intimidando. Come s que lo que importa es el aqu-y-ahora de la sesin me digo de qu manera, cmo he hecho yo para que tenga este sentimiento y se lo pregunto. -No, no eres t! - Me contesta. Siento que de alguna manera quiere protegerme y le digo: -Tengo la sensacin de que quieres protegerme- No me da tiempo a seguir hablando: - Si - Me responde. - Gracias por tu delicadeza - Y me doy cuenta de que la miro con ternura. - Quizs me das miedo porque tus ojos son claros, me miran fijamente y me recuerdan a una profesora que tuve.

Otro ejemplo:

Marta, tiene 29 aos y viene a consulta por las dificultades que est teniendo en su trabajo, un despacho de abogados. Es alta, me parece guapa, con unos hombros anchos, mirada que siento tierna. Anda de puntillas: no corresponde el cric-cric del parquet con su peso. Se sienta, cruza las piernas y los brazos, encoge los hombros y empieza a hablar tan deprisa que no puede respirar; cuando termina la parrafada, encoge todava ms los hombros y cierra un poco los ojos, hace una mueca con la boca y aprieta los labios. Me dice: - No s qu39

hacer! - Y aade - Siento que en ese despacho sobro, me ha colocado ah la abuela de mi novio! - Mientras me habla yo me siento con la respiracin cortada, como si tuviera una percha colocada en los hombros. Pienso en el desequilibrio social y econmico. Y en ese momento siento por Marta impotencia y deseo de protegerla.

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Parte II

El Problema antropolgico y la filosofa de la relacin en Martin Buber

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Tillich y Buber eran mucho ms de lo que normalmente llamaramos telogos. Realmente eran psiclogos.(.....) Les interesaba la gente, no hablaban de temas. Al escucharles, a Tillich o a Buber, sentas que te hablaban directamente a ti no solo sobre algo. El tipo de contacto que establecan era esencial para sus teoras(Laura Perls)

Nos sentamos?- Mientras Nietzsche ocupaba su asiento, a Breuer se le ocurri que los futuros mdicos de la desesperacin quiz descartaran el instrumental mdico tradicional (el estetoscopio...) y con el tiempo desarrollaran su propio equipo, empezando por dos cmodos sillones al lado del fuego(Irvin D. Yalom)

1. Martin Buber, su vida y sus relaciones con la filosofaM. Buber naci en Viena en 1878.

Desde la infancia estuvo en contacto con la ms fecunda cultura hebraica del tiempo. Durante los aos de su infancia y adolescencia vivi en casa de sus abuelos paternos, en Lemberg, debido a la separacin de sus padres, cuando l slo tena tres aos. El abuelo Salomn Buber era uno de los dirigentes ms importantes del movimiento racionalista e ilustrador dentro de las comunidades judas de esa regin. Del abuelo, un autntico fillogo aprendi el amor por

la palabra y de la abuela, una mujer culta, aprendi el respeto por la palabra vlida por s misma y que no tiene necesidad de explicacin y tambin qu significaba expresar realmente algo. En este clima familiar, no vivi lamarginacin hebraica, ni el formalismo de los judos burgueses. Entr en contacto con los grupos hassdica de inspiracin mstica que despus influyeron en su pensamiento y obra.

El judasmo est profundamente radicado en l; sin embargo l elabor una visin personal a travs de una intensa reflexin y bsqueda interior; dio espacio, en sus obras, a los aspectos en los cuales se senta especialmente involucrado y a los contenidos que ms se acercaban a su pensamiento.

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Estudi filosofa en la universidad de Viena; en Berln fue alumno de Simmel y Dilthey; en Lipsia conoci la msica de Bach y contact con el sionismo y en Zurich, en 1899, conoci a su futura esposa Paula y a su querido amigo Gustav Landauer, anrquico, filsofo, crtico literario y antimarxista. Landauer, autor de varios ensayos polticos, perteneci a un grupo de pacifistas que, terminada la guerra, deseaban un tipo de revolucin capaz de instaurar una nueva sociedad. Tuvo una importante influencia sobre Buber a propsito del pensamiento poltico utpico. Fue asesinado en 1919 por los soldados de la Reichswehr.

En los aos 1916-1924 public la revista Der Jude, y tradujo al alemn la Biblia en colaboracin con F. Rosenzweig. En 1923 inaugur su filosofa dialogal con la publicacin del libro Yo y T, texto en cual formula los ejes principales de su filosofa y que proporciona el hilo conductor que despus se encuentra en todas sus siguientes obras como Dilogos o Qu es el hombre?, donde los contenidos de Yo y T nunca fueron desmentidos, al contrario, fueron profundizados, explicados y desarrollados.

Antes de la guerra, fue profesor de Ciencia de la Religin Hebraica y de Etica Hebraica en la Universidad de Frankfurt, pero en 1938 se vio obligado a abandonar Alemania e imparti clase de Filosofa Social en la Universidad Hebrea de Jerusaln.

Durante y despus de la guerra, promovi numerosas iniciativas para la realizacin de la paz en Europa, en Israel y en otros lugares del mundo, especialmente en Nueva York durante 1951; tom posicin a favor del dilogo y de la convivencia entre judos y rabes. A pesar de su intenso trabajo por la paz, sus teoras chocaban con las elecciones del nuevo Estado de Israel en relacin con los rabes, as que fue alejado gradualmente de la vida poltica de su pas.

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Muri en Jerusaln en 1965; fue un intelectual apreciado por todo el mundo menos por los exponentes polticos de su pas.

El verdadero y nico problema filosfico para Buber es el problema antropolgico; para decirlo con el ttulo de un libro suyo publicado en 1943 es: Qu es el hombre?.

En general, Buber es contrario a cualquier pensamiento que no se refiera al hombre concreto.

En este libro, es el mismo Buber quien cuenta y explica qu pensadores y de qu manera influyeron sobre su filosofa. Adems de Kant, al cual debe el planteamiento del problema, Buber reconoce que otro mrito va a Kierkegaard, a Feuerbach y a Nietzche. Sin embargo ninguno de estos filsofos, aunque perteneciendo a la filosofa de la crisis , logr hablar del hombre real.

Buber propone encontrar el sentido de la vida sin caer en las abstracciones de la metafsica tradicional.

Segn Buber tampoco el Existencialismo, que se propone considerar al hombre real, lo logr, puesto que hace del hombre un sistema cerrado ; para Buber la bsqueda filosfica se convierte en real slo si no considera el hombre como separado, como individuo fuera de las relaciones en las cuales se mueve y sobre las cuales fundamenta su humanidad.

De los filsofos citados, tratar ahora de la herencia filosfica de Kierkegaard.

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1.1.- La herencia filosfica de Kierkegaard.Buber considera fundamental la concepcin de individuo elaborada por el filsofo dans S. Kierkegaard. Gracias a l, se super el individualismo y el racionalismo dirigindose al hombre concreto; Kierkegaard llam la atencin

sobre el hecho de que el pensamiento no puede legitimarse a s mismo sino que esta corroboradora legitimacin le viene siempre desde la existencia del hombre que piensa 19.El hombre es quien se convierte en tal, gracias a la relacin con Dios, una relacin personal que involucra el hombre en su globalidad.

La relacin hombre-Dios de Kierkegaard se basa sin embargo sobre la exclusividad; para amar verdaderamente a Dios el hombre tiene que poner a un lado cualquier otra forma de amor humano.

Buber considera en cambio que el amor por las otras criaturas no limita ni obstaculiza el amor por Dios, al contrario, el hombre puede amar a Dios slo amando sus criaturas, los seres con los cuales vive y que le rodean.

En el centro de este pensamiento sobre Dios y el mundo est el elemento fundamental del pensamiento de Buber: la relacin.

La relacin es el nudo central de su filosofa que implica dilogo, coloquio y encuentro.

19

BUBER M., Qu es el hombre? , (curso que imparti en verano del 1938 en la Universidad hebraica de Jerusaln, primera edicin en hebreo en 1942 y en alemn en 1943), Fondo de Cultura Econmica, Mxico D.F., 1995, p. 82

45

1.2.- La comparacin con la filosofa contempornea: Heidegger y SchelerEn Qu es el hombre?, Buber se confronta tambin con el pensamiento de dos grandes filsofos contemporneos: Martin Heidegger y Max Scheler.

Es interesante considerar el juicio de Buber sobre estos dos filsofos para comprender su posicin frente a las perspectivas de estos autores que han empezado con las mismas premisas histricas y filosficas y que en cambio han desarrollado sus pensamientos en una direccin distinta a la emprendida por el mismo Buber.

Por lo que concierne la filosofa de Heidegger, Buber sabe que no es una antropologa, en cuanto se fundamenta sobre una ontologa fundamental, en el sentido de una bsqueda que investiga la existencia en s misma20

.

Buber considera el pensamiento de Heidegger desde la perspectiva antropolgica, considerado que en ella se compara filosficamente lo concreto

de la vida humana, esto es, lo que constituye el objeto de la antropologa filosfica 21.Buber piensa que Heidegger no ha alcanzado la existencia real del hombre y que su anlisis no se pueda aplicar a la vida humana concreta; con Heidegger: Entramos en un extrao aposento del espritu pero tenemos la

sensacin de que el suelo que pisamos se nos convierte en un tablero sobre el que se verifica algo parecido a un misterioso juego de ajedrez de cuyas reglas nos vamos enterando a medida que avanzamos, reglas profundas sobre las que tendremos que pensar y repensar, pero que han surgido porque ha habido antes un decisin de jugar un juego tan espiritual y jugarlo de esta suerte 22.

20 21 22

Idem, p. 86 Idem, p. 86 Idem, pp. 88 y 89

46

Esto ocurre porque a la cuestin antropolgica Heidegger ha sustituido la cuestin de la existencia humana en la relacin con su propio ser23

.

Ms adelante Buber afirma como en Agustn, Pascal y Kierkegaard que el hombre aunque est en soledad vive en tensin hacia la divinidad; Heidegger acepta la muerte de Dios y considera as al hombre en la soledad ms absoluta: A lo que parece, no le queda al solitario ms remedio que buscar el

trato ntimo consigo mismo. Esta es la situacin que sirve de base a la filosofa de Heidegger 24.Segn la opinin de Buber, Heidegger convierte al hombre en un sistema cerrado; en esta perspectiva la existencia adquiere segn Buber las caractersticas de un monlogo en el cual el s mismo est solo delante de la nada y no puede dialogar ms que consigo mismo.

La crtica de Buber a la soledad existencial y al sistema cerrado de la existencia humana parece sobretodo relacionada con El ser y el tiempo y no con los sucesivos desarrollos del pensamiento de Heidegger. Esta crtica es especialmente importante para Buber puesto que su pensamiento est centrado sobre el dilogo y sobre la relacin.

La vida humana toca con lo Absoluto gracias a su carcter dialgico,

(...) El hombre no puede hacerse enteramente hombre mediante su relacin consigo mismo sino gracias a su relacin con otro mismo 25.No se puede decir que Heidegger considere al hombre separado del mundo o en abstracto: el hombre, el Dasein, es un ser en el mundo, en el cual tiene una relacin con los objetos y con los otros hombres. Buber critica sin embargo la manera, la forma con la cual Heidegger concibe estas relaciones, que, para Buber, no estn fundadas sobre la reciprocidad y sobre la apertura23 24 25

Idem, p. 90 Idem, p. 92 Idem, p. 93

47

hacia el otro: Porque la relacin de solicitud, que es la que tiene presente,

no puede ser, como tal, ninguna relacin esencial, puesto que no coloca la esencia de un hombre en relacin directa con la de otro sino, nicamente, la ayuda solcita de uno con la deficiencia del otro, menesteroso de ayuda 26..Por lo tanto el lmite del s mismo heideggeriano se debe segn Buber al hecho que no da la espalda al mundo, pero tampoco es motivado por la fe y el deseo que las barreras del s mismo puedan abrirse hacia el otro.

El segundo trmino de comparacin al cual mira Buber es Max Scheler, tambin l de la escuela fenomenolgica de Husserl.

Podramos reducir la crtica de Buber a este filsofo a algunos conceptos fundamentales para este anlisis.

En primer lugar Buber considera a Scheler como un gran interprete del hombre en la poca de crisis: el punto de partida de Scheler es el hecho que el hombre no slo ya no sabe lo que es sino al mismo tiempo sabe que no lo sabe. La bsqueda de Scheler por lo tanto est dirigida en sentido antropolgico, hacia la bsqueda del significado real y concreto de lo qu es el hombre. El mtodo que propone Scheler es el de hacer tabula rasa de la tradicin que se ha estratificado sobre el problema del hombre.

El fruto de su investigacin es la determinacin de la condicin existencial del hombre moderno, marcada por la escisin entre el espritu y los impulsos. Buber comparte con Scheler la representacin del hombre moderno dividido en bsqueda de una unidad, sin embargo no est de acuerdo con la explicacin y con la solucin propuestas por Scheler. ste considera que esta escisin se debe a la impotencia del espritu ante el surgir de los impulsos: para solucionar este problema hace falta que el espritu vuelva a dominar.

26

Idem, p. 95

48

Buber no considera vlida esta interpretacin puesto que para l no se puede explicar al hombre como un dualismo, cuya solucin es el prevalecer de una parte sobre la otra; adems despus de una lucha marcada por renuncias y sufrimientos: la verdadera unidad del hombre se tiene que encontrar y mantener en la armona y en el equilibrio.

Adems, Scheler, como Heidegger, no considera la dimensin de la relacin y de la unin autntica con los otros seres humanos, en la cual, en cambio para Buber, se encuentra la especificidad humana; en este sentido el

Nosotros se propone captar la esencia del hombre partiendo de lo que ocurre en el interior del individuo, partiendo de la autoconsciencia (...) arrancando de la peculiaridad de sus relaciones con las cosas y los seres 27.

27

Idem, p. 140

49

2. La relacin como esencia del hombreEn este captulo seguir exponiendo los conceptos fundamentales de la filosofa de la relacin de M. Buber.

Prefiero hablar de filosofa de la relacin antes que la ms usada

filosofa del dilogo. El dilogo es la forma peculiar de comunicar del hombre,por lo tanto filosofa del dilogo restringe, a mi parecer, los horizontes de la reflexin buberiana al campo antropolgico, que es el que nos interesa en esta tesina; sin embargo, aunque centrada en el hombre, la relacin se extiende tambin a la naturaleza, a las esencias espirituales y a Dios.

2.1.- El problema del hombre y la crisisEn Buber la investigacin antropolgica responde a la interrogacin

Qu es el hombre?, que es tambin el ttulo de un libro suyo. En este libro,como hemos visto en parte, Buber explica el significado del problema del

hombre a lo largo de la historia y en el mundo contemporneo.Tambin vimos como en Buber influyeron los interrogantes que se plante Kant en su introduccin a la Lgica.

Kant ha sido quien con mayor agudeza ha sealado la tarea propia de una antropologa filosfica (...) Segn l, se puede delimitar el campo de esta filosofa en sentido universal mediante estas cuatro preguntas: 1. - Qu puedo saber?, 2. -Qu debo hacer? 3. - Qu me cabe esperar? 4. - Qu es el hombre? 28.

28

Idem, p. 12

50

Buber retoma estas preguntas y las hace confluir en una sola: Qu es

el hombre? Por lo tanto fundamenta su filosofa sobre la antropologa.Heidegger interpret de manera distinta las preguntas de Kant, puso el acento sobre el lmite y transform as el problema de la esencia de lo existente en el de la finitud del hombre y de sus lmites cognoscitivos y prcticos. En cambio Buber considera el valor positivo que estas preguntas confieren a las capacidades humanas de conocer, hacer y esperar.

Buber se propone llevar adelante el problema antropolgico que Kant haba identificado pero no desarrollado. Esta es una tarea muy difcil sobretodo porque la antropologa filosfica involucra en primera persona quien se aproxima a la investigacin sobre la esencia humana: Por su esencia, el

conocimiento filosfico del hombre es reflexin sobre s mismo, y el hombre puede reflexionar sobre s nicamente si la persona cognosciente, es decir, el filsofo que hace antropologa, reflexiona sobre s mismo como persona 29.La autorreflexin que gua la antropologa es ms fcil para el hombre que experimenta la soledad, que se siente solo con sus problemas.

Buber considera que la soledad es la condicin que permite al hombre estar solo consigo mismo, no distraerse ni esconderse en nada ni en nadie; concentrndose sobre s mismo el hombre vislumbra la problematicidad de la esencia humana.

En el hielo de la soledad es cuando el hombre, implacablemente, se siente como problema, se hace cuestin de s mismo, y como la cuestin se dirige y hace entrar en juego a lo ms recndito de s, el hombre llega a cobrar experiencia de s mismo 30.

29 30

Idem, p. 20 Idem, p. 24

51

En algunas pocas, segn Buber, es ms fcil que en otras vivir la soledad; son las pocas de crisis, en las cuales el hombre se encuentra sin seguridades, sin verdades, sin hogar.

Cada crisis est determinada por el derrumbe de los valores y de las verdades con las cuales el hombre se haba configurado su realidad. El derrumbe de esta configuracin arroja al hombre en un mundo desconocido, provocando en l una intensa sensacin de abandono y de desorientacin31

.

Las crisis no son sin embargo todas iguales, puesto que entre una y otra hay un camino a lo largo del cual madura un darse cuenta de las experiencias pasadas de las cuales no se puede prescindir.

El siglo XX es tambin una poca de crisis del hombre, debida a causas sociales y espirituales. En el mundo se ve el deterioro de las estructuras sociales tradicionales, como por ejemplo la familia o las asociaciones de trabajo, en las cuales el sujeto poda encontrar solidariedad y apoyo y en las cuales se siente responsable. La crisis espiritual, segn Buber, va unida al hecho de que el hombre ha perdido el control sobre el mundo: la tcnica, la economa y la poltica son realidades creadas por el hombre, pero que se le escapan de la mano y se estn convirtiendo en autnomas.

El hombre es incapaz de dominar el mundo que ha creado, quien resulta

ms fuerte que l, y se le emancipa y enfrenta con una independencia elemental; como si hubiera olvidado la frmula que podra conjurar el hechizo que desencaden una vez 32.Buber no se limita solo a revelar el estado de crisis del hombre, sino, partiendo de la pregunta kantiana sobre la naturaleza humana, busca las bases para otorgar un significado a la existencia en la soledad del mundo31

Cuando se disipa una imagen del mundo, esto es, se acaba la seguridad en el mundo, pronto surge un nuevo interrogar por parte del hombre que se siente inseguro, sin hogar, que se ha hecho cuestin de s mismo. (Idem, p. 33) 32 Idem, p. 77

52

contemporneo: el camino para la respuesta lo buscaremos en el hombre que

logra sobrepasar la soledad sin padecer, por ello, en la fuerza indagadora que aqulla le prest 33.

As como he mencionado crisis que afectan a la sociedad en su conjunto tambin creo que en cada ser humano hay pocas y momentos de crisis y soledad. Tal como deca Buber, hay pocas en las cuales el hombre se encuentra sin seguridades, sin verdades, sin hogar. En relacin con lo anterior, y regresando a mi historia personal, el camino que recorr, si bien por un lado me impuls, me estimul, me hizo, por otro lado supuso, en cierta medida, la crisis de los valores y de las verdades que haban caracterizado mi infancia. La necesidad de encontrarme a m misma, de darme cuenta de mis propias necesidades, inquietudes, contradicciones y anhelos fueron los motivos que me impulsaron a acercarme a la psicoterapia y en particular a la Terapia Gestalt.

2.2.- Yo-Ello, Yo-T: experiencia y relacinLa obra fundamental en la cual Buber expone la caracterstica fundamental del ser humano, para l, es Yo y T, publicada en 1923 en Lipsia.

Esta caracterstica es la dualidad, que concierne tanto la naturaleza del hombre como la del mundo con el cual se relaciona. La novedad de su33

Idem, p. 141

53

pensamiento est en el hecho de que esta dualidad no depende de la constitucin ontolgica del mundo, sino por cmo el Yo se coloca en relacin con el Otro: Para el hombre el mundo tiene dos aspectos, en conformidad con

su propia doble actitud ante l 34.Las actitudes posibles del Yo son: o la total implicacin con todo su ser en la relacin - y es cuando dice T o un alejamiento del Otro y es cuando dice Ello.

La dualidad del hombre se manifiesta por lo tanto en la dualidad de las

palabras primordiales que le estn permitidas, o sea la palabra Yo-T y lapalabra Yo-Ello.

Las palabras primordiales son parejas de palabras, porque la naturaleza del Yo y del Otro en ellas implicadas, dependen del tipo de relacin que se establece entre los dos: Las palabras primordiales no expresan algo

que pudiera existir independientemente de ellas, sino que, una vez dichas, dan lugar a la existencia 35.En ambas palabras primordiales aparece el Yo, sin embargo, desligado del Ello o del T, no tiene ninguna significacin. En decir al Otro T o Ello, vara tambin el sujeto que habla, puesto que el Yo que dice T no es el mismo Yo que dice Ello: No hay Yo en s, sino solamente el Yo de la palabra primordial

Yo-T y el Yo de la palabra primordial Yo-Ello. Cuando el hombre dice Yo, quiere decir uno de los dos. El Yo al que se refiere est presente cuando dice Yo. Tambin cuando dice T o Ello, est presente el Yo de una u otra de las palabras primordiales. Ser Yo y decir Yo son la misma cosa. Decir Yo y decir una de las palabras primordiales son lo mismo 36.

34 35 36

BUBER M., Yo y T, (Ich und Du, Lipsia, 1923) Ediciones Nueva Visin, Argentina, 1994, p. 7 Idem, p. 7 Idem, p. 8

54

El mundo de la palabra Yo-Ello es aquel en el cual existen slo verbos transitivos, en el cual el Yo es un sujeto y el Otro un objeto pasivo de las acciones del Yo: Percibo algo. Tengo la experiencia de algo. Imagino algo.

Quiero algo. Siento algo 37.Este tipo de relacin no involucra ni compromete el Yo en el encuentro, puesto que en realidad la relacin no est entre el Yo y el Otro, sino entre el Yo y la representacin que el Yo se hace del Otro: El hombre que tiene

experiencia de las cosas no participa en absoluto en el mundo. Pues es en l donde la experiencia surge, y no entre l y el mundo. El mundo no tiene parte en la experiencia. Se deja experimentar, pero no compromete su inters: Pues esta experiencia nada le agrega y nada agrega a la experiencia 38.Si prevalece la relacin Yo-Ello significa que prevalece el Ello sobre el Yo puesto que tambin el Yo se convierte en un Ello. La relacin Yo-Ello es una relacin despersonalizada y slo puede ser superada con la instauracin de la relacin Yo-T.

Yo-T es la relacin. Est determinada por el ser y el hacer, y no por el tener y el usar como ocurre en el mundo del Ello: Cuando se dice T, para

quien lo dice no hay ninguna otra cosa, nada tiene. Pero s est en una relacin 39.El ser es la actitud que caracteriza el Yo de la palabra primordial Yo-T, puesto que quien instaura una relacin tiene que entrar en ella con todo su ser:

La palabra Yo-T slo puede ser dicha con la totalidad del ser 40La accin es la realizacin de la relacin en el mundo. Para Buber este es un aspecto muy importante, porque sabemos que su finalidad es la de hablar:

37 38 39 40

Idem, Idem, Idem, Idem,

p. 8 p. 9 p. 8 p. 13

55

del hombre real, de ti y de m, de nuestra vida y de nuestro mundo, no hablo de un Yo en s ni de un ser en s mismo 41.El T emerge del mundo del Ello, sin embargo no es nada estable ni continuo. El hombre necesita del Ello para vivir, pero no debe limitar su vida a esta dimensin: el hombre no puede vivir sin el Ello. Pero quien slo vive con

el Ello no es un hombre 42.

2.3.- En el comienzo es la relacin

43

Hasta ahora hemos visto como la actitud relacional es la que confiere humanidad al hombre y es la respuesta a la crisis provocada por la soledad existencial y por el venir a menos de la autenticidad de la relaciones humanas.

Hemos analizado como el nudo originario de todo el pensamiento buberiano es la relacin; es el concepto que puede dar un nuevo significado al hombre: Para la ciencia filosfica del hombre, esta realidad nos ofrece el punto

de partida desde el cual podemos avanzar, por un lado, hacia una comprensin nueva de la persona y, por otro, hacia una comprensin nueva de la comunidad 44.Buber confiere a la relacin no slo un carcter psicolgico sino sobre todo ontolgico; cuando afirma en el comienzo es la relacin se contrapone al existencialismo. El existente, para esta filosofa, coincide con lo que es para

s mismo. El concepto buberiano de relacin cambia este esquema. La relacinimplica que el Yo no es para s mismo, es porque est abierto hacia el Otro,

es yo para el otro.

41 42 43 44

Idem, p. 15 Idem, p. 30 Idem, p. 18 BUBER, M., Qu es el hombre?, ed.cit., pp. 149-150

56

No tenemos que olvidar sin embargo que la relacin no es slo una forma de ser, es tambin una manera de hacer, de obrar: en este sentido hace falta por lo tanto comprender lo que entiende Buber cuando dice T a otro ser natural. La accin de la relacin es una accin de responsabilidad del Yo para el T. La relacin es por consiguiente esencia y tarea del hombre, por lo tanto ser o no ser capaz de realizarla es lo que distingue el hombre de los animales; elegir realizarla o no realizarla, convierte el Yo en persona o en individuo abstracto.

La predisposicin a la relacin, para Buber, es algo natural en el hombre, est presente desde su nacimiento. Buber la llama el T innato; es el a priori

de la relacin, es aquella propensin gracias a la cual el hombre busca el T,o sea el Otro, antes del encuentro real, antes de tenerle en frente: El T

innato se realiza en las relaciones vividas con aquello con que se encuentra45.Cuando un nio nace, entra en el mundo ya hecho fsicamente, pero no an el

ser personal y actual que slo se destaca poco a poco a medida que va entrando en el mundo de la relacin 46.El T innato es una inclinacin, una predisposicin del Yo hacia la relacin, hacia la apertura de uno frente a otro, es la expectativa de una relacin.

Recordando, desde mi momento actual, las relaciones de mi infancia siento que la primera relacin Yo-T que establec en mi vida fue con dos personas que he mencionado al principio de esta tesina, las maestras del pueblo: Angelina y Mara. Recuerdo que todas las maanas desayunaba rpidamente para cruzar corriendo el cortile (patio) que separaba mi casa de la suya, impulsada por la necesidad y el deseo de encontrarlas. A las nueve de la maana acompaaba45 46

BUBER, M., Yo y T, ed.cit., p. 25 Idem, p. 26

57

a la asistenta de Angelina, que en esos aos estaba jubilada, que le llevaba el desayuno a la cama y yo me quitaba los zapatitos y me acurrucaba a su lado, ansiosa de encontrar estmulos y respuestas, de sentirme acogida y recogida, en definitiva de sentir afecto, ternura y sentimiento. Creo que tanto para m como para ellas, ya difuntas y a las cuales quiero dedicar esta tesina como homenaje y reconocimiento de lo que significaron en mi vida, esos momentos fueron nicos e irrepetibles. Qu haba detrs de mi impulso a correr todas las maanas a encontrarme con ellas? Tal como dira Buber, el t innato, la inclinacin, la predisposicin del Yo, de mi Yo haca la relacin, haca mi apertura frente a ellas. Hubo una apertura mutua: por mi parte una necesidad de cario, de ser escuchada y de escuchar y por parte de ellas el deseo de acompaarme, de ensearme, de mostrarme las distintas manifestaciones de la vida y compartirlas conmigo otorgndoles as significado. El tiempo, donde se encontraban mis necesidades y sus deseos, donde contactaban nuestros seres, era el tiempo de la relacin, era el entre, era el nosotras en definitiva la frontera/contacto donde las posibilidades, las potencialidades, los anhelos se convierten en vivencias, en tiempo vvido, en tiempo oportuno, en kairs.

2.4.- La entre- relacin, el a doEn las palabras primordiales Yo-Ello y Yo-T se vislumbra otra dimensin en la cual se pueden analizar las relaciones humanas. Es la dimensin

58

antropolgica del hombre-con-el hombre. La autntica dimensin de la existencia humana es, para el autor de Yo y T, el hombre-con-el hombre.

La peculiaridad de la relacin entre hombres es marcada por el lenguaje; sin embargo ste no es el distintivo esencial de esta relacin, sino slo un medio para realizarla.

La realizacin de la relacin entre las personas ocurre cuando cada una se abre hacia la otra, reconocindose recprocamente como personas, como seres humanos capaces de relacionarse y de comunicar dentro de esta relacin.

La relacin se convierte entonces en algo que las personas comparten y sin embargo no est en ninguna en especial: Sus races se hallan en que un

ser busca a otro ser, como este otro ser concreto, para comunicar con l en una esfera comn a los dos pero que sobrepasa el campo propio de cada uno 47.Este tipo de relacin es la esfera del entre (...). Tendremos que

localizar la relacin entre personas humanas no como se acostumbra en el interior de los individuos o en un mundo en general que los abarque y determine sino, precisamente y de hecho, en el entre 48.Y ms adelante Buber escribe: Ms all de lo subjetivo, ms ac de lo

objetivo, en el filo agudoen el que yoy el tse encuentran en mbito del entre 49.Podra parecer una abstraccin, un concepto inventado para justificar la peculiaridad de las relaciones humanas; Buber en cambio sostiene que la entre-relacin, el a do, es algo real, concreto, verdadero; y como la relacin es tambin algo que acontece y desvanece, siendo as algo difcilmente47 48 49

BUBER, M., Qu es el hombre?, ed. cit., p. 147 Idem, p. 147 Idem, p. 149

59

identificable: No se trata de una construccin auxiliar ad hoc sino del lugar y

soporte reales de las ocurrencias interhumanas; y si hasta ahora no ha llamado particularmente la atencin se debe a que, a diferencia del alma individual y del mundo circundante, no muestra una continuidad sencilla sino que vuelve a constituirse incesantemente al comps de los encuentros humanos 50.Hay un paralelismo, entre la relacin del Yo que se convierte en Yo-T, o sea lograr decir T al otro; y la entre-relacin, el a do, en cuanto dimensin alargada de la relacin, los sujetos de esta relacin no son slo un conjunto o un grupo, sino se convierten en el correspondiente plural del Yo-T, el

Nosotros: Lo que corresponde al t esencial en este plano del uno mismo lo denomino yo, en la relacin con una pluralidad de hombres, el nosotrosesencial 51.El Nosotros tiene el mismo valor del T y requiere para su realizacin las mismas condiciones: inmediatez, presencia y reciprocidad.

El nosotros encierra el t potencial: Slo hombres capaces de hablarse realmente de t pueden decir verdaderamente de s nosotros 52.

2.5.- El dilogoEl vocablo que Buber usa y que en espaol se traduce como dilogo es

Zwiesprache. La raz de esta palabra es la misma de zwischen que Buber utilizapara indicar el a do.

50 51 52

Idem, p. 147 Idem, p. 104 Idem, p. 105

60

Estos matices son necesarios porque Buber intencionadamente quiere evidenciar la esfera del a do, o sea el espacio en comn entre dos interlocutores.

El dilogo es la forma peculiar en la cual se manifiesta la relacin humana, o sea la entre-relacin, el a do, aquella esfera en la cual los hombres son recprocamente en relacin y sus Yo se dicen el uno al otro T.

En Yo y T, Buber explica as lo qu es para l el dilogo: De entre las

tres esferas se destaca una, la de nuestra convivencia con los hombres. Aqu el lenguaje se completa, prologndose en el discurso de su rplica. Solamente aqu la palabra explicitada en el lenguaje recibe su respuesta. Solamente aqu la palabra fundamental regresa y avanza en la misma forma, la palabra de la invocacin y la palabra de la respuesta se formulan y viven en un mismo lenguaje; el Yo y el T estn aqu, no solamente en relacin, sino en leal intercambio. Aqu, y aqu solamente, los momentos de la relacin estn ligados entre ellos por el elemento mismo del lenguaje en el cual ellos estn inmersos. Aqu lo que nos confronta se expande en la plena realidad del T. Por consiguiente, aqu, y aqu solamente, nos sentimos realmente contempladores y contemplados, conocedores y conocidos, amantes y amados 53.El a do ocurre cuando al T que viene hacia m Yo digo T; de la misma forma, el dilogo se realiza cuando el T me interpela y Yo contesto con la palabra.

Contestar con la palabra no es sin embargo contestar con una palabra (o con un discurso), sino contestar con el espritu, que envuelve al hombre cuando ste entra en la relacin. Buber compara el espritu al aire, puesto que no se encuentra ni en el Yo ni en el T, sino entre ellos.

53

BUBER, M., Yo y T, ed.cit. p. 80

61

3. Conexiones con la Terapia GestaltEn estas conclusiones voy a hacer referencia y a citar un libro reciente que ha tratado sobre M. Buber y su filosofa del dilogo54

, para resumir los

conceptos fundamentales expuestos en esta segunda parte de la tesina y mencionar tambin las caractersticas esenciales de la relacin dialogal y su finalidad en la Terapia Gestalt.

Buber establece el principio dialgico-la presencia sustancial del

prjimo- como nica posibilidad del acceso al Ser

55

y la idea del hombre-en-

relacin como nica posibilidad de crecimiento humano 56.En la primera parte de este libro, dedicada a Buber y al desarrollo de la relacin del individuo con su entorno, cosas y hombres, Sylvie Schoch de Neuforn hace una paralelismo y una distincin entre el hombre bblico y el

hombre griego: en oposicin al hombre griego donde el hombre se sita en relacin a s mismo, origen del yo y del mundo, el hombre bblico es ante todo un hombre inmerso en una relacin que no sabe a dnde le lleva, pero que le hace llegar a ser. (...) Esta relacin (...) no es una contingencia que prive al hombre de toda libertad, sino que es su contexto, a partir del cual es posible toda creacin y que le fundamenta en su ser en devenir 57.Este es tambin el planteamiento de la filosofa contempornea, sobre la esencia del hombre, su relacin con el entorno, el ser-en-el-mundo de Heidegger. Tambin tenemos que situar a Buber dentro de la corriente fenomenolgica puesto que considera la consciencia como consciencia de algo y por lo tanto la realidad surge de la consciencia reflexiva.

SCHOCH DE NEUFORN, S., La relacin dialogal en Terapia Gestalt, Ferrol, Sociedad de Cultura Valle-Incln, Coleccin Los Libros del CTP-3, 2000. 55 BUBER, M., Qu es el hombre?, ed. cit. p. 8 56 SCHOCH DE NEUFORN, S., La relacin dialogal....., ed. cit. p. 11 57 Idem, p. 30

54

62

La actitud relacional, para Buber, es la que confiere humanidad al hombre. En el prlogo de la edicin francesa de Yo y T, Bachelard escribe

Slo soy una persona si me relaciono con una persona.El hombre en su esencia est colocado en una relacin con el mundo, no existe aislado y esta relacin tiene unas caractersticas fundamentales; para Buber hay dos parejas de palabras primordiales, Yo-T y Yo-Ello, son dos formas distintas de referirse al otro, dos maneras de relacionarse con el mundo.

El Yo es distinto segn la manera que tiene de aprehender al otro,

objeto u hombre, es la que le pone en el Yo-T o en el Yo-Ello 58.En la relacin Yo-Ello el Yo est en la dimensin de la experiencia, no de la esencia, no hay reciprocidad sino causalidad, percibe, experimenta y quiere algo. El Yo no participa del mundo, el conocimiento no sucede entre l y el mundo sino dentro del hombre.

En la oposicin del Yo-Ello est el encuentro integrador Yo-T que es relacin, es dilogo, es un estar-con; en el prlogo citado antes, Bachelard escribe: El encuentro nos crea: no ramos nada o slo cosas antes de

estar juntos.El Yo-T es un encuentro, es una forma de contacto, en la cual el otro es digno de respeto y es interpelado como persona; en el Yo-Ello hay relacin con el otro, pero como objeto de manipulacin, como medio para otros fines. Las relaciones Yo-Ello son verticales, y las Yo-T son horizontales.

Voy a nombrar las caractersticas de la relacin dialogal, puesto que considero son las mismas que las de la relacin teraputica gestltica, del dilogo paciente-terapeuta: presencia, totalidad, reciprocidad, el modo medio, la confirmacin y el a do.58

Idem, p. 36

63

Presencia. En el momento en que ocurre el encuentro hay presencia, hay relacin, y hay presente. Es el aqu-y-ahora de la relacin, es el lugar donde la relacin es visible. Y el momento presente, el aqu-y-ahora, ledo y vvido

dentro de las dos coordenadas, el tiempo (fase de la terapia y fase de la sesin) y la relacin (el tiempo vvido), se vuelve kairs, tiempo propicio, lugar de la terapia, concretizacin ltima del Da-sein (ser-ah) o mejor del Mit-dasein (conser-ah) 59.

Totalidad. El Yo que est verdaderamente comprometido con todo su Ser, no es el Yo de una suma de sus vivencias, de sus sentimientos y sus facultades. Es un Yo que delante de un T, est presente, se muestra, se arriesga con todo su ser en la reciprocidad y en la co-presencia para permitir que el resultado sea determinado por el entre y no controlado por ninguno de los individuos.

Como dice Laura Perls: Los terapeutas gestlticos no utilizan tcnicas;

se aplican ellos mismos a la situacin utilizando todas las habilidades profesionales y experiencia de la vida que han acumulado y asimilado 60.

Reciprocidad. Como acabo de decir es una caracterstica de la relacin Yo-T.

El terapeuta y el cliente se descubren mutuamente y cada uno se descubre a s mismo y juntos inventan su relacin 61.Una relacin se desarrolla cuando dos personas, cada una con existencia y necesidades personales, se contactan, se reconocen, y actan la una sobre la otra, recprocamente, aunque permitiendo las diferencias entre ellas.

SALONIA, G., Tiempo y relacin. La intencionalidad relacional como horizonte hermenutico de la psicoterapia Gestalt, cap. 4 del libro: SPAGNUOLO LOBB, M., coordinadora, Psicoterapia de la Gestalt, Hermenutica y clnica, Ed. Gedisa, 2002, p. 93 60 PERLS, L., op.cit., p. 133 61 idem, p. 135

59

64

Esto es el contacto, el fenmeno que tiene lugar al descubrirse

mutuamente e inventar juntos la relacin. Este contacto es la fronteracontacto que contiene protege, une y separa. Es el lmite entre yo y el otro, es donde estn situadas las funciones y las posibilidades de ser uno mismo, la identificacin y la alienacin, la aceptacin y/o el rechazo. Es el terreno de la emocin, el inters, la preocupacin, la curiosidad, la ternura, el miedo, La flexibilidad de esta frontera o lmite es el continuum de la experiencia, el

awareness.

El modo medio. La relacin es un evento que ocurre entre dos personas, es un proceso que se construye. Lo que hace posible que el encuentro tenga lugar

no es un movimiento voluntario. El modo del encuentro es el modo medio (... como lo hace Goodman, en referencia al griego clsico, que se refiere a una actitud a la v