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CAPÍTULO SEGUNDO TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO DEL EJÉRCITO I. Concepto de Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65 II. Elementos generales del Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . 75 III. Las funciones del Estado en tiempos de paz y de guerra. Las funciones del Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 IV. Axiología del Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92 V. Teleología del instituto armado . . . . . . . . . . . . . . . . . 98 Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv DR © 2002. Instituto de Investigaciones Jurídicas - Universidad Nacional Autónoma de México Libro completo en: https://goo.gl/CyEm7D

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CAPÍTULO SEGUNDO

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICODEL EJÉRCITO

I. Concepto de Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

II. Elementos generales del Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . 75

III. Las funciones del Estado en tiempos de paz y de guerra. Lasfunciones del Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

IV. Axiología del Ejército . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

V. Teleología del instituto armado . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

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CAPÍTULO SEGUNDO

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICODEL EJÉRCITO

I. CONCEPTO DE EJÉRCITO

La palabra Ejército, se deriva del latín “Exercito” , “ Exercitus” , que sig-nifica ejercitar, activo, agitado;64 “ lo anterior no es más que el ejemplovibrante del contenido de esta palabra. Ejército, sinónimo de actividadconstante; de ejercicio consuetudinario, de dinámica pura, de preparaciónhabitual y ambiciosa para cumplir con las sagradas tareas que se tiene en-comendadas en una organización político-jurídica tan compleja, como esel Estado” .

De lo anterior se aprecia que en el concepto de Ejército, se debe deatender a ese ente supremo debidamente organizado por el hombre, quees el Estado, en cualesquiera de sus formas y expresiones. El Estado esobra del hombre, procede de ese sentido racional del ser pensante que loha formado para encauzar sus actividades y buscar las garantías al convi-vio que tiene con seres de su misma especie; por medio del Estado elhombre alcanza sus logros. Por tanto, es necesario conceptualizar el tér-mino de Estado, para poder acertar en la apreciación resultante de una delas instituciones de éste, que es indispensable y necesaria para garantizarsu existencia, su orden y su seguridad, así como la expresión misma de supoder. Reyes Tayabas,65 dice:

Siguiendo a Kelsen, podemos anotar que entre las varias acepciones de lapalabra, una de las más corrientes es aquella en virtud de la cual designa-mos como Estado al conjunto de todos los fenómenos sociales, identifi-cándolo con la sociedad en el sentido de una totalidad orgánica y en cons-ciente contraposición a cualesquiera de sus manifestaciones parciales.

65

64 Ibidem, p. 1.65 Reyes Tabayas, Jorge, Bases para el estudio del Estado, México, Impresiones Qualyti,

1966, p. 21.

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Lo anterior atiende a que el Estado es sociedad, pero debidamente or-ganizada mediante sus órganos de control, que encauza los actos de lamisma, comprendiendo todas las expresiones sociales que son suscepti-bles de suceder en cualquier pueblo; pero todavía más: tales elementos seunen con otro que es vital para su subsistencia, como es la existencia de unterritorio; así, el maestro Andrés Serra Rojas66 dice: “La teoría tradicio-nal de los elementos del Estado señala que siendo éste la organizaciónpolítica de una sociedad, deben considerarse tres elementos esenciales: unterritorio, una población, un poder soberano y los fines que se proponeatender” .

Toca ahora señalar en qué lugar del Estado se coloca al Ejército, esdecir, si es parte de él o se puede apreciar como un elemento aparte, crea-do para garantizar su existencia, atendiendo a la certeza de sus fines. Alcaso, se debe de atender al primer señalamiento: es decir, el Ejército for-ma parte del Estado, ya que nutre sus filas por medio de la población quees elemento y parte integrante del Estado mismo; coloca su ámbito de ju-risdicción normal dentro de un territorio que está obligado a custodiar,pero la característica más importante es que fortalece a esa conjunción deelementos con el poder, ya que en ocasiones se aprecia que el poder de unEstado atiende a la vigencia de sus instituciones, apoyadas por la fuerzacoactiva del mismo y es en el Ejército donde radica ese potencial que lohace fuerte en su interior y respetable en el exterior, frente a otros paísesintegrantes del concierto internacional. Consecuentemente, la eficacia delpoder, la da ese medio coactivo del Estado que es el Ejército, toda vezque el mismo constituye su máxima expresión en la coercibilidad.

Pero se requiere precisar qué es el poder del Estado y en dónde radicaéste. En primer término, su poder es la potestad con que cuentan los órga-nos de gobierno, para ejercer autoridad y en quienes se deposita la sobe-ranía. Dice el maestro Serra Rojas:67 “El poder es a la vez una fuerzajurídica y una fuerza material” . Ante dicho concepto, se estima que elpoder material del Estado es el elemento coactivo de éste para hacer cum-plir sus designios, en primer término la fuerza material con que cuentaque trasciende en el llamado poder nacional, que es diferente al poder delEstado. De éste último ya hemos mencionado, de acuerdo a la teoría tra-dicionalista cuáles son sus elementos, pero del primero citado, o sea del

66 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

66 Serra Rojas Andrés, Teoría general del Estado, México, Manuel Porrúa, 1964, p. 185.67 Ibidem, p. 221.

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nacional, se puede mencionar que se encuadra en el poder militar, el po-der político, el poder económico y el poder psicosocial.

El poder militar es la eficiencia del Ejército, la máquina de guerraque tiene como fines la seguridad exterior y el orden interno de un Esta-do; es el protector en causa extrema de éste, por tanto su composicióndebe de estar siempre presta al sacrificio en existencia, tiempo y sin limi-tante alguna, extendiéndose desde su prestigio, sus hombres, su material ytodo aquello que vaya implícito a sus funciones. El segundo, o sea, el poderpolítico, es la fuerza estratégica de llevar la dirección de un país, sus deci-siones firmes, provechosas, la carencia de la timidez de sus líderes o go-bernantes, su ausencia de corrupción, el orgullo en su historia, el orden ysobre todo el cumplimiento a las disposiciones legales que previamentese hubieren establecido.

El poder económico atiende a los recursos materiales y medios nece-sarios para el desarrollo del Estado, en donde no prevalezca la crisis y lamiseria, el hambre y la indigencia, la falta de medios para subsistir, comofactores elementales dentro del marco existencial del Estado mismo. Y elpoder psicosocial, es la programación mental del pueblo, para tener siem-pre mente de vencedores, ver la vida con optimismo, no arredrarse antelas eventualidades, respetar a los conciudadanos en sus derechos de terce-ros, sentir a la nación desde sus raigambres histórico-sociales, hasta suproyección hacia un futuro próspero y de unión, el respeto a los símbolosnacionales y el orgullo de ser nacional respetuoso de sus instituciones,con una lealtad hacia sus gobernantes, porque se sabe en conciencia queéstos son leales a ellos; dice Joseph Comblin:68 “El poder nacional com-prende la ayuda indispensable a la sociedad política” ; lo anterior se en-tiende en el sentido de que sin éste, la sociedad no podría subsistir y lospoderes que la integran son básicos para su desarrollo.

La teoría naturalista establece que el hombre tiene el sagrado derechonatural de poder organizarse y defenderse para su propia subsistencia yseguridad, que el hombre al momento de nacer y asociarse se reúne parahacer batidas comunes a hombres de otras tribus o pueblos, de los anima-les, o bien de las calamidades públicas; el Ejército es una organizaciónnatural en el ente pensante.

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68 Comblin, Joseph, El poder militar en América Latina, Salamanca, Ediciones Sígueme,1978, p. 74.

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Por otro lado, media la teoría positivista, que tiende a estimar que elhombre crea la norma jurídica; de ésta nace la fuente del Ejército que seinstituye para su defensa.

El poder, dice la teoría positivista, emana del pueblo al presentarsecomo poder público y se instituye para beneficio de éste; así, se puederazonar que el Ejército es parte de ese poder público y que no es más queel pueblo en el legítimo derecho del ejercicio de las armas. La Constitu-ción Política de los Estados Unidos Mexicanos, al respecto, armoniza dospreceptos que al caso dan fundamento a lo antes expuesto, como son losartículos 39 y 35, fracción IV, ya que independientemente de lo referidocon anterioridad, se considera prerrogativa de los ciudadanos tomar lasarmas en el Ejército o Guardia Nacional para la defensa de la República ysus instituciones.

El tratadista Calderón Serrano69 afirma:

Nuestro estudioso y competente general Rubén García, en sus atinadas cró-nicas militares de prensa, al desenvolver el interesante tema “¿Qué es elEjército?” , asentó con verdadero acierto: “Los Ejércitos modernos no son,ya no pueden ser, un organismo enquistado dentro del pecho de una na-ción... y menos un organismo privilegiado al servicio de una idea; no, elEjército debe ser popular, es decir, del pueblo mismo, para que en todomomento los cuadros sientan, piensen y actúen como éste y se hallen res-paldados por toda vibración económica, social y moral de la patria.

De aquí la integración de los dos preceptos constitucionales en citaanterior, ya que el espíritu que prevalece en los miembros del Ejército, eseminentemente nacional, y su composición surge como una prerrogativay una obligación para los ciudadanos de integrarse a sus filas para la de-fensa de los elementos vitales de la existencia del Estado; por eso, el ge-neral y maestro de la Facultad de Derecho de la Universidad NacionalAutónoma de México, Ricardo Calderón Serrano, determina:

Así pues, el aspecto subjetivo filosófico-jurídico de composición personaldel Ejército, llevado al correspondiente concepto de éste, nos determinaque es un órgano estatal integrado generalmente por los ciudadanos de lanación, para conservación de la seguridad de la patria y sus institucionesfundamentales, en el interior y la defensa de su integridad y soberanía, enel exterior.

68 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

69 Calderón Serrano, Ricardo, op. cit., nota 60, p. 65.

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En igualdad de circunstancias y tal vez a nivel universal el tratadistaespañol, César Ruiz Ocaña,70 afirma: “Las Fuerzas Armadas son el brazoarmado de la nación. No son una excepción en la sociedad, son parte de lamisma sociedad, integran la sociedad, y su misión es la defensa de la so-ciedad en la que están integradas” .

Cabe descartar que las élites que se formaron en los Ejércitos de anta-ño, como fueron los nobles en diversas épocas, o bien como en el Ejércitoalemán los Junkers, que eran verdaderos monopolistas de las plazas desoldado, ya que sólo los privilegiados podían adentrarse en su seno, puesinclusive todavía se conserva en algunas escuelas militares del mundo, lasituación de no admitir más que a dinásticos personajes con abolengo olegado de algún ancestro.

En México existen clases de privilegio en el Ejército, al caso afirmoque no media consideración clasista alguna para el ingreso a las filas delinstituto armado, pero ya en la estancia dentro de él, sí existen una seriede grupos de élite que se distinguen en militares de arma y de servicio;militares diplomados de Estado Mayor o tácticos; de la milicia permanen-te o de la milicia auxiliar; y todavía más: en cada arma o servicio se haceuna verdadera distinción de clase y de verdadero celo en cuanto a su pro-cedencia, que si se lleva al terreno de la competitividad, es positiva, perosi no es así, que sólo se haga como distinción de algunos hombres sobreotros, es dañino para las filas del instituto marcial.

Pero esto no es exclusivo de México, ya que igualmente en otros paí-ses, como en los Estados Unidos de América, existe la élite de cuenta;C. Wright Mills,71 dice:

Nuestra respuesta a la pregunta: ¿Existe ahora una camarilla militar? es lasiguiente: Sí existe dicha camarilla, pero sería más propio llamarla la mino-ría poderosa, pues se compone de hombres económicos, políticos y milita-res, de hombres cuyos intereses han ido coincidiendo cada vez más. A finde comprender el papel desempeñado por los militares, dentro de esta mi-noría, es preciso que entendamos lo que representan también en ella el pre-sidente corporativo y el político. Y es necesario comprender, además, algode lo que ha venido sucediendo en la esfera política de los Estados Unidos.

Antes de proceder a dar un concepto de Ejército, cabe razonar cómo seintegra éste y aun cuando los medios modernos imponen los adelantos cien-

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70 Ruiz Ocaña, César, Los ejércitos españoles, Madrid, Editorial San Martín, 1980, p. 109.71 Wright, Mills C., La élite del poder, México, Fondo de Cultura Económica, 1989, p. 213.

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tíficos con los que cuenta un Estado para establecer sus medios de defensa,como son las armas de todo tipo, no es posible entender al Ejército sin elelemento humano, el espíritu que sale del mismo y que hace vibrar desper-tando los sentimientos de amor, de arrojo y de sacrificio, dirigidos hacia suelemento teleológico de protección, como lo es la nación; por tanto, sinhombres no se podría comprender al instituto armado; sin embargo, no esposible pensar en una multitud de soldados, ya que tal concepto nos lleva apensar en una incoherencia de sujetos, en un gran número amorfo, en unadesorganización y el Ejército tiene como característica primordial, la orga-nización acuciosa, el orden y otros valores que constituyen las virtudes mi-litares como más adelante se apreciará en esta investigación.

Igualmente, se podría pensar que el Ejército es una máquina de gue-rra de poder destructivo que impone la vida de la sociedad; este conceptotambién es equívoco, atendiendo a que bien es cierto que la guerra es laactividad primordial de un Ejército, pero no es tan tajante, ya que másque hacer la guerra, su finalidad se encamina hacia la defensa, no hacia laofensa, es decir la agresión es un punto limitado por el derecho interna-cional, que puede constituir inclusive un crimen de guerra.

Equívocamente, por la generalidad ajena a los medios jurídico-políti-co-militares, se piensa que el Ejército tiene una finalidad, pero la concep-ción de ésta es demasiado vaga y se le coloca como comodín de muchosmales sociales, por lo que si surgen problemas en la sociedad tanto dedelincuencia, políticos, etcétera..., se determina que ante lo drástico debede intervenir el Ejército y la realidad no es así, ya que se caería en unsistema totalitario que amenazaría severamente la paz y tranquilidad pú-blicas; el Ejército debe de intervenir en caso de guerra extranjera, en quese ponga en peligro la seguridad exterior de la nación o el orden interno yla paz pública, en donde verdaderamente medie un peligro de trastocarlos elementos anteriormente citados; por eso, J. Ramón Alonso72 opina:“Sólo el pueblo parece percibir que los Ejércitos son para algo y colectiva-mente se desmoraliza cuando intuye que por cualquier contingencia, inter-na o externa, el brazo castrense no tiene posibilidades de ser empleado, opor sus conveniencias no sirve para los altos fines que le están asignados” .

Sin embargo, hay quienes desconocen no sólo lo que es el Ejército,sino sus finalidades, como son las anteriormente mencionadas y se piensaque median supuestos irrealizables y que la comunidad militar es ociosa

70 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

72 Alonso, J. Ramón, Historia política del Ejército español, Madrid, Editora Nacional, 1974, p. 13.

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en sus acciones normales, pues no ha faltado la opinión de decir que lossoldados que están de guardia o acuartelados no tienen ocupación produc-tiva; al caso, se cita la opinión del investigador Jorge Alberto Lozoya,73

quien manifiesta: “Las funciones bélicas del Ejército, se ven reducidas aluchar en contra de una hipotética intervención extranjera, por medio deuna organización de guerrillas y a reprimir intentos de subversión interna,mediante un sistema antiguerrilla” .

De lo anterior es necesario comentar que no hay tal hipotética amena-za de intervención extranjera, sino que la amenaza es latente y debe deaplicarse el principio de derecho romano que reza: Si vicem pacem parabellum, pues no es posible sostener la socorrida tesis de pensar que enMéxico no hay amenaza externa, que sólo sucede en otros países allendelos mares, pero que aquí se está remoto de la intervención armada extran-jera. Sin embargo, se debe de prever un posible acontecimiento (si es po-sible, es futuro y si se ha de prever, ya no es incierto) que es el motivoprincipal por el que el Ejército subsiste, pero no para estimar que nuncasucederá, ya que en tal circunstancia todos los hombres y mujeres debende prepararse hoy, en tiempo normal, para poder combatir una eventuali-dad de la naturaleza que fuere.

Atendiendo a todos los anteriores conceptos, se estima que quiendebe de decidir cuándo y en qué momento entra el Ejército, no obstanteestar en la ley, el criterio final de la facultad de decidir lo tienen los órga-nos de poder, quienes con criterio y energía dirán la última palabra. Eltratadista español, Prudencio García,74 manifiesta:

Es obvio que las grandes decisiones de la política exterior, así como de lainterior, habrá de corresponder habitualmente al poder civil; pero no es me-nos obvio que cuando estas grandes decisiones impliquen la posibilidad deuna conflagración bélica, los Ejércitos, en su calidad de primordiales prota-gonistas de la misma, llamados a cargar con la más dura parte de su peso ya encauzar las energías de los pueblos al servicio de ese trágico y sangrien-to esfuerzo, tienen mucho que decir sobre la legitimidad de éste y sobre lasposibilidades alternativas ofrecidas para su evitación a priori, propiciandoy si preciso fuera, asesorando toda clase de esfuerzos dirigidos al agota-miento exhaustivo de las posibilidades que brinde el campo de la avenenciay la negación.

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73 Lozoya, Jorge Alberto, El Ejército mexicano, México, El Colegio de México, 1976, p. 103.74 García, Prudencio, Ejército: presente y futuro, Madrid, Alianza Editorial, 1975, p. 37.

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De aquí se parte que aun cuando en un conflicto beligerante externo ointerno, el Ejército llega inclusive hasta el sacrificio de la existencia delos hombres que lo integran, quien lleva la decisión en la mayoría de loscasos es el poder civil, buscando siempre el pensar razonado de quienes sonlíderes en una conjunción social organizada; éstas son las decisiones polí-ticas y cabe vincular a la política con lo militar; así, el celebre director dela Escuela de Guerra de Prusia, Karl von Clausewits,75 afirma: “Vemos,por lo tanto, que la guerra no es simplemente un acto político, sino unverdadero instrumento político, una continuación de la actividad política,una realización de la misma por otros medios” . Pero los que se encuen-tran en la política son civiles y militares, ya que ambos constituyen unbinomio que no se puede romper, pues pondría en peligro la estabilidadsocial y que algunos tratadistas llaman fusión, como es el caso de ClaudeHeller,76 quien expone:

Entre estas perspectivas sobresale la imagen que los militares proyectanacerca de su papel y status propios dentro de la sociedad y en concepciónde las élites civiles y del sistema político en su totalidad. En aquellas cir-cunstancias en que los militares consideran al liderazgo civil como corrup-to, incompetente o de algún modo incapaz de hacer frente a las tareas fun-damentales del gobierno, aumenta correlativamente su motivación paradesempeñar ellos mismos tales funciones.

Toca ahora mencionar algunas de las definiciones que sobre el Ejér-cito se han mencionado. Corresponde en primer término al célebre políti-co y académico militar, Alfonso Corona del Rosal,77 quien afirma:

En términos generales, se define a un Ejército diciendo que es el conjuntode Fuerzas Armadas de una nación o de un bando beligerante. En un con-cepto más estricto, es el conjunto de los mandos, tropas y elementos de lasdiversas armas, servicios y cuerpos terrestres: el Ejército de tierra. Tambiénse emplea la palabra Ejército para distinguirlo de la marina o la aviación.

El concepto anteriormente citado es de verdad amplio, aun cuando seextiende demasiado, ya que podría comprender a las milicias o guardias

72 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

75 Clausewitz, Karl von, De la guerra, México, Diógenes, 1977, t. I, p. 24.76 Heller, Claude, El Ejército como agente de cambio social, México, Fondo de Cultura Econó-

mica, 1979, p. 16.77 Corona del Rosal, Alfonso, La guerra, el Imperialismo, el Ejército mexicano, México, Gri-

jalbo, 1988, p. 241.

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civiles o nacionales, que en tiempo de paz no constituyen un Ejército yaparte dicha definición se contrapone a la doctrina española, que afirmaque el Ejército en su concepción comprende a las tres Fuerzas Armadas;por eso, don Guillermo Cabanellas78 opina que: “De esas otras fuenteshan tomado los franceses su Armée, que les obliga a la misma adición deterrestre (de terre ) o naval (de mer) que se produce en español con Ejér-cito, por excelencia el de tierra, pero hay que llamarle así para distinguir-lo del de mar” .

Nuestra Constitución contempla los términos de Ejército, Fuerza Aé-rea y Armada, pero debe de emplearse un sólo término para identificar aestas tres fuerzas de guerra, como es el de Fuerzas Armadas. Renato de J.Bermúdez F.79 afirma:

Sobre este particular Saucedo López, en forma por demás acertada expresa:Comprender a las tres Fuerzas Armadas con el concepto de Ejército, exclu-sivamente, se presta a confusión, ya que con este término parece dar a en-tender y referirse sólo a la institución armada y permanente que tiene porobjeto la realización de las operaciones terrestres y de ninguna manera eneste concepto se incluye a las Fuerzas Armadas del aire ni a las del mar. Enefecto, en la actualidad el término Ejército se utiliza exclusivamente paralas fuerzas terrestres, en tanto que el vocablo Fuerzas Armadas es la deno-minación genérica que se les confiere a las fuerzas de aire, mar y tierra deun Estado.

El general López Muñiz,80 por su parte, transcribe los siguientes con-ceptos acerca del Ejército: “Numero considerable de tropas de infanteríay caballería, unidas de consuno para operar contra el enemigo (AntiguaEnciclopedia Francesa)” . Tal concepto hoy en día está en desuso.

“Cuerpo de tropas autorizado por un Estado y enviado por él parahacer la guerra” . Este concepto es limitado, ya que sólo establece el con-cepto de Ejército en operaciones.

El Ejército es la máquina destinada a operar los movimientos milita-res; se compone, como las otras máquinas, de partes diferentes; de subuena composición y conveniente arreglo depende su perfección; su obje-to común debe ser reunir, como propiedades esenciales, la fuerza y la agi-

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78 Cabanellas, Guillermo, Diccionario militar aeronáutico, naval y terrestre, Argentina, Clari-dad, 1961, t. III, p. 33.

79 Bermúdez F., Renato de J., Compendio de derecho militar, México, Porrúa, 1996, p. 201.80 López Muñiz, Diccionario enciclopédico de la guerra, Madrid, Gesta, 1961, p. 127.

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lidad. El sentido figurativo del concepto citado, es destinado a señalar al-gunas cualidades de sus miembros, pero no se adecua a la realidad.

“La universalidad de fuerzas a sueldo de un Estado y la reunión deuna parte de estas fuerzas con un destino especial” (general Lemarque).Al caso, hago notar que no todas las fuerzas de un Estado sometidas a unbeneficio salarial, forman parte de un Ejército, pues al caso resalta la po-licía como cuerpo de seguridad interna; independientemente de que lossoldados no perciben sueldo alguno, sino haberes, que es el término ade-cuado para no confundir con alguna relación laboral que no media en elEjército, como la naturaleza entre Estado y servidor público.

“La reunión de medios de toda especie, que el arte pone en juego deestas fuerzas con un destino especial” (general Rocquancourt). Tal con-ceptualización es ambigüa y no nos aporta mayores elementos para apo-yar un concepto acerca del Ejército.

La reunión de hombres, animales y máquinas, organizada con el fin de ha-cer una guerra determinada o cualesquiera de las guerras en que se puedaver envuelta una nación. En el primer caso, se llama Ejército de operacio-nes de tal o cual parte, según el país donde se va a guerrear; en el segundo,se dice sencillamente Ejército de España, Francia, etcétera, queriendo sig-nificar todas las fuerzas militares de tierra de esas naciones (Villamartín).

Su Ordenanza general de 17 de diciembre de 1910, estableció: “Queel Ejército se constituye con la fuerza pública de diversas milicias y ar-mas que sirven a la nación para hacer la guerra en defensa de su inde-pendencia, integridad y decoro y para asegurar el orden constitucional yla paz en el interior” .

Cabe ahora dar un concepto acerca del Ejército,81 diciendo: “Que esuna institución armada que protege la seguridad de la nación, tanto inter-nacional como nacionalmente y realiza servicios sociales, en calamidadespúblicas, como en necesidades de la población civil, desempeñando cual-quier actividad que sea benéfica para el país” .

Los elementos de este concepto, atienden a que es un instituto arma-do, de características profesionales y permanentes, hecho que lo difierede otras instituciones que igualmente se podrían llamar armadas; su mi-sión es proteger a la nación tanto en el plano internacional, como en elnacional y en ocasiones, cuando el caso lo requiere, ayuda a la población

74 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

81 Saucedo López, Antonio, op. cit., nota 63, p. 5.

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civil en las eventualidades que se presentan y que ponen en grave peligroa la seguridad interior de la nación.

Se le ha llamado por algunos políticos “Ejército de paz” . Este térmi-no es contradictorio, ya que no existen Ejércitos de paz, pues el conceptoes que el Ejército sirve para la guerra en cualesquiera de sus modalidades,internacional o interna; asimismo, se le llama impropiamente Estado pa-cifista, esto igualmente es incorrecto, ya que sería un Estado castrado. Encambio, el Estado debe buscar la paz y vivir en ella, pero no ser pacifista,ya que rompe con los sentimientos de pasión por su nación que debe detener todo hombre acerca de su país de origen, así como de los conceptosnacionales que son indispensables para la unión de identidad entre loshombres de una comunidad.

II. ELEMENTOS GENERALES DEL EJÉRCITO

Se consideran como elementos de una institución de derecho, aque-llas partes que la integran; por tanto, los del Ejército son múltiples y muyvariados, pudiendo considerarse en subjetivos y objetivos; los primerosatienden a circunstancias valorativas o axiológicas, que aun cuando no seaprecian físicamente, se requieren por necesidad para la existencia deaquél, tal como lo son el honor, la disciplina, el valor, etcétera..., que pos-teriormente se analizarán; los segundos o sea los objetivos, atienden aelementos físicos y materiales que ocupan un lugar en el espacio y que enforma igual son indispensables para su creación y funcionamiento, comolos siguientes:

a) La estructura jurídica.b) La Organización.c) Los hombres.d) El armamento.e) Las instalaciones.

1. Estructura jurídica

La estructura jurídica del Ejército es la base fundamental de la exis-tencia del mismo, ya que sin ese marco jurídico no podríamos hablar oconcebir a esta institución de derecho, pues estaríamos frente a una turba

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 75

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desorganizada que realizaría operaciones de violencia sin ningún recato,sería hablar de una masa incoherente en donde sólo imperaría el desordeny los delitos en perjuicio de la comunidad. La ciencia encargada de lasFuerzas Armadas, es el derecho militar y para tal efecto, el maestro ydoctor en derecho Octavio Vejar Vázquez,82 afirma:

Pero otros dicen que derecho militar es una frase redundante, que derechoes milicia, que no hay más derecho que el de la fuerza bruta y que habiendosido así desde que apareció la humanidad en la superficie del planeta debe-mos creer que sucederá lo mismo hasta la consumación de las Edades. Pornuestra parte, recogiendo en mirada panorámica el mundo de nuestros días,advertimos que en todos los países civilizados hay una disciplina jurídica,precariamente explorada, que en el plano de la ley positiva se condensa enun conjunto de disposiciones orgánicas que coordinan, sincronizan y con-ciertan las relaciones derivadas de la vida marcial, que se denominan dere-cho militar. Es decir, que hay un orden jurídico particular dentro del ordenjurídico general del Estado, constituido por la norma jurídica que tiende,directamente, a asegurar el mantenimiento de los fines esenciales de la ins-titución militar.

En relación al mismo tema, veremos lo que Saucedo López83 dice:

El derecho marcial es el conjunto de normas aplicables a la existencia, or-ganización y actos de los institutos castrenses; su naturaleza es de derechopúblico, pero no surge en forma caprichosa o espontánea, sino que atiendea regular diversas materias del arte de la guerra y de lo relacionado con lomilitar; concepto necesario en una sociedad organizada. La actividad arma-da se condensa en un poliedro de diversas ciencias del saber, teniendo unaíntima relación con ellas, pero sus lazos más estrechos están con el derechoy cuenta con un orden jurídico específico consagrado a sus fines.

Del orden mencionado, surgen ramas como son el derecho penal, elprocesal penal, el administrativo, el internacional, el disciplinario, el deseguridad social, el penitenciario militar y el derecho de la guerra.

Así, deben de mediar normas jurídicas jerarquizadas en un plano si-milar a la pirámide kelseniana, en donde van de normas superiores a nor-mas inferiores, las que se ordenan de la siguiente manera: en primer tér-

76 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

82 Vejar Vázquez, Octavio, Autonomía del derecho militar, México, Stylo, 1948, p. 14.83 Saucedo López, Antonio, Apuntamientos de derecho militar, México, Guadarrama Impreso-

res, 1986, p. 2.

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mino, las normas constitucionales; en segundo, las leyes federales deaplicación en igualdad de circunstancias a los tratados internacionales; entercer lugar los reglamentos, en cuarto lugar los decretos y en quinto losmanuales de guerra y administrativos.

La Constitución es la norma fundamental en la que se finca toda lapirámide jurídica y la existencia misma del Ejército. El maestro CalderónSerrano84 opina al respecto: “La sistemática jurídico-legal ha llevado allegislador constituyente mexicano, muy a su pesar, a nuestro modesto en-tender, de la pasión de sentimientos políticos que le hacían mirar con nodisimulada prevención todo lo relativo a la colectividad armada, a fijarlas bases constitucionales que rigen fundamentalmente el Ejército” .

La Constitución atiende a diversos preceptos en los cuales se estable-cen disposiciones acerca del Ejército y las denominaciones que adoptason: Ejército, Armada y Fuerza Aérea; Ejército, Marina Nacional de Gue-rra y Fuerza Aérea; Ejército federal; Instituciones Armadas de la Unión;Ejército, Armada y Fuerza Aérea nacionales; pero se estima que debeadoptarse el término de Fuerzas Armadas, a fin de comprender en esteconcepto las tres fuerzas que son de tierra, de mar y de aire; en cuanto alos preceptos en específico, se establece en el artículo 10 de la Constitu-ción, la posibilidad de usar armas para la seguridad y legítima defensacon exclusión de las destinadas al Ejército, Armada, Fuerza Aérea yGuardia Nacional; el artículo 13 constitucional establece, entre otros, quesubsiste el fuero de guerra para los delitos y faltas contra la disciplinamilitar, pero que en ningún caso y por ningún motivo los tribunales mili-tares podrán extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcanal Ejército, de aquí que dicho precepto constitucional debe de reformarse,ya que al parecer el fuero de guerra sólo se aplica a los militares de tierra,estimando que la reforma constitucional adecuada es que debe de supri-mirse el término de Ejército, por el de Fuerzas Armadas.

El artículo 16 constitucional, en su parte final, dispone que en tiempode paz ningún miembro del Ejército podrá alojarse en casa particular con-tra la voluntad de su dueño ni imponer prestación alguna; pero en tiempode guerra los militares podrán exigir alojamiento, bagajes, alimentos yotras prestaciones en los términos que establezca la ley marcial corres-pondiente; se hace notar que el término “ ley marcial” , en estricto derechomilitar, atiende al derecho punitivo penal castrense, por tanto debe de su-

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84 Ibidem, p. 75.

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primirse éste por el de la “ ley emergente” ; el artículo 22 constitucional,habla de la pena de muerte a los reos de delitos graves del orden militar yel artículo 29 constitucional establece la suspensión de garantías indivi-duales en casos de invasión, perturbación grave de la paz pública o cual-quier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, preceptoque aun cuando no se menciona al Ejército, esta institución tiene muchainjerencia en el mismo.

Respecto a las obligaciones de los mexicanos, el artículo 31 de laNorma suprema, establece la educación militar que deberán de tener losalumnos de primaria y secundaria, como una preparación de éstos paracumplir con el Servicio Militar Obligatorio, en el Ejército o en la GuardiaNacional en forma posterior, haciéndolos diestros en el manejo de las ar-mas y conocedores de la disciplina militar. En tiempo de paz ningún ex-tranjero podrá servir en el Ejército, ya que para pertenecer a las FuerzasArmadas se requiere ser mexicano por nacimiento, salvo la excepción entiempo de guerra; el artículo 35 de la Constitución de la República, entreotras, establece la prerrogativa de tomar las armas en el Ejército o Guar-dia Nacional para la defensa de la República y de sus instituciones en lostérminos que prescriben las leyes.

Queda prohibido, en materia de división de poderes, que para ser dipu-tado se esté en el activo del Ejército federal; en la misma forma, se condi-ciona tal situación para los senadores de la República y presidente consti-tucional de los Estados Unidos Mexicanos y son facultades del Congresolevantar y sostener a las instituciones armadas de la Unión como son Ejérci-to, Marina de Guerra y Fuerza Aérea nacionales, así como la reglamenta-ción de su organización y servicio, siendo facultades del Senado el ratifi-car los nombramientos de jefes superiores de las tres Fuerzas Armadas y ala Comisión Permanente le toca ratificar los nombramientos que el presi-dente de la República haga de coroneles y jefes superiores del Ejército,Armada y Fuerza Aérea nacionales, en caso de receso de sesiones del Se-nado de la República.

El presidente de la República está facultado para nombrar con apro-bación del Senado o de la Comisión Permanente en su caso, a tales oficia-les superiores, de coronel a general de división y hasta almirante, según laFuerza Armada de que se trate y nombrar a los demás oficiales, que va deteniente coronel a subteniente en grado descendente, así como disponerde la totalidad de la Fuerza Armada permanente para la seguridad interiory defensa exterior de la Federación.

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El artículo 123, apartado B, fracción XIII, establece que los militaresse regirán por sus propias leyes en los términos del inciso f) de la fracciónXI de éste apartado, que se refiere a la seguridad social militar; y por últi-mo, el artículo 129 constitucional establece que en tiempo de paz, ningu-na autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exac-ta conexión con la disciplina militar y sólo habrá comandancias militaresen las instalaciones respectivas y fuera de las poblaciones que se estable-cieren para la estación de las tropas; por disposiciones del gobierno de laUnión, se estima que este precepto debe de actualizarse, atendiendo a queexisten situaciones que son ajenas a la disciplina militar en tiempo de pazy que son facultades del Ejército y de las otras Fuerzas Armadas: Marina yFuerza Aérea, entre otras, la seguridad interior o la intervención en cala-midades públicas, en donde el Ejército toma gran parte cuando se ponecomo consecuencia a la sociedad en grave peligro o se altera la paz pública.

2. Organización

La organización del Ejército comprende toda la manera de poderconstituirse, establecer su composición, sus cuadros de mando; así, tene-mos que cuenta con un mando supremo, radicando en el presidente de laRepública, máximo titular del Poder Ejecutivo, quien actúa como órganopolítico y órgano administrativo; consecuentemente, al ejercer el mandode las instituciones armadas, en forma igual trasciende a dos caracteressus funciones, que son función política y función administrativa; en elprimer plano, es el mando más alto y las primeras atienden a las activida-des del Ejército frente a la comunidad internacional; en caso de guerra,declararla y hacerla a nombre del país, o en caso de alteración al ordeninterno o la paz pública, el presidente puede disponer de las Fuerzas Ar-madas para restablecer éstos.

Por otro lado, en el plano administrativo, existe la Secretaría de laDefensa Nacional, como cuartel general del Ejército, de donde se des-prenden los mandos subalternos, como son: el alto mando, residiendo ésteen el secretario de la Defensa Nacional; existe un subsecretario y un ofi-cial mayor; un Estado Mayor, al mando de un jefe y dos subjefes; por loque toca al jefe del Estado Mayor, éste es un personaje tan importante enel Ejército, que ejerce en la práctica funciones de segundo en el institutoarmado, tal vez más que el propio subsecretario o el oficial mayor, por loque cabe la posibilidad de que pudiere ser clasificado, administrativamen-

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te, dentro de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea, como subse-cretario B y dejar al que es subsecretario, actualmente, como A.

Existen Secciones dentro del Estado Mayor, que se refieren a los si-guientes asuntos: S-S, que es la Sección Secretaría; S-1, que atiende a Re-cursos Humanos; S-2, que se refiere a lo de Inteligencia; S-3, que atiende aOperaciones; S-4, a Recursos Materiales; S-5, Planes Estratégicos; S-6,a Programación y Evaluación; S-7, a Relaciones Públicas; S-8, lleva laSección Jurídica; S-9, a Deberes Militares; S-10, a Operaciones Especialesy S-11, a Educación y Cultura; este Cuerpo colegiado, constituye parte delos órganos del alto mando, conjuntamente con la inspección general delEjército y Fuerza Aérea, los órganos del fuero de guerra, y las direccionesde las Armas y los Servicios, así como los Cuerpos Especiales y la Univer-sidad del Ejército, que comprende la última los siguientes planteles: Heroi-co Colegio Militar, en donde se ingresa a la edad de diez y seis años míni-mo y máximo de 23 años, para graduarse como Oficial Táctico de lasArmas y el Servicio de Intendencia; Colegio del Aire, Escuela de Materia-les de Guerra, Escuela de Clases de las Armas y Servicios, Escuela de In-teligencia Militar y Escuela Militar de Enfermeras; Escuela Militar deTransmisiones, Escuela Militar de Ingenieros, Escuela Médico Militar, Es-cuela Militar de Odontología y Escuela Superior de Guerra.

Tienen sus estudios todos los centros docentes mencionados, equiva-lente al grado de licenciatura y los últimos en Administración Militar, ha-biéndoles reconocido dicho grado académico la Dirección General deProfesiones de la Secretaría de Educación Pública, en el año de 1983; Es-cuela de Graduados de Sanidad Militar y Colegio de Defensa, los queequivalen, respectivamente, a especialización y maestría el primero y úni-camente ésta el segundo; Gloria Fuentes85 dice: “El Colegio de Defensaes el centro de estudios militares de más alto nivel de nuestro país, a élasisten militares de alta graduación de las tres Fuerzas Armadas, y son pre-parados para analizar aspectos de seguridad nacional” . Completando dichocomentario, los cursantes de dicho centro de estudios superiores, son ge-nerales o coroneles y actualmente abrió sus puertas a personal civil de lasdiferentes Secretarías de Estado, como son Relaciones Exteriores o deGobernación.

80 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

85 Fuentes, Gloria, El Ejército mexicano, México, Grijalbo, 1983, p. 232.

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3. Hombres

El elemento humano es indispensable en las Fuerzas Armadas, ya queconstituye el aspecto viviente y espiritual del Ejército, es el pueblo mis-mo en el servicio de las armas; por regla general, es requisito indispensa-ble la vocación que tenga el individuo para causar alta dentro de las filasdel instituto armado, pues siendo un medio de características diferentes acualquier otro, se requiere cierta preparación psicológica y física para po-der entender y vivir en tiempo y forma su estancia en filas, los quehaceresde la vida militar donde los jóvenes, por regla general, son el aspecto nu-triente del Ejército mexicano en todas sus actividades, ya como tropa obien como oficiales; en el primer caso, el reclutarse como soldado, pormedio de un contrato de enganche que dura tres años en la prestación delservicio de las armas, al término de éste, o bien se prorroga, o se terminadicho acuerdo de voluntades; o en el caso de quienes causan alta comocadetes en las escuelas militares de formación, ingresan con el ánimo dehacer carrera y posiblemente llegar al grado máximo del generalato; o ensu caso, ingresar a las escuelas de formación superior a nivel licenciatura,con excepción de la Escuela Superior de Guerra, que requiere ser oficialegresado del Heroico Colegio Militar, teniendo la obligación de prestarservicios al instituto castrense por un tiempo doble más del tiempo queduró su preparación académica.

El hombre constituye un factor especial en el Ejército y su conductadebe estar adecuada al marco disciplinario; sin embargo, la posición deestudio de éste en su permanencia en filas, trasciende a otra rama que esla sociología militar, toda vez que los diferentes cambios de plaza, demandos, el orden disciplinario y la fuerte presión que se vive en la comu-nidad militar, en donde las misiones se hacen difíciles y en ocasiones sepone en peligro la vida, estimando que aún más se debe de revisar al per-sonal en forma constante, con médicos y psicólogos que determinen elgrado de capacidad de los hombres, a efecto de tener un rendimiento ma-yor en el servicio. De los resultados que indiquen los exámenes médicos,se debe determinar si el sujeto a quien se examinó, es apto para continuaren el servicio de las armas o no; y en caso de que no lo sea, debe de reti-rarse o darse de baja, pues con ello se evitarían muchos problemas talescomo la participación en delitos graves como son de narcotráfico, o aso-nadas por su inconformidad de permanecer por más tiempo en el institutoarmado, cuando ya medió una fatiga mental.

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 81

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El personal debe de estar adoctrinado en circunstancias ideológicas, fí-sicas y de superación, por lo que Marco Antonio Guerrero Mendoza86 dice:

El militar de carrera moderno en las armas, es profesional cuando ademásde su capacidad para concebir, preparar y conducir operaciones de campa-ña en el nivel de su grado jerárquico, se mantiene actualizado en conoci-mientos y capacidades humanísticas, técnicas y administrativas, adquiridasen un sistema educativo castrense.87 El militar profesional es siempre unoficial de carrera, como ya dijimos, destinado a administrar la violenciacombatiendo con sus armas a enemigos armados de su patria y pertenece alas Fuerzas Armadas regulares, permanentes y activas.

Es indispensable, además, que el militar se abastezca de un cúmulode experiencias que le harán apto para el desarrollo en el ejercicio de lasarmas; por tanto, puntualizo el concepto de militar, diciendo: “Que es mi-litar aquella persona cuya ocupación habitual es ejercer la carrera de lasarmas” .

4. Armamento

El armamento del Ejército debe de estar siempre actualizado. Méxicocuenta con un armamento moderno, pero día con día se ve desplazado porotros que tienen mayor modernidad, efectividad y seguridad en su uso;hablar del armamento es tema aparte y podría conformar otro estudio in-teresante, pero enunciaré como punto de partida una frase de VenustianoCarranza, primer jefe del Ejército constitucionalista, que estableció unprincipio militar importante que hoy constituye parte de la antología cas-trense y que dice: “Hagamos nuestras propias armas, si no queremos quenos traten de resolver nuestros problemas los que nos las venden” .

Así, el 16 de octubre de 1916 se emite un decreto que crea el Depar-tamento de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Militares,que se rigió con un reglamento por acuerdo de fecha 30 de diciembre de1916, dándose apertura a la Maestranza Nacional de Artillería, la FábricaNacional de Armas y la Fábrica de Pólvora; se crea la Dirección de laIndustria Militar y en decreto de 16 de abril de 1947, se constituye el De-

82 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

86 Guerrero Mendoza, Marco Antonio, El profesionalismo militar moderno, México, edicióndel autor, 1993, p. 7.

87 Ibidem, p. 26.

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partamento de la Industria Militar; y el 15 de septiembre de 1977, se leconcede la calidad de organismo desconcentrado, dependiente jerárquica-mente de la Secretaría de la Defensa Nacional y atendiendo a que dichoórgano administrativo, tenía en su interior trabajadores y obreros que cons-tituyeron el Sindicato Nacional de la Industria Militar, que fue fundador dela Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado.

Lo anterior resultaba un tanto antagónico a la disciplina castrense,por lo que fueron demandados por la Secretaría de la Defensa Nacionalen el año de 1990 ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje,donde se les exigió la rescisión del contrato colectivo de trabajo y delcontrato individual de cada uno de sus miembros y por convenio, se liqui-daron a todos los trabajadores civiles, por lo que con fecha 13 de septiem-bre de 1991, se creó la Dirección General de Fábricas de la Defensa Na-cional, con la totalidad de instalaciones del antiguo Departamento de laIndustria Militar; las instalaciones de la misma, cuenta con las siguientesfábricas y plantas: Fábrica de Armas, Fábrica de Serigrafía, Fábrica dePólvora, Fábrica de Proyectiles y Morteros, Fábrica de Cartuchos, Fábri-ca de Ensamblaje y Montaje de Carros, Planta de Almacenamiento deCombustibles y Lubricantes, Planta de Carga, Planta Central de Herra-mientas, Plantas de Pentrita, Nitruro y Tricinato, Planta de Nitrocelulosa,Planta de Trinitrotolueno, Planta de Exógeno, Planta de Pintura, Parquede Ácidos.

El armamento en el Ejército es muy variado y mencionarlo en su to-talidad, sería inabarcable en este espacio, pero estimo que cabe enunciaralgunas armas importantes, como son: el fusil automático ligero F. A. L.calibre 7.62 mm.; carabina automática ligera C. A. L. calibre 7.62 mm.;ametralladora F-1, calibre 7.62 mm.; ametralladora browning calibre 0.50C. P. M2; mortero calibre 60 mm. M2 F. N. A.; mortero M-29 tipoBrandt, calibre 81 mm. F. M.; mortero M-1, calibre 101.6 mm F. M.;Mortero Brandt, calibre 120 mm. F. F.; lanzacohetes, calibre 3.5’M20A1B1; carro blindado de reconocimiento M-8, con montaje de cañónsemiautomático Calibre 20 mm “AKAN” MKV-46 F suiza y cañón auto-mático calibre 20 mm.; terrestre Tipo 820 LC. F. hispano suiza; obús ca-libre 105 mm. M2A1; cañón de 90 mm. F.; obús 105 mm. M3A1 yM3A2; pistolas calibres .45 mm. y 9 mm.; fusil AR-15; pistola ametralla-dora MP-5 y ametralladora HK21A1.

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 83

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5. Instalaciones

Las instalaciones militares son los espacios físicos en donde se desen-vuelven las actividades militares, dentro de sus propios alojamientos,guarniciones o cuarteles; pueden ser igualmente campamentos, hospita-les, o también inmuebles eventuales, que las necesidades de la guerra o lacampaña hacen para que las tropas queden acantonadas en tales recintos.

Se ha disertado mucho acerca de los inmuebles en donde se aposentanlos soldados, bien en un alojamiento permanente o transitorio, en su caso,como se enunció en el párrafo anterior; sin embargo, estos recintos en todala historia de los Ejércitos del mundo, inclusive en México, como las pali-zadas, fuertes, baluartes, torreones, recintos amurallados, han sido edifica-dos con el propósito de evitar invasiones, es decir, en principio, este ele-mento tiene dos caracteres: uno como alojamiento y otro como sistemadefensivo.

Una instalación militar moderna, debe de contar con los medios dehigiene y limpieza necesarios, a fin de poder sostener en las tropas unverdadero espíritu elevado, sano y que además tengan los medios de co-modidad necesarios, para que los hombres de armas pertenecientes alEjército, descansen con verdadero ánimo de relajarse cuando el militar nopresta un servicio directo, sino que está acuartelado o en calidad de ima-ginaria de guardia, es decir, que en un momento de emergencia puede to-mar las armas, para apoyar a los elementos humanos que sí hacen actosde servicio de armas o económicos.

Por tanto, las instalaciones deberán de tener en primer término loselementos primordiales, para poder establecer los servicios necesarios queaporten seguridad a la instalación militar, ya que en ocasiones se en-cuentran —además de los hombres— los almacenes de armas o víveres,por lo cual este es un elemento indispensable en todo recinto cuartelario; ensegundo término, se contará con oficinas presentables para el personaladministrativo que hará las funciones propias de su servicio, una unidadmédica, que pueda apoyar a los miembros de dicho recinto militar ensituaciones de salud, bien preventivas o en su caso curativas, contandocon una o más ambulancias que puedan realizar el traslado o evacuaciónde heridos o enfermos.

Se contendrán cuadras o dormitorios que sean suficientes para que elpersonal militar pernocte en los casos que establezcan las órdenes; un co-medor y una cocina en perfecto estado de higiene y limpieza, con alma-

84 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

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cén de víveres que sea suficiente para poder dar la alimentación o ranchoa los soldados; campos deportivos y áreas de esparcimiento, como son loscasinos de oficiales, que son tradicionales en todos los Ejércitos del mun-do y que es el lugar en donde se practican juegos como el billar y el aje-drez; sala de televisión o lugar de diapositivas; sala de juntas para que elmando y grupo de comando puedan reunirse a discutir órdenes, o posiblesoperaciones; sala de armas; almacén de municiones; parque vehicular; al-macén de combustibles y lubricantes; armería; stand de tiro; dos patioscuando menos, uno para maniobras en orden cerrado y otro de visualiza-ción, para que los centinelas de guardia puedan tener una panorámica am-plia de lo que sucede en la instalación militar y alrededor de ésta un cam-po de tiro.

La zona de seguridad deberá de ser de veinte metros por lo mínimo,en donde no se permita la estación o tránsito de personas o vehículos ypara el caso de realizar una acción rápida en caso de ataque enemigo, o deestado emergente. Cada instalación militar debe de contar con un sistemade seguridad, que permita sostener una defensa en caso de que se preten-da atacar o sabotear la misma, es decir, debe de tener cada instalación,seguridad física y áreas de restricción; la primera tendrá seguridad en pe-rímetro, alumbrado protector, sistema de alarma y comunicaciones, iden-tificación y control de personas que ingresen o egresen a las instalacio-nes, perros de guerra y una fuerza de seguridad.

III. L AS FUNCIONES DEL ESTADO EN TIEMPOS DE PAZ

Y DE GUERRA. LAS FUNCIONES DEL EJÉRCITO

Las funciones del Estado constituyen la forma y medios de la activi-dad de este ente jurídico. Sin embargo, hay autores que hacen una plenadistinción entre las funciones y atribuciones del Estado, como al casoafirma el maestro don Gabino Fraga:88 “El concepto de atribuciones com-prende el contenido de la actividad del Estado; es lo que el Estado debehacer. El concepto de función se refiere a la forma de ejercicio de las atri-buciones” . Sin embargo, nosotros afirmamos que las funciones estatalesson todas aquellas actividades basadas en la norma jurídica que el Estadorealiza, para la satisfacción de sus propias necesidades. A saber, estasson: la función legislativa, la función administrativa y la función jurisdic-

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 85

88 Fraga, Gabino, Derecho administrativo, México, Porrúa, 1962, p. 25.

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cional; así, tenemos que se bifurcan en dos categorías: por el órgano quelas realiza, las funciones son formalmente legislativas, administrativas yjudiciales; y por la naturaleza de la función, asimismo, son materialmenteadministrativas, legislativas y judiciales.

Así, en los dos momentos legales de estancia del Estado, se tiene quemedia un tiempo de paz y un tiempo de guerra, respecto de las funcionesdel Estado mencionadas anteriormente. En el primer caso, el Estado entiempo de paz, tiene un estado de derecho normal, en donde sus funcionesse realizan en toda su plenitud armónicamente, derivadas de un conviviosocial en el que no median fenómenos sociales de lucha armada; este es elmomento perfecto del Estado mismo y de los hombres que lo integran,existiendo funciones formal y materialmente legislativas, administrativasy judiciales, que la propia norma fundamental determina en su realización.

La función legislativa, desde el punto de vista formal, es la actividaddel Estado constituida por el Poder Legislativo; desde el punto de vistamaterial, se separa del Poder de la Unión precitado y sólo atiende a la na-turaleza del acto, es decir, la creación de la ley; en el primer caso, la laborde crear leyes por el Poder mencionado y en el segundo caso, atiende a lafacultad reglamentaria que tiene el Ejecutivo federal, para crear ordena-mientos.

La función jurisdiccional queda determinada al Poder Judicial, el queejerce actos de jurisdicción; la que crea el derecho evitando la anarquíaentre la sociedad, desde el punto de vista formal, compete a los órganoscorrespondientes del Poder mencionado y desde el punto de vista mate-rial, se puede señalar a manera de ejemplo, la función que realiza el Sena-do de la República al eregirse en gran jurado para conocer de los asuntosde su competencia, cuando se trata de incoar juicios políticos en los tér-minos que señala la Constitución.

La función administrativa atiende a la actividad del Estado por con-ducto del Poder Ejecutivo, es decir, se refiere a actos realizados por laAdministración Pública, los que emanan desde el punto de vista formal;pero desde el punto de vista material, se determina que los otros dos po-deres distintos del Ejecutivo, realizan actos administrativos en lo que a suesfera corresponde.

El maestro Andrés Serra Rojas89 afirma:

86 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

89 Serra Rojas Andrés, op. cit., nota 66, p. 324.

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Como indicamos anteriormente, las funciones se ejercen por medio de losórganos del Estado, que son esferas de competencia determinada. El ejer-cicio de las funciones del Estado por sus diversos órganos plantea un deli-cado problema de repartición de competencias. De las diferentes solucio-nes aportadas a este problema, derivan las principales diferencias deorganización constitucional y administrativa entre los Estados. Finalmen-te, se entiende por órganos políticos del Estado a los órganos superiores,aquellos que elaboran las directivas de conjunto aplicables a toda comuni-dad nacional.

Se reafirma con la opinión del doctor Serra Rojas, que la función delEstado se realiza por conducto de sus órganos permanentes, que por dis-posición constitucional ejercen directivas de conjunto aplicables a la so-ciedad, siendo éstos órganos políticos. De aquí se parte a la teoría de ladivisión de poderes, la que fue aportada en diversas épocas por destaca-dos politólogos, encabezados por Montesquieu y el tratadista chiapanecoSerra Rojas,90 quien cita a éste y dice:

En cada Estado, afirma Montesquieu, hay tres clases de poderes, la potes-tad legislativa, la potestad ejecutiva de las cosas relativas al derecho degentes y la potestad ejecutiva de las cosas que dependen del derecho civil;mediante la primera, el príncipe o el magistrado hacen leyes temporales odefinitivas y modifican o derogan las ya existentes; mediante el segundo,hace la paz o la guerra, envía y recibe embajadores, establece la seguridad,previene las invasiones; mediante el tercero, castiga los delitos y juzga lasdiferencias entre particulares.

Adalberto Saldaña H.91 opina:

Así, el ideal político abstracto radica en que el gobierno esté constituidopor tres órganos que desempeñan cada uno cierta función fundamental, loque les proporciona, implícitamente, una posición de poder independientepara controlarse mutuamente. Se considera que las funciones básicas delgobierno se clasifican en lo que se refiere al aspecto ejecutivo, que com-prende una considerable diversidad en cuanto a funciones de dirección, re-gulación y de participación directa; éstas y otras las lleva a cabo la organi-zación gubernamental referida, que es la Administración Pública, o sea, elaparato del gobierno para el desempeño de dichas funciones. La materia

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 87

90 Ibidem, p. 325.91 Saldaña H., Adalberto, El Estado en la sociedad mexicana, México, Porrúa, 1981, p. 20.

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fundamentalmente distinta y propia del gobierno, radica en el establecimien-to de organismos de representación popular, en donde se deliberen y de don-de salgan las leyes que van a afectar a todos los ciudadanos. Finalmente, elaspecto judicial en cuanto a la organización establecida para cumplir la fun-ción de gobierno, de resolver y dirimir las controversias entre particulares yel Estado, y aún la resolución de conflictos con el extranjero.

El autor antes mencionado amplía su concepción acerca de las fun-ciones del Estado, como un representante de la colectividad.

Sin embargo, el maestro Mario de la Cueva,92 va más allá en cuantoal estudio que realiza de los dos sistemas que en su tiempo prevalecieron,como fue el del mundo occidental y el del mundo socialista; y afirma:

El estado del mundo occidental de nuestros días, igual que el del pasado, esla consecuencia inevitable de las diferencias económicas y tiene como fina-lidad suprema la defensa de la propiedad privada, mediante ejércitos y cár-celes o al través de un ordenamiento jurídico, que otorgue un grado más omenos importante de libertad, compatible con la estabilidad del sistema.Una definición del Estado en el mundo socialista es imposible, porque larevolución social lo sustituirá por la dictadura del proletariado, cuyo fin esla socialización de la riqueza, la defensa contra los intentos de la burguesíapara recuperar su poder económico y político, y la construcción del mundosocialista. Cumplidos estos fines, desaparecerán los restos del Estado, queviajarán a su último nicho en el panteón de las antigüedades.

Hans Kelsen,93 por su parte, afirma: “La mayoría de las constitucio-nes que se supone encarnan el principio de la separación de poderes, au-toriza al jefe del Poder Ejecutivo a expedir normas generales en lugar delórgano legislativo, sin una autorización especial de dicho órgano, dada enla forma de una ley otorgadora de facultades” .

El tratadista vienés agrega:94 “Hemos visto ya que los tribunales rea-lizan una función legislativa cuando están autorizados para nulificar leyesinconstitucionales” .

El autor de la teoría pura del derecho menciona:95 “La función admi-nistrativa específica solamente puede llenar su propósito en cooperacióncon la función judicial específica. Por esto es enteramente natural conferir

88 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

92 Cueva, Mario de la, La idea del Estado, México, UNAM, 1986, p. 414.93 Kelsen, Hans, Teoría general del derecho y del Estado, México, UNAM, 1969, p. 320.94 Ibidem, p. 322.95 Ibidem, p. 329.

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la función judicial, en la medida en que se encuentra en conexión orgáni-ca con la función administrativa específica, a órganos administrativos” .

Los anteriores comentarios surten su validez en un tiempo normal dederecho, es decir, cuando existe la paz como un periodo estable en donde elEstado actúa sin contratiempos, en donde la soberanía del poder del pue-blo se encuentra inmaculada sin que medie alguna causa externa o internaque trastoque su orden, en donde el Estado de derecho permanece inalte-rable, imperando la ley sobre todas las cosas, deslizándose la tranquilidadde los hombres por el sendero del progreso y hacia la felicidad, como su-premo bien del derecho.

Pero cuando existe alguna causa que pone en peligro el orden estable-cido, bien cuando media una fuerza externa que irrumpe en la soberaníadel Estado, por una invasión, o bien por un ataque armado que pone laseguridad exterior en grave peligro; o en su caso, cuando median circuns-tancias que emanan del propio seno del país y por la división de gruposcon ideologías diversas, en donde surge una pugna abierta por alcanzar elpoder, o se pretende desorbitar al grupo que en éste se encuentra, paraque medie otro con ideas diversas que trata de llegar al mando estratégicodel Estado, pero que no lo ha alcanzado por los medios ordinarios, comoson los escrutinios electorales que pudieren darle la fuerza necesaria parallegar al poder y al mando supremo del país.

También cuando existen acontecimientos naturales que igual al casoanterior, ponen a la sociedad en grave peligro, alterando las estructurasjurídicas, cabe cuestionar si las mismas funciones de los poderes federa-les quedarían incólumes ante tal eventualidad, o en su caso, ¿es posiblecrear dentro del Estado de derecho un orden jurídico que haga frente adicha eventualidad? La respuesta afirmativa ante tan serias interrogantes,atiende a la segunda pregunta, ya que es necesario mantener el Estado dederecho, pero no el normal en una situación cotidiana y estable, sinoemergente que ponga solución a las calamidades de emergencia que sepudieren presentar, en donde el orden jurídico normal es y sería insufi-ciente para colmar los cuadros urgentes que sólo estorbaría la solución desu problemática, por lo que se requiere un planteamiento sumarísimo res-pecto de la elaboración de las normas.

Compete, pues, al Ejecutivo federal el ejercitar las facultades extraor-dinarias que le confiere la norma fundamental, para crear normas jurídi-cas que se emitirán en un estado emergente, como la norma de potestadesmilitares, a fin de poder resolver urgentemente la eventualidad, que no

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sería posible hacerlo en un estado normal de derecho, pues los procedi-mientos para la emisión de tales ordenamientos serían verdaderamente dila-tados y engorrosos, al punto que pondrían la situación emergente más críticaaún. Por tanto, al conceder el Poder Ejecutivo en su carácter de mandosupremo de las Fuerzas Armadas, los poderes necesarios a los mandos enlas posiciones estratégicas más vitales, para que puedan realizar las fun-ciones del Estado en tal eventualidad.

Las funciones del Estado se efectuarían por medio del mando delEjército, tanto en el plano legislativo por medio de la creación de leyes,como en el plano administrativo de ejecución de éstas, o bien en el planojurisdiccional que atiende a los actos de jurisdicción en la emergencia.

En el primer plano, o sea en la función legislativa, el Ejército, pormedio de los bandos militares durante la eventualidad, se arroga la facul-tad cuasi legislativa de crear las normas de emergencia, en la imposiciónde bandos que establecerán el conjunto de normas que serán aplicables enun lugar determinado, mediante los puntos de fondo y de forma, es decir,tanto el derecho sustantivo, como el adjetivo, quedaría en diversas mate-rias a aplicar, pero sólo respecto de aquellas normas que tuvieren relacióncon las actividades propias del estado de urgencia.

Esto, ya en guerra internacional, en guerra interna o en caso de cala-midades naturales, sin que las normas vitales de derecho privado puedanalterarse, como es el caso del derecho civil o del derecho mercantil, endonde prevalecerá una vigencia incólume a las mismas y sólo sujeta a loscambios en las operaciones de la guerra o calamidad; es decir, únicamen-te las normas de derecho público serán las que sufrirán cambios y seránsuplidas por las disposiciones legales, que los mandos militares puedanemitir para la circunstancia de hacer frente a lo que es una emergencia.

El bando militar tiene antecedentes históricos remotos: antaño se pu-blicaba éste por medios verbales de un pregonero acompañado de un tam-bor, que hacía que la gente se reuniere en los lugares públicos más concu-rridos; hoy en día, los bandos militares se deberán de emitir por escrito,colocando éstos en los sitios más oportunos, para que puedan ser vistos ytoca a la autoridad militar darle la publicidad necesaria para su observan-cia obligatoria.

La función ejecutiva atiende a realizar las actividades necesarias,para la ejecución de las leyes emergentes que hubieren sido publicadaspor bandos castrenses; las autoridades marciales, investidas por esa normade potestades militares, podrán cumplir y hacer cumplir con las ordenan-

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zas que se hubieren emitido dentro de la eventualidad, a fin de que en laesfera administrativa se cumpla con la exacta observancia de las mismas,para que la sociedad no sufra graves consecuencias que pudieren irrumpiren su estado normal de vida, tratando de brindarle los servicios públicosnecesarios que deben de tener para un estado de vida cuasi normal.

Lo anterior, atendiendo a que una sociedad que se vea inmersa en uncuadro eventual, no debe de tener una alteración en sus actividades; almenos debe de procurarse que no cambie su actividad en lo posible, yaque existen servicios administrativos indispensables que deberán de sur-tirse, para que la población afectada no sufra las consecuencias de laeventualidad. Para tal efecto, el Estado deberá de contar con los mediospolíticos, económicos y sociales necesarios que otorgará por conducto desus Fuerzas Armadas, a fin de que la población civil cuente con lo nece-sario durante las operaciones de guerra, o en su caso frente a un desastrenatural.

Al efecto, se precisa que tanto en servicios de alimentación comoabastecimiento de agua, es necesario que éstos no encarezcan, que se evi-ten monopolios durante la eventualidad, que se procure una distribuciónequitativa y constante para aquellos que tuvieren la necesidad de sufrirtales agobios; en forma igual, los servicios de salud deberán de propor-cionarse con amplitud y eficiencia, sin ninguna distinción de nacionalidado raza, sino que deben de ser llevados a aquellos que los necesiten. Esteservicio es importante, atendiendo a que por las calamidades de un frenteemergente, pueden desencadenarse epidemias y enfermedades que pon-drían a la sociedad en grave peligro, por lo que la solución del propioservicio público atenderá a medidas preventivas, así como el otorgamien-to del mismo.

Otros servicios importantes serán las comunicaciones, por tierra, mary aire, dando preferencia sobre todas las cosas a las operaciones militares,para que éstas puedan desarrollarse en primer término y sin afectaciónalguna.

El servicio de educación pública, igualmente, deberá de proporcio-narse para que la población en edad escolar realice sus actividades, siem-pre y cuando no se ponga en peligro la vida o integridad física de los edu-candos y docentes. Y en general, otros servicios de vital importancia enlos términos indispensables para la subsistencia social que se requiera du-rante la eventualidad.

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Por último, el hecho de que el Ejército realice funciones judiciales enel estado que se analiza, atiende a dos teorías: primeramente, hay paísesque estiman que en tiempo de guerra, la autoridad que conocerá de losasuntos que afectan a la población, debe de ser un órgano de jurisdicciónpropio de un Estado normal de derecho, esto es, que los tribunales norma-les deberán de continuar realizando la actividad cotidiana de la naturalezade sus funciones y sólo los tribunales militares conocerán de asuntos enque se vea afectada la disciplina militar, como es México el que estimatal teoría.

Pero media otra tesis, que pugna para que sólo los tribunales militarespuedan efectuar actos de jurisdicción, tanto en acciones civiles como mi-litares, extendiendo su aplicación a todo campo de acción; cesando en susfunciones los Tribunales del Fuero Ordinario, esta tesis es radical y pro-pia de un país totalitario, como lo fue la Alemania nazi durante la Segun-da Guerra Mundial.

IV. AXIOLOGÍA DEL EJÉRCITO

El Ejército se funda en valores éticos que hacen fuerte su existencia yorganización, esos valores tienden a identificarse en sus miembros, yaque éstos le dan las características morales necesarias para estructurar suorigen, su historia y su realidad actual, motivo por el cual el sistema mili-tar es demasiado rígido, buscando siempre que esté incólume la disciplinamilitar, ya que el “ser” de los hombres es la trascendencia en el Ejército,por lo que en la axiología militar se conoce como las virtudes militares.Dice la Enciclopedia Espasa Calpe:96 “Que la virtud es integridad de áni-mo y bondad de vida” . Sin embargo, la virtud es la cualidad humana quehace costumbre en el pensar y el actuar, de acuerdo a los deberes hones-tos y morales del hombre. La práctica de la virtud se encuentra al alcancede todos los hombres, cualquiera que sea su condición social, económicao educativa, es decir, es un atributo moral innato en el ser pensante, suejercicio no siempre lleva a alcanzar grados, honores o riqueza, pero esta-blece en nuestra vida el sello e identificación de nosotros mismos

La moral es cambiante de acuerdo a las diferentes profesiones; Coro-na del Rosal97 afirma: “Hay ciertas normas propias para quienes ejercen

92 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

96 Enciclopedia Espasa Calpe, Madrid, t. 69, p. 342, s. f.97 Corona del Rosal, Alfonso, Moral militar y civismo, México, Secretaría de la Defensa Nacio-

nal, 1991, p. 33.

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la medicina, la abogacía, la ingeniería. Hay una moral militar, que rige laconducta de todos los miembros de la sociedad que se dedican al ejerciciode la carrera de las armas” . Y este autor emite la siguiente definición:98

“La moral militar es un conjunto de normas que rigen la conducta de losmilitares en relación con sus compañeros, su Ejército, la sociedad y elenemigo” . Para el general Corona del Rosal, la virtud militar como sinó-nimo de moral, se extiende hacia la camaradería; en el instituto armado,la sociedad, fundamento del Ejército y el propio enemigo, lineamiento en laguerra, son fundamentales, ya que un soldado en campaña sin moral es unbárbaro armado.

Las virtudes militares son la disciplina, el honor, el espíritu de cuer-po, el amor a la patria, el valor, la sangre fría, la presencia de ánimo. Ladisciplina es el vínculo de unión entre los miembros de las Fuerzas Arma-das, sin la cual estaríamos ante la presencia de un peligro social. DiceRenato de J. Bermúdez:99

Se entiende por disciplina la puntual y exacta observancia de todas las obli-gaciones militares y es la base de la educación marcial; así, la subordina-ción, la obediencia, el respeto y la deferencia a los superiores cae de llenodentro de su esfera, así como también la consideración al ciudadano y lapropiedad; el aseo, la laboriosidad, la aversión a los vicios y otras conduc-tas que enaltezcan; agregando que la disciplina es tan necesaria para la vidade las Fuerzas Armadas, como la sangre lo es para el organismo.

El Capitán Lebaud100 dice: “La disciplina sigue siendo más que nun-ca la fuerza principal de los Ejércitos” ; este autor agrega:101 “La fuerzadel Ejército de una democracia reside en la perfecta inteligencia y la másestrecha comunión de ideas entre todos los miembros de la jerarquía mi-litar. El Ejército de la República llegará a su máximo de potencia el díaen que los oficiales sean los camaradas amados y respetados por sus sol-dados” .

La disciplina engendra una relación entre inferiores y superiores quelleva a éstos a actuar como un solo hombre sin distinción de credo políti-co, religioso o condición social o económica, por tanto considero que el

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 93

98 Ibidem, p. 34.99 Ibidem, p. 181.

100 Lebaud, Capitán, La educación en el Ejército de una democracia, México, Imprenta Guerre-ro, 1933, p. 70.

101 Ibidem, p. 73.

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concepto de disciplina tiende a ser: “La unidad de cohesión entre losmiembros de las Fuerzas Armadas” .

Martín Suarez102 dice: “El primer deber del jefe consiste, indudable-mente, en velar por los subordinados, tanto en tiempo de paz como entiempo de guerra” . Por tanto, se colige que el primer deber del subordina-do es ser leal para con su jefe, quien es su maestro, el que le dará losconocimientos necesarios, para que a su vez pueda en forma posteriorejercer con dignidad el mando.

El honor como una virtud militar, es el sentimiento de estimarse a símismo y sentir la estimación de los demás, enalteciendo la dignidad hu-mana; sin embargo, hoy en día han cambiado los conceptos del honor, suconcepción y esencia sigue estando latente para el desarrollo de una mo-ral de la sociedad y característica de defensa a una virtud que el hombredebe de tener, haciendo vigente el concepto de que “vale más morir en elhonor que vivir en el deshonor” ; don Guillermo Prieto emitió una carta adon Antonio de Tovar, el 1o. de febrero de 1891, que dice entre otras:

Enemigo de el duelo por ilógico y contrario a la razón, y extraño hasta don-de no puede V. imaginarse el manejo de las armas, debía haberme absteni-do a dar a V. mi opinión sobre su Código; pero habiendo V. á quien muchoestimo, deseado saber mi parecer, le digo que por mis lecturas y por loslances en que he intervenido del género de los que trata el Código, me pa-rece una obra en que, atendiéndose a las necesidades sociales, se garantizala vida humana sin comprometer los fueros del honor.

Lo anterior a la publicación de don Antonio Tovar,103 quien dice:

Mientras un movimiento, por hoy inesperado, en la civilización de los pue-blos, no retire definitivamente el duelo de las costumbres sociales; mientrasla concepción de la moral, el sentimiento del honor y unas más perfectasnociones de la justicia humana no hagan del duelo un acto del que los ca-balleros deban avergonzarse; mientras la escuela universal en la que elhombre forma su conciencia respecto de la dignidad, del honor y del valor,no modifique sus estatutos ni corrija sus textos, con ejemplos que dignifi-quen en la imitación, conviene que eduquemos a nuestros hijos en el mane-jo de las armas, a la par que los instruimos en los oficios, en las artes, enlas ciencias y en las religiones.

94 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

102 Suárez, Martín, Para la formación del jefe, Argentina, Colección Educación Militar, 1979, p. 53.103 Tovar, Antonio, Código nacional mexicano del duelo, México, Imprenta, litografía y encua-

dernación de Irineo Paz, 1891, p. 6.

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Esto lleva a comprender hasta dónde llegaba a conceptualizarse el as-pecto del honor. El capitán Michel104 dice:

El honor militar es una cosa de tal manera sensible y delicada, que debeguardarse con el mayor cuidado y el mayor celo, pero si el oficial se veobligado algunas veces a recurrir a las armas, que lo haga solamente pordefender su reputación seriamente comprometida y nunca para sostenerun falso punto de honor, ni por vengar una ligera herida de amor propio.

El honor es el sentimiento que el hombre tiene al guardar en él sudignidad durante la vida, desarrollándolo en la sociedad, en la familia ysobre todo en la persona, con el ánimo de no ser atrabiliario, sino cada díamás cortés, más caballero y más identificado al medio social.

Otro elemento de las virtudes militares, lo es el espíritu de cuerpo,éste es el sentimiento que da una dirección única a las fuerzas intelectua-les y morales de los miembros de una asociación, con objeto de adquirir yde conservar la mayor suma posible de honor y de gloria. Es la vida conlos camaradas, departida en sufrimientos, esfuerzos y lazos de amistadque por una generación se proyectan por toda una vida. Alfonso Coronadel Rosal105 dice:

El espíritu de cuerpo es fundamental para la buena instrucción y progresode una corporación. Cuando un cuerpo lo posee, llega a ser modelo de losdemás. El soldado se siente orgulloso de pertenecer a una corporación quetenga historia brillante y todos sus actos los encamina a acrecentarla. Lostrofeos ganados, las distinciones hechas a su corporación, las recibe comocosas propias.

Como maestro de la cátedra de Virtudes Militares, del Heroico Cole-gio Militar, Alfonso Corona del Rosal106 decía: “Esta manera de obrartrae consigo lo que se ha llamado espíritu de cuerpo, al que podemos de-finir diciendo que es un sentimiento que nos obliga a procurar, por todoslos medios lícitos y morales posibles y cumpliendo estrictamente connuestros deberes, el mejoramiento de la unidad a que pertenecemos” .

Este sentimiento plasmado en una virtud militar, atiende a un concep-to filosófico de socialización dentro de la vida militar, ya que el hombre

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 95

104 Michel, Capitán, De las virtudes militares, México, Talleres Gráficos Salas, 1925, p. 89.105 Corona del Rosal, Alfonso, op. cit., nota 97, p. 95.106 Idem.

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debe de sentir el amor, el fervor, no sólo a su patria, sino al gallardete delcuerpo militar al que pertenece, actuando siempre en razón de enaltecersu prestigio, y acrecentar su dignidad y valor, en actos propios en aras dela patria; dice Michel:107 “El amor a la patria consiste en desear que elpaís goce de todo el bienestar posible, de la mayor prosperidad, de lasmejores instituciones y en proponerse hacer por él todos los sacrificios silas circunstancias lo exigen” .

El valor como virtud militar y elemento axiológico del Ejército, es elsentimiento que nos hace cumplir con nuestro deber, no obstante las vici-situdes que pudieren presentarse; inclusive en el riesgo de la vida, Mi-chel108 afirma: “El valor es contagioso y basta algunas veces la audaciade unos cuantos valientes, para hacer que les siga un gran número dehombres que habían vacilado en afrontar y sobreponerse a un peligro” .

Rafael Benavidez109 afirma:

El valor es una cualidad tan indispensable a los militares, que sin ella casies imposible que el hombre pueda permanecer bajo las banderas.

[Este mismo autor cita].110 Cuando el general expone su propia vida, elpeligro desaparece a los ojos del soldado; él no ve más que a su jefe, temepor él y hace los más grandes esfuerzos de valor por cubrirlo y libertarlodel peligro.

Martín Suárez111 opina:

La vida del combatiente, sin distinción del grado militar, pertenece a la na-ción; ésta exige que aquél no la sacrifique estérilmente; exige que cumplala misión asignada y que entregue la vida sin titubear, si así lo impone esamisión o el honor de su bandera. El oficial no debe temer a la muerte, perono debe exponerse a perder la vida por impericia, imprevisión, impruden-cia, amor propio mal entendido o por un pueril, inoportuno o insensatoalarde de valentía.

El guerrero debe de ser valiente pero no imprudente ni temerario,debe de saber en qué momento hará lucir su valor, pero siempre deberá

96 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

107 Ibidem, p. 55108 Ibidem, p. 77.109 Benavidez, Rafael, El generalato, Secretaría de la Defensa Nacional, México, 1990, reedi-

ción de la obra original de 1872, p. 211.110 Ibidem, p. 219.111 Ibidem, p. 138.

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actuar con modestia, cortesía y caballerosidad hacia sus semejantes, yaque todo acto contrario desmerece su virtud. No se debe de ostentar elvalor sin motivo alguno, toda vez que con ello se cae en la fanfarronería.

La sangre fría dentro de las virtudes militares, es la determinaciónque el hombre debe de realizar sin pensar en sutilezas, son las decisionesfirmes que distinguen al hombre de las bestias, sin medir el peligro o lasconsecuencias, buscando siempre un buen resultado en las determinacio-nes firmes, que hacen valer al hombre y lo distinguen del timorato quetiene miedo hasta de pensar y no afronta sus responsabilidades.

El general Martín Suárez112 dice: “La sangre fría, la serenidad, la cal-ma, es condición fundamental en el jefe, tanto más cuanto crítica sea lasituación. Quien no tiene confianza en sí mismo, no puede desde luegoinspirar confianza a quienes le rodean” .

La sangre fría tiende a una determinación que hace el soldado, sinprever el resultado, todo ello en aras de la misión que se va a efectuar, laque debe de sobresalir de todo valor que se contraponga, aplicando unprincipio jurídico de valores, respecto de que el bien secundario debe desacrificarse para que prevalezca el bien principal.

La presencia de ánimo consiste en las respuestas rápidas y oportunas,ingeniosas, llenas de vitalidad, que pueden sacar al hombre de una situa-ción crítica y ser ventajosa por la decisión de algo que estaba ya perdido.Martín Suárez113 dice:

Es la facultad del espíritu que permite mantenerse fiel a la resolución toma-da o a la línea de conducta fijada como coronamiento de un análisis com-pleto, atinado y profundo de la situación; mantenerse fiel no obstante lasopiniones disuasivas de otros y los obstáculos del camino elegido, que auncuando hayan sido previstos suelen agigantarse como fantasmas en los es-píritus no bien templados, tan pronto se ha resuelto o emprendido una em-presa riesgosa.

La lealtad, como virtud militar, es la base de toda perfección natural,es la rectitud y la verdad en acción; en el Ejército, esa virtud está encami-nada a un sistema jurídico establecido, a nuestras instituciones de dere-cho, jamás a un personaje que aun con alta investidura transgreda el Esta-do de derecho, en perjuicio del pueblo, como elemento del Estado.

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 97

112 Suárez, Martín, op. cit., nota 102, p. 157.113 Ibidem, p. 148.

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El capitán Michel114 afirma: “Por lo demás, este es un punto muy de-licado y yo no podría tratarlo como conviene, sin sobrepasar los límitesque me he asignado. Importa, solamente, afirmar que la obediencia deloficial se debe al gobierno regularmente establecido y no a un individuocualquiera, que se ha apoderado del mando por sorpresa y sin la aproba-ción del país” .

Martín Suárez115 opina: “La lealtad impone como deber primordial,honrar con la propia conducta a la institución militar, contribuir al presti-gio de ésta, ser digno de la jerarquía que se inviste y del mando que seejerce. La lealtad a la institución exige, en suma, responder en la formamás amplia posible a lo que ella espera de cada uno de sus integrantes” .

La exigencia de los Ejércitos modernos atiende a ampliar la éticamilitar, respecto del armamento que se usa; así, Nicholas G. Fotion116

dice: “Mucha gente habla acerca de la ética militar como si fuere unabroma, porque parece un término contradictorio con la fuente militar,que quienes ejercen la fuerza, las armas y la violencia puedan hablar deética; sin embargo, los términos militares, guerra, guerreros, armas, mo-ral y ética, van unidos” . Pero este autor refleja su sentir de la ética en elempleo de las armas, evitando que se usen aquellas que causen dañossuperfluos en las acciones de guerra, como se hace con el empleo de ar-mas nucleares, químicas, biológicas, etcétera, consideradas como prohi-bidas por el derecho internacional, atendiendo a los daños que causan ysufrimientos inútiles al hombre.

V. TELEOLOGÍA DEL INSTITUTO ARMADO

La teleología es la parte de las ciencias que atiende a las finalidadesde éstas, por tanto hablar de la teleología del Ejército, es establecer haciadónde se dirigen sus fines; así, se establece que la finalidad del Ejército eshacer la guerra, es decir, tal acontecimiento brutal atiende a la única causade existir de los Ejércitos, pero se puede pensar que un país nunca presen-ta cuadros belicológicos y por tanto el sumo esfuerzo por tener una Fuer-za Armada, atenta contra la economía del mismo, siendo improductivo el

98 ANTONIO SAUCEDO LÓPEZ

114 Michel, Capitán, op. cit., nota 104, p. 136.115 Ibidem, p. 293.116 Fotion G., Nicholas, Military ethics, California, Hoover Institution Press, Stanford Univer-

sity, 1999, p. 1.

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gasto innecesario en armamento, adiestramiento y hombres que parece-rían desocupados.

Esta tesis es inexacta, ya que siempre se debe de prevenir cualquiereventualidad que pueda presentarse, siendo válido el principio de derechoromano citado anteriormente, que dice si vis in pacem, para bellum, todavez que dentro del concierto internacional de naciones no se puede garan-tizar que nunca va a ocurrir un evento armado, pues las relaciones de lasnaciones son latentes y puede producirse alguna disensión y con ello unaguerra, o bien efectuarse un fenómeno social interno que haga necesariala intervención de una fuerza que restablezca el orden violado; por tanto,el Ejército surge como una institución que brinda seguridad y proteccióna la nación, en esa dicotomía de órdenes, ya sea tanto en el orden interna-cional como en el orden interno.

Para ello se pregunta: ¿el Ejército tiene personalidad jurídica propia?No, definitivamente, la forma de actuar del Ejército es mediante la perso-nalidad jurídica del Estado, es una institución de defensa que se debe deusar racionalmente cuando el caso lo amerite, nunca de ataque primarioque atente a la soberanía de uno o varios Estados, o irrumpa contra gru-pos políticos, sociales internos o de otra naturaleza, manifestando su po-tencialidad bélica y causando daño y terror.

El instituto marcial realiza actividades que se encuentran enmarcadasdentro de la hermenéutica legal, por tanto cabe mencionar que realiza mi-siones que atienden a los elementos finalísticos de éste, que son produci-dos con violencia y uso de armas, poniendo en peligro la estabilidad na-cional, como una invasión o guerra internacional; cabe distinguir laprimera de la segunda: la invasión es la irrupción violenta a la soberaníanacional, penetrando con fuerzas extranjeras al territorio nacional y ha-ciendo uso de las armas.

Para Guillermo Cabanellas117 invadir es: “Entrar por fuerza en unaparte. Desempeñar sin derecho funciones ajenas. Agredir un Estado a otroy penetrar por las armas en su territorio” .

La invasión es el inicio de la guerra, ya que cuando se ingresa unafuerza armada a un Estado, éste tiene el derecho legítimo de defenderse,repeliendo esa agresión violenta actual, inminente y sin derecho, que ladoctrina denomina derecho de legítima defensa y Hugo Grocio118 afirma,justificando ésta:

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117 Cabanellas, Guillermo, op. cit., nota 78, t. IV, p. 143.118 Grocio, Hugo, Del derecho de la guerra y de la paz, Madrid, Reus, 1925, t. III, p. 263.

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Pues como quiera que el enemigo, aunque haga guerra justa, no tiene dere-cho verdadero e interno de matar a los súbditos inocentes y ajenos de laculpa de la guerra, sino por la necesaria defensa o accidentalmente y fuerade propósitos, se sigue que si consta ciertamente que el enemigo viene contal ánimo, que pudiendo perdonar la vida de los súbditos pueden defender-se por derecho natural, el cual no les ha sido quitado por el derecho degentes; mas aquella acción, aunque por lo demás es de quien tiene derechoa la guerra, es injusta, y por tanto es justamente rechazada.

La guerra internacional es el hacer violento del hombre, en donde lasnaciones pertenecientes al concierto mundial u organismos internaciona-les, esgrimen sus diferencias por la vía de las armas. El doctor CarlosArellano García119 da un concepto referente a la beligerancia y dice: “Laguerra es la situación jurídica en la que se hallan inmersos varios Estadosy que implica la actual o futura realización de actos de violencia recípro-ca generalizada, con ruptura de relaciones pacíficas” .

Nuestro sistema jurídico vigente contempla el caso de la guerra inter-nacional, o bien el acto bélico de la invasión que motiva el inicio de unaguerra; así, el artículo 29 de la Constitución de la República establece lainvasión, siendo previsora la norma constitucional y confiere las faculta-des a los órganos de poder, como son el Legislativo y el Ejecutivo, pararealizar los procedimientos conducentes a fin de adentrarse en el campode la belicología, pero cabe pensar si sólo los militares de línea serán losúnicos encargados de afrontar la eventualidad; al caso, la respuesta es queno, pues mediante la movilización general que se debe de hacer en la so-ciedad que se encuentra en peligro, se incorporarán a la beligerancia todosaquellos hombres en edad de combatir, por eso la guerra es materia de cono-cimiento general; Saucedo López120 dice: “ ...la guerra es materia de estu-dio de una sociedad organizada y no sólo es de interés para el político, elmilitar, el sociólogo y el jurista, sino también para el hombre de la calle,porque éste también va a la guerra” .

La defensa exterior debe de ser preventiva y ejecutiva. En el primercaso, se emitirá la profilaxis social y política que atenderá a precaver lasmedidas necesarias para evitar un colapso por una invasión o guerra inter-nacional, afirmando que los valores que tiene encomendados el Ejército,son: defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación;

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119 Arellano García, Carlos, Derecho internacional público, México, Porrúa, 1983, t. II, p. 345.120 Saucedo López, Antonio, El derecho de la guerra, México, Trillas, 1998, p. 13.

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y en el segundo caso, o sea la ejecutiva, el Estado se abocará con todos lomedios y recursos que sean necesarios para poder realizarla, pero princi-palmente con el Ejército que es el mecanismo idóneo para tales efectos, elque sin duda no actuará solo, sino en combinación con otros medios queigualmente son indispensables para la defensa nacional.

Por lo que toca a la seguridad interna de la nación, el Ejército estáobligado a mantenerla, cuando se ponga en peligro la paz pública o elorden establecido o bien se afecte la normativa positiva vigente, por me-dio de maquinaciones constituidas por personas o grupos que tomen lasarmas en contra de la nación; o bien sin ellas, se atente al sistema de dere-cho, provocando el caos y la desestabilización social, apoderándose debienes del pueblo e impidiendo el libre desarrollo normal de la sociedad.

La guerra interna atiende en forma igual al término jurídico de con-flicto, pero no deben de considerarse como sinónimos, ya que el primertérmino citado es más amplio que el segundo; por tanto, se puede apreciarque los movimientos intestinos se incuban en el seno del delito, estiman-do que median dos momentos desde su inicio hasta su desarrollo, los quecomprenden cuatro periodos, que a saber son: en primer término, surge elconflicto cuando un grupo de hombres son insurrectos y conciben hacerresistencia a las autoridades legítimamente constituidas, el desarrollo desus actos aislados tipifican delitos cuando estos se localizan en un lugardeterminado del territorio en donde se suscitan tales eventos; en segundotérmino, si ese acto de insurrección se desarrolla y las autoridades legal-mente fincadas lo dejan crecer, los insurrectos se convierten en rebeldes,pero este movimiento de subversión se extiende hacia otras partes del te-rritorio.

Sin embargo, los sujetos activos de dicho ilícito son considerados to-davía como delincuentes de derecho ordinario, siguiendo en presencia delmismo conflicto; pero si tales autoridades establecidas no pueden o noquieren cercenar tal patología social de conflicto, se pasa a un segundoperiodo que es una guerra interna, donde los rebeldes se convierten enbeligerantes y tienen un reconocimiento internacional si su causa está fin-cada en algún plan de lucha y de acción, gozando de empatía social lasacciones y la causa que pugna armadamente contra el gobierno, siendoreconocidos por el estatuto internacional, si respetan las costumbre y usosde la guerra; pero, si por alguna circunstancia, dicho grupo beligerante nopuede hacer frente a las acciones del gobierno y media la ayuda de algúnpaís, estamos ante la presencia de una guerra interviniente, que atiende

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 101

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cuando una o varias potencias extrañas dan apoyo económico o de cual-quier índole al grupo levantado en armas.

Puede presentarse la posibilidad de un reconocimiento de beligeran-cia, por parte de la comunidad internacional o inclusive por el propio paísen donde se llevan a cabo las operaciones de guerra, que también le dareconocimiento de beligerantes a los que antaño eran hombres al margende la ley; Alejandro González Flandes121 opina:

Al obtener del gobierno constituido el reconocimiento de beligerancia, elpartido en armas se convierte en comunidad beligerante y el gobiernoabandona el propósito de aplicar a sus componentes las sanciones penalespertinentes y trata de someterlos mediante una lucha regular, dando el tratode prisioneros de guerra y no de delincuentes, a los rebeldes que sean cap-turados. Por su parte, la comunidad beligerante tiene el derecho y la obliga-ción de conducir sus operaciones conforme a las leyes y costumbres de laguerra, y tiene el derecho del ocupante en los territorios y zonas que seencuentran bajo su control, pudiendo aplicar la ley marcial con fines deseguridad propia.

En el marco del derecho interno y antes del reconocimiento de la be-ligerancia, los delitos aplicables al caso, independientemente de que me-diare algún otro, son: de rebelión, de sedición, de motín, de terrorismo ysabotaje. Ante lo anterior, cabe estimar si el Ejército frente a tales ilícitospenales cometidos por grupos armados en pie de lucha, puede intervenir,o es necesario que se desencadene la guerra y no puede hacerlo en el con-flicto, al caso se estima que tal problemática no encuadra ninguna difícilsolución, pues cuando por esos delitos se pone en peligro la seguridadinterna de la nación, el presidente de la República tiene facultades en lafracción VI del artículo 89 constitucional, como jefe máximo de las Fuer-zas Armadas del país, para disponer de ellas y salvaguardar la seguridadinterior.

Pero esto queda al buen criterio del encargado del Poder EjecutivoFederal, que de ninguna forma debe de actuar sin recato, con timidez ocon miedo a la crítica pública interna o internacional ante una situaciónemergente, ya que la norma jurídica le impone la obligación de actuar yel no hacer nada es caer en responsabilidad; igualmente, debe de equili-brar valores, sacrificando el bien secundario en aras del bien principal

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121 González Flandes, Alejandro, El derecho y la guerra civil, México, tesis profesional paraobtener el título de licenciado en derecho, UNAM, 1974, p. 21.

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que es la seguridad de la nación; por eso, el jefe máximo del EjecutivoFederal, debe de ser un hombre diferente al cartabón normal, con las ca-racterísticas de un líder y nunca debe dudar en su actuación cuando lanorma jurídica le impone obligaciones y ser omiso en ellas puede adecuarsu conducta en un delito grave del fuero ordinario.

El antagonismo interno es natural en una comunidad organizada,atendiendo a que median diversos grupos en lucha abierta por obtener elpoder, por lo que Hans J. Morgentau122 dice: “Las sociedades nacionalesestán compuestas por una multiplicidad de grupos sociales. Algunos deellos son antagónicos entre sí, en el sentido de que sus demandas respecti-vas son mutuamente exclusivas” .

De la guerra interna surge la guerrilla. El Manual de Guerra Irregu-lar,123 dice: “La guerra de guerrillas se puede conceptuar como forma deoperar, o como forma de lucha: como forma de operar se conduce en coor-dinación con las actividades del Ejército irregular en apoyo de las opera-ciones convencionales; y como forma de lucha, se conducen operacionestipo guerrilla buscando la formación o reorganización del Ejército” .

En la guerra intestina se debe de mediar dentro del operativo estraté-gico, un desplegado y amplio servicio de inteligencia que ponga al tanto alas autoridades gubernamentales, de cómo se han desarrollado los planesdel grupo en armas, estimando que para ello deberán incursionar elemen-tos preparados en diferentes sectores de la población, ya que ésta es nu-triente constante del factor guerrillero, el que debe de tener característicasespeciales como las que observa el propio manual citado, que son: de vi-gor y resistencia física, ingenio, astucia, individualidad, conocimiento delterreno, resistencia moral, patriotismo, conocimiento de la población civily espíritu de aventura.

Las guerras atípicas surgen cuando media una dictadura política, endonde prevalece la inmoralidad de los funcionarios públicos, los abusosde poder, los engaños, la crisis económica en detrimento del pueblo, elaumento de la delincuencia y la falta de medios o deseos para combatirla.El coronel Luis Gazzoli124 afirma:

TEORÍA JURÍDICA Y ANÁLISIS FILOSÓFICO 103

122 Morgentau J., Hans, La lucha por el poder y por la paz, Buenos Aires, Edición Sudamerica-na, 1963, p. 663.

123 Secretaría de la Defensa Nacional, Manual de guerra irregular, México, 1998, t. I, p. 33.124 Gazzoli, Luis, Reflexiones sobre el mando, México, Secretaría de la Defensa Nacional, 1969,

t. II, p. 251.

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Es curioso pero el dictador demagogo, de por sí mandón, prepotente, e in-solente con todo cuanto trata de oponerse a sus designios, con el transcursodel tiempo va perdiendo la facultad de ejercer el mando, pues impercepti-blemente se va transformando en sirviente de la masa que él cree tener in-condicionalmente a su disposición. Piensa que la maneja pero en realidades manejado por ella, con lo cual el mando termina por invertirse.

De lo anterior, se colige que el Ejército debe de estar presto a mante-ner la seguridad interior de la nación; al caso, Corona del Rosal125 opina:“El Estado debe ser independiente, no estar subordinado a ningún otro po-der interior ni exterior y para lograrlo tiene a su disposición el Ejército” .

Las dos finalidades mencionadas son las naturales del Ejército; sinembargo, en los términos del artículo 1o. fracciones III y V de la LeyOrgánica del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos y su correlativo artículo2o. fracción VII de la Ley Orgánica de la Armada de México, auxilia a lapoblación civil en casos de desastre, por lo que el Ejército abandona suscuarteles y se presta al auxilio conducente de quienes lo necesitan en accio-nes combinadas con la autoridad federal o local de la zona devastadacuando por fuerzas naturales se producen calamidades que ponen a la so-ciedad en grave peligro, suscitándose la emergencia y las acciones que rea-liza son: Operaciones de búsqueda y recolección de información, con laantelación suficiente de fenómenos en gestación o en pleno desarrolloque puedan causar un desastre; estimación de riesgos probables en lasáreas posiblemente afectadas; definición de alertas; establecimiento demedidas de seguridad en las áreas por evacuar; evacuación de las áreasafectadas; búsqueda y salvamento; auxilio general a los damnificados;colaboración al restablecimiento de los servicios públicos y a la reocupa-ción de las áreas evacuadas.

El Plan DN-III llamado de “Auxilio a la Población Civil en casos deDesastre” , establece lineamientos de carácter general para coordinar es-fuerzos de auxilio con las agencias gubernamentales, en los desastres cau-sados por la naturaleza como huracanes, tormentas eléctricas, movimien-tos telúricos, inundaciones, incendios y terremotos; se trata de aportaralimentos, ropa y servicio médico en las zonas de desastre.

Las labores sociales son necesarias, a fin de que los efectivos delEjército, de manera independiente a las anunciadas anteriormente, puedanllevar a cabo otras, como son de reforestación y de vacunación, además

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125 Corona del Rosal, Alfonso, op. cit., nota 97, p. 205.

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de las que se pudieren presentar para realizar acciones cívicas y obras so-ciales que tiendan al progreso del país, son actividades de aceptación encuanto a la intervención de las Fuerzas Armadas.

Pero el Ejército no debe de realizar actividades policiacas ni interve-nir en la lucha contra la delincuencia organizada, tanto en materia de nar-cotráfico como en otra especie de delitos de fuero ordinario, donde debede mediar una corporación especial, llámese Guardia Nacional, PolicíaFederal Preventiva, Cuerpo de Gendarmería, etcétera, como sucede enotros países; esto es con el fin de evitar que el Ejército se desfase en suactividad constitucional e invada otra esfera de competencia, que es pro-pia de órganos de seguridad pública, independientemente de que con estaacción policial sólo alcanza desprestigio y crítica pública; además, conello se evita que los efectivos del Ejército en todos sus niveles de jerar-quía se corrompan y sobre todo salgan del marco jurídico para el que fue-ron creadas las Fuerzas Armadas.

La delincuencia atiende a la sistemática costumbres de realizar activi-dades que la norma jurídica coloca al tipo de la ley penal, y para ello enlos términos del artículo 21 constitucional, subsiste el Ministerio Público,el cual estará apoyado por la policía judicial; se propone que se robustez-ca el cuerpo de seguridad pública, con una policía preparada para tal efec-to, con verdaderos incentivos, que capten la atención de sus miembrospara no verse seducidos por la corrupción. Pero en forma definitiva, no sedeben de dar tareas infames de participación en la lucha abierta contra elnarcotráfico al instituto armado, toda vez que pone en peligro su prestigioy su credibilidad de acción.

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