ÍNDICE:

EDICIÓN 3 LA MUERTE CON RESPECTO AL PASO DEL TIEMPO 4

A CUARENTA DÉCADAS DEL COMIENZO DE UNA HISTORIA DE LA CUAL TODOS OÍMOS HABLAR 5

UN QUÍMICO EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN 6

VIEJOS TIEMPOS 8

LA MUJER DE HOY DIFERENTE A LA DE AYER 9

El fin de esta revista es dar un nuevo punto de vista a los adolescentes, con respeto al ámbito literario.

Bajo la elaboración de la misma, temas como la muerte, la figura de la mujer, y otras obras reconocidas mundialmente

fueron abarcadas para darle vida a las páginas de esta fascinante publicación.

Por otra parte, buscamos convencer a los jóvenes adultos lectores que no todo lo relacionado con la literatura es aburrido, perspectiva muy presente en nuestros días.

A través de la creatividad y el uso de las tecnologías, las cuales crecen día a día, logramos generar un panorama totalmente

diferente.

La Muerte con respecto al paso del tiempo

La Muerte en el pensamiento tradicional, es consideraba como la separación del cuerpo y el alma. Es algo inevitable, que toda persona debe enfrentar tarde o temprano. Ya por el hecho de haber nacido una persona tiene conciencia de que en algún momento fallecerá. Es la finitud de todo ser humano. Siempre existió pero, a su vez, su interpretación fue variando de acuerdo a la época histórica y a la diversidad de culturas, la cual estaba reflejada en la sociedad.

En el período de transición entre la Edad Media y el Renacimiento en Europa, la muerte era vista como algo morboso y temeroso. Este pensamiento se vio afectado por la masiva cantidad de muertes repentinas como consecuencia a guerras y enfermedades tales como la famosa Guerra de los Cien Años, conflicto dado entre Francia e Inglaterra y la Peste Negra. De esta manera, la gente carecía la posibilidad de sobrevivir a estas circunstancias vitales ya que no contaba con los factores necesarios como medicamentos, vacunas y conocimientos médicos. Pese a la cotidianidad de las defunciones, era habitual el temor a morir. Este miedo, hizo un impacto en la literatura de aquella época ya que fue uno de los principales temas reflejados en obras literarias. Un gran ejemplo fueron Las Coplas a la Muerte de su Padre, de Jorge Manrique, quien representaba a la

muerte con voz propia, estaba alejada del temor y se dirigía respetuosamente hacia el Maestre. Otras formas comunes de representarla era mediante un esqueleto o con elementos macabros.

En la actualidad, se produjo un cambio rotundo con respecto a la antigüedad. Gracias al gran desarrollo de la medicina, el avance de las tecnologías, el descubrimiento de medicamentos y la construcción de hospitales, se redujo la cantidad de muertes. Esto trajo como consecuencia, una perspectiva menos preocupante en cuanto al hecho de morir. Con respecto a las obras literarias actuales, estas no representan temáticas mortuorias sino que abarcan temas más cotidianos relacionados con las vivencias de las personas.

En conclusión, podemos ver que el concepto de Muerte fue cambiando a medida que pasó el tiempo pero su existencia en la realidad sigue presente y se la puede ver en el día a día. A pesar de las mejoras y los avances en la tecnología, la muerte es un factor al cual no nos podemos negar, sea cual sea nuestro sector social, nuestras riquezas y nuestra fama, ya que se refiere a una condición igualadora. Por otro lado, hay que vivir el momento y no preocuparnos por lo material ya que todas nuestras posesiones terrenas son pasajeras.

A cuarenta décadas del comienzo de una historia de la cual todos oímos hablar…

Este 2015, se celebra el IV centenario de la publicación del segundo tomo de la tan popular obra de Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha. La intención del famoso escritor no era escribir una secuela del libro que en su momento tanta fama le trajo, pero debido a la aparición del Quijote falso de Avellaneda, nueve años después, se vió obligado a continuar esta entretenida e importante historia.

En el siglo XVII, el famoso libro fue conocido de manera inmediata, dicho esto, pocas semanas pasadas de su primera publicación, ya habían surgido varias ediciones. Ésta novela cervantina contaba principalmente con la función de entretener. Era completamente diferente a cualquier otro texto de la

época. Además del éxito de ventas y sobretodo su lectura, los personajes de dicha novela, en especial Alonso Quijano, quien tomó el nombre de Don Quijote de La Mancha entraron a formar parte de la cultura popular, siendo convertidos rápidamente en un

tema muy propicio para ser, a su vez, utilizado por otros autores de esa época. Contaba con una gran variedad de temas, principalmente el de la locura, reconocida a través de la forma en la cual Don Quijote vivía sus aventuras de fantasía basadas en el amor cortés y sus ideales caballerescos. También su temática está basada en la justicia y la libertad.

Hoy en día, es de suma importancia festejar el surgimiento de este tan importante libro ya que, en su momento fue un tema del cual todos hablaban y conocían. Es una manera de transmitir la literatura barroca a la actualidad para que no se pierdan estos ejemplares de significado desbordante, los cuales nos transmiten valores y nos dan a conocer una perspectiva diferente sobre la literatura.

En conclusión, hay que celebrar este aniversario para valorar lo que Cervantes, hace mucho tiempo quiso transmitir a la gente y difundirlo a la juventud para que, de esta manera, no sean subestimados los temas tratados y no solo sea conocida la temática de la literatura actual. Por otra parte, honorificar a éste gran autor quién dedicó tanto tiempo y esfuerzo para la creación de está novela la cual dio como fruto un gran reconocimiento en todo el mundo.

Un químico en un campo de concentración

El hombre en busca de Sentido es

un ensayo autobiográfico escrito por Viktor E. Frankl. En este se ve narrada parte de su vida, en la cual estuvo en cautiverio en

un campo de concentración durante aproximadamente un año. Para contextualizar la obra es necesario destacar que la misma fue llevada a cabo

durante una etapa histórica de gran importancia, la Segunda Guerra Mundial, entre los años 1939 y 1945. Durante la misma,

surgió el Holocausto, un genocidio en el que aproximadamente seis millones de judíos fueron asesinados por

el régimen nazi, bajo el mando de Adolf Hitler, y sus colaboradores. Viktor fue uno de los tantos judíos que fueron distanciados de sus familias y

deportados a distintos países para ser sometidos a durísimos trabajos en los campos. En estos, las condiciones de vida era casi

nulas debido a que padecían frío, hambre y eran oprimidos a realizar actividades realmente forzosas. Pese a estas

circunstancias, Frankl, entre tantos otros, logró sobrevivir y

recuperar su libertad.

Viktor dedicó su vida al estudio de la medicina, donde se especializó en las áreas de psiquiatría y neurología. Es por esto, que nos deja su experiencia narrada en su libro, el cual fue publicado en 1946, un año después de su liberación.

Entre tantos sobrevivientes al Holocausto, podemos destacar el testimonio de Primo Levi, el cual nos cuenta su experiencia durante ésta etapa de su vida. Éste fue un escritor italiano de origen judío que fue detenido y deportado a Auschwitz en febrero de 1944 y posteriormente liberado, en enero de 1945. En dos oportunidades, en 1965 y 1982, visitó el campo donde había sido sometido a un sufrimiento inhumano.

–¿Cómo fue su primer contacto con Auschwitz hace cuarenta años?

-–Era lunarmente diferente, era de noche; era el final de cinco días de viaje calamitoso, durante el cual varias personas habían muerto en el vagón, era la llegada a un lugar del que no comprendíamos la lengua y todavía menos su razón de ser Nadie nos explicaba nada o bien nos hablaban en yiddish o en polaco. Es una experiencia realmente alienadora. Teníamos la impresión de hallarnos en medio de un ataque de locura, de haber perdido la posibilidad misma de razonar. No, ya no razonábamos.

– ¿Cómo era el trabajo allí, en Auschwitz?

–He de aclarar que en Auschwitz no había un solo campo sino muchos, y algunos habían sido construidos, siguiendo un proyecto, anexos a una fábrica o una mina. Mi campo, en el que había diez mil prisioneros, era Monowitz y formaba parte de una fábrica. Teníamos que construir una nueva fábrica de productos químicos, que tendría cerca de seis kilómetros cuadrados. Desde el día de nuestro ingreso en el campo se produjo una especie de búsqueda por analogía: a todos nos preguntaron qué edad teníamos, qué diplomas, qué oficio. Fue entonces cuando tuve mi primera oportunidad ya que me presenté como químico, sin saber que sería enviado a una fábrica de productos químicos; y mucho después aquello me valió un pequeño beneficio, porque durante los dos últimos meses trabajé en un laboratorio.

–¿Cómo era la comida?

–Pues bien, la comida era el problema número uno. No estoy de acuerdo con quienes describen la sopa y el pan de Auschwitz como infectos; en lo que a mí respecta, tenía tanta hambre que los encontraba buenos y la comida nunca me pareció asquerosa, ni siquiera el primer día. Era miserable, nos daban raciones mínimas, en el trayecto había ladrones y, por tanto, las raciones que llegaban hasta nosotros eran inferiores. Además, nosotros debíamos trabajar, hacerlo con frío y realizar labores pesadas; en estas condiciones, la ración de 1600 calorías era una muerte lenta por desnutrición.

- ¿Pero era posible adaptarse a todo en los campos de concentración?

–Su pregunta es extraña. El que se adapta a todo es el que sobrevive;

pero la mayoría no se adaptaba a todo y moría. Moría por no saber adaptarse incluso a cosas que hoy nos resultan banales, al calzado, por ejemplo. Nos lanzaban un par de zapatos, bueno, en realidad no era un par de zapatos, eran dos zapatos desparejados, uno tenía tacón y el otro no; había que tener una constitución de atleta para aprender a caminar de este modo. La mayor parte del tiempo los zapatos hacían heridas en los pies, y quien tenía pies delicados acababa contrayendo una infección. A mí también me tocó vivirlo, todavía tengo las cicatrices. Milagrosamente mis heridas sanaron por sí solas, a pesar de que no falté un solo día al trabajo. Quien era sensible a las infecciones moría debido a sus zapatos, por culpa de las llagas de los pies infectadas que no sanaban. Los pies se hinchaban, y cuanto más hinchados estaban más apretaban los zapatos, y la gente acababa teniendo que ir al hospital, pero no los dejaban ingresar ya que los pies hinchados no eran una enfermedad. Era un mal tan generalizado que quien tenía los pies hinchados iba directamente a la cámara de gas.

Para concluir, podemos destacar que ambos escritores, reflejaron sus vivencias en obras para que la sociedad pueda enterarse de su fuerte experiencia de vida. Frankl, al ser psicólogo, hace foco en la teoría de la logoterapia, donde quiere dejar por sentado que su liberación se concretó gracias a la búsqueda de un sentido a la vida.

Viejos Tiempos

Por Harold Pinter

Viejos Tiempos es una obra del dramaturgo británico Harold Pinter, estrenada en 1971. Su estructura consta de dos actos.

"Hay cosas que uno recuerda, aunque tal vez nunca ocurrieron; pero puesto que las recuerdo, han ocurrido". Con esta frase el personaje de Ana nos introduce al mundo de este autor, un mundo lleno de ambigüedades. Trata varios temas como la verdad, el tiempo y el

espacio. El foco de la obra es la verdad relativa, donde no todo es necesariamente verdadero o falso, sino que puede ser ambas cosas a la vez. La misma varía de acuerdo a la perspectiva que cada personaje tiene sobre cada situación.

La historia comienza con dos personajes, Deeley y Kate, marido y mujer, que esperan la llegada de una vieja amiga de ella, a la que hace más de veinte años no ve, Anna. Evocaciones y recuerdos se van enlazando en un pasado que sigue presente. En este encuentro, se empiezan a producir situaciones en las que tanto el marido, como la visitante, luchan por tener mayor posesión sobre la tercera persona del triángulo amoroso. Entre los tres hay secretos y ocultamientos que tensan la relación dentro del encierro en el que se encuentran.

Ambas disfrutamos mucho la lectura de ésta magnífica obra. La misma cuenta con una diversidad de pausas y silencios que nos permiten reflexionar lo sucedido en cada escena y nos brinda un sentimiento de intriga. La obra presenta una lectura ligera y llevadera. A medida que uno lee, mediante su creatividad e imaginación, puede ir creando su perspectiva de la obra ya que la misma presenta un final abierto.

La mujer de hoy diferente la de ayer Desde tiempos

atrás, durante el siglo XX la mujer era un objeto solamente para el hombre. Vivía encerrada en el hogar, era para todos invisible. Desde que nacía estaba predestinada a vivir encerrada entre muros, pues su vida se basaba en el cuidado de la casa y de su familia, su trabajo era únicamente doméstico. En contraposición, el hombre se veía relacionado más con el afuera, el trabajo y el mundo exterior. A medida que el tiempo avanzaba esto comenzó a cambiar. La aparición de las guerras, las cuales demandaban la participación de la mayoría de los hombres, dejó a las mujeres la tarea de mantener en pie a la

familia. El hombre abandonó su posición de sostén y la mujer comenzó a trabajar. De esta manera, para el siglo XXI la diferencia entre la figura del hombre y la mujer comenzó a disminuir no por compasión a ellas sino por méritos propios.

La mujer moderna ha demostrado estar a la altura de todo cuanto se proponga. Ya son cada día más las mujeres que salen a ocupar un puesto en el campo laboral. Esto sin descuidar su trabajo de tiempo completo que es el de ama de casa: profesión que ejercemos con orgullo desde el día en que nos casamos a cambio de ninguna remuneración económica.

Afortunadamente, la gente ya tiene una mentalidad más abierta acerca de este tema, y cada vez son más los hombres que permiten que sus esposas se desarrollen en algún campo laboral. A diferencia del pasado, las mujeres cada vez tienen más facilidades para poder cuidar a su familia sin tener que abandonar su profesión o trabajo. Por su parte los maridos poco a poco empiezan a hacer más conciencia de lo importante que es su ayuda con las tareas del hogar. Así, las mujeres no son obligadas a abandonar su ocupación para poder tener una familia.

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