TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS

EL PROGRAMA CONECTAR-IGUALDAD ¿VISION INTEGRAL DE TIC EN EDUCACIÓN?

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESPROFESORADO EN CS. DE LA COMUNICACIÓN CATEDRA: LEVISPROFESORA: SOL DIEGUEZ. AYUDANTE: EUGENIA REYCOMISIÓN: JUEVES 21 A 23ALUMNAS: AURI GOROSURRETA aurigorosurrreta@yahoo.com.ar SOLEDAD MORICI solemorici@hotmail.com SOLEDAD NASIF nasifsol@hotmail.com

EL PROGRAMA CONECTAR IGUALDAD: ¿INCLUSION INTEGRAL DE TIC EN EDUCACION?

QUÉ NOS PROPONEMOS:

OBJETIVO GENERAL

Indagar y relacionar el Plan Conectar Igualdad con otros planes de inclusión tecnológica que lo antecedieron: Campaña de Alfabetización Digital y Programa de Inclusión digital (Un alumno, una computadora) para reconstruir la visión que tienen sobre la inclusión de TIC en educación. Esto es, si es considerada meramente instrumental (como soporte) o más desde un enfoque más complejo (al que llamaremos "integral").

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Delimitar la noción de Visión Integral de TIC en educación y sus características, a fin de convertirla en un criterio rector para interrogar y relacionar los planes de integración de tecnologías mencionados.

Definir el concepto de Visión integral de TIC en educación con las categorías: “Rol del Estado”, “Concepción de TIC”, “Rol del docente”, “Capacitación y Formación Docente” y “Rol del alumno”.

Comparar los distintos programas (atravesando los criterios de análisis) a fin de reconocer si pueden ser contemplados bajo la idea de una “visión integral” para la incorporación de TIC en educación.

Reflexionar sobre la visión que se sustenta en el Programa Conectar Igualdad sobre la aplicación de TIC en las aulas: ¿Soporte o herramienta? ¿Materia para desarrollar habilidades computacionales o recurso necesario para integrarse a la Sociedad

del Conocimiento? ¿Dominio de un software o una alfabetización digital integral?

La intención de incluir en el análisis otros planes, además de lo fructífero de una mirada comparativa y un marco para contextualizar Conectar Igualdad, es ver en qué medida este último proyecto es superador (o no) y en qué aspectos, en cuanto a la implementación de TIC.

METODOLOGIA Y ETAPAS PARA EL DESARROLLO DE OBJETIVOS

El proyecto tendrá carácter cualitativo y de análisis textual.

En una primera etapa se definirán los criterios de análisis (características que contemplaremos bajo la noción de “Visión integral de TIC en educación”), para sistematizar categorías para la posterior comparación.

Luego se rastrearán otros planes que introdujeron las TIC en el ámbito escolar, a fin de establecer relaciones y contextualizar el plan Conectar Igualdad.

Posteriormente atravesaremos categorías de análisis y compararemos las mismas en los diversos planes para reflexionar en qué aspectos se diferencia y en cuáles podría considerarse superador el Programa Conectar Igualdad.

Nuestro interés radica en enmarcar el plan dentro de las discusiones y reflexiones teóricas sobre alfabetización digital en las escuelas y la incorporación de las tecnologías informáticas en la educación.

Criterios para definir una visión integral de TIC en educación

En esta primera etapa se definirán los criterios de análisis, características que contemplaremos bajo la noción de “Visión integral de TIC”, para sistematizar categorías que nos permitirán una posterior comparación.

A lo largo de la historia educativa en nuestro país, como indica Levis (2007: 10) “muchas veces, al margen de los propósitos bienintenciona-dos expresados en los documentos oficiales, los esfuerzos gubernamen-tales se centran fundamentalmente en el reparto de computadoras a las escuelas relegando a un segundo o tercer plano, cuando no ignorando, la imprescindible formación docente y la fijación de objetivos pedagógi-cos que trasciendan la enseñanza – aprendizaje del uso instrumental de máquinas y programas”. La incorporación de las TIC en las escuelas requiere entonces, como indi-ca Levis (2007) un doble trabajo: una dimensión “conceptual” que con-temple las nuevas formas de transmitir y apropiarse del conocimiento de manera creativa e innovadora y otra dimensión “instrumental” para po-der aplicarlas al espacio áulico. Esto, a su vez, requiere de una capacita-

ción que se oriente a tener en cuenta no sólo los conocimientos técnicos y operativos que presenta el nuevo equipamiento tecnológico, sino tam-bién qué hacer con ello y definir los objetivos de estos nuevos lenguajes y formas de apropiación del conocimiento para que no se reduzca mera-mente a la transmisión del saber.

Considerando entonces ambos aspectos, tomaremos como criterios algunas dimensiones que conformen una “visión integral” respecto a la introducción de las TIC en el ámbito de a educación1:

ROL DEL ESTADO: el Estado considera que la introducción de TIC en el ámbito escolar provee de conocimientos, habilidades y nuevos lenguajes fundamentales para ser partícipes activos (capaces de construir nuevos sentidos) e insertarse en la Sociedad del Conocimiento y la Información. Así las TIC no son sólo un recurso para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje sino que también dan a los sujetos formación herramientas conceptuales y técnicas que enriquecerán su desarrollo social y laboral.

CONCEPCION DE TIC: vistas no sólo como un soporte o una materia curricular aislada, es decir, no es estudiar tecnología ni a través de ella. Una incorporación integral de TIC implica alfabetizar en medios, enmarcarlas en un contexto sociopolítico e inclusión dentro de los procesos de enseñanza aprendizaje en tanto habilidades necesarias para desarrollarse en la Sociedad del Conocimiento. Así, la implementación de las TIC en la enseñanza y el aprendizaje no implica un simple ejercicio unidimensional, no se

1 Para definir los criterios, nos basamos en lo que Diego Levis considera una “Concepción Integradora-Educacional” respecto a la Inclusión de TIC en educación. Ver en “Enseñar y aprender con informática/enseñar y aprender informática. Medios informáticos en la escuela” en Cabello, R. y Levos D. edits (2007) Tecnologías informáticas en la educación a principios del siglo XXI, Buenos Aires, Prometeo. PP 12.

reduce a la distribución de hardware y software en las instituciones educativas y su respectiva conexión a Internet. Requiere de una implementación efectiva, a través de una puesta en marcha multi- dimensional, con diferentes líneas que deben funcionar paralelamente y de manera integrada para que esta política sea realmente eficiente.

ROL DEL DOCENTE: el docente no se limita a utilizar la tecnología únicamente como soporte. La computadora no reemplaza a la tiza o al cuaderno, ni es una visión mejorada del televisor. El docente considera que la inclusión de TIC en los procesos de enseñanza aprendizaje permite desarrollar prácticas pedagógicas innovadoras, propuesta de proyectos colaborativos, uso de material hipermedia.

Asimismo el docente no se limita sólo a transmitir información. Es guía, acompaña el proceso de formación e incluye actividades para el uso y trabajo con las TIC en el aula.

FORMACIÓN y CAPACITACIÓN DOCENTE: la capacitación docente debe incluir cursos online y jornadas presenciales. Asimismo deben contar con recursos y materiales facilitados por servidores del programa, adaptados para el trabajo hipermedia en el aula con el fin de integrarlos en la práctica de enseñanza y generar procesos de construcción de conocimiento en conjunto con los alumnos.

ROL DE ALUMNO: el alumno tiene un rol activo, participa en el proceso de enseñanza-aprendizaje como constructor del conocimiento. Su vínculo con las TIC le permite desarrollar una comprensión creativa y crítica, elaborando habilidades y saberes a través de prácticas colaborativas, experimentos, y actividades reflexivas sobre las TIC y a través de ellas.

Antecedentes de TIC en educación (2004-2010)

Para poder reflexionar respecto a la visión de inclusión de TIC subyace en el Programa Conectar Igualdad, eje central de nuestro trabajo, consideramos pertinente contextualizar este plan con otros que lo antecedieron. De esta manera, nos permitiremos reflexionar comparativamente sobre las concepciones de TIC subyacen en las medidas.

Otros planes, ¿otra visión sobre implementación de TIC?

El avance de la tecnología ha ido transformando los usos y alcances que se le ha ido otorgando al equipamiento tecnológico, así como también ha creado nuevos lenguajes y relaciones sociales.

Durante los años 80, como indica Diego Levis (2007) la política nacional en informática educativa se proponía dar prioridad a la generalización de la enseñanza de la informática. Sin embargo, a partir del 90, esta concepción cambia y el foco de interés se desplaza a las aplicaciones, al uso operativo de las computadoras y a la expansión del software educativo.

El progreso técnico en todas los ámbitos de la vida social ha hecho re-pensar desde el Estado la necesidad de establecer las políticas educati-vas que incluyan a las TIC desde una visión más compleja, entendiendo que, como bien distinguen Dussel y Quevedo (2010: 58) “mientras la in-formática refiere al tratamiento de la información y la comunicación de datos, las TIC tratan el impacto social y cultural de los fenómenos comu-nicacionales, con eje en la interactividad y su incidencia sobre el desa-rrollo del conocimiento”.

Con la sanción de la Ley Federal de Educación (1993) queda plasmado un cambio respecto a la incorporación de los medios informáticos en las instituciones educativas propiciado desde el Estado, aumentando la incorporación de pc´s en los colegios públicos (principalmente secundarios). Sin embargo, como sostiene Diego Levis (2007), esto no fue acompañado por una política educativa definida ni objetivos concretos con respecto a esta nueva incorporación del equipamiento técnico: para qué y por qué utilizarlas. La escasa capacitación docente, la ausencia de condiciones técnicas en la infraestructura de las escuelas, y de áreas curriculares que encuadren el contenido necesario, entre otras circunstancias, sostuvieron y perpetuaron la concepción instrumentalista tradicional de las TIC y como indica Levis (2007) “(…) favoreció que la introducción de las computadoras en las prácticas educativas de las escuelas se hiciera casi exclusivamente a través de la enseñanza y aprendizaje de aplicaciones informáticas de uso general (en particular del procesador de texto y la hoja de cálculo del entorno Windows”.

Nuevo milenio con portal nuevo: Educ.ar 2

Educ. ar nace en el año 2000 como portal de contenidos educativos con el fin de equipar, conectar y brindar acceso a Internet a todas las escuelas del país. Si bien esta fue la propuesta inicial, con la salida del gobierno de De la Rúa, en el 2001, la iniciativa quedó trunca y recién fue retomada por Daniel Filmus, en el año 2003.

En el marco de la sanción de la nueva Ley de Educación Nacional, en 2006, se le otorga a este proyecto educativo un papel fundamental como “ente ejecutor de las políticas públicas en materia de integración

2 Más información en capítulo 8 del informe de Gestión de Educ. ar - Nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la escuela.

de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el sistema educativo” (Levis, 2007).

Sin embargo, el objetivo inicial del portal de conectar a todas las escuelas del país se ha modificado, convirtiéndose finalmente en productor de contenidos y recursos educativos, ya sea a través del portal al que los docentes podían consultar, o bien a través de la entrega de Cd rooms con los recursos pedagógicos.

Y llegó la Campaña de Alfabetización Digital (2004-2006)

En el año 2004 se pone en marcha la Campaña de Alfabetización Digital con la meta de “utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación para ayudar en la solución de los problemas prioritarios de la educación y de la formación laboral argentina”.3

La campaña entregó una gran cantidad de computadoras a las escuelas. De acuerdo al informe de gestión 2003/2007 publicado en el portal Educ. ar. se distribuyeron 100.000 equipos informáticos a 10.400 establecimientos educativos, abarcando la totalidad de las instituciones del nivel medio y más de 600 Institutos de Formación Docente. De sus objetivos principales se desprende la necesidad de reducir la brecha digital, introducir las tecnologías al ámbito educativo como así también a través de ellas, promover la reinserción laboral. Sin embargo, es necesario distinguir, como lo hace Dussel (2010: 58) que la incorporación de las TIC en la vida social, va más allá de “temáticas como el hardware y el software” y no alcanzan para explicar su alcance.

El rol del docente en este contexto se propuso como mediador entre el alumno y las tecnologías, utilizándolas en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para ello se eligió como ejes de capacitación las siguientes dimensiones curriculares:

3 Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación (2004) “Campaña Nacional de Alfabetización Digital, 2004-2006”

- La concepción de Tecnología Educativa, Aprendizaje Instrumental, Formación Técnico Profesional, Educación tecnológica General.

Si bien cada PC contaba con contenidos y recursos educativos del portal Educ.ar tanto para docentes como para alumnos (software de escritorio, programa de alfabetización digital básica y colección de recursos educativos) según indica el documento oficial de Ministerio de Ciencia y Tecnología del programa, el objetivo no deja de ser el de ofrecer recursos para desarrollar actividades en el aula y formarse “técnicamente” en la utilización de las pc´s.

Los alumnos desde esta perspectiva, son receptores de esta transmisión de conocimiento y de recursos que más allá que sirvan de orientación y guía para el proceso de enseñanza y aprendizaje, no resuelven la cuestión de la Alfabetización Digital.

Desde el Estado se han promovido algunas iniciativas a través de capacitación del INET (Instituto Nacional de Educación Técnica) y desde Educ. ar. Asimismo, a través de la Red de Vinculación Tecnológica, se brindaron cursos de iniciación e introducción de conceptos básicos (Internet, recursos, correo electrónico, entre otras). Pero como sostienen Dussel y Quevedo (2010) es necesario combinar el “saber técnico” con un “saber pedagógico y cultural” para poder comprender las transformaciones que producen la incorporación de las TIC en el ámbito escolar y a su vez oriente en la aplicación de las mismas en el tiempo y espacio del aula.

Según el informe de gestión de la campaña, más de cinco mil docentes han participado en los siguientes cursos: “Aplicaciones básicas de la PC”, “Internet como recurso de innovación docente”, “Webquest en la gestión de la información”, y “Comunicación, sociedad y educación – conceptos y debates”. No obstante, gran cantidad de cursos y capacitaciones quedaron bajo la gestión y administración de empresas

privadas: Intel (Educar para el futuro) y Microsoft (Alianza por la educación).

Programa de Inclusión Digital: un alumno, una computadora (2006-2010)

En mayo del 2006 se crea la UTIC (Unidad de Tecnologías de la Informa-ción y la Comunicación). Esta unidad, dependiente del Ministerio de Edu-cación Nacional4 promueve que la introducción de TIC reduzca la brecha educativa en el país y, por ende, que involucre aspectos económicos, po-líticos, pedagógicos y culturales. Desde esta propuesta, la escuela es vista como la institución desde donde se construye el proceso de ense-ñanza y aprendizaje con la integración de las TIC. Por lo tanto, y reco-rriendo sus objetivos, no se estaría pensando la introducción de TIC me-ramente instrumental, sino que incluye aspectos de apropiación y circu-lación de recursos y nuevas formas de comprender el nuevo lenguaje y dinámica, espacios y tiempos que introducen las nuevas tecnologías.

El programa Inclusión Digital Educativa nace como iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación en el año 2006. El mismo estuvo originalmente inspirado en el programa “One Laptop per Child”, impulsada por el estadounidense Nicholas Negrophonte, aunque luego adoptó otra finalidad, equipos y alcance (se restringió a escuelas técnicas), entre otros factores, porque nunca se llegó a compartir la misma política presupuestaria basada en U$S 100 por equipo.

El plan tiene entre sus objetivos primarios fomentar la democratización en el acceso a las nuevas tecnologías de “todas y todos” los alumnos del segundo ciclo de escuelas secundarias técnicas y agropecuarias públicas de la nación.

4 En http://portal.educacion.gov.ar/acciones-transversales/medios-y-tic/unidad-tic/

Lejos de ser una medida aislada, desde sus propósitos se aclara que el Plan da continuidad a diversas acciones de Alfabetización digital impulsadas por gobierno kirchnerista. Entre sus propósitos, en su artículo 11 el programa expresa: “Desarrollar las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación”.

Uno de los ejes centrales de esta medida, indica que cada institución debía decidir si los alumnos se llevarían las computadoras a sus casas, y la forma en que esto sucedería. Igualmente, la consigna era clara: las computadoras son propiedad de las escuelas, se entregan a las escuelas, no son propiedad de los alumnos ni de los docentes. Pero el estado, y su medida, no resolvían ni explicitaban a cada institución educativa en qué condiciones, con qué objetivos, en qué momentos y bajo qué herramientas se debía entregar las computadoras a los alumnos. ¿El hecho de poder llevarla a su hogar, implicaba entender a las TIC como instrumentos para socializar no sólo al alumno sino a su familia?

Asimismo, en cada escuela, se entregó también equipamiento para uso docente, para que quede en disponibilidad de la institución.

Un nuevo intento: Programa Conectar Igualdad (2010)

Con precedentes como la Campaña Nacional de Alfabetización Digital (2004) y el Programa de Inclusión Digital (2006), en nuestro país; y proyectos regionales como “Enlace” en Chile y el “Plan Ceibal” en Uruguay, en abril de 2010, el gobierno de Cristina Kirchner anuncia el lanzamiento e implementación del Programa Conectar Igualdad. La medida5 fue impulsada en conjunto por el Ministerio de Educación, ANSES y el Ministerio de Planificación, y a través del

5 Mediante el decreto 459/2010 se anunció la incorporación de las nuevas tecnologías para el aprendizaje de alumnos y docentes.

Debemos pensar este programa en el marco de la nueva Ley de Educación Nacional, sancionada en diciembre del 2006. La misma establece entre los fines y objetivos de la política educativa “desarrollar las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación” (art.11) y además señala la necesidad de “Generar las condiciones pedagógicas para el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación” (art 27,d) y entre las disposiciones específicas indica que “el acceso y dominio de las tecnologías de la información y la comunicación formarán parte de los contenidos curriculares indispensables para la inclusión en la sociedad del conocimiento” (art.88).

Partiendo de un recorrido por la “Historia”, “Objetivos”, “Decreto de creación” y “Descripción del programa” de la página oficial del proyecto6

nos permitimos reconstruir concepciones que subyacen en el programa en torno al contexto de inclusión y a la visión que pareciera sustentar sobre el rol de las TIC en las escuelas.

Una nueva sociedad, ¿una nueva formación?

“La escuela debe cambiar porque la sociedad en la que se desenvuelve no es la misma en la que fue creada” (Levis, 2007: 5)

Podría pensarse que el programa Conectar Igualdad, al igual que sus antecesores, se enmarca en el contexto de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

La escuela en tanto institución, nació y mutó en el devenir social de cada momento histórico, respondiendo a necesidades de índole política, económica, social e ideológica; tanto para preparar a clérigos y gobernantes o para formar a individuos en ciudadanos, según las circunstancias y los actores de poder lo creyeran necesario. Con un

6 Ver http://conectarigualdad.gob.ar

nuevo contexto, nuevas necesidades y nuevos ciudadanos en formación, la Ley de Educación Nacional 26.206, del año 2006, dejó en claro en su título VII la necesidad de “aggiornar” el sistema educativo no sólo en la implementación de la informática y tecnología en los procesos de enseñanza aprendizaje sino en la alfabetización digital de los escolares. Dice el Decreto 459/2010: “Que el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación ha generado en la sociedad moderna profundas transformaciones que exigen de parte del Estado la producción de respuestas eficaces”. El paso de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento, pareciera implicar no sólo transformaciones socioculturales y económicas, sino también nuevos saberes necesarios para insertarse en el mercado laboral. Podría pensarse que los curriculums vigentes requerían nuevos enfoques que acompañaran el contexto, lo cual implica incorporar los desarrollos en la informática y telecomunicaciones no sólo como un recurso, sino desde una perspectiva integral, que facilite y prepare a los estudiantes para ser constructores activos en su formación, y enfocados en un nuevo perfil empleador. Entre sus “Objetivos” el programa parece explicitar esta intención, al decir que busca “dotar a los alumnos de mayores posibilidades de inserción laboral”. Además de “formar sujetos responsables, capaces de utilizar el conocimiento como herramienta para comprender y transformar constructivamente su entorno social, económico, ambiental y cultural y de situarse como participantes activos (…)”.

Esto podría relacionarse con lo que sostiene Manuel Área Moreira (2000) al señalar que los mass media y el desarrollo electrónico han modificado a tal punto costumbres, valores, hábitos, ideas y formas de pensar y hacer de los ciudadanos que sería obtuso negar su necesaria participación en el ámbito escolar, en tanto espacio de socialización de los sujetos, miembros de esa misma sociedad informatizada.

Igualmente, esto no debería hacernos desconocer que la mayor parte de la población es analfabeta funcional ante los nuevos lenguajes y medios desarrollados en estos últimos años.

En esta coyuntura, y luego de diferentes planes destinados a la renovación tecnológica de las aulas argentinas (Campaña de Alfabetización y Programa de Inclusión Digital, entre otros), el programa Conectar Igualdad apunta a una inclusión socioeducativa de las TIC, ya presentes y familiarizadas para los escolares en contextos extra áulicos. Sin embargo, consideramos pertinente hacer la distinción entre “jóvenes familiarizados con la tecnología”, a la denominación “Nativos digitales”7, que daría por hecho que cada joven dispone de equipamiento, habilidades de uso y formación con el mismo acceso y capital cultural requerido para el dominio de las TIC.

Este programa pareciera no caer en homogeneizaciones y, lejos de englobar a los estudiantes dentro de una “Generación net”8 (todos con las mismas habilidades y recursos tecnológicos), apuntaría a crear políticas que fomenten la igualdad en el acceso a la “Sociedad de la Información” (la entrega de 3 millones de netbooks, de producirse, iría en este sentido) pero también a la formación de profesorados y capacitaciones docentes que acompañen las políticas y permitan no sólo acercar las tecnologías a las aulas sino saber por qué y cómo usarlas en los procesos de enseñanza- aprendizaje (Buckingham, 2008).

Ya la campaña de Alfabetización Digital, en sus razones y argumentos, podría explicitar su visión integradora destacando que la llegada de las computadoras no a las escuelas implicaría, además del saber utilizarlas, tener en cuenta cómo aprovecharlas para mejorar el aprendizaje y la

7 Para ampliar este concepto, ver libro de Alejandro Piscitelli “Nativos Digitales”, en http://dgescorrientes.net/web-2/NativosDigitales.pdf

8 Lamas, Ana María, “Generación Net, cómo juegan, cómo aprenden, cómo se relacionan”, Buenos Aires, Atlántida, 2009.

relevancia que los alumnos lo incorporen a su práctica educativa cotidiana.

¿Conectar es igualdad?

En su página “Institucional”, en el apartado “Historia” el plan señala: “En las últimas décadas, las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han modificado sustancialmente las relaciones sociales en todos sus aspectos, llegando a redefinir la manera de interactuar con el medio. Formar parte de esta nueva sociedad, no estar excluido, implica cada vez más poder participar activamente a través de las nuevas tecnologías”.

De aquí podría suponerse que la intención de “incluir” digitalmente a la población, es una forma de garantizar la igualdad de oportunidades ante nuevas necesidades sociales y económicas. En este sentido puede entenderse el rol de la escuela como agente elegido para democratizar el acceso al conocimiento tecnológico, como una forma de inclusión social. Dice el Programa: “En una sociedad con fuertes desigualdades se entiende que la escuela es el medio privilegiado para que el acceso al conocimiento pueda democratizarse”. En el apartado “¿Quiénes se benefician?”, se amplía esta intención al decir que “La idea de incluir las TIC dentro del espacio educativo se genera a partir de la noción que la escuelas son espacios donde se produce la socialización de conocimientos, la multiplicación de saberes y la generación de ideas significativas”.

Al repartir computadoras, principalmente en regiones con acceso desigualitario, podría suponerse que el programa busca paliar diferencias en el acceso a los medios informáticos. Igualmente, esto pareciera no ser suficiente. El acceso al equipamiento debería ir acompañado de políticas que garanticen el dominio y competencias críticas necesarias para su uso. Si el conocimiento es poder, la

alfabetización informática es un andamio que debe acompañar indefectiblemente a la entrega de los equipos.

Entre sus “Objetivos” el plan propone “Promover la igualdad de oportunidades a todos los jóvenes del país proporcionando un instrumento que permitirá achicar la brecha digital”. Pero, ¿igualdad en el acceso, es sinónimo de inclusión? ¿La mencionada brecha es independiente de otras brechas sociales?

El debate ideológico

Como señala Diego Levis (2007), la inclusión de tecnologías educativas tiene una importancia estratégica, una dimensión política y económica que conlleva un debate ideológico. En este mismo camino David Buckingham (2008) invita en sus discusiones a no perder de vista el carácter ideológico que conlleva el uso de las tecnologías (más aún su implementación en el aula), recordando que son producto de determinaciones históricas y sociales, formas de representación, cultura y comunicación que reflejan los intereses de los actores e instituciones que regulan para qué, cómo y cuándo aplicarlas.

Entonces, ¿dar herramientas informáticas y habilidades reducirá el analfabetismo digital? ¿Dar recursos y formar en nuevos lenguajes ayudará a los jóvenes a poder tomar decisiones críticas, evitando la colonización de saber? Aún es un interrogante. Su aplicación develará algunas certezas.

Tres planes, ¿la misma visión?

Luego de recorrer la historia de los planes que impulsaron la inclusión de TIC en educación durante la última década, reflexionaremos la visión que los mismos contemplan sobre la inclusión de las TIC en las aulas, basándonos en los criterios anteriormente desarrollados que definen a nuestra concepción de un programa con Inclusión Integral en TIC. En el

Anexo, se podrá encontrar el cuadro que utilizamos como herramienta y disparador de nuestra reflexiones.

Desde el Estado, buenas intenciones…

A lo largo de los distintos intentos por establecer políticas y planes públicos para incorporar las TIC a las prácticas educativas, nos encontramos que las mismas se encuadraron siempre bajo la idea de “transmisión del conocimiento”, de incorporación de saberes técnicos que introducían las pc´s en la educación: aprender su uso operativo y su lenguaje, sus programas y el software como objetivos principales. Estos cursos, como sostiene Levis (2007), no permitían la innovación ni una verdadera Alfabetización digital. Entonces ¿Qué sucede con la creación de conceptos que permitan nuevas formas de conocimiento a través de las TIC?

Mientras que la Campaña de Alfabetización Digital propone reducir la “brecha digital”, promoviendo el acceso a las TIC de todos los ciudadanos9, el Programa Inclusión Digital acota el campo de beneficiarios solo a estudiantes de escuelas técnicas, lo que hace que sus objetivos se concentren en el ámbito educativo formal. Es decir, es esta nueva etapa, podría pensarse en un reajuste, en un intento por acotar la pretensiones y enfocar una nueva visión, ya sin incluir a docentes de formación inicial, alumnos de todos los niveles escolares, desempleados, subempleados y jóvenes desescolarizados. ¿Puede esto tomarse como una “autocrítica”? ¿Fue un recorte meramente económico? ¿Hubo un reparto masivo indiscriminado (y sin un cálculo y seguimiento concreto de una verdadera apropiación) en la Campaña de Alfabetización? En este sentido, y con el programa Conectar Igualdad, se podría suponer que se vuelve a “subir la apuesta”, al menos

9 En este sentido, el Plan de Alfabetización Digital, se ha propuesto una cobertura más ambiciosa en cuanto a su alcance, ya que no circunscribió la distribución de equipos por niveles, sino que intentó abarcar: Educación básica, EGB3 y Polimodal, Nivel medio, escuelas técnicas e institutos de formación docente,

numéricamente. El reparto pasó de 230.000 estudiantes (de Inclusión Digital) a 3 millones. Y, esta vez, incluyendo también entre los propósitos de uso de los equipos, a las familias de los alumnos, y hacer efectivo así el derecho a la igualdad. Además, entre sus objetivos, el Programa Conectar Igualdad apunta la “inclusión tecnológica”, “competencias necesarias de nuevos lenguajes producidos por las tecnologías”, “reducir la brecha digital”, “inserción laboral” y “mejorar la escuela pública”.

Con esas u otras palabras, esas intenciones sobre los beneficios de las TIC subyacen en los tres programas trabajados. Pareciera ser que así, los tres coinciden en el reconocimiento de un “diagnóstico” (las TIC ayu-darán a la igualdad educativa, mejora de la escuela e inserción laboral) aunque aún el tiempo es prematuro para confirmar si en los hechos fi-nalmente se cumplen con estos propósitos.

Instrumental o integral/ Instrumental e integral

Desde la Campaña de Alfabetización Digital se plantea la incorporación de las TIC en la educación, como espacio por medio del cual se favorecerá la reinserción laboral, además de ser el ámbito desde donde se pretenderá reducir la brecha digital. Si bien esto necesariamente implica tener en cuenta otros aspectos más allá del equipamiento tecnológico, creemos que la Campaña de Alfabetización Digital se focalizó con mayor fuerza en la democratización del acceso a las TIC y en su propósito de introducirlas en las escuelas de todo el país. Desde el documento oficial del programa se puede ver que plantea como meta principal “utilizar las TIC para ayudar en la solución de los problemas prioritarios de la educación y de la formación laboral argentina”. Esta concepción de TIC como herramienta, como medio para un fin, podría pensarse distinta de la que se plantea en los demás planes: el Plan de Inclusión Digital y el Programa Conectar Igualdad, que proponen una

perspectiva que integraría el nuevo lenguaje tecnológico, la posibilidad de creación de nuevas formas de enseñanza y aprendizaje y de trabajo colaborativo con los alumnos, incorporando en su propósito, además del equipo tecnológico, los métodos para llevar a cabo esto. En Conectar Igualdad se explicita: “De esta manera se busca reducir la brecha digital existente, introduciendo nuevas tecnologías como así también los métodos para aplicarlas en el contexto escolar, creando la posibilidad de inserción tanto del estudiantado como de la comunidad en el conocimiento de las TIC promoviendo valores tales como integración e inclusión social”10. En este programa, se plantea el rol de la escuela como agente elegido para democratizar el acceso al conocimiento tecnológico aunque tal vez planteado más allá del acceso material, esto es, desde el aspecto del conocimiento y dominio de su lenguaje y sentidos. En su apartado “Programa”, dice que el Estado es quien debe impulsar la inclusión de TIC y así “preparar al sistema educativo para que forme a sus estudiantes en la utilización comprensiva y crítica de las nuevas tecnologías. Educación en TIC no es solamente el uso instrumental de las nuevas tecnologías (…) estos objetivos exceden aunque incluyen las habilidades informáticas”. Encontramos que el concepto que subyace, apunta a que la formación en TIC supere su uso instrumental (como soporte de la enseñanza) o su carácter en tanto materia autónoma en la currícula (Computación). Educar en medios implicaría así un nuevo significado, no es educar con sino educar en medios. Esta visión se alinea con la planteada por David Buckingham (2003) en tanto entiende que alfabetizar en medios “es algo más que una simple alfabetización funcional (…) o simplemente un juego de herramientas cognitivas. La educación mediática es una forma de alfabetización crítica. Supone la adquisición de un metalenguaje, es decir, de un medio 10 Ver “Historia de Conectar Igualdad” en http://conectarigualdad.gob.ar/

que nos permite describir las formas y las estructuras de diferentes tipos de comunicación; e implica una comprensión más amplia, por una parte, de contextos sociales, económicos, e institucionales de la comunicación y, por otra parte, de cómo estos mismos contextos afectan a las experiencias y las prácticas de personas (Buckingham, 2003: 73)”.

Retomando los expuesto sobre la visión de TIC en los planes de última década, podemos reflexionar que mientras que el primer plan (2004) priorizó el soporte hardware (computadoras, impresoras, pen drives, etc.) incluyendo el reciclado de computadoras, el segundo hizo foco en la conexión, en la red que se generaría en el aula a través de un servidor, el tercero (2010) se sustenta en la posibilidad de que las netbooks se conviertan en un herramienta de cada uno. Entonces, mientras que la Campaña de Alfabetización propicia el trabajo colaborativo y el Plan de Inclusión Digital el trabajo con las computadoras en red, observamos una instancia superadora en el Programa Conectar Igualdad ya "que implica el aprendizaje de competencias de gestión de información, comunicación, intercambio con otros en un mundo global, capacidad de innovación y actualización permanente". Es decir que la TIC sale del aula, no solo se relaciona con una red interna o con un contexto determinado, sino que promueve ese aprendizaje en contexto con el que el alumno entra en contacto luego de las horas del día que pasa en el colegio.

El alumno como “constructor”

Si bien dentro de sus objetivos la Campaña de Alfabetización Digital se propone “profundizar en el trabajo grupal colaborativo y cooperativo como metodología de aprendizaje centrado en el interés y la responsabilidad de docentes y alumnos”, cuando plantea los contenidos deja el rol activo del alumno de constructor de los mismos para una

segunda etapa. En un primer momento, el plan se propondría transmitir a los alumnos el conocimiento técnico y capacitarlos en el uso de las nuevas tecnologías, a partir de los recursos y herramientas brindadas por el docente. Así, y en su primera etapa, subyace una concepción de transmisión del saber técnico distinta a la planteada en el Plan Conectar Igualdad que, entre sus propósitos, planea formar a los estudiantes en la utilización comprensiva y crítica de las nuevas tecnologías Por sus objetivos, y las herramientas de trabajo que ofrece con TIC, se desprende una visión de alumno no como mero receptor, sino mucho más que operador de TIC. Entiende que las mismas van a favorecer en el trabajo colaborativo, aprendizaje por proyectos, resolución de problemas, la reflexión sobre nuevos lenguajes y habilidades en los estudiantes en tanto constructores del conocimiento. Y esto excedería el dominio de habilidades informáticas.

En su texto Diego Levis (2007), complejiza la incorporación de tecnología a las actividades escolares, al señalar que implican distintas visiones socioeducativas de informática: Técnico operativa (enseñanza del uso del computadora), Instrumental utilitaria (como recurso didáctico, facilitadora de la enseñanza), Integradora-educacional (para impulsar prácticas pedagógicas innovadoras como proyectos colaborativos y recursos hipermedia. Está basado en la construcción personal del conocimiento más que en el modelo tradicional de transmisión), y Lingüística cultural (educar en la concepción lingüística de la informática, dominar el código, alfabetización digital integral).

Desde sus características y objetivos (con su futura implementación se sabrá si finalmente se consigue esta intención) podríamos considerar que el programa Conectar Igualdad, presenta variables más asimilables a la visión Integradora Educacional. Por un lado, en tanto sostiene una concepción del alumno como constructor activo de sus conocimientos,

incentiva al trabajo en un aula sin muros y con docentes facilitadores que acompañen la construcción de saberes, en un trabajo colaborativo. Igualmente, y si bien el plan y los materiales son de carácter intertextual, hipermediático e integrador, no podría afirmarse aún que estén centrados rotundamente en el educando, y que los docentes capacitados consigan dejar su lugar de “transmisores” por el de “guías” haciendo del aprender y el aula un espacio de satisfacción. Conectar Igualdad promueve (…) formar sujetos responsables, capaces de utilizar el conocimiento como herramienta para comprender y transformar constructivamente su entorno social, económico, ambiental y cultural y de situarse como participantes activos (…)

Es de aquí que, al menos en lo que plantea en su propuesta, Conectar Igualdad se presentaría con una concepción innovadora ya que trasciende la mirada meramente instrumental. Apunta a la capacidad de los estudiantes de construir el conocimiento desde una posición activa y no como mero receptor de la información.

Algunos autores, profundizaron en sus trabajos esta visión de los alumnos en las aulas. Es así que José Manuel Pérez Tornero (2004), comparte esta línea (formación integral en TIC) al señalar que la alfabetización digital es un proceso que afecta cuatro dimensiones: operativa (uso de ordenadores), semiótica (dominio del lenguaje multimedia), cultural (entorno cultural de la sociedad de la información) y cívica (deberes y derechos en relación al nuevo contexto tecnológico). Y este punto es el que refuerza el Plan Conectar Igualdad, en tanto herramienta de aplicación para garantizar los derechos señalados en el Título VII de la Ley Nacional de Educación, en cuanto a “opciones educativas basadas en el uso de la tecnología de la información y la comunicación, y de los medios masivos de comunicación social”. Siguiendo esta misma línea Begoña Gros (2004) destaca que la verdadera incorporación de TIC se producirá no cuando los alumnos

dominen el uso de equipamiento informático sino cuando se produzca una verdadera “apropiación”. “No se trata de transmitir el puro saber, sino una cultura que permita entender nuestra condición y ayudarnos a vivir” (2004: 4). Igualmente, y como alerta la autora, uno de los problemas más importantes de la educación en la actualidad es que la mayoría de los enfoques educativos no están en consonancia con las necesidades de los jóvenes ni con el tipo de sociedad en que estamos viviendo. Uno de los obstáculos, que de acuerdo a sus objetivos este programa intentará revertir, es seguir manteniendo modelos de enseñanza de carácter escrito cuando los niños y jóvenes se educan en el ámbito extra áulico con predominio de lo visual.

Finalmente, y entendiendo que su alcance estaba limitado sólo a alumnos de escuelas medias técnicas, el Programa de Inclusión digital (2004), si bien apuntó a la formación de sujetos creativos y críticos, destaca su interés porque desarrollen la “experticia” necesaria para su desempeño laboral y social. Es decir, que lo hace desde una visión “técnico profesional” de los alumnos, enfocándose en que adquieran las TIC considerando las nuevas exigencias de la innovación tecnológica, el crecimiento económico y la reactivación de los sistemas educativos.

El docente como guía

Con respecto al rol del docente observamos que los tres planes parecie-ran considerar su función de forma similar. En todos los casos se presen-ta como un facilitador para acceder a las TIC de un modo conjunto, con-siderándolas una herramienta más en el proceso de enseñanza-aprendi-zaje.

Algunas distinciones. Tal como se expone en la Campaña de Alfabetización (2004) el rol docente es el de mediador entre el lenguaje analógico y digital, es decir, el encargado de transmitir el conocimiento necesario a los alumnos para poder “emigrar del paradigma analógico e

instalarse en el digital”. Justamente, en la escuela se darán también algunos obstáculos y desafíos que plantea la Campaña, principalmente en el alto porcentaje de docentes que deberán aprender el uso de estas nuevas tecnologías.

El docente por ende puede ser entendido de acuerdo a la Campaña de Alfabetización Digital como un transmisor de saber. Al menos, así se plantea en una primera etapa. Los contenidos que se le brindarán en este primer momento, responderían a una concepción utilitaria de transmisión del conocimiento, ya que además de lo que contendrán las pcs, se distribuirán otros (en cd, papel e Internet) para que el docente cuente con recursos educativos en el aula. En este sentido el portal Educ.ar se presentaría y ofrecería como una fuente rica de recursos que provee el Estado y de consulta constante para los docentes. En una segunda etapa la campaña deja esbozar que se contemplaría la construcción en conjunto con el alumno de contenidos.

En el Programa de Inclusión Digital (2006), sin embargo, se suma la pro-puesta de que el docente desarrolle nuevas estrategias a partir de la in-corporación de las TIC y no que solo las incorpore a las estrategias ya utilizadas. En este sentido, y en una visión tal vez superadora, el Progra-ma Conectar Igualdad, da un paso más al considerar que las TIC modifi-can el vínculo docente-alumno, en un camino que va del rol de transmi-sión al de construcción. De la unidireccionalidad a la red y el conoci-miento distribuido y accesible, a través de portales y programas.

Igualmente, creemos importante destacar, que si bien en lo que refiere al rol docente se enuncia un aspecto didáctico, en los contenidos pre-sentados para la capacitación se acercan propuestas que, en los tres ca-sos, se vinculan sólo con contenidos, con la utilización de las TIC como "manuales" electrónicos. En ninguna de las instancias formativas del do-cente condicen los contenidos con los objetivos relacionados a la demo-

cratización de información y acceso, la nivelación referida a herramien-tas laborales, etc.

Una visión que parece recorrer los tres planes de inclusión de TIC, es que la llegada de estas a la escuela, transformaría y mejoraría los procesos de enseñanza-aprendizaje. En el apartado “Descripción del programa” de Conectar Igualdad, se propone los contenidos digitales “apuntan a transformar los modelos de enseñanza y a dinamizar nuevos procesos de aprendizaje”.

El programa pretende mejorar la calidad educativa y que las TIC favorezcan nuevas formas de trabajo en el aula. En otras palabras: “Dinamizar los procesos de aprendizaje”. Este sentido, podría relacionarse lo que sostienen algunos autores, para facilitar la llegada de TIC a la escuela, es necesario cambiar, al menos en parte, los procesos de enseñanza. “Sólo puede integrarse la tecnología si cambiamos las metodologías de aprendizaje” (Begoña Gros, 2004: 6).

Con respecto a la capacitación docente, la Campaña de Alfabetización se propone como objetivo “problematizar la inclusión de este recurso en la vida escolar”, y es a partir de ello que plantea diversas temáticas, y prevé amplias modalidades de formación: presencial, a distancia y mixtas.

Por su lado, el Plan Conectar Igualdad solo contemplaría capacitación virtual, ofreciendo a los docentes plataformas con contenidos y propuestas digitales a través del sitio web del programa, del portal Educ.ar y del canal Encuentro. En estos se podrían encontrar cursos de formación en TIC y de aplicación de herramientas del programa en el aula.

Algunas reflexiones, a modo de cierre:

Luego de recorrer los planes que, entre otras medidas aisladas, se propusieron la incorporación de TIC en las aulas argentinas durante la última década, nos permitimos esbozar algunas reflexiones.

Ninguno parece presentar una “Inclusión integral de TIC” en toda su extensión. De acuerdo a los criterios planteados para delimitar esta categoría, encontramos que tal vez es el Programa Conectar Igualdad el que más se acerca a esta visión, aunque sus antecesores, al menos en sus propósitos, tienen características que podrían considerar a las TIC desde una visión superadora de los instrumental.

Así, si entendemos que la visión integral para la inclusión de TIC, está fuertemente enlazada a la idea de alfabetización en medios, sólo Conectar Igualdad promueve explícitamente esta formación compleja en TIC, entendiendo que permiten formar a los jóvenes en nuevos lenguajes, hacerlos constructores activos y críticos, y partícipes de su enseñanza a través del trabajo colaborativo. Una novedad que introdujo el Plan Conectar Igualdad se refiere a que las netbook entregadas por el Estado son propiedad del alumno, pudiendo éste llevarlas a su casa o a cualquier otro ámbito de su vida. Consideramos que esto no es un dato no menor, ya que contempla la idea de introducción de tecnología en ámbitos que exceden las paredes de la escuela. Supone pensar a las nuevas tecnologías en otros contextos de la vida social del alumno. Por lo tanto, creemos que la concientización y alfabetización debería ser aún más intensa para poder generar sentido y apropiación de las TIC de manera creativa sin necesidad de contar con la guía del docente.

Otro punto clave para acercarnos a las intenciones “instrumentales o in-tegrales” de los planes (consideramos que aun están en proceso y sería prematuro y hasta imprudente plantear conclusiones categóricas), es analizarlos considerando lo que dicen respecto de los “resultados” par-ciales (en el caso de los dos primeros planes) o de proceso (en Conectar

Igualdad)11. En los tres casos observamos que los mismos se miden cuantitativamente. Mientras que la Campaña de Alfabetización Digital (2004) presenta un informe por etapas informando sobre la cantidad de equipamiento entregado en determinada cantidad de establecimientos, es curioso que nada mencione sobre alguno de los objetivos que propo-ne, como por ejemplo, la capacitación y acceso a TIC de desempleados y la posible reinserción laboral que se haya generado. Por otro lado, el Pro-grama de Inclusión Digital facilita la información con respecto a la canti-dad de instituciones, docentes, alumnos que recibirán una computadora pero tampoco ofrece datos sobre la concreción de objetivos como, por ejemplo, “facilitar, sobre la base de la formación adquirida, condiciones que favorezcan la aproximación al mundo real del trabajo, el desempeño futuro en su vida profesional, su empleabilidad y la prosecución de estu-dios superiores”. Por último el Programa Conectar Igualdad brinda un porcentaje total de concreción del plan a nivel nacional, y los parciales, con respectos a cada distrito.

Tal como señaláramos, creemos que aun es necesario que el tiempo y etapas de balance de los planes ayuden a conocer si sus propósitos fueron finalmente realizables. Igualmente, y retomando la categorías que presentamos para el análisis, entendemos que todos los planes, en algunos de sus aspectos, incorporan algunos criterios de una inclusión integral de TIC. Y, si bien Conectar Igualdad, pareciera ser más complejo y superador que sus antecesores, no podríamos determinar que finalmente lo sea en su concreción, aun en proceso.

En este sentido, entendemos que todavía se requieren transformaciones y acoples necesarios para que la escuela y sus actores (muchos desinformados, otros resistentes y algunos abiertos a la llegada de TIC) asimilen los nuevos procesos y logren una apropiación significativa de lo que conlleva la medida. Hasta tanto, no podrá saberse si el sólo hecho

11 Para analizar los dos primeros, se tomaron como referencia los Informes de Gestión en Educ. ar

de equipar con máquinas y proponer nuevos procesos de enseñanza aprendizaje, fue realmente activado en los hechos. Al respecto coincidimos con Diego Levis (2007: 3) al entender que la formación de los usos sociales de las tecnologías es lento y complejo. “La inserción de cualquier tecnología en la vida cotidiana pone en juego tres lógicas interrelacionadas entre sí: técnica, comercial, y social; siendo la apropiación social la que confirma en última instancia, su inserción o fracaso”.

En el medio, y tal como señala el autor, conviven variables que afectan, modifican y obstruyen la apropiación social de computadoras en el ámbito educativo: poca adecuación de los equipos, equipamiento inadecuado, políticas educativas equivocadas, falta de capacitación específica a los docentes, etc.

Entendemos que no alcanzaría con que la inclusión de TIC en las aulas sea sólo un aggiorne electrónico al viejo modelo educativo. Si se espera apretar un botón y aguardar que las “soluciones tecnológicas” (Buckingham, 2008: 223) en sí y por sí mismas determinarán resultados (liberadores o mecanicistas) en educación. Tampoco esperar que los conocimientos de la “Generación digital” actúen con libre fluir. Es necesario que los planes y medidas gubernamentales brinden el “capital cultural” necesario para su aplicación e implementación en los procesos de enseñanza- aprendizaje.

Nuevos recursos, nuevas capacitaciones, nuevas formaciones. La sociedad cambió y las instituciones mutan y modifican para acompañar las nuevas necesidades. Lo que no implicaría suponer que queden descartados la sensibilidad, la capacidad y el acompañamiento de un docente ni que “quede descartada la escuela” (Buckingham, 2008).

BIBLIOGRAFIA

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Buckingham, David (2003): Educación en Medios, Alfabetización, aprendizaje y cultura contemporánea, Barcelona, Paidós.

Buckingham, David (2008): “¿Queda la escuela descartada?” en Más allá de la tecnología. Buenos Aires: Manantial, capítulo 9.

Dussel, I. y Quevedo A. (2010): VI Foro Latinoamericano de Educación: Educación y Nuevas Tecnologías, los desafíos pedagógicos ante el mundo digital, Buenos Aires: Santillana.

Gros, Begoña (2008): “El aprendizaje colaborativo mediado” en Aprendizajes, conexiones y artefactos. La producción colaborativa de conocimiento. Barcelona: Gedisa.

Lamas, Ana María (2009): “Generación Net, cómo juegan, cómo aprenden, cómo se relacionan”, Buenos Aires: Atlántida.

Levis, Diego (2007): “Enseñar y aprender con informática/ enseñar y aprender informática. Medios informáticos en la escuela argentina” en Cabello, R. y Levis D., edits. (2007) Tecnologías informáticas en la educación a principios del siglo XXI Buenos Aires: Prometeo. (Primera parte) U2 y 3 levis_PAV06

Pérez Tornero J.M (2004): “Alfabetización digital y educación en medios: una necesidad emergente” en Elearning Europa.

Tedesco Juan Carlos (2007): “Las TIC en la agenda de la política educativa” en Las TIC: del aula a la agenda política IIPE-UNESCO, Sede Regional Buenos Aires pp25/30

Documentos de internet:

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Título VII de Ley Nacional de Educación 26.206: “Educación, Nuevas Tecnologías y Medios de Comunicación”. En:

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Campaña Nacional de Alfabetización Digital.

En: http://portal.educ.ar/acercade/cnad/acerca-de

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Informe Gestión Educ.ar http://coleccion.educ.ar/CDInstitucional/