Suplemento 100 años

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NUESTRO MENSAJEEN EL CENTENARIO

l final llegó el momento. Nuestro diario, el diario de nuestro pueblo celebrasu centenario. Cuánta emoción en cada uno de los que formamos EL 9 DEJULIO y cuántas demostraciones de afecto de nuestros lectores, de nuestros

comerciantes, de las instituciones y de la comunidad toda.Un siglo no es simplemente un punto de llegada y celebración, es el haber alcanzadouna meta. El haber hecho posible consolidar un sueño forjado en 1909 en una realidadpara el periodismo local.En estos 100 años ha pasado de todo en la vida del diario, que de un humilde pliegosemanal se transformó en el vespertino de mayor tiraje de la región y en un símboloindiscutido de 9 de Julio. Una simple imprenta dio vida con el correr del tiempo a unaempresa periodística con más de 20 personas en relación de dependencia.Hay algo que caracterizó a EL 9 DE JULIO en sus 100 años de existencia: su indepen-dencia periodística y su permanente vinculación con los lectores, que han ido pasandode generación en generación la “sana costumbre” de recibir y leer el diario todas lastardecitas.¿Quién no recuerda alguna nota social, cultural o deportiva del Diario?. En estos cienaños hemos reflejado gran parte de lo que pasó en 9 de Julio y en las localidades delpartido (a las que llegamos todas las tardes), por ello la importancia de nuestro archi-vo histórico.Vale la pena recordar con emoción a los últimos forjadores de este presente de festejos:fundamentalmente a Antonio y Alberto Aita. El primero de ellos fue el director eideólogo de EL 9 DE JULIO por más de 60 años y Alberto, que también lo dirigióluego de la muerte de Antonio, fue el encargado del taller.Ahora los tiempos cambiaron, la computación y la informática reemplazaron loslinotipos y las máquinas de escribir, pero el espíritu sigue intacto: tratamos todos losdías de buscar las noticias de 9 de Julio para que la gente pueda enterarse lo que pasa.Es más, en la época actual la gran cantidad de medios audiovisuales y gráficos sumanmayor competencia y la gente accede por diversas vías a la información. Por eso laimportancia de haber seguido siendo una opción válida para la comunidad.Esta fecha tan importante nos encuentra en nueva casa (desde el año 2000) con reno-vados talleres, una sala de redacción, archivo, taller, expedición y muchas comodida-des que superan ampliamente nuestras anteriores oficinas.No es fácil en el momento actual conducir el Diario, cuyos ingresos se nutren de lassuscripciones y publicidades de comercios, industrias e instituciones. Nuestra convic-ción es no perder la independencia que fue bandera de nuestro diario durante susprimeros 100 años, aún pese a ser penalizados como en el actual momento por laadministración municipal, que nos cercenó el 100% de la pauta publicitaria.Pese a ello, seguimos trabajando para dar lo mejor a nuestros lectores.En este suplemento presentamos, a modo de síntesis, los hechos más significativos enla vida social, cultural, educativa y deportiva de nuestro querido 9 de Julio. Agradecemos una vez más a todos aquellos vecinos de la ciudad y las localidades delpartido que nos hacen sentir tan bien en este festejo y nos comprometemos a seguirhaciendo de nuestro diario la voz de la gente, la voz de aquellos que no puedenexpresarse por sus propios medios, la voz de aliento en los aciertos y la voz de reclamofrente a los problemas. Trataremos, como siempre, de ser un espacio abierto para lasinquietudes de toda la comunidad de 9 de Julio y de los pueblos del interior.

LA DIRECCION

A

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«El 9 de Julio», su primer diseño

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Si bien el Diario “El 9 de Julio” siempre

formó parte de mi vida porque mi tío

Antonio (hermano soltero de mi madre)

vivió en casa toda su vida, su fallecimien-

to me puso de cara a un compromiso y

a una oportunidad: seguir sus pasos al

frente de su diario, ese que constituyó el

fiel testimonio de una vida dedicada al

periodismo lugareño.

En 1995 dejé mi carrera docente y cum-

plí el mandato de su voluntad comunica-

do a través de un documento testimo-

nial.. Primero como socia de Alberto

Aita y luego a fines de 2000 como co-

propietaria junto a mi hermana Ana Ma-

ría, asumí como directora de EL 9 DE

JULIO.

La tarea no es sencilla, pero el periodis-

mo es una de las profesiones más gratas

que le puede tocar ejercer a una perso-

na. Desde el Diario uno observa cómo

se desenvuelven las cosas en nuestro

pueblo y trata de relacionarse para en-

contrar solución a los problemas que vi-

ven todos los días los vecinos.

Agradezco el trabajo de todo el perso-

nal del diario, con quiénes hemos exten-

dido lazos que nos llevan a formar una

gran familia. Es un honor trabajar codo a

codo con gente valiosa, que todos los

días y cada uno en su puesto, hacen has-

ta lo imposible para que el Diario esté en

la calle.

Reconozco la dedicación de cada uno,

de los periodistas que nos acompañan,

de la recepcionista, los administrativos,

redactores, diseñadores, publicistas, en-

cargados de archivo, personal del taller

y también, de cada uno de los distribui-

dores y nuestros queridos canillitas que

saben a qué hora y dónde dejar el diario

en cada casa.

Aunque lo digo muchas veces en priva-

do, hoy lo puedo hacer público: me en-

orgullece trabajar con mi hermana Ana

María Manfredi de Scandizzo, y con mi

sobrina Carolina, que es la “sangre jo-

ven” que impulsará el futuro de EL 9 DE

JULIO.

Párrafo aparte para los amigos. Para los

de siempre, los que vienen por trayecto-

ria familiar, por los vínculos afectivos ha-

cia Antonio y para los que la vida me ha

dado desde que estoy a cargo del Dia-

rio: algunos que incursionan en institucio-

nes, en política, en reparticiones oficiales

y otros que simplemente se han acerca-

do para aportar ideas o para encontrar

una palabra de apoyo. A los amigos sin-

ceros, les digo que en el Diario los que-

remos mucho y siempre van a estar en

nuestro corazón.

Y finalmente, mi gran reconocimiento en

este centenario a la razón de ser de EL 9

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«El Diario siempre formó parte de mi vida»

DE JULIO: nuestros queridos lectores,

y a nuestros estimados anunciantes que

con su apoyo nos permiten permanecer

a través del tiempo, a quienes va dedica-

do nuestro esfuerzo de todos los días.

Gracias por seguir estando cerca de EL

9 DE JULIO, gracias por seguir ayudán-

donos a superarnos…

Afectuosamente

ESTELA ROSA MANFREDI AÍTADIRECTORA

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A partir de 1943 algunos medios de prensadel país comenzaron a ser objeto de la cesu-ra. Para el año siguiente, la clausura de losperiódicos, de portura crítica para con elgobierno de turno, se hizo evidente.

Para 1909 los dos periódicos que circula-ban, en la promisoria ciudad de 9 de Julio,con mayor importancia eran «El Luchador»y «El Provenir».El primero, «órgano del Partido Autonomis-ta», defendía la posición del gobierno local yrespondía a los ideales políticos de la clasegobernante. Fundado un trieño antes, teníacomo director a Juan Gallupi di Cirela, unprofesor de esgrima que en su Italia natalhabía ostentado título nobiliario.«El Porvenir», por su parte, fundado el 2 dejunio de 1895 se hallaba bajo la direccióndel perspicaz publicista BenjamínFernández, otrora fundador del comité localde la Unión Cívica Radical. De marcada ten-dencia liberar -entiéndase este término apli-cado al liberalismo de la época- oponía condureza a las autoridades municipales, al cleroy a la enseñanza religiosa, en muchas oca-siones con ataques explícitos y personales.Esta era la realidad, si así cabe expresarlo,en la que debió surgir «EL 9 DE JULIO», elotoñal sábado 15 de mayo de 1909.La redacción, administración y talleres fue-ron instalados en un modesto edificio relati-vamente pequeño. El equipo impresor esta-ba compuesto por una pequeña minerva apedal, marca «Diamant» (la misma, en laactualidad, se conserva expuesta en la sededel Diario), donde se estampaban las pági-nas que llegaban al lector dos veces por se-mana (miércoles y sábados).El tamaño de sus páginas era, para enton-ces, y teniendo en cuenta los demás periódi-cos del lugar, una verdadera innovación. Lasdimensiones eran de 35 por 26 centímetros,y la diagramación solía realizarse a tres co-lumnas, de 7 centímetros cada una.Al ingresar a la redacción instalada en aquelprimitivo edificio, nadie podía dejar de expe-rimentar una agradable sensación interior.Apenas se dejaban atrás la sobria puerta deacceso y el escaparate donde se exhibíanlas novedades, se divisaba inmediatamenteuna biblioteca pendiente, sobre una de lasparedes laterales, sobre la cual formabanarmoniosa fila una regular cantidad de grue-sos volúmenes; y por encima de sus lomosera factible ver un sinnúmero de señaladotesque indicaban sitas y textos. Sobre una granmesa trabajaban los redactores. Más atrás,el jefe de redacción impartía las principalesdirectiva y corregía las pruebas de imprenta.En el primer cuarto de 1911, el periódico sehallaba bajo la dirección de Valentín Pérez, ylas instalación habían sido ubicadas en unavivienda de la calle Catamarca (hoy RamónN. Poratti) al 579. Por entonces, también sehallaba a cargo de la hoja el fotógrafo Pérez(1887-1974), quien también trabajaba como

El Diario “El 9 de Julio”, devenir histórico de cien añosfotógrafo en el estudio de Rafael Adobato ydescollara más tarde en ese oficio en la lo-calidad de América.El 1º de enero de 1912, la imprenta pasó amanos de la firma comercial integrada porMariano Caccialanza, Santiago de la Torrey José Schiaffino. En el último, debió ocuparla dirección, atrayendo hacia sí un cuerpode redactores de basto prestigio. Entre aque-llos cabe recordar a Francisco Camps, di-rector, más tarde, de «Miniaturas» y «El Im-parcial»; D. Fontanarrosa; Alfredo Pastorino;Pedro J. Molinari y Francisco De María. Enla jefatura de la redacción se hallaba el jo-ven maestro José G. García, quien con eldevenir del tiempo se destacará en los ám-bitos culturales de la sociedad nuevejuliense.Por esta época comenzaban a editarse al-gunos suplementes especiales, con tipogra-fía en color e ilustraciones también colorea-das en varios tonos.En 1915, con motivo de la Exposición Uni-versal de Filadelfia, en los Estados Unidos,fueron expuestos varios ejemplares del pe-riódico. Con poco más de un lustro de exis-tencia, mereció ser distinguido con un diplo-ma y una medalla de honor.A lo largo de la década de 1920, el periódicoparece buscar una consolidación, de lamano de los directores Manuel H. Acosta ySalvador Gómez, respectivamente. Ademásde incrementarse el tamaño den el formatodel papel, creció el número de artículos ycolaboraciones, y los suscriptores pudierongozar de los beneficios de un consultorio mé-dico (atendido por el doctor Arturo Loruzzo) yasesoramiento jurídico.El 28 de junio de 1928, se llevó a cabo en 9de Julio un importante Congreso de la Pren-sa, al cual asistieron representantes de losmedios gráficos más importantes de la Pro-vincia de Buenos Aires. Allí ya se había con-cebido, entre los periodistas locales, la ideade crear una entidad que los nucleara.Fue así que, por iniciativa de Miguel Navelloy Ambrosio Martínez, fue fundado el Círculode Periodistas de 9 de Julio, siendo el repre-sentante de EL 9 DE JULIO uno de los miem-bros de la junta directiva.

ARTURO Y JOSE MARIA DE LA PLAZAEn noviembre de 1929, Arturo de la Plazaadquirió el fondo editorial de EL 9 DE JU-LIO, así como las instalaciones ya traslada-das a un local de la avenida Vedia, luego dehaber pasado por uno de la calle San Luis.Como el propietario no poseía experienciaen la actividad periodística, confió la direc-ción a su hermano José María, quien ya ha-bía dirigido dos pequeñas tiradas «La Hojadel Pueblo» y «El Heraldo».

En abril de 1930 el periódico fue trasladadoa un edificio más amplio, también en la ave-nida Vedia, y donde hubo funcionado porespacio de siete décadas.Por este tiempo, pudo ser clara la ideologíaimperante en el medio de prensa y, funda-mentalmente, impuesta por sus directivos. Alextremo de ser llevados al componedor al-gunas polémicas, innecesaria controversia,con el director del periódico «El Gráfico».

ANTONIO Y ALBERTO AITAEl febrero de 1935, los hermanos Antonio yAlberto Aita adquirieron la empresa. Antonioya trabajaba desde hacía más de diez añoscomo tipógrafo; mientras que Alberto «Reca»(nacido en 1917), se había incorporado alestablecimiento en 1933 después de habertrabajado en la imprenta de «El Porvenir»,de Juan, Vicente y Teófilo Galluppi.La dirección le fue confiada al reconocidoescritor Juan Farías, y completaban el plan-tel Ismael Martínez y los hermanos Juan yCarlos Martíno. También, se hallaba integra-do otro zagas periodista, Alfredo Mastrangioli,quien firmaba sus trabajos con elpseudónimo de «Higio Tranmas».Fue Antonio Aita el director que permaneciópor mayor período de tiempo al frente de EL9 DE JULIO. Asumió en 1943, luego de unbreve interinato directorial de Pascual Aiello.Su hermano, Alberto, a partir de entoncescomenzó a ocuparte de la administración,además de la tarea en el taller.

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Fachada del primer edificio que ocupó en «El 9 de Julio» en 1909.

El taller de «El 9 de Julio» a comienzos de la década de 1930.

Antonio Aita (izquierda) y Alberto Aita (derecha), en el sector de tipografía delentonces periódico «El 9 de Julio» promediando la década de 1940.

Frente a ello, EL 9 DE JULIO debió realizarun «alto en el camino». El sábado 4 de mar-zo de 1944, un ejemplar con las mismascaracterísticas, diseño y secciones que con-formaban habitualmente EL 9 DE JULIOsalió a la calle, pero con la denominaciónde «Voz Nuevejuliense». Lo que se desea-ba, frente a la situación imperante, era pre-sentar a esta como una nueva publicación,pues, comenzaba a numerarse desde el 1. En agosto de 1950, EL 9 DE JULIO, publi-có una nota relacionada con la prisión quedebía soportar el dirigente de la Unión Cívi-ca Radial, doctor Ricardo Balbín. En conse-cuencia, la administración local de Correos-reproduciendo una actitud del Ministerio deComunicaciones- resolvió la no distribucióndel periódico.Esta situación, de breve duración pero con-siderable, fue planteada por el diputado JuanM. Casella Piñero, en la 11ª Sesión Ordina-ria de la Legislatura bonaerense, del 22 deagosto de ese año(6).En junio de 1955, el director Aita junto convarios vecinos debió soportar la privación desu libertad y el Diario fue clausurado.En septiembre de ese año, al estallar la Re-volución Libertadora, el periódico se encon-traba clausurado. Los tipógrafos debieronsortear la tapia posterior para ingresar al edi-ficio y preparar la edición... Un titular, congrandes tipos, aplaudía jubilosamente:«Cayó el tirano».

NUEVOS TIEMPOSUn año más tarde, en 1956, comenzó apublicarse diariamente, con un tamaño de50 x 35 cm.En 1966, se producía una importante tirada

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Desde entonces, se iniciaron las gestionesen favor de trasladar la dirección, adminis-tración, expedición, talles y Archivo, a un edi-ficio más amplio y moderno. Lo primero, fuereasentar la planta de impresión, la que co-menzó a funcionar -en las nuevas instalacio-nes- el 18 de diciembre de ese año.Ya el 29 de diciembre de 2000, «El 9 deJulio» funcionaba a pleno en el confortableedificio -de la esquina de Avda. Vedia y Sar-miento-, que habría de ser inaugurado ofi-cialmente el 15 de mayo de 2001. En octu-bre del mismo fue implementado otro servi-cio a los lectores: la posibilidad de recibiruna edición vespertina los días sábados.En la actualidad, el Diario edita seis suple-mentos, los cuales son realizados comple-tamente en nuestra redacción y talleres:Deportes (lunes), «La Fem 9» (martes),«Vivamos mejor» (miércoles), «La Mo-vida del 9» (jueves), «El Suplementoodel Viernes» (viernes) y «El 9 de JulioRural» (sábado).

«El Diario que aqui todo el mundo lee»En la década de 1980, el entonces director de Radio 9 de Julio, Licenciado HéctorTinetti le sugirió a Antonio Aita que «El 9 de Julio» era el Diario que «todo el mundolee». Desde entonces, aúnque no era publicado, se consideró a esta frase como elslogan del Diario.Recién en 1991 comenzó a utilizarse diariamente, colocada debajo del nombre .

Mariano Arroyo Vázquez,el fundador de «El 9 de Julio»

Los redactores y tipógrafos le admiraban,pues le consideraban un auténtico maes-tro. Parco y reservado, difícilmente se le vie-ra arrugar el seño, aún en las más conside-rables dificultades. Hablaba poco y escu-chaba mucho. Aguardaba el momentooportuno para expresar sus ideas, siemprecon prudencia y mesura.Con igual templanza escribía en bellos ca-racteres, muchos de ellos utilizados paracomponer tanto textos en prosa como enverso. Su pluma era firme y ecuánime, tan-to en la poesía como en la nota editorialmás combativa.Así fue, en su personalidad y en sus carac-teres humanos, Don Mariano ArroyoVázquez, el fundador y primer director de“El 9 de Julio”, un maestro, un escritor y upoeta, de prosa ágil y vibrante.Nacido en España hacia 1873, era hijo deMariano Arroyo y Catalina Vázquez. Des-pués de emigrar a la Argentina alternó elperiodismo con la docencia.En 9 de Julio colaboró eficazmente con va-rias hojas periodísticas de su tiempo, talescomo «El Luchador», y dirigió -a partir de1907- el periódico «El Escolar». Este últi-mo perteneciente al Colegio Cavallari, casade estudios donde dictaba clases.Ligado a la colectividad ibérica, se incor-poró como miembro de la Sociedad Espa-ñola de 9 de Julio.

Fundó “El 9 de Julio” en 1909 y lo dirigióhasta alrededor de 1911, aunque aún des-pués de dejar la labor directiva se mantu-vo ligado a la redacción, colaborando consus notas, casi siempre esclarecedoras.El 27 de abril de 1905 había contraído ma-trimonio religioso en la Parroquia de San-to Domingo, en 9 de Julio, con MaríaBaesso.Mariano Arroyo Vázquez dejó de existir el7 de abril de 1940. Cuatro días más tarde,en el salón comedor del Hotel «Gaspar»el Círculo de Periodistas de 9 de Julio letributó un homenaje póstumo.

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diaria, con una plana automática, modelo1956. El personal, además de los tipógrafos,estaba formado por un fotógrafo, undiagramador, y tres redactores.Desde enero de 1980, su formado es«tabloide», incrementándose en número depáginas, impresas -desde entonces- con elsistema offsett.En septiembre de 1995, como consecuen-cia del fallecimiento de Antonio Aita, asumióla dirección, su hermano Alberto, incorpo-rándose la docente Estela Rosa ManfrediAita, sobrina de ambos.Poco menos de un lustro más tarde, el 15 denoviembre de 2000, Estela R. Mandrefi Aitaasumió la dirección del Diario «El 9 de Ju-lio».A partir de entonces, habrá de concretarseen el tradicional Diario, una importantetrasformación. Desde los estilos dediagramación gráficas, buscando los me-dios más avanzados, hasta la impresión grá-fica, procurando la mejor calidad.

Don José Ramón Costa,dirigió interinamente «El 9 de Julio»

alrededor de 1930.

Mariano Arroyo Vázquez.

15 de mayo de 2001. Inauguración del nuevo edificio del DiarioSuplementos semanales editados,

en la actualidad, por «El 9 de Julio».

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La entrevista que publicamos a continua-ción fue realizada por el periodista Car-los Graziolo, para la Revista «La Venta-na» en el año 1990. En ella se refleja, enbuena medida, la personalidad de Anto-nio Aita, un periodista de raza.Si algún día a alguien se le ocurriera dibujarel edificio de “EL 9 DE JULIO” debería po-nerlo a él a su frente; está incorporado alpaisaje del diario de la ciudad desde los 10años y ya pisa la baldosa de los 80.En la misma jaula crió a la política y al perio-dismo. Amplio y democrático, ayer contra elperonismo, hoy con él en el FREJUPO, lesda cabida a todos en su vespertino.Alta desgrana con simpatía anécdotas, sue-ños y la fecunda experiencia de una vida quele ha otorgado paciencia y humildad.¿Cuál es su ascendencia?-Mis padres eran italianos. Ambos fallecidosrelativamente jóvenes: de 55 mi madre y de57 años mi padre, en el término de 17 me-ses.¿Cómo fue su niñez? Sus padres ¿Quéhacían?-Mi padre era verdulero y quintero y mi ma-dre atendía los hijos: éramos 10 hermanos.Una familia que vivió siempre bien, con mo-destia, pero bien.Nunca faltó ni techo ni pan. Yo era el tercerode esos 10 hermanos y cuando fallecieronmis padres ya tenía 24 años.¿En qué día y en qué año nació?El 12 de enero de 1911.Entonces, ¿Usted conoció la crisis delos años 30?-Sí, absolutamente. Esa crisis fue de falta detrabajo, pero el que lo hacía alimentaba atoda la familia. Bastaba que lo hiciera unoen la casa para que no faltara la comida. Encambio la crisis de hoy es muy distinta parael que trabaja. La particularidad de aquellafrente a esta crisis actual, que tanto perjudi-ca el bienestar de la Nación y que ha entris-tecido al pueblo, es que antes, las cosas parala subsistencia diaria estaban al alcance delque lograba trabajo.¿Cómo fueron esos años mozos?-Siempre anduve en distintas actividades quehacen a la comunidad. Soy uno de los fun-dadores del Club Agustín Alvarez, cosa queme da alegría recordarlo porque fue una ins-titución, es, que viene cumpliendo una lindatarea, así que responde a los anhelos inicia-les. Lo fundamos en 1929: yo fui el primertesorero. En 1932 cuando estaba haciendola conscripción me comunicaron los ami-gos que me habían elegido presidente.¿Así que conscripto y presidente?-Sí, fui elegido mientras estaba en el “exte-rior”.Agustín Alvarez fue una institución que nodescuidó el aspecto cultural. Recuerdo quese le dio basamento a la biblioteca, adqui-riendo los primeros libros, considerados ensu momento, los más importantes. Fueroncomprados en el remate de un señor Pazos,un español muy ilustrado que se desprendióde sus cosas.¿Esa fue la primera incorporación a laBiblioteca “Arturo Cano”?-Sí. Arturo Cano fue un no vidente. Un hom-bre realmente ejemplar. Careciendo de vi-sión desde los 12 años (la había perdido acausa de la viruela) no fue un hombre al quehubo que darle sino que dio siempre. Fueperiodista, hermano de Enrique P.Cano quefue director de un periódico que se llamó “ElGráfico”. Allí colaboraba, ayudando asimis-mo a los jóvenes escolares que se acerca-

ban a él para resolver problemas de colegio.Con todos tuvo una disposición permanentey de buen ánimo. Atendió honoríficamente labiblioteca que hoy lleva su nombre, con unaconsecuencia envidiable.¿Hasta cuándo estuvo en el Club?-Hasta el año 1955 aproximadamente; casi25 años en forma ininterrumpida.También fui presidente muchos años de laCooperadora de la Escuela Nº 24 en el ba-rrio “Crosa” cerca de la Iglesia Nuestra Se-ñora de Luján, en la calle Río Paraná.¿Qué llegó primero para usted, el perio-dismo o la política?-Puedo decir que ambos llegaron de lamano: porque el periodismo que antes sehacía en cada imprenta, respondía a un co-lor político determinado. Antes había quedecir que yo empecé aquí en este mismoedificio; una mañana, el 1º de diciembre de1921 (aún no tenía 11 años) pasaba con mipadre por aquí quien señalándome la puer-ta me dijo: “…te encontré trabajo en estelugar…si queres venir…” Así comencé avenir a esta casa.En 1927 hicimos un primer ensayo periodís-tico con un amigo: Justo P. Avendaño, quetenía cierta experiencia ya que al hacer elservicio militar en la marina había aprendi-do el manejo tipográfico, porque había unaimprenta a bordo del buque al que estabaasignado. Era un periódico deportivo: “ElGol”, duró un año, mejor dicho lo que dura-ba un torneo de fútbol. Luego vino el descan-so y ya no salió más.¿Ud. ya trabajaba en “EL 9 DE JULIO”?-Si, entonces el propietario era Arturo De laPlaza, fallecido recientemente, que fue unbuen patrón y buen amigo. El director era suhermano José María. La toma de “coman-do” fue en 1935.¿Desde entonces Ud. es Director del Dia-rio?-En 1935, Arturo De la Plaza, nos ofrece a mihermano Alberto y a mí la compra, con faci-lidades, del taller de imprenta. Juan Farías,otro colaborador, me preguntó si iba a editarel diario. Yo dudaba un poco, ante lo que élse ofreció a colaborar ejerciendo la direc-ción y yo la administración. Un año más tar-de Farías se va a Buenos Aires y pasé a ejer-cer la dirección hasta hoy.Se vivían todavía los coletazos de la crisis delaño 30, pero no obstante había una satura-ción de periódicos en 9 de Julio. Muchosmás de 10 circulando mensualmente. To-dos en base a mucho sacrificio, pero segu-

ramente no tanto porque se hacían con gus-to. Eran los tiempos de armar los textos letrapor letra y para hacer la edición siguientevolver las letras a su lugar en las cajas.Era una tarea terrible…- Sí, pero el obrero gráfico adquiría una agili-dad envidiable, cosa que parecía imposibleporque se manejaban millares de letras pordía. Aún así, es posible encontrar en las co-lecciones, números especiales: era una ver-dadera proeza y no sé de dónde salían tantafé, tanto empuje y tantos deseos de hacer.“EL 9 DE JULIO” ¿siempre tuvo apari-ción diaria?-No. De acuerdo a cómo se podía estabanlas ediciones en la calle. Fue semanal, bise-manal, trisemanal. Entre fines de 1955 y prin-cipios de 1956 comenzó a salir todos los días.Alguna vez, ¿Salía los domingos también?-Siendo bisemanal aparecía los domingosporque se distribuía por correo y ese día elcartero también repartía correspondencia.Era otra Argentina, ¿Verdad?-Sí. Era otra Argentina.¿Cómo llega Ud.a a política?En la época que se llamó del fraude y la vio-lencia. Mi primer puesto fue fiscal de unamesa por la Unión Cívica Radical a los 18años. ¿El motivo? No sé; era un partido po-pular bregando por la institución de los dere-chos del ciudadano impuesto a través de laLey Saenz Peña con la implantación del votosecreto y obligatorio.En esa década del ’30, esa voluntad fue bur-lada con violencia para quien pretendía ejer-cer su voluntad soberana. El fraude tuvomuchos matices. Desde el secuestro de lalibreta por parte de la policía que se queda-ba con ella, llegada el día del comicio y nose tenía la libreta para sufragar. También conesas libretas secuestradas se mandaban aterceros a votar.Una vez estaba fiscalizando una mesa en laEscuela Nº 3, el presidente de la mesa eraperiodista para colmo, dirigía “El Pueblo…¿Diario Conservador?- Sí, y que me disculpe el amigo Monsalvo,porque el trato era cordial. Llega entoncesun volante al que él saluda en voz alta por sunombre y apellido correcto. Cuando me acer-can la libreta veo que el nombrado no eraquién estaba registrado en la misma. Enton-ces me negué, por supuesto, a que votara.Ante esta situación el presidente de mesapidió ser reemplazado por el vice, porqueera violento que yo, que estaba en otro perió-dico, estuviera viendo cómo se consumaba

el fraude. Había ciertos escrúpulos de algu-na manera.También existió el vuelco de padrones. Sevotaba normalmente durante todo el día ycuando llegaba el cierre de comicio se cam-biaban los votos. Tal es así que en CarlosCasares hubo una elección en que el resul-tado fue 5000 a 1. ¡Se les fue la mano!Así, que fui asistiendo a las distintas for-mas de fraude.Los periódicos se caracterizaban por su tin-te político, ya que nacían bajo cada divisióny subdivisión que se producía en la políticalugareña. Por eso hubo tantos periódicos.Así “El Liberal” era socialista; “EL 9 DE JU-LIO” radical; “El Pueblo” conservador; “ElPorvenir” respondía a la corriente local delfauzonismo que en el orden nacional era elAlvearismo o antiperonistas. “El Gráfico” delos Hnos.Cano, socialista; “El Faro” conser-vador.¿Por qué había tantos periódicos?-Porque todos respondían a un problemapolítico personal, aún con todo el esfuerzoque demandaba hacerlos en esta época,pero todos imprimían sus 300 ó 400 ejem-plares.La actuación en periodismo le daba tam-bién una certificación de tipo político alque andaba en esa tarea.La política también era más violenta a títulopersonal. Una vez me mandaron a la impren-ta de “El Tribuno” porque tenían una guillo-tina más grande que la nuestra: allí arriba delas cajas de letras había revólveres y otrasarmas. Era un diario que tenía asumida conactitud más violenta con la política en el tonode sus escritos en cuanto a mayor agresivi-dad, ironía, etc. Así es que florecían los perió-dicos. Algunos perduraron, otros duraban loque duraba una campaña política. Después del radicalismo ¿Dónde va us-ted?-En el radicalismo seguí militando hasta queel partido tomó distintos canales. Uno enca-bezado por Arturo Frondizi y otro por RicardoBalbín.Yo, como otros, comencé a militar en la co-rriente frondicista en la época en que Moi-sés Lebenshon que fue una figura extraordi-naria de la política argentina, hizo el Movi-miento Intransigente; aunque las obras noson de un solo hombre, sino del conjunto. Elimpulsó una corriente visible que derrotó aloficialismo partidario, lo que parecía muydifícil. Lebenshon hizo un aporte muy buenoal mejoramiento de la política argentina, por-que combatió la práctica del favor personalque en la política criolla ha tenido una vigen-cia muy prolongada. Lebenshon surgió des-de la ciudad de Junín donde fundó el diario“Democracia” que aún se edita bajo la di-rección de su hijo. Para nosotros tuvo la fata-lidad que murió a los 44 años. Fue un hom-bre que marcó una etapa; una etapa cons-tructiva y que hubiese hecho falta todavía porsu talento.Aquí éramos 10 ó 12 los que nos incorpora-mos a aquella llamada interna que se dabaen el partido siguiendo a Lebenshon. Fueuna verdadera revolución dentro del partidoluchando contra los viejos capistotes.¿Y después?- Fui Diputado Provincial por la Unión CívicaRadical en el período 1952-1955. _Cuandoel partido se abre oficialmente en la UniónCívica Radical por un lado y Unión CívicaRadical Intransigente por otro, nuestro gru-po sigue a esta última y luego continuamoscon el Movimiento de Integración y Desarro-

Antonio Aita, un periodista de raza

Antonio Aita, en 1987, en su mesa de trabajo.

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llo .¿Usted finaliza su labor por el golpe de1955?No. Porque el período Legislativo terminónormalmente. Fue un período de tres añosque empezó el 1º de Mayo de 1952 y termi-nó el 30 de abril de 1955. Previamente huboun golpe abortado en junio. En esta oportu-nidad me tocó estar 15 días en la comisaríalocal. No como representante de la autori-dad, sino como preso político (risas)…perorecibimos buen trato…¿Era más folclórico el tema del preso po-lítico de entonces en el que hemos co-nocido en los últimos años?- Sí, era una forma de agredir al ciudadanopara demostrarle que sin la voluntad del co-misario no podía hacer nada. Yo estaba enla casa de Arturo Cano y alguien nos avisaque habían detenido a varios vecinos. Meapersoné entonces hasta la comisaría, encuya guardia, estaba el suboficial Cerdeira,un buen vecino; después de las conversa-ciones previas que siempre se hacen le pre-gunté si era cierta la versión que daba comodetenidos a algunas personas, lo que confir-mó nombrándome a algunos de ellos:Valenzuela, Maldonado, Tisera, el curaGüida, etc. Le agradecí la información y losaludé para retirarme, pero Cerdeira me dijo:…sabe, lamentablemente usted tampoco seva a poder ir porque hay orden de detenerloa usted también…” así que yo me metí presosolo…Yo había apuntado pedirle una anécdo-ta, pero con esa es suficiente…- De cualquier manera el Comisario Funesera una bellísima persona que nos dispensóbuen trato y que no nos hizo sufrir ningunaconsecuencia más que la privación de la

libertad, que por otra parte era lo más impor-tante.¿De qué se los acusaba?-Eramos gente que de alguna manera tenía-mos gravitación en la lucha política de laoposición. Aunque de ninguna manera no-sotros podíamos haber ido a tirar bombas aPlaza de Mayo.¿Tiene enemigos políticos usted?No. Creo que nunca los he tenido. Hubo clau-suras, emblecamiento del frente del edificio,a veces trascendían las amenazas, pero yosiempre digo que pasada una cantidad deaños de distancia, viene el análisis y enton-ces el Peronismo más por presencia quepor acción ejerció cierta intolerancia hacialas fuerzas opositoras, pero uno analiza quesi ellos tiraban con piedras, nosotros con flo-res no les tirábamos, ¿no es cierto?. Así quehabía un poco de tal reacción a tal acción.Hay que recordar las cosas como son. Pa-sados esos tiempos, las columnas del diarioestán abiertas a todas las corrientes de opi-nión, hay respeto por la idea ajena. Hay unafrase de Estrada muy clara:”…estoy en con-tra de lo que usted dice, pero defenderé has-ta la muerte su derecho a decirlo” que en-cuadra perfecto en las normas periodísticasen cuanto a la idea ajena.¿Cuántas horas por día dedica a su ta-rea?-Creo que el periodista es periodista perma-nente las 24 horas del día porque va por lacalle y lo hace pensando en su labor.Con el Diario ¿ganó amigos o ganóodios?-Creo que gané amigos. Porque siempre hi-cimos la tarea con el juego limpio. Se puededisentir con los amigos, pero esos disensosson atendidos en su verdadera dimensión.

¿Qué cosas le ha dejado el periodismo?-La de hablar en alta voz sobre lo que hace alinterés del pueblo.¿Qué cosas le ha quitado?-Considero que la vida siempre me dio y enconsecuencia también el periodismo.¿Cómo ve al periodismo actual?-En lo que se refiere a diarios con muy buennivel. El de las ciudades del interior hacien-do esfuerzos no compensables…¿Qué lee para informarse?-De todo. Hasta lo que es malo para saberque lo es.¿Qué es usted políticamente?-Militante del Movimiento Nacional que polí-ticamente se expresa a través del MID.¿Alguna vez cedió en su línea de con-ducta profesional?-Me agradaría que la respuesta la de la co-munidad o quienes me conocen.¿Cómo es su relación con los demás me-dios locales?-La de muy buenos amigos.¿Cómo se mantiene “EL 9 DE JULIO”?¿Cuántas personas trabajan en él?Lo mantienen lectores y avisadores. A ello sepuede agregar aportando perseverancia yno sacar cuentas. Actualmente trabajan en-tre todos los sectores 15 personas. Habríaque sumar los repartidores.¿Da ganancias como para continuar pu-blicándolo?-Si medimos sobre el capital invertido y ladedicación brindada, somos muy maloscomerciantes…¿Qué piensa del momento actual?-Seguimos en una etapa de indetenible re-troceso.¿Qué salida le ve?-Entrar en las vías del desarrollo del aparato

productivo. Eliminando el estatismo en todolo posible. Reducir el aparato burocrático.Es decir, gobernar para el país como en al-guna etapa de la vida nacional ya se hizo.Los medios de comunicación del país¿sirven para comunicarnos?-Los medios de comunicación del país sonsiempre retaceados; es decir que la comu-nicación es intencionada; el hombre no haalcanzado a disfrutar de la plenitud de la li-bertad como debe ser bien entendida. Por-que los medios modernos de difusión (Ra-dio y TV) no han tenido la libertad total delmanejo. En el caso de la TV porque siempreha estado en manos del Estado y actualmen-te lo está en buena parte y entonces el acce-so es controlado. El país carece de una for-ma de libertad total mientras esos mediossean manejados por el Estado. Siempre pasauna cosa interesante: los gobiernos son es-tadistas mientras ejercen ese gobierno ycuando están por irse se ponen privatistas,como para poder tener algún medio en susmanos después de dejar el poder.Lamentablemente, no hay la grandeza sufi-ciente para que sea respetada la libertad deexpresión y tienen gravitación en ella losmanejos ideológicos que se utilizan de di-versas formas.Debemos seguir luchando para que la liber-tad de expresión sea total. Yo no sufro, niningún colega, creo, sufre consecuenciasde opresión contra el periodismo; debemosser justos en eso ya que nadie nos controlani nos llama la atención, ni se nos rechazala circulación por correo, ni tenemos pro-blemas de abastecimiento de papel, sufri-mos solamente el problema de afrontar elfuncionamiento de una empresa periodísti-ca.

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Desde la tranquilidad de la mañana has-ta el frenetismo de la tarde, que encuen-tra su culminación en ese último minutocercano, o ya pasado de la hora de cie-rre, pero siempre con la adrenalina a florde piel. Así se vive cada día, cada horamarcada por el reloj de pared ubicadosobre el cartel del archivo de publicacio-nes periodísticas “Escribano RicardoGermán López”, nombre otorgado enhonor a uno de los colaboradores fielesdel diario “El 9 de Julio”.Justamente en el archivo comienza suactividad de la mañana Néstor, el prime-ro en llegar: prende las luces de la sec-ción, separada de la redacción por unmostrador, y comienza su paciente tra-bajo de hormiga, desempolvando librosy tomando apuntes de vidas, institucio-nes locales, innumerables historias queserán pasadas a su vieja computadora.Unos minutos más tarde, llega Martín, unperiodista de pura cepa que no tiene pro-blemas en desdoblarse en las innume-rables tareas que exige un medio delinterior, y comienza su trabajo -computadoras ya prendidas, siempre enred-, de reparto de notas y colocaciónde avisos que se dispondrán en las pá-

ginas del diario. No es tarea fácil, pero lavoluntad y la costumbre la hacen siem-pre posible, a pesar de los contratiem-pos que siempre puedan surgir.A las 9 horas, empieza a llegar el resto:Patricia, una “multifunción” de más queprobada eficiencia que conoce el funcio-namiento del diario a la perfección, quediagrama páginas pero está siempre dis-puesta a dar una mano en lo que sea; yHugo, diagramador tanto de las prime-ras como de las últimas páginas -estructuradas en tandas- eficiente y deta-llista, uno de esos hombres que quierenque la tierra los trague cada vez que co-mete un error. También llega Diego, elmás joven de la redacción, con notaspara desgrabar, fotos para bajar en elFotoshop, o algún destino donde unanota exija presencia; puede ser desdeun accidente de tránsito hasta una confe-rencia de prensa, desde una nota decolor hasta la de más candente actuali-dad y mayor interés público.A la misma hora en que la redacción esocupada por parte del equipo de traba-jo, llega la secretaria, Inés, que puedeencontrarse al entrar con un pequeñogrupo de gente que requiera atención,

(por una suscripción, un reclamo, un avi-so, tantos pueden ser los motivos comolas palabras de un diario), y que siempredisfruta de su trato cordial y amabilísimo.Apenas unos minutos más tarde, llegaCarolina, la primera en ocupar la admi-nistración y la primera en abrir la oficinade dirección, para sumergirse en el mun-do de los números, que en este caso vade la mano del de las palabras. A pesardel romanticismo que siempre se le acha-ca al periodismo, hay una realidad: losnúmeros tienen que cerrar, como las fra-ses. De eso se encarga la administrati-va, junto a su madre Ana, que quizá veafacilitada su tarea por su antiguo trabajode profesora de matemática y, junto a suhija, forman un equipo que trabaja contotal responsabilidad en el difícil mundode los balances y las cuentas.Ya desde la mañana, también se advier-te la presencia de Estela, la directora,que desde el teléfono de la cinta azulimparte algunas órdenes, y está atenta,vía radio, a los detalles de la ciudad, siem-pre llena de noticias, para transmitirlas ala redacción. La directora siempre estápresente, esté físicamente o no en eledificio de este diario que quizá tenga la

puerta de entrada más grande de todoslos diarios del mundo. Impartiendo órde-nes, intercambiando opiniones con elpersonal, haciéndose cargo de las difi-cultades, supervisando todas las pági-nas, dictando una de las secciones deldiario donde se recogen opiniones ciu-dadanas, el clásico “Se dice”; una pe-queña editorial diaria en el corazón deldiario.El ritmo del trabajo no impide algunaamena charla de interés general o de fút-bol. También hay tiempo para que algúnvoluntario inicie el primer mate del día.Desde la apertura hasta el mediodía, lashoras desaparecen a una velocidad quesólo un medio periodístico puede re-gistrar. Construir cada diario podría com-pararse a una pequeña edificación, quetodos los días hay que armar desde labase hasta el techo. Esta idea asustaríaa más de un desprevenido, pero si seemprende con oficio y tesón, es tarearealizable.Hora del almuerzo: algunos se van acomer a sus casas, otros se quedan ypiden una hamburguesa o sandwiches.Todo depende del día; hay jornadasmucho más cargadas de trabajo que

Un día de diario

Foto: S.C. de D.F.

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otras, o días que comienzan tranquiloshasta que surgen noticiasimpostergables. Hay mucho, demasiadode imprevisible en el oficio periodístico,que, se sabe, no es para cualquiera.A las 13 horas, horario en que día pormedio se la ve a Nilda limpiando la re-dacción, se reinicia la actividad a pleno.A la tarde está el equipo a pleno: se sumaSergio, el creativo del diario, ya que ade-más de armador y diseñador de los su-plementos del diario, se encarga de ha-cer unos slogans y publicidades que nolo harían quedar mal en ninguna agenciapublicitaria. Luego llega Héctor, para ha-cer la página de sociales, aunque ya ha-bía cumplido una eficiente tarea la tardey noche anterior, cubriendo notas que ala mañana envió por mail. Reconocidohistoriador de la ciudad, siempre ama-ble, suele hacer un alto en su tarea parahacer café para todos.En medio de las tareas, se intercambianopiniones sobre algunas noticias, de ac-tualidad, local, nacional o internacional. Atodo el que quiera opinar se lo escucha.A veces se produce algún debate inte-resante, otras, pretendidamente humorís-tico, en duelos verbales inagotables, ar-mados por el sólo placer de conversar.A veces viene algún amigo de la redac-ción, a comentar algo nuevo o ya sabi-do. No hace falta girar para ver a los re-

cién llegados, se reflejan en los gigan-tescos espejos de la redacción, en me-dio de los cuales se encuentra el retratode don Antonio Aita, el mítico director de“El 9 de Julio” por varias décadas, elhombre que le imprimió al diario un esti-lo informativo serio, priorizando siemprela función social y de defensa de intere-ses comunales que debe tener un me-dio.En esas primeras horas de la tarde, cuan-do por la avenida más ancha de la ciu-dad no pasa casi nadie, empiezan a ve-nir los operarios del taller: Coco, que selleva las primeras hojas de poliéster parala rotativa -luego de saludar a todos ydejar algún concepto sobre Boca, comohincha que es de este equipo, al igualque la mayoría de la redacción-, “Mitchell”,silencioso y eficiente, y Oscar, “el Ne-gro” –que además de trabajar en el dia-rio es cantante y fotógrafo, todos lo co-nocen en la ciudad. Empiezan a imprimire intercalar páginas, y se los escuchahablar de fútbol, a través del portón quedivide el archivo del taller, por sobre elruido de las máquinas.Más tarde llegarán Tobías, Mario, para su-marse al taller, doblar diarios e intercalar,y Tati en la expedición. En ese momentoestá el equipo completo, ese equipo conel que diario sale todos los días a en-contrarse con sus fieles suscriptores y a

competir en los kioscos, con la infinidadde medios nacionales y provinciales,apoyado en su localía, en la gente de laciudad que siempre confió y nunca sesintió defraudada por su diario.Se acerca la hora de cierre. Patricialimpia la primera página, que esperaen blanco a que Martín termine la notaprincipal. En un costado de la primerapágina, Diego escribe adelantos de lasnotas que salen en el interior del diario,en una sección denominada sencillamen-te “dos”. Más abajo, se coloca una pe-queña imagen del suplemento del día.Hugo termina la contratapa, Héctor las so-ciales, Estela las lee y las entrega corre-gidas. Hay dos versiones de cada unade las páginas del diario: una en papel,para corregir, y otra en poliéster, para lle-var al taller, donde las máquinas espe-ran. En redacción, se las llama simple-mente, con un código netamente propio,hojas malas y hojas buenas.Los canillitas esperan afuera, en la partetrasera, para salir con sus bicicletas a suspuestos de venta, a hacer el reparto asuscriptores, que hacen sonar los teléfo-nos con reclamos si por alguna casuali-dad el diario se atrasó en su salida o nollegó a sus casas. El reparto manual esuna de las cosas que no cambió, en unmedio que pasó de las linotipos a lasimpresoras offset y láser, de la máquina

de escribir a la computadora en red, dela noticia largamente esperada a la infor-mación inmediata de Internet; al que eldiario se adaptó, con su página digital,tres años atrás, para alegría de los cien-tos de nuevejulienses que están aleja-dos de su pago chico.Varios ojos miran la primera página.Los de la directora primero, los deDiego, los de Hugo, que se encargade la impresión final. Es una marcaregistrada de “El diario que aquí todoel mundo lee” poner una noticia de-sarrollada en la tapa, en lugar de te-ner sólo titulares.Pocos minutos después que la pri-mera página sea llevada al taller, eldiario se asoma a la calle, por pri-mera vez. Luego circulará por loshogares nuevejulienses, de la ciudady el partido. Se quedarán Martín yPatricia, adelantando trabajo para eldía siguiente. Y Estela, Ana y Caroli-na, continuando desde la direccióncon su dedicación “full time” al dia-rio. Hasta tarde, cuando ya Sergiohaya llegado a preparar los suple-mentos que Claudia le envía para eldía siguiente. Uno más de los decenasde miles de días de un periódico cente-nario, aunque siempre renovado, porquenada puede avejentarse si cada día sevuelve a nacer.

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ALBERTO AITA, EX DIRECTOR DEL DIARIO “EL 9 DE JULIO”

La mayor parte de su vida se encuentra liga-da a más de siete décadas de historia delDiario “El 9 de Julio”. Allí, primero desdesu oficio de gráfico, luego como responsa-ble de los talleres y, más tarde, como direc-tor, fue testigo de acontecimientos muy sig-nificativos en la historia del país, del mundoy, por supuesto, de esta comunidad.Alberto Aita nació el 8 de febrero de 1917, enel hogar formado por Antonio Aita (padre) yRosa Rosito. Su infancia transcurrió en lalegendaria Villa Garibaldi, su barrio, el barriode “Los Aita”.Su apodo de “Reca” le fue dado por el recor-dado jugador Humberto Juan Recanatini, unjugador de fútbol en Almagro y del Club “Gim-nasia y Esgrima” de La Plata, e integrante dela selección nacional que obtuvo la CopaAmérica 1927. En tiempos en que Albertojugaba, Recanatini ocupaba el mismo pues-to en el club platense, razón por la cual se lecomenzó a llamar con ese apodo, que aúnmantiene.Aunque primero, por un breve lapso de tiem-po, trabajó como albañil, desde muy joven eldestino lo hizo encontrarse con su verdade-ra vocación: la gráfica y el periodismo.Los periódicos “El Pueblo” y “El Porvenir”, elúltimo ubicado en la esquina de Corrientes ySalta, fue donde aprendió el difícil oficio detipógrafo, adquiriendo las primeras armasen las artes gráficas.Cuando “Reca “ ingresó a trabajar en “El 9de Julio” el entonces periódico funciona-

ba en la avenida Vedia entre San Luis (hoyCavallari) y Tucumán. De su llegada recuer-da: “Nosotros ingresamos a la imprenta de‘El 9 de Julio’ cuando pertenecía a Arturode la Plaza, un gran hombre, quien no sola-mente era nuestro patrón, sino también unamigo. Su hermano, José María de la Plaza,procurador, era el director del periódico”.“Primero –añade- comenzó mi hermanoAntonio y luego, por intermedio de él, meemplearon a mí. En ese momento estabatrabajando con los hermanos Galluppi, muybuenos patrones y amigos, en ‘El Porvenir’”.

La singularidad de un trabajo artesanalSegún los recuerdos del propio “Reca” Aita,“en esa época eran muy pocas las maqui-narias que había; prácticamente era un tra-bajo muy artesanal”.En efectos, en los tiempos en que “Reca”ingresó a los talleres de “El 9 de Julio”, latipografía constituía el andamiaje esencialde los talleres gráficos que existían enton-ces en 9 de Julio. Se partía básicamente dela “composición” o diagramación con tipos(letras) sueltos o móviles. Los caracteres delos tipos de composición corriente eran decuatro clases: redondo, cursiva o bastardi-lla, versalitas y negritas; las versales eran lasmayúsculas correspondientes a cada unode estos caracteres.La letra generalmente estaba formada porun cuadrilongo de 63 puntos tipográficos dealtura, contada desde la base a la parte su-

perior del ojo; el cuerpo in-variable, era la extensióndel tipo considerada ensentido vertical; la anchuraera variable para la mayo-ría de las letras según lamayor o menor amplitud deldibujo de las mismas; el“cran” era una ranuraindicadora de la posiciónen que debía quedar la le-tra al ser trasladada rápida-mente al componedor.Los tipos comunes para lacomposición comprendíanlos cuerpos 6, 7, 8, 9, 10, el11, poco usado, y el 12.Además del alfabeto (ma-yúsculas o versales y minús-culas o de caja baja, consus correspondientes acentos y letras exóticas) y de lasdiez cifras arábigas, todoslos cuerpos disponían delos signos complementa-rios de la escritura, tales

de cuerpos: 6, 8, 10, 12, 14, 16, 20, 24, 28,32, 36, 40, 48, 60, 72, 84, y, a veces, más;seguían, en orden de tamaño, las letras decartel, grabadas en madera o fundidas enaluminio. Estas titulares, finas, seminegras onegras, rectas o inclinadas y de diversidadde estilos, se podían renovar constantemen-te, según el gusto imperante.

Un testigo viviente de las últimas siete décadas

como: . , ; : - _ = ª º * ( ) ¿ ¡ + & / ‘. Independien-temente de estas letras y signos, existíancajas especiales que contienen otros deaplicación a diversos conocimientos cientí-ficos.Las titulares, constituidas por series del mis-mo carácter y fundidas en metal de impren-ta, tenían generalmente la siguiente escala

Alberto Aita

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Los filetes y los corchetes eran: fino, caña,azurado, negro, media caña, ondulado,descanterado, puntillado y corchete. Se lla-maba “corondel” a la línea vertical que sepa-raba las columnas.Había otra clase de material, cuyo objeto eraprecisamente no imprimir: blancos. Estos,cuando servían para separar unas de otraslas palabras, se llamaban espacios; los quese empleaban para lograr el entrante queseñalaba el comienzo de párrafo, se llama-ba cuadratines; si se destinaban a llenar elfinal de líneas cortas, cuadrados; para sepa-rar las líneas entre sí, regletas o interlíneas, yregleteado el acto de emplearlos. Para lasgrandes separaciones se empleaban cua-drados de los cuerpos 18, 24 ,36 y 48.La composición tipográfica a mano se reali-zaba tomando con la izquierda el compone-dor, que era un aparato de metal, provisto deuna corredera fijadora de la medida, en elcual se iban colocando con la derecha lostipos distribuidos en la caja hasta formar unalínea. Esta operación era lo que comúnmen-te se llamaba componer, con las operacio-nes inmediatas siguientes de justificar la lí-nea, sacarla del componedor, colocarla enel galerín o galera y formar con el número delíneas que se creía conveniente los paque-tes o galeradas.“Había que tener mucho cuidado de que nose cayera la página armada, que algunasveces podía suceder. Cuándo se‘empastelaban’, así se decía cuando secaían, lógicamente se desarmaba práctica-mente toda y había que hacerla nuevamen-te”, rememora “Reca”.

Todo el trabajo de la imprenta se vio facilita-do, notablemente, por la linotipo, una má-quina que compone matrices que luego for-man el molde de una línea, constituida poruna barrita de metal. El primer linotipista, talcomo lo recuerda “Reca”, fue Delfor Acenelli,actualmente radicado en el conurbano bo-naerense, más precisamente en Temperley.Por aquellos años el trabajo era muy inten-so, tanto como en nuestro días, a excepciónque por entonces, cuando aún no existíanlos medios digitales, el trabajo era manual.“cuando era periódico, que salía los díasmiércoles y sábados, se terminaba durantela noche o en las primeras horas de la ma-drugada”

Las relaciones personalesAlberto Aita, rescata de aquellos tiempos, lariqueza que existía en las relacionesinterpersonales. “En esos tiempos –recuer-da- el obrero y el patrón muchas veces tra-bajaban a la par, se ocupaban de ver quiénhacía más y mejor”.La camaradería no solamente existía entrelos empleados de un periódico, tambiénhabía una relación de amistad entre los dis-tintos medios.Para “Reca”, “en es época, aunque eranmuchos los periódicos que circulaban en laciudad, no existían rivalidades”.“Había mucha amistad ente los distintos dia-rios que había entonces en el pueblo, inclu-so, gracias al trabajo de Miguel Navello, di-rector de ‘El Libertad’, se había conformadoun Círculo de Periodistas, que estaba inte-grado por los directores y periodistas de to-

dos los periódicos”, explica “Reca”.

Ejemplo de vidaAlberto Aita, “Reca”, es un ejemplo de vidapara las presentes generaciones. Formadoen una época fecunda, cuando se construíanlas bases de un sociedad nuevejuliensemoderna, es testigo del progreso de esta ciu-dad.Por espacio de un lustro, entre 1995 y2000, “Reca” dirigió el Diario “El 9 deJulio”, prosiguiendo el ideario de losfundadores y la impronta que le habíaimpreso su hermano Antonio en mate-ria periodística.“Reca” es además un ejemplo de laboriosi-dad. Aún cuando había sobrepasado losochenta años, invariablemente llegaba a lavieja redacción de “El 9 de Julio”, de la

calle Vedia entre La Rioja y Cavallari, pocodespués de las siete de la mañana. Sola-mente hacía un alto en su trabajo hacia elmediodía y luego proseguía hasta el cierrede la edición.Siempre atento a todos los detalles de laedición cotidiana, distribuía los originales,disponía el formato de los textos y, con suspropias manos, diagramaba las páginas so-bre una matriz de papel. Por su lugar de tra-bajo pasaban los redactores del Diario, losfotógrafos, los comentaristas deportivos oalgún colaborador llevando un texto; no so-lamente ingresaba para llevar material parala edición del día, sino también para dialo-gar con “Reca”.Nuestro homenaje al hombre que, brindó alDiario “El 9 de Julio”, siete décadas de suvida.

Alberto «Reca» Aita junto a su hermano Antonio y un empleado del taller.

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Por Delfor Acenelli (*)(Desde Temperley)

El día 15 de mayo del año 1909, levaba an-clas desde el puerto de la Fe y de la Espe-ranza, un humilde barco bautizado periódi-co El 9 DE JULIO –con rumbo todavía in-cierto-, bajo la creación y dirección del co-nocido maestro y periodista nuevejuliense,don Mariano Arroyo Vázquez. Hoy, 15 demayo de 2009, esa nave llega, honrosa ymajestuosamente, a su gloriosa primera eta-pa: el puerto del centenario de su partida.Sí. Son cien años desde que el hoy diario El9 DE JULIO vio la luz. En ese extensísimorecorrido por la vida, fueron innumerableslos embates de las olas que debió sortear elbarco. En su primer cuarto de siglo, cambióvarias veces de dueño y dirección (por dis-tintas circunstancias, entre ellas la material,ya que eran años difíciles, hasta 1935, cuan-do, un joven tipógrafo, a su vez tripulante dela nave, se hizo cargo del timón hasta eseinstante en manos de don Arturo de la Plaza.Y ese joven era Antonio Aita (1911-1995)quien, junto a su hermano Alberto (“Reca”) yuna pléyade de tipógrafos asumía la enor-me responsabilidad de guiar el barco a tra-vés del tiempo. Y lo hizo con un cariño since-ro, ya que desde niño pertenecía al planteldel periódico.La tarea que emprendió Antonio fue, diga-mos ciclópea. Gigantesca. De aquel humil-de periódico, que se componía manualmen-te, llegó en su reemplazo la linotipo, llamada“composición en caliente”; de aquellaminervita donde se imprimía, que tanto fun-cionaba a electricidad como ¡a pedal! (pa-rece mentira, ¿no?), se pasó a una moder-

na rotativa llamada “plana”; de aquella mo-desta tirada de 200-300 ejemplares por vez,hoy, con gran orgullo, se puede decir que lacifra de impresión llega a miles de ejempla-res diarios. Pero no todas fueron rosas en estos 74 añosde la dinastía Aita al frente de la imprenta y elhoy diario EL 9 DE JULIO. El periódico fueentonces, con su capitán Antonio al mando,un fiel servidor de la comunidad nueve-

juliense, y, por otra parte, digno defensor dela libertad de expresión. Por eso, y dadas susconvicciones democráticas, sufrió censu-ras, clausuras, ataques a los bienes dela publicación, además de las consabi-das diatribas como consecuencia. Ya enla primera mitad de la década de 1940,sufrió la clausura del taller de imprentay el periódico (en esa época, me tocóvivirla, ya que pertenecía al plantel de

EL 9 DE JULIO).Bien. Ya esos son recuerdos que se os-tentan con marcado orgullo. Hoy, al lle-gar a los cien años de existencia, ve-mos cómo sigue su vida periodística conmayúscula dignidad. El taller donde seimprime el vespertino es un orgullo parala ciudad, con su alta y actualizada tec-nología, y el diario uno de los decanosde la zona, y de gran predicamento enlas lides periodísticas. Sinceramente,un verdadero ejemplo para nuestra que-rida Nueve de Julio.Y así llega a sus cien años de vida. Desdehace casi una década, el diario tiene al fren-te a dos dignas discípulas del gran maestroque fue Antonio Aita. Se trata de las herma-nas Estela Rosa y Ana María Manfredi Aita(la primera de ellas nombrada heredera uni-versal del diario), sobrinas, a su vez, del inol-vidable Antonio, quienes, desde jovencitas,se nutrieron de la savia del periodismo y lasartes gráficas a la sombra de su tío. Son dosfieles y consagradas timoneles que lograronllevar el barco al puerto de la victoria.En este día, sin duda lleno de gloria paraEL 9 DE JULIO, son nuestros deseosde que sigan maniobrando el timón dela nave con la misma Fe y Esperanzadel puerto desde donde hace un siglo,partió y luchó con tanto ahínco para ven-cer a todas las tempestades que lo aco-metieron. Que el triunfo y la fe ganadorasean aliados de las hermanas de la di-nastía Aita por siempre jamás.(*) Primer linotipista del Diario «El 9 deJulio»

Salvador Aliata y Antonio Aita, junto a la linotipo que usó Delfor Acenelli. Aliata losucedió en la función de linotipista, cuando Acenelli se radicó en Buenos Aires.

LOS RECUERDOS DEL PRIMER LINOTIPISTA DE «EL 9 DE JULIO»

«El 9 de Julio», una labor gigantesca

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El Banco de la Provincia, protagonista del progreso nuevejulienseEl Banco de la Provincia de Buenos Aires noes solamente institución bancaria en insta-lar la primera sucursal en su tipo en estaciudad, es además uno de los activos prota-gonistas del progreso de la comunidad de 9de Julio, casi desde el tiempo de su funda-ción.En efecto, a finales la década de 1860 y co-mienzos de la siguiente, según lo testimo-nian algunas fuentes históricas -varios veci-nos, hacendados, o industriales-, que vivíanen el Partido de 9 de Julio comenzaron aoperar con el Banco de la Provincia. En esaépoca, la sucursal más cercana era la deChivilcoy, habilitada el 27 de noviembre de1865.La sucursal de 9 de Julio fue librada al servi-cio el 4 de mayo de 1885, por su primeradministrador P. E. Calamaro. Debido a lacrisis económica, varias sucursales del inte-rior de la provincia fueron cerradas y, esasuerte corrió la de 9 de Julio, el 9 de febrerode 1895.La sucursal del Banco de la Provincia, lamisma que funciona en la actualidad, fuereabierta el 5 de septiembre de 1910. Sureinauguración motivó una banquete, quefue servido en el Bar y Cinematógrafo “SanMartín”, un punto obligado, en la época, paraeste tipo de evento.El primer personal de la sucursal estuvo for-mado por el gerente Ernesto D’Oliveira, elcontador Alfredo Grovetto, el tesorero Anatolio

Perkins y el auxiliar Santiago Buldain. El con-sejo consultivo lo conformaron algunos ve-cinos con prestigio en el comercio y la in-dustria de la plaza local: Alberto Labarrie,Enrique Peláez, Vicente Ibáñez, RafaelElizalde, Alejandro Muzio y Fernando Lizaso.El edificio de la esquina de Libertad y aveni-da Mitre, que luego sería reformado, se veri-ficó promediando la década de 1910.A lo largo de la historia de 9 de Julio otrasentidades bancarias fueron instaladas en laciudad. Entre los que permanecieron pormás largo tiempo, puede contarse el Bancode la Nación Argentina, cuya sucursal localfue fundada el 9 de mayo de 1892, y aúnexiste; el Banco Español del Río de la Plaza,que se estableció en 9 de Julio el 28 de di-ciembre de 1910 y ocupó, en su últimaépoca, el edificio donde se encuentra hoy elBanco de Galicia; el Banco Bisel, Banex, Fran-cés y el Banco Credicoop, prestigiosa institu-ción cooperativa que realiza una encomiableobra de apoyo a las entidades locales.El Banco Credicoop es un Banco coope-rativo propiedad de sus asociados, ges-tionado en forma democrática, herederoy continuador de la valiosa labor desple-gada desde los inicios del siglo XX por lascajas de crédito cooperativas. El BancoCredicoop Coop. Ltdo. nació bajo la orien-tación del Instituto Movilizador de FondosCooperativos, el que sigue guiandoinstitucionalmente a nuestra entidad.

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Antiguo edificio del Banco de la Provincia de Buenos Aires.

Moderno edificio del Banco Credicoop.

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“EL 9 DE JULIO” es el único medio perio-dístico del partido de 9 de Julio que logróalcanzar un siglo de vida. Desde 1909 hasta2009 han pasado muchas cosas. En cienaños la comunidad se transformó de la mis-ma manera que ocurrió con el diario, testigode la mayor parte de la historia de nuestroquerido 9 de Julio.Los medios gráficos (diarios y semanarios)fueron los primeros en aparecer, anticipán-dose a los medios electrónicos que nacie-ron una vez avanzado en el siglo XX. Deacuerdo a datos históricos, “La Defensa”marcó el camino en 9 de Julio en 1886 fun-dada por Carlos Jáuregui y le sucedierondiversas publicaciones caracterizadas conla pasión política de aquellos tiempos. En unprincipio, los diarios y periódicos tenían unsentido político muy marcado en una épocade aliados y adversarios.A principios del año 1900, la modalidad delperiodismo se empezó a moderar lentamen-te. Se sucedieron los periódicos a principiosdel siglo XX, entre ellos, uno que se llamaba“El Nueve de Julio” y que no era el mismoque “EL 9 DE JULIO” (nacido en 1909). Laideología política de cada publicación se-guía siendo manifiesta y se difundían los dis-tintos valores y premisas partidarias desdecada espacio: conservadores, radicales osocialistas.Las publicaciones en papel eran la únicaforma de llegar a la gente, a través de los

denominados medios informativos. Los dia-rios cumplían un rol fundamental en aque-llos tiempos. Existen escasos registros deexperiencias aisladas de propaladoras quese hacían escuchar en altoparlantes en laplaza, u otras modalidades de la radiofoníapara difundir la actividad deportiva.“EL 9 DE JULIO” y los distintos colegas te-nían la constante misión de informar. Desdelos sucesos familiares, pasando por actossociales, culturales, políticos y deportivos denuestra “Patria Chica” hasta acontecimien-tos que sacudieron al mundo pasaron pornuestras páginas.El diario se presentó de distintas formas, co-menzando por el tamaño “sábana” de losprimeros tiempos hasta transformarse en“tabloide” de las últimas tres décadas, cuan-do surgió la necesidad de hacerlo. Los dis-tintos sistemas de impresión se utilizaron encada época, adaptándose en cada momentohasta llegar al offset.Los diarios recién tuvieron la campañía cons-tante de la radiofonía en los últimos 35 añoscuando se instaló en agosto de 1973, LT 33AM radio 9 de Julio. La televisión local (cir-cuito cerrado) surgió en 1979 con Canal 3.Las radios de frecuencia modulada se hi-cieron presentes en el aire de la ciudad afines de los años ’80, hasta que en los años’90 y 2000 tuvieron expansión en una impor-tante cantidad de emisoras hasta la actuali-dad, con perfil de entretenimiento y la incor-

poración de información en los últimos años.El presente marca un interés por Internet,especialmente en los jóvenes, una herra-mienta para la comunicación, informacióny, sobre todo, muy utilizada para el entreteni-miento. EL 9 DE JULIO en la red informáti-ca, llegó a sus lectores dispersos en distin-tas ciudades del país, como así también anuevejulienses que se informan desde elexterior por la web. El diario en su versiónpapel mantiene la vigencia y su rol más quenunca, para seguir cumpliendo con su co-metido periodístico que resulta irreemplaza-ble.Durante un tiempo nuestro diario fue el úni-co medio escrito en llegar a los hogares.

En la actualidad, sólo hay dos diarios en laciudad y un semanario que difunden infor-mación general, como así también otraspublicaciones que abordan temas particu-lares.Las exigencias del día a día, la sana compe-tencia de cada momento, los cambios de lasociedad y las reiteradas y duras crisis denuestro país no fueron obstáculos para con-vertirnos en “centenario”. EL 9 DE JULIO através de la historia tuvo muy buena inser-ción en la comunidad, que lo adoptó comopropio.Eso nos permitió crecer día a día, sin prisa,sin pausa y con un horizonte que está másallá de los cien años.

«EL 9 DE JULIO», EL MEDIO INFORMATIVO CENTENARIO

Según pasan los años

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El 12 de octubre de 1922, el presidente radi-cal Hipólito Irigoyen entregó los atributos delmando presidencial a su correligionarioMarcelo Torcuato de Alvear, 1922-1928, ele-gido en elecciones libres. Después de la pri-mera guerra mundial ,1914, la década del20 fue signada por la bonanza y gobiernosprestigiosos. sin embargo, se detectaron si-tuaciones que delataban problemas que al-gunas vez estallarían. Al final de la década,los índices de inmigrantes anterior a la gue-rra no se habían recuperado, una gran masade residentes se aglomeraban en la capitalFederal. En el relativo estancamiento demo-gráfico influían aspectos a la salud y a la ca-lidad de vida. prevalecían índices inquietan-tes de morbilidad y mortalidad infantil y deincidencias de enfermedades infecto con-tagiosas. En la provincia de Buenos Aires lasífilis, la tuberculosis, las anquilostomiasis,la desocupación era permanente, y el alco-holismo la desnutrición y la falta de higieneconstituían realidades que eran dramáticas.En 1926, los comerciantes minoristas de 9de Julio vieron resentirse sus finanzas por elaumento de los volúmenes de las ventas alfiado y ya se estaba entrando en la antesalade la crisis que se iniciaría en 1929.

Fundación de la sociedadCon la denominación de Sociedad UniónComerciantes e Industriales, el 3 de octubrede 1926, se fundó la entidad, para que losagrupara con el objetivo de prestarse ayudamutua en la concesión de creditos y cobrode cuentas. Firmaron el acta fundacional,Marino Amor, Pablo Aguila, Juan Buetto, Tito

Blanco, Dante Berté, Manuel Castro, Fran-cisco Caldentey, Juan Crosa, SalvadorCantoni, Antonio Conca, Santos DeBenedetto, hermanos Diez, Victorio Di Nesta,Carmelo Elías, Francisco Fernández, AngelHidalgo, Santiago Locatto, Francisco López,Luis Montanaro, Fernando Nieto, JoséFernández Otero, Vicente Paladino, BlásRodríguez, Manuel Ruizo, Martín Saraberry,Raúl Scolari, Bartolomé Salamone, JoséViyella, Zacarías Ortelli y Francisco Villalba.La primera comisión directiva quedó consti-tuida con la distribución de cargos. presi-dente Francisco Caldentey, vicepresidenteJuan Crosa, secretario José Fernández Ote-ro, prosecretario José Viyella, TesoreroCarmelo Elías, protesorero Marino Amor, vo-cales Salvador Cantoni, FranciscoFernández, Francisco López, Vicente Pala-dino. Revisores de Cuentas Manuel Russo yJuan Ortelli.La institución se fue afianzando paulatina-mente, logrando la adhesión del comerciomayorista e industriales, con lo cual llegó aformar un número importante de defensacomercial, que subsiste hasta la fecha. Lasociedad obtuvo la personería Jurídica en1934. Hasta 1939 tuvo su sede social en lacalle Robbio enfrente de la comisaría, parapasar luego a la actual sede de AV San Mar-tín (primer Centenario hasta 1950), era edifi-cio antiguo que hace varios años fueremodelado.El nombre originario de la sociedad, fue sus-tituido en una asamblea extraordinaria cele-brada el 27 de noviembre de 1948, por el de«Cámara de Comercio e Industria, produc-

ción y Bienes Raíces» de Nueve de Julio. Sehizo el cambio con el propósito de involucraren él, otras actividades como las señaladas.En setiembre de 1966, el comerciante Ri-cardo Paladino ocupaba una vocalía en ca-rácter de suplente en la Federación Eco-nómica de la provincia de Buenos Aires(FEBA)Juan Carlos Strevezza por más de dos déca-das ejerció la Gerencia de la sociedad, ce-sando en sus funciones en 1970. VictorioLamana tuvo a su cargo el Registro de Con-tratos de cereales (1970), en ese tiempo lacámara era agente de retención. En la ac-tualidad preside la Comisión Directiva de la

Cámara de Comercio e Industria, el comer-ciante Carlos Amerio, desempeñando el car-go de Gerente el Sr. Raúl Andrián, quienesrealizan una importante labor en la mencio-nada Institución.La historia de la Cámara de Comercio deIndustria de 9 de Julio es sumamente rica.Pasa por distantes etapas del siglo XX y delos primeros años del nuevo milenio,con grandes avances; desde la cons-trucción del actual edificio en la aveni-da San Martín hasta la incorporación deimportantes servicios para los socios,que redundan en beneficio del progre-so comercial de 9 de Julio.

Cámara de Comercio e Industria. Historia y destino

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Fachada del edificio de la Cámara de Comercio.

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Una tragedia aeronáutica:18 DE DICIEMBRE DE 1941

El jueves 18 de diciem-bre de 1941, en la pri-mera plana, “El 9 de Ju-lio” se ocupó de descri-bir un episodio trágico:un accidente aeroná-utico ocurrido en la ciu-

dad de 9 de Julio. Un aviónse precipitó sobre una vi-vienda ubicada en la plan-ta urbana de la ciudad y,como consecuencia deello, falleció una joven avia-dora.

El avión que cayóen una vivienda

El campo es el motor de la econo-mía y el desarrollo local de 9 de Julioy la Región Pampeana. El 10 de oc-tubre de 1897 se creó la SociedadRural de 9 de Julio, cuyo primer pre-sidente fue Celedonio Salazar. Estaentidad a lo largo de su historia cum-plió una amplia actividad gremial delos productores.En tanto, el 31 de julio de 1932 que-dó constituida la Confederación deAsociaciones Rurales de Buenos Ai-res y La Pampa, tras una asamblearealizada en la ciudad de 9 de Juliocon la participación de diez Socie-dades Rurales.Listado de las Sociedades Rura-les Fundadoras de CARBAP: So-ciedad Rural de Ayacucho, SociedadRural de Mar del Plata, SociedadRural de Azul, Sociedad Rural deNueva de Julio, Sociedad Rural deBalcarce, Sociedad Rural de Tandil,Sociedad Rural de Bolívar, SociedadRural de Trenque Lauquen, Socie-dad Rural de Juárez, Sociedad Ruralde 25 de Mayo.

DOS FECHAS HISTORICAS:1897 Y 1932

Fundación de laSociedad Ruraly de CARBAP,en 9 de Julio

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Un triste día de verano: El terremoto de San Juan15 DE ENERO DE 1944

El 15 de enero de1944 ha quedadosignado, en la His-toria Argentina delsiglo XX, como undía trágico y triste. Alas 20.52, se produ-jo un violento terre-moto, con epicen-tro ubicado a 20 ki-lómetros al norte dela Ciudad de SanJuan, en las proxi-midades de La Laja,departamento Al-bardón.El terremoto destru-yó la Ciudad de San

Estado de una de las calles de la ciudad tras el terremoto.

Juan. Si bien las primeras es-timaciones hablaban de lapérdida de 10.000 habitantes,estudios posteriores indicaronque el número de muertos eneste terremoto pudo haber lle-gado a 5.000.Frente a esta tragedia, todo elpaís se sensibilizó y, de hecho,no tardaron en organizarsecientos de grupos de ayuda,aún en los lugares más dis-tantes. En 9 de Julio también,este hecho, tuvo su repercu-sión; así dan cuentas las no-tas aparecidas en la edicióndel 19 de enero de 1944.

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El final de una gran guerra

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El 6 y 9 de agosto de 1945, hacia elfinal de la Segunda Guerra Mundial,Estados Unidos lanzó los bombardeosatómicos sobre Hiroshima y Nagasaki.Para ello fueron empleados el armanuclear “Little Boy” y la bomba “FatMan”. Se estima que las bombas mata-ron a 140.000 personas en Hiroshima y80.000 en Nagasaki para finales de1945,[ ]de las cuales la mitad fallecie-ron los días de los bombardeos. Ade-más, las consecuencias para el futurofueron terribles.Sobre este acontecimiento, “El 9 deJulio” recogió dos breves notas de re-flexión(publicadas en esta página) en lascuales se acentúa la importancia de la con-servación de la paz en el mundo.

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La bomba atómica, ese mal terrible

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“EL 9 de Julio”: Vivencias y reflexionesPor Luis Antonio Barry (*)De los recuerdos que acumulo sobre “El 9de Julio” que conocí y frecuenté en misaños juveniles tengo una vivencia singularsobre los atardeceres. Sobre esos momen-tos en los que se cerraba la edición diaria enmedio de una febril actividad.Las circunstancias invitaban a sólo mirar, loque equivalía a no hablar ni interrumpir eltrabajo de nadie ya que el hacerlo podía ori-ginar una mirada muy fuerte o alguna pala-bra de igual calibre.Por allí estaba Antonio Aita en su cubículo deDirector tratando de darle forma a los últi-mos artículos mientras castigaba dactilar-mente a su vieja máquina de escribir.Más adentro su hermano Reca, un buenazopero con pocas pulgas para esos momen-tos tensionales, que recurría a las viejas téc-nicas de la tipografía para componer letrapor letra los últimos escritos destacados y,especialmente, los títulos.Cuando ya estaba la linotipo se lo veía senta-do frente a ella al “Negro” Denda, un moro-cho inteligente, amigazo y de buen talanteque traducía al vocabulario del plomo lo quetenía en un papel frente a sus ojos. ¡ Lascosas que me decía cuando contribuía conalgún escrito muy largo….¡Dispersos por el estrecho salón algunosotros colaboradores para distintas tareas ytambién el inefable Martino con sus repeti-das maledicencias sobre la vida, el mundo yla ciudad.Todos estaban a esas horas envueltos enlos fuertes aromas que emanaban de las tin-tas y del plomo. Parecía ese toque fraganteque emanaba de un periodismo artesanal,

amasado con sacrificios, impulsado por sa-nos ideales y respaldado con irreprochablesconductas.El escenario se complicaba cuando apare-cía un problema en las maquinarias al mo-mento de imprimir. Allí había tinta y grasa paraquien quisiera y hasta al propio Director se lopodía ver lejos de su máquina de escribir ymetido de cabeza en algún engranaje o ayu-dando a desarmar algún motor.Si antes dije que en esos momentos eramejor no hablar, cuando ocurría esto últimoera preferible contener hasta la respiración.Pero al fin siempre se salía adelante porquea esas máquinas las conocían mejor que asus propios cuerpos y sabían de sus dolen-cias y sobre las terapias que requerían.Parecía que era palpable el alivio que sesentía cuando se lograba superar el incon-veniente y la rotativa, cuando ya se la tuvo,comenzaba a expedir esas hojas, simplespero llenas de fervor y calidez.El ámbito y el clima que trato de describir meresultan tan presentes y tan vivenciales queme pareciera estar imaginariamente en ellosy en tiempo real. Con las mismas emocio-nes de aquellas horas, con igual admiraciónpara quienes me parecía que manejaban elmundo mágico de las noticias a través de sucondición de herederos de la Gaceta deMoreno o de las remozadas técnicas deGutenberg.El diario tenía esa virtud de permitir que algu-nas veces plasmaramos en letras y papelaquel mensaje con el que queríamos co-municarnos con los convecinos para expre-sarles ideas, convicciones, propósitos, sue-ños y todo ese bagaje de esperanzas para

un mundo que todavía suponíamos en as-censo hacia la calidad. Para un país al queimaginábamos modelable hacia el progre-so constante con la suma de esfuerzos a laque se agregaba nuestra módica contribu-ción.Eso quedó registrado en las primeras letrasde molde a las que nos animábamos conotros amigos de la época y a quienes involu-cro en esta pluralización.Una Argentina querida pero aquejada por losvaivenes, amante de lo trunco, agraviada porlas incomprensibles variaciones, lastimadapor el éxito de la deshonra, mareada por lascontradicciones, golpeada por las desigual-dades y la injusticia ha ido deshilachandoaquellas sanas y hasta románticas intencio-nes. Si volviera a releer aquellas páginas se mez-clarían en una triste mixtura esos buenos re-cuerdos del ayer con la mueca amarga de ladesilusionada constatación por las frustracio-nes posteriores y las contemporáneas.Pero para eso también está el diario, paraser testigo insobornable de lo que se dijo yde lo que ocurrió.“El 9 de Julio” al que nuevamente rindo mihomenaje por lo que fue y por lo que me signifi-có tuvo en su marcha de trabajo sacrificado ypor sus precariedades muchos de esos quepudiendo ser llamados errores eran sólo pro-ductos de esas mismas condiciones. Pero eranaprovechados para las amables bromas que laconvivencia lugareña nos permitía.Es así que en algunas oportunidades un ar-tículo se interrumpía con el consabido “con-tinúa en la última página”. Revisada ésta has-ta la minuciosidad nunca aparecía la “conti-nuación” y eso era motivo para ir por la no-che al diario, cuando ya se estaban apagan-do las luces del trabajo cotidiano, para re-clamar la parte faltante. Recuerdo que undía Antonio nos dijo: “no tienen otra cosa quehacer….” Y esa cordial respuesta terminó enun café compartido entre risas y bromas.Otra cuestión eran las fotos que se publica-ban. Generalmente eran rescatadas de unaserie de grabados que estaban amontona-dos en una repisa y cubiertos por esos pol-vos del tiempo de trabajo que no se detieneen detalles higiénicos. De allí que al impri-

Luis Antonio Barry

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mirlos a veces aparecían como una indes-cifrable mancha y por ello otro motivo paralas bromas de la noche al decir por ejemplo:“qué distinto salió Alende en la foto de hoy…”.Aseguro que era un manchón negro quesalvo por que abajo decía quien era bienpodía tratarse cualquiera otro protagonista.Pero esas eran las técnicas posibles de en-tonces para un diario lugareño, rescatandoque sus valores estaban en otras cosas yesas son las que todavía hoy conmueven. En medio de todas estas peripecias y en lasúltimas horas de la tarde ya se agolpaban enla vereda los chicos que repartían el diarioesperandi el momento en que se les entre-gaban los ejemplares que recorrerían el apa-rato circulatorio de la ciudad llevando esefraternal mensaje de todos los días, con lasbuenas y las malas novedades.Quiero sumarme con estos modestos re-cuerdos a los merecidos homenajes que sebrindan a aquel inolvidable mensaje de cadadía que se adentraba en los hogaresnuevejulienses, concluyendo con aque-llo que alguna vez me dijo Antonio y quevarias veces repetí: ”muchos no sabenlo que cuesta mantener una hoja en lacalle”. Y se mantuvo.(*) Abogado nuevejuliense radicadoen la ciudad de Bs.As.Amigo dilecto de «El 9 de Julio

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Un hecho histórico: El voto femenino

El 23 de septiembre de 1947, durante unacto frente a la sede de la CGT, Perón firmóel decreto presidencial que le dio valorinstitucional a la ley 13.030, que le otorgó alas mujeres de todo el país el derecho alvoto.El decreto presidencial fue recibido con or-gullo por la esposa de Perón, Evita, quiendesde la llegada del justicialismo al poder

en 1946 bregó por que la norma fuera unarealidad.La ley había sido sancionada primero en elSenado y el 9 de septiembre de 1947 votadafavorablemente por «unanimidad» por losdiputados en una sesión histórica.El voto femenino recién se estreno cuatroaños después, cuando el 11 de noviembrede 1951 más de 3.500.000 mujeres votaron

por primera vez en la elección que reeligió aJuan Domingo Perón.De esta manera, también se cumplía un vie-jo sueño de luchadoras feministas como Ali-cia Moreau de Justo, Elvira Dellepiane deRawson, la poetisa Alfonsina Storni y SilvinaOcampo, quienes desde los albores del si-glo XX luchaban por la sanción de esta justanormativa.

“El 9 de Julio”, también se hizo eco de estehecho auspicioso. Además, como dato cu-rioso, puede mencionarse que en la elec-ción de 1951, cuando votó por primera vez elpadrón femenino, fue elegido diputado porla UCR ante la Legislatura provincial por laCuarta Sección Electoral, Antonio Aita enton-ces director del Diario.

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La llegada delPrimer Obispo

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Desde las localidades: Dudignac y Quiroga

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Por Roberto Rossi. (*)Dentro de poco “El 9 de Julio”cumple 100 años. Felicitaciones aeste tradicional defensor del civis-mo.Mi relación con el diario ha trascen-dido en los últimos tiempos a tra-vés de algunos humildes escritosde mi autoría que me ha hecho elhonor de publicar. Pero esta afini-dad no es de ahora.Durante 20 años mi madre religio-samente se tomó la tarea de guar-darme los ejemplares que ella re-cibía en casa, para que cuando yoiba a visitarla desde Buenos Aires,me pusiera al tanto de lo ocurridoen mi ausencia y me sintiera liga-do al pago. Así recuerdo de esostiempos las secciones -entre otras- “Picotazos” y “Don Froilán se que-dó pensando”, las noticias del fút-bol local, la novedad de las canchasen otras ubicaciones con nuevosestadios, los goles de Lupino, laspeleas de “Vitamina”.Los mejoramientos en materia deurbanización que se concretabanpaulatinamente, por ejemplo el tan

esperado asfalto, la primera ilumi-nación del parque, la nueva terminalde ómibus, el segundo acceso a laciudad, emprendimientos como “ElRancho de Polo”, “Viejo Discepolín”,la inauguración de LT33, la repetido-ra de Canal 2, cuya imagen se capta-ba de tanto en tanto, la sorpresa mez-clada con dolor al ver en lasnecrológicas la partida de algún ami-go o conocido de antaño, el compro-bado sentimiento y sapiencia de JulitoGuerriere cuando de tangolatría sehablaba, los reportajes a Tito Bianchi,Edgar Utello y otras personalidadesdel quehacer nuevejuliense, por nom-brar algunos.El viaje de Montalbano al Imperiodel Sol Naciente, los triunfos de“Yoyo” Maldonado, las andanzas deObdulio, la existencia rea de aquél“Puyú”, los inspirados poemas delpayador Carrizo, los clásicos avisosdel podólogo Acuña, la tragedia delDr. Benavídez, la demolición de “Blan-co y Negro”, el loteo de la vieja quintade Valenzuela, el “irse” de este mun-do de mi maestra de sexto.En fin, un sinnúmero de aconteci-

mientos de toda índole enla patria chica a través demucho tiempo, de los cua-les el venerable vespertinose encargaba de enterar-me, como tratando – tal vez- que no me aleje del todo.Pero todo esto es una pe-queña ráfaga en la trayec-toria del diario.Su historial es –por su-puesto – mucho más tras-cendente que mis anécdo-tas. La cuestión es queaquí está este paladín delas virtudes cívicas en suprimer centenario. Firme,señero, libre, inhiesto, ve-raz, democrático, valiente,equilibrado, incorruptible,pero por sobre todo, ético,

Me pongo de pie y te saludoSuplemento Especial - Página 26Suplemento Especial - Página 26Suplemento Especial - Página 26Suplemento Especial - Página 26Suplemento Especial - Página 26

como si aquél apotegma históricofuera el que modeló e impuso parasiempre toda una línea de conduc-ta y acción a sus hacedores : “Quese rompa, pero que no se doble”,impronta que ellos supieron captaren toda su dimensión.Me pongo de pie y te saludo “diario

que aquí todo el mundo lee” , or-gullo del periodismo bonaerense. Note apartes nunca del rumbo que tra-zaron tus mayores. La República y laDemocracia, agradecidas.-(*) Abogado nuevejuliense, mú-sico radicado en Bs.As. Fiel lec-tor de «El 9 de Julio»

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El 5 deo c t u b r ede 1961,se dio elcaso deque, porp r i m e r avez en lahistoria de

Cuando el Presidente de la República visitó 9 de JulioFRONDIZI Y ALLENDE

Otra vista del palco

9 de Julio, un presidente de la Na-ción, en este caso el doctor ArturoFrondizi, visitara la ciudad, en elmarco de la inauguración del tra-mo de la Ruta Provincial Nº 65. enla oportunidad, acompañó al Pri-mer Mandatario, el gobernador bo-

naerense Oscar Allende, entre otrosfuncionarios de las órbitas nacional yprovincial.El acontecimiento se dio en un marcohistórico muy particular y losnuevejulienses lo vivieron con singu-lar júbilo.

El gobernador Allende usa de la palabra desde el palco oficial montado en la vere-

da de la Municipalidad. Además del presidente Frondizi se observan el intendente

municipal Miguel Muratore; el arzobispo de La Plata, monseñor Antonio Plaza; el

padre Domingo Guida, quien había sido cura párroco en esta ciudad, entre otros.

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El día que el hombre pisó la luna

El 20 de Julio de 1969, tresastronautas estadounidenses -Neil A. Armstrong, Edwin E.Aldrin, y Michael Collins- tripula-ron el histórico vuelo en el queArmstrong y Aldrin pisaron laLuna. El primero en pisar la luna

«VINIMOS EN PAZ EN NOMBRE DE LA HUMANIDAD»

talaron equipos científicos, colocaronuna placa “Vinimos en paz en nombrede la humanidad”.Para muchos se tra-ta del hecho más importante de la hu-manidad en el Siglo XX; pues, ademásfue el paso inicial que le abrió la menteal hombre de que era posible salir dela Tierra y explorar otros mundos.«EL 9 DE JULIO» (en su edición del21 de junio de 1969), también lo reflejóen sus páginas.

fue Neil Armstrong, luego Edwin Aldrinse unió a éste y caminando despaciopor la polvorienta superficie, plantaronla bandera de los Estados Unidos, ins-

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Los golpes de Estado en la ArgentinaHECHOS DEL SIGLO XX

A lo largo de sus cien años de vida,el Diario EL 9 DE JULIO, presenció lossucesivos cambios en los contextospolíticos, desde la presidencia deJosé Figueroa Alcorta hasta la actuali-dad. También, en 1930, cuando fuequebrado el orden constitucional conel primer golpe de Estado, debiótransmitir la triste noticia.Desde entonces, quedaron reflejadasen las primeras planas las interrupcio-nes, tan frecuentes, al sistema demo-crático, hasta el terrible día de marzode 1976, en que se inició el procesomilitar.

REPRODUCCIONES DEL DIARIO ORIGINAL

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Por Dora Giannoni (*) Regreso 60 años en el tiempo y veo sobre lamesa del hogar paterno o en las casas deabuelos, tíos o vecinos, junto a algún diariocapitalino ( La Nación, La Prensa, La Van-guardia…) el logo de El 9 de Julio que apor-taba las novedades de la ciudad: los cum-pleaños, los fallecidos, los casamientos, comen-tarios políticos, económicos, deportivos…A miabuela le interesaba particularmente la políticay leía minuciosamente los diarios que despuéscomentaba profusamente con los vecinos o encasa, preocupada por el tema de la guerra oposguerra, el nacimiento de los nuevos im-perios que se dividían el mundo). El día enque falleció había caído Allende por el golpede Pinochet y nos preguntó qué pasaba enChile. Particularmente nos interesaban las noti-cias relativas a anuncios o comentariossobre la actuación de la orquesta Fénixen la ciudad o alrededores, dondeactuaban nuestros padres ( todavía guar-do recortes de aquella época…) Para nosotras, el diario como la radio (escuchábamos todas las emisoras nacio-nales existentes en la época y hasta lasextranjeras por onda corta), significabanun mundo de misterio: cómo se hacía,quiénes trabajaban, cómo se imprimía, dequé manera podía llegar a nuestras ma-nos, en qué consistía la tarea de locutoreso de gráficos…Muchos años despuéspude conocer emocionada el trabajo deimprenta de la mano de Ismael Colombo,

que fue junto a su padre Don Francisco, elprimer editor de Don Segundo Sombra, yque conocía personalmente a Neruda,García Lorca y muchos otros autores. Des-de ese momento empecé a pensar y sen-tir que entre los oficios más nobles esta-ban los del panadero y los del gráfico por-que con sus manos manchadas de harinao de tinta nos daban a comer el alimentopara el alma o para el cuerpo, nutriéndo-los…( en caso de ser buenos….porque sino, envenenarían como es bastante frecuen-te hoy con la comida chatarra o el periodis-mo que enferma y deforma, en vez de contri-buir a la libertad y al espíritu crítico, al serdependientes de los poderes económicos. Fue pasando el tiempo. El 9 de Julio es-tuvo más cerca de nosotros con noticiasrelativas al colegio, a nuestras reunionesde adolescentes y jóvenes y nos encanta-ba ver nuestro nombre en letra de molde. No recuerdo cuándo fue el momento enque me acerqué personalmente a la casadel diario; tal vez haya sido de la mano demi tía Lita Ferrari que cada vez que llega-ba a 9 de Julio iba a saludar a sus amigos( siempre el diario registró su llegada) yllevar novedades de su actividad en radios,conciertos, actuaciones…. en la Capital. Un poco más grande, empecé a ir sola allevar algún artículo o noticias de aconte-cimientos familiares, culturales, gremiales,eclesiales, en los que participaba. Y es eneste momento que viene con fuerza, el

mostrador, donde nos apoyábamos, elsonido de los pasos sobre la madera de laescalera que subía y que chirriaba junto algolpeteo de las máquinas picoteando le-tras, con el ritmo balanceado de lasimpresoras, ese olor tan particular a tintafresca y papel nuevo, y la sonrisa amablede Don Antonio que nunca se negó a pu-blicar nada de lo que lleváramos aunqueno coincidiera con su forma de pensar.Recuerdo también a los canillitas prepa-rados para el reparto del diario al atarde-cer, sentados en el umbral, las bicicletas,ese lugar que parecía algo oscuro o pocoiluminado pero daba luz al pueblo mante-niéndolo informado. También me acuerdo de la amabilidad yel buen trato de todos los empleados quenos atendían . Y no puedo dejar de mencio-nar al querido amigo Pichón Irigoitía al queveía frecuentemente en el diario y con quienmantenía discusiones político teológicas. Por las páginas de El 9 de Julio pasaronlas palabras de papá que generalmenteescribía con seudónimo, reflexionandosobre la vida, de los sacerdotes IgnacioRibas o Pedro Campás, de la parroquiade Fátima en meditaciones espirituales,de Jorge Grassi en sesudos análisis políti-cos o comentando los estrenos del TIN, detantos amigos, familiares, conocidos o artis-tas que visitaron nuestra ciudad. Hoy escriben allí de vez en cuando, MiguelLongarini, Alberto Minotti, los escritoresnuevejulienses, mi hermana, exalumnos,todos allegados a mis afectos. Y si se da la

ocasión también aporto mi palabra en el afánde comunicarme, o sea que el diario y yoseguimos andando en este esfuerzo por llegara todos los convecinos y mantenernos conecta-dos a pesar del tiempo o la distancia. Es de destacar la tarea que realiza el equipode gente que se dedica al estudio e investi-gación y van trayendo a nuestra memoriaparte de la historia de la ciudad, la vida y obrade tantos nuevejulienses pioneros y compro-metidos como fueron los fundadores del dia-rio, y donde se recordó a mi padre, al tíoRicher, a don José Tapia… En síntesis, por el 9 de Julio pasó y pasatoda la historia de la patria chica uniendo envenas de tinta dolores y alegrías, sorpresas,denuncias, críticas, novedades, enseñanza,opiniones de visitantes…cronicando el día adía comunitario, la vida colectiva. Un pueblo no puede existir sin su periodis-mo y sus periodistas ni el diario podrían vivirsin el pueblo que le provee su material. El tiempo fue pasando, cambiaron las cos-tumbres y los recursos son totalmente distin-tos como el ambiente físico donde nace eldiario, moderno y luminoso. Hoy saludo, agradezco y felicito a las here-deras de esta noble tarea, las amigas Estelay Ana María, y a todos los colaboradores, al-gunos viejos conocidos y otros nuevos,talentosos todos que me reciben cada vezque los visito, con el mismo cariño, que evo-ca aquellos años primeros . El 9 de Julio es esencial a la vida de Nuevede Julio y juntos (aunque la ciudad sea unpoco mayor) han llegado a estos100 años yun siglo no es poco.(*) Escritora nuevejuliense, profesora deletras, frecuente colaboradora de El 9 deJulio.

Un siglo no es poco

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El retorno de Perón17 DE NOVIEMBRE DE 1972

Un hecho que, sin dudas,está marcado a fuego en lareciente historia del país, esel retorno del general Peróna la Argentina, luego de die-cisiete años de exilio. Fuea las 11:20 horas de unamañana lluviosa del 17 denoviembre de 1972.Si bien, el líder del justicia-lismo permaneció en el

país poco másde un mes, alcabo del cualvisitó el Para-guay y luegoregresó a Ma-drid, preparó elregreso defini-tivo que habríade concretarseal año siguien-te.

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Un edificio anhelado

REPRODUCCION DEL DIARIO ORIGINAL (28 DE SEPTIEMBRE DE 1973)

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Las secciones fijas del Diario

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Argentina, campeón de la copa mundial de fútbol25 DE JUNIO DE 1978

La XI Copa Mundial de Fútbol se desa-rrolló en Argentina, entre el 1 y el 25 dejunio de 1978. La Copa del Mundo volvía

así a Sudamérica por primera vez des-de 1962.El torneo fue disputado en 6 estadios,

repartidos en las ciudades de BuenosAires, Rosario, Mar del Plata, Córdoba yMendoza.

El 25 de junio de 1978, en un partidodisputado contra Holanda, la Argentina seconsagra campeón del mundo.

Selección Argentina Campeona 1978

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El hundimiento del Crucero «General Belgrano»GUERRA DE MALVINAS: MUERE EL SOLDADO NUEVEJULIENSE NEST OR FRANCISQUEZ

El 2 de mayo de 1982, elCrucero «General Belgra-no» de la Armada Argenti-na, navegaba a 35 millas alsur de la zona de exclusióndeterminada unilateralmentepor Gran Bretaña alrededorde las Islas Malvinas. Esedía, a las 16.01 un torpedohizo impacto en su casco yun segundo torpedo arrancóprácticamente 15 metros de suproa. Inmediatamente comen-zó su inclinación hacia babor,cesó su fuerza motriz y seapagaron sus luces.En hundimiento definitivo seprodujo a las 17 horas y,según refirieron las crónicas,casi un día después las uni-dades de rescate encontra-ron las balsas salvavidas.De los náufragos 770 salva-ron su vida mientras que 323tripulantes perecieron.El lugar de hundimiento del

Crucero ARA General Belgrado fue de-

del “General Belgrano”. Además,se encontraban en el buque, pu-

ba de guerra. El soldado conscriptoNéstor Luján Francisquez, oriundo de 9de Julio, fue uno de aquellos muertos

diendo salvar su vida, los conscriptosnuevejulienses Eduardo Salgado yEdgardo Gastambide, todos quienes seconviertieron en héroes nacionales.

clarado por el Congreso Nacional en2001 como lugar histórico nacional y tum-

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Por Luis Ventimiglia. (*)Desde pequeño siempre me gustó trabajar,como así también de pequeño los canillitasme llamaron la atención. Quizás, estas doscausas fueron las que me llevaron a trabajardesde los 9 años en diferentes cosas, apro-vechando siempre el tiempo libre quequedaba después de la escuela o en las va-caciones de verano. Trabajos tuve varios:vendedor de helados, ayudante en la zapa-tería de Utello, ayudante en un taller mecáni-co, etc, pero el trabajo de canillita fue algoespecial. Mi primer intento fue a los 9 añosen el diario “El Orden”, en esa época estabaen la calle Robio entre Cavallari y La Rioja.Un día apareció un aviso, el cual decía quenecesitaban repartidores de diarios, allí es-taba mi oportunidad y para hallá fui. Era unreparto grande, 160 diarios de clientes distri-buidos en una gran zona de la ciudad, al-guien me acompañó durante dos días, indi-cándome en qué casa debía dejar el diario yde esa manera al tercer día salí solo, el re-sultado: un fracaso total, más de 50 diariosesa noche no llegaron a destino y posible-mente algún otro, que yo creí que seria leídopor su suscriptor, llegó a algún lugar equivo-cado. Fue tal mi desazón y mi vergüenza queno quise ir más, me vinieron a buscar, peroposiblemente mi vergüenza se impuso porsobre mi voluntad y por nada del mundo qui-se volver. Pese al fracaso sabía que algúndía lo intentaría nuevamente, por esas épo-cas mi conclusión fue: que aún no estabalos suficientemente capacitado para hacerese trabajo. El tiempo pasó y cuando tenía12 años, veo un aviso, ahora en el diario “El9 de Julio”, solicitando repartidores de dia-rios, ni lerdo ni perezoso para allí fui y ahoracon más edad y con quizás poca, pero expe-riencia al fin, la cosa iba a ser diferente y dehecho lo fue.Corría en esa época el año 1966, el Diario“El 9 de Julio” estaba ubicado en la AvdaVedia 774, donde hoy funciona el ANSES,era su Director el Sr. Antonio Aita, secundadopor un grupo importante de gente, quizás hoyno recuerde a todos, pero al menos de algu-no de ellos tengo viva en mi retina sus figurasy las tareas que cada uno hacia, como porejemplo Reca Aita, Luis Carasai, AlbertoGarcia, Juan Carlos Barbieri, Denda, etc, etc.Comencé también con un reparto de diariosde 125 ejemplares, luego con el tiempo sesumo otro más de 170 diarios, así que dia-riamente repartía cerca de 300 ejemplares,ahora ya nadie se quedaba sin diario, dán-dome el tiempo quizás la razón, acerca deaquel fracaso inicial. En los años siguientesfui haciendo algunas otras cosas, como lle-var los diarios que iban para todo el corredorpampeano. Diariamente debían estar en laEstación del ferrocarril Sarmiento, antes quepase el tren de las 23 horas que los llevaría asu destino.En la última etapa de mi trabajo, el direc-tor me daba artículos, a los cuales yo leshacía algunos aportes, nada importante ensu esencia, pero cuán importante me ha-cia sentir el máximo responsable del dia-rio, con esa actitud suya.Mi trabajo se prolongó hasta el último díaque estuve en 9 de julio, antes de partirpara La Plata, a estudiar Agronomía, exac-

RECORDANDO UNA BUENA EPOCA

tamente trabaje hasta el 5 de enero delaño 1972. Para hablar de todo lo que hici-mos en ese tiempo, travesuras de chicos yotras cosas, seguramente que necesitaríaunas cuantas hojas para contarlas, peroquizás lo dejemos para otro momento, so-lamente haré algunos comentarios de al-gunas cosas que cubren diferentes aspec-tos, algunos risueños otros quizás no tan-to.

Cómo se hacia el repartoPara poder hacer el reparto primero habíaque hacerse de los diarios y para eso seiba haciendo todos los días una lista porel orden en que cada uno llegaba al mis-mo, de esta manera, aquellos que tenía-mos dos repartos teníamos indefectible-mente que estar bien temprano, para deesa manera salir entre los primero, hacerel primer reparto para luego volver a pasarpor el diario y hacer el segundo reparto, desalir todo bien, para las 23 – 24 horas todoestaría terminado, caso contrario, el repar-to se terminaba en las primeras horas delotro día. Imagínense a unos 15 purretesesperando por el diario, cuando por algúndesperfecto mecánicos o algún otro fac-tor trababa la salida, en verdad no se cómonos aguantaban. Cuando salía había queintercalarlo, es decir armarlo y doblarlo porla mitad, recuerdo en esa tarea las manosexpertas de Cacho Barbieri, quien con granvelocidad hacia esa tarea y de esta mane-ra uno a uno los repartidores iban salien-do a hacer lo suyo.

Algunas travesuras de la épocaComo decía anteriormente cuando nosjuntábamos 10 – 12 – 15 chicos (Portel,García, Castillo, Petracaro, Ferreira, etc),siempre algo se hacía para matar el tiem-po. Algunas veces armábamos algún pi-cado de fútbol sobre la vereda del diario yla contigua al mismo que no vivía nadie yde esa manera nadie se molestaba, o esocreíamos nosotros. Otras, se armabancarreras de bicicletas y en otras se hacíancosas de chicos, como por ejemplo atarun hilo negro al llamador de alguna puerta(llamador de manecilla que avisa por elruido que producen dos fieros al chocar-se), de algún vecino y accionar ese hilodesde una distancia prudencial para noser visualizado, imaginen las veces que elpobre vecino salía a atender. Algunas otrasveces se pegaban con cemento algunamoneda al suelo en un sitio bien visible,un montón de gente se agachaba a reco-gerla, claro que la posibilidad de quedar-se con ellas eran muy pocas, aunque enalguna oportunidad, alguno se las ingeniópara hacerse de las monedas. Bueno tra-vesuras de ese tipo eran una constante deesa época, eran otros tiempos, la TV, noera por cable como ahora, se veía sola-mente cuando el tiempo quería y esto ocu-rría 2 o 3 veces al mes, por supuesto enblanco y negro y solamente en algunaspocas casas que contaban con el televi-sor. No había Internet, la radio portátil, laSpica, la Nobles Carina, o las armadas porlos fabricantes locales, aunque estas eransiempre más grandes y más difícil de ser

Algunas vivencias de mi paso por «El 9 de Julio»

transportadas, eran también estos pasa-tiempos diarios.

El punto de encuentroEl punto de encuentro como ya lo comenta-

mos era la puerta del diario, pero tambiénhabía un lugar cercano al mismo, que serbiade lugar de encuentro, el Kiosco de la fami-lia Alvarez, que era de madera y estaba sobrela vereda de la Avda. Vedia próximo a la calle

Luis Ventimiglia

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Rioja. Allí, los que fumaban podían conse-guir algún cigarrillo suelto, también algu-na golosina o simplemente mirar algunarevista de “ojo”.

Algunas extrasPor esa época las carreras de autos eran enruta abierta, siendo como lo es en la actuali-dad el turismo de carretera la categoría másimportante. Una extra que algunos teníamosera la de hacer la lista de largada de los au-tos que participaban (el número del auto y elpiloto, marca de motor, lugar de proceden-cia, etc), en eso andábamos dos o tres, quie-nes el viernes antes de cada carrera, una vezterminado todo el trabajo en el diario, co-menzábamos con esa tarea. En realidadhacíamos sin querer un diario en chiquito,solo tenía una sola hoja, pero el procesos deelaboración era el mismo, comenzando conobtener la información, luego en la vieja li-notipo hacer los moldes de plomo y luegocomenzar a ensamblarlos de a uno hastaconformar la hoja, posteriormente en unavieja máquina impresora llamada Minerva,la cual, era a tracción a sangre, y requería deextrema concentración para su operación,dado que para tal fin se requería de las dosmanos y de los dos pies, caso contrario al-guna mano podría ser aplastada por los ro-dillos o aprisionada entre los moldes de plo-mo y la plancha de hierro que comprimía ala hoja sobre ellos. Mediante un pedal, elcual accionándolo en forma continúan mo-vía los rodillos que pasaban por un lugar don-de se entintaban y posteriormente por losmoldes de plomo, comprimiéndolos luegoa estos sobre las hojas que de a una se ibancolocando y retirando respectivamente, asíde esta manera las mismas quedabanimpresas. Estas eran entregadas a losvendedores que se trasladaban a cadauna de las ciudades donde corría el tu-rismo de carretera, normalmente esetrabajo lo terminábamos en las prime-ras horas del sábado.

De vacaciones a Mar del Plata,pero sin plata:

Corría el año 69 se venía el verano del 70 y aalguno de nosotros se nos ocurrió que tenía-mos que ir de vacaciones a algún lado, en

principio hubo, como es habitual, un grupogrande de gente interesada en el tema, lue-go fueron dejando el “barco” unos cuantos,hasta que quedamos 3, el Vasco García, elTati Barbieri y yo. El tema era como iríamos,ninguno tenía dinero suficiente para tal aven-tura, ir de mochilero… (cosa común por esaépoca), los tiempos no daban, sobre todopara aquellos como el que escribe, tenía quevolver a la escuela antes del comienzo delnuevo año escolar a dar alguna materia pen-dientes. El viaje estaba en la mente de cadauno de nosotros y no íbamos a claudicar tanfácilmente. Por esos años en la calle Riojapróximo a la Avda Vedia había una casa decréditos y sí, alguien dijo, por qué no pregun-tamos si podemos sacar un crédito para via-jar. Así fue nomás, fuimos a preguntar y lacuestión fue que nos armaron un viaje a Mardel Plata, mediante un crédito el cual cubríael viaje, alojamiento, desayuno, almuerzo ycena, quizás esto parezca algo simple porestos días, pero les recuerdo que en esaépoca esto era toda una innovación, algosumamente raro y más para pibes de 15 –16 años, como los que teníamos nosotros.Solamente había un problema, éramos me-nores y no podíamos sacar el crédito, al-guien se tenia, por otro lado, que hacer res-ponsable y salir de garantía, y ahora ….Anto-nio, sí Antonio Aita era la solución, así fue,que haciendo coraje, los 3 nos presenta-mos a Don Antonio y le comentamos elproyecto, Antonio con su voz pausada y tran-quila nos hizo algunas preguntas y al otrodía había ido a firmar todos los papeles,un verdadero genio y un Dios para noso-tros, así se concreto el viaje, de este novamos a hablar, quizás exista otra oportu-nidad para hacerlo, pero les cuento quetodo salio muy bien, como también salioperfecto el pago mes a mes de nuestrocrédito, el cual fue cancelado tal lo conve-nido, cosa que también nos hizo sentir or-gullo de nosotros mismos, cuando paga-mos la última cuota y fuimos los 3 nueva-mente a comentarle a Don Antonio quehabíamos terminado de pagar nuestro via-je, creo que internamente, Antonio se sin-tió más orgulloso que nosotros por tal acon-tecimiento, cosas pequeñas de la vida, quemarcan caminos y valores.

El recuerdo de un grande de verdad:Don Antonio Aita

Siempre voy a recordar a ese hombre pe-queño de contextura, pero muy grande enotros aspectos, como los principios, la bon-dad, el cariño. De hablar pausado y en tonobajo, siempre tenía alguna palabra y siempreestaba dispuesto a ayudar a aquel que lo nece-sitaba. Normalmente no era de enojarse, perocuando en alguna oportunidad colmábamossu paciencia y veíamos que bajaba de su lugarde trabajo (primer piso), no quedaba nadie, nisiquiera en los alrededores del diario, no por-que fuese a ponerse bravo, yo creo que lo ha-cíamos más por el respeto que le teníamos,que por el reto que nos podía dar.Con el tuve la suerte de tener muchas char-las, en su primer piso, cuando yo llegaba aesperar el diario, muchas veces si el teníatiempo subía y charlábamos de diferentestemas, era agradable poder conversar conél. Fue una persona con muchas virtudes,pero yo rescato solamente alguna de ellas:era una persona que dejaba hacer, siemprey cuando uno presentaba alguna idea lógi-ca, el nunca ponía reparos y lo impulsaba ylo alentaba a ir para adelante. Fue una per-sona servicial, no voy a hablar de las comi-

siones en las cuales participo, solo recuer-do la ayuda en el viaje que comenté anterior-mente. Se preocupaba siempre de la genteque trabajaba en el diario, desde aquel quetenía algún familiar enfermo o aquel otro queno llegaba a fin de mes y el otro que..etc, etc,todos recurríamos a Don Antonio y el siempretenía una respuesta, que más que unarespuesta, que es seguro todos siempre tene-mos, el además de la respuesta aportaba lasolución, cosa que no todos siempre tenemos.Han pasado muchos años de mi paso por elDiario “El 9 de Julio”, pero en mi memoria haquedado guardada esa época como una épo-ca muy linda de mi vida, a tal punto que si latuviese que vivir nuevamente la viviría de la mis-ma manera, no le agregaría ni le sacaría nada.Queridos amigos del Diario “El 9 de Julio” enesta centuria de vida mis mejores augurios decara al futuro, para que sean muchas más, in-formando a nuestra querida comunidad diaria-mente. Con el cariño que siempre le depare y ledepararé, para todos los que hicieron y hacen“el diario que aquí todo el mundo lee” y que“todo el mundo quiere”.-Afectuosamente(*) Ing.Agrónomo Jefe del INTA 9 de Ju-lio - Canillita a fines de los años ‘60.

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Desde las localidades: En 1987, French de fiesta

Reproducción en fragmentode la edición del 1º de diciem-bre de 1987.

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Una larga trayectoriadonde fuerza e idealismocon la luz del periodismoha alumbrado nuestra historia,hoy, ya cubierto de gloriapor los años transcurridos,sos el amigo querido,de la tarde el contertulio,sos siempre «El 9 de Julio»

en el hogar bienvenido

En Tí, llega informacióny el comentario certero,como marcando el senderodel progreso en la región,siempre con la convicciónque te impusiste al nacerhacer al pueblo sabercual es el itinerario,y hoy llegas al centenariosiempre en el mismo quehacer

Hubo muchos directoreshubo muchos periodistasmas no perdiste de vistalos sueños de tus albores,e imitando a sus mayorescon una pluma encendidate ha dedicado su vidaalguien que aún hoy gravita,el gran Don Antonio Aitaa quien aquí nadie olvida

Por eso Diario queridopor mil motivos diversosla simpleza de mis versosun recuerdo te ha traído,hoy Cien Años has cumplidoy tras un largo camino piensoanalizo y opino,que es ejemplar tu tareay que la luz de tu ideaes la fuerza del destino

Fuerza que no ha de menguarporque siempre has demostradoque nadie te ha amordazadoni hizo tu rumbo cambiar,la libertad de pensartiene la fuerza del vientoy esa libertad es sustentode los sueños... de la idea.es banderín que flameasin ningún sometimiento

Por esto, y por mucho más,por lo que aún tienes que dareste día has de celebrar,y echando la vista atrásen tu inicio encontrarástoda esa fuerza que antañoante propios y ante extrañoscon pasión Tú demostraste,QUE POR SER LIBRE LLEGASTECON ORGULLO A LOS 100 AÑOS.

¡LEGUIZAMO SOLO!

El día que el gran jockeyvisitó 9 de Julio

Irineo Leguizamo fue, sindudas, un ídolo argentino.Notable jockey, fue ovacio-nado por multitudes; aque-llas mismas que en los hi-pódromos solían vitorear-lo con el legendario grito:¡Leguizamo solo...!.En septiembre de 1961, ya

dueño de una grandio-sa popularidad, el joc-key visitó la ciudad de9 de Julio. Una nota deprensa, publicada enEL 9 DE JULIO del 22de septiembre, dacuenta del aconteci-miento.

Leguizamo junto a sugran amigo Gardel.

En 1961 visitó 9 de Julio

A tus 100 años

Raúl M. Menéndez - Mayo de 2009Raúl M. Menéndez - Mayo de 2009

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Por debajo de la puerta y por encima del almanaquePor Guillermo Blanco.(*)Cuando el sol resigna su hegemonía coti-diana y se deja caer, rojizo y claudicante,más allá de French y La Niña, por debajode la puerta aparecen un manojo de noti-cias candentes envueltas en papel. Es El9 de Julio con su aroma a tinta fresca. Eldiario que aquí todo el mundo lee... Y hace,habría que agregar como para acercarloaún más a un estilo tan propio como dife-renciado. Demasiado democrático encuanto a la facilidad con que hasta nohace mucho solían publicarse sin elabo-ración materiales llegados desde cual-quier sector de la comunidad. Esto al lec-tor circunstancial podía hacerlo trastabillarpero al fiel, ese que cada día lo aguardabaexpectante, no lo inmutaba, porque eracómplice y aliado de esta manera suigeneris de hacer periodismo.

Y, aunque ahora esa característica hayamenguado, cuántas veces se habrá incluídouna noticia en la que se podía leer “porquenosotros, desde nuestro partido, vamos abrindar al convecino todo lo necesario (....) Ybla bla bla...”, sin firma al pie, como unaespecie de blog adelantado a los tiemposque podría considerarse pagano visto des-de la religiosidad técnica del periodismopuritano, pero que mirado desde el formato

tradicional de la convivencia pueblerina nodejaba de significar una grata manera deinclusión general como aporte alesperanzador rito de ejercer la lectura.

Hoy, más adecuado a los tiempos, másordenado en su forma pero con idénticamimetización con la gente del pueblo, tran-sita firme y sin claudicaciones con los po-deres, con la seguridad que le da el com-prender la función que le toca en el repar-to de la responsabilidad ciudadana. Y aque-llo de la amplitud periodística tuvo tantosejemplos, como el ocurrido en 1995 cuan-do tantas notas nacidas de un taller de ini-ciación periodística fueron incluidas en suspáginas, algo que desde ya sus autoresrecuerdan y agradecen.

Esto no pretende ser una nota periodísti-ca, al menos convencional. Es una excu-sa sentida para abarcar con los brazosatenazados el aire incomparable del sue-lo natal y compartir algunos recuerdos yreflexiones con este amigo centenario conel que tantas veces habremos compartidoencuentros en soledad, el que nos infor-mó tanto estando lejos de casa cada vezque la pila mensual de diarios llegaba anuestras manos enviada por mamá, y porun buen rato las alegrías y las tristezas, consus nacimientos y muertes, quedaban

anudadas en la garganta yen las mejillas. Sin saberlo,en silencio y con la trascen-dencia de las cosas profun-das, este diario fue penetran-do en la piel y en el alma po-pular de este conglomeradohumano del oeste bonaeren-se constituido con los ci-mientos de la inmigración ycon todas las virtudes y mi-serias que supimos aportar.

Por algo don Antonio Aíta fueconsiderado un visionario entiempos en que la cultura po-pular no era manoseada porcualquiera. De pequeño, porlos ’60, poco después de queen el ’56 esas páginas se hi-cieran diario para siempre,uno solía escuchar de cos-tado algunas charlas con sugran amigo Juan Tisera, osaber de su sapiencia a tra-vés de la voz del tío Jesús,ese Blanco a quien una de-cisión lamentable impidió –

Nazarenas, todo en el plano personal.,como para corroborar aquello de que esel diario que todo el mundo lee. Y hace.

Y por qué no hojear en el CPU de la me-moria aquellas hazañas de José FroilánGonzález en la Limitada roja 32 de Bonello,o el TC tocedor de “Chucho” Fage, la ex-quisitez de Julio Faustino y su Chivo, laBlanquita de Raúl Gougy, las proezasinigualables de Yoyo Maldonado, la deporti-vidad de Cingolani y el drama vestido demuerte con el accidente fatal de GuillermoCastellanos en Comodoro, que significó eladiós a los acompañantes; y la labor del co-nocido Dante Spinacci. Esto y tanto más,como un inmenso disco rígido donde alojarnuestra historia.

Y aquel recuadro del ’68 en el que los

por el momento- que se colocara unaplaqueta sentida en agradecimiento poruna de las tantas obras que dejó plasma-das en vida. Como si un pedazo de chapapudiera ocultar la realidad. (Conste en ac-tas, para quien lea esto dentro de cienaños...).

Cada uno tendrá algo distinto que decir alreferirse al centenario de El 9 de Julio,para aportar al todo en este inmenso vol-cán de la memoria que se agranda desdesu boca para incluir todo el fuego del re-cuerdo. Tizón tras tizón. Noticia tras noti-cia. Como estos recortes ya color ocre quecontienen una tabla de goleadores dequinta división del San Martín de los años‘60, y algún título de campeón de 4ta. o de3ra., gestas anónimas del básquet vera-niego o alguna guitarreada en Las

Guillermo Blanco

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alumnos del bachillerato estatal dejába-mos constancia de una donación paraconstruir el nuevo edificio de la escuelaen la manzana del viejo El Fortín, tras pos-tergar la ilusión de un viaje de estudios...Yaquel vuelco de Pascualito Gougy en laclasificación de una carrera de TC, y aque-lla visita del Presidente Arturo Frondizi a 9de Julio en el ‘59, y en Sociales cada naci-miento, cumpleaños, viaje parcial o defi-nitivo de cualquier convecino, y cada re-flexión del padre Mullins desde un costa-do oscuro de Nueva York. Y cada verso deaquel payador de payadores llamado JuanP. Carrizo... Todo ha sido leído en las pági-nas de este vespertino que hasta tuvo laosadía de tomarse dos francos semana-les y de cerrar por vacaciones.

Yupanqui no tenía un año cuando el dia-rio se manchó por primera vez con la tintanoble de una linotipo y con sus letras deplomo fue construyendo palabras que sehicieron noticias y que hoy son fuente fun-damental para enhebrar la historia. No escasual la ”comparancia” con Atahualpa,ese Héctor Chavero que se hizo árbol paraservir de sombra a los cansados del cami-no. El diario también ha sabido aportar esoy mucho más, generación tras generacióny, en ciudades como las nuestras, paratransformarse en rama fundamental y a ve-ces única de lectura, hoy comandado pordos laboriosos gajos de la genealogía Aíta-Manfredi que merecerían más atención con-vecina para solidificar el producto.

Nació como pudo cuando en el mundo eldiú se transformaba en un dique de con-tención para la natalidad, y el plástico y elacero eran como un canto al progreso dela humanidad, la sífilis se tornaba peligro-sa de vencer, mientras en ese mayo del1909 el coronel Ramón Falcon era acu-sado de matar ocho de obreros que pro-testaban en la plaza Lorea de Buenos Ai-res. En Estados Unidos recibían con agra-do la visita de Sigmund Freud dando ingre-so del sicoanálisis al Continente y el balletruso asombraba en París con un “Maradona”del momento llamado Nijinsky. Y, hablandode Diego, mucho después, por los ’80, in-cluyó en sus páginas la competencia dechicos locales con los del club Social Par-que en el que jugaban sus hermanos Raúl yHugo, y con sus padres y dos de sus herma-nas en las tribunas de Atlético.

La generación del ’80 ya había cerrado suspuertas y el radicalismo trataba de ponerpaños fríos a la voracidad patronal vestidade conservadurismo con ese eterno brazoarmado militar al que ya no pueden recurrircomo antaño. Las luchas de la Patagoniamostraban una clase media imposible demerecer más que críticas por su anuenciacon el poder. Y este humilde diario yaflameaba por aquellos tiempos aunque coninterrupciones, superando primero la déca-da infame con su prepotencia, lasantinomias nefastas entre peronismo yantiperonismo más tarde, y rebuscándoselaspara continuar informando a su manera en-

tre sacudones militares cada vez más atro-ces o entre conducciones nacionales débi-les unas, entreguistas otras. Todas vestidascon un atuendo democrático al que aún lefaltan ruedos en la base de los pantalones yun par de argumentos más sólidos para con-tinuar avanzando hacia la inclusión de loseternos postergados del mapa.

Por todos los pozos del camino ha pasadoeste vespertino, locomotora viviente que supogambetear males políticos y económicos,penitencias publicitarias y tantas otras debi-lidades de los poderes de turno, monos connavaja de la democracia que jamás enten-derán esto del periodismo independiente.Cada época quedó reflejada en esas pági-nas que solían lucir, recién expulsadas delas planas primero, rotativas y laser después,en la vitrina de Vedia casi La Rioja con sudiseño precario aunque su contenido profun-do; con su redacción a veces bamboleantepero su información tan necesaria como aquelpan y aquellas pizzas que brotaban los viernes alatardecer del horno de Pacheco. Y dos cuadrasde allí, la esquina de Vedia y Sarmiento se mues-tra de fiesta por el centenario de ese vecino queya dejó de ser nuevo.

Qué sería de los atardeceres fríos sin elcalor noticioso de El 9 de Julio llegado anuestras manos por el cálido grito del canillitao por la grata caminata hasta el quiosco don-de este querido tabloide estará esperandocomo un perro fiel junto al El Tiempo ma-ñanero y a otros medios que también quedan

expuestos y los que acaso sin saberlo recibenun juzgamiento cotidiano y silencioso. Como lorecibió y recibió la absolución El Orden que tuvoa un periodista de raza como Julio Guerriere ydonde quien esto escribe gracias a él intentó lasprimeras gambetas periodísticas.

Qué sería de nosotros sin esos Personajesque parecen volar por los vientos en las alasdel diario para colarse en cada hogar y sen-tarse a la mesa familiar, o las Historias luga-reñas del querido Henry Aznar o los aportesprecisos de Héctor Iaconis; la silenciosa plu-ma de Martín Zabala, heredero de tantosotros que lo precedieron. Y la esperanza porel nuevo niño nacido esta mañana, el adiósa cada uno de nuestros muertos; bautismosy comuniones; casamientos y aniversarios.Y cambios de comisario y robos y hurtos enPoliciales. Y campeones en Deportes. Y tan-ta buena música en Espectáculos, como sereflejó aquella jornada memorable en la uru-guaya San José de Mayo cuando Jorge Al-berto Soccodato representó tan bien a nues-tro suelo en un encuentro rioplatense depayadores. Y los viajes a Europa del jovenWilson. Y la maestría de Raúl Cerdeira. YLos Zorros Grises. Y Callejón. Y aquel con-junto Tradición que escuchábamos orgu-llosos los domingos por la radio que llegabadesde Buenos Aires...Todo esto y muchomás, reflejado en El 9 de Julio, el diario queaquí todo el mundo lee. Y hace.(*) Periodista. Director de Prensa de la

Secretaría de Prensa de La Nación.

Amigo del Diario «El 9 de Julio»

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Costumbres de la sociedad de ayerSuplemento Especial - Página 42Suplemento Especial - Página 42Suplemento Especial - Página 42Suplemento Especial - Página 42Suplemento Especial - Página 42

Las cuatro fotos elegidas reflejan algunasexpresiones de la sociedad nuevejuliensede ayer. Han sido elegidas las más remotas,en cuanto a su alcance temporal, pues conellas se enmarca una singularidad en losmodos y costumbres de vida y, sobre todo,en las relaciones sociales.

FOTO 1: La piedra fundamental: Una práctica quehoy se ha desacostumbrado es la colocación depiedras fundamentales. Ellas se ubicaban en elmarco de un acto, generalmente al comenzar unaobra edilicia, en el lugar donde sería construida lamisma. Aquí la colocación de la piedra fundamen-tal para la construcción de un pabellón en el hospi-tal.

FOTO 2: Las Romerías: Eran especies dequermeses populares, realizadas habitualmenteen los prados Italiano (ubicado en Vedia entre Car-denal Pironio y Tucumán) y el Español (situado enla esquina de Mitre y Levalle). Las registradasaquí fueron realizadas en la Municipalidad en 1918.

FOTO 3: El banquete: La suntuosidad de las re-cepciones y banquetes, realizados en la ciudad,fue variando. Mejor aún, los códigos de la socie-dad fueron cambiando y, salvo excepciones, elsport elegante ha reemplazado a una indumenta-ria sumamente formal. La fotografía registra el ban-quete del 25 de mayo de 1910, en el salón deldesaparecido Bar “San Martín”.

FOTO 4: Una procesión de 1930. En ella se pue-de observar la manera en que se procesionabapor entonces, con una importante cantidad de per-sonas que se desplazaban sobre la vereda de laplaza, como fue costumbre entonces.

FOTO 1

FOTO 3

FOTO 2

FOTO 4

1914

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Desde 1928 cuando la confitería del Hotel“Richmond” se convirtió en el centro de re-uniones del grupo de vecinos que deseabadar forma al proyecto de una usina genera-dora de energía eléctrica propia, el Diario“El 9 de Julio” se puso al servicio de estacausa.La primera comisión Pro-Usina EléctricaPopular, que sentó las bases fundacionalesde la actual Cooperativa Eléctrica y de Servi-cios “Mariano Moreno” de 9 de Julio, se for-mó el 15 de agosto de 1930 y estaba integra-da del siguiente modo: Presidente: Tomás

Cosentino, Vice-Presidente: Ramón N.Poratti,Secretario: Manuel Viegas; Pro-Secretario:Héctor M.Laniz; Tesorero: Esteban Murillo;Pro-Tesorero: Julián Nogales; Vocales: Se-rafín Spinelli, José Gaig, José De Martino,Juan Doménech, Emilio López, SantiagoAmerio, Tomás J.Garbiso y Eugenio Richer.El 25 de julio de 1951 nació imbuida de pro-fundos principios cooperativos la Usina Eléc-trica Popular.El 31 de julio de 1936 salió a la calle el pri-mer número del periódico “La Fe”, publica-ción que tuvo por objeto constituirse en el

vehículo de las ideas que impulsaban la crea-ción de la Usina propia y era recibida conbeneplácito por los vecinos de 9 de Julio. El13 de diciembre de 1940, pocos meses des-pués de constituida la junta “Mariano More-no”, cobró vida la primera agrupación dedamas en defensa de la Usina Eléctrica Po-pular.En marzo de 1943 el Directorio Mixto de laUsina llamó a la licitación para la adquisi-ción de un terreno en el que se instalaría eledificio donde funcionarían los motores ge-neradores de energía. El 21 de noviembrede ese año se realizó el acto de colocaciónde la piedra fundamental.

NACIMIENTODE LA COOPERATIVA

Los accionistas de la UEP SA resolvierontransformar al organismo en una SociedadCooperativa, declarando que todos sus bie-nes pasaban a la nueva entidad cooperati-

va. El 26 de noviembre de 1949 en la sedede la Cámara de Comercio y se constituyóen el nacimiento de la Usina como empresacomunitaria dotada de principios cooperati-vos.El 26 de julio de 1951 fue inaugurada la plantageneradora de energía, de la que fueron ele-gidos padrinos Juana G.de Pettinari (en re-presentación de la esposa del Gobernador),Mafalda Cosentino de San Martín (en repre-sentación de su madre), el Gobernador Mer-cante y Tomás J.Garbiso.No fue el único servicio que acometió estainstitución. La Cooperativa Eléctrica y deServicio no dejó de pensar en el bienestarde sus semejantes y se dispuso a brindar elServicio Solidario de Sepelios, la red de gasnatural, el servicio asisten- cial, las obras depavimen- tación, otorgamientos cre- diticios;y, más recientemente, el servicio de Internet

LA FUNDACION DE LA COOPERATIVA ELECTRICA Y DE SERVICIOS

«El 9 de Julio» acompañólos orígenes del cooperativismo

Edificio actual de la Cooperativa

y telefonía, entre otros.En la actualidad, preside elConsejo de Administraciónde la CEyS Omar Malondra,siendo su Gerente el Li-cenciado Federico Raineri.Como hace setenta y nue-ve años, EL 9 DE JULIO si-gue siendo un decidido de-fensor del sistema coope-rativo, por cuanto él ha sig-nificado en la Historia de 9de Julio y para el progresode esta comunidad.

REPRODUCCION DEL DIARIO ORIGINAL

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Los archivos del Diario «El 9 de Julio» sonuna fuente muy importante para recorrer yconocer los distintos aspectos de la histo-ria de 9 de Julio y los cambios que, en

materia urbana, se fueron dando en la ciudad.Aquí, incertamos un selección de imágen delugares de la ciudad de 9 de Julio que cambia-ron con el correr de los años.

La Avenida Vedia, vista desdeMitre, en los años ’50.

Esquina de Mitre y Libertad en 1952.Observese la garita del policía de tránsito.

La Laguna de Malcorra, donde hoy se encuentra el Parque «General San Mar-tín». Desde las páginas de «El 9 de Julio», el director José María de la Plaza seocupó frecuentemente de las condiciones de salubridad en que se encontrabaese lugar y aplaudió el proyecto de construcción del parque(1929).

Calle Primer Centenario y Libertad, alrededor de 1930. A la derecha de la imágenvéase el edificio que ocupó más tarde la Escuela Normal.

Esquina de Mitre y Libertad en1952. Observese la garita delpolicía de tránsito.

Antiguo edificio del Banco Nación,en la esquina de Vedia y La Rioja.

9 DE JULIO DE AYER

Imágenes de una ciudad que pasó

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HECHOS CURIOSOS EN LA HISTORIA

Fenómenos climáticos en 9 de Julio

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1927 ha sido recordado , entre losnuevejulienses, como el año en que nevópor primera vez. Más tarde, en las décadasde 1970 y de 1990 volveré a nevar, aunquecon menos intensidad, en la planta urbana.Algunas imágenes de la época dan cuentade la magnitud de este fenómeno, del cualEL 9 DE JULIO también fue testigo en suvida centenaria.

LA CENIZAEl 11 de abril de 1932, el volcán “ElDescabeado”, en la Provincia de Mendoza,había erupcionado, lanzando una masa deceniza que se expandió por distintas ciuda-des del país. 9 de Julio no fue incluída por elextraño acontecimiento: Según los datosque los medios de prensa recogieron enton-ces, y en la ciudad, sobre una superficie de576 hectáreas cayó un volumen superior alos 230.000 centímetros cúbicos de ceniza.En el Partido, sobre una superficie de 4161kilómetros cuadrados, tomando como baseuna capa de 3 centímetros extendida sobrela misma, cayeron 124.830.000 metros cú-bicos, cantidad que al peso de 750 kilogra-mos por metro cúbico arrojó un total de93.622.500 toneladas de ceniza.

UN RECUERDOHaydee Elvira Adobato de Rastelli, en “Histo-rias no tan lejanas” recrea atractivamente susrecuerdos de día en que cayó ceniza en 9 deJulio:“Abril 11 de 1932, 7:30 horas de la mañana.Mi abuela y mis padres ya se habían levanta-do y estaban conversando, junto a la tibiezade la cocina de leña, y el aroma del caférecién hecho. Mis hermanos y yo dormía-mos.“Me despertó el sonido del teléfono que lla-

maba insistentemente. Entre sueños, escu-ché la voz de papá que lo atendía. Llamabadon Ambrosio Martínez, director del periódi-co ‘El Orden’, en el que mi padre colabora-ba diariamente, escribiendo temas políticos:“- Emilio, ¿salió al patio?, ¿vio lo que estápasando?, está oscuro aún, y cae algo delcielo que no es nieve, fíjese! – expresó elamigo con gran preocupación.“Mi padre salió al corredor y luego al patio deatrás. Para esto, nosotros, habíamos saltadode la cama y la casa se había alborotado”.“De ahí en más –prosigue más adelante,Haydee Adobato, con su semblana-, ese díafue todo un ir y venir, de un lado al otro, hastaconocer bien lo que estaba pasando. Efecti-vamente, en nuestra cordillera de los Andes,

un volcán había entrado en actividad y gran-des cantidades de ceniza se esparcieronsobre una zona del país.“En 9 de Julio cayó una enorme precipita-ción, aclaró sobre media mañana, y recuer-

suceso de abril de 1932, al que llamó “Lalluvia blanca”: “Siempre recordaremos aquellamañana de abril, en que nos tocó presenciarun fenómeno muy raro. Nos hallábamos enun hotelito de un pueblo próximo al territoriode La Pampa. Aquel día, el aire volvíase cadavez más asfixiante. Nos levantamos y salimosa la calle...”.“A pocos metros de distancia –explicaba elcitado escritor-, apenas nos veíamos uno aotros. La atmósfera estaba completamentecargada de un polvillo fino y blanco que caíadel cielo con la lentitud de la nieve... A medio-día continuaba la oscuridad y fue necesarioiluminar el pueblo con luz eléctrica, como sifuese de noche”. “¡Que débiles y pequeñosnos sentíamos bajo aquella impresionantelluvia blanca, que parecía no terminar nun-ca!”, recordaba Forgione.

INUNDACIONESLas inundaciones de 1914 fueron, para laprimera mitad del siglo XX, uno de los fenó-menos más significativos, particularmentepara el radio urbano. Pero, en la zona rural,las inundaciones de 1974 y, más reciente-mente, las de 2001/2003, dejaron una impre-sión y consecuencias fuertes para la econo-mía del distrito.

Bolsas con ceniza, en la Plaza «General Belgrano».

do el temor de la mayoría, ante lo descono-cido. La ceniza se acumuló en los techos ycanaletas y, debido al peso que ejercía so-bre los mismo se debió proceder de inme-diato a la tarea de limpieza. Un manto blan-co de varios centímetros cubrió el pueblo...“Las clases se suspendieron y cuando entréa la Escuela Nº 1, donde concurría, lo hici-mos por unos tablones que habían coloca-do en la puerta de entrada, pues por muchotiempo la ceniza lo invadió todo. Esta fueembolsada en la mayoría de las casas y guar-dada, pues luego sería utilizada como ele-mento de limpieza en los utensilios del ho-gar”.

UNA LLUVIA BLANCAJosé D. Forgione, en 1936, rememoraba el

Una vista del sector rural inundado.Una vista de la Plaza «General Belgrano» durante la nevada de 1927.

REPRODUCCION DEL DIARIO ORIGINAL

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El retorno de la democracia

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El 11-S: Un día de dolor para la HumanidadLos atentados del 11 de septiembre de 2001(comúnmente denominados como la 9/11en el mundo anglosajón y el 11-S en Españay Latinoamérica), fueron una serie de aten-tados suicidas que implicaron el secuestrode cuatro aviones de pasajeros por parte de19 miembros de una red terrorista.Este acontecimiento fue, en el primer año

EL 11-S

Un día de dolor para la humanidad

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del nuevo milenio, de una magnitud y pro-porciones considerables e inesperadas parael mundo. De hecho, luego del 11de sep-tiembre de 2001, existieron muchosreplanteos respecto de la seguridad de losEstados.El Diario “El 9 de Julio”, en sus páginas, tam-bién recogió las impresiones acerca de estehecho histórico.

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DESDE LAS LOCALIDADES

Aquí 12 de Octubre

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¿Te acordás...?...¡Qué corsos!

Los corsos organizados por el Club de Leo-nes de 9 de Julio marcaron una etapa histó-rica. Así como quedaron en la memoria delas generaciones pasadas los legendariosCarnavales en la avenida Vedia, para los másjóvenes, que hoy ya peinan canas, los cor-

Fotografía tomada, en reproducción facsimilar,del archivo del Diario «El 9 de Julio»-

sos de Club de Leones, especialmente en ladécada de 1980, constituyen todo un clási-co.Estos espectáculos, en toda su magnitud,quedaron impresos en la historia de 9 deJulio y en la memoria de la comunidad.

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El sorteo para el Servicio Militar¿TE ACORDAS DE «LA COLIMBA»?

Casi desde la época de su fundación yhasta el Servicio Militar Obligatorio fuesuprimido, EL 9 DE JULIO publico laslistas de los ciudadanos que debían incor-porase. Al principio, en las ediciones res-pectivas, eran incluidas extensas nóminascon los nombres de cada uno de los jóve-nes, de la clase correspondiente, que de-bía presentarse en la unidad militar. Conel tiempo, esta práctica fue cambiando y,en lugar de las listas con nombres, comen-zaron a ser publicados los cuadros que

contenían los datos referidos a los sorteos.En 1994, el asesinato de un conscripto de18 años, Omar Carrasco, puso en tela dejuicio al Servicio Militar. Ello motivó a que,el 31 de agosto de 1994, durante el go-bierno del presidente Menem, fuesustendida la ley de obligatoriedad.Con sus recursos gratos y amargos, la“Colimba» (palabra que estaba formadapor un anagrama en alusión de tres activi-dades frecuentes en los conscriptos co-rrer, limpiar y barrer) forma parte de la his-

toria de vida de mi-llones de argenti-nos.Las notas que re-producimos en fac-símile refieren al úl-timo sorteo, de ma-yo de 1994. allí pue-de verse un frag-mento del cuadrocon el resultado delsorteo.

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REPRODUCCION DEL DIARIO ORIGINAL

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DESDE LAS LOCALIDADES

Aquí Dennehy

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REPRODUCCION DEL DIARIO ORIGINAL (25 DE JUNIO DE 2007)

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DESDE LAS LOCALIDADES

Aquí Patricios

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REPRODUCCION DEL DIARIO ORIGINAL

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UNA HISTORIA RICA: UNA ACTUALIDAD CON 18 CLUBES COMPITIENDO

El fútbol es el deporte que más despierta lapasión local, del mismo modo que ocurreen todo el país. Los clubes en un primermomento participaban de la Liga del Oeste,más tarde surgió la organización en una LigaNuevejuliense fundada el 24 de enero de1941.No es casual que en 9 de Julio participen enla actualidad 18 instituciones de los cam-peonatos y eso se debe a la gran cantidad declubes con actividades deportivas que le danvida los fines de semana a la ciudad cabeceray los pueblos. Cada barrio tiene su propia cami-seta, con colores para todos los gustos.Muchos se preguntan por qué en la Liga haydos divisiones, cuando en distritos de mu-cho mayor tamaño en población los cam-peonatos los juegan una cantidad de clubesmuy inferior a la nuestra.

CAMPEONESAtlético 9 de Julio es el máximo campeónde Liga, con 14 títulos tomando como refe-rencia cada de temporada. Once Tigresganó 12 campeonatos. San Martín se adju-dicó 11, French salió campeón en 10 oca-siones, Agustín Alvarez en 7 oportunidades.Tres clubes ganaron tres títulos: Atlético

La pasión del fútbol plasmadaen una gran paleta de colores

Patricios, Compañía General Buenos Aires,Dennehy. En dos ocasiones lo hizo SanAgustín. Libertad y Dudignac ganaron uncampeonato cada uno.En los últimos años comenzó la actividad dela Unión Deportiva con las ligas de Los Tol-dos y Carlos Casares. En la primera ocasiónfue campeón Once Tigres (2006 se jugó uncampeonato unificado 9 de Julio - Los Tol-dos, sin etapa local), luego Libertad obtuvoel título 2007 Interligas (después declasificarse como campeón de Ascenso dela LNF) y por último se consagró AgustínAlvarez (2008).

CAMPAÑA GLORIOSALa Selección Mayor de la Liga Nuevejuliensede fútbol en la campaña 1977/1978 redon-deó una gran campaña en el CampeonatoArgentino. Aquel equipo dirigido por OscarCarranza.

TORNEO DEL INTERIORDesde el año 1992, por intermedio de Atléti-co 9 de Julio la Liga Nuevejuliense se sumóal Torneo del Interior. Lo siguieron en su pre-sentación: San Agustín, Agustín Alvarez, OnceTigres, French, Libertad.

A lo largo de la historia varios nuevejuliensesse destacaron a nivel nacional e internacio-nal, representando muy bien nuestros pagos.El goleador Carlos Izaguirre marcó el cami-no, aquí jugó en Atlético 9 de Julio y llegóhasta la Selección Argentina, vistiendo loscolores celeste y blanco en 1919. Disputó25 partidos internacionales y participó de doscampeonatos sudamericanos.Vicente Cusati no nació en 9 de Julio, aun-que se lo adoptó como un nuevejuliensemás. Jugó en Libertad y sus goles llegaron alClub Atlético Boca Juniors en 1934.Osvaldo Pérez se destacó en el fútbol co-lombiano en los años 60’, cuando varios ju-gadores argentinos fueron dispuestos a “con-

FIGURAS DESTACADAS

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Agustín Alvarez ganó el último torneo Unión Deportiva en 2008.

Atlético 9 de Julio, máximo campeón.En la foto el equipo que logró el título 14º, en 2007.

Embajadores de la pelotaquistar” otras tierras con su talento. Jugó enAtlético Junior de Barranquilla, Once Caldas.José Luis Zabala (San Agustín) llegó a jugaren la primera de Boca Juniors en los años’70. El defensor Luis Lúquez fue otro quetuvo el privilegio de alcanzar la primera divi-sión de Boca (1982) y luego pasó a Gimna-sia y Esgrima La Plata y Talleres de Córdo-ba. Martín Tártara (mediocampista surgidode San Agustín) es el jugador que más sedestacó en los últimos años. Debutó en pri-mera división en Ferro Carril Oeste y en latemporada 1999/2000 siguió su carrera enla segunda división de España pasando porsiete clubes distintos (actualmente juega enAguilas CF).

Carlos Izaguirre. Martín Tártara.

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La c iudad de 9 de Ju l io en e lautomovilismo despierta otra de suspasiones deportivas, que quedó de-mostrada a lo largo de su historia concompetencias de diversas categoríaszonales, provinciales y nacionales.El 30 de junio de 1929 un grupo deentusiastas fundaron el 9 de Julio Au-tomóvil Club, para aunar esfuerzos y

Guillermo Maldonado, nació en 9 de Julio el29 de octubre de 1952. Su gran capacidadlo llevó a ser corredor y preparador al mismotiempo. Desarrolló su carrera deportiva, siem-pre representando a la marca Volkswagen.En Maldonado, 9 de Julio tuvo a un múltiplecampeón.Se inició en el motociclismo local y zonal,dando pasos agigantados que lo llevaron abrillar en la Fórmula 2 Argentina, en la quese consagró campeón en los años 1980 y1982. “Yoyo” trascendió las fronteras de Ar-gentina desde la creación en 1983, de laFórmula 2 Codasur, categoría deSudamérica (fue campeón en los años 1983,1984, 1985 y 1986).En 1987 se creó la Fórmula 3 Sudame-ricana, que terminó reemplazando a laFórmula 2, y allí también fue campeón.Debido a su reconocimiento fue invita-do a correr una competencia en los Es-tados Unidos.Debutó en TC 2000 en 1987, a bordo de unVW 1500. Fue campeón en 1994 y

El 2 de enero de 2009 no fue un día más.Muchos vecinos de la ciudad de 9 de Julio ylas localidades, se sintieron atraídos porel gran suceso que marcaba el paso delRally Dakar. En su primera salida del con-tinente africano, esta competencia inter-nacional tuvo como destino Argentina yChile.La caravana provenía desde Del Valle (25 de

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En la senda del automovilismo9 DE JULIO «TUERCA»

más tarde seguidores de la entidadcon la participación de toda la comu-nidad lograron construir un Autódromo(fundado el 26 de abril de 1970) quees un orgullo local. El Turismo Ca-rretera resultó uno de los mayoresatractivos, en la t ierra hace largasdécadas como en la p i s ta de lAutódromo en los últimos años.

AUTOMOVILISMO

El impensado día en que el Dakardejó su huella en los caminos rurales

«Yoyo» Maldonado: el grancampeón de 9 de Julio

subcampeón en 1988 y 1991. Luego de suretiro como piloto (ocurrió en 1996), asumióla dirección deportiva del nuevo equipoVolkswagen YPF Motorsport, obteniendo elsubcampeonato de 1997 y peleando el títulode 1999.

Guillermo Castellanos (nacido el 3 de agosto de 1966) perdió lavida en una competencia de automovilismo el 22 de abril de2007,en un accidente múltiple en Comodoro Rivadavia en lafinal de Turismo Carretera.Guillermo Castellanos oriundo de la localidad de 9 de Julio fuepiloto de turismo carretera con la marca Chevrolet. Creó supropio equipo llamado CRG en el cual era piloto del mismo.Después de su accidente, por razones de seguridad la catego-ría más popular del automovilismo deportivo argentino decidióque no corran más los acompañantes, y así evitar riesgos.A lo largo de su carrera fue reconocido por el gran esfuerzorealizado para poder competir a nivel nacional, con su familia yamigos apoyándolo. Pese a no contar con muchos recursos,siempre mostró sus condiciones

Mayo), levantando tierra y con el rugido delos motores, el público esperaba a partici-pantes de distintos países con la bandera“Welcome to Santos Unzué”.Motos, cuatriciclos, autos, camionetas y ca-miones se “adueñaron” de los caminos y lascalles de los pueblos rurales para regalarleal público una jornada distinta con un recuer-do imborrable.

El recuerdo de Guillermo Castellanos

Guillermo Maldonado

Daniel Cingolani es otro de los grandes pilotos nuevejuliensesque dio su rica historia de automovilismo. Se consagró conun título a nivel nacional en el TC 2000 con Ford en la tempo-rada 2000. Corrió en karting, Fórmula Renault, TC 2000, TCy Top Race.

CAMPEON 2000, EN TC 2000El año de la consagración (2000) fue muy importante para elTC 2000. Se volvió a modificar el reglamento, volviendo auna carrera por fin de semana, con la condición que fuera de130 km o un máximo de tiempo de una hora.Además, tras un tiempo sin equipos oficiales de las marcasen TC2000, se incorporan Ford, Honda, Chrysler, Peugeot.El título fue para el nuevejuliense Daniel Cingolani, confirman-do con la corona sus cualidades de piloto muy veloz. Latemporada con el título de Cingolani inauguró una época dedominio del Ford Escort Zetec. Tanto Maldonado, comoCingolani fueron un ejemplo dentro de la pista con sus distin-tas características de manejo. Ambos demostraron que se

Guillermo Castellanos

La consagración de Daniel CingolaniEN EL TC 2000

Daniel Cingolani

puede ser campeón manejando de unamanera limpia.

EL S.O.S.B.A. FELICITA

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Más allá del destacado desempeño internacionalde Juan Gutiérrez y del muy buen desempeño deHéctor Martirena a nivel nacional, el básquet a niveldeportivo y social no está pasando por un buenmomento.En la actualidad ningún club de 9 de Julio estácompitiendo en el básquet. Atlético 9 de Julio parti-cipó durante los últimos años en el campeonato dejuveniles compitiendo con equipos de Bragado,Chivilcoy, Mercedes, 25 de Mayo, Saladillo. Debidoa las dificultades económicas y al no contar con elapoyo suficiente, desde hace dos temporadas queno se pudo seguir en este certamen.Hace largas décadas que el básquet reunía a unsector importante de la comunidad. Varias entida-des deportivas participaban de una competenciaconstante.

BOCA – RIVER,EN INAUGURACION

El 18 de octubre del año 1980 el Club Atlético 9 deJulio en la inauguración su Gimnasio ErnestoBáncora el partido de básquet entre los primerosequipos de River y Boca fue el gran atractivo. Esedía asistieron alrededor de 2.000 personas.

JUAN PEDRO GUTIERREZ: EL GRAN PROTAGONISTA

Básquet, una páginaen el recuerdo

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Uno de los acontecimientos más importantes para el de-porte nuevejuliense fue la obtención de una medalla debronce en los Juegos Olímpicos por un representante de 9de Julio. El hecho ocurrió en un deporte colectivo como elbásquet y el protagonista es Juan Pedro Gutiérrez Lanasnacido el 10 de octubre de 1983.Gutiérrez se inició en Atlético 9 de Julio, pasó a Obras Sa-nitarias y luego al CB Granada de España donde sigue sucarrera. Se desempeña en el puesto de pívot y tiene 2,05metros de altura.Juan Pedro Gutiérrez ha sido internacional con la Selec-ción argentina en numerosas ocasiones con la que haconseguido títulos en varios torneos internacionales. So-bresale la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos dePekín 2008.

Tres deportistas consagradoscon el Olimpia de Plata

El básquet, grabado a fuegoen el bronce olímpico

En el equipo olímpico, jugó con grandes estrellasmundiales como Emanuel Ginóbili, Luis Scola,Fabricio Oberto, Carlos Delfino, entre otros.

CON LA SELECCIÓN* 2004. Medalla de Oro en el Campeonato Sud-americano de Campos* 2005. Medalla de Plata en el Torneo de las Améri-cas de Santo Domingo* 2006. Medalla de Oro en el Campeonato Sud-americano de Caracas.* 2007. Medalla de Plata en el Torneo de LasAmericas de Las Vegas.* 2008. Medalla de Bronce en los Juegos Olímpi-cos de Pekín.

MALDONADO (2), SPINACCI Y TAPIA

A través del Círculo dePeriodistas Deportivos,se reconoce a nivel na-cional a los deportistasdestacados y en cuatroocasiones el Olimpiade Plata cayó en 9 deJulio.Guillermo Maldonadoganó dos veces elOlimpia de Plata enAutomovilismo (1983 y1985). Dante Spinacciganó en Pato (1985) yAriel Tapia (2004) tam-bién fue galardonado enPato, otro de los depor-tes “fuertes” de 9 de Ju-lio.Tanto Ariel Tapia comoPablo Spinacci (hijo deDante) continuaron suactividad en la prácticadel polo, en el exterior.

Foto Marcos Cerdeira.

Dante Spinacci Arien Tapia

Juan Pedro Gutiérrez

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Del mismo año es el artículo publicitario de«Margasín Muebles», donde se ofertan las le-gendarias cocinas a querosén, cuyo sólo nom-bre asombran a las nuevas generaciones.

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En 2003 fue filmada en los escenarios coti-dianos, urbanos y rurales, de 9 de Julio y dePatricios, la película “Soy tu aventura”, unade las más desopilantes y divertidas come-dias de los últimos años del cine nacional,que contó con la dirección de NéstorMontalbano. Allí dos aprendices de delin-

Varios nuevejulienses se destacaron en elambiente del espectáculo, en diversos es-cenarios de Buenos Aires, de todo el país ydel mundo.

CANTANTESSara César fue una destaca mezzosoprano.La radiodifusión argentina tuvo su primeratransmisión el 27 de agosto de 1920, cuan-do un grupo de amigos bautizados luegocomo “los locos de la azotea” lograron difun-dir la opera Parsifal mediante un transmisorinstalado en la terraza del viejo Teatro Coli-seo, y cuya onda fue captada por tan solomedio centenar de oyentes.Ese hito marcó el punto de partida en la his-

ACTORES, CANTANTES Y DIRECTORES

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Estrellas del espectáculo, quenacieron «iluminadas» en 9 de Julio

toria de la radio argentina.La Sociedad Radio Argentina presentó elFestival Sacro de Ricardo Wagner con laactuación del tenor Maestri, la soprano ar-gentina Sara César y el barítono Rosi Morell,iniciando la transmisión que apenas llegó aunos 50 oyentes que poseían los costososaparatos de radio a galena.Desde 1920, el equipo de Sussini continuócon emisiones regulares también desdeotros teatros como el Colón, el Odeón, laconfitería París y el cabaret Abdullah.Las emisiones diarias llegaron en los años30 con la aparición de estaciones comoNacional, Libertad, Stentor, Spléndid, ElMundo y Excelsior. Las noticias comenza-ron en los 40, con transmisiones desde lasredacciones de diarios como La Nación, LaPrensa y Crítica.

TANGOLos cantantes de tangos que actuaron enorquestas típicas de Buenos Aires, fueron«Jorge Omar « ( Juan Manuel Ormaechea)con Francisco Lomuto, 1935; Julio Fontana(De Alesandro) lo hizocon Juan SánchezGorio, 1960. «Tito» Landó actuó con (Cacciatore) Alfredo Gobbi, 1960 y « BlancaMooney lo hizo con Osvaldo Fresedo (1970).

LA PAYADAEn el ámbito de la payada, Jorge AlbertoSoccodato fue una de las principales figurasargentinas que se destacaron participandode distintos escenarios de nuestro país,como así también del Uruguay.

NINI GAMBIERNiní Gambier (1916-1999) fue una de lasprimeras figuras que marcó el camino al

(1938), La fuga (1937), Los muchachos deantes no usaban gomina (1936).

HECTOR PELLEGRINIHéctor Pellegrini nació el 6 de agosto de1931 en Quiroga y falleció en 1999.Participó en 44 películas: «La cruz inverti-da», «Los gatos (Prostitución de alto nivel)(1985)», Adiós, Roberto (1985), Camila (1984), Vol-ver (1982), Queridas amigas (1980), «Des-de el abismo (1980), El Fausto criollo (1979),Los pequeños aventureros (1977), Saverioel cruel (1977), Sola (1976), Tú me enloque-ces (1976), La película (1975), Difunta Co-rrea (1975), Los chantas (1975), «LaPatagonia rebelde (1974)», «Quebracho»(1974), Si se calla el cantor (1973), Heroína(1972), Bajo el signo de la patria (1971), Losneuróticos (1971), Paula contra la mitad másuno (1971), El Santo de la espada (1970),Fuiste mía un verano (1969), Turismo decarretera (1968), Humo de marihuana(1968), El proyecto (inconclusa - 1968), Ufacon el sexo (inédita - 1968), Los traidores deSan Ángel (1967), La muchacha del cuerpode oro (1967), El ABC del amor (1967), El ojoque espía (1966), Pajarito Gómez -una vidafeliz- (1965), Un lugar al sol (1965), Los tími-dos visten de gris (inédita - 1965), Sombrasen el cielo (1964), Aconcagua (rescate he-roico) (1964), El encuentro (no estrenadacomercialmente - 1964), Máscaras en oto-ño (no estrenada comercialmente - 1964),La terraza (1963), Los inconstantes (1963),Dar la cara (1962), La Flor de Irupé (1962),Alias Gardelito (1961).

CECILIA ROSSETTOCecilia Rossetto es una de las figuras quesurgió de 9 de Julio y que más trascendió enlos escenarios del mundo en espectáculos(especialmente musicales). Es una artistatalentosa y multifasética que se luce a travésde la actuación, el canto y la danza.En cine fue intérprete de «La mosca en laceniza» (en rodaje), «Esperando la carroza2» (2009), «Sol de otoño» (1996), «Flop»(1990), «Esperando la carroza» (1985), «Untoque diferente» (1977), «El soltero» (1977),«El profesor erótico» (1976), «La noche delhurto» (1976)», «Las sorpresas» (1975), Se-cuestro y muerte de Mr. Dupont (inédita -

1974).EL GRAN DIRECTOR:

NESTOR MONTALBANONéstor Montalbano se destacó por su grancapacidad en la dirección de cine, televi-sión y teatro.Desde joven empezó a filmar los recoradoscortometrajes (películas en Súper 8), sin ele-mentos técnicos suplido con una gran ca-pacidad para plasmar su trabajo.En el año 1988 ganó un concurso del Con-curso George Meliés organizado por la Em-bajada Francesa con su corto «De turno».Ese mismo año viaja a Francia y se pone encontacto con todo lo referente a la direccióny la producción cinematográfica de dichopaís. En televisión dirigió varios programastelevisivos, entre ellos: «De la cabeza», «Cha,Cha, Cha», «Sábado bus» y «Todo x 2 pe-sos». En cine desde el año 1998 hasta el2006, dirigió diferentes largometrajes entreellos: «Cómplices» (año 1998), «Soy tu aven-tura» (año 2003 en Patricios y 9 de Julio), elfilm «El regreso de Peter Cascada» y escri-be y dirige «5ta a Fondo» (no fue estrenada).A partir del año 2004 incursiononó en la di-rección teatral, en las presentaciones de«Una noche en Carlos Paz» y «Qué nocheBariloche».

Niní Gambier Néstor Montalbano

«Soy tu aventura», una película que tuvo aporte nuevejuliensecuentes intentando sacar tajada económi-ca al secuestrar al perenne Luis Aguilé (ha-ciendo de él mismo).Para esta producción cinematográfica,Montalbano, reunió a figuras de primera lí-nea: Luis Aguile, Diego Capussoto, LuisLuque, Jorge Marrale, Maria Fiorentino,

Fabio Alberti, Veronica Llinás y Laura Fidalgo.Pero, además, contó con la participación de

muchos vecinos de 9 de Julio y de la locali-dad de Patricios.

Cecilia Rossetoestrellato desde 9 deJulio. Actuó en «Unmuro de silencio( 1 9 9 3 ) , « S u r »(1987), «Los here-deros» (1970), Can-ción de cuna (1941),Hay que casar a Er-nesto (1941), FortínAlto (1941), Volver avivir (1941), Pájarossin nido (1940), Asíes la vida (1939), 24horas en libertad

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La de 1933 no fue la primera vez que CarlosGardel, el inmortal “Zorzal”, visitó 9 de Julio.Pero entonces, ya poseía un sólido prestigioconquistado y, en efecto, su actuación fuemás apoteótica.Tal como lo indica el breve artículo publica-

“El 9 de Julio” fue testigos de la visita a 9de Julio, y de las respectivas actuacio-nes, de dos figuras de la canción latinoa-mericana, de dimensión internacional:Luis Miguel, en 1984 y José LuisRodríguez (“El Puma”), en 1999.Cuando Luis Miguel visitó 9 de Julio con-taba apenar catorce años de edad, peroya había conquistado al público juvenil.Ese mismo año, protagonizó la película“Fiebre de amor”, que sería su últimaparticipación, desde entonces, en el cine.Un año después, en 1985, ganó su pri-mer premio “Grammy” con el tema “Megustas tal como eres”.La visita de José Luis “El Puma”Rodríguez, aconteció en enero de 1999y fue todo un suceso. El artista venezo-lano fue recibido con muchas muestrasde simpatía por parte de la comunidadnuevejuliense.

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Cuando «El Zorzal» visitó 9 de Juliodo el día anterior, en la noche del 5 de mayo de 1933, Carlitosactuó en el Teatro “Rossini”, pero no era en debut. En la opor-tunidad, fue acompaña-do por su conjunto deguitarras, integrado porBarbieri, Riverol, Vivas yPettorossi.Para entonces hacíapoco que Gardel habíaregresado de Europa yrealizaba giras por el in-terior del país y en Uru-guay. “El Zorzal Criollo” algu-na vez también cantó en9 de Julio.

FIGURAS INTERNACIONALES DELMUNDO DEL ESPECTACULO

Luis Miguely el “Puma”

Rodríguezen 9 de Julio

Aviso anunciando la llegada de Luis Miguel(edición del 2 de marzo de 1984).

“El Puma” Rodríguez, recibido por el en-tonces Intendente Blanco, en ocasión desu visita a nuestra ciudad. (edición del15 de enero de 1999). REPRODUCCION DEL DIARIO ORIGINAL

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Vistas de nuestra casa

En el taller

Dirección

Recepción

Redacción

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Frente del edificio Impresión del Diario

Otra vista del Taller Vista parcial del Archivo

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Graciaspor acompañarnos

cada tardecita