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Portada: “Campamento de primaria”…………………….……….1 Editorial ...................................2

Noticias Breves.......................3

Compartiendo.........................4

Dehonito cuentacuentos.. 14 Para expresARTE..................16

Misiones Dehonianas..........18 La Claqueta........................... 20 Lectio Divina..........................22

Cumpleaños...........................23 Contraportada:

Queridos Macedonios:: Metidos de pleno en el nuevo curso, volve-

mos a presentarnos cargados de experien-cias y propuestas.

Muchos de vosotros ya conoceréis el lema. Para los que aún no sabéis qué es eso de “BE PROMISE: propensos a la misericordia”, os animamos a investigar en nuestra web; en-contraréis algunas pistas.

Deseamos que este Adviento sea un tiem-

po fértil en el que la oración nos acerque al misterio de la Encarnación, y la venida del Niño Dios sea realmente esperada en nues-tros corazones.

¡Feliz Navidad!

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¡YA TENEMOS CANAL YOUTUBE! http://es.youtube.com/user/PJVdehonianos

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ENTRADA POSTULANTADO-NOVICIADO El domingo catorce de septiembre, festividad de la Exalta-

ción de la Santa Cruz, a las siete de la tarde, se celebró en Salamanca la entrada al Noviciado y Postulantado.

Son cuatro los jóvenes que entraron al Noviciado: Erwin Baschmann, Junior Morillo, Emilio Guillén, y Javier Cela.

Tres los que formarán el Postulantado: Félix Gandín, que inició su etapa de Postulantado; y Jesús Herrero y Sebastián Gutiérrez, que después de un primer año en nuestro Semina-rio de Alba de Tormes, continúan su discernimiento.

La celebración estuvo presidida por el P. Jesús Valdezate, superior provincial de la Provincia Española, que animó a estos jóvenes a iniciar esta nueva etapa con ilusión.

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JORNADAS DE PASTORAL: 14-18 de noviembre en Salamanca.

SUPERIOR PROVINCIAL DE LOS SACERDOTES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN ESPAÑA

Jesús Valdezate, vallisoletano, 47 años. Ha sido elegido por sus hermanos de Congregación para que sea el nuevo Superior de la provincia española durante los próximos tres años.

PRIMERA PROFESIÓN EN VENEZUELA En la Solemnidad de los Santos Arcángeles, Miguel, Rafael y Gabriel, la

Región de Venezuela se llenó de inmensa alegría con la Primera Profe-sión de Alexis Ramón Linares y Manuel Alexander Lagos. La ceremonia se celebró en la Iglesia parroquial de «Santo Domingo de Guzmán», en la ciudad de San Calos.

“TIENES UN MENSAJE. PÁSALO” Nuevo disco en el que colaboran religiosos y laicos dehonianos: “A lo largo del día recibimos muchos mensajes. Pero sólo hay uno que ver-daderamente nos ha movido el corazón: el mensaje de Jesús de Nazaret. Éste es el que queremos enviar a todo aquel que escuche este disco, naci-do del trabajo, la entrega y también la oración de la Parroquia de Ntra Sra de la Visitación de Villagonzalo de Tormes. Tienes un mensaje: PÁSALO.”

19 de Octubre: DOMUND ‘08 “Como Pablo, misionero por

vocación”

Yo en esta Pascua he sentido 3 co-sas: lo primero que sentí fue humil-dad al ver a Jesús lavándole los pies a los discípulos como uno mas de ellos. Después sentí ira; me enfade al ver como todos aquellos que le vitorearon una semana antes en el Domingo de Ramos pedían ahora su muerte; me enfadé al ver cómo sus discípulos, en vez de apoyarle o al menos apoyarse entre ellos, se dispersaban y le nega-ban. ¿Podéis tan siquiera imaginar lo que puede llegar a pensar un hombre que está dando la vida por todos cuando sus amigos le abandonan? Je-sús, aun estando en esa situación, pi-dió clemencia a Dios por aquellos que mataban a su hijo ("Perdónales Señor porque no saben lo que hacen").

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Testimonios Pascua Rural (continuación nº anterior)

HAZ LATIR EL CORAZON DEL MUNDO

La vida y Dios siempre me regalan momentos y acontecimientos inolvida-bles que quedan grabados en mi cora-zón. En este caso es la Pascua 2008.

Primero que nada, “gracias”; gra-cias a Dios por haberme permitido vivir esta experiencia tan bonita, segundo a los que formamos parte del grupo de los “misioneros”, como los llamamos en Venezuela, y tercero a la gente de Ra-macastañas y La Parra por la apertura y el amor que nos han regalado.

Para mí la experiencia de la Pascua ha significado un nacer de nuevo, un salir de mí mismo, un hacer conocer algo tan grande como lo es la experien-cia de Dios.

Es difícil creer que en pocos días se

puedan hacer lazos tan fuertes entre personas; personas que jamás en la vi-da has visto y que, de un momento pa-ra otro, llegan a formar parte de tu vida como si las conocieras desde siempre.

Puedo decir que la gente te da más de lo que tú das, y esa es mi experien-cia; no solo te dan cosas materiales, sino que también te dan el apoyo y la fuerza que necesitas para seguir ade-lante. Todos los que convivimos esos días, acompañando al Señor en su Pa-sión, Muerte y Resurrección, tanto la gente de los pueblos como los jóvenes que fuimos, creo que experimentamos el paso del Señor por nuestras vidas, y yo, en particular, lo experimenté.

La experiencia del Amor es la su-

prema experien-cia, la que hace al ser humano ser lo que es, y esa experiencia sólo se puede conseguir con el Señor. En mi in-terior me he sentido verdade-ramente amado por ese Ser que ha entregado la vida por mí y por todos, amando hasta el extremo sin importar nada más. Y esto es lo que quiero transmitir, que hay alguien que me ama y que te ama, simplemente eso, y ese es Jesús.

Luego, en mi vida he sentido un cambio, el que necesitaba, una alegría y una experiencia de Dios que reavivó en mí el deseo de seguirle, respon-diendo a su Amor y viendo en cada acontecimiento su mano y su gracia.

Manue l Lag os, no v i c i o sc j (S a l am anca )

Pero luego viene el cenit: Jesús re-sucita. Cristo vuelve dándonos la es-peranza de que no todo acaba aquí, que la vida es algo más, que tengamos fe. Es el momento de sentir alegría, la muerte no acaba ahí.

Yo tengo muy claro que la meta de un cristiano es seguir a Jesús, pero eso implica ser humildes aun siendo el más grande; implica perdonar a aque-lla persona que tú más odies ("Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen"); implica resucitar con Él. ¿No creéis que esto es lo mejor que os puede pasar? Yo creo que sí. Gra-cias y hasta pronto.

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Rubén Sánchez A l b a d e Tor m e s (S a l am anca )

ejemplo y lava los pies; el amor lo lleva a despojarse y arrodillarse ante el pequeño y el pobre.

La institución de la Eucaristía signifi-ca mucho; los cristianos nos nutrimos de ella. Yo terminé invitándoles a hacer del “amor” un servicio, un amor que se muestre a través de la obras, de los detalles con los demás. Cada uno de estos días de la Semana Santa fue especial, sentía que igual que nosotros, la gente vivía con mucha intensidad la Pasión del Señor, cosa maravillosa.

Doy fe y testimonio de que Jesu-cristo, el Señor, ha resucitado. La ale-gría de la gente, que agradeció inmen-samente nuestro trabajo con ellos, par-ticularmente, me dejaba muy contento, sabiendo que el Señor se vale de noso-tros para trabajar y llevar su mensaje a todos los pueblos.

Gracias al pueblo de la Parra y Ra-macastañas, porque juntos celebramos la semana mayor de los cristianos. Que Dios les bendiga. Un abrazo;

Alex i s L i na re s, n ov i c i o sc j (S a l am anca )

Gracias a Dios por esta experiencia que pude vivir en las Comunidades de la Parra y Ramacastañas (Ávila), junto a otros jóvenes en la Semana Santa. Si tuviera que definir la experiencia en una palabra diría “fraternidad”. Las expectativas del encuentro se cum-plieron, la acogida de la gente fue muy buena, muy cercana, colaborado-ra. Me pidieron que diera “testimonio” de esta experiencia: al principio me parecía un poco difícil, pero enseguida el Espíritu Santo sopló.

El jueves, día del Amor fraterno, día del Sacerdocio, les decía, a los de la comunidad de la Parra, lo que signi-ficaba para mí la experiencia de la Se-mana Santa con ellos. En unas breves palabras, para mí la mayor de todas las pruebas de Amor es la de Jesús; su entrega fue total. En este día, antes de padecer, quiso celebrar con sus amigos la pascua, la Última Cena. Jesús nos da ejemplo de amor sin límites, de amor que no tiene fin. También en el servicio Jesús es

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Qué difícil es dar testimonio. In-tentar transmitir todo lo que sientes resulta prácticamente imposible si, lo que pretendes en el fondo es que las otras personas también lleguen a sen-tir lo mismo que tú. Pero es bonito sa-ber que, aunque no sepas expresarte hay gente que te entiende, Dios sabe lo que quieres decir aunque no hables.

Esta pascua algunos la hemos vivi-do como una magnífica experiencia ru-ral en la que, entre otras muchas

cosas, hemos tenido que dar testi-monio de fe. Y una, en esos momen-tos, se plantea si de verdad tiene tan-to que decir. ¿Tan valiosas pueden ser nuestras palabras?

Ya no pasa un año que no me emo-cione el Jueves Santo… Me parece un día entrañable, grandioso… No sólo se celebra el amor fraterno y la institu-ción del sacerdocio, es el día en que Cristo se entrega.

Empezar a descubrir la parte más humana del hijo de Dios, saber que te-nía miedo, que la tentación de huir cre-cía a medida que se sentía solo en ese huerto… Saber que conocía el destino tan espantoso que le aguardaba y que, sin embargo, eligió en su liber-tad amarnos hasta el extre-mo, me hace sentir tan di-chosa… No es qué hace sino cómo lo hace. Siento que la emoción me embarga y me creo de verdad que esta-mos hechos para amar.

Como les dije a los po-cos que acompañamos a Jesús en la agonía de la Hora Santa en La Parra, me gustaría compartir algo que me pasó el año pa-sado justo en este día:

El Jueves Santo del año pasado tam-bién tuvimos que dar un pequeño testi-monio. En verdad, lo que dije en ese momento carece de importancia ahora. Es cierto, de nuevo, que no es lo que dije; es cómo lo dije…

Resulta que me encontraba muy nerviosa. Y llegamos un rato antes de que la Hora Santa comenzase. Pero yo no hacía más que rogarle al Señor que me echase un cable, porque sabía que si era por mí misma aquello iba a ser

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un desastre, empezaría a tartamudear, me quedaría en blanco o yo qué sé.

Realmente estaba mal. Pero enton-ces caí en la cuenta. Si yo estaba mal, ¿cómo estaría Él? El día que lo iban a capturar, agonizando, solo y asustado… Y ni en esa noche podía estar a su lado, porque estaba más ocupada pensando en aquel “gran problema” de hablar en público… ¡Hasta esa noche tenía que pedirle algo! Me sentí peor. Fue la gota que colmó el vaso, así que se lo conté a Eugenio, que estaba allí conmigo, pero él sonrió y me dijo: “Y, ¿sabes qué es lo mejor de todo? Que te va a ayudar”.

Mirad, os voy a ser sincera: cada vez que me acuerdo de ese momento se me pone la carne de gallina. Fue así, me ayudó... Ha habido momen-tos en mi vida en los que sé que Dios ha estado a mi la-do, pero ahí lo sentí… Que no suene a palabras emocio-nantes de una Pascua que marca, que suene a que Dios habló a través de mí aquel jueves en Arenas de San Pedro. Que suene a que un minuto antes de hablar el corazón me latía a más de

mil por hora y fue empezar y no tener problema por no saber seguir. ¡Fue ES-PECTACULAR!

Y termino citando la carta de Albino Luciani que nos dejó Millán para re-flexionar: “escribo temblando”. y yo añado “con lágrimas en los ojos”, por-que un año más Cristo ha resucitado en mi vida, a pesar de todo lo poco que sigo siendo…

Gracias de corazón a Dios y a voso-

tros, chic@s, no hay distancia. Con amor;

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Carmen Mª Cañ izare s As p e (A l i c a n t e )

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hemos puesto a Él en el centro de nuestra vida.

Dice el Evangelio de Juan: “Al ano-

checer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Je-sús, se puso en medio y les dijo: -«Paz a vosotros.» Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado.”

Después de vencer a la muerte, Je-sús se aparece entre aquellos que lo habían traicionado.

de unos discípulos en su peor mo-mento, avergonzados por sus pecados, de rodillas ante el Maestro, sin valor para dirigirse a Él.

“[...] Jesús les dijo otra vez: «Paz a vosotros.»”.

Entonces, supongo que aquellos

pobres se levantaron y le besaron las manos; pues, pese a su miedo, Jesús había llevado la paz a sus corazones, y había de bendecir sus vidas con el Es-píritu Santo.

A veces me pregunto a quién visita-ría yo después de resucitar. Admito que, probablemente, no iría allí donde mis amigos no pronunciasen siquiera mi nombre por miedo; admito que no iría al desierto, sino a la playa o a la montaña. Por el contrario, Dios está allí donde hay vida; yo siento que he puesto vida en mi oración, en la euca-ristía y en las reuniones del grupo.

Me imagino aquella patética imagen Como dice la canción: “El mar no re-chaza ningún río”. Todos estamos hechos para ir a Dios. ¿Por qué tener miedo a poner nuestra vida en sus manos?

El mar no rechaza a ningún río

Necesariamente, a lo largo de nuestra vida nos sorprenden momen-tos difíciles, momentos de desierto donde nos enfrentamos a nuestros miedos, a nuestras traiciones y men-tiras. En esos momentos las cosas pa-recen no tener solución y lo que nos pide el cuerpo es el abandono, la re-signación.

Es precisamente en esos momen-tos donde, en mi opinión, más claro y más rotundo se revela el Señor.

Para mí, este curso de reuniones del

grupo ENDE de Madrid ha sido, de lar-go, el más duro.

Desde octubre a mayo, hemos visto cómo algunas cosas no funcionaban y otras, que nos proponíamos hacer, nunca llegaban a buen término. Pero lo más doloroso ha sido comprobar que hemos sido incapaces de mantener el compromiso que cada cual adquirió con el grupo.

Somos campeones del mundo en buscar excusas; es lógico que surjan compromisos ineludibles, es comprensi-ble que estemos agobiados por algún examen, o que simplemente, no nos encontremos con ánimo para reunirnos. El problema es que hemos estado cami-nando durante todo el año por el de-sierto más seco, y no hemos tenido el valor de pedirle agua al único que nos la puede dar.

El grupo no ha estado a la altura de nuestras expectativas porque no le

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Car l o s Ja v i er López (Mad r i d )

Durante este año, he comprobado que la herramienta más eficaz para lograrlo es la oración personal. Cuan-do el grupo ENDE falta, cuando la Iglesia falta, cuando no entiendes la Palabra de Dios, cuando crees que nunca atravesarás el desierto, párate. Déjate de estupideces, olvida las ex-cusas y ofrécele tu vida a Dios, por muy insignificante que te parezca. Y ten fe, que Él saciará tu sed. Me ale-gra pensar que, sobretodo tras las úl-timas convivencias en mayo, el grupo ha sentido una vez más en su corazón ese fuego que ilumina el camino. Creo que ya vemos más nítida la fuente que emana el agua de la vida.

Nuestro corazón ya no admite ex-cusas, nuestra mente no necesita ra-zones y nuestra boca sólo quiere gritar fuerte, una vez más: ¡VEN ESPÍRITU!

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Sois la pieza que me completa

La verdad es que no sé como em-pezar porque podría contar tantas cosas de estos 11 días... Hemos pasado tantas cosas en tan solo 11 dí-as que me podría tirar escribiendo horas. Primero quiero daros las Gra-cias a todos porque todos habéis hecho que el Campa haya sido GENIAL.

Para los que ya llevá-bamos tres años en el campamento y nos cono-cíamos bas-tante ya sa-bíamos lo que nos esperaba: nuevos reen-cuentros, ri-sas, llantos… Pero es que este año me he dado cuenta de que cada campamento es diferente.

No ha habido ni uno igual, todos tienen algo especial que siempre con-siguen que sea inolvidable. Cada mo-mento es diversión, es alegría, es paz. Cada momento hacía que me sintiera mejor conmigo misma. La verdad es que no tiene palabras lo que yo he sentido durante todo el campamento.

Y eso ha sido gracias a todos y ca-da uno de vosotros, tanto a los que habéis venido por primera vez como a los que llevamos juntos desde Carrión y, sobretodo, a los monitores, que día a día están con una sonrisa en la cara haciendo que todos estemos bien y dándolo TODO.

Solo me queda deciros que hay que ser fuertes; que estamos a mucha dis-tancia, unos más que otros, pero este-mos donde estemos siempre, siempre vamos a estar unidos. Porque si no nos hemos separado en tres años, en cuatro menos. Porque una amistad co-mo ésta NUNCA se va a separar, por-que son muchas cosas vividas para ti-rarlas por la borda.

Una vez más, GRACIAS por cada caricia, cada beso, cada abrazo, cada sueño, cada gesto, cada palabra, cada mirada, cada sonrisa, cada tontería.

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dad, se te pasarán por mente ideas como acortar el camino en el coche de apoyo, pero en todo momento de-bes ser fuerte y seguir adelante.

Será una experiencia única en tu vida, en la que encontraras a Dios en tu vida, en los paisajes en la gente que te ayuda, y lo más importante, te descubrirás a ti mismo como persona y aprenderás a conocerte mejor; tam-bién conocerás gente nueva que te ayudara a superar de una forma ame-na las distintas etapas del camino.

El propio camino te cambiará y te hará como persona, te ayudara a apreciar más lo que tienes, a valorar más los detalles de tu vida y a querer más a las personas que tienes a tu al-rededor, pues como dice esa célebre frase, “el camino hace a las personas, no las personas hacen el camino”, que es lo que pensamos cuando nos deci-dimos a hacerlo; y cuando nos damos cuenta, el camino nos ha cambiado, nos ha ayudado a limpiar nuestro co-razón para poder amar de verdad a las personas importantes en nuestra vida y sentirte más amado por Dios.

En definitiva, el camino puede

cambiarte la vida y tu modo de pen-sar, a ser más humilde con la gente y no ser tan arrogante como somos a veces, a ser agradecido con las per-sonas y no esperar que nos den todo hecho por obligación, a ser solidario con los demás y saber compartir lo que tienes. Ante todo no te lo pienses dos veces y decídete a hacerlo; pue-des estar seguro de que no te vas a arrepentir de ello.

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Beatr i z Re vert e U r d a (To l e d o )

Carta a un futuro caminante

Querido futuro caminante: Ante todo decirte lo valiente que eres por tomar una decisión como es la de hacer el Camino de Santiago, pues és-te, en muchos momentos, te pondrá a prueba, cosa que tienes que superar con decisión y entusiasmo y en ningún momento debes perder la calma, pues debes saber que Dios te ayuda y va contigo. En esos momentos de debili-

Quisiera compartir con vosotros para terminar este texto:

“La amistad es algo que atraviesa el alma,

es un sentimiento que no se te va. No te digo cómo, pero ocurre justo

cuando dos personas van volando juntas. Suben a lo alto sobre la otra gente,

como dando un salto en la inmensidad, y no habrá distancia, no la habrá,

ni desconfianza, si te quedas en mi corazón. Porque en cada sitio que estés, porque en cada sitio que esté,

en las cosas que vives, yo también viviré. Porque en cada sitio que estés, nos encontraremos unidas,

una en brazos de la otra; es el destino. Aunque todo cambie no nos perderemos. Abre bien los brazos, mándame un aviso,

no te quepa duda, yo te encontraré. No estarás ya sola, yo estaré continuando el vuelo que te lleve con mi corazón,

ya siempre.”

Alberto Cant o s Nov e l d a ( A l i c a n t e )

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ndo Como todos los héroes tienen una

capacidad de esfuerzo y superación inmejorable; un día empiezan por aprender a lijar una madera y no pa-rarán hasta que no sepan hacer un ar-mario, y aún habiendo aprendido esto, seguirán superándose en otros aspec-tos. Recuerdo, por ejemplo, a cierto bilbaíno que, entre otras cosas, no po-día andar bien y que, durante un día, cayó al suelo cincuenta veces, pero no necesitó a nadie y él solo se levantó una y otra vez más. O a los chicos que vivían en casas independientes y que tenían una vida de lo más cotidiana desde que amanecía hasta que se acostaban. Y la sonrisa de aquella otra

chica… Desgraciadamente, la historia de estos héroes parece no tener la rele-vancia que debería en nuestra sociedad cam-biante y veloz. Pero su vida, su esfuerzo, su ale-gría, sus abrazos están ahí para el que quiera descubrirlo. A la mente me vienen decenas de nombres de estos parti-

culares héroes –y heroínas- junto con las experiencias que compartimos y que tanto nos hicieron ganar a los que un día, por casualidad, decidimos ir a compartir una semana de nuestro ve-rano con ellos. Una semana en la que aprendimos que lo esencial es invisible a los ojos, que el cariño surge de ma-nera espontánea y que los verdaderos héroes son aquellos que te regalan to-do su afecto simplemente porque es-tás a su lado.

Valladolid

Valladolid, tan sólo una palabra, un pequeño círculo en el mapa español, una ciudad tan común como cualquier otra. Valladolid, un lugar donde el tiempo parece detenerse sólo para cu-rarte las heridas y enseñarte que todo vestigio de soledad puede ser borrado simplemente con la luz de una sonrisa.

Los llaman deficien-

tes intelectuales sim-plemente porque les cuesta aprender las co-sas más cotidianas de la vida, como hacer la cama, pero en realidad son unos superdotados emocionales. Con una simple mirada, una ca-ricia o una sonrisa disipan tus dudas y te hacen compartir con ellos cosas que jamás creías que podrías vivir. Llegas un jueves por la tarde y el vier-nes ya te han entregado un trocito de corazón que será tuyo para siempre. Es una de las cosas más fascinantes que tienen estos héroes: su transpa-rencia. Si están tristes llorarán y si es-tán contentos podrás notar como en sus ojos brilla esa chipa de magia, de vida, de Dios, que en tan contadas ocasiones uno es capaz de ver. Y todo así de simple, sin máscaras, sin do-bles intenciones, sin maldad.

Maite Áv i l a

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Tiempo de SER

¿Quién, en alguna ocasión, no se ha sentido defraudado consigo mismo? ¿Quién no ha creído, también, fallar a Dios? ¿Quién, en algún momento de su vida, no ha caído en humillarse a sí mismo por culpa de centrarse, en ex-ceso, en su propio pecado? ¿Quién, alguna vez, ha pensado no merecer ser llamado “hijo de Dios”? Con este panorama, algunas que otras cuestio-nes personales que turbaban mi rela-ción con Él, y un run run que ronda mi cabeza desde hace años, inicié esta semana importante en mi vida y cru-cial en mi madurez como cristiano.

Los primeros días todo fueron difi-cultades; nadie dijo que fuera fácil en-frentarse a uno mismo, recordar heri-das del pasado, ya cicatrizadas, pero que al ser rozadas pueden seguir do-liendo, o saberse pecadores, reconocer que muchas veces fallamos a nuestros seres queridos; conocer las propias limitaciones frente al pecado, como seres humanos, puede ser frustrante, y así es como, quizá, me sentí en un principio. Pero tampoco me centraré en esta desesperación inicial que, si bien fue importante y necesaria para poder continuar con la semana, no fue decisiva ni, por supuesto, definitiva.

¿Quién no recuerda aquella frase

que decía: “Solo cuando te sientes amado, todo empieza a funcio-nar”? ¡Qué cierta es y cuánto se com-prende ahora! ¡Qué cierto es que, cuando se derrumban todos los esque-mas hasta ahora establecidos en tu mente acerca de ti mismo, de lo que Dios espera de ti, o de lo que tú crees que Él te pide, comienzas a compren-der todo un poquito mejor! ¡Qué agra-dable sensación la que se siente cuan-do uno se deja amar por su Padre y, por tanto, se deja ayudar por Él!

“¿Quién sabe?” Con esta corta pero intensa pregunta rondando mi cabeza comencé mi Tiempo de Ser, una ex-periencia de la que ya algunos me habían hablado, pero que no había vi-vido en propia carne; una semana de ejercicios espirituales donde lo difícil es no enfrentarte a tus miedos, a tus inquietudes, a tus prejuicios, a tus es-quemas…, en definitiva, a ti mismo. Comencé, por tanto, desde la apertura hacia lo que Dios quisiera decirme; no fueron solo palabras lo que, finalmen-te, mi Padre me regaló.

Podría escribir sobre las muchas anécdotas que se sucedieron a lo largo de la semana: desde ese control de la Guardia Civil, haciéndome bajar del autobús que me llevaba hacia Pamplo-na, para registrar un equipaje con ma-teriales tan peligrosos como libros de oraciones, Biblia o cancioneros religio-sos (menos mal que llegaron a la con-clusión de que, como bien dijeron, el motivo de mi viaje era ir a “ponerme en paz con Dios”), hasta esa extraña afición, nueva en mi, de atacar a po-bres niños inocentes (aún conservo alguna cicatriz), o esos competitivos y profesionales campeonatos de paddle, o bien esos ratos de piscina donde po-der disfrutar de ‘hermosas vistas espartanas’. Sin embargo, quizá me-rezca más la pena narrar la experien-cia de sentirse realmente amado por Dios, de sentir Su inmensa Mi-sericordia, y de saberse único e irrepetible para Él.

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ndo ¿Por qué habría, pues, de enfren-

tarme yo solo a mis fallos, cuando es-to solo puede llevarme a la culpabili-dad y a la agresividad conmigo mismo y con los demás? ¿Por qué hacer como Judas, huir cuando peco e intentar re-dimirme por mi mismo, en vez de, co-mo Pedro, acudir a Él, arrepentirme, y abandonarme a su perdón? Recono-cer el pecado no es culpabilizarse, sino, simplemente, aceptar la ver-dad de uno mismo. ¿Qué importan-cia puede tener el pecado del pasado cuando te sabes perdonado y amado? Y cuando, con humildad y arrepentido, te acercas a Él, te contesta: “Ninguno te ha condenado. Tam-poco yo te condeno. Ve-te, y no peques más”. Esta culpabilidad que a veces sentimos, y que no nos deja avanzar, pero que al sabernos no con-denados por Cristo, nos deja mirar hacia el futu-ro; un futuro que solo se abre cuando existe esa reconciliación con Él y con nosotros mismos.

Y es aquí, llegados a este punto, cuando la Misericordia de Dios se hace presente en los pensamientos y en el corazón; cuando, ante Su Perdón y Su Amor Infinito, solo cabe sentir un inmenso agradecimiento y una enorme esperanza no de cambiar, sino de de-jarse hacer, de dejarse moldear por Sus manos, de abandonarse por com-pleto a Su voluntad y confiar, de se-guir esa búsqueda interior acerca de quién soy y qué quiere Dios de mi, re-nunciando al “yo egoísta” y permitien-do que sea solo Él quien guíe los pasos que dar en El Camino.

Otro punto importante quizá sea el saberse no solo hechos por Amor, sino hechos para amar, para dar gratis lo

que gratis se nos ha dado, a colaborar en la creación del Reino de Dios y no, simplemente, ser meros espectadores, sino parte activa de dicho proyecto. A los apóstoles Jesús dijo “No tengáis miedo, desde ahora seréis pescadores de hombres”, pero también a noso-tros, día tras día, nos lo dice; nos re-cuerda que, en nuestro Bautismo, fui-mos consagrados como sacerdotes, profetas y reyes, y que hemos sido elegidos por Él para hacer lo que, si no hacemos, nadie más hará. Para reali-zar esta tarea, en la que podríamos desanimarnos o no sentirnos capaces, el Hermano Roger nos dice: “no me-nospreciemos los dones que tenemos; esto sería menospreciar al mismo

Dios. Descubrimos estos dones en nosotros cuan-do intentamos dar algo de nosotros mismos a los demás”. Así pues, re-cordemos que no esta-mos solos, el Señor está con nosotros, y que na-da, absolutamente na-da, es imposible para Dios. Para no alargarme de-masiado con este cúmulo de pensamientos, deseos y sentimientos que rondan mi cabeza, y que no sabría bien cómo organizar sobre papel, y sabiendo que quizá me dejo cosas en el tintero, quisiera, sim-plemente, compartir la que fue mi últi-ma reflexión en este Tiempo de Ser: el amor no es un sentimiento; es una acción. No solo yo soy amado por Dios; también el prójimo, mi fami-lia, mis amigos, mis profesores y/o compañeros de trabajo, e incluso aquellas personas con las que tengo mis diferencias, todos son hijos de Dios, amados por Él. ¡Qué difícil es, a veces, contemplar la vida, la naturale-za, el mundo que me rodea, como creación de Dios! (sobretodo si se vive en una gran ciudad). Sin embargo, solo desde el Amor se puede

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ver a través de los Ojos de Dios; solo confiando más en Él que en nues-tra propia capacidad podremos seguir-le, vernos rodeados de Su amor, y sa-ber que Dios vive en nosotros mis-mos. Amarse y querer lo peor de noso-tros mismos, aceptar la miseria y el pecado que conviven con nosotros ca-da día, y llevar a cabo una contempla-ción de Dios en la vida cotidiana y en los demás es un proceso duro y costo-so, pero necesario para llegar a, como mínimo, comenzar a comprender, a pequeña escala, el inmenso Amor sincero, infinito y misericordioso de un Dios que se hizo hombre, y entregó su vida por amor a noso-tros.

Hola! Soy Javier Cela, tengo 23 años. Nací en Quito, capital del Ecuador. Vengo de una familia compuesta por mi madre y 6 hermanos.

Vine a España con muchas ganas e ilusiones de discernir mi vida vocacional y de conocer e introducirme a esta rica cultura.

Espero que oréis mucho por todos los que este año hemos iniciado un nue-vo proceso de formación (noviciado).

……………………………………………… Mi nombre es Junior Morillo, soy de

Venezuela, de la región de Carabobo, un pueblo llamado Mariara. Tengo 22 años. Recientemente terminé mis estudios de filosofía y en estos momentos me en-cuentro en Salamanca haciendo un año de noviciado.

Ingresé al seminario mayor en Vene-zuela a los 19 años; de ahí fui descu-briendo y afianzando mi vocación a la vida religiosa. He tenido diversos apos-tolados que me han ayudado a discernir esta vocación.

Soy artista de nacimiento, me gusta mucho el arte y las culturas de otros países; el cantar, reír, bailar van siem-pre conmigo.

Este año que comienza para mi, es-pero que sea de mucha ayuda espiritual y comunitaria, y así poder seguir cami-nando firme hacia este horizonte al cual me ha llamado Jesús.

………………………………………………… Hola! Yo soy Erwin Baschmann, nací

en una ciudad llamada Puerto Montt, en el sur de mi país, Chile. Soy el mayor de 4 hermanos y tengo 25 años.

Conocí a los Sacerdotes del Corazón de Jesús en Santiago, específicamente en una de sus parroquias. Lo que más me llamó la atención de esta espirituali-dad fue la forma en que el P. Dehon en-tendió la Reparación del Corazón de Je-sús, que es herido en las almas, pero también en las sociedades. Esto me mo-tivó a seguir a Jesús y a trabajar por la construcción de su Reino bajo la guía de esta Congregación. Hoy me encuentro realizando mi año de noviciado y, desde ya, espero contar con sus oraciones. Un abrazo.

Noviciado

Desde Salamanca nos llega el saludo de cuatro jóvenes que han venido a Es-paña a vivir un año profundizando en la Fe, en la historia de la Congregación y teniendo una experiencia de vida comu-nitaria, que esperamos puedan compar-tir desde aquí con nosotros. Aquí se pre-sentan:

¡Hola! Soy Emilio Enrique Guillén, para mis amigos Kike. Tengo 25 años y vengo de Valencia, Venezuela, donde conocía a la Congregación de los SCJ.

Les cuento que entre mis hobbies están el leer, pintar, jugar al fútbol y so-bre todo cantar. Luego de tres años de formación en la Región de Venezuela, ahora vengo a España a conocer y ma-durar en la espiritualidad y carisma del P. Dehon en este año llamado noviciado.

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Manu Rodr ígu ez (Va l e nc i a )

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Aquí tenemos los dos cuentos que habéis escrito para el concurso de nuestra sección.

La generosidad al alcance de todos aite era una adolescente joven y egoísta cuyos objetivos eran sacar buenas

notas y divertirse; no le importaba nada ni nadie más que ella. Todo esto cam-bió cuando conoció a Pablo; Pablo era de origen ecuatoriano y había venido a España con la necesidad de buscar un trabajo con el que poder mantener a su familia y de la que mucha gente, como el padre de Maite, se aprovechaban y les daban una miseria a cambio de largas e intensivas horas de trabajo.

Al principio, cegada por su egoísmo, no se daba cuenta de las condiciones en las que su padre tenía a muchos de sus trabajadores, pero cuando lo hizo, su visión respecto a las personas necesitadas de cariño y afecto cambió y propuso a sus amigos la idea de hacer algo al respecto. Al principio, temiéndose una broma por parte de Maite, le seguían la corriente, pero cuando se dieron cuen-ta a lo que estaba dispuesta, ellos también cambiaron su opinión, le apoyaron y decidieron crear entre todos un grupo de ayuda a las personas necesitadas, que no fue tarea fácil; al principio visitaban ancianos y ayudaban a inmigran-tes y personas marginadas de la sociedad, pero con el tiempo se dieron cuenta de que aquello solo era el principio de lo que estaba por venir.

Una vez pasados los años lograron su mayor objetivo: formar una institu-ción benéfica cuyos fines eran consolidar una sociedad en la que se integrasen todas estas personas marginadas de la sociedad.

A menudo asociamos la generosidad con el bolsillo y con lo material, pero como nos muestra el cuento; una sonrisa, un abrazo o echar una mano a la gente que lo necesita son pequeños gestos de generosidad que están al alcance de todos y hacen latir el corazón del mundo.

Alberto Cantos (Novelda)

M

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Lory

(Mad

rid)

Mundo na vez un extranjero llegó a un pueblo con la intención de desposarse con

una joven de la que se decía que era un ángel caído del cielo, ya que poseía una belleza y una dulzura inauditas. Él llegó ante ella y le prometió bellas riquezas, altos poderes, gloria y honor pero ella se negó. Cuando alguien le preguntó el porqué de su negativa ella simplemente contestó:

- ¿Qué necesidad tengo de riquezas cuando lo más rico del mundo es poder

contemplar el crepúsculo del día aquí, en la aldea que me vio nacer, cuando lo más bello es el sonido de las risas de los niños al escuchar el cantar de los pája-ros, el más glorioso de los honores es poder ayudar a la gente y el más digno poder es la sonrisa?

Días después la muchacha, llamada

Mundo, desapareció para no regresar. Cuentan los sabios que desde entonces, cuando alguien descubre que la verdad residía en las palabras de Mundo, se escu-cha el latir de su corazón que calma la pena de todo aquel capaz de oírlo, pero ya hace tiempo que no se percibe…

Sólo tú tienes el poder para cambiar-

lo… ¡Haz latir el corazón del Mundo!

Maite Ávila (Novelda)

U

¡Gracias por vuestras cuentos! Por vuestra colaboración seréis premia-dos con una sudadera con el lema “haz latir el corazón del mundo”. Es-peramos que la magia de los cuentos os siga acompañando y os ani-

méis a escribir de nuevo ... ¡Enhorabuena!

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Han pasado siete años desde que visité, una tarde de primave-ra, la Iglesia de San Luis de los Franceses, en el centro de Roma. Una antigua iglesia que se encuentra entre el Panteón Romano y la Piazza Navona, dos de los lugares más representativos del bullicioso mundo romano. En ellas emergen la historia de un gran imperio, por una parte la antigüedad imponente de la vieja Roma representada en el monumento mejor conservado de la gran civilización. Allí descansan los restos del gran Rafael y otros legendarios monarcas como Víctor Manuel, junto a otros célebres personajes de la vida socio–cultural italiana. Por otra parte, encontramos el imponente marco arquitec-tónico y escultórico de la Roma del Barroco con Bernini y Borromi-ni. En mitad de este enclave, frente a la grandeza y rigidez del mun-do clásico y la brillantez de formas del barroco, aparece la expresión luminosa en el interior de una insignificante Iglesia estratégicamente colocada para el espectador.

Sería delito pasar de largo y no dejarse interpelar por ese sexto

sentido que guía al visitante que, intrépido de aventura, escudriña los recónditos secretos de una misteriosa ciudad desconocida. Una vez que se accede al recinto sacro, si la fortuna sonríe al espectador, podrá percatarse que un sonido musical procedente de las alturas co-rales engalana la escena haciendo de este momento una exaltación artística sin parangón. El recuerdo de la melodía de Bach te trasporta a esos viejos mundos del XVI donde los pintores malvivían del fruto de su trabajo sin saber si el cuadro que realizaban sería objeto de su inmortalidad en años posteriores. Suponemos que en esa atmósfera de tabernas pestilentes, vidas azarosas, rivalidades elocuentes, desafí-os a la autoridad y caracteres pendencieros transitó la vida de Mi-chelangelo Merisi, alías Caravaggio.

Caravaggio nació en Milán a principios del otoño de 1571.

Una peste que se sucedió en dicha ciudad algunos años después le hizo volver a una pequeña ciudad del condado de Bérgamo, en la Lombardía, no lejos de Milán, de donde era oriunda su familia pa-terna, y de dónde tomó el patronímico que le identificaría artística-mente. Artista explosivo por carácter y pintura, con él nace el lla-mado tenebrismo o claroscuro. Los contrastes de su pintura oscilan entre la luz y las sombras como si entre sombras fantasmales emer-giera un último hálito de esperanza que hace que el hilillo de luz bri-llante genere una sensación de divinidad.

La vocación de San MateoLa vocación de San Mateo

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Migue

l Ánge

l Millá

n (Nov

elda)

En la nave late-ral izquierda de la Iglesia, en una capillita semios-cura se puede contemplar petri-ficado la llamada vocación de San Mateo. En la voca-ción de San Mateo, la luz entra con Cristo, es el signo de su presencia y acompaña la visión expectante del vi-dente como querién-dole indicar que Ma-teo significa “de la mano de Dios”. Es in-dudable que la luz ad-quiere aquí la simbolo-gía de la revelación de la divinidad.

El personaje de Mateo resulta de lo más llamativo; parece desentenderse

de la acción y se entretiene recontando algunas monedas con la cabeza aga-chada, como quien no desea afrontar la realidad de esa luz cegadora y prefiere huir de ella porque le incomoda su presencia, dándose por aludido. Sin em-bargo, el resto de los personajes están cautivados, sorprendidos y afirman con sus gestos y miradas la expresión “es a él”. En todo este ambiente claroscuro se nos deja una constancia: Mateo se acerca a Dios desde las sombras, no des-de la luz. El que ha sido llamado por la luz vivía en la sombra y ha sido con-vocado a la máxima expresión de la belleza que, como afirmaba San Agustín, era la luz.

Esta confrontación entre luz y sombras hacen de esta pintura un espejo

teológico que muestra la dualidad del bien y el mal. Un Dios que se revela en la luz frente a unas sombras que son el propio mundo representado en ese grupo de hombres sorprendidos y vestidos con los jubones clásicos del XVI. Pero especialmente prevalece una cita del evangelio del mismo protagonista del cuadro, Mateo, parafraseando una de las profecías del profeta Isaías: “El pueblo que habitaba en las tinieblas ha visto una gran luz; los que habitaban en el paraje de sombras de la muerte, les ha amanecido” Mt 4,16.

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PROYECTO “CORAZÓN SOLIDARIO”

Volvemos a acercarnos en este número a nuestra misión en Ecuador. Son muchos los proyectos que allí se llevan a cabo, pero quizás éste sea uno de los menos conocidos: Proyec-to “Corazón Solidario”.

A lo largo de nuestros diez años de presencia en Ecuador se ha ido creando las infraestructuras y ser-vicios necesarios para el desarrollo de nuestra mi-sión.

El proyecto “Corazón Solidario” surgió cuando en Bahía se hicieron cons-cientes de la cantidad de personas que hay con si-da, de lo discriminadas que estaban y las condi-ciones en que se les trata-ba en los hospitales, y del gran desconocimiento que existe sobre la enferme-dad, con el correspondien-te riesgo de contagio.

La asociación está formada por personas que tienen el VIH y enfermos de SIDA. Lo que se pre-tende conseguir es que las propias personas que con-viven con la enfermedad ayuden a otras que aún no saben qué es lo que les pa-sa, darles toda la informa-ción acerca de la enferme-dad, cómo convivir con ella y con su familia, etc. También es un grupo en

el que poder apoyarse en los momentos mas difíci-les. Se les orienta y acon-seja a la hora de enfrentar-se con ello, sobre dónde acudir, dónde ir para reci-bir un tratamiento adecua-do. Pero como uno de los grandes problemas es el coste de los tras-lados a otras ciu-dades para las revisiones y po-der recibir el tra-tamiento, ellos mismos también se reúnen para realizar artesaní-

as y poder cubrir parte de los costes.

Escuela Taller de Artes y Oficios

Una de las actividades que se realizan dentro de la parroquia es la escuela taller de Artes y Oficios, que se basa en la elabora-ción de diferentes artesa-nías hechas por personas que pertenecen a la Aso-ciación “Corazón Solida-rio”, que es una asociación que la conforman personas viviendo con VIH-SIDA, dando también la oportu-nidad de que participen personas de barrios margi-nales y comunidades del campo generando ingresos para el bienestar de sus familias.

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se elaboran cajas, bolsos, cruces, llaveros, adornos en diferentes figuras, etc. Trabajos de Pintura en

cajas de balsa: Esta actividad se basa

en diseñar y pintar cajas de balsa con motivos del medio, sea animales, aves, u otro elemento propio de la zona. Todos estos productos

que aquí se elaboran se co-mercializan en su mayoría en el extranjero, generan-do una fuente de ingresos económicos para las perso-nas que participan de es-tas actividades. El dinero que se obtiene de las ven-tas es divido para la Aso-ciación “Corazón Solida-rio”, para las personas de los barrios y comunidades del campo, para adquirir

Dentro de la escuela ta-ller de artes y oficios exis-ten varias actividades co-mo: Elaboración de Papel

Reciclado: Este producto es elabo-

rado a mano, y se hacen variedades de productos como tarjetas (para toda ocasión), agendas, porta fotos, fundas para regalo, cajas, carpetas, etc. cada uno de estos elementos son decorados con flores naturales del medio, y di-señados por las personas que participan de esta la-bor.

Productos elaborados con Tagua: La tagua es una semilla

de la que se elaboran va-riedades de cosas, como aretes, collares, pulseras, llaveros, adornos de dife-rentes formas y tamaños. En el taller se diseñan los modelos de todo lo antes mencionado. Productos elaborados

con Paja Toquilla: La paja toquilla es un

elemento natural que, para realizar cualquier objeto, se tiene que tejer a mano y con muy buena precisión en lo que se tiene pensado hacer. Con este material

materia prima, y para otros gastos de servicios básicos. Además, en cada área se cuenta con una persona que dirige o super-visa el trabajo realizado, verificando así que el pro-ducto sea de buena cali-dad y esté apto para la venta. En la escuela taller de

artes y oficios no solo se elaboran productos artesa-nales, sino que también se forma a los integrantes en valores, disciplina, a valo-rarse y a aceptarse como son, de que sí se puede avanzar en la vida y de que no se está solo.

Laur

a Vi

ñas (

Mad

rid)

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Cuando me enteré que el

“infumable” Ben Affleck había decidido abandonar la pantalla de cine para poner-se detrás de la cámara tuve sentimientos contradicto-rios: por una parte sentía un gran alivio al librarnos de su presencia, pero por otra me echaba a temblar al pensar si sería capaz después de martirizarnos como actor, de hacer lo mismo o peor poniéndose a dirigir. ¿Cómo alguien que reacciona igual ante un beso que a una pa-tada, que nos provocó la náusea en bodrios como “Gigi” o “Pánico nuclear” co-metía la osadía de rodar? Y por si esto fuera poco venía acompañada de polémica, al tratar, según se decía, un tema coincidente con el ca-so McCann-Madeleine (la desaparición de una niña), aunque una fuera en el Al-garve y la otra en Boston.

Además la peli era la adaptación de una novela de Dennis Lehane, un ge-

FICHA TÉCNICA Dirección: Ben Affleck Guión: Ben Affleck, Aaron Stockard Reparto: Casey Affleck, Mi-chelle Monaghan, Morgan Freeman, Ed Harris, Amy Ryan, Karen Ahlern, Carla Antonino, John Ashton, Amy Madigan Producción: Miramax Films / The Ladd Company / LivePlanet Música: Harry Gregson-Williams Fotografía: John Toll Duración: 114 min Año: 2007 (USA)

nial escritor cuyas obras es-tán pobladas de misterios, crímenes, droga, pedofília y miseria. Seguro que os so-nará algo más si os digo que es el mismo tipo y sus obras en quien se inspiró el maravilloso Clint Eastwood para su maravillosa “Mystic River”. Y saber adaptar al cine una novela de este pe-so o se hace bien o se con-vierte en un lastre difícil de aguantar. Y por si esto no fuera suficiente, el majo de Ben decide que el detective protagonista de la película sea su hermano menor Ca-sey, en lo que bien podría entenderse como un fla-grante caso de nepotismo o aún peor, de suicidio do-méstico y fraternal.

Obvio parece que, des-

pués de esto, quién es el guapo que se va a ver un film. Pero sentía pálpito, lo leído me atraía, excavar en los turbios dilemas morales, ¡yo que sé! Son de esas ve-ces donde sabes que sí o sí hay que ir y no me pregun-tes por qué. El hecho es que fuí.

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Macedonios, lo que vi me encantó y mucho, pues en el panorama de cine im-becilizado actual no cabe sino felicitarse por la apari-ción de una voz empeñada en adoptar modales de adulto, tanto en su narrati-va como en su argumento. Me alegré profundamente que Ben decidiera ponerse detrás de una cámara; pen-sé que si alguien sentía herida su sensibilidad por coincidencias con el caso Madeleine era tratar al es-pectador como un cateto, y después de ver el resultado podía afirmar que Ben no había pecado de nepotismo sino al revés. Su acierto es mayúsculo al pensar en su hermano para ser un detec-tive privado, un antihéroe, tan débil como desafiante; su coherencia como eje principal de un entramado de relaciones oscuras es magistral. Y en lo único que me lié fue en la adaptación de la novela, en un guión por momentos tan embro-llado que cuesta seguir el ritmo impuesto por Ben; a veces no me enteraba del por qué pasaban de una situación a otra en tiempo record, y sentía demasia-das explicaciones, algo fa-rragosas, para hacer com-prensible algunos recove-cos de un guión complejo.

cian un final que no llega. Junto al ya nombrado

Casey Affleck, destacan por sí mismos unos inmen-sos Morgan Freeman y Ed Harris, necesarios e im-prescindibles. No así el pa-pel de M. Monaghan (su mujer en la peli), inútil y de adorno, absolutamente desaprovechado.

Para lo último lo mejor:

unos quince minutos finales soberbios, de lo mejor que he visto últimamente. Y un final fantástico, desolador, contradictorio, arriesgadísi-mo y anticomercial. Lo sufi-ciente como para obligar a posicionarme, a recapacitar sobre lo difícil que es cami-nar por la finísima senda del bien. Y digo yo, ¿qué es el bien? “Adiós pequeña, adiós” no resuelve dudas, sólo me las genera. Y es que en un mundo de gente imperfecta no hay respues-tas perfectas. Quizá no hay respuestas..

Y a pesar de ello la película es sobrecogedora, te va lle-vando poco a poco de la mano, es un thriller apasio-nante, de los de antes. En su superficie sencilla, una investigación criminal que gira en torno a la desapari-ción de una niña; en su sub-texto es inmensa, con mu-chos elementos que ponen a prueba la moral de sus personajes, sumidos en una eterna búsqueda de res-puestas entre lo pagano y lo religioso.

Imagino que a estas altu-ras ya os habréis dado cuenta que no he hablado apenas de la trama, pero es que pocas veces los giros radicales en la historia pue-den ya sorprender a alguien sin que decepcionen un po-co (ejemplos últimos de peli-culones con cojera los tene-mos en “Infiltrados” o “Promesas del Este”), y aquí no los ves venir. Así que pa-ra una vez que la boca se te queda por el sue-lo con una esce-na, lo mejor es no decir nada. Ade-más, lo mejor del guión es que no respeta normas, hasta el punto de sentir tres o cua-tro puntos de in-flexión que anun-

Jesús M. Baena (EEUU)

P Á G I N A 2 2 P Á G I N A 2 2

En la mañana y durante el día, cae en la cuenta de la infinidad de cosas que oyes, desde los ruidos más externos (el agua de la ducha, los de la casa, el de los coches mien-tras vas al trabajo o al estudio, o mientras paseas; el murmullo de las personas que se entrecruzan por las calles, en los comercios, en los bares…), hasta los más cercanos, (mientras hablas con alguna persona, fami-liar o amigo, o estás delante del televisor). No dejes de captar la diferencia entre el oír muchos ruidos y el escuchar atentamente.

También tu fe en Dios tiene mucho que ver con tu capacidad de escucha. ¿A qué te suena ese dicho de San Pablo, tan breve co-mo sugerente, de “fides ex auditu” (de que la fe entra por el oído, de que la fe es escu-char, entre la multitud de palabras que nos envuelven cada día, una Palabra especial: la palabra de Dios)?

Pues aprended de Jesús que, como Él mismo nos dice, estuvo siempre a la escucha de la voluntad de su Padre Dios (Jn 4, 34) y muy atento a las necesidades de la gente que le rodeaba (Jn 5, 6).

En la noche, recuerda cómo te ha deja-

do todo lo que has oído durante el día. ¿Te produce nerviosismo, o te ha dejado en paz? ¿Has podido distinguir entre oír -ruidos que te vienen de fuera- y escuchar o estar aten-to a algo o a alguien que te ha resultado be-neficioso? Y tú mismo, tal vez tengas la ex-periencia de lo difícil que te resulta entrar

en tu interior, de escucharte dentro de ti, donde está tu verdad más profunda.

¡Habrá que seguir “afinando” el oído!

Historia: Cuestión de oído Dos amigos andan juntos por una calle de

Hamburgo. Pavimento de Alemania, tiendas, bancos y anuncios y tráfico. Los envuelve el ruido multiforme de la ciudad moderna.

Aunque los amigos son diferentes y se nota en su andar. Uno es alemán de la tie-rra, hijo de la ciudad, criatura del asfalto, ciudadano del marco. El otro es un yogui hindú. Está de visita. Lleva ropas anaranja-das y mirada inocente. Anda con pies descal-zos que apresuran su ritmo normal para se-guir a su amigo en la ciudad. Caminan juntos por la calle comercial.

De repente el yogui se para, toma del brazo a su amigo el alemán y le dice: “Escucha, está cantando un pájaro”. El ami-go alemán le contesta: “No digas tonterías. Aquí no hay pájaros. Vamos, no te detengas y sigue adelante”.

Al cabo de un rato el yogui, disimulada-mente, deja caer una moneda sobre el pavi-mento. El amigo alemán se detiene y le dice: “Espera. Se ha caído algo”. Sí, claro. Allí estaba la moneda sobre el adoquín.

El yogui sonríe. “Tus oídos están afinados al dinero, y eso es lo que oyen. Basta la cam-panilla mínima de una moneda sobre el as-falto, para que se llenen tus oídos, lo que ven tus ojos y lo que desea tu corazón. Oí-mos lo que queremos. En cambio estás des-afinado ante los oídos de la naturaleza. Tie-nes muy buen oído, pero estás sordo. Y no sólo de oído, sino de todo. Estás cerrado a la belleza y a la alegría y a los colores del día y a los sonidos del aire”.

¡El pájaro sí que había cantado!

Estamos desafinados. Carlos G. Vallés

Orar con el oído Hay un dicho que dice:

“¡No es lo mismo oír que escuchar!” Oír, es más superficial.

Escuchar, requiere estar muy atento y más en un mundo como el nuestro.

Fco.

Jav

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olin

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ente

la Re

ina)

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1 Javier Luengo (Madrid) 10 Sara De Lorenzo (Madrid) 10 Javier Recio (Alba de Tormes) 12 Jonathan Martínez (Venta de B.) 14 David Lacunza (Pamplona) 14 Esther Masa (Venta de B.) 14 Raquel Pérez (Novelda) 16 Estefanía Romano (Novelda) 20 Nagore Pérez (Venta de B.) 26 Iván Pérez (Pamplona) 28 Pablo M. Zapiráin (Novelda)

8 Carlos Rodríguez (Madrid) 11 Roberto Busquiel (Novelda) 13 Eduardo López (Madrid) 19 Laura García (Torrejón de Ardoz) 23 Roberto García (Puente la Reina) 24 Elena Gómez (Alba de Tormes) 25 Jesús Molina (Madrid) 27 Isidoro Pérez (Aspe) 27 Raquel Noceda (Valencia)

4 José A. Casalé (Alba de T.) 6 Óscar Erice (Puente la Reina) 6 Igor Puy (Puente la Reina) 8 Pedro Manuel Serena (Madrid) 11 Pedro Rodríguez (Madrid) 11 María Gómez (Alba de T.) 15 Pedro Hipólito (Collado Villalba) 16 Adrián Antón (Novelda) 18 Manuel J. Grilo (Salamanca) 19 Clara Gallardo (Aspe) 23 Laura Viñas (Madrid) 25 Valeriano Gómez (Madrid) 29 Roberto Baztarrica (Salamanca)

octubre

octubre

noviembrenoviembre

diciembrediciembre

¡felicidades!