Srt r/mí IS(> í> - Universidad de...
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SERMON
PANEGIRICO-MORALDEL GLORIOSO INFANTE
DOMINGUITO DE V A L ,
M ARTIK D E ZARAGOZA,
QUE
en la solemnísima Festividad, celebrada el día a i de Setiembre de 1806 , poi’ la Parroquia de S. Miguel de jos Navarros de dicha Ciudad , con motivo de haber nacido en ella el
Santo Niño , y de haber concedido su Rezo la Silla Apostólica
PREDICÓ
ELR.P. F. MANUEL MONTERO,de La Regular Observancia de S. Francisco^
Zetor Jubilado , y E x-D efinidor de la Provincia de Aragón:
Y PUBLICAN
algunos Devotos del mismo Santo , deseosos de promover su culto y devocion.
ZARAGOZA : AÍíO 1806.
CON LIC. EN L A OFICINA D E HIEDES.
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' .’TGHl'.C -T fi'/iU>rÌO Avi M .DUlvVÌOO
Suscitavit Dominus spiritum sanctum pueri
junioris. Dan. i 3. y . 4 *
I el grano de trigo , que se siem-
S i bra en la tierra , no muriere , no
lleva fruto alguno ; pero si murie
re 5 se levanta , crece , y se multiplica en gran
manera , dice nuestro D ivino Salvador ( i ) . Es
te grano misterioso , según S. Agustin f a ) , era
el mismo Salvador Jesns, el qual habia de ser
crucificado , y muerto por la infidelidad de lo»
Judíos , y luego se habia de multiplicar pcrr
la fé y religion de los pueblos. Y ¿quien no
vé cumplido , y verificado esto mismo en el
bienaventurado Infante, y Mártir inocente San
to Dominguito de Val? Murió como el grano
de trigo , porque murió crucificado por la cruel
f i ) Joan. cap. is..(2) Aug. Tract, ó i. in Toan,
perfidia de los Judíos ; y resucitado desde en
tonces á un culto constante y nunca interrlnn.
pido j Ic vemos aora maravillosamente multi
plicado por los repetidos y solemnes cultos,
que le tributa la devocion, y la fé de la Imperial
Ciudad de Zaragoza, Madre j y Cabeza de mu-
clios Pueblos, oí i“ ‘
Gracias á Dios. Despues de, cinco siglos y
medio vemos autorizado, y confirmado por la
Cátedra de la verdad el culto inmemorial, qu«
hasta de aora le habia?dado la Iglesia de Za
ragoza. Yá se ha solemnizado su primera Fes
tividad en el Santo Templo del Salvador , y
desde aquella Cátedra del Espíritu Santo se
oyeron resonar por la primera vez sus alaban*
xas. E l culto, que por tantos siglos habia es
tado como encerrado! dentro, der aquellas sagra***
das paredes sale á extenderse , y propagarse
por todos los Templos , Parroquias 5 y Monas
terios de e^ta-Ciudad Augusta. Yá se ha fixa-
do por día propio de tan glorioso Mártir el 2,6
de Agosto de cada un año , para que todos.los
Sacerdotes , y- Per.sonas Eclesiásticas Seculares,
y Begulares de la misma , con inolusion ele las
•Monjas , celebren su festWidad , tanto en pú
blico , como en secreto', con Oficio de Doble
mayor. Alegrare, pues , amada , y venerada Par-
roquia m ía: congrega tus hijosr; convida á los
ístra ñ o s: ilumina las calles : adorna tu Tem
plo : multiplica tus fiestas : y salta de gozo en
el insigne dia de tu. solemnidad. Porque ¿có
mo puede wna Madre contener los ímpetus d«
amor , y de júbilo á vista de la exaltación, y
gloria de su Hijo?
Sí Señores : la antiquísima Parroquia de
S. Miguel de los Navarros ha reconocido siem
pre por hijo suyo al Santo N iño Dominguito
de Val. Lo diré resueltamente Santo Domin
guito de Val es hijo de la Parroquia de San
Miguel. Eso es mucho decir , dirá alguno de
mis oyentes , y 'h a b rá dicho yá mas de uno de
los qtie no me oyen. ¿Santo Dominguito de Val,
hijo de la Parroquia de San Miguel? ¿En don
de está escrito? ¿Ubi scríptum estP Estamos en
un dia , en que somos deudores á sabios , y á
ignorantes ; y á mi me toca responder con aque*
lia sinceridad , j verd ad , que éxígen este sa
grado lagar , j el carácter de mi Ministerio.
T u me preguntas, ¿en donde está escrito , ubi
scriptum e st? respondo de este modo. No
está escrito eti los L ib ro s , que actualmente
existen en la Parroquia , porque los cinco L i
bros que comprehenden el tiempo del naci
miento de Santo D o m in g u ito y los que abra-
Eau el espacio de tres siglos fueron transpor
tados con tantos otros á los Archivos de Bar-?
celona , y de Simancas por la turbulencia de
aquellos tiempos pero en los Libros de Par
roquia, que luego se siguieron, se hallan Par
tidas antiquísimas , en que está escrita , y
se vé continuar Ja succesiou , y apellido de ios
Val. No está escrito en algún documento irre
fragable , y original ; pei'o está escrito há mas
de ciento y cinquenta aúos en la Historia del
Martirio del Santo N iñ o , que escribió el cé
lebre Cronista Don Juan Francisco Andrés á
instancia del Ilustrísimo Cabildo dé la Santa
Iglesia Metropolitana de Zaragoza , ai que la
dedicó ; y en ella colige con gravísimos fun
damentos , que Ja Casa del Santo estaba en la
Parroquia de San.«Miguel , en la calle de la
Cadena. No está escrito en algún Libro Canó
nico , pero está escrito eu un Libro , que se
conserva en el Archivo de la Metropolitana
del Salvador con este titulo : Iglesia de Zara^
goza : sus Sontos , cosas Sagradas , y Cere^
monias ; en cuyo L ibro se halla un precioso
Manuscrito , que trata del Santo M ártir Do
mingo de V a l ; y hablando de sus Padres di
ce expresamente : Sus Casas eran en la P ar
roquia del Sr. S. M iguel de los N avarros, en
Iq Calle de la Cadena , donde está e l Arco
que llaman de la Ñ a u , contiguo á la niisma
Casa de los Padres del Santo. No está escri
to en losjLibros de la Parroquia; pero ¿qué
importa , si por una constante tradición de Pa
dres á hijos está escrito, y altamente impreso
en los corazones de sus Parroquianos? Y con
razón : porque yo no veo que otra causa pu
do impeler á los hijos de esta Parroquia , á
que fuesen los únicos , y los primeros en ob-
«equiarle con la erección de su antiquísima Co-
Tinfradia ( I ). Por lo qual mientras no se noi>
muestren por otra parte ó iguales testlmoñios¿
ó pruebas mas claras en contrario , alzaréraoir
]a voz 5 y dirém&s, que Dominguito es núes»
tro i y del todo nuestro por derecho de na-
cimiento. -1. 3 íí<v:. --'b
N i por esto intentamos«, usúrpár él dere^.
cho , y la gloria , que por Dominguito han re
sultado á éstacGiudad Au’güsta s ^^nt*
Iglesia Metropolitana. Si Zaragoza lo quiere poí*
«uyo, porque la Patria es Madre de sus hi-
)os ;• sí la SaÁta'ígles'iai M^rop^litíína • lo'quie*^’
re también por suyo péxfqító'füé Seise', ó'In»-
fánte de su Gcíró ,'Y está'en la posesion dic&d^
sa de sus Reliquias insignes, e n h o ra b u e n a d i
vídase 'él lnííínt6j),>‘dwideitur‘ Mfa,ns^[^^'r.^rQá9
quando se trata del Infante viví>i, *y- i^ ie r w
i í ' . i ’ I Í 3 l i i í Í J ‘J
^2) L a Cofradía tiene, la misma antigüe'^ da d, que el Martirio del Santo: porque Lue go los Labradores de la Parroquia de San M iguel la instituyeron en el año 12.60. Asi en el M.S. cítádo del Archivo de la Seo.> Lib. Reg. ü. , - , )j;..ipo«
ÍX
nacido: quando se trata de la M adre, qua 1«
dio á la Religión , y á la P a tria , aqui no hay
división ; todo el Infante , y el Infante vivo
debe darse á esta Parroquia de San Miguolj
conforjue á la célebre Sentencia pronunciada
por Salomon : Date huic Infantein vivam , hx9
est enim mater ejiis ( i ) .
G loríate, pues, felicislma Parroquia: glo
ríate , por ser Madre de tal Hijo ; pero no t«
gloríes sino en el Señor, como quiere el Apos-
tol (a j. y si la regla fundamental del culto*
que tributamos á los Santos, consiste en refe
rirlo enteramente á Dios , y á nuestra salva
ción eterna , dexadme inquirir , é investigar
en la misma novedad , y circunstancias de es
tos cultos públicos y solemnes, lo que Dio»,
quiere de nosotros. Nosotros vemos con admi
ración , que Dios ha levantado , y excitado lá
mem oria, la devocion , y cl Espíritu de Santo
Dominguito de Val , quando parecía estar ma®
2
( í ) Ib. V. 2,7.
( i ) A d Cor. 2. C. 10. ü. J Z
«epultado en el olvido : Suscitavit Dominus spí-'
ritum sanctum pueri junioris. Esta es una luz,
que ha sacado el Señor de las tinieblas, pa«
ra que todos la v e a n , y la celebren. Este e*
nn g r ito , con que despues de tantos siglos de
silencio, quiere llamar las atenciones de toda la
Ciudad. ¿Quereis saber co n q u e obgeto, ó por
que razón? Yo creeré no apartarme de la ver
dad , si intento haceros ver , qne esto lo ha.
hecho el Señor por tres motivos , que pare
cen mny conformes á sus piadosos y sobera
nos designios. Oidlos. Dios ha suscitado en es-
tos dias la gloriosa m em oria, la veneración»
y el espíritu del Santo N iñ o , y M ártir ino
cente , Santo Dominguito de Val : Suscitavit
Dominas spirítum sanctum pueri junioris:
»^Lo primero , para reprehender á los delica
dos , y enemigos de la Cruz con la memoria
de su Martirio. Lo segundo, para confundir
la arrogancia de los sobervios con la exalta*
clon de su Caito. L o tercero para condenar
la insolencia de los torpes con el candor de
ÉU inocencia.” Lo diré de otro m odo; para
manifestar , la delicadeza reprehendida por un
N iño crucificado ; la sobervia confundida por
un N iño exaltado ; la torpeza condenada por
un Niño inocente. Esta será la división de mi
D iscurso; y para que todo sea á mayor glo
ria de D ios, culto del Santo, y provecho nues
tro , imploremos la intercesión de la Inmacu
lada Yirgen Maria, Madre de ia Divina gracia
A'v :e m a b l x a .
Suscitavit Dominus spiritum sanctum pueri
junioris. Dan. i 3. v. 4^.
P A R T E P R I M E R A .
L a delicadeza reprehendida por un Niño
crucificado.
J e s u “ ChrisCo , y este crucificado , que fué un
obgeto de escaudalo pai’a los Judios, y pa
reció necedad á los G en tiles, es el obgeto de
adoración , y de imitación para lo» Giiristia-
nos. Este es aquel Divino exemplar , que pu
so Dios sobre el monte Santo de la Iglesia,
para que los Fieles le contemplen con aten
ción , sigan sus exemplos y nivelen por él
todas sus acciones. Para esto nos ha llama
do Dios á su Iglesia , dice el Apostol San
P ed ro ; In hoc vocati estis f i j . Y si Christo
{1) 1. F et. c. i . V. a i .
sufrió tanto , y padeció por nosotros, fiie pa
ra darnos exem plo, y para que nosotros ca
minemos por sus huella«. El Apostol San Pa
blo no* exorta , y nos manda ( i j , quej^o?>*
gamoi los ojos en Jesús Autor j y consuma
dor de nuestra f é 3 el quoi habiéndose pro
puesto el gozo , sufrió la muerte de Cruz¿
despreciando la confusion. Pero la lastima es,
que este Divino exem plar, que á cada pa
so se nos presenta , á manera de un Libro
ab ierto , escrito con caractères de sangre, es
para nosotros la cosa mas olvidada ; porque
ni nos compadecemos de sus penas, ni cui
damos de conformar nuestra vida con sus exem-
píos : y esta es la desgracia del Christianis-
mo. Por eso se vén entre nosotros infinitos
Ghristianos , á quienes llama San Pablo ( íi j
con las lágrimas en los ojos, enemigos d é la
Cruz de Christo , cuyo Dios es su v ien tre ,
cuyo fin es la muerte eterna, y que »olo to-
'1 ) Ep. ad Hebr. c. 22. v. 2. 2) £p. ad Fhilip. c. v. 18.
man gusto á las cosas de la tierra : gente#
que se han propuesto seguir el sistema de una
vida cómoda , regalada > voluptuosa , afemina
da , j divertida; que se espantan solo de oir
el nombre de Cruz, de m ortificación, y pe
nitencia : que quieren reducir toda la prác
tica de la doctrina de Jesu-Christo al Bau
tismo , y á la Misa : que baxo la apariencia
de R elig ió n , y obras cstériles>, han venido á
formar en nuestros dias como una especie de'«?
secta , que solo habla <le felicidad temporal,
que todo lo quiere ordenar al placer de los
sentidos , y que constituye aquella "vida ver- *
dacleramente a n ti-C h r is t ia n a q n e prcdix^o ei''
Apostol 5 y es el verdadero, y casi universal
carácter de estos últimos, y desgraciados tiem
p o s , en que vivimos. In novissim is‘ diehus
erunt homines voluptatum amatares magis
quam D ei ( i )• Pues en estas circunstancias,
en que tanto abundan los enemigos de la
Cruz : en estos días lamentables , en que vi»
f i j 2. ad Timot. c. ©. a,
vimos tan olvidados de aquel D ivino exem-
plar , que se vio sobre lo alto del Calvario,
movido Dios de las entrañas de su miseri-
coi’dia , de loa pensamientos de paz, y d é lo s
designios de su amor sobre nosotros, querien
do dispertarnos del profundo sueño de un
olvido tan pernicioso, se ha dignado suscitar
Ja memoria del Santo Niño> y M ártir ino
cente, Dominguito de V a l, para que veamos
en él renovadas las facciones de la C r u z , y
del Crucificado, que estaban casi borradas en
nuestros d ia s , y para que á pesar de nues
tra delicadeza contemplemos en este amable
Infante un Christo N iñ o, que tiene valor pa*
ra sufrir en su tierno, y delicado cuerpo lo»
•angrientos estragos que se executaron en la
Pasión , y muerte de su amabilísimo Reden
tor , á quien supo volver agradecido llagas
por llagas , Cruz por Cruz , lanza por lau
ra , sangre por sangre , y vida por vida. 5’m5-
cítavit Dominus spiritum sanctum pueri ju -
ñioris.
Mas al querer dar principio á la Listo-
xvrria de su glorioao M artirio , me hallo en la
misma duda , y perplexidad , que el Padre
San Ambrosio, predicando del Nacimiento del
Bautista Y o no sé, decia el Santo Doc
tor , qué rumbo tom arm e, ni que 03 deba
predicar principalmente. Todo es admirablo
en este N iño grande; porque si su nacimien*
ío al mundo fue señalado, y maravilloso , aua
lo fué mucho mas el género de su noble,
y excelente Martirio. Sin embargo en esta mis
ma duda y suspensión , u i yo puedo callar
las prodigiosas señales del nacimiento de Do
m inguito , que se pueden llam ar una profe
cía visible de su muerte de C r u z , ni pasar
en silencio la memoria de los que Dios eli
g ió , para que diesen á luz este fruto de ben
dición, que tanto ha contribuido al ornamen
to , y la gloria de su Patria. ¿No nos ense-'
ña la Divina Escritura , según observa San
Ambrosio ( 2 ) , que quando alabamos las v ir-
( í ) S. Atnbros, Serm. 6 j. de N at. S. To- üJi. Bopt.
(2} Id, Lih. i . in Lue,
X V IÍ
tudes de los h ijos, conviene también que ala
bemos á sus Padres? ¿No nos encarga el Es
p irita Santo, que alabemos á los varones glo
riosos en su generación ( i ) ? Pues alabemos,
aunque sea de paso, á los venturosos Padres
■de D om inguito, Don Sancho de V al, y Do
ña Isabel su Esposa. Don Sancho de V al,
Notario público de Zaragoza, de estirpe es
clarecida, que como noble ,'í-é ¡Hidalgo asis
tió á las Cortes , que celebró en esta Impe
rial Ciudad el Key Don Jayme el Conquis
tador año de 12,47 ’ T trató
de la paz , y treguas de todo el Reyno. Don
Sancho de Val , de quien todavía se guar
dan con aprecio en el Archivo de la San
ta Iglesia del Salvador Esci'ituras firmadas, y
selladas de su mano y sello. Don Sancho de
Val 5 y Doña Isabel , cuyo apellido se igno
ra 5 estos fueron los felices Padres , cuyos
nombres vivirán de generación en generación,
porque nació de ellos este prodigio de la gracia, _________ 3 ___________
( i ) E ccles. c. 44 ,
xvirrHe dicho, este prodigio de la gracia, pues
el Cielo le ilustrój y distinguió en su naci
miento con las milagrosas señales de las ar
mas 5 y trofeos del Redentor. Nace Domingui
to , pero nace con una corona dibuxada en
la cabeza, y con una Cruz gravada- en la es
palda derecha. Si el enxambre de abejas, que
descansó en los labios de San Am brosio, es
tando toUavia en la Cuna ,.,fué. presagio de la
-dulzura de su predicación, y de sus escritos:
Si la hermosa estrella , que apareció en Ja
frente de- Santo Domingo de- Guzman al tiem
po de , bautizarle fué señal-.p que anunciaba
los resplandores de virtud-5 exem plos, y doc
trina 5 con que despues habia de iluminar la
Iglesia; ^Qué otra cosa podían significar la! co
rona, y la Cruz dibuxadas en la cabeza, y es
palda de Dom inguito, sínó la pasión, y muer
te, de Cruz j,: que había de su frir , y Ja co
rona de. g lo r ía , que habla de m erecer, co**
mo vencedor de la muerte , y del infierno?
Así presagiaba el Cíelo los altos designios, que
tenia sobre este Niño prodigioso ; y para Uc-
▼arlo9 aclelant« eWitó en siis Paclres todo el es-
mero , y aplicación , que convenia á la mas
perfecta , y christiana educación del mismo, en
señándole desde la aurora de su infancia á te
mer á D io s, y á que mirafse con horror hasíá
la sombra del pecado. Pero D io s, que tenia
destinada esta inocente , y tierna víctima pa
ra Mártir de la C r u z , dispuso que como él
pequeñito Samuel se consagrase primero al ser
vicio del T em plo, y del A lfar; y al ofrecer
le , y presentarle por manos de sus Padre«
para Seise , ó Infante dé! Coro de la Santa
Iglesia Cathedral, ahora Metropolitana , pare
ce que habló e l'S e ñ o r á ■ la Religión anima
da en su Iglesia M atriz, y le dÍxo : Iglesia
de Zaragoza, toma este N iñ o , y críamelo: Je-
cipe puerum istum., et nutri míhi [ i ). Reci
be en tu seno á éste Inflintillo, y tén gran
cuidado de imprimir en su tierno corazon los’
exemplos de f é , de santidad, y de virtu d , ei\
que han resplandecido tantos ilustres hijos, co-
{ i ) E xod. a.
mo has engendrado para el Cielo. T ú has de
hacer con él los oficios de verdadera Madre,
que celosamente conserve su inocencia, y pro
cure librarlo con la mayor solicitud de los
Varios peligros de la infancia. A tu cargo que
da enseñarle el temor santo , con que debe
portarse en la casa de Dios , el respeto con
que debe asistir á los Divinos oficios, la fé,
y religión con que debe servir al A lta r , la ado
ración que debe á su Dios en espíritu , y en
verdad , y los afectos de la m ente, y del co-
razo n , con que debe cantar en el Coro las
Divinas alabanzas. Cuidamelo bien , que algún
dia te llenará de gloria. Acc¡j:)e puerum isiumj
et nutrí mihi.
Los efectos correspondieron á las esperan
zas ; porque á esmeros de la educación do
mestica y paterna , y de la que recibia en la
Casa de Dios , iba creciendo el N iño de ma
nera 5 que la inocencia y el candor formaban
su carácter. Su devocion era sobre la edad,
su virtu d , y piedad sobre la naturaleza, y
todas sus delicias cantar las alabanzas de Dios
y de su Madre en el Coro , y fuera del Co
ro. Su oficio era oficio de A n g e l, de Angel
en el Tem plo , y de Angel en las calles ; á
no decir, que el espíritu, y devocion de Do-
:minguito transformaba las calles en Templo
* del Señor. Si David nos dice , que el Señor
hizo perfectas sus alabanzas en las bocas de
los Infantes ( í ) , bien podemos afirmar que
en la boca de este Infante Celestial las hizo
perfectisimas. Su voz, su dulce y delicada voz,
acompañada del candor de aquella alma tan
pura 5 era gloriosa emulación de los Ange
les del Cielo ; porque quando cantaba en el
Coro este Angel en carne, unía su voz , y
aumentaba el Coro de aquellos Soberanos Es
píritus 5 que cantan sin cesar delante del Tro
no de D io s, y del Cordero. ¿Quién creyera,
Oyentes míos, que esta misma v o z , tan agra
dable á Dios 5 á los A ngeles, y á los hom
bres , habia de bailar enemigos que se ofen
diesen de ella , como de una voz insufrible?
(2 ) Psalm. 8. V. 3.
X X II
Paès los h a lló , porque la Aljama de los Ju
díos abrigaba otros tantos áspides venenosos,
que cerraban sus oídos á las voces de este en
cantador todas las veces que le oían cantar
dulces alabanzas á María Santísima , quando
al anochecer volvia de la Iglesia Mayor á la
Casa de sus Padres.
La voz Aljam a, de que usan las Actas del
Martirio , tiene dos significaciones. Si por Al
jama se entiende la Sinagoga, como quieren
los Bolandos. ( i j , ' ésta ocupaba entonces el
mismo sitio , en que se fundó despues el Co
legio de los Padres de la Compañía de Je
sus ( 3 ) que- hoy es Seuiinario Sacerdotal de
San Carlos. Si por nombre de Aljama se 'eli-
tiende el barrio donde habitaban los Judíos,
como quiere .el Diccionario de la Academia
Española ( 3 j , es preciso afirmar ■, que lo«
( i j Bui. Acta SS. die 31. Aug. in An-* not. Lit. f . ■ ■ '
(2) M urillo Hist, de Zavagoza. Tract. 2. cap. 40. fo l. S3^-
( j ) BoL loc. cit.
X X III
Judios no martirizároii á Santo Dominguito en
la Sinagoga, sino en una de las Casas de su
Barrio ( i ) , la misma puntualmente donde
está el Pozo , en que arrojaron aquellos las
m anos, y cabeza del Santo Niño , como des-
pues diré. Bien es verdad , que de la Sina
goga salió el ctecreto fatal , que hacía libre
de pechas , imposiciones , y tributos , al Ju-
Jio , que hurtase, ó prendiese ocultamente al
gún Niño Christiano , para darle muerte en
odio de la Religión de Jesu-Christo.
Volvía pues una noche , según costumbre.
(2 ) L a Casa en que el Santo padeció Martirio fu é de Don Juan de Salahert y hoy pertenece al Señor Marqués de VillalO’ hos. E n el año de reparó justamente elE xcm o. Señor Conde de Lemos siendo Virrey de Aragon , que solia habitarla gente ordina^ ria. MS. de la Seo. Y el célebre Señor Dormer en su Disert. pag. ^7. dice j que se hacia fiesta en esta Casa el dia del Santo, llevando agua del Pozo para los enfermos y que seria justo erigir en ella un Oratorio en honor del Santo. Nunca mejor se podrían cumplir estos deseos 3 que quando el Venerable Cabildo se interesa con tcmto zelo en el acrecentamiento de su culto.
X X IV
el inocente Infante desde la Iglesia Mayor á
la Casa de sus P ad res, y venia cantando por
Jas Calles, Divinas alabanzas á la gloriosa Vir*
gen M aria, quando á la manera que un ham*
briento lobo arrebata un tierno Corderillo, así
•e t ira , y prende de improviso á Domingui
to un pérfido Hebreo, llamado Mosse , ó Moy-
«es ( I ) Albayuceto. jPobre N iño! Yá está pre-
*0 , y atado de pies y manos el Cordero ino
cente j y conducido al lugar del sacrificio. Co
municada la noticia de la prisión , acuden en
tropas los Judíos, que le rodean como rabio
sos perros , y le miran con ojos terribles. Pro
nuncíase luego la Sentencia 9 y se executa sin
intermisión. Oíd mis Oyentes cosas llenas de
horror , y de impiedad. Despojan al Santo N i
ño de sus vestidos ; y mientras unos le azotan
sin misericordia , están otros dibuxando una
Cruz en la pared , y taladran los agujeros á
proporcion de su Cuerpo. Luego asi como es
taba cubierto de heridas, y de sangre le aco-
( i ) Bolán. Annot. in Acta Martirii.
X X V
modan i la Cruz con impiedad extrema. Le
vantan los pesados m artillos, j clavan cruel
mente «US delicadas m anos ; vuelven á levan
tarlos, y clavan asimismo sus tiernos y delica^
dos pies. La sangre que salta de las heridas,
«alpica el sem blante, y vestidos de los fieros
Sayones ; corre por la pared un rio de sangre;
nadaba el pavimento en la sangre del inocen
te : y para que pudiese d ar, y ofrecer hasta la
ultima gota en obsequio y honor de su Reden
tor Divino , que toda la dio por el , se pre-
»enta un nuevo Longinos , que sacando fiero
una lanza c r u e l, atraviesa con ella su costa
do : á cuyo golpe inclinó la cabeza, y espiró.
|0 alma inocente, y bienaventurada! Sube,
«ube desde la Cruz á recibir en el Cielo la
palma , y la corona de tan excelente Martirio.
Y vosotros , ilustres Campeones de la fé Ara
gonesa, Mártires Cesaraugustanos, que vestidos
de blancas Estolas, teñidas en la sangre del
Cordero , componéis un Exército triunfante y
adm irable, que nadie puede contar por la mul
titud , salid á recibir este Niño con palmas en
las Abanos; y si ai verle entrar por las puer
tas de la Gloria con la Sobrepelliz toda teñi
da en su inocente Sangre ; si al observar las
heridas que ha recibido én la pelea , le pre
guntáis admirados ¿Por qué está roxa tu ves
tidara y tu ropoge teñido como el de los
que pisan las uhus' en él logar? ( i ) ¿ Y qué
llagas son esa'^, que venios en medio de tus
manos? (2) Sabed , se os d irá , que este que
así silbe á la Gloria , es un nuevo Soldado de
la Milicia de Christo , és un Soldado Infante,
pero distinguido, y adornado con todas las in
signias y divisas de su Monarca y Rey cruci
ficado ; y que hermoso con su Estola sube á
escalar el Cielo por la Cruz en la abundan
cia de su virtud , y fortaleza. Abrazadle , hi
jos de Jacob; yá está con vosotros el tierno
y amado Benjamin ; yá no le perdereis ; aquí
se gozará perpetuamente en vuestra compañía;
aquí vivirá sin fin embriagado en el torrente
(2) Isai. cap. v.(a ) Zach. cap, 1$. v. €.
X X V II
de delicias, y de la abundancia de la Casa ds
Dios ; aquí quedará absorto, endiosado, y trans
formado en el exceso de su mente con la v i
sión y fruición del bien incomutable y eter
no. Ibi Benjam in adolescentulus in mentis ex-
cessu ( i ) .
Pero nosotros, Cbristianos mios, ¿qué ha
cemos aqui mirando al Cielo , como espectado
res ociosos del Triunfo de Dominguito ? E í
Reyno de los Cielos no se conquista con los
ojoí j, sino con violencia (2) ni será coronado,
sino el que primero peleare legítimamente
E l camino del Cielo es áspero y angosto (4)» y
es preciso caminar por medio de abrojos y de es
pinas. Y nosotros cpie nada aborrecemos tanto
como la Cruz , que no pensamos en violentar
nuestras pasiones , ni en combatir á nuestros
enemigos , ¿sei'émos tan ciegos, y necios, que
pensemos vencer sin pelear , conseguir el triuu-
(2) Psal. 6^(a ) Math. 11 . v. i z .(.;?) z. ad Tim ot(4) Math. /.
X X V IIi
fo sin tomar las annas en la m an o, y subir
al Cielo por un camino sembrado de florea ?
¡A y de los delicados del siglo! ¡A y de los
que ahora reís / / Ay de los que ahora teneis
en el mundo miestra consolacíon! Dice el Se
ñor ( i j . Y jA y de aquellos, que siendo fuer
tes , y robustos para pecar , se excusan de
m ortificarse, y de hacer penitencia, diciendo
que son débiles , enfermos, y delicados! Pues
para cerrarles la boca, y hacer inescusable su
cobard ía, ha querido Dios e x c ita r , y reno
var la memoria , el espíritu , y el exemplo,
no de un Estevan apedreado, no de un Pe
dro crucificado , no de un Pablo degollado,
ni de un Bartolomé desollado, Varones con
sumados, perfectos, robustísimos, y llenos del
Espíritu S a n t o s i n o el espíritu de valor y
fortaleza de un tierno, y delicado Infante de
solos siete años , de un Mártir N iño , que
despedazadas sus carnes, clavado en una Crux,
y atrabesado con una la n za , sufrió con in-
(2) Zuc.
X X IX
creíble paciencia, j se hizo invicto , y supe
rior á todos los tormentos. Vean los enemi
gos de la Cruz su delicadeza reprendida por
un Niño crucificado ; y vengan ahora los va
nos 5 y arrogantes del Siglo para ver en la
S E G U N D A P A R T E
L a sohervia confundida p or un Niño
exaltado.
TA -io s hijos de los hombres, qtie aman la va-
n id ad , y buscan la mentira , pretenden per
petuar su fama , y eternizar la gloria de su
nombre sobre la tierra. Con este fin labran
suntuosos edificios , levantan sobervios Pala
cios, nombran herederos, fundan Mayorazgos,
se retratan en lienzos, se entierran en sepulcro*
de marmol con inscripciones de sus títu los, y
proezas ; pero Dios que se burla desde el Ciclo,
y que conoce que son vanos los pensamien
tos de los hombres , dispone que Ja muerte
los tenga sepultados en la tierra del olvido.
X X X
y manda al tiempo , que todo lo consume,
que borre sus Epitafios, que devore sus jas
pes , que arruine sus sepulcros, que desme*
nuze sus Pirámides , y haga pedazos los A r
cos Triunfales de los sobervios Conquistado
res , quando al mismo tiempo eterniza la me
moria de los justos , exalta á los humildes y
pequeñuelos, los levanta del polvo de la tier
ra , hasta colocarlos entre los Príncipes de su
P u eb lo ; y esto á pesar de todos los esfuer
zos de los que intentaron acabar, y borrar
para siempre su memoria. Puntualmente se cum
plió así en el pequeñuelo Saato Dominguito
de Val. Pensaron , y dixcron los Judios lo
que allá los impíos de que habla la Escritu
ra : Oprimamos a l ju s tó , porque es contrarío
á nuestro modo de obrdr : Su vista nos es
insufrible 3 porque su vida es desemejante d
la nuestra -■ Atormentémosle 3 y probemos su
paciencia : Condenémosle á una muerte torpi-
sima ( 1 ) : Arranquemosle de la tierra de los
( i j Sap. cap. í .
X X X I
vivientes: Y hagamos de manera > que no quede
memoria 3 ni rastro de su nombre ( i j ; y ponien
do en práctica los pensamientos de su impiedad
le cortaron las manos, y cabeza, que arrojaron
al pozo de la Casa donde le crucificaron; y
cmbuelro Jo restante del Cuerpecito en unos
paños toscos, liado con cordeles, lo llevaron
á enterrar cautelosamente fuera de la Ciudad
en la margen del E bro, pasado el rio G uer-
ba , acia la parte desierta de las Canales.
¡Gran Dios! jQuán errados son los juicios
de los hom bres, y quán inciertas sus provi
dencias! Y ¿quién es capaz de resistir á'vues
tra soberana voluntad , ni embarazar que se
cumpla lo que vos quereis? ¡O quánta ver
dad e s , que no hay sabiduría, no hay pru
dencia , no hay consejo contra el Señ or! Y
así apenas quedó su Cuerpecito sepultado en
lugar tan oculto y retirado , quando el Cie
lo embió globos de admirable luz , que apa*
reciendo todas las noches sobre el sitio eu
( i ) lerem. cap. i i . v.
X X X II
que le ocultaba la tierra , fueron para Zara
goza como la Estrella que conduxo á los Ma
gos á Belén , y que fixandose sobre el Por
tal , dentro del qual estaba el N iño D io s, fué
como una lengua del Cielo que les decía: aquí
está j é ínmcdíatameñte le hallaron, como así
sucedió con Dominguito.
Un hallazgo y descubrimiento tan milagro
so llamó desde luego toda la atención del Ilus-
tríslmo Señor Don Arnaldo de P eralta , Obis
po entonces de esta Ciudad? y Prelado de ex
celente virtud y d octrina; y de su orden fue
conducido el Sagrado Cuerpo con suma reve
rencia , y depositado en la Iglesia del Señor
San G i l , hasta que se providenciase otra cosa.
Aquí em pieza, Oyentes m íos, la época de
la exaltación, y gloría postuma del Santo N i
ño , y aquí podía yo preguntar mejor que el
Rey Aeuero , ¿Qué se debe hacer con un Va~
sa llo , á quien bI Rey del Cielo y de la tier
ra quiere honrar y distinguir ( i ) ? Porque ni
( i j Esth. cap. €. V.
X X X III
los honores que se hicieron á Mardoqueo en
la Corte de aquel Monarca poderosísimo, ni
las distinciones5 aclamaciones, y alabanzas, qne
se tributaron á Josef , conducido como en
triunfo por las calles, y plazas de la Cor
te de Faraón , pueden compararse con las
que recibió entonces Dominguito en Zarago
za. ¡Qué obgeto tan digno de admiración, y
de alegría! Por este N iño se pone en m ovi
miento , y se alboroza toda la Ciudad. Un pre
gón general anuncia el dia y la hora, en que
las Reliquias de su Cuerpo se ván á trasla
dar proceslonalmente al Santo Templo del Sal
vador. El O bispo, y C lero , el Magistrado, y
los Tribunales, los M ilitares, y los Nobles,
los ancianos, y los niños; gentes de toda cla
se , de todo grem io, de toda edad , de to
do sexo; todos se congregan para formar,
acom pañar, y seguir la festiva , y devotísi
ma Procesion, llevando en su» manos antor
chas encendidas. Resonaba el ayre con el eco
festivo de trom petas, y clarines. Iba el Sa
grado Depósito sobre los hombros de los Sa-
cerdotes, é inmediato á él un Coro numero
so de Músicos 5 y Cantores con todo género
de instrumentos, cantando loores , y alaban
zas á Dios 5 que en esta ocasion manifestó su
gran pod er, exaltando al Santo N iño con es
tupendos , y ruidosos milagros. ¿Y cómo es
posible explicar dignamente lo que entonces
sucedió?
Sagrada Basílica de San G i l , tu fuiste tes
tigo del gran prodigio que dexó á la muer
te absorta en su ■victoria , quando el Santo
Cadaver que yacía en las Andas , empezó á
moverse por sí m isaio, se incorporó, y pu
so de rodillas (i),^ presentándose en esta pos
tura al Obispo , y al P u eb lo , que venian á
trasladarlo con tan festiva pompa y solemni
dad. Calles de Zaragoza, vosotras le visteis,
ó como el Arca del Testamento difundir por
todas partes beneficios y favores, ó como a
Salvador de su Pííeblo ser la salud de mu
chos con admirables 5 visibles, y resplandecien-
( i) Blancas in Coment, pag. 1 6 .
X X X V
tes milagros ( i ) . Enfermos y dolientes, voso
tros rompíais el ayre con voces de júbilo y ac
ciones de gracias, quando por donde pasaba,
iba señalando la carrera con nuevos prodi
g io s ; beneliciendole los ciegos porque velan,
los mudos porque hablaban, los sordos por
que oían, los cojos y tullidos porque sal
taban de placer , y tantos enfermos porque
cobraban la salud. Pérfida Sinagoga, tú que
daste cubierta de confusion, y de ignominia,
porque perdiste al Discípulo que te lo en
tregó , quando desengañado y confuso Alba
yuceto , movido de la gracia , y de las ma
ravillas del Santo Niño , detestó su maldad,
abjuró sus errores , abandonó el Judaismo,
pidió el Bautism o, y se hizo Christiano. Po
zo retirado , y obscuro , que ocultabas los
tiernos y sagrados despojos de su Cuerpo, so
bre tu boca apareció una clara , y refulgen
te lu z , y llenándote de una claridad hermosí-
( I ) Miris coriLscantíbus miraculis. Act. Martirii.
sima nos descubrió el precioso tesoro de las
manos y cabeza de D om inguito, que oculta
ban tus aguas ( 1 ) 5 desde entonces converti
das en aguas de salud , y en manantial pe
rene de beneficios. Tem plo augusto del Sal
vador , tú recibiste Mártir al que tuviste In
fante ; tú colocaste aquel dia sobre el Altar
al que pocos antes habia salido de tu mismo Co
ro á dár testimonio de su fé con la efusión
de su sangre ; tú colocaste las Reliquias de
su Cuerpo sobre un hermoso y elevado T ú
mulo ; y terminada la función , no se oían
en el Templo , sinó voces de alegría y de
salud ; y las gentes atónitas por las maravillas
que habían visto , se volvían á sus Casas ala
bando á Dios tan admirable en su Sto. Niño.
Colocadas las Reliquias de Dominguito so
bre el Altar , y depositadas despues en una
preciosa Urna de alabastro > se puso ésta den
tro de un nicho > que ocupa el medio del Al
tar de su invocación, y al frente de la mis-
( i ) Dormer Disert. pa^. 37.
ma se descubre la figura de un A n g e l, que
muestra en sus manos una Ir/scripcloii latina,
escrita con ca.ractéres m uy antiguos , cuyas pri
meras palabras son estas ; H ic Infans ja cet :
A quí yace el Infante. Angel bendito ¿Qué de
cís? ¿Que aquí yace? Borradme por Dios una
expresión tan lúgubre ; y escribid en su lu
gar ; Aquí vive. Si : aquí vive el Infante Do-
minguito ; porque Dominguito ni murió en el
culto 5 ni en la beneficencia , ni en la memo
ria de los hombres. Su Túm ulo no fué para
él un Ocaso , en que se sepultase Astro tan lu
minoso 5 sino un feliz O riente, donde conti
nuando en su luz ha ido siempre creciendo
hasta formar un claro y perfecto dia. Porque
¿quando? ¿quando ha faltado la memoria de Do-
minguito de Val desde los dias de su Martirio?
Dios estaba empeñado en la exaltación de su
C u lto , y para perpetuarlo de generación en ge
neración dispuso, que el Culto que le dió su
Iglesia desde el princip io , fuese un Culto se
guido 5 inmemorial , y perpetuo , por los fre-
qüentes beneficios que hizo á los que le han
visitado y rogado con viva fé ; por el estable
cimiento de su antiquísima Cofradía de hon
rados Labradores , que le obsequian desde los
dias de su M artirio : Por la erección de su
magnifica y suntuosa Capilla ( i j : Por la so
lemnísima festividad anual que se hace ; Por
la continuada veneración de sus R eliquias: Por
la constante veneración del Pueblo y por una
nube de Sabios y eruditos Escritores propios,
y estraños , que en diversos tiempos han he
cho gloriosa memoria del Santo N iño; que há
pasado mas allá de los M ares, y propagado-
se hasta el Nuevo M un do; pues se sabe que
en la Santa Iglesia Metropolitana de México
se halla primorosamente esculpida su imagen
en una de las Sillas del C o ro , y que todos
los años en la víspera y dia de su Martirio
( I ) L a Capilla de Santo Dominguito tan suntuosa como hoy se vé ;> se labró á expen~ sas de la piedad y devocion del Doctor Don F elix Amad y Cardiel 3 Canónigo de la Sania Iglesia de Zaragoza j siendo Diputado del Rey no en el año de 1^/4. Dormer Disert. pag. 46.
X X X IX
la coronan con laureles, la adornan con flo
res 5 y la iluminan los Infantes de aquel Co
r o , los que tienen también en su Oratorio Al
tar dedicado al Santo N iño Dominguito de
Val (r).
¿Quereis mas testimonios de la memoria
inmortal de nuestro Infante prodigioso? Pre
guntad á la Ciudad de Sevilla, Ilustre Capi
tal de Andalucía, y os lo dirá. Mas n o , no
es necesario preguntar ; pues yo mismo he te
nido en mis m anos, y he leido el Proceso , y
ios Testimonios auténticos, autorizados, y apro
bados en toda forma de derecho por aquel
Tribunal Eclesiástico sobre los grandes y se
ñalados beneficios, que creyó haber consegui
do de Dios por la intercesión del Santo N i
ño uno de sus mas insignes y verdaderos D e
votos. No los diré todos por evitar la mo
lestia, pero sería reprehensible mi silencio si
no refiriese por lo menos uno que vale por
CI ) Boiañd. Jet, SS. tom. 6. Jug. fo l. y8o núm. no.
muclios. Don Miguel Estevas del V a l , Veci
no , y del Comercio de la Ciudad de Sevi
lla se hallaba en ella con toda su familia en
el año de i8oo. Entonces fué quando aque
lla pcíte v o ra z , y consumidora , que causó
tantos estragos en otras parte* , se propago
por toda aquella C apita l, y en breve la trans
formó en un Hospital general, y en un Tea
tro espantoso de muertos , y moribundos ; de
suerte que según la lista impresa de órdea
del Gobierno llegaron en Sevilla los muertos
á quince mil ; siendo muy raro el que no
fué tocado , ó herido de la peste. En estas
circunstancias en que todos huian y no se
pudo hallar quien quisiese cuidar de los
enfermos de la Casa del dicho Don Miguel
del V a l , se vió precisado él mismo á asistir
por si á nueve Personas de que se compo-
nia su familia epidemiadas todas, de las
quales tres eran enfermas de mucha gravedad
y cuidado , y un hijo de cinco años sin es
peranzas de vida. Aquí fué donde llevado de
la tierna devocion que por toda la vida ha-
X L I
bia profesado al Santo Infante D om iiigalto,
y postrándose fervoroso cada dia ante la Re
liquia del mismo, con que en el año de 1795
premió su devocion el Ilustrisimo Cabildo de es
ta Metropolitana , lleno de fé viva , imploró
9u intercesión para obtener de Dios la salud de
todos sus enferm os, y la conservación de la
suya ¿ Y qué sucedió? Que ninguna , ninguna
de las nueve Personas de su familia murió del
«oiitagio 5 y el mismo Don Miguel se conservó
con salud perfecta.
Este es un hecho en que quiso Dios mag
nificar á su Santo. Porque ¿quien no vé , que
atendida la malignidad epidémica de la en
fermedad 5 la multitud de enfermos y muer
tos , la facilidad con que se propagaba , el tra
bajo y continua fatiga en la asistencia $ el
contacto inmediato y continuado de las ropas
y de los enfermos? ¿Quién no v é , vuelvo á
decir , ó ¿cómo se podia esperar en el orden
natural que se libertasen de la muerte todas
las nueve Personas de la fam ilia, y que la
peste no se atreviese á herir , ni aun á to-6
X h lï
car al Asistente? ¡ 0 admirable Dom inguito!
Bien podemos decir , que fuiste para aquella
Casa dichosa un Angel Rafael , Médico de sa
lud , como lo fué el Santo Arcángel para la
Casa de Tobías ; ó que si uno de los Ange
les del Señor libertó á Lot con toda su fa
milia 5 para que no pereciese en el general
incendio de Sodoma ; tú fuiste también ua
Angel Custodio y Tutelar, que libraste , y sal
vaste la vida de toda tu familia devota en el
incendio general de la peste de Sevilla.
Así ha querido el Cielo honrar el nombre,
y la memoria de este parvulito , de este pe-
queñuelo de Dios. Así ha dispuesto, que es
te astro resplandeciente 5 que nunca se ha eclip
sado 5 y que ha resplandecido en otros Emis-
ferio s, aparezca en el nuestro con nuevos bri
llos, y mayores golpes de luz por el nuevo
incremento de la extension y publicación de
í u Culto , para confundir la arrogancia de los
Sobervios. Porque si á los solemnísimos y fes
tivos cultos,que en el dia se le tributan, juntáis
aora en Vuestra memoria los que se le hicie-
X LIII
ron en aquel día m emorable, en que fué tras
ladado de ia Iglesia de San G il al Templo del
Salvador i decidme. Oyentes, ¿Quánclo la Im
perial Zaragoza ha hecho con alguno de sus
hijos las demostraciones públicas de honor, de
obsequio , y de alabanza , con que ha exal
tado 5 y engrandecido á este pequeñito de su
Pueblo? Si ésta Ciudad A ugu sta, Madre fe
cunda de tantos heroes del Siglo ha contado
entre sus hijos Proceres nobilísim os, valero
sos Capitanes, famosos Guerreros, discretos Po
líticos , G,)bei*nadores, y Ministros, no ha he
cho mas con ellos en su m uerte, que hon
rarlos con unas tristes funerales. ¿Pero des
pués? ¿Quién se acuerda de ellos? ¿Quién de
vosotros visita sus Sepulcros? ¿Quién los in
voca €fn sus necesidades? ¿Qué fiestas les ha
ce Zaragoza? ¡O! su gloria no descendió con
ellos al Sepulcro; pereció su m em oria; pero
la memoria de Dominguito , de este párvulo
perseguido 5 vilipendiado, crucificado, despe*«,
dazado , sepultado en el campo , y arrojado
en las aguas ; no pereció jamás ; la memoria
X L IV
del justo será eterna : In memoria xterna erit
ju sta s: ¿Habéis visto la sobervia confundida
por un Niño exaltado P Pues ved por últi
mo en la
T E R C E R A P A R T E
L a torpeza condenada por un Niño
inocente.
í ^ u e Dios nuestro Señ or, con la novedad
del reciente culto decretado por la Santa Se
de , baya suscitado en estos dias el espíritu
de candor y de inocencia de Dominguito , pa
ra condenar la insolencia de los torpes , no
será difícil de persuadir , si consideramos, y
reflexionamos primero , en qué tiem po, y oca-
sion sacó Dios á luz , y excitó en la Ciudad d e .
Babilonia el espíritu del jovencito D an iel, por
quien se escribieron literalmente las palabras que
yo puse por T e m a : Suscitavit Dorainus spi -
ritum sanctum, pueri junioris ¿ cui nomen D a
niel. Oid.
X L V
Había e n , Babilonia dos' viejos torpísimos
y desvergonzados, que se conviniéron en con
taminar la honestidad de la casta é invenci
ble Susana ; pero viéndose burlados en su
malvado intento, le levantaron la mas fea ca
lum nia, acusandola del crimen de adulterio,
y consiguieron que se pronuncíase contra ella
la injusta Sentencia de morir apedreada según
la Ley. Juzgada pues , y sentenciada como
adultera , era ya conducida fuera de la Ciu
dad para morir apedreada á manos del Pue
blo ; y hoj-aquí la oc a« ion , en c|ue Dios nió-*
v i o , y excitó el espíritu del joven Profeta;
el qu al, .rompiendo animosamente por. medio
del gentío , fue a tom ír ' l u g a r , y sé puso
junto á la casta Matrona , que estaba tem
blando , cubierta de rubor , y casi desmaya
da ; y convertido^ ácia la muchedumbre, que
habia quedado suspensa por la novedad, ex
clamó en alta voz : Mandas ego siim á san
guine hujus. Sea libre esta m uger, y mueran
los perversos que la han infamado, y la quie
ren muerta para que no se descubra su ca-
X L V I
lütrinia'*; y'^'uaficlo n o , sea notóírio á todo
el" Pueblo de Israel, que yo no tengo par«¿
te , ni quiero tenerla en la injusta Sentencia
f^ onunciáda' contila esta inocente : Mandai
ego sum á sanguine hujas. Y dicho estó
trado del Espíritu profetico hizo patente, co-
rtio sabéis, la maldad de los perversos acusa**
dores , confundió su malicia , y la hermósa^
y vencedora hdnestidad fué tenida en el ma
yoi* apreció por toda la Nación Santa.
Y o creeré , que este suceso os habrá he
cho venir en algún conocimiento del fin , que
Dios habrá tenido en suscitar ahora entre no
sotros el purísuno espíritu del inocente M ártir
Santo Dominguito dé Val. Y o no diré mas,^nr
m enos, d# lo que vosotros sabéis, de lo que
veis 5 de lo que oís. En Zaragoza , en lá
misma Patria del Santo,* é inocente N iñ o , ha
venido á ser la hermosísima virtud de la cas
tidad y pureza una casta Susana, que c o ni a
mayor injuria del mando se vé conducida to
dos los dias á ser apedreada, no solo de los
jovenes, sino también de los viejos. El sexo
■XLVII
mas contenido parece que ha olvidado la glo
ria de su natural pudor. Se empezó por la
vanidad , y según el dicho de San Gregorio,
se ha venido á parar á la iniquidad : D e va-*
nitate ad iniquitatem mens ducta est. Y á se
pasea por las calles , plazas , y parages pú
blicos de diversión aquella Muger estraña , y
portentosa, que pinta San Juan en su Apo-
ca lip si, que con vano y pomposo adorno, con
un modo de andar altivo y soberrio, y con
acciones libres y descompuestas, presenta en
6u mano un vaso de oro, lleno de todas las
abominaciones; y los que beben en él pier
den el juicio , y la razón. Se pierde el ho
nor de las doncellas; y las doncellas deshon
radas yá lo tienen por honra. El espíritu im-
mundo ha tomado posesion de infinitas gen
tes sin educación, y sin crianza, grandes, jo
venes 5 y pequeños, y por sus inmundas bo
cas vomita á cada paso expresiones horrendas,
nefandas , y nunca oídas hasta de ahora, que
-conturban 5 y estremecen el ánimo de quien Jas
oye 9 hacen caei* las alas <lel corazon, y des*
X L V III
fruyen por todas partes la pública honestidad.
Los lobos insaciables, y carniceros, que an
dan entre el rebaño, yá no se contentan con
las M adres, sino que han pasado á cebarse
en las tiernas Corderillas, para ta larlo , y des
truirlo todo. El infame Asmodeo triunfa en el
dia con grande im ptrio , y muestra sus Carros
cubiertos de laureles á los ojos llorosos de la
castidad , y sus cavallos, que lozanean sm fre
no , acarrean los cuerpos de los torpes al lu
gar de torm entos, destinado en los Hospita
les para las víctimas de-!-la impureza 5 y á
muchas de sus-'almas, y á infinitas almas al
infierno perpetuo de los condenados.
jHa Zaragoza, Zaragoza! ¿Hasta quando
,has de ser ingrata y rebelde á un Dios que
• tanto te ha beneficiado? Há mucho tiempo que
el Señor está mirando desde el Cielo tanto des
orden. Su purísima Madre se lamenta , porque
no puede sufrir en ios hijos de su Pueblo un
vicio dominante , que tanto ofende su virgi
nal pureza. E l Hijo 5 y la Madre se han vali
do de muchos medios para tu enmienda 9 ya
X L IX
(de éxllórfaciones , yá de M isiones, yá de las
amenazas ; de medios de piadosísima caridad,
y de medios dé pesados castigos, de penurias,
de enfermedades, de m iserias, y calamidades
públicas ; pero viendo que respecto á la ma
yor parte no se ha conseguido el deseado efec
to 5 mirad lo que ha hecho el Señor para nues
tro bien. Ha suscitado, ha sacado á la hiz públi
ca en estos dias la memoria , la reverencia, y
Í5I espíritu del Infante Santo Dominguito, hijo
de la misma C iudad, Mártir inocente, que tie
ne por divisa el candor , Ja pureza, la inocen
cia. Suscitavit Dominus spiritum sanctum p u é-
ri junioris.
Este es el espíritu ,q u e ha suscitado el Se-
fíor contra la pasión dominante de esta edad
lúbrica , y licenciosa , para que sea el Apostol
de la continencia , y el Predicador de la pu
dicicia. Y ¿quién podrá decir con quanta ener
gía , y suavidad de voz nos habla , y nos di
ce : Mundus ego sum. Mirad , ó Christianos,
que yo soy puro , cándido, inmaculado , y Dios
ine manda, que os reprenda, que os corri
ja, que os instruya ; para, que.dQ*xancío' el v i
cio, se le vuelva el honor á, la casEidacl, opri
mida , y vilipendiada?- SeanqvufestroS/ ojos pu
ros 5 modesto el semblante , honesto el .vestido
el trato recatado, castas las palabras, y lim
pio el corazon. Si quereis ¡ que los cultos pu-
blicos , con que honráis mi tnemoria, sean gr<
tos á Dios , y que yo os los agradezca, imi
tad lo que celebráis : sed mis im itadores, como
yo lo he sido de Jesu-Christp. Haced lo que
habéis visto , y oído de mi , y el Dios de paz
será con vosotros. Y o conservé sin mancha la
vestidura de la inocencia si vosotros habéis
manchado la de vuestro Bautismo , labaos , .y
quedad limpios con las lágrimas del dolor. Yo
adoraba , y alababa á .PijOs eii su Saijto Tepar
pío ; no lo profanéis vosotros con distraccio
nes, irreverencias, é inmodestias. Y o cantaba
por las calles Divinas alabanzas á, María San-r
tíslma alabadla,'y ensalzadla también vosotros/
quanto podáis, porque es buena Madre , y sean
mudos los labios torpes , que ofenden su pu
reza. Yo fui crucificado : crucificad vosotros
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vuestra carne con sus vicios y concupiscencias.
Y o ennoblecí la Patria con la sangre clel Mar
tirio ; no la afrentéis "vosotros , ni seáis la ig
nominia de vuestra Madre con la fealdad de
vuestros vicios. Asi termina el Sermón el San
to N iño; y nada debo yo añadir á sus palabras?
sino el deseo que tengo, de que le imitéis en la
tierra , para acompañarle despues en la glo
ria. Ad quam 6"C.
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