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  • 7/30/2019 Solidaridad de Clase n 9

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    Costepore

    jemplar3euros.Aportacinvoluntaria.

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    PRIMAVE

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    El proceso de consumismo en los pases occidentales industrializados est agotado. Su

    desarrollo productivo y mercantilista ha entrado en contradiccin. Se produce ms de lo

    que se consume y se mercantiliza, y por tanto, no se genera en ellos el beneficio necesario

    en el tiempo preciso para la reproduccin de los medios productivos (maquinaria, medios

    tcnicos e informticos, investigacin, etc...) cada vez ms sofisticados y cuyo proceso de

    control y apropiacin otorga la supremaca y el poder econmico a quien los posee den-tro del sistema capitalista.

    Para superar esta catica situacin el capitalismo necesita invertir en nuevos merca-

    dos de pases emergentes, as denominados porque renen ciertas condiciones como: un

    relativo retraso industrial, un nmero elevado de potenciales consumidores, una mano de

    obra barata, una insuficiente infraestructura pendiente de completar, la posesin de algu-

    na o varias materias primas, as como un gobierno manejable y dispuesto a poner su pas

    y sus leyes a bajo precio al servicio de las empresas multinacionales. Condiciones por las

    cuales han sido elegidos por el G-8 para ser convertidos en los nuevos centros de produc-

    cin y consumo y donde la inversin ser rpidamente rentabilizada.

    Mientras tanto, y como consecuencia de este nuevo proceso de inversin, contina

    tambin la deslocalizacin de empresas, produccin y capitales en los pases industrializa-

    dos, en los cuales ya solo interesa producir lo menos posible, pues les sale ms barato

    fabricar los elementos de consumo en los nuevos pases emergentes, de los cuales son

    importados.

    Esta adaptacin en la forma de funcionar capitalista, lleva necesariamente a los pa-

    ses industrializados y en procesos de deslocalizacin a una situacin regresiva del status

    social y econmico que no tiene otra opcin que su conversin en tercemundista, pues al

    estar el sistema basado en la competitividad, no cabe otra frmula que mantener su pro-

    ductividad residual en unos niveles de fabricacin iguales o peores que los de los pases

    emergentes y super explotados.

    Un ejemplo: Si no queremos importar productos chinos, el capitalismo slo da una

    opcin: hay que trabajar como los chinos y cobrar como los chinos, y todos sabemos hoy

    cmo trabajan y cobran los chinos y su nivel de explotacin y esclavismo.

    An as, la produccin ser reducida, pues el potencial de consumidores siempreser menor que el de los chinos, con lo cual, el nivel de parados seguir creciendo, ence-

    rrado en el infernal crculo de menos consumo, menos produccin, ms paro, y as reite-

    radamente.

    E D I T O R I A L

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    Hace mucho que deba haber escrito estacarta, mucho tiempo desde que lleva ron-dando mi cabeza lanzaros mis saludos ydaros, aunque sea en la distancia, algunamuestra de vida y de apoyo en vuestracomplicada senda en la lucha contra ladictadura de la sangrienta democraciacapitalista, contra los ataques que estis

    recibiendo actualmente y que ya recibaiscuando junto a vosotros me encontraba.Siento, aunque creo que lo entendis per-fectamente, que sea un da como hoy elque me haya decidido a escribirla.Ayer, 12 de febrero del 2012, Atenas ardipasto de las llamas en lo que es uno delos episodios culminantes de los ataquesque realiza el neoliberalismo contra vues-tras vidas, y lo que es ms alentador, enlo que ha sido uno de vuestros exponen-tes ms claros de resistencia y rabia con-tra esos ataques, contra el sistema quelos produce y su lgica imperante de des-

    truccin. Obviamente no es algo que hayasalido de la nada, esta respuesta, estalucha es algo que en vuestros corazonesy en vuestras manos se lleva fraguandomucho tiempo, es la reaccin a la mierdade mundo que a todos nos han obligado avivir y que simplemente tiene como unade sus miserables formas de hacersepatente la crisis econmica que estamossufriendo y que da lugar a estos recortes.Da igual lo que digan los polticos quesucesivamente han ido pasando por losbutacones de los diferentes congresos yparlamentos, ya sea en la plaza Sintagmao en la carrera de San Jernimo, sea elBundestag o la Duma. Todos ellos mien-ten, nos mienten, toman partido por elmantenimiento de un sistema putrefactopor definicin. Cimentado en el dinero y elpoder, el capitalismo embellece las msviles prcticas humanas para que lo acep-temos sin rechistar, nos alargan agonasficticias como esta crisis econmica queen teora empez en 2008 y que no es nims ni menos que el normal transcursode las relaciones colonizadoras de empre-sas y multinacionales a lo largo del globo,

    intereses de los poderosos en ampliar sumbito de influencia sin importar cuantosseres humanos o recursos naturales seandevorados en el proceso. Nos adoctrina-ron en las escuelas, en nuestras familias(engaadas como nosotros), en la televi-sin y sus medios cmplices, en el traba-jo y en la dominacin como forma naturalde existencia, nos convencieron en elhecho de que vivimos el mejor de losmundos posibles, de que hemos disfruta-do el bienestar y que si ahora lo hemosperdido es por nuestra propia falta de res-ponsabilidad.

    Lo que se olvidan de contarnos es queese bienestar, ese Estado del bienestarha estado construido (no ahora, siempre)en la colonizacin y en la guerra, en laesclavitud asalariada o no de la mayorparte de los miembros que habitamoseste planeta y que en particular el bienes-

    tar de lo que ellos han dado en llamar pri-mer mundo se ha basado en el "malestar"de los llamados segundos, terceros ycuartos. Basada nuestra felicidad capita-lista en la explotacin de seres humanosy tierras que distan kilmetros de nosotroso de nosotros mismos. Ahora que la tierraque habitamos (tanto nosotros como vos-

    otros) es terreno quemado, el capitalismobusca nuevos horizontes, nuevos para-sos del bienestar, nuevos mercados queexplotar y consumidores a los que encan-dilar (engaar).Somos el sacrificio humano elegido eneste momento para que habitantes deotros lugares del planeta tomen el papelque hemos tenido hasta ahora. Suenahasta justo en cierta manera, sino fueseporque los que siguen manejando estemundo de miseria son los mismos. Lorealmente internacional en este planetaes la vorgine capitalista.

    Pero vosotros como nosotros llevabaismucho tiempo avisando, resistiendo y loque es ms importante, atacando, denun-ciando que no es la pobreza lo lamenta-ble, no lo son la represin ni la corrupcinde los aparatos estatales, esos solo sonconsecuencias de lo realmente necesarioa destruir, el sistema en s mismo. La apa-ta generalizada es resultado del progresi-vo arrebatamiento de nuestra pasin porla vida. La jerarqua, la dominacin, lamercanca, el espectculo, la explotacindel hombre por el hombre y del planetaentero son la miseria de nuestros das, dela historia entera, dndonos como resulta-do este mundo de esclavos y amos .Nosotros como nica alternativa antepo-nemos otra manera de ver el mundo, dever las relaciones humanas y con el restodel planeta de una forma horizontal,colectiva y solidaria. Ser eso o la com-pleta destruccin del planeta entero y casitoda forma de vida que lo habita.Revolucin o barbarie apocalptica. Labatalla es dura, (aunque vosotros la lle-vis mas avanzada que nosotros), no setrata de la mtica guerra de correlacin de

    fuerzas, es una batalla donde las pala-bras, el convencimiento y la decisin nohaban jugado papeles tan importantes enla historia. Nunca en el transcurso de lahistoria el enemigo haba dispuesto sobreel tablero tantas y tan peligrosas armas,nunca el avance, generado tan confusassituaciones de guerra. La maquinaria bli-ca capitalista no solo se compone del tre-mendo arsenal armamentstico que exhi-ben policas, ejrcitos y mercenarios a lolargo del mundo para provocar miles demillones de muertes en tan solo cerrar losojos. No, muertos les servimos de poco

    en principio. La peor arma que ha desple-gado el capitalismo ha sido el control denuestras vidas y pensamientos, ha conse-guido que creysemos realmente que noexista nada mas all de l. Ha montadouna normalidad rutinaria de miseria de laque hemos sido todos partcipes, que nos

    ha impedido soar y nos ha (hemos)sumido en pasividad e indiferencia portodo aquello que no fuese el papel quenos tenan asignado: consumidores/pro-ductores del espectculo existente.Pequeas cacatas que reproducamosfielmente lo que decan las imgenes deltelevisor y que en cambio desconfiba-mos de cualquier cosa que dijese cual-quiera de nuestro alrededor. Este ha sidosiempre nuestro primer gran escollo,sacudirnos de la idiotizacin generaliza-da.Ahora que por narices toca despertar, ten-dris que tener cuidado con los agentesinfiltrados, con aquellas hienas sedientasde las migajas de poder que deje tras desi la destruccin democrtica. Aquellosque con la revolucin en la boca intentanencauzar la revuelta a los terrenos de otranueva dictadura, aquellos que hablandoen nuestros propios trminos intentan quenada cambie, que el cambio revoluciona-rio simplemente sea a nivel esttico y novivencial. KKE, Pame, Gsee... Todos los

    partidos y sindicatos debern ser la ver-genza extinta del viejo mundo.La situacin por otra parte nunca nos hadeterminado tanto a tener mucho cuidadocon el enemigo. No dudarn en dispararsus armas contra nosotros en el momentoque realmente les demos miedo (y vos-otros empezis a drselo), es por ello queos pido que afinis vuestras mentes, queapuntis claramente donde golpear sien-do los menos de vosotros los que os que-dis en el camino, a ser posible ninguno.Si en campo abierto ellos disponen de losmedios, en las sombras estarn nuestros

    cuchillos. Si sus mentiras apoyan a lamuerte, nuestra verdad creara vidas. Noos dejis herir ni engaar, nunca, pornadie.Las armas, nuestras armas, las tenemosclaras y son colectivas. Ya utilizis lasocupaciones y expropiaciones, ya osencontris de igual a igual en edificios oplazas recuperadas. Ya arrebatis vues-tras propias vidas al capitalismo imperan-te, todos sus espacios antes destinados ala mercanca deben ser tornados en pala-cios del encuentro y la alegra, en centrosestratgicos por recuperar nuestra ilusin.

    Tomad fabricas, destruirlas si solo consi-deris que producen muerte. Arrebatadlas armas a los policas y militares, tomadal asalto el parlamento y que una vez larevolucin est realizada no sirvan paranada nunca ms. Que donde antes selevantasen orgullosos bancos empiecen acrecer huertas y jardines que os den decomer a vosotros y a vuestros vecinos.Que el odio contra vuestros/nuestros ene-migos sean la construccin del amor y lasolidaridad con nuestros semejantes

    Es por todo esto hermanos griegos que osmando todo mi apoyo en una lucha quetanto es vuestra como nuestra. La cons-truccin del mundo nuevo debe ser globaly necesitamos que se extienda. No desfa-llezcis, estamos en camino.

    Son ellos o nosotros

    Carta a mis amigos griegos.

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    y los que continan el compromiso de memo-ria enfrentndose en los tribunales a los verdu-gos de los compaeros... porque lo fundamen-tal de todo, son los compaeros.- ... Al escuchar y vivir la sentencia, lo quesent en trminos generales fue una gran ale-

    gra, porque era realidad, y si bien se asenta-ban en los casos particulares de RaimundoVillaflor y de Rodolfo Walsh, cuyos cuerpos noestn, la sentencia se bas en los testimo-nios!! y para completar la alegra, el tribunalmanifest que la Corte Suprema tome ya laconsideracin de un genocidio....Polticamente ha sido un gran triunfo paranosotros -AEDD-, ya que nuestra querellaestuvo por encima de las dems partes quere-llantes, no slo por la exigencia de genocidio,sino porque adems el juez haya tomado los

    criterios de validez a los sobrevivientes para laaportacin de prueba, y que la misma hayatenido un efecto directas en las cadenas...... Es cierto que este juicio que ha demorado 2aos es un tramo menor, pero de gran impor-tancia simblica, y an cuando haya dosabsueltos pero que no quedan en libertad, yaque los mismos sern juzgados nuevamenteen el siguiente tramo que se abre.... Volver a testimoniar en la nueva fase; cier-tamente que en las audiencias vivimos la re-victimizacin, pero ha valido la pena. A pesarque el dolor siempre surge, hay una alegra. Y

    si bien en esta segunda parte, puede tomarseel testimonio dado en la primera, yo voy a ir adeclarar con ms ganas y alegra... Los casosque tocan en el segundo tramo, es a partir delao 1978, y es a subalternos, personal subal-terno; generar sorpresas, porque estos notenan el pacto de sangre, no sacaron rdito nisiquiera del botn de guerra.... Desde la AEDD hemos hecho un recuersopara preservar el campo de deportes de laESMA, ya que all se realizaba la desaparicinefectiva de los cuerpos... porque si no coinci-

    da en los das de vuelo al mar, los prisioneroseran quemados vivos en el campo de depor-tes. All hay elementos probatorios, no sepuede jugar al ftbol!...As que seguiremos para acompaar a loscompaeros. Ms all de los aos, siempreestn los compaeros. Justicia por su historia,por su militancia. Y festejamos por los compa-eros cmo no!Iniciar una nota con alegras no es un hechoque se puede practicar muy a menudo enestos tiempos y en este mundo. Pero aquestn y aqu se quedan.Sin embargo, en la otra cara, continan lascomplicaciones y obstculos en este pelea

    contra el olvido y por la justicia, en esta justiciaenmarcada en los cdigos laxos y rginossilencios, y en un sitio donde no hay derechopara el grito por Jorge Julio Lpez, desapare-cido en el 2006.Se hace necesario sealar dos aspectos. Por

    un lado, adems de las trabas procesales,estn las politiqueras a las que se han apun-tado organismos de derechos humanos y anti-guos militantes, que hoy son coro acsticogubernamental, y participan de la manipula-cin y tergiversacin de las propuestas seten-tistas. Se colocan en las estructuras estatalesy se auto-adjudican la potestad de decretar laconcreccin de los sueos libertarios de aqueltiempo. Con jugosos pagos en subvenciones oen cargos directos, no se sienten molestos porla tolerancia a patotas mafiosas que balean a

    jvenes militantes (como fue el caso deMariano Ferreira) o calladitos se quedan antelos reclamos de libertad por los presos popula-res o frente a los actos represivos contra lascomunidades indgenes desobedientes...Estos gatospardos son uno de los elementosms mentecatos del panorama argentino, quesigue bajo un modo de produccin capitalistacon dimensin mundial, donde la burguesaargentina tiene su arte y su parte. Estos gato-pardos, ayer setentistas, hoy funcionarios aco-plados en el modelo que sujeta los embatessociales con subsidios a los excluidos de siste-

    ma. All ellos con su acomodamiento y consus puestos, pero que no vendan que el mode-lo capitalista vigente en Argentina, eran lossueos setentistas. No seoras y seores, no.En modo alguno. En los setenta se luchabapor el antagnico al capitalismo.Pero fuera de los carriles de este impostadoestado de sumisin, por ah andan poniendolas fuerzas en el da a da, los hacedores con-tinuos de memoria y resistencia, por ah andanlos compaeros de la Asociacin de ExDetenidos Desaparecidos -AEDD- fuera de los

    circuitos del poder y de los agrados, obstina-damente construyen al margen de los bienes-tares de toda ndole, haciendo malabarismoscon los gastos ms elementales con los deenjundia, tal como hacer frente a los pagos delos alquileres del local -tres por adelantado,exigencia apremiante de un desconfiadoarrendador-, por ah andan construyendo... yes de esta suerte de empecinamiento fraternodevenido de aquellos tiempos, de los setenta,cuando se viva el futuro en el tiempo del pre-sente.

    Andrea Benites-Dumont.

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    Todo este nuevo proceso de trasvase del sistema de produccin y consumo

    a los pases llamados emergentes, necesita de inmensas cantidades de dinero, que

    hoy los capitalistas obtienen y acumulan de los pases industrializados, intensifican-

    do la explotacin, rebajando los salarios y utilizando el dinero pblico de todos los

    ciudadanos a los cuales se les recortan sus derechos conquistados, as como losbeneficios sociales gestionados con sus impuestos, que ahora van a parar a manos

    de los empresarios y entidades financieras, creando un dficit pblico bestial que

    empobrece cada vez ms al pas y a sus ciudadanos.

    Pero el proceso no se detiene y una vez incrementada la explotacin y ago-

    tados los recursos productivos generados, una vez esquilmados los fondos pbli-

    cos, ahora les queda otro recurso, que tarde o temprano utilizarn: llevarse todos

    los depsitos bancarios de los ciudadanos. Y para ello ya tienen una experiencia,

    que pusieron en prctica en Argentina, quiz con vistas a la situacin que hoy se

    avecina en los pases de Occidente y Europa.

    Para llevar adelante todo este proceso, se est manipulando la conciencia

    social, de forma que, en espacios relativamente cortos de tiempo, se pasa a variar

    la valoracin de los hechos y actitudes. De culpabilizar a los verdaderos responsa-

    bles, los grandes centros financieros y productivos, de la actual situacin econmi-

    ca y social, se pasa a asumir la total responsabilidad de cargar con las consecuen-

    cias del desastre. Se pasa de pedir que sean los capitalistas, culpables de tal situa-

    cin, los que paguen las consecuencias de sus desmanes, a asumir que es el pueblo

    trabajador quien debe pagar y aceptar todo tipo de sacrificios impuestos a la claseobrera.

    Para introducir todo este proceso de cambio en la conciencia social y poder

    as realizar su proyecto capitalista, se estn utilizando con mximos niveles de

    actuacin tres elementos fundamentales, hoy a su servicio:

    1. Los medios de comunicacin de masas. Prensa, radio y televisin que,

    hoy en su poder, nos bombardean contndonos las excelencias del capitalismo y la

    necesidad de su supervivencia con el sacrificio de los trabajadores, al tiempo que

    criminalizan todo aquello que pueda estar orientado hacia un cambio de sistema

    basado en unos principios diferentes a los actuales y ms justos y equitativos.

    2. Los sindicatos oficialistas y partidos parlamentarios, cuya actuacin,

    posicionada tambin al total servicio del sistema capitalista, se dedica a convencer

    al mundo del trabajo de la necesidad de sacrificarse para salvar un sistema de explo-

    tacin que nos lleva a la ruina econmica, moral e ideolgica.

    3. Los cuerpos represivos (policas, jueces, ejrcitos, etc.) con los cuales

    intentan sofocar todo conato de rebelda y todo movimiento contestatario y de

    protesta contra la nueva situacin de miseria a la que estn llevando a pases ente-

    ros y a millones de ciudadanos.

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    Por otra parte, el reparto de los nuevos mercados de mano de obra y de

    consumo, as como la posesin de los nuevos sistemas energticos industriales,

    tecnolgicos y las materias primas, se dirime en el contexto internacional sin

    tener en cuenta otra cosa que no sean los beneficios de las grandes empresas

    multinacionales y de los poderosos centros financieros. Para nada se tiene en

    cuenta el factor humano, que supone en este proceso la ruina y la miseria de

    millones de trabajadores en los pases que estn siendo desindustrializados, yque alcanzar niveles jams conocidos.

    Para nada se tiene en cuenta la realizacin de otro cambio que no sea la

    continuidad del sistema de explotacin y libre mercado, que est generando este

    caos actual. Muy al contrario, se pretende que la nueva distribucin mundial y

    los nuevos sistemas de explotacin se concentren en menos manos y que, en

    los llamados pases emergentes, se contine con el mismo proceso productivo

    y consumista de materias y de objetos de uso irracional, y con las mismas fr-

    mulas de explotacin y desigualdad distributiva.

    La situacin y el futuro dentro del sistema capitalista en los pases indus-

    trializados de hoy, ya est totalmente predeterminado y decidido en los grandes

    centros de poder: Progresiva desindustrializacin, deslocalizacin productiva y

    financiera hacia otros pases (emergentes), incremento progresivo y brutal del

    paro y con ello, la miseria de millones de trabajadores y sus familias, elimina-

    cin de beneficios sociales como la educacin, la sanidad, el sistema de pensio-

    nes y todo tipo de coberturas econmicas como subsidios de paro, pensiones

    asistenciales, etc. As como un descenso notable en el sistema salarial genera-

    dor de otros tantos millones de trabajadores que pasarn a incrementar los quehoy forman parte del elevado ndice de pobreza.

    Ante este futuro que el capitalismo nos depara, no cabe otra alternativa

    que su total destruccin y cambio por un nuevo proceso totalmente diferente.

    No vale ya ni su reconversin ni el aprovechamiento de sus sistemas producti-

    vos, comerciales u organizativos. No vale ni su autogestin, ni el control de sus

    productos irracionales, ni sus medios, concebidos para su fabricacin y consu-

    mismo. No vale su planteamiento social ni sus falsas bases morales. Slo cabe

    su destruccin y la creacin sobre sus ruinas de otro proceso, otro sistema

    social y de vida, apoyado en valores que no sean la dominante jerarqua, el dine-ro, la impunidad de los poderosos ante la ley, la explotacin y el comercio lucra-

    tivo, etc.

    Y es a los trabajadores a quienes nos corresponde articular y poner en

    prctica un proceso de accin revolucionaria que destruya todas estas bases en

    las que hoy se fundamenta este injusto y catico sistema. Un proceso que orien-

    te toda nuestra lucha, toda nuestra actividad, hacia un planteamiento de cam-

    bio en el pensamiento y en la organizacin social, de forma ms humana y soli-

    daria.

    En esta revista

    hemos colaborado

    gentes del

    COMIT DE SOLI-DARIDAD DE LOSTRABAJADORES DEVALLADOLID,

    CAJA OBRERA DESOLIDARIDAD ANTI-REPRESIVA,

    GRUPO DE TRABA-

    JADORES DECORREOS,

    CAJA OBRERA DERESISTENCIA DEMADRID,

    y el FONDO (X)UNI-TARIU DE SOLIDA-RIDADE OBRERA DEASTURIAS

    __________

    se cerr el nmero

    el 3 de marzo del

    2012, En memoria

    de los trabajadores

    asesinados en

    Vitoria en 1976.

    solidaridad y accin directa

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    No siempre las demoras pueden deparar ale-gres coincidencias arrancadas en los lmites delos avernos.

    Mientras se apuraban estas lneas, el 25/11muri el genocida Antonio Bussi despus de unajusticiera agona prolongada. Juzgado y conde-nado por crmenes de lesa humanidad, el ex-general nunca estuvo en una crcel comn, sinoen su lujosa casa, y finalmente en un sanatorio

    privado.

    Algunos brochazos del currculum de este tiposiniestro cuyo apodo era El Carnicero... -1969fue parte de la comisin de observadores argen-tinos a la guerra deVietnam, donde estu-diara tcticas del ejr-cito de los EstadosUnidos... En 1975 esascendido a general debrigada; en diciembre

    de ese ao es destina-do a comandar elO p e r a t i v oIndependencia en laprovincia de Tucumn.All, Bussi reubic elcentro clandestino dedetencin de Famaillal Ingenio Nueva Baviera y orden la descentra-lizacin de las torturas, estableciendo variospuntos a ese efecto. Esta maniobra era realiza-da para evadir las inspecciones de los organis-mos internacionales, a los que enga ocultan-do y trasladando a los prisioneros. Despus delgolpe del 24 de marzo de 1976, Bussi fue nom-brado gobernador de la provincia; en ese cargo,multiplic y profesionaliz los grupos de torturaexistentes. En junio del 76, las fuerzas armadascapturaron a Mario Roberto Santucho, lder delPRT-ERP, de acuerdo a testimbios de oficialesmilitares, el jefe guerrillero fue apresado vivo, ymuri en el hospital militar. Su cuerpo fue conge-lado, y exhibido por Bussi, en ocasin de la inau-guracin del museo de la subversin del Campode Mayo.

    Y para completar, un dato que la estupefaccin

    se desborda por la indignacin y el furor: siendogobernador de Tucumn, orden detener a losvagabundos y mendigos de la capital tucumanay los traslad en camiones para que fueran tira-dos por las sierras catamarqueas, dondemurieron de hambre y de fro.

    Sin dudar: el aire est un poco ms limpio consu muerte (Qu pena tenemos los ateos de nocreer en el infierno!)

    Y siguiendo con el gusto de las alegras, se vie-nen a este espacio las condenas habidas(25/10/11) a un pequeo nmero de oficiales delcentro clandestino de detencin ESMA (EscuelaMecnica de la Armada). Las penas han sido: 12

    perpetuas, para Astiz1,Acosta, Cavallo, entreotros; 2 condenas de 25aos, 2 de 18 y 2 abso-luciones.Carlos Lordkipanidse,miembro de la AEDD,

    sobreviviente del campode exterminio instaladoen ESMA, fue secues-trado en noviembre de1978, en un operativoque diriga Alfredo Astiz;fue llevado a la ESMAdonde all supo que

    estaban su esposa y su hijo de 20 das. Entre lastorturas a las que fue sometido, le amenazancon reventarle la cabeza al beb; finalmente locolocan sobre su cuerpo mientras le pasan

    corriente elctrica. Carlos, el Sueco, soportmuchas sesiones de tortura en diferentesmomentos; fue obligado a realizar trabajo escla-vo. Su hijo fue entregado a los abuelos, y suesposa Liliana, liberada meses despus. Estasuerte de libertad vigilada era controlada por elprefecto Febres quien la viol reiteradamente.En 1981 el Sueco pasa a estar en la mismasituacin de libertad controlada, y en 1983puede huir a Brasil y se refugia en Suecia juntoa su familia.Por todo ello, cuando se dictaron las sentenciasen esta primera etapa de la causa ESMA, lo que

    ms importaba era y es lo que sintieran y pensa-ran los sobrevivientes de ese centro clandestino,

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    ARGENTINA:LOS HACEDORES DE MEMORIA

    SON MERECEDORES DE ALEGRA

    1. Alfredo Astiz, el ngel de la muerte, teniente de la marina, ascendi a

    capit na infiltrndose en el grupo inicial de madres de Plaza de mayo, ase-

    sinando a las monjas francesas, a la joven sueca Dagmar Hagelin, etc.

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    arrollo de tales actuaciones.Toda participacin y apoyo a convo-

    catorias de contenido reformista, aunque seacon acciones radicales y ms o menos vio-lentas, sern percibidas por la base trabaja-dora y popular como hecho para conseguirdichos fines reformistas.

    Estos hechos y actividades sernincluso radicales, pero en ningn caso revo-lucionarias, mientras no se sea capaz de quela base perciba el enfrentamiento como diri-gido al sistema, al objetivo reformista y con-tra todo el entramado que los circunda,desde el proceso poltico y reivindicativohasta quin lo convoca, promueve, organizay participa en dichos objetivos, includas lasbases seguidistas, conscientes o inconscien-tes.

    e) Que en muchas ocasiones seadoptan prcticas liquidacionistas al acudir y

    actuar en actos, manifestaciones, etc... conel enemigo reformista y pro-sistema que rea-liza el papel de infiltrados en el seno delmovimiento obrero, y ms cuando se proce-de en plan identificativo, que delata a nivelorgnico, colectivo e individual a todo aquela quien se arrastra a dicha prctica. Estaprctica tan peligrosa, conlleva que en otrasluchas posteriores con contenido revolucio-nario y antisistema, aunque se den en clan-destinidad, los militantes revolucionariossern las primeras vctimas, al estar personaly perfectamente identificados ya como tales.

    f) Que se trabaja sin valorar ni consi-derar quines son en su totalidad los enemi-gos de la clase trabajadora y del procesorevolucionario, sean estos organizados o no

    organizados, conscientes o inconscientes. Ypor tanto, se combate a ciegas.

    No se puedehacer laguerraaun enemigo sipreviament e nosesabequineseste .En una guerralo f undament alypr ior it ar io esconocer y saberdist inguir alenemigo.

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    I

    EL MOVIMIENTO 15M Y SU REPERCUSIN ENLA LUCHA DE CLASES DENTRO DE LAACTUAL COYUNTURA SOCIOECONMICA,EN EL MARCO DEL DESARROLLO DEL CAPI-TALISMO GLOBAL.

    Nadie duda hoy que la explosin movili-zadora desarrollada en nuestro pas, indepen-dientemente de quien la convoque y los mtodosque para ello se utilizan, obedece, en el fondo, aun descontento generalizado de las bases traba-jadoras y populares frente una situacin socioe-conmica creada por el desarrollo del sistemacapitalista que, en su fase actual de concentra-cin de capitales y poder, est polarizando estosen un solo sector minoritario a nivel mundial,representado por el sector financiero y su ente

    mximo el F.M.I (Fondo Monetario Internacional)y todo a costa de la creacin de ms miseria paraesas bases trabajadoras y populares que hoyhacen (de una y otra forma) manifiesta su protes-ta. La ecuacin es tan sumamente sencilla comoque el resultado prctico de la actividad capitalis-ta se resume en lo siguiente: Cada vez menoscantidad de ricos, pero estos ms ricos y mspoderosos. Cada vez ms cantidad de pobres,pero estos ms pobres y subyugados.

    Esta situacin, parece que hoy comienzaa ser comprendida por algunos de aquellos quehasta no hace mucho confiaban en el sistemacapitalista, creyendo que su desarrollo les benefi-ciaria de una u otra manera y que ven cmo elresultado es totalmente contrario, pues caminaen sentido inverso y en un mbito en el que nadiese salva del retroceso entre las capas populares

    e incluso en sectores econmicos que dentro delorganigrama capitalista se ven desplazados, a supesar, de esas lites dominantes de las que for-maban parte o se beneficiaban. Esto est origi-nando la imperiosa necesidad de un cambio quecorte el proceso actual orientndolo en otra direc-cin.

    Y aqu es donde, para aquellos que vennecesario el cambio, comienzan sus problemti-cas de actuacin. Y decimos para estos por quequienes detentan el poder y no quieren el cambio,quienes estn volcados en seguir con el procesoactual capitalista de concentracin, esos lo tienenclarsimo. Su objetivo es conseguir un solo rga-no financiero que lo controle todo a nivel mundialmientras el desarrollo de todas las fuerzas pro-ductivas y sociales se autorregulen mediante unproceso de competitividad permanente controla-do por ese rgano superior en su propio inters

    y beneficio.Todo este control que se orienta hacia latotal concentracin de capital y poder, originargraves crisis sociales, y tales desequilibrios ydesigualdades que, segn conclusiones de losrepresentantes del G-8 en su reunin en Davos,dar lugar a situaciones de grave conflictividad,con movimientos sociales de todo tipo y de unamagnitud como jams se han conocido.

    Y mientras los entes de poder del siste-ma capitalista direccionan su actuacin en unsentido claro, con su proceso de control y utiliza-cin de crisis y mercados, control de productivi-dad y consumo, control geogrfico y social, lasbases trabajadoras y populares an se encuen-

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    INTRODUCCIN

    El presente anlisis est compuesto de dos partes abiertas al deba-te y valoracin de sus contenidos.

    Con ello pretendemos que las experiencias, enseanzas, aportacio-nes y conclusiones obtenidas den origen a la elaboracin de un plantea-miento de reivindicacin y accin que sera el complemento necesario delanlisis, y el objetivo a conseguir, para que este trabajo y su debate apor-ten unos frutos que puedan traducirse en una actividad que est en con-sonancia con una teora y prctica revolucionarias en la lucha contra un

    sistema que nos explota, nos oprime y nos anula, como personas y comomiembros libres de la sociedad en que vivimos.

    SOBRE EL 15 - MSOBRE EL 15 - M

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    tran en una fase incipiente de su propia recon-versin, sin tener, en su mayora, una orienta-cin clara de en qu camino dirigir sus plantea-mientos combativos, qu tipo de cambios sonnecesarios para variar el proceso actual, inclusose duda qu mtodos son necesarios para queel cambio se pueda hacer realidad.

    En esta tesitura conviene que el movi-miento obrero y popular comience a tomar con-ciencia de su propia reaccin, de sus orgenes ysus consecuencias, pues sin una clara visin deello, las conclusiones de su propia capacidadcombativa as como su desarrollo y desenlacepueden ser un verdadero desastre incluso con-trario a sus intereses.

    Esa falta de orientacin y objetivocomn existente hoy a nivel popular, deber irconcertando, mediante su desarrollo, la va aseguir en un contexto de cambio cuya consecu-cin final se haga efectiva en beneficio del sec-tor popular, en contra de quienes hoy le tienensubyugado y quieren hacerse con el poder total.

    Para que esta situacin se concrete y elproceso de cambio camine en buena direccin,se ha de iniciar con la aclaracin de ciertas rei-vindicaciones, que si no estn complementadascon un objetivo final y contrario a los interesescapitalistas, su sistema y su proceso de des-arrollo, as como con unos objetivos claros queunifiquen las posiciones populares y den una

    cohesin y orientacin a la lucha, tanto estacomo los objetivos aislados y desunificadossern utilizados por el propio sistema y en subeneficio.

    Y es que este movimiento actual tanheterogneo, contiene hoy posiciones tan dis-pares como: desde quienes estn convencidosde que con el sistema actual y su globalizacinslo se conseguir retroceso en las basespopulares y obreras y mayores desigualdades anivel mundial, y que por tanto es preciso un

    cambio total de sistema, hasta los que no impor-tndoles la existencia del proceso de explota-cin, su nica pretensin es que los beneficiosde esa explotacin sean repartidos algo msentre los ms desfavorecidos (entre los cualesse consideran ellos mismos, sin cuestionar elsistema, mediante reformas que piden seanrealizadas por quienes hoy, en su total benefi-cio, han originado la situacin actual, que cami-na globalmente en su propio inters).

    Contiene posiciones tan dispares y con-tradictorias como, desde quienes mantienenque la organizacin financiera y poltica actua-

    les no valen y por tanto hay que eliminarlas ycambiarlo por una organizacin participativa delpueblo y para el pueblo, hasta quienes no sesienten representados por los banqueros y susgestores sociales, los polticos y sus partidos,

    as como los gobiernos y sus sistemas de elec-cin y accin, pero que, no obstante, y despusde manifestarse en contra, siguen admitiendo elproceso especulativo y el sistema representati-vo impuesto y no solo no ponindole en cues-tin sino incluso apoyando con su participacinel proceso electoral en el que dicen no creer,

    con unos cargos electos por quienes dicen nosentirse representados.

    Por el momento, podemos decir que elmovimiento hoy creado desde una convocatoriaa travs de la red, con un contenido tan hetero-gneo de posiciones poltico-sociales, sin unaidentificacin clara en torno al objetivo a conse-guir, con un planteamiento de desarrollo pacifis-ta e incluso contradefensivo ante el monopolioestatal de las fuerzas represivas del sistema, esalgo que no puede ir mas all de otra conclusinque no sea la de variar el proceso en otras posi-bles direcciones que proporcionen en un futuromejores resultados que los hoy conseguidos yque se limitan a la satisfaccin personal e indi-vidual, pero que en ningn momento proporcio-na avances contra el sistema capitalista ni con-tra el poder financiero y su desarrollo en elcamino de la concentracin de capitales y podera costa de las bases trabajadoras, ya que estosposibles avances ni siquiera se plantean ni en latctica ni a nivel estratgico por el movimiento15M.

    Es inconcebible estar en desacuerdocon un modelo organizativo poltico, social yeconmico como el actual, impulsar un movi-miento en contra y no pretender que el modelosea cambiado y eliminado, si no que solo seareformado por quienes le han impuesto y a quie-nes les otorga todos sus privilegios y beneficios.Esto es tanto como pedirles a ellos mismos quese auto perjudiquen y sinceramente, si lo hicie-ran es que serian tontos Y no lo son!

    Hoy no se puede estar en contra del

    capitalismo, sin ser anti-sistema, ya que el sis-tema capitalista es quien acta contra la mayo-ra de la sociedad e incluso contra la seguridady supervivencia del propio planeta. No se puedeestar contra la explotacin y no luchar contraunas organizaciones y una patronal que nego-cian las formulas para que seamos ms y mejorexplotados, o contra un gobierno que las impo-ne.

    Es totalmente absurdo pretender otromodelo social y organizativo que cambie el sta-tus actual, sin a su vez proponer y realizar plan-teamientos de creacin e imposicin de rganos

    con control por la propia base popular y obrera,y de poder de estos sobre los hoy establecidospor el sistema.

    Como de la actuacin y filosofa capita-

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    2) 15-M Convocatoria de indig-nados. La mayor concentracin socialde los ltimos aos, pero ni esa canti-dad ha sido capaz de conseguir algotil, a pesar de que sus planteamientosfueron direccionados en una orientacin

    reformista y reaccionaria.Evidentemente, los resultados nosdemuestran otra vez que slo existanmero, cantidad amorfa, pero unidadficticia. Es ms, en este caso como entantos otros, el proceso as desarrolladoest favoreciendo al propio sistemacapitalista, que lo utiliza en su beneficio.

    Por tanto y lamentablemente, losanlisis posteriores a estos y otros

    hechos de estas caractersticas nos vie-nen demostrando que estas actividadesde falsa unidad basadas slo en nivelescuantitativos sin ningn contenido niconciencia revolucionaria, al final, aquien siempre benefician es al sistemacapitalista y a todos sus defensores.

    CONCLUSIONES

    Visto esto, podemos considerar,con respecto al desarrollo de las activi-dades en el momento actual:

    a) Que generalmente se aban-dona, se obvia y no se realiza el anlisisprevio y necesario para poder articularalternativas de reivindicacin y accincon un verdadero contenido revolucio-nario antes de su puesta en prctica.

    b) Que la falta de poder de con-vocatoria o de organizacin con capaci-dad analtica revolucionaria o simple-

    mente la ausencia de anlisis colectivo,lleva en demasiadas ocasiones, a fun-cionar en torno a alternativas de conte-nido reformista e incluso reaccionarias,en plan seguidista y/o activista, en vezde actuar en contra de quienes las pro-mueven, sean quienes sean.

    c) Que el inters participativo enestas actividades de contenido reformis-ta o reaccionario lleva a imprimir en las

    bases una conciencia favorable al des-arrollo del sistema y sus organizacionescolaboracionistas, ya que sin objetivosrevolucionarios propios, ni valoracin delas consecuencias, se participa en cual-quier manifestacin, concentracin,huelga o actividad de objetivos reformis-tas e incluso reaccionarios, como porejemplo, negociar el cambio de una leyo de un acuerdo sin valorar ni tener encuenta la participacin popular y obreraen el proceso planteado para dichocambio, ni el tipo de negociacin, ni lavalidez de los interlocutores, ni la capa-cidad impositiva en la correlacin defuerzas, ni el mtodo que se utiliz paraimponer la misma y que, generalmente,fue otro proceso negociado por los mis-mos rganos negociadores, reformistaso reaccionarios.

    d) Que se participa en planseguidista, sin tener tampoco en cuenta

    ni los objetivos, ni los intereses de losconvocantes y del propio sistema, nicmo perciben los trabajadores el des-

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    rio a las lites sindicales, a quienes se pre-supone que actan conscientemente de susituacin al servicio del capitalismo. Sinembargo no se consideran enemigos a losmilitantes y afiliados, pues se presuponetambin que actan inconscientemente enfavor de las posiciones reformistas, reaccio-narias o contrarrevolucionarias postuladaspor el aparato y la direccin sindical.

    Pues bien, analicemos esto:Cualquier afiliado de base que, viendo queel desarrollo de la accin sindical general ycontinuadamente favorece al empresariadoy con l a todo el sistema, y no es capaz de

    romper su carnet, y contina apoyandoeconmica y activamente la existencia yaccin pro-capitalista del sindicato, una dedos, o est a favor de su actividad, y por

    tanto de la continuidad del sistema, oacta dentro de un mbito de intersindividual que busca favorecer susintereses personales, an a costa delos intereses de la colectividad de sushermanos de clase. De cualquiera delas maneras, su actuacin le caracteri-

    za como enemigo del proceso revolu-cionario. Mientras su mentalidad yconciencia no haya variado hastaentonces, como tal enemigo habr detenersele en cuenta.

    Este ejemplo puede ser aplicable acualquier sector, poltico respecto de susafiliados, sector financiero respecto de susinversores, sector represivo respecto desus componentes...

    Cuestin aparte ser el debate quenos posibilite concretar qu mtodo deaccin puede imprimir la conciencia nece-saria para que sean asumidos los plantea-mientos revolucionarios por estos sectoresalienados.

    Pero por desgracia, dejadez, esca-sa valoracin de su vital importancia o elafn de presuponer a priori la consciencia oinconsciencia de la accin en ciertos ele-mentos sociales, este debate aclaratoriotan fundamental no se aborda ni se realizadesde los mbitos y posiciones revolucio-

    narias. Situacin que es aprovechada y uti-lizada por el reformismo y la reaccin parafavorecer y potenciar los apoyos a sus acti-vidades.

    Generalmente, hoy por hoy, en losmbitos revolucionarios, el necesario deba-te y anlisis de cada situacin y para cadaintervencin es sustitudo por un conceptocuantitativo que lleva al excesivo interspor conseguir una falsa unidad basada enla cantidad numrica de los participantes

    sin ms. Sin tener en cuenta que la cues-tin numrica slo es til y vlida contra elsistema cuando funciona y crece a la vez yen consonancia e identificacin con unalnea de accin y conciencia revoluciona-rias, tanto a nivel destructivo como cons-tructivo.

    Ejemplos de este error los hay amiles, pero con dos de ellos ser suficientepara ilustrar la invalidez e inoperatividad de

    esta falsa prctica unitaria:

    1) Segunda Guerra del Golfo. Casiel 80 % de espaoles se manifestaron enlas calles en su contra, pero ni esa cantidadfue capaz de evitar la intervencin espao-la en el conflicto. Evidentemente los resul-tados nos demuestran que no exista con-ciencia ni verdadero inters, ni capacidad,ni posibilidades de continuidad creciente dela protesta, ni orientacin hacia el cumpli-miento del objetivo con ms mtodos ymedios combativos. Slo exista nmero,cantidad amorfa, pero unidad ficticia.

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    lista se desprende que su poder establecido nicambiar por s mismo, ni se dejar arrebatarsin lucha sus privilegios y su poder, es total-mente liquidacionista, contrarrevolucionario eincluso contrarreformista el no dotar a cualquiermovimiento contestatario de un mtodo y orga-nizacin autodefensiva.

    Es una traicin al propio movimiento elque en su seno se denuncie como agitadores,violentos y reventadores a quienes planteansistemas auto-defensivos y por ello se lesdenuncia y entrega a la actuacin represivapolicial, criminalizndoles ante la opinin pbli-ca. Esta actitud demuestra que la verdaderaintencin de quienes convocaron y un sector desus seguidores es la no eliminacin del sistemade explotacin y su economa de mercado, sinoseguirlo manteniendo y con las migajas conse-guidas de las plusvalas de esa explotacinseguir inmersos en el desigual consumismoabsurdo y degradante impuesto por el capitalis-mo.

    Atrs han de quedar ya las teoras yprcticas del martirio voluntario, el poner la otramejilla, el dejarse pegar o matar por un poder alque le importamos muy poco, pues su activi-dad, supervivencia y desarrollo se sustenta daa da originando miles y miles de muertos vio-lentamente mediante sus guerras de agresinblica y miles y miles de muertes por hambre ymiseria mediante sus guerras financieras y de

    codicia.Hasta el momento estas movilizaciones

    han demostrado una serie de incapacidades ycarencias que conviene resaltar y analizar y enlas que no se debe volver a caer si no se quie-re ser juguete del propio sistema.

    La primera y sumamente importante,es el propio mtodo de convocatoria a travsde la red. Analicemos esto: De las miles de per-sonas que han respondido al llamamiento, elmayor porcentaje de ellas no tenan ni tienenan idea de dnde nace la convocatoria, como

    no saben quines son los que han convocado,qu ideas les animan o qu objetivos se preten-den conseguir y cmo. Es ms, una gran mayo-ra seguirn con las mismas incgnitas una vezacabado este primer proceso.

    De esta primera reflexin se desprenden variasconclusiones:a) Una convocatoria a travs de la red, en lascondiciones en que sta se ha dado, la puedehacer cualquiera en cualquier momento, inclu-yendo fuerzas contrarrevolucionarias debida-mente organizadas a tal efecto.

    b) Una convocatoria sin objetivo claro a conse-guir y desde unas posiciones tan heterogneascomo faltas de planteamiento unitario, dandocabida a todo tipo de posiciones, tanto revolu-cionarias como reformistas y contrarrevolucio-

    narias, est abocado, en un mnimo espacio detiempo, al enfrentamiento interno, al fracaso yla desintegracin.

    c) Un proceso movilizador al que desdesu raz se le impide un planteamiento organiza-tivo de combate, limitando esto a la mera y sim-

    ple centralizacin de reivindicaciones reformis-tas, ni siquiera exigidas mediante presin si nosolo planteadas a nivel de difusin pblica atravs de medios de contra-informacin, anteun enemigo como el sistema capitalista perfec-tamente organizado, ni hace frente, ni siquierainquieta a los rganos econmicos y financie-ros detentadores reales del poder.

    d) Un proceso de movilizacin imbuidocomo este de un contenido pacifista, lo nicoque consigue es desarmar ideolgica y prcti-camente a las bases trabajadoras y popularespara defenderse de la violencia institucionalcuando el sistema vea peligrar su poder y susprivilegios y utilice contra el pueblo el potencialrepresivo que tiene a su servicio y del que nocabe duda que para eso lo tiene (polica, ejerci-to, jueces, carceleros, etc.)

    Tambin se puede decir que el lemaaglutinador, "Democracia real ya" es tan difuso,superficial y simplista que en realidad no reivin-dica nada prcticamente solo se limita a negarla existencia de democracia en el sistema

    actual, algo tan evidente como conocido portoda la sociedad.

    De esta ambigedad se deriva que, dequienes acuden la llamamiento, cada cualentiende la Democracia Real a su modo, y casisiempre de manera que solo a l le beneficie ensu problemtica inmediata, trabajo, vivienda,situacin econmica, etc... Pero sin valorar nitener en cuenta que el problema en estosmomentos es la situacin global y el desarrollodel sistema capitalista impuesto, que es quienorigina tales problemticas y que tiene desequi-

    librada hasta cotas irracionales la situacinmundial en todos los mbitos, y por tanto, o seorienta la lucha hacia una solucin global con-tra y frente al sistema capitalista o no habrsolucin posible, ni individual, ni colectiva.

    En el mbito poltico, tampoco a travsde las reivindicaciones recogidas se vislumbranada que se pueda asemejar a un planteamien-to democrtico, pues las nicas aportacionesse han direccionado en el sentido de pedir a loscorruptos que sean ellos mismos quienes elimi-nen la corrupcin, al mismo tiempo que, incom-

    prensiblemente, no se combate la capacidadque mediante el proceso electoral existente seles otorga de corromperse con total impunidad,

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    dejando contradictoriamente la opcin deapoyar estos procesos o incluso pidiendo quede una u otra forma se participe en ellos, ape-lando a una falsa libertad, la de auto perjudi-carse perjudicando a su vez a los dems, endefinitiva, la proteccin y exaltacin de la msabsurda estupidez. Otra de las peticiones

    recogidas es la de pedir el cambio del sistemaelectoral de listas cerradas, como si ello otor-gara algo de democracia al sistema o de par-ticipacin al pueblo, cuando en realidad seseguir manteniendo la delegacin de podery la nica participacin popular a travs delvoto, ya que ni se cuestiona el modelo polti-co, ni el modelo constitucional que lo avala, nipor supuesto, se exige ni se plantea su elimi-nacin y cambio.

    As podramos continuar con todas ycada una de las peticiones aportadas y reco-gidas a nivel poltico, a lo cual hay que aadirla inexistencia de cualquier reivindicacin querecoja la desaparicin de la monarqua y exijasu eliminacin total, ya que dadas sus carac-tersticas es la organizacin ms antidemo-crtica existente en nuestro pas y en elmundo. Es una total incongruencia que el sis-tema monrquico no se combata por un movi-miento que dice reivindicar "Democracia real".

    En el mbito laboral tampoco se hacuestionado ni exigido el cambio de modelobasado en la explotacin, ni se ha planteadola necesidad del control popular sobre la fabri-

    cacin de productos de consumo innecesa-rios, ni la supresin del sistema de economade libre mercado y especulacin, etc...

    En el mbito financiero podemosobservar que no se ha recogido como reivin-dicacin del movimiento la lucha por la elimi-nacin del sector financiero y bancario, verda-dero causante y culpable de la situacinactual, y no por falta de control o regulacinde sus prcticas especulativas, sino por supropia e innecesaria existencia. Tan solo seha pedido la eliminacin del proteccionismo

    gubernamental a los bancos que han origina-do tal debacle, una debacle que por otra partees normal dentro del proceso de desarrolloespeculativo y competitivo que origina que losentes mas dbiles del sector financiero pasena poder de los Trust ms poderosos que losabsorben.

    Y esto quiere decir que a esos Trusten absoluto les interesan las polticas protec-cionistas gubernamentales. Por tanto y eneste mbito, la propia peticin articulada en elmovimiento y que no cuestiona ni exige la eli-minacin del proceso especulativo y su siste-

    ma bancario, favorece abiertamente al poderfinanciero dominante.

    Una vez expuestas algunas de lascarencias y contradicciones vislumbradas en

    el movimiento 15M, hemos de valorar lo querealmente se puede considerar positivo, yesto es, que un amplio sector obrero y popu-lar se empiece a dar cuenta del gran engaoal que ha sido sometido durante aos y aostras haber sido bombardeados con mentiras yplanteamientos falsos como: la existencia de

    democracia identificando esta con algo queno lo es; llamando estado del bienestar alreparto de algunas migajas conseguidasmediante una salvaje explotacin y un endeu-damiento permanente; confundiendo la repre-sentatividad popular, con la representatividadde los intereses de los ms poderosos; iden-tificando participacin popular, con el nicohecho de depositar un papel en una urnacada cuatro aos; proclamando la igualdadante la ley, cuando esa ley, sobre la prctica,solo protege la corrupcin de los poderosos ysus intereses capitalistas; exaltando la igual-dad de oportunidades, cuando estas soloestn en manos de unos pocos que mantie-nen a ultranza protegidos sus intereses y pri-vilegios; apelando a derechos constituciona-les elaborados para proteger la explotacin, laespeculacin, la desigualdad, la represin ytodo lo que sustenta la filosofa y existenciadel sistema capitalista, mientras que losdems derechos ni se tienen en cuenta ni secumplen.

    Y por tanto es positivo que ante tantoengao manifiesten su descontento. Esto no

    cabe duda, ser lo nico positivo de toda lamovida si con esta se consiguiera articular ycrear un espritu de lucha que, en algnmomento, se traduzca en la realizacin de uncombate contra los causantes de todos losengaos y de la situacin de caos y desastresocial que han creado. Pero un espritu delucha y un combate que todava est por ver,y que si no se articula y reconvierte a favor deunas alternativas revolucionarias, todo que-dar al final en meros deseos, desencantos yresultados negativos.

    No obstante, hemos de ser conscien-tes de que el capitalismo en su proceso deavance, empeorar aun mucho ms la situa-cin social de la clase obrera y popular,dando claros motivos para el enfrentamientoa niveles de alta radicalidad y violencia.

    Por ello y ya que se ha despertado.Lo importante ahora es no volver a dormirse,analizar, debatir, sacar conclusiones, valorarlas experiencias y avanzar frente a tantopoder irracional y tanta confusin como utili-zan el propio sistema capitalista y su poder

    financiero, sus entes mediticos y sus colabo-radores polticos, sociales, reformistas, con-trarrevolucionarios o pacifico-liquidacionistas,y tras esos anlisis conseguir dar un conteni-do revolucionario a la lucha contra un sistema

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    desde la impunidad y proteccingubernamental y jurdica, realizan elejercicio de la represin para conse-guir su continuidad y permanentiza-cin, haciendo el papel de mercena-rios y sicarios al servicio del capitalis-mo. Los militantes y seguidores deorganizaciones y sindicatos adscritosal sistema, que habiendo renunciadoen su prctica a los planteamientosrevolucionarios, han aceptado por con-tra los planteamientos del sistemacapitalista, participando de l en todossus mbitos, polticos, econmicos eideolgicos, desempeando el papelde infiltrados en las propias filas de laclase trabajadora y al servicio del sis-tema.

    A todos estos hay que aadirtodos los militantes y activistas miem-bros de ONG's y organizaciones paci-fistas, caritativas, etc... que a nivelsocial, funcionan dentro de las estruc-turas del sistema capitalista y con susmismos planteamientos. Bajo su con-trol y, en la mayora de las ocasiones,protegidas y financiadas por los orga-nismos gubernamentales y/o empre-

    sariales, a los que descargan de lasresponsabilidades criminales por estoscometidas sobre comunidades, pue-blos, naciones e incluso continentesenteros. Tambin les descargan de laresponsabilidad de las desigualdades

    que son creadas conscientemente porel sistema capitalista con sus leyes deexplotacin y sus procesos de apropia-cin y acumulacin de riquezas, crea-cin de desigualdades , explotacin,crmenes y miserias. Es ms, las con-vierten en la razn de su existencia,pero no en la razn de la lucha por sueliminacin y erradicacin, adoptandopor contra, procesos que para nadacuestionan ni combaten estos males.Al mismo tiempo que desvan haciaobjetivos de reformas negociadas oprcticas caritativas la lucha que sedebera orientar y dirigir en un sentidorevolucionario a la total eliminacin delas causas, o sea, a la eliminacin delcapitalismo que crea, se alimenta y

    vive de la injusticia institucionalizada,el robo descarado, la explotacin y elcrimen legalizados.

    Una vez enumerados a gran-des rasgos quines actan y desarro-llan una actividad reaccionaria y portanto, impiden el avance de los objeti-vos revolucionarios, conviene tener encuenta que:

    Como regla general, hoy desde

    los mbitos revolucionarios, a la horade actuar, slo se suele tener en cuen-ta al enemigo de forma parcial, y no ensu totalidad.

    A ttulo ilustrativo: Se conside-ran enemigos del proceso revoluciona-

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    ma capitalista. Un ejemplo claro y recien-te lo tenemos en el apoyo de una u otraforma a la llamada "huelga general" con-vocada por los sindicatos vendidos y en lacual, subyaca como objetivo fundamentaluna demostracin de la capacidad sindi-cal, pero solo para poder negociar la fr-mula ms idnea para la superacin delproceso de acumulacin financiera. Yesto era lo que la clase trabajadora perci-ba a nivel de toma de conciencia (unobjetivo reformista a travs de una nego-ciacin delegada).

    IV

    La primera ley para librar unabatalla y una guerra es necesariamente

    conocer al enemigo. Quin lo compone yel papel que juegan cada uno de suscomponentes, as como cules son losobjetivos de cada parte enfrentada en lalucha.

    a) En la lucha de clases, porambas partes, los objetivos son claros:

    Por una parte, quienes luchan porel mantenimiento y contnuo desarrollodel sistema capitalista.

    Por la otra parte, quienes luchanpor conseguir su total destruccin y lacreacin de otro sistema contrario y dis-tinto a la organizacin y los valores enque se basa y se asienta el actual siste-ma capitalista.

    b) En cuanto a quines defiendenel sistema capitalista, debe quedar claro,pues ello define quin es el enemigo yquin su aliado. Quin lucha por conse-guir su destruccin, y quin por conseguir

    otros objetivos distintos, adscritos ydependientes del propio sistema capitalis-ta. Y dependiendo del papel que, en labatalla juega cada cual, se habrn de uti-lizar tcticas de accin diferentes.

    c) Dentro de estos parmetros seidentifican como enemigos del procesode accin revolucionaria, todos aquellosque interesadamente defienden al siste-ma capitalista, sus valores y sus funda-mentos, sin combatir ni cuestionar estos,independientemente de que estn encua-drados entre la clase explotadora o explo-tada.

    Entre estos estn los detentado-res del poder, compuesto por el sector

    financiero y productivo en el mbito localy global; las corporaciones multinaciona-les, y tras ellos, aquellos elementos eco-nmicos, polticos, mediticos, religiosos,castrenses, policiales e incluso socialesque actan en defensa del sistema capi-talista, su mantenimiento y desarrollo, enun proceso en el que cada cual cumple supapel asignado en el combate contra todoplanteamiento y movimiento revoluciona-rio.

    Pero esta definicin, as expuesta,slo seala y denuncia sectores, rganosy organismos, siendo necesaria la clarifi-cacin en cuanto a los sujetos que loscomponen y que han de ser descritospara poder ser combatidos como verda-deros elementos enemigos del proceso

    revolucionario y constantes miembrosactivos de prctica y teora contrarrevolu-cionaria y capitalista, colaboracionista ycontinusta.

    Por tanto, son enemigos a nivelindividual y colectivo, del proceso y laprctica revolucionaria:

    Los banqueros, financieros yespeculadores a cualquier escala. Elempresariado propietario de los medios

    de produccin, pues ambos, mediante elmercantilismo y la explotacin, conformany dan vida al sistema, siendo esta prcti-ca su base principal de subsistencia ydesarrollo.

    La clase poltica y los militantesconvertidos en legisladores y gestores deldesorden establecido para el desarrollo yproteccin del sistema, e incluso los ele-mentos polticos que desde posicionesextraparlamentarias, su pretensin y acti-

    vidad est dirigida a participar en esemismo juego poltico. Los elementos per-tenecientes en todas las escalas a losmedios de comunicacion, que voluntaria-mente plegados a su servicio, actan bajocontrol y direccin de los poderes fcti-cos. Los pertenecientes al clero y todotipo de organizaciones religiosas y susseguidores proselitistas, en cuyos falsosvalores se fundamentan las bases mora-les del actual sistema. Los elementos per-tenecientes a los rganos militares yparamilitares, policiales y parapoliciales,judiciales y carcelarios, que cumplen elpapel de garantes de la estabilidad deldesorden capitalista establecido y que

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    que es el origen de los peores desastres, des-igualdades y miserias que aquejan a una granmayora de la humanidad.

    Es incongruente reivindicar y lucharpor mejoras sociales identificando estas con laposesin de los productos de consumo idea-

    dos y explotados por los capitalistas con nimode lucro, incluyendo el propio modelo educati-vo por ellos creado y controlado.

    Es negativo identificar las mejorassociales con la obtencin de beneficio econ-mico o de cualquier ndole para continuar conel proceso de explotacin y consumo absurdo.

    Es incomprensible estar contra elpoder establecido y a la vez no reivindicar niluchar por su eliminacin como tal poder y nocrear y reivindicar rganos de control y organi-zacin obreros y populares.

    Es absurdo estar contra los rganosde gestin actuales por corruptos, intiles, anti-democrticos y no representativos del intersde la mayora del pueblo y a la vez votarles oparticipar en sus procesos electorales, dndo-les con ello nuestra delegacin, credencial ypatente de corso para que sigan impunementesiendo antidemocrticos y corruptos.

    Es totalmente liquidacionista el orien-tar a las bases obreras y populares en un cami-no anti defensivo, ante unos poderes queposeen hasta el momento el monopolio de larepresin impune y legalizada para ejercerla

    en defensa de sus intereses y contra el pueblo.Es antinatural hacer pensar y creer al

    pueblo que con la simple protesta pacfica yfestivalera se va a conseguir que los poderesdominantes entreguen voluntariamente supoder y sus privilegios, ni total ni parcialmente,No existe en la historia de la humanidad ningnejemplo de esta actitud.

    Hasta el momento, esto ha dado de sy ha sido el movimiento 15-M. de ahora enadelante su degradacin desde una perspecti-

    va obrera y popular ser an peor y ms acu-sada aunque se radicalicen sus posturas, puesse ha de tener en cuenta que no por ser msradicales sern revolucionarias, si no varantotalmente su planteamiento y su filosofa, algode lo que sinderamente dudamos, pues su tra-yectoria actual y sus actividades van en clarodescenso y en un camino de claudicaciones yde mayor integracin.

    Debido a ello y ante una situacin tangrave para el conjunto social en lo que afectade avance del capitalismo a nivel mundial y con

    ello el agravamiento en las condiciones socia-les polticas y econmicas de grandes sectoresde la humanidad en beneficio del poder finan-ciero, no cabe otra alternativa que un cambiorevolucionario total y para ello y desde sus ini-

    cios habremos de articular unas reivindicacio-nes y un modelo de organizacin y combate:

    a) Acordes con las necesidades de ordennatural y contra las necesidades creadas por elsistema consumista y de mercado establecidoen beneficio de una minora.

    b) Acordes con un nuevo modelo deorganizacin social poltica y econmica dis-tinto del actualmente impuesto y contra sus fal-sos valores y su sistema de explotacin yespeculacin.

    c) Acordes con un modelo y un mtododefensivo de la lucha realizada contra el siste-ma capitalista y contra la represin por esterealizada.

    Y todo ello en un plano de actuacinorientado contra la capacidad de manipulacin,absorcin e integracin en el sistema y su muyposible utilizacin contraria a los interesesobreros y populares.

    Hemos de ser conscientes que uncambio total solo se conseguir tras la destruc-cin del actual sistema, sus valores, su organi-zacin y los principios en los que se basa y seasienta su desarrollo y ello conlleva a su vezun cambio en la forma de pensar y actuar quenos lleve a considerar necesarios planteamien-

    tos como la eliminacin de la explotacin, laabolicin de la propiedad privada de losmedios de produccin y la herencia, la elimina-cin del mercantilismo, la erradicacin y casti-go de la especulacin y la usura y a considerarcomo propios valores como la honradez, lasolidaridad y abrir un camino de lucha contrala opresin, el egosmo, la insolidaridad, lainjusticia, etc... hoy fomentadas, permitidas yapoyadas por el sistema dentro de todo elentramado social, cuando con ello se beneficiaa los mbitos y sectores del poder.

    El sistema capitalista hoy impuesto esirreconvertible e incluso inutilizable, no cabe nisiquiera otro tipo de gestin, autogestin yorganizacin de lo existente sin haber com-prendido con anterioridad que hemos de des-echar y destruir todo aquello en lo que el siste-ma basa su existencia, desde el modelo pro-ductivo al comercial y consumista, desde elmodelo poltico al financiero, desde el modeloeducativo al concepto ideolgico, desde el cri-terio personal e individualista al de la actualrelacin social, etc.

    Y por tanto, no debemos trabar nirecortar nuestra prctica revolucionaria a la

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    hora de poner en marcha procesos que intentenacabar con tantos y tantos elementos pernicio-sos, componentes del sistema actual en la granmayora de sus mbitos, aunque ello, en un pri-mer momento, provoque y origine el rechazo dela parte social hoy alienada e ideolgicamenteintegrada en el sistema capitalista.

    II

    ANLISIS DE ALGUNAS EXPERIENCIAS DEMOVIMIENTOS DESARROLLADOS EN ELPLANO INTERNACIONAL Y SUSENSEANZAS EN RELACON CON LALUCHA A NIVEL GLOBAL

    Partiendo de la base de que el proble-

    ma existente es de ndole global, para que elproceso de lucha se desarrolle en una correctadireccin conviene que analicemos y saquemosconclusiones de algunas de las experienciasocurridas en el plano internacional, intentandoque ello nos aclare cules deben ser los plante-amientos a defender y en qu fallos no se debecaer, en qu direccin hay que orientar la lucha,cules han de ser los mtodos, las tcticas yestrategias a poner en prctica y cules puedenser las respuestas agresivas que el sistema uti-lizara para proteger y conservar sus privile-gios

    De entre las ltimas experiencias quehan marcado y estn marcando hitos referen-ciales, hemos seleccionado cuatro: Argentina,Blgica, Islandia y Espaa.

    No obstante hay mucha ms que con-viene analizar, siendo esta una tarea quehabremos de tomarnos muy en serio, si lo quepretendemos es no caer en las redes del propiosistema capitalista.

    ARGENTINA

    En este pas el sector financiero dejdemostrado cmo, en un momento dado, puedebloquear y apropiarse de todo el dinero delpueblo y del estado, de parte de todos losdepsitos bancarios, gran parte de los ttulos depropiedad, medios de produccin y materias pri-mas, bloqueando a su vez el sector comercialy el consumo y llevando a la total debacle ycada de cualquier beneficio social, incluidas laspensiones, la sanidad, la educacin y la propiacapacidad de subsistencia, pasando todo ello aser controlado por y en beneficio del F.M.I.(Fondo Monetario Internacional).

    Ante los movimientos de repulsa ymovilizacin social que esta situacin y sus

    consecuencias generaron, qued demostrado,que este descontento e indignacin, sin unaorientacin revolucionaria y sin articular unnuevo modelo econmico y social controlado ydirigido por el pueblo y para el pueblo, basadoen otros valores que no sean los capitalistas,an con un enfrentamiento decidido como el alldesarrollado, pero sin una idea clara anticapita-lista y anti sistema y de auto organizacin obre-

    ra y popular para consolidar rganos de poder yautodefensa, fue fcilmente controlado median-te la utilizacin de sus medios y fuerzas represi-vas, con sus propios planteamientos polticospseudodemocrticos, y su economa de libremercado.

    Pero lo ms lamentable de toda estaexperiencia es que la clase trabajadora y lasbases populares an no parecen haberse dadocuenta de que aquel proceso pueden desarro-llarlo hoy en cualquier pas del mundo con losmismos desastrosos resultados, pues nadie se

    ha preparado para afrontar una situacin igual osimilar. Muy al contrario, por alguna extraarazn, todos piensan falsamente que a ellos noles puede tocar o no les va a tocar nunca.

    De la experiencia Argentina podemossacar algunas enseanzas bsicas, a saber:

    Todos debemos ser conscientes de queno podemos permitir que fondos econmicos nipblicos ni privados (aun dentro de un sistemacapitalista) estn bajo control del sector finan-ciero. Que ni la fabricacin de productos ni laeconoma de un pas dependan de la banca ni

    de las corporaciones multinacionales, pues estoes darles la llave para que en cualquier momen-to y en su propio beneficio y nico inters pue-dan destrozar al pas en cuestin, a nivel eco-nmico y social.

    Por tanto, nuestra lucha habr de enfo-carse contra la existencia y colaboracin con labanca y todo su sector financiero y especulati-vo; debemos desarrollar y poner en prctica elataque directo contra toda entidad bancaria suscomponentes y representantes; la lucha contra

    las fusiones y concentracin de capitales y sulibre circulacin; y adems nos plantearemosuna lucha por la no participacin en sus prcti-cas y funcionamiento, inversiones, depsitos,crditos,etc y estaremos en contra de todasaquellas leyes y normas que nos obligan apasar por ellos, como cobro de nminas, pagode recibos o cualquier tipo de transacciones ygravamen econmico de las mismas, etc.

    Estaremos contra todo tipo de empresacapitalista y en especial las de mbito multina-cional y sus prcticas explotadoras y expansi-vas; contra las fusiones, apoyos estatales, ayu-das y subvenciones, as como contra sus prc-ticas monopolizadoras y comerciales; contra laproduccin y fabricacin de elementos de con-sumo innecesarios y su comercializacin; con-tra la obtencin de plusvalas para cualquiera

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    II

    Es de vital importancia paradeterminar la actividad revolucionaria,estar aclarados sobre lo que se consi-dera accin radical, sin confundir ni

    identificar esta, necesariamente, conaccin revolucionaria.

    a) Consideramos como accinradical, toda aquella que sobrepasa elorden establecido y los mtodos decontrol del sistema en funciones. Perose ha de tener en cuenta y muy claroque no todas aquellas acciones decarcter radical son por ello necesaria-mente revolucionarias, ya que estovendr determinado, no slo por el pro-cedimiento del desarrollo de la accin,sino tambin por su contenido anticapi-talista y antisistema, as como por losobjetivos que se pretenden conseguir.

    b) Por el contrario, toda accincon un contenido revolucionario es pors misma radical.

    Dentro de este contexto, setiende tambin a identificar lo radical ylo revolucionario con lo violento, siendo

    esto algo que ni est, ni tiene por questar siempre vinculado.

    No obstante, hay que tener encuenta que toda actividad revoluciona-ria, incluso no violenta, origina una res-puesta violenta del sistema capitalista,y esto da lugar a la necesidad de unaautodefensa violenta de la fuerza revo-lucionaria, sin la cual sera rpidamen-te aniquilada y sin cuyo desarrollo ypuesta en prctica en el momento ade-

    cuado, ser del todo imposible llevar afeliz trmino el proceso revolucionarioy la destruccin del sistema capitalista.

    III

    Hay que tener claro tambinque es importantsimo diferenciar laaccin revolucionaria del activismoreformista o contrarrevolucionario, ya

    que ambas actividades son confundi-das con relativa frecuencia.

    a) El activismo, en su acepcinsimple y genrica, contempla cualquieractividad que, an siendo pacfica,radical, violenta y/o continuada, persi-gue objetivos reformistas o contrarre-volucionarios, mientras que la activi-dad revolucionaria tendr como objeti-

    vos principales: 1) La toma de concien-cia de clase y antisistema. 2) La totaldestruccin del sistema capitalista. 3)La lucha por la implantacin de unnuevo modelo social anticapitalista.

    b) Al carecer de anlisis de lasacciones y sus objetivos, es muy fcil yhabitual que dentro de la participacinen planteamientos activistas, inclusoradicales, se imprima en las basesobreras una conciencia orientada haciaposiciones reformistas e incluso eco-nmico-capitalistas. Como en todosaquellos apoyos directos o indirectos alas alternativas orientadas en un senti-do negociado de la superacin de lacrisis, en vez de agudizar esta parapropiciar y acelerar la cada del siste-

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    La trayectoria marcada por el proceso de intervencin viene demostrando la con-fusin existente, en cuanto a una clara distincin entre lo que hoy se consideraaccin revolucionaria, reformista y contrarrevolucionaria.

    Considerando que la actividad anticapitalista debe estar orientada en unalnea de accin revolucionaria, es imprescindible, antes de poner en prcticacualquier actividad, la valoracin de su contenido, as como sus objetivos en rela-

    cin con la lucha de clases y lo que en cada momento, y a largo plazo, se pre-tende conseguir. Y para ello es necesario tener en cuenta en el anlisis variosfactores fundamentales, como:

    1. Diferenciar claramente la prctica revolucionaria anticapitalista del refor-mismo y de la accin contrarrevolucionaria.

    2. No identificar siempre la accin radical, sin ms, con la accin revolucio-naria.

    3. Diferenciar entre actividad revolucionaria y simple activismo.4. Conocer en su totalidad al enemigo.

    Y nuestro criterio al respecto es el siguiente:

    I

    a) Es prctica revolucionaria anticapitalista, toda aquella actividad diri-gida a la destruccin total del sistema capitalista, y que tiene como objetivo sucambio por otro sistema, asentado y fundamentado en distintos valores y normasde los que rigen el actual sistema en todos sus mbitos econmicos, polticos ysociales, lo que necesariamente supone que esta prctica debe ser, hoy por hoy,incuestionablemente anticapitalista y antisistema.

    b) Es prctica reformista toda aquella actividad dirigida y orientada areformar el sistema paulatinamente, dentro de la organizacin poltica, econmi-ca y social del propio sistema capitalista y dentro de su propia filosofa de explo-tacin, manteniendo todas sus connotaciones fundamentales, econmicas, pro-ductivas, consumistas, etc... as como sus planteamientos de organizacin pol-tica y social al servicio del sistema y proponiendo nicamente cambios parcialesen su modelo de distribucin y gestin, y en la participacin en la misma, en laque pretenden estar representadas las organizaciones que plantean estos proce-sos.

    c) Consideramos prctica contrarrevolucionaria toda aquella actividad

    dirigida a anular, combatir y reprimir la prctica revolucionaria. Y por extensin esprctica contrarrevolucionaria toda aquella actividad dirigida al desarrollo, poten-ciacin, consolidacin y salvacin del sistema capitalista, sus valores y todas susconnotaciones polticas, econmicas y sociales.

    REFLEXIONES SOBRE EL PROCESO DEINTERVENCIN EN EL MBITO DE LA LUCHA

    ANTICAPITALISTA REVOLUCIONARIA

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    de sus niveles de utilizacin.Tambin hemos de ser conscientes de

    como ante una situacin de control social por elsector financiero, las medidas de enfrentamientoadoptadas en Argentina por la clase trabajadora anivel de planteamientos reformistas y sin conteni-do revolucionario, al final les ha llevado a depen-

    der de nuevo del sistema capitalista, incluidos susprocesos de autogestin de las expropiaciones,pero esto dentro de un proceso de produccin ycomercializacin aceptando sus mismas leyes defuncionamiento y asumiendo tambin sus mismosrganos polticos, gubernamentales, etc. y suprctica legislativa.

    Por esto y en un enfrentamiento ante unasituacin o proceso de control del sector financie-ro sobre la sociedad, ya sea del F.M.I. el B.C.E. uotros Trust de esas caractersticas, la lucha debeenfocarse ya en un camino de auto organizaciny control social y obrero desde una perspectivatotalmente contraria al funcionamiento del siste-ma actual en todos sus mbitos, comenzando porel rechazo y cambio del actual sistema poltico-representativo (caracterizado por la imposicinmediante el monopolio y uso de la represin ins-titucionalizada y de sus procesos electoralistas)por un proceso de participacin practica y directa.

    El total cambio del concepto: productoigual valor dinero, por un proceso basado en elconcepto: producto igual valor necesidad para lasubsistencia.

    Cambio del sistema comercial por un sis-tema de reparto solidario y segn las necesida-des prioritarias de subsistencia.

    Rechazo de la produccin, fabricacin ycomercializacin incluso en rgimen de autoges-tin, de los productos innecesarios introducidospor el capitalismo para el consumismo y la espe-culacin, y su cambio por un control y priorizacinen la produccin y fabricacin de elementosnecesarios para la subsistencia y abastecimientoa nivel global.

    BELGICA:

    La experiencia belga es muy peculiar ysignificativa. Para poder entenderla hay queconocer, en un principio, cul es la filosofa delcapitalismo global en lnea con el desarrollo de suorganigrama sobre la auto-regulacin de los mer-cados y la continuidad del desarrollo social desdela total privatizacin.

    A este respecto el sector financiero plan-tea, que todos los mercados se autorregulan

    mediante la competitividad y el proceso de creci-miento continuado y que por lo tanto, solo es pre-ciso un rgano supremo a nivel global donde con-fluyan el poder econmico y social. Para estos noes necesaria ninguna regulacin externa desde

    entes gubernamentales, ya que quien no puedacontinuar dentro del nivel que marcan los merca-dos pasara a depender de los entes ms podero-sos. Esto quiere decir que, incluso al sistema lesobran los gobiernos tal como hoy estn consti-tuidos y que de hecho ya no pintan nada comorganos de gestin econmica frente al poder

    global financiero.

    La experiencia belga viene a demostraresta tesis capitalista claramente pues a fecha7/09/2011 en Blgica llevan 450 das sin haberformado gobierno y sin embargo el proceso capi-talista continua a la vez que su proceso de priva-tizaciones, que a la larga harn innecesaria nosolo a la clase poltica, sino a todo el funcionaria-do que hoy realiza tareas subsidiarias del gobier-no, tareas que pasaran en su totalidad a depen-der de la empresa privada. La cuestin es suma-mente sencilla: cuando todo se haya privatizado,desde la educacin y la sanidad a todos los ser-vicios estratgicos, como el suministro de agua yenerga, el transporte, la extraccin de materiasprimas, etc.,cuando todo est privatizado Quvan a gestionar los gobiernos? Y si no quedanada que gestionar para qu les necesita el sis-tema?

    Y en este planteamiento se incluyenincluso las fuerzas represivas judiciales, carcela-rias, policiales y hasta el ejrcito que, dotadas deprofesionales y mercenarios integrados enempresas privadas, actuarn a las rdenes y en

    beneficio de quien les pague, o sea, el rganofinanciero de control global y sus corporaciones

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    productivas de carcter multinacional. Dehecho estas ya estn funcionando en pasescomo Irak, Afganistn, Somalia, parte de la exYugoslavia, etc.,donde las grandes corpora-ciones multinacionales y los trust financieros,ya protegen sus intereses mediante empresasprivadas de mercenarios denominados "contra-

    tistas", como la Wol Water, etc

    Pero lo ms lamentable de toda estaexperiencia es que ni la clase trabajadora ni lasbases populares en su gran mayora son cons-cientes del proceso abierto con la experienciabelga, ni de las consecuencias que la total pri-vatizacin y el proceso de concentracin traeren la prdida total de todos los beneficiossociales, que quedarn solo para aquellos sec-tores minoritarios con capacidad econmicapara poder costerselos, ni del aumento del

    nivel de explotacin que estar supeditado alcada vez mayor beneficio de cada empresa oente privado. Y para esto la base social tampo-co se est preparando, es ms, la gran mayo-ra piensa que nunca tendr que afrontar estassituaciones, contradiciendo con ello la realidaddel desarrollo capitalista dentro de sus leyesfinancieras.

    Por el contrario, la clase poltica, pare-ce haberse dado cuenta de que este procesolentamente camina hacia su eliminacin y porello estn apelando a mtodos y prcticas queapuntalen su supervivencia, como los intentos(fallidos hasta el momento) de regular el sectorfinanciero, la distribucin de ayudas para sal-var a algunos grupos de este sector y del pro-ductivo, la ofensiva ideolgica dirigida a lasbases populares sobre la necesidad de su exis-tencia o sobre su capacidad de solucionar lacatica situacin creada etc... aunque el propioproceso les hace caer en contradicciones tanbestiales como: El apoyo a la concentracin decapitales, que proporciona ms poder a los yapoderosos (que a la larga pretenden su des-

    aparicin), la continua privatizacin de entesestatales y empresas publicas que, en su detri-mento, cada vez reducen ms la propia necesi-dad de su gestin y por tanto de su existenciay todo ello a costa del sacrificio y la prdida dederechos de sus propios votantes, que abierta-mente ya rechazan su gestin, su corrupcin,su incapacidad e incluso su inutilidad para elbeneficio del pueblo, ya que la actividad guber-namental est ya a las rdenes y bajo el domi-nio del sector financiero.

    Hoy la base social y el sector obreronicamente y en trminos generales, se estnlimitando a seguir consignas de reformas pol-ticas y sociales perfectamente asumibles ymanipulables por el sistema y su poder finan-

    ciero global, sin articular ni plantear mtodosde lucha que puedan originar con su desarrolloun cambio total del sistema en beneficio delpueblo trabajador con alternativas revoluciona-rias anticapitalistas.

    Hoy la base social y el sector obrero envez de atacar la raz del problema, intenta que

    la solucin venga de quienes son parte del ver-dadero problema y quienes a su vez lo han cre-ado en su propio beneficio.

    De la experiencia belga podemosdeducir que, a partir de unas determinadascotas de su desarrollo, para nada le es necesa-rio al capitalismo y su sistema de libre mercadola existencia de partidos polticos ni de gobier-nos tal y como hoy estn constituidos y conce-bidos.

    Ms de un ao lleva este pas en laimposibilidad prctica de formar un gobierno yno por ello el sistema se resiente o deja de fun-cionar, ya que ni el desarrollo, ni las contradic-ciones de este, dimanan de la falta o no degobierno o de su funcionamiento, si no del des-arrollo de sus propias leyes econmicas, demercado y de competitividad.

    Dada la filosofa capitalista de la auto-regulacin de los mercados dentro da la inicia-tiva privada, el gobierno y toda su carga de fun-cionariado, llegar a ser una lacra para el sis-tema, que se ocupar de su progresiva elimina-cin a travs de la continua privatizacin detodos los mbitos sociales.

    Por lo tanto hoy, centrar la lucha en ladestruccin de los gobiernos y su cambio porun proceso de organizacin obrera y popularparticipativa en las tareas de ordenacin social,por s solo, no sera efectivo si no va acompa-ado a su vez de un cambio total en el modeloproductivo, en el sistema de explotacin y en elmodelo comercial de especulacin y de consu-

    mo. Todo proceso abierto que no contempleeste planteamiento en su conjunto como eje desu actividad y combate y como objetivo, serabsorbido, integrado y utilizado por el sistemacapitalista.

    ISLANDIA:

    La experiencia de este pas es muysignificativa y esclarecedora y por tanto, antes

    de entrar en su valoracin, conviene explicar yentender lo que en E.E.U.U los grandes trustfinancieros planteaban inmediatamente des-pus de la quiebra de uno de sus mayores ban-cos, la LEHMAN BROTHERS. Ante esta quie-bra y el inters del gobierno americano por

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    Cmo entender la revolucin contra el

    capital y la no-vida, cmo afrontarla ver-

    daderamente y hasta el fondo, todos

    aquellos que nos reclamamos de la histo-

    ria del movimiento anticapitalista y revo-

    lucionario del proletariado internacional,de la historia que va de la Comuna de

    Pars al Octubre Rojo, de Mayo del 37 al

    Otoo caliente italiano, de la primavera

    de Praga a Berkeley, de los situacionistas

    al MIL y toda la larga trayectoria autno-

    ma de luchas clasistas de los trabajadores

    por su emancipacin?

    Para m, juntos. En comunidad, con ese

    sentimiento positivo y crtico de la con-

    ciencia revolucionaria, con la solidaridad,

    la afinidad y el compromiso, y con orga-

    nizacin en el nivel clasista, de manera

    independiente de los magmas ideolgi-

    cos o sindicales. En las organizaciones

    autnomas de trabajadores somos todos

    trabajadores, y solo y todo el capitalismo

    es el enemigo comn y completo.

    Debemos generar formas y organizacio-

    nes de clase, independientes y autno-

    mas de todos los poderes que sostienen

    este rgimen, de todas las ideologas ml-tiples que el capital nos vende y utiliza

    para encadenarnos.

    La asamblea, el consejo de fbrica, el

    comit de solidaridad, la caja de resisten-

    cia, el grupo de afinidad o los comandos

    de accin y autodefensa son los organis-

    mos de clase generados a lo largo de la

    historia por los trabajadores en armas,

    son los organismos propios de la lucha

    de clase independiente.Los compaeros que militan en organi-

    zaciones anarquistas o marxistas y acep-

    tan esta y colaboran en el fortalecimien-

    to y la organizacin autnoma e inde-

    pendiente de la clase trabajadora son

    bien recibidos. Entristas, dirigistas, leni-

    nistas o conservadores derechistas, y

    fanticos seris apartados! El proletaria-

    do en armas deber dar cumplida cuenta

    de cada traicin en sus filas!

    La dictadura del proletariado deber ser

    llevada a cabo sin duda por el "partido

    del diablo" al que abrazamos y no podr

    cumplirse sin la participacin activa y

    decisoria de las asambleas y los consejos

    de trabajadores.

    Derrocar el estado burgus es el fin, la

    administracin de las personas y lascosas es lo que llaman estado. La eman-

    cipacin de los trabajadores supondr el

    fin de este estado de esclavitud y prehis-

    toria de la humanidad. La gestin colec-

    tiva de las cosas, su administracin sin

    estado, es lo que constituye la comuni-

    dad.

    La dictadura del proletariado es la impo-

    sicin completa contra la burguesa y

    todos los sostenedores de este sistema,

    de las necesidades del proletariado y

    todos los excluidos en las que se repre-

    sentan las necesidades reales de la huma-

    nidad como especie. El planeta necesita

    la revolucin social tanto como la propia

    especie humana.

    El deseo de vivir libres en comunidades

    autoorganizadas y solidarias que gestio-

    nan la supervivencia para que nadie pase

    fatigas por sobrevivir, el deseo de vivir en

    comunidad frente a los Estados, sus poli-cas, sus ejrcitos y todos los que activa o

    pasivamente lo defienden, este deseo es

    el que nos impulsa a la lucha: hacia la

    guerra civil mundial!

    Sin organizaciones independientes de los

    trabajadores, sin insurreccin y sin dicta-

    dura de nuestras necesidades no hay

    revolucin posible. A lo mucho conatos

    de rebelin que se evaporarn como

    lgrimas en la lluvia.

    Elegid la bandera que querais,

    en la barricada

    solo hay dos lados.

    Amor Humor Respeto

    y hostias pa ellxs!

    x Alguien de la Caja

    de Sol idar idad Obrera Anti r r represiva.

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    "La enorme capacidad del sistema industrial de extenderse a saltos, y su dependencia del mercado mundial generan necesaria-

    mente una produccin febril y la consiguiente saturacin de los mercados, con cuya contraccin sobreviene una paralizacin.

    La vida de la industria se convierte en una serie de periodos de vitalidad media, prosperidad, sobreproduccin, crisis y estanca-

    miento".

    ( K. Marx,El Capital, Libro I., Tomo II, Akal ).

    Si esta crisis no es la gran crisis de sobreproduccin lo que estamos empezando a ver se le parece mucho.

    Nunca como ahora el anlisis marxista resulta tan acertado. Tampoco nunca ms edulcorado el supuesto