Socialismo, Calculo Economico y Funcion Empresarial de Jesus Huerta de Soto

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NUEVA BIBLIOTECA DE LA LIBERTAD Coleccin dirigida por Jess Huerta de Soto

JESS HUERTA DE SOTO

SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL3. edicin

Unin Editorial

1992 JESS H UERTA DE S OTO 1992 UNIN EDITORIAL, S.A. 2001 UNIN EDITORIAL, S.A. (2. edicin) 2005 UNIN EDITORIAL, S.A. (3. edicin) c/ Colombia, 61 28016 Madrid Tel.: 913 500 228 Fax: 913 594 294 Correo: [email protected] www.unioneditorial.es

ISBN: 84-7209-420-0Depsito Legal: M. 00.000-2005 Compuesto y maquetado por JPM G RAPHIC, S.L. c/ Martn Macho, 15 28002 Madrid Impreso por GRFICAS M URIEL , S.A.

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Dedico este libro a la gloriosa memoria de Ludwig von Mises en el 70 aniversario de su obra Die Gemeinwirtschaft Untersuchungen ber den Sozialismus.

PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIN

PREFACIO A LA TERCERA EDICIN

En esta tercera edicin de mi libro Socialismo, clculo econmico y funcin empresarial, que mucho me agrada presentar de nuevo a los lectores y estudiantes de habla espaola, deben tenerse en cuenta las mismas tres observaciones que ya efectuaba hace cuatro aos en el prefacio a la segunda edicin y que, por tanto, deben darse aqu por reproducidas. Durante el periodo transcurrido desde la anterior edicin han tenido lugar dos hitos importantes. Por un lado, se ha terminado de preparar la versin inglesa de este libro, que, Dios mediante y con el ttulo de Socialism, economic calculation and entrepreneurship, ver la luz en Inglaterra y Estados Unidos, publicada por una prestigiosa casa editorial. En segundo lugar, se constata que cada vez son ms numerosos los investigadores, alumnos y profesores, tanto en Espaa como en el resto del mundo, interesados en profundizar en la concepcin dinmica de la competencia y los procesos de mercado, aplicndola a la teora de la imposibilidad del socialismo y del intervencionismo econmico. Por todo ello ha sido preciso fundar una revista cientfica que, con el ttulo de Procesos de Mercado: Revista Europea de Economa Poltica1, sirve de aglutinante y medio de publicacin de los esfuerzos investigadores, especialmente de las nuevas generaciones de estudiosos de lo que se considera hoy en da a nivel internacional que constituye la pujante y muy productiva Escuela Austriaca de Economa, que est desarrollando un paradigma capaz de sustituir al hasta ahora dominante, que ya ha entrado en fase aguda de crisis, decadencia y disgregacin. Finalmente, he de resaltar el gran entusiasmo y espritu universitario que, promocin tras promocin, manifiestan los alumnos que utilizan esta obra como libro de texto en mis clases de la licenciatura. Ellos, junto con mis1 Los interesados pueden solicitar los distintos nmeros ya publicados de Procesos de Mercado a travs de [email protected], o consultarlos en la pgina web: www.jesushuertadesoto.com.

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SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

discpulos del doctorado y ayudantes de la Ctedra de Economa Poltica que profeso en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, constituyen el mejor estmulo y ayuda para seguir impulsando en nuestro pas el noble programa de investigacin de la Escuela Austriaca de Economa. Formentor, 22 de agosto de 2005 JESS HUERTA DE SOTO

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PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIN

PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIN

Me complace presentar a los lectores de habla espaola la segunda edicin de mi libro Socialismo, clculo econmico y funcin empresarial. Tres observaciones considero pertinente efectuar en esta Presentacin. En primer lugar, esta nueva edicin mantiene ntegramente el contenido, estructura y paginacin de la primera edicin. De esta manera se evitan confusiones y se facilita la labor de los estudiosos e investigadores que manejen las ya abundantes referencias y citas a la primera edicin que han aparecido en la literatura especializada. La nueva edicin ha sido, en todo caso, enteramente revisada y corregida de las erratas y errores que se deslizaron en la primera edicin. Igualmente se ha aprovechado para actualizar algunos artculos y ediciones de libros citados a pie de pgina y en la bibliografa, efectundose tambin unas ligeras y poco numerosas modificaciones estilsticas. Aparte de estas pequeas modificaciones no se ha efectuado ningn otro cambio. En segundo lugar, y por las razones indicadas en el prrafo anterior, se ha renunciado a incluir y comentar en esta edicin los libros y trabajos ms significativos que sobre el socialismo se han publicado desde la aparicin de la primera edicin: aparte de no ser muy numerosos, poco es lo que aportan de nuevo que no haya sido dicho ya y su comentario detallado hubiera trastocado sustancialmente el contenido de este libro que hemos preferido dejar inalterado1. S merece la pena destacar, no obstante, el hito que ha supuesto la publicacin por primera vez en Espaa de todos los artculos que Hayek escribi en la polmica sobre el clculo econmico socialista, incluidos en el Volumen 10 titulado Socialismo y guerra de la edicin castellana que dirijo de las Obras Completas de F.A. Hayek2. Por suMerece la pena citar, al menos por la amplitud de su enfoque, el libro de DavidRamsay Steel From Marx to Mises: Post-Capitalist Society and the Challenge of Economic Calculation, Open Court Publishing, La Salle, Illinois 1992. Tambin puede ser de algn provecho repasar la polmica mantenida en el mbito de la Review of Austrian Economics, entre los profesores Joseph Salerno, Jrg Guido Hlsmann, Hans-Hermann Hoppe y Leland Yeager a lo largo de los aos 1992-1995 sobre las supuestas diferencias de enfoque entre Mises y Hayek en sus respectivas crticas al socialismo, y que por las razones que doy en las notas a pie de las pginas 169 y 178 considero, con Leland Yeager, que son ms bien ficticias que reales.1

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importancia este volumen ha de considerarse un complemento obligado al presente libro del que no disponan los lectores de lengua espaola cuando apareci en 1992 su primera edicin. En tercer lugar, gran satisfaccin le produce al autor de estas lneas el constatar cmo, durante los nueve aos transcurridos desde la publicacin de la primera edicin de este libro, se ha venido desmoronando la interpretacin tradicional sobre el debate en torno a la imposibilidad del clculo econmico socialista, abrindose paso un nuevo consenso entre los economistas que, con carcter mayoritario, ya aceptan que dicho debate fue ganado por los economistas austracos Mises y Hayek. Buena prueba de ello es cmo Mark Blaug, uno de los tratadistas de ms reconocido prestigio en el campo de la historia del pensamiento econmico, ha escrito que de forma lenta y extremadamente reacia he llegado a darme cuenta de que ellos (los tericos de la Escuela Austraca) estn en lo cierto y de que todos los dems hemos estado equivocados, afirmando adems, al evaluar la aplicacin del paradigma neoclsico cara a justificar la posibilidad del clculo econmico socialista, que es algo tan ingenuo desde el punto de vista administrativo como para dar risa. Slo aquellos emborrachados con el modelo de equilibro esttico perfectamente competitivo pueden haberse tragado semejante tontera. Yo mismo fui uno de los que se la trag en mis aos de estudiante en los 50 y ahora no hago sino maravillarme ante mi propia falta de agudeza3. Este reconocimiento es muy importante pues slo abrazando la concepcin dinmica del mercado y del proceso empresarial que cultivan los economistas de la Escuela Austriaca pueden apreciarse los errores socialistas y ello implica todo un cambio de visin en el mundo de la ciencia econmica que, si se contina, habr de revolucionar sus fundamentos y de hacerla mucho ms rica, fructfera y humanista a lo largo del nuevo siglo que acaba de comenzar4 Formentor, 28 de Agosto de 2001 JESS HUERTA DE SOTO

2 F.A. Hayek, Socialismo y guerra, Vol. 10 de las Obras Completas de F.A. Hayek, edicin espaola al cuidado de Jess Huerta de Soto, Unin Editorial, Madrid 1998. 3 Mark Blaug y Neil de Marchi (eds.), Appraising Economic Theories, Edward Elgar, Londres 1991, p. 508 y The Economic Journal, vol. 103, n 421, Noviembre de 1993, p. 1.571. 4 Vase Jess Huerta de Soto, La Escuela Austriaca: mercado y creatividad empresarial, Edit. Sntesis, Madrid 2000. El autor agradece el envo de cualesquiera comentarios sobre la segunda edicin de su libro a la direccin: [email protected].

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PREFACIO A LA PRIMERA EDICIN

PREFACIO A LA PRIMERA EDICIN

El presente libro es el resultado de un dilatado proceso personal de formacin intelectual que se inici hace casi 20 aos, en el otoo de 1973, cuando comenc a asistir de la mano de mi padre, Jess Huerta Ballester, y gracias tambin a los buenos oficios de Jos Ramn Canosa Penaba, al seminario semanal sobre Economa Austriaca que todos los jueves por la tarde mantenan en Madrid los hermanos Joaqun y Luis Reig Albiol en el domicilio particular de este ltimo. El entusiasmo e inagotable apoyo recibido en todo momento por Luis Reig, junto con la preparacin, asistencia y participacin en las sesiones semanales de este seminario, a lo largo de la dcada de los 70, supuso para m no slo una extraordinaria experiencia intelectual de incalculable valor en mi etapa de formacin como economista, sino adems la oportunidad de llegar al convencimiento de que slo siguiendo el paradigma de la Escuela Austriaca se poda dar respuesta a los interrogantes y solucionar las inconsistencias de otros paradigmas alternativos que, como el keynesiano y el de la Escuela de Chicago, al principio me parecieron engaosamente atractivos. Posteriormente, en 1980, y gracias a una recomendacin del ya Premio Nobel de Economa Friedrich A. Hayek, as como a una beca del Banco de Espaa para la realizacin de estudios superiores de Economa Poltica en la Universidad de Stanford, pude dedicar dos cursos acadmicos completos a profundizar mis conocimientos sobre la Escuela Austriaca en general, y su teora del capital y de los procesos de mercado en particular. Debo reconocer la gran ayuda recibida durante este perodo de Leonard Liggio y de Walter Grinder, del Institute for Humane Studies, entonces situado en Menlo Park justo al lado de la Universidad, y en concreto que hicieran posible la gran experiencia intelectual que para m supuso tanto conocer a Murray N. Rothbard, uno de los ms brillantes alumnos de Ludwig von Mises y conspicuo miembro de la actual Escuela Austriaca, como discutir con l algunos de los temas ms polmicos e interesantes de la Ciencia Econmica. 11

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De regreso a Espaa en 1983, y tras la satisfaccin que supuso recibir de manos de su majestad el rey Don Juan Carlos I el Premio Internacional de Economa que lleva su nombre por mis estudios sobre los planes privados de pensiones y la privatizacin de la seguridad social, fui invitado por Gustavo Villapalos Salas, actual rector de la Universidad Complutense de Madrid, a formar parte del Claustro de dicha Universidad, en la que actualmente imparto clases de Economa Poltica como Profesor Titular. Debo agradecer profundamente a mis alumnos de Economa Poltica, tanto de los cursos de licenciatura como del doctorado, el esfuerzo, entusiasmo y dedicacin que han venido poniendo por aprender y profundizar en los principios esenciales de la Economa Poltica en general y de la Escuela Austriaca en particular. Su elevado nmero a una media de 300 alumnos por curso entre el doctorado y la licenciatura, superan ya, despus de 7 aos, los 2.000 alumnos me impide, por razones obvias de espacio, que no de merecimiento, citar expresamente a todos los que con ms brillantez han sobresalido. No obstante, de entre todos ellos no puedo dejar de citar por su vala acadmica, colaboracin y apoyo a Esteban Gndara Trueba, Eugenio Illana Rodrguez, Miguel Angel Ferrero Andrs, Sara Gonzlez Prez y Carlos de Miguel. Durante los ltimos aos de mi actividad docente he venido llegando al convencimiento de que era preciso elaborar una teora del socialismo que, encontrndose profundamente arraigada en la metodologa subjetivista de la Escuela Austriaca, se basase en las teoras de la accin humana y la funcin empresarial tal y como han sido desarrolladas primero por Ludwig von Mises y despus, sobre todo, por Israel M. Kirzner. E igualmente he llegado a la conclusin de que es preciso adoptar una nueva definicin de socialismo, mucho ms fructfera y explicativa de los problemas reales, que permita dar un tratamiento unitario a los distintos tipos de socialismo que se dan o que se han dado en la historia, y que adems pueda impulsar el futuro desarrollo de la Ciencia Econmica que, a partir del enfoque propuesto, creo que puede y debe convertirse en toda una teora sobre los efectos de la coaccin institucional. La primera vez que tuve la oportunidad de someter a discusin pblica mi nueva concepcin del socialismo fue con motivo del seminario que organic para el Liberty Fund en el Real Colegio Universitario 12

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Mara Cristina de San Lorenzo de El Escorial, del 30 de octubre al 1 de noviembre de 1988, sobre el tema Economic Calculation, Economic Planning and Economic Liberty. En dicho seminario tuvieron una brillante participacin, entre otros,1 Gerald P. ODriscoll y Don A. Lavoie. Este ltimo, uno de los mejores especialistas sobre el debate en torno a la imposibilidad del clculo econmico en el socialismo, me hizo ver la importancia de profundizar en dicho debate, as como la necesidad de proceder a una revisin y reevaluacin global del mismo desde el punto de vista de la nueva concepcin del socialismo que propona. De esta manera comenz la redaccin del manuscrito de lo que, y bajo el ttulo general de Anlisis Crtico del Socialismo: Terico, Histrico y tico, pretende ser una obra que con la necesaria extensin y profundidad analice de manera integrada el fenmeno socialista en sus ms importantes facetas, y que sistematizando y partiendo de lo ya realizado por otros tericos en este campo, permita dar una serie significativa de pasos adelante en la comprensin, explicacin y prevencin del socialismo. La finalidad de dar a conocer los captulos que van completndose, no slo para evitar un innecesario retraso en la publicacin de los mismos y que sera ineludible dado lo extenso del programa emprendido, junto con la necesidad prctica de dotar a mis alumnos con nuevos y ms actualizados materiales de estudio, han aconsejado la publicacin de la primera parte de mi trabajo, aquella que bsicamente corresponde al tratamiento terico del anlisis crtico del socialismo, con el ttulo que ahora se presenta de Socialismo, Clculo Econmico y Funcin Empresarial. Dejando para una futura publicacin la aplicacin del anlisis terico propuesto en el presente libro tanto a la interpretacin histrica de los casos reales de socialismo, como al estudio de su admisibilidad tica y al desarrollo de una teora sobre su prevencin y desmantelamiento.

1 Participaron en este seminario del Liberty Fund, adems de los profesores citados en el texto, los siguientes: Karl H. Paqu, del Instituto de Economa de Kiel; Charles King, del Liberty Fund; Norman P. Barry, de la Universidad de Buckingham; Carlos Rodrguez Braun, Jos T. Raga Gil, Francisco Cabrillo Rodrguez, Santos Pastor Prieto, Lucas Beltrn Flrez y Pedro Schwartz Girn, todos ellos a la sazn en la Universidad Complutense de Madrid; Antonio Argandoa, de la Universidad Central de Barcelona; Henri Lpage, del Institut de lEntreprise de Pars; y Luis Reig Albiol de Madrid.

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Han ledo el manuscrito del presente libro, ofreciendo valiosos comentarios crticos y sugerencias, los siguientes profesores: Israel M. Kirzner, de la Universidad de Nueva York, Lucas Beltrn Flrez, Jos Luis Prez de Ayala y Lpez de Ayala, Jos T. Raga Gil, Francisco Cabrillo Rodrguez y Carlos Rodrguez Braun, todos ellos de la Universidad Complutense de Madrid; Pedro Schwartz Girn de la Universidad Autnoma de Madrid; Santos Pastor Prieto de la Universidad Carlos III de Madrid; Joaqun Trigo Portela de la Universidad Central de Barcelona; y Javier Paredes Alonso de la Universidad de Alcal de Henares. A todos ellos hago constar mi profundo y sincero agradecimiento y les eximo, como es lgico, de cualquier responsabilidad sobre el contenido final de la obra. Una versin en ingls del Captulo III fue esbozada en la reunin regional de la sociedad Mont Plerin que tuvo lugar en Praga a primeros de noviembre de 1991, siendo posteriormente presentada con mucho ms detalle y discutida en la First European Conference on Austrian Economics que, encabezada por Israel M. Kirzner, tuvo lugar en la Universidad de Maastrich del 9 al 11 de abril de 1992.2 He de agradecer, igualmente, el esfuerzo de mis colaboradoras Carmen Galiana, Sandra Moyano y Ann Lewis, pasando a mquina y corrigiendo las distintas versiones del manuscrito. Tambin agradezco a mi esposa, colaboradora y alumna Sonsoles Huarte Gimnez el esfuerzo, paciencia y dedicacin con que ha soportado mis largas horas de estudio y trabajo a costa de un tiempo precioso que en muchas ocasiones y en circunstancias normales hubiera debido dedicar a mi familia. A todos ellos hago constar mi agradecimiento. Seoro de Sarra, 7 de julio de 1992 J. H. S.

Publicada con el ttulo de The Economic Analysis of Socialism, cap. 14 de New Perspectives on Austrian Economics, Gerrit Meijer (ed.), Routledge, Londres y Nueva York 1995.

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CAPTULO I: INTRODUCCIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 1. SOCIALISMO Y ANLISIS ECONMICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El fracaso histrico del socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El punto de vista subjetivo en el anlisis econmico del socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nuestra definicin de socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La funcin empresarial y el concepto de socialismo . . . . . . . . . . . . . El socialismo como error intelectual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. EL DEBATE EN TORNO A LA IMPOSIBILIDAD DEL CLCULO ECONMICO EN EL SOCIALISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ludwig von Mises y el inicio del debate sobre el socialismo . . . . . . La indebida desviacin del debate hacia la esttica . . . . . . . . . . . . . . Oskar Lange y la solucin competitiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El socialismo de mercado como imposible cuadratura del crculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. OTRAS POSIBLES LNEAS DE INVESTIGACIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. Anlisis del denominado socialismo autogestionario . . . . . . . . . 2. La llamada planificacin indicativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. La saludable depuracin de responsabilidades cientficas . . . . . 4. Consecuencias del debate en la evolucin y futuro desarrollo de la Ciencia Econmica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. Reinterpretacin y anlisis histrico de los distintos tipos reales de socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6. El desarrollo de una teora sobre la inadmisibilidad tica del socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7. Elaboracin de una teora sobre la prevencin y el desmantelamiento del socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 21 24 25 26 27 27 28 29 30 30 31 31 32 32 33 38 38 38

4. CONCLUSIN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

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CAPTULO II: LA FUNCIN EMPRESARIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 1. DEFINICIN DE LA FUNCIN EMPRESARIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La accin humana: fin, valor, medio y utilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . Escasez, plan de accin y acto de voluntad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Concepto subjetivo de tiempo: pasado, presente y futuro . . . . . . . . Creatividad, sorpresa e incertidumbre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El coste como concepto subjetivo. El beneficio empresarial . . . . . . . Racionalidad e irracionalidad. Error y prdida empresarial . . . . . . . . Utilidad marginal y preferencia temporal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. CARACTERSTICAS DE LA FUNCIN EMPRESARIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Funcin empresarial y perspicacia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Informacin, conocimiento y empresarialidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conocimiento subjetivo y prctico, no cientfico . . . . . . . . . . . . . . . . Conocimiento privativo y disperso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conocimiento tcito no articulable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carcter esencialmente creativo de la funcin empresarial . . . . . . . . Creacin de informacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Transmisin de informacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Efecto aprendizaje: coordinacin y ajuste . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Arbitraje y especulacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Derecho, dinero y clculo econmico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Ubicuidad de la funcin empresarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El principio esencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Competencia y funcin empresarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La divisin del conocimiento y el orden extensivo de cooperacin social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Creatividad versus maximizacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusin: nuestro concepto de sociedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. FUNCIN EMPRESARIALY CONCEPTO DE SOCIALISMO

41 43 44 45 46 48 49 50 51 51 52 52 54 57 60 64 65 66 68 68 73 74 77 80 83 84

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CAPTULO III: EL SOCIALISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 1. DEFINICIN DE SOCIALISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 2. EL SOCIALISMO COMO ERROR INTELECTUAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 3. LA IMPOSIBILIDAD DEL SOCIALISMO DESDE LA PTICA DE LA SOCIEDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96 El argumento esttico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96 El argumento dinmico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

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4. IMPOSIBILIDAD DEL 5. POR

SOCIALISMO DESDE EL PUNTO DE

VISTA DEL RGANO DIRECTOR .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104 110 111 116 118 123 124 126 134 135 136 136 137 140 141 146 148 148 151 153 154

QU EL DESARROLLO DE LAS COMPUTADORAS

IMPOSIBILITA AN MS EL SOCIALISMO .

6. OTRAS CONSECUENCIAS TERICAS DEL SOCIALISMO . . . . . . . . . . . . . . . . Descoordinacin y desorden social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Informacin errnea y comportamientos irresponsables . . . . . . . . Efecto corrupcin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Economa oculta o irregular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Retraso social (econmico, tecnolgico, cultural) . . . . . . . . . . . . . . La prostitucin de los conceptos tradicionales de ley y justicia. La perversin moral que crea el socialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El socialismo como opio del pueblo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusin: carcter esencialmente antisocial del socialismo . . . . . 7. DIFERENTES TIPOS O CLASES DE SOCIALISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El socialismo real o de las economas de tipo sovitico . . . . . . . . . Socialismo democrtico o socialdemocracia . . . . . . . . . . . . . . . . . . Socialismo conservador o de derechas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La ingeniera social o socialismo cientista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otros tipos de socialismo (cristiano-solidario, sindicalista, etc.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8. CRTICADE LOS CONCEPTOS ALTERNATIVOS DE

............................................. Su concepto tradicional y el proceso de formacin del nuevo concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Socialismo e intervencionismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La inanidad de los conceptos idlicos de socialismo . . . . . . . . . . . Podr rehabilitarse algn da el trmino socialismo? . . . . . . . . . .SOCIALISMO

CAPTULO IV: LUDWIG VON MISES Y EL INICIO DEL DEBATE SOBRE EL CLCULO ECONMICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157 1. ANTECEDENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157 2. LA ESENCIAL APORTACIN DE LUDWIG VON MISES . . . . . . . . . . . . . . . . 170 Carcter y contenido bsico de la aportacin de Mises . . . . . . . . . . 172 3. EL FUNCIONAMIENTODEL SOCIALISMO SEGN

MARX . . . . . . . . . . . . . . . 181

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SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

4. CONSIDERACIONES ADICIONALES EN TORNO A LA APORTACIN DE MISES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La refutacin misiana de Marx . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El clculo monetario de prdidas y ganancias . . . . . . . . . . . . . . . . . La suficiencia prctica del clculo econmico . . . . . . . . . . . . . . . . . El clculo como problema de carcter esencialmente econmico (y no tcnico) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La concentracin empresarial y el clculo econmico . . . . . . . . . . 5. PRIMERASPROPUESTAS SOCIALISTAS DE SOLUCIN AL PROBLEMA DEL CLCULO ECONMICO .

188 188 191 192 194 196 200 200 203 206

......................... El clculo econmico en especie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El clculo econmico en horas de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El clculo econmico en unidades de utilidad . . . . . . . . . . . . . . . . .

CAPTULO V: LA INDEBIDA DESVIACIN DEL DEBATE HACIA LA ESTTICA: LOS ARGUMENTOS DE SIMILITUD FORMAL Y LA LLAMADA SOLUCIN MATEMTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209 1. LOS ARGUMENTOS DE SIMILITUD FORMAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los argumentos de similitud formal de Eugen von Bhm-Bawerk y Friedrich von Wieser . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La aportacin de Enrico Barone como argumento de similitud formal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otros tericos de la similitud formal: Cassel y Lindahl . . . . . . . . . . 2. ANLISIS DE LA SOLUCIN MATEMTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El artculo de Fred M. Taylor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La aportacin de H. D. Dickinson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La solucin matemtica en la literatura alemana . . . . . . . . . . . . . . . 209 211 215 217 217 219 221 225

3. CONSECUENCIAS NEGATIVAS PARA EL DEBATE DE LA SOLUCIN MATEMTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226 4. EL MTODO DE PRUEBA Y ERROR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233 Crtica del mtodo de prueba y error . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236 5. LA IMPOSIBILIDAD TERICADE LA PLANOMETRA

. . . . . . . . . . . . . . . . . . 245

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NDICE

CAPTULO VI: OSKAR LANGE Y LA SOLUCIN COMPETITIVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265 1. CONSIDERACIONES INTRODUCTORIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2. ANTECEDENTES HISTRICOS DE LA SOLUCIN COMPETITIVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las aportaciones de Eduard Heimann y Karl Polanyi . . . . . . . . . . . La crtica anticipada por Mises, Hayek y Robbins en contra de la solucin competitiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. LAAPORTACIN DE INTRODUCTORIAS

265 270 270 275

OSKAR LANGE: CONSIDERACIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285 El modelo de Lange-Breit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 286 288 289 291 294 297 305 309 309 311 313 315 315 317 318 319 327 330 331 338

4. OSKAR LANGE Y SU MODELO CLSICO DE SOCIALISMO DE MERCADO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Precios de mercado versus precios paramtricos . . . . . . . . . . . . . . El primer prrafo de Lange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El segundo prrafo de Lange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El tercer prrafo de Lange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El cuarto prrafo de Lange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5. ANLISIS CRTICO DEL MODELO CLSICO DE LANGE . . . . . . . . . . . . . . . . Una aclaracin terminolgica previa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Descripcin del modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Dos interpretaciones sobre el modelo de Lange . . . . . . . . . . . . . . . Anlisis crtico de la interpretacin ms amplia del modelo de Lange . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1. La imposibilidad de elaborar la lista de bienes de capital . . . . . 2. La completa arbitrariedad del perodo temporal de fijacin de los precios paramtricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. La inexistencia de un verdadero mercado para el trabajo y los bienes y servicios de consumo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4. La inanidad de las reglas propuestas por Lange . . . . . . . . . . . . 5. La imposibilidad terica del mtodo de prueba y error . . . . . . 6. La arbitraria fijacin del tipo de inters . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7. Ignorancia en cuanto al comportamiento tpico de los organismos burocrticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otros comentarios sobre el modelo clsico de Lange . . . . . . . . . . .

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SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

6. TERCERA Y CUARTA ETAPAS EN LA VIDA CIENTFICA DE LANGE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tercera etapa: La dcada de los 40 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cuarta etapa: De la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte. El abandono del mercado y la alabanza y justificacin del sistema estalinista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Eplogo langiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

341 341

344 349

CAPTULO VII: CONSIDERACIONES FINALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 353 1. OTROS TERICOS DEL SOCIALISMO DE MERCADO . . . . . . . . . . . . . . . . . Evan Frank Mottram Durbin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El libro The Economics of Socialism de Henry Douglas Dickinson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La contribucin de Abba Ptachya Lerner al debate . . . . . . . . . . . . . 2. SOCIALISMODEL CRCULO DE MERCADO: LA IMPOSIBLE CUADRATURA

353 354 361 371

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 379

3. MAURICE H. DOBB Y LA COMPLETA SUPRESIN DE LA LIBERTAD INDIVIDUAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 386 4. EN QU SENTIDO EL SOCIALISMO ES IMPOSIBLE? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 397 5. CONCLUSIONESFINALES

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 410

BIBLIOGRAFA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 413 NDICE NDICEDE MATERIAS DE NOMBRES

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 437 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 443

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INTRODUCCIN

CAPTULO I

INTRODUCCIN

En este captulo introductorio nos proponemos resumir las principales peculiaridades y novedades del anlisis del socialismo que vamos a efectuar en este libro. Igualmente se efectuar un breve resumen y evaluacin del contenido, estructura y conclusiones de la obra; para terminar indicando una lista de posibles lneas de investigacin que, partiendo del anlisis propuesto, estimamos que, por su gran inters e importancia, sera preciso emprender.

1. SOCIALISMO Y ANLISIS ECONMICO El fracaso histrico del socialismo La cada del socialismo en los pases del Este de Europa es un acontecimiento histrico de primera magnitud que, sin duda alguna, ha pillado de improviso a la mayor parte de los estudiosos de la Ciencia Econmica. No se trata, tan slo, de que la economa como ciencia no haya estado a la altura de circunstancias histricas de enorme importancia que no ha sido capaz de prever, sino que tampoco, y esto es an ms grave, ha sabido desempear el papel de proporcionar al gnero humano el instrumental analtico necesario para permitirle evitar a tiempo los graves errores cometidos.1 Todo lo contrario, en muchas ocasiones se ha utilizado su aureola y prestigio cientficos para justificar y1 Desde esta ptica parece incluso relativamente poco importante el hecho de que la economa como ciencia se haya puesto de nuevo en evidencia cuando ha sido preciso echar mano de ella para llevar a cabo la transicin hacia una economa de mercado en los sistemas recin desmoronados, habindose puesto de manifiesto que era poco o nada lo que los economistas haban investigado en este campo, que hasta ahora no se haba considerado de inters incluir en casi ningn programa de investigacin cientfica.

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SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

alentar polticas econmicas y sistemas sociales que ostensiblemente han fracasado, con un coste desproporcionado en trminos de sufrimientos humanos. Ante esta situacin, los economistas del mundo occidental, lejos de manifestar un profundo malestar o desconcierto, siguen haciendo su ciencia como si nada hubiera sucedido.2 Y en aquellas contadas ocasiones en las que un economista de prestigio se ha planteado la incmoda cuestin relativa a lo que ha podido suceder para que la mayora de los tericos profesionales fueran incapaces de evaluar adecuadamente y prever a tiempo el curso de los acontecimientos, se han dado respuestas que, por ingenuas y superficiales, son muy poco satisfactorias. As, por ejemplo, se ha hablado de un error en la interpretacin de los datos estadsticos que, procedentes de los sistemas de socialismo real, se habran aceptado por la profesin sin el suficiente espritu crtico. Tambin se ha mencionado la insatisfactoria consideracin cientfica que se ha dado al papel que los incentivos juegan en la vida econmica.3 Poco ms es lo que hasta ahora se ha odo de mea culpa por parte de la profesin y de sus miembros ms destacados. Nadie, o mejor dicho casi nadie, se ha planteado la posibilidad de que quiz la esencia misma del problema radique en el mtodo y en la forma de hacer economa que han venido preponderando en nuestra ciencia, precisamente a lo largo del mismo nmero de aos que de manera aproximada y durante este siglo han pervivido los sistemas socialistas. Y son ms que suficientes los dedos de una mano para enumerar a aquellos economistas que han acometido la inexcusable y trascendental tarea de sacar a la luz y reevaluar el contenido del debate en torno a la imposibilidad econmica del socialismo que, iniciado a instancias de Ludwig von Mises en 1920, se extendi a lo largo de las dcadas subsiNo ha ocurrido as con los economistas ms prestigiosos de los pases del Este de Europa, como tendremos la oportunidad de analizar in extenso en los captulos siguientes. Adems, estos autores son los ms conscientes de las insuficiencias tericas de la ciencia econmica occidental, lo cual a menudo les produce una curiosa sensacin de desazn y desconcierto tericos, que sus arrogantes colegas de Occidente no terminan de entender. 3 stas eran las nicas explicaciones que mencionaba Gary Becker en su Presidential Address, en la Reunin Regional de la Mont-Plerin Society que tuvo lugar en Praga, Checoslovaquia, del 3 al 6 de noviembre de 1991, bajo el ttulo general de In Search of a Transition to a Free Society.2

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INTRODUCCIN

guientes.4 Dejando a salvo estas tan aisladas como honrosas excepciones, parece como si la mayora de los economistas prefiriesen orientar a partir de ahora sus investigaciones extendiendo la ley del silencio sobre todo lo escrito hasta hoy sobre el socialismo, tanto por ellos mismos como por sus predecesores. Y, sin embargo, no puede pasarse la pgina del socialismo en la Historia como si su fracaso ninguna influencia fuera a tener sobre el conocimiento humano de tipo cientfico. En efecto, la historia del pensamiento econmico quedara completamente coja si de nuevo ste se dispersara a partir de ahora en el anlisis de los problemas puntuales ms acuciantes de cada momento, olvidando la necesidad fundamental de someter a una profunda reevaluacin y estudio crticos los anlisis sobre el socialismo hasta ahora efectuados y, en particular, de pronunciarse definitivamente, en trminos de refutacin terica, sobre este sistema social. Aparte de que si esto fuera as, forzosamente tendra que considerarse que la ciencia econmica otra vez habra traicionado las grandes esperanzas que la humanidad tiene derecho a poner en ella. En efecto, el socialismo, como sistema abstracto de pensamiento fuertemente arraigado en la innata arrogancia o soberbia racionalista del ser humano,5 estar histricamente predestinado a aflorar de forma recurrente, si es que no se aprovecha la oportunidad histrica que con carcter nico y quizs irrepetible ahora se nos presenta para hacer un profundo examen de conciencia terico, explicitar los errores cometidos, reevaluar globalmente el instrumental analtico utilizado y no permitir que se d por cerrada ninguna etapa histrica sin haber llegado con carcter previo a las necesarias, y tan definitivas como sea posible, conclusiones tericas.

De entre todos ellos destaca el trabajo de Don A. Lavoie Rivalry and Central Planning. The Socialist Calculation Debate Reconsidered, Cambridge University Press, Cambridge 1985, y que se ha convertido en una referencia ineludible para todos los estudiosos de la materia. 5 sta es la tesis que F.A. Hayek expone en su Fatal Conceit. The Errors of Socialism, publicado como volumen I de los Collected Works of F.A. Hayek, por Routledge, Londres 1989. Existe una traduccin al castellano de Luis Reig Albiol, prologada por m y publicada con el ttulo de La Fatal Arrogancia. Los Errores del Socialismo, como volumen I de las Obras Completas en 22 volmenes de F.A. Hayek, por Unin Editorial, Madrid 1990.

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SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

El punto de vista subjetivo en el anlisis econmico del socialismo La tesis bsica que mantenemos y desarrollamos a lo largo de este libro es que el anlisis del socialismo slo puede y debe llevarse a cabo desde la ptica de una profunda y clara concepcin de la accin humana y de los procesos dinmicos de interaccin social a que la misma da lugar. O, expresado de otra forma, que el anlisis econmico del socialismo hasta ahora efectuado, en su mayor parte no ha sido capaz de incorporar satisfactoriamente el individualismo metodolgico y la perspectiva subjetivista que, de acuerdo con Hayek, son imprescindibles para el desarrollo de nuestra ciencia. En efecto, segn este autor it is probably no exaggeration to say that every important advance in economic theory during the last hundred years was a further step in the consistent application of subjectivism.6 Y esto es precisamente lo que nos hemos propuesto en nuestro trabajo de investigacin sobre el socialismo; a saber, desarrollarlo sobre la base de una radical y coherente aplicacin del subjetivismo, es decir, fundamentarlo en torno a la ms ntima y esencial caracterstica del ser humano: su capacidad para actuar de una manera empresarial y creativa. Desde esta ptica debe entenderse el esfuerzo continuado que hemos efectuado para desprendernos en cada momento y en todos los6 Probablemente no sea ninguna exageracin el afirmar que todos y cada uno de los avances ms importantes de la teora econmica durante los pasados cien aos ha sido resultado de ir profundizando en la aplicacin coherente del subjetivismo. F.A. Hayek, The Counter-Revolution of Science, Free Press of Glencoe, Nueva York 1952, p. 31 (existe una magnfica reedicin de Liberty Press, Indianpolis 1979). Hayek aade en la nota 24 de las pp. 209-210 que el subjetivismo has probably been carried out most consistently by L.v. Mises and I believe that most peculiarities of his views which at first strike many readers as strange and unacceptable are due to the fact that in the consistent development of the subjectivist approach he has for a long time moved ahead of his contemporaries. Probably all the characteristic features of his theories, from his theory of money to what he calls his apriorism, his views about mathematical economics in general, and the measurement of economic phenomena in particular, and his criticism of planning all follow directly from his central position. (Al igual que en el resto de las notas de este libro, y mientras no se diga explcitamente lo contrario, la cursiva es ma y no figura en el texto original. Por otro lado, siempre que ha sido posible hemos reproducido las citas textuales en su idioma original, si bien todas aquellas incluidas en el texto principal se encuentran convenientemente traducidas al castellano en las correspondientes notas a pie de pgina.)

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INTRODUCCIN

contextos de nuestro trabajo de los restos de ese objetivismo que explcita o inconscientemente an impregna mltiples reas de nuestra ciencia, hacindola estril y dificultando enormemente su futuro desarrollo. Y aunque nunca pueda llegarse a la seguridad absoluta de haber evitado todas las posibilidades de que el estril objetivismo que inunda nuestra ciencia haya podido introducirse subrepticiamente en nuestro anlisis (quizs y especialmente debido a los largos aos de deformacin acadmica que cualquier estudiante de economa sufre durante sus estudios universitarios), se ha hecho todo lo posible por romper con el paradigma imperante que todo lo ahoga. De manera que hemos sido especialmente cuidadosos evitando caer en el error de considerar que los fenmenos econmicos tengan una existencia material y objetiva al margen de la interpretacin y conocimiento subjetivos que de los mismos van creando los seres humanos cuando actan. Hemos pasado, por tanto, a concebir la economa como una ciencia que trata exclusivamente sobre realidades espirituales, es decir, sobre la informacin o conocimiento subjetivos que se crean y generan por los seres humanos en los procesos de interaccin social. Nuestra definicin de socialismo El deseo ya enunciado de aplicar el subjetivismo con el mximo rigor y consistencia posibles al anlisis del socialismo se plasma, ante todo, en nuestra definicin de este sistema social. En efecto, ya hemos dicho que para nosotros la esencia ms ntima y caracterstica de la naturaleza de todo ser humano es su capacidad para actuar de forma libre y creativa. Pues bien, desde esta ptica, entendemos que socialismo es todo sistema de agresin institucional contra el libre ejercicio de la accin humana o funcin empresarial. Ms adelante, en el Captulo III, tendremos la oportunidad de explorar con detalle todos los elementos e implicaciones de nuestra definicin, analizando las importantes y fructferas ventajas comparativas de la misma en relacin con el resto de las definiciones que hasta hoy se han utilizado. Ahora slo nos interesa recalcar que al concebir el socialismo como la sistemtica antiaccin violenta o, si se prefiere, coaccin institucional, nuestro anlisis del socialismo inevitable y necesariamente se generaliza y se convierte en toda una teora econmica sobre la coaccin institucional. Adems, se hace evidente que el anlisis de las implicaciones tericas 25

SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

que produce la agresin sistemtica contra la accin e interaccin humanas exige con carcter previo comprender y conocer con la suficiente profundidad los principios bsicos del anlisis terico de la accin humana no coaccionada, y a este fin se encuentra dedicado todo el Captulo II de este libro, que desarrollamos bajo el ttulo genrico de La funcin empresarial. La funcin empresarial y el concepto de socialismo Nuestra concepcin de la funcin empresarial es a la vez muy amplia y precisa. En un sentido general consideramos que los conceptos de funcin empresarial y accin humana son sinnimos. En un sentido ms estricto, la funcin empresarial consiste en la capacidad tpicamente humana para darse cuenta de cules son las oportunidades de ganancia que existen en el entorno. La accin, por tanto, es un fenmeno tpicamente empresarial cuyos principales elementos y caractersticas estudiamos con detalle en el Captulo II. De entre todas ellas, la ms sobresaliente es la capacidad creativa y coordinadora de la empresarialidad. En efecto, todo acto empresarial crea y genera nueva informacin de naturaleza tcita, dispersa, prctica y subjetiva, y hace que los actores implicados en el mismo tiendan a ajustar o disciplinar su comportamiento en funcin de las necesidades y circunstancias de los dems, creando de esta manera, espontnea e inconsciente, los vnculos que hacen posible la vida en sociedad. Adems, slo la funcin empresarial es capaz de generar la informacin que es precisa para hacer posible el clculo econmico, entendido como todo juicio estimativo sobre el resultado de los diferentes cursos de accin. Pues bien, la adecuada identificacin y comprensin de la esencia de este maravilloso proceso de coordinacin social y clculo econmico que slo surge de la funcin empresarial permite entender por contraste y comparacin los graves efectos de descoordinacin social y ausencia de clculo econmico que forzosamente ha de producir toda coaccin institucional ejercida en contra de la funcin empresarial libre. Es decir, slo una adecuada comprensin de la esencia de los procesos del mercado y la sociedad puede hacer entender claramente todas las implicaciones, principales y secundarias, del sistema socialista que, desde esta ptica y de manera interrelacionada, son detalladamente analizadas en el Captulo III. 26

INTRODUCCIN

El socialismo como error intelectual Ahora bien, si el socialismo ha sido en muchas ocasiones defendido en crculos cientficos, polticos o filosficos, es porque se ha credo que el proceso de coordinacin social poda hacerse mucho ms efectivo y perfecto mediante la utilizacin sistemtica de la coaccin. A refutar tericamente esta idea dedicamos toda la primera mitad del Captulo III, elaborando nuestro argumento desde dos puntos de vista, el esttico7 y el dinmico, que son distintos pero complementarios. Nuestra conclusin es que el socialismo, entendido de esta manera, no es sino un error intelectual, puesto que tericamente no es posible coordinar la sociedad mediante la utilizacin e imposicin sistemticas de mandatos coactivos. La segunda mitad del Captulo III se dedica, por una parte, a estudiar las implicaciones y consecuencias secundarias de nuestro argumento esencial en una perspectiva concatenada y multidisciplinar; dedicndose otra parte a explicar y defender nuestra definicin de socialismo frente a las concepciones alternativas que histricamente han venido utilizndose. Por ltimo, se presenta una anatoma de las diferentes variedades o tipos histricos de socialismo que, distinguindose entre s por sus distintas motivaciones, grados de intervencin y otras peculiaridades, comparten todos ellos el denominador comn de fundamentarse, en mayor o menor medida, en el uso sistemtico de la violencia en contra del libre ejercicio de la funcin empresarial. 2. EL DEBATE EN TORNO A LA IMPOSIBILIDAD DEL CLCULO ECONMICOEN EL SOCIALISMO

A la luz del anlisis del socialismo que hemos comentado en el apartado anterior se hace evidente la necesidad de reevaluar el debate que7 Nuestro argumento esttico nada tiene que ver con el anlisis del equilibrio o concepcin esttica que tanto criticamos ms adelante, en el Captulo IV y, en general, a lo largo de todo el libro. No obstante, por referirse al carcter disperso de una informacin hipotticamente ya creada no hemos encontrado un trmino mejor para distinguirlo del argumento ms dinmico, que se refiere al proceso de creacin de nueva informacin. Ms adelante (p. 68) veremos cmo nuestros dos argumentos, el esttico y el dinmico, son desde nuestro punto de vista igualmente dinmicos, y por tanto igualmente incomprensibles para el anlisis econmico del equilibrio. Y es que ambos argumentos se refieren a procesos sociales simultneos e indistinguibles, que tan slo estudiamos separadamente por razones estrictamente didcticas.

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SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

sobre la imposibilidad del clculo econmico socialista tuvo lugar en los aos 20 y 30 de este siglo entre Mises y Hayek, por un lado, y diferentes tericos partidarios del socialismo, por otro. En primer lugar, recordemos, como anteriormente hemos argumentado, que la histrica cada del socialismo recientemente acaecida en los pases del Este de Europa obliga a todo investigador serio y honesto a repasar y reevaluar lo que en el campo de la teora ya se dijo sobre el socialismo por aquellos que con ms ahnco y profundidad estudiaron los problemas implicados. En segundo lugar, nuestra concepcin de la funcin empresarial y el socialismo no es sino la culminacin de una sntesis terica que de forma embrionaria surge con el inicio del debate, y se forma y perfecciona evolutiva y paulatinamente conforme ste se desarrolla; el anlisis y reevaluacin del debate es, por tanto, imprescindible para comprender con detalle y claridad todas las implicaciones del anlisis del socialismo que aqu proponemos. Finalmente, el estudio del debate pone de manifiesto el fracaso del paradigma dominante, basado en el anlisis del equilibrio, para entender los problemas tericos del socialismo. En efecto, al fundamentarse dicho anlisis en el estudio desde la ptica del mecanicismo newtoniano y del equilibrio o, si se prefiere, de la inaccin repetitiva, se hace imposible siquiera distinguir cul es el ineludible problema terico que plantea la coaccin institucional. El hecho, adems, de que la mayora de los comentaristas y autores de las fuentes secundarias sobre el debate procedieran del mencionado paradigma explica por qu fueron incapaces de comprender el contenido del desafo planteado por Mises y Hayek, as como la pervivencia durante tantos aos del mito en torno al triunfo del lado socialista en la polmica que comentamos. Ludwig von Mises y el inicio del debate sobre el socialismo No es una pura casualidad que el debate se iniciara a raz de las aportaciones elaboradas por Mises poco despus de la Primera Guerra Mundial. En efecto, slo alguien que, como Mises, haba llegado a tener un profundo conocimiento sobre la esencia e implicaciones de los procesos de mercado movidos por la accin humana fue capaz de intuir y comprender los insoslayables problemas de clculo econmico implicados por el socialismo. A estudiar los antecedentes y el contenido de la aportacin seminal de Mises dedicaremos todo el Captulo IV. 28

INTRODUCCIN

En l ponemos un nfasis especial tanto a la hora de situar a Mises en el contexto histrico en el que llev a cabo su histrica y transcendental aportacin y en el cual predominaba una concepcin del socialismo tpicamente marxista, como a la hora de demostrar que el anlisis del socialismo de Mises es un anlisis, dentro de la mejor tradicin de la Escuela Austriaca, de teora dinmica y que, por tanto, nada tiene que ver con el anlisis esttico del equilibrio, ni tampoco con la lgica pura de la eleccin que se ha elaborado en torno al mismo. El captulo termina con un detallado estudio crtico de las primeras propuestas socialistas de solucin al problema del clculo econmico: el clculo en especie, en horas de trabajo y el llamado clculo en unidades de utilidad, ninguna de las cuales logr hacer frente a los insoslayables problemas tericos planteados por Mises. La indebida desviacin del debate hacia la esttica La absurda idea de que slo es teora el anlisis econmico del equilibrio, que impregna y subyace debajo del paradigma dominante, desvi inevitablemente el debate hacia los problemas de la esttica. As, y tal y como estudiamos en el Captulo V, los economistas no entendieron el desafo de Mises y, o bien dndose cuenta de que su anlisis no era de equilibrio no lo consideraron como terico, sino ms bien relativo a cuestiones prcticas; o bien, como sucedi con los ms, interpretaron el desafo misiano en los restringidos trminos del equilibrio y la estricta lgica pura de la eleccin, sin darse cuenta de que el propio Mises, ya desde un principio, clarsimamente haba establecido que el socialismo no planteaba problema alguno en trminos estticos, por lo que su argumento terico en contra del mismo era esencialmente dinmico y se basaba en su teora de los procesos de interaccin humana que se dan en el mercado. Por todo ello, la desviacin del debate hacia la esttica fue irrelevante (pues la esttica nada tena que ver con el original desafo terico planteado por Mises en contra del socialismo), y adems indebida, pues esteriliz completamente la polmica terica (el punto de vista esttico impidi ver en dnde radicaba el problema y comprender su esencial naturaleza insoluble). A lo largo del Captulo V se analizan adems los distintos intentos de solucin matemtica propuestos por los economistas socialistas, empezando por los argumentos de la similitud formal existentes en 29

SOCIALISMO, CLCULO ECONMICO Y FUNCIN EMPRESARIAL

trminos estticos entre el mercado y el socialismo, y terminando con las aportaciones ms depuradas de Taylor y Dickinson. Finalmente, se efecta un detallado estudio del mtodo de prueba y error, concebido como sistema prctico de solucin al correspondiente sistema de ecuaciones. Este captulo termina con un anlisis crtico de los modelos planomtricos que, fundamentados en las aportaciones de los tericos socialistas descritas en el mismo, se han venido desarrollando hasta nuestros das con terca insistencia. Oskar Lange y la solucin competitiva Posiblemente, la idea de que Oskar Lange fue capaz de refutar tericamente el argumento de Mises en contra del socialismo sea uno de los mitos ms importantes en la historia del pensamiento econmico. En efecto, tanto los manuales y libros de texto ms conocidos como prcticamente todas las fuentes secundarias sobre el debate recogen, de forma tan categrica como superficial, la mencionada versin mtica segn la cual Mises fue refutado por Lange. Este mito, a su vez, ha sido trasladado, sin justificacin ni anlisis crtico alguno, a dos generaciones enteras de economistas. Por este motivo hemos considerado imprescindible efectuar con gran detalle un minucioso estudio crtico de la solucin competitiva propuesta por Oskar Lange, que incluimos en el Captulo VI y que, por su contenido, extensin y profundidad quizs sea una de las partes ms novedosas e ilustrativas de nuestro esfuerzo por aplicar la metodologa subjetivista al campo del anlisis econmico del socialismo. Y, de hecho, bastar con que nuestro estudio al menos contribuya, junto con otras aportaciones recientes sobre la materia y que sern citadas en su correspondiente lugar, a arrumbar definitivamente el mito de que Mises fue refutado por Lange, para que nos consideremos suficientemente satisfechos con nuestro trabajo. El socialismo de mercado como imposible cuadratura del crculo El Captulo VII y ltimo completa nuestro anlisis de la solucin competitiva con el estudio de las aportaciones realizadas al respecto, con posterioridad a Oskar Lange, por Dickinson, Durbin y Lerner, y en l llegaremos a la conclusin de que la competencia y el socialismo, al 30

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igual que la accin creativa y la coaccin, son conceptos radical y esencialmente contradictorios. Curiosamente, esta misma posicin ha sido mantenida, como tambin estudiaremos, por toda una corriente de tericos socialistas que, encabezados por Dobb, siempre han tachado de hipcritas y visionarios a sus colegas partidarios del socialismo de mercado. Tras unas consideraciones sobre el verdadero sentido de la imposibilidad del socialismo se incluye al final de este mismo captulo un breve resumen de las conclusiones ms importantes de nuestro estudio.

3. OTRAS POSIBLES LNEAS DE INVESTIGACIN El anlisis terico del socialismo que se propone en este trabajo no se agota, como es lgico, con el mismo. Todo lo contrario, consideramos nuestro estudio como un primer paso que abre el camino a una serie de lneas de investigacin que, siguiendo el punto de vista metodolgico aqu desarrollado, estimamos que podran emprenderse o reelaborarse con muy prometedores resultados. De entre todas estas futuras lneas de investigacin podramos destacar las siguientes:8 1. Anlisis del denominado socialismo autogestionario Aunque hoy muy desprestigiado, sobre todo por el rotundo fracaso econmico, social y poltico del modelo yugoslavo, estimamos de gran inters terico la aplicacin de nuestro enfoque al socialismo autogestionario o sindicalista, especialmente por los peculiares problemas de coordinacin que este modelo plantea a todos los niveles, as como por el hecho de que el mismo a menudo haya sido defendido como una tercera va, capaz de resolver los problemas que plantean tanto el capitalismo como el socialismo, entendidos en su sentido tradicional.

8 La lista, como es evidente, no pretende ser exhaustiva y responde al esquema de un segundo volumen sobre el socialismo, continuacin de ste y cuyo contenido en relacin con alguna de las lneas mencionadas ya se encuentra, al menos parcialmente, elaborado.

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2. La llamada planificacin indicativa Aunque hoy tambin prcticamente relegada al olvido, creemos necesario el estudio de la planificacin indicativa por los siguientes motivos. Primero, porque este modelo tuvo un nutrido grupo de defensores especialmente en los aos sesenta, que trataron de justificar sus posiciones sobre la base de una serie de argumentos tericos, en su esencia muy parecidos a los que subyacen bajo el modelo del socialismo de mercado, y que en su momento quedaron prcticamente sin contestar. Por ello hoy, a pesar de haber cado en el desuso, es preciso volver a analizar adecuadamente la planificacin indicativa, antes de darle el carpetazo terico definitivo. En segundo lugar, porque, como consecuencia del curioso fenmeno que acabamos de describir (abandono u olvido de una serie de posiciones tericas sin haber efectuado el necesario estudio y pronunciamiento cientfico sobre las mismas), diversos economistas de los pases del Este de Europa han pretendido resucitar de nuevo la planificacin indicativa como panacea para hacer posible el resurgir de sus economas. Y en tercer lugar, finalmente, es preciso resaltar que nuestro anlisis del socialismo encuentra un perfecto campo de aplicacin en la teora de la planificacin indicativa, pues son precisamente los mismos argumentos tericos que explican la imposibilidad del socialismo, y que analizaremos en este libro, los que impiden que la planificacin indicativa pueda llegar a cumplir sus pretendidos objetivos. Y lo mismo sucede con todo un conjunto de tcnicas que, como las tablas input-output, muchos economistas cientistas siguen tercamente pretendiendo utilizar como un instrumento para hacer factible la planificacin (sea sta o no indicativa).9 3. La saludable depuracin de responsabilidades cientficas Uno de los aspectos ms curiosos en relacin con el debate sobre la imposibilidad del clculo econmico socialista es el relativo a la for9 Tal es el caso del economista cientista Wasily Leontief, el cual, siempre deseoso de encontrar nuevas aplicaciones para su criatura intelectual (tablas inputoutput), no duda en proponer continuas intervenciones y agresiones en el cuerpo social. Vase al respecto Leontief and the Critique of Aggregative Planning, en Don A. Lavoie, National Economic Planning: What is Left?, Ballinger Publishing, Cambridge, Massachusetts 1985, pp. 93-124.

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macin y mantenimiento durante tan largo nmero de aos (casi cuarenta) del mito de que el debate haba sido ganado por los tericos socialistas y, por tanto, de que el socialismo como modelo no planteaba problema terico alguno. En la formacin de este mito son especialmente responsables, no slo los tratadistas que elaboraron las fuentes secundarias sobre el debate, sino toda una legin de economistas que a lo largo de todos estos aos, o bien dieron por buena la versin ms popular sin molestarse en profundizar por su cuenta, o simplemente ignoraron todo el debate considerando evidente que el socialismo no planteaba ningn problema terico. Aunque podamos afirmar que la mayor parte de la comunidad de cientficos sociales en relacin con el problema planteado por el socialismo no ha estado a la altura que la humanidad tena derecho a exigirles, fracasando como mnimo a la hora de cumplir con su importantsimo deber cientfico de avisar y advertir a los ciudadanos sobre los graves peligros inherentes al ideal socialista, existe una gran diferencia a nivel individual de cada terico entre los casos de mala fe, negligencia o simple ignorancia. Por ello, se hace imprescindible llevar a cabo una muy saludable y formativa depuracin de responsabilidades cientficas que, de cara a la ciudadana y al futuro de la historia del pensamiento econmico, site a cada terico, con independencia de la fama, nombre o popularidad que coyuntural y pasajeramente haya podido adquirir, en el lugar que verdaderamente le corresponda.10 4. Consecuencias del debate en la evolucin y futuro desarrollo de la Ciencia Econmica Quizs la ms atrevida de las tesis mantenidas en nuestro trabajo sea que la cada del socialismo habr de tener un profundo impacto sobre el paradigma hoy dominante y la forma de hacer ciencia econmica en el futuro. Y es que parece evidente que algo crtico ha fallado en la Economa cuando un hecho tan trascendental, y salvo rarsimas excepciones, no ha podido ser adecuadamente analizado con carcter pre10 Un ejemplo de esta lnea de investigacin se encuentra en el interesantsimo trabajo de Don A. Lavoie A Critique of the Standard Account of the Socialist Calculation Debate, publicado por The Journal of Libertarian Studies. An Interdisciplinary Review, volumen V, n. 1, Invierno de 1981, pp. 41-87.

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vio. Afortunadamente, en la actualidad, y gracias al duro golpe recibido, estamos en condiciones de evaluar correctamente la naturaleza y el nivel de la falta de graduacin de las gafas tericas del paradigma dominante, que hasta ahora ha impedido a la profesin apreciar e interpretar con la suficiente claridad los hechos ms sobresalientes del mundo social. Adems, no va a ser preciso empezar desde cero, pues gran parte de los nuevos instrumentos analticos han venido siendo elaborados y perfeccionados precisamente como consecuencia y a impulso de la necesidad de los tericos de la Escuela Austriaca de explicar, defender y depurar sus posiciones a lo largo del debate en torno a la imposibilidad del clculo econmico socialista.11 Aunque aqu no es posible enumerar todas las reas de nuestra disciplina que se ven afectadas ni mucho menos desarrollar con detalle el nuevo contenido de las mismas, podemos, por va de ejemplo y sin carcter exhaustivo, enumerar algunas de ellas. Entre todas quizs deba comenzarse por el mtodo adecuado para nuestra ciencia. Y es que son precisamente las mismas razones que imposibilitan el socialismo (relativas al carcter subjetivo, creativo, disperso y no articulable de la informacin que se utiliza en la sociedad) las que tambin hacen imposibles los ideales de contrastacin emprica y medicin especfica que hasta ahora se venan manteniendo con tanta ilusin como ingenuidad. Y todo ello sin que sea preciso referirnos a los negativos efectos que el formalismo matemtico y la perniciosa obsesin por los anlisis basados en la plena informacin y en el equilibrio han tenido sobre el desarrollo de nuestra ciencia. Igualmente es necesario abandonar la teora funcional de la determinacin de los precios y sustituirla por una teora de los precios que explique cmo stos se forman dinmicamente como resultado de un proceso secuencial y evolutivo movido por la

11 Israel M. Kirzner ha puesto de manifiesto la gran importancia que el debate sobre la imposibilidad del clculo econmico socialista ha tenido como catalizador, a la hora de hacer posible el desarrollo, perfeccionamiento y correcta articulacin de las teoras de la Escuela Austriaca, en general, y en particular, del anlisis y comprensin de la teora de la funcin empresarial y los procesos dinmicos de creatividad y descubrimiento que se dan en el mercado. Vase a estos efectos su The Economic Calculation Debate: Lessons for the Austrians, en The Review of Austrian Economics, volumen 2, Lexington Books, Massachusetts, 1988, pp. 1-18.

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fuerza de la funcin empresarial; es decir por las acciones humanas de los actores implicados, y no por la interseccin de misteriosas curvas o funciones carentes de toda entidad real, pues la informacin que se necesita para elaborar las mismas no existe ni siquiera en la mente de los actores implicados. Tambin es preciso abandonar y reconstruir la burda teora esttica de la competencia perfecta y del monopolio, sustituyndola por una teora de la competencia entendida como proceso dinmico de rivalidad netamente empresarial, que hace irrelevantes e inexistentes los problemas de monopolio entendidos en su sentido tradicional, y fija su atencin en las restricciones institucionales al libre ejercicio de la empresarialidad en cualquier rea del mercado. La teora del capital y del inters se ve, as mismo, profundamente afectada por la concepcin subjetivista que considera bien de capital a todas y cada una de las etapas intermedias, subjetivamente consideradas como tales por el actor, dentro del contexto de la accin concreta en que se ve inmerso, y cuya experiencia de culminacin genera precisamente la idea subjetiva del transcurso del tiempo. El capital aparece como una categora mental del clculo econmico o estimacin subjetiva por parte del actor del valor a precios monetarios de mercado de cada una de dichas etapas. Esta concepcin aclara, adems, el carcter protagonista de la preferencia temporal a la hora de determinar el inters, as como la inexistencia de relacin causal alguna entre el inters y la productividad del capital. La creencia en esta relacin se basa en tres errores distintos pero ntimamente relacionados entre s: el anlisis exclusivo de un estado de equilibrio con ajuste perfecto, la consideracin de la produccin como un proceso instantneo que no conlleva tiempo, y la creencia de que el capital es un mtico fondo de existencia real separado de la mente humana y que se reproduce solo. Quizs la teora del dinero, del crdito y de los mercados financieros constituya el desafo terico ms importante para nuestra ciencia en el prximo siglo. De hecho nos atrevemos a afirmar que cubierto el gap terico que representaba el anlisis del socialismo, el campo ms desconocido y a la vez trascendental es el monetario, en donde imperan por doquier la coaccin sistemtica, los errores metodolgicos y el desconocimiento terico. Y es que las relaciones sociales en las que se ve implicado el dinero son, con gran diferencia, las ms abstractas y 35

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difciles de entender,12 por lo que el conocimiento generado e implicado por las mismas es el ms vasto, complejo e inaprensible, lo cual hace que la coaccin sistemtica en esta rea sea, con diferencia, la ms daina y perjudicial. La teora del intervencionismo, en general, y la de los ciclos econmicos, en particular, se ven perfectamente englobadas en la definicin y anlisis del socialismo propuestos en este libro y que claramente explican los perturbadores efectos sobre la coordinacin intra e intertemporal del mercado que motiva la coaccin sistemtica, en todas las reas, y en especial en la monetaria y fiscal. La teora del crecimiento y del desarrollo econmico basada en el equilibrio y en los agregados macroeconmicos se ha elaborado de espaldas al nico y verdadero protagonista del proceso: el ser humano y su perspicacia y capacidad creativa empresarial. Es, por tanto, preciso reconstruir toda la teora del crecimiento y el subdesarrollo eliminando todos los elementos justificativos de la coaccin institucional que hasta ahora la hacan daina y estril, recentrndola en el estudio terico de los procesos de descubrimiento de las oportunidades de desarrollo que permanecen inexplotadas, por falta del imprescindible elemento empresarial. Algo parecido podemos decir de toda la denominada economa del bienestar, que fundamentada en el fantasmagrico concepto paretiano de eficiencia se hace irrelevante e intil, pues exige para su manejo operativo un entorno esttico y de plena informacin que jams se da en la vida real. La eficiencia, por tanto, ms que de los criterios paretianos depende y ha de venir definida en trminos de la capacidad de la funcin empresarial para coordinar de manera espontnea los desajustes que surgen en las situaciones de desequilibrio. La teora de los bienes pblicos desde siempre se ha construido en trminos estrictamente estticos y de equilibrio, presuponindose que las circunstancias que determinan la denominada oferta conjunta y no rivalidad en el consumo estn dadas y no van a cambiar nunca.The operation of the money and credit structure has, with language and morals, been one of the spontaneous orders most resistant to efforts at adequate theoretical explanations, and it remains the object of serious disagreement among specialists ... The selective processes are interfered with here more than anywhere else: selection by evolution is prevented by government monopolies that make competitive experimentation impossible. F.A. Hayek, The Fatal Conceit. The Errors of Socialism, The University of Chicago Press, Chicago 1989, pp. 102 a 103.12

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Ahora bien, desde la ptica de la teora dinmica de la funcin empresarial, toda aparente situacin de bien pblico crea una oportunidad clara para ser descubierta y eliminada mediante la correspondiente creatividad empresarial, por lo que en la perspectiva dinmica de los procesos empresariales libremente ejercidos el conjunto de bienes pblicos tiende a hacerse vaco, desapareciendo as una de las coartadas ms manidas para justificar en muchas reas sociales la coaccin sistemtica e institucional en contra del libre ejercicio de la funcin empresarial. Finalmente, nos referimos a las teoras de la escuela de la eleccin pblica y del denominado anlisis econmico del derecho y de las instituciones, que actualmente se debaten por desembarazarse de la malsana influencia del modelo esttico basado en la plena informacin y que est motivando un anlisis pseudocientfico de muchas normas, sobre la base de unos presupuestos metodolgicos idnticos a los que en su da quisieron utilizarse para justificar el socialismo y que dejan totalmente de lado el anlisis dinmico y evolutivo de los procesos sociales de tipo espontneo generados e impulsados por la empresarialidad. Y es que resulta evidentemente contradictorio pretender analizar las normas y reglas basndose en un paradigma que presupone la existencia de plena informacin en cuanto a los beneficios y costes derivados de las mismas, pues si existiese tal informacin, las reglas y normas no seran necesarias (podran sustituirse ms eficazmente por simples mandatos), y si hay algo que justifica el surgimiento evolutivo del derecho es, precisamente, la ignorancia inerradicable en que se ve constantemente inmerso el ser humano. Podramos mencionar otros muchos campos de investigacin (teora de la poblacin, anlisis econmico de los ingresos impositivos y la redistribucin, la ecologa de mercado, etc.), pero estimamos que con las reas mencionadas ya se ha ilustrado suficientemente por dnde creemos que en el futuro evolucionar la ciencia econmica, una vez depurada de los vicios tericos y metodolgicos que la cada del socialismo ha puesto en evidencia, todo lo cual esperamos que habr de dar lugar a una verdadera ciencia social al servicio de la humanidad, mucho ms amplia, rica y explicativa.

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5. Reinterpretacin y anlisis histrico de los distintos tipos reales de socialismo Se trata en esta lnea de investigacin de reelaborar, a la luz del anlisis econmico sobre el socialismo que proponemos en este libro, el trabajo efectuado en el campo de los sistemas econmicos comparados, y que en su mayor parte, por carecer del necesario instrumental analtico, hasta ahora ha adolecido de importantes defectos. El objetivo es, por tanto, llevar a cabo un detallado estudio de reinterpretacin histrica de todos y cada uno de los distintos tipos de socialismo que se han dado o an siguen perviviendo en el mundo real, con la finalidad, no slo de ilustrar la teora, sino de observar hasta qu punto los hechos parecen desenvolverse o no segn lo expuesto por sta. 6. El desarrollo de una teora sobre la inadmisibilidad tica del socialismo Es preciso plantearse si los esfuerzos efectuados para encontrar una fundamentacin terica a la idea de justicia y a sus implicaciones adolecen o no de los vicios metodolgicos y analticos criticados en nuestro trabajo. O, expresado de otra forma, hay que intentar reconstruir la teora de la justicia abandonando el paradigma esttico y de plena informacin, para dar entrada a la realidad creativa e incierta de la accin humana, de manera que pueda estudiarse hasta qu punto el socialismo, adems de tratarse de un error intelectual y de un fracaso histrico, es o no, con carcter adicional, ticamente inadmisible. 7. Elaboracin de una teora sobre la prevencin y el desmantelamiento del socialismo Si se llega a la conclusin de que el socialismo, adems de un fracaso histrico y un error intelectual, es ticamente inadmisible, ser finalmente necesario elaborar toda una teora tctica y estratgica sobre el desmantelamiento y la prevencin del socialismo. Se tratar de estudiar las dificultades especficas que plantea el desmantelamiento de cada tipo histrico de socialismo (real, socialdemcrata, autogestionario, etc.), evaluando en general las ventajas e inconvenientes de las distintas alternativas o cursos de accin, y en particular del gradualismo 38

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versus la revolucin, segn las circunstancias especficas que puedan darse en cada caso. La prevencin, por ltimo, adquiere una importancia protagonista, dado el carcter recurrente, sinuoso y esencialmente corruptor de los mecanismos que fomentan en cada momento el resurgir del socialismo y que hace que sea preciso estar continuamente alerta, no slo en el campo cientfico, sino tambin al nivel de la defensa y fomento de las instituciones, hbitos, principios y comportamientos pautados que exige todo entramado social sano y libre de coacciones sistemticas.

4. CONCLUSIN Era preciso efectuar todas las anteriores consideraciones para situar debidamente en su contexto nuestro estudio sobre el socialismo y la coaccin institucional. Slo una adecuada comprensin de la teora general de la accin humana puede aclarar las ineludibles consecuencias que surgen siempre que se pretende impedir por la fuerza el libre ejercicio de la accin empresarial. El centro de nuestro anlisis es, por tanto, el ser humano, entendido como sujeto actor y creativo, que lucha denodadamente a lo largo de la historia por manifestar y ejercer su ms ntima naturaleza libre de las trabas y coacciones que, de manera sistemtica y con los ms variados e injustificados pretextos, se le quiere imponer.

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CAPTULO II

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No siendo posible entender el concepto de socialismo sin comprender previamente la esencia de la funcin empresarial, el presente captulo se dedica a estudiar el concepto, las caractersticas y los elementos bsicos de la empresarialidad. Nuestra idea de la funcin empresarial es a la vez muy precisa y genrica. Se encuentra ntimamente relacionada con un concepto de la accin humana entendida, por un lado, como una caracterstica esencial y eminentemente creativa de todo ser humano y, por otro lado, como el conjunto de facultades coordinadoras que son las que espontneamente hacen posible el surgimiento, el mantenimiento y el desarrollo de la civilizacin. Finalmente, nuestro anlisis de la empresarialidad nos permitir proponer una definicin original de socialismo, entendido como enfermedad social cuyos sntomas ms caractersticos son un generalizado desajuste y extensa descoordinacin de los comportamientos individuales y procesos sociales que constituyen la vida en sociedad.

1. DEFINICIN DE LA FUNCIN EMPRESARIAL En un sentido general o amplio la funcin empresarial coincide con la accin humana misma. En este sentido podra afirmarse que ejerce la funcin empresarial cualquier persona que acta para modificar el presente y conseguir sus objetivos en el futuro. Aunque esta definicin a primera vista podra parecer demasiado amplia y no acorde con los usos lingsticos actuales, hay que tener en cuenta que la misma responde a una concepcin de la empresarialidad cada vez ms elaborada y estudiada por la ciencia econmica1 y que, adems, es plenamen1 El principal tratadista sobre la concepcin de la funcin empresarial desarrollada en este libro es Israel M. Kirzner, Profesor de Economa de la Universi-

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te conforme con el original significado etimolgico del trmino empresa. En efecto, tanto la expresin castellana empresa como las expresiones francesa e inglesa entrepreneur2 proceden etimolgicamente del verbo latino in prehendo-endi-ensum, que significa descubrir, ver, percibir, darse cuenta de, atrapar; y la expresin latina in prehensa claradad de Nueva York. Kirzner es autor de una triloga (Competition and Entrepreneurship; Perception, Opportunity and Profit y Discovery and the Capitalist Process; libros publicados por The University of Chicago Press, Chicago 1973, 1979 y 1985 respectivamente; del primero de tales libros hay una traduccin al castellano, publicada en 1975 en Madrid por Unin Editorial, con el ttulo de Competencia y Funcin Empresarial) en la que ampla y profundiza impecablemente en los distintos aspectos de la concepcin de la empresarialidad que inicialmente fue desarrollada por sus maestros Ludwig von Mises y Friedrich A. Hayek. Adems, Kirzner ha dado a la luz un cuarto libro dedicado todo l a estudiar las implicaciones que en el campo de la tica social tiene su concepcin de la empresarialidad, titulado Discovery, Capitalism, and Distributive Justice, publicado por Basil Blackwell, Oxford 1989. Finalmente, cuando este captulo ya haba sido redactado, ha aparecido otro notable libro de Kirzner, The Meaning of Market Process. Essays in the Development of Modern Austrian Economics, Routledge, Chapman & Hall, Londres 1992, que recoge, junto a las aportaciones ms recientes del autor, una serie de trabajos anteriormente publicados que, siempre que ha sido posible, ya han sido tenidos en cuenta en el presente libro. En Espaa el anlisis econmico basado en la funcin empresarial, dejando aparte mis propios trabajos, ha sido tocado entre otros por Jos T. Raga, Proceso Econmico y Accin Empresarial, en Homenaje a Lucas Beltrn, edit. Moneda y Crdito, Madrid 1982, pp. 597 a 619; por Pedro Schwartz en su Empresa y Libertad, Unin Editorial, Madrid 1981, especialmente en su Captulo III, pp. 107 a 148; y tambin por Juan Marcos de la Fuente, El empresario y su funcin social, Fundacin Cnovas del Castillo (3. edicin), Madrid 1983. 2 Es curioso observar cmo en la lengua inglesa se ha producido la recepcin literal del trmino francs entrepreneur. Esta recepcin ha sido relativamente tarda, y as, por ejemplo, en la traduccin al ingls, aparecida en 1821, del Tratado de Economa Poltica de Juan Bautista Say, se pone de manifiesto cmo todava no se haba verificado dicha transferencia terminolgica, vindose obligado el traductor, C.R. Prinsep, a traducir torpemente la expresin francesa entrepreneur por la de adventurer. En este sentido pueden consultarse, por ejemplo, las pginas 329 y 330 de la mencionada edicin inglesa, reeditada en 1971 por Augustus M. Kelley en Nueva York. Stuart Mill, por su parte, se lamenta de que en su lengua no exista un trmino equiparable al francs entrepreneur cuando afirma en 1871 que it is to be regretted that this word undertaker is not familiar to an English ear. French political economists enjoy a great advantage in being able to speak currently of: les profits de lentrepreneur . Principles of Political Economy, reedicin de Augustus M. Kelley, Fairfield 1976, nota a pie de la pgina 406. Mill se refiere aqu, casi literalmente, al ttulo del epgrafe III del Captulo VII del libro 2. de la 16. edicin del Trait dconomie Politique de J.B. Say (reimpresin de Slatkine, Ginebra 1982, p. 368).

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mente conlleva la idea de accin, significando tomar, agarrar, asir. En suma, empresa es sinnimo de accin y as en Francia el trmino entrepreneur se utiliza ya desde muy antiguo, en la alta Edad Media, para designar a las personas encargadas de efectuar importantes acciones,3 generalmente relacionadas con la guerra, o de llevar a cabo los grandes proyectos de construccin de catedrales. En nuestra lengua castellana, uno de los significados del trmino empresa, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Espaola, es el de accin ardua y dificultosa que valerosamente se comienza. Y tambin desde la Edad Media empez a utilizarse el trmino para denominar a las insignias de ciertas rdenes de caballera que indicaban el empeo, bajo juramento, de realizar una determinada e importante accin.4 Ahora bien, el sentido de empresa como accin est necesaria e inexorablemente unido a una actitud emprendedora, que consiste en intentar continuamente buscar, descubrir, crear o darse cuenta de nuevos fines y medios (todo ello de acuerdo con el significado etimolgico ya visto de in prehendo). La accin humana: fin, valor, medio y utilidad Haber definido la funcin empresarial con referencia al concepto de la accin humana exige que aclaremos qu entendemos por sta. La accin humana es todo comportamiento o conducta deliberada.5

3 Bert F. Hoselitz, The Early History of Entrepreneurial Theory, en Explorations in Entrepreneurial History 3, n. 4, 15 de abril 1951, pp. 193-220. Versin espaola en el Cap. 9 de J.P. Spengler y W.R. Allen, El pensamiento econmico de Aristteles a Marshall, Edit. Tecnos, Madrid 1971. 4 As, por ejemplo, podemos leer al comienzo del captulo II de la Primera Parte de la inmortal obra de Cervantes cmo Don Quijote, apenas se vio en el campo, cuando le asalt un pensamiento terrible, y tal, que por poco le hiciera dejar la comenzada empresa; y fue que le vino a la memoria que no era armado caballero, y que, conforme a la ley de caballera, ni poda ni deba tomar armas con ningn caballero; y puesto que lo fuera, haba de llevar armas blancas, como novel caballero, sin empresa en el escudo, hasta que por su esfuerzo la ganase (la cursiva, como es lgico, es ma y no de Cervantes). Vase la pgina 69 del tomo primero de la Edicin Crtica de Vicente Gaos, publicada por Editorial Gredos, Madrid 1987. 5 Sobre el concepto de la accin humana y sus principales elementos debe consultarse especialmente el Tratado de Economa de Ludwig von Mises titulado Human Action: A Treatise on Economics, tercera edicin revisada, Henry Regnery Company, Chicago 1966, pp. 11 a 29 y 251 a 256. Mises afirma textualmente que every actor is always an entrepreneur and speculator (p. 252), as como que

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Todo hombre, al actuar, pretende alcanzar unos determinados fines que habr descubierto que son importantes para l. Denominamos valor a la apreciacin subjetiva, psquicamente ms o menos intensa, que el actor da a su fin. Medio es todo aquello que el actor subjetivamente cree que es adecuado para lograr un fin. Llamamos utilidad a la apreciacin subjetiva que el actor da al medio, en funcin del valor del fin que l piensa que aquel medio le permitir alcanzar. En este sentido, valor y utilidad son las dos caras de una misma moneda, ya que el valor subjetivo que el actor da al fin que persigue se proyecta al medio que cree til para lograrlo, precisamente a travs del concepto de utilidad. Escasez, plan de accin y acto de voluntad Los medios, por definicin, han de ser escasos, puesto que si no fueran escasos ni siquiera seran tenidos en cuenta a la hora de actuar. Es decir, all donde no hay escasez no hay accin humana.6 Fines y medios jams estn dados, sino que, por el contrario, son el resultado de la esencial actividad empresarial que consiste precisamente en crear, descubrir o, simplemente, darse cuenta de cules son los fines y medios relevantes para el actor en cada circunstancia de su vida. Una vez que el actor cree haber descubierto cules son los fines que le merecen la pena y los medios que cree que se encuentran a su alcance paraentrepreneur means acting man in regard to the changes occurring in the market (p. 254). Existe una traduccin del libro de Mises al castellano realizada por Joaqun Reig Albiol y publicada (4. ed. por Unin Editorial, Madrid 1986) con el ttulo de La Accin Humana, Tratado de Economa. Tambin puede ser til la lectura del libro Action and Purpose, de Richard Taylor, publicado por Humanities Press en New Jersey en 1980, aunque a nuestro juicio Taylor no insiste lo que debiera en que la esencia de la accin humana consiste en aprehender o descubrir nuevos fines y medios ms que en asignar eficientemente medios dados a fines ya preestablecidos. En el mismo error, pero de forma an ms grave, cae Tadeusz Kotarbinski, Praxiology, An Introduction to the Sciences of Efficient Action, Polish Scientific Publishers, Varsovia 1965. 6 En este sentido, definir la economa como aquella ciencia que estudia la accin humana afectada por la escasez (Avelino Garca Villarejo y Javier Salinas Snchez, Manual de Hacienda Pblica, Editorial Tecnos, Madrid 1985, p. 25) es un evidente pleonasmo, pues toda accin humana presupone la escasez. Como bien dice Mises (Human Action, cit., p. 93) where man is not restrained by the insufficient quantity of things available, there is no need for any action.

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lograrlos, incorpora unos y otros, casi siempre de forma tcita,7 en un plan de actuacin,8 que se emprende y lleva a la prctica como consecuencia de un acto personal de voluntad.9 Concepto subjetivo de tiempo: pasado, presente y futuro Toda accin humana siempre se desarrolla en el tiempo, pero entendido no en su sentido determinista, newtoniano, fsico o analgico, sino en su concepcin subjetiva, es decir, tal y como el tiempo es subjetivamente sentido y experimentado por el actor dentro del contexto de cada accin.10 Segn esta concepcin subjetiva del tiempo, el17 Ms adelante explicaremos cmo la informacin o conocimientos ms relevantes para la accin humana son muy difcilmente articulables y generalmente ms bien de tipo tcito que de naturaleza explcita. 18 El plan es la representacin mental de tipo prospectivo que el actor se hace de las distintas etapas, elementos y posibles circunstancias que puedan estar relacionadas con su accin. El plan, por tanto, es una ordenacin personal de la informacin prctica que posee y va descubriendo el actor, dentro del contexto de cada accin. En este sentido, puede afirmarse que toda accin implica, conforme se va generando nueva informacin por parte del actor, un proceso continuo de planificacin individual o personal. Distinto es el concepto de planific