Skaters. Ojo por ojo

18

description

Literatura para adolescentes. Autor Mikel Valverde, 2012. Ilustraciones del mismo autor. Editorial Edebé

Transcript of Skaters. Ojo por ojo

Page 1: Skaters. Ojo por ojo
Page 2: Skaters. Ojo por ojo

edebé

SKATERS

OJO POR OJOMikel Valverde

OJO POR OJO tripa cs4.indd 3OJO POR OJO tripa cs4.indd 3 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 3: Skaters. Ojo por ojo

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o trans-formación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográfi cos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

© Mikel Valverde, 2012© ilustraciones: Mikel ValverdeDiseño: Els Altres

© Edición: EDEBÉ, 2012Paseo de San Juan Bosco, 6208017 Barcelona www.edebe.com

ISBN 978-84-683-0483-0Depósito Legal: B.13316-2012Impreso en EspañaPrinted in Spain

OJO POR OJO tripa cs4.indd 4OJO POR OJO tripa cs4.indd 4 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 4: Skaters. Ojo por ojo

«Tú piensas sólo con ojos, por eso tú fácil de engañar».

Jackie Chan en Karate Kid

OJO POR OJO tripa cs4.indd 5OJO POR OJO tripa cs4.indd 5 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 5: Skaters. Ojo por ojo

OJO POR OJO tripa cs4.indd 6OJO POR OJO tripa cs4.indd 6 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 6: Skaters. Ojo por ojo

7

CAPÍTULO 1

EL SPOT PUBLICITARIO

El skater, un chico alto y corpulento, vestido de negro, con pantalón ajustado y sudadera, estaba de pie en el salón, clavado delante del televisor.

Una voz agradable se impuso a la melodía caribeña que acompañaba a las imágenes: «...Destacando unos paisajes llenos de contraste y colorido. Una cultura mi-lenaria y unas maravillosas playas de fi na arena con olas excepcionales para la práctica del surf».

—Angelito, ¿qué estás mirando? —escuchó a su es-palda.

El tono era de urgencia y el timbre más agudo que el de la voz procedente del altavoz de la televisión. El chico se volvió y se sorprendió al ver junto a él a la madre de sus amigos, que había entrado en la estancia con un bol de palomitas en las manos.

—Nada…, el anuncio… —balbuceó el skater al ver el gesto en la cara de la mujer

—¡Pero si ahí no hay más que chicas en biquini!—Es un anuncio de viajes a México y miraba a los

surfers que salían al fondo.

OJO POR OJO tripa cs4.indd 7OJO POR OJO tripa cs4.indd 7 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 7: Skaters. Ojo por ojo

SKATERS

8

La cara del chico se había tornado roja.—Vaya vista tienes, yo no alcanzaba a ver nada tras

las curvas de las chicas.—Yo los veía bien. A los surfers, digo.Sus labios temblorosos dibujaron una mueca preci-

pitada y extraña a medio camino entre una sonrisa, una afi rmación y una disculpa.

—¿Empieza ya? —se oyó desde la cocina.—Tranquilos, no os pongáis nerviosos, haced las cosas

bien y tened cuidado de que no se os caiga nada —res-pondió ella volviendo la cabeza hacia la puerta abierta de la sala—. En la radio han dicho que lo emitirán a las 20:45. Todavía faltan cinco minutos.

La puerta de un armario se cerró con un sonido brusco.

—¡Imanol, por favor! —dijo ella en tono de reproche.—Ha sido Adrián.—Ha sido sin querer —se escuchó decir a otra voz.Los sonidos de los vasos y de los platos precedieron

a la entrada de los dos hermanos en el salón sosteniendo las bandejas como dos equilibristas.

Adrián, el menor de ellos, de pelo rizado y lige-ros mofl etes, sonrió al dejar su carga sobre la mesa sin percance alguno. Luego, se ajustó las gafas y se quedó contemplando con los brazos en jarras y una mirada de satisfacción los aperitivos.

Su hermano, un chico delgado de mirada reservada, se agachó con precisión calculada y colocó la bandeja con cuidado al lado de donde la había dejado el otro. Como otros muchos skaters, vestía pantalones cómo-dos, zapatillas anchas y una camiseta con el logo de una

OJO POR OJO tripa cs4.indd 8OJO POR OJO tripa cs4.indd 8 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 8: Skaters. Ojo por ojo

OJO POR OJO

9

marca de skate. El fl equillo de su pelo liso le caía hasta las cejas. Se dirigió a su madre mirándola de soslayo.

—Jopé, Eva, no entiendo por qué tenemos que tener el reloj de la cocina con la hora mal.

—Imanol, esa lengua —le avisó su madre con una mirada afi lada.

—Perdón, Eva. ¿Por qué tenemos el reloj de la cocina siempre adelantado?

—Porque ya nos hemos acostumbrado.—Yo no —rezongó el skater.—Tranquilo, vamos a ver el anuncio enterito, no te

pongas nervioso. —No estoy nervioso —mintió su hijo.—Vale, como quieras —dijo ella en tono neutro.Los dos hermanos habían dejado las bandejas junto

al bol de palomitas, sobre la mesa baja frente al televisor. Ellos, su madre y su amigo Anyo, a quien habían invi-tado para ver el spot, se sentaron en el sofá y en dos si-llones, y se inclinaron sobre los aperitivos y las bebidas.

Eva abrió una lata de cerveza y la vertió sobre un vaso. Anyo tomó una Coca-Cola, Imanol atacó el plato de queso, y Adrián, el bol de palomitas.

—¿Qué pasaba antes? ¿Qué le decías a Anyo? —pre-guntó a su madre Adrián, el menor de los hermanos.

—Angelito estaba mirando a un montón de chicas en biquini que salían en la tele —explicó Eva.

Un gesto de tensión contenida apareció en la cara de los tres chicos, y Anyo, con el rostro de nuevo arre-bolado, no pudo evitar el ligero temblor en su labio inferior.

—Miraba a los surfers que salían a un lado de la

OJO POR OJO tripa cs4.indd 9OJO POR OJO tripa cs4.indd 9 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 9: Skaters. Ojo por ojo

SKATERS

10

imagen. Sus tablas son parecidas a las de nuestros ska-tes —dijo el chico como si hablara ante un tribunal.

—Sí, sí… —dejó caer Eva con ironía mientras miraba de reojo al azorado skater.

Nadie respondió a su comentario. Los tres chicos ha-bían fi jado la vista en los objetos que ocupaban la mesa de forma desordenada y observaban las burbujitas que, subiendo y bajando, parecían coger ola en los vasos. El skater corpulento, que calzaba unas Vans violetas con cordones negros, comprobó que los dos hermanos no estaban por echarle un cable y se removió en el asiento.

—Me refería a que observaba los diseños que tenían pintados en las tablas.

—¡Calla, ya empieza! —le interrumpió Adrián.Una música de orquesta in crescendo sonó en el alta-

voz del televisor a la vez que la imagen de una plaza de la parte antigua de la ciudad en la que vivían se acercaba en un zoom acelerado a la pantalla.

Eva, que se había adueñado del mando, subió el vo-lumen. Las imágenes mostraron un recorrido por monu-mentos y lugares conocidos de la ciudad y los alrededores. Una voz en off exaltaba las cualidades del urbanismo, las infraestructuras y las posibilidades de ocio que se ofre-cían al visitante.

—El anuncio va a terminar y no va a salir lo de éstos —dijo Adrián preocupado mientras señalaba a su her-mano y al skater vestido de negro.

Su madre respondió:—Tranquilo, esto es en realidad una especie de publi-

rreportaje, dura más que un anuncio normal.El sonido comercial de un tema pop electrónico sus-

OJO POR OJO tripa cs4.indd 10OJO POR OJO tripa cs4.indd 10 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 10: Skaters. Ojo por ojo

OJO POR OJO

11

tituyó a la música orquestada y en la televisión apare-cieron una serie de planos contrapicados al ritmo de la canción. La voz del narrador adoptó una cadencia re-lajada e informal: «El nuevo Museo de Arte Contem-poráneo es un espacio dedicado a las manifestaciones artísticas de nuestro tiempo, un edifi cio emblemático que es ya un icono representativo de esta ciudad».

—¡Ahora, ahora! —exclamó Anyo.Eva y sus hijos se inclinaron hacia delante en sus

asientos, excitados.En la pantalla apareció un plano aéreo del museo y

acto seguido un recorrido visual por el interior y el ex-terior del edifi cio. El volumen de la música descendió y el narrador comenzó a exagerar las inquietudes cultura-les de los habitantes de la ciudad mientras en la imagen se veía a varios skaters patinando en los alrededores del museo, haciendo fl ips y grindando.

—¡Éste es Imanol, éste de aquí! —exclamó Anyo, que se había puesto en pie y se había acercado al televisor para señalar la fi gura de un skater que patinaba y vestía una camisa de cuadros abierta.

—¡Quita la manaza y no señales, que no vemos! —ex-clamó su amigo skater.

—Sí, eres tú, es verdad —dijo Adrián con una sonrisa de admiración a su hermano.

Su madre disimuló su orgullo con unas palabras de cariñoso reproche:

—Hijo, eres un caso. Te dije que te pusieras una cami-sa nueva ese día. No sé por qué te empeñas en ir siempre vestido con la ropa más vieja que tienes. Todo el mundo va a pensar que…

OJO POR OJO tripa cs4.indd 11OJO POR OJO tripa cs4.indd 11 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 11: Skaters. Ojo por ojo

SKATERS

12

—Calla, Eva…, por favor —le interrumpió su hijo.—¡Y éste es As! ¡¡¡Mirad, mirad, se le ve muy bien!!!

—el skater invitado, que permanecía al lado del aparato, señalaba sin parar la pantalla.

El grandullón comenzó a saltar en el sitio.—¡Éste soy yo y ésta es Mai! Adrián también botó al escuchar el nombre de la chica.Durante unos segundos varias decenas de skaters

aparecieron haciendo trucos mientras la voz en off habla-ba del compromiso de la ciudad con el arte de vanguar-dia. Luego, la música cesó, la voz del narrador repitió un eslogan pretencioso y el reportaje publicitario terminó.

Anyo se giró hacia los dos hermanos y su madre con gesto decepcionado.

—¿Y para eso estuvimos patinando toda la mañana? Imanol respondió arqueando las cejas.—El que más ha salido ha sido As —señaló Adrián

ante el silencio que había seguido a la pregunta de su amigo.

—Sí, As es un monstruo, uno de los mejores skaters, pero nos grabaron patinando un montón de rato, por lo menos dos horas, y aquí sólo hemos salido unos segundos.

—Angelito —dijo en tono didáctico Eva—, los cáma-ras graban mucho tiempo, pero después, en la sala de montaje, ven las imágenes y editan sólo algunas para in-tegrarlas en los anuncios y ser emitidas. Anunciarse en la tele es muy caro y tienen que resumir y ser escuetos para ajustar los minutos.

—Pues que nos pongan a nosotros más rato —dijo el grandullón encogiéndose de hombros.

—No me digas, Anyo… Si aparecieras más tiempo

OJO POR OJO tripa cs4.indd 12OJO POR OJO tripa cs4.indd 12 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 12: Skaters. Ojo por ojo

OJO POR OJO

13

en la tele y te vieran los niños, esta noche soñarían con el verdadero monstruo del skate, ja, ja —soltó Imanol.

—Lo emitirán más veces y, aunque sólo sea por unos segundos, podrás decir a todos que has salido en la tele —animó Eva al amigo de sus hijos. Luego, añadió—: No has comido nada. ¿No quieres quedarte a cenar?

—No, voy a casa, mis padres me esperan.—Como quieras —dijo Eva a la vez que se levantaba

y comenzaba a recoger una de las bandejas. Se dirigió a la cocina mientras los tres chicos charla-

ban y se aproximaban a la puerta del piso. Al pasar junto a ellos, su hijo mayor la miró con una expresión que ella conocía bien.

—¿Qué ocurre?—Queremos ir a patinar el sábado al museo —dejó

caer Imanol.—¿Otra vez?—Sólo estuvimos la mañana que nos grabaron para

el anuncio y nos decían por dónde teníamos que patinar.—Allí hay varias rampas y buenos bordillos, y no hay

un suelo mejor y más pulido para patinar en toda la ciu-dad —le ayudó su amigo skater.

Ella los miró y permaneció en silencio.—La semana que viene nos dan las vacaciones de

verano, nos hemos pasado los dos últimos meses estu-diando, sin apenas salir, y hemos sacado buenas notas —volvió a la carga el mayor de sus hijos.

—¿No os vale con el parque del barrio? —preguntó su madre.

Ahora fueron los dos skaters los que guardaron si-lencio.

OJO POR OJO tripa cs4.indd 13OJO POR OJO tripa cs4.indd 13 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 13: Skaters. Ojo por ojo

SKATERS

14

Ella puso los ojos en blanco y suspiró:—Está bien, pero esta vez no os podré llevar en co-

che. Quiero que me envíes un mensaje cuando lleguéis y que no os metáis en líos.

Había dirigido la mirada a su hijo mayor, pero fue su amigo el que contestó animado:

—¡Usted no se preocupe, el 26 sale de la parada que hay junto a la panadería y nos deja en la puerta del mu-seo! Además, no iremos a patinar solos, vendrán con nosotros nuestros amigos As y Mai.

—¿Asier y Maite?—Sí.Imanol intervino: —Eva, estuvimos toda una mañana patinando en la

explanada del museo. Es un lugar para ello, lo dice el anuncio, ya lo has visto. Uno de los encargados del mu-seo nos dijo que podríamos ir allí a patinar con los ska-tes siempre que quisiéramos.

—De acuerdo, pero Adrián también irá con vosotros —concluyó ella.

Anyo pasó la mano por encima del hombro del me-nor de los hermanos, que se encontraba a su lado, y lo atrajo hacia sí.

—Claro, Adri es uno más de la pandilla —dijo el grandullón con una sonrisa.

Imanol asintió y su amigo skater abrió la puerta. Cho-có la mano con los dos hermanos y se dirigió al ascensor.

—¡Angelito! —escuchó que le llamaban.—¿Sí?Eva se había acercado a la puerta y le dijo en tono de

advertencia:

OJO POR OJO tripa cs4.indd 14OJO POR OJO tripa cs4.indd 14 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 14: Skaters. Ojo por ojo

OJO POR OJO

15

—Portaos bien.El chico clavó la mirada en el suelo y luego levantó los

ojos hacia ella.—Miraba las tablas de los surfers, en serio —dijo an-

tes de montar en el ascensor.

OJO POR OJO tripa cs4.indd 15OJO POR OJO tripa cs4.indd 15 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 15: Skaters. Ojo por ojo

OJO POR OJO tripa cs4.indd 16OJO POR OJO tripa cs4.indd 16 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 16: Skaters. Ojo por ojo

17

CAPÍTULO 2

LA REALIDAD

Habían encontrado libres los asientos de la parte poste-rior del autobús y los cinco se sentaron allí. Mai miraba a sus amigos con una mueca irónica. Imanol tenía la mirada seria y tensa, perdida en un lugar indetermi-nado de la parte delantera del vehículo. Anyo no podía ocultar su apuro y As sonreía. Adrián había sacado el tema.

—Je, je. ¡Qué pillada! —dijo As, el skater pecoso que, como siempre, cubría su cabeza con una gorra de visera de color verde.

Aunque de la misma edad que Imanol, era bajito y tenía casi la misma altura que Adrián, tres años menor.

—Los surfers estaban detrás y se los veía bien.—Pero a ti se te iba la vista a otro sitio. Anyo no respondió esta vez al comentario de su ami-

go. La chica, sin dejar de sujetar el skate con las dos ma-nos y con una sonrisa en los labios, preguntó haciendo un barrido con su mirada al resto de los chicos.

—¿Y vosotros dónde mirabais?Adrián habló por los dos:

OJO POR OJO tripa cs4.indd 17OJO POR OJO tripa cs4.indd 17 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 17: Skaters. Ojo por ojo

SKATERS

18

—Nosotros estábamos en la cocina preparando las bebidas y las cosas de picar.

—Yo no lo vi, estaba en el cuarto de baño justo en ese momento —dijo As.

—Ya, pero cuando ponen ese anuncio y estáis delante de la tele, ¿en qué os fi jáis?

El pecoso, de normal poco hablador, respondió esta vez con soltura:

—A mí no me gustan los anuncios de viajes, no los veo. Cuando los ponen, miro las revistas de skate, siem-pre tengo alguna en el salón.

La chica se giró hacia los hermanos.—¿Y vosotros? Imanol no apartaba la mirada del punto donde la

había fi jado. Adrián se revolvió en el asiento. Él era el único del grupo que no era skater, no patinaba ni vestía como los demás. Eva, su madre, ante la incomunicación en la que se había sumido la vida familiar, había obliga-do a los dos hermanos a salir juntos y aquella decisión arriesgada y casi disparatada había salido bien.

Hasta entonces Adrián apenas salía de casa ni se re-lacionaba con nadie si no era a través del ordenador. El tiempo que no estaba en clase lo dedicaba a leer, ver películas en su cuarto o estar ante el ordenador para comunicarse con chicos que tenían sus mismas inquie-tudes. Era una vida intensa, llena de estímulos y fanta-sías, pero falta de relaciones y sensaciones verdaderas. Imanol, al contrario, pasaba el tiempo que no dedicaba a los estudios en el skatepark. No tenía ningún tipo de interés o curiosidad salvo su afi ción a patinar, y se ha-bía cerrado a lo que fuera ajeno al mundo del skate.

OJO POR OJO tripa cs4.indd 18OJO POR OJO tripa cs4.indd 18 29/08/12 16:1129/08/12 16:11

Page 18: Skaters. Ojo por ojo

OJO POR OJO

19

Todo aquello cambió después de la decisión que tomó Eva.

Al principio el skater no aceptó a su hermano menor en su círculo de amigos. Sin embargo, la vida se impu-so, y las situaciones que les tocaron vivir hicieron que Adrián fuera aceptado y valorado por los cuatro skaters como uno más del grupo que formaban.

Ante la falta de respuesta de ninguno de los dos, la skater insistió:

—¿Dónde miráis vosotros, eh?Mai tenía el pelo negro y liso, un cuerpo esbelto y

ágil, y una cara de forma almendrada y piel suave en la que destacaban sus grandes ojos negros.

Cada vez que Adrián veía esos ojos, los intuía o los recordaba, no podía evitar que un temblor le recorrie-ra el cuerpo. El menor de los hermanos no había pre-visto que la conversación derivara en aquella dirección. «¿Qué respondería el chico de sus sueños, en qué se fi -jaría él?», se preguntaba mientras buscaba en su cabeza una respuesta que a ella le agradara. La sonrisa pícara de la skater no le daba ninguna pista.

—Yo miraría con naturalidad —dijo por fi n.—¿Adónde? —aunque había respondido el menor,

ella miraba a los dos hermanos.Anyo y As también esperaban su respuesta.—Je, bueno, gññss… —farfulló Adrián.—Eso no fue lo peor. Luego, éste va y le habla a mi

madre de usted —dijo Imanol señalando al skater vesti-do de negro y cambiando de tema.

As miró divertido al grandullón y éste pasó a ser de nuevo el centro de atención.

OJO POR OJO tripa cs4.indd 19OJO POR OJO tripa cs4.indd 19 29/08/12 16:1129/08/12 16:11