Siete Textos de Alquimia - Autores Varios - Version en Español de Mario Martinez de Arroyo

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COLECCION MISCELANEA LIBRO DE EDICION ARGENTINA Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 Copyright 1947 by EDITORIAL KIER Bs. Aires IMPRESO EN LA ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINE SIETE TEXTOS DE ALQUIMIA DE KERMES, ALBERTO EL GRANDE, ROGERIO BACON, ARNALDO DE VILLANUEVA. RAYMUNDO LULIO, -—PARACELSO Y SENDIVOGIUS.— Con apuntes biográficos sobre dichos autores, prólogo y glosario del traductor Versión Española de MARIO MARTINEZ DE ARROYO KIEK BUENOS AIREi

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Transcript of Siete Textos de Alquimia - Autores Varios - Version en Español de Mario Martinez de Arroyo

  • C O L E C C I O N M I S C E L A N E A

    L I B R O D E E D I C I O N A R G E N T I N A Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723 Copyright 1947 by E D I T O R I A L K I E R Bs. Aires IMPRESO EN LA ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINE

    S I E T E T E XT O S DE A L Q U I M I A

    DE

    KERMES, ALBERTO EL GRANDE, ROGERIO BACON, ARNALDO DE VILLANUEVA. RAYMUNDO LULIO, -PARACELSO Y S E N D I V O G I U S .

    Con apuntes biogrficos sobre dichos autores, prlogo y glosario del traductor

    Versin Espaola

    de

    MARIO MARTINEZ DE ARROYO

    KIEK B U E N O S A I R E i

  • P B O L O G O

    Creemos que 'dentro de pocos aos este prlogo no hubiera sido necesario. Soy todava lo es. Veinte ama atrs quizs hubiramos vacilado antes de escribirlo du-dando del xito de esta piibEcacin.

    Durante 'mucho tiempo';se, ha tenido a la Alquimia >por sinnimo de charlatanera 'o de ignara credulidad. Contibuy a esto 'la falta de 'publicaciones serias so-bre dicha materia; no [se haban traducido los textos antiguos^ de los cuales muchos h-an desaparecido a musa del fanatismo religioso que cometi actos que slo pueden calificarse d&,vandalismo. Las pocas publicaciones \que corran por ah no eran ms que burdas imitaciones de los antiguas textos, en las cuales se aunaban eH absurdo con la ignorancia.

    La palabra 'Alquimia, del rabe Al-Khem o Al-Khi-mia, en griego Kimia, tiene e mismo significado que h palabra Qumica. Pero es ^na Qumica trascendente, -y hay entre las dos la misma relacin que entre la Astro-logia y la Astronoma, y tambin la misma diferencia; una es de carcter netamente espiritualista y 3a otra, en cambio, framente materialista.

    Sin duda alguna, las teoras alqumicas provienen 'de Asira, donde ios caldeos las enseaban en sus ^escuelas

  • \

    8 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    esotricas, y de las escuelas iniciticas de Egipto. Guarir-do ste fu iconquistado por los rabes, los ms grandes filsofos .del Islam se dedicaron con ardor al estudio de la Alquimia. Esta fu intrducidaen Europa con flo-recimiento de la civilizacin rabe, y se dedicaron a ella todos los sabios de la Edad Media, ya fuesen rabes, he-breos o cristianos; la lista sera larga e incompleta y se han hecho ensayos de ella en otras obras; no hemos de repetirla ahora.

    Se ha dicho que la Alquimia es producto de los siglos de ignorancia, pero es todo lo contrario; en aquellos si-glos de ignorancia fu luz valiente y atrevida, que con el correr del tiempo ha dado por resultado el florecimiento actual de la ciencia. A la Alquimia se debe el descubri-miento de numerosos cuerpos simples (?) y de muchos compuestos, cuyas observaciones no se produjeron por casualidad, sino tras de pacientes y laboriosa^ investiga-ciones, que fueron anotadas con todo 'cuidado.

    El alquimista era tambin astrlogo, mdico y filsofo, o sea que reuna en s el mximo de los conocimientQs cientficos sin tregua por -el fanatismo religioso, que con-sideraba como satnico a todo saber, eran transmitidos por cada 'maestro a unos pocos discpidos escogidos, a los que/'iniciaba" en su arte.

    Bebido a la misma restriccin, los alquimistas tenan que exponer sus ideas, cuando lo hacan por \escrito, con toda, suerte de precauciones y las velaban por medio de alegoras simblicas y de signos o figuras con clave se-creta. Es^o tambin dificulta el estudio actual de Da Al-quimia, dificultad acentuada por Xa ya mencionada, es-casez de: textos autnticos, que, escritos en rabe o latn, se '^hillan en determinadas bibliotecas oficiales, en las cuales es muy difcil obtener el necesario permiso espc-

    P R L O G O 9

    cial para estudiar en ellos y esto aparte del conocimiento de aquellos idiomas y de los caracteres antiguos en que su mayor parte fueron escritos.

    Por esto, hoy que ya ha cambiado eZ concepto en \ cual era tenida la Alkimia, creemos de mucha utilidad la publicacin de estos siete textos seguidos de un pe-queo glosario de trminos usados por los alquimistas.

    Sustentaba la Alkimia la afirmacin de que todos los cuerpos eran derivados ^de una piateria nica y primor-dial, animada por una vida nica y universal; ambas, materia y vida, manifestaciones polarizadas de la deidad abstracta y absoluta. Dice Pernety: "La Alquimia es el arte de trabajar con la naturaleza sobre los cuerpos pa-ra perfeccionarlos."

    Por espacio [de muchos 'aos la Qumica se orient hacia el "anlisis": aspiraba a conocer. Hoy se orienta hacia la "sntesis": aspira a crear. Y sta era la finali-dad y ardiente aspiracin de Id Alquimia. Damos ahora, y muy fundadamente, el mendeliano "salto atrs". Afir-ma Berthelot que "el principio platnico de la filosofa alquimista: la unidad de la materia dentro de la infinita variedad de las formas, no est en contradiccin con las modernas teoras de ta Qumica^ y en la aspiracin ideal de aquellos observadores se encierra un concepto lgico de la constitucin de la materia".

    De paso recordaremos que la teora atmica fu clara-mente enunciada por el alquimista Demcrito de Abdera, iniciado en Menfis, discpulo de Lmsipo Ostanes y Pa-menes en su famoso "Tratado del Universo", as como en sus otras obras "Physica et Mystica" y "Tratado del Arte Sagrado".

    Actualmente, ningn qumico estudioso puede consi-derar despectivamente las teoras alqumicas, conociendo

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    las olservaciones espectroscpicas de Norman Lockyer, los experimentos de^William Crookes con el ytrium, y los ltimos y severos estudios e investigaciones de Lodge, Berthelot, Buelle, Aksakoff, Barlet, Bochas, Le Bon, Bichet^ Mendeleff, etc., etc. Con las ms modernas teo-ras de los iones y electrones, con los experimentos efec-tuados acerca de las emanaciones y la radiactividad, ha resultado que algunos cuerpos tenidos )por simples eran engendrados o engendradores Ae otros que en un princir po se tuvieron igualmente por cuerpos simples.

    Crookes consigui, con su mtodo de fraccionamiento, descomponer el ytrium en cinco constituyentes. El es-tudio de los vapores metlicos en la chispa elctrica, nos lleva a la firme idea de que cada metal es un cuerpo complejo y no simple. .;

    Cree Norman Lockyer qu "la Materia original es similar en todo el universo". Basndose en sus numero-ssimas y serias observaciones espectroscpicas estelares, Uega a la conclusin de que "la unidad de la Materia aparece como cosa cierta", ^En sus obras hace un inte' resante paralelo entre la evolucin orgnica de los ani-males y ele los vegetales derivados de formas ms sitples, con la evolucin inorgnica de los elementos qumicos, considerados asimismo como productos de evolucin.

    G. Le Bon, en su magnfica obra, "La Energa Intra-atmica", basndose en los trabajos ya citados, sostiene con slidas demostraciones la complejidad de los edificios atmicos, que no hay elementos qumicos simples y que no existe ninguna materia sin 'vida. Es la doctrina o teora alqumica, monista o unitaria, en toda su amplitud. El mismo autor, comparando las diastasas orgnicas con los fermentos metlicos de los alquimistas, dice en el libro

    P R L O G O 11

    arriba mencionado, refirindose a los metales en estado coloidal:

    "Si bien en esta forma se hallan diluidos de un mo-do inverosmil..,, adquieren entonces propiedades tan intensas y especiales, de tal manera diferentes de las que en su estado ordinario poseen, que se les ha tenido que comparar con ciertos compuestos orgnicos llamads dias-tasas. Adems, se comprueba que obran slo por su pre-sencia, es decir, sin aparecer en el producto final de las reacciones."

    Comentando este prrafo, dice Jollivet Castelol en "La Science Alchimique":

    "El Polvo de Proyeccin de los alquimistas consti-tuye una diastasa metlica mineral, formada por un me-taloide unido a un metal, calentados en vaso cerrado durante un tiempo considerable, y a una temperatura regularmente creciente. Ese fermento obra por su pre-sencia, o sea sin aparecer en el producto final de la re-accin sobre el plomo o el mercurio, a los que transforma molecularmente en oro."

    No queremos dar ms extensin a este prlogo, y ha-remos resallar que sta es la primera versin castellana de los textos que hoy damos al pblico, salvo la 'Tabla de Esmeralda, de la cual se ha publicado alguna.

    Al mismo tiempo que nos hemos esforzado por pre-sentar estos trabajos antiguos con toda posible claridad, hemos cuidado mucho de no deformarlos, dejndoles su forma y estilo originales. Van precedidos de unas bre-ves notas biogrficas sobre sus autores y seguidos de un pequeo glosario aclaratorio de muchas palabras usadas por ellos, lo cual har el texto ms comprensible.

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    Lector, hemos hecho este trabajo de todo corazn y

    buena fe, con la mejor intencin del mundo, inspirados

    tan slo en un anhelo cientfico. Con que as lo reco-

    nozcas y la obra te interese, -nuestro trabajo est pagado

    con creces.

    M. M A E T I N B Z D E A R R O Y O

    N O T A . Siempre que en los textos se halle la palabra Mercurio escrita coa maysculas, se refiere al meieurio de los Usofos y no a l mercurio metal. ( N . del T . )

    /

    A L G U N A S P A L A B R A S A C E R C A D E L A T A B L A D E E S M E R A L D A

    L a Tabla de Esmeralda, de Hermes , es c i tada con g r a n frecuencia por los antiguos a lquimistas , que l a consi-deraban como l a p i e d r a a n g u l a r de l a A l q u j m i a por su antigedad y or igen legendario .

    E l i p b a s L e v i dice de e l la q u e : " E s toda l a magia en u n a sola p g i n a . "

    L a leyenda a t r i b u y e su p a t e r n i d a d a Hermes T r i s m e -gisto , T h o t h , el tres veces grande, el I n i c i a d o r , e l Dios-H o m b r e . Acerca de las obras ant iguas a t r ibu idas a H e r -mes, h a b l a n elogiosamente en sus escritos Lactanc io , C i r i l o y San Agustn. ,

    E l T h o t h egipcio o Hermes griego, h a sido conside-rado como l a encarnacin de l a Suprema Sabidura, y as es que a las enseanzas eisotricas de las ant iguas i n i -ciaciones se les l lamaba enseanzas hermticas o ciencia hermtica.

    Parece que exist ieron sucesivos escritores griegos, f i -lsofos y alquimistas que usaron el nombre de H e r m e s ; parece tambin que ese nombre perteneci a algn r e y egipcio in ic iado , y puede ser tambin que usaron ese mis -mo nombre algunos grandes iniciados o hierofantes eg ip -cios. D e cualquier modo, ind i ca s iempre l a misma idea o

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    s igni f i cado que l a pa labra griega Khrestos, in i c iado o u n g i d o , de la que proviene l a actual Cristo.

    Sea como fuere , los l ibros de Hermes enc ierran u n a admirab le un iversa l idad de conocimientos, y eran estu-diados en l a antigedad en el seno de las escuelas inici-ticas secretas.

    T r a t a n , enumerando los temas en f o r m a esquemtica y sumaria , de himnos para h o n r a r al Ser S u p r e m o ; de-beres de los reyes que eran educados en los santuar ios ; Astrologa, Astronoma, d i v i d i d a sta en secciones d i -ferentes, como las dedicadas a los planetas, a las con-junciones del Sol y la L u n a , a l a sa l ida y puesta de l Sol , etc. ; escr i tura secreta o jeroglfica, reservada p a r a los in i c iados ; h i s t o r i a del Universo con l a accin p r i -m o r d i a l de los p r i n c i p i o s ; estudio de l a T i e r r a con sus di ferentes re inos ; el E g i p t o y el N i l o ; los r i tua les , las ceremonias de los sacerdotes, los sacrif icios, d i s c ip l ina eclesistica, ofrendas, fiestas, funerales , etctera, el cu l to e n t e r o ; a l ta T e u r g i a ; problemas filosficos y metafsi-eos; naturaleza del a lma y de los Dioses; f ina lmente , l a Med i c ina , con descripcin del cuerpo humano, las efer-medades y sus remedios.

    Segn la leyenda, f u e r o n 42 las obras que dio a los hombres aquel prncipe h i j o de u n dios y una diosa, cuando su advenimiento a l t r ono para restablecer en l a t i e r r a l a religin, l a m o r a l y las leyes.

    Todo eso i n d i c a m u y b ien que es u n ser mtico, t i n ser colectivo, que con su impersona l idad simboliza a l Verbo invo luc ionado en el m u n d o .

    M . M . DE A .

    TABLA DE ESMERALDA 15

    T A B L A D E E S M E R A L D A D E H E R M E S T R I S M E G I S T O

    Es rea l , s i n m e n t i r a , c ierto y m u y verdadero . L o que est abajo es como lo que est a r r i b a , y lo

    que est a r r i b a es como lo que est abajo, p a r a hacer loa mi lagros de u n a sola eoS. Y as como todas las cosas h a n salido de u n a cosa por el pensamiento de uno , as mismo todas las cosas h a n nacido de esta cosa p o r adap-tacin.

    S u padre es el Sol, su m a d r e es l a L u n a , e l v iento lo h a l l evado en su v i e n t r e ; l a t i e r r a es su n o d r i z a ^ Ah est el padre de todo el Thelema del Universo 2. S u potenc ia sobre l a t i e r r a no t iene lmites.

    Separars l a t i e r r a del fuego, lo s u t i l de l o espeso, suavemente, con g r a n i n d u s t r i a . E l que sube de l a t i e r r a a l cielo y en seguida vuelve a b a j a r sobre l a t i e r r a , y recoge l a fuerza de las cosas superiores e in fer iores .

    As tendrs toda l a g l o r i a del mundo , p o r eso toda oscur idad se alejar de t i .

    Es l a fuerza f u e r t e de toda fuerza , porque vencer t o d a cosa s u t i l y penetrar toda cosa slida. As es como fu creado el m u n d o .

    H e ah l a f u e n t e de admirables adaptaciones, aqu i n -dicada. P,or eso he sido l lamado Hermes Trismegisto , que posee las t res partes de l a Fi losof a universa l .

    L o que he dicho de l a operacin de l sol, es completo.

    1. Son los cuatro elementos: el Sol es el fuego, l a L u n a el agua, el viento es el aire, y finalmente la tierra.

    2. L a palabra Thelema ha sido diversamente interpretada. Sera el Azoth o L u z Astral segn Eliphs Levy, el Od hebreo la Vo-luntad de los ocultistas, etc. ( N . del T . ) '

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    A P U N T E S B I O G R A F I C O S S O B R E A L B E R T O E L G R A N D E

    A l b e r t o el Grande, l lamado tambin A l b e r t o Magno , P r a t e r A l b e r t u s Eatisbonensis, o A l b e r t u s Teutonieus, naci en l a noble f a m i l i a de los condes de B o l l s t a d t , an L a w i n g e n , cerca del Danub io , ducado de N e u b u r g , en Suabia, e l ao 1193. Cuando cumpli decisis aos co-menz a prepararse p a r a ingresar en l a Orden de p r e d i -cadores recientemente f u n d a d a por Santo D o m i n g o , en l a que entr ms tarde , hacia 1222. S i b ien d u r a n t e su i n f a n c i a no se distingui por su inte l igenc ia , sta se des-arroll rpidamente. Ense Teologa y Filosofa en las escuelas de l a Orden, y adquiri f a m a en toda E u r o p a p o r l a var i edad y p r o f u n d i d a d de sus conocimientos; ;

    E n Colonia distingui entre sus alumnos a Toms de A q u i n o , con el cua l m a n t u v o en lo sucesivo estrecha amistad. Acompaado p o r l se dirigi a Pars en 1245 p a r a graduarse de Magister. H i z o u n estudio completo sobre Aristteles, y lo desarroll en u n curso pblico de crtica y comentarios. E l curso de A l b e r t o el Grande a t r a j o t a l cant idad de oyentes, que se v i o precisado a, desarro l lar lo en las plazas pblicas. L a actual Plaa M a u b e r t , contraccin de las palabras Mestre Aubert tiene su nombre de esas conferencias a l a ire l i b r e .

    Tambin estudi ms ta rde en Venecia, en l a escuela de Giordano. Volvi a Colonia en 1248. Fu lector de Teologa en su Orden . E n 1254 se le nombr p r o v i n c i a l de los dominicos y en 1260 le h i c ieron obispo de Ra-tisbona. Renunci a todos sus cargos el ao 1263, se retir a u n convento de Colonia y se consagr por en-tero a l estudio.

    A P U N T E S S O B R E A L B E R T O E L G R A N D E 17

    Escribi numerosos y p r o f u n d o s tratados sobre Teo-loga, A l q u i m i a , Fisiognoma, Zoologa, Metafsica, M e -d ic ina , Kbalah, Meteorologa, M o r a l , etc., etc. Disfrut entre sus contemporneos de u n a a u t o r i d a d ind i s cu t ida , y se deca de l : " A l b e r t u s , Magnus i n Mag ia , m a j o r i n Phi losophia , m a x i m u s i n T h e o l o g i a " .

    Muri a los ochenta y siete aos en Colonia, e l 8 de a b r i l de 1280.

    De las obras suyas que p u d i e r o n reunirse , se ha hecho una edicin completa con el ttulo Beati Alherti, Batis-honensis episcopi, opera omnia, 2 1 volmenes, i n f o l i o . L u g d u n i , 1651.

    De los t ratados de A l q u i m i a c i taremos : Lihellus de Alchimia; Compositum de compositis; De rehus metal-licis; El libro de los minerales o del Secreto de los ^Se-cretos; Camino de los Caminos; Breve compendium de ortu metallorum; Concordantia philosophorum de lapide philsophica. Los dos pr imeros son los ms importantes .

    M . M . D E A .

  • E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S

    D E

    A L B E R T O E L G R A N D E

    ( C O M P O S I T U M D E C O M P O S I T I S )

    N o ocultar u n a ciencia que me ha sido revelada p o r l a grac ia de D i o s ; no l a guardar celosamente p a r a m solo, por temor de atraer su maldicin, j Cul es la u t i -l i d a d de u n a ciencia conservada en secreto, de u n tesoro escondido? L a ciencia que he aprendido s in ficciones, os l a t r a n s m i t o s i n pena. L a env id ia t r a s t o r n a todo, u n hombre envidioso no puede ser j u s t o ante Dios . T o d a ciencia y toda sabidura prov ienen de D i o s ; decir que procede del Espritu Santo, es sencil lamente u n modo de expresarse. Nadie puede dec i r : Nuestro Seor Jesu-cr is to s in i n d i c a r implcitamente: h i j o de Dios Padre , p o r operacin del Espritu Santo. De i g u a l manera esta ciencia de v e r d a d no puede ser separada de A q u e l que me la ha comunicado.

    No he sido enviado p a r a todos, sino t a n slo p a r a quienes a d m i r a n a l Seor en sus obras y a los que Dios ha juzgado dignos. Que quien tenga odos p a r a or esta comunicacin d i v i n a , recoja los secretos que me f u e r o n t r a n s m i t i d o s por l a grac ia de Dios y que no los revele jams a quienes son ind ignos de ellos.

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 19

    L a Natura leza debe serv ir de base y de modelo a la ciencia, por eso el A r t e t r a b a j a de acuerdo con la N a -tura leza en todo l o que puede. P o r tanto , es menester que el a r t i s t a observe l a Natura leza y opere como ella opera.

    D E L A F O R M A C I O N D E L O S M E T A L E S E N G E N E R A L P O R E L A Z U F R E Y E L M E R C U R I O

    Se ha observado que l a naturaleza de los metales, t a l como l a conocemos, es de ser engendrada de u n a m a -nera genera l por el A z u f r e y el M e r c u r i o . T a n slo l a d i ferenc ia de coccin y de digestin, produce l a var i edad en l a especie metlica. P o r m mismo he observado que en u n solo y nico rec ipiente , es decir , en u n mismo filn, la Natura leza haba produc ido varios metales y p l a t a , diseminados p o r ac y p o r all. E n efecto, hemos demostrado c laramente en nuestro Tratado de los mi-nerales, que l a generacin de los metales es c i r c u l a r , con f a c i l i d a d se pasa del uno a l o tro siguiendo u n c rculo ; los metales vecinos t i enen propiedades semejantes; por eso l a p l a t a se t r a n s f o r m a ms fcilmente en oro que cua lquier o tro meta l .

    N o hay ms, en efecto, que cambiar en l a p l a t a , sino el color y el peso, l o cual es fcil . Porque u n a sustancia de por s i compacta, aumenta fcilmente de peso. Y como contiene u n azufre blanco amar i l l ento , tambin su color ser fcil de t r a n s f o r m a r .

    L o mismo sucede con los dems metales. E l A z u f r e es, por decirlo as, su padre , y e l M e r c u r i o , su madre .

    A u n es ms verdadero s i se dice que en l a conjuncin el A z u f r e representa e l esperma del padre y que el M e r -cur i o f i g u r a u n monstruo coagulado, p a r a f o r m a r l a

  • 20 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    sustancia de l embrin. E l A z u f r e solo no puede engen-drar, - como sucede con e l p a d r e solo.

    As como e l macho engendra de su p r o p i a sustancia mezclada con l a sangre m e n s t r u a l , as tambin el A z u -f r e engendra con el M e r c u r i o , pero solo no produce nada . P o r medio de esta comparacin, queremos dar a enten-der que e l A l q u i m i s t a deber, ante todo , q u i t a r a l m e -t a l l a especi f ic idad que le ha dado l a Natura leza , y des-pus, que proceda como procedi l a Natura leza con el M e r c u r i o y el A z u f r e preparados y pur i f i cados , s iguien-do siempre e l ejemplo de l a Natura leza .

    D E L A Z U F R E

    E l A z u f r e contiene tres p r i n c i p i o s hmedos. E l p r i m e r o de esos p r i n c i p i o s es, sobre todo, areo e

    gneo ; se le encuentra en las partes externas de l A z u f r e a causa de l a misma g r a n v o l a t i l i d a d de sus elementos, que fcilmente se evaporan y consumen los cuerpos con los cuales se ponen en contacto.

    E l segundo p r i n c i p i o es flemtico, l lamado tambin acuoso; se h a l l a colocado inmediatamente debajo del pre -cedente. E l tercero es r a d i c a l , f i j o , adherente a las p a r -tes internas . Unicamente ste es general , y no se le pue-de separar de las otras s in d e s t r u i r todo el edi f i c io . E l p r i m e r p r i n c i p i o no resiste a l fuego ; siendo combustible, se consume en el fuego y calcina l a sustancia de l m e t a l con el cual se cal ienta. Por tanto , no slo es intil, sino que resul ta hasta nocivo p a r a el objeto que nos p r o -ponemos. E l segundo p r i n c i p i o no hace ms que m o j a r los cuerpos, no engendra, tampoco puede servirnos. E l tercero es r a d i c a l , penetra todas las partculas de l a ma-

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 21

    t e r i a que le debe sus propiedades esenciales. H a y que desembarazar a l A z u f r e de los dos p r i m e r o s p r i n c i p i o s a f i n de que la s u t i l i d a d del tercero pueda servirnos p a r a hacer u n compuesto perfecto .

    E l fuego no es ms qne e l vapor del A z u f r e ; el vapor de A z u f r e bien p u r i f i c a d o y sublimado blanquea y hace ms compacto. Por eso los A l q u i m i s t a s hbiles t ienen l a costumbre de q u i t a r a l A z u f r e sus dos p r i n c i p i o s su-per f luos por medio de lavajes cidos,tales como el v i -nagre de los l imones, l a leche agr ia , l a leche de cabras o l a o r i n a de los nios. L o p u r i f i c a n p o r levigacin," digestin o sublimacin. F i n a l m e n t e , es preciso r e c t i f i -ca r l o p o r resolucin, de modo que no se tenga ms que u n a sustancia p u r a que contenga l a fuerza act iva , p e r -fectible y prxima al meta l . Henos ah en posesin de u n a par te de nuestra obra.

    D E L A N A T U R A L E Z A D E L M E R C U R I O

    E l M e r c u r i o encierra dos sustancias s u p e r f i n a s : l a t i e r r a y el agua. L a sustancia terrosa t iene a lguna p r o -p iedad del A z u f r e , el fuego la enrojece. L a sustancia acuosa t iene u n a humedad super f lua .

    Con f a c i l i d a d se desembaraza a l M e r c u r i o de sus i m -purezas acuosas y terrosas p o r sublimaciones y lavajes m u y cidos. L a Natura leza lo separa en el estado seco de l A z u f r e y lo despoja de su t i e r r a , p o r e l calor del sol y de las estrellas.

    As obtiene el la u n M e r c u r i o p u r o , completamente l i -bre de su sustancia terrosa, no conteniendo y a partes extraas. Entonces lo une a u n A z u f r e p u r o y produce a l f i n , en el seno de l a t i e r r a , metales puros y perfectos.

  • 22 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    S i los dos p r i n c i p i o s son impuros , los metales son i m p e r -fectos. Por eso en las minas se h a l l a n metales di ferentes , lo que procede de l a purificacin y digestin variables de sus pr inc ip i o s .

    D E L A R S E N I C O

    E l Arsnico es de la misma naturaleza que el A z u f r e , ambos t ienen de ro jo y de blanco. Pero en el arsnico h a y ms humedad, y a l fuego se sub l ima menos rpida-mente que el A z u f r e .

    E s sabido cuan velozmente se sub l ima el A z u f r e y cmo consume a todos los cuerpos, excepto el oro. E l Arsnico puede u n i r su p r i n c i p i o seco a l del A z u f r e , se atemperan entre s, y una vez unidos se les separa con d i f i c u l t a d ; su t i n t u r a es suavizada por esa unin.

    " E l Arsnico dice Geber contiene mucho mer-cur io y , p o r t a n t o , puede ser preparado como l . " Sabed que el espritu oculto en el azufre , el arsnico y el aceite a n i m a l es l lamado p o r los filsofos E l i x i r blanco. E s tnico, miscible con l a sustancia gnea, de l a cua l ex-traemos el E l i x i r r o j o ; se une a los metales fundidos , como lo hemos experimentado, los p u r i f i c a , no slo a causa de las propiedades precitadas, sino tambin porque existe una proporc in comn entre sus elementos.

    Los metales d i f i e r e n entre s segn l a pureza o l a impureza de l a m a t e r i a p r i m a , es decir, del A z u f r e y de l M e r c u r i o , y tambin segn e l grado del fuego que les ha engendrado.

    Segn el fi lsofo, el e l i x i r se l l a m a tambin M e d i - . cia, porque se as imi la el cuerpo de los metales a l cuerpo de los animales. Tambin decimos nosotros que hay u n

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 23

    espritu oculto en el A z u f r e , el arsnico y e l aceite ex-trado de las sustancias animales. Ese es el espritu que buscamos, con ayuda de l cual teiremos como perfectos todos los cuerpos imperfectos . Este espritu es l lamado A g u a y M e r c u r i o por los filsofos. " E l M e r c u r i o d i -ce Geber es u n a medic ina compuesta de seco y h-medo, de hmedo y seco". T comprendes l a sucesin de estas operaciones: extraes l a t i e r r a del fuego, el a ire de l a t i e r r a , el agua del aire , puesto que el agua puede res is t i r al fuego. H a y que f i j a r s e en estas enseanzas, son arcanos universales.

    N i n g u n o de los p r i n c i p i o s que e n t r a n en l a Obra tiene potencia por s m i s m o ; porque estn encadenados en los metales, no pueden perfeccionar, ya no son f i j os . Ca-recen de dos sustancias: la una , miscible con los metales cu fusin; la o t ra , f i j a que pueda coagular y f i j a r . P o r eso Bhazs d i j o : " H a y cuatro sustancias que cambian con el t i e m p o ; cada u n a de ellas est compuesta por los cuatro elementos y t o m a el nombre de l elemento do-minante . Svi esencia maravi l losa se ha f i j a d o en u n cuer -po y con este ltimo puede al imentarse a los dems cuerpos. Esta esencia se ha l la compuesta de agua y aire , combinados de t a l suerte que e l calor los lica. Ese es u n secreto maravi l loso . Los minerales empleados en A l -q u i m i a , p a r a servirnos, deben tener u n a accin sobre los cuerpos fundidos . Las piedras que ut i l i zamos son cua-t r o : dos tien de blanco y las otras dos de r o j o . A u n -que el blanco, el r o j o , el A z u f r e , el Arsnico y Saturno , no t ienen ms que u n mismo cuerpo. Mas en aquel ni-co cuerpo, cuntas cosas o c u r r e n ! Y en el p r i m e r mo-mento carece de accin sobre los metales per fec tos " .

    E n los cuerpos imperfectos, h a y u n agua acida, amar -ga, agr ia , necesaria en nuestro arte . Porque disuelve y

  • 24 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    m o r t i f i c a a los cuerpos y despus los r e v i v i f i c a y r e -constituye. Dice Ehazs en su car ta t e r ce ra :

    " A q u e l l o s que buscan nuestra Ente l equ ia , pi -eguntan de dnde proviene l a a m a r g u r a acuosa elemental . Les responderemos: de l a impureza de los metales. Porque e l agua contenida en e l oro y l a p l a t a , es dulce, no d i -suelve, p o r el c o n t r a r i o , coagula y f o r t i f i c a , porque no contiene n i acidez n i impureza como los cuerpos i m -per f e c tos . "

    Por eso d i j o G-eber: " S e calcina y se disuelve el oro y l a p l a t a s in u t i l i d a d , porque nuestro v inagre se saca de cuatro cuerpos imper fec tos ; ese espritu m o r t i f i c a n t e y disolvente es lo que mezcla las t i n t u r a s de todos los cuerpos que empleamos en l a obra. No necesitamos ms que esta agua, poco nos i m p o r t a n los dems espritus."

    Geber tiene razn; no podemos hacer nada con u n a t i n t u r a a l a que e l fuego a l t e r a ; todo lo c on t rar i o , es menester que e l fuego le d l a excelencia y l a fuerza p a a que ella pueda hal larse con los metales fundidos . E s preciso que f o r t i f i q u e , que f i j e , que a pesar de l a fusin permanezca ntimamente u n i d a a l meta l .

    Agregar que de los cuatro cuerpos imperfectos se puede extraer todo. E n cuanto a l modo de p r e p a r a r el A z u f r e , el Arsnico y el M e r c u r i o , indicado ms a r r i b a , podemos dar lo aqu.

    E n efecto, cuando en esta preparacin calentamos el espritu del azufre y del arsnico con aguas acidas o aceite, p a r a extraer de l l a esencia gnea, el aceite, l a untuos idad , les extraemos l o super f ino que en ellos exis-t e ; nos queda l a fuerza gnea y e l aceite, las nicas cosas que nos son ti les; pero estn mezcladas con el agua acida que nos serva p a r a p u r i f i c a r , no hay medio de separarlas de e l l a ; pero p o r l o menos nos hemos des-

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 25

    embarazado de l o intil. E s necesario, p o r t a n t o , h a l l a r o tro medio p a r a extraer de esos cuerpos el agua, el aceite y el espritu ms s u t i l de l azufre , que es l a ver -dadera t i n t u r a m u y act iva que t ratamos de obtener. De suerte que trabajaremos esos cuerpos separando p o r des-composicin o tambin p o r destilacin, sus partes com-ponentes naturales , y as l legareinos a las partes simples. A lgunos , ignorando l a composicin de l Magis ter io , quie-r e n t r a b a j a r slo sobre el M e r c u r i o , pretendiendo soste-ner que t iene u n cuerpo, u n a lma y u n espritu y que es l a m a t e r i a p r i m a del oro y de l a p la ta . Es preciso con-testarles que es c ierto que algunos filsofos a f i r m a n que l a obra se hace de tres cosas, el espritu, el a lma y el cuerpo, sacadas de una sola. Mas p o r o t r a par te , no se puede encontrar en u n a cosa lo que no existe en el la . P o r cuanto el M e r c u r i o no contiene l a t i n t u r a r o j a , p o r l o t a n t o no puede l solo bastar p a r a f o r m a r el cuerpo de l S o l ; con slo el M e r c u r i o nos sera imposible l l evar la Obra a buen f i n . L a L u n a p o r s sola no puede bastar, y no obstante este cuerpo es, p o r decir as, l a base de l a obra.

    De cualquier modo que sea t raba jado y t rans formado el M e r c u r i o , jams podr c o n s t i t u i r el cuerpo. Tambin d i c e n : " S e encuentra en el M e r c u r i o u n azufre ro jo , de manera que encierra la t i n t u r a r o j a " . E r r o r ! E l A z u f r e es el padre de los metales, no se encuentra nunca en el M e r c u r i o , que es hembra .

    U n a m a t e r i a pasiva no puede fecundarse a s misma. E l M e r c u r i o contiene, s, u n A z u f r e , pero como y a lo hemos dicho, es u n azufre terrestre . Fi jmonos f i n a l -mente en que el A z u f r e no puede soportar l a ^fusin; entonces el E l i x i r no puede extraerse de una sola cosa.

  • 26 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    D E L A P U T R E F A C C I O N

    E l fuego engendra l a muerte y l a v i d a . U n fuego v i v o deseca e l cuerpo . H e aqu la razn; a l l legar el fuego a l contacto con u n cuerpo, pone en mov imiento a l ele-mento semejante a l que en dicho cuerpo existe.

    Ese elemento es el calor n a t u r a l . Este excita a l fuego extrado en p r i m e r l u g a r del cuerpo ; h a y conjuncin y l a humedad r a d i c a l del cuerpo sube a su superf ic ie mien -t ras el fuego obra en el exter ior . E n cuanto desaparece l a humedad r a d i c a l que una las diversas porciones de l cuerpo, ste muere , se disuelve, se resuelve: todas sus partes se separan las unas de las otras. E l fuego obra aqu como u n ins t rumento cortante . A u n q u e p o r s mis^ mo deseca y contrae, no puede hacerlo tanto como cuan-do hay en el cuerpo u n a cierta predisposicin, sobre todo si el cuerpo es compacto como lo es u n elemento. Este ltimo carece de u n m i x t o a g l u t i n a n t e , que se separara del cuerpo despus de la corrupcin.

    Todo esto puede hacerse por el sol, porque es de u n a naturaleza clida y hmeda con relacin a los dems cuerpos.

    D E L R E G I M E N D E L A P I E D R A

    H a y cuatro regmenes de l a P i e d r a : 1^, descompo-n e r ; 2^, l a v a r ; 3?, r e d u c i r ; 4^, f i j a r . E n el p r i m e r r-g imen se separan las naturalezas, porque s in divisin, s in purificacin, no puede haber conjuncin. D u r a n t e el segundo rgimen, los elementos separados son lavados, pur i f i cados y llevados a l estado s imple . E n el tercero se cambia nuestro A z u f r e en cantera del Sol , de l a L u n a

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 27

    y de los otros metales. E n el cuarto , todos los cuerpos anter iormente extrados de nuestra P i e d r a son unidos , recompuestos y f i jados , p a r a permanecer en adelante f o rmando u n c o n j u n t o .

    H a y quienes cuentan cinco grados en e l M a g i s t e r i o : 1 " resolver las sustancias en su mater ia p r i m a ; 2"? l l evar nues t ra t ier i ;a , es decir, l a magnesia negra, a ser a p r o x i -madamente de l a naturaleza del A z u f r e y del M e r c u -r i o ; 3 hacer que el A z u f r e se aprox ime todo lo posible a l a mater ia m i n e r a l de l Sol y de l a L u n a ; 4"? componer de var ias cosas u n E l i x i r b lanco ; 5"? quemar perfecta-mente el E l i x i r Wanco, darle el color del c inabrio y p a r -t i r de ah p a r a hacer el E l i x i r r o j o .

    E n f i n , los hay que cuentan cuatro grados en l a Obra, otros tres, y otros t a n slo dos. Estos ltimos cuentan as : 1^ puesta en obra y purificacin de los elementos; 2"? conjuncin.

    F jate bien en lo que s igue : l a mater ia de l a P i e d r a de los filsofos es de poco p r e c i o ; se l a encuentra en todas partes, es u n agua viscosa como el mercur io que se extrae de l a t i e r r a . Nuestra agua viscosa se h a l l a en todas partes, hasta en las L e t r i n a s , h a n dicho ciertos filsofos, y algunos imbciles, tomando sus palabras al p i e de l a l e t ra , l a han buscado en los excrementos.

    L a naturaleza obra sobre esa m a t e r i a quitndole algo, su p r i n c i p i o terroso, y aadindole algo, e l A z u f r e de los Filsofos, que no es e l azufre del vulgo , sino u n A z u f r e inv is ib le , t i n t u r a del r o j o . P a r a decir ve rdad , es el espritu del v i t r i o l o romano. Prepralo as : t o m a sa-l i t r e y v i t r i o l o romano, dos l i b r a s de cada u n o ; mulelo f inamente en el mor tero . Aristteles tiene, pues, razn cuando dice en su cuarto l i b r o de los meteoros: " T o d o s los A l q u i m i s t a s saben que no se puede, de ningn modo,

  • 28 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    cambiar l a f o r m a de los metales s i antes no se los reduce a mater ia p r i m a " . L o cua l es fcil , como p r o n t o se ver.

    E l Filsofo dice que no se puede i r de u n a e x t r e m i d a d a l a o t r a s i n pasar p o r el medio . E n u n a e x t r e m i d a d de nuestra p i e d r a f i l oso fa l se h a l l a n dos antorchas, el oro y l a p i a l a , y en l a o t r a e x t r e m i d a d e l e l i x i r perfecto o t i n t u r a . E n el medio el aguardiente filosfico, n a t u -ra lmente p u r i f i c a d o , cocido y d iger ido . Todas estas co-sas estn prximas a l a perfeccin y son pre fer ib les a los cuerpos de naturaleza ms ale jada. De i g u a l modo que por medio del calor el hielo se resuelve en agua, p o r haber sido antes agua, asimismo los metales se resuelven en su m a t e r i a p r i m a que es nuestro A g u a r d i e n t e . L a preparacin est ind i cada en los siguientes captulos. Slo l puede r e d u c i r todos los cuerpos metlicos a su m a t e r i a p r i m a .

    D E L A S U B L I M A C I O N D E L M E R C U R I O

    E n nombre del Seor, procrate u n a l i b r a de mercur i o p u r o procedente de l a m i n a . P o r o t r a par te , t o m a v i -t r i o l o romano y sal comn calcinada, machcalo en el mortero y mezcla ntimamente. P o n estas dos ltimas mater ias en u n vaso ancho de b a r r o v i d r i a d o , a l fuego suave hasta que l a m a t e r i a comience a f u n d i r s e y l i -cuarse. Entonces t oma t u mercur i o m i n e r a l , poni en u n rec ip iente de cuello l a rgo y virtelo gota a gofa sobre el v i t r i o l o y l a sal en fusin. Remueve con u n a esptula de madera, hasta que el M e r c u r i o haya sido devorado por entero y que no queden y a trazas de l. Cuando haya desaparecido p o r completo, deseca l a mater ia a fuego suave d u r a n t e l a noche. A l o t ro da p o r l a ma-

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 29

    aa tomars la m a t e r i a b ien desecada y l a pu lver i za -rs f inamente sobre u n a p iedra . Pondrs l a m a t e r i a p u l v e r i z a d a en el recipiente sub l imator io l lamado a l u -del , p a r a sub l imar la segn el a r t e . Pondrs el capi te l y imtars las j u n t u r a s con mas i l la filosfica a f i n de que e l M e r c u r i o no pueda escaparse. Colocars el a lude l so-bre s u h o r n i l l o y l o fi jars de modo que no pueda inc l inarse y que se mantenga b ien derecho; entonces en-cenders u n fuego m u y suave durante cuatro horas p a r a q u i t a r l a humedad del mercur io y del v i t r i o l o ; despus de l a evaporacin de l a humedad , aumenta el fuego p a r a que l a m a t e r i a blanca y p u r a de l m e r c u r i o se separe de sus impurezas, y esto d u r a n t e cuatro horas ; vers s i esto basta in t roduc iendo u n a v a r i l l a de madera en el s u b l i m a t o r i o por l a a b e r t u r a superior , hacindola des-cender hasta l a m a t e r i a , y sentirs si l a m a t e r i a blanca de l m e r c u r i o est superpuesta a l a mezcla. S i esto suce-de, q u i t a l a v a r i l l a , c ierra l a a b e r t u r a del cap i te l con mas i l la p a r a que el mercur io no pueda escaparse, y aumenta el fuego de modo que l a m a t e r i a blanca del m e r c u r i o se eleve sobre las heces, hasta el a l u d e l ; esto d u r a n t e cuatro horas. Cal ienta p o r f i n con lea para obtener l lamas, es preciso que el f ondo del rec ipiente y e l residuo se pongan r o j o s ; contina as mientras quede algo de sustancia blanca del mercur i o adher ida a las heces. L a fuerza y l a v io lenc ia del fuego concluirn por separarla . Q u i t a entonces e l fuego y de ja e n f r i a r e l h o r n i l l o y l a m a t e r i a d u r a n t e l a noche.

    A l o tro da r e t i r a el rec ip iente de l h o r n i l l o , q u i t a l a mas i l l a con precaucin p a r a no ensuciar e l M e r c u r i o , abre e l a p a r a t o ; si encuentras una mater ia blanca, su-b l imada , p u r a , compacta y pesada, ha ten ido xito. Pero s i t u subl imado fuese esponjoso, l igero y poroso,

  • 30 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    recgele y comienza o t r a vez l a sublimacin sobre el r e -siduo, agregando de nuevo sal comn p u l v e r i z a d a ; opera e n el mismo rec ip iente sobre su l i o r n i l l o , del mismo modo, con el mismo grado de fuego que antes. A b r e entonces el rec ipiente , ve si el subl imado es blanco, com-pacto y denso, recgele y ponle a u n lado cuidadosamen-te p a r a serv ir te de l cuando lo necesites a f i n de ter -m i n a r l a Obra. Mas s i no se presentara todava t a l como debe ser, t e ser preciso sub l imar lo u n a tercera vez hasta que lo obtengas p u r o , compacto, blanco y pesado.

    F ja te que p o r esta operacin has despojado a l M e r -cur io de dos impurezas. A n t e todo, le has qui tado t oda su humedad s u p e r f i n a ; en segundo l u g a r , l o desemba-razaste de sus partes terrosas i m p u r a s , que quedaron en las heces; as lo has subl imado en u n a sustancia c lara y s e m i f i j a .

    Poni aparte como se te ha recomendado.

    D E L A P R E P A R A C I O N D E L A S A G U A S , D E L A S Q U E S A C A R A S E L A G U A R D I E N T E

    T o m a dos l i b ras de v i t r i o l o romano, dos l ibras de sa l i t re y una l i b r a de a lumbre calcinado. Machcalo b ien , mezcla perfectamente, poni en u n alambique de v i d r i o , desti la el agua de acuerdo con las reglas ord inar ias , ce-r r a n d o b i en las j u n t u r a s p o r t emor de que se escapen los espritus. Comienza con u n fuego suave, despus ca-l i e n t a ms f u e r t e m e n t e ; calienta en seguida con madera hasta que el aparato se ponga blanco, de suerte que destilen todos los espritus. Cesa entonces el fuego, de ja que se enfre el h o r n i l l o ; a p a r t a cuidadosamente esta

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 31

    agua, porque es el disolvente de l a L u n a ; consrvala p a r a l a Obra, ella disuelve l a p l a t a y l a separa del oro, calcina el M e r c u r i o y las f lores de M a r t e ; comunica a l a p i e l de l hombre u n a coloracin morena que se v a con d i f i c u l t a d . Es el agua p r i m a de los filsofos, es per fecta en el p r i m e r grado. Preparars tres l i t r o s de esta agua.

    A G U A S E G U N D A , P R E P A R A D A P O R L A S A L A M O N I A C O

    E n nombre del Seor, t oma u n a l i b r a de agua p r i m a y disuelve cuatro lotes de sal amonaco p u r a e i n c o l o r a ; hecha l a disolucin, el agua ha cambiado de color, ad-qu i r i endo otras propiedades. E l agua p r i m a era verdosa, disolva la L u n a , no tena accin sobre el S o l ; pero en cuanto se le agrega l a sal amonaco toma u n color ama-r i l l o , disuelve el oro, el M e r c u r i o , el A z u f r e subl imado y comunica u n a f u e r t e coloracin a m a r i l l a a l a p i e l del hombre. Conserva preciosamente esta agua, porque a continuacin nos servir.

    A G U A T E R C E R A , P R E P A R A D A P O R M E D I O D E L M E R C U R I O S U B L I M A D O

    Toma una l i b r a de agua segunda y once lotes de M e r -cur io subl imado (por el v i t r i o l o romano y l a sal) b ien preparado y b ien p u r o . Verters poco a poco el M e r c u -r i o en el agua segunda. Despus sellars el o r i f i c i o del matraz , por temor de que se escape el espritu del M e r -cur io . Colocars el matraz sobre cenizas templadas, ' y el agua comenzar en seguida a obrar sobre el M e r c u r i o ,

  • 32 S I E T E T E X T O S D E A L ' Q U I M I A

    disolvindolo e incorporndoselo. Dejars el matraz so-bre las cenizas calientes, no deber quedar u n exceso de agua, y ser preciso que el M e r c u r i o subl imado se disuelva por completo. E l agua obra por inhibicin sobre el M e r c u r i o hasta que l o disuelve.

    S i el agua no ha podido d iso lver todo el M e r c u r i o , tomars el que haya quedado en el fondo del recipiente, lo desecars a fuego lento , pulverizars y lo disolvers en una nueva cant idad de agua segunda. Hars de nuevo esta operacin hasta que todo e l M e r c u r i o subl imado se haya disuelto en el agua. Reunirs en u n a sola todas esas soluciones, en u n frasco b ien l i m p i o de v i d r i o , de l cual tapars perfectamente l a boca con cera. Poni cu i -dadosamente aparte . Porque sa es nuestra agua tercera, filosfica, espesa, perfecta en el tercer grado. Es l a ma-dre de l A g u a r d i e n t e que reduce todos los cuerpos a su m a t e r i a p r i m a .

    A G U A C U A R T A Q U E R E D U C E L O S C U E R P O S C A L C I N A D O S A S U M A T E R I A P R I M A

    Coge agua tercera mercrica, perfecta en el tercer g r a -do, l mpida y pona a p u t r i f i c a r en el v i e n t r e del caba-l l o en u n m a t r a z l i m p i o , de cuello largo , b ien cerrado, d u r a n t e catorce das.

    D e j a f e r m e n t a r ; las impurezas caen a l f ondo y el agua pasa del a m a r i l l o a l ro jo . E n este momento r e t i -rars el m a t r a z y lo pondrs sobre cenizas a u n fuego m u y suave, adaptndole u n capite l de alambique con su recipiente. Comienza lentamente l a destilacin. L o que pasa gota a gota es nuestro A g u a r d i e n t e m u y l m-p i d o , p u r o y pesado. Leche v i r g i n a l . V i n a g r e m u y agrio .

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 33

    , Contina suavemente el fuego hasta que todo el aguar-diente haya destilado t r a n q u i l a m e n t e ; cesa entonces el fuego, de ja que el h o r n i l l o se enfre y conserva con cuidado t u agua destilada. Ese es nuestro A g u a r d i e n t e , V i n a g r e de los filsofos, Leche v i r g i n a l que reduce los cuerpos a su mater ia p r i m a . Se le ha dado una i n f i n i d a d de nombres.

    H e aqu las propiedades de esta agua : una gota de-. positada sobre una lmina de cobre caliente, l a penetra

    en seguida y de ja en e l la u n a mancha blanca. Echada sobre carbones, emite h u m o ; e n el aire se congela y pa-rece hielo. Cuando se desti la esta agua, las gotas no pa-

    ' san siguiendo todas el mismo camino, sino que unas pasan por u n lado y otras por o tro . No acta sobre los

    "metales como el agua fuer te , corrosiva, que los disuelve, sino que reduce a M e r c u r i o todos los cuerpos que baa, como ms adelante lo vers.

    Despus de l a putrefaccin, l a destilacin y l a c l a r i f i -cacin, es p u r a y ms perfecta, despojada de todo p r i n -

    i ' c ipio sul furoso gneo y corrosivo. N o es u n agua que corroe, no disuelve los cuerpos, los reduce a M e r c u r i o .

    , Debe esta prop iedad a l M e r c u r i o p r i m i t i v a m e n t e disuel -to y p u r i f i c a d o en el tercer grado de l a perfeccin. No

    5-'''eontiene ya heces n i impurezas terrosas. L a ltima des-tilacin las ha separado, las impurezas negras quedaron

    >' en el f ondo del alambique. E l color de esta agua es azul , 'lmpida y rosada; pona aparte . Porque reduce todos 'j los cuerpos calcinados y podridos , a su mater ia p r i m a , r a d i c a l o m e r c u r i a l . | Cuando quieras reduc i r con esta agua los cuerpos cal -ie inados, p repara as dichos cuerpos. /. Toma u n marco del cuerpo que t quieras, Sol o

    L u n a ; lmalo suavemente. Pu lver i za b i e n esta l i m a d u r a

  • 3 4 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    sobre u n a p i edra con sal comn preparada . Separa la sal disolvindola en agua cal iente ; l a cal pu lver izada caer a l f ondo del l qu ido ; decana. Seca l a cal, mjala tres veces con aceite trtaro, de jando cada vez que l a cal absorba todo el aceite; p o n en seguida l a cal en u n pequeo m a t r a z ; virtele encima aceite de trtaro, de modo que el l quido tenga u n espesor de dos dedos, c i e rra entonces el matraz , poni a p u t r i f i c a r en el v i e n -t r e del caballo d u r a n t e ocho d as ; despus t o m a el m a -traz , decanta el aceite y deseca l a cal. Hecho esto, pon l a cal en u n peso i g u a l de nuestro A g u a r d i e n t e ; c i e r ra el matraz y de ja d i g e r i r a u n fuego m u y suave hasta que toda l a cal se haya convert ido en M e r c u r i o . Decanta entonces el agua con precaucin, recoge el M e r c u r i o cor-p o r a l , poni en u n a vas i ja de v i d r i o ; purifcalo con agua y sal comn, deseca segn las reglas, colcalo en u n lienzo f i n o y exprmelo en got i tas . S i pasa todo , est bien. S i queda a lguna porcin del cuerpo amalga-mado, a causa de que l a disolucin no ha sido completa, p o n ese residuo con u n a nueva cant idad de agua ben-d i t a . Piensa que l a destilacin del agua debe hacerse a l bao de Mar a ; p a r a e l aire y el fuego, se destilar sobre cenizas calientes. E l agua debe ser extrada de l a sus-tanc ia hmeda y no de o t r a p a r t e ; el a i re y el fuego deben ser sacados de l a sustancia seca y no de o t ra .

    P R O P I E D A D E S D E E S T E M E R C U R I O

    E s menos mvil, corre menos de p r i s a que el o tro M e r c u r i o ; deja trazas de su cuerpo f i j o en el fuego ; u n a gota puesta sobre u n a lmina calentada a l r o j o , de ja u n residuo.

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 35

    M U L T I P L I C A i C I O N D E L M E R C U R I O F I L O S O F I C O

    Cuando tengas t u M e r c u r i o filosfico, t oma de l dos partes y una par te de l a l i m a d u r a mencionada ms a r r i b a ; haz una amalgama molindolo todo j u n t o hasta u n a unin perfecta . P o n esta amalgama en u n matraz , c i e r r a bien el o r i f i c i o y colcalo sobre las cenizas a u n fuego moderado. Todo se convertir en M e r c u r i o . As podrs aumentar lo hasta el i n f i n i t o , porque como l a c a n t i d a d voltil sobrepasa siempre a l a c a n t i d a d de f i j o , lo aumenta inde f in idamente , comunicndole su p r o p i a naturaleza y s iempre habr bastante.

    A h o r a t sabes p r e p a r a r el A g u a r d i e n t e , conoces sus grados y propiedades, conoces l a putrefaccin de los cuerpos metlicos, su reduccin a l a m a t e r i a p r i m a , y l a multiplicacin de la mater ia hasta e l i n f i n i t o . Te he expl icado claramente l o que todos los filsofos h a n ocul -tado con cuidado.

    P R A C T I C A D E L M E R C U R I O D E L O S S A B I O S

    N o es el M e r c u r i o del vu lgo , es l a m a t e r i a p r i m a de los filsofos. Es u n elemento acuoso, fro, hmedo, es u n agua permanente , es el espritu de l cuerpo, vapor

    , graso, A g u a bendita , A g u a fuer te . A g u a de los sabios, 1^! V i n a g r e de los filsofos. A g u a m i n e r a l , Roc o de la '' gracia celeste; tiene muchos otros nombres ms, y s i I', b i en son diferentes, designan todos a u n a misma y ni-

    ca cosa, que es e l M e r c u r i o de los filsofos, es l a fuerza

  • 3 6 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    de l a A l q u i m i a ; slo l puede serv ir para hacer l a t i n -t u r a blanca y l a r o j a , etctera.

    Toma, pues, en nombre de Jes Cristo , nuestro M . . . venerable, A g u a de los filsofos, Hyl p r i m i t i v o de los sabios; es l a p i e d r a que se te ha descubierto en este t r a -tado , es l a m a t e r i a p r i m a del cuerpo perfecto, como lo has adiv inado . Pon t u m a t e r i a en u n h o r n i l l o , en u n rec ipiente l i m p i o , claro, t ransparente y redondo, del cual sellars hermticamente el o r i f i c i o , de suerte que nada pueda escaparse.

    T u mater ia ser colocada sobre u n lecho b ien p lano , l igeramente ca l iente ; all lo dejars u n mes f i losf ico ; mantendrs el calor siempre i g u a l , mientras el sudor de l a m a t e r i a se subl ime, hasta que no sude ms, que no suba nada , que nada baje, que comience a podr irse , a sofocarse, a coagularse y a f i j a r se , como consecuencia de l a constancia del fuego.

    Y a no se elevar ms substancia area humeante y nuestro M e r c u r i o quedar en el fondo, seco, despojado de su humedad, podr ido , coagulado, convertido en u n a t i e r r a negra, que se l l ama Cabeza negra del cuervo, ele-mento seco terroso.

    Cuando hayas hecho esto, habrs l levado a cabo l a verdadera sublimacin de los Filsofos, durante l a cual has recorr ido todos los grados precitados.- sublimacin de l M e r c u r i o , destilacin, coagulacin, putrefaccin, ca l -cinacin y fi jacin, en u n solo matraz y en u n solo h o r n i l l o , como se ha dicho.

    E n efecto, cuando nuestra p i e d r a est en su rec ip ien-te, y el la se eleva, se dice entonces que hay sublimacin o ascensin. Pero cuando en seguida cae de nuevo a l fondo, se dice que hay destilacin o precipitacin. Ms adelante, cuando despus de l a sublimacin y l a dest i -

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 3 7

    s lacin, nuestra P i e d r a comienza a podr irse y a coagu-la' larse, es l a putrefaccin y l a coagulacin; f ina lmente , | i cuando se calcina y f i j a por privacin de su humedad

    r a d i c a l acuosa, es l a calcinacin y f i jac in; todo esto se i> efecta por el solo acto de calentar, en u n solo h o r n i l l o I y en u n solo rec ipiente , como se ha dicho. |, Es ta sublimacin constituye u n a verdadera separacin y de los elementos, segn ios f i lsofos: " E l t r a b a j o de

    nuestra p i edra no consiste ms que en l a separacin y h conjuncin de los elementos; porque en nues t ra sub l i -

    I macin el eleniento acuoso fro y hmedo se convierte ',t en elemento terroso, seco y clido. De esto se desprende k que l a separacin de los elementos de nuestra p i edra no

    es v u l g a r , sino f i losf ico; nuestra nica sublimacin m u y I,!, per fecta , basta, en efecto, p a r a separar los elementos; en '', nuestra p i edra no hay ms que la f o r m a de dos elemen-

    tos, el agua y la t i e r r a , que contienen v i r t u a l m e n t e a los I otros dos. L a T i e r r a encierra v i r t u a l m e n t e a l Fuego, a

    causa de su sequedad; el A g u a contiene v i r t u a l m e n t e el u A i r e a causa de su humedad. P o r l o tanto , es b ien ev i -'f dente que si nuestra p i e d r a no t iene en ella ms que / l a f o r m a de dos elementos, encierra v i r t u a l m e n t e a los j c u a t r o " .

    Tambin ha dicho u n f i lsofo : " N o hay separacin de los cuatro elementos en nuestra P iedra , como lo creen

    los imbciles. Nues t ra natura leza encierra u n arcano m u y oculto del cual se ven l a fuerza y l a potencia, l a t i e r r a

    tj e l agua. E n c i e r r a otros dos elementos, el aire y el fue -go, pero no son n i visibles, n i tangibles , no se les i)uede representar, nada Ies descubre, se i g n o r a su poder, que no se mani f i es ta ms que en los otros dos elementos, t i e r r a y agua, cuando el fuego cambia los colores d u -rante l a cocc i n" .

  • 3 8 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    H e aqu que por l a gracia de Dios tienes el segundo componente de la p i e d r a f i loso fa l , que es l a T i e r r a ne-gra . Cabeza de cuervo, madre , corazn y raz de los otros colores. De esta t i e r r a , como de u n tronco , nace todo el resto. Este elemento terroso y seco, ha recibido en los l ibros de los filsofos numerosos nombres, t o -dava se le l l a m a Latn i n m u n d o . Residuo negro, Bronce de los filsofos, N u m m u s , A z u f r e negro. Macho, Espo-so, etctera. A pesar de esta i n f i n i t a var i edad de n o m -bres, es siempre u n a misma y nica cosa, sacada de una sola mater ia .

    Como consecuencia de esa privacin de humedad, cau-sada p o r l a sublimacin filosfica, el voltil se ha con-v e r t i d o en f i j o , el blando en duro , y el acuoso se ha hecho terroso, segn Geber. E s l a metamorfosis de l a naturaleza , el cambio del agua en fuego, segn l a T u r -ba. E s tambin el cambio de las constituciones fras y hmedas, en constituciones biliosas, secas, segn los m-dicos. Aristteles dice que el espritu ha tomado u n cuerpo, y A l p h i d i u s que el l quido se ha hecho viscoso. L o oculto se ha hecho mani f iesto , dice Rud ianus en el Libro de las tres palabras. A h o r a se comprende a los filsofos cuando d i cen : " N u e s t r a G r a n Obra no es o t r a cosa que una permutacin de las naturalezas, u n a evo-lucin de los e lementos" . E s b ien evidente que a causa de esta privacin de humedad , secamos l a p i edra , l o vo -ltil se hace f i j o , e l espritu se hace corporal , el l quido se vuelve slido, el fuego se convierte en agua, y el a ire en t i e r r a . As hemos cambiado las verdaderas naturalezas siguiendo u n cierto orden, hemos hecho g i r a r a los cuatro elementos en crculo, hemos permutado sus naturalezas. Que Dios sea eternamente b e n d i t o ! Amn.

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 39

    Tasemos ahora, con permiso de Dios , a l a segunda operacin que es el blanqueo de nuestra t i e r r a p u r a . Toma, pues, dos partes de t i e r r a f i j a o Cabeza de cuer-v o ; mulela f inamente y con precaucin en u n mortero exc-esivamente l i m p i o , agrgale u n a par te del A g u a f i -losfica que t sabes (es e l agua que aparta.ste) . Aplcate a u n i r l a s , embebiendo poco a poco a la t i e r r a seca, hasta que haya saciado su sed; muele y mezcla t a n bien, que l a anin del cuerpo, del alma y del agua sea per fecta e ntima. Hecho esto, meters todo en u n matraz her -

    ; mlicamente cerrado a f i n de que nada se escape, y l o depositars sobre su pequeo lecho l iso , t i b i o , s iempre caliente p a r a que a l sudar desembarace sus entraas de l

    . l quido que bebi. Al l l o dejars ocho das, hasta que l a t i e r r a blanquee en parte . Entonces tomars la P i e d r a ,

    , l a pulverizars, l a empapars de nuevo con l a Leche v i r -g i n a l , removiendo, ha.sta que haya apagado su sed; v o l -vers a poner la en el m a t r a z sobre su pequeo lecho

    ( t i b i o , p a r a que sudando se deseque, como se d i j o ms a r r i b a . Repetirs cuatro veces esta operacin, siguiendo

    ,el mismo o r d e n : imbibicin de l a t i e r r a p o r el agua has-t a l a per fec ta unin, desecacin, calcinacin. De ese modo habrs cocido suficientemente l a t i e r r a de nuestra p i e d r a m u y preciosa. Siguiendo este o r d e n : coccin, p u l -verizacin, imbibicin p o r el agua, desecacin y calci -nacin, has p u r i f i c a d o suficientemente l a Cabeza de cuer-vo, la t i e r r a negra y ftida, l a has conducido a l a b l a n -

    ' c u r a p o r el poder del fuego, d e l ca lor y del A g u a b lan-queadora. Recoge t u t i e r r a blanca y pona cuidadosa-mente a u n lado, porque es u n b ien precioso, es l a T i e r r a

    ' folicea blanca, A z u f r e blanco. Magnesia blanca, etc. Mor i enus habla de ella cuando dice . . . " P o n e d apodrir esta t i e r r a con su agua, p a r a que se p u r i f i q u e y con l a

  • 4 0 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    ayuda de Dios terminaris el M a g i s t e r i o . " Hermes dice tambin que el A z o t h lava a l Latn y le despoja de todas sus impurezas.

    E n esta ltima operacin hemos reproduc ido l a ver -dadera conjuncin de los elementos, porque el agua se ha un ido a l a t i e r r a y el aire a l fuego. Es la unin del hombre y l a m u j e r , del macho y de la hembra , del oro y de l a p l a t a , del A z u f r e seco y del A g u a celeste i m p u r a . Tambin ha habido resurreccin de los cuerpos muertos . P o r eso ha dicho el f i lsofo : ' ' Que aquellos que no saben m a t a r y resucitar , abandonen el a r t e . " Y en otro s i t i o : " A q u e l l o s que saben m a t a r y resuc i tar sacarn prove -cho de nuestra ciencia. A q u e l que sepa hacer esas dos cosas ser el Prncipe del A r t e . " O t r o filsofo ha d i -cho : " N u e s t r a T i e r r a seca no dar ningn f r u t o , si no es pro fundamente embebida por su A g u a de l l u v i a . Nues t ra t i e r r a seca t iene una g r a n sed, cuando ha co-menzado a beber, bebe hasta las heces." Otro ha expre-sado: " N u e s t r a T i e r r a bebe el agua fecundante que aguardaba, apaga su sed, y despus produce centenares de f r u t o s . " Se encuentran muchos otros parajes seme-jantes en los l ibros de los f i lsofos ; pero estn en f o r m a de parbola, p a r a que los malos no puedan entenderlos. P o r la gracia de Dios, t ahora posees nuestra T i e r r a blanca folicea, p reparada p a r a s u f r i r la fermentacin que le dar e l a l iento . Tambin ha dicho el f i lsofo : " B l a n q u e a d l a t i e r r a negra antes "de agregarle el f e r -n i e n t o . " O t r o ha d i c h o : " S e m b r a d vuestro oro en l a T i e r r a folicea b l a n c a . i . y el la os dar f r u t o c e n t u p l i -cado . " G lor ia a Dios. Amn.

    Pasemos a la tercera operacin, que es l a f e r m e n t a -cin de l a T i e r r a blanca. No es preciso a n i m a r el cuerpo muer to y resucitarle , p a r a m u l t i p l i c a r su potencia a l i n -

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 4 1

    f i n i t o y hacerlo pasar a l estado de E l i x i r per fecto b l a n -co, que cambia a l M e r c u r i o en L u n a per fecta y verda -dera. F jate que el f ermento no puede penetrar el cuerpo m u e r t o s i no es por medio del agua que hace el casa-miento y s irve de logo entre t i e r r a blanca y el f e r -mento. Por eso en toda fermentacin hay que cu idar el peso de cada cosa. Por tanto , s i quieres poner a f e r m e n -t a r la T i e r r a folicea blanca p a r a t r a n s f o r m a r l a en E l i -x i r blanco que encierre u n exceso de t i n t u r a , te es p r e c i -so t omar tres partes de T i e r r a blanca o Cuerpo muer to foliceo y dos partes del A g u a r d i e n t e que habas reser-

    ' vado,, y u n a par te y media de fermento . P r e p a r a este f e rmenta de modo t a l que est reducido a una cal blanca tenue y f i j a , si quieres hacer el e l i x i r blanco. S i quieres hacer el e l i x i r r o j o , srvete de cal de oro m u y a m a r i l l o , p reparada segn el arte . N o hay ms fermentos que sos. E l f e rmento de l a p l a t a es l a p l a t a y el del oro es el o r o ; as pues, no busques p o r o tro lado. L a razn de ello es que esos dos cuerpos son luminosos y enc ierran rayos deslumbradores que comunican a los otros cuer-pos l a verdadera ro jez y b lancura . Son de u n a n a t u r a -leza semejante a l a del A z u f r e ms p u r o de l a mater ia , de l a especie de las piedras . '

    De manera que debers extraer cada especie de su es-pecie y cada gnero de su gnero. L a obra a l blanco tiene p o r objeto blanquear, l a obra a l r o j o enrojecer.

    (,t Sobre todo no mezcles las dos Obras, s i no, no hars hada de provecho.

    Todos los filsofos dicen que nues t ra P i e d r a se com-

  • 42 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    el casamiento, molindolas bien en u n a p i edra l i m p i a , en f o r m a que se u n a n en sus ms nfimas partculas, const i tuyendo u n caos confuso. Cuando del todo hayas hecho u n solo cuerpo, lo pondrs suavemente en u n rec ipiente especial, que colocars sobre su lecho caliente p a r a que la mezcla se coagule, se f i j e y se ponga blanca. Tomars esta p i edra blanca bendi ta , la molers f i n a -mente sobre u n a p i e d r a b ien l i m p i a , l a mojars con una tercera par te de su peso de agua p a r a calmar su sed. E n .seguida l a volvers a poner en el matraz claro y l i m p i o sobre su pecho templado y caliente p a r a que co-mience a sudar, a devolver su agua, y f ina lmente de ja -rs que sus entraas se desequen. Repite var ias veces hasta que, por este procedimiento , hayas preparado nuestra m u y excelente P i e d r a blanca, f i j a , que penetra las ms pequeas partes de los cuerpos m u y rpida-mente, f luyendo como el agua f i j a cuando se l a pone so-bre el fuego, conv ir t iendo los cuerpos imperfectos en p l a t a verdadera, en todo comparable con l a p l a t a n a t u -r a l . T e n en cuenta que si repites var ias veces todas esas operaciones en el mismo o r d e n : disolver, coagular, mo ler y cocer, t u Med i c ina ser t a n t o me jor , y su excelencia aumentar de ms en ms. Cuanto ms trabajes t u Pie -d r a p a r a aumentar su v i r t u d , t a n t o ms r e n d i m i e n t o obtendrs cuando hagas l a proyeccin sobre los cuerpos imperfectos . De suerte que, si despus de u n a operacin una par te del E l i x i r convierte cien partes de cualquier cuerpo en L u n a , despus de dos operaciones convertir m i l ; despus de tres, diez m i l ; despus de cuatro , c ien m i l ; despus de cinco, u n milln y despus de seis ope-raciones mi l l a res de miles, y as sucesivamente hasta el i n f i n i t o . Por eso los adeptos todos elogian l a g r a n m-x i m a de los filsofos sobre l a perseverancia p a r a r e p e t i r

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 43

    esta operacin. S i hub iera bastado una imbibicin, no hubiesen d i s curr ido tanto sobre este tema. Que las g r a -cias sean dadas a Dios . Amn.

    S i deseas cambiar esa P i e d r a gloriosa, ese Rey blanco .que t r a n s m u t a j tie el M e r c u r i o y todos los cuerpos imperfectos en verdadera L u n a ; si deseas, digo, con-v e r t i r l a en P i e d r a r o j a que t r a n s m u t a y tie el M e r c u -r i o , l a L u n a y los dems metales en verdadero Sol , obra as : Toma l a P i e d r a blanca y divdela en dos p a r t e s : l a una podrs aumentar la el estado de elxir blanco con su A g u a blanca, como se ha dicho antes, de modo que tendrs de ella inde f in idamente . L a o t r a l a pondrs en e l nuevo lecho de los filsofos, p u r o , l i m p i o , t ranspa -rente y esfrico, colocando todo en e l h o r n i l l o de diges-tin. Aumentars el fuego hasta que p o r su fuerza y

    |,' su poder l a m a t e r i a se haya t r a n s f o r m a d o en u n a p i edra K m u y r o j a , que los filsofos l l a m a n Sangre. Oro prpu-

    r a , Cora l r o j o o A z u f r e r o j o . Cuando veas ese color, y que el r o j o sea t a n b r i l l a n t e como el azafrn seco cal -

    , eiaado, entonces toma alegremente a l Rey y ponle pre -ciosamente aparte . Si deseas conver t i r l e en t i n t u r a del m u y poderoso Elxir r o j o , que t r a n s m u t a y tie el M e r -,curio, la L u n a y cualquier otro m e t a l imper fec to en So l

    f m u y verdadero , p o n a f e r m e n t a r tres partes , con u n a , par te y media de oro m u y p u r o en estado de cal s u t i l y b ien a m a r i l l a , y dos partes de A g u a sol idi f icada. H a z

    .con el la una mezcla per fecta de acuerdo con las reglas del A r t e , hasta que no dist ingas ms sus componentes.

    ^Vulvelo a colocar en el matraz sobre u n fuego que madure , p a r a dar le la perfeccin. E n cuanto aparezca ' la verdadera P i e d r a sangunea r o j a , agregars g r a d u a l -

    '^Jnente A g u a slida.

    I

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    Poco a poco aumentars el fuego de digestin. A c r e -centars su perfeccin rep i t i endo l a operacin. Es nece-sario agregar cada vez A g u a slida (que t guardaste ) , que conviene a su n a t u r a l e z a ; m u l t i p l i c a su potencia hasta el i n f i n i t o , s in cambiar nada de su esencia. U n a p a r t e de Elxir perfecto en el p r i m e r grado, proyectada sobre cien partes de M e r c u r i o ( lavado con v i n a g r e y sal, como debes saberlo) colocada en u n crisol a fuego suave, hasta que aparezcan vapores, las t r a n s m u t a de inmed ia to en verdadero Sol m e j o r que el n a t u r a l . L o mismo sucede reemplazando el M e r c u r i o p o r la L u n a .

    Para cada grado de mayor perfeccin .del Elxir , r e -sul ta como p a r a e l Elxir blanco, hasta que por f i n t i n a de Sol cantidades i n f i n i t a s de M e r c u r i o y de L u n a . A h o -r a t posees u n precioso arcano, u n tesoro i n f i n i t o . Por eso dicen los f i lsofos: " V u e s t r a P i edra tiene tres co-lores, es negra a l p r i n c i p i o , blanca en el medio y r o j a a l f i n . ' ' U n filsofo ha d i cho : " E l calor, actuando p r i -meramente sobre lo hmedo e n g e n d r a b a n e g r u r a , su accin sobre l o seco engendra la b lancura y sobre sta engendra l a rojez. Porque l a blanca no es ms que l a privacin completa de n e g r u r a . E l blanco, fuer temente condensado por l a fuerza del fuego, engendra el r o j o . " " T o d o s vosotros, buscadores que trabajis .el A r t e ha dicho otro sabio, cuando veis aparecer el blanco en el rec ipiente , sabed que el r o j o est oculto en ese blanco. Os es preciso extraer lo de l y p a r a eso calentar fuertemente hasta l a aparicin del r o j o . "

    A h o r a , demos gracias a Dios, sublime y glorioso So-berano de l a Natura leza , que ha creado esta sustancia y le ha dado una prop iedad que no se h a l l a en ningn otro cuerpo. E l l a es l a que, puesta sobre el fuego, en-tab la combate con l y le resiste val ientemente. Todos

    E L C O M P U E S T O D E L O S COMPUE.STOS 45

    los dems cuerpos huyen o son exterminados por el fuego.

    Recoged mis palabras, f i j aos cuntos .misterios en-c i e r ran , porque en este corto t ra tado he r e u n i d o y ex-p l i cado lo que hay ms secreto en l a A l q u i m i a ; todo est dicho en l sencilla y claramente, no he o m i t i d o nada, todo se encuentra brevemente indicado , y tomo a Dios por testigo de que en los l ibros de los Filsofos no se puede h a l l a r nada m e j o r de lo que os he dicho. P o r eso te lo .suplico, no confes este t r a t a d o a nadie , no lo dejes caer en manos impas, porque encierra los secretos de los filsofos de todos los siglos. T a l cant idad

    ', de preciosas perlas no debe ser echada a los puercos ^ y a los indignos . S i , no obstante, eso sucediera, ruego

    entonces a Dios todopoderoso que t no consigas t e r m i - n a r jams esta Obra d i v i n a .

    B e n d i t o sea Dios , uno en tres personas. A M N .

    A P U N T E S B I O G R A F I C O S S O B R E R O G E R I O B A C O N

    Naci Rogerio Bacon en el ao 1211 en I lchester , eon-' 'dado de Sommerset, en I n g l a t e r r a . Curs sus pr imeros estudios en O x f o r d , perfeccionndolos en Pars, donde

    alcanz los ttulos de doctor en Teologa y Magis ter o ,maitr6 s-arts.

    Fu u n a de las mental idades descollantes de su siglo, y se distingui como fsico, fi lsofo, telogo, a lqu imis -

    ^ t a y astrlogo. P o r sus vastos y pro fundos conocimien-' tos en todas las ramas de l a ciencia, le l l a m a r o n ' ' el doc-' t o r a d m i r a b l e " . H i z o numerosos descubrimientos qu-micos e invent muchos aparatos de fsica. Conoca p e r -

  • 46 S I E T E T E X T O S D E A L Q U I M I A

    fectamente el griego, el rabe y el hebreo, adems del latn, como es n a t u r a l , y se perfeccion en esos idiomas p a r a poder leer a todos los buenos autores en sus textos originales. E r a u n a verdadera persona l idad cientfica de prodig iosa erudicin.

    E n 1250 volvi a O x f o r d e ingres en l a Orden de franciscanos. Estaba compuesta dicha Orden, en su i n -mensa mayora, p o r personas ignorantes, s in n i n g u n a ilustracin o c u l t u r a , y sus superiores comenzaron a perseguir a Bacon, a t r ibuyendo su saber a pacto sat-nico, ca l i f i cando de herejas a sus escritos y de prctica de M a g i a a sus experimentos de laborator io .

    A todo esto responda el sabio monje sosteniendo que p a r a la Ciencia no poda haber otras autor idades que l a experimentacin y l a observacin de l a Natura leza . Proc lamaba l a necesidad de l a l i b e r t a d del pensamiento y de l a investigacin p o r mtodos de experimentacin rac iona l . , ! , ;

    E l general de su Orden, Buenaventura , despus san-t i f i c a d o , lo envi desterrado a Pars, donde lo encerra-r o n en u n convento, con estrecha v i g i l a n c i a p a r a ev i ta r que se comunicara con el ex ter ior , y prohibicin abso-l u t a de proseguir sus estudios y de escribir . E n 1265 el papa Clemente I V le dio permiso p a r a escribir, y el monje compuso su Opus Majus que envi a l p a p a en 1267. Poster iormente compuso el Opus minus y despus el Opus Tertiun. E n el ao 1277 Clemente I V dio orden de poner en l i b e r t a d a Bacon, qu ien volvi a O x f o r d y compuso su Compendium Studii Philosophiae.

    Pero muri Clemente I V , le sucedi Nicols I I I , y Jernimo de Asco l i , entonces general de los francisca-nos, conden los escritos de Bacon , acusndole de magia y hereja. Le hizo encarcelar de nuevo en 1282. Jernimo

    E L C O M P U E S T O D E L O S C O M P U E S T O S 47

    Ascol i fu elegido papa con el nombre de Nicols I V . Esto quitaba a Rogerio t oda esperanza de l i b e r t a d , pero fu nombrado general de los franciscanos Reymundo Gauf red i , hombre bueno, e rud i to y comprensivo, que puso en l i b e r t a d a Bacon en el ao 1292.

    Nuestro m o n j e regres a I n g l a t e r r a , pero y a quebran-tado p o r tantas vic is itudes, y muri en O x f o r d en 1294.

    A p a r t e de sus . obras a r r i b a mencionadas, escribi: Alchemia Major; Speculum alchemiae ( cuyo traduccin damos a cont inuacin) ; De leone viridi; Breviariam de dono Dei; Secretum secretorum; Epstolae de secretis operibus artis et naturae ac muUitate magiae; etctera.

    Se ha hecho una recopilacin de las obras de Bacon re lat ivas a la A l q u i m i a , de la que se p u b l i c a r o n dos edi -ciones, con el t tulo : Bogerii Baconis Thesaurus chimi-cus, i n 8?, F r a n c o f u r t i , 1603 y 1620.

    M . M . de A .

  • E L E S P E J O D E L A A L Q U I M I A

    D E

    R O G E E I O B A C O N

    ( S P E C U L U M A L C H E M I J E )

    P R E F A C I O

    En sus escritos, los Filsofos se haii expresado de muchas maneras diferentes, pero siempre enigmticas.

    Nos han legado una ciencia noble entre todas, mas com-

    pletamente velada \para nosotros por su lenguaje mbu-

    loso, enteramente oculta bajo un impenetrable velo. Y,

    sin embargo, han tenido razn para obrar asi. De suerte

    que os conjuro n que ejercitis con perseverancia,vuestra

    mente sobre estos siete captulos, que encierran el arte

    de trasmutar los metales, sin inquietaros por los escritos

    de los "dems filsofos. Bepasad mentalmente con 'fre-

    cuencia su comienzo, su medio y su final, y hallaris en

    ellos invenciones tan sutiles que muestra alma se sentir

    llena de alegra.

    D E F I N I C I O N E S D E L A A L Q U I M I A

    E n algunos manuscritos antiguos, se encuentran va -r ias definiciones de este arte , de las cuales interesa que hablemos aqu. Hermes dice : " L a A l q u i m i a es l a cien-

    E L E S P E J O D E L A A L Q U I M I A 49

    *icia inmutab le que t r a b a j a sobre los cuerpos con ayuda de la teora y de l a experiencia, y que, p o r u n a c o n j u n -cin n a t u r a l , los t r a n s f o r m a en u n a especie s u p e r i o r ms prec iosa . "

    ; O t r o filsofo ha d i cho : " L a A l q u i m i a ensea a t r a n s -

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    Ahora, recoge piadosamente estas enseanzas sobre la naturaleza de los metalles, sobre su pureza o impureza, su pobreza o su riqueza en principios.

    Naturaleza del Oro: el oro es un cuerpo perfecto compuesto de un Mercurio puro, f i jo , brillante, rojo, y de un Azufre puro, f i jo , rojo y no combustible. E l Oro es perfecto.

    Naturaleza de la Plata: es un cuerpo puro, casi per-fecto, compuesto de un Mercurio puro, casi f i jo , b r i -llante y blanco. Su Azufre tiene las mismas cualidades. No le falta a la Plata sino un poco ms de fijeza, de color y de peso.

    Naturaleza del Estao: es un cuerpo puro, imperfecto, compuesto de un Mercurio puro, f i j o y voltil, brillante, blanco en di exterior, rojo en. el interior. Su Azufre tiene las mismas cualidades. Slo le falta al estao ser un poco ms cocido y digerido.

    Naturaleza del Plomo: es u n cuerpo impuro e im-perfecto, compuesto de un Mercurio impuro, inestable, terrestre pulverulento, ligeramente blanco a exterior, rojo al interior. Su Azufre es semejante y adems com-bustible. A l plomo le falta la pureza, la fijeza y el co-lor;' no est bastante cocido.

    Naturaleza del Cobre: el cobre es un metal impuro e imperfecto, compuesto por u n Mercurio impuro, ines-table, terrestre, combustible, rojo y sin esplendor. Igual es su Azufre, Le falta al cobre la 'fijeza, la pureza y el peso. Contiene demasiado color impuro y partes te-rrosas incombustibles.

    Naturaleza del Hierro : el hierro es un cuerpo impuro imperfecto, compuesto por un Mercurio impuro, dema-siado f i jo , que contiene partes terrosas combustibles, blanco y rojo, pero sin bri l lo . Le faltan la fusibilidad.

    E L E S P E J O D E L A A L Q U I M I A 51

    hi pureza y el peso; contiene demasiado Azufre f i j o impuro y partes terrosas combustibles.

    Todo ahiuimista debe tener en cuenta lo que precede.

    DE DONDE D E B E E X T R A E R S E L A M A T E R I A PRXIMA A L E L I X I R

    En lo que antecede se ha determinado suficientemente la gnesis de los metales perfectos e imperfectos.

    Ahora vamos a trabajar para volver pura y perfecta la materia imperfecta. De los captulos precedentes se desprende que todos los metales estn compuestos de Mercurio y de Azufre, que la impureza y la imperfec-cin de los compuestos se vuelve a encontrar en el com-puesto ; como a los metales no se ,les puede agregar sino sustancias sacadas de ellos mismos, se deduce que n i n -guna materia extraa puede servirnos, pero que todo lo que se halla.compuesto de los dos principios, ^basta para perfeccionar y hasta transmutar a los metales.

    Es muy sorprendente ver a personas, hbiles sin em-bargo, trabajar |obre los animales, que constituyen .una materia muy alejada, cuando tienen a mano en los m i -nerales una materia suficientemente prxima. No es im-posible que un filsofo haya colocado a la,Obra en esas materias alejadas, pero lo habr hecho por alegora.

    Dos principios componen todos los metales y nada puede agregarse, unirse a los metales o transformarlos, si en s mismo no est compuesto de dichos dos princi -pios. Por eso el razonamiento nos obliga a usar como Slateria de nuestra Piedra al Mercurio y al Azufre.

    E l Mercurio solo o el Azufre ,solo no pueden engen-drar los metales, pero por su unin dan nacimiento a

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    los diversos metales y a numerosos minerales. Por tanto, es evidente que nuestra Piedra debe nacer de esos dos principios.

    Nuestro secreto ltimo es muy precioso y muy oculto: sobre qu materia mineral, prxima entre todas, debe obrarse directamente? Estamos obligados a escoger con cuidado. Supongamos, ante todo, que sacamos nuestra materia de los vegetales: hierbas, rboles y todo lo que nace de la tierra. Habr que extraer de ellos el Mercurio y el Azufre por medio de una prolongada coccin, ope-raciones que rechazamos, puesto que la Naturaleza nos ofrece Mercurio y Azufre hechos.

    Si hubisemos elegido los animales, nos sera menester trabajar sobre la sangre humana, 'cabellos, orina, excre-mentos, huevos de gallina, en f i n , todo aquello que se puede sacar de los animales. Adems, en tal caso, nos hara falta extraer por la coccin el Mercurio y el Azufre. Recusamos esas operaciones por nuestra primera razn. Si hubisemos elegido los minerales mixtos, tales como las diversas especies de magnesias, marcasitas, t u -tes (ver glosario al f inal del l ibro. N . del T . ) , capa-rrosas o vitriolos, alumbres, brax, sales, etc., sera igualmente necesario extraer de ellos el Mercurio y el Azufre por coccin, lo cual rechazamos por las mismas razones ya citadas. Si eligiramos uno de los siete esp-ritus, como el Mercurio solo, o el Azufre solo, o bien el Mercurio y uno de los dos azufres, o bien el azufre vivo, o el oropimente o el arsnico amarillo, o el ars-nico rojo, no podramos perfeccionarlos, porque la na-turaleza no perfecciona ms que la mezcla determinada .de los dos principios. No podemos hacer mejor que la naturaleza, y necesitamos extraer de esos cuerpos el Azu-

    E L E S P E J O D E L A A L Q U I M I A 53

    fre y el Mercurio, lo cual rechazamos como se dijo ms arriba.

    Finalmente, si tomamos los dos principios mismos, nos hara falta mezclarlo segn cierta proporcin inmutable, desconocida a la mente humana, y en seguida cocerlos hasta que estuviesen coagulados en una masa slida.

    Por esto apartamos la idea de tomar los dos principios separados, es decir, el Azufre y el Mercurio, porque ignoramos su proporcin y porque hallaremos cuerpos ca los cuales los dos principios estn unidos en justas proporciones, coagulados e incorporados segn las re-glas.

    Oculta bien este secreto: E l Oro es un cuerpo per-fecto y macho sin superfluidad n i pobreza. Si perfec-cionase a los metales imperfectos fundidos con l, sera el elxir rojo. La plata es un cuerpo casi perfecto y hembra, y si por simple fusin hiciere casi perfecto a los metales imperfectos, sera el elxir blanco. Lo cual no es, n i puede ser, porque esos cuerpos son perfectos en un solo grado. Si su perfeccin fuese comunicable a los metales imperfectos, estos ltimos no se perfeccio-naran y los metales perfectos resultaran manchados por el contacto de los imperffectos. Pero si fuesen ms que perfectos, el doble, el cuadruplo, el cntuplo, etc., en-tonces podran perfeccionar a los imperfectos.

    La naturaleza obra siempre sencillamente, y por eso en ellos la perfeccin es sencilla, indivisible y no trans-misible. No podran entrar en la composicin de la Pie-dra como fermentos para abreviar la obra; en efecto, se reducirn a sus elementos, porque la cantidad de lo vo-ltil sera mayor que la de lo f i jo .

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    y a causa de que el oro es un cuerpo perfecto com-puesto de un Mercurio rojo y brillante y de un Azufre semejante, no lo tomaremos como materia de la Piedra para el elixir ro jo; porque es demasiado simplemente perfecto, sin perfeccin s u t i l ; es demasiado bien cocido y digerido naturalmente, y apenas ^ i podemos trabajarlo con nuestro fuego ar t i f i c ia l ; lo mismo sucede con la plata.

    Cuando la naturaleza perfecciona alguna cosa, no sabe, sin embargo, purif icarla y perfeccionarla ntimamente, porque obra con sencillez. Si escogisemos el oro o la plata, podramos con mucho trabajo encontrar un fuego capaz de obrar en ellos. Aunque conozcamos ese fuego, no podemos, a pesar de todo, llegar a la purificacin perfecta, debido a la potencia de sus lazos y a su ar-mona natural ; de suerte que rechazamos el oro para el elxir rojo, y a la plata para el elxir blanco. E n -contraremos cierto cuerpo compuesto de Mercurio y de Azufre suficientemente puros, sobre los cuales la natu-raleza haya trabajado poco.

    Nos alabamos de perfeccionar semejante cuerpo con nuestro fuego artif icial j el conocimiento del arte. Le someteremos a una coccin conveniente, purificndolo, colorendolo y fijndolo de acuerdo con las reglas del arte. Por tanto, es menester elegir una materia que con-tenga ^un Mercurio puro, claro, blanco y rojo, no del todo perfecto, mezclado igualmente, en las requeridas proporciones y segn las reglas, con un Azufre seme-jante a l. Esta materia debe ser coagulada en una masa slida y ta l que con la ayuda de nuestra ciencia y nues-tra prudencia, ^podamos llegar a purificarla ntimamente, a perfeccionarla con nuestro fuego, y transformarla de ta l modo que al f ina l de la Obra sea millares de miles

    I E L E S P E J O D E L A A L Q U I M I A 55

    I de veces ms pura y ms perfecta que los cuerpos ordi-I narios cocidos por el calor natural. I' S, pues, prudente; porque si has ejercido la sutileza

    y diafanidad de t u mente en estos captulos donde te . he revelado manifiestamente el conocimiento de la Ma-

    teria, ahora posees esa cosa, inefable y deleitable, objeto ^ de todos los deseos de los Filsofos.

    D E L MODO D E R E G L A R E L FUEGO Y M A N T E N E R L O

    Si no ,tienes la cabeza demasiado dura, si t u mente i no se ha envuelto completamente con el velo de la igno-

    rancia y de la ininteligencia, puedo creer que en los procedentes captulos has encontrado la verdadera Ma-teria de lois Filsofos, materia de la Piedra bendita de

    .' los sabios, en la cual la Alquimia va a actuar con el f i n de perfeccionar los cuerpos imperfectos con ayuda de cuerpos ms que perfectos. Como la naturaleza no nos

    / ofrece ms que cuerpos perfectos o imperfectos, nos es preciso convertir con nuestro trabajo en indefinidamente perfecta la Materia nombrada ms arriba.

    Si ignoramos el modo de obrar, % cul es la causa, si no es que no observamos cmo perfecciona cada da la naturaleza a los metales? No vemos que en las minas los.elementos groseros se icuecen de ta l modo y se espesan tanto por el calor constante que existe en las montaas, que con el tiempo se transforman en Mercurio % j Que el mismo calor, la misma coccin, [transforma las partes grasas de la t ierra en Azufre? Que este calor, aplicado largo tiempo a eisos dos principios, engendra, segn su pureza o su impureza, todos los metales? No vemos

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    que la naturaleza produce y perfeaciona todos los meta-les slo por la coccin ? Oh! locura inf inita , quin os lo pregunt, quin os obliga a querer hacer la misma cosa con ayuda de procedimientos raros y fantsticos? Por eso ha dicho u n filsofo: "Desdichados de vosotros que deseis sobrepasar a la naturaleza y hacer ms que perfectos los metales por un nuevo prcedimiento, fruto de vuestra insensata testarudez. Dios ha dado a la Na-turaleza leyes inmutables, es decir, que debe obrar por coccin continua, y vosotros insensatos, la despreciis o no sabis i m i t a r l a . " Dijo tambin: " E l fuego y el azoth deben bastarte." Y en otro pasaje: " E l valor perfeccio-na todo." Y tambin; " B s preciso cocer, .cocer, recocer y no cansarse de .ello." Y en diferentes pasajes: "Que vuestro fuego sea tranquilo y suave, que se mantenga as todos los das, siempre uniforme, sin debilitarse, si no eso causar gran perjuic io ." S paciente y perseve-rante. Muele siete veces. Sabe que todo nuestro Magiste-rio se hace de una posa: la Piedra, de una sola manera, cociendo y en un solo recipiente. E l fuego desmenuza. La Obra es semejante a la .creacin del hombre. E n la infancia se le nutre .con alimentos ligeros, despus, cuan-do sus huesos se han fortalecido, el alimento es ms forti f icante; del mismo modo, nuestro Magisterio es sometido primeramente a un fuego ligero con el cual hay que obrar siempre durante ,1a coccin. Pero, aunque hablemos sin cesar de fuego moderado, no obstante, queremos decir implcitamente que en el rgimen de la Obra hay que aumentarlo poco a poco y por grados hasta el f i n .

    E L E S P E J O D E L A A L Q U I M I A 57

    D E L R E C I P I E N T E Y D E L H O R N I L L O

    Acabamos de determinar el modo de obrar; ahora ha-blaremos del recipiente y del hornillo, o sea cmo y con qu deben ser jhechos.

    Cuando la naturaleza puece los metales en las minas con ayuda del fuego natural, no puede llegar a ello si no es empleando un recipiente adecuado a la coccin. Nos proponemos imitar a la ^naturaleza en el rgimen del fuego, entonces imitmosla tambin para el recipiente. Examinemos el lugar donde se elaboran los metales. An-te todo, vemos manifiestamente en una mina, que bajo la montaa hay fuego, que produce un calor igual y cuya naturaleza es de aumentar sin cesar. A l elevarse, deseca y coagula el agua espesa y grosera contenida en las en-traas de la tierra, y la transforma en Mercurio. Las .partes untuosas minerales de la tierra, son cocidas, re-unidas en las venas de la t ierra y corren a travs de la montaa, engendrando el Azufre.

    Como puede observarse, en los filones de las minas, el azufre nacido de las partes untuosas de la tierra, en-cuentra al Mercurio. Entonces tiene lugar la coagulacin del agua metlica. Como el calor contina actuando en la montaa, los diferentes metales aparecen despus de un tiempo muy largo. E n las minas se observa una tem-peratura constante; de ello podemos deducir que la montaa que encierra minas est perfectamente cerrada con rocas por todos sus lados; porque si el calor pudiese escaparse, no naceran jams los metales.

    Por tanto, si queremos imitar a la naturaleza, es abso-Istamente preciso que tengamos u n hornillo semejante a una mina, no por su tamao, sino por una particular

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    disposicin, de modo que el 'fuego colocado en el fondo no halle salida para escaparse cuando suba, de suerte que el calor sea reverberado sobre el recipiente, cuidadosa-mente cerrado, que encierra la materia de la Piedra.

    E l recipiente debe ser redondo, on un pequeo cue-llo. H a do ser de vidrio o de una t ierra tan resistente como el v i d r i o ; se le cerrar hermticamente con una tapa y asfalto E n las minas, el fuego no est en inmediato contacto con la materia del Azufre y del Mer-curio; sta se encuentra separada por la tierra de la montaa. De igual modo el fuego no debe ser aplicado directamente al recipiente que contiene la Materia, sino que hay que colocar dicho vaso en otra vasija cerrada con tanto cuidado como la primera, de ta l modo que un calor igual acte sobre la Materia, por arriba, por abajo, y en todos los sitios en que sea necesario. Por eso Aris-tteles dice en la Luz de las luces, que el Mercurio debe ser cocido en u n tr ip le recipiente de vidrio muy duro, o, lo que es mejor an, de t ierra que ^posea la dureza del vidrio. ,

    D E LOS COLORES A C C I