“Siempre estamos en el dominio de la invención, en el...

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La lente tropofotográfica (tropos, discurso) y topográfica del artista visual Cristian Ramo, hacedor de imágenes arquitectónicas, nos lleva en un enigmático y laberíntico viaje por un plano elíptico con múltiples centros y desplazamientos en su espacio natural, la Facultad de Arquitectura como ágora plantada de imágenes arquitectónicas. Proponemos descubrir la entropía de los nuevos cuerpos de la arquitectura en ciudades alrededor del mundo, y a la vez, ver la transformación de un edificio histórico de Ciudad de México, el Antiguo Palacio de la Inquisición (Escuela de Medicina de la UNAM), en proceso de restauración-curación. La “cámara de Pandora” (Fontcuberta) del fotógrafo nos va a desvelar de forma diferente geometrías expresivas de ritmo, luz y color en imágenes de una abstracción vinculada a la vida y a su experiencia personal con la arquitectura y los espacios desde el pensamiento contemporáneo. Estamos por tanto ante una imagen-pensamiento que reflexiona sobre la ciudad y la arquitectura de los espacios públicos a partir de la estética de los maestros de la arquitectura contemporánea. Como indica Toyo Ito, la arquitectura es ante todo “experiencia” y aquí proponemos una experiencia de los más nuevos espacios arquitectónicos en ciudades en transformación.

Esta forma poética de habitar los espacios con la cámara fotográfica la podemos vincular con el “arquitecton” (Malevich) o las enseñanzas de la Bauhaus del siglo pasado y sigue el camino de los grandes fotógrafos de arquitectura urbana desde Brassai en Paris o Paul Strand en New York a

“Siempre estamos en el dominio de la invención, en el dominio del no saber, en el dominio del riesgo. Ese lugar que no se conoce, si se lo esclarece, podría ser el de cierto secreto” Jean Nouvel, arquitecto, en diálogo con Jean Baudrillard , filósofo. “Los objetos singulares”

Salas Portugal en nuestra ciudad y maestros como H. Sugimoto, Candida Hoffer, Thomas Struth, Axel Hutte, J.M. Ballester, o Jordi Bernadó. El recorrido por las arquitecturas de la memoria del artista nos lleva a un ejercicio de cetrería barroca (oscurecer para ver con más detalle) que nos servirá para aprender a habitar también los espacios cotidianos. El manierismo en el uso de la luz y las formas de este hacedor inclasificable de imágenes delirantes nos abre a una visión de la fotografía y de la arquitectura desde los márgenes, reflejando la vitalidad y el “caos sublime” (Massimiliano Fuksas) de nuestras ciudades. Se trata de generar estrategias visuales que pongan en sinergia y en contradicción, orden y caos, imágenes de la arquitectura urbana que entablarán entre ellas relaciones sorpresivas para introducirnos en un lugar que quizás no conocemos, el espacio de nuestras propias ciudades.

Ante estas imágenes el espectador-“flaneur” (Baudelaire) va a tener una experiencia diferente del espacio arquitectónico, vamos a recorrer “pasajes” arquitectónicos a partir del pensamiento de Walter Benjamin. Pasamos del “corpus novus" de la arquitectura más reciente a nivel mundial y en nuestra ciudad a una experiencia del “corpus infirmus”, el edificio en restauración o construcción.

Tropofotografía para Cristian Ramo significa desarrollar en las imágenes un discurso (tropos) que nos remite a los planteamientos teóricos y conceptuales del diálogo que el artista entabla

con los arquitectos cuyas obras inspiran sus fotografías. La fotografía arquitectónica no puede limitarse a mostrar las fachadas e interiores de los edificios como un mero catálogo ornamental de “diseño y delito” (de Adolf Loos a Hal Foster), sino que tiene que penetrar el tuétano de estas estructuras como seres vivos en cambio continuo y en territorios de desestabilización. Regresando a la alegoría barroca, nos vamos a mover por un espacio-tiempo elíptico de múltiples centros y pliegues (Deleuze) en el que hay que perderse para paradojicamente encontrar el camino a casa, a nuestro habitat existencial, el “corpus solus” final de la exposición. La cámara endoscópica de Cristian Ramo se situa en el gozne de una puerta diseñada por David Chipperfield, a vista de pájaro en una escalera de Renzo Piano o en la profundidad de campo cinematográfica de un camino de Rem Koolhaas. De esta manera se explora la complejidad de la psique humana reflejada en los cuerpos de la arquitectura, y se nos acerca a las estructuras, las morfologías y la vida de los edificios como cuerpos-espacios que tenemos que aprender a habitar y a pensar en reposo en medio de la caosmosis de imágenes superficiales que nos derraman los medios.

Dr José Ignacio Prado Feliu, curador

GUIA PARA EL RECORRIDO:

Iniciamos nuestro recorrido al modo situacionista y “anarquitectónico” (Gordon Matta-Clark) en el vestíbulo de la Facultad con un collage-archivo fotográfico del proceso de restauración del Protomedicato del Palacio de la Escuela de Medicina, obra bajo la dirección del Arquitecto Xavier Cortés Rocha. Este es un ejercicio de lo que Georges Didi-Huberman llama “anacronismo histórico”, ya que este edificio histórico entra en diálogo con las nuevas arquitecturas. Partimos de tres conceptos problematizados en la estética de Cristian Ramo: constructivismo, caos/orden y entropía. Los dos centros de la elípsis serán nuestros referentes para empezar a perdernos en el laberinto de imágenes:

1- el Panorama/Pasaje colgante que nos remite al primer pensador de la fotografía y de la arquitectura en el siglo XX, Walter Benjamin. 2- la Caja de Luz, objeto fetiche de la “sociedad del espectáculo” (Guy Debord), semioculto en la entrada del MUCA y que nos lleva por la rutas lumínicas de la arquitectura contemporánea.

Deberemos buscar y leer los TRES MANIFIESTOS, textos de pensamiento que nos remiten a textos transformadores de la arquitectura moderna. Estos textos-guia nos llevarán por los pasillos y espacios de la Facultad para descubrir obras fundamentales de la arquitectura contemporánea, incluso las más recientes o que todavía están en construcción. Haremos un aprendizaje y un descubrimiento de forma lúdica, un juego para descubrir los corpus arquitectónicos de los grandes arquitectos contemporáneos. BUSCA EL CÓDIGO QR. ENCUENTRA LOS CORPUS…..

El recorrido elíptico nos lleva al principio/final del “corpus solus”, la casa como lugar donde “ser-en-el-mundo” (el dasein de Heidegger), la morada donde tener una vivencia de la imagen y de los espacios. Proponemos leer estos tres manifiestos a la manera hedonista, pensando en una “arquitectura de la felicidad” (Alain De Botton) que a través de estas fotografías, de las acciones y de los diálogos que se desarrollarán durante dos menos, nos permitan habilitar estrategias para habitar los espacios de nuestras ciudades. Aunque parezca imposible vivir la ciudad como un “locus amoenus”, lugar idílico, aun estamos a tiempo para

MANIFIESTO DE CORPUS NOVUS

“Yes is More” Bjarke Ingels MIRAR y BUSCAR. Vamos a buscar y mirar estas imágenes de arquitecturas contemporáneas como fotogramas de un film “noir” (Bernard Tschumi) cuyo título paradójico podría ser “La ciudad desconocida en que vivimos”. Seremos detectives en busca de un edificio que quizás no exista, como el Tin-Tin de Hergé que habita el Museo construido por Christian de Portzamparc en Bélgica y cuya fotografía nos envuelve en el Panorama del vestíbulo. Podemos partir de múltiples puntos en un recorrido excéntrico y en desplazamientos continuos, lo que no hacemos en nuestra vida cotidiana, explorar la estética del margen y de los pasajes. La poética de estas fotografías nos marcará pausas para detenernos y tomarnos nuestro tiempo, ejercitando la mirada ante un objeto de arte mientras sentimos el tiempo y la memoria de estos muros que las albergan. Regresemos con estas imágenes a las “ciudades invisibles” (Calvino) en las que quizás nunca hemos estado para descubrirlas a través de una lente intempestiva. Veremos edificios impregnados de lo contemporáneo, un museo, un puente, un rascacielos que se levantan ante nuestros ojos, todos ellos como los nuevos monumentos de nuestra época donde nada se debería conmemorar más que la vida.

Somos lo que habitamos y estas arquitecturas son “zonas fenomenológicas” (Steven Holl) para vivir mejor, sin distinción espacios privados o públicos. Estos edificios, teatros, museos, torres de oficinas, los podemos disfrutar desde fuera con la mirada y sin pedir permiso, entrar en sus espacios para habitarlos sin temor pero con la curiosidad de un paseante curioso y azaroso. Con una mirada

transformarla con una ética de “libertinaje barroco” (Michel Onfray). Las fotografías de estos cuerpos arquitectónicos nos llevan a pensar espacios para el goce, para la felicidad, para nuestro presente, lejos de la superficialidad de la imágenes mediáticas.

háptica- táctil, veremos texturas de fachadas casi textiles, pisos que se elevan tridimensionalmente, escaleras vertiginosas al infinito, pabellones con reflejos de espejo convexo para especular. Solo hay que mirar sin reparos, sin vigilancia, sin prejuicios, en libertad, en libertinaje visual. Sabemos que la “firmitas” vitruviana se deconstruye y se moviliza la arquitectura en una lógica policéntrica que desborda la cuadratura en un continuo espacial reflejado en imágenes que llegan a la abstracción.

CONSTRUIR y PROYECTAR. Veremos imágenes de arquitectos que han proyectado su obra desde la experimentación y la invención haciendo pensamiento, creando conceptos. La arquitectura como la fotografía es “aventura, seducción e invención” (Jean Nouvel), y en estas fotografías de Cristian Ramo encontraremos “conceptos, perceptos y afectos” (Gilles Deleuze) que nos permitirán replantear la forma de ver y de habitar también los edificios excepcionales de forma cotidiana. Descubriremos la obra de arquitectos que asumen la dimensión ontológica del ser en el mundo y lo llevan a sus proyectos entendiendo su oficio como un “arte de hacer” (De Certeau), con una ética cívica de la que todos estamos necesitados en esta ciudad desquiciada que activa nuestros deseos. Estos son edificios que han transformado ciudades y hábitos urbanos, que en ocasiones se idearon como utopías irrealizables y que hoy marcan el devenir de nuestra cultura urbana. Construyamos y proyectemos nuestras ciudades en comunidad y desde el pensamiento crítico. No lo dejemos todo en manos del mercado y de los poderes públicos. Pensemos las imágenes de estos hacedores visuales, leamos las palabras de estos arquitectos-filósofos como los estudiantes que nos acompañan en este lugar, y sigamos buscando nuestro lugar en el mundo tras la vivencia de una experiencia estética singular y con una afirmación vitalista. Sí podemos hacer más.

MANIFIESTO DE CORPUS INFIRMUS

“El sueño del futuro se vuelve a las ruinas del pasado y cierra así aristadamente los tiempos” Félix Duque sobre el “Cenotafio” de E. L. Boullée

HACER. “¿Qué hacer?” (Tolstoy, Lenin) sigue siendo hoy una pregunta revolucionaria y necesaria en arquitectura, en fotografía, en estas prácticas artísticas contemporáneas tan importantes en nuestra cultura en transformación. ¿Qué hacer cuando un edifico se enferma? Hagamos preguntas a estas imágenes, a estos muros, a nuestros propios cuerpos habitando el edificio, ¿qué imagen surge del interior de estos cuerpos tras la las mil lentes de una cámara? ¿qué se vislumbra más allá del espejo de un no-lugar aun inaccesible? ¿qué miniaturas contienen las ampollas de cristal de la botica-herbolaria como cuarto oscuro?. Observar de cerca la fisura en un muro como una perforación situacionista de Gordon Matta-Clark o una de las primeras fotografías de Manuel Alvarez Bravo, intentar descifrar un graffiti en el Zenith de Rem Koolhaas como una fotografía de Brassai, palpar un andamio de madera como un objeto de arte povera de Jannis Kounellis, imágenes-objeto intocables en el cubo blanco del museo, aquí se nos acercan hasta poder tocarlas con la mirada.. Hagamos un ejercicio de reconocimiento en las radiografías de estos colosos modernos que también presentan arrugas y cicatrices, acerquémonos a las máquinas de endoscopía y a través de ellas moiremos las fotografías. El corpus novus de la arquitectura es también infirme porque está en transformación, pierde su firmeza y puede enfermar con la contaminación que generamos, ¿qué podemos hacer con la decadencia de los edificios modernos de nuestra ciudad?. ¿qué hacen nuestros

cuerpos dentro de estas arquitecturas? Las fotografías de este edificio histórico en sanación nos deben llevar a reflexionar sobre la necesidad de nuevas ecologías en nuestro ecosistema urbano, para poner en práctica la “ecosofía social, mental” (Félix Guattari) para salvar nuestras ciudades a través del cambio, del arte del cambio.

CURAR. La voz latina ruina significa pérdida, el cuerpo es siempre ya lo otro, San Agustin sentía horror ante la ruinae corporis, los ojos se desvían y divierten hacia las ruinas, excrecencias y restos de un corpus infirmus. Como el “angelus novus” de Paul Klee, el ángel de la historia en palabras de Benjamin, debemos mirar la ruina acumulada en este sitio, con ojos desencajados por esta “tempestad del progreso que nos arrastra irresistiblemente hacia el futuro”. En este nuevo siglo de violencia, después de sanar las heridas, tenemos que aprender a sanar de los hacedores-chamanes nietzchianos como Joseph Beuys, Lygia Clark o el mismo Mies van der Rohe que fue gran lector del filósofo alemán. Como ellos proponemos reivindicar la ética de lo contemporáneo frente a la afasia de las imágenes mediáticas. La fotografía y la arquitectura se deben movilizar, son pasajes por los que fluye nuestra energía vital y al liberarla se produce un proceso de curación. Las fotografías de Cristian Ramo muestran la cruentación del lecho óseo del edificio, las prótesis incrustadas en sus muros centenarios, o las fisuras de una piel de piedra que no quiere cicatrizar. Los nuevos espacios que nos muestra esta lente tropográfica nos acogen, nos permiten recuperar la relación con la naturaleza como en el “hortus conclusus” (Zumthor) que veremos en vitrinas de Herbolaria. Sigamos el ejemplo de los hacedores de la Bauhaus que consideraban que la arquitectura inducía a la salud de los cuerpos. Asimilemos la energía vital de estas arquitecturas, sanar es vivir (en) los espacios y (en) las imágenes.

MANIFIESTO DE CORPUS SOLUS

“Un cuerpo puede hacer muchas cosas que resultan asombrosas a su propia alma” Spinoza

HABITAR LA CASA. VIVIR EL ESPACIO CON NUESTROS CUERPOS. Sigamos la lección de la Ética del filósofo del Barroco, Baruch Spinoza que también construyó un corpus arquitectónico, el cuerpo como fábrica de pulsiones para ser habitado. Todo cuerpo arquitectónico como

el de estos edificios está en proceso de hacerse y nuestros cuerpos pueden hacer cosas en sus espacios.. En muchas de la imágenes de Cristian Ramo veremos reminiscencias de nuestra cultura del “simulacro y el artificio” (Baudrillard) que nos remiten a maestros del habitar como el artisrta alemán Joseph Beuys. Reclamamos una apertura ética de los espacios, “la posesión de la morada que es siempre hospitalaria con sus habitantes” (Lévinas). Vamos a discurrir como las formas, los materiales y los espacios arquitectónicos alteran nuestro comportamiento. Vamos a recapacitar sobre sobre otras formas de habitar y ver las imágenes, volver a pensar una arquitectura de los sentidos y de la visión (Deleuze) a partir de estas tropofotografías que son verdaderas imágens-afección.

Entremos sin pedir permiso en este locus solus, lugar solitario y silencioso, como en el espacio imaginario creado por el escritor Raymond Roussel con un método cibernético y de entropía, los dos conceptos principales en la obra de Cristian Ramo. El novelista francés, inventor de máquinas célibes, maestro de Duchamp y admirador del Jules Verne científico, patentó en una ocasión “el uso del vacío para evitar la pérdida del calor en los ámbitos de la vivienda y al ponerla en venta hizo constar que el vacío estaba por todas partes. Era conveniente tomar precauciones en caso de derribo, pues podía haber una explosión” (Vila Matas). Las fotografías que nos llevan hasta este punto nos hablan del vacío, del no-lugar, de los edificios en construcción y de espacios que desearíamos habitar. La exposición no termina porque salimos a la calle y regresamos a nuestras casas con otra mirada y otra experiencia del espacio.Bienvenidos a este no-lugar, que no es una sala del museo tradicional, del cubo blanco, sino un gabinete de curiosidades barroco. Este es el principio-final de la casa como cuerpo de imágenes que nos da razones e ilusiones de estabilidad, de encontrar formas de habitar y “ser ahí”. Aquí en este rincón de la Facultad, entre espacios académicos e institucionales, escuchemos las imágenes en silencio (J.L.Nancy), sintamos la soledad sonora y recordemos la imágenes-memoria de arquitecturas que nuestra historia. Habitemos los espacios públicos como la casa, habitemos el tiempo en breve instante y habitemos de forma gozosa las imágenes de nuestra cultura contemporánea. En sentido nietzchiano estas son arquitecturas e imágenes para la vida y para el placer visual, veamoslas, pensemoslas y habitemoslas con otra mirada.

Facultad de Arquitectura & Facultad de Medicina UNAM

Vestíbulo de la Facultad de ARQUITECTURA UNAM

del 4 de septiembreal 26 de noviembre 2014

ENTRADA LIBREmartes a sábados de 10:00 a 18:00 hrs