Semanario 467

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Derechos laborales en peligro Los trabajadores no tienen mucho qué celebrar en el Gobierno del MAS. EL Cedla lo demuestra en un informe de Alerta Laboral . Págs. 3-7 ¿Rio+20 o menos veinte?, es la duda que deja la cumbre medioambiental Ni siquiera el organi- zador de la Conferen- cia sobre Desarrollo Sostenible quedó satisfecho con los resultados de Rio+20. Págs. 16-18 Jatupeando invita a las Jornadas de Investigacruz, hoy sobre etnohistoria Etnohistoria, presente y proyecciones de los pueblos indígenas del Oriente es el tema ele- gido para una nueva versión de Investiga- cruz. Págs. 22-23 La defensa del Tipnis se tiñe de luto y enfrenta nuevas batallas Dos muertes (la foto es de Samy Schwartz) y un fallo del Tribunal Constitucional gol- pean a los indígenas que defienden el Tipnis, pero no frena la Marcha. Págs. 8-11 Semanario Nacional Viernes 22 al jueves 28 de junio de 2012 Santa Cruz de la Sierra, Bolivia Año 10 Número 467 Bs 5

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Derechos laborales en peligro...

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Derechos laborales en peligro

Los trabajadores no tienen mucho qué celebrar en el Gobierno del

MAS. EL Cedla lo demuestra en

un informe de Alerta Laboral .

Págs. 3-7

¿Rio+20 o menos veinte?, es la duda que deja la cumbre medioambiental

Ni siquiera el organi-zador de la Conferen-cia sobre Desarrollo Sostenible quedó satisfecho con los resultados de Rio+20. Págs. 16-18

Jatupeando invita a las Jornadas de Investigacruz, hoy sobre etnohistoria

Etnohistoria, presente y proyecciones de los pueblos indígenas del Oriente es el tema ele-gido para una nueva versión de Investiga-cruz. Págs. 22-23

La defensa del Tipnis se tiñe de luto y enfrenta nuevas batallas

Dos muertes (la foto es de Samy Schwartz) y un fallo del Tribunal Constitucional gol-pean a los indígenas que defienden el Tipnis, pero no frena la Marcha. Págs. 8-11

Semanario Nacional • Viernes 22 al jueves 28 de junio de 2012 • Santa Cruz de la Sierra, Bolivia • Año 10 • Número 467 • Bs 5

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EDITORIAL

Voz compartida

¿Río+20 ó menos 20?La expectativa generada por la Conferencia de las Naciones Unidas so-

bre el Desarrollo Sostenible, o Rio+20 como se dio en llamar a la cita convocada este año en Rio de Janeiro, parece haber sido –a la luz de los

resultados ya anunciados en el tercer y último día de la cita- sobredimensionada. Es lo que se percibe en el balance final hecho por sus protagonistas, incluyendo al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que si bien calificó el encuentro de exitoso, dejó también en claro que esperaba “un resultado más ambicioso”.

No es difícil comprender por qué el tono de decepción o desencanto en va-rias de esas voces, incluyendo la de Ki-moon. Hace años que hay una lucha sin cuartel para lograr que los gobiernos asuman políticas serias y de largo alcance para reducir la pobreza, fomentar la equidad social y garantizar la protección del medio ambiente en un planeta cada vez más poblado. Pero lo cierto es que desde 1992, cuando se realizó la primera Cumbre de la Tierra, también en Rio de Janeiro, poco es lo que se avanzado en ese propósito.

Basta ver los indicadores mundiales para comprobarlo. El mundo de hoy tiene 7 millones de personas y para el año 2050, habrá 9 mil millones. Una de cada cinco personas, es decir 1.400 millones, vive hoy con 1,25 dólares diarios o menos. Mil millones y medio de personas no tienen acceso a la electricidad. Dos y medio millones de personas no tienen un cuarto de baño. Casi 1.000 millones de personas pasan hambre todos los días. Y por si todo ello fuera poco, las emi-siones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, a tal punto que se prevé que más de un tercio de todas las especies conocidas podrían extinguirse si el cambio climático continúa sin control.

Son los datos que maneja la ONU y que la lleva a insistir en cumbres como la de Rio+20, en las que trata de comprometer más a las naciones que hacen parte de la iniciativa, convocando para ello el apoyo del sector privado y de las Orga-nizaciones No Gubernamentales. Sobran argumentos a favor de la iniciativa, la misma que es considerada por muchos como “una oportunidad histórica para definir las vías hacia un futuro sostenible, con más empleos, más energía limpia, mayor seguridad y un nivel de vida digno para todos”.

Pero algo falla en la convocatoria, algo no funciona en el proceso iniciado con gran ímpetu en 1992, impidiendo avances significativos en los dos temas centrales de debate: cómo construir una economía ecológica para lograr el desa-rrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza, y cómo mejorar la coordinación internacional para el desarrollo sostenible. ¿Qué es lo que falla, qué es lo que no funciona, tal como se ha vuelto a ver en esta última cumbre, la Rio+20?

Las ONGs que promueven cumbres paralelas a las convocadas por la ONU no tienen duda y resumen los motivos del estancamiento del proceso a una razón muy simple: afán desmedido de ganancias en un modelo de desarrollo en el que priman los intereses económicos, antes que los intereses o derechos humanos. Ki-moon dice lo mismo, pero con otras palabras: “Los diferentes intereses de los países hacen muy difíciles y lentas negociaciones; hay muchas propuestas ambiciosas, pero los países tienen límites e intereses específicos”.

Una realidad lamentable, sobre todo si consideramos que los gobiernos, el sector privado y las ONGs son también conscientes que será imposible “dejar un mundo habitable a nuestros hijos y nietos” si los desafíos de la pobreza gene-ralizada y la destrucción del medio ambiente no se abordan ahora con firmeza y convicción. En otras palabras, si no hay verdadera voluntad para actuar en consecuencia, dejando de lado cumbres que solo sirven para la foto.

“Algo no funciona en el proceso iniciado con ímpe-tu en 1992, impidiendo avances significativos en los temas centrales de debate: cómo construir una eco-nomía ecológica para lograr el desarrollo sostenible y sacar a la gente de la pobreza, y cómo mejorar la coordinación internacional para ese desarrollo.”

Sin vueltas¿Quién les va curar el corazón

partío?, dan ganas de gritar al ver a los indígenas del Oriente

con los pies llagados y el cansancio en los ojos, después de semanas re-corriendo a pie cientos de kilómetros para llegar hasta La Paz y hacer escu-char su demanda: ¡no partan al Tipnis en dos, no nos maten en vida! No es la primera vez que lo hacen. Esta es la novena vez que marchan hasta La Paz en defensa de sus territorios, y la segunda por Isiboro-Sécure.

Pero tienen el corazón partido no sólo por las caminatas largas y can-sadoras, sino también por las cinco muertes que dejan las dos últimas marchas, las más dolorosas de todas. Las más combatidas y atacadas por el gobierno de turno, nada menos que uno que se jacta de ser “indígena” y defensor de la Madre Tierra. Las cin-co muertes han ocurrido como emer-gencia de las dos marchas, y hay al menos otras tres de niños y niñas que no pudieron nacer por abortos provo-cados por la represión policial a a la VIII Marcha, cuando pernoctaba en Chaparina, en septiembre de 2011.

¿Quién curará las heridas dejadas por las ausencias de los niños Pedro Moyé y Juan Uche, de los dirigentes Eddy Martínez y Otilia Cunay y del marchista Alejandro Cayuba, muer-

tos durante la movilización en defen-sa Tipnis en la VIII y IX marcha?

El 25 de mayo, en Chaparina, los indígenas lloraron y plantaron cuatro cruces, tres en memoria de los falle-cidos en la movilización 2011 y una por tres niños que no pudieron nacer. Pedro Moyé (12), de San Ramoncito, el 21 de agosto cayó de la camioneta que llevaba alimentos para los mar-chistas y perdió la vida en San Igna-cio de Moxos. Juan Uche Noe, niño de ocho meses que vivía junto a sus padres en el Territorio Indígena Mul-tiétnico, el 5 de septiembre de 2011, en San Borja, falleció con vómitos, fiebre y diarrea. Eddy Martínez (27), el cacique del pueblo chiquitano, falleció en el trágico accidente del avión de Aerocon, el 8 de septiembre pasado, cuando se dirigía de Santa Cruz a Trinidad tras gestionar medi-camentos para los marchistas. Otilia Cunay (38) dirigente de la Central de Mujeres Indígenas de Beni, y Alejan-dro Cayuba (48), ambos del pueblo T’simane perecieron en el accidente ocurrido este mes en Senda Verde.

Esos, los muertos enterrados. Pero hay más muertos en vida, son los miles de indígenas que creyeron en “el proceso de cambio” y hoy no valen nada para el gobierno del “presidente indio”.

En la práctica...

Número 1 es elaborado por un grupo de periodistas independientes que han formado una sociedad editorial

para publicar este semanario de circulación nacional.

Maggy Talavera (directora)Ignacio Talavera Alpire (gerente)

Jorge Caero Soto (columnista) Osman Patzzi (periodista)

Diego Jaramillo (reportero)Asesor legal

Dr. Jerjes Justiniano Atalá

ColumnistasWinston Estremadoiro (antropólogo)

Susana Seleme (periodista, cientista política)Carlos Valverde Bravo (periodista, productor)

Osman Patzzi Sanjinés (El Otro Amarillo)

Modelo gráfico: Fernando Pérez ChristensenDiagramación: Daniel García Hermosilla

Colaboran en esta edición Fredy Villagómes (Cipca)Bartolomé Clavero (Jurista e historiador español)Javier Gómez Aguilar (Director ejecutivo de Cedla)Pablo Cingolani ([email protected])Claudio Ferrufino-Coquecniut (escritor)Ovidio Roca (Economista)Rolando Schurpp (Ingeniero)Tito Pedro Reynaga ([email protected])Puka Reyesvilla (xx xxx) Andrés Oppenheimer ([email protected])

Fotografías: Internet / Elvio Montero /Diego Jaramillo.

Correo electrónico:[email protected] [email protected]ón: Calle San Germán No. 15 Urb. La MadreRecepción/telefax: Gabriela García Landívar, 350-3585FOTO DE PORTADA: Al-Azar / Internet

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bierno, al no tocar los intereses de la gran propiedad agraria, está ponien-do especial interés en las TCO y los parques nacionales para atenuar la demanda por mayores dotaciones de tierra por parte de campesinos y colonizadores. Ello es preciso des-tacarlo en pleno contexto de la IX marcha indígena que apoya a los indígenas del TIPNIS, para que se derogue el decreto de la consulta previa por considerarla inconsti-tucional y que viola sus derechos colectivos respecto a sus territorios comunitarios.

En este manantial de conflictos, el Estado timoneado por el MAS ha mostrado otra vez que su propuesta del “vivir bien” atenta contra los tra-bajadores e indígenas del país.

ALERTA LABORAL

“Vivir bien” conculcando derechos

El Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario analiza a fondo, en su Alerta Laboral N° 70 la política laboral del Gobierno y concluye: solo busca contener el salario y conculcar derechos, priorizando la estabilidad y ganancia de los empresarios.

Javier Gómez Aguilar Director Ejecutivo de Cedla

El gobierno del MAS está avanzando a paso firme pa-ra cercar a los trabajadores y

conculcarles derechos adquiridos. Así lo está haciendo con trabajado-res de la salud pública y el DS 1126 que “repone” las 8 horas de trabajo en el sector de la salud pública y de la seguridad social, con argumentos poco valederos, producto de una es-puria consulta con organizaciones afines al partido de gobierno. Así también lo ha hecho con los traba-jadores del magisterio, a quienes ha puesto contra la pared, afectando sus conquistas.

Al gobierno habría que hacer-le recuerdo que constantemente se contradice y expone una doble moral, muy sensible a su humor

electoral. Por ejemplo, la lucha de los trabajadores de salud por su in-corporación a la Ley General del Trabajo (LGT) se sostiene en el DS 2869, que este gobierno dictó el 1 de mayo de 2006, sí, el mismo año que estuvo acompañado por el simulacro de la “nacionalización”, ahora muy venida a menos.

En este instrumento legal se re conoce que todo trabajador que cumpla con una relación de depen-dencia y subordinación respecto a un empleador, que la prestación de trabajo sea por cuenta ajena y que perciba una remuneración o salario, en cualquiera de sus formas y ma-nifestaciones, está reconocido en el ámbito de dicha ley, “sea cual fuere el rubro o actividad que se realice”

y está sujeto a los derechos y obli-gaciones emergentes del trabajo asalariado. Por tanto, los trabaja-dores de la salud pública tienen no sólo un respaldo legítimo por sus demandas, sino que los propios ins-trumentos legales los apoyan.

En este número del Alerta Labo-ral, además llamamos la atención sobre la situación de los salarios, y cómo los incrementos nominales poco han redundado en la recupera-ción de su poder adquisitivo. Pues, en este escenario de precariedad toma sentido la demanda del máxi-mo ente laboral del país, que en su pliego petitorio nacional demanda un salario equivalente a una canasta familiar de 8.309 bolivianos.

Asimismo, mostramos que el go-

Crece el subempleoLa economía boliviana no ge-

nera los suficientes puestos de trabajo como para ocupar

a toda la población activa en forma productiva. Con tan pocos puestos de trabajo adecuados, se exacerba la competencia entre los trabajadores, aprovechando esta condición para deprimir aún más los salarios y otras condiciones de trabajo de la gente. Además, este es un entorno perver-so que hace que un porcentaje muy alto de la fuerza laboral disponible tenga que ocuparse por su cuenta en actividades de “refugio”, generan-do ingresos insuficientes para vivir y pasando a engrosar las filas de los subempleados.

Subocupación

en Subida

En 2011 se registró el descenso de la tasa de desempleo hasta el 7,9 por ciento, un punto menos que el

año anterior; los desempleados eran en su mayoría los jóvenes ambos sexos y con mayor nivel educativo. El comportamiento declinante de la tasa de desempleo está asociado bá-sicamente con impacto coyuntural de la dinámica de ciertas actividades que se benefician de la política cambiaria y condiciones externas que generan mucha liquidez (comercio y cons-trucción) y con el incremento de la inversión pública (servicios sociales y comunales); en cambio, la industria manufacturera más bien comenzó a expulsar fuerza de trabajo.

En cambio, el subempleo siguió en aumento, en un contexto en el cual la demanda de trabajo sigue concen-trada en empleos de baja calificación, sujetos cada vez más a formas de con-tratación temporal y al pago de bajos salarios. El subempleo se manifiesta de diversas formas. Como subempleo visible cuando las personas se ven

obligadas a trabajar involuntariamen-te menos horas de la jornada normal; como subempleo invisible cuando las personas reciben un salario o ingreso insuficiente para cubrir el costo de los medios de vida indispensables.

El año pasado, con una propor-ción creciente respecto a 2010, el 17 por ciento de la población ocupada trabajaba por una jornada inferior a 40 horas y el 58 por ciento tenía un ingreso por hora inferior al ingreso-horario normativo, estimado en 10,20 Bs, tomando como parámetro el costo de la canasta alimenticia y la jornada normal de trabajo en cada categoría ocupacional.

Aún sin considerar el subempleo por calificaciones (*), que afecta cada vez más a los trabajadores, estos indi-cadores muestran que el desempleo como forma extrema de subutiliza-ción de la fuerza de trabajo es apenas una parte del problema ocupacional

en el país, puesto que, antes que darse el lujo de quedar sin empleo, los tra-bajadores se ven obligados a subor-dinarse a diversos mecanismos de explotación laboral, que hacen que el empleo sea cada vez más precario.

Este es uno de los resultados de continuidad en la aplicación de po-líticas públicas que no promueven modificaciones en el perfil de espe-cialización productiva asentada bá-sicamente en la explotación y expor-tación de materias primas con escaso valor agregado, en una industria ma-nufacturera incipiente y en un sector terciario tradicional (comercio y ser-vicios) que se caracterizan por su baja productividad y su escaso impacto en la generación de empleos de calidad.

(*) El subempleo por calificacio-nes afecta a las personas que en su trabajo no hacen uso pleno de sus

conocimientos y habilidades.

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ALERTA LABORAL

La política es contener el salario

El incremento del 20% del salario mínimo dado en 2011 sólo permitió cubrir el 45,7% del costo de una canasta mínima de alimentos. En términos reales, el salario mínimo está es-tancado y su poder de compra es menor que hace 10 años. Una realidad ¿irreversible?

“Durante la última década, Bolivia se mantuvo co-mo el país con los salarios mínimos y medios más bajos de América Latina, en particular entre los paí-ses andinos. Esto ocurre en un escenario de correla-ción de fuerzas cada vez más adverso para los inte-reses de los trabajadores, que tiende a empeorar.”

La política salarial aplicada en Bolivia en las últimas dé-cadas no ha contribuido a la

mejora del salario mínimo nacional (SM). Desde 1985, el salario míni-mo no se fijó en función del costo de vida y su nivel estuvo subordina-do a los objetivos de estabilidad de precios, la eliminación de presiones a los presupuestos públicos (1) y la creación de condiciones para preser-var la ganancia empresarial.

Debido a esta política deliberada de contención salarial, el SM fue actualizado únicamente con refe-rencia a la inflación del año anterior, sin modificar la base la base que fue fijada, muy por debajo del valor de la fuerza de trabajo. Durante el pe-ríodo 2001-2011, el SM nominal se incrementó en 103,7%; en cambio su poder de compra apenas aumentó en 16,6%; esto equivale a decir que el salario mínimo real se mantuvo prácticamente estancado.

Este es el saldo del congelamiento del SM durante algunos años (2003-2004) y de su crecimiento nominal a tasas inferiores al aumento en el ni-vel de precios en otros (2007, 2008, 2010). Con esta evolución, hasta 2005, el SM registró una pérdida promedio anual de 1,6% en su poder adquisitivo, mientras que desde 2006 mostró una mejora exigua del 3,1% anual en promedio.

Muy lejoS del

coSto de vida

Desde 2006, el nivel de precios

de los alimentos aumentó a un rit-mo mayor a la inflación promedio. Esto hizo que el costo de la Canas-ta Normativa Alimenticia (CNA), que una familia promedio de cinco personas requiere consumir para satisfacer sus necesidades míni-mas energéticas y de nutrientes esenciales, aumente en más del 100% hasta 2011, mientras el va-lor del SM, pese a sus incrementos nominales, pase a representar un porcentaje cada vez menor de este componente básico del valor de la fuerza de trabajo.

El SM permitía cubrir el 48% del

costo alimenticio de una familia tipo de cinco personas, en 2011 este por-centaje se redujo al 45,5%. Por ejem-plo, en 2011 el aumento nominal del SM fue del 20%, el más elevado de los últimos años, pero solo contribu-yó a mejorar su poder de compra en 11,8%. Si todo el SM hubiera sido destinado a la compra de alimentos, con ese nuevo valor (Bs 815), los trabajadores habrían alcanzado a cu-brir menos de la mitad del costo de la CNA.

El bajo nivel en que permanece el SM y su creciente alejamiento del

valor, incluso fisiológico de la fuerza de trabajo (2), exige modificar el en-foque político de la política salarial hacia otro que permita una mejor distribución de los ingresos que se generan en la producción. De otro modo, los incrementos al SM nomi-nal sobre una base tan baja como la actual no tendrán impacto en la me-jora de las condiciones de vida de los trabajadores.

Una mejora salarial puede tener efectos en la reducción de un por-centaje de la tasa de ganancia em-presarial, pero a cambio favorecería el consumo de los trabajadores con efectos sobre la demanda agregada y la dinámica productiva en sectores que hacen uso intensivo de mano de obra. Sin embargo, la política y la práctica estatal y empresarial siguen condenando a la mayor parte de los trabajadores a sobrevivir en condi-ciones de pobreza y miseria.

loS MáS bajoS

de la región

Durante la última década, Bolivia

se mantuvo como el país con los sa-larios mínimos y medios más bajos de América Latina, en particular entre los países andinos. Esto ocurre en un escenario de correlación de fuerzas cada vez más adverso para los intereses de los trabajadores, em-peorado por el desempleo, la preca-riedad laboral y la penalización de la protesta, que busca debilitar aún más la capacidad de negociación y de re-presentación de los sindicatos.

De acuerdo a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), com-parando el año inicial y final de la década pasada (200-2010), Bolivia presenta un rezago cada vez mayor en el valor del SM, reflejando que la política de moderación del salario mínimo fue más intensa en el país, con los efectos que esto tiene sobre los salarios medios de gran parte de los trabajadores.

Como se ve en el gráfico 1, entre 2001 y 2010 Bolivia ha empeorado su situación respecto de otros paí-ses de la región andina; mientras en 2001 el SM de Bolivia estaba por de-bajo del promedio de la CAN en una relación de 1 frente a 1,7; en 2010 es-ta relación se aleja hasta representar más del doble:

1 frente a 2,1. Lo anterior refleja que otros países de la región han al-canzado incrementos más significa-tivos que los dados en el país.

Notas

1. En Bolivia el SM sirve de refe-rencia para la fijación de la pensión mínima de jubilación, para el pago

de subsidios, tributos (RCIVA) y bonos como el de antigüedad.

2. El valor fisiológico es una fracción minoritaria del valor de

la fuerza de trabajo que sólo toma en cuenta el costo de un conjunto de alimentos con un valor nutri-

cional esencial para la reposición de energías, excluyendo inclusive

los medios de preparación de esos alimentos, como son el uso de

energía y otros insumos. El valor de la fuerza de trabajo incluye además

de los alimentos, todos los otros bienes y servicios necesarios para

su reproducción en condiciones históricas normales.

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ALERTA LABORAL

Los peor pagados:¿quiénes son ydónde trabajan?

Choferes asalariados, obreras de la manufactura y vendedores en el comercio engrosan la lista de las ocupaciones peor pagadas. Ganan menos de Bs 7,20 por hora. A las mujeres les va peor.

En un país que se “distingue” por tener los salarios más ba-jos de la región, saber quiénes

son los peor pagados es como poner el dedo en la llaga más expuesta de una herida que recorre una buena par-te del cuerpo. Pero lo que inspira esta nota es mostrar que el actual modelo de crecimiento económico está ge-nerando empleos poco productivos y remunerados con salarios bajos en to-dos los sectores del mercado laboral.

La mayor parte de los nuevos em-pleos generados durante los últimos años pasaron a engrosar las ocupa-ciones no calificadas con las que se asocian las condiciones de trabajo más precarias (sobre todo en servicios personales, construcción y comercio). Y lo precario implica necesariamente los bajos salarios. Es decir, la econo-mía boliviana ha ido generando más empleos, pero con las peores condi-ciones y muy mal pagos.

En 2011, los trabajadores/as peor remunerados percibían un salario neto inferior a Bs 7,20 por hora (1); muchos de ellos eran conductores de transporte, vendedores del comercio y obreros de la industria manufacturera. En el caso de las mujeres, a las ante-riores se suma el servicio doméstico.

¿dónde

trabajan?El mayor porcentaje de los trabaja-

dores peor remunerados se encuentra en el sector semiempresarial, confor-mado por unidades económicas de pequeña escala, donde los dueños también participan directamente en la producción de bienes y servicios. Un porcentaje menor, pero igualmen-te elevado, se encuentra en el sector empresarial. En el sector estatal los trabajadores peor remunerados dis-minuyen a menos de la mitad en com-paración con los demás sectores y se hallan concentrados en el rubro de la construcción, vinculado con las obras públicas municipales.

Esta distribución de los trabajado-res peor remunerados muestra que ya no es posible asociar empleos de ca-

lidad con el sector empresarial y em-pleos precarios con el llamado sector “informal”, al menos en términos de los salarios.

MujereS,a la zaga

Entre los peor remunerados predo-minan las mujeres; es decir, la segre-gación ocupacional que sufren en el acceso a empleos persiste aún cuando se trata de los puestos menos califica-dos. Las empleadas del servicio do-méstico, las obreras de la industria y la construcción en el sector empresa-rial, las empleadas en los servicios de transporte y en el comercio semiem-presarial, que se hallan generalmente sujetas a la contratación temporal y a formas de pago a destajo, son las más expuestas al pago de bajos salarios.

Entre los hombres, los peor re-munerados son los conductores del transporte en el sector empresarial; los obreros de la construcción en el sector estatal y los obreros de la industria en el sector semiempresarial.

cuánto ganan

loS peor pagadoS

El salario promedio por hora en-

tre los peor pagados es de 4,50 Bs y equivale al 60% de la mediana del salario (7,20 Bs). Llega a 5,40 en el sector estatal, a 4,90 en el empresa-rial y a 4,20 en el semiempresarial. Esto significa que son los trabajado-res con mayor probabilidad de caer en la pobreza extrema, sobre todo cuando se ocupan en el comercio, transporte y, en el caso específico de las mujeres, cuando además se ocupan en el servicio doméstico y la manufactura semiempresarial.

Nota(1) Los peor pagados son aque-

llos que perciben un salario neto inferior a la mediana. La mediana

es el monto del ingreso/horario por encima o por debajo del cual se en-

cuentra la mitad de los ocupados; en 2011 este monto era de Bs 7,20

por hora. Este monto está por deba-jo de lo que un trabajador tendría

que ganar por hora para cubrir, al menos, el costo de los alimentos que

consume.Ciudades del eje: Salario neto

promedio por hora de los trabaja-dores peor pagados, 2011

Los salarioscayeron en 1,7% en elsector privado

La moderación del crecimiento de los salarios a la que han si-do sometidos los trabajadores

ha sido intensa en todos los sectores del mercado de trabajo y no solo en el llamado “informal”, como gene-ralmente se cree. La información estadística oficial sobre los salarios medios en el sector público y privado empresarial muestra que desde 2001 éstos aumentaron menos que los precios, lo que hizo que su poder ad-quisitivo disminuya en el sector em-presarial y aumente en un porcentaje insignificante en el sector público.

Desde 2006, la recuperación del crecimiento económico benefició to-davía más a los ingresos fiscales y a la ganancia empresarial, a expensas de los ingresos de los trabajadores. Así, la capacidad de compra del salario me-dio en el sector empresarial se redujo en 1,7% en promedio cada año, afec-tando sobre todo a los profesionales y empleados. En cambio, los obreros lograron una pequeña mejora, sobre todo los menos calificados (1,6%), lo que está asociado con el boom de la construcción, puesto que los obreros de la industria manufacturera perma-necieron entre los grupos más afecta-dos por las bajas remuneraciones.

En el sector público, los salarios nominales fueron congelados desde 2006, lo que hizo que su capacidad de compra aumente solo 1,1% en promedio cada año. Sin embargo, si se excluye a una parte del personal eventual calificado, los empleados y obreros de otros grupos ocupaciona-les vieron disminuir el poder de com-pra de sus ingresos. Pero la caída del salario real considerando el promedio general apenas expresa la realidad del problema salarial que enfrentan los trabajadores; las políticas de conten-ción salarial y el aumento de la con-tratación temporal han llevado a una mayor polarización salarial: en 2011, 6 de cada 10 ocupados en el sector empresarial y 4 de cada 10 en el esta-tal ganaban por debajo del promedio (2.900 y 2.000, respectivamente).

Debido a este comportamiento de los salarios, el subempleo por ingre-sos en el sector empresarial tiende a igualarse al que se registra en el sector capitalista más atrasado, como es el semiempresarial, a pesar de las bre-chas de productividad que los separa. Además de la subvaloración del traba-jo, las tendencias registradas reflejan la ausencia de inversiones productivas capaces de elevar la productividad en el conjunto de la economía, .

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ALERTA LABORAL

Más problemas: desvalorizacióndel trabajo y costo de vida

“Con pocas diferencias, más de seis de cada diez trabajadores asalariados y por cuenta pro-pia tenían un ingreso inferior al costo de la canasta normativa alimenticia el año pasado.”

En las condiciones de atraso tecnológico y baja produc-tividad en las que operan

las empresas en los diferentes sectores de actividad económica, la explotación del trabajo tiende a profundizarse. Se amplía la brecha salarial entre los trabajadores ca-lificados y no calificados, perma-nentes y temporales, entre los que ganan a destajo y por tiempo de trabajo, llevando a una polariza-ción de los ingresos en las princi-pales ciudades del país. Asimis-mo, la creciente desvalorización del trabajo asalariado tiene reper-cusiones sobre los bajos ingresos que obtiene la mayor parte de los trabajadores independientes, por la vía de la estrechez de la deman-da por sus bienes y servicios.

La información que proviene de la encuesta de empleo realiza-da por el Cedla el 2011, muestra que el promedio general del in-greso neto en la ocupación prin-cipal era de Bs 1.883; los obreros, trabajadores por cuenta propia y empleadas/os del hogar eran los peor remunerados. Ese año, más de dos tercios de los trabajadores tenía un ingreso inferior al prome-dio y el 32% ni siquiera ganaba el equivalente al salario mínimo.

Sin embargo, el grado en el que se ha disminuido el precio de la fuerza de trabajo se mide por su relación con el costo de la canas-ta normativa alimenticia, que re-presenta el mínimo de consumo requerido para la reproducción fisiológica de la familia. Con po-cas diferencias, más de seis de cada diez trabajadores asalaria-dos y por cuenta propia tenían un ingreso inferior a ese costo el año pasado.

Esto significa que en la actua-lidad, una parte creciente del in-greso generado en la producción se queda como ganancia manos de los empresarios y como impuestos en el Estado, empobreciendo a la mayoría de los trabajadores.

Derechos laborales colectivos en la congeladoraEl MAS se ha dedicado a conculcar derechos conquistados por los

trabajadores. Un ejemplo es lo que quiso hacer con los profesio-nales y los trabajadores de salud y la penalización de la huelga.

El gobierno de Evo Morales viene soportando una ola intensa de conflictos sociales

que se caracterizan por su naturale-za colectiva y nacional y, esencial-mente, por ser manifestaciones que reivindican la defensa y conquista de derechos. Entre estas luchas destacan las de índole laboral, protagonizadas por los médicos asalariados, los tra-bajadores en salud, los maestros ur-banos y la Central Obrera Boliviana por la atención de su pliego petitorio nacional, cuya demanda principal es un salario equivalente a una canasta familiar de 8.309 bolivianos.

por la jornada

de SeiS horaS

En el caso de los profesionales médicos del sector público, la pro-mulgación del DS 1126 que “repo-ne” las 8 horas de trabajo en el sector de la salud pública y de la seguridad social, sin más argumentos que el cumplimiento de una resolución aprobada en el Encuentro Plurina-cional de enero pasado y la referen-cia a un diagnóstico efectuado por la Organización Panamericana de la Salud, viola el derecho conquistado por estos trabajadores a una jornada completa diaria de 6 horas.

Si la Constitución Política del Estado, la legislación laboral vigen-te y los convenios internacionales ratificados por el Estado boliviano, determinan que los derechos labora-les, incluido el conquistado por los trabajadores de salud pública de la jornada de 6 horas, son inviolables, irrenunciables, imprescriptibles y de cumplimiento obligatorio, cualquier medida que contravenga estos pre-ceptos cae en la ilegalidad.

No sólo se conculca un derecho conquistado, sino que el gobierno aprovecha este conflicto para ocul-tar la orientación de su reforma de la seguridad social, que pretende con-trolar, desde el Ministerio de Salud, a las cajas de salud, en especial a la Caja Nacional de Salud (CNS), y excluir a los trabajadores de su ad-

ministración.Es importante mencionar que la

lucha de los trabajadores de salud ha planteado también su incorporación a la Ley General del Trabajo (LGT); esta lucha tiene sentido en la medida que el propio gobierno dictó, el 1 de mayo de 2006, el DS 2869 que regla-menta la LGT.

En este instrumento legal se reco-noce que todo trabajador que cumpla con una relación de dependencia y subordinación respecto a un emplea-dor, que la prestación de trabajo sea por cuenta ajena y que perciba una remuneración o salario, en cualquie-ra de sus formas y manifestaciones, está reconocido en el ámbito de dicha ley, “sea cual fuere el rubro o activi-dad que se realice” y está sujeto a los derechos y obligaciones emergentes del trabajo asalariado.

MaeStroS contra

la pared

Particularmente en la actual ges-tión gubernamental, los trabajado-res del magisterio urbano son objeto de acciones e intentos de conculca-ción de sus derechos y conquistas laborales.

El desconocimiento del Regla-mento del Escalafón, la afectación de la inamovilidad laboral y del fuero sindical, la penalización de las huelgas con los descuentos corres-pondientes, la ampliación y cumpli-miento del calendario escolar anual no obstante los descuentos efectua-dos y la no cancelación de bonos en casos de paros frecuentes, son accio-nes con las que el actual gobierno

ha intentado acallar al sector más movilizado.

eMpreSa públicaS

no cuMplen la ley

En las nuevas empresas públicas creadas por el gobierno, la contra-tación de los obreros en calidad de funcionarios públicos en el marco del Estatuto del Funcionario Público y no en el de la Ley General del Trabajo, constituye otra clara violación de de-rechos laborales por cuanto descono-ce la existencia de la relación laboral establecida entre los trabajadores y el Estado, que es objeto de protección de la legislación laboral vigente.

Esta figura es parte de un cuadro laboral mayor con derechos del tra-bajo limitados y conculcados por el Estatuto que considera a gran parte de los ocupados en el sector estatal como “servidores públicos”, en des-medro de sus derechos en tanto tra-bajadores asalariados.

penalizan derecho

a la huelga

Finalmente, una de las mayores violaciones promovidas por el go-bierno actual es la penalización de la huelga y de las manifestaciones de protesta de los trabajadores, con el agravante de la imposición de des-cuentos y sanciones por los día de paro y el despliegue de mecanismos de presión y amedrentamiento de los dirigentes y trabajadores, como el uso de las instancias judiciales y la movilización de grupos políticos y sociales afines al MAS en condición de bloques de choque.

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ALERTA LABORAL

Tierras Comunitarias y Parques Nacionales en la mira del MAS

El Gobierno no pretende tocar los intereses de la gran propiedad agraria, por eso pone la mira en las TCO y los parques naciona-les para atenuar la demanda de campesinos y colonizadores.

Hasta diciembre de 2010, el Gobierno del MAS revirtió 855.823 hectáreas a me-

dianas y grandes propiedades por incumplimiento de la función eco-nómica social, por existencia de re-laciones servidumbrales y por actos fraudulentos, lo que solamente signi-fica el 1,5% del total de la superficie saneada y titulada a diciembre de 2010 y que alcanza a 55 millones de hectáreas.

Esta limitada reversión de tierras, contrasta con la legitimación de gran parte de las tierras que los medianos y grandes propietarios lograron acumular entre 1953 y 1993 y que alcanza a 39 millones de hectáreas. Por ello, los grandes y medianos pro-pietarios siguen monopolizando las mejores tierras del país, tanto para la producción agrícola como para la ganadería.

En cambio, la distribución de tierras a favor de pueblos indígenas y campesinos se basó fundamental-mente en la identificación de tierras que siempre fueron fiscales, la ma-yoría de ellas con vocación forestal y poco aptas para la agricultura, por lo que el gobierno no pudo impulsar la producción agrícola campesina, tal como pregona la propaganda gu-bernamental.

expanSión hacia

tco’S y parqueS

Como se ha visto, la “reforma agraria” del MAS no ha tocado -ni pretende hacerlo- los intereses de los terratenientes y grandes empre-sarios agrícolas y ganaderos (nacio-nales y extranjeros) que concentran las mejores tierras y gran parte de la producción agrícola y ganadera del país.

En este sentido, la estructura agraria que ha consolidado la recon-ducción comunitaria de la reforma agraria, la Ley de la Revolución Pro-ductiva Comunitaria Agropecuaria, la propuesta de ley de tierras de la CSUTCB, las reiteradas declaracio-nes de dirigentes campesinos oficia-listas en sentido de “auditar” a las

Tierras Comunitarias de Origen pa-ra identificar tierras supuestamente excedentarias, las intenciones guber-namentales en relación a la construc-ción de una carretera que atraviese el Territorio Indígena y Parque Na-cional Isiboro Sécure (TIPNIS) y las conclusiones del denominado “En-cuentro Plurinacional”, son señales que permiten inferir la orientación de la futura política de tierras del gobierno.

Inclusive, durante el mencionado conflicto con el TIPNIS, la propa-ganda oficial se encargó de remarcar este hecho, aunque dando a entender que esta distribución no era “justa” ni “equitativa”, pues vastos sectores campesinos no se habrían beneficia-do con la distribución de tierras du-rante el gobierno del MAS.

Por ello, el nuevo curso de la “reforma agraria” del gobierno dis-tribuirá tierras fiscales disponibles -fundamentalmente forestales- para su conversión en áreas de produc-ción agrícola o ganadera, y conso-lidará legalmente los asentamientos de colonizadores sobre Tierras Co-munitarias de Origen (TCO) y par-ques nacionales ya existentes.

Asimismo, quedó en evidencia que el gobierno promoverá mayores asentamientos en este tipo de territo-rios con el argumento de la necesi-dad de inversiones estatales en infra-estructura vial (otra vez, el TIPNIS). Por último, “identificará” tierras con

supuesta vocación agrícola o gana-dera en parques nacionales para su posterior distribución.

continúa el

agronegocio

En la medida en que el gobierno no ha cambiado la estructura de tenencia de la tierra, se continuó promoviendo los cultivos del agronegocio y la ex-portación. Los datos oficiales permi-ten constatar que, en los últimos cinco años, el 76% del total del incremento de los volúmenes de producción entre 2005/2006 y 2010/2011, se explica por incrementos alcanzados por sólo dos cultivos: soya (40%), cuya pro-ducción sirve como materia prima para una agroindustria oleaginosa orientada fundamentalmente a la ex-portación, y caña de azúcar (36%), cuyo incrementos en los volúmenes de producción viene siendo promovi-dos por la producción de alcohol para el mercado mundial.

Por ello, al no contar con nuevas tierras productivas, los campesinos e indígenas no pudieron revertir el creciente predominio de las gran-des y medianas empresas capi-talistas agropecuarias, que sigue acentuándose con las políticas de Evo Morales. Y es por ello también que el gobierno pretende atenuar las demandas de mayor dotación de tierras de estos sectores mirando a las TCO como futura expansión. / Cedla, Alerta Laboral Nº 70

El Loro collaBuen alumnoAlvarito hace cuestión de demostrar cuán buen alumno de las enseñanzas de Mao Tse Tung es él y sus hermanastros con los que gobierna. Acaba de recordar una lec-ción vital en el ejercicio del Poder: cómo manejar las contradicciones. Facilito, dice: reeducando ideológica y forzosamente a los opositores, o eliminándolos. Él, hasta ofrece ataúdes, como en Huanuni.

MAS censuraA Evito&Cía no les basta querer contro-lar la información y opinión pública que circula a diario por los medios de comu-nicación locales. También le brincan a las redes sociales internacionales. Google nos lo acaba de confirmar al contarnos que el Gobierno de Evito hizo al menos diez pedidos, entre julio y diciembre de 2011, para eliminar contenidos de la red. Y se los concedieron.

¡Qué cambio!A ver, a ver… Evito&Cía acaban de mos-trar qué quieren decir por ‘proceso de cambio’ al reemplazar a la satanizada DEA estadounidense por lo que yo creo es el demonio en persona, el Estado Ma-yor de Lucha contra las Drogas de Irán. Un cambio de re, pa’tras. Porque no me van a decir que el régimen de Mahmud Ahmadineyad es santo para venerar…

Malos auguriosLo visto en la campaña electoral en la Universidad Gabriel René Moreno para elegir rector, vicerrector, decanos, sub-decanos y directores de carrera es depri-mente. No solo por algunas candidatu-ras, que no traen buenos recuerdos, sino también por las estrategias usadas para atraer votos. Ay, pensé, qué lejos está la ‘U’ del verdadero proceso de cambio…

Malas noticiasEsto sí que no cuadra. ¿Cómo es eso de que Santa Cruz es el que menos avanzó en su proceso autonómico? Ya sé que es voz oficial y da para la sospecha, pero el ‘vice’ de Autonomías, Gonzalo Vargas, asegura que los cruceños son los únicos que han hecho poco o nada para ajustar su Estatuto Autonómico. ¿Justo el que lanzó la autonomía? Barbaridá…

Mala fe¡Qué paciencia la de 'Yori' con Evito&Cía! Digo, por decir lo menos ante declaracio-nes de Yori, a nombre de la ONU, en sen-tido que espera pacientemente que Evito responda a su ofrecimiento para ‘apoyar’ la investigación sobre la represión policial a los indígenas en Chaparina, y nada, no le responde. Cómo pues… alguien me dijo “¿se hace o es…?”

…y la yapaMientras Yori&ONU dan muestras de paciencia extrema frente a los atropellos de Evito&Cía, no actúan igual frente a los opositores a esa dupla. Lo demostraron con el trato dado a los dos diputados que ingresaron a las oficinas del Alto Comi-sionado de la ONU para los Derechos Hu-manos en Bolivia, para denunciar abusos. Los incomunicaron, ¡qué tal metal!

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ESTADO DE DERECHO

IX Marcha Indígena

IX Marcha Indígena

Pablo [email protected]

Dolor

Cuando hoy, hacia las cinco de la tarde, me avisaron por teléfono desde Yolosita que se había matado la Silvia Cunay, esposa de Alonso Nate y madre de varios niñitos, indígena tsimane y parti-

cipante de la IX Marcha, supe que todo el desasosiego que había sentido durante todo el día, terminaba de cristalizarse allí: en esa muerte absurda, producto de un accidente vial, fortuito, imprevisible como toda desgracia, pero en medio de circunstancias que lo vuelven más trágico aún, ya que Silvia –si se respetasen los derechos de los pueblos indígenas-, no hubiese nunca estado allí, en ese accidente, en esa emboscada que la muerte le tendió, en ese sitio, en esas garras.

Me duele también la partida de Silvia porque tuve la vivencia de cono-cerla y de trabajar con ella. La conocí a través de su compañero, Alonso, con quien coordinamos tareas de apoyo al Gran Consejo T’simane…. Y ahora, justo ahora que escribo, me vuelven a llamar –esta vez desde Coroico- para avisarme que también murió, en el mismo accidente, en las mismas garras, el Alejandro, Alejandro Cayuba –el hermano mayor de Benjamín: todos tsimane, todos amigos nuestros, todos compañeros de trabajo, todos hermanos de vida y de causa.

Ahora sí que el dolor me termina de inundar y la página me parece más blanca que nunca, tal vez porque por ahí, por lo blanco, andarán ellos, la Silvia y el Alejandro. Tal vez sea mejor así: sentirlos en lo blanco, en lo puro, en lo que ya jamás se alterará, ni nadie podrá cambiar: en lo eterno, en lo bello, en lo justo, en donde sea que vayan a morar las almas de los T’simane, y tratar de que el dolor no me aprisione.

Tal vez sea mejor sentir que la muerte los ha liberado, del dolor y de la injusticia en vida, para que desde la cima del cielo, desde las estrellas, desde el más allá, ellos nos sigan acompañando, y sigamos compartiendo –como aquella vez que fuimos y volvimos con Alejandro por el Maniqui, como aquella vez que organizamos el amparo con Silvia en uno de los campamentos de la VIII Marcha-, y sigamos resistiendo. Paz en la tumba de Silvia y de Alejandro. Mi solidaridad con las familias y con todo el pueblo T’simane. Frente a la muerte que enluta, que desgarra y te ahoga, no queda más que una cosa: respeto.

Martes 19 de junio, 2012

La defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure cobra otras dos vidas, abre nuevas heridas y enfrenta retos adicionales por la politización de la Justicia. Pero nada frena el ímpetu de los pueblos indígenas que luchan por el Tipnis.

Una lucha cuesta arriba

La mirada perdida, vestida de tristeza, y un dolor que parece no tener fin están impresos en

la imagen de uno de los marchistas captada por Samy Schwartz en el ve-latorio de Silvia Cunay y Alejandro Cayuba, ambos del pueblo T’simane, fallecidos en un accidente de tránsi-to ocurrido cuando se trasladaban, junto a la comisión de avanzada de la IX Marcha en Defensa del Tipnis, hacia el próximo punto de descanso. Es la mirada y el dolor instalado en los cientos de indígenas que hacen parte de la Marcha. Un sentimiento compartido, además, por miles de otras personas que aún no siendo in-dígenas, acompañan la movilización y respaldan la lucha por el Tipnis, co-mo lo expresa Pablo Cingolani en la nota que va en recuadro.

Hay motivos para tanta tristeza y dolor. La lucha iniciada el año pasado por la Confederación de Pueblos In-dígenas del Oriente y Amazonia Bo-liviana (Cidob) es más dura y difícil que otras ya libradas en años anterio-res, como recuerdan los protagonistas de las siete marchas que preceden a las dos convocadas exclusivamente en defensa del Tipnis. Adolfo Chávez, presidente de la Cidob, y Fernando Vargas, de la Central del Tipnis, así coinciden en afirmarlo al recordar cada una de las trabas y penurias que han tenido que vencer desde que deci-dieron, a inicios del año pasado, mo-vilizarse para frenar la construcción de la carretera Villa Tunari-San Igna-cio de Moxos que el gobierno quiere construir por medio del Tipnis.

No es que estas dos Marchas sean las únicas que hayan demandando sacrificios a los pueblos indígenas del Oriente y de la Amazonia. To-das han sido duras, cada una con sus propias dificultades y retos a vencer. Pero aún así, no superan en dureza a las dos convocadas por el Tipnis, las más combatidas y las únicas reprimi-das con saña por el gobierno de turno; paradójicamente, dicen Chávez y Vargas, por el único de todos los go-biernos anteriores que se jacta de ser indígena y defensor a ultranza de los derechos de la Madre Tierra.

Pero la realidad pude más que los discursos y golpea con toda su fuerza a los indígenas, como lo demuestran los hechos registrados desde antes que

arranque la VIII Marcha en defensa del Tipnis, en agosto del año pasado. El Gobierno no escatimó esfuerzos ni recursos para tratar de frenar la Mar-cha: intentó sobornar a dirigentes indí-genas, quiso comprar conciencias con donaciones de bienes materiales y, an-te el fracaso de esos intentos, recurrió a la fuerza pública para doblegar a los indígenas y obligarlos a renunciar a su defensa por el Tipnis. La represión policial de septiembre del año pasado a los marchistas que acampaban en Chaparina así lo comprueba.

A la brutal represión policial de Chaparina se sumó el cerco en La Paz, la desatención del Presidente a los marchistas y el intento de desalojo de la Plaza Murillo. Pero pudo más la Marcha, y el Presidente se vio obliga-do a negociar con los dirigentes indí-genas y a aprobar una ley en la que sellaba la intangibilidad del Tipnis y el compromiso de no construir ningu-na obra que afectara su preservación. Solo que el compromiso fue solo una formalidad del Gobierno para desmo-vilizar a los indígenas y ganar tiempo. Pocas semanas después de la ley apro-bada en octubre, el Gobierno retomó su proyecto de carretar por medio del Tipnis, involucrando en su propósito a la Asamblea nacional y, ahora tam-bién, al Tribunal Constitucional.

La Asamblea cedió a la presión del Gobierno y aprobó otra ley, enviada por el Presidente, que desconoce la promulgada en octubre de 2011 y re-abre las puertas para la carretera por medio del Tipnis. La burla del Gobier-no fue respondida con otra marcha, la novena de los pueblos indígenas del Oriente y la segunda exclusivamen-te por el Tipnis. Esta vez, con más dificultades para los indígenas que han vuelto a padecer el hostigamien-to verbal y físico del Gobierno y de sus aparatos represivos, en los que se incluyen sus movimientos socia-les. Y, de yapa, la presión a través del Tribunal Constitucional que acaba de aprobar un fallo ambivalente que sólo complica la defensa del Tipnis.

Un panorama complejo que no tie-ne miras de ser superado de manera pacífica y concertada. Un panorama al que los indígenas solo pueden se-guir viendo con esas miradas perdidas y vestidas de tristeza.

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IX Marcha Indígena

El trabajo del Tribunal Constitucional respecto al Tipnis deja más dudas que certezas, dice Fredy Villagómez. Los pueblos indígenas, añade, deberán seguir luchando por el respeto de sus derechos en base a la ley 180 que sigue vigente. Una lucha complicada.

Fredy VillagómezCipcaEn respuesta a la demanda de

inconstitucionalidad de la Ley 180 de protección del

Tipnis presentada por los diputados del oficialismo, la Sala Plena del Tri-bunal Constitucional Plurinacional (TCP) la declaró improcedente, a través de la sentencia constitucional 0300/2012 del 18 de junio de 2012. En cuanto a la Ley 222 de Consulta a los pueblos indígenas del Tipnis, en esta misma sentencia se declaran constitucionales los artículos 1 y 7 y “constitucional condicionado” los artículos 3, 4 inc. a), 6 y 9. Esta sen-tencia sobre ambas leyes es ambigua, genera dudas y es contradictoria, en vez de generar certezas legales, que es lo que se esperaría de los fallos de este Tribunal.

A pesar de que la demanda de in-constitucionalidad de la Ley 180 fue declarada improcedente por el TCP, ésta sigue vigente debido a que no se declaró un pronunciamiento expreso sobre ella. Por otra parte, y de manera contradictoria, según la argumentación presentada por el propio tribunal, éste estaría impo-sibilitado de pronunciarse sobre la naturaleza y alcance de la misma, por lo tanto, la materialización de la Ley 180 estaría en suspenso hasta la realización de la consulta, como se expresa claramente en el documen-to: “la Ley 180 –por efecto de la Ley 222–, no puede ser materializada de manera inmediata, ya que sus efec-tos se encuentran supeditados, a la realización de la consulta”.

La argumentación de la sentencia señala que para que entre en vigencia la Ley 180 de protección del Terri-torio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), previamen-te ésta deberá ser consultada a la población supuestamente afectada. Este argumento del TCP es contra-dictorio y parece apoyar al Ejecutivo borrando decisiones, ya que la Ley 180 fue elaborada en 2011 por el propio Gobierno con participación

y acuerdo de los pueblos indígenas titulares del territorio, quienes consi-guieron la promulgación de esta Ley como reivindicación a sus derechos a través de una marcha de aproxima-damente tres meses.

Según la sentencia, el Estado, co-mo garante de derechos colectivos ahora estaría obligado a llevar ade-lante una consulta sobre la vigencia o no de esta ley en consenso con los pueblos indígenas a través de un pro-tocolo y otros mecanismos que ga-ranticen la participación. Otra con-tradicción en la argumentación de esta sentencia es la declaración de constitucional a la Ley 222 de Con-sulta, que en su artículo 1 expresa: “Consulta Previa Libre e Informada a los pueblos indígenas del Territo-rio Indígena y Parque Nacional Isi-boro Sécure, Tipnis”, pese a que en el propio argumento se ha aceptado el hecho de que esta ley no tenga en sí carácter previo.

La sentencia declara también de “constitucionalidad condicionada” a varios artículos de la Ley 222 (parte del Art. 1 y los Arts. 3, 4, 6 y 9) rela-cionados con la parte procedimental de la consulta, sujetos al estableci-miento de acuerdos entre el Estado

y los pueblos indígenas.Como se establece en la norma

del TCP, la sentencia debía declarar la constitucionalidad o no de esta Ley sin poner condiciones para su constitucionalidad, dejando sujeta a interpretación una decisión tan im-portante. Entonces, ¿la constitucio-nalidad de una ley puede estar con-dicionada al desarrollo de la misma o a acuerdos posteriores?

Por otra parte, el magistrado disi-dente Gualberto Cusi ratificó la cons-titucionalidad del carácter previo de esta Ley de Consulta, planteando de inconstitucional sólo la parte pro-cedimental. Entonces, la Ley 222, a pesar de no ser de carácter previo, sería constitucional, porque aunque sea tarde, se estarían materializando los derechos colectivos establecidos en el art. 30 de la Constitución Políti-ca del Estado (CPE), en el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en la Declaración de las Naciones Unidas.

Según la sentencia del TCP, ¿no importaría cómo esté elaborada la Ley de Consulta, aunque no sea pre-via y lesione los derechos de los pue-blos indígenas, con tal que se cum-pla los derechos colectivos de estos

pueblos? Si la elaboración de una ley careciera de participación y de con-sulta a los pueblos indígenas, ¿podría ser reparada por acuerdos posteriores entre el Estado y los pueblos indíge-nas respecto a los procedimientos para su implementación?

El voto disidente del magistrado Gualberto Cusi, al sugerir la declara-toria de inconstitucionalidad genera contradicciones con la sentencia del TCP que establece la constitucio-nalidad condicionada del procedi-miento. Además, en la sentencia se recomienda que los acuerdos deban realizarse en el plano de la igualdad, en una relación horizontal entre los que tienen derechos y obligaciones respecto a la consulta. Sin embar-go, en la misma no se dice que los acuerdos deban realizarse entre el gobierno y los titulares del territorio indígena a ser consultados, dejando, una vez más, ambiguos a los actores del proceso.

En definitiva, el trabajo del TCP ha dejado más dudas que certezas y solu-ciones a este problema, y los pueblos indígenas deberán seguir luchando por el respeto de sus derechos en base a la ley 180 que, a pesar de las contra-dicciones, sigue vigente.

El año pasado, el Senado aprobó la Ley 180 de Protección al Tipnis propuesta por el Presidente Evo Morales bajo presión de la VIII Marcha en defensa del Tipnis.

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ESTADO DE DERECHO

IX Marcha Indígena

Formas de empleo de la sentencia sobre el TipnisLa ambigüedad del fallo del Tribunal Constitucional sobre las

leyes 180 y 122 da pie a confusas interpretaciones, tanto de parte del Gobierno como de los indígenas. El análisis de un jurista.

“La carretera se programó simplemente como vía de tránsito sin consideración alguna por derechos de indígenas afectados... desde entonces se puso en marcha una política de cooptación de comuni-dades indígenas del Tipnis mediante la oferta de políticas asistenciales y otras prestaciones.”

El Gobierno, a través de sus ministros, entre ellos Carlos Romero (f), descalifica a los representantes indígenas como interlocutores. Un gesto torpe e inconstitucional.

Bartolomé ClaveroJurista e

historiador español

La recentísima sentencia del Tribunal Constitucional Pluri-nacional sobre el caso Tipnis,

el Territorio Indígena y Parque Na-cional Isiboro Sécure, entiendo que representa un giro decisivo, potencial-mente transcendental para Bolivia, en la recuperación del diseño constitu-cional del Estado Plurinacional frente al proceso de desviación que viene presidiendo la Asamblea Legislativa Plurinacional y conduciendo el Go-bierno. No es éste sin embargo el en-tendimiento que comienza a imperar en la misma Bolivia.

Están definiéndose dos polos en-frentados conforme al desencuentro existente antes de la sentencia. Por una parte, el Gobierno la entiende como un respaldo a su política de consulta en el Tipnis pese a la opo-sición de un sector significativo de los pueblos indígenas afectados. Por otra parte, por la parte de quienes defienden el diseño constitucional del Estado Plurinacional frente a desviaciones de la Asamblea y del Gobierno, la sentencia se descalifica sin posibilidad de remisión por en-tenderse como un paso más en dicha línea de desviación. Comencemos advirtiendo que ambas posiciones coinciden en cuanto al significado de la sentencia. Los dos polos entienden que es un cheque en blanco al Go-bierno. ¿Es así?

Da pie a ese entendimiento de ambas partes el detalle de que la sentencia sólo haya condicionado la constitucionalidad y no declarado la inconstitucionalidad de la ley de convocatoria de la consulta sobre el Tipnis, la Ley 222. En efecto, es un detalle importante. La misma argu-

mentación de la sentencia debería ló-gicamente conducir a la declaración de inconstitucionalidad por cuanto que constata la asunción por el Estado de competencias de decisión y organi-zación de la consulta que no son suyas en exclusiva, sino en cooperación con los pueblos indígenas afectados.

El condicionamiento se dirige a garantizar esto segundo, no dejan-do margen al Estado para que opere de otro modo y declarando abierta la vía judicial para el caso de que el intento se produjera. Tales son en síntesis los términos de la sen-tencia. La condicionalidad no es en forma alguna un cheque en blanco.

El documento de la sentencia está escrito consignando las condicio-nes que deben cumplirse para que la consulta, la del Tipnis y todas las que debieran estar realizándose y no se realizan, sea legítima.

La sentencia define para la consul-ta un canon de constitucionalidad y un canon de convencionalidad, con-forme tanto al derecho constitucional como al derecho internacional de los derechos de los pueblos indígenas. La pregunta es entonces la de quién es el juez del canon, la de cómo se decide si el canon se cumple. El Go-bierno ha dado por supuesto que la decisión le compete, manifestándo-

se inmediatamente tras la sentencia por alguno de sus ministros que las condiciones se vienen cumpliendo y que, por lo tanto, no hay novedad que atender. Esto sigue en línea con la Ley 222 que constituye al Estado como juez y parte de la consulta, lo que la sentencia ha declarado como contrario al canon. Es una conducta que choca frontalmente con el pro-nunciamiento del Tribunal Consti-tucional Plurinacional, por no decir que con el sistema constitucional sin más. Sólo a la justicia le corres-ponde el control del cumplimiento de la sentencia, lo que la misma ha recordado oportunamente. Otra cosa es desacato.

Le corresponde el control a la justicia constitucional y, tras la sen-tencia, con ella en la mano, le co-rresponde al resto de la justicia. Está abierta la vía de las acciones cons-titucionales de amparo no sólo ante la justicia llamada ordinaria, la más estrictamente del Estado, sino tam-bién ante la jurisdicción indígena. Porque el desarrollo legislativo de la Constitución no venga contemplan-do la competencia constitucional de

la jurisdicción indígena, la misma no queda de ninguna forma excluida.

La Constitución establece el prin-cipio de igualdad de jerarquía entre jurisdicción ordinaria y jurisdicción indígena, bajo la sola instancia su-perior del Tribunal Constitucional Plurinacional, principio que no per-mite la desigualdad que supondría la denegación de competencia en acciones de amparo a la jurisdic-ción indígena. El Gobierno no tiene la última palabra. No puede ser juez y parte. Y las partes en el proceso de consulta, el Estado y los pueblos indígenas, han de estar en posición de igualdad, como bien insiste la sentencia con su argumento de la horizontalidad.

El principal argumento promo-vido por el Estado, a través de la propaganda del Ministerio de Co-municación, a favor de la Ley 222 es el que confronta derechos sustan-cialmente de personas con derechos de pueblos indígenas primando a los primeros. En concreto, una carretera que atraviesa el Tipnis, para la que el Gobierno busca el consentimiento indígena mediante la consulta, sería de una necesidad imperiosa para atenderse los derechos a la salud y a la educación de la infancia indígena del territorio.

La carretera se programó sim-plemente como vía de tránsito sin consideración alguna por derechos de indígenas afectados, pero a este argumento se recurrió en cuanto que el cuestionamiento por parte indígena se produjo. También des-de entonces se puso en marcha una política de cooptación de comuni-dades indígenas del Tipnis median-te la oferta de políticas asistencia-les y otras prestaciones. Con otro lenguaje, aquel argumento y estas políticas son clásicas en América. Vienen de tiempos coloniales. Ésa no es la concertación que requiere la sentencia.

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ESTADO DE DERECHO

Nada de ello cumple con las con-diciones de constitucionalidad expre-samente consignadas. El argumento de confrontación entre derechos se descarta de entrada. La consulta se insiste en que ha de regularse y cele-brarse en términos de igualdad entre Estados y pueblos concernidos. El ministro que se ha pronunciado de inmediato tras la sentencia en nom-bre del Gobierno sigue descalifican-do a representantes indígenas como interlocutores. Sigue entendiendo in-constitucionalmente que el Gobierno decide hasta sobre la representación indígena.

La sentencia parece que prefiere no leerse. Por parte del Gobierno, se ha leído y no ha gustado. No es la sentencia que Asamblea y Gobierno anhelaban. El Tribunal Constitucio-nal Plurinacional se les ha zafado. No puede negarse que la declaración de constitucionalidad condicionada en vez de inconstitucionalidad flagran-te responde a influencia oficialista, pero no hay mayoría de este signo en el Tribunal para contribuir a la des-viación constitucional.

El argumento de la confrontación entre derechos para reducir radical-mente los derechos de los pueblos indígenas procedía de medios ofi-cialistas y ya se ve la atención que ha merecido. La sentencia está plagada de fundamentos de derecho bien in-cómodos y de mal agüero para el de-sarrollo desviado de la Constitución por parte de leyes de la Asamblea y de políticas del Gobierno.

Por el otro polo, también pare-ciera que la sentencia prefiera no leerse. Se da incluso por supuesto que el Tribunal Constitucional Plu-rinacional se encuentra dominado bajo una mayoría controlada por el Gobierno y, con ello, que la senten-cia no puede traer nada bueno. Si el fallo en términos de constitucionali-dad condicionada abre espacio a las maniobras inconstitucionales del Gobierno, ahí está la prueba. Pero la sentencia dice lo que dice y no lo que el Gobierno dice que dice. Si se defiende el Estado Plurinacional, ha de tomarse su Constitución en serio, cosa que la sentencia hace, aunque esto tampoco fuera lo que se espe-rase. En serio conviene tomarse esta sentencia aunque sólo fuera para ha-cérsele aplicar. No se deje en manos del Gobierno, juez y parte, la inter-pretación y aplicación.

La sentencia conviene que se socialice, algo que no va a hacer el Gobierno o que el Gobierno hará sesgadamente. Lo indica oportuna-mente el voto particular del magis-trado Gualberto Cusi. En la coyun-tura actual, socializar la sentencia y el voto puede ser la base para el de-seable giro de la recuperación del Es-tado Plurinacional, comenzando por la reanimación de su Constitución. Mejor instrumento no se tiene.

Textual

El fallo del Tribunal Constitucional

Conozca en detalle la parte resolutiva del fallo de la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional que declara la constituciona-lidad condicional de la consulta convocada por el Gobierno para lo-

grar el aval a favor de la construcción de la carretera por medio del Tipnis. El fallo fue una respuesta a las demandas de inconstitucionalidad de la Ley 180 (que prohíbe la construcción de una carretera por medio del Tipnis) y de la Ley 122 (que convoca a la consulta para la construcción de esa carretera).

Ocho de nueve magistrados votaron a favor del fallo. Hubo un voto di-sidente, el del magistrado Gualberto Cusi, que denunció que el fallo fue redactado en la Presidencia del TC y que es inconstitucional. A seguir, la parte resolutiva:

“La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confieren los arts. 202.1 de la CPE; 12.1, 103 y ss. de la LTCP, resuelve:

1º Declarar IMPROCEDENTE la acción de inconstitucionalidad abs-tracta formulada por Miguel Ángel Ruíz Morales y Zonia Guardia Melgar Diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional contra los arts. 1.III, 3 y 4 de la Ley 180.

2º Declarar la CONSTITUCIONALIDAD del art. 1 de la Ley 222 en cuanto a: “La presente Ley tiene por objeto convocar al proceso de Consulta Previa Libre e Informada a los pueblos indígenas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure – TIPNIS” y del art. 7 de la Ley 222.

3º Declarar la CONSTITUCIONALIDAD CONDICIONADA del art. 1 en cuanto a la frase “…y establecer el contenido de este proceso y sus pro-cedimientos” y de los arts. 3, 4 inc. a), 6 y 9 de la Ley 222, condicionada a su concertación, observando los razonamientos de la presente Sentencia.

4º Declarar IMPROCEDENTE la acción de inconstitucionalidad abs-tracta formulada respecto al art. 8 de la Ley 222.

5º Instar a los pueblos indígena originario campesinos habitantes del TIPNIS, a que en ejercicio de sus derechos y con el objeto de materializar los mismos, coadyuven con su participación a entablar un diálogo con el Estado, a objeto de asumir los acuerdos necesarios para efectivizar la con-sulta; propiciando para ello al interior de sus comunidades, un proceso de concertación en el que se establezcan sus prioridades respecto al proceso en sí de consulta, las cuales se verán reflejadas al momento de desarrollarse el diálogo entre partes.

6º Exhortar a la Asamblea Legislativa Plurinacional a ser coadyuvante en la facilitación de la concertación y en la configuración posterior de los acuerdos asumidos.

7º El Órgano Ejecutivo, en cumplimiento de sus funciones constitucionales, y en resguardo de los derechos de los pueblos indígena originario campesinos, debe propiciar y facilitar el diálogo necesario con dichos pueblos, a objeto de que a partir de la concertación, no sólo se desarrolle la consulta, sino que se concreten todos los planes y proyectos no sean únicamente de beneficio de dichos pueblos, sino también los que involucran el interés nacional.

8º Ante el incumplimiento de los términos desarrollados en la presente Sentencia, referidos al proceso de consulta, se tendrán expeditas las acciones tutelares para activar la justicia constitucional, en defensa de los derechos fundamentales colectivos inherentes a los pueblos indígenas.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurina-cional. No interviene el Magistrado, Dr. Gualberto Cusi Mamani, por ser de voto disidente.”

Frases fritas

Tantos libros…“El presidente en ejercicio (Álvaro García Linera) demostró que no co-noce de historia, al atribuirle a Mao el desarrollo de China, que en realidad se debe a la apertura económica de Deng Xiaoping.” / Andrés Ortega, diputado de Convergencia Nacional.

Corazones, dizque…“La distancia geográfica entre ambos países (Bolivia e Irán) es grande, pero la cercanía de nuestros corazones es gran-de. Hemos decidido proveer a nuestros pueblos justicia y libertad…” / Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán.

¿Jelou…?“No entiendo cómo la diputada (Marce-la) Revollo puede criticar las coplas que cantó el Presidente cuando ella va con su esposo Juan del Granado a aplaudir a las comparsas en carnaval, cuando muchos bailarines varones se visten de mujeres”. / Amanda Dávila, ministra de Comunicaciones.

Tal cual I“El presidente Evo Morales y el alcalde cruceño Percy Fernández tienen más cosas o mañas en común que los igua-la, que formas de ser y pensar que los separe.” / Maggy Talavera, periodista.

Tal cual II“Los medios y los políticos hemos via-jado juntos demasiado tiempo por un caminos que nos ha llevado al quinto pino, muy lejos de la sociedad, que nos mira como gente que se preocupa por cosas que no son sus cosas”. / Iñaki Ga-bilondo, periodista español.

Indignación I“Con el Alto Comisionado para los De-rechos Humanos parecería que hemos vuelto a tiempos de dictadura, porque en esas oficinas nos mantuvieron co-mo si estuviéramos en los sótanos del Ministerio de Gobierno.” / María Elena Méndez, senadora de Convergencia Nacional.

Indignación II“Qué clase de derechos humanos re-presentan esas personas que emiten un frívolo comunicado institucional, cuan-do el tema de fondo son las violaciones a los derechos humanos y ahora no son solo cómplices, sino encubridoras de este delito.” Jeanine Añez, diputada de Convergencia Nacional, por la Oficina del Alto Comisionado de NNUU para DDHH en Bolivia.

¡Qué mérito!“Cuando llegué a la Presidencia, a las Fuerzas Armadas he mandado a su casa a tres promociones…” / Presidente Evo Morales.

Sin respuesta“Le pregunto a usted: ¿con 14 años de servicio, le parece justo ganar sólo 2.000 bolivianos? No me alcanza para nada…” / Policía amotinado.

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Responsabilidad Social

Medio ambiente,a calzón quitadoOvidio Roca propone replantear el tema medioambiental desde

una óptica más sincera. El cambio de visión demanda un cam-bio de actitud, no solo de gobernantes, sino de la sociedad civil.

“De nada sirven los discursos y espectáculos como los del día del árbol y otros, donde se reparten plan-tines que luego nadie sabe donde ponerlos o si los plantan, no los cuidan, si por otro lado no hacemos nada por conservar nuestras áreas boscosas, cuen-cas de ríos y arroyos para evitar que se sequen…”

Ovidio Roca

Economista

La naturaleza, como todo sistema, está en permanen-te cambio y la vida prospe-

ró y se expandió, con las especies que mejor se adaptaron al entorno existente en nuestro planeta. La ca-tástrofe masiva producida por los meteoritos, que eliminó a los dino-saurios y la mayor parte de la vida hace 65 millones de años, permitió a su vez que especies poco com-petitivas y que tenían menguadas posibilidades de expandirse al lado de los dinosaurios, como algunos mamíferos primitivos, pudieran sobrevivir y luego dar origen a la humanidad.

En su evolución y desarrollo, el hombre pasó de ser una parte de la naturaleza, a dominador de la mis-ma, y su población sobre este nuestro planeta creció exponencial-mente hasta los actuales 7.000 mi-llones y se prevé 9.000 millones para 2050.

El impacto que los seres humanos generamos sobre el ecosistema, con nuestro agresivo crecimiento pobla-cional y consumo desmedido, está causan-do un daño irreversible al mantenimiento de las condiciones ambientales requeridas por nuestra especie. Se produce una masiva ocupación de las tierras para construir infraestructura de to-do tipo, eliminando los bosques,

la biodiversidad y los mecanismos reguladores del clima y el ambien-te; se multiplica la emisión de gases tóxicos, la generación de basura, la polución industrial, la destrucción de bosques tropicales y la conta-minación de los ríos y océanos; con daños que han sobrepasado la capacidad de reciclaje y soporte del planeta.

Es importante no olvidar que a diferencia de nuestra especie, la naturaleza como un todo, tiene las posibilidades, la diversidad y el tiempo suficiente para adaptarse y sobrevivir. Por ello es necesario que entendamos que somos parte del ecosistema y actualmente los

causantes del mayor desequilibrio ecológico, y que si éste avanza, puede causar un desajuste tal que nos destruirá como a los dinosau-rios y dará paso a otras especies más adaptables como los chulupis, y la vida seguirá.

Necesitamos por tanto hacer algo por nuestra supervivencia y con un enfoque más pragmático y efecti-vo, pues es un error suponer que la gente adoptará pautas ecológicas de vida y se comprometerá a trabajar cotidianamente y por propia con-vicción en la protección del medio ambiente y que se sentirá agradeci-da hacia los ecologistas que luchan para conseguir estos fines. Lo que

en el fondo quiere la gente es su bienestar individual y personal. Y no nos olvidemos que somos 7.000 millones de personas con necesida-des masivas y crecientes, no se trata de una pequeña tribu que vive en equilibrio con su entorno y forman-do parte de la naturaleza.

Por eso es que tenemos que tra-bajar sobre la base del interés propio de la gente y también con la vieja receta de la zanahoria y garrote. In-centivando económicamente a quie-nes protegen el ecosistema, conser-van los bosques y la biodiversidad, hacen manejo sostenible y eficiente de los suelos y multiplican el ren-dimiento de las cosechas; realizan investigaciones que conduzcan a aplicaciones prácticas para la susti-tución energías fósiles, al eficiente y económico tratamiento de las basuras, a lograr la limpieza y des-alinización de las aguas. Y también garrote donde más duele, en el bol-sillo; un mecanismo es la demanda, la población debe defender sus inte-reses ambientales comprando solo a las empresas que hacen manejo y producción sostenible y para ello la regulación y eco etiquetaje, son va-

lidos y necesarios. Y aquí viene el siguiente y ma-

yor desafío; si la gente vive en la miseria, a nivel de subsistencia, se comerá el primer bicho que ten-ga al frente y no pensará que es el último ejemplar de una especie en extinción y también tumbará el último árbol para hacer su fuego; y por supuesto, no se preocupará por la contaminación. Solo las per-sonas que han superado el nivel de subsistencia valoran efectivamente el medio ambiente y la belleza del entorno y por tanto están dispuestas a pagar y trabajar para que este se mantenga.

Por supuesto, también cuidará del ecosistema aquel que reciba

beneficios directos del mismo, como ecoturismo, mecanis-mo REED+, manejo sosteni-ble de bosques, etc. Pero para que esto funcione se necesita

previsibilidad y seguridad; un mar-co de Institucionalidad, Estado de Derecho y respeto a la propiedad y los contratos. Al respecto, recuer-do de la Facultad de Economía la discusión sobre la “Tragedia de los Comunes” de Forster Lloyd (1794-1852). En general la idea que ex-presaba es:

Imaginemos un campo de pasto-reo comunal. Los pastores observan que hay suficiente pasto como para alimentar a más animales, conse-cuentemente, uno tras otro meten allí sus animales. Pero en algún punto de ese proceso de explota-ción del pastizal, su capacidad para proveer alimento para los animales es sobrepasada, consecuentemen-te, los animales mueren debido al agotamiento o sobreexplotación del recurso.

Dicho en criollo: “lo que es de todos, es de nadie” y cuando cada uno trata de sacar el máximo pro-vecho del recurso (y como nadie lo cuida), se termina acabando y des-truyendo.

Y esto lo vemos ahora en los Parque Nacionales y tierras fis-cales, tierras sin dueño, donde el

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que puede se beneficia tumbando monte y sembrando coca, sacando madera, matando todo bicho que camina, vuela o repta; pescando con dinamita, contaminando los ríos y quebradas con precursores para la cocaína, sin preocuparse por los efectos posteriores de esta explotación. El asunto es que todos estos costos ambientales son costos externos, es decir, de los otros y no de ellos, y por tanto no entran en su lógica extractiva.

Volviendo a la discusión univer-sitaria: se planteaba que la única solución es introducir un agente externo a la comunidad que actúe tanto como regulador y como ga-rante de tales regulaciones. Eso, en la práctica, se concreta con el Poder Estatal o en actores privados movidos por sus propios intereses y más a menudo, en una mezcla de ambos: la propiedad de los bienes comunes es transferida a personas cuyos derechos son salvaguardados por el Estado.

Es por tanto importante tratar el tema ambiental, con objetividad y eficacia, pues de nada sirven los discursos y espectáculos como los del día del árbol, de la tierra, donde se reparten plantines a los niños que luego nadie sabe donde ponerlos o si los plantan, no los cuidan. Mien-tras por otro lado no hacemos nada, por ejemplo, por conservar nuestras áreas boscosas, nuestras cuencas de ríos y arroyos para evitar que estos se sequen. Sabemos por ejemplo que el Choré es la fuente de agua, de regulación del viento y en gene-ral del clima para el Norte de Santa Cruz y asistimos impasibles a su destrucción. Los cocaleros lo han invadido y cuando terminen con todo el bosque y su diversidad no habrá posibilidades de agricultura en el Norte y de vida soportable en Montero y Santa Cruz, por la deser-tización, los fuertes vientos, y tone-ladas de arena que caerán sobre los campos y las poblaciones.

Es hora a que aprendamos a con-vivir en armonía con la naturaleza, instalemos una economía sostenible y ecológica, reduzcamos el consu-mo y el desperdicio. Hay muchas formas prácticas de hacerlo, no son espectaculares sino parte de una cultura de vida y trabajo, en la co-tidianidad de las personas. Y esto implica que en el cada metro cua-drado del Departamento, la familia, la escuela, la población, los inte-lectuales, las instituciones locales trabajen en el día a día y reciban di-rectamente del mundo desarrollado, el apoyo tecnológico y financiero, para disminuir la pobreza y realizar la tarea de salvaguardar el ecosiste-ma, que sabemos no tiene fronteras, pues como canta Facundo Cabral: “que se mueve una estrella, cuando corto una flor”.

Barlamentos

Conflicto en dos frentesBolivia parece estar condenada a vivir de sobresalto en sobresalto.

Es lo que se deduce al leer el Barlamentos, en el que se resalta al menos dos de los muchos frentes abiertos por el Gobierno.

“La pena es que el país habrá perdido otra década en una carrera contra el tiempo donde ya estaba re-zagado. Por eso ya no quiero llamar ‘evadas’ a los desaciertos verbales del Presidente. Quizá él pien-sa que entrará al hall de la fama. Tal vez estamos haciendo un favor cómplice al celebrarlas,..”

Winston EstremadoiroAntropólogo

Dicen que un grave error en la Segunda Guerra Mun-dial fue dejar a un Hitler

ensimismado en su narcisista ego de “Fuhrer”, abrir el segundo frente y perder sus ejércitos en las heladas estepas rusas. Algo similar pasa en Bolivia. Nuestro amado líder y gran timonel tiene al país en conflicto de dos frentes. Menos mal que ya no es-tamos en el siglo de las guerras, por-que de darse en esa época, ya estarían moteados de tanques de la máquina de guerra chilena los lagos multico-lores de Sud Lípez, los manantiales de Silala, el Salar de Uyuni, y la mina San Cristóbal; tal vez ya tendríamos soldados brasileños en Cobija, San Antonio, San Alberto y Santa Cruz.

Tal divagué al enterarme de la car-ta de protesta de la Cancillería chilena al cónsul general en aquel país, por la declaración del Presidente boliviano dando por muerto el Tratado de 1904. En otro tiempo no valdrían los tapu-jos de los próximos días de la “evada” presidencial, de que el certificado de defunción fue a título personal. Nada. Algún Koning chileno, que los hay en Santiago, argüiría que las cosas entre los dos países retrotraían el Pacto de Tregua de 1884. Como en 1929 Chile puso el candado y Perú guardó la lla-ve a la sensatez de acabar el conflicto dando a Bolivia conexión soberana al mar, otra vez apretarían el dogal del acceso al transporte marítimo, el libre tránsito quedaría en nada y ¡a pagar tasas chilenas por el comercio por puertos que fueran bolivianos y peruanos!

Es uno de los frentes que acarrea la intemperancia presidencial. Como no estamos en pasados guerreros, lo triste es que después de tanto arruma-co de “besos, ternura, qué derroche de amor, cuánta locura”, en la voz de Evo Morales, no de Ana Belén, el calor que se logró en el estadio de Santiago por el acceso de Bolivia al mar, se haya trastocado a la oposición de ese pueblo a cualquier arreglo con nuestro país.

El otro frente involucra la frontera más extensa, tanto para una como pa-ra otro, del Brasil. Alguna vez propu-se que para llegar al mar, habría que declarar la guerra al gigante brasileño, que nos empujaría al Pacífico en dos quínolas. En vena más seria, dada la

necesidad de llegar a mercados asiáti-cos atravesando la cintura del subcon-tinente por Bolivia, apegarse a Brasil lograría romper la tradicional alianza de Itamaratí y La Moneda. Tener una palanca para convencer a Chile de ce-der una docena de Km de sus miles de costa y terminar fricciones de una guerra de conquista del siglo 19.

En vez de ello, tuvimos un Evo afecto a los histrionismos mediáti-cos al estilo Mussolini, que ocupó con soldados instalaciones petrole-ras brasileñas en nombre de una na-cionalización que no es tal. Se inició un declive que ha llevado al país de potencial nodo energético del sur sud-americano, a paria que no tiene pro-

ducción y reservas bastantes para su consumo interno, dependiendo cada vez más de importar diesel y gasolina. Que no produce suficiente gas ni pa-ra suplir la demanda de Cuiabá, salir de exportador de tierra ferrosa en el Mutún, y acabar con periódicas colas de garrafas de gas y airadas cocineras en las ciudades. Un Evo cuyos capri-chos han hecho potencia petrolera de Brasil, al encontrar reservas en su mar territorial; que Argentina soslaye el gasoducto del norte hacia Bolivia y perfore en su tierra sureña para satis-facer su demanda y los contratos con Chile; que Perú explote sus reservas, menores que las nuestras, pero que nutren a la demanda de la Gran Lima, exportar gas con su exitosa versión del aborto boliviano del Pacific LNG, y ofrecer gas al enemigo de 1879. Hoy todos pueden importar gas líquido de donde sea, y que Bolivia quede con su gas retumbando en sus entrañas.

No creo que haya sido cierto que Brasil movilizara 35.000 soldados al solo desalojo de brasileños en territo-rio boliviano. No llevará la sangre al río la ignorancia de Choquehuanca

del derecho internacional en relación al asilo y al concomitante salvocon-ducto, coreado por lambiscones con-gresales oficialistas que niegan tal re-curso. Sin embargo, es Presidenta del vecino país una ex ministra de energía afrentada por la porfía andina. Se ha iniciado una política que significa para Bolivia resbalar de ahijada pri-vilegiada a ruidoso moscardón que se manotea. La producción del sur bra-sileño llegará al Asia por el corredor del norte argentino al megapuerto de Mejillones; la soya de Rondonia lo hará por la carretera a Perú que hace el quite a Bolivia, antes que un barco nuestro atraque en el puerto de Ilo.

El ex presidente Jaime Paz Zamo-

ra puntualiza la enorme necesidad brasileña de llegar a mercados asiá-ticos por la cintura boliviana. Puede que las centenas de días de bloqueos de carreteras y la demagogia del Go-bierno actual, hayan enfriado el entu-siasmo de los corredores bioceánicos por Bolivia, pero el tonelaje potencial de carga es tal, que duplica la capaci-dad de puertos chilenos y peruanos. Inexorable es la presencia portuaria boliviana en el Pacífico, tanto para suplementar la demanda brasileña, cuanto para atender la necesidad cada vez mayor de una Bolivia superada, que algún día saldrá del necio pasito tuntún: uno adelante y dos atrás.

La pena es que el país habrá per-dido otra década más, en una carrera contra el tiempo donde ya estaba re-zagado. Por eso ya no quiero llamar “evadas” a los desaciertos verbales del Presidente. Quizá el que las pro-fiere piensa que más bien entrará al hall de la fama en la posteridad. Tal vez estamos haciendo un favor cómplice al celebrarlas, así sea la-mentándolas.

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Mirando de abajo

El barco ebrioClaudio Ferrufino-Coqueugniot

Escritor

Rolando Schrüpp

Ingeniero No, no el poema de Rimbaud, ni Borges recitándolo con dormidos ojos de ciego. La

nuestra es una nave que da botes en un cañadón cada vez más estrecho, donde, al igual que en la marina de casa, ninguno sabe nadar y menos dirigir.

Ebrios los mandamases, y ebria la oposición, dando tumbos que a ojos vista del mundo serían inverosímiles. Cuando relato lo que sucede aquí, na-die me cree. Como esta aventura de la coca y la justicia. Sugieren que lo narre en un drama neandertal, porque tal vez así la comprensión vendría más fácil. ¿O todo es un montaje naïf, para pintar cuadros? Pero el panora-ma alrededor dista mucho de tener el bucolismo salvaje y exagerado de las selvas del aduanero Rousseau. No podemos jugar con el asunto, porque día a día nos desgajamos peor, aleján-donos de los límites básicos de lo que podría llamarse país.

Seamos justos, esto no lo inventa-ron los plurinacionales; Bolivia fue siempre igual. La diferencia está en la magnitud, lo amplificado y demen-cial que despertaron ellos, abusiva y tontamente, calculando -mal- que no escaparía a su control. En Bolivia ya ni se necesitan dos, basta un tipo que con machete derribe un árbol y cierre una calle en protesta por su dolor de cabe-za. Comienza. Al rato se reunirán tres, y luego una multitud, donde el inicio se olvide y cada uno proteste porque le da gana. Bloquean las fuerzas del orden en una esquina mientras desblo-quean en la otra. Los oficiales corren de un extremo al otro, de la huelga de hambre a la represión. O será que el fatídico magistrado, el vidente, ya lo leyó en coca y manipula los aconteci-mientos en este nuevo milenio que los tiene de elegidos e inmortales.

Algún diputado por ahí rebuzna que porque ellos marcharon, ahora todos quieren marchar. Cada minucia es privativa suya, pero azuzan a los de-más a alzarse, no importa contra qué, porque es su manera de gobernar, de nutrirse mientras todos están distraí-dos. Hasta que se les vuelca la tortilla y

entonces sacan a relucir el garrote. La revolución, dicen, termina cuando el pueblo se da cuenta. Sugieren las pá-ginas sagradas de coca que si se da el caso hay que recurrir a cualquier me-dio para acallar a los distantes. La de-mocracia les pesa demasiado; lo que quisieran es vestirse de prendas chinas que imiten la anciana y pronta a per-derse tradición textil, y declararse hijos del sol eterno, eternos ellos. Falacias; reman en aguas turbias, o en arenas in-móviles. O, con mayor claridad, paja, masturbación, onanismo concentrado y febril que en el fondo sabe que las manecillas del reloj no se detienen y la hora siempre llega, hasta para Jesús Cristo, a la diestra del Señor.

Mientras tanto, mientras dure, el adagio nuevo que es tan antiguo como las dictaduras y reyezuelos de siempre: todo para mí, mío, nada tuyo, a no ser que eches loas o tires los calzones. Derecho de pernada, feudalismo, esclavitud, fascismo, na-zismo, paramilitares, encapuchados, linchamientos… ya lo hemos visto. ¿Y el mundo? No le interesa. Lo que no nos damos cuenta es que hoy más que nunca no importamos, somos un pueblo de salvajes, desnutridos, criminales y corruptos obsesos para los observadores de afuera. O, peor, doradas las opiniones con palabras políticamente correctas para no ser criticados en su propia tierra, apuntan a nosotros como a un pueblo discapa-citado, una piara, un rebaño.

Nada raro que en las oscuras sesio-nes de los dueños del mundo se esté decretando que no podemos ya exis-tir, que tienen que entregarnos, parti-cionados, al arbitrio de seres humanos alrededor. El veto de Simón Bolívar parece aproximarse como una recidi-va: pueblo incapaz de gobernarse. A quién le importa, no a los plurinacio-nales que aprovechan su corto verano, no a los de antes que expoliaron la tie-rra y a nosotros del mismo modo.

En Bolivia se habla de patria, se cantan himnos con unción, pero lo que en Bolivia no hay son patriotas. Ebrios están los pasajeros; ebrio el transporte.

Autonomías NacionalesEstando ya en la segunda

década del Siglo XXI co-rresponde intentar hacer

un comper de la frivolidad de la micropolítica coyuntural acos-tumbrada y evaluar por donde hemos transitado, dónde nos en-contramos y hacia dónde quere-mos llegar. Tratar de hacer esto es sumamente complicado, dado las múltiples variables que pueden entrar en juego, así que nos limita-remos a buscar un par de hilos que nos permitan intentar deschipar la maraña de nuestra realidad.

No podemos perder de vis-ta algunos matices del contexto mundial que cada día es más glo-balizado y por ende más cercano y dinámico de lo que antes fue, ni tampoco la naturaleza humana que persigue no solo estar o vivir bien, sino estar o vivir mejor que antes, pero nos concentraremos en el plano de la lucha de regiones que caracteriza la historia con-temporánea de este paisaje boli-viano que casi dos siglos después se sitúa como un proyecto de país fracasado.

Dio la casualidad que el agota-miento del sistema boliviano de finales del siglo pasado puso en mesa las visiones y agendas de naciones que planteaban solucio-nes muy diferentes a problemas estructurales de la ex-república boliviana coincidente con la crisis mundial del fracaso y colapso del modelo de estado-nación.

La intelectualidad Camba pla-teó el derecho de los pueblos a la autodeterminación y su materia-lización a través de las autono-mías departamentales dentro del marco político administrativo del territorio y el reconocimiento del derecho propietario de los pueblos a sus recursos naturales, mientras que la propuesta andina planteó la tesis de un proceso de cambio que desmontó la república para instalar el estado plurinacional, fascistoide, neo-colonial, buro-crático, comunitario, racista, co-calero, folclórico y capitalista de estado, entre otras características, haciendo una suerte de mosaico tan confuso que aún el proceso de cambio no termina de asentar en

que se cambió, o como lo define uno de sus actuales ideólogos, con tensiones creativas para su perma-nente revolución.

Es que las soluciones que se plantearon hace ya una década atrás han sido aplicadas muy lejos de los espíritus que las motivaron, dejando en la historia las traicio-nes de los unos convirtiéndose en serviles colaboracionistas, y de las traiciones de los otros que lo único que cambiaron fue instalar una nueva clase privilegiada pa-rasitaria del poder.

Y es que con el proceso de cambio también llegaron caracte-rísticas profundamente fascistas pues se pierden las libertades in-dividuales, se persiguen disiden-tes, se idolatra un guía supremo dogmáticamente construido por la propaganda, se culpa de todos los males a una categoría de seres humanos y hasta se burocratiza el crimen, haciendo cada vez mas di-fícil saber si el partido-estado es el masismo o el mazismo.

Debemos buscar nuevos para-digmas para el rescate de nuestra sociedad, basándonos en la re-institucionalización de la ciudada-nía perdida bajo la bota del estado diestro o siniestro y el reconoci-miento de que muchas naciones convivimos dentro de la misma unidad territorial. Precisamos el re-nacimiento de la República basada en Autonomías Nacionales donde cada pueblo-nación pueda autode-terminarse administrando sus pro-pios recursos naturales, respetando el derecho de los pueblos-naciones vecinos y co-partícipes de este es-pacio hoy llamado Bolivia.

Si en algo coincidieron los plan-teamientos de Octubre y de Ene-ro fue en que el Estado-Nación boliviano había fracasado en la construcción de una nacionalidad política única y evidenció la mul-tinacionalidad (diferente a la pluri-nacionalidad), variando solamen-te en la cantidad de naciones que existen. Cuando reconozcamos que es un error asumir naciones linguísticas/raciales y asumamos naciones identitarias, un nuevo proyecto de convivencia en armo-nía puede llegar a ser exitoso.

Rolando Schrüpp y Claudio Ferrufino no se vienen con medias tintas al momento de analizar y comentar cómo va Bolivia en estos tiempos marcados por el llamado “pro-ceso de cambio”. En los hechos, el país ha cambiado poco. Y de lo poco, nada bueno.

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¿Inteligencia, estupidezo mala fe?

Bolivia sigue perdiendo oportunidades extraordinarias para desarrollarse, en base a su propio aparato productivo y a sus riquezas naturales y humana. Una realidad lamentable.

“Es en el altar del populismo izquierdis-ta que Evo Morales está sacrificando a las empresas de la Ametex y a sus miles de trabajadores y familias como antes ha hecho con los importadores de autos usados y ropa de segunda mano, etc.”

Tito Pedro Reynaga [email protected]

Inteligencia y voluntad de ser-vicio a la patria, la de los man-datarios del Perú. País que se

prepara para convertirse en el centro de producción industrial de la región aprovechando inversiones extranje-ras (también de Bolivia) que llega-rán como efecto del tratado de libre comercio que firmó este país con la Comunidad Europea:

“En la actualidad, se abre la po-sibilidad de que empresas de otros países de la región se instalen en Pe-rú para hacer uso de las preferencias arancelarias que otorgará el Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea.” (http://pymex.pe/Aprenda-a-Exportar/el-fortaleci-miento-de-los-lazos-economicos-y-comerciales-entre-peru-y-la-ue.html?utm_source=Boletin+Pymex&utm_c a m p a i g n = 9 1 5 0 6 8 4 0 0 5 -B o l e t i n P Y M & u t m _medium=email)

Y estupidez o mala fe en Bolivia, que provoca la debacle de cinco empresas textileras, antes boyantes y prósperas, generando empleo y pagando impuestos, hoy paralizadas dejando en la calle a miles de traba-jadores, por falta de mercados donde vender su producción:

“Iberkleid explicó que la no re-novación para Bolivia de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (Atpdea) de parte de Estados Unidos, fue el inicio irreversible de la caída de las exportaciones que afectaron a la empresa. ‘Los mercados de los paí-ses de la región, como Venezuela y Argentina, no pudieron reemplazar al mercado estadounidense. Desde entonces la situación llegó hasta el momento actual de parar la produc-ción’, indicó.”

Y añadió: “Esta crisis se nos em-pieza a complicar en los últimos seis años donde empieza a caer el mer-cado estadounidense, se pierden las ventas arancelarias, los mercados re-

gionales no se abren; nosotros empe-zamos a producir cerca a un millón de prendas por mes y hasta hace un par de meses sólo producimos 180 mil prendas, la infraestructura que tenemos no pudo soportar semejan-te caída de mercado”. (erbol.com: “Iberkleid: Ametex paró por falta de mercados que el gobierno debió buscar”, 16-06-12, http://www.erbol.com.bo/noticia.php?identificador=2147483960114)

Da envidia ver cómo prospera el Perú, uno de los países cuya econo-mía está entre los de más rápido cre-cimiento en el mundo y el que más éxitos ha logrado en hacer retroce-der la pobreza -el país que recibe como diez veces más de inversión extranjera que el nuestro-. Y cómo deprime el espíritu la conducta de nuestros gobernantes. No es que el Gobierno del MAS esté en contra de la inversión extranjera, que no lo es-tá. Un par de muestras: vean cómo a la Jindal se le da oportunidades a pesar de “haber incumplido…” y se socapa al inversionista de la mina San Cristóbal que está sacando un dineral -en Estados Unidos, este ti-po de ganancias paga impuestos a “ganancias extraordinarias” desde el gobierno de Reagan-. En el mis-mo sentido, invitan a las petroleras a invertir en Bolivia.

¿Entonces, qué pasa?, se pregun-tarán. Pues, pasa que los dueños del masismo, Evo Morales, Linera…

tienen hipotecada el alma a una ideo-logía estúpida y a un proyecto sin pies ni cabeza (fracasado ya en todo el mundo, sin excepción alguna). Me refiero a la ideología populista que pretende fundarse en el marxismo, y hacer del estado, de los políticos, los artífices del desarrollo económi-co. También pesan los compromisos con los Chávez y Castro. Y entonces resulta que tienen que mantener las formas y la compostura debida con la prédica de esta ideología y el di-nero recibido, que no es poco. ¡Na-da viene gratis! De ahí su discurso anticapitalista, contra el “imperio”, antiempresa, contrario al mercado y el odio a la prosperidad. Cosas que confirma de tanto en tanto con actos consecuentes, mayormente contra la empresa mediana y pequeña, la que suele estar en manos de aymaras quechuas y mestizos.

Es en el altar del populismo iz-quierdista que Evo Morales está sacrificando a las empresas de la Ametex y a sus miles de trabajadores y familias como antes ha hecho con los importadores de autos usados y ropa de segunda mano, etc. Y eso es estúpido o expresión de la mala fe, típica de la mentalidad colonial. Actitudes que serán confirmadas con la fundación de la empresa estatal Enatex y su próximo descalabro, por falta de mercados y por la ineptitud y corrupción típicas de la administra-ción estatal boliviana.

¿El Estado en calzones?

Puka ReyesvillaAula Libre

¿Hasta dónde puede un Estado moderno ocuparse directamen-te de la producción? Utilizo el

término “producción”, más allá de su aplicación al extractivismo, que es un estadio primario de la misma. Por producción, entendemos “trans-formación”, “valor agregado”, “in-novación”.

No estoy en contra de que el Esta-do se involucre directamente en un proyecto siderúrgico, por ejemplo, seguramente en asociación con in-versores privados. En tal caso, y en otros parecidos, lo que más bien hay que evitar es que los capitalistas (em-presas transnacionales, en su mayo-ría) se conviertan en un superestado; y creo que el país se ha curado en salud de aquello.

Asegurado el dominio sobre los considerados “recursos estratégi-cos” –que justamente por tal calidad no son más que un modesto puñado aunque de gran importancia- el pa-pel que le toca cumplir al Estado es el de crear las condiciones para que el resto de los agentes econó-micos –prácticamente toda perso-na de carne y hueso- desarrolle sus emprendimientos de acuerdo a sus capacidades; ocurre generalmente lo contrario: el Estado es el princi-pal obstaculizador de la iniciativa y actividad privada.

Una digresión, a manera de matizar: se considera, con cada vez mayor insistencia, que los únicos recursos estratégicos son el humano y el conocimiento. Por lo demás, el Estado hará bien en intervenir ante las distorsiones del mercado, en redistribuir jus-tamente el excedente y en actuar bajo el criterio de subsidiariedad allá donde el capital comercial no encuentre atractivo de negocio –no pueda lucrar-.

¡Pero que el Estado se ponga a producir calzones! No sería la pri-mera vez. La anterior fue un fiasco mayúsculo. En tiempos de la dicta-dura, una fábrica de prendas de ropa interior fue adquirida por el Estado. Se supuso que el “mercado cautivo” (endogámico, más bien) para la ocu-rrencia eran las FFAA: millones de calzones por año a ser comprados para los soldaditos. ¿La actual “len-cería” de la soldadesca es de la marca “BVD”? No, ¿no ve?

Entonces, ¿cuál el sentido de me-terse, como Estado, a empresario del papel –negociado mediante, a más de no ser un rubro muy respetuoso de la pachamama- del cartón… y ahora de las prendas de vestir? Huele a calzón sucio.

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En debate

Río+20, sin esperanza para el futuroAntes de lo esperado, un texto denominado “El futuro que queremos” fue acordado en la

Cumbre de Río+20. Parece no haber dado contento a ninguna de las partes, ni siquiera a la gestora del encuentro, la ONU, tal como lo expresó el secretario Ban Ki-moon.

Nele Marien

Analista de políticas ambientales

y agrarias

¿Cual es realmente la necesidad de convocar a una gran con-ferencia internacional como

la Río+20? Si el objetivo es reunir a los líderes mundiales en una foto bonita, y adoptar un texto que puede dar la impresión de que en realidad están pensando en la crisis del medio ambiente, entonces, la cumbre pue-de considerarse un éxito. Si, por otro

lado, el objetivo es hacer realmente algo sobre la crisis global creciente, entonces debe ser medido de una manera diferente. Vamos a ver algu-nos de los temas clave.

¿Crecimiento económico o la redistribución y el respeto por los

límites planetarios? No es nada nuevo decir que estamos viviendo en un mundo limitado, con recursos limitados, y que estamos al borde de superar algunos puntos de no retorno para la Madre Tierra. Seguir crecien-do económicamente en este entorno es simplemente una incongruencia lógica. Sin embargo, el texto de Río +20 no considera estos aspectos del

problema ambiental – de hecho, no hace ninguna evaluación de la si-tuación crítica de la naturaleza, al contrario, habla de “un crecimiento económico sostenido” alrededor de 23 veces, como un objetivo en sí mismo, y como una solución a la cri-sis múltiple que enfrenta el mundo actualmente.

El hecho de que el 1% más rico del mundo tiene una huella ecológi-ca es un multiplicador de 3 a 4 dígi-tos de la huella de los pobres parece no tener relevancia en absoluto, y la redistribución de la riqueza no está en la agenda.

Economía verde. Ni una palabra se pronuncia sobre el cómo este cre-cimiento sería posible, sin afectar aun más el medio ambiente. Bueno, supuestamente, la “economía ver-de” es la respuesta.Sin embargo, no está claro lo que la economía verde realmente es, porque no existe una definición en el texto. La descripción más cercana sería la siguiente:

56. (…) Consideramos la eco-

nomía verde en el contexto del de-sarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza como una de las herra-mientas más importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible y que podría proporcionar opciones para la formulación de políticas, pe-ro no debe ser un conjunto rígido de reglas.

Por lo tanto, la economía verde se considera una herramienta, pero sin una descripción más detallada de lo que ello implica. Lo que se supone que debe lograr la figura se describe de la siguiente manera:

(…) Hacemos hincapié en que debe contribuir a la erradicación de la pobreza, así como un crecimiento económico sostenido, la mejora de la inclusión social, mejorar el bienestar humano y la creación de oportuni-dades de empleo y trabajo decente para todos, manteniendo al mismo tiempo el buen funcionamiento de los ecosistemas de la Tierra.

La forma de decir que “mientras se mantiene el buen funcionamien-to de los ecosistemas de la Tierra” muestra que la protección del medio ambiente no es un objetivo por sí mismo, más bien suena como algo extra para tener en cuenta.

Pero entonces, ¿cuál es la herra-mienta de la economía verde? Los que lo han estado promoviendo son claras al respecto: se trata de la inclu-sión del capital natural en la econo-mía, por lo que ahora

“(…) un mercado para los bienes y servicios de la naturaleza, anterior-mente “gratis”, se establecería rápi-damente, de esta manera removien-do los últimos obstáculos para dar un valor a estos bienes y servicio. (…) Entonces, el almacén de la naturaleza se vuelve un gran negocio. La estabi-lidad y el crecimiento de la inversión corporativa se vuelve una función de la condición ecológica. Inventarios para los bienes y servicios ecosisté-

micos forman parte de las balanzas anuales de las corporaciones, como también de los países [1]”

La forma principal de incorpo-ración de capital natural en la eco-nomía sería a través de “pago por servicios ecosistémicos (PSE)”, que significa: dar un precio a todo lo que la naturaleza hace por nosotros, por lo que es asequible y rentable para los ricos, e inasequible para los po-bres . El objetivo de los países de-sarrollados era incluir el PSE en el texto, como una de las principales opciones para la economía verde.

Finalmente, el concepto no está en el texto, pero no hay ninguna ra-zón para cantar victoria: todo el sis-tema de las Naciones Unidas está en camino de implementar el esquema de PSE como la aplicación principal de la “herramienta de la economía verde”.

Incluso en un país como Bolivia, que se opuso al sistema de economía verde, incluyendo REDD como una de sus principales herramientas, hay una lluvia de proyectos y consulto-rías para medir la naturaleza, para implementar REDD, y para buscar de oportunidades para implementar el PSE. Esto nos da una clara señal de que, por un lado, el sistema no necesita una aprobación en la ONU a fin de proceder, y por el otro lado que el “principio de la soberanía na-cional”, establecido en el capítulo de economía verde, es simplemente ignorado.

¿hay algún tipo

avance concreto? El texto “El futuro que quere-

mos” hace muy poco para poner en práctica acciones para el futuro. En realidad, 20% de los párrafos se refieren a la aplicación de las deci-siones previamente establecidos, y otro número similar se dedica sólo a las preocupaciones sobre situaciones

“Los Derechos de la Madre Tierra, una visión ho-lística de la naturaleza, una profunda reestructu-ración de las sociedades, la redistribución de la riqueza mundial, los principios de equidad, eco-nomía solidaria, la soberanía alimentaria, etc, no tenían ninguna oportunidad de ser discutidos.”

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El error de Río+20 El Informe

Oppenheimer trae un punto de vista distinto al abordar el pro-blema medioambiental: en vez de pensar en carencias y proble-mas, ¿por qué no apostar al mejor uso de lo que abunda?

Andrés Oppenheimer [email protected]

Los 120 jefes de estado y más de 50,000 ambientalistas, activistas sociales y líderes

empresaRíos que se reunieron esta semana en Brasil para la así llamada Conferencia Río+20 sobre el desa-rrollo sustentable merecen crédito por intentar salvar al planeta, pero tal vez no lo estén haciendo de la mejor manera.

No, no me cuento entre los anti-ambientalistas que afirman que el cambio climático, la escasez de agua, la polución de los océanos y otros problemas ambientales son un invento de los científicos, y que argumentan que el sector privado no debería estar sujeto a más leyes de protección ambiental.

Por el contraRío, los ecologistas tienen razón cuando dicen que los gases tóxicos, la polución industrial y la destrucción de los bosques tropi-cales está causando un daño terrible a nuestro hábitat, y que el problema empeorará a menos que hagamos al-go al respecto.

Se calcula que la población mun-dial crecerá desde los 7.000 millo-nes actuales a 9.000 millones para 2050. El planeta necesitará mucha más agua, alimentos y energía en los próximos años. Hay que hacer algo para salvar el aire, los bosques y las selvas. El modelo económico que postula “crecer ahora, limpiar des-pués” no es justo, ni viable.

Pero leyendo un nuevo libro, “Abundancia: El futuro es mejor de lo que se cree”, de Peter H. Dia-mandis y Steven Kotter, me resultó difícil no llegar a la conclusión de que la megaconferencia Río+20, convocada por las Naciones Unidas, está invirtiendo demasiado tiempo en castigar a los contaminadores, y demasiado poco en incentivar a los innovadores para que descubran nuevas tecnologías que resuelvan los problemas.

En los últimos años, las nuevas tecnologías han contribuido a me-jorar el mundo. Cuando yo era chi-co, la convicción general era que el mundo pronto se quedaría sin ali-mentos, porque la población mundial estaba creciendo mucho más rápido que la producción de comida. Había hambrunas en India, y muchos au-guraban crisis alimentarias en todos

lados.En cambio, se produjo la Revolu-

ción Verde de la década de 1960, que desarrolló nuevas maneras de pro-ducir cosechas de alto rendimiento, e India se convirtió en un gran expor-tador de comida. Hoy, la expectativa de vida en todo el mundo ha aumen-tado de los 64 años a mediados de la década de 1980 a los 68 años en la actualidad, y la mortalidad infantil se redujo casi a la mitad durante ese mismo período.

Todo esto me lleva nuevamente al libro “Abundancia”, que esencial-mente dice que hay pocos recursos verdaderamente escasos: son tan sólo inaccesibles. Si cambiamos nuestro pensamiento negativo por

un pensamiento creativo y apelamos a la tecnología, podemos resolver virtualmente todos los problemas planetaRíos de agua, energía y sa-lud, afirma.

Consideremos el caso del agua: hoy, alrededor de 1.100 millones de personas no tienen acceso al agua potable, y algunos científicos calculan que 135 millones de per-sonas morirán antes de 2020 por carecer de agua potable y sistemas sanitaRíos.

El planeta está lleno de agua —los océanos cubren dos tercios de su su-perficie—, pero el problema es que la mayor parte del agua es demasia-do salada, o está demasiado concen-trada en unas pocas áreas, o está mal distribuida y administrada.

Sin embargo, hay docenas de nue-vas tecnologías de desalinización y de distribución nanotecnológica, que muy pronto podrían conseguir que haya abundante agua para todo el mundo.

Alrededor del 80 por ciento del agua que estamos usando está des-

tinada a la agricultura, y una parte considerable de ella se desperdicia debido a las filtraciones de las cañe-rías, pero nuevas tecnologías infor-máticas permiten colocar toda clase de sensores en cañerías, y ahorrar entre 30 por ciento y 50 por ciento del agua que se usa.

Diamandis, que es co-fundador de Singularity University, director de la Fundación X Prize y fundador más de una docena de empresas de alta tecnología y espaciales, me dijo que “los políticos están demasiado concentrados en el corto plazo, y emplean un pensamiento lineal, con puntos de vista basados en la escasez, y típicamente basados en el miedo”.

En cambio, deberían estar pensan-do en las “tecnologías exponencia-les”, o tecnologías cuyo capacidad de desempeño se duplica cada año. “Estamos usando esas tecnologías para jugar videojuegos, pero no para aplicarlas a los problemas más gran-des del planeta”, explicó.

Mi opinión: Estoy de acuerdo. La conferencia de Río+20 merece aplausos por alentar la conserva-ción, pero debería también dedi-carle más tiempo a promover la innovación.

Por ejemplo, las Naciones Uni-das deberían hacer en gran escala lo mismo que la X Prize Founda-tion de Diamandis hace a nivel privado: entregar premios de $10 millones a los inventores que re-suelven problemas particulares. Eso podría producir más resultados que las mega-conferencias dedica-das a debatir la redacción de largas declaraciones que por lo general pocos cumplen.

Twitter: @oppenheimera

“Leyendo ‘Abundancia: El futuro es mejor de lo que se cree’, de Diamandis y Kotter, me resultó fácil llegar a la conclusión de que la mega confe-rencia Río+20, convocada por la ONU, está invir-tiendo demasiado tiempo en castigar a los contami-nadores y poco en incentivar a los innovadores...”

actualmente existentes.Dondequiera que se adopten me-

didas, se expresan de forma tan libre que se puede o no poner en práctica. El tono general se establece como “hacemos un llamamiento a los go-biernos y partes interesadas pertinen-tes, incluidos los sectores privados, para poner en práctica medidas para asistir a la actual crisis múltiple”. No es realmente una forma concreta de abordar los problemas.

Incluso la cuestión de la elimina-ción de los subsidios de combusti-bles fósiles, y en primer lugar, los que se conceden a las corporacio-nes, es atendido sólo por reafirmar los compromisos existentes de al-gunos países, e invitando a otros países para examinar la cuestión. La acción global de la sociedad civil, incluido la tormenta en twitter con el tag #EndFossilFuelSubsidy no fue escuchado.

paradigMaS que

Se enFrentan Mientras que una conferencia

mundial sobre el desarrollo sosteni-ble debería ser el lugar donde se de-be confrontar, evaluar y decidir de la manera más abierta e inclusiva, todas las visiones del mundo y los paradig-mas de desarrollo, todo lo contrario que sucedió. En la cumbre oficial, las discusiones fueron sobre el manteni-miento o no de los principios básicos de la Cumbre de la Tierra de Rio92, y sobre las formas de cómo poner en práctica la economía verde.

Los Derechos de la Madre Tierra, una visión holística de la naturaleza, una profunda reestructuración de las sociedades, la redistribución de la riqueza mundial, los principios de equidad, economía solidaria, la sobe-ranía alimentaria, etc, no tenían nin-guna oportunidad de ser discutidos.

Al mismo tiempo, en el paralelo “la Cumbre de los Pueblos”, la re-unión mundial de la sociedad civil, esas son las propuestas que se escu-chan en todas partes. No hay nadie que esté de acuerdo con la economía verde.

La cumbre oficial ha asegurado su éxito. El espectáculo puede con-tinuar, el sistema de economía de las empresas en su forma actual se promoverá aun más. Las tesis de la Cumbre de los Pueblos se fortalece-rán un poco más. Hasta que la misma Madre Tierra le diga a la humanidad que ha sido suficiente.

[1] Extract of “Valuing Ecosys-

tem Services in a Green Economy”, Thesis submitted by Ian Arthur

Curtis, Phd, James Cook Universi-ty, April 2003. La implementación

actual de las políticas sigue la misma línea, incluido el estudio del

PNUMA sobre el tema.http://www.nelemarien.info/

category/espanol

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El debate en Bolivia

Luces y sombras del documento Río+20

Las primeras secciones del do-cumento “El futuro que quere-mos” se denominan “Nuestro

futuro común” y “Renovando nues-tros compromisos políticos” y presen-tan el acercamiento conceptual de la Declaración y los principales aspectos políticos. En este contexto, la Decla-ración ha reivindicado los Principios de Río 1992 y de la Agenda 21 que estaban siendo puestos en duda por algunos países desarrollados.

Para el Estado Plurinacional de Bolivia es importante que el párrafo 39 reconozca al planeta tierra como nuestro hogar y se haya manifestado que la expresión Madre Tierra sea común para varios países y regiones, notando que algunos países han reco-nocido los derechos de la naturaleza para la promoción del desarrollo sos-tenible. A su vez, el párrafo 40 hace un llamado a una visión holística del desarrollo que guíe a la humanidad a la armonía con la naturaleza y a la restauración de la integridad y salud de los ecosistemas de la Tierra.

Sin embargo, en el párrafo 7 toda-vía persiste la lógica antropocéntrica en la que prima el hombre sobre la naturaleza, colocándolo en el centro del desarrollo sostenible. Asimis-mo, si bien el párrafo 49 enfatiza la importancia de la participación de los pueblos indígenas no convoca la aplicación o suscripción universal a la Declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas.

La sección 3, denominada “Eco-nomía verde”, sin lugar a dudas se ha constituido en la sección más polémi-ca de la Declaración, en tanto que la sociedad civil y las organizaciones sociales han identificado que a través de este término se está aceptando la incorporación del capitalismo en la naturaleza, promoviéndose la mer-

cantilización de las funciones am-bientales y procesos naturales con serias implicaciones sobre el medio ambiente y los medios de vida de las comunidades indígenas y poblacio-nes locales. En esta sección el Estado Plurinacional de Bolivia ha logrado tres importantes aspectos. En primer lugar, se ha promovido el “recono-cimiento de diferentes enfoques, vi-siones, modelos y herramientas” para lograr el desarrollo sostenible (párra-fo 56). De este modo, se ha avanzado en el hecho de que los países que no comparten sus postulados no tienen por qué aparecer como prisioneros de la “economía verde” en el futuro. En segundo lugar, se ha logrado de-gradar a la “economía verde” a una simple herramienta para el desarrollo sostenible (el mismo párrafo 56). En tercer lugar, se ha conseguido diluir el significado y el alcance de la “eco-nomía verde” introduciéndose una serie de salvaguardas que incluyen el respeto a la soberanía de los países a sus recursos naturales; la promoción de un crecimiento económico inclu-sivo y sostenible; fortalecimiento de la población indígena y comunidades tradicionales; manejo sustentable de los recursos naturales; preservación y respeto a enfoques de no mercado que contribuyan a la erradicación de la pobreza (párrafo 58).

Entonces, se ha conseguido hacer inaplicable un enfoque mercantilista de la economía verde y neutralizarlo en la práctica. Sin embargo, es de es-perar que los países desarrollados si-gan insistiendo en la puesta en marcha de este enfoque y dirigiendo los recur-sos financieros y asistencia técnica y tecnológica a los países en desarrollo que escojan soberanamente avanzar en la implementación de proyectos de economía verde. La sección 5 se

denomina “Marco para las acciones a seguir”. El mayor logro del Estado Plurinacional en esta sección ha sido la eliminación de los mecanismos de mercado, pago por servicios am-bientales, incorporación de los costos ambientales en la economía y evitar un enfoque muy climatizado y/o am-biental del desarrollo y la lucha contra la pobreza. Bolivia también ha logra-do eliminar cualquier mención al me-canismo REDD+ que está vinculado a la mercantilización de los bosques.

Un problema que todavía persiste en el documento es el rol excesivo que se le ha asignado al sector privado, ya no como un grupo más de la sociedad civil, sino como una entidad de finan-ciamiento del desarrollo sostenible, a través de las alianzas publico-priva-das, lo que debilita el concepto de co-operación internacional a favor de las inversiones privadas. Por otra parte, no se ha podido lograr que los países desarrollados trabajen en medios de implementación coherentes para lo-grar el desarrollo sostenible.

Con relación a la seguridad alimen-taria, se han reafirmado los compro-misos con el derecho humano a la ali-mentación y el acceso a la nutrición, la seguridad alimentaria y el acceso a alimentos suficientes, nutritivos y seguros para eliminar el hambre. También se reconoce el rol de las co-munidades campesinas, los pueblos indígenas y los pequeños productores campesinos en la agricultura y de sus prácticas productivas que preservan el medio ambiente, reducen la de-gradación de la tierra, promueven la seguridad alimentaria y fortalecen la producción nacional.

En el tema del agua, Bolivia ha logrado reafirmar los compromisos sobre el derecho humano al agua potable y el saneamiento, aunque en

un lenguaje más diluido que el de la Resolución promovida por el Estado de Bolivia. También se resalta la im-portancia crítica del agua para ejercer el derecho al desarrollo, la erradica-ción del hambre y la pobreza, la salud pública, la agricultura, la seguridad alimentaria, la generación de ener-gía hidroeléctrica, la forestación y el desarrollo rural. Con relación al tema de la biodiversidad, Bolivia ha insis-tido para que fueran retiradas todas las propuestas que mercantilizaban la naturaleza, como es el pago por los servicios de los ecosistemas.

Con referencia a la sección 6 de “Medios de implementación”, que es también una de las partes más contro-versiales de la Declaración, ya que se están debilitando de manera sistemáti-ca los compromisos y esfuerzos de los países desarrollados para promover e impulsar el desarrollo sostenible en el mundo. En esta sección simplemente se han reafirmado los medios de im-plementación prometidos en las Cum-bres de 1992 y 2002 y otras. También se establece dar inicio a un proceso intergubernamental para determinar necesidades financieras y evaluar ne-cesidades adicionales para proponer opciones para una Estrategia para el Financiamiento del Desarrollo Sos-tenible. La propuesta fue desarrollada por el Brasil, Bolivia y la India.

Este es uno de los temas donde existe un importante retroceso ya que se han introducido en el lenguaje los cambios que se han venido dando en los últimos años con el impulso a una arquitectura de la ayuda internacional en el marco de la movilización de re-cursos de la inversión privada, el co-mercio para la ayuda, y la exigencia para que los propios países en desa-rrollo contribuyan financieramente a su desarrollo.

René Orellana y Diego Pacheco integraron el Equipo de Negociación de la delegación boliviana para el Cambio Climático y Río+20. Aquí, la mirada oficial de Bolivia sobre los resultados del encuentro celebrado en Rio de Janeiro. No cubrió expectativas.

René Orellana

Diego Pacheco

/ Alai

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Pecados de modernidad deuna izquierda inorgánica

La socialdemocracia pierde vitalidad entre estructuras obsoletas y clientelismo, afirma el autor al abordar el debate abierto en Europa sobre la crisis de una de las corrientes políticas de peso

“Mientras la derecha rearticula el tejido social conservador y propicia una nueva identificación entre ascenso social y poder político, la crecien-te estrechez orgánica socialdemócrata la desco-necta de las nuevas capas profesionales.”

Ignacio Muro BenayasEconomista / El País

No solo Hollande o Rub-alcaba, no solo la social-democracia, también las

izquierdas en su conjunto deben revisar la levedad orgánica de sus proyectos. Los errores en el diag-nóstico del actual capitalismo re-gresivo se retroalimentan con dé-ficits organizativos y de ideas que trascienden al modo de elegir los candidatos, a veces el único test admitido de modernidad.

Se sobrevaloran los problemas de comunicación. La levedad del pensamiento se confunde con la ausencia de discurso, cuando el discurso es solo la forma en que se estructura y presenta lo que uno piensa. Las redes sociales son ob-servadas como meros canales de información olvidando que pueden aportar una nueva dimensión orgá-nica a los movimientos políticos. No solo en Egipto. Cuando Chris Hughes, cofundador de Facebook, se ofrece para colaborar con Oba-ma, éste le hace una petición que resalta el aspecto práctico de las redes: formar cuadros y grupos de apoyo para enriquecer las políticas sectoriales, financiar la campaña y ganar las elecciones. Las ganó aunque su experiencia posterior demuestra que, sin estructuras par-tidarias estables, sin una izquierda social bien tramada, es difícil ar-ticular la defensa del reformismo progresista, más aún, cuando se confronta con una derecha com-pacta y agresiva a la que hay que disputar, como reclamaba Grams-ci, “la hegemonía, los consensos, el sentido común” en economía, religión, justicia, educación o me-dios de comunicación.

En España, el PP triplica sus militantes desde los 90, mientras el PSOE pierde vitalidad al ence-rrarse en agrupaciones obsoletas y métodos de trabajo clientelares. Mientras la derecha rearticula el tejido social conservador y propi-cia una nueva identificación entre ascenso social y poder político, la creciente estrechez orgánica socialdemócrata la desconecta de las nuevas capas profesionales. Alejados al tiempo de sindicatos y redes sociales, se encomienda al grupo parlamentario como prin-cipal estructura donde comparte la profesionalización de la políti-ca como opción vital. Incapaz de enfrentarse a la profundidad de las

regresiones capitalistas que acom-paña a la revolución conservadora, la socialdemocracia deja de ser, al tiempo, reformista y de masas.

Las pautas socialdemócratas, tradicionalmente paradigmas de realismo y pragmatismo, empiezan a derivar en idealismo inorgánico. Antonio Gutiérrez, ex de CC OO y del PSOE, se sorprende de que, in-cluso en los momentos álgidos de la primera legislatura de Zapatero, se “confundiera leyes con políti-cas” de modo que lo legislado “no fuera realmente defendido frente a la oposición doctrinaria bronquis-ta”. La ausencia de ramificaciones orgánicas entre poder político y so-ciedad termina deteriorando la per-cepción de lo realizado y su balan-ce: los que eran claros activos de un gobierno de izquierdas, acaban siendo percibidos en la campaña de 2008 casi como pasivos. Pero esa incapacidad se camufla como virtud: primero, sobrevalorando el poder del BOE, como si la realidad cambiara con solo legislar, des-pués, “imaginando” al Gobierno en conexión directa con los ciuda-danos, sin necesidad “del partido” ni de intermediarios sociales.

Desde posiciones opuestas, el Movimiento 15-M llega a conclu-siones similares: el rechazo a parti-dos y sindicatos como algo “viejo” mientras reivindica “democracia real ya”. Es parte del ciberutopis-mo, el retorno a las ilusiones del

hombre libre, del individuo común capaz de prescindir de los “profe-sionales del poder”. Rememoran otros momentos históricos, como la desintermediación reclamada en el “ni dios, ni reyes, ni tribunos”, incluido en el himno comunista de La Internacional. Ignoran que lo espontáneo y lo organizado (Rosa Luxemburgo dixit) forman parte de un aprendizaje colectivo hacia la política de forma que, aunque en momentos de máxima tensión, “las masas son realmente sus propios líderes”, a largo plazo lo orgánico es esencial para dar cohesión a lo disperso. Y esa es hoy la tarea.

La multifragmentación del tejido productivo que caracteriza al nue-vo capitalismo potencia desde hace décadas la segmentación social e ideológica. Sin una alternativa sol-vente que lo integre en un proyecto general, cada grupo social parece buscar su propia opción pública. El derecho a la diversidad, influencia de la cultura ecologista, estimula a todas las minorías, también las polí-

ticas, como si estuvieran en peligro de extinción. En ese contexto, dice Llamazares, la “forma partido” de-be evolucionar en clave femenina, vinculada al paciente tejer desde las diferencias. Suena bonito pero anti-cipa un estira y afloja permanente, la preponderancia de los vínculos débiles típicos de la posmodernidad sobre la coincidencia en análisis y proyectos.

La dificultad para construir el cemento para proyectos orgánicos comunes se sustituye por las alian-zas como solución, pero las dificul-tades subsisten. El PSC construye un tripartito incapaz de navegar por aguas turbulentas. Izquierda

Unida precisa de múltiples porta-voces en el Congreso para poder ser respetuosa con su pluralidad. La sensación de jaula de grillos no puede evitarse. Y lo mismo ocu-rre con El Olivo en Italia. La no proporcionalidad de los sistemas electorales son citados, con razón, como causa de las dificultades de esas minorías. Pero se olvida que la absoluta proporcionalidad del sistema italiano fue un regalo en-venenado de Berlusconi pues fa-cilita el sectarismo, el trafico de influencias y la ingobernabilidad de las múltiples izquierdas.

Desde diferentes posiciones, lo esencial es consensuar una causa común reformista, conectar y ar-ticular políticas sólidas para con-vertir lo inmaterial en material, los pensamientos en discursos, lo disperso en compacto, las ideas en seguidores, estructuras, votos o dineros. Con formas permanen-tes o coyunturales. Sin duda, una tarea de muchos durante mucho tiempo.

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La edad de las usurpacionesCasi todos los espacios sociales están siendo usurpados por lo par-

ticular, que se impone a lo social, ahogando toda posibilidad de reacción colectiva. Y no solo eso: también las identidades.

“Los no fumadores han conseguido arrojar a los fumadores de un espacio vinculado al tabaquismo desde su origen, el café, instaurando en ellos la pro-hibición de fumar. Como si prohibiesen bañarse en unas termas o narcotizarse en un fumadero de opio o follar en un prostíbulo o rezar en una iglesia…”

Jesús FerreroEscritor / El País

Vivimos en una época en la que se están llevando a cabo usurpaciones de los

espacios sociales y las personalida-des que invita a pensar. Pondré para empezar el ejemplo de los cafés. La clase de establecimiento que aún llamamos café fue un invento de los fumadores del siglo XVIII, que se reunían en ellos para tomar café, por supuesto, pero sobre todo para fumar un buen puro o una buena pipa, lejos de las narices a las que ofendía el olor a trópico. Y así continuó siendo du-rante todo el siglo XIX (Baudelaire y Rimbaud sabían mucho de eso).

Pero ahora los no fumadores han conseguido arrojar a los fumadores de un espacio estrechamente vincu-lado al tabaquismo desde su origen, instaurando en ellos la prohibición de fumar. Como si prohibiesen bañarse en unas termas o narcotizarse en un fumadero de opio o conducir en una carretera o follar en un prostíbulo o rezar en una iglesia, desvirtuando el fundamento específico del lugar. Amén y sigo.

Las ferias de libros de nuestro tiempo también muestran otra forma de usurpación de lo más pintoresca. Si uno escucha la lista de nombres que expanden los altavoces de la Feria del Libro de Madrid, observa que casi todos son nombres de estre-

llas mediáticas o de otra naturaleza más o menos espuria, si bien de vez en cuando, y como por casualidad, aparece el nombre de algún escritor. De modo que podemos decir que

actualmente la Feria del Libro es so-bre todo la feria de los que escriben libros recurriendo a negros, que han colonizado la fiesta de la cultura co-mo entrañables parásitos, usurpando

un espacio que no les pertenecía, y en el que capean con más autoridad que Julio César en la Galias cuando dijo aquello de Vini, vidi, vinci.

Otro ejemplo de usurpación de es-pacio social es el que se está llevando a cabo en las mismas calles. La calle ha sido siempre en Occidente el es-pacio público por excelencia, y toda revolución y toda involución se han hecho fuertes o débiles sobre todo en las calles: lugares de todos y para to-dos por los que poder pasear, curio-sear, sentarse… Sin embargo es ob-servable como van desapareciendo los bancos de las calles y las plazas. Dicen que lo piden los comerciantes, entre otras corporaciones filantrópi-cas. Hay que consumir, y colocar bancos confortables en las aceras no incita al consumo.

También son enemigos de esos bancos, antes tan numerosos, los dueños de establecimientos con terraza. Si quieres sentarte, paga y consume algo, que las calles ya no son lo que eran. Como detalle arcai-co, en algunas calles de Madrid han colocado sillas aisladas, como pa-tos perdidos en un inmenso garaje. Por ejemplo, en la calle Fuencarral han colocado dos o tres sillas, allí, en medio de la riada de transeúntes y la explosión de comercios. Nadie para mucho tiempo en ellas. Los que allí asientan sus posaderas se notan observados como monos de parque zoológico por los peatones que cir-culan en las dos direcciones y que los ahogan con sus cuerpos y sus alien-tos y sus pedos.

También en Nueva York, en el centro de Times Square, han puesto algunas sillas. La gente aguanta en ellas como mucho cinco minutos. Te rodean por todas partes anuncios luminosos y transeúntes. Es como estar en el centro de un mandala so-focante. Ni puedes leer el periódico ni mantener con nadie una conver-sación razonable. Así que te largas de allí rápidamente, como quien se libra de un potro de tortura, y hasta entiendes por qué en Nueva York están prácticamente prohibidos los bancos callejeros.

En líneas generales, casi todos los espacios sociales están siendo

usurpados por las particularidades. Lo particular se impone a lo social ahogando toda posibilidad de reac-ción colectiva. Los cines eran es-pacios claramente sociales y asistir a ellos fue, en la edad de oro del ci-nematógrafo, una ceremonia social de bastante envergadura y que fun-cionaba como sistema de cohesión al ser generadora de muchos mitos, y los mitos sirven para cohesionar y crear tejido social, entre otras cosas. Ahora el cine se ve en casa, desde la cama o el sofá. Sigue habiendo cine, pero su antiguo espacio social se ha desvanecido. Asombrosamente, ver una película se ha convertido en un asunto individual. La cama y el sofá le han usurpado el cine su espacio social y ceremonial.

A la usurpación de espacios so-ciales se ha añadido, en los últimos tiempos, la usurpación de persona-lidades y la falsificación de identi-dades al por mayor. Una caso muy ilustrativo fue el de la carta que García Márquez le dirigía a Dios cuando ya veía cercana su hora, y que circuló por Internet como Pe-dro por su casa. El texto es de una cursilería prácticamente infinita, y en ella vemos a Márquez conver-tido en un devoto cristiano que le habla con íntima pastosidad a Dios. Era como usurparle a Márquez su personalidad atea y laica. Algunos amigos del colegio que me han sa-lido al encuentro de Facebook han alabado largamente esa carta tan emotiva y entrañable, tan llena de humildad cristiana. Hace tiempo hi-ce algún esfuerzo por desbaratar, al menos ante ellos, esa mentira, pero ya vi que era una batalla perdida. Lo siento por García Márquez, que va a tener que cargar con una cruz que nadie se merece.

Otro buen ejemplo a ese respeto es el de la falsificación de la figura de Roberto Bolaño. En la historia de Bolaño que circula por ahí como un mithos, Bolaño figura como un alcohólico en México y como un heroinómano en Blanes. Fui amigo de Bolaño y puedo asegurar que ni probaba el alcohol ni ninguna otra droga blanda o dura, y los que lo conocieron en México aseguran

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MUNDANAS

que apenas si tomaba una cerveza de vez en cuando. Esa es la verdad, por más que se disgusten los aman-tes de las vidas malditas y peregri-nas. Y diré algo más, a pesar de la enfermedad hepática que le seguía los pasos como cien espadas de Da-mocles con patas, era un hombre tremendamente feliz a ratos y no solo a ratos. En blogs dedicados a su figura, glosan su vida y su obra, y algunos acaban diciendo que, de todas formas, no envidian la vida de Bolaño, tan alcohólico, tan yonqui y tan tirado.

También con Bolaño me planteé desbaratar tantas mentiras, pero en mi última estancia en Nueva York me di cuenta de que se trataba una vez más de una batalla perdida. Allí el mito de Bolaño maltratado por las drogas es más duro que el granito, y está perfectamente asentado. Ya no creo que haya forma de matarlo, porque se puede matar a una persona pero no se puede matar un mito. Y la fábula de Bolaño que más triunfa es la de monje drogadicto y perdido en una oscura calle de Blanes a la que nunca llegaba la luz, como aquella de la canción de Lone Star de mi adolescencia.

El mito de un Roberto Bolaño maltratado por las drogas está más asentado que el granito

Para completar la función, otro espacio que está siendo usurpado, y que atañe paradójicamente a la personalidad y la individualidad, es el de la soledad en sí, donde la individualidad se hace fuerte y la imaginación se torna más muscu-losa, en parte porque la gente se ha acostumbrado a estar siempre conectada: necesita estarlo. De modo que te encuentras en una cita galante, hablando con un posible candidato a tu cama en un bar, y de pronto empieza a sonar el móvil: intromisión del otro, o de los otros en general, en un espacio antes más cerrado que una campana de cristal: el espacio de la seducción. También puede sonar el móvil en medio de un coito. Probablemente no con-testes, pero eso no ha impedido que el otro o los otros interrumpan una ceremonia vinculada a la intimidad más soberana y animal, y más rela-cionada con los espacios cerrados y las sombras.

Es imposible escribir la historia del presente, si lo hiciéramos, empe-zaríamos a dudar de nuestra misma existencia. ¿No seremos como fan-tasmas luchando por distinguirse en medio de una maraña cada vez más densa de espacios usurpados y per-sonalidades modificadas por la ley de la ficción fácil y truculenta? Yo ju-raría que sí y que ya todos danzamos alegremente en este carnaval que du-ra todo el año y que es algo así como la imagen de una nueva eternidad: la eternidad de los simulacros.

Contra la melancolía

“El resultado del bombardeo por tierra, mar y ai-re de noticias con variaciones actualizadas de la catástrofe, está provocando la extensión de una especie de abatimiento colectivo, de depresión inactiva y de parálisis.... Y eso, con todo, era lo que los antiguos denominaban melancolía.”

Xavier Antich/ La Vanguardia“Ja han tocat les dotze, i res no es

mou. Sí, res no es mou, i ja som a un altre dia!. Cualquiera en

La Seu d'Urgell sabe estas palabras de memoria. Pertenecen al Retaule de Sant Ermengol, una representa-ción teatral sobre la vida del más cé-lebre de sus obispos medievales. En un cuadro, se escenifica el tópico del terror ante el cambio de milenio, que durante mucho tiempo alimentó el mito de una Europa aterrorizada ante lo que iba a pasar. Ahí se escucha la frase, tras la última campanada de fin de año, siglo y milenio. Acabaron de sonar, y no pasó nada. Los cambios de era, ciertamente, no suceden a to-que de campanas.

¿Recuerdan la propuesta de Sarkozy, en septiembre de 2008, sobre la necesidad de refundar el capitalismo? Una semana antes, Le-hman Brothers había anunciado su quiebra, y hacía un año los créditos subprime habían provocado la crisis financiera. Tiene gracia: el capitalis-mo ya había empezado a refundarse por su cuenta, sin esperar a Sarkozy, y tal vez ahora pueda darse por ya re-fundado. Vivimos en otra época: sin que hayan sonado campanas, lo que nos separa de 2007 es abismal.

Y fíjense ahora en este texto, que parece escrito hoy: “Pero es dema-siado tarde. Estas funestas palabras serán ahora la respuesta a todos sus esfuerzos. Con unas pocas medidas ocasionales, advierte ahora asustada la corte, ya no se puede salvar nada, hace falta un Hércules que aparte del camino de una vez la gigantesca pie-dra del déficit. Un ayudante, un mi-nistro tras otro es llamado a la obra de la financiación, pero todos aplican tan sólo aquellos recursos calculados para el momento, que nosotros mis-mos recordamos muy bien de ayer a hoy (la historia siempre se repite): gigantescos empréstitos que en apa-riencia hacen desaparecer los ante-riores, impuestos y más impuestos sin consideración alguna. Pero como la enfermedad real es más profunda, y se debe a una defectuosa circula-ción económica, a un insano reparto de la sustancia económica nacional por acumulación de toda la riqueza en las manos de unas docenas de es-tirpes feudales, y como los médicos financieros no se atreven a acometer la necesaria intervención quirúrgica, la anemia del tesoro se hace crónica. ‘Cuando el derroche y la frivolidad han agotado el tesoro real, se alza un grito de desesperación y miedo. Entonces los ministros de Hacien-da aplican medidas cada vez más draconianas. Estos remedios mo-mentáneos alivian por un tiempo las

dificultades, y en seguida se pasa, con increíble ligereza, de la desespe-ración a la mayor despreocupación. En último término, es seguro que el actual gobierno supera al anterior en desorden y saqueo, y que es moral-mente imposible que este estado de cosas pueda durar más sin tener una catástrofe como consecuencia’. Pero cuanto más se siente acercarse el des-plome, tanta más inquietud brota en la corte. Por fin, por fin se empieza a comprender. No basta con cambiar a los ministros, sino que hay que cam-biar el sistema”.

Disculpen la extensión de la cita, pero estas palabras son de una actua-lidad sorprendente. Y, sin embargo, pertenecen a María Antonieta, el clásico de Stefan Zweig que este año ha reeditado, tan oportunamente, la editorial Acantilado. Un libro mara-villoso, de una profundidad psicoló-gica admirable, que relata el final de la monarquía en Francia y que sigue el pulso del avance del espíritu revo-lucionario que provocará, en Francia y en toda Europa, un cambio radical de época. No parece que sea mala lectura para estos tiempos, si me per-miten la sugerencia, ahora que llega el verano.

Como tampoco no lo es la reedi-ción de otro clásico imprescindible,

igualmente de actualidad, que es la Decadencia y caída del Imperio ro-mano, de Edward Gibbon, que Ata-lanta ha tenido el acierto de volver a traducir y editar. Harold Bloom, que considera el texto como pro-fético, no tiene reparo en decir que el diagnóstico del libro es perfecta-mente aplicable a lo que sucede en su país. Dos lecturas, las de Zweig y la de Gibbon, coincidentes en su oportunidad, y que dan que pensar sobre nuestro cambio de época, tan diferente...

Hace muchísimo tiempo, Hipó-crates ya sentenció que, cuando la combinación de tristeza y dolor se prolonga demasiado, puede dar lu-gar a la melancolía. Seguramente la tristeza no sea hoy el sentimiento generalizado ante la crisis, cosa que

sin duda sí que sucede con el dolor, puesto que los efectos de la situación son tan alarmantes que es difícil que alguien haya quedado al margen del torbellino. Y, sin embargo, a pesar de lo mucho que se ha hablado de la indignación, no parece descabe-llado pensar que son otras las reac-ciones mayoritarias: por una parte, una especie de enfado y de irritación sin objeto preciso que, por ello, ve indefinidamente aplazadas las con-secuencias o efectos que podrían de-rivarse; por otra, lo que podríamos denominar la tentación de la melan-colía. Pues, en efecto, el resultado del bombardeo, día sí, día también, por tierra, mar y aire, de noticias con variaciones continuamente actua-lizadas de la catástrofe, está provo-cando la extensión de una especie de abatimiento colectivo, de depresión inactiva y de parálisis ante lo que se pretende como inevitable. Y eso, con todos los matices que se quiera, era lo que los antiguos denominaban co-mo melancolía.

Releer a Zweig y a Gibbon podría permitir evitar la melancolía. Entre otras cosas, para entender que, en los procesos históricos, no hay nada inevitable. Y que lo único imperdo-nable es tener plomo en la sangre y ser incapaz de actuar.

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Convocatoria a las JornadasCruceñas sobre Investigación

Conozca los detalles de las séptimas Jornadas Investigacruz, a realizarse del 21 al 23 de agosto. El eje central es “Etnohistoria, presente y proyecciones de los indígenas de Tierras Bajas”.Las Jornadas Cruceñas de

Investigación en Ciencias Sociales Investigacruz que

se realizan una cada año desde 2005, constituyen un espacio de re-flexión, de varios días de duración, en el que investigadores, estudiosos independientes o adscritos a institu-ciones universitarias y organizacio-nes no gubernamentales se reúnen para compartir los hallazgos de sus estudios así como sus métodos de trabajo, intercambian sus preocu-paciones intelectuales y trazan las líneas de trabajo a seguir en el futu-ro en el campo de la investigación.

Las Jornadas son una iniciati-va del Grupo de Investigación de Santa Cruz Jatupeando, que cuenta con el apoyo del Programa de In-vestigación Estratégica en Bolivia (PIEB), del Museo de Historia de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) y de la Uni-versidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), ésta última co-organizadora y sede del evento de 2012.

Este año, las Jornadas se deno-minan “Etnohistoria, presente y proyecciones de los pueblos indí-genas de Tierras Bajas”, dada la importancia que progresivamente han ido asumiendo los pueblos in-dígenas de Tierras Bajas, al pasar de una situación de invisibilidad a ser protagonistas de procesos so-ciales.

En ese entendido, y consideran-do que el espacio de los pueblos indígenas de la Amazonia, el Pie de Monte, los Valles Mesotérmi-cos, la Chiquitania y el Pantanal trasciende el de la división política del departamento de Santa Cruz, se

aceptarán estudios de la frontera o transfronterizos de los mismos pue-blos que viven en Brasil, Paraguay o Argentina.

El propósito es integrar visiones académicas de la etnografía de los pueblos, de sus estilos de vida tra-dicionales y en transformación, de la participación que tienen a través de sus organizaciones, y de sus pro-yecciones como comunidades que están interrelacionadas con las po-blaciones mestizas y de migrantes de Occidente.

objetivoS de

laS jornadaS 1. Impulsar la reflexión respecto

a la investigación social que se ha desarrollado en Santa Cruz sobre los pueblos indígenas de Tierras Bajas.

2. Difundir los resultados de los últimos estudios realizados por ins-tituciones e investigadores del de-partamento respecto a las visiones etnohistóricas, presente y proyec-ciones de los indígenas de Tierras Bajas.

3. Publicar los trabajos que cum-plan con los criterios de pertinen-cia, novedad y calidad teórica y metodológica.

Modalidad

del evento

Durante los días 21, 22 y 23 de agosto de 2012 se reunirán in-vestigadores y público (docentes, universitarios, particulares) para escuchar y compartir acerca de las investigaciones recientes sobre los pueblos indígenas de Tierras Ba-jas en cualquiera de las siguientes áreas o mesas de trabajo: Etnohis-toria; Género, generación y fami-lia; Tierra y territorio: recursos y conflictos; Lenguas y literatura; y Educación y salud.

Habrá conferencias magistrales (inaugural, de clausura y propias de cada mesa de trabajo) a cargo de in-vestigadores invitados, con trayec-toria reconocida en las temáticas propias de los pueblos indígenas de Tierras Bajas. Asimismo, habrá ex-posición y discusión de ponencias a cargo de otros investigadores que

quieran difundir sus trabajos.Todas las actividades se desarrollarán en plenaria, de 15:00 a 21:00.

ejeS teMáticoS de

laS MeSaS redondaS Las Jornadas Investigacruz se

caracterizan por la organización de mesas de trabajo en las cuales los in-vestigadores reflexionan sobre ejes temáticos determinados. Por tanto, la comunidad académica de Santa Cruz y de Bolivia están invitadas a presen-tar ponencias para las VII Jornadas Cruceñas de Investigación en Cien-cias Sociales, en torno a los siguientes ejes de reflexión:

1. Etnohistoria. Arqueología y arte rupestre. Historia de los pueblos indígenas en el momento del contacto con los conquistadores. Evangeliza-ción y misiones jesuitas y francisca-nas. Los pueblos indígenas después de la expulsión de los jesuitas. Pue-blos indígenas más allá de las fronte-ras de los estados nacionales.

2. Género, generación y fami-lia. Los modos culturales en que los pueblos indígenas construyen sus vínculos de género y generación. Los modos en que se sostienen los lazos de familia, las particularidades, dife-rencias y vicisitudes.

3. Tierra y Territorio: recursos y conflictos. Pueblos de Tierras Bajas: sus demandas y concesiones de terri-torios. Organizaciones indígenas, su historia y procesos. Conflictos histó-ricos de los pueblos indígenas de Tie-rras Bajas: marchas indígenas. Rela-ciones con pueblos y organizaciones indígenas de Occidente. Conflictos recientes: TIPNIS.

4. Lenguas y Literatura. La co-municación de los indígenas. Expre-sión oral y no verbal. Expresión oral y escrita. Lenguas y lenguajes indíge-nas. La lógica mental y los paradig-mas culturales detrás de cada lengua. La literatura indígena y los imagina-rios culturales. Los autores, los con-textos, las historias, los personajes, la narración. La literatura indígena en el mundo editorial. La lectura de la lite-ratura indígena.

5. Educación y salud. Cosmo-visión de los pueblos indígenas de Tierras Bajas en relación a la educa-

ción y saberes ancestrales. Demandas indígenas pertenecientes al ámbito educativo. Experiencias de educación indígena anteriores a las reformas estatales. Desarrollo de programas de educación intercultural bilingüe. Situación de los pueblos de Tierras Bajas en torno a la salud, mortalidad infantil, esperanza de vida. Experien-cias en el área de salud.

caracteríSticaS

de laS ponenciaS Las ponencias deberán necesa-

riamente contemplar los siguientes aspectos teóricos, metodológicos y formales: a) Resumen (abstract); b) Objetivos; c) Balance del estado de la cuestión; d) Metodología; e) Resulta-dos de la investigación; f) Reflexiones teóricas a partir de la investigación; g) Conclusiones y recomendaciones; y, h) Bibliografía.

Deben ser entregadas en versión impresa y en formato digital, tendrán una extensión de 15 a 20 páginas en tamaño carta (incluyendo bibliografía y notas), letra Times New Roman 12 e interlineado 1½.

Las notas irán al pie de página. Las ilustraciones (fotos, mapas, etc.) deberán ser presentadas en archivos aparte, en su programa informático original, indicándose claramente cuál es su ubicación, su título y su origen.

Las referencias bibliografías en el texto se harán de la siguiente ma-nera: a) una o dos referencias a datos bibliográficos se insertarán según el siguiente modelo: (Apellido del au-tor año, páginas). Ejemplo: (Susnik 1978: 35); b) Si se citan más de tres referencias juntas, colocarlas en nota al pie de página, siguiendo el mismo modelo.

La bibliografía seguirá los siguien-tes modelos:

1. LibrosUn autorSUSNIK Branislava1978 Los aborígenes del Para-

guay I. Etnología del Chaco boreal y su periferia (siglos XVI y XVII). Asunción: Museo Etnográfico An-drés Barbero.

Varios autoresVILLAR Diego, CÓRDOBA Lo-

rena y COMBES Isabelle

AGENDA

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2009 La reducción imposible. Las expediciones del padre Negrete a los pacaguaras (1795-1800). Cocha-bamba: Instituto de Misionología de la Universidad Católica de Bolivia.

CompilacionesNICOLÁS, Richard (ed.)2008 Mala guerra. Los indígenas

en la guerra del Chaco (1932-35). Asunción: CoLibris/ServiLibro/Mu-seo del Barro.

2. Artículos o capítulos de librosSANABRIA FERNÁNDEZ Her-

nando1949 “Los chanés”, en: Boletín de

la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz, nº 29-30: 5-41, Santa Cruz de la Sierra.

SIMON DE SOUSA Brigitte1994 “Guerreros y misioneros”,

en: RIESTER Jürgen (ed.): Chirigua-no. Santa Cruz: APCOB: 627-671.

3. Fuentes o reediciones de li-bros

NÚÑEZ CABEZA DE VACA Alvar

1944 [1555] Comentarios. Bue-nos Aires: Espasa Calpe.

MURIEL Domingo1955 [1766] “Breve noticia de

las misiones vivas de la Compañía de Jesús en la provincia del Paraguay”, en: FURLONG Guillermo: Domin-go Muriel SJ y su Relación de las mi-siones. Buenos Aires: lib. del Plata: 130-218.

NORDENSKIOLD Erland2002 [1912] La vida de los indios.

El Gran Chaco (Sudamérica). La Paz: APCOB/Plural.

detalleS

FinaleS

Los/las autores/as deberán indicar su nombre, su adscripción institucio-nal (si tuvieran) y su correo electróni-co. Sólo se recibirá una ponencia por autor/a. Se aceptan ponencias con varios autores, pero la presentación deberá realizarla la persona encargada de coordinar la investigación.

Las presentaciones de las ponen-cias se podrán realizar bajo el formato que el/la autor/a elija. Se recomienda preparar presentaciones creativas, con el uso de medios visuales, audio-visuales y/o alternativos. El tiempo de exposición es de 15 minutos.

Los resúmenes de las ponencias, de una extensión de 600 caracteres sin espacios, deberán llegar hasta el 30 de junio de 2012 a la dirección siguiente: [email protected]. El 15 de julio el Comité Académico dará una respuesta acerca de la aceptación de las ponencias. Hasta el 31 de julio de 2012 se recibirán las ponencias completas.

Las V Jornadas Cruceñas de In-vestigación en Ciencias Sociales se realizarán el 21, 22 y 23 de agosto de 2012 en el Aula Magna de la Uni-versidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), ubicada en la avenida Paraguá y 4º Anillo.

AGENDA

Lecturas

Un manual especial

Juan Carlos Urenda, abogado cons-titucionalista, acaba de presentar un nuevo libro especializado: Manual de la responsabilidad de los gerentes, di-rectores y síndicos. La publicación, de excelente calidad en contenido y en la forma, fue editada por Plural Editores en coordinación con el Estudio Jurídico Urenda Abogados. Ya está a la venta en las principales librerías del país. Pe-didos: [email protected]

El Baúl de SantillanaDesde la fecha hasta el 21 de julio, Santillana pone en marcha una campa-ña extraordinaria para fomentar la lec-tura: “¡Libros para todos los bolsillos!” Y es cierto: ofrecerá con descuentos de hasta 70 por ciento los títulos que edi-ta bajo los sellos Alfaguara, Alfaguara Infantil-juvenil, Altea, Taurus, Punto de Lectura, Alamah y Aguilar. La campaña rige en librerías de La Paz, Cochabam-ba y Santa Cruz. Vea detalles en www.prisaediciones.com/bo

Mujeres Creando en casaConseguir en Santa Cruz de la Sierra las publicaciones de Mujeres Crean-do ya no será problema. Desde julio, la organización tendrá casa propia en la capital cruceña. Se llamará “Los De-seos de la Virgen” y funcionará en la calle Arenales 284. Allí se podrá encon-trar “Detrás de una mujer feliz, hay un machista abandonado”, “Maternidad y soberanía sobre nuestros cuerpos”, “¡Mamá puso un huevo!”, “Ninguna mujer nace para puta”, “Macho, Varo-nes y Maricones”, entre otras publica-ciones. A tomar nota.

Todo sobre economía“Veinte años de análisis de la econo-mía boliviana” es el libro que Teófilo Caballero Viera, director de la carrera Ingeniería Financiera de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, pre-senta para los lectores interesados en la materia. El libro es una compilación de los artículos escritos por Caballero y publicados en la prensa local y na-cional en los últimos veinte años. Es decir, un resumen de la historia de la economía nacional de las últimas dos décadas. El libro está a la venta en las principales librerías del país.

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