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Selección de Textos MARCEL BROODTHAERS Marcel Broodthaers, Pipe et Formes Academiques, 1969–70

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Selección de Textos

MARCEL BROODTHAERS

MarcelBroodthaers,PipeetFormesAcademiques,1969–70

Las figuras

DIRK SNAUWAERT

El desarrollo de la obra de Marcel Broodthaers fue discontinuo, paralelo a

los cambios en el arte de los 1960 y 1970. Sin embargo, aunque las imágenes

de Broodthaers a menudo fluctuaban en relación con las tendencias y modas

cambiantes, funcionando como un comentario de ellas, había varios temas

recurrentes, uno de los cuales era la letra o el número: pintado, escrito, impreso.

Como poeta, Broodthaers había tratado estos materiales en la construcción

de un texto. Al seguir siendo poeta a lo largo de toda su carrera artística, siguió

ocupado con las letras y los números: escritos o impresos, positivos o negativos.

Usada por primera vez a fines de 1966, la designación “Fig. 1, 2, 3…”

persistió hasta las últimas obras. Broodthaers usó esta designación en sus

grandes montajes (por ejemplo, Théorie des Figures), en sus libros (Charles

Baudelaire. Je hais le mouvement qui déplace les lignes), en proyecciones de

diapositivas, películas y dibujos.

Al rastrear los orígenes de Broodthaers como artista, llegamos a las obras

con cascarones de huevo, conchas de mejillón, y frascos con fotos, pero en ellas

evitaba usar los objetos como símbolos codificados, es decir, como elementos

con significados fijos. Despojados de sus funciones cotidianas, recibían un

nuevo significado dentro de un contexto artístico. Sin embargo, para evitar que

fueran vistos con cierta perspectiva estética (la del readymade de Duchamp),

respetó sus cualidades específicas. Broodthaers seleccionaba cuidadosamente

sus objetos en base a sus características como marcos, moldes y vacíos. Al

presentarlos únicamente en confrontación de unos con otros, construía una

relación discursiva sin recurrir a las palabras.

Obviamente la manera de trabajar de Broodthaers y sus frecuentes

referencias conducen a Magritte, quien también yuxtaponía objetos cotidianos

reconocibles inmediatamente unos con otros, obteniendo así situaciones nuevas

y desconocidas, y socavando el significado convencional de cada objeto. En

“Las palabras y las imágenes”1, Magritte escribió: “Las figuras vagas tienen un

significado tan necesario y perfecto como las precisas”. Bajo este enunciado

está el dibujo de una figura indefinible junto a la de un cubo. En las otras

proposiciones de “Las palabras y las imágenes”, Magritte usó los términos objeto,

imagen, forma, palabra y nombre, junto con el término figura. Al parecer la última

puede considerarse una síntesis de todas las otras. Esto nos permite definir la

palabra figura como “ilustración”, “imagen” o “gestalt”.

Aunque por lo general Broodthaers usaba palabras con diversos y

ambiguos significados, su uso de figura puede dilucidarse de la siguiente

manera: se aplica a la etapa de observación donde las cosas están a punto de

ser nombradas, cuando el objeto está a punto de conectarse con un concepto.

Figura implica entonces ver, observar, pero aún no explicar. A diferencia del

símbolo, que se reconoce y se define dentro de un discurso, la figura está

abierta y sin construir. En este sentido corresponde con la obra de arte, que

también es abierta y ambigua, y opera evadiendo las definiciones. Figura no

puede reducirse a un único significado. La figura tiende hacia lo real, mientras

que el símbolo se origina a través de un signo visual. Figura implica enfatizar la

experiencia desestructurada del objeto. La inscripción de Broodthaers, “Fig.”,

indica la ubicación de un objeto entre la observación y la traducción a imagen.

Broodthaers usaba la inscripción “Fig.” a la manera de un sistema didáctico

con fines pedagógicos, sistema originado en enciclopedias y diccionarios, donde

es usada como el vínculo entre un símbolo (a menudo geométrico) y una palabra,

o entre una ilustración y el pie de la misma: fig. 1 trata de esto, fig. 2 de aquello,

y demás. En el caso de Broodthaers, la imagen u objeto no está vinculado por

ningún pie a la indicación “fig.” Alternaba los números 0, 1, 2, 21 o las letras A y

B, pero nunca de una manera sistemática y claramente legible.

1René Magritte, “Les mots et les images”, La Révolution Surréaliste, no. 12, diciembre de 1929, p. 32.

En el museo Mönchengladbach se puede ver una caja de cartón, un reloj,

un espejo, una pipa, también una máscara y una bomba de humo, y uno o

dos objetos más que en este momento no recuerdo, acompañados por la

expresión: Fig. 1 ó Fig. 2 ó Fig. 0, pintada en la superficie de exhibición

abajo o al lado de cada objeto. Si hemos de creerle a la inscripción,

entonces el objeto adquiere un carácter ilustrativo que hace referencia a

una especie de novela sobre la sociedad. Estos objetos, el espejo y la pipa,

sujetos a un sistema de numeración idéntico (o la caja de cartón o el reloj o

la silla), se vuelven elementos intercambiables en el escenario de un teatro.

Su destino está arruinado. Aquí obtengo el deseado encuentro entre

diferentes funciones. Una doble tarea y una superficie legible –madera,

vidrio, metal, tela–, articularlas moral y materialmente. Jamás hubiera

obtenido esa clase de complejidad con objetos tecnológicos, cuya

especificidad condena a la mente a la monomanía: arte minimalista, robot,

computadora.

Los números 1, 2, 0 aparecen figurativamente. Y las abreviaturas

Fig., pobres en significado2.

Esta declaración, el único comentario programático de Broodthaers sobre

su uso de la inscripción “Fig.”, se refiere a la Théorie des Figures, un conjunto de

objetos exhibidos en el Museo Mönchengladbach en 1971. Théorie des Figures

es un ejemplo central de una serie de obras que incluye las instalaciones Pipe et

Formes Académiques (1969-1970), Ma Collection (1971), Section des Figures

(1972), Fig. A, Fig. 2 (1972), y la película Le Poisson (1971), el libro Charles

Baudelaire. Je hais le mouvement qui déplace les lignes (1973), y la sala

Figures-Figuren en la exposición Eloge du Sujet (1975). El conjunto Théorie des

Figures representa a la “Section Cinéma” (originalmente instalada en un sótano

en Düsseldorf en 1970) del Musée d’Art Moderne, Département des Aigles. Allí

servía de decoración de un cuarto, pintado de negro, en el que las películas de

2Marcel Broodthaers, “Diez mil francos de recompensa”, p. 43.

Broodthaers se proyectaban sobre una pantalla también cubierta de

inscripciones “Fig.” aplicadas con plantilla en intervalos regulares.

En el que posiblemente sea el ejemplo más antiguo, el dibujo Brusquement,

1966-1967, Broodthaers combinó las inscripciones “Fig.” con un cuadro azul y

uno rojo, alternando los símbolos escritos “Fig. 1” y “Fig. 0” con los cuadros,

marcados “Fig. 1” y “Fig. 2” respectivamente. Después de una pausa, siguen las

Figs. 1 a 6. En la placa Pipe et Formes Académiques, las Figs. 1 a 10 aparecen

bajo formas estereométricas y la pipa, igual que en Ma Collection, donde las

Figs. 1 a 24 son colocadas bajo las fotografías de los catálogos. No fue sino

hasta Théorie des Figures que Broodthaers empezó a usar “Fig. 12”, y poco

después “Fig. 21” y “Fig. A”. El sistema de referencia gradualmente se va

volviendo más complejo, del intercambio de 1 y 0 a la combinación de 12 y 21, y

la introducción de otro sistema de signos con la letra A. La relación de oposición

0/1 da paso a la enumeración de diferentes significados.

Suzanne Langer afirma que hay un principio fundamental en la base de la

razón humana: la capacidad de simbolización.

El símbolo se entiende en su doble significado: por un lado como se usa en

las matemáticas y la lógica. Ahí, los símbolos se distinguen de los hechos.

Las construcciones matemáticas son construcciones simbólicas; sólo

tienen significado dentro del sistema matemático de números. El uso de

símbolos está basado en una convención. Por otro lado, en el sentido

psicológico y filosófico, el símbolo indica la imaginación humana donde el

significado-estructura producido mediante la reflexión sobre un primer

hecho se transfiere a un segundo hecho, el símbolo. Este proceso se basa

en la analogía3.

El uso variable de los números con relación a los símbolos en diccionarios y

enciclopedias se basa en este proceso de analogía.

3Suzanne Langer, Philosophy in a New Key, Harvard University Press, 1942, Cambridge, Massachussets, p. 24.

Pipe et Formes Académiques tomaba una postura de oposición radical ante

este método reduccionista contrastando las figuras geométricas con un símbolo

de un campo diferente: la pipa de Magritte.

La idea de que la estructura del mundo se puede entender mediante una

reducción a estructuras geométricas es una postura que, en el siglo XIX, tuvo

cierta difusión. Las inscripciones “Fig.” parecen salidas directo de los manuales

de dibujo del siglo XIX de los métodos de Riz-Paquot, Guillaume, Darches o

Malaval4. Los manuales (también ilustrados con dibujos e inscripciones “Fig.”)

enseñaban una manera de dibujar basada en líneas rectas para inculcar un

lenguaje de signos para uso diario: tanto para diseño industrial como para fines

estéticos.

Alrededor de 1968, llegó a Europa una oleada de arte minimalista

norteamericano. Broodthaers definió su postura contra este movimiento en obras

como Il n’y a pas de structures primaires (1968). Varios artistas minimalistas

usaban simples formas geométricas (¿formes académiques?), que acomodaban

en secuencias seriales o modulares. Al final de la declaración antes citada,

Broodthaers hace una conexión graciosa y provocadora entre el arte minimalista

y las formas de inteligencia artificial del robot y la computadora. El “pensamiento”

de una computadora digital sólo permite las relaciones mutuas entre el 0 y el 1

(mientras que Broodthaers abandona el 0 y 1 después de Brusquement y

cambia a 0, 1, 2, 12, 21, A). Los datos fácticos son reducidos a combinaciones

numéricas que, en serie, pueden variar infinitamente. El arte minimalista parecía

haberse reducido a modelos formales, regidos sólo por una lógica interna.

Broodthaers fue más allá del principio de una relación meramente formal y

binaria presentando sus inscripciones “Fig.” en relación a objetos o imágenes

reales. Sus combinaciones de números hacen referencia a una complejidad en

los patrones de pensamiento, un ataque frontal al principio binario (0, 1) que

introduce la simplicidad y la estabilidad a un ámbito tan complejo como la

estructura de la representación humana.

4Ver Molly Nesbit, “Ready-Made Originals: The Duchamp Model”, October, no. 37, verano de 1986, p. 163.

Según Broodthaers, la inestabilidad de su uso de la abreviatura “Fig.”

incomoda al espectador5. Y es precisamente el significado de la palabra figura lo

que da paso a una descripción del enfoque de Broodthaers de los objetos.

Como se explica anteriormente, figura indica la distancia entre el momento

de ver y la transformación en símbolo. Así, en el conjunto Théorie des Figures,

los objetos siguen definidos por su función, textura y forma, y al mismo tiempo

se vuelven objetos discursivos en el contexto establecido por las inscripciones.

En la medida en que se vuelven legibles, parecen perder sus cualidades de

objeto. La repetición de las mismas inscripciones altera las normas de lectura.

(En por lo menos dos casos, “Fig. 0” se usa para identificar lo que obviamente es

una referencia clave de la serie de inscripciones discursivas. Así, en Ma

Collection, 1971, aplica a una fotografía de Stéphane Mallarmé. Y en Section

des Figures, 1972, “Fig. 0” identifica al único objeto de la exposición que no

representa a un águila: un paisaje anónimo con un castillo. Broodthaers le

asignó al cuadro una leyenda tomada de uno de sus primeros poemas, “O,

mélancolie, aigre château des aigles”).

El libro Charles Baudelaire. Je hais le mouvement qui déplace les lignes es

una de las obras más herméticas de Broodthaers. En la primera página, el

poema de Baudelaire “La Beauté” aparece con uno de sus versos, “Je hais le

mouvement qui déplace les lignes” (“Odio el movimiento que desplaza las

líneas”), impreso en rojo. La página está inscrita “Fig. 1”. En la parte inferior de

las siguientes páginas donde uno esperaría un pie, aparece la siguiente palabra

en la secuencia del verso. En cambio, el campo de la página, donde uno

esperaría una imagen o texto, contiene una serie de inscripciones “Fig.” en

intervalos regulares. “La beauté” aparece otra vez completo en la última página,

esta vez con “les étoiles”, impreso en rojo, en vez de “toutes les choses” en el

penúltimo verso6. Esta página está inscrita “Fig. 2”.

5Ver Marcel Broodthaers, “La figura 0”, texto leído a propósito de la proyección de la película La clef de l’horloge, en el Museo Mönchengladbach en 1971.6La última estrofa del verso dice: “Car j’ai, pour fasciner des dociles amants,/ Des purs miroirs qui font toutes choses plus belles:/ Mes yeux, mes larges yeux aux clartés éternelles!” (“Porque tengo, para fascinar a esos dóciles amantes/ Puros espejos que

Quizá la mejor recapitulación de las conclusiones de Broodthaers con

respecto a su teoría de las figuras sean dos declaraciones posteriores. En el

reverso de dos números recortados de cartón, un 0 inscrito con “Fig. 0”, “Fig. 1”

y “Fig. A”; y un 1 con forma de chimenea humeante, escribió: “Una teoría de las

figuras sólo serviría para dar la imagen de una teoría. ¿Pero la Fig. como una

teoría de la imagen?” (1973-1974). Y en un texto usado como portada de una

revista en 1972, escribió:

Visión

según la cual una teoría artística funcionará para el producto artístico de la

misma forma en que el producto artístico en sí funciona como anuncio del

sistema bajo el que fue producido. No habrá más espacio que esta visión

según la cual, etc. …

Aprobado por

Marcel Broodthaers7

vuelven todas las cosas [“las estrellas” en la versión de Broodthaers] más bellas:/ ¡Mis ojos, mis grandes ojos de claridades eternas!”).7Marcel Broodthaers, Interfunktionen, no. 11, otoño de 1972, Colonia, portada.