Sandro Chiri, Vallejo y Los Hermanos Abril
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Vallejo y los
hermanos Abril
Sandro Chiri
Ciberayllu. 27 enero, 2009
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La relacin amical entre Csar Vallejo y los hermanos Pablo y Xavier Abril
estuvo marcada por el fuego de la subsistencia y la poesa. Con el correr de los aos, el pblico lector ha podido adentrarse en algunos aspectos de la
personalidad del poeta de Santiago de Chuco abordando las misivas que l le
dirigi a Pablo Abril entre enero de 1924 y febrero de 1934, durante su etapa
europea.2 En ellas los bigrafos de Vallejo han encontrado un valioso material
para rastrear algunos aspectos lgidos de su trfago discurrir existencial; sin
embargo, la intencin de estas lneas es detectar cmo la relacin de Vallejo con
los hermanos Abril, a travs de esa correspondencia y otros documentos,
repercuti entre ellos en tres niveles: el artstico, el logstico y el periodstico.
Fue Abraham Valdelomar, coetneo de Vallejo, quien lo relacion con los
jvenes escritores que nucleaba en lo que se conoce como el grupo Colnida,
entre los que se encontraban Pablo Abril, Percy Gibson, los hermanos Gonzalo y
Ernesto More o Luis Berninzone. De todos ellos, Berninzone sera el primero en
partir hacia Francia instado por Valdelomar, quien antes haba gozado de una
inmejorable experiencia en Europa en tanto que trabaj en la legacin peruana de
Roma.
La fluida relacin de Vallejo con Lima data, pues, de1918. Se trata de una
relacin laboral y artstica. Es ah donde conoce a las dos grandes figuras de las
letras peruanas de entonces: Jos Mara Eguren y Manuel Gonzlez Prada. El
joven poeta provinciano observa, recorre las calles del centro, vive sin mayores
apremios, trabaja en la docencia escolar, difunde algunos poemas en la conocida
revista Mundo Limeo, publica su primer libro3 y sobre todo establece algunos
lazos de amistad que le sern luego de vital importancia en su experiencia
parisina. Luego vendr el encarcelamiento de Vallejo en Trujillo, por hechos
confusos ocurridos en Santiago de Chuco, en noviembre de 1920. Libre
provisionalmente en el verano de 1921, el poeta se instalar casi inmediatamente
en Lima para trabajar en la docencia, continuar en sus estudios universitarios (o
por lo menos eso pensaba) y seguir escribiendo los poemas que al ao siguiente
apareceran con el nombre de Trilce.4
La aventura limea no le es ingrata. Conoce gente en el Patio de Letras de
San Marcos, trabaja en el Colegio Guadalupe, tiene uno que otro amoro y, sobre
todo, madura la idea de salir cuanto antes del Per rumbo a Europa. Lo atosiga,
eso s, el hecho de que su expediente judicial contina abierto en el fuero
trujillano.5 Dentro de sus amistades limeas encuentra un espritu receptivo en
Pablo Abril. Lo visita con frecuencia en su casa del jirn Caylloma. Un buen da
no lo halla y, en cambio, coincide con su hermano menor, el inquieto Xavier, de
apenas 16 aos y un metro ochenta y cinco. Me imagino esa noche de diciembre
de 1921, cuando Xavier identifica con asombro y jbilo al autor de Los heraldos
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negros, parado en la puerta de su casa, preguntando por su hermano Pablo.
Asombro y alegra digo porque de inmediato se entabl entre ellos una relacin
de empata a pesar de los trece aos de diferencia de edad. Caminaron hasta el
barrio chino para asumir lo que el mismo Xavier Abril ha llamado no sin cierta alegra como su primera noche de bohemia.
Trujillo, Lima y Pars como bien se sabe fueron las ciudades ms significativas en la vida de Vallejo. En las tres am y en las tres supo de la
bohemia a la vez corrosiva y estimulante. En Trujillo (silenciosa y conventual)
y en Lima (orgullosa y centro de poder), nuestro poeta se form
intelectualmente y asumi trabajos vinculados casi siempre a la docencia o a la
administracin. Pars, en cambio, cosmopolita y coqueta, fue la ciudad que
coloc a nuestro escritor en una plataforma tal que le permiti estar al da con las
corrientes estticas e ideolgicas de entonces.
A Vallejo le interes desde muy temprano estar en el centro y no en la
periferia. Estar fsicamente en Trujillo, por ejemplo, signific un progreso para el
joven aldeano que aspiraba a convertirse en profesional. Es la Universidad de
Trujillo la que le da un grado universitario con el que conseguir algunos trabajos
como maestro de escuela. A su vez, esta capital de provincia le permitir
relacionarse con sus coetneos del grupo "Norte", leer con especial detenimiento
como ha sealado Espejo Asturrizaga6 a escritores franceses como Samain, Verlaine o Baudelaire; o a poetas de nuestro continente como Daro, Lugones o
Herrera y Reissig. Las playas, la campia y las muchachas trujillanas tambin lo
seducan poderosamente. Luego de la amarga experiencia carcelaria, Vallejo
paulatinamente va a incubar la idea de dejar el pas. Entre 1921 y 1923, el poeta
cuaja dicha idea y la ejecuta.
Abandonar el Per significaba para Vallejo seguir asumiendo el rol de
viajero, tarea que conoca ms o menos bien. Se trata de un viajero con escasos
recursos, de un migrante provinciano que se transporta en tercera clase en un
trasatlntico a vapor con destino a Francia. Investido de entusiasmo y callada
alegra, Vallejo se alejaba fsicamente del Per para siempre.
Generalmente, se abandona el hogar en busca de una vida mejor. Las
razones de la emigracin son harto conocidas: pobreza en el lugar de origen,
guerras, malestar social, hambre, opresin o desempleo. Se trata de iniciar una
nueva vida con la esperanza de evidentes mejoras. Un viajero con estas seas
parte ligero de equipaje y con un milln de ilusiones, como reza una vieja
cancin.
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Si el joven poeta limeo Luis Berninzone asume el viaje a Europa como
una suerte de regalo de su familia, si Vallejo lo encara como la nica posibilidad
que tiene para huir de la inoperancia judicial peruana, diremos con serena
objetividad que Pablo Abril lo hara poco tiempo despus protegido de un puesto
diplomtico en la legacin peruana de Madrid.
Tal vez un par de rasgos sobre Pablo Abril sean pertinentes: naci en Lima
en 1894 y dej de existir a los 94 aos en 1988. A su muerte Luis Alberto
Snchez dijo: Fue el abril ms extenso que yo haya conocido.7 Haba
publicado dos libros de poemas, el primero en Lima con el ttulo Las alas rotas
(1918) y el segundo en Pars con el nombre Ausencia y prlogo del espaol
Ramn Prez de Ayala, en 1927.8 Cuando apareci este ltimo, Vallejo escribi
una amable resea para la revista Variedades de Lima donde acuaba frases
como obra de un poeta profundo y sencillo, humano y transparente; luego
aada trminos como equilibrio, voz sana, fresco brillo, emocin lrica, alto
tono poemtico.
La brevsima poesa de Pablo Abril se articula, sin lugar a dudas, con el
discurso lrico posmodernista, tal como se aprecia en estos versos que cito un
poco al azar: No tener un regazo que nos brinde, piadoso, / tras los rudos
cansancios del humano fracaso, / la ilusoria certeza de un sereno reposo. / No
tener un regazo! // [...] No tener una estrella // [...] No tener un perfume redentor
// [...] No tener una amada, melanclica y buena, / que nos cante, muy quedo, la
cancin ya olvidada del amor. Estas lneas, sin duda, pudieron haber sido
suscritas, por ejemplo, por Alberto Ureta, poeta que goz de mayor fortuna en el
parnaso peruano.
Es sabido que el nombre de Pablo Abril circul por su adhesin al grupo
Colnida ya que haba participado del esfuerzo esttico que Valdelomar
plasm en Las voces mltiples, libro colectivo de 1916. Fue, casualmente, el
autor de El Caballero Carmelo como ya lo hemos dicho quien le present a Vallejo en un caf del centro de Lima en 1918, y desde entonces esa amistad
sera imperecedera.9
Ya instalados en Europa, Pablo Abril, gracias a sus buenos oficios, logr
una beca en 1925 para que Vallejo continuara sus estudios de Jurisprudencia en
la Universidad de Madrid. El 16 de marzo de aquel ao, el poeta santiaguino
anotaba estas lneas plenas de gratitud: Ya podr usted imaginar mi contento por
la concesin de la beca para Espaa. A usted se la debo, Pablo generoso. Mi
gratitud y mi cario crecen ms y ms hacia usted, por lo bueno y lo fino de su
gran corazn para conmigo. Tal vez por ello y por otras conocidas razones de
orden crematstico, Vallejo jams dej de colaborar en la revista Bolvar que
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desde Madrid fund e impuls Pablo Abril entre 1930 y 1931. Vallejo fue un
puntual colaborador de ella, difundiendo algunas crnicas derivadas de su viaje a
Rusia. Su firma estuvo presente en casi todas las ediciones de Bolvar. Es
ms, Abril lo conmina para que supervise activamente la distribucin del
magazine en Pars, amn de agradecerle por su crnica periodstica, tal como
apreciamos en esta misiva del 1 de febrero de 1930 y que cito en extenso:
Mil gracias por su magnfico artculo sobre Rusia. Me lleg cuando ya tena compuestas varias
pginas de Bolvar. A esto se debe que no tenga mejor colocacin, pero como la firma hace el lugar, la de usted est en primera plana. Le repito que estoy verdaderamente encantado por
su esplndida colaboracin, que seguramente despertar en todos gran inters. Confo en que
para el prximo nmero [...] podr disponer de sus primeras impresiones soviticas. Para m
sera terrible que esto no sucediera. Acabo de remitirle 50 ejemplares de Bolvar a la librera de Snchez Cuesta y maana temprano le enviar 250 a la Maison Hachette. [...] Le suplico se
moleste en cerciorarse de la colocacin de esos ejemplares en los kioskos y dems lugares de
venta.
Como es sabido, el epistolario entre ambos tiene el signo de la
incondicional amistad. En dichas cartas, Vallejo manifestaba sin tapujo alguno
sus apremios para enrostrar la vida diaria pero, de otro lado, le expona a Pablo
Abril con cierto tono de pesimismo y de desesperanza sus temores por el futuro que el autor de Trilce presenta y vislumbraba como nublado, incierto y
peligroso; y que slo una sensibilidad generosa como la de Abril poda
interpretar y comprender.
En ese contexto, es pertinente acotar el hecho de que Pablo, radicado
siempre en Madrid, tena una profunda preocupacin por la suerte que corra su
hermano Xavier en Pars, menor que l por once aos. En estos afanes del
amigo, Vallejo no dud en informarle a Pablo sobre las acciones de su joven
hermano, ya que una oscura bohemia maltrataba la salud del entonces
vanguardista. Estrecheces econmicas acompaaban su vida diaria. Por aquel
tiempo, la poesa de Xavier Abril es invadida por motivos vinculados al
menoscabo del cuerpo, la intensidad de la noche, el descubrimiento del erotismo
y el presagio de la muerte. El 23 de agosto de 1927, Vallejo le escribe a Pablo:
[...] su enfermedad sigue en el mismo estado, aunque est ya curndose en una forma ms seria
y regular. Vive en un hotelito muy cmodo, donde tambin come y disfruta de absoluto
reposo. En cuanto a sus proyectos de Cannes, Niza y dems puntos tursticos del
Mediterrneo, creo que ya no piensa en ellos. Le digo todos los das que es menester que se
cure de preferencia, pues, de lo contrario, nada podr ya hacer y ni siquiera escribir versos
vanguardistas. Ojal as lo haga, aunque creo que lo ms prudente es que viva, por el tiempo
de su enfermedad, bajo el cuidado y paternal direccin de usted. En fin, yo le avisar despus
cmo sigue, para que usted tome la decisin que ms convenga. Por el instante, est curndose
y ya no piensa en locuras literario-suicidas. Tranquilcese usted, Pablo, y ya veremos lo que
haya que hacer con nuestro poeta ultra-avanzado.
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Semanas despus, el 12 de setiembre, Vallejo vuelve a comunicarse
epistolarmente con Pablo: Xavier vive lejos de mi hotel, en la Porte Champerret.
All est ms tranquilo, un poco cerca de la campia de Pars. Est mejor de su
enfermedad y me dice que lo que le hace falta es dinero para seguir curndose.
Nos vemos con cierta frecuencia. No siempre, dada la distancia a que estamos.
Le he observado que est dispuesto a volver a Madrid, a fines de este mes. Digo
observado porque, como vara tanto de decisiones, no hay que atenerse mucho a lo que l dice por medio de palabras. Por entonces, Xavier Abril no cumple los
22 aos y da la sensacin que ha ingresado a la bohemia parisina, confuso y
asombrado, como actor y testigo de excepcin.. Conoce y frecuenta a los poetas
surrealistas, entre ellos a Andr Breton, Louis Aragon y Paul luard. Pero Xavier
tambin observa a Vallejo, se detiene en sus movimientos y acciones. A ttulo
personal me animo a citar unas lneas de una carta que el propio Xavier Abril me
envi en 1979 y que a la letra dice: Con respecto al posible contacto de Ezra
Pound con Vallejo, en Europa, no existe posibilidad alguna que ello haya
acontecido. Vallejo principi a conocer a algunas de las grandes figuras de las
letras de Francia, principalmente con motivo de la Guerra Civil de Espaa. Y
ms adelante sentencia: Vallejo, por lo general, era muy retrado (3-4).10
Esta semblanza retrata el perfil discreto con que el poeta liberteo se
desplazaba por Pars. Casualmente por ello, en las misivas entre Pablo Abril y
Csar Vallejo hay mutuo y permanente compaerismo; traslucen comprensin y
solidaridad. Ni uno ni otro escatima esfuerzos para apoyar al amigo. Contra todo
pronstico, por ejemplo, Pablo, el activo e inteligente diplomtico, se ve en
apremios monetarios en la capital francesa y tiene que recurrir a su amigo Csar,
tal como apreciamos en estas frases correspondiente a una epstola de enero de
1930: Le acompao 220 francos, a cuenta de los 300 que tan generosamente me
prest usted en Pars.
El viaje, la lejana del terruo natal y las dificultades por enfrentar la vida
en un pas ajeno explican en gran parte la entraa de las misivas vallejianas. Al
respecto, resalto levemente el perfil viajero de nuestro poeta mayor. Vallejo a lo
largo de su vida asume el viaje como una condicin fundamental de su
existencia. Viaja porque necesita otros espacios y otros aires. Su poderosa
personalidad lo empuja a movilizarse. Desde temprana edad as lo han
acostumbrado sus hermanos mayores. De Santiago de Chuco a Huamachuco;
luego sus destinos sern Trujillo, Lima, Hunuco, nuevamente Trujillo y Lima,
y finalmente Europa, sea Pars, Madrid, Berln o Mosc. Movilizarse es su norte.
Sus viajes son para conquistar un ansiado estado anmico de libertad. l no va en
busca de dinero ni de herencia alguna. El no es el Inca Garcilaso que va a Espaa
en busca de honra y herencia; ni Flora Tristn que deja Europa y viaja hacia el
Per reclamando tambin reconocimiento y moneda de la familia paterna. No!
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Vallejo viaja para conquistar su libertad personal y artstica. Viaja porque
necesita escapar de la inoperancia judicial peruana, de sus amenazas, de sus
intrigas y coartadas. Y en estos afanes, Vallejo no dud en transgredir formas y
modales, no dud en escribir cartas pedigeas con el propsito de permanecer
lejos del Per, que tanto amaba, pero cuyos funcionarios amenazaban con
privarlo de su libertad en un caso de claro matiz kafkiano. La experiencia de la
crcel ha marcado su alma para siempre. La crcel lo aterra, la ineficacia del
Estado en administrar justicia, lo aterra. A esos temores individuales hay que
aadir los males de la poca: el avance del fascismo italiano y del nazismo
germnico que culminaran en la explosin de la II Guerra Mundial. De haber
continuado con vida, Vallejo para huir de la guerra segn especulaba Xavier Abril hubiera escogido como destino, para la continuidad de su voluntario exilio, o Nueva York o Mxico, menos el Per de Oscar R. Benavides y sus
cancerberos.
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Notas 1 Texto ledo en el Segundo Congreso Internacional de Poesa Peruana: Vallejo, 70 aos,
organizado por el Dr. Jos Antonio Mazzotti en Tufts University (Boston), los das 12 y 13 de octubre de 2008.
2 El producto textual de esos diez aos de intermitente intercambio epistolar anim tanto al receptor como al editor Juan Meja Baca, en 1975, a publicar todo el conjunto con el rtulo de Cartas. 114 de Csar Vallejo a Pablo Abril. 37 de Pablo Abril a Csar Vallejo.
3 Los heraldos negros data de diciembre de 1918, aunque recin circula, se difunde y se comenta al ao siguiente.
4 Trilce (1922), publicado con prlogo de Antenor Orrego, rene 77 poemas de entraa vanguardista;
algunos de ellos abordan como tpico la funesta experiencia carcelaria. 5 En su libro Vallejo, en la encrucijada del drama peruano, Ernesto More rescata el testimonio del Dr.
Carlos C. Godoy, abogado de Vallejo en el irregular juicio al que fue sometido el poeta en las cortes judiciales de la ciudad de Trujillo. Godoy abre su archivo a More y muestra un puado de cartas que Vallejo le escribiera entre 1923 y 1926. Desde Lima, Vallejo le enva a Godoy (16 de junio de 1923) una misiva de despedida y de zozobra: Maana me embarco con rumbo a Pars. [] Me permito rogarle, si ello no lo distrae mayormente, tenga la bondad de dar un vistazo por el expediente sobre el juicio de agosto, el que segn me notifican, ha vuelto al tapete negro del Tribunal de Trujillo. Hgalo, doctor, por mi ausencia y por la tranquilidad de los mos, por cuya suerte me voy inquietando acerbamente. Yo se lo agradecer con todo mi alma (81). Tres aos despus, el 7 de junio de 1926, Vallejo le vuelve a escribir a su abogado, pero esta vez desde Pars, manifestando preocupacin extrema: Hoy me ha sorprendido una carta de mi hermano Vctor en que me dice que el Tribunal de Trujillo ha ordenado mi captura. [] Me quedo lleno de inquietud, puesto que s que todo es posible en materia judicial. (82) En un texto ms, fechado en la Ciudad Luz el 23 de junio de 1926, el poeta acotaba: Ojal que los asuntos del Tribunal no me traigan mayores y nuevas mortificaciones (83). Sin duda alguna, todo este embrollo burocrtico cobraba visos de desesperacin y terror en la sensibilidad del escritor. Al analizar estas cartas, More escribe: Estos documentos son notables porque ilustran un pasaje de la vida del poeta y nos muestran cmo la inquietud por el juicio y temor a que el Tribunal lo hiciera apresar en Pars, no lo abandonan mucho tiempo, an tan lejos de su patria (84).
6 Csar Vallejo. Itinerario del hombre es un libro clave para entender el periplo peruano de Vallejo. 7 Frase que Luis Alberto Snchez (1900-1994) mencion en la semblanza que hizo de Pablo Abril a
raz de su deceso en su diaria intervencin matutina que tena en la cadena RPP (Radio Programas del Per).
8 Ausencia. Pars: Editorial Pars-Amrica, 1927. 9 Aludiendo a esos frecuentes encuentros con El Conde de Lemos, Vallejo narra en una carta de
1918, dirigida a sus colegas trujillanos, ciertos detalles: Anoche comimos juntos con Valdelomar, Gamboa y su hermano. Despus de endilgarnos numerosas biblias en el Palais, nos pusimos chispos y as pasamos la noche. (Espejo, 194)
10 Carta publicada en la revista limea La Casa de Cartn (I poca, Ao IV, n. 6, 1983).
Referencias
Abril, Pablo. Cartas. 114 de Csar Vallejo a Pablo Abril. 37 de Pablo Abril a Csar Vallejo. Lima: Librera Editorial Juan Meja Baca, 1975.
- - -. Ausencia. Pars: Editorial Pars-Amrica, 1927.
Abril, Xavier. Carta indita. La Casa de Cartn. Lima: Ao IV, n. 6, 1983; 3-4.
Espejo Asturrizaga, Juan. Csar Vallejo. Itinerario del hombre. Lima: Librera Editorial Juan Meja Baca, 1965.
More, Ernesto. Vallejo, en la encrucijada del drama peruano. Lima: Librera y Distribuidora Bendez, 1968.