Rumbo Alterno #7

8
Rumbo www.masenlucha.org PERIÓDICO DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO AÑO 2, VOLUMEN 7 MARZO 2010 ACTIVAN GUARDIA NACIONAL PÁGINA 5 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE LA HUELGA PÁGINA 4

description

Unidad en la Accion

Transcript of Rumbo Alterno #7

Page 1: Rumbo Alterno #7

Rumbowww.masenlucha.org

PERIÓDICO DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO AÑO 2, VOLUMEN 7 MARZO 2010

ACTIVAN GUARDIA NACIONALPÁGINA 5PREGUNTAS Y RESPUESTAS

SOBRE LA HUELGAPÁGINA 4

Page 2: Rumbo Alterno #7

Comisión Política

Los retos de 2010

A comienzos de 2010 ¿dónde se encuentra el mo-vimiento de resistencia a la política del gobierno de Fortuño? ¿En qué medida hemos logrado

las organizaciones políticas y sindicales canalizar y nutrir la ola de indignación que esa política provocó desde el primer momento?

Varios datos permiten contestar estas preguntas. Hace un año, el piquete al mensaje del gobernador agrupó a cerca de 3,000 manifestantes. La protesta al más reciente mensaje atrajo a 700 personas. El 15 de octubre tuvo lugar un paro general. Pero a partir de esa fecha ha prevalecido la desmovilización, sin que las actividades realizadas posteriormente dieran continuidad al paro. Algunos sectores acogen el tér-mino estado huelgario, pero lejos de traducirse en las constantes iniciativas que ese concepto designó en el pasado (camino a la huelga contra la venta de la te-lefónica en 1998), han prevalecido las declaraciones públicas y no las actividades de movilización o protes-ta, para no hablar de paros o interrupción del trabajo en agencias o empresas. Otros sectores hablan de la necesidad de preparar una huelga general en serio. Sin embargo, la reciente asamblea del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha (FASyL) atrajo a pocos más participantes que su asamblea de fundación hace un año, número por debajo de lo que debiera ser una asamblea de delegados. Hay miles de trabajadores y trabajadoras despedidos o bajo amenaza de despido, pero entre ellos reina la desorientación, la desmovili-zación y la pasividad.

Por otro lado, continúa la división entre las dos coa-liciones Todo Puerto Rico y el FASyL. El país, cuando oye nuestros debates, lo que recibe es un mensaje incoherente donde unos hablan de huelga general, otros de estado huelgario, otros de huelga estratégi-ca, entre otros. División, indefinición, desorientación; ese es el paisaje que proyectamos las organizaciones. ¿A quién puede sorprender que la amplia indignación popular, lejos de convertirse en acción efectiva, ame-nace con disiparse sin mayores consecuencias?

¿Será esto un retrato pesimista? Ni pesimista, ni optimista: realista. Tan sólo al partir de la realidad po-demos encontrar el camino para avanzar. Es probable que entre octubre de 2009 y febrero de 2010 hayamos perdido un primer momento para canalizar y construir un gran movimiento de resistencia a partir de la in-dignación del país ante las medidas de Fortuño. Pero se avecinan otros momentos: no hay duda de que los ataques al pueblo trabajador continuarán. No faltarán ocasiones en el futuro próximo para retomar la movili-

zación y la resistencia activa. La reciente decisión del FASyL de reafirmar su carácter de esfuerzo perma-nente es muy positiva: hay que seguir fortaleciendo este instrumento de coordinación.

Una parte importante del rumbo a seguir está mar-cado por la necesidad de superar la contradicción en-tre dos hechos innegables. Por un lado, para detener la ofensiva del gobierno, la clase patronal y de Wall Street, hace falta la fuerza de todo el pueblo trabaja-dor. Por otro lado, buena parte de ese pueblo no está organizado y las organizaciones que existen están profundamente divididas entre sí.

Ante ese panorama hay varias opciones. Podemos concluir que no hay nada que hacer: como la división no se podrá superar por ahora, no es posible la acción efectiva. Otra opción es resignarse a la división y dar la lucha con los sectores afines. Esto podrá, en algu-nos casos, ser muy heroico, pero igualmente conduci-rá a la derrota de los sectores aislados unos de otros. También se puede insistir en la necesidad de la uni-dad que se fundamente en el más completo acuerdo y confianza mutua. Pero como tal acuerdo y confianza es poco probable en el futuro cercano, esto se queda en un deseo hermoso pero irrealizable. Ninguno de estos caminos es muy prometedor.

Tan sólo existe una salida a la contradicción indica-da: el frente unido de los diversos sectores, a pesar de las diferencias, desconfianzas y antipatías que nos separan y que no van a desaparecer en el futuro próxi-mo. Tal frente unido se fundamenta en el hecho de que existen grandes divisiones entre organizaciones de la clase trabajadora, pero que para esta lucha se necesitan mutuamente. Por eso apoyamos la resolu-ción aprobada en la asamblea del FASyL que hace referencia a la necesidad de lograr una creciente co-ordinación. Ahora hay que pasar de las palabras a la acción.

Se hace imperativo la acumulación de fuerzas y resulta forzoso reconocer la necesidad de coordina-ción entre los distintos sectores opuestos a la política del gobierno ya que difícilmente podremos alcanzar nuestros objetivos sin esta unidad de acción. Lance-mos una propuesta y un reto. ¿Seremos capaces de realizar una movilización coordinada este próximo 15 de abril, que supere la de 2010, cuando realizamos, no dos, sino ¡tres! actividades separadas? ¿Seremos capaces de realizar un 1ro de mayo único y masivo, auspiciado por todos, que estremezca al país? Sabe-mos que no basta con esto. Es un mínimo. ¿Seremos capaces de alcanzarlo?

¿Qué es el Movimiento

al Socialismo?El Movimiento al Socialismo es una or-ganización política que lucha por la in-dependencia y el socialismo. Aspiramos a un Puerto Rico libre, democrático, sos-tenible, justo y solidario.Procuramos con el socialismo una alternativa que permita distribuir la riqueza (en la forma de ac-ceso a recursos y oportunidades) y au-mentar la prosperidad de todos y todas. En el MAS sostenemos que un mundo mejor es posible y para esto un Puerto Rico mejor es imprescindible.

Para más información sobre el MAS, co-muníquese al correo electrónico: [email protected] o visítenos en www.masenlucha.org.

¿Qué es Rumbo Alterno?Rumbo Alterno es el periódico oficial del MAS, a través del cual la organización publica sus posturas políticas y aporta al verdadero debate de ideas y propuestas con la información que los medios masivos capitalistas suelen obviar en su cobertu-ra. Su temática abarca todos las luchas que adelanten las metas del socialismo en Puerto Rico y el mundo incluyendo las sindicales, comunitarias, ambientales, es-tudiantiles e internacionales.

Junta Editorial

Nicole M. Díaz GonzálezCarlos Quirós Méndez

Ricardo J. Rodríguez RíosCésar A. Rosado Ramos

Antonio M. Rodríguez BanchsMaría V. Miranda RoblesAlvin R. Couto de Jesús

Colaboradores en esta edición

José F. Córdova IturreguiRuth E. Arroyo Muñoz

Roberto Pastrana PagèsVanesa Contreras Capó

Manuel A. Rodríguez BanchsKike Estrada

“Antonia, los pueblos no perdonan. Un día esa ley se ha de cumplir. ”

Antonio Cabán Vale

22 de abril de 1949 - 4 de marzo de 1970

Page 3: Rumbo Alterno #7

Página 3

El pasado domingo 31 de enero de 2010 se cele-bró la segunda asamblea de delegados del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha (FASyL) en el gim-nasio del Recinto de Ciencias Médicas de la Uni-versidad de Puerto Rico. La misma contó con la participación de decenas de organizaciones polí-ticas, sindicales, comunitarias y de acción social.

La asamblea inició con un mensaje sobre la si-tuación del País, el cual fue leído por el compañero Luis Pedraza Leduc. Posteriormente, se le dio lec-tura a una resolución redactada por consenso en-tre las organizaciones participantes del FASyL que fue acogida con la aclamación de los delegados presentes.

La resolución reiteró el compromiso con la conti-nuación y desarrollo a largo plazo del FASyL como estructura permanente de coordinación de luchas con el pueblo trabajador y comunidades. Entre sus objetivos inmediatos, se destaca el desarrollo de una lucha conducente a revertir medidas como la Ley 7 y la política de privatización encarnada en las Alianzas Público Privadas. Además, se com-prometió a luchar para evitar medidas que debiliten la protección del ambiente, la organización de las comunidades, los derechos adquiridos y las con-quistas de los trabajadores.

Se reconoció que la organización sindical de la clase trabajadora, tanto en el sector público como en el privado, es indispensable. Sin embargo, la lucha debe contar con la participación creciente y activa de todos los sectores organizados, incluyen-do las organizaciones comunitarias, estudiantiles, ambientales y luchadoras por los derechos de-mocráticos. Se acentuó la importancia de proveer un espacio al pueblo para participar activamente en un proceso de huelga general, por lo que se reconoció también la necesidad de fortalecer los consejos regionales y crear nuevas estructuras de participación.

Se destacó que la huelga general, como méto-do de resistencia, no puede improvisarse ni verse como un evento aislado. Debe ir acompañada con un trabajo intenso de movilización. Deben cele-brarse asambleas participativas y amplias con la aprobación de votos a una huelga general y even-tualmente asambleas amplias de pueblo.

Se insistió en la elaboración de un plan de desa-rrollo de la huelga general que identifique el modo y manera de movilizar a los sectores organizados para paralizar del modo más efectivo la actividad económica y productiva durante la duración de una huelga general, haciendo uso de diversas formas de resistencia (piquetes masivos, cortes de ruta, desobediencia civil, ocupación de centros de tra-bajo, etcétera).

En términos generales, podemos concluir que el contenido político de la asamblea fue correcto y apropiado. Es un adelanto que el mismo haya sido

resultado del consenso entre organizaciones cuyas diferencias estratégicas y políticas son notables. Ninguna persona con espíritu de lucha y en contra del neoliberalismo podría estar en desacuerdo con los principios esbozados en la resolución.

Pero no le haríamos justicia a la asamblea si no tenemos la capacidad de autocriticarnos. Defini-tivamente, la asistencia a la asamblea fue pobre. Debemos preguntarnos dónde estaban los delega-dos de las organizaciones sindicales y comunita-rias.

Los sindicatos que componen la Coordinadora Sindical, espina dorsal del FASyL, no participaron activamente. Apenas un puñado de miembros de varias de las organizaciones asistió a la asamblea.

Debemos cuestionar a qué obedece la desmovili-zación creciente.

El grueso de las organizaciones sindicales de la Coordinadora Sindical no ha sido afectado direc-tamente por los despidos de la Ley 7. El turno de estas organizaciones llegará con la oleada de las Alianzas Público Privadas y la privatización. Mu-chos trabajadores y trabajadoras de estos sectores perderán sus trabajos. Pero entonces, ¿quién que-dará para luchar? La desmoralización de los traba-jadores afectados por los despidos en las agencias de gobierno y los sindicatos que los representan será óbice para la lucha de amplios sectores del país.

Es posible que la desmovilización sea resulta-do de la falta de educación política y sindical en el seno de las organizaciones de trabajadores. Si la clase trabajadora no se siente vinculada y amena-zada por la política de Fortuño, no participará de asambleas de delegados, ni de pueblo, ni de paros y mucho menos de huelgas definidas, generales, estratégicas o el nombre que le queramos poner.

Sabemos que la falta de movilización obedece a muchos factores y que la situación es compleja y tema de un artículo más extenso. Pero no deja de preocupar que ni siquiera los delegados, que son los sectores más conscientes en las estructuras de los sindicatos, hayan respondido al llamado del FASyL. Debemos analizar qué está pasando. Aún estamos a tiempo de ganarle la guerra a Fortuño.

El copo electoral del PNP le allanó el camino para privatizar el país sin escollos. Le hizo po-sible llenar las vacantes existentes en el Tribunal Supremo con el nombramiento de jueces que res-pondan a sus intereses políticos y de clase so-cioeconómica convirtiéndolos en mayoría. Ahora dominan las tres ramas de gobierno (la ejecutiva, legislativa y judicial), lo que le da paso a la ejecu-ción de la Ley 7, la Ley para las Alianzas Público-Privadas y por ende, a su agenda privatizadora.

Recientemente, el Tribunal Supremo en vota-ción 4 a 3 declaró constitucional la ley 7. Resulta devastador, aunque no sorprendente, lo burdo de la determinación. Su razonamiento es uno políti-co partidista más que jurídico. Meses antes ese tribunal había declarado que tener escoltas era un derecho adquirido por los ex gobernadores. Ahora cambian su postura y determinan que los derechos de los trabajadores establecidos en le-yes y convenios no son derechos adquiridos. Se ha disipado toda duda de que se trata de un tri-

bunal en beneficio de los ricos con una agenda de menosprecio a la clase trabajadora y las grandes mayorías. Si el Tribunal Supremo no es instrumento de justicia, lo será el pueblo organizado.

Exhortamos a todos y todas a integrarse a los tra-bajos que realizan los distintos frentes de lucha que se han instituido para detener la política neoliberal del gobierno. ¡Organízate y lucha!

Organizaciones reiteran su compromiso en asamblea del FASyL

Alvin Couto De JesúsEspecial para Rumbo Alterno

Tribunal Supremo, instrumento de la injusticia

Redacción Rumbo Alterno

(Fot

o: A

lvin

Cout

o)(F

oto:

Alvi

n Co

uto)

Luis Pedraza Leduc se dirige a la Asamblea de Delegados del FASyL, celebrada 31 de enero de 2010.

Trabajadores de la Coalición Sindical protestan frenten al Tribunal Supremo el 11 de febrero de 2010.

Page 4: Rumbo Alterno #7

Página 4

Desde la aprobación de la Ley 7 y el anuncio del despido masivo de miles de empleados públicos el año pasado, el movimiento sindical ha amenazado con la convocatoria a una Huelga General. Esto ha susci-tado un amplio debate sobre la huel-ga como instrumento de lucha y las posibilidades reales de que pueda convocarse.

Atendamos algunas de las interro-gantes que han surgido.

¿Qué es una Huelga General?La Huelga General es un método

de lucha del movimiento obrero que propone detener el funcionamiento económico de un país hasta que se logren ciertos objetivos. A diferencia de una huelga decretada por un solo sindicato, que generalmente afecta a un solo patrono, la Huelga General tiene como objetivo afectar a todos los patronos. Aunque los objetivos de la Huelga General sean sólo econó-micos, ésta se transforma inevitable-mente en una Huelga Política pues enfrenta desde sus inicios el interés del Estado de mantener el funciona-miento “normal” de la sociedad.¿Por qué el movimiento obrero se propone la Huelga General como

objetivo?El objetivo del movimiento obrero

NO ES la Huelga General. El objeti-vo es derrotar las políticas neolibera-les del gobierno. La Huelga General es sólo un medio para alcanzar ese objetivo que podemos usar. Algunos de los objetivos que se han propuesto para alcanzar con la Huelga General son:

- Que se detengan los despidos y se repongan los trabajadores despe-didos

- Que se deroguen la Ley 7 y la Ley de las Alianzas Público Privadas (APP)

- Que se revise la nueva ley de in-centivos industriales aprobada

- Que se revisen las disposiciones de la ley de cierre que elimina dere-chos a los trabajadores y trabajadoras

- Que se estructure una nueva refor-ma fiscal-contributiva y pueda llevar-nos a eliminar el IVU

¿Qué es un “estado huelgario”?El concepto de “estado huelgario”

fue elaborado por el Concilio Gene-

ral de Trabajadores rumbo a la huel-ga de la Telefónica en 1997-98. Esto suponía que podrían realizarse y se realizarían actividades constantes, algunas anunciadas, otras no, y de di-verso tipo, todas dirigidas a mantener la presión sobre el gobierno-patrono y movilizar a la población. Ese estado huelgario incluyó, por ejemplo: cara-vanas en fines de semana por luga-res céntricos o comunidades, carava-nas en vehículos de trabajo durante horas de trabajo, caravanas por una ruta de pueblos del interior del país, piquetes a las doce y la hora de sa-lida, piquetes a bancos o patronos privatizadores, paros de medio día o un día, acciones de desobediencia ci-vil, colocación de pancartas gigantes durante la mañana en los expresos, marchas, foros, actividades de pro-testa constantes donde apareciera el gobernador, marchas dentro de Plaza Las Américas y otros centros comer-ciales, entre tantas.¿Y cuál es el objetivo del “estado

huelgario”?El “estado huelgario” no es contrario

a una Huelga General; el objetivo es sentar las bases y preparar adecua-damente las condiciones para la Huel-ga General. En el MAS consideramos que una Huelga General no puede ser el inicio de la lucha sino la culmi-nación de un proceso, sobre todo si aspiramos a una Huelga General que, para merecer tal nombre, debe incor-porar a sectores muy amplios. A la Huelga General sólo se puede llegar como resultado de una serie de cre-cientes y militantes movilizaciones de diversos sectores y de diverso tipo, y el conjunto de esas protestas y movili-zaciones son las que definen el “esta-do huelgario”.¿Y qué pasa con la huelga de los “sectores estratégicos”?Algunos compañeros han ela-

borado la teoría de que, lejos de promover el “estado huelga-rio” hacia la Huelga General, lo correcto en esta etapa es hacer una huelga de “sectores estraté-gicos”. Esos sectores se identi-fican como la UIAAA, la UTIER, la UGT, la HEEND, la FMPR, la TUAMA y los Bomberos quienes se convocarían para “detener la producción” en sus respectivos centros de trabajo. Como pue-de observarse, esta concepción

economicista va dirigida a movilizar un puñado de s i n d i c a t o s para hacer la huelga en sus respect ivos centros de trabajo, como si se tratara de un con-flicto obrero-patronal. Y de eso no se tra-ta. La lucha contra la Ley 7, las APP y la ley de incentivos indus-triales y otras lindezas del gobierno neoliberal no es una lucha sindical, sino una lucha de carácter político. Y como lucha política, lo fundamental es movilizar, no sólo a los trabajado-res unionados (que son una minoría) sino a la inmensa mayoría de los tra-bajadores que NO ESTÁN organiza-dos en sindicatos para que se sumen al proceso. A esta lucha política tam-bién tenemos que sumar sectores comunales, estudiantiles, feministas, ambientales, culturales y de otro tipo que también pueden incorporarse a la lucha contra las medidas neoliberales del gobierno.¿Es suficiente la Huelga General?Definitivamente NO. Ni el “estado

huelgario”, ni la huelga de “sectores estratégicos”, ni la Huelga General servirán para derrotar la política neoli-beral del estado si el repudio del pue-blo trabajador termina canalizándose en un apoyo político al PPD en las próximas elecciones. Sabemos que muchos trabajadores votaron por el

Huelga General, preguntas y respuestas

PNP en el 2008 para zafarse del go-bierno neoliberal de Aníbal Acevedo Vilá y el PPD. Sería verdaderamente triste si para zafarse del gobierno neo-liberal de Fortuño y el PNP la clase obrera tenga como única opción vol-ver a los brazos del PPD.

Es hora ya de que los trabajadores discutamos la necesidad de gobernar el país. Mientras el gobierno se alter-ne entre los partidos de los ricos no habrá forma de sacar los pies del pla-to. Plantearnos esta necesidad tiene como consecuencia que los trabaja-dores nos organicemos para alcan-zar el poder político. Y cuando hemos comprobado, elección tras elección, que las opciones políticas tradiciona-les no cumplen con las necesidades de los trabajadores entonces esa or-ganización política debe surgir de los propios trabajadores. Un partido polí-tico del pueblo trabajador que nazca de las entrañas de la clase obrera y al fragor de la lucha de clases en las calles es la única alternativa real para que alcancemos la meta de gobernar el país.

(Fot

o: A

lvin

Cout

o)

Trabajadores de la UTIER marchan durante el piquete al mensaje del gobernador, realizado el 1 de febrero de 2010.

Carlos Quirós Méndez Redacción Rumbo Alterno

Page 5: Rumbo Alterno #7

Página 5

El violento comienzo del año 2010, marcado por un alarmante aumento de agresiones y asesinatos en Puerto Rico, ha vuelto a revelar la incapacidad del Gobierno de Luis Fortuño que insiste en reci-clar métodos fracasados del pasado, como la ac-tivación de la Guardia Nacional y la facilitación de la pena de muerte, para enfrentar la ola criminal en el País.

En su mensaje de estado de situación el Gober-nador anunció que su “plan” para atender la crimi-nalidad se centra en dos medidas inmediatas: la activación de 1,000 tropas de la Guardia Nacio-nal para el “patrullaje preventivo” y la firma de un acuerdo de entendimiento entre el Secretario Inte-rino de Justicia de Puerto Rico, el Superintendente de la Policía y la Fiscal Interina Federal asignada a la Corte de los Estados Unidos en Puerto Rico. El anuncio fue “sazonado” con las palabras del Go-bernador: “te vamos a buscar, te vamos a encon-trar y te vamos a ajusticiar”, en clara referencia a la aplicación de la pena capital a través de su “acuer-do de entendimiento” con las agencias federales.

El perfil del acuerdo, con el que Fortuño admite su incapacidad para atender la seguridad del país, recuerda el carácter represivo de otras adminis-traciones. Ni la campaña de “mano dura contra el crimen” de Pedro Rosselló, caracterizada pre-cisamente por la militarización de residenciales públicos en la década de los 90, ni la de “Casti-go seguro”, de Aníbal Acevedo Vilá, resolvieron el problema de crimen en el pasado. Tampoco las medidas represivas anunciadas resolverán el pro-blema de criminalidad ahora.

Y es que el Gobierno, por un lado, atribula a la clase obrera con su plan económico y echa so-bre los hombros de los trabajadores el peso de la crisis fiscal y financiera y, por otro, les garantiza grandes ganancias a los bolsillos de la clase em-presarial nacional e internacional. Estas medidas económicas represivas producen mayor inseguri-dad social, pues sirven de caldo de cultivo para la marginación y la violencia. Siempre que la tran-quilidad de las familias y empresarios amigos del Gobernador no se vea afectada, poco le importará a este Gobierno la ola de asesinatos que vive el pueblo.

Nada importan los estudios y experiencias de otros países que recomiendan un alejamiento de las políticas punitivas y un acercamiento a pers-pectivas de salud pública, medicación, tratamiento y legalización de las drogas todavía prohibidas. Con tal de aparentar que se tiene un “plan anticri-men”, al Gobernador sólo se le ocurre atacar los derechos democráticos que aún son reconocidos por la Constitución y por los tribunales.

Evidentemente, el Gobernador – quien ya ha-bía intentado restringir el derecho a la fianza – no

tiene ninguna intención de defen-der la prohibición constitucional de la pena de muerte en Puerto Rico, aprobada en 1952. Su acuerdo con el Gobierno Federal esquiva dicha prohibición constitucional aquí y fa-cilita la ejecución de residentes de Puerto Rico por parte de tribunales estadounidenses. Así lo denunció Campos Cruz, portavoz de la Coali-ción Puertorriqueña Contra la Pena de Muerte (CPCPM), al señalar que “el Gobernador de Puerto Rico, el Secretario Interino de Justicia y el Superintendente de la Policía han hecho un flaco servicio en la protección de la cláusula constitu-cional que prohíbe la pena de muerte, a pesar de que al ocupar sus puestos juramentaron lealtad a nuestra Carta Magna”.

“Resulta contradictorio que cuando la tendencia en todo el planeta es a descartar la pena capital como alternativa a la criminalidad, nuestro go-bierno incite al anacrónico uso de las ejecuciones estatales. Anticipamos que al igual que en otras jurisdicciones, el incremento de casos que cualifi-can para la pena de muerte no conducirá al País a una reducción de la ola criminal,” añadió Campos,

quien ha recalcado que en ninguno de los países donde se aplica este castigo ha servido de disua-sivo para disminuir la comisión de delitos, sino que se ha utilizado para oprimir aún más a pobres, in-migrantes y minorías étnicas.

Hoy, se redobla la necesidad de luchar contra la aplicación de la pena de muerte en Puerto Rico. Es por esto que el MAS se ha unido a la CPCPM, que agrupa organizaciones y personas que se oponen a la aplicación de la pena capital en Puerto Rico y en todo el mundo. ¡Únete al MAS y a la CPCPM!

Fortuño activa la Guardia Nacional y facilita a federales aplicación de pena de muerte

Comisión de Derechos Democráticos

preguntas y respuestas

El escenario en la Universidad de Puerto Rico puede describirse muy sencillamente: caos. La disminución de la oferta académica; el aumen-to en el cupo de estudiantes por curso; la elimi-nación de cursos en verano; el cierre de depar-tamentos; la subcontratación de profesores; el congelamiento de plazas no docentes; las pési-mas condiciones de infraestructura; el cierre de espacios académicos; el deterioro en los progra-mas subgraduados y graduados; y la censura a actividades y manifestaciones estudiantiles. Estas son sólo algunas de las enumeraciones que sustentan esa descripción. Sin dudas, nos enfrentamos a un nuevo desaire. La disminución en el presupuesto universitario, generado a partir de la Ley Núm. 7 (no olvidemos la causa más inmediata) se nos hace cada vez más evidente. Y luego de una asamblea de estudiantes multitu-dinaria, de una extraordinaria militancia y de una inigualable efervescencia, ¿qué resta?

Este inicio de semestre ha sido de esperar. La Universidad tiene un nuevo presidente, nombra-do al violentar las políticas universitarias sobre autonomía; tras bastidores se configuran recor-

tes inimaginables en el verano; se eliminan ba-chilleratos (esa es la suerte del Instituto de Coo-perativismo); y se violentan los derechos de la clase trabajadora, como son los ajustes salaria-les. Se hace cada vez más tangible la desilusión y el desespero, y una realidad que es incapaz de ignorarse: la inacción será nuestra peor senten-cia. De nuevo, pues, ¿qué resta?

Nos resta enarbolar lo justo, la unidad y la com-batividad. Nos resta hacernos conscientes del valor, del sacrificio y defender aquello que más añoramos. Pensar, sin cobardía y con juicio, en las mejores estrategias, y hacer acción aquellas que acercarán o desembocarán en la victoria. No olvidemos que nuestra causa se hace irrefutable porque nos dirige la verdadera democracia y la defensa de los derechos que son irrevocables. Es innegable la legitimidad de nuestra lucha por-que vamos en pos de una Universidad autóno-ma, democrática y del pueblo; porque las y los estudiantes somos capaces de denunciar este entrampamiento, solidarizarnos con todos los sectores oprimidos y lograr el éxito. ¡Organicé-monos para vencer; qué siempre, estemos listos!

UPR, camino a la acciónGabriela Quijano Seda Comité Trabajadores-UPR

Soldados de la Guardia Nacional de Puerto Rico realizan entrenamiento antimotines en la base Guantánamo, en Cuba.

(Fot

o: U

$ Ar

my)

Page 6: Rumbo Alterno #7

Página 6

El 8 de marzo celebramos el centena-rio de la declaración del Día Internacional de la Mujer, propuesto por primera vez por Clara Zetkin, líder del movimiento alemán de mujeres socialistas, en la II Conferen-cia de Mujeres Socialistas que se llevó a cabo en Copenhague en 1910. Inspirada en el “Women’s Day” que las socialistas estadounidenses celebraban desde 1908, Clara Zetkin lanzó su propuesta al tomar como eje central en aquel entonces la lu-cha internacional por el derecho al voto de la mujer, sin ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propieda-des o educación. La resolución aprobada por esta histórica conferencia sostuvo que la demanda por el derecho al voto de la mujer se promovería y discutiría en cada país, en conexión con todos los asuntos y demandas por la igualdad de las mujeres.

Durante los primeros años el Día Inter-nacional de la Mujer se festejó en fechas diferentes, según los países. Fue en el año 1914 que el Día Internacional de la Mujer se celebró en Alemania, Suecia y Rusia por primera vez el 8 de marzo. La Revolu-ción Rusa de 1917 tuvo una gran influen-cia a todos los niveles en el Día Interna-cional de la Mujer. Aunque el 8 de marzo se celebraba en Rusia desde 1914, es du-rante el año 1917 que las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos; lo que inició el proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre. Los acon-tecimientos del 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en su calendario) son importantes, no sólo porque dieron origen a la Revo-lución Rusa y fueron protagonizados por mujeres, sino porque esos sucesos dieron continuidad a que el Día Internacional de la Mujer se celebre en esta fecha.

El origen del Día Internacional de la Mu-jer tuvo lugar durante un periodo de gran transformación social y política en el mun-do. Europa estaba al borde de la Primera Guerra Mundial, los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las prime-ras conmociones de la revuelta naciona-

lista, y en Norteamérica el movimiento por el sufragio femenino cuestionaba algunas de las presunciones de las relaciones hu-manas. El llamado de Clara Zetkin a todas las mujeres para unir su lucha por la igual-dad de derechos a la lucha por preservar la paz mundial, retumbó por el planeta.

Tras cien años de su origen, el llamado a celebrar el Día Internacional de la Mu-jer sigue vigente más que nunca. En esta fecha, mujeres de todo el mundo unimos nuestras aspiraciones y demandas por la igualdad política, económica y social, por el control de nuestras vidas y por la paz.

En Puerto Rico, las mujeres no estamos solas en la lucha contra los ataques del Estado a los derechos que hemos alcanza-do. Las políticas económicas del Gobierno en Puerto Rico son copia de políticas neo-liberales que aquejan a los pueblos del mundo, en especial a las mujeres quienes aún luchamos por equidad.

Al igual que en la isla, en los países del mundo se hacen evidentes las alianzas entre el Estado y los sectores fundamen-talistas religiosos, que ponen piedras de tropiezo en nuestro camino por la equidad. La lucha por la igualdad de la mujer no es sólo nuestra, es de todas las mujeres en todos los países del planeta, por lo que retomamos el llamado de Clara Zetkin a la celebración del Día Internacional de la Mujer, por todas las demandas de igual-dad en nuestra agenda internacional.

Es por esto que este año las mujeres y sus aliados de amplios sectores a ni-vel internacional nos unimos en reclamo por la igualdad, y dedicamos la celebra-ción de este Día Internacional de la Mujer a Myriam Merlet, Anne-Marie Coriolan y Magalie Marcelin, luchadoras feministas haitianas; y, a través de ellas, a todas las mujeres que murieron como consecuencia del terremoto de Haití. Te convocamos a celebrar esta importante fecha, uniéndote a la gran marcha que realizaremos el lu-nes 8 de marzo.

¡Aborto libre y gratuito para todas exigimos!

Vanesa Contreras CapoComisión de Derechos Democráticos

En celebración del trigésimo séptimo aniversario del DERE-CHO AL ABORTO, el Movimiento al Socialismo (MAS), junto con otras organizaciones y activistas que defienden los derechos de las mujeres, se manifestaron en el Lado Sur del Capitolio para conmemorar esta conquista histórica que garantiza la libertad de decidir sobre su cuerpo a más de la mitad de la población.

Convocada por la Dra. Mary Rivera Montalvo, la actividad se celebra cada año el tercer lunes de enero con el propósito de celebrar la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso Roe v. Wade en 1973. Este acontecimiento significó el reconocimiento de este fundamental derecho en dicho país y en Puerto Rico, y fue un logro de la lucha que libraron miles de mu-jeres y sus aliados para evitar que siguieran muriendo mujeres debido a los abortos clandestinos.

El pasado lunes 18 de enero, nuestra manifestación unió a di-versas organizaciones para dejarle claro al machista Gobierno de Puerto Rico que no permitiremos que los fundamentalistas nos arrebaten el derecho que tienen todas las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y para exigir que se respete la innegociable se-paración de Iglesia y Estado.

Como todos los años, a través de la manipulación de informa-ción sobre la reproducción, religiosos fundamentalistas llegaron a nuestra celebración para llamarnos asesinas, leernos sermones y cantarnos oraciones. Sin embargo, lejos de detener nuestra actividad, las provocaciones y agresiones de los fundamentalis-tas nos motivan a defender el derecho a decidir que tienen todas las mujeres y a exigir un Estado verdaderamente laico. Y es que, precisamente por ello, exclamamos consignas como “¡La Iglesia y el Estado son asuntos separados!”, “¡Saquen sus rosarios de nuestros ovarios!” o “¡Si el Papa fuera mujer el aborto sería ley!”.

Un año más el MAS reafirmó su compromiso en la defensa del aborto legal y nuestra lucha por el acceso garantizado a los servi-cios de aborto. ¡La mujer decide, la sociedad respeta y el Estado garantiza!

Ruth E. Arroyo MuñozComisión de Derechos Democráticos

Día Internacional de la Mujer, a cien años de su origen

Día Internacional de la Mujer100 años de luchas

Marcha 8 de marzo 3:00 pm

Estación Sagrado Corazón, Santurce

Mujeres conmemoran la decisión en el caso Roe v. Wade durante una manifestación frente al Capitolio, el 18 de enero de 2010.

Page 7: Rumbo Alterno #7

Página 7

Recientemente, Carlos Fortuño, miem-bro del Movimiento Socialista de Trabaja-dores (MST) ha reanudado sus ataques al presidente del Movimiento Solidario Sindical (MSS), José Rodríguez. Los ata-ques aparecen en el periódico del MST, Bandera Roja. Se imponen varias aclara-ciones al respecto. Por razones de espa-cio me limito a lo más esencial. Lo que está en debate no es el derecho de los trabajadores a dirigir sus organizaciones, elegir y renovar sus líderes. El debate se refiere a estas preguntas:1. ¿Es democrático que una minoría, en

una asamblea que no se ha convoca-do para tales fines, remueva al lidera-to electo del sindicato fuera de toda disposición reglamentaria?

2. ¿Es democrático que tal decisión se imponga con amagos de violencia e insultos, incluyendo amenazas de muerte?

3. ¿Debe promoverse que los uniona-dos que estén en desacuerdo con un liderato dejen de pagar cuotas hasta tanto no se adopten las políticas que favorecen?

4. ¿Debemos favorecer que los grupos que estén en desacuerdo con un li-derato o sus políticas desarticulen el sindicato, llevándose algún u otro pe-dazo para implantar las políticas que favorecen?

Eso es lo que han hecho los que dirigen la campaña contra José Rodríguez. Las prácticas 1 y 2 me parecen inaceptables. Las 3 y 4 debieran reservarse para cuan-do se ha comprobado que el sindicato no provee espacio democrático para cam-biar su liderato o su política. Ese no es el caso del MSS. Repasemos los hechos.1. En enero de 2009 fueron reelectos

José Rodríguez y buena parte de la Junta de Directores del MSS.

2. En aquella ocasión, Rodríguez apo-yó enmiendas a la constitución que reducían el poder del presidente. Curiosa forma de afianzar un poder burocrático.

3. Durante el 2009, Rodríguez negoció junto a otros trabajadores un conve-nio en Suiza, el cual fue ratificado por los trabajadores.

4. En septiembre de 2009, José Adrían López, encargado del taller de Suiza, fue despedido del MSS cuando se negó a representar a un trabajador.

Fortuño alega que López no siguió las indicaciones del Presidente pues creía que “era más efectivo cuestio-nar la acción del patrono por medio del procedimiento de quejas y agra-vios del Convenio Colectivo”. Esta afirmación carece de sentido: la vista a la que López se negó a asistir era precisamente el segundo paso en di-cho “procedimiento… del Convenio Colectivo”.

5. Luego del despido, arranca la campa-ña contra el Presidente del MSS. Se concentra en el taller de Suiza, que López pretende llevarse del MSS. Para esto incorporó la Central Gene-ral de Trabajadores, Inc. del cual es presidente. Más que cambiar políti-cas en el MSS es un intento de crear burocracia propia.

6. En octubre de 2009, la Junta del MSS decidió retirar su petición de repre-sentación en dos talleres. Se puede estar de acuerdo o desacuerdo con esta decisión. Sin embargo, es una decisión legítima que los sindicatos toman constantemente. Es razonable que ante un censo que indique poca probabilidad de triunfo se reconsidere una campaña. La suposición de que la victoria era segura no nos conven-ce. José Adrián López también ase-guró que el MSS triunfaría en el taller de Bacardí. Se sufrió una derrota en proporción de 2 a 1, que en nada ayu-dó a fortalecer el sindicato.

7. El grupo opuesto al actual liderato solicitó una asamblea. La Junta y su Presidente accedieron inmediata-mente. Nada más alejado de quien pretende mantener control burocráti-co. La asamblea estuvo permeada de agresión, violencia y amenazas por parte de un grupo que pretendía que allí se removiera al presidente elec-to reglamentariamente. López irrum-pió en la asamblea aunque no es ni miembro ni empleado del MSS. Nada de esto tiene que ver con la demo-cracia sindical. Además, es falso que Rodríguez llamara a la Policía.

8. Posteriormente, la oposición obtuvo lo que considera su victoria: los ta-lleres de Indulac y Suiza aprobaron recursos que les permiten no pagar cuotas a la vez que el MSS sigue obli-gado a proveerles servicios. No dudo que esta decisión es síntoma de des-

contento. Esto es legítimo. Pero me pregunto, ¿acaso no es más consis-tente con una política de democracia y fortalecimiento de los sindicatos luchar por cambiar las posiciones del sindicato? ¿Acaso no hay que insistir que una cosa es luchar contra el lide-rato de la unión, lo cual es legítimo, y otra restarle recursos al sindicato, lo cual fortalece al patrono? Convencer al trabajador de participar en un cau-cus para cambiar la política del sindi-cato es legítimo. Puede ser un medio necesario para fortalecer la unión y elevar la conciencia. Convencer al trabajador de dejar de pagar cuotas es tan sencillo como apelar a los nive-les más bajos de conciencia sindical.

9. En enero de 2010 tuvo lugar una asamblea general del MSS. Sobre esta asamblea cabe destacar que: • La Junta y su presidente pro-

pusieron que se grabara. Es lo opuesto de las burocracias que se imponen por la fuerza o las maniobras parlamentarias.

• La asamblea aprobó un voto de confianza en el Presidente y la Junta directiva, con sólo 3 votos en contra. Al contrario de lo que afirma Fortuño, los sectores en “oposición” no habían abandona-do la asamblea. Fortuño señala que debemos acatar las decisio-nes de la matrícula, aunque no nos gusten: eso es precisamente lo que Fortuño no hace al afirmar que ese voto de confianza es una imposición. Tan sólo considera válido lo que apoya, lo demás es imposición.

• Scott Barbés exigió un turno en la asamblea. Pero Barbés, quien es miembro de la dirección del MST, no es miembro del MSS. Es empleado. Que la presidencia lo indique no es truco, ni maniobra. ¿O es que los empleados de la UTIER o de la FMPR tienen de-recho a hablar en las asambleas de esos sindicatos? Aún así, la presidencia preguntó si deseaba permitir que Barbés se dirigiera a la asamblea. La asamblea por mayoría votó en contra. Obje-tar que personas que no son ni miembros ni funcionarios electos por la matrícula se atribuyan pre-

Manuel A. Rodríguez BanchsComisión Política

(Foto: Alvin Couto)

rrogativas que no tienen, no es faltar a la democracia obrera, al contrario, es insistir que los sin-dicatos los dirijen sus matrículas y líderes electos, no funcionarios nombrados o líderes autoprocla-mados.

10. Barbés no fue despedido del MSS para reprimir el debate. Fue despedi-do por lo que la Junta entendió fue su trabajo en apoyo al CGT, Inc. contra el MSS. Su convicción, que Fortuño, también miembro del MST, parece compartir, de que quizás él represen-ta los intereses de los trabajadores no quita que son los últimos y no él a quienes los trabajadores eligieron como sus representante. Lo dicho en el punto 6, es cierto del caso de Coca Cola. La Junta del MSS entendió que la forma en que se estaba dando la intervención en el taller organizado por los Tronquistas, en el contexto de una huelga, exponía al MSS a con-secuencias legales y económicas que podían poner en peligro su mis-ma existencia. Una cosa es estar en desacuerdo con esa apreciación, otra cosa convertirla en la traición de la cual Fortuño y otros acusan a la Junta del MSS. Sobre esto Fortuño, ha lan-zado la acusación de que Rodríguez se prestó a ser testigo del patrono. La realidad es que la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo citó a Rodrí-guez y sometió un requerimiento de que entregara ciertos documentos. Rodríguez sometió un recurso para evitar comparecer. El MSS estaba, por otro lado, obligado legalmente a entregar los documentos solicitados. Convertir estas acciones de la JNRT en parte de una supuesta colabora-ción de José Rodríguez con el patro-no es una manipulación.

Si se tienen diferencias con el liderato del MSS, ¿por qué no se organiza un le-gítimo caucus de oposición para elegir, en su momento, un nuevo liderato y para fo-mentar el debate interno, a la vez que se fortalece el MSS con las cuotas y el apo-yo de todos? Eso nos parece lo más lógi-co, sensato y democrático. Es lo opuesto de lo que los promotores de la campaña contra José Rodríguez han hecho hasta el presente. No tengo otra opción que rei-terar nuestro rechazo a sus acciones.

Algunas aclaraciones sobre el Movimiento Solidario Sindical

Page 8: Rumbo Alterno #7

Página 8

El capital es valor que se valoriza. En otras palabras, la función del ca-pital es incrementar su valor, obtener ganancias. Las ganancias se invier-ten como capital para generar más ganancias. Ese es el ciclo de vida del capital. En el capitalismo no im-porta la actividad concreta ni el pro-ducto concreto que genere, siempre y cuando sea uno que tenga salida en el mercado y genere ganancias. Una de las características fundamentales del capitalismo es, pues, la acumula-ción.

La creciente acumulación va acom-pañada de crecimiento económico. Una economía capitalista saludable debe crecer a un ritmo no menor de un 5 % anual. Este crecimiento lan-za al mercado una cantidad creciente de mercancías que no tienen garan-tizada una salida. Periódicamente se producen crisis de sobreproducción

de mercancías. El sistema ha pro-ducido más mercancías de lo que el mercado puede asimilar y el ciclo se disloca produciendo una desacelera-ción económica.

Estos ciclos inherentes a la produc-ción capitalista se dan sobrepuestos en unas ondas más largas. Al comien-zo de una onda larga el crecimiento es más vigoroso y las crisis cíclicas menos profundas. La última de esas ondas expansivas comenzó luego de la Segunda Guerra Mundial y duró hasta mediados del setenta cuando comenzó la fase decreciente de la onda larga. En la fase decreciente las crisis tienden a ser más frecuentes y más profundas. Ahora vivimos el peor momento de la crisis en la fase baja de la onda larga. Ya no sólo habla-mos de desaceleración económica sino que hay incluso retroceso, es de-cir, una depresión. Muchas empresas se van a la quiebra, lo cual aumenta el desempleo y empeora la economía en un círculo vicioso que conduce a un desastre económico y social.

La salida a las crisis son automáti-cas, es decir, el propio sistema se re-ajusta y vuelve a funcionar. La salida

a una nueva onda larga expansiva no es automática. Requiere de factores externos que abran un nuevo espa-cio de valorización creciente al ca-pital. Las formas más comunes son mediante la expansión súbita de los mercados -como el descubrimiento de América o expansión de mercados en Asia- o mediante el aumento en la explotación de la clase trabajadora: destrucción de organizaciones obre-ras combativas, golpe general a los niveles de vida de los trabajadores y trabajadoras; tal como se hizo en Europa durante la Segunda Guerra Mundial y se pretende hacer ahora.

De esta forma, el crecimiento eco-nómico en la fase expansiva de la última onda larga estuvo en la cerca-nía del 7%, mientras que en la fase depresiva ha rondado por el 4 %; en esta fase final apenas llega al 2 % e incluso ha llegado a valores negati-vos.

La economía de mercado, orientada sobre el lucro y la ganancia, no puede sino funcionar como funciona. Su rol histórico de propulsar el desarrollo de las fuerzas productivas de la humani-dad ya ha rendido sus frutos y nos co-

José “Pepe” Córdova Irurregui Especial para Rumbo Alterno

Desde este

rincón del planeta

La lógica del capital y el ambiente

locan en una posición donde todos y todas podemos tener una vida plena. Sin embargo, su permanencia ahora compromete la mera posibilidad de la vida. Luis Fortuño y Juanes tienen ra-zón: es tiempo de cambiar. Es tiempo de cambiar la lógica del sistema y ello sólo se logra al cambiar radicalmente los paradigmas sobre los que des-cansa nuestra sociedad.

En un artículo anterior vimos cómo el calentamiento global y el cambio climático amenazan nuestra supervi-vencia y la vida en el planeta en ge-neral. Si no tomamos acciones serias ahora, la respuesta puede ser de-masiado tarde. Aunque ciertamente hay tecnologías que pueden resolver algunos problemas de momento, el problema no es de uso de tecnologías inadecuadas. La propia lógica del sistema es responsable y amenaza nuestra estadía en el planeta. Man-tener esa lógica imponiéndole res-tricciones es como seguir poniendo parchos a una represa que se agrieta aceleradamente. La estructura even-tualmente cederá y colapsará. Esta-mos en este punto: o reestructuramos la represa o morimos ahogados.

La terrible situación que enfrenta Haití ante el sal-do de devastación que dejó el terremoto es con-secuencia directa de la profunda crisis social y de la extrema pobreza producto de la depredación neocolonial del país. Haití proclamó su indepen-dencia en 1804 tras una intensa lucha que fue a la vez antiesclavista y anticolonial.

En un artículo muy revelador titulado Haití, ¿Do-naciones para pagar una deuda odiosa? Eric Tous-saint y Sophie Perchellet1 plantean que como re-presalia a esa doble revolución, Francia decidió que la incipiente nación caribeña pagara al Estado francés 150 millones de francos en cinco plazos anuales. Esta cantidad correspondía al presupues-to anual de Francia en esa época, lo que equiva-le en la actualidad a cerca de 21,000 millones de dólares. El primer plazo de esa deuda, destinada a indemnizar a los antiguos colonos franceses, ex-piró el 31 de diciembre de 1825. Desde su funda-ción Haití ha tenido que pagar un precio altísimo: la deuda continúa como el instrumento neocolonial que facilita el saqueo de los múltiples recursos na-turales del país.

En 1915 Haití fue intervenido por Estados Uni-dos, quien mantuvo la ocupación total hasta 1934 y cuya influencia se ha ido ampliando desde en-

tonces. Por eso, tanto Francia como Estados Unidos son enteramente res-ponsables de la precaria situación del hermano país. Según el Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), más del 80% de la deuda externa de Haití es propiedad del Banco Mundial y del Banco Intera-mericano de Desarrollo (BID). Ante la catástrofe que vive el país, se han lanzado varias campañas de donaciones financieras. Las mayo-ría de las donaciones que recibe Haití provienen principalmente de sus acreedores. Sin embargo, si se quiere contribuir con el desarrollo del país, si se quiere ser verdaderamente solidario, sería preferi-ble la condonación incondicional, total e inmediata de las deudas que tiene Haití con ellos.

El artículo nos presenta la siguiente interrogan-te: ¿Podemos realmente hablar de donaciones cuando sabemos que la mayor parte de ese dinero servirá para el pago de la deuda externa o para el desarrollo de proyectos de desarrollo nacional, de-cididos de acuerdo con los intereses de esos mis-mos acreedores y de las oligarquías locales? Los grandes intereses multinacionales reconstruirán los instrumentos que les sirven para establecer só-

lidamente el control neocolonial del país y tratarán de garantizar la continuidad del pago de la deuda.

Para que Haití pueda salir de su crisis dignamen-te será ineludible rescatar la soberanía nacional. Será necesaria la anulación total e incondicional de la deuda externa como primer paso. Además, los países industrializados que explotaron a Haití siste-máticamente, comenzando por Francia y Estados Unidos, deben pagar una indemnización para repa-rar todos los agravios. El CADTM propone un fondo de financiamiento para la reconstrucción controla-da por las organizaciones populares haitianas. Esa sería una excelente iniciativa. Para concluir exigi-mos la instalación de una verdadera misión de so-lidaridad que deberá incluir la urgente anulación de la ilegítima deuda externa que hasta el día de hoy estrangula a Haití.

Comisión de Relaciones Internacionales

Haití: consecuencias de la depredación neocolonial

(Fot

o: U

$ M

arin

e Co

rps)

Niños haitianos esperan en una fila para recibir alimento rodeados por soldados estadounidenses con armas largas.