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SECCIN DE OBRAS DE FILOSOFA

CLAVIS UNIVERSALlS

Traduccin deEsTIIER COHEN

PAOLO ROSSI

CLAVIS UNlVERSALIS*ii;.,

El arte de la memori,y la lgica combinatoria de Lulioa Leibriiz

':'>'>."

FONDO DE CULTURAECONMICAMXICO

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Primera edicin en italiano, Primera edicin en espaol,

1983 1989

PREF ACIO A LA SEGUNDA EDICIN

ISBN 88'15-00046-1

Ttulo original: Clavis Universalis. Arti della memoria e logica combinaJoria da Lullo a Leibniz 1983, Societa editrice iI Mulino, Bologna

D. R. 1989, FONDO DE CUL:".'~E:to divino, en la tercera la divina voluntad, en la cuarta la divina trinidad, en la quinta y ltima las divinas razones ... La memoria humana es la potencia con la que el hombre recuerda las cosas que han pasado, y para declararlo damos este ejemplo. La potencia imaginativa no tiene su acta, es decir, el imaginar, al tiempo que la potencia sensitiva alcanza su objeto, de lo cual puede tener experiencia cualquiera por semejanza cuando alcanza el hombre, en el tiempo presente, el objeto pensado o imaginado, no puede entonces la memoria recordar aquel objeto, porque el intelecto y la voluntad del hombre impiden que la memoria tenga su acto, porque el intelecto est entendiendo el mismo objeto, y amndolo u odindolo la voluntad, de donde se entiende que la memoria es de por s una potencia, contra aquellos que dicen que no es de por s una potencia la memoria, sino que est arraigada en el intelecto y que son juntos una potencia, lo cual es falso segn queda declarado. Entre las dos obras sobre la memoria, la de 1304 y la de 1313 a las que ya hemos aludido, se sita un tercer texto sobre la memoria -el Liber ad memoriam confirmandam--, tambin ste indito, escrito en Pisa en 1308 durante su estancia en el convento de Santo Domingo.47 El tratado se abre con la declaracin de los fines que46 Littr (Histoire littraire de la France, vol. XXIX, p. 318) hace referencia al Cd. 10517,ff. 22 ss. de la Staatsbibl, de Munich, el Longpr (Dictionnaire de tholO'giecatholique, col. 1102,n. 59 (15) destaca, junto al de Munich, el Vat. Gtt. lato405,ff. 182 ss. He vistO'y utilizado el Cd. Ambrosiano N. 259 sup., fi. 22 ss. (siglo xv) destacado por el Ottaviano. Inc. Deus curo tua misericordia incipit liber de tua memoria. Quoniam de divina memoria. Expl.: Ad laudem et honorem Dei finivit Raymundus istum librum in civitate Messanae mense Martii anno 1313. 47 He visto las tres redacciones manuscritas de este texto, conservadas en los siguientes cdices (todos del siglo XVI): Ambrosiana, 1. 153 inf., 35-39v.; Munich, Staatsbibl., 10593,ff. 1 v. - 3 v.; Pars, NaL lat.17839,ff. 437-444 r. El Vat. lato 5437, que he encontrado sealado a propsito del Liber ad memoriam confirmandam, no contiene obras de Lulia. En la transcripcin he utilizado los tres cdices indicados. La indicacin de las hojas se refiere al cd. muniqus. Para el texto completo de la pequea obra, cf. el apndice.

A pesar de que la atencin de Lulio est claramente dirigida al proceso de determinacin sucesiva de los particulares (en su terminologa: la tractatio de generali ad specialia postea descendens), es difcil no darse cuenta, en este pasaje, del eco, aunque atenuado, de las discusiones sobre los "lugares" que caracterizan a la mnemotecnia de derivacin "ciceroniana". Los mismos ejemplos citados por Lulio (la ciudad, la calle, la casa, la habitacin, la cocina) son tpicos de la terminologa que los Hciceronianos" haban utilizado ampliamente. A travs del agnosticismo debe de haber penetrado en el pensamiento mismo de Lulio 44 algn elemento de esa tradicin. Las relaciones entre las tcnicas de la memoria inventadas por Lulio y la tradicin ciceroniana son en verdad muy tenues y difcilmente determinables. Sin embargo, sera un error continuar interpretando el arte luliano slo como un mero esbozo de "lgica formal" y subestimar el peso que esa temtica de derivacin agustiniana, que vea en la distincin entre memoria, intelecto y voluntad la expresin simblica de las tres personas de la Trinidad, tuvo en los proyectos del arte. De hecho, como lo ha subrayado F. Yates, el arte aparece concebido a imagen y semejanza de la trinidad divina. En su plenitud, consta de tres fases o aspectos: el primero (que se realiza a travs de la combinatoria o la nueva lgica) acta mediante el intelecto; el segundo, mediante el que se ejercita la voluntad (y a este aspecto se refieren las obras msticas de Lulio) ; el tercero, que concierne a la memoria y transforma todo el arte en un gran sistema de mnemotecnia.45 Existe una amplia documentacin sobre la influencia efectiva de este enfoque. Adems de los numerosos pasajes del Liber de contemplacio y del Arbre de filosofia desiderat citados por Carreras y Artau, queremos sealar aqu como particularmente indicativo otro escri'44 Sobre la relacin entre la mnemotecnia ciceroniana y la obra de San Agustn, cf. F. A. Yates, The Ciceronian Art ot Memory, en el vol. Medioevo e Rinascimento, studi in onore di B. Nardi, Florencia, Sansoni, 1956, p. 878-881. p 45 Vase, en relacin con esto, el Cd. 16116 de la Nacional de Pars, f. 23 v.: "Liber iste [se trata del Liber memoriae] vaJde utilis est et associabilis cum libris Intellectus et VollIltatis in uno volumine quantum ad invicem sunt se iuvantes ad attingendum secreta rerum. Sobre el arte concebido a imagen de la Trinidad, cf. F. A. Yates, The Art ot Ramon Lull, cit., p. 162.

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se propone la confirmatio memoriae (tila razn por la que deseamos componer este tratado es la de reforzar de la mejor manera la memoria de los hombres, que es frgil y caduca") y con la distincin entre las tres potencias naturales del alma -capacitas, memoria, discretiocada una de las cuales puede perfeccionarse mediante el uso de una tcnica particular. A cada una de las tres potencias naturales corresponde de tal modo una potencia artificial que puede ser adquirida a travs del arte. Esta ltima tiene la tarea de dar lugar a un tipo de aprendizaje y de transmisin del saber que no canse intilmente a los jvenes: Primero, pues, para que quien se afana en el estudio sepa el modo de hallar la ciencia y no, despus de pasar muchsimos trabajos, se d cuenta de que ha consagrado en vano sus esfuerzos a dicha ciencia, sino ms bien se trueque su trabajo en pleno descenso, su sudor en gloria, hay que encontrar para los jvenes un modo de ciencia por el cual no se deprima con tanta pesadez el cuerpo, sino que sin gran molestia, con ligereza del cuerpo y alegra de la mente, suban corriendo a las alturas de las ciencias. Muchos son los que, a la manera de los brutos, emprenden con mucho y sumo trabajo corporal los estudios literarios, sin estudio artificioso del ingenio, y muestran el cuerpo, segn lo han trabajado, macerado intilmente por continuas vigilias. Conviene, pues, un modo por cuyo medio el estudiante virtuoso pueda con ligereza encontrar el tesoro de la ciencia y desprenderse del peso de tantos trabajos. El arte aparece aqu como instrumento de liberacin de una pe dagoga intilmente supercreadora; el tema de un refuerzo "artificial" de las potencias naturales del alma se liga con el motivo, tpicamente franciscano, de la alegra espiritual. La capacitas puede ser perfeccionada mediante la atencin y la divisin ordenada de los argumentos. Al perfeccionamiento de la nica y verdadera memoria se dedican observaciones que tienen inters notable y que convierte este escrito en algo diferente a los otros textos lulianos que tratan del mismo argumento: Vengo pues a la segunda [potencia], es decir, a la memoria, la cual, segn los antiguos, es natural o artificial. Natural es la que uno recibe en su creacin o generacin, segn la materia de que un hombre es engendrado y segn la influencia reinante de algn planeta superior; por eso vemos que algunos hombres tienen mejor memoria que otros; pero sta no nos interesa aqu, puesto que es cosa de Dios el concederla. La otra es la memoria artificial, y sta la hay de dos clases, pues una depende de medicinas y emplastos con que se la procura, y sta considero muy peligrosa, pues a veces se dan medicinas contrarias a la disposicin del hombre, a veces superfluas y de

una crudeza que reseca extremadamente el cerebro, y por defecto del cerebro se hunde el hombre en la demencia, como hemos odo y visto muchos, y sta desagrada a Dios, por no contentarse con la gracia que Dios le confiri, de ah que, dado caso que no llegue a la locura nunca o rara vez tendr los frutos de la ciencia. La otra me moria artificial se adquiere de otro modo, cuando alguien por su capacidad recibe mucho en la memoria y lo anda por s repitiendo con la boca, puesto que segn Alano en sus parbolas el estudiante es a modo de buey, que el buey recibe con mxima velocidad la hierba, y la manda sin masticar al estmago, para rumiarla luego y, en fin, cuando ya est mejor digerida, la convierte en sangre y carne; as sucede con el estudiante que, olvidadas sus costumbres, recibe sIn deliberacin la ciencia, la cual, para que dure hasta el fin, debe masticar en la boca de la mente, para que se le arraigue y habite en la memoria, porque lo que se toma ligeramente se va ligeramente, y as la memoria, como se dice en el Libro de la Memoria y la Reminiscencia, se confirma firmemente [sic] por frecuentsima reiteracin. Deben subrayarse varias cosas en este prrafo; en primer lugar, la referencia al De memoria et reminiscentia aristotlico (tal referencia, presente tanto en elms. parisierise como en el muniqus, no aparece, en cambio, en el ambrosiano. El ms. parisiense lleva adems un errneo Aristotelem en lugar de Alanum), y la insistencia en la reiteratio como elemento esencial para reforzar la memoria; en segundo lugar, la ausencia de cualquier recurso o referencia al arbor memoriae y la polmica abierta contra los intentos pecaminosos de una aplicacin de las tcnicas mdicas a la memoria; en tercer lugar, la distincin (que se remonta a los "antiguos") entre memoria natural y memoria artificial. Se trata de afirmaciones y de tesis que permiten establecer una conexin entre el tratamiento luliano de la memoria y ese mbito de discusiones que se relacionan, por un lado, con el De reminiscentia aristotlico y, por el otm, con la persistencia de motivos de derivacin retrica. Mientras que el uso del trmino discretio parece remitirse al concepto aristotlico de reminiscentia, la referencia a los antiguos parece confirmar, una vez ms, un conocimiento, aunque sea indirecto, de elementos tomados de la tradicin de la mnemotecnia "ciceroniana". Nos hemos detenido ampliamente en este texto porque nos parece indicativo de una actitud a la que los especialistas de Lulio no han dedicado su atencin. En esta obra no se procede a aplicar las reglas del arte al campo especfico de la memoria, pero se pone toda la estructura de la combinatoria luliana al servicio de la memoria artificial. Para poder recitar multitud de cosas me parece bien poner (aqu) algunos nombres [sic] relativos por los que a todo puede rsponderse ... Los sobredichos nombres son stos: qu, por qu, cunto y

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ENCICLOPEDISMOy COMBINATORIA EL SIGLOXVI EN cmo; por cada uno de stos podrs recitar veinte razones opuestas entre s, o cualquier cosa que se te 0'freciere recitar, y es cosa admirable que puedas retener cien razones, y exponerlas bien cuando haya lugar. " As pues, el que quiera tener una ciencia universal para todas las cosas, aplquese a esto con t0'das sus fuerzas y sin duda alguna ser ms sabio que los dems ... L0' primero, pues, por este nombre qu [sic] podr recitar ciertas cuestiones o razones 0' cualquier cosa que quisieres recitar, segn la figura que contiene stas, por la segunda podrs responder o recitar el doble, y as por aplicacin de la tercera figura y multiplicacin de la primera ...

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El Liber ad memoriarn confirmandam nos ha llegado slo en tres manuscritos tardos del siglo XVI que, adems de lo.s numerosos errores, tienen diferencias a menudo no.tables: la referencia un tanto genrica a las quaestianes,. el insistente remitirse a un Liber septem planetarum (es el Tractatus novus de astronomia de 1297?) en el que se encontraran definidas la capacitas, la memoria y la discretio; la confusa exposicin de la tcnica de la evacuatio y de la multiplicatio que ya haba sido claramente teorizada en el Ars magna; la imposibilidad en la que nos encontramos (dadas las divergencias entre los cdigos) para controlar la autenticidad de la referencia al De memaria aristotlico. Estos y otros elementos nos obligan a tener mucha cautela. El texto es, sin duda alguna, autntico, pero debe haber sufrido probablemente serias alteraciones. Las conclusiones relativas a las relaciones de Lulio con la tradicin de la mnemotecnia aristotlica y ((ciceroniana" pueden ser consideradas vlidas slo en la medida en que stas, como se ha tratado de demo.strar, sean corroboradas por el anlisis de las otras obras inditas acerca de la memoria. En el caso del Liber ad memoriam confirmandam subsisten slo algunas dudas. En cambio, el caso del ms. Urb. lato 852,48 que fue errneamente considerado como una de las redacciones del Liber de memaria de 1303, es bastante claro. Nas encontramos aqu en presencia de un tratado de memoria local concebido de acuerdo con los cnones ms rgidos y convencionales de la mnemo.tecnia ciceroniana, y falsamente atribuido a Lulio. Transcribiremos algunQS pasajes:48 Cd. art. de ff. 636 (siglO' VI). La Localis memoria per Raimundum Lullum c X est en las hojas 333 r. - 438 V. Debemossealar que en el Catalogus omnium librorum magni operis Raymundi Lulli proxime publico comunicandi, publicado en Maguncia en 1714 pO'r1. Salzinger, aparece una Ars memorativa (lnc.: Ars confirmat et auget utilitates) de la cual existe un ejemplar en el cd. 10552 de la Staatsbibl. de Munich (ej. Uttr, Histoire littiraire de la France, vol. XXIX, p. 299'). La atribucin que se haca a Lulio era, sin embargo, sucesivamente rechazada por el mismo Salzinger, quien omita este escrito de la lista de obras lulianas que se encuentra en el vol. I de la edicin de Ma guncia (1721).

Memoria local, por Raimudo Lulio. El arte de la memoria se perfecciona de dos mod0's, es a saber por lugares y por imgenes. Los lugares no se distinguen de las imgenes sino porque los lugares son, como algunos piensan, ngulos, mas [sic] imgenes fijas, sobre las cuales, como sobre papel, se imprimen las imgenes borrables. De modo que los lugares son como materia, las imgenes como forma ... Es necesario, empero, guardar un cierto modo respecto a los lugares, no sea muy remota la distancia entre ellos, ni muy breve, sino moderada, de unos cinco pies o cosa as; n0' haya tampoco demasiada claridad o demasiada oscuridad, sino una luz mediana ... Imagnate ent0'nces, si puedes, una casa especial, con veintids chimeneas, diversas y dismiles ... Ten siempre presentes ante los ojos estos lugares, como situados en habitaciones, que sepas recitarlos por delante y por detrs y por 0'rden, cul el primero, el segundo, el tercero, y as de los dems ... Si te dan un nombre que conoces, por ejemplo Juan,toma un Juan que conoces ... y colcalo en tal lugar. Es muy significativa que una obra de este gnero., perteneciente a una tradicin cultural tan diferente, fuera atribuida al filso.fo de Mallorca. En el siglo XVI, mientras que en el mbito dellulisma ortodoxo se desarrollan los temas de la combinatoria con una funcin mnemotcnica, se lleva a cabo. el encuentro, al que hemo.s aludido varias veces, entre la tradicin "ciceroniana" y la tradicin [uliana. La obra de Giordano Bruno dar resonancia euro.pea a este encuentro. Pero casi setenta aos antes de la aparicin del De umbris idearum, del Cantus circaeus y del De campendiosa architectura et commrento artis Lullii (publicados todos en Pars en 1582), uno de los ms renombrados maestros del lulismo europeo, ligado al grupo de Lefevre, haba intentada hacer una sntesis entre el arte "ciceroniano" de la memoria y la combinatoria de Lulio. 6.BERNARDO DE LAVINHETA: COMBINATORIA

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MEMORIA

LOCAL

En 1612, en la editorial Lazaro Zetzner de ,Colonia, que haba publicado en 1598 la gran coleccin de textos 'lulianos y de comentarias sobre Lu1io., Enrique Alsted se encargaba de la edicin de la Explanatio compendiosa que .a,pplicatio artis Raymundi Lullii del franciscano Bernardo de Lavinheta.49 La obra haba sido publicada por primera vez en Lyon, casi un siglo antes: en 1523. Mientras que en el prefacio. se lanzaba contra los ridculos aristotlicos y los ineptos ramistas perseguidores de Lulio y del lulismo e intolerantes49 Bernardo de Lavinheta, Opera omnia quibus tradidit artis Raymundi Lullii compendibsam explieationem et eiusdem ,applicationem ad logica rhetorica phisica mathematiea mechaniea medica metaphysica theologiea ethica iridica problematica, edente Jahone Henrico AlstediO',CoJopjae, Sumptibus Lazari

Zetzneri bibliopolae, 1612 (copia utilizada: Trivu1z.

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con respecto a cualquier libertad, Alsted pona en guardia a los lectores en relacin con ese tanto de "escolstico" y de "papista" que estaba todava presente en la obra de Bernardo: "Muestra la praxis de la filosofa luliana de acuerdo con su costumbre y la de su siglo, es decir, en modo brbaro y papista. Estn atentos a no estrellarse contra estos mismos escollos." Lo que haba entusiasmado a Alsted, ms all de los "escollos" de la barbarie escolstica y del catolicismo, era el intento, presente en la obra de Lavinheta, de escribir una enciclopedia de las ciencias sobre los fundamentos del arte luliano. La aplicacin del ars Lullii, como aclaraba el ttulo, se refera en efecto a la lgica, la retrica, la fsica, las matemticas, la mecnica, la medicina, la metafsica, la teologa, la tica y la jurisprudencia. En su divisin y clasificacin de las ciencias, Lavinheta se remita a la imagen luliana del nico rbol del saber respecto del cual varias disciplinas particulares se colocan como las diversas ramas de un nico tronco. A pesar de que introduce divisiones y distinciones muy lejanas del lulismo (por ejemplo, las tres ramas del trivium), Bernardo haba recurrido ampliamente, en particular en su lgica, a las figuras de la combinatoria. Pero su intento de servirse del ars magna en vista de una bsqueda de principios universales y necesarios capaces de unificar todo el saber, aparece con claridad en la seccin llamada lntroductio in artem Raymundi Lullii: Es necesario un arte general nico que tenga principios generales, primitivos y necesarios, mediante los cuales los principios de las otras ciencias puedan ser probados y examinados ... Las artes y las ciencias especiales son demasiado prolijas y la breve vida del hombre necesita que el intelecto posea algn instrumento universa1.5o BernardO' introduca en su tratamiento un verdadero y propio tratado de cosmologa y de filosofa natural (en la discusin de la tercera figura), obras completas de medicina (Hortulus medicus, De medicina operativa, etc.) y consideraciones sobre el ars praedicandi y sobre la interpretacin de las Escrituras; se mova en este sentido en el mismo terreno de la Rhetorica seudoluliana y abra el paso a ese enciclopedismo de bases lulianas al que dieron su adhesin tanto Grgoire como De Valeriis en los ltimos aos del siglo. . Con el curso de Lavinheta en la Sorbona entraba triunfalmente a Pars (despus del gran parntesis nominalista iniciado con las polmicas de Pedro d'AilIy y de Gerson) la enseanza del lulismo. Si se tiene presente la gran resonancia que las lecciones de Lavinheta tuvieron en el mundo de los doctos, su intensa actividad50

editorial en los mayores centros europeos desde Pars hasta Lyon y Colonia, su suerte en el siglo XVII, puede resultar particularmente interesante, tambin, la temtica sobre la memoria elaborada en la ltima parte de la Explanatio. Bernardo se propone en estas pginas construir un arte capaz de servirse simultneamente de las tcnicas de la memoria elaboradas por Lulio y de las tcnicas, ya ampliamente desarrolladas, que haban sido recogidas de los textos de Cicern y de Quintiliano. La definicin de la memoria natural, de la que se sirve Lavinheta, est tomada de los textos lulianos y de los comentarios medievales al De reminiscentia aristotlico: La memoria natural es aquella potencia a la que compete propiamente remitirse a la mente y de cuyo rgano ya se ha hablado en el tratado de filosofa natural. Este ltimo tiene en el occipucio la forma de una pirmide y su potencia es espiritual. Su tarea consiste en conservar las especies adquiridas mediante el iritelecto y volver a evocar en el intelecto, por orden de la voluntad, sus imgenes (similitudines) .~1

En lo que concierne a la memoria artificial, Lavinheta toma de nuevo, en cambio, y casi con las mismas palabras, los conceptos expresados por Lulio en el indito Liber ad memoriam confirmandam: Lavinheta, Explanatio (edicin 1612), p. 653. La memoria artificial es doble: la primera consiste en las medicinas y en los ungiientos que nuestro Doctor juzga muy peligrosa porque a veces se dan medicinas contrarias a la disposicin del individuo, en tal grado de calor que secan. el cerebro y en tal forma los hombres llegan a la demencia y la estupidez. Lulio, Munich (Staatsbibl.), 10593 f. 2 v. Otra es la memoria artificial, que es doble porque la una consiste en medicinas y ungiientos. sta la considero muy peligrosa porque a veces se dan medicinas contrarias a la disposicin del hombre, a veces son superfluas y de mxima crudeza. El cerebro se diseca desmesuradamente y, por falta de cerebro, el hombre se sume en.la demencia, como lo hemos odo y visto en muchos casos y de este modo desagrada a Dios.

De necessitate

artis.

Al introducir una separacin entre "las casas sensibles que son captadas por el sentido, y las inteligibles, que son captadas por el solo inteIecto", Bernardo abra sin embargo, inmediatamente d~spus, ~1 De memoria, p. 651 de la citada edicin.

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el camino a la distincin entre dos tipos de memoria artificial: "Existe un doble modo de memoria artificial y el primer modo es muchO' ms fcil que el segundo." El mtodo luliano ms fcil al que se refiere Lavinheta es aquel -para nosotrO's ya conocidode la memoria "local" o "ciceroniana". Para recordar los objetos que caen bajo los sentidos y los productos de la imaginacin, se recurre, de acuerdO' con los cnones tradiciO'nales, a los lugares ordenados y a la colocacin de las imgenes en los lugares; "es necesario establecer lugares especficos en un espacio familiar, como una iglesia, un monasterio o una casa de la propia ciudad". Regresa, naturalmente, el precepto del orden de los lugares y el de la colocacin en los lugares de las similitudines a imgenes.52 Se vuelven a presentar los conocidos temas de la iconologa a la que se haba confiado la tarea de representar y llamar a la memoria las "cosas intelectuales". Para fijar en la mente conceptos (por ejemplo: "Dominus est illuminatio mea et salus mea") se utilizarn ampliamente las figuras emblemticas: "se pandr en el lugar designado la imagen solemne de un hombre bien vestido que sostiene en una mano una vela y en la otra, un poco de sal, y aunque sal y salud signifiquen cosas diferentes, sin embargo, por esa cierta semejanza que los dos trminos tienen in voce, una cosa conducir al recuerdo de la O'tra" .53 Frente a los objetos de la especulacin, es decir, a las cosas "que son remotsimas, no slo de los sentidos sino tambin de la imaginacin", la tcnica "ciceroniana" de la memoria revela ser insuficiente. En estos casos es necesariO' recurrir a un segundo y ms complicado tipo de memoria artificial, dirigirse al ars generalis inventado por Lulio. Aqu -afirma Lavinheta, plegando la vieja terminologa ciceroniana a un nuevo uso- todos los objetos posibles del saber son "calocados en pocos lugares" y, a travs de los principios, las figuras, las reglas y las quaestiones, el artista puede aduearse de manera duradera de tada lo sabido.547. LALGICA DE LA lVlEMORIA

nes de este tipo llegaron a incidir de manera profunda en ambientes muy variados. Trece aos antes de la publicacin de la obra de Lavinheta, alrededar de 1510, se haban reunido en la Universidad de Cracovia los representantes del cuerpo acadmico para examinar la consistencia de la acusacin de magia que se haba hecho contra el franciscano Thomas Murner, autor de una Logica memorativa, chartiludium logicae sive totius dialecticae memoria, publicada en 1509. En el escrito, que propugnaba la combinacin de un sistema de conceptas con un sistema paralelo de smbolos plsticos, eran evidentes las influencias lulianas.55 La parte final, escrita por Ioannes de G10gavia acerca del prO'b1ema, es un documento digno de ser recordado. Ms que de un largo discurso, ste nos da la idea precisa de la amplia difusin (tambin en los ambientes acadmicos) de este tipo de discusiones y muestra adems la presencia de esta conexin (que se estableci particularmente en las universidades alemanas del RenacimientO') entre la lgica y la mnemotecnia : dad de Cracovia, doy testimonio de que el padre Thomas Murher, alemn, ... ha escrito en nuestra universidad este chartiludium, lo ha ledo y a tal punto perfeccionado que en el lapso de un mes hombres incluso vulgares e ignorantes ... se convierten en hombres tan eruditos y capaces de recordar, que hace que se despierte en nosotros una fuerte sospecha en cuanto a dicho padre: que l, ms que ensear los preceptos de la lgica, transmite algo que tiene que ver con la magia.56 La idea de una lgica de la memoria, o al menos la idea de una afinidad sustancial entre la lgica y el arte de la memoria, est en la base de todos las intentos, que se renovarn en la cultura europea de la primera parte del siglo XVI hasta Leibniz, por utilizar55 Thomas Murner, Logica memorativa. Chartiludium logicae sive totius dialecticae memoria et novus Petri Hispani textus emendatus, cum jucundo pictasmat, exercitio, Bruselas, Thomas van der Naot, 1509 (copia utilizada: Pars, Nal. Rs. R. 871). Tambin cf. la Invectiva contra astrologos, Argentinae, 1499 (ibidem, Rs. V. 1148). No logr ver el Chartiludium institutae summarie doctore Thomas Murner memorante et ludente, Argentinae, de Johannen Priis, 1518, que contiene una reduccin de las Istituzioni justinianas en cuadros sinpticos elaborados sobre la base de los estudios y de los lemas

y o, maestro Giovanni di Glagau, miembro del colegio de la Universi-

Para Lavinheta, la combinatoria de Lulio es simultneamente una lgica y una mnemotecnia. Por un lado, es el "instrumento universal" mediante el que todas los principios de las ciencias particu1a'res pueden ser examinados; por otro, se identifica con un gran sistema de ars reminiscendi que tiene posibilidades de aplicacin mayores que el ars memoriae de procedencia ciceroniana. Posicio52

5354

Explicatio, cit., pp, 653-654. Ibidem, p. 654. Ibidem.

de los obispos y de los prncipes imperiales. En 1515, la Universidad de Treviri lanz una declaracin de la que se conclua que Murner era capaz de ensear las Istituzioni en el lapso de cuatro semanas, utilizando un mtodo basado en la memoria artificial. Sobre Murner, ef. Carreras y Artau, La filosofia cristiana, cit., vol. U, pp. 224-225 y, para la influencia de Lulio, vase A. Gottron, Ein lullisticher Lehrstuhl in Deutschland um 1600?, en "Estudis Universitaris Catalans", 1913. 56 Cit. en Prantl, ed. 1955, vol. IlI, p. 294.

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ENCICLOPEDISMOCOMBINATORIA EL SIGLO y EN XVI~~

la herencia luliana para elaborar un arsgeneralis unificador del saber y un sistema mnemonicum o enciclopedia de las ciencias. La reforma de la lgica hecha por Bruno y el enciclopedismo de Alsted se mueven, desde este punto de vista, en un mismo terreno. No es casual que entre las fuentes de la "caracterstica" leibniziana se encuentren, alIado de los principales textos dellulismo europeo, varias e importantes obras de ars reminiscendi. Debe subrayarse otro elemento: la sospecha de magia que haba afectado al buen Murner era, al menos en parte, plenamente justificada. La lgica de la memoria, la combinatoria, el ars inveniendi y el ars reminiscendi se configuran a menudo como proyectos de fundacin de un arte maravilloso capaz de conducir, como a travs de un rpido atajo, a los secretos profundos de la naturaleza. Tambin la lgica o el arte de Bruno, profundamente ligado allulismo, a la "memoria", a la cbala, a los emblemas, parecer similar a un producto de magia. Po V, Enrique III de Francia, el embajador espaol en la corte de Rodolfo II y el mismo Giovanni Mocenigo vern en Bruno al inventor y poseedor de un arte secreto capaz de ampliar de manera desmesurada las posibilidades de dominio del hombre. Este tipo de "lgica" se liberar mucho ms tarde de la sospecha de magia. En la Historia et commendatio linguae characterioae universalis, Leibniz, 'mientras distingua la "verdadera" cbala de la "falsa", se preocupaba todava por liberar la combinatoria de la acusacin de magia: Desde Pitgoras, los hombres haban sido persuadidos de que los mayores misterios estaban escondidos en los nmeros. Y es creble que Pitgoras haya introducido en Grecia y trado del Oriente esta opinin as como muchas otras cosas. Pero ignorndosela verdadera clave del arcano, los ms curiosos cayeron en la futilidad y en la supersticin, a partir de las cuales nacieron esa cbala vulgar muy lejana de la verdadera, as como las mltiples inepcias con un falso nombre de magia de las que estn llenos los libros.51

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nI. LOS TEATROS DE MUNDO1.

SIMBOLlSMO

y

ARTE DE

:UA i

MEMORIA

La traduccindel pasaje (Gerhardt,vol.VII, pp. 184-189) se encuentraen Barane,Logica formale e logica trascendentale, I: Da Leibniz a Kant, Tu rn, 1957, p. 14.51

F.

VARIOS exponentes de la cultura de finei del siglo XVI identificaron la combinatoria luliana con una lgica de la memoria. Esta ltima se presenta, por un_lado, como el ars ultima o el instrumentum universale capaz de examinar todos los principios de las ciencias particulares y, por el otro, como un sistema de ars reminiscendi que constituye la base de un completo sistema mnemonicum o enciclopedia del saber. Desde este punto de vista, tambin el ars me.moriae de origen retrico y "ciceroniano" puede ser -junto con la combinatoria y la mnemotecnia de procedencia luliana- un elemento esencial en la construccin de la pansofa. La nueva lgica, capaz de reflejar las estructuras del mundo, deba complementarse con una enciclopedia o teatro universal que fuera su conclusin natural. Un presupuesto comn a esa lgica y a ese teatro era el de una doctrina "especular" * de la realidad, la tesis de una perfecta correspondencia entre los trminos y las res, entre la lgica y la ontologa. En el captulo anterior trat de indicar las lneas fundamentales de desarrollo de la tradicin del lulismo durante el siglo XVI. Tambin dentro de la compleja tradicin de la mnemotecnia retrica y "ciceroniana" (cuya difusin es contempornea a la del lulismo) se llevaron a cabo, entre los ltimos aos del siglo xv y las primeras dcadas del XVII, algunos cambios decisivos. Estos cambios conciernen, no al aparato tcnico del arte mnemotcnico que queda sustancialmente inalterado (aunque se va ampliando a travs de numerosos recursos), sino al significado mismo que el arte viene a asumir dentro del mundo de la cultura. Ese ars memoriae, que haba sido considerado en los siglos XIV y Xv como un recurso til para los predicadores, como una tcnica utilizable por los polticos, por los literatos y por los juristas, adquirir hacia fines del siglo XVI, en algunos ambientes, un significado completamente diferente. En los textos de Bruno ese arte aparece, por ejemplo, ligado a una metafsica ejemplarista y neoplatnica, a los motivos de la cbala, a las discusiones sobre las relaciones * El trminoprocededel latn specio: ver, mirar, y del que se deriva speculum: espejo,reproduccin fiel,imagen.Los speculum medievales tenanesta intencin.De aqu la correspondencia ntre los trminos y las res (cosas) de e la doctrina"especular", ue no debe entendersepor el uso corriente quehoy q tiene tanto en el italianocomoen el eSpaolmodernode connotacinnegativa comoel de "ser un especulador". T.] [ 85

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entre la lgica y la retrica, a l0's ideales de la pans0'fa y a las aspiraciones del lulismo. Mientras se le relacionaba con estos movimientos y corrientes, el ars memoriae se iba carganda de significados metafsic0's y se iba adaptanda a diversas exigencias de pensamiento. Esa transparencia de expresiones y esa claridad que haban caracterizado las pginas de Cicern, de Quintiliano, de San Alberto, de Sant0' Toms y de Pedr0' de Ravena desaparecen en la tratadstica posterior a la segunda mitad del siglo XVI; en sta d0'mina un gusto barraca par los jeraglifas, los alfabetas, las smbalas, las imgenes y las alegaras. Existe, desde este punta de vista, una diferencia insalvable entre_las textas sabre la memaria del sigla xv a las de Pedro de Ravena, par un lada, y las de Bruna, par el otra. En el primer casa estamos frente al intenta por elaborar con instrumentas racianales una tcnica retrica basada en un estudia de las asaciaci0'nes mentales; en el segunda, estamas en presencia de un simbalism0' camplej0' que sirve cama vela para cubrir una sabidura oculta a la que puede llegarse sl0' a travs de la ambiguedad de los emblemas y la alusin a las imgenes, los sellas y las publicacianes. La busca de una cifra a de una clave que permitiera penetrar en el secret0' ltima de las c0'sas sustituy al instrumenta construido can finalidades prcticas. Alrededor de la mitad del sigla na s0'n slo los tericas de la retrica y los estudiasos de dialctica los que se acupan del ars memoriae: Comelio Agripa, Giulio Cesare Camillo, Giovambattista Della P0'rta, C0'sma Rasselli y Giordana Bruno c0'nsideran las reglas de la memaria camo instrumentos que pueden ser utilizados can finalidades que van ms all de la retrica o de la dilectica. En todas est0's autores encontramos presentes los temas del lulismo, de la cbala, de la magia y de la astrologa, la herencia del Ars notoria, de los textos hermticos, de la obra de Pico y de Ficina. Bruno, comentador de Lulio e innovador del Ars memoriae, considerar que tanto la teologa de Escot0' Ergena como la combinatoria, las misterias del Cusana y la medicina de Paracelso derivan de una "fuente c0'mn". Estas pasicianes y referencias eran en su tiempa ya ampliamente difundidas: en la mitad del siglo haba aparecido en Pars el De usu. et mysteriis Notarum Liber (1550), escrita par Jacques Gohary (Lea Suavius), abogada en el Parlamento de Pars y diplomtica, gran camentadar de la abra de ParaceIso y traductar del Prncipe y de las Discursos de Maquiavela, estudioso de alquimia, de batnica y de teara de la msica. En su discusin sabre las signas, Gahary hace canstante referencia a la magia de Tritemia, a la cbala cristiana, al Ars notoria, a las abras de Pico y de Ficino, al ars memoriae, a la combinatoria luliana y al Teatro del mundo de Giulio Camillo.1 Su posicin es indicativa1 Las traducciones de las obras de Maquiavelo son de 1571. Sobre Gohory,

de ese cambio de valares al que nas hemos referido. Pero antes de extraer algunas conclusianes, ser canveniente observar de cerca la difusin en Europa de algunos textos italianas particularmente afartunados, tamar en cuenta, adem~s, algunas de esas teatros del mundo en las que las temas de la cbala y las de un enciclopedisma de bases metafsicas se superponen a los objetivos mnemotcnicoretricos originales y detenerse en los textos en los que canfluyan de manera evidente los temas de la combinatoria luliana y los del arte mnemotcnica.2.DIFUSIN DEL "ARs MEMORIAE" y EN ALEMANIA EN INGLATERRA

Adactrinada de manera canveniente par la seora Lgica, el hroe de ese singular poema alegrico-didctico que es el Pastime of PIeasure de Stephen Hawes, contina su ascenso a la Tarre de la Doctrina y entra en la habitacin de la seora Retrica. Despus de enumerar cuidadasamente las cinca partes de la retrica y de aclarar la relacin que existe entre stas y las diferentes facultades del alma, la dacta dama, haciend0' referencia a la memoria, se expresa de la siguiente manera:Yf to the orature many a sundry tale One after other treatably be tolde Than sundry ymages in his closed maIe Eache for a mater he doth than well holde Lyke to the tale he doth than so beholde And inwarde a recapitulacyon Of eche ymage the moralyzacyon Whiche be the tales he grounded pryvely Upon these ymages sygnyfycacyon And whan tyme is for hym to specyfy All his tales by dernonstracyon In due ordre maner and reason Than eche yrnage inwarde dyrectly The oratoure doth take ful! properly Every1-

So is enprynted in his propre myndetale with hole resemblaunce

ef. L. Thorndike, History

of Magie and Experimental Scienee, 8 vols., Nueva York, Columbia University Press, 1923-1956,vol. V, pp. 636-640;D. P. Walker, Spiritual and Demonie Magie from .Ficino to Campanella, Londres, f958, pginas 96-106.

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By this ymage he dooth his mater fynde Eche after other withouten varyance Who to his arte wyll gyve attendaunce As thereof to knowe the perfytenes In the poetes scole he must have intres.2 [Si se van diciendo, una por una, diversas cosas a un orador, l va acomodando, como en una maleta cerrada, diversas imgenes una para cada asunto, semejante a l, la retiene y la contempla, y recapitula interiormente la moralizacin de cada imagen que es cada historia, asentada en su interior, segn el signifioado de estas imgenes, y llegado el tiempo de especificar y demostrar oada uno de estos asuntos en debido orden, manera y razn, va tomando el orador prontamente, con toda propiedad, cada imagen interna, de tal modo tiene impresa en la mente cada asunto con cabal similitud, y por esa imagen va encontrando cada materia, una tras otra, sin alteracin alguna; quien quiera poner atencin a este arte har conocer su perfeccin, deber entrar a la escuela del poeta.J

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En este texto, publicado en Londres en 1509, se formulaba por primera vez en lengua inglesa la doctrina de la retrica clsica. Aunque este texto se encuentre orientado en funcin de una "potica", la referencia a la doctrina de los lugares y de las imgenes no poda ser ms precisa. El intento por adaptar la terminologa de la Rhetorica ad Here,nnium a las exigencias particulares del arteS. Hawes, The Pastime of Pleasure, a cargo de W. E. Mead, Londres, p. 52, vv. 1247-1267. La primera edicin es de Wynkyn de Worde, Londres, 1509; ediciones posteriores en 1517, 1554 Y 1555. Mayor informacin sobre el autor y sobre las ediciones en la edicin a cargo de R. Spindler, Leipzig, 1927, pp. XXIX-XLI. El pasaje citado en el texto aparece en W. S. H0'welI, Logie and Rhetorie in England, 1500-1700,Princeton, Princeton University Press, 1957,p. 86. He tOIllildo del libro de HowelI (sobre el cual ef. la resea "Ramismo, logica e retorica nei secoli XVI y XVII", Rivista critica di storia della filosofia, 1957, 3, pp. 361-363)varias de las infofIllilciones sobre los textos ingleses de mnemotecnia.2

potico no era un caso sin precedente en Inglaterra;. en este sentido, la poetria Nova, escrita por Goffredo de Vinsauf entre 1208 y 1213 constituye (como 10 ha dicho Howell) una de las fuentes principales del poema de Hawes.3 Queda clara, una divergencia sustancial de valoracin acerca de la funcin que ejerci el ars memoriae en el ars rhetorica, la importancia que Hawes atribua al ars reminiscendi en su formacin como poeta. Podemos encontrar la misma diferencia, que es el ndice que marca el surgimiento de un nuevo inters por las tcnicas de la memoria, confrontando la tercera edicin (1527) del Mirror of the World de William Caxton, ya sea con las dos ediciones anteriores (1481 y 1491) sea con el Livre de cleygie nomm l'ymage du monde (1245?) del cual la obra ~e Caxton es la traduccin ms o menos fiel. En esta tercera edicin, junto con un tratamiento brevsimo de la invencin, de la dispositio y del estilo y una consideracin ms amplia sobre la pronuntiatio, encontramos una exposicin detallada de las tcnicas de la memoria en las que aparecen de nuevo, con abundante descripcin de detalles, temas ya conocidos: el parangn entre el arte y la escritura, la doctrina de los lugares y de las imgenes, la referencia a las imgenes "corpreas"! El inters por este tipo de discusiones est relacionado estrechamente con el renacimiento, en el humanismo ingls, de la gran tradicin de la retrica clsica, renacimiento que parece ligado por muchos aspectos a las rpidas transformaciones de la sociedad inglesa, a la entrada de los hombres de ley al escenario de la vida poltica y cultural, a los debates sobre la eficacia de las prdicas religiosas y a las controversias parlamentarias. En las escuelas y en los colleges, la enseanza de la retrica y del "mtodo de transmisin del saber" ocupa, entre la mitad del siglo XVI y la mitad del XVII, un lugar predominante. Pleusant and persuadible Art 01 Rhetorique, de LeonardCox, texto de fundamental importancia, se consideraba en 15325 como una obra necesaria para los abogados, los embajadores, los maestros y para todos aquellos que debieran hablar frente a una asamblea. A la difusin del ideal cortesano y caballeresco en la cultura inglesa (ideal que haca del caballero un experto en "cortesa" y en "poltica" al mismo tiempo), correspondi la multiplicacin de los manuales de retrica y la intensifica3 El texto en E. Faral, Les arts potiques du XIIe et du X[[[e siecle, Pars, Champion, pp. 197-262. Cf. Howell, Logie and Rhetorie, cit., pp. 75-76. . W. Caxton, Mirrour of the World, a cargo de O. H. Prior, Londres, 1913. La edicin de Prior est tomada de las ediciones de 1481 y 1491 (ms 0' menos). El tratado de la memoria (cit. en Howell, Logie and Rhetoric, cit., pp. 8889) est tomado de la tercera edicin: The Myrrour. Dyserypcion of the W ordle With Many Marvaylles, Londres, 1527 (?), D 3 r. - D 3 v. 5 L. Cox, The Arte or Crafte of Rhetoryke, a cargo de F. 1. Carpenter, Chicago, 1889.

1928,

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cin de una discusin que tena que ver, al mismo tiempo, con las "buenas maneras" y con los problemas relativos a la "persuasin", la "tolerancia" y la convivencia civil. Slo teniendo presente esta atmsfera, puede resultar claro el significado de esa spera y fuerte polmica que se llevar a cabo en los ltimos aos del siglo entre los reformadores ramistas y los aguerrido s defensores de la lgica escolstica y de la retrica ciceroniana. Muchos de los motivos que hemos encontrado en los escritos de Hawes y de Caxton haban sido sin duda tomados de fuentes clsicas y, aunque slo parcialmente, de fuentes medievales. Pero no falt, tambin en este particular sector de la cultura, una influencia italiana directa; esto puede verse no slo por la influencia que la Nava Rhetarica de Guglielmo Traversagni de Savona (1479) tuvo en Inglaterra, sino tambin por la publicacin, alrededor de 1548, del Art of Memory That Otherwise Is Called the Phoenix. Presentado por Robert Copland como la traduccin de un escrito francs annimo, este pequeo libro era en realidad (como lo ha sealado Howell) la traduccin del famoso Phoenix de Pedro de Ravena: Copland (B 31'.)

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o cualquier otro clebre homicida, al lado de la chimenea al negro Smith o a cua~er otro famoso traidor.6 El arte ciceroniano de la memoria tuvo, durante el siglo XVI, amplia difusin en Alemania ms que en Inglaterra. Adems de la introduccin de tcnicas de la memoria en los tratamientos generales dedicados a la retrica, se da en Alemania un verdadero y singular florecimiento de textos especficos: en 1504 aparece en Estrasburgo un Ars memarativa S. Thomae, Ciceronis, Quintiliani, petri Ravennae, que da definitivamente a Pedro de Ravena un lugar entre los clsicos del arte; en 1505, en Colonia, Sibutus publica un Ars memorativa; en 1510 aparece el Ludus artificialis oblivionis de Simon Nicolaus aus Weida, publicado en Leipzig; en' Venecia, 10 aos despus, se publica un pequeo libro muy afortunado, el Congestorium artificiosae memoriae de Johannes Romberch, redactado por completo de acuerdo con el escrito de Pedro de Ravena y difundido ms adelante en Italia en la traduccin de Ludovico Dolce; 7 en Estrasburgo, en 1525, Fries publica un Ars memorativa,o tambin en Estrasburgo en 1541 y en 1568, salen a luz, respectivamente la Memoria artificialis de Riff y los Praecepta de naturali memoria confirmanda de Mentzinger; finalmente, aparece en Wittemberg, que haba sido el centro de difusin de las enseanzas del de Ravena, en 1570 (pero con un prefacio de 1539), el Libellus artificiosae memoriae in usum studiosorum de Johannes Spangerbergius, publicado varias veces e incluso en 1610 apareci en el Gazophilacium de Schenkel, antologa que recorri a toda Europa. La spera polmica de Camelia Agripa en contra del uso y abuso de las artes mnemotcnicas es fcilmente explicable si se tiene en cuenta esta verdadera invasin de textos de mnemotecnia en la vida cultural alemana en el siglo XVI. Al atribuir a Cicern, a Quintiliano, a Sneca, a Petrarca y a Pedro de Ravena la responsabilidad de esta "frentica mana", Agripa no slo se lanzaba en contra de6 Th. Wilson, The Arte of Rhetorique for the Use of Al! Suche Are Studious of Eloquenee, a cargo de G. H. Mair, Oxford, 1909 (ef. Howell, Logie and Rhetorie, cit., p. 104). 7 Jo. Romberch de Kyrspe, Congestorium artificiosa memoriae ... omnium de memoria praeceptiones aggregatim eomplectens, Venetiis, in aedibus Georgii de Rusconibus, 1520 (copia utilizada: Triv. Mor. L. 561). F. Yates, The Ciceronian Art of Memory, en Medioevo e Rinascimento, Studi in onore di B. Nardi, Florencia, Sansoni, 1945, asigna errneamente la primera edicin de este texto a 1533. La traduccin de Dolce es el Dialogo di L. Dolce nel quale si ragiona del modo di aecrescere et conservar la memoria, en Venecia, Gio-

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Ravena (3

1'. -

3 v.)

Y para fundamento de esta primera conclusin, propondr cuatro reglas. La primera es sta: los lugares son las ventanas puestas en paredes, pilares y rincones, y otras similares. La segunda regla es sta: los lugares no deben estar demasiado separados ni demasiado juntos. La tercera regla es semejante. Pero me parece que es vana ...

ra conclusin pongo cuatro reglas. La primera es sta: los lugares son ventanas abiertas en las paredes, columnas, rincones y cosas parecidas. Sea la segunda regla: los lugares no deben estar demasiado cercanos ni demasiado distantes. La tercera regla es vana, segn me parece ...

y por fundamento de esta prime-

Datos como los anteriores hacen ms fcilmente comprensible el hecho de que uno de los textos ms afortunados y ms importantes de la cultura del siglo XVI, el Arte of Rhetorique de Thomas Wilson (1553) pudiera remitirse a fuentes italianas, elaborando un tipo de ejemplificacin que, mientrs por un lado est muy cerca de los textos de Pedro de Ravena, por el otro parece anticiparse en el uso constante de imgenes de personajes mitolgicos a algunas construcciones tpicas de Giordano Bruno: Podr, por ejemplo, construir estos lugares en mi habitacin. Una puerta, una ventana, una mesa, una cama, una chimenea. Sobre la puerta coloco a Caco el ladrn, sobre la ventana a Venus; sobre la mesa a Apicio, el clebre glotn; en la cama a Ricardo III de Inglaterra

vanbattista Sessa e fratelli, 1586 (copia utilizada: Triv. Mor. M. 248). La primera edicin es de 1562, una segunda edicin es de 1575. Ya en 1592, la fuente de Dolce haba sido localizada: ef. la Plutosofia di Filippo Gesualdo.;. nelZa quale si spiega ['arte della memoria (p. 11 de la edicin vicentina de 1600. Triv. Mor. H. 65).

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un tipo de enseanza que oprima a los estudiantes in gymnasiis y en contra de una tcnica que estaba dirigida, ms que a la verdadera sabidura, a la "gloria pueril de la ostentacin", pero repeta, con vigor especial, el viejo argumento de todos los adversarios de la mnemotecnia, el mismo argumento contra el que Bruno polemiz speramente cincuenta aos despus: La memoria artificial no puede persistir ni en mnimo grado sin la memoria natural, y esta ltima frecuentemente se ve entorpecida por imgenes monstruosas que generan a menudo una especie de mana y de frenes por la tenacidad de la memoria; sucede, en cambio, que el arte, al sobrecargar a la memoria natural con innumerables imgenes de palabras y de cosas, conduce a la locura a aquellos que no se conforman con los lmites establecidos por la naturaleza.8 La posicin de Agripa era curiosa, ya que esta contraposicin de los derechos de la naturaleza a las impas pretensiones del arte provena de uno de los ms fervientes y apasionados defensores del arte luliano, de un hombre que haba dedicado gran parte de su energa al "perfeccionamiento" de la complicada estructura del ars magna. El texto de Agripa es de 1530. Dos aos despus, en los Rhetorices elementa, el mayor terico de la lgica y de la retrica de la Reforma, Melanchton, adoptaba una posicin similar en relacin con el ars memoriae. Sin la aspereza polmica de Agripa, Melanchton denunciaba la esterilidad sustancial de toda tcnica dirigida al perfeccionamiento de la memoria natural: "Las cosas que han sido descubiertas y dispuestas ordenadamente se expresan a travs de las palabras. Todo el arte se agota en estas tres partes. No damos otros preceptos acerca de las otras dos partes ya que el arte puede ayudar muy poco a la memoria." 9 Insistiendo por un lado en la conexin entre la cogitatio y la dispositio y, por el otro, en la funcin de los topica en vista de un ordenamiento de los conceptos originariamente esparcidos in magno acervo, Melanchton se remita sin embargo a esa doble tesis del orde,n y de la llnitacin sobre la que se haba fundado la doctrina de los lugares y, por consiguiente, toda la tcnica mnemotcnica. En realidad, subsiste una relacin bastante estrecha entre los topica, entendidos como. medio para ordenar los conceptos, y la doctrina del arte de la memoria,I como lo notar agudamente Bacon. Pero8 H. C. Agripa, De vanitate scientiarum, cap. x, De arte memorativa, en Opera, Lugduni, 1600, vol. II, p. 32 (copia utilizada: Triv. Mor. K. 4D3). Agripa atribuye todava a Cicern la Rhetorica ad Herennium. 9 Rhetorices Elementa, autore Philippo Melanchtone, Venetiis, por Me1chio-

de esto hablaremos ms adelante. En cambio, lo que queremos subl'ayar aqu es el reducido efecto que tomas de posicin como las de Agripa y las de Melanchton tuvieron en los ambientes alemanes; no slo continuarn difundindose en Alemania lo.s tratados dedicados a la mnemotecnia ciceroniana, sino que, a partir de la confluencia de la tradicin "clsica" con la del lulismo, este tipo de produccin adquirir nuevo vigor llegando a tener influencia en algunas de las mayores personalidades de la cultura alemana del siglo XVII. 3.SPANGERBERGIUS

El Libellus artificiosae memoriae in usum studiosorum collectus de Johannes Spangerbergius, publicado en Wittemberg en 1570,ll puede ser considerado como ejemplo de la vivacidad con la que se presenta, en los ambientes culturales alemanes del siglo XVI, la temtica referente al arte de la memoria. El autor de este pequeo libro (que es quiz la exposicin ms clara del ars reminiscendi del siglo XVI) no pretende ser original: "he elaborado este breve ensayo sobre la memoria artificial basndome en autores reconocidos y los he recogido en un compendio". Al presentar el arte de manera instructiva, se preocupa de dos cosas: hacer el arte claro y accesible de manera rpida, hacer un tratamiento que tenga en cuenta, adems de las fuentes clsicas, las obras ms recientes, tanto retricas como mdicas. Vale la pena detenerse en algunas de las definiciones y de las reglas que propone Spangerbergius, ya que nos dan la clave para entender muchas de las posiciones que aparecen en los escritos de Giordano Bruno. Al lado de los legendarios "hroes" de la memoria (Simnides y Temstocles, Crasso y Ciro, Cineas y Carneades), el autor recuerda a Cicern, Quintiliano, Sneca y se remite tambin a Pedro de Ravena, al que cita repetidas veces colocando su nombre junto al del Cusano.. El "lulista" Cusano se converta en uno de los maestros del arte mnemotcnico; la idea de que las finalidades del ars Raimundi coincidieran con las del ars memoriae estaba destinada, como se ha visto, a reforzarse hasta llegar a esa subrayada en el texto es el Opusculum de amplificatione oratoria seu locorumusu, per Adrianum Barlandum in inclito Lovaniensium gymnasio publicum Rhetoricae professorem, LO'vanii, ervatus Zaffenus Diestensis, 1536 (cO'piautiS lizada: Braid. B. XIII. 5512). II Artificiosae memoriae libetlus in usum studiorum coltectus, autore Joal1ne Spal1gerbergio Herdesiano apud Northusos verbi ministro, Witebergae, apud

el Gazophylacium artis memoriae ... per Lambertum Schenckelium

Petrum Seitz, 1570. UtilizO' a copia de la Angelica (YY. 3. 28), pginas no nul meradas. Con el ttulo Erotemata de arte memoriae seu reminiscentiae, el texto fue editado de nuevo (con la indicacin Authore Ioh. Sp. Herd.) en1610,

rem Sessam,10

pp. 4 v. - 5 (copia utilizada: Ambros. Snu v. 96). Rhetorices Elementa, cit., p. 8. Un ejemplo caracterstico de la relacin1534,

ArgentO'rati,excudebat Antonius Bertramus, Angelica. SS, 1. 24).

pp.

339-378

(copia utilizada:

Dusilivium,

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valoracin particular de la combinatoria luliana que ser tpica de los escritores del siglo XVII y que llegar inalterada a la Historia critica philosophiae de Brucker. Despus de definir la memoria como comprehensio earum qua e praeterierunt, como retentio y conservatio, y despus de haber hecho la distincin entre memoria natural y artificial, Spangerbergius adopta de manera inmediata una posicin en contra de la acusacin que se hace con respecto a la insuficiencia del arte frente a la perfeccin o imperfeccin natural; en primer lugar, niega la perfeccin de la memoria natural; en segundo lugar, establece una relacin entre la perfectibilidad de sta mediante el arte y la mayor o menor perfeccin de las dotes innatas. La memoria artificial es til, ya sea en el aprendizaje de las ciencias, como en la 'retencin transitoria de los argumentos que sirve tanto al poeta como al maestro, al orador y al abogado. Al lado del olvido normal "de las especies de las cosas pasadas" (por corrupcin), Spangerbergius distingue dos tipos de amnesia "patolgica": una, derivada del lado donde nacen las pasiones, las enfermedades, la vejez (por disminucin); la otra, dependiente de la ablatio o de una lesin de los rganos cerebrales. Mientras que para hacer obvia la corruptio es til el uso de los lugares y de las imgenes, frente a la diminutio y a la ablatio, los preceptos de la retrica deben dejar el lugar a los de la medicina. Sobre las huellas de la Rhetorica ad Herennium y de la Phoenix de Pedro de Ravena y de acuerdo con cnones tradicionales, se desarrolla la doctrina de los lugares y de las imgenes: junto a la distincin de tres tipos de lugares fundamentales, el autor enumera diez "reglas" sobre las caractersticas de los mismos, extradas sustancialmente del escrito del de Ravena. La teora de las imgenes se remite a los mismos textos: de nuevo, existe slo la distincin entre imagmes rerum e imagines vocum. Desde el punto de vista "terico" de la mnemotecnia, Spangerbergius distingue, como lo har Bruno ms adelante, una parte prctica (praxis memoriae) en la cual se aplican las reglas de la seccin terica a casos especficos, a travs de la construccin de una serie de ejemplos o modelos. Preocupado en especial por la creacin de las imgenes, Spangerbergius construye, siguiendo un modelo dicotmico, la siguiente tabla de todos los posibles tipos de dictiones:Toda palabra o es desconocida o conocida, o es de cosa invisible o visible, o es accidente o sustancia, o es inanimada o animada, [o] es nombre comn o propio

El primero de los seis casos es el de la dictio ignota; en el lugar de la dictio, de la que se ignora el significado, se puede colocar, recurriendo a la vocalis similitudo, una dictio nota que signifique algo visible similar en el sonido (como cuando se recurre a una "pala m instrumentum" en lugar de la "praepositio palam"), o se puede procer, en los casos en los que no sea posible la semejanza vocal o sonora, per inscriptionem, colocando una imagen que haya sido fijada anteriormente en el lugar de cada una de las letras que constituyen el trmino. El segundo caso es el de la dietio nota rei invisibili (por ejemplo, el trmino "justicia"); adems del figmentum y de la inscriptio, es posible servirse de la comparatio y de la similitudo apoyndose en las que en lenguaje moderno se llaman leyes de la asociacin ("el negro nos conduce al cono~jmiento del blanco, el tintero nos hace recordar al escritor"). El tercer caso es el de la dietio nota de una res visibilis que sea un accidens: aqu se recurre al subiectum prineipale ("como el blanco por la nieve", etc.). El cuarto caso es el de la dictio nota de una res visibilis que sea substantia inanimata: sta puede expresarse a travs de la imagen de una persona "que acta con esa cosa". El quinto caso es el de la dictio nota de una res visibilis que sea substantia animata expresada por un nombre comn: la imagen se construye de acuerdo con cnones "ciceronianos", con la referencia a una "persona conocida". Finalmente, el sexto caso es el de la dictio nota de una res visibilis que sea substantia animata expresada por un nombre propio: refirindose a la iconologa, se da lugar a la imagen de un hombre vestido con ropa especial y en posicin particular (con las llaves, en el caso de Pedro; con una espada en la mano, en el caso de Pablo, etctera). La clasificacin es en realidad muchO'ms complicada de lo que varios tlp s d similitudo y de figmentum; 12 en segundo lugar, el puede deduci~s de esta praxis En primer lugar, se distinguen verd (lero . rcicio de la sntesis. mnemoniea se enfrenta a casos mu o ms complicados de los que hemos sealado, que son el res)l'ltado del enlace de conviene hacer referencia, despus propositin o discursO'.Pero varios tipos de dietio en una mismade tantos esquemas, a la vivacidad de las imgenes para confirmar una vez12 Entre los varios tipos de similitudo se enumeran: "effictiO'cO'rporum:ut cum senem facimus tremulum, incurvum, labiis demissis, canum; nO'tatiO' adfectum: ut cum dicimus lupum voracem, lepores timidos, sic laeta iuventus, tristis senectus, prodiga adolescentia; etymologia: ut Philippus amator equo. rum; onomatopeia: quanda sumitur cagnitia bervi a sana vacis ut hinnitus equi, mgitus leanum, bombitus apum; rerum effectus: cum cuilibet mensi officia sua assignamus". Muchos de los ejemplas parecen ser tamados directa o indirectamente de un textO' de lacoba Publicia, OratO'riae rtis epitoma, sive a quae ad consumatum spectant oratorem, Venetiis, 1482, D 4 r. - D 4 v. (He cansultado el lnc. 697 del Angelica; otro ejemplar en la Nal. de Roma, lnc. 70. A. 48).

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ms la relacin entre la prctica del ars memorativa y la "visin", entre la doctrina de los lugares y de las imgenes y esas iconologas,. esos smbolos yesos emblemas con los que Bruno se deleitar y, con l, la cultura de todo un siglo: "Si quieres acordarte de estos nombres: Pedro, ltigo, perro, puerco, agua, gusano, arena, construye esta relacin imaginativa: Pedro persigue a un perro con el ltigo, el perro irritado muerde a un puerco, el puerco, tratando de huir, tira un vaso en el que haba algunos gusanos que al caer se esconden en la arena." Tambin se debera tomar en cuenta este tipo de textos cuando se habla, a propsito de la cultura de fines del siglo XVI, de "barroquismo de las imgenes".4. LA MEDICINA MNEMOTCNICA DE G. GRATAROLO

Las pginas sobre la memoria del mdico y estudioso de Brgamo, Guglielmo Gratarolo, sobre el que Church y Thorndike 13 han llemado la atencin desde diferentes puntos de vista, nos remiten a una atmsfera muy diferente permeada de aristotelismo, de magia y de medicina oculta. Habindose refugiado en Basilea despus de su conversin al protestantismo, Gratarolo public en Zurich en 1553, y despus en Basilea en 1554, sus Opuscula 14 (dedicados a Maximiliano) que contenan, adems de un tratado de fisionoma y una disertacin sobre los prognostica tempestatum, un manual de ars memoriae. Traducido al francs en 1555 y al ingls en 1563, reimpreso en 1558 e incluido en 1603 en las lntroductiones apotelesmaticae de J ohannes ab Indagine,15 el pequeo libro de Gratarolo tendr13 Sobre Gratarolo, ef., adems del libro de Tiraboschi, Storia de la letteratura italiana, Modena, 1787-179'4, vol. VII, pp. 615-616, Church, Riformatori italiani, 2 vals., Florencia, La Nuova Italia, 1935, vol. I, pp. 326 ss.; vol. II, pp. 83 SS., 103 SS., 216 SS., Y L. Thorndike, History af Magic and Experimental Science, cit., vol. V, pp. 6DO616. Varias indicaciones de escritos, tambin en

buena suerte, incluyndose en la tratadstica de medicina mnemotcnica que se apoyaba en Avicena y en Averroes. No obstante estar interesado en la publicacin de textos mgicos y alqumicos (Gratarolo public textos seudolulianos, de Arnaldo de Vilanorva, de Giovanni Rupescissa), nuestro mdico evita toda referencia al ars notoria y se remite frecuentemente a San Alberto Magno y Averroes por un lado y, por el otro, a la Metoriea ad Herennium. En realidad ,-cosa que Thorndike no ha sealado 16_, Gratarolo explota ampliamente un tratado italiano de 1481: el De omnibus ingeniis augendae memoriae de Juan Miguel Alberto de Carrara.17 Los veinte preceptos generales del arte que aparecen en el sexto captulo del opsculo de Gratarolo (philosophica eonsilia, canones, et reminiscentiae 'praeoepta) y casi todo el sptimo captulo parecen ser, de hecho, tomados, con ciertas diferencias de estilo, de la obra de Carrara a la que nos hemos referido. Vase por ejemplo, la definicin de los cuatro "movimientos" que constituyen la memoria y la comn referencia a Cicern y a Santo Toms: ' Carrara (L 70 r, 73 r) En el recuerdo participan cuatro movimientos: el movimiento del espritu que transporta las figuras de la facultad cogitativa a la de la memoria; la pintura y la fijacin de las figuras en la misma memoria; el llevar stas (por parte de los espritus) de la memorativa a la cogitativa; la accin de reconocimiento en la que consiste propiamente el recordar ... La memoria artificial, como dice Cicern en el segundo Ad Herennium, consiste en lugares que son como la cera y la paleta del pintor y las imgenes que son como las figuras de las letras. As, puede Gratarolo (pp. 44, 59) En el recuerdo participan cuatro movimientos: el primero es el movimiento del espritu que transporta las especies o figuras de la facultad cogitativa a la facultad memorativa. El segundo es la pintura o la fijacin de las figuras en la misma memoria. El tercero es llevar (de parte de los espritus) la facultad de la memoria a la cogitativa o de raciocinio. El cuarto es el de la accin que reconoce y en la que consiste propiamente el recordar .. ~ La memoria artificial, como dice Cicern en el segundo Ad H erennium, consiste en lugares, que son como la

la "ficha" de E. G. Eugenio Garin, "Giornale critica deHa filO'sofiaitaliana",IV 1554; Guglielmi Grataroli Bergamatis, artium et medicinae doctoris Opuscula, videlicet: De memoria reparanda, augenda eontir. mandaque ac de reminiscentia: tutiora omnimodo. remedia, praeceptiones opti. mae; De praedictione morum naturarumque hominum eum ex inspeetione partium eorporis tum alis modis. De temporum omnimoda mutatione, perpetua et certissima signa et pronostica, Basileae, apud Nicolaum Episcopium

14Utilizo la edicin de

(1957),

pp. 353354.

15 Discours notable des tWJyens pour conserver et augmenter la mmoire avec un trait de la physianomie, traducida del latn por E. Cop, Lyon, 1555 (ste, y un ttulo diferente de la misma trad., en Thorndike, History of Magic

iuniorem, 1554 (Triv. MO'r.L. 244 Y Braid. 13. 52. B. 16). Sobre la edicin del ao' anterior, cf. p. 3: "Superiori anno ... citius quam voluissem emisi in lucem amicorum ac typO'graphi oactus instantia". En una tercera edicin: Lug. c duni, apud Gabrielem Coterium, 1558 (que he visto en Triv. Mor. N. 4) se agrega el opsculO'De literatorum conservanda valetudine libero

and Experimental Seience, cit., val. V, p. 607); The Castle of Memorie, tradu cida al ingls por W. Fullwood, Londres, 1562, que fue editado por segunda vez en 1563, y por tercera ocasin 10 aos ms tarde. En las lntroductiones, ed. 16m, el textO'de Gratarolo: pp 179c215. 16 El libro de Dolce y el de Romberch son simplemente citadO'spor Thorndike (History ... , cit., vol. V, p. 607) junto a Gratarolo como "other works cm this subject". Thoindike no se ocupa en la produccin de mnemotecnia, ligada en tantO'saspectos a la magia. 17 Utilizo el mc. que aparece en el Cd. lat. 274 de la Bibl.'Marcian~ (clase VI): el texto de Carrara ocupa los ff. 69--82 r. (Bononiae per PlatO'nemde Benedictis, 1491) ..

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LOS TEATROSDEL MUNDO cera y la paleta del pintor y las imgenes que son como las figuras de las letras. En efecto, suele suceder que restituyamos, como si leyramos, 10 que hemos recibido ... Cicern pens que ciento eran suficientes, el beato Toms consider que no se podan poseer ms.

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suceder que restituyamos como si leyramos, eso que hemos recibido. Cicern pens que ciento eran suficientes, el beato Toms consider que no se podan poseer ms.

Las referencias a los textos de San Alberto y de Averroes pierden mucho de su significado si se tiene presente la existencia de esta fuente. La originalidad respecto del pequeo tratado de Carrara se reduce, adems de una alusin fugaz a la anatoma de Vesalio/8 a las numerosas y curiosas recetas para reforzar la memoria ("Ayuda mucho a la memoria y a los ojos lavarse a menudo los pies en agua caliente hervida con toronjil, laurel y manzanilla"). El saqueo de textos era una actividad ampliamente difundida entre los tratadistas de la memO'rialocal. En 1562 (y despus en 1586) fue publicado en Venecia el Dilogo en el que se razona sobre el modo de incrementar y conservar la memoria, de Ludovico DO'lce, nO'de los ms u fecundos pO'lgrafos del siglo XVI. Se trata, a pesar de la pomposa presentacin que hace Dolce, de una vulgarizacin de la obra de Romberch sobre el mismo argumento. 5.EL LULISMO

y

LA CBAIA EN LOS "TEATROS DEL MUNDO"

que un hombre como Patrizi, que vea en' el teatro la realizacin de un intento por "ampliar" la retrica y su "extensin" hacia la lgica y la ontologa, haba hecho de esta obra: "al no caber, por su grandeza, en los estrechsimos trminos de los preceptos de lo's maestros de retrica, salindose de ellos, la ampli a modo que la extendiera por todos los amplios lugares del teatro de todo el mundo". Entrelazndose con los temas ms caractersticos del hermetismo, del neoplatonismo y de la cbala, la retrica se converta verdaderamente, como se ha escrito, en "el intento por hacer eocorresponder las articulaciones oratorias del discurso con las estructuras fundamentales del ser". Sin duda, si se confronta con los -grandes textos de la retrica de los siglos xv y XVI, la presuntuosa construccin de Camillo no puede aparecer sino como' "la parodia de todo lo que los tericos renacentistas hahan intentado de manera rigurosa".2o Y sin embargo, aunque las apasionadas polmicas que suscit la aparicin de esta "parodia" y los intereses de Francisco 1 y el entusiasmo de Patrizi y de Bartolomeo Ricci por la mquina de Camilla pueden explicarse recurriendo al plano de la "moda", no es posible reducir la suerte de Delminio al plano de una mera historia de las costumbres.21 La idea misma de un teatro "en el que en vez de lugares e imgenes se dispusieran todos aquellos lugares que pudieran tenerse en mente y suministrar todos los conceptos humanos, todas las cosas que son en todo el mundo",22 mientras nos remite a una temtica muy cercana al ars reminiscendi, muestra tambin cmo a travs de la adhesin equvoca a las enseanzas de la cbala, el mismo ars reminiscendi termina por relacionarse con un doble proyecto que ser, sobre todo en el siguiente siglo, rico enAccadelIadegli Uranici", en el vol. de D. P. WaIker, Spiritual and Demonic Magie, cit., pp. 126 ss. Sobre Camilla en particular, pp. 147-148. 20 Esta, como la cita anterior, es de E. Garin, AZcuni aspetti delle retoriche rinascimentali, en el vol. Testi umanistici sulla retoriea, Roma y Miln, 1953, pp. 32, 36. SO'breel carcter "mundano" de la dialctica humanstica que se contrapone a las msticas de Cusano y de Ficino, E. Garin escribi: "La dia lettica daI secolo XII ai principi dell'eta moderna", en Rivista di filosofia, 2 (1958), pp. 228-253: "El humanismo opera.... , en el sentido de una desmovilizacin de tO'dosaquellos smbolos que tendan a proyectar los tnninO'sde una experiencia terrena e histrica sobre el plano de lo divino y de lO'eterno" (pp. 252-253). En los textos de Camilla, de Rosselli y de Bruno estamos, en lo que concierne a la mnemotecnia y al lulismo, frente a una de estas "pro" yecciones". 21 Vase la descripcin de la obra de Camilla en una carta escrita por Vi glius Zuichemus desde Fadua, el 28 de marzo de 1532 dirigida a Erasmo (ef. Allen, Opus epistolarum D. Erasmi, vO'l.IX, p. 475; vol. X, pp. 28, 54, 96, 124). Una carta de A1ciatidel 5 de septiembre de 1530- nos ofrece, por otro lado, inforrmacinsobre la suerte de Camilla en la corte de Francia (G. Liruti, Notizie, Udine, 1780, vol. In, pp. 69-134). 22 Cf. Opere, cit., vol. n, p. 212, Y J.Sturmius, Libellus de lingua latina resolvenda ratione, ed. Jena, 1904, p. 5.

Hasta BrunO', no existe en Italia nada que corresponda al nuevo enfoque que P~dro Ramus haba dado al problema de la memoria en Francia. Sin embargo, si valoramos esa confusa y complicada construccin que fue la Idea del tBatro de Giulio Camilla llamado el Delminio (1556)/9 convendra tener presente el juiciO'entusiasta18 Gratarolo,Opuseula, cit. (1558),p. 2: "Sedem vero habet memoria in ocd. pitia in tertio vocato ventriculo quem et pupim vocant. Longum esset ac pene superfluum hic (ubi studeo brevitati) cerebri totius anatomen describere, quam in multorum libris videre licet, praesertim doctissimi pariter et diligentissimi Andreae Vesalii".. ~.9 L'idea del teatro dell'eccelertt. M. GiulioCamillo, en Florencia, 1550 (copia utilizada: Ambros. SIl. IV. 36). Cf. tambin Opere, Venecia,A. Griffo, 1584 (Braid. 25. 15. A. 6). Sobre Camillo, ef. Tiraboschi, Storia: della Zetteratura italiana, cit., vol. VII, 4, pp. 1520-1532; B. Croce, Poeti e scrittori del pieno e del tardo Rinascimento, In, Bari, Laterza, 1952, pp. 111-120; F. Secret, "Le Thatre du monde de Giulio Camilla Delminio et son influence':, en Rivista critica distara deUa filosofa, 1959, pp. 418-436. Sobre el significado de la "oratoria planetaria" y sobre las relaciones..de sta con la magia ficiniana y con la teora ficiniana de la msica, cf. el captulo "Fabio' Paolini and the

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desarrollos impensados: el de una "mquina universal" o "clave" de la realidad, el de una antologa orgnica y ordenada de todas las nociones y todos los fenmenos naturales. Camillo relacionaba el uso de las imgenes con el antiguo tema mgico-alquimista de un saber secreto: 23 "y nosotros nos servimos para nuestras cosas de las imgenes como significado ras de esas cosas que no se deben profanar". El tratamiento de la memoria se ligaba, a travs de la cbala, al proyecto de alcanzar una "verdadera sabidura". Hacer de la retrica el "espejo del mundo" quera decir moverse hacia la destruccin del arte de la memoria y de la misma retrica. La invencin de una tcnica discursiva se sustitua por la actitud del profeta y del mago: Salomn, en el captulo 9 de los Proverbios, dice haber edificado la sabidura en una casa y haberla fundado sobre siete columnas. Estas columnas que significan la estabilsima eternidad, debemos entenderlas como las siete sefirot del mundo supraceleste, que son las siete medidas de la fbrica del mundo celeste y del mundo inferior ... en las cuales estn comprendidas las ideas de todas las cosas que pertenecen a lo celeste y a lo inferior ... Nuestro gran esfuerzo ha sido el de encontrar un orden en estas siete medidas lo suficientemente especfico y que tenga siempre despiertos los sentidos y alerta la memoria y que no solamente sirva para conservar las cosas, palabras y artes ... sino que nos d adems la verdadera sabidura de cuyas fuentes llegamos a alcanzar el conocimiento de las cosas por las causas y no por los efectos."4 Al sustituir los lugares tradicionales de la mnemotecnia ciceroniana por los "lugares eternos" capaces de expresar "la eternidad23 L'idea del teatro, cit., p. 7: "Los ms antiguos y sabios escritores han tenido siempre la costumbre de recomendar en sus escritos 10lssecretos de Dios, cubiertos con oscuras velos con el fin de que no sean comprendidas sino por aquellos que (como dice Crista) tienen odos para escuchar, es decir, que son los elegidos de Dios para camprender sus santsimos misterios. Y Melisso dice que las ajos de las almas vulgares no pueden saportar 10lsrayos de la divinidad. Y esto queda confirmado con el ejemplo de Moiss, quien al bajar del monte ... no poda ser visto por el pueblo si no cubra su rostro con un velo. Y los Apstoles, apenas vieron a Cristo transfigurado ... y no pudiendo vedo de nuevo por su debilidad cayeron... A esto debemos agregar que Mercurio Trismegisto dice que el habla religiosa y plena de Dios es violada cuando le sobreviene una multitud vulgar ... Revelar los secretOishace 'que se cometa un doble error: y ste es el de descubrir estos secretos apersonasindignas y de abordar estos mismos secretos. con esta nuestra lengua vulgar, estando el lenguaje del secreto sujeto a las lenguas de los ngeles... y nosotros, para nuestras cosas, nos servimos de las. imgenes como significantes de aquellas cosas que no deben profanarse ... Ni callar que los caba listas consideran que Mara, hermana de Moiss, fue atacada por la lepra por haber revelado las cosas secretas de la divinidad." 24 L'idea del teatro, cit., pp. 9, 11.

un sistema mnemotcnico

de todas las cosas", Camillo llegaba entonces a la construccin de construido sobre bases astrolgico-cabalsticas. El gran anfiteatro de las siete puertas no se presentaba como un esquema vaco del que pudiera servirse para ordenar, con fines de la oracin, los elementos de la realidad. La busca de los caracteres planetarios y de las "siete medidas de la fbrica del mundo celeste y del inferior que comprenden las Ideas de todas las cosas dispuestas en lo celeste y en lo inferior" transformaba un tratado de arte de la memoria en una construccin cosmolgica y metafsica. Como suceder ms adelante con Bruno, las finalidades "retricas" pasaban decididamente a segundo plano: Ahora bien, si los antiguos Oradores queran colocar da con da las partes de las oraciones que tenan que recitar, las conriaban a lugares caducos, como cosas caducas, razn por la cual si queremos recomendar eternamente a los eternos de todas las cosas ... encontramos para ellos lugares eternos. Nuestro gran esfuerzo ha sido el de encontrar un orden en estas siete medidas ... Pero considerando que si quisiramos que otros encararan estas altsimas medidas tan lejanas de nuestro raciocinio, de suerte que tan slo los profetas han podido develarlas, esto sera una tarea muy ardua, de manera que en lugar de ellas consideraremos los siete planetas ... pero sin olvidar que los vamos a utilizar tan slo como la metfora, la imagen o el smbolo de aquello que en la mente de los sabios representan las siete medidas celestes.

Esta transformacin de los "lugares" de la memoria artificial en "lugares eternos" de la sabidura' hermtica que se opera en el pen samiento de Camilla haba sido por cierto favorecida por las sugerencias tomadas de los textos del lulismo y de la cbala cristiana. En 10 que concierne allulismo, tenemos pruebas precisas del inters de Camilla por el arte: 25 "Giulio Camilla ... afirmaba haber hecho un profundo estudio sobre el arte de Raimundo." En el De usu et mysteriis notarum, J acques Gohory colocaba el nombre de Delminio alIado de los mayores comentadores y seguidores de Lulio. Por otro lado, cuando Camillo public en 1550 su Idea del teatro, ya haban aparecido y se haban difundido rpidamente en Europa los principales textos de la cbala cristiana: la Epistola de secretis de Paulus de Heredia (alrededor de 1486), las Conclusiones yel Heptaplus de Pico, el De verbo mirifico y el De arte cabalistica de Reuchlin (14941517), el De arcanis catholicae veritatis de Galantin (1518), el Psalterium de Giustiniani (1516), las obras de Paolo Ricci (1507-1515), el De Harmonia mundi de Francesco Giorgio Veneto (1525) y las obras de Agripa (1532).25 G. Ruscelli, Trattato del modo di comporre versi in lingua italiana, Ve,. necia, 1594,p. 14,

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La combinatoria luliana y la gran construccin cosmolgica de la cbala se encue~tran, durante el siglo XVI, en un mismo terreno: el del simbolismo, el alegorismo y el ejemplarismo mstico. En un pasaje famoso, Pico ya haba aproximado el ars combinatoria a esa parte ms elevada de la magia natural que se ocupa de los seres superiores que existen en el mundo supraceleste: el alphabetaria revolutio iniciada por Lulio le pareca estar relacionada con esa mstica de las letras y de los nombres que forma parte de la construccin cabalstica.26 Esta tesis de Pico ser recogida, durante el siglo XVI, por varios de los seguidores de la cbala cristiana; ya para finalizar el siglo, el trmino cbala se utilizaba para indicar el arte de Lulio. El acercamiento no era slo exterior y no dependa slo de lo equvoco del trmino cbala con el que -como lo ha sealado Franbrevis que presume de poder hablar durante una hora completa sobre un argumento cualquiera y de poder proseguir despus por 20 horas hablando sobre elmismo tema de manera siempre diferente, Descartes, que sin embargo est profundamente interesado en el problema, tiene la Las citas de los textos de Bacon y de Descartes se refieren respectivamente a: Oeuvres de Descartes, a cargo de C. Adam y P. Tannery, 11 vals., Pars, 1897-19'09'; Works 01 Francis Bacon, a cargo de J. Spedding, R. L. The Ellis y D. D. Heath,7 vols., Londres, 1887-1892, indicadas aqu con las abreviaturas Oeuvres y Works.:15

impresin de una locuacidad basada en una erudicin libresca as como de una actividad destinada a despertar la admiracin del vulgo y no el logro de la verdad. Esta "sospecha" cartesiana se transforma, 18 aos ms tarde y en las pginas del DiscursO' del mtodo, en certeza: el arte de Lulio sirve para hablar, sin juicio, de 10 que en realidad se ignora ms que para comprender verdades desconocidas o para transmitir verdades conocidas. Bacon haba llegado a las mismas conclusiones en e! texto de 1605, traducido despus al latn en 1623: el mtodo luliano, que goza de gran fama entre algunos charlatanes, no es digno de ser calificado como mtodo, aspira a la ostentacin ms que a la ciencia, hace parecer a los hombres ignorantes como seres doctos, basado en una catica masa de vocablos, sustituye el conocimiento de los trminos por el conocimiento efectivo de las artes, se parece a la bodega de un ropavejero en donde se encuentran muchos objetos, de los cuales ninguno tiene gran valor: Bacon, De augmentis, VI, 2, en Works, vol. 1, p. 669. No se puede pasar por alto el hecho de que algunos individuos, ms presuntuosos que doctos, hayan trabajado con mucho esfuerzo en un mtodo que no es digno de este nombre, siendo en realidad un mtodo engaoso, que sin embargo fue muy grato para algunos embaucadores. Este mtodo est salpicado de cierta ciencia, de manera tal que un ignorante puede demostrar una erudicin inexistente. Tal fue el arte de Lulio, y tal fue la Tipocosmia que alguien invent. Uno y otra son slo una masa de trminos de todas las artes y hace que quien est familiarizado con estos trminos sea considerado como alguien que los conoce. Una masa de este tipo es buena en ltima instancia debido a la bodega del ropavejero, donde se encuentran muchos trapos viejos, pero ninguno de valor. Descartes, a Bee.ckmann, 29, 4, 1619; Oeuvres, vol. X, pp. 164-165; Discours (comp. Gilson), p. 17. Anteayer encontr en un hotel de Dordrecht a un erudito con quien habl del ars parva de Lulio ... Era un viejo un poco locuaz y su cultura, extrada de los libros, estaba ms en su boca que en su cerebro ... Tengo la sospecha de que hablaba ms para lograr la admiracin de los ignorantes que para alcanzar la verdad [ ... ] En lo que se refiere a la lgica, los silogismos y la mayor parte de sus otros preceptos sirven sobre todo para explicar a los dems las cosas que ya se saben o, tambin, como el arte de Lulio, para hablar sin ningn juicio de las cosas que uno ignora en lugar de aprenderlas.

La acusacin de H ostentacin" hecha a la combinatoria luliana adquiere, en pginas como stas, un significado histrico de gran

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importancia: aqu se pretende atacar esa misma reduccin del arte al plano de la magia, plano en el que haban insistido muchos comentaristas del siglo XVI. Esta acusacin no era en realidad algo nuevo, pero s es nuevo el significado que llega a adquirir en las pginas de Bacon y de Descartes, comprometidos en una dura polmica en contra de la tradicin mgico-ocultista. La valoracin que aparece en el texto baconiano de 1613,que podra relacionarse, quiz, con la que aparece despus en el Discurso del mtodo, parece tomada del mismo juicio de uno de los grandes comentaristas de Lulio que no haba disimulado su simpata por las artes mgicas, Camelia Agripa: De una cosa es necesario prevenir a ustedes: este arte sirve ms a la pompa del ingenio y a la ostentacin del saber que a procurar el saber; contiene mucha ms audacia que eficacia."B Hasta aqu nos hemos referido a la combinatoria, pero tambin en relacin con el ars memorativa de derivacin "ciceroniana", la toma de posicin de Bacon y de Descartes pueden ser confrontados de manera til. Descartes no duda en definir como "tonteras" las conclusiones a las que haba llegado Schenckel en un texto sobre la memoria, en 1595. En ste aparecan, al lado de los conocidos cnones del ars reminiscendi, las conocidas referencias a las fuentes aristotlicas y tomistas, a la medicina galnica, las referencias a Simnides, Temstocles y Ciro, a San Agustn, a Pico de la Mirandola, a Pedro de Ravena y al luliano Bernardo de Lavinheta.17 El autor de ese libro le parece, sin duda alguna, un "charlatn": a ese arte falso e intil para las ciencias, le contrapone el conocimiento de las causas."8 La posicin de Bacon no es diferente, si bien es mucho ms rica en referencias: l no niega que cultivando la memoria artificial sea posible llegar a resultados maravillosos, ni tampoco afirma (como sucede vulgarmente) que las tcnicas de la memoria puedan influir en forma negativa en la memoria natural. Sin embargo, la forma en la qu se utiliza el arte le parece estril: sirve para hacer brillar el arte, pero carece de toda utilidad. Es posible ser capaz de repetir de inmediato, yen el mismo orden, un gran nmero de palabras recitadas una sola vez, as como componer un gran nmero de versos extemporneos sobre un argumento cualquiera, mediante la educacin de algunas facultades naturales que, mediante la repeticin de ejercicios, pueden negar a niveles milagro16 H. 17

sosoPero de todo esto --contina Bacon- no nos interesa nada que no sea la agilidad de los equilibristas y la destreza de los prestidigitadores. No hay nada que tenga cierto valor entre los mtodos y las sintaxis de los lugares comunes que me ha tocado ver -escribe Bacon-, los mismos ttulos de esos tratados estn afectados ms por las escuelas que por el mundo real, las pedantes divisiones que utilizan estos autores no penetran de ninguna manera en la mdula de las cosas."D3. MNEMOTECNIA y LULISMO EN BACON y EN DESCARTES

a) Bacon El pasaje al que nos hemos referido tiene, sin duda, un tono de condena. Sin embargo, es necesario destacar de inmediato una cosa: en Bacon est presente la conviccin de que es posible hacer, de las artes de la memoria, un uso diferente del tradicional. En vez de utilizar estas artes para ostentar el nivel prodigioso al que puede llegar una facultad, en vez de someter estas artes a fines charlatanescos, ser posible utilizar estas artes en funcin de objetivos serios y concretos; ser incluso posible mejorar y perfeccionar, con base en estos nuevos objetivos, las tcnicas de la memoria. Hasta la fecha se ha investigado torpe y precariamente acerca de la memoria -escribe Bacon en el mismo captulo del De augmentis (este pasaje no apareca en el captulo correspondiente del Advancement)-. No faltan los escritos dedicados a la ampliacin y refuerzo de la memoria y, sin embargo, tanto la teora como la prctica del ars memorativa podran an ser perfeccionadas mediante la elaboracin de nuevos preceptos.20 Un arte de la memoria perfeccionado en los mtodos y renovado en las finalidades aparece como algo necesario en un doble terreno: en el de las "ciencias antiguas y populares" y en el mtodo cientfico "completamente nuevo" de investigacin sobre la naturaleza. Esta distincin entre las dos diferentes funciones o los dos diversos campos de aplicacin del arte de la memoria aparece expuesta en un pasaje del De augmentis. En ste encontramos la distincin, frente a todos los tericos de la mnemotecnia, entre memoria natural y memoria artificial. Sostener que en la interpretacin de la naturaleza -escribe Bacon- puedan bastar las fuerzas brutas y naturales de la memoria sin que sta sea ayudada mediante el uso de tablas ordenadas, sera como sostener que un hombre, sin la ayuda de un escrito y confiando slo en la memoria, puede resolver los clculos de un libro de efemrides. Pero dejando de lado1920

el ea, SS. I. 24). Sobre sus obras y sus relacionescon Leibniz,c:f. aqu enlas pp. 276-277. .18

C. Agripa,Opera, Argentorati,Zetzner, 1600, vol. n, pp_31-32. Cf. Schenckel, e memoria liber, Leodii, 1595, publicadonuevamenteen D Gazophylacium artis memoriae, Argentorati,1610 (copiautilizada: AngeliDescartes,Oeuvres, vol. X, p. 230.

Ibidem.

Bacon,Works, vol. 1, pp. 647-648,

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la interpretatio naturae, que es doctrina completamente nueva, un slido recurso de la memoria puede ser de grandsima utilidad, tambin en las ciencias antiguas y populares.21 En el prximo pargrafo 4 hablaremos de la funcin que desempean las ayudas de la memoria (ministratio ad memoriam) en la lgica baconiana y de la influencia de los tratados renacentistas de mnemotecnia en la construccin baconiana del nuevo mtodo de las ciencias (la interpreta tia natume). Nos limitaremos por el momento a individualizar la herencia de las discusiones renacentistas sobre la memoria artificial en la parte de la investigacin baconiana que se refiere a la lgica tradicional. Esta ltima, de acuerdo con Bacon, mantiene plena validez en el campo de l6s discursos, de las disputas, de las controversias, de las actividades profesionales y de la vida civil; la otra, la nueva lgica inductiva, es en cambio indispensable en el mbito de la conquista progresiva de la realidad natural que realiza el hombre. La primera de estas dos lgicas, segn Bacon, existe de hecho, fue creada por los griegos e inmediatamente y durante muchos siglos fue recogida y perfeccionada; la segunda se presenta, en cambio, como un proyecto o una empresa jams intentada. La transformacin de este proyecto en una realizacin efectiva presupone una modificacin radical de la actitud del hombre en relacin con la naturaleza, adems de la transformacin consecuente de las mismas definiciones de "filosofa" y de "ciencia". Pero en el mbito de los objetivos que se propone la filosofa tradicional, la vieja lgica no se presenta como un fracaso. Bacon es muy claro en este punto: cuando se desee solamente cultivar y transmitir las ciencias, cuando se desee ensear a los hombres a adherirse a las verdades ya declaradas y a hacer uso de ellas, a aprender el arte de inventar argumentos y de triunfar en las disputas, esa lgica funciona perfectamente, aunque necesite ser integrada y perfeccionada. Ah donde se ocupa en las caractersticas de la nueva lgica, Bacon declara repetidas veces que no le interesan absolutamente, en ese momento, las artes populares o empricas, ni pretende de