RITO MORTUORIO RELIGIÓN CATÓLICA ORTODOXA

Dirección de Investigación y Estudio NTI MUERTE EN CHILE

RITO MORTUORIO RELIGIÓN CATÓLICA ORTODOXA

Por Valentina Villegas

La Iglesia Católica Ortodoxa ha mantenido su fe desde los tiempos de Jesús y ha perdurado su

tradición a través de la ininterrumpida sucesión de apóstoles desde que se reunieron los primeros

12 que acompañaron a Jesús.

Si bien la iglesia Católica Rusa Ortodoxa se encuentra bajo el Patriarcado de Moscú, se trata de

una visión cristiana que obedece a la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, se relaciona con el

lugar de nacimiento de Jesús, en la Iglesia de la Natividad. De esta manera, aun cuando se hace

mención a la iglesia ortodoxa “rusa”, las diferencias con otras partes de Europa y Asia son más

bien culturales, pues la iglesia como tal es Ortodoxa y se encuentra en Rumania, en Rusia, en

Serbia, Europa del Este y Grecia entre otros.

“Primero que nada nosotros somos la Iglesia Ortodoxa, los apellidos son simbólicos,

decorativos, con algunas diferencias menores. Que sea iglesia ortodoxa griega, iglesia

ortodoxa rusa o iglesia ortodoxa árabe o de Rumania, es simplemente la iglesia ortodoxa,

por supuesto que dentro de la ortodoxia hay ciertos matices, unos acentúan más una

forma de rito, pero la iglesia ortodoxa en sí es siempre una sola.” (Padre Alex Aedo, Julio

2012)

“Nosotros como misión ortodoxa en Chile estamos en proceso, que yo podría llamar

como de recopilación, es decir tomar elementos de la tradición rusa, tomar elementos de

la tradición griega y tomar elementos de la tradición árabe. Y generalmente en nuestras

liturgias están estos tres elementos presentes. Salvo que cuando hay más rusos se canta

más en ruso, cuando hay griegos se canta más en griego y cuando un matrimonio que es

ortodoxo chileno, usamos prácticamente puro español. Entonces estamos tomando

elementos hasta que la iglesia Ortodoxa en Sudamérica pueda tomar una personalidad

propia.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

La visión ortodoxa de la iglesia pone énfasis en la resurrección de Jesús, de tal forma que se

espera que toda la humanidad resucite como él algún día. De tal forma que la vía y la muerte son

parte de un mismo proceso de trascendencia espiritual, en donde la vida y la muerte están unidas,

como parte de un proceso de salvación y posterior trascendencia espiritual, trascendencia que


posteriormente se ve reflejada en la resurrección de las personas, tal y como lo hizo Jesús al tercer

día.

“Hay una relación recíproca entre la vida y la muerte, entendiendo la muerte como un

paso para un estado superior de existencia, algo parecido al nacimiento. Nace el bebe, va

a un mundo desconocido y no puede volver atrás, en la muerte es más o menos el mismo

camino. Entonces nosotros consideramos la vida, consideramos la persona humana

como creada por Dios, única e irrepetible… que Dios nos ha llamado del no ser al ser,

que nuestros padres fueron instrumentos, pusieron las condiciones para que naciera la

vida, pero la vida no viene de ellos, es un don de Dios. Entonces la muerte es el término

de la vida física, es la llegada plena a una proceso que en la Iglesia Ortodoxa se conoce

como santificación, o sea la vida es un proceso y santificación, un proceso de salvación,

un proceso para vivir penamente la vida con Dios y la muerte nos lleva a vivir a un estado

superior después de esta vida.” (Padre Alex Aedo, Julio 2012)

Es así que el proceso de agonía que vive la familia y la persona, el rito fúnebre y la posterior

conmemoración del fallecimiento, están completamente ligados con la resurrección como eje de la

fe católica ortodoxa.

“Desde el punto de vista ritual yo creo que hay un tema, porque la liturgia, mejor dicho el

rito ortodoxo hacia los difuntos tiene un mensaje muy potente respecto a la esperanza y

la resurrección. Ya, murió, pero va a resucitar, murió y estamos todos llorando su muerte,

estamos todos apenados, pero en la perspectiva que va a resucitar junto con nosotros.”

(Padre Alex Aedo, Julio 2012)

En este contexto, una de las diferencias teológicas con la iglesia Católica Apostólica Romana, se

basa en el lugar en donde se pone la atención del rito fúnebre. Pues mientras la Iglesia Ortodoxa

pone su eje en torno a la resurrección, la visión Apostólica Romana pone énfasis “hacia los dolores

de Cristo” (Padre Roberto León) y cómo la persona se enfrenta sola ante el tribunal de Dios.

Concepción de tiempo terrenal y espiritual

Es relevante mencionar brevemente la concepción del tiempo que se tiene desde la visión

ortodoxa. Pues se considera la existencia de dos tipos de tiempos: uno en donde la vida se

experimenta en forma lineal, con un antes y un después, el llamado Cronos; y un tiempo sin

principio ni fin, el tiempo del eterno hoy, el Kairós.


“Uno es el Cronos que tiene un comienzo y tiene un fin, o sea es lineal y todas nuestras

fotos son reflejo de un paso del Cronos, nos vamos poniendo más canosos, más panzón,

nos vamos arrugando y va el Cronos, y en ese Cronos el tiempo no vuelve atrás, es

implacable.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

“Pero la otra concepción del tiempo, que es la concepción griega que está muy presente

en la liturgia, es la concepción del Kairós. El Kairós es el eterno presente. Por ejemplo,

cuando nosotros en la iglesia ortodoxa decimos “gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu

Santo”… la iglesia católica dice “como era en un principio”, es una expresión del Cronos.

Nosotros en la iglesia ortodoxa decimos “ahora y siempre”. Es decir, este es el tiempo de

ahora y de siempre. Es decir… en este Kairós, que es la otra forma de entender el

tiempo, es el tiempo de la eternidad, donde no hay pasado ni futuro, donde hay un eterno

presente. Entonces ¿por qué es tan importante la liturgia en la iglesia? Porque la liturgia

con todo su ceremonial, ya sea ritual del bautizo, matrimonio, de la Eucaristía y los ritos

fúnebres, todo, el creyente que va a la liturgia a la iglesia, en un momento sale del

Cronos e ingresa al Kairós. Es como cuando un amado está con su amada, la amada con

su amado, está tan feliz con su amado que no se dio cuenta que pasó el tiempo y fue

como si fuera un minuto. No hay conciencia del paso del tiempo, porque el tiempo se

detuvo en un presente. Ese es el Kairós. Entonces en la liturgia en la iglesia

espiritualmente nosotros entramos en ese Kairós de Dios, el dios que no envejece. Por

eso es que la iconografía nunca pinta a Jesús como guagua, sino como un joven, porque

no hay un antes ni un después. Por eso es que no hay lugar para el Purgatorio, porque

no hay un antes ni un después, hay un presente.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

Este último corresponde a una experiencia espiritual de trascendencia, en donde la conexión con la

eternidad se da por un tiempo espacio que no tiene principio ni fin, que no se asocia a los relojes y

calendarios –Cronos-. Es entonces que es que los difuntos se encuentran en Kairós, pues es el

tiempo de la eternidad, en donde el difunto ya no envejece, ya no llegará a un fin, ya que se trata

del tiempo de la experiencia divina, del paso al otro mundo diferente al que conocemos en la vida

terrenal, y al cual se puede acceder a través de oraciones en templos sacros.

“Padre: El difunto fue liberado del Cronos e ingresó con toda su plenitud al Kairós.

Lector: Es parte de la teología ortodoxa.” (Padre Alex Aedo y Eduardo, Lector Clero

Ortodoxo. Octubre 2012)


De esta manera, cada vez que nos refiramos en el presente trabajo al paso al otro mundo, la

persona que ha fallecido ya no se encuentra regida bajo nuestras concepciones de tiempo, sino en

las de la trascendencia espiritual del Kairós.

Apreciaciones metodológicas

Si bien se tenía como metodología inicial llevar a cabo un trabajo etnográfico que pudiese dar

cuenta del rito ortodoxo, esta metodología no pudo ser aplicada, pues durante el periodo en que se

llevó a cabo el trabajo en terreno, no se realizó un funeral ortodoxo.

Por ello se optó entrevistar a 4 personas claves: 2 padres, un lector del clero y una fiel que

entregaron una descripción detallada de los pasos que se llevan a cabo en las diferentes etapas

del rito.

Por último, y antes de proseguir, se considera importante mencionar que en los pasos a seguir en

las diferentes etapas del rito mortuorio, se han experimentado cambios que se asocian más bien a

elementos culturales, pues la religión se mezcla con la cultura en la que se encuentra inmersa, en

especial cuando hablamos de comunidades que han migrado a otro país, debiendo incorporar la

mixtura de sus raíces culturales y religiosas, en este caso rusas, griegas, árabes, y las tradiciones,

religión y cultura del país que los recibe, Chile.

“Lo que pasa es que los pueblos que originariamente son ortodoxos, tienen estas

costumbres y la iglesia las acepta porque… la gente confunde mucho la tradición con la

religión, están demasiado… están intrínsecamente unidas.” (Padre Roberto León, Julio

2012)

La agonía: Preparando a la persona para el siguiente paso

Las diferentes situaciones en que una persona puede llegar a esta etapa, hacen del momento de la

agonía una situación que puede requerir de mucha planificación, como también puede ser un

momento inesperado. En todos los casos se espera que el cura llegue a acompañar a la persona

para asistir en su confesión antes del fallecimiento.

En este contexto la familia acude al padre cuando la persona está por morir, sin embargo hay

casos en que las familias prefieren esperar a que la persona presente claros signos de agonía

antes de que el padre entre, pues la dureza del momento y la entrada del cura son vistas como la

evidencia clara de que la persona está por fallecer o ha fallecido.


“Si no es muy cercana a la iglesia a la gente le da miedo llamar la sacerdote porque

piensa que llega el sacerdote y atrás viene el cajón para echar al muerto [ríe] o sea llegó

el padre y no hay nada que hacer.” (Padre Alex Aedo, Julio 2012)

“Pero la gente que es cercana a la iglesia lo primero que hace llama a su sacerdote para

que le lleve la comunión al enfermo, para que el enfermo comulgue, para que asista al

sacramento de la confesión.” (Padre Alex Aedo, Julio 2012)

Una vez entra el padre a la sala en donde se encuentre la persona en agonía, acompaña al

moribundo en el sacramento de su confesión y así la persona pueda comulgar antes de morir. Esta

parte del rito puede ser en el idioma que la persona estime mejor, pues lo importante acá es que el

padre sea testigo de su confesión. Luego se rezan salmos o se lee el evangelio al oído, pues se

considera que el sentido auditivo es el último que se pierde antes de partir.

“A mí me ha tocado escuchar en confesión, en varias… asistir a la confesión en varios

idiomas, porque la gente rusa hace su confesión en ruso, no importa el idioma que lo

haga, porque en la confesión ante Dios el sacerdote solamente es testigo de esa

confesión.” (Padre Alex Aedo, Julio 2012)

“Cuando está la oportunidad de acompañar el momento que la persona está falleciendo,

lo que hacemos es rezar los salmos o leer el evangelio. Se dice que el oído es el último

que muere. (…) la persona fallece escuchando los salmos o la lectura del Evangelio.

Incluso los musulmanes cuando llevan a la mezquita al recién nacido, el [shej] le canta

versos del Corán en el oído a la guagua, es una imagen muy bonita. (Padre Alex Aedo,

Julio 2012)

Preparación del cuerpo del difunto

Una vez que la persona ha fallecido se procede a preparar el cuerpo para el velatorio. De acuerdo

a la información recabada, la costumbre rusa dice que se debe lavar el cuerpo de la persona y

luego ser vestida de blanco con atuendos que no han sido terminados, pues se considera que la

vestimenta será terminada en el otro mundo. Sin embargo, en Chile, no todas las familias llevan a

cabo esta parte del rito, pues se mezcla con las tradiciones locales, siendo más común que se vista

al difunto con un buen atuendo y se maquille el cuerpo para la presentación en el velorio.


“Hay familias rusas que lo hacen, lavan el cuerpo, lo perfuman en eso no hay… depende

de la cultura, del grupo étnico. Es más o menos eso ¿verdad? No hay… acá se

preocupan más por maquillar el cadáver… de ponerlo bonito.” (Padre Alex Aedo, Julio

2012)

En los casos en donde la ceremonia es más apegada las tradiciones rusas, después de lavar y

vestir el cuerpo, la familia deja en el centro del pecho del difunto un ícono de Jesús y se cubre el

cuerpo con un manto blanco. Posterior a eso se realiza un responso en el lugar en donde la

persona falleció, pues se considera que se le debe ayudar a pasar hacia el otro mundo.

“Hay casos en los cuales el tratamiento es común y silvestre para cualquier persona, se

le viste, se le maquilla, se le mete al ataúd, se le lleva a la iglesia o al velatorio y se deja.

El segundo caso que me tocó vivir y que lo hice yo personalmente, es según la tradición

ortodoxa rusa en este caso, fue lavar el cuerpo con agua bendita. Se lava el cuerpo

completamente desnudo y se van rezando salmos. Una persona va leyendo y dos

personas o las necesarias van lavando el cuerpo. Es el clero, o sea gente ordenada por

el obispo, no es la familia, es el clero, o sea desde un lector hacia el sacerdote. Luego se

le viste el cuerpo una vez lavado, ungido y se mete al féretro.” (Eduardo, Lector Ortodoxo,

Octubre 2012)

“Yo he visto en el caso de los rusos que lavan el cuerpo, o le colocan el aceite bendito y

colocarlo en la urna con un ícono aquí [pecho]. Se hace una oración, hay un pequeño

responso que se hace en el lugar en donde la persona murió.” (Padre Roberto León)

Se debe agregar que la tradición rusa permite el velatorio en la casa del difunto, como también el

cuerpo es depositado en el ataúd sin ser sellado, manteniéndose abierto durante tres días y con los

pies apuntando hacia la puerta, de tal forma que se ayuda a la persona a seguir su camino hacia el

otro mundo.

El hecho de que en la tradición original el cuerpo quede descubierto, permite que los familiares

besen el cuerpo del difunto en señal de adiós. Esta tradición en Chile no se puede llevar a cabo,

pues la reglamentación sanitaria no lo permite, debiendo ser depositado el cadáver en el ataúd

sellado por completo con vidrio, lo que implica que la familia no bese al difunto sino su urna.

“Valga decir que la tradición que aquí en Chile es difícil de aplicar, es que el cajón entero

está abierto y no se puede aplicar mucho debido a la reglamentación sanitaria que existe.


Entonces la gente besa el cuerpo de la persona, y acá como está tapado, besan la urna.”

(Padre Roberto León)

Tocar el cuerpo del difunto, o en el caso de besarlo, no tiene implicancias de contaminación para la

familia, puesto que para los ortodoxos no es un tema que se trate desde la pureza del proceso

fúnebre, como sí lo es para los judíos.

El velatorio y la ceremonia fúnebre

Una vez en la iglesia o velatorio, la ceremonia comienza con la incensación del recinto, los fieles, el

féretro, el altar y los íconos, pues se considera que el incienso produce una conexión divida con

Dios.

“Primero con la incensación, el aroma que produce significa la presencia de Dios en el

sitio sagrado, porque lo que pasa es que la Iglesia Ortodoxa, los sentidos se abren para

la experiencia de Dios… el oído, el olfato, la vista… y simboliza también la oración que

sube a Dios… el incienso que sube simboliza la oración del pueblo que sube a Dios.”

(Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

Posterior a ello comienzan las oraciones por el difunto y sus familiares. En estas oraciones se

cuenta con el acompañamiento del coro, pues ellos responden a las oraciones del sacerdote. Se

rezan salmos y poemas de diferentes santos, ayudando al espíritu del difunto para que tenga la

salvación.

“Hay un pequeño responso que se llama panijida, es un responso de oración, de petición

por la salvación del difunto y consuelo a la familia. Si la familia decide velarlo en la iglesia,

se hace el responso en la mañana cuando llega y en la tarde antes de cerrar la iglesia, no

permanece la gente en la iglesia toda la noche.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

Entre las oraciones que se llevan a cabo en el rito, también se encuentran reflexiones acerca de la

vida, en donde también se busca dejar enseñanzas a los fieles, pues con ello se le da un sentido

espiritual a la existencia en la tierra y se busca dejar de lado elementos terrenales que no enseñan

a los fieles a vivir con sabiduría.

“Se parte por un salmo, el salmo 90. En seguida del salmo viene la evlogitaria, que son

acciones de gracia, se van intercambiando entre el coro y el sacerdote algunas estrofas

en las cuales se pide por el descanso del difunto. Enseguida se recitan algunos versos de

un poeta de la Iglesia, que es San Juan de (…) que habla sobre la muerte. Apunta al


destino del hombre que pasa por la muerte, al hombre que tiene que vencer la vanidad

porque no hay diferencia entre el rico o el pobre, el mendigo y el rey en esto que ha

sucedido, todo vuelve polvo y ceniza, hasta la belleza física se deteriora, solo queda la

parte espiritual y lo que es el encuentro pleno con el Señor. Entonces es un fuerte

llamado a los fieles también de que la vanidad es un tema efímero, pasajero.” (Padre Alex

Aedo, Octubre 2012)

Es interesante observar que casi al final del rito fúnebre, el sacerdote ora cerca del difunto como si

fuese éste quien le habla a su familia en señal de despedida. Se busca el consuelo de los dolientes

con palabras que alientan a seguir adelante y a que se ore por la salvación del fallecido.

“Al final se recita un párrafo que se pone en boca del difunto. Entonces le sacerdote va y

se acerca a la urna y empieza a leer como si fuera el difunto que se está despidiendo de

la familia “vengan a mí los que me han querido, no lloren por mí sino rogad por mis

pecados…” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

Antes que el rito fúnebre llegue a su fin, se reza por última vez pidiendo por la absolución de los

pecados de la persona, para proseguir con la bendición del féretro. En la tradición rusa, en este

contexto se introducen en el féretro los íconos que la persona tenía en vida en su altar de oración,

además de un escrito de la absolución que se leyó anteriormente. Sin embargo como en Chile el

féretro se encuentra cerrado desde el inicio del velatorio, es posible que los elementos que se le

depositan al difunto en su féretro, sean introducidos antes del sellado del sarcófago.

“En el caso del funeral ruso, la oración de la absolución… al final de la liturgia del oficio

funeral, el sacerdote pronuncia por última vez la oración del pecado, el de la absolución

que se llama. Entonces es como la última bendición al féretro, y en el caso de los rusos

se hace lo mismo, pero el texto se hace un rollito, como un pergamino y se deposita

dentro de la urna” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

“(…) o al fallecido dentro del cajón se le ponen los íconos que estaban en su altar.”

(Eduardo, Lector Ortodoxo, Octubre 2012)

Antes de concluir la ceremonia se canta1 por el difunto, esperando que éste, que ahora está

durmiendo, despierte el día de la resurrección en cuerpo y alma.

1 Escúchese audio de canto “Que su memoria sea eterna” en donde el sacerdote canta por el difunto. Posteriormente, desde el minuto 03:50 se puede apreciar el acompañamiento del coro.


“Se termina la liturgia cantando “que su memoria sea eterna””. (Padre Alex Aedo, Octubre

2012)

“el difunto se fue a dormir y va a ser despertado el día de la resurrección” (Eduardo,

Lector Ortodoxo, Octubre 2012)

La ceremonia tiene diferencias si es que la persona ha fallecido la semana de la Luz, que

corresponde a la semana en donde se celebra la resurrección de Jesús. Esta semana tiene

elementos festivos, por lo que se considera una fecha de dicha para despedir al difunto, ya que las

personas se han encontrado en conexión con Dios a través de oraciones y ayuno parcial, lo que le

han permitido a la persona profundizar en un camino espiritual antes de pasar al otro mundo.

“El rito es siempre el mismo en el año, salvo en una semana, y es una semana que tiene

ocho días, que es la semana de La Luz que llamamos, que es la semana de la

resurrección, o sea que si alguien fallece entre el domingo de resurrección y el domingo

siguiente que es el primer domingo de pascua, fallece dentro de la semana de la luz, y

nosotros consideramos como una bendición grande fallecer dentro de esa semana. Tiene

la implicancia de que vivió dentro de la semana de la resurrección del señor y antes de

esa sema de resurrección la iglesia de todo el mundo ha vivido el ayuno de 40 días, que

no es abstención total de alimento, sino abstención de ciertos alimentos e intensificación

del tema de la oración con la confesión, con la liturgia, entonces el cristiano siempre llega

al tiempo de la resurrección habiendo hecho una peregrinación interior a través del ayuno

y de la oración.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

“El ritual dentro de esa semana de ocho días, porque es de domingo a domingo, es una

semana de mucha alegría, de mucho triunfo, como que se repite la celebración de la

resurrección.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

El entierro

Una vez que el difunto es llevado al cementerio, el féretro puede ser llevado en carro o bien, según

la tradición rusa, puede ser llevado al hombro por los familiares cercanos. El primero en la fila

camino al lugar en donde será enterrado el difunto va el sacerdote, quien va orando o cantando

dependiendo de si la familia acompaña o no con sus oraciones, atrás de sacerdote va el féretro,

luego la familia y después el resto de los acompañantes.


Una vez que se llega al lugar de entierro, el sacerdote bendice la sepultura y se procede a una

breve ceremonia con la intención de no alargar más el dolor de la familia. Esto se trata más bien de

una cuestión práctica que se relaciona con el duelo de los familiares. Una vez terminada las

oraciones, se vuelve a bendecir con agua bendita el féretro y el lugar de sepultura.

Lo que prosigue depende más bien de las decisiones familiares, pues se permite que algún familiar

diga unas breves palabras de agradecimiento. Es en este momento en donde el rito varía de

acuerdo a las necesidades familiares, pues cuanto quiera hablar una persona, será a criterio

personal de ellos y ya no corresponde al rito ortodoxo.

Una vez que termina la ceremonia fúnebre, la familia se para a la salida del cementerio uno al lado

del otro para recibir el pésame.

Una vez terminado el entierro, los dolientes regresan a la iglesia para compartir un café amargo en

el nombre del difunto. Pese a que esto es un detalle destacado en las entrevistas, es importante

poner énfasis en que es una tradición más bien árabe y no rusa. Se trata de una taza de café

pequeña que se bebe rápidamente por el difunto, se levanta la taza y se dice en árabe “que

descanse en Dios”. En el caso de los rusos, este mismo acto en honor al difunto se hace con un

pequeño corto de vodka.

Después del entierro…

La familia se retira de la iglesia y se dirige camino a la casa del difunto, pues ahí espera una gran

comida en su honor. Los alimentos son tradicionales de la cultura de turno, sea esta rusa, griega o

árabe entre otras. Se trata más bien de una celebración en su honor que de un momento de

tristeza.

“Y ese mismo día después del cementerio se prepara toda la comida que le gustaba al

difunto, y se toma todo lo que le gustaba al difunto” (Eduardo, Lector Ortodoxo. Octubre

2012)

A los 8 y a los 40 días se vuelve a hacer un responso, siendo más importante el último, pues se

trata del periodo en donde la familia debe vivir el duelo, etapa que es acompañada con el consuelo

del sacerdote cada vez que la familia lo requiera.


“(…) pensando en el octavo día de la resurrección, porque Jesús empieza su padecer el

día domingo de ramos, él resucita el octavo día que es el domingo de resurrección.

Entonces se hace un pequeño responso.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

“ese es importante, muy importante porque son los 40 días en donde el duelo ha sido

más intenso. Son los 40 días en que Jesús resucitado se le va apareciendo a los

apóstoles antes de la ascensión y el 40 simboliza penitencia, son los 40 días en que la

familia más ha tenido que acostumbrarse a vivir la ausencia o la presencia de otra

dimensión. Ahora sí que se celebra la eucaristía con comunión, con todo. Y precisamente

se le llama la liturgia de los 40 días.” (Padre Alex Aedo, Octubre 2012)

En este contexto se hacen preparaciones culinarias árabes con cordero, arroz y almendras; o en el

caso ruso, una tarta de queso; y los griegos una tarta de trigo que se come a los 40 días.

El rito es diferente en casos de niños, pues ellos aún no han adquirido del todo el uso de la razón.

Se usa un texto de oración que no pide por el perdón del difunto, pues se considera que los niños

están aún en estado de pureza, centrando las oraciones en el consuelo de la familia del pequeño.

En este caso, tampoco se pone una oración en boca del difunto, pues el foco está en la familia. Es

importante mencionar que con independencia de la edad que el difunto tenga, el lavado del cuerpo

está incorporado.

Posterior a los 40 días las familias procuran orar por el difunto, pero el rito fúnebre ya ha terminado,

pues después de los 40 días el difunto se encuentra en la eternidad.


CUIDADO DEL CUERPO EXPOSICION DEL CUERPO ENTIERRO DUELO

El tratamiento del cuerpo es efectuado por el clérigo.

La familia no participa del tratado del cuerpo, pues ello está a cargo del clérigo.

El cuerpo es lavado con agua vendida.

El cuerpo y el féretro es inciensado.

Si el difunto en vida definió vestimenta, se usa ropa formal o una túnica blanca si es que se apega a las tradiciones rusas.

Cuando la religión se une con la cultura local, se maquilla el rostro del difunto. Se trata más bien de una costumbre en Chile y no así ortodoxa.

El féretro es puesto con los pies del difunto hacia la puerta, de tal forma que se le ayude a seguir su camino hacia la otra vida.

En la tradición rusa el cuerpo es depositado sobre un altar en un féretro abierto.

El cuerpo es cubierto por un manto blanco.

En casos en que el féretro se sella, el cuerpo con el manto queda completamente a la vista, de pies a cabeza.

En Chile el féretro se sella, y queda a la vista sólo desde la cintura hacia arriba, la tradición se modifica en este punto.

En el féretro se ponen iconografías que el difunto tuvo en su altar durante la vida.

Se ponen flores alrededor si es que la familia lo considera pertinente. No es restricción ni obligación por parte de la visión ortodoxa.

Al cementerio llega el sacerdote, seguido del féretro y posteriormente la familia.

La familia canta acompañando en coro las oraciones del sacerdote.

El personal del cementerio realiza la sepultura del cuerpo.

De acuerdo a la visión ortodoxa, el cuerpo debe ser enterrado con los pies mirando al oriente, orientación valorada por la estrella de Belén, la llegada de los Reyes magos y el lugar en donde mirará la humanidad cuando resucite junto a Dios.

Pese a que la visión ortodoxa busca ser enterrado con los pies al oriente, la tradición es seguida sólo cuando el emplazamiento del cementerio lo permite.

En el Cementerio Ruso Ortodoxo, las tumbas han sido dispuestas con los pies al oriente y al poniente por disponibilidad de espacio.

Se realiza una misa en la iglesia una vez que se ha terminado la ceremonia en el cementerio.

Luego se hace una comida en honor al difunto. Se brinda en su honor.

Al octavo día se hace un responso por el difunto, haciendo referencia a la resurrección de Jesús.

A los 40 días se vuelve a hacer un responso para el difunto. Se consideran los primeros 40 dias como el tiempo del duelo familiar. Es el periodo en donde la comunidad acompaña a los deudos en su duelo.

se cree, aun cuando no está afirmado por la religión, que en dichos 40 días el alma del difunto aún no se ha ido de este mundo.

Los deudos, por elección propia, visitan al difunto una vez al año en conmemoración a su muerte, recordando que desde esa fecha se encuentra en el reino de Dios.

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