Revista Venezolana de Salud Pública, RVSP. Vol 3, No 2, julio diciembre 2015, Barquisimeto

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015. 1

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Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 3. Número 2. Julio-Diciembre del año 2015. Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado". Barquisimeto. Estado Lara. Venezuela.

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Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado

Decanato de Ciencias de la Salud Programa de Medicina

Comité Editorial

Director

Dr. Rafael Gásperi

Editor Jefe MSc. Luis Eduardo Traviezo Valles

Editor Ejecutivo

Dr. Adaucio Morales

Editores de línea Dra. Sonia Cabré

Dra. Damelis Daza Dra. Mariálida Mujica Dra. Ahimara Márquez Dra. Mariela Montilva

Dra. Rossy D´Apollo Dr. Leonardo Montilva

Dr. Douglas García Dr. Georges Agobian

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Comité Asesor Internacional

Dr. Alfonso J. Rodríguez Morales

Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia.

Dr. Oscar Daniel Salomón. Instituto de Medicina Tropical. Argentina.

Dra. Wendy Murillo

Lab. De Virología. Escuela de Microbiología. UNAH. Honduras.

MSc. Gabriela Arévalo Pinzón, Fundación Instituto de Inmunología de Colombia FID

Versión On line

MSc. Reina Sánchez C. Lcda. Edith Zambrano Lairet

Indizaciones y Edición

MSc. Luis E. Traviezo Valles

ISSN Nº: (Versión Impresa) N⁰: 2343-5526. (Versión Electrónica) N⁰: 2343-5534.

Depósito Legal

(Versión Impresa) N⁰: pp201302LA4909 (Versión Electrónica) N⁰: ppi201302LA4910

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AUTORIDADES Decano de Ciencias de la Salud. UCLA. Dr. José Francisco Guirnaldos Director Administrativo Dr. Nelson Loureiro Secretaria Docente Dra. Ana Jara Directora del Programa de Medicina Dra. Ahimara Márquez Directora del Programa de Enfermería Lcda. Belkis Andrade Coordinación de Investigación Lcda. Mireya Alejo Jefe del Departamento de Medicina Preventiva y Social Dra. Rossy D´Apollo

Portada: Contraportada: Iglesia en Los Roques. Catedral de Barquisimeto Venezuela. Venezuela Foto: Luis Traviezo. Foto: Luis Traviezo

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TABLA DE CONTENIDO

1. EDITORIAL. Gásperi Rafael Página 7.

Artículos Originales

2. PEDICULOSIS CAPITIS EN HABITANTES DE UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO BOLÍVAR, VENEZUELA.

R Devera, Y Blanco, I Requena, I Amaya, J Nastasi, R Aray, V Velázquez, Z Devera, Y Oliveros. Páginas 9-16.

3. Achatina fulica: ANALISIS PARASITOLÓGICO DE ESPECIMENES RECOLECTADOS EN LA URBANIZACION SAN MIGUEL (MÉRIDA). M Ramírez, M Araujo, Y Ávila, O Uzcátegui, Z Rodríguez, Ana Bolívar. Páginas 17-21.

4. SÍNDROME DE LIPODISTROFIA EN PACIENTES CON VIH/SIDA O Herize, M González, R Castillo, M Mujica. Páginas 23-28.

5. CALIDAD DE IMAGEN DE LAS RADIOGRAFÍAS DE TÓRAX. EMERGENCIA HOSPITAL CENTRAL “ANTONIO M. PINEDA”.

BARQUISIMETO. VENEZUELA. J Reyes, L Landaeta, R Gásperi. Páginas 29-34.

6. CAMBIOS ELECTROCARDIOGRÁFICOS PRESENTES EN LOS PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE SÍNDROME METABÓLICO C Medina, O Tovar, G Bohorquez, I Meza. Páginas 35-41.

7. COBERTURA ANTIHEPATITIS B. TRABAJADORES DE SALUD. HOSPITAL CIVIL DE MARACAY. MUNICIPIO GIRARDOT. . ARAGUA. 2014. T Fort, A Pérez, S Suárez, A Rodríguez, I Fort. Páginas 43–50.

8. ANÁLISIS DE LA TRANSICIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE LA POBLACIÓN EN EL ESTADO LARA DESDE 1950 A 2011 Y SU PROYECCION AL 2020. Jesús Mantilla Chico. Páginas 51–60.

Ensayo

9. RETOS DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN SALUD I Jiménez Monsalve Páginas 61-64.

Imágenes en Salud Pública

10. ENCUENTRO DE EDITORES EN LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, VENEZUELA Luis Traviezo Valles. Páginas 65-66.

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Misión

La Revista Venezolana de Salud Pública tiene la misión el generar, discutir y difundir investigaciones, conocimientos, documentos y demás información en Salud Pública, para que esté al alcance de profesionales y estudiantes de las Ciencias de la Salud y del público interesado en estos temas, a través de un planteamiento práctico, sencillo y atractivo, que permita llegar a un mayor número de usuarios, lo que servirá para la promoción de la salud.

Visión

Ser una revista reconocida tanto nacionalmente como internacionalmente, que sea punto de referencias en Salud Pública y motivo de consulta constante de profesionales del área, logrando la inclusión en índices de calidad internacional, producto de un reconocimiento por cumplir con los estándares bibliométricos y cienciométricos internacionales.

Objetivo general.

Publicar artículos de investigación, artículos históricos, ensayos, sistematización de experiencias, imágenes en Salud Pública y cartas al Editor, que versen sobre la Salud Pública, especialmente sobre temas como la Parasitología, Microbiología, Medicina Rural, Medicina Urbana, Medicina Laboral, Historia de la Salud Pública, Medicina Laboral, Epidemiología, Gestión en Salud Pública, Promoción y Prevención en Salud, Vigilancia en Salud, Salud Ambiental y demás temas relacionados con la salud comunitaria.

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Editorial

FUNCIONES ESENCIALES DE SALUD PÚBLICA

(Essential Public Health Functions)

Rafael J. Gásperi R.

Director de la Revista Venezolana de Salud Pública

Las Funciones Esenciales de Salud Pública (FESP) describen el espectro de competencias y acciones necesarias por parte

de los sistemas de salud para alcanzar el objetivo central, que es el mejorar la salud de las poblaciones. La Organización

Panamericana de la Salud por medio de la Iniciativa "La Salud Pública en las Américas", definió once (11) FESP y

desarrolló un instrumento para medir su desempeño, lo que permite a los países realizar una auto-evaluación de sus

capacidades para ejercer la salud pública. Especial atención merece, dentro de esta FESP, la investigación en salud pública,

la promoción de la salud, la participación social así como el monitoreo, evaluación y análisis de los problemas de salud de la

población. Estas funciones son algunos de los temas centrales de la Revista Venezolana de salud Pública contribuyendo así,

a través de sus artículos científicos a divulgarlas y fortalecerlas. De igual manera la difusión continua de conocimientos

sobre estos tópicos ayuda a incidir sobre otras de sus funciones como son la formación de recursos humanos en salud

colectiva y en la vigilancia, investigación y control de problemas sanitarios.

La revista Venezolana de Salud Pública se puede consolidar como una fortaleza ante una de debilidad institucional de

nuestro sistema de salud actual como es la poca información epidemiológica, pudiendo nuestra publicación aportar datos

valiosos y necesarios para mejorar la vigilancia de muchas enfermedades y situaciones problemáticas en nuestro país,

profundizando además el estudio y mejoramiento de las FESP. En este sentido, se presentan en este número un ensayo sobre

la participación comunitaria en salud, la prevención de la hepatitis y se plantean trabajos sobre temas por demás interesantes

como la administración de los recursos de los servicios de salud como las radiografías y el estudio demográfico de la

población larense. Además se abordan otros problemas de salud pública como: la pediculosis capitis, el síndrome

metabólico, los efectos del caracol africano, el SIDA y la liposdistrofia.

Agradecemos a los nuevos índices: Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología (REVENCYT), Biblioteca Virtual de

Biotecnología de las Américas, ISJ, Research Gate, Research Bib Index, CCG UNAM, KAI, EZB ZB Med, Red

Iberoamericana, Wir Fuhren Wissen, Karlsruher Virtueller Katalog, Eurasian Scientific Journal Index, Scientific Indexing

Services, Journals Index, Free PdfS y WIS Portales Médicos, por su confianza en nuestra revista al incorporarnos en sus

bases de datos, aumentando nuestra indización a 46 índices o plataformas electrónicas de difusión. Así mismo, agradecemos

a la UCLA, y al Departamento de Medicina Preventiva y Social, y a todos los árbitros locales, nacionales e internacionales

por su trabajo en el dictamen de nuestros artículos y en el mejoramiento de la calidad de nuestra publicación.

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Artículo Original

PEDICULOSIS CAPITIS EN HABITANTES DE UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO BOLÍVAR, VENEZUELA.

Rodolfo Devera, Ytalia Blanco, Ixora Requena, Iván Amaya, José Nastasi-Miranda,

Rosangela Aray, Virma Velázquez, Zahory Devera, Yucelis Oliveros.

Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar, Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela. E mail: [email protected]

RESUMEN

La pediculosis capitis es producida por Pediculus capitis, un insecto áptero que se ha especializado a vivir en el cuero

cabelludo humano. Esta ectoparasitosis sigue siendo común en la actualidad especialmente en niños en edad escolar y con

deficiencias sociosanitarias. El objetivo de este estudio de tipo transversal, realizado en junio de 2014, fue determinar la

prevalencia de pediculosis capitis en habitantes de la comunidad indígena “Itopoicon”, estado Bolívar, Venezuela. Previa

firma del consentimiento informado, a cada participante se le llenó una ficha clínico-epidemiológica y se le realizó un examen

del pelo y cuero cabelludo. El diagnóstico parasitológico se realizó por observación directa de huevos, ninfas y adultos sobre

el cuero cabelludo y/o pelo de la persona. Se evaluaron 170 individuos, determinándose una prevalencia de 10,6% (18/170).

El género femenino resultó más afectado (p<0,05) sin diferencias con relación a la edad (χ2 =8,79 g.l.: 7 p>0,05). Los

factores asociados a una mayor prevalencia de pediculosis fueron, además del género femenino, el tener el pelo largo, el haber

tenido pediculosis previamente y vivir en hacinamiento. En conclusión, se determinó una prevalencia de pediculosis capitis de

10,6% con predominio de las mujeres con pelo largo y que vivían en hacinamiento. Se requieren implementar campañas de

tratamiento y prevención en esta comunidad que constituye un grupo socialmente vulnerable.

Palabras clave: infestación por piojos, Pediculus capitis, población indígena

PEDICULOSIS CAPITIS IN AN INDIGENOUS POPULATION, BOLIVAR STATE, VENEZUELA

ABSTRACT

Pediculosis capitis is caused by Pediculus capitis, wingless insect that is specialized to live on the human scalp. This

ectoparasitosis remains common today especially in children of school age and with socio sanitary deficiencies. The aim of

this cross-sectional study, conducted in June 2014, was to determine the prevalence of head lice in people of the indigenous

community “Itopoicon”, Bolívar State, Venezuela. After signing the informed consent, each participant filled a clinical

epidemiological record and underwent an examination of the hair and scalp. The parasitological diagnosis was made by direct

observation of eggs, nymphs and adults on the scalp and / or hair of the person. 170 individuals were evaluated, determining a

prevalence of 10.6% (18/170). Female gender was more affected (p <0.05) without differences in relation to age (χ2 = 8.79

d.f: 7 p> 0.05). Factors associated with a higher prevalence of pediculosis capitis were also the female gender, having long

hair, previously having had lice and live in overcrowded. In conclusion, we determined a prevalence of head lice of 10.6%. It

was most common in women with long hair and living in overcrowding. It is required to implement treatment and prevention

campaigns in this community which is a socially vulnerable group.

Keywords: head lice, Pediculus capitis, Indigenous population

Recibido: 23-06 -2015. Aprobado: 18-11-2015

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INTRODUCCIÓN

Pediculosis es una ectoparasitosis causada por insectos

el género Pediculus, conocido comúnmente como piojo.

La pediculosis puede ser de tres tipos dependiendo del

agente causal y el área del cuerpo afectada. En la

pediculosis corporis el agente (Pediculus corporis)

afecta principalmente el cuerpo; en la pediculosis

capitis (P. capitis) el artrópodo afecta el cuero

cabelludo. El tercer tipo de pediculosis se conoce como

Pthiriasis y es aquella producida por Phthirus pubis que

habita la región púbica del ser humano. Los tres agentes

pueden ser diferenciados con base en las características

morfológicas de su cuerpo (1). Aunque algunos autores

consideran a P. capitis y P. corporis como especies

distintas, las evidencias moleculares indican que se trata

de la misma especie pero que han sufrido un proceso

adaptativo debido al hábitat diferencial que ocupan (2,3).

Desde el punto de vista histórico la pediculosis ha

formado parte de la historia misma del hombre incluso

en algunos casos a su cultura. Se han encontrado

momias de hasta 10000 años de antigüedad con piojos

según diversos estudios paleopatológicos (4-7). Los

estudios moleculares realizados a ejemplares de

Pediculus encontrados en momias americanas han

demostrado que el parásito ya estaba presente en las

etapas precolombinas (8,9).

Pediculus en su ciclo de vida presenta los estadios de

huevo o liendre, ninfas y adultos. Para completar el

ciclo de huevo a adulto se requieren de 20 a 25 días.

Una vez puestos los huevos requieren de 5 a 10 días de

incubación, dependiendo de la temperatura corporal del

hospedero (se detiene si baja de 23 °C). Del huevo sale

una ninfa, hematófaga casi de inmediato, la cual en dos

semanas llegará a adulto habiendo pasado por tres

mudas. Después de fecundada, la hembra inicia la

postura de huevos (promedio 10 diarios), hasta que

muere; es decir, un adulto puede vivir de 30 a 40 días.

Se calcula que el piojo de la cabeza coloca 100-150

huevos a lo largo de su vida (1).

La pediculosis capitis es un problema de salud pública

cosmopolita con una elevada prevalencia. Se ha

relacionado con la limitada disposición de agua y

deficientes prácticas de aseo personal. Una vez

instalada, la infestación puede causar no solo

alteraciones individuales y del núcleo familiar, sino

sociales y hasta económicas (10). Los niños en edad

escolar suelen ser los más afectados, especialmente las

niñas (11).

En Venezuela hay pocos estudios publicados (12-14) y en

el estado Bolívar, como el resto del país, existen pocas

publicaciones sobre el tema, siendo todos ellos trabajos

de grado, en su mayoría antiguos, y con poca difusión (15-17), a pesar de saberse que es una ectoparasitosis

común, especialmente en la población escolar (17).

Las comunidades indígenas son consideradas

poblaciones socialmente vulnerables (18) y propensas a

las parasitosis debido a que tienen ingresos bajos, viven

en condiciones deficientes y carecen de acceso

adecuado al empleo, educación, el agua potable, la

alimentación y los servicios de atención de salud (19).

Los estudios de pediculosis capitis en indígenas son

escasos tanto en Venezuela como el resto de América

Latina. En Brasil se encontró una prevalencia de 37,4%

entre 216 indios “Xavánte” en la región amazónica de

ese país (20). Mientras que en Argentina en la provincia

de Misiones, se evaluaron dos comunidades y 177

personas, encontrando una elevada prevalencia de 83%,

con predominio de los niños de 1-10 años (21).

En Venezuela el único estudio disponible en este tipo de

individuos encontró una elevada prevalencia de 42%

entre indígenas de las etnias Jiwi (jivi) y Guayú

(wayúu) en una comunidad del municipio Sucre del

estado Bolívar. El autor concluye que las deficiencias

sociosanitarias de la comunidad y la falta de recursos

médicos locales son la razón de esa elevada prevalencia (22).

Ante esta situación, se decidió realizar un estudio para

determinar la prevalencia de pediculosis capitis en

habitantes de la comunidad indígena “Itopoicon” del

municipio Heres del estado Bolívar y de esta forma

contribuir con el conocimiento epidemiológico de esta

ectoparasitosis en este grupo de personas.

METODOLOGÍA

Tipo de estudio

Se realizó un estudio de campo, descriptivo y

transversal en habitantes de la comunidad indígena

“Itopoicon” del estado Bolívar, Venezuela.

Área de estudio

“Itopoicon” (8o 00' 63,9” N, -63o 55' 80,6” E) se ubica a

7 kilómetros al noroeste de Ciudad Bolívar, vía Ciudad

Piar, sector Cardozo, parroquia José Antonio Páez,

municipio Heres, estado Bolívar. Sus habitantes

pertenecen a la etnia Pemón y son originarios de la

Gran Sabana. En la actualidad hay un sector netamente

formado por población indígena y otra que cuenta con

población mixta. La comunidad cuenta con un

preescolar tipo Simoncito, escuela hasta educación

básica y también hay un núcleo de la Universidad

Indígena de Venezuela. Con relación a los servicios hay

energía eléctrica permanente, el agua se distribuye por

tubería a partir de un tanque aéreo principal pero este

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sistema no abarca a toda la comunidad. Hay una línea

de autobuses que hacen el transporte hasta la vecina

Ciudad Bolívar. No existe aseo urbano domiciliar ni

sistema de cloacas.

Universo y muestra

El universo estuvo formado por todos los habitantes de

la comunidad indígena que, según información

proporcionada por el Consejo Comunal del sector es de

600 personas. La muestra la formaron todos aquellos

habitantes que voluntariamente permitieron el examen

del cuero cabelludo y aportaron datos para el llenado de

la ficha de control.

Recolección de datos

Se informó a la comunidad sobre la importancia de la

investigación a través de sus líderes comunitarios

(“cacique y capitán”) con la finalidad de obtener su

colaboración.

Se realizó un cronograma de convocatorias donde se

establecieron las fechas para la evaluación de los

habitantes. El día indicado cada habitante participante

debió firmar el consentimiento informado. Este fue

hecho en español ya que el 90% de la población lo

habla y entiende. En aquellos casos que la persona solo

hablase el dialecto Pemón, el cacique realizó la

traducción y sí estaba de acuerdo, la persona firmaba el

consentimiento. En caso de niños fue firmado por uno

de los padres. También se llenó una ficha de control la

cual incluyó datos de identificación, epidemiológicos,

sociosanitarios y clínicos de interés; así como

características del pelo. El color del pelo se clasificó en

claro (rubio y rojizo) y oscuro (negro y castaño) (13). La

estratificación sociosanitaria del grupo familiar de cada

habitante se realizó según el método de Graffar

modificado (23). Para determinar si la persona vivía en

hacinamiento se realizó el cociente entre el número de

personas que habitaban la casa y el número de

dormitorios. Si el resultado fue igual o superior a 4 se

consideró hacinamiento.

A cada persona se le realizó una anamnesis clínica

orientada, así como una inspección visual y manual con

la ayuda de un peine especial en el cuero cabelludo y

pelo para la búsqueda de posibles lesiones producto de

la infestación así como la colecta de estadios (huevos,

ninfas y adultos) del insecto. Para esto último, se realizó

un peinado de la cabeza de la persona sobre una tela

blanca para mejor identificación de los estadios

encontrados. También se revisó detalladamente el peine

especial utilizado para el examen.

Cada estadio encontrado fue colocado en un tubo de

ensayo con 10 ml de alcohol isopropílico al 70% para

su conservación; en los casos positivos se tomaron

algunos pelos con liendres y se colocaron en un sobre

previamente identificado, se transportaron al laboratorio

y se realizó su identificación definitiva mediante estudio

en microscopio estereoscópico.

Se consideró como positiva para pediculosis capitis, la

presencia de al menos un estadio del ectoparásito

(huevo, ninfa o adulto).

Análisis de datos

Los resultados se analizaron mediante estadística

descriptiva básica. La significancia de la asociación

entre pediculosis y los posibles factores asociados

(edad, sexo, etc.) se evaluó mediante la prueba

estadística Ji al cuadrado (χ2) con un nivel de

significancia de 95% o la razón de los productos

cruzados u Odds Ratio (OR) según el caso. Se

consideró significativo un valor de OR igual o mayor de

2. Se trabajó con un intervalo de confianza del 95% y

todos los datos se analizaron con programa SPSS

versión 21.0 para Windows.

Aspectos bioéticos

Además de la firma del consentimiento informado, se

entregó a cada habitante el resultado de su evaluación.

A los individuos que resultaron parasitados se les

suministró de forma gratuita, tratamiento pediculicida y

un folleto con las medidas preventivas. Este trabajo se

realizó apegado a las normas de investigación en seres

humanos según la declaración de Helsinki (24).

RESULTADOS

De una población total de 600 personas, se evaluaron

170 habitantes, es decir, 28,3% del universo. De ellos,

la mayoría era del sexo femenino con 104 habitantes

(61,2%). Con relación a la edad, se evaluó una mayor

cantidad de personas menores de 10 años (94

individuos-54,7%), aunque se estudiaron habitantes

desde el mes de nacido hasta los 84 años, con una

media de edad de 17,75 años ± 20,1.

La prevalencia de pediculosis capitis fue de 10,6%

resultando afectados 18 personas. Entre los menores de

10 años se diagnosticó el mayor número de casos de

pediculosis con 8 (8,6%). Destacó que después de los

30 años no se encontraron casos con excepción de uno

en el grupo de 60-69 años, sin embargo, la diferencia no

fue estadísticamente significativa (χ2 (corrección de

Yates)=8,79 g.l.: 7 p > 0,05) (Tabla 1). Con relación al

género, el femenino fue el más afectado (15,4%) con

una diferencia estadísticamente significativa (p <0,05)

(Tabla 2).

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Al relacionar la presencia de pediculosis capitis y las

características del pelo de los habitantes, se encontró

una relación estadísticamente significativa entre

pediculosis capitis y tener el pelo largo. La higiene, el

color y el tipo del pelo, no se asociaron con una mayor

prevalencia del insecto entre los habitantes evaluados

(Tabla 3).

Se estudiaron otros posibles factores asociados a una

mayor prevalencia de pediculosis capitis, encontrándose

que con relación al estrato sociosanitario, 110 (64,7%)

pertenecían al estrato de pobreza (IV) y 44 (25,9%) al

de pobreza extrema (V). No se evaluaron habitantes

pertenecientes a los estratos I y II. Habitantes de los

estratos I a II fueron afectados por la pediculosis capitis,

sin diferencias estadísticamente significativas (χ2

(Corrección de Yates)=4,21 g.l.: 2 p>0,05). El 38,2%

(65/170) de los habitantes evaluados vivían en

condiciones de hacinamiento. De los 18 casos de

pediculosis capitis, 11 (61,1%) estaban hacinados

siendo esta diferencia estadísticamente significativa (χ2

=4,46 g.l.: 1 p<0,05) comparada con los que no tenían

pediculosis. Solo 35,3% (60 casos) de los estudiados

dijeron haber tenido pediculosis previamente. De ellos,

11 (18,3%) tenían la ectoparasitosis al momento de

realizar el estudio. Mientras que de los 64,7% (110

casos) que no habían tenido la infestación previamente,

solo el 6,4% la tenía actualmente. Es decir, el haber

tenido la enfermedad previamente fue un factor de

riesgo para tener pediculosis (χ2=5,88 g.l.: 1 p<0,05

OR: 3,3) (Tabla 4).

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De los 18 habitantes con pediculosis capitis, solo 5

(27,8%) sabían que tenían la enfermedad actualmente;

mientras que de los 152 casos sin pediculosis, 4 (2,6%)

dijeron que tenían actualmente la parasitosis, siendo

esta diferencia estadísticamente significativa.

El 38,9% (7/18) de los parasitados estaba asintomático

y en el grupo de sintomáticos (11 casos), las

manifestaciones clínicas encontradas fueron prurito en

cuero cabelludo (72,7%), lesiones costrosas (36,4%) y

eritema (9,1%). Dos niños presentaron simultáneamente

prurito y costas en cuero cabelludo. Llamó la atención

que no se identificaron adenopatías satélites en ninguno

de los casos. El prurito en cuero cabelludo fue

significativamente más frecuente entre los niños con

pediculosis capitis (χ2 =22,44 g.l.: 1 p<0,05).

Con relación a las fases evolutivas del pedículo

encontradas en los habitantes parasitados, solo se

identificaron huevos y adultos, siempre en baja cantidad

(datos no presentados). El estadio evolutivo más

comúnmente encontrado fue el huevo con 88,9% (16

casos), seguido de adultos (3 casos-16,7%). Valga

resaltar que 15 habitantes (83,3%) tenían solo huevos, 2

(11,1%) solo adultos y un caso (5,6%) asociado adultos

y huevos.

DISCUSIÓN

La prevalencia de pediculosis capitis en habitantes de la

comunidad indígena “Itopoicon” fue de 10,6%. Esta

prevalencia es baja comparada con otros estudios a

nivel mundial en niños (11,25-34). Con relación a

comunidades indígenas, hay apenas dos estudios

publicados en América Latina y en ambos la

prevalencia fue mayor que la aquí establecida: 37,4%

entre 216 indios Xavánte en la región amazónica de

Brasil (20) y 83% en habitantes de dos comunidades (177

personas) indígenas de Argentina (21).

En Venezuela el único estudio disponible en indígenas,

determinó una elevada prevalencia de 42% entre

indígenas de la etnia Jiwi y Guayú en una comunidad

del municipio Sucre del estado Bolívar (22). Es decir

también, superior a la cifra aquí determinada.

Como en otros estudios la mayoría de los afectados era

del género femenino (11-17,27,29,31-34), siendo la diferencia

estadísticamente significativa. La mayor prevalencia en

el género femenino se debe a que las mujeres

generalmente usan el pelo largo lo que favorece el ciclo

biológico del insecto. Además, las mujeres cuando

niñas contribuyen con sus hábitos y comportamientos, a

la transmisión pues ellas suelen tener un contacto social

más frecuente y estrecho que los varones, teniendo la

costumbre de intercambiar objetos de uso personal,

tales como peines y cepillos (10,17,35). En el trabajo de

Villalobos et al. (21) en indígenas de Argentina

predominó el sexo femenino, lo cual tiene relación

directa con el uso de pelo largo en los individuos

evaluados en esas comunidades.

Con relación a la edad, los niños resultaron más

afectados lo cual coincide con los estudios realizados

tanto en Venezuela como en otros países (14,36,37). En los

trabajos de Villalobos et al. (21) en Argentina y en el de

Onton (22) en indígenas del estado Bolívar, Venezuela,

también los niños menores de 10 años resultaron más

afectados.

En el presente estudio, llamó la atención la presencia de

varios casos en adultos, lo cual es infrecuente (14,21,36-39).

Es necesario realizar otras evaluaciones para establecer

los determinantes epidemiológicos exactos de esos

casos, pero se encontró que la mayoría de ellos

ocurrieron en el seno familiar (convivientes en la misma

vivienda) donde habían casos de niños parasitados,

hecho que es común que ocurra (38) en especial cuando

hay hacinamiento en el domicilio (39).

Con relación a las características del pelo asociadas a la

pediculosis capitis se determinó que los habitantes con

pelo largo presentaron mayor prevalencia de

pediculosis. Estudios previos han encontrado resultados

similares aunque no en comunidades indígenas (10,13,17,27,34). Un pelo largo le brinda mejores

condiciones ecológicas al pedículo para su desarrollo;

además, hace más difícil la higiene del mismo (35).

En el presente estudio otros factores como color del

pelo y tipo del mismo no tuvieron asociación

estadísticamente significativa con una mayor

prevalencia de la ectoparasitosis. Ello posiblemente se

debe a la homogeneidad fenotípica existente en la

población con respecto a estas dos características. De

hecho, la mayoría tenia pelo liso y oscuro y solo una

cantidad muy pequeña lo tenía claro y ondulado. Es por

ello que no se encontraron diferencias al respecto, como

si ocurre cuando se evalúan poblaciones no indígenas (13,17,27,32,34).

Varios autores han relacionado la elevada prevalencia

de pediculosis capitis con las deficiencias

sociosanitarias y económicas de las personas afectadas (12,13,36,40), especialmente en el caso de comunidades

indígenas (20-22). La mayoría de la población aquí

estudiada, pertenecía a los estratos de pobreza y pobreza

extrema; así que se esperaba una elevada prevalencia de

pediculosis capitis, pero ello no sucedió. Esto indica

que las deficientes condiciones sociosanitarias no debe

ser el único factor a considerar. Tal vez el fácil acceso

al sistema de salud actué como un factor protector en

ese sentido, pues aunque la comunidad cuenta con

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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deficiencias sanitarias y de saneamiento ambiental, la

cercanía de una ciudad importante como Ciudad

Bolívar, capital del municipio Heres, tal vez, tenga

algún papel (transculturización) en cuanto a los

cuidados médicos, particularmente los curativos, ya que

los pobladores suelen ir hasta esa ciudad en busca de

ayuda médica.

Igualmente, por tratarse de un grupo social y

culturalmente vulnerable, se realizan frecuentemente en

la comunidad diversas campañas y programas medico-

asistenciales por parte de universidades, alcaldía y la

gobernación del estado. Finalmente, la comunidad

cuenta con un ambulatorio médico que es ampliamente

usado por sus habitantes. Todo ello facilita los cuidados

de la salud de estas personas y pudiera estar incidiendo

en la baja prevalencia de la ectoparasitosis.

Otro hecho que se debe resaltar es que si bien es una

comunidad muy pobre, la mayoría de los examinados

no tenía el pelo sucio sino todo lo contrario, limpio y

amarrado, lo cual puede influir negativamente en la

transmisión y/o sobrevida del insecto.

El hacinamiento es tan importante de la transmisión de

la pediculosis capitis que los casos pueden ocurrir sin

importar el estrato sociosanitario y económico siempre

y cuando la persona viva en hacinamiento (27,39,41,42).

Esto se verificó en el presente estudio donde el 61,1%

de los casos de pediculosis ocurrieron en viviendas con

hacinamiento. El contacto estrecho y permanente

favorece la transmisión del pedículo (38).

Otro factor asociado a la presencia de pediculosis

capitis fue el haber padecido previamente la

enfermedad. Esto se explica porque el individuo

infectado puede permanecer bajo las mismas

condiciones que determinaron en contagio anterior y

mientras no cambie de hábitos y/o actitudes seguirá en

riesgo de padecerla.

Como en otros estudios (13), el huevo fue la fase

evolutiva de Pediculus más común, lo que pudiera

indicar que las personas realizaban desparasitación

manual pues aunque se encontraron adultos en algunos

casos, la cantidad fue pequeña. Esto indica que aunque

se trata de un grupo poblacional socialmente vulnerable

con bajo nivel educativo y social, reconocen y saben

cómo tratar la pediculosis. De hecho, de los 18 casos, 5

sabían que tenían el insecto. Este hallazgo es importante

y podría tener repercusiones directas para implementar

estrategias de control y tratamiento.

Con relación a las manifestaciones clínicas, entre los

parasitados se encontró el prurito en cuero cabelludo

como la más común, coincidiendo con otros estudios (13,30). El hecho de que 38,9% de los casos estuviera

asintomático sugiere una baja carga parasitaria entre los

infestados. Eso se explica, como ya se comentó, por el

conocimiento que tenían las personas de saberse

infectadas y por consiguiente realizan algún tipo de

tratamiento para su eliminación. Recordando que las

manifestaciones clínicas dependen de la acción ejercida

por los adultos y las ninfas.

En conclusión, se determinó una prevalencia de 10,6%

de pediculosis capitis en habitantes de la comunidad

indígena “Itopoicon” del estado Bolívar, Venezuela,

con una mayor afectación del género femenino pero sin

diferencias con relación a la edad, aunque los niños

menores de 10 años resultaron más afectados. Los

factores asociados a una mayor prevalencia de

pediculosis capitis fueron: género femenino, poseer pelo

largo, el haber padecido previamente la parasitosis y

vivir en hacinamiento. A pesar de esta baja prevalencia

se deben implementar campañas de tratamiento y

prevención en esta comunidad que constituye un grupo

socialmente vulnerable.

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Artículo Original

Achatina fulica: ANALISIS PARASITOLÓGICO DE ESPECIMENES RECOLECTADOS EN LA URBANIZACION SAN MIGUEL (MÉRIDA).

Marbelis Ramírez 1, Mislet Araujo 1, Yetzymar Ávila 1,

Oriana Uzcátegui 1, Zuleidy Rodríguez 1, Ana María Bolívar 2.

1 Liceo Juan Félix Sánchez, Mérida. 2 Investigaciones Parasitológicas “Jesús Moreno Rangel”. Departamento de Microbiología y Parasitología. Facultad de Farmacia y Bioanálisis. Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.

E mail: [email protected]

Resumen Se presenta los hallazgos del análisis parasitológico en el excremento y la baba de especímenes de A. fulica recolectados en la urbanización San Miguel II del estado Mérida. Se encontró negatividad en la baba, mientras que en las excretas la prevalencia parasitaria se ubicó en 70,6%, detectándose los géneros Entamoeba, Giardia, Endolimax, Toxocara, Trichuris e Hymenolepis así como una larva del orden Strongylida adicional de estadios evolutivos de Blastocystis sp.

Palabras clave: Achatina fulica, caracol africano, parásitos, diagnóstico Abstract

Achatina fulica: PARASITOLOGY TEST´S OF SPECIMENS COLLECTED IN THE

SAN MIGUEL URBANIZATION (MÉRIDA)

We present the findings in feces and pedal mucus from parasitological study on specimens collected of A. fulica in San Miguel II community, Merida. Was negative the pedal mucus, and was found in feces 70.6% of parasite rate, detected the taxa Entamoeba, Giardia, Endolimax, Toxocara, Trichuris and Hymenolepis, well as larval stage of order Strongylida, additional evolutionary stages of Blastocystis sp.

Key words: Achatina fulica, African snail, parasites, diagnosis

Recibido: 06-09-2015. Aprobado: 03-11-2015.

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INTRODUCCIÓN Achatina fulica (A. fulica) (Bowdich, 1822), es el más

común de los caracoles de tierra. Originario de África

Ecuatorial y Oriental, se ha introducido tanto deliberada

como accidentalmente en muchos países de África,

Asia, Oceanía y América. Se piensa que la introducción

y distribución de A. fulica en el continente americano

ocurrió probablemente a partir de la década de los años

treinta (1). En Venezuela, se reportó su presencia por vez

primera en el Distrito Capital en 1997. Al presente, se

ha descrito además, en los estados Anzoátegui, Aragua,

Bolívar, Carabobo, Lara, Miranda, Monagas, Nueva

Esparta, Portuguesa, Sucre y Zulia (2, 3, 4, 5). La

proliferación de A. fulica en Venezuela ha causado

alerta, afectado plantaciones y comunidades urbanas (6).

En este sentido, en dos instalaciones educativas

ubicadas en la ciudad de Maracay (estado Aragua), la

propagación del molusco ocasionó una situación

alarmante entre maestros, estudiantes y representantes

al invadir salones de clases y tanques de agua, siendo

incriminado en cuadros de gastroenteritis e infecciones

respiratorias, debiendo solicitar apoyo de los

Ministerios de Salud y Agricultura y Tierra para

emprender medidas de manipulación y recolección (3, 6).

A. fulica es la especie de molusco terrestre más grande

que existe, alcanzando un peso de hasta 600g. La mayor

parte de su crecimiento se produce en los primeros 6

meses de vida. Presentan una esperanza de vida de hasta

10 años con un promedio entre 5-7 años (7). El hábitat

ideal para esta especie lo constituyen sitios no

expuestos directamente a la luz solar, con temperaturas

entre 17-20ºC y humedad del 70%; adicional, orillas de

cuerpos de agua cercanos a asentamientos urbanos con

vegetación (7, 8, 9). Durante el período de sequía, los

caracoles buscan un lugar protegido que les brinde

refugio (bajo piedras, ramas, grietas, árboles,

hojarasca), tiempo durante el cual las poblaciones cesan

su vida activa. Cuando las condiciones ambientales de

temperatura y humedad retornan favorables, salen del

letargo para comenzar un crecimiento explosivo y una

alimentación voraz, acarreando importantes daños

agrícolas y ecológicos (2, 10). En salud pública, su

principal importancia viene representada por ser

hospedador intermediario de parásitos del género

Angiostrongylus (11), y reservorio de numerosos

parásitos y bacterias intestinales (5, 6). De tal modo que

el conocimiento de su hábitat y ritmo biológico resultan

pertinentes a fin de implementar estrategias de

prevención, vigilancia y control (2).

Ha sido reportado en espacios educativos y

residenciales del municipio Campo Elías del estado

Mérida la presencia de A. fulica desde el año 2012, y a

sabiendas del impacto del caracol africano en salud

pública, el personal docente del Liceo Bolivariano Juan

Félix Sánchez, decidió proponer como proyecto de

investigación el análisis parasitológico del excremento

y la baba de A. fulica a partir de especímenes hallados

en la urbanización San Miguel II, a fin de aportar datos

que contribuyan al entendimiento de la biología del

molusco en el área y acorde a los resultados obtenidos,

colaborar en la formulación de estrategias de educación

sanitaria para este espacio comunal.

MATERIALES Y MÉTODOS La investigación correspondió a una exploración

descriptiva y transversal, a partir de especímenes de A.

fulica recolectados durante los meses de marzo y abril

de 2015 en dos veredas residenciales (vereda 4 y vereda

9) de la urbanización de San Miguel II (figura 1). San

Miguel II (8°33'14'; 71°14'47''), se ubica a 1170 msnm,

al suroeste de la ciudad de Mérida, con temperaturas

promedio anual entre 18 y 23ºC y precipitaciones

máximas de 1000 mm. La colecta de los especímenes se

realizó mediante el método de captura por unidad de

esfuerzo (búsqueda y recolección durante un periodo

máximo de 1 hora). Los ejemplares capturados

manualmente en diferentes espacios que

correspondieron a suelo, paredes, vegetación, arbustos,

hojarasca, rocas y troncos caídos fueron colocados

individualmente en contenedores de plástico, limpios y

herméticos, en cuya tapa se realizó la apertura de

orificios para favorecer la respiración. Dado que la

recolecta se realizó durante los fines de semana, fue

necesario colocar trozos de lechuga hervida para la

alimentación. Los análisis parasitológicos se realizaron

en el Laboratorio de Investigaciones Parasitológicas

“Jesús Moreno Rangel”, FFB-ULA, Mérida.

El estudio en laboratorio se inició con la comprobación

taxonómica, seguido de la medición de la longitud (cm)

de cada caracol, valor que se obtuvo calculando la

distancia máxima entre el punto del labio exterior y el

punto externo opuesto a la concha. Seguidamente, se

inició el análisis parasitológico mediante la toma (con

ayuda de un aplicador), de la baba que se hallaba en

cada contenedor, siendo depositada sobre una lámina

portaobjeto y luego de cubrir con laminilla, visualizada

al microscópico con objetivos de 10X y 40X (examen

directo microscópico en fresco). Para el estudio del

excremento, se esperó por la defecación espontánea en

cada contenedor, tomando con ayuda de un aplicador de

madera, parte de la materia fecal, siendo colocada sobre

una lámina portaobjeto. Fueron aplicadas para la

búsqueda de formas evolutivas parasitarias, las técnicas

directas con solución salina fisiológica isotónica estéril,

solución yodada y Kato. Para cada ejemplar capturado,

los análisis de baba y excremento se realizaron por

duplicado.

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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Finalizada la investigación, todos los ejemplares fueron

eliminados siguiendo las indicaciones del Instituto

Nacional de Salud Agrícola (INSAI) que consiste en

colocar los caracoles durante un tiempo mínimo de 4

horas en un recipiente de aluminio con 3L de agua y

1kg de sal común. Al finalizar, fueron enterrados con

cal a una profundidad mínima de 50 cm.

RESULTADOS En total fueron capturados y analizados 17 ejemplares

de A. fulica (figura 2), 12 provenientes de la vereda 4 y

5 de la vereda 9. La longitud promedio se ubicó en 6,5

cm. No se encontraron elementos parasitarios en la

baba, mientras que en el excremento, 12 ejemplares

presentaron parásitos (tabla 1) para una prevalencia

total de 70,6%. Las formas evolutivas detectadas

correspondieron a quistes de protozoarios (Entamoeba

sp., Endolimax sp., Giardia sp., y Toxocara spp.),

huevos de nematodos (Trichuris sp.), huevos de

cestodos (Hymenolepis sp.) y larvas de nematodos

(orden Strongylida) (figura 3). Ningún nematodo fue

detectado por la técnica de Kato. Adicional, se detectó

en 7 ejemplares, el Stramenopiles Blastocystis sp.,

presentándose en infecciones únicas (2/7) y en

asociación con protozoarios, nematodos y cestodos

(5/7).

Finalizado el trabajo en laboratorio, se iniciaron las

actividades comunales educacionales mediante la

distribución de folletos informativos y el dictado de

charlas a los habitantes de las veredas afectadas sobre la

importancia de los hallazgos obtenidos y el valor de la

participación comunitaria a fin de evitar la proliferación

del caracol.

DISCUSIÓN A. fulica es uno de los invasores más agresivos para la

agricultura y la diversidad biológica a escala mundial,

sobre todo en cultivos altamente susceptibles (1, 2, 3, 13) y

puede también, ser catalogado como indicador de

infecciones microbianas humanas al transportar

diferentes especies de microorganismos, algunos de los

cuales pueden desencadenar enfermedades (2,6),

panorama con alta probabilidad de acrecentarse debido

a su alta tasa de dispersión, reportada para regiones

boscosas y montañosas a una velocidad promedio de

100 km/año desde la localidad donde se registró

inicialmente (14).

Respecto a la presencia de parásitos en A. fulica, ha sido

reportada una asociación positiva con su tamaño,

sugiriendo un mayor riesgo epidemiológico en

especímenes mayores. En promedio A. fulica en adultos

mide 12 cm de longitud, con un diámetro de 6 cm (3, 7).

Los ejemplares grandes (>8 cm) resultan

significativamente más afectados que los pequeños, por

ser mayores su longevidad y oportunidad de contacto

con formas parasitarias presentes en el ambiente (4). Sin

embargo, los hallazgos reportados en esta investigación

parecieran no estar en concordancia con estos reportes,

al encontrar una prevalencia parasitaria de 70,6% en

ejemplares cuya máxima longitud se registró en 8,2 cm.

La baba de A. fulica utilizada para la locomoción debe

ser diferenciada de la secreción mucosa producida como

mecanismo de defensa, y en la cual ha sido reportada la

presencia de Angiostrongylus costaricensis y

Angiostrongylus cantonensis (4), agentes causales en el

hombre de la angiostrongilosis intestinal y la

meningoencefalitis eosinofílica respectivamente (15). De

tal modo, que la secreción mucosa debe ser considerada

en los análisis parasitológicos en estos ejemplares, más

aun cuando se pretende implementar cualquier medida

de control sanitario.

A pesar de que en Venezuela se han librado numerosas

campañas para controlar al caracol africano,

lamentablemente el factor humano ha tenido una

participación negativa, limitando esta difícil tarea.

Muchas personas lo colocan deliberadamente en

jardineras, por ser muy vistosos; además, y a sabiendas

que la introducción deliberada de esta especie

representa un peligro para la biodiversidad, economía y

ambiente, la participación en campañas de control ha

sido muy pasiva (3). De tal modo que resulta necesario

afianzar en la educación y participación ciudadana

como medidas preliminares preventivas para controlar

esta especie. Así mismo, se indican como medidas

preventivas gubernamentales, el aprovechamiento de

instrumentos legales existentes, el desarrollo de

sistemas de alerta temprana, la existencia de una

infraestructura de evaluación de riesgo, la investigación

enfocada al impacto ambiental y la colaboración entre

instituciones (8).

Los resultados reportados en esta investigación

contribuyen a concientizar a los habitantes de las áreas

afectadas sobre la importancia en la transmisión

parasitaria intestinal, sin embargo, son necesarias

nuevas investigaciones donde se incluya una evaluación

epidemiológica más exhaustiva, adicionando entre otros

aspectos, mayor cantidad de especímenes, así como la

presencia y valoración de fauna animal representada

principalmente por roedores, caninos y felinos.

CONCLUSIÓN Se detecta la presencia de parásitos en excretas de

ejemplares de A. fulica capturados en la urbanización

San Miguel II del estado Mérida. En relación al

espectro parasitario, predominaron los protozoos sobre

nematodos y cestodos.

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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Figura 1. Área de estudio. La parroquia Matriz donde

se ubica la urbanización San Miguel II se localiza en la

cuenca media del rio Chama y concentra el 47,03% de

la población del municipio Campo Elías. El municipio

presenta un régimen bimodal con dos máximos de

precipitación, el primero entre abril-mayo y el segundo

entre septiembre-noviembre. Los mínimos de

precipitación suceden durante los meses de julio-agosto

y diciembre-marzo (12).

Figura 2. Ejemplares de A. fulica analizados.

Taxonómicamente, se presentan de forma espiral

cónica, color pardo con marcas o bandas longitudinales

oscuras e irregulares (los juveniles son más claros y

bandas amarillas de una pulgada o más de longitud); la

concha presenta forma cónica y superficie relativamente

lisa, bastante puntiaguda con la espira alargada y

generalmente 7-9 verticilos (10).

Tabla 1. Longitud y detección microscópica en el excremento de A. fulica recolectados en la

urbanización San Miguel II (Mérida)

Figura 3. Elementos parasitarios detectados en las

excretas de A. fulica recolectados de la urbanización

San Miguel II. A: huevo de Hymenolepis sp., B: quiste

de Giardia sp., C: huevo de Trichuris sp., D: quiste de

Entamoeba sp., y E: larva del orden Strongylida.

Adicional en F: Blastocystis sp. (r = forma de

resistencia, d = formas en división).

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Artículo Original

SÍNDROME DE LIPODISTROFIA EN PACIENTES CON VIH/SIDA

Olga Herize 1, María González 2, Ramón Castillo 3, Mariálida Mujica 4

1Hospital “Dr. Antonio María Casal”. Estado Portuguesa. 2Hospital “Dr. Armando Velásquez Mago” de Sarare. Estado Lara. Hospital Universitario “Dr. Miguel Oraá. Programa de Infección de Enfermedades Sexuales, SIDA/ITS.” Estado Portuguesa 3. 4Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Barquisimeto. Venezuela. E mail: [email protected]

RESUMEN

Determinar el síndrome de lipodistrofia (SLD) en pacientes con VIH/SIDA atendidos en la consulta de SIDA/ITS del

Hospital Universitario “Dr. Miguel Oraá” de Guanare Venezuela. Se realizó un estudio descriptivo, ambispectivo en pacientes

con VIH/SIDA que recibieron terapia antirretroviral combinada, Los datos fueron recolectados de las historias clínicas y

directamente de los pacientes. Se valoraron 80 pacientes con edad promedio 36,6 ± 12,0 años. El tiempo de uso de la terapia

antirretroviral combinada varió (menos de 3 años hasta 15 años). El porcentaje de pacientes con SLD, previo a la consulta y a

los 6 meses de recibir terapia combinada (ITRAN+ ITRNN) disminuyó levemente. No obstante, en los niveles de colesterol y

triglicéridos se observó un incremento ligero. El SLD en personas con infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana

(VIH) bajo tratamiento antirretroviral es descrito como una consecuencia del uso de estos fármacos, evidencias de

investigaciones apuntan hacia esta teoría, aunque existen autores que asocian la aparición de este síndrome a causas

desconocida; hoy en día se piensa que las alteraciones metabólicas asociadas al VIH son multifactoriales y no una

consecuencia exclusiva del tratamiento antirretroviral.

Palabras clave: Síndrome de lipodistrofia, VIH/SIDA, terapia antirretroviral combinada,

LIPODYSTROPHY SYNDROME IN HIV/AIDS PATIENTS

ABSTRACT

To determine lipodystrophy syndrome (LDS) in HIV/AIDS patients attended in consultation the SIDA/ITS in the University

Hospital “Dr. Miguel Oraá”, Guanare, Venezuela. A descriptive, ambipesctive study was conducted in a group of HVI/AIDS

patients who received a combined anti-retroviral therapy. The information was collected from the clinical history and

interviewing the patients. Eighty (80) patients were assessed; the mean age was 36.6 ± 12.0 years. The length of time using

the combined anti-retroviral therapy varied (from less than 3 years to 15 years). The percentage of patients with LDS before

the appointment and at six months of receiving anti-retroviral combined therapy (NARTI+NNTRI) decreased slightly.

However, a small increase in the cholesterol and triglycerides levels was observed. The LDS among people infected with the

Immunodeficiency Virus (HIV) under anti-retroviral therapy was describe as a consequence of the use of these medications,

theory that has been demonstrated by other investigations, however, there are some authors that associate this syndrome to

unknown causes; nowadays it is thought that the metabolic changes associated to the HIV are multifactorial and no an

exclusive result of the use of antiretroviral therapy.

Keywords: Combined Antiretroviral Therapy, lipodystrophy syndrome, HIV/AIDS

Recibido: 25-09-2015. Aprobado: 03-11-2015.

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INTRODUCCIÓN

En los últimos años los estudios relacionados con la

lipodistrofia se han multiplicado, abarcando desde

aspectos clínicos hasta diversas opciones terapéuticas.

El tratamiento antirretroviral ha dado lugar a una

disminución de la morbimortalidad de las personas que

conviven con VIH/SIDA, sin embargo existen

evidencias significativas de asociación de este

tratamiento a efectos colaterales o efectos adversos que

van desde toxicidad farmacológica propiamente dichas

e intolerancia medicamentosa, hasta trastornos

sindromaticos bien definidos.

La introducción del tratamiento antirretroviral de gran

amplitud con la inclusión de inhibidores de proteasas se

ha relacionado desde hace algunos años con la aparición

de alteraciones de carácter metabólico que tienden a

modificar la calidad de vida de los usuarios con este

tratamiento y que en transcurrir del tiempo traerán

como consecuencia el aumento de la morbilidad por

causas distintas al VIH en personas que padecen esta

infección.

Estudiosos en el campo se han encargado de buscar

terapias combinadas que logren prolongar la vida del

paciente VIH, es así donde surge para 1995 los

Inhibidores de proteasa que aunados con los Inhibidores

de la transcríptasa inversa análogo de los nucleósidos se

llega a la formación de las terapias combinadas que

recibieron el nombre de tratamiento antirretroviral de

gran actividad (TARGA), el cual persiste hasta la

actualidad como el esquema con mayor efectividad. (1)

Sin embargo, investigadores en el área refieren, para

1997 comenzaron a producirse numerosos efectos

colaterales entre los cuales el más alarmante y menos

deseado era el incremento de la masa abdominal,

adelgazamiento en su cara y cuello de búfalo; este

fenómeno fue denominado lipodistrofia y se asoció su

aparición con el uso de la terapia antirretroviral,

específicamente en pacientes que se encontraban bajo el

esquema con inhibidores de proteasa. (2,3,4) El SLD

aparece en pacientes VIH/SIDA que reciben el

tratamiento antirretroviral, la redistribución de grasa en

este tipo de pacientes tratados con el Inhibidor de

Proteasa (IP) fue publicado en la literatura médica en

1998.(3)

En los últimos años estudios relacionados con la

lipodistrofia se han reproducido, abarcando desde

aspectos clínicos hasta diversas opciones terapéuticas;

es importante distinguir que el diagnóstico de

lipodistrofia en la práctica clínica generalmente

depende de una interpretación individual y no de una

clasificación evaluada..(2) Al respecto, la literatura

científica consultada en datos mostrados en pacientes de

Estados Unidos y Europa, describen que el porcentaje

de pacientes con SLD, en la población con VHI/SIDA,

es muy amplia, el mismo oscila entre 8 a 84 %. (2) .En

este orden de ideas, se presentan resultados coincidentes

que la enfermedad es muy variable debido a las

diferencias que hay en los criterios diagnósticos; es así

como se reporta una incidencia del 42% de casos

nuevos de lipodistrofia en los pacientes VIH positivos

tratados con Inhibidores de Proteasa (IP); encontrando

además, riesgo de padecer SLD dependiendo de la

duración del tratamiento, lo que significa, que ésta

aumenta 45% por cada seis meses de tratamiento.(4,5,6)

En este orden de ideas se han realizado otras

indagaciones, tal es el caso de una paciente femenina

seguida en el servicio de Medicina Interna II de la

Unidad de Enfermedades Infecciosas/Sida del Hospital

Universitario de Salamanca, España, quien presentó

manifestaciones adversas a los fármacos

antirretrovirales. En este caso el médico decidió iniciar

terapia combinada con estavudina (30 mg/12 h),

lamivudina (150 mg/12 h) e indinavir (800 mg/8 h).

Después de un año y 5 meses de tratamiento la paciente

consultó muy angustiada por haber apreciado

adelgazamiento en las extremidades superiores e

inferiores y, sobre todo, en región facial, con un

discreto aumento del diámetro abdominal y de las

mamas. (7)

Estos hallazgos se confirmaron con la exploración física

y el control analítico, en el que se obtuvieron los

siguientes datos: CD4, 44/ml y carga viral indetectable;

en la bioquímica se aprecia colesterol total, 205 mg/dl,

y triglicéridos, 343 mg/dl (cifras previas siempre dentro

del rango de la normalidad). Dado el cuadro clínico se

le diagnosticó lipodistrofia. Cinco meses después se

cambió el tratamiento antirretroviral, efavirenz en lugar

de indinavir. (7) Es importante referir que el SLD se

puede diferenciar dos tipos de manifestaciones; por una

parte, manifestaciones morfológicas, de redistribución

de la grasa corporal y, por otra, manifestaciones

bioquímicas detectables en el análisis.

En este enfoque se corresponde con lo expuesto en la

revisión bibliográfica sobre la lipodistrofia y el VIH,

los fundamentos teóricos que describen esta patología

son elementos coadyuvantes para aclarar u orientar a

cualquier lector interesado, se expone que han existido

muchas controversias sobre las causas de la lipodistrofia

en las personas con VIH. Algunos investigadores

proponen que se debe a los efectos secundarios de los

inhibidores de proteasas, lo cual ha coincidido en que la

misma se ha hecho más común desde la utilización de

estos medicamentos en las terapias contra el VIH; otros

informan que algunos análogos de los nucleótidos

pueden ser un factor que incide. (1)

Además se presenta la lipodistrofia como un problema

anatómico y funcional del paciente evidenciado a

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través de una serie de cambios en la redistribución de la

grasa corporal, ya sea en la forma constitucional del

cuerpo o en los lípidos sanguíneos, el cual ha sido

atribuido al uso de antiretrovirales tales como IP de tipo

Ritonavir y Saquinavir en un grupo de personas en

estudio, donde los niveles séricos de triglicéridos y

colesterol se encontraban elevados y resistencia a la

insulina, comparados con los pacientes que utilizan otra

terapia con ITRAN o ITRNN que rara vez desarrollan

cambios en los lípidos sanguíneos. (1)

A su vez algunos pacientes fueron tratados con

medicamentos (Atorvastatina y Genfibrozil) para

disminuir este aumento de triglicéridos y colesterol

sérico pero los resultados demostraron poco éxito. Esta

investigación propone como causas de lipodistrofia

múltiples factores, siendo el de mayor peso el uso de IP

como terapia antiretroviral en los pacientes con VIH,

sin embargo un bajo porcentaje lo asocia a la terapia

combinada con ITRAN+ITRNN, así como también por

el mismo VIH que interfiera con el proceso del

metabolismo de las grasas. (1)

En otro estudio de tipo transversal se evaluaron los

efectos del metabolismo lipídicos provocados por el

tratamiento retroviral, especialmente en pacientes que

utilizaban el tipo IP. A pesar del gran avance por la

introducción de estas drogas para prolongar la vida de

estos paciente se han producido efectos colaterales

como lo son trastornos metabólicos, como aumento de

triglicéridos, colesterol LDL y disminución de HDL

ligado a los IP ya que estos tienen afinidad con dos

proteínas relacionadas con las LDL lo que ocasiona

hiperlipemia y la pérdida de los adipocitos subcutáneos;

otra hipótesis involucra la toxicidad mitocondrial

originada por la inhibición de la enzima polimerasa

gamma mitocondrial DNA producida por los ITRAN lo

que lleva a disfunción celular.(8)

Refieren los autores que utilizaron como muestra 136

pacientes cuyas variables a evaluar fueron edad, sexo,

tiempo de infección, tipo de esquema antirretroviral,

medidas antropométricas, carga viral y conteo de

linfocitos y paraclínicos como colesterol, triglicéridos,

HDL y LDL; obteniéndose como resultados el aumento

de los lípidos séricos en un 58% elevación de colesterol

y un 75% en triglicéridos en pacientes que recibían

tratamiento antirretroviral de tipo IP y ITRAN en

comparación con el grupo control sin tratamiento.(8)

En Venezuela son escasas las estadísticas publicadas

que refieran el SLD como efecto secundario del

tratamiento antirretroviral en paciente con VIH/SIDA;

reportes en el país señalan que fueron atendidos de

manera integral 583.017 pacientes con ITS/VIH, de los

cuales, 43.805 recibieron terapia antirretroviral de alta

eficacia durante el período 2006 al 2011.(6) Los

planteamientos referidos anteriormente, se evidencian

elementos que pudieran explicar diversas causas por las

cuales el paciente que asiste a la consulta SIDA/ITS del

Hospital Universitario Dr.”Miguel Oraá” de Guanare

inicia una terapia antirretroviral que no es controlada y

que pudiera ser definida como un factor de “adherencia

al tratamiento”,(9) el cual se ha convertido en una de las

principales preocupaciones en los últimos años con

relación al éxito o fracaso terapéutico en la toma de los

medicamentos antirretrovirales y la asistencia a las citas

médicas.

Entre otras causas se mencionan: el financiamiento del

estado para cubrir el tratamiento del enfermo, el

subregistro obtenido por diversas causas; falta de

cooperación e integración de los servicios con el

paciente, falta de recursos especializados para la

atención del paciente seropositivo que dé respuesta

efectiva a su problemática; de ahí que se desconozcan

estadísticas de la terapéutica con antirretrovirales que

estimen el efecto secundario que estos producen.

Los resultados serán de utilidad para generar

estadísticas actualizadas, que permita a las distintas

instancias la toma de decisiones en la atención oportuna

de los pacientes con VIH/SIDA tratados con

antirretrovirales. Además se espera que se implementen

estrategias de prevención y/o tratamiento para el

paciente con riesgo de SDL.

MÉTODO Se realizó un estudio descriptivo, ambispectivo, con 80

pacientes Seropositivos para VIH/SIDA, que asistieron

a la consulta de SIDA/ITS del Hospital Universitario

Dr. “Miguel Oraá”, durante el período de un año y

recibieron terapia antirretroviral combinada. Fueron

incluidos los pacientes con diagnóstico de VIH positivo,

edad mayor o igual a 18 años, uso y tiempo con

tratamiento antirretroviral, pacientes con niveles de

adherencia al TARGA adecuados. De igual manera se

excluyeron del estudio todos los pacientes que

recibieron monoterapia, mujeres embarazadas y

pacientes en edades pediátricas.

En la recolección de datos se emplearon dos fuentes,

una primaria, directamente de los pacientes y

secundaria de las historias clínicas; como instrumento

se manejó una ficha de recolección de datos, Los datos

fueron procesados mediante el programa estadístico

SPSS versión 18.0 para Windows. Para la descripción

de los resultados se utilizaron porcentajes, promedio y

desviación estándar.

Esta investigación fue aprobada por los pacientes

mediante el consentimiento informado e

institucionalmente en los principios de la Bioética que

involucra seres humanos.

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RESULTADOS En la tabla 1, se presentan las características sociales,

demográficas y clínicas de los pacientes estudiados. Se

valoraron un total de 80 pacientes entre 17 a 72 años.

La edad promedio fue de 36,6 ± 12,0 años; 73,4% son

del sexo femenino, los antecedentes personales y

familiares predominantes son la hipertensión, hábitos

tabáquicos y alcohólicos.65,6% de los pacientes tienen

un diagnostico de HIV menor o igual a cuatro años;

encontrándose cerca del 33% que recibe tratamiento

entre cinco y nueve años.

En la tabla 2, se muestra el tiempo de uso de la terapia

antirretroviral combinada con ITRAN+ITRNN, es

menor o igual a 6 años en 75% de los pacientes. Por

otra parte, 68,3% utiliza IP+ ITRAN por un tiempo

menor o igual a 9 años, correspondiendo sólo 16,7% a

un tiempo entre 10 y 12 años

En este orden de ideas, se observó que previo a la

consulta, 86,9% de los pacientes con SLD recibió

terapia antirretroviral combinada (ITRAN+ITRNN),

posterior a los 6 meses, se evidenció una ligera

disminución (85,4%).Tabla 3

Al evaluar los niveles de colesterol y triglicéridos

previo a la consulta y a los 6 meses, se obtienen como

resultados pacientes con mayor porcentaje de

parámetros deseable y normal respectivamente. Sin

embargo, en aquellos pacientes que recibieron ITRAN+

ITRNN e IP+ ITRAN, se observa previo a la consulta y

a los 6 meses un colesterol (6,8% a 12,6%) y

triglicéridos (12,6% a 18,9%) en alto limite, con ligero

incremento. Al asociar el perfil lipídico con la terapia

con base a los IP+ITRAN se conservan los mismos

resultados antes y después del uso de la terapia

antirretroviral combinada. (Tabla 4)

DISCUSIÓN La literatura reporta que el tratamiento antirretroviral ha

dado lugar a una disminución de la morbimortalidad de

las personas que viven con VIH/SIDA, sin embargo

existen evidencias significativas de asociación de este

tratamiento a efectos colaterales o adversos que van

desde toxicidad farmacológica propiamente dicha e

intolerancia medicamentosa, hasta trastornos

sindromática bien definidos, están asociados con el

tratamiento antirretroviral en personas con VIH.

Situación que orienta a realizar una revisión de los

diferentes estudios reportados entre la lipodistrofia y el

uso de tratamiento antirretroviral, (1,2)

Con base al estudio realizado se reporta la edad

promedio de los pacientes seropositivos para VIH/SIDA

de 36,6 ± 12,0 años, cuyos valores son similares (37,3 ±

10,3 años) a otros estudios (3,). De igual manera en el

sexo se observó un predominio del masculino (73 %)

sobre el femenino; esto revela que existe un

comportamiento marcado en el sexo masculino. Estas

características representan a su vez factores de riesgo

para la población que padece la viremia a la hora de

desarrollar el SDL.

Los antecedentes predominantes fueron los hábitos

alcohólicos y tabáquicos; investigaciones realizadas

coinciden que el consumo de tabaco y alcohol

constituyen un impacto negativo en la salud; así como

el riesgo de adquirir una amplia variedad de patologías

infecciosa; (8,9,10,11) de igual modo, otros autores han

encontrado que existe una asociación especifica con el

hábito tabáquico (12,13). El impacto de estos

antecedentes genera repercusiones en la evolución de la

enfermedad,

El porcentaje de pacientes con SLD diagnosticados

como VIH en un tiempo menor o igual a 4 años tiene

correspondencia con el uso de la terapia antirretroviral

combinada; resultados similares a los reportados por

otros investigadores; (3,13,14) es decir, existe similitud en

el intervalo.de tiempo para el diagnóstico precozmente

de VIH y, el uso de la terapia antirretroviral

combinada.

Ochenta por ciento de los pacientes con SLD usaron

terapia antirretroviral combinada (ITRAN+ITRNN)

entre 0 y 6 años, respecto al 35,0% que emplearon

como terapia el IP+ ITRAN. (8) Pudiera inferirse que la

mayoría de los pacientes que consultan en el servicio de

SIDA/ITS recibieron tratamiento en un tiempo menor o

igual a 6 años, lo que habla a favor o en contra de la

evolución de la enfermedad. Asimismo, el tiempo en

que los pacientes recibieron terapia antirretroviral

combinada (ITRAN+ITRNN o IP+ ITRAN) fue similar

previo a la consulta y a los seis meses. Investigaciones

reportan que las manifestaciones de aparición de este

síndrome son variables debido a factores genéticos en

cada persona, por que las respuestas son diferentes al

tratamiento, (15) lo que significa que las personas

pueden tardar años en desarrollar el SLD,

El perfil lipídico (colesterol y triglicéridos) de los

pacientes con tratamiento antirretroviral combinado con

ITRAN+ ITRNN, previo a la consulta y a los 6 meses

son deseables o normales, sólo con ligero incremento en

parte de la población. Igualmente, al valorar la terapia

IP+ITRAN y el perfil lipídico se evidenció que estos se

mantienen. Estudios confirman que la concentración de

colesterol total y triglicéridos aumenta durante el

tratamiento, siendo más frecuente en pacientes 6ue

desarrollan lipodistrofia.(15,17) Posiblemente ambas

alteraciones compartan un mecanismo de producción

común dependiente del uso de inhibidores de la

proteasa (16,17).

Finalmente, se concluye que el uso de la terapia

antirretroviral se encuentra asociada en un porcentaje

bajo, pero considerable con el aumento de lípidos en

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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sangre en la muestra de pacientes posterior a los 6

meses de estudio, lo que a su vez probablemente tenga

relación con el SDL.

En otro orden de ideas, se puede considerar que la

terapia antirretroviral en pacientes seropositivos para

VIH/SIDA con síndrome de lipodistrofia exacerba todas

las manifestaciones clínicas que conforman este

conjunto sindromatico desde el punto de vista

morfológico y de la química sanguínea (colesterol y

triglicéridos), tal cual como lo afirman algunas teorías

que sustentan la investigación en correspondencia con

los resultados obtenidos en el presente estudio donde el

mayor porcentaje de pacientes ya desarrollaban este

síndrome sin la influencia directa de la terapia

antirretroviral en cualquiera de sus combinaciones.

No obstante, la muestra evaluada previa a la consulta y

después de los 6 meses aun presentaban todas las

manifestaciones clínicas entre las cuales destacan

perdida de grasa en cara, brazos, piernas, aumento de la

circunferencia abdominal y cadera; además se tomo en

cuenta los niveles de colesterol y triglicéridos para

evaluar el metabolismo de los lípidos, observándose un

incremento de pacientes entre niveles elevados

asociados a la terapia sin inhibidores de proteasa. Es

decir, que la presencia del virus en el organismo guarda

una relación intima con el síndrome en cuanto a su

manifestación, mientras que la terapia incrementa el

cuadro clínico; lo que significa que por ser esta una de

las variables para llegar al diagnóstico de esta patología

poco conocida para muchos. De allí que todos los

hallazgos reportados en este estudio no son

concluyentes, los cuales difieren en algunas variables de

lo encontrado en otras revisiones de literatura, lo que

indica que deben ser profundizados en futuras

investigaciones.

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Artículo Original

CALIDAD DE IMAGEN DE LAS RADIOGRAFÍAS DE TÓRAX. EMERGENCIA HOSPITAL CENTRAL “ANTONIO M. PINEDA”. BARQUISIMETO. VENEZUELA.

Javier Reyes1, Lisabeth Landaeta1,2, Rafael Gásperi1,3

1Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. 2Departamento de Radiaciones.

3Departamento de Medicina Preventiva y Social. Email: [email protected] RESUMEN

Con el objetivo de evaluar la calidad de imagen diagnóstica de las radiografías de tórax del Servicio de Emergencia del

Hospital Central Universitario Dr. “Antonio María Pineda”, se realizo un estudio descriptivo transversal, mediante una

revisión sistemática de radiografías de tórax, se seleccionó una muestra de 100 radiografías, de manera no probabilística

en el lapso de 30 días. Estas fueron cotejadas con los criterios establecidos en la “Guía Europea sobre los Criterios de

Calidad en las Imágenes Radiográficas Diagnósticas” basadas en la características anatómicas identificadas en la imagen.

El instrumento de recolección de datos registró los criterios cumplidos, clasificándolas en categorías: mala, regular y

buena, así como los datos de identificación de las mismas. Los resultados se presentaron en forma de porcentajes. El

cumplimiento global promedio de los criterios fue 50,4%, prevaleciendo la categoría de regular calidad de imagen. La

reproducción visual de los bordes del corazón y aorta, mostró el mayor porcentaje con 75%. Por otra parte, la

visualización de la columna vertebral a través de la sombra cardiaca reveló el menor porcentaje de cumplimiento, con

24%. Se concluyó que la calidad de imagen de las radiografías de tórax de la muestra fue regular, debido principalmente

al bajo cumplimiento de los criterios de calidad relacionados con el posicionamiento del paciente y, en menor grado, por

errores en la exposición de la película o material radiográfico empleado. Se recomendó una mayor atención del personal

técnico radiológico de los parámetros requeridos durante la realización de las radiografía.

Palabras clave: radiografía de tórax, calidad de imagen, criterios diagnósticos

ABSTRACT

IMAGE QUALITY CHEST RADIOGRAPHS. EMERGENCY CENTRAL HOSPITAL "ANTONIO MARÍA PINEDA". BARQUISIMETO. VENEZUELA

With the purpose of assessing the quality of diagnostic image of chest radiographs from emergency department of

University Central Hospital “Dr. Antonio Maria Pineda”, a transversal descriptive study was executed through a

systematic revision of chest x-rays, a sample of 100 radiographs was selected, in a non-probable manner in a term of 30

days. These were compared to the quality criteria of European “Guidelines on Quality Criteria for Diagnostic

Radiographic Images”, based on anatomical features seen on the image. The instrument for collecting data recorded each

accomplished criteria, labeling them in categories such as: poor, regular and good; including their identification data.

Results were shown in percentages. The average global accomplishment of criteria was 50,4%, and regular category of

image quality prevailed. Visual reproduction of the borders of the heart and aorta, exhibited the highest percentage of

75%. In contrast, visualization of the spine through the heart shadow presented the lowest amount of accomplishment,

with 24%. It was concluded that image quality of chest radiographs of the sample was regular, mainly due to minimal

achievement of image quality criteria related to both, patient positioning, and in a minor degree, errors of film exposure

and the quality of the used film. It was recommended for radiologic technicians to pay more attention to the guidelines for

performing chest radiographs properly during the making of the radiographs.

Key words: chest radiographs, quality image, diagnostic criteria.

Recibido: 17-06-2015. Aprobado: 03-11-2015

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INTRODUCCIÓN Actualmente, la radiografía simple de tórax continúa

siendo un examen muy frecuente, y forma parte del

protocolo de estudio clínico rutinario de muchos

pacientes (1). Aún gran cantidad de radiografías de tórax

sigue adquiriéndose con sistemas radiográficos con

películas convencionales, que proveen un menor costo,

buena calidad de imagen, y alta resolución espacial, sin

embargo, las desventajas incluyen una alta tasa de

repetición e inflexibilidad en su manipulación, bajando

la eficiencia en los servicios de Radiodiagnóstico y

desmejorando la administración en Salud Publica. (2)

Cabe señalar, que la adopción de la radiografía

digital en las instituciones públicas del país aún no es

completa, así pues, los estudios radiográficos continúan

siendo mayoritariamente realizados con el sistema

convencional película-pantalla.

No obstante las bondades que aporta la radiografía,

su utilidad está en relación directa con la cantidad de

información diagnóstica que proporcione al médico

tratante, ante la condición clínica del paciente en un

momento determinado, por ende, lo primero que el

clínico debe hacer es verificar que ha recibido un

examen técnicamente adecuado. Un estudio radiológico

con imagen inadecuada acarreará innumerables

perjuicios para el paciente, el médico y denota

deficiencias en la administración de los recursos de la

institución de salud, repercutiendo esto en una baja

calidad del servicio prestado. Paralelamente, los

estudios repetidos incrementan los gastos en recursos

económicos y tiempo por parte de la institución de

salud, además de contribuir con el acortamiento de la

vida media útil de los equipos radiológicos, exponiendo

al paciente a una mayor dosis de radiación ionizante.

Se ha reportado que la radiografía de tórax es la más

comúnmente malinterpretada por los observadores,

ocurriendo especialmente en el departamento de

emergencias. Las radiografías con pobre calidad de

imagen, reducen en forma marcada la oportunidad de

hallar anormalidades. (3,4,5) y por consiguiente una pobre

atención de salud incluyendo diagnósticos errados.

Es por ello que en las instituciones hospitalarias se

hace necesario el monitoreo permanente para detectar

las causas y porcentajes de rechazos de estos estudios,

que se puede comenzar con la evaluación de las

radiografías que se desechan y las que se rechazan por

no tener la calidad de imagen necesaria para el

diagnóstico.

A tal efecto la Unión Europea, a través de una comisión

Ad Hoc, concerniente a la ciencia, investigación y

desarrollo, ha instaurado las “Guías Europeas sobre la

Calidad de la Imagen Radiográfica Diagnóstica”

(GECIRD), que concentran explícitos criterios de

evaluación de la imagen radiográfica, dichos criterios

comparten amplias similitudes a nivel mundial,

inclusive con el acreditado Colegio Americano de

Radiología (ACR), salvo mínimas discrepancias. (6)

Dichos criterios han sido empleados no sólo en el

ámbito local sino a nivel mundial, inclusive en

Latinoamérica. Su utilidad radica en permitir examinar

la calidad de imagen de las radiografías, en particular

las de tórax, y permitir una base de comparación con

estudios similares, para ulteriormente poder establecer

el nivel de atención los servicios de radiodiagnóstico

hospitalarios.

En base a estos criterios, se han realizado trabajos de

investigación que ilustran un poco la situación actual de

nuestro problema en estudio. En Tanzania 7, país con

bajos niveles de atención en salud, se procuró establecer

la utilidad de los criterios de la Comisión Europea en el

departamento de radiodiagnóstico del Hospital Nacional

de Muhimbili. Se evaluaron 50 radiografías de tórax,

con un porcentaje de cumplimiento de los criterios del

70%. Se recomendó la adopción de los criterios y la

familiarización de los mismos por parte del grupo de

médicos radiólogos, así como se resaltó la importancia

de la educación y programas de entrenamiento dirigidos

al personal técnico para obtener mejores resultados. En

Irán 8, al estudiar la dosis de radiación del paciente

proveniente de estudios radiológicos que se repitieron

en la Universidad de Ciencias Médicas de Urmia, donde

hallaron una tasa de rechazo y repetición de radiografías

de tórax del 9,02%. Además demostraron que la razón

principal de repetición de radiografías se debe a errores

de exposición (58%) y de posicionamiento del paciente

(18%), y encontraron que el error humano tiene un rol

importante en estas causas.

Asimismo, en Brasil, se evaluó la dosis de radiación

de entrada en la piel, la dosis efectiva y la calidad de

imagen en las radiografías de tórax de pacientes adultos 9. Para esto, examinaron dichos parámetros en

radiografías de tórax de 8 hospitales regionales, con un

total de 520 radiografías. También fueron empleados

métodos evaluativos basados en las características de la

imagen, confrontándolas con los criterios de calidad de

la imagen de las GECIRD. Entre los resultados,

destacan los referidos a la calidad de la imagen, con un

valor medio de la presencia de criterios de sólo el 55%.

Aquí se aprecia un ejemplo de investigación, donde se

combinó criterios físicos con los propios de la imagen.

Pasando al ámbito nacional, en Venezuela se han

realizado algunos trabajos donde se emplean los

criterios de las GECIRD, en el Hospital Universitario de

Caracas (HUC)10, se analizaron las radiografías que se

desechan y las que se rechazan por no tener la calidad

de imagen necesaria para el diagnóstico, las causas de

tales rechazos, y los porcentajes de rechazo. Obtuvieron

un 28,7% de radiografías rechazadas, un 75% de las

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mismas debidas a problemas de exposición de la

película, y un 7% a la posición y movimiento del

paciente. Al evaluar las causas se observó que están

relacionadas con el funcionamiento del equipamiento

del servicio, dificultades asociadas con el examen,

competencias del personal, o una combinación de

dichos elementos. Se concluyó que para solventar los

problemas encontrados se debe establecer un programa

de control de calidad e implementarse la educación

continua del personal.

Durante el primer semestre de 2012, en el Servicio de

Emergencia de nuestro Hospital, médicos especialistas

y residentes adscritos al departamento de radiología,

había notado un incremento en la cantidad de

radiografías de tórax que han sido rechazadas o

repetidas. Asimismo, al momento de efectuar la

evaluación inicial de las radiografías, médicos y

residentes se percataban de la deficiente identificación

de los estudios realizados en el Servicio de Emergencia,

particularmente respecto a la información de la fecha y

hora de la radiografía, edad y género del paciente, o si

la proyección fue hecha con el paciente erguido o en

decúbito, entre otros datos.

En vista de tal situación y de la deficiente

información o estudios sobre el comportamiento y

origen de este problema en nuestra institución de salud,

se hace relevante determinar las características de este

problema y la posibilidad de disminuirlo, por lo que se

decide realizar el presente trabajo de investigación con

el objetivo de evaluar la calidad de la imagen

diagnostica de las radiografías de tórax del servicio de

emergencia del hospital central Antonio María Pineda.

MATERIALES Y MÉTODOS El presente estudio constituyó una investigación

descriptiva de corte transversal, dado que permitió

describir variables y analizar las características

presentes en la imagen de una muestra de radiografías

de tórax del Servicio de Emergencia del Hospital Central

Universitario “Dr. Antonio María Pineda”

(H.C.U.A.M.P), que luego fueron cotejadas con los

criterios de calidad de imagen establecidos por las

Guías Europeas de Criterios de Calidad de la Imagen

Radiográfica Diagnóstica (GECIRD)6

En este sentido, se revisaron de manera sistemática

en el Servicio de Emergencia del H.C.U.A.M.P, durante

el mes de octubre de 2013, hasta Diciembre del mismo

año 100 radiografías de tórax en proyección PA,

seleccionadas de forma no probabilística e intencional.

En relación al procedimiento realizado en el

desarrollo de la investigación, se efectuó una amplia

revisión bibliográfica, examinando todos los aspectos o

elementos teóricos relacionados al tema en estudio, así

como se analizaron las diversas investigaciones

ejecutadas afines al área del diagnóstico por imágenes y

al tópico de calidad de la imagen radiográfica.

Posteriormente, se solicitó la autorización al Jefe del

Departamento de Radiaciones con el propósito de

programar los objetivos del estudio y las actividades

relacionadas. Luego, se presentó el proyecto ante la

Comisión de Ética y Bioética del H.C.U.A.M.P para su

evaluación respecto a las pautas y requerimientos para

su realización, siendo aprobado. Una vez conseguido lo

anterior, se procedió a la identificación y recolección de

las radiografías de tórax que se practicaron a los

pacientes provenientes del servicio de emergencia.

Dicho muestreo fue ejecutado durante horario matutino

y vespertino, incluyendo sábados y domingos para

obtener así una mejor representación del universo de

radiografías realizadas. Cuando las condiciones lo

permitieron, se le explicó al paciente o a su familiar,

con lenguaje llano y diáfano, los objetivos de la

investigación, solicitándole su consentimiento

informado escrito, para permitir el empleo temporal de

la radiografía de tórax para ser sujeta a análisis y ser

incluida ulteriormente en los datos del estudio.

Seguidamente, empleando negatoscopio y en

circunstancias apropiadas se analizó cada radiografía de

tórax, verificando el cumplimiento de las características

de identificación y criterios de calidad de imágenes

sujetas a estudio y se registró la información en el

instrumento de recolección de datos. . También se

incluyeron los datos de identificación de la radiografía

tales como nombre y edad del paciente, señalización del

lado derecho o izquierdo de la radiografía, posición del

paciente, nombre de la institución y la fecha y hora de

la exposición de la radiografía.

Se empleó para la recolección de los datos, una

lista de los criterios de la calidad de la imagen de las

GECIRD sobre las variables a considerar que constó de

tres elementos: una primera parte “A”, constituida por

datos de identificación del paciente como las siglas de

su nombre y apellido, edad, género. La segunda etapa

de registro, o parte “B”, permitió asentar los hallazgos

obtenidos en la radiografía de tórax y el grado de

cumplimiento de los criterios. La parte final “C”,

registró los datos de identificación de las radiografías

relacionados a la investigación.

Acto seguido, los datos registrados fueron analizados

según los objetivos de la investigación, determinando la

frecuencia de cumplimiento de cada criterio, y al

evaluarse 10 criterios, la puntuación máxima fue de 10

puntos, que permitió clasificarlas en 3 categorías de

calidad: mala (menor o igual a 4), regular (5 a 7) y

buena (8 a 10). Los datos de identificación de las

radiografías fueron examinados para cada estudio.

Finalmente se presentó la frecuencia absoluta y relativa

de cada criterio, tanto de las categorías de calidad de

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imagen como de identificación de las radiografías, y los

resultados fueron expresados en valores porcentuales, y

posteriormente representados mediante cuadros.

RESULTADOS A continuación se presentan los datos obtenidos

sobre la calidad de imagen diagnóstica de las

radiografías de tórax del Servicio de Emergencia del

Hospital Central Universitario Dr. “Antonio María

Pineda” durante el mes de octubre de 2013.

En primer lugar, como se observa en el cuadro 1,

respecto al cumplimiento de cada criterio de calidad de

imagen, la reproducción total de la parrilla costal

encima del diafragma y la reproducción visual detallada

de los bordes del corazón y aorta, presentaron los más

altos porcentajes con 69% y 75%, respectivamente. Por

otra parte, la visualización de la columna vertebral a

través de la sombra cardiaca mostró el menor porcentaje

de cumplimiento, con 24%. Los tres primeros criterios

también presentaron bajo cumplimiento, con

porcentajes de 36%, 37% y 35%, respectivamente. En

relación a los criterios que exhibieron dificultad para su

evaluación, el primer y quinto de ellos, presentaron

patología torácica asociada en 9% de las radiografías. El

cumplimiento global promedio de los criterios resultó

de 50,4%.

El cuadro 2 muestra el porcentaje de cumplimiento de

los datos de identificación para el total de radiografías

analizadas. El mayor porcentaje fue el correspondiente

al nombre del paciente, con 92%. Sin embargo, la edad

del paciente estuvo presente en 24%. Destaca la

ausencia en 100% de las radiografías de los datos

referidos a la señalización de la posición y derecha del

paciente, así como del nombre de la institución. El dato

de fecha y hora estuvo incompleto en 86%, debido a

que la hora fue omitida en el rótulo de la mayoría de

radiografías. El porcentaje promedio de datos ausentes

fue 63,5%, mientras que en 21% de la muestra los datos

fueron registrados correctamente. El rotulado estuvo

incompleto en 15,5%

Por último, el cuadro 3 presenta los resultados según

la calidad de imagen de las radiografías en la muestra,

donde 50% mostró calidad de imagen regular. Además

de apreciar que 35% exhibieron mala calidad de imagen

y por el contrario, solo 15% se consideró con buena

calidad

DISCUSIÓN

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La presente investigación tuvo origen debido a

varias interrogantes que se plantearon en el primer

capítulo, todas vinculadas con el propósito de evaluar la

calidad de imagen diagnóstica de las radiografías de

tórax sujetas a estudio. A continuación se discuten los

resultados producidos, analizando sus repercusiones y

relaciones con otros estudios similares.

La primera pregunta referida a cuáles criterios de

calidad de la imagen se cumplirían y con qué frecuencia

los resultados son comparables a los realizados en

Brasil 9, en el cual se puso de manifiesto que la calidad

de imagen no fue buena ya que obtuvieron un valor

medio de la presencia de criterios de sólo 55%. De igual

manera, en esta investigación los resultados obtenidos

mostraron comportamiento parecidos, pero con valores

levemente inferiores, con 50% de la muestra analizada

presentando calidad de imagen regular.

Por otro lado, al comparar con los resultados

obtenidos en Tanzania 7, se puede apreciar que

encontraron un porcentaje de cumplimiento de los

criterios del 70%, valor superior respecto al presente

estudio.

También estudiando las radiografías que fueron

clasificadas en la categoría de mala calidad de imagen,

con un total del 35%, se puede inferir que la utilidad

médica para el diagnóstico del paciente fue reducida, y

posiblemente gran parte de ellas hayan sido rechazadas

o repetidas, tal como lo afirma la investigación 10

realizada en Caracas, Venezuela donde obtuvieron

28,7% de radiografías rechazadas. Si se consideran los

márgenes de la tasa de rechazo y repetición

recomendados por la OMS, que se encuentran entre 5-

10%, se estaría casi cuadruplicando estos valores.

En consecuencia, puede verse como la calidad de

imagen de las radiografías analizadas fue inferior al de

las dos investigaciones señaladas. Además, el

porcentaje de radiografías de mala calidad superó 30%,

involucrando el uso innecesario de recursos, la

exposición adicional a radiación de los pacientes y

puede sustentar la idea de un deficiente control de

calidad, de supervisión, así como una deficiente

administración y maximización de los recursos

hospitalarios.

Otra de las preguntas que se intentó resolver durante

el estudio giraba en torno a cuáles de los criterios sería

el de mayor y de menor cumplimiento, y tal como se

observa, la reproducción visual detallada de los bordes

del corazón y aorta presentó el mayor porcentaje con

75%.

Por el contrario, el de menor frecuencia fue el

décimo criterio, que trata de la visualización de la

columna vertebral a través de la sombra cardiaca, con

24%. De igual manera, los tres primeros criterios,

relacionados con la realización de la radiografía durante

inspiración máxima, simetría del tórax y de las

escápulas fuera de los campos pulmonares, mostraron

36%, 37% y 35% respectivamente.

En este sentido, existen semejanzas y discrepancias

al comparar estos resultados con los de Osibote y cols 9.

Una similitud está en el porcentaje logrado por el

séptimo criterio en ambos trabajos, con 75%, sin

embargo no fue el de mayor cumplimiento para ellos,

ya que los tres últimos criterios mostraron valores

superiores, con 97%, 94% y 89%, respectivamente.

También se presentan resultados opuestos en cuanto al

criterio de visión de la tráquea y bronquios principales,

donde reportaron que ninguna radiografía de su muestra

cumplió dicho característica, contra 55% del presente

trabajo.

Análogamente, se muestran resultados

contradictorios del décimo criterio, donde ellos reportan

89%, en oposición al 24% obtenido por este autor. Esto

puede deberse a defectos de la exposición de la

radiografía, tal como refiere Jabbari y cols 8, dado que

durante el análisis de la muestra, generalmente se

registró subexposición de la radiografías, produciendo

una imagen “blanda” que impidió la visualización de la

columna vertebral a través de la sombra cardiaca. Otra

posibilidad podría estar relacionada con las propiedades

intrínsecas de los materiales radiológicos utilizados,

tales como películas, químicos, componentes del

sistema de rayos x, entre otros.

Por otra parte, para Osibote y cols 9, el primer

criterio mostró 72%, duplicando el porcentaje de 36%

obtenido en el presente estudio. Es oportuno indicar que

sólo en 9% de la muestra se asoció proceso patológico

que dificultó el cumplimiento de este criterio. Por lo

tanto, se deduce que la exigencia de realizar las

radiografías durante una inspiración máxima fue poco

procurada por el personal técnico radiológico en estos

casos especiales, en contraposición con los resultados

de la investigación brasilera; no obstante, en relación al

segundo y tercero criterios, se aprecian coincidencias

con valores ubicados entre 30 y 39%. Por consiguiente,

la reproducción simétrica del tórax y la no

superposición de los bordes internos de las escápulas en

los campos pulmonares, tuvieron similares

comportamiento. Ambos son criterios que dependen del

posicionamiento del paciente, así pues, se supone falta

de diligencia del personal técnico radiológico en

intentar colocar al paciente en forma adecuada, tal como

lo sugieren Jabbari y cols 8

Ahora bien, se observa como los resultados

obtenidos en este estudio, revelan una preponderancia

de errores en el posicionamiento del paciente durante la

realización de la radiografía, y menor relevancia de la

exposición de la película o características intrínsecas de

la misma, coincidiendo parcialmente con el estudio

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Tanzano, pero en contraposición con las conclusiones

de las investigaciones Brasilera, Caraqueña e Iraní 9,10,8

A continuación se analiza los datos asentados en el

rotulado de las radiografías, donde se registró 94% con

el primer nombre y primer apellido del paciente en

forma correcta, además 7% presentó el rotulado con

nombre y apellido del paciente de manera incompleta,

debido a no coincidir de forma parcial o total con el

nombre o el apellido del paciente correspondiente.

Solamente, 1% de la muestra carecía de nombre y

apellido.

Del mismo modo, entre los datos de identificación de las

radiografías estudiadas, la edad del paciente estaba ausente

en 76%. La falta de este registro posee múltiples

implicaciones médicas y diagnósticas, dado que las

patologías torácicas pueden presentarse en grupos etarios

específicos, con evolución y pronósticos diferentes. Aun

así, sólo una de cada cuatro radiografías poseía el dato de la

edad en la identificación.

Por otro lado, los datos referentes a la señalización de la

posición del paciente y de la ubicación derecha de la

radiografía, estuvieron ausentes en 100% de la muestra

radiográficas revisadas. Esto dificultaría diagnosticar casos

de situs inversus, síndromes de ocupación pleural por aire o

líquido, lesiones mediastínicas, o establecer pronósticos

médicos determinados. Asimismo en la totalidad de las

radiografías estuvo omitido el nombre de la institución.

Estos resultados no fueron comparados por falta de

literatura que abordara dichos datos de identificación.

Además, la fecha y hora estuvieron rotuladas en sólo

10%. Por el contrario, 86% de la muestra presentó este dato

de forma incompleta, mostrando el dato de la fecha pero

con el registro de la hora ausente. La gran cantidad de

radiografías sin el rotulado de la hora de realización, puede

dificultar el seguimiento y evolución de cuadros patológicos

torácicos, así como la estimación del ritmo de mejoría o

empeoramiento de un paciente determinado.

Por último, una vez discutidos los resultados obtenidos y

de haberlos confrontado con los antecedentes reseñados, se

puede concluir que la calidad de imagen de las radiografías

de tórax de la muestra fue regular, debido principalmente al

bajo cumplimiento de los criterios de calidad relacionados

con el posicionamiento del paciente y, en menor grado, por

errores en la exposición de la película. Más aun, los datos

de identificación principalmente estuvieron ausentes. Estos

hechos están directamente influenciados por el desempeño

profesional del personal radiológico, por consiguiente, una

mayor atención de los parámetros técnicos requeridos

durante la ejecución de las radiografías podría mejorar los

resultados aquí mostrados.

Entre las recomendaciones destacan la de establecer un

programa de control de calidad en el servicio, mediante un

análisis de la tasa de rechazo o repetición de radiografías, o

de otros métodos similares. Además de implementar

programas de entrenamiento y educación continua del

personal técnico radiológico, subrayando los parámetros

técnicos involucrados en la realización de las radiografías,

esto mejoraría la calidad de la atención de los pacientes y

contribuiría a maximizar los recursos económicos de la

institución en equipos, reactivos y material radiográfico.

En consecuencia, se implantarían condiciones

apropiadas para el mejoramiento progresivo de la calidad de

la imagen de las radiografías, disminuyendo dosis de

radiación a pacientes, reduciendo costos, contribuyendo así

a mejorar los diagnósticos y hacer eficientes desde el punto

de vista de Salud Pública.

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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Artículo Original

CAMBIOS ELECTROCARDIOGRÁFICOS PRESENTES EN LOS PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE SÍNDROME METABÓLICO

Carlos E. Medina-Santander, Olga M. Tovar, Griselia Bohorquez, Isabel A. Meza

Decanato de Ciencias de la Salud. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”,

Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. E-mail: [email protected]

RESUMEN El Síndrome Metabólico es una patología que en la actualidad representa un factor de riesgo múltiple para el desarrollo de

enfermedad cardiovascular. Esta investigación tuvo como objetivo determinar los cambios electrocardiográficos presentes en

los pacientes con diagnóstico de Síndrome Metabólico (SM). Se realizó un estudio de corte transversal en el cual fueron

atendidos durante el período julio 2012 a julio de 2013 un total de 95 pacientes en la consulta de atención al paciente con

síndrome metabólico del Ambulatorio Urbano tipo II “Dr. Ramón Gualdrón” de Barquisimeto-Estado Lara, de los cuales solo

veinte (20) cumplieron con los criterios de la ATPIII (Adult treatment Panel III) para el diagnóstico de SM, modificando el

criterio del diámetro de la circunferencia abdominal, de acuerdo a la recomendación para países latinoamericanos establecido

en ≥ 90 cm en hombres y ≥ 80 cm en mujeres. El 80% de los pacientes con SM presentaron electrocardiogramas alterados, el

diagnóstico electrocardiográfico más frecuente fue la isquemia miocardica (81,25%), la alteración electrocardiográfica más

frecuente fue la onda “T” negativa (62,5%). Se concluye que el elevado hallazgo de alteraciones electrocardiográficas

relacionadas con la isquemia miocardica reportado en esta investigación, sugieren una importante relación de éstas con el

síndrome metabólico tal como ha sido reportado por otros investigadores.

Palabras clave: síndrome metabólico, electrocardiograma, riesgo cardiovascular.

ELECTROCARDIOGRAPHIC CHANGES PRESENT IN PATIENTS DIAGNOSED WITH METABOLIC SYNDROME

ABSTRAT Metabolic syndrome is a disease that currently represents a multiple risk factor for developing cardiovascular disease. This

research aimed to determine the electrocardiographic changes present in patients diagnosed with metabolic syndrome (MS).

Cross-sectional study in which they were treated during the period July 2012 to July 2013 a total of 95 patients in the

consultation of patient care with metabolic syndrome Ambulatory Urban type II "was held Dr. Ramón Gualdrón "of

Barquisimeto State Lara, of which only twenty (20) met the criteria of ATPIII (Adult Treatment Panel III) for the diagnosis of

MS, changing the criteria of the diameter of the abdominal circumference, according to the recommendation for Latin

American countries set to ≥ 90 cm in men and ≥ 80 cm in women. 80% of patients with MS had altered electrocardiograms,

the most common ECG diagnosis was myocardial ischemia (81.25%), the most frequent electrocardiographic alteration was

the negative “T” wave (62.5%). It is concluded that the finding of elevated electrocardiographic abnormalities related to

myocardial ischemia reported in this study suggest a significant relationship between these and the metabolic syndrome as has

been reported by other researchers.

Keywords: Metabolic syndrome, electrocardiogram, cardiovascular risk.

Recibido: 13- 09- 2015. Aprobado: 18-11-2015

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INTRODUCCION

El síndrome metabólico (SM) es reconocido en la

actualidad como una condición que eleva la posibilidad

en el futuro de presentar enfermedades

cardiovasculares, en particular la cardiopatía isquémica

y Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2). Está caracterizado

por la presencia de resistencia a la insulina e

hipersinsulinismo compensador, asociado con trastornos

del metabolismo de los carbohidratos y lípidos, cifras

elevadas de presión arterial (PA) y obesidad, los cuales

representan un impacto importante en la

morbimortalidad cardiovascular. (1,2) La

prevalencia del SM varía de acuerdo a la geografía, la

edad, raza, sexo y según la clasificación que se utilice

para su diagnóstico, por ello puede que haya mucha

variabilidad en las prevalencias según los diferentes

estudios.(3,4,5) El estudio WOSCOPS (The West of

Scotland Coronary Prevention Study) uno de los más

amplios en Europa, reporta una prevalencia general del

26,6 %; según el ATP III el 19,1% de población en

Canadá presenta SM.(6,3) En el estudio CARMELA

(Cardiovascular Risk Factor Multiple Evaluation in

Latin America), la prevalencia del SM varió de acuerdo

con las ciudades consideradas, entre el 14% y el 27%.

La prevalencia fue mayor en México DF (27%) y en

Barquisimeto-Venezuela (26%), seguidas por Santiago

de Chile (21%), Bogotá (20%), Lima (18%), Buenos

Aires (17%) y Quito (14%). (7)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1998,

destaca el papel central de la resistencia a la insulina

(RI) en esta patología, la cual es difícil de medir en la

práctica diaria, pero aceptó evidencias indirectas como:

la alteración de la glucosa en ayunas y luego de la carga

oral de glucosa y la DM2. En tal sentido, según los

criterios de la OMS para diagnosticar el SM, el paciente

debe mostrar marcadores de RI, mas dos factores de

riesgo adicional que incluyen: obesidad [medida por el

índice de masa corporal (IMC) y/o relación cintura

cadera], hipertensión arterial (HTA),

hipertrigliceridemia, nivel de lipoproteína de alta

densidad (HDL-c) bajo y microalbuminuria. (8)

En el 2001, el National Colesterol Education Program

(NCEP) Adult treatment Panel III (ATPIII) (9), no hizo

necesaria la demostración directa de la RI, ni obligó la

presencia de un factor único para el diagnóstico; pero en

su lugar estableció la presencia de 3 de 5 factores, que

incluían: obesidad abdominal medida por perímetro

abdominal (circunferencia abdominal > 88 cm en la

mujer y > 102 cm en el hombre), hipertrigliceridemia

(triglicéridos ≥ 150 mg/dl), HDL-c bajo (HDL-c < 50

mg/dl en la mujer y < 40 mg/dl en el hombre) , PA

elevada ≥ 130/85 mmHg (no necesariamente en rango

de hipertensión arterial), glicemia elevada, incluyendo

diabetes melliltus (DM). En la definición original del

2001, el punto de corte de la glicemia para ser criterio

de SM era 110 mg/dl (6.1 mmol/l), pero en el 2004 con

la actualización de la American Diabetes Association

(ADA) se modificó a 100 mg/dl (5.6 mmol/l). (10)

En el 2005, la International Diabetes Foundation (IDF)

publicó sus propios criterios. Este grupo deja como

criterio necesario la obesidad, enfatiza que la mejor

medida es el perímetro abdominal por su alta

correlación con la RI, sumado a dos de los siguientes

criterios: hipertrigliceridemia, HDL-c bajo, PA elevada

≥ 135/85 mmHg, glicemia ≥ 100 mm/dl incluyendo

DM. (11,12) Por otra parte, se reconocen las diferencias

étnicas para la obesidad abdominal, quedando

establecida para países latinoamericanos la

circunferencia abdominal ≥ 90 cm en el

hombre y ≥ 80 cm en la mujer. (8)

Asimismo, en el 2005, la American Heart Associatiion

(AHA) y el National Heart, Lung and Blood Institute

(NHLBI), publicaron sus criterios, muy similares a los

del ATPIII, y para el diagnóstico el paciente debe

cumplir con tres de los cinco criterios: obesidad central

por perímetro abdominal, hipertrigliceridemia o en

tratamiento farmacológico, HDL-c bajo o en

tratamiento farmacológico, PA elevada ≥ 130/85 mmHg

o con antihipertensivos, glicemia basal elevada o en

tratamiento farmacológico para hiperglicemia. (13)

El SM definido en general en base a los criterios del

ATPIII, se asocia a un riesgo de 1,5 – 3 veces mayor de

enfermedad cardiovascular, un riesgo 5 veces mayor de

desarrollar DM2, un mayor riesgo de desarrollar HTA,

una mayor frecuencia de lesiones tempranas en los

órganos blanco tales como: microalbuminuria,

disminución del filtrado glomerular, hipertrofia

ventricular, disfunción diastólica del ventrículo

izquierdo, rigidez arterial y engrosamiento de la pared

de la carótida y aumento en el nivel de los marcadores

de la inflamación.(13,14,15,16)

Un estudio realizado en Chile encontró, que el riesgo

relativo para mortalidad coronaria en pacientes con

síndrome metabólico fue de 3,3 y para mortalidad

cardiovascular fue de 2,8 altamente significativos. (17)

En tal sentido, el incremento en la incidencia de

enfermedad cardiovascular como la cardiopatía

isquémica en los pacientes con síndrome metabólico,

impone la necesidad de realizar el electrocardiograma

(EKG) a todo paciente que cumpla con los criterios para

este síndrome. (18)

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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Cada componente del SM contribuye al aumento del

riesgo de infarto cardiaco, angina de pecho, muerte

súbita y enfermedad cerebral vascular, lo cual

determina un mayor riesgo de enfermedad

cardiovascular. (19,20,21)

El ECG es una herramienta útil para documentar el

Infarto del Miocardio (IM) previo no diagnosticado, la

isquemia miocárdica, una alteración del ritmo cardiaco,

un trastorno de la conducción del impulso eléctrico,

hipertrofia ventricular izquierda, entre otras.(22)

Entre las alteraciones electrocardiográficas

más importantes que se han reportado en los pacientes

con SM están la presencia de ondas de necrosis y

signos de hipertrofia ventricular izquierda.(16) En el

Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA), sobre

anormalidades electrocardiográficas asociadas al SM y

sus componentes, llevado a cabo en seis regiones de

EEUU entre los años 2000 y 2002, se determinó en

todos los grupos étnicos una mayor prevalencia de

anormalidades electrocardiográficas mayores y menores

en pacientes con SM respecto a aquellos sin SM. (23)

Las anormalidades mayores en el

electrocardiograma estuvieron representadas por:

defecto mayor de la conducción ventricular, infarto

miocárdico definitivo (definido por la presencia de la

onda Q mayor), posible infarto miocárdico (definido

por onda q menor/qS mas anormalidades del ST y onda

T negativa), anormalidades aisladas del ST y onda T,

hipertrofia ventricular izquierda, anormalidades de la

conducción aurículo ventricular, prolongación mayor

del QT (QT ≥ 116%), arritmia de marcapaso y otras

arritmias mayores. (23)

Respecto a las anormalidades electrocardiográficas

menores estas incluyeron: onda Q/QS aislada,

anormalidades aisladas del ST y onda T negativa, onda

R elevada, elevación del ST, bloqueo incompleto de

rama, prolongación menor del QT (QTi ≥112%),

intervalo PR corto, desviación del eje a la izquierda,

desviación del eje a la derecha, ectópicos ventriculares

frecuentes y otras arritmias menores. (23)

En otro estudio, llevado a cabo para estimar la

prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y

síndrome metabólico en una población de trabajadores

sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, se

encontraron las siguientes alteraciones

electrocardiográficas: hipertrofia ventricular izquierda,

bradicardia sinusal, hemibloqueo anterior izquierdo y

fluter auricular, con una prevalencia del SM de 25% en

varones y 33,3% en mujeres (24). El alto riesgo de

enfermedad cardiovascular y DM2 que conlleva el SM

destaca la importancia en la detección del riesgo para el

SM en la población y la posibilidad de adoptar medidas

preventivas en estos sujetos.

Esta investigación tuvo como objetivo determinar los

cambios electrocardiográficos presentes en los pacientes

con diagnóstico de Síndrome Metabólico.

PACIENTES Y METODO

Se realizó un estudio de corte transversal en el

cual fueron atendidos durante el período julio 2012 a

julio de 2013, un total de 95 pacientes en la consulta de

atención al paciente con síndrome metabólico del

Ambulatorio Urbano tipo II “Dr. Ramón Gualdrón” de

Barquisimeto – Estado Lara, los cuales consultaron por

síntomas atribuidos al síndrome metabólico tales como

cefalea, mareos, aumento del apetito, cambios en el

peso corporal, aumento de las cifras de tensión arterial,

y alteraciones en el perfil metabólico relacionadas con

variaciones en los niveles de glicemia, colesterol y

triglicéridos a nivel sanguíneo.

Fueron incluidos los pacientes que cumplieron con tres

(3) de los cinco (05) criterios para el diagnóstico de

síndrome metabólico de acuerdo a la definición de la

National Colesterol Education Program (NCEP) Adult

treatment Panel III (ATPIII)(5), modificando el criterio

del diámetro de la circunferencia abdominal, de acuerdo

a la recomendación para países latinoamericanos, que

estableció el diámetro de ≥ 90 cm en hombres y ≥ 80

cm en mujeres(4). Asimismo, se excluyeron aquellos

pacientes con enfermedad conocida de la glándula

tiroides, ingesta de medicamentos esteroideos y

aquellos que no aceptaron ni firmaron el consentimiento

informado.

A todos los pacientes que asistieron a la consulta les fue

solicitado el consentimiento informado para participar

en la investigación, se les explicó el objetivo del

estudio, el procedimiento al cual iban a ser sometidos,

el tratamiento para el control y el valor científico y

social de los resultados.

Del total de 95 pacientes atendidos, veinte (20)

cumplieron con los criterios de la ATPIII para el

diagnóstico de SM conformando la muestra definitiva.

Todos los pacientes tuvieron una edad igual o mayor de

18 años y fueron de ambos sexo; también, les fue

recolectada una muestra de sangre en la mañana

después de un ayuno de 12 horas para las

determinaciones de: Glicemia, colesterol total,

lipoproteína de alta densidad (HDL-c), lipoproteína de

baja densidad (LDL-c) y triglicéridos, todos procesados

a través del método enzimático colorimétrico y se les

realizó un electrocardiograma de reposo de 12

derivaciones. Del mismo modo, fueron tallados y

pesados, y se midió la circunferencia abdominal. Toda

la información anterior fue anotada en una hoja de

registro de datos.

Los electrocardiogramas fueron analizados de acuerdo a

los siguientes criterios electrocardiográficos: (25,26)

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Hipertrofia ventricular izquierda: a) AQRS

mayor a -30°; b) R en AVL mayor de 8 mm;

c) R en D1 mayor de 15 mm; d) R en V5 o V6

mayor de 25 mm; e) S en V1 o V2 mayor de

26 mm; f) Deflexión intrensicoide en V5 o

V6 de 0,045 o más; g) Rotación antihoraria;

h) Índice Sokolow (S en V1 + R en V5) o (S

en V1 + R en V6) mayor de 35 mm; i)

Corazón punta adelante (q1,q2,q3).

Hipertrofia ventricular derecha: a) AQRS

entre +90 y +150 grados: b) Complejos rS o

rs en cara lateral; c) Complejos

predominantemente positivos en AVR y V1-

V2; d) Sumatoria entre R o R ́de V1 o V2 y

S de V5 o V6 es mayor de 11 mm.

Sobrecarga auricular izquierda: a) Onda “p”

prolongada mayor de 10 seg; b) Morfología

en “doble lomo” en V1 con componente

negativo mayor que el positivo.

Sobrecarga auricular derecha: a) Onda “p” de

duración normal; b) Voltaje aumentado (> 2,5

mm) y morfología típica (“p” picuda) en D2,

D3 y AVF, o en D1, D2 y AVL; c) En V1 es

difásica con componente positivo mayor que

el negativo.

Bloqueo de la rama derecha del Haz de His:

a) AQRS normal; b) QRS de duración

prolongada (> 0,10 seg) y de morfología

alterada; complejo rsR´en V1 e inversión del

ST-T en V1 y V2.

Bloqueo de rama izquierda del Haz de His: a)

AQRS desviado a la izquierda; b) QRS de

duración prolongada (> 0,10 seg) y de

morfología alterada; c) ausencia de ondas Q y

S en D1, AVL y V5-V6; d) Melladuras en el

QRS en la fase inicial del complejo; e)

Inversión del ST-T en las derivaciones que

miran a la izquierda (D1, AVL, V5-V6).

Bloqueo del fascículo anterior de la rama

izquierda del Haz de His: a) AQRS a la

izquierda de -30 grados; b) q1S3, S en V5 y

V6; c) Rotación horaria en las precordiales.

Bloqueo del fascículo posterior de la rama

izquierda del Haz de His: a) AQRS a la

derecha de más de 100 grados; b) S1q3, R alta

en DII – DIII; c) Rotación antihoraria en las

precordiales.

Isquemia Miocardica (IM): a) En la fase

hiperaguda supradesnivel del segmento ST

que se evalúa a 2 “cuadritos” del punto J (la

unión entre la onda S y el segmento ST),

ondas T picudas y simétricas, pueden aparecer

además infradesniveles en espejo en las

derivaciones opuestas. Puede aparecer la onda

Q patológica como signo diagnóstico de la

necrosis transmural miocárdica; b) La fase

crónica del IM, ST nivelado con la línea de

base, una onda T negativa y simétrica, una Q

francamente patológica. La fase residual se

manifiesta por ondas Q patológicas o

complejos QS.

Extrasístole ventricular: a) QRS adelantado en

el ciclo; b) No están precedidos de onda “p”;

c) Morfología del QRS diferente al complejo

de base, tienen pausa compensadora.

Extrasístole supraventricular: a) QRS

adelantado; b) QRS de morfología de base

igual o diferente; c) No tiene pausa

compensadora

Extrasístole interpolada: a) No perturba el

ritmo de base; b) No tiene pausa

compensadora; c) El P-R del impulso

postextrasistólico suele ser más largo que el

precedente.

Bradicardia: Frecuencia cardiaca menor de 60

latidos por minuto.

Los datos fueron procesados usando el Programa

Estadístico para Ciencias Sociales (SPSS) versión 15.0

para Windows. Los resultados fueron analizados

utilizando las medidas de frecuencia y porcentaje, y

presentados en tablas y gráficos.

RESULTADOS

La población estudiada quedó conformada por

95 pacientes de ambos sexos, de los cuáles 20 (21,05%)

cumplieron con los criterios de la ATPIII para el

diagnóstico de síndrome metabólico y 75 (78,95%) no

lo presentaron, ver Tabla 1.

En la Tabla 2, se observa que el mayor

porcentaje de pacientes (40%) se encuentra en el grupo

etario correspondiente a 38-47 años de edad.

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TABLA 2

En la Gráfica 1 se observa que el 80% de los pacientes

con diagnóstico de síndrome metabólico fueron mujeres

y el 20% fueron hombres.

TABLA 3

En la Tabla 3, se aprecia que el 80% de los

pacientes con diagnóstico de síndrome metabólico

presentaron alteraciones en el electrocardiograma,

mientras que el 20% restante no tuvo alteraciones.

En la tabla 4 se presentan las alteraciones

electrocardiográficas observadas en los pacientes con

diagnóstico de síndrome metabólico encontrándose que

la presencia de onda T negativa fue la más frecuente

(62,5%), seguidas de: onda q patológica (43,75%), onda

T aplanada (37,5%), AQRS desviado a la izquierda y

RR`en V1 y V2 con el 18.75% cada una. El resto de las

alteraciones presentaron frecuencias más bajas.

Seguidamente en la Tabla 5, se presentan los

diagnósticos electrocardiográficos en los pacientes con

diagnóstico de síndrome metabólico, resultando el más

frecuente la isquemia miocárdica con el 81,25%,

seguido de bloqueo de la subdivisión anterior de la rama

izquierda del Has de His y bloqueo incompleto de la

rama derecha del Has de His con el 18,75% cada uno;

luego, los trastornos de la conducción intraventricular y

bloqueo bifascicular con el 12,5% cada uno. Los otros

diagnósticos representados por: Bloqueo completo de la

rama derecha del Has de His, bloqueo de la subdivisión

posterior de la rama izquierda del Has de His y

sobrecarga auricular izquierda obtuvieron las

frecuencias más bajas (6,25% cada uno).

DISCUSIÓN

El síndrome metabólico representa en la actualidad un

factor de riesgo múltiple para el desarrollo de

enfermedad cardiovascular; así como también, un

mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El

electrocardiograma (EKG) como herramienta de gran

utilidad y de fácil acceso en la gran mayoría de las

consultas de medicina de los centros dispensadores de

salud, permite complementar los datos recogidos en la

historia clínica del paciente para el estudio y

diagnóstico de afectación cardiaca, en particular, en

aquellos enfermos con diagnóstico de síndrome

metabólico (SM) por el riesgo cardiovascular que éste

representa.

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En esta investigación, el 80% de los pacientes con SM

presentaron alteraciones electrocardiográficas entre las

cuáles la más frecuente fue la onda “T” negativa

(62,5%), seguida de onda “q” patológica (43,75%) y la

onda “T” aplanada (37,5%); asimismo, el diagnóstico

electrocardiográfico más frecuente fue isquemia

miocárdica con el 81,25%, seguido de los trastornos de

conducción del impulso eléctrico expresados por el

bloqueo incompleto de la rama derecha del Haz de His

y el bloqueo de la subdivisión anterior de la rama

izquierda del Haz de His con el 18,75% cada uno. Estas

alteraciones electrocardiográficas se correspondieron en

su mayoría, con las señaladas en los resultados del

Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA), en el

cual se estudiaron 6.814 hombres y mujeres de los

cuatro grupos étnicos (38% blancos, 28%

afroamericanos, 22% hispanos y 12% chinos), con edad

comprendida entre 45 y 84 años, demostrando una

asociación estadísticamente significativa del SM con

alteraciones mayores y menores del EKG . (19)

Del mismo modo, desde el punto de vista de las

alteraciones electrocardiográficas, estos resultados

coinciden con los reportados por Brollo,(16) quien

encontró una asociación significativa de enfermedad

coronaria aterosclerótica en pacientes que desarrollaron

síndrome metabólico, evidenciado por frecuentes ondas

de necrosis en el electrocardiograma; pero además,

reportaron también una mayor frecuencia de hipertrofia

ventricular izquierda (HVI); esta última sin embargo, no

fue encontrada en los pacientes estudiados en esta

investigación.

Asimismo, la investigación realizada por Kim, en una

población coreana, en la cual participaron 31.399

sujetos con edad comprendida entre 20 y 89 años de

edad encontró, que el EKG isquémico estuvo asociado

fuertemente con el síndrome metabólico, tal como fue

encontrado en este estudio. Esta asociación fue

independiente de otros factores de riesgo para

enfermedad de arteria coronaria y de los componentes

del SM, la hiperglicemia fue el principal determinante

de riesgo para EKG isquémicos en la población menor

de 40 años, mientras que la HTA lo fue para grupos de

más edad.(27)

Con base a lo anterior se puede concluir, que el elevado

hallazgo de alteraciones electrocardiográficas

relacionadas con la isquemia miocárdica reportado en

esta investigación, sugieren una importante relación de

éstas con el SM, tal como ha sido reconocido por

diferentes autores, con lo cual el SM viene a

representar un mayor riesgo de enfermedad

cardiovascular. (14,15,16,17,27,28)

Agradecimiento: Al Consejo de Desarrollo Científico,

Humanístico y Tecnológico de la Universidad

Centroccidental Lisandro Alvarado de Barquisimeto-

Estado Lara. (CDCHT), por el financiamiento otorgado

a este proyecto, distinguido con el código No. 009-CS-

2012.

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La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso. Louis Pasteur

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Artículo Original

COBERTURA ANTIHEPATITIS B. TRABAJADORES DE SALUD. HOSPITAL CIVIL DE MARACAY. MUNICIPIO GIRARDOT. ARAGUA. 2014

1Tami Fort-Carrizo, 2Ana Pérez-Rodríguez, 3Silvia Suárez-Salazar,

2Ana Rodríguez-Rodríguez, 4Ingrid Fort-La Vitoire.

1Dirección Municipal de Salud del municipio Girardot del estado Aragua.2 SA Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”. 3Corporación de Salud del Estado Aragua (CORPOSALUD), Dirección Municipal de Salud del municipio

Ribas del estado Aragua. E-mail: [email protected]

RESUMEN La infección por hepatitis B es un problema de salud pública, donde según la Organización Panamericana de la Salud,

Venezuela presenta una prevalencia intermedia (2,2 a 8%) y el mayor factor asociado es la exposición ocupacional a

objetos punzocortantes, por lo que los organismos internacionales de salud indican la vacunación. Es de allí que surge esta

investigación que determinó la cobertura de vacunación contra la hepatitis B en trabajadores que laboran en el

ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y Dirección Municipal de Salud Girardot del estado Aragua. Se realizó un estudio no

experimental, de campo, tipo descriptivo, de corte transversal, presentando una población y muestra de 108 trabajadores,

donde el 64% labora en el ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y 36% en la Dirección Municipal de Girardot. Se realizó la

revisión documental para cálculo de cobertura, valoración de tarjetas de vacunación y se aplicó el Registro del Monitoreo

Rápido de Cobertura a cada trabajador de salud. Los principales resultados fueron los siguientes: La Cobertura de

Vacunación verificada fue de 50%, con una Tasa de deserción de vacunación de 14.2% y dentro de los motivos de no

vacunación: 40,7% de los trabajadores refirieron perder la tarjeta, 8,33% “no tiene tiempo” y 0,98% no conoce la vacuna.

El 59% refiere estar vacunado y presentan Tarjeta de Vacunación, 41% refiere haber perdido la Tarjeta. Dentro de las

recomendaciones, se debe reprogramar la vacunación en los trabajadores, implementar estrategias educativas para

fortalecer la promoción de enfermedades prevenibles por vacunas y sensibilizar de esta forma al personal.

Palabras clave: Trabajadores de Salud, Cobertura de vacunación, Esquema de Vacunación, Hepatitis B.

ABSTRAC

HEPATITIS B. COVERAGE OF HEALTH WORKERS. CIVIL HOSPITAL OF MARACAY. GIRARDOT MUNICIPALITY. ARAGUA. 2014.

Hepatitis B infection is a public health problem, which according to the Pan American Health Organization, Venezuela

has an intermediate prevalence (2.2 – 8 percent) and the highest associated factor is occupational exposure to sharp

objects, therefore, international health agencies indicate vaccination. This issue prompted the research that determined the

vaccination coverage against hepatitis B in workers at "Dr. Abbot Ephraim " Outpatient Clinic and Girardot Aragua State

Health Management. A non-experimental study, field, descriptive, cross-section was performed, showing a population

sample of 108 workers, where 64 percent work at "Dr. Abbot Ephraim” Outpatient Clinic and 36 percent in the Girardot

Municipality. They conducted the document review to estimate coverage, assessment of vaccination cards and applied the

registration of rapid monitoring of coverage to each health worker. The main results were as follows: Vaccination

Coverage verified was 50 percent with a dropout rate of vaccination of 14.2 percent and among the reasons for non-

vaccination: 40.7 percent of workers reported losing their cards, 8.33 percent "do not have time" and 0.98 percent don’t

know the vaccine. 59 percent reported being vaccinated and have vaccination card, 41 percent reported having lost the

card. Among the recommendations, a workers vaccination should be rescheduled, implement educational strategies to

strengthen the promotion of vaccine-preventable diseases and thus sensitize staff.

Keywords: healthworkers, vaccination coverage, vaccination scheme, Hepatitis B. Hepatitis B.

Recibido: 17-06-2015. Aprobado: 03-11-2015

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INTRODUCCIÓN

La hepatitis B es una enfermedad viral que afecta al

hígado, es la causa de hasta 80% de los casos de cáncer

hepático en todo el mundo y ocupa el segundo lugar

después del tabaco entre los carcinógenos conocidos1.

El virus de la hepatitis B (VHB) está presente en la

sangre, fluidos y líquidos orgánicos como leche

materna, saliva, semen, orina de las personas portadoras

del virus, tanto si son asintomáticas como si presenten

una infección aguda o crónica, y son estas personas las

que constituyen el foco o reservorio del virus a los

efectos de transmisión2.

La infección por hepatitis B es un serio problema de

salud pública, alrededor de 2.000 millones de personas

a nivel mundial están infectadas por este virus. La

infección crónica es padecida por más de 240 millones,

muriendo cada año, unas 500.000 a 700.000 personas,

como consecuencia de estar infectados por el VHB3.

Según datos aportados por la Organización

Panamericana de la Salud, la prevalencia en Estados

Unidos, Canadá, Europa Occidental, Australia y Nueva

Zelanda es baja (0,2 a 0,9%). Para Japón, Europa

Oriental, Mediterráneo, Asia Central, y Medio Oriente

presentan prevalencia intermedia (de 2 a7%). En cuanto

al sudeste de Asia, China, África Subsahariana y

Esquimales de Alaska, se observa una prevalencia alta

(8 a 20%)1.

En el patrón geográfico de Latinoamérica se observa

prevalencia baja (0,3 a 2%) en la Región Caribeña

como Bahamas, Barbados, Cuba, Jamaica Trinidad y

Tobago, Granada y Martinica. Igualmente, en América

Central Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Panamá;

en América del Norte México, en América del Sur

Argentina, Bolivia, Brasil (sur), Chile, Ecuador,

Paraguay y Uruguay. La Prevalencia intermedia (2,2 a

8%) se observa en la Región Caribeña como Haití y

República Dominicana, en América Central Guatemala

y Honduras; y en América del Sur en Colombia, Perú,

Surinam, Venezuela y el norte de Brasil. La

Prevalencia alta (> a 10%) en América del Sur en la

Cuenca del Amazonas con Brasil, Colombia, Perú y

Venezuela1, 2.

Venezuela es identificada como área de endemicidad de

intermedia a alta por la Organización Mundial de la

Salud, presentándose la enfermedad es en forma de

endemia, con prevalencia de 2-8%, con focos de alta

endemicidad en los estados Zulia, Barinas, Amazonas y

Delta Amacuro; siendo más afectadas las comunidades

indígenas, como la Etnia Yukpa del estado Zulia. Otros

estados afectados son Apure, Mérida, Lara, Vargas,

Táchira, Aragua, Guárico, Trujillo, y Yaracuy, que

reportan prevalencia mayor que el promedio de todo el

país4.

La exposición ocupacional a situaciones que pueden

causar enfermedad severa y muerte, del personal de

salud en los países en desarrollo, está estimada en 90%5.

De acuerdo a cifras reportadas por la Organización

Mundial de la Salud6, dos millones de trabajadores de

la salud en el mundo han experimentado exposición

percutánea a enfermedades infecciosas anualmente,

encontrándose que 52% de ellos han adquirido

infecciones con el VHB. Entre las enfermedades

prevenibles por vacuna, la infección por el VHB

representa el mayor riesgo de infección para el personal

de salud que está expuesto al contacto con sangre,

fluidos corporales y material corto-punzante.

El VHB presenta estabilidad relativa en el medio

externo, permaneciendo viable aproximadamente siete

días sobre superficies expuestas a temperatura

ambiente, toda persona susceptible y expuesta a él, por

ejemplo, personal de salud con riesgo de un pinchazo de

aguja infectada con el virus, tiene de 23-62% de

contraer la infección. Los riesgos pueden ser reducidos

con la adecuada intervención en el menor tiempo

posible postexposición. Sin embargo, la recomendación

fundamental es que todo personal sanitario debe recibir

la vacuna contra el virus (si no fue vacunado en la

infancia) y una capacitación previa antes de tomar el

empleo7.

Desde 1949, la hepatitis viral ha sido reconocida como

un riesgo ocupacional en trabajadores de salud que

están frecuentemente expuestos a productos sanguíneos

y sus derivados. Los casos inicialmente reportados de

hepatitis en trabajadores de salud como enfermedad

ocupacional fueron confirmados por medio de

vigilancia de hepatitis clínicas, investigación de

epidemias, y pruebas serológicas para el VHB (estudios

de seroprevalencia)8.

La vacuna contra la hepatitis B es el principal pilar de la

prevención de esa enfermedad. La inmunización

universal de rutina, y la vacunación a los trabajadores

de salud expuestos a la sangre u otras secreciones

corporales se encuentra entre las principales estrategias

de control para prevenir la transmisión del VHB1. En

este sentido, se hace necesario conocer el estado de

vulnerabilidad de los trabajadores en el campo de la

salud en cuanto a protección vacunal.

Cualquier trabajador que esté en contacto con agujas o

cualquier instrumento cortopunzante corre el riesgo de

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lesionarse y entre ellos se incluye el personal de

enfermería, los trabajadores de laboratorio, los médicos,

odontólogos y los empleados de la limpieza. En esta

investigación se determinó la Cobertura de Vacunación

Antihepatitis B en los trabajadores de salud del

ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y coordinaciones de:

Toxicología, Inmunología, Dermatología e Infecciones

de Transmisión Sexual (ITS) de la Dirección Municipal

de Salud (DMS) del municipio Girardot, estado Aragua,

además se calculó la Tasa de Abandono del esquema de

vacunación y se identificaron los motivos de la “No

vacunación”. Estuvo dirigido al personal de las áreas:

médica, laboratorio, odontología, enfermería y

saneamiento. La situación de Cobertura de Vacunación

Antihepatitis B en este grupo no está determinada, por

lo que el grado de protección o vulnerabilidad en

términos de protección vacunal se desconoce.

Epidemiología Municipal del Municipio Girardot

(EMMG), notifica que en cuanto a la frecuencia de

accidentes laborales, el año 2014 cerró con un promedio

de siete accidentes semanales para todo el Municipio;

de los cuales 90% son de tipo percutáneo.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se trata de una investigación, no experimental, de tipo

descriptivo, de corte transversal. Se llevó a cabo durante

el año 2014. La población objeto de esta investigación

fue el total de los 108 trabajadores que laboran en áreas

clínicas y que tienen exposición a sangre y fluidos

orgánicos, en el ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y

coordinaciones de la DMS del municipio Girardot del

estado Aragua, Venezuela.

Para esta investigación se realizó la revisión y

valoración de tarjetas de vacunación (Anexo 1) y se

aplicó el Registro del Monitoreo Rápido de Cobertura

(MRC) (Anexo 2) a cada trabajador de salud. El MRC

contiene datos de establecimiento de salud donde

laboran los trabajadores, Parroquia a la que pertenecen,

grupo etario, vacunas aplicadas, numero de dosis, y

razones que aduce para “No vacunación”. A dicho

instrumento se le agregaron las variables edad, área

laboral, sexo y tenencia tarjeta de vacunación, datos

sobre los cuales se les consultó a los encuestados. La

encuesta se aplicó a personal sanitario activo, fijo o

contratado que labora en el ambulatorio “Dr. Efraín

Abad” y las coordinaciones de salud, y que por su

actividad clínica se consideran en exposición y riesgo

de adquirir y transmitir infección por el VHB. No están

incluidos en este estudio, personal de salud que laboran

en área clínica, que para el momento de la entrevista, se

encontraban ausentes por reposo médico, vacaciones, o

permisos. La información utilizada conservó los

lineamientos de los principios bioéticos para su

obtención. Se requirió de cada trabajador de salud el

consentimiento informado previo a la aplicación de la

encuesta de cobertura. Se guardó el carácter

confidencial entre el trabajador y la persona que realizó

la encuesta.

Se evaluó la tenencia de la tarjeta de vacunación. Luego

se procedió a determinar los indicadores de vacunación.

La Cobertura de Inmunización se obtuvo aplicando la

fórmula siguiente (OMS):

Se calculó, obteniendo el número de terceras dosis

aplicadas (tomando en cuenta la evidencia en la tarjeta

de vacunación de terceras dosis de Antihepatitis B), lo

que constituyó el numerador y como denominador el

número total de trabajadores de salud de los

establecimientos según censo de nómina, esto permitió

medir la proporción de trabajadores que han recibido la

vacunación completa de Antihepatitis B, y que por

consiguiente se consideran protegidos (tres dosis). Así

mismo los que refirieron estar vacunados pero no

presentaron tarjeta o carnet de vacunación se

consideraron como no vacunados. El porcentaje de

cobertura pudo determinarse y calificarse en base a las

coberturas recomendadas por la OMS, para la vacuna

Antihepatitis B en adultos, la cual debe ser igual o

mayor a 95%.

La Tasa de Abandono (TA), es un indicador de

seguimiento, que permite saber cuántos individuos

luego de iniciado el esquema Antihepatitis B. no han

regresado al establecimiento o al Servicio de

Inmunizaciones para completar las dosis necesarias para

ser protegidos. Cuya interpretación está basada en la

escala propuesta por la OPS (Anexo 3) y se obtiene

aplicando la fórmula:

La TA se calculó, obteniendo el número de primeras

dosis y terceras dosis aplicadas, tomando en cuenta la

evidencia en la tarjeta de vacunación, primeras y

terceras dosis de Antihepatitis B, lo que constituyó el

numerador y como denominador el número de

trabajadores con primeras dosis aplicadas, esto permitió

medir la proporción de trabajadores que han iniciado el

esquema y luego han regresado al servicio de

inmunizaciones para completarlo. Se calculó solo para

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el grupo que presentó tarjeta de vacunación. Los

motivos de la “no vacunación” por parte de los

trabajadores en estudio con esquema incompleto, fueron

obtenidos a través de la encuesta, clasificados,

tabulados y cuantificados.

Los datos arrojados por la encuesta aplicada

(distribución de las variables como sexo, edad y área

laboral del grupo en estudio), se ordenaron y

codificaron en una base de datos, utilizando para ello

programa de Microsoft® Excel 2007, que permitió el

cálculo de estadísticos como Porcentaje de Cobertura de

Vacunación, Tasa de Abandono o Deserción de la

Vacunación, Promedios, Mediana, Moda y Desviación

Estándar. Las variables sexo, edad, y área laboral (área

clínica donde cumple las funciones el trabajador), al

igual que los indicadores como Tasa de Abandono,

Cobertura de Vacunación y motivo de la “no

vacunación” fueron representadas según su frecuencia

en forma de tablas. Los datos se expresan en cifras

porcentuales.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se trata de una población de 108 trabajadores de salud

que laboran en áreas clínicas del antiguo “Hospital

Civil” sede actual de la Dirección Municipal de Salud y

del Ambulatorio “Dr. Efraín Abad”, perteneciente al

municipio Girardot del estado Aragua. En la población

de trabajadores de salud estudiada, el área clínica de

Enfermería presenta el mayor porcentaje de la

población en estudio con 35% (n=38). El área médica es

la que aporta mayor número de individuos del sexo

masculino (n=8). Es un grupo de predominio femenino

(88%, n=95), con índice de masculinidad de 13.6

hombres por cada 100 mujeres. Estos resultados se

diferencian de los obtenidos en estudios realizados por

otros investigadores9,10,11, donde se observó la

feminización de la población con indices de

masculinidad de 49.3, 30.3 y 21.7 respectivamente.

Los resultados evidencian alta variabilidad de grupos de

edad, con una población estructuralmente madura. Con

rango de 23 a 60 años, donde la edad promedio del

grupo es de 43 años, la desviación estandar de 8.8,

Mediana y Moda de 44. El mayor porcentaje de

población se ubica en el grupo de 40 a 49 años de edad

39% (n= 42), sin embargo, los grupos de 18 a 28 y de

29 a 39 años, suman 33.3% (n=36) lo cual supera al

número de la población de 50 a 60 años que es de 28%

(n=30), expresando esto un remplazo positivo de la

población laboral (Tablas 1, 2 y 3).

Con relación a la Tenencia de la Tarjeta de Vacunación

(Tabla 4), los resultados evidencian que 59,3% (n=64)

de los trabajadores en estudio presentaron Tarjeta de

vacunación, de los cuales, 54 reflejan esquema de

vacunación completo con Antihepatitis B, lo que

representa el 50% del total de los trabajadores en

estudio, mientras que los 10 trabajadores restantes con

tarjeta de vacunación presentaron vacunación

incompleta (9,3%). Así mismo, 40,7% (n=44) no

presentaron la Tarjeta, este resultado supera al obtenido

en un estudio realizado en el estado Cojedes en 201011,

en el cual 29% de los trabajadores estudiados, no

presentó la Tarjeta de vacunación.

Los resultados mostrados en la Tabla 5, evidencian que

50% (54/108) de la población investigada, concluyeron

el esquema de vacunación (tres dosis), lo cual muestra

una cobertura por debajo de las recomendaciones de los

organismos nacionales e internacionales para el control

y la eliminación de la enfermedad. Sin embargo, con

este resultado se mostró que la cobertura alcanzada, está

por encima de la de otros grupos estudiados9,10,11,12. Las

bajas coberturas son un hallazgo común en otros

trabajos de investigación, en los que se ha encontrado

que solo 5.5%9, 23,7%10, 30,9%11 y 33.07%12, de los

trabajadores de las salud estudiados para el momento de

la investigación, cumplió con el criterio de esquema de

vacunación completo.

En cuanto a la cobertura de vacuna Antihepatitis B en

terceras dosis, por área laboral en los trabajadores de

salud encuestados en este estudio (Tabla 6), se observan

tres áreas en las que se cumplió el esquema de

vacunación en más de 50%. En el área de Enfermería se

observó la mayor cobertura (63,2%), seguido por el área

Médica (57,1%), luego le sigue el área de saneamiento

(52,9%), lo que orienta a las investigadoras a que existe

una mayor sensibilización de parte de este personal a la

vacunación. Se observó también que existen coberturas

de vacunación internas por debajo de 50%, como se

evidencia en el área de laboratorio y odontología.

Aunque los porcentajes de cobertura por área laboral en

general son bajos, se pudo constatar que el

comportamiento según área es diferente y orienta acerca

de cuáles servicios tienen prioridad de abordaje en las

acciones de vacunación y promoción para concientizar

en cuanto a la importancia de la vacunación, para el

aumento de las coberturas, especialmente el área de

laboratorio, cuya cobertura estuvo en 19,0%. Es de

hacer notar que aunque la Cobertura de la Vacuna

Antihepatitis B, en los trabajadores del ambulatorio Dr.

Efraín Abad y las coordinaciones de la DMS del

municipio Girardot se observaron por debajo de la

cobertura óptima, se encuentra dentro del límite de la

dosis efectiva de inmunización, puesto que el nivel útil

de inmunización es la proporción de vacunados

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necesaria para evitar el riesgo epidémico y va de 50% a

80%13.

Tasa de Abandono (TA) de vacunación en los

trabajadores del ambulatorio “Dr. Efraín Abad”

y coordinaciones de DMS Girardot del estado

Aragua. 2014

Con base a la revisión de Tarjetas de Vacunación de los

trabajadores bajo estudio, se observó que el número de

dosis de Antihepatitis B administradas en los

trabajadores fue la siguiente: primeras dosis (n=63),

segundas dosis (n=60) y terceras dosis (n=54), al

número de “Primeras dosis de Antihepatitis B”, se le

restó el número de terceras dosis (n=54), para un

resultado de (n=9), que dividido entre el denominador

“Primeras dosis de Antihepatitis B” (n=63) y

multiplicado por 100 (factor de corrección), arrojó

como resultado 14.2% de Tasa de abandono, la cual se

puede calificar como “Alta”, basado en la Escala

establecida por la OPS (Anexo 3). Lo que significa que

de cada 100 trabajadores que inician el esquema de

vacuna Antihepatitis B, 14.2 no vuelven al servicio de

inmunizaciones para completar la tercera dosis. Sin

embargo, al comparar con el estudio de Camacho11, se

observa como resultado una Tasa de Deserción de 48,3

la cual se califica como una tasa “exageradamente alta”,

considerablemente mayor a la obtenida en esta

investigación. El resultado obtenido en el presente

estudio permitió conocer el riesgo al “no retorno” de los

trabajadores que inician la vacunación para completar

esquema de vacunación. Esta situación hace que

aumente la acumulación de “no vacunados” y por tanto

aumenta la vulnerabilidad del grupo ante el contagio.

En la Tabla 7, se indica lo respondido por los 54

trabajadores (50%) que tienen esquema incompleto o

ausencia del mismo, destacándose que los que no

presentaron Tarjeta de Vacunación se toman como no

vacunados, es decir, ausencia de esquema de

vacunación con Antihepatitis B. Al consultárseles el

“motivo de la no vacunación”, nueve (8,33%)

respondieron que “no tiene tiempo” y uno (0,93%)

respondió que “no conoce la vacuna”. La mayoría de

los consultados (n=44; 40,7%) no mostraron Tarjeta de

Vacunación, observándose que en ese grupo, los

argumentos expuestos para la “no vacunación” fueron

“dolor” (n=12; 22,2%) o por “contraindicación” (n=4;

7,0%). El resultado indica que el dolor constituyó el

principal motivo para la “no vacunación” en este

estudio, difiriendo a lo obtenido por Camacho11, quien

encontró como principal motivo de no vacunación el

“no conoce la vacuna” (22,4%). Igualmente, en el

estudio realizado en Tinaquillo, estado Cojedes11, se

observó que 29,4% de los trabajadores encuestados

dijeron “estar vacunados, pero perdieron la Tarjeta de

Vacunación”.

Según los encuestados los motivos de “no vacunación”

no están referidos al Servicio de Inmunizaciones, sin

embargo, se puede afirmar que la buena atención, la

promoción e información sobre las vacunas y sus

beneficios en el momento de la aplicación del producto,

son estrategias para aumentar el retorno al Servicio.

Gracias a la presente investigación se observaron

debilidades en cuanto a la conservación del

comprobante o Tarjeta de Vacunación en el grupo en

estudio, haciéndose necesario promover en el trabajador

el hábito de conservarla y recalcar la importancia que

tiene como documento de interés personal e

institucional, en cuanto a su propia seguridad.

Es necesario aumentar la Cobertura de Vacunación del

grupo en estudio ya que cuando la inmunidad de grupo

alcanza un efectivo nivel de cobertura, se interrumpe la

cadena de transmisión y se hace posible el control y

hasta la eliminación de la enfermedad.

Como se ha demostrado desde el punto de vista

epidemiológico, el comportamiento de la infección por

el VHB en los trabajadores de salud en atención al

contagio nosocomial, dependerá de la Cobertura de

Vacunación, ya que por medio del incremento de

cobertura se puede reducir el riesgo de adquirir la

infección por el VHB. Se debe ofrecer y promover la

vacunación en el grupo de trabajadores de salud y

mejorar el control y seguimiento con el fin de buscar

reducir la tasa de abandono. Tanto los trabajadores de

salud que habiendo iniciado la vacunación no vuelve

al servicio a dar continuidad al esquema, como aquellos

trabajadores que no han tenido contacto con la vacuna,

constituyen un grupo de trabajadores no vacunados, lo

cual representa un acumulado de susceptibles que estará

en posible contacto con un caso y aumenta el riesgo de

infección y vulnerabilidad del grupo ante el contagio.

Se hace necesario superar la falla programática,

implementando talleres de información y promoción de

las enfermedades prevenibles por vacuna, como

estrategia para sensibilizar al personal, y fortalecer una

cultura de buena atención en los servicios, todo con el

fin de reducir la tasa de abandono, incrementar las

Coberturas de Vacunación, e incentivar la conservación

de la Tarjeta de Vacunación.

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Artículo Original

ANÁLISIS DE LA TRANSICIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE LA POBLACIÓN EN EL ESTADO LARA DESDE 1950 A 2011 Y SU PROYECCION AL 2020.

Jesús Orlando Mantilla Chico .Programa Desarrollo Humano, Decanto de Experimental de Humanidades y Artes,

Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Barquisimeto, estado Lara. E mail: [email protected]

RESUMEN

La transición epidemiológica es el proceso de cambio en los patrones de mortalidad por causas y grupos de edad en la

población. Con el objetivo de analizar dicha transición en el estado Lara desde 1950 a 2011 y su proyección al 2020, se

realizó un estudio descriptivo longitudinal de tendencia. Entre los resultados obtenidos, se observó como la población se

incrementó de 1950 al 2011, produciéndose un descenso del crecimiento anual medio en los últimos períodos

intercensales, consecuencia de la disminución de la tasa general de natalidad. Aunado a lo anterior, el descenso de la tasa

general de mortalidad, generó el envejecimiento de la población. Por otro lado, la tasa mortalidad por edad pasó de ser

predominante en los primeros años de vida en 1950 a una mortalidad dominada por los adultos mayores en el 2011. En

cuanto, a la mortalidad por causas, la enfermedades no transmisibles desplazan a las transmisibles, nutricionales y

maternas, pero con la persistencia en la actualidad de patologías de origen infeccioso, así como, el aumento continuo de

defunciones por causas externas, lo que obliga a modificar la teoría original de Omran2 y caracterizar el proceso que se

presenta en el estado Lara, como un modelo de transición prolongado y focalizado. Por último se proyectó la población y

la mortalidad general y por causas, para el resto de la década, estimándose un comportamiento similar a la actual, con

excepción de la tasa general de mortalidad que tendrá una leve tendencia al aumento, producto del envejecimiento

demográfico.

Palabras clave: Epidemiología, Demografía, Transición Epidemiológica

ANALYSIS OF EPIDEMIOLOGICAL TRANSITION OF THE POPULATION IN THE LARASTATE

FROM 1950 TO 2011 AND PROJECTION TO 2020

ABSTRACT

The epidemiological transition is defined as the process of change in the patterns of mortality by causes and age groups in

the population. With the aim to analyze the epidemiological transition in The State of Lara population in the period 1950-

2011 and their projection until 2020, a longitudinal descriptive study of tendency was performed. Among the results

obtained, it was observed as the population increased from 1950 to 2011, showing a decrease of average annual growth in

the intercensal period from 1981 to 1990, until the last year. This arises from the decrease in birth general rate. Added to

this, the decline in overall mortality rate, generated the aging population. On the other hand the mortality rate by age went

from being predominant in the first years of life in 1950 to a mortality dominated by seniors in 2011. With regard to

mortality causes, non-communicable diseases displace maternal and nutrition communicable diseases, but with the

persistence at the present of pathologies of infectious origin, as well as the continued increase in deaths from external

causes, forcing to modify the original theory of Omran2 and characterize the process that occurs in The State of Lara, as a

model of prolonged and focused transition. Finally the population, birth and general mortality and causes, for the rest of

the decade was projected being found a similar trend in the actuality, except for the general mortality rate which will have

a slight tendency to increase product of demographic aging.

Keywords: Epidemiology, Demography, Epidemiological Transition

Recibido: 17-07-2015. Aprobado: 03-11-2015

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INTRODUCCIÓN

El estudio de la dinámica poblacional ha sido

tradicionalmente el campo de acción de la Demografía,

haciendo uso de las variables que integran la ecuación

compensadora: natalidad, mortalidad y migración. Por

otra parte, las defunciones, la fecundidad, el tamaño, la

composición por grupo de edad y la distribución de la

población son también objeto de estudio de la

epidemiología. Esto expresa la estrecha relación entre

las dos disciplinas.

En la sociedad actual se produce un doble proceso en la

dinámica de la población, la transición demográfica y la

transición epidemiológica. La primera está

caracterizada por la disminución en los niveles de

mortalidad y posteriormente los de fecundidad1. La

transición epidemiológica, término propuesto por el

epidemiólogo egipcio naturalizado norteamericano

Omran2, considera en primer lugar, el descenso de las

defunciones originada por causas infecciosas y

carenciales, las cuales están asociadas a la pobreza, y en

segundo lugar el aumento de las muertes debidas a

enfermedades crónicas degenerativas y de las mentales.

En consecuencia, el mayor número de defunciones se

traslada de los grupos más jóvenes a los de mayor edad.

Por otro lado, las etapas que caracterizan la

transición demográfica varían según las regiones debido

a diferencias en el inicio y el tiempo de desarrollo3. En

Europa, el proceso se inició con la consolidación de la

Revolución Industrial y el paso por las diferentes

etapas de esta transición fue lento. En cambio, en

América Latina, la reducción de la mortalidad y la

posterior disminución de la fecundidad tienen su origen

en la mayoría de los países a mediados del siglo pasado,

con una evolución muy rápida producto de los avances

tecnológicos. Por supuesto, existen diferencias entre los

países Latinoamericanos, donde el proceso de inició

estuvo ligado a sus condiciones socioeconómicas.

Ahora bien, la transición epidemiológica evidencia el

proceso transicional de la población. El contexto que da

inicio al descenso en la mortalidad, está relacionado con

la modernización de la sociedad, sobre todo en los

aspectos concernientes al mejoramiento de la salud:

acceso masivo a los servicios, avance tecnológico,

educación y promoción de la salud y el mejoramiento

de las condiciones ambientales4. Al estudiar los

cambios en la mortalidad, Omran2 describió en principio

tres etapas bien definidas para los países europeos: la

etapa de pestilencia y hambruna, la etapa de descenso y

desaparición de las pandemias y la etapa de las

enfermedades degenerativas y producidas por el

hombre.

Sin embargo, en América Latina el proceso de

transición epidemiológica ha generado

comportamientos diferentes al europeo5. Es más

compleja, debido a que en las últimas décadas han

resurgido tanto en áreas rurales como urbanas,

enfermedades infecciosas relacionadas con la pobreza,

el hacinamiento, el deterioro de los servicios públicos y

la falta de acciones preventivas.

Hoy en día, Venezuela se encuentra en plena transición

epidemiológica y el estado Lara no escapa de dicho

proceso, pero con algunas modificaciones. Con la

finalidad de comprender el proceso demográfico y

epidemiológico del estado Lara en el pasado, presente y

futuro, se realizó este trabajo.

MATERIALES Y MÉTODO

La presente investigación se ubica dentro de la

modalidad cuantitativa y el tipo de estudio se enmarca

en una investigación descriptiva longitudinal de

tendencia. Los datos utilizados en este trabajo se

obtuvieron de fuentes secundarias de información y se

registraron en instrumentos tipo fichas de recolección,

iniciando en el año 1950, debido a la disponibilidad de

los datos de mortalidad por causas. El primer

instrumento recopila la población por grupo de edades

en el estado Lara desde el año 1950 al 2011

correspondiente a los años censales y permitió

caracterizar la evolución de la población, realizar la

proyección anual y servir en el cálculo de indicadores

demográficos y epidemiológicos.

Para la mortalidad se utilizaron las fichas de mortalidad

por causas y grupos de edad en el estado Lara para el

período 1950 al 2011, correspondiente a los años

censales, permitiendo caracterizar la mortalidad por

edad, sexo y causas. Se construyó otra ficha con la

mortalidad por años, con el objetivo de construir las

series temporales y proyectar su comportamiento hasta

el 2020.

Por último, se utilizó un instrumento nacidos vivos

desde 1950 al 2011 en el estado Lara con la finalidad

de identificar el comportamiento de la natalidad en el

período.

Se utilizó como fuente las publicaciones censales del

Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y los Anuarios

de Epidemiología y Estadística Vital del Ministerio del

Poder Popular para la Salud (MPPS).

En la categorización de las causas de mortalidad se

utilizó la Clasificación Internacional de Enfermedades

(CIE). Para ello, se consideraron los tres grupos

definidos por Salomón, citado por Di Cesari6 para la

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CIE-9 y 10 y para las CIE-6 a la 8, los grupos

propuestos por Janssen7.

Los datos obtenidos con dichas tablas se procesaron en

Microsoft Excel 2007. La información de mortalidad y

la población en los años censales sirvieron para calcular

las tasas de mortalidad por causas y edad aglomerando

la mortalidad por grandes grupos. Se elaboraron

gráficos para simplificar la descripción y el análisis de

la información del comportamiento de la mortalidad en

los diferentes años.

La información utilizada para estimación y proyección

de los datos de mortalidad al año 2020, se procesaron en

el programa Statiscal Package for Social Sciences

(SPSS)8 para Windows versión 15.0 y se trabajó con la

opción para series temporales, la cual permite además,

detectar automáticamente los valores atípicos producto

de un mal registro y estimar si hiciera falta, datos

faltantes en el registro. El modelo escogido fue el de

suavizado exponencial no estacional, debido a que los

datos se encuentran agrupados por años.

Se hizo necesario estimar de la población anual entre

los censos de 1950 a 2011 por no estar publicada y para

ello, utilizó método aritmético por tratarse de períodos

entre censos. Sin embargo, para la proyección de la

población hasta el 2020, los métodos matemáticos que

utiliza el Instituto Nacional de Estadística presentan

limitaciones, por cuanto se requería hacer las

proyecciones por edad y en períodos largos de tiempo.

Se utilizó el método de componentes, el cual permite

proyectar la estructura por grupo de edades de la

población y por más de cinco años, desagregando el

crecimiento poblacional en los elementos básico de la

ecuación compensadora: natalidad, mortalidad y

migración.

Sin embargo, para la adecuada aplicación se requieren

datos precisos de los componentes demográficos, dentro

de los cuales la migración suele ser omitida por no

contarse con fuentes confiables. Es por ello, que el

movimiento de la población utilizado en toda la

proyección, fue la proporcionada por el Censo del 2011

y se mantuvo constante, presumiendo de esta manera

que las fuerzas migratorias se mantendrán con el mismo

comportamiento hasta el 2020. Otra característica

importante del método, es que las proyecciones son

realizadas a mitad de año. Es por eso, que se debe

trasladar las poblaciones censales, al 01 de julio de los

años respectivos. Por último, se procedió a introducir

los datos de fecundidad, esperanza de vida y migración,

para proyectar la población con el Software DemProj

versión 4, que forma parte del Sistema de Modelos de

Políticas Spectrum9.

Posteriormente, se analizó el comportamiento en el

tiempo de las variables en estudio, así como, las

proyecciones que se realizaron, mediante la utilización

de indicadores demográficos y epidemiológicos.

RESULTADOS

Con el propósito de ordenar la información, los

resultados de la investigación se presentan de la

siguiente manera: comportamiento de la población total

y por grandes grupos de edad, la natalidad para los años

censales, el comportamiento de la mortalidad general y

específica por causas, edad y sexo.

Crecimiento de la población

El tamaño de la población es de importancia en los

estudios de Salud Pública por permitir programar

estrategias en el logro de una sociedad saludable. En el

gráfico 1 se observa como a lo largo del tiempo la

población de la entidad presentó un ascenso durante

todo el período estudiado, pasando de 368.169

habitantes registrados en el Censo de 1950 a 1.774.867

en el Censo de 2011. La forma logística de la curva de

crecimiento permite deducir que este crecimiento fue

más acelerado a medida que transcurren los años.

Sin embargo, a partir de principios del siglo XXI, la

curva sufre un pequeño quiebre de tal manera que el

alto crecimiento que venía presentando desde el

principio del período, comienza a disminuir en

intensidad. Dicha tendencia persiste en la proyección

hasta el 2020 donde se estima alcanza una población de

2.066.916 habitantes.

Esta situación se visualiza al apilar a los habitantes por

grandes grupos de edades, representadas en el cuadro 1

donde se observa, como el grupo de 0 a 14 años

denominados jóvenes, aumenta sus valores porcentuales

de 42,52%. en 1950 hasta 46,95% en 1961. A partir de

ese año comienza a disminuir continuamente hasta

alcanzar un valor de 26,94% en el 2011. Dicho

descenso es tan importante, que es el único grupo

durante todo el período que presenta un crecimiento

negativo en valores absolutos entre censos, tal como lo

indican los valores entre el censo del 2001 donde los

menores de 15 años eran 511,783 habitantes y para el

censo posterior del 2011 se empadronaron 478.217

personas, es decir 33.566 jóvenes menos que el año

2001.

Al contrario, la personas de 15 a 64 años, conocida

como población adulta o demográficamente económica,

presentan un descenso porcentual continuo entre el año

1950 cuando alcanzó un 54,91% hasta alcanzar en 1971

el 49,90%. Sin embargo, para el censo de 1981

comienza su ascenso de 54,42%, representando para el

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año 2011 el 66,90% correspondiente al máximo valor

en el período. Por lo que, se deduce que el

comportamiento del grupo de jóvenes y adultos

presentan tendencias opuestas en su crecimiento.

Con respecto a la población de 65 años y más,

denominada adulto mayor, el crecimiento es constante

durante todo el período, reflejando de esta manera el

incremento de la esperanza de vida, durante todo el

lapso de tiempo en estudio.

Al comparar la población joven del 2020, se tiene que

continuará descendiendo sus valores porcentuales al

pasar n 26,94% en el 2001 a 24,93% en la estimación

del 2020. Por otro lado, la población adulta

comprendida entre los 15 y 64 años aumentara de

66,90% en el 2011, hasta el 67,76% en el 2020,

mientras la población adulta mayor, es decir los de 65 y

más años también se incrementará de un 6,16% en el

2011 hasta un 7,31% en el 2020.

Natalidad

De las variables que conforman la ecuación

compensadora de la población, la natalidad es la

responsable de introducir mayores cambios en la

estructura por edad, de allí, la necesidad de estudiar su

comportamiento. Tal como se muestra en el gráfico 2, la

natalidad asciende entre 1950 y 1961 cuando alcanza su

máximo valor en el período (46,71 nacidos vivos

registrados por cada mil habitantes).

A partir de 1961, comienza un descenso sostenido de la

tasa de natalidad, pasando de 39,14 en 1971 hasta llegar

a 19,05 en 2011.

Mortalidad general y específica por causas

La tasa de mortalidad general a lo largo del período de

estudio muestra un continuo descenso, iniciando con

13,18 muertes por cada mil habitantes en 1950 hasta

reducirse a 4,31 en 1993, año en el que se registra el

valor más bajo. A partir de allí los valores de la tasa de

mortalidad presentan un comportamiento errático con

valores que oscilan entre 4,44 defunciones por cada mil

habitantes en 1998 hasta alcanzar el valor de 5,00 en el

2011. Esta tendencia a la estabilización donde,

inclusive se observa un discreto aumento en el último

año, le confiere a la curva forma de parábola asintótica,

tal como se observa en el gráfico 3. Dicha propensión

se mantendrá hasta el 2020 cuando alcanzará una tasa

de 5,11 muertes por cada mil habitantes.

El rápido descenso de la mortalidad se logró mediante

el control de las defunciones por causas de origen

infeccioso, mientras las de origen no infeccioso

comienzan ascender, tal como lo muestra el gráfico 4,

donde se muestra la mortalidad por grandes causas. La

mortalidad por enfermedades de origen transmisibles,

materna y nutricionales, disminuyen desde 1950 cuya

tasa fue de 216,32 muertes por cada cien mil habitantes

a 173,35 en 1961. A partir de allí, comienza el ascenso

hasta 248,18 en el 1972, para descender nuevamente de

manera continua hasta alcanzar un valor de 59,22 en el

2007.

Por otro lado, la mortalidad por causas no transmisibles

se mantuvo oscilante sin mostrar ninguna tendencia

entre 1950 cuando la tasa alcanzó un valor de 303,31

defunciones por cada cien mil habitantes, hasta 1986

con valores de 210,46 y de allí adelante comienza el

crecimiento continuo para alcanzar 349,05 defunciones

en 2011. Sin embargo, es a partir de 1974, cuando la

mortalidad por enfermedades no transmisibles pasa a

ser la principal causa de muerte en la región,

manteniéndose hasta el presente.

En cuanto a la tasa de defunciones por causas externas,

presentaron una tendencia al aumento leve pero

sostenido durante todo el período, cuyo valor fue de

79,12 defunciones en 1950 y aumenta a 84,60

defunciones en el 2011. A partir del 2001 se convierte

en la segunda causa de mortalidad, al superar las

enfermedades de origen infeccioso.

En 2020 la tasa de las causas transmisibles, maternas y

nutricionales continuará descendiendo de manera muy

pausada alcanzando un valor de 54,59 defunciones por

cada cien mil habitantes.

Todo lo contrario sucede con las causas no

transmisibles, ya que mantendrán su ritmo de

crecimiento acelerado alcanzando una tasa de 380,02

defunciones en 2020. Por su lado, las causas externas

presentarán un crecimiento más acelerado al obtenido

hasta ahora llegando su tasa a 110,16 defunciones por

cada cien mil habitantes.

En el gráfico 5, se muestra como la diabetes ocupa el

primer lugar en el porcentaje de variación entre 1950 y

el 2020, con un 3387,89%, seguido por las neoplasias

clasificadas como resto de tumores, que es la segunda

causa en variación con un valor de 626,57% y por

suicidios y homicidios con un 540,34%. Las

enfermedades del corazón que representan la primera

causa durante el 2011 ocupa el séptimo lugar de

variación durante el lapso de estudio.

Llama la atención, el comportamiento de las

enfermedades transmisibles, maternas y nutricionales

(en color amarillo), que presentan un porcentaje de

variación negativo, en otras palabras, para 2011 sus

valores han descendido. De ellas, la que mayor declive

presenta es la tuberculosis con una variación de -

97,56%, seguida de las enfermedades infecciosas e

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intestinales con un -96,60% y las causas del embarazo,

parto y puerperio con un -92,22%.

Es necesario mencionar que la tosferina, el sarampión y

las infecciones con un modo de transmisión

predominantemente sexual no aparecen en el 2011, por

no presentar defunciones. Por otra parte, el VIH y

Alzheimer son de reciente aparición en la Décima

Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10),

por lo que tampoco aparecen en la gráfica.

Mortalidad por edad y sexo

La edad es una variable importante para el estudio de la

población y su relación con la mortalidad. El gráfico 6

muestra como la mortalidad de los menores de 1 año,

desciende durante todo el período, del 34,13% en 1950

a 5,37% en el 2011. Igual tendencia aunque menos

pronunciada, presentan la mortalidad de 1 a 4 años y la

de 5 a 14 años.

A partir de los 15 años, la mortalidad de todos los

grupos crece en valores porcentuales, aunque entre 15 y

24 años, presentan un incremento moderado; es muy

pronunciado para los grupos de 65 años y más. Las

defunciones en las personas de 65 a 74 años ascienden

del 6,27% en 1950 a 16,46% en el 2011. Mayor aún es

la variación para los de 75 años y más, cuyos valores

son semejantes al grupo anterior en 1950 cuando

representaba el 8,22%, pero para el 2011 alcanza el

34,73%, duplicando el valor del grupo de los 60 a 74

años para la misma fecha.

La otra variable utilizada en la estructura de la

población es el sexo, donde es importante la

determinación de la sobremortalidad por alguno de los

géneros. Nótese como en el gráfico 7, donde se

representa la razón de mortalidad masculina, para el año

1950 las mujeres en las edades de 25 a 44 años fallecían

en mayor cantidad Sin embargo, esta tendencia se

invierte para el 2011, cuando el grupo de 15 a 24 años

pasa a tener una razón de 5,73 muertes en hombres por

cada 1 muerte en mujeres, es decir casi seis veces

mayor

DISCUSION

Tomando en cuenta los tres grandes grupos de causas de

mortalidad trabajados hasta ahora, se evidencia como el

estado Lara, en la actualidad presenta un predominio de

las enfermedades no transmisibles seguidas de las

causas externas. Dicho comportamiento originó un

cambio importante en la estructura por edades de la

población, de manera que al reducir las muertes por

causas transmisibles, el grupo más beneficiado fueron

los menores de un año y con ello, se produjo un

aumento en la esperanza de vida.

Esto a su vez promovió el envejecimiento de la

población el cual, ocasionó que las enfermedades

crónicas degenerativas se elevaran significativamente.

La relación entre edad de la población y causas de

muerte seguirán acentuándose según las proyecciones

realizadas hasta el 2020.

Sin embargo, las enfermedades evitables continúan

apareciendo entre las principales causas de muerte en la

entidad, así como, el crecimiento sostenido de las

causas de origen externos durante todo el período y

como dentro de ellas, las agresiones desplazan a los

accidentes.

Por lo anterior, se deriva que el comportamiento de las

causas de muerte en la entidad presenta características

que lo ubican en la tercera etapa de las descritas por

Omran2 en su trabajo sobre la transición

epidemiológica, donde se presenta una supremacía de

las enfermedades cardiovasculares y el cáncer y

aumenta la incidencia de enfermedades mentales. No

obstante, a pesar de la reducción en la mortalidad

general, la descomposición por causas es más confusa

en la entidad. Por ejemplo, el aumento de la mortalidad

por eventos externos y la permanencia de enfermedades

infecciosas, muestran que en la sociedad Larense, se

está produciendo una transición con matices diferentes a

los planteados por el mencionado autor.

Es por ello, que aún se requieren tareas que reduzcan la

mortalidad por neumonía e influenza, causas

perinatales, desnutrición e incluso diarreas y

tuberculosis, patologías ya superadas en otras regiones.

Por supuesto, sin olvidar el comportamiento de la

diabetes, los tumores y los homicidios, que presentan el

mayor porcentaje de variación entre 1950 y el 2011.

Tal como se muestra en los datos, la población en el

estado Lara presentó un incremento acelerado entre

1950 y 1981 cuando la tasa de crecimiento medio anual

pasó de 5,6 personas por cada 100 habitantes, hasta 6,9.

Esto coincide con el aumento de la natalidad y el rápido

descenso de la mortalidad.

Por otro lado, este comportamiento de las variables

demográficas originó el acelerado aumento de los

menores de 15 años, el cual se ve reflejado en los

primeros censos del período, especialmente en el de

1961 donde se observa el crecimiento de los menores de

15 años, producto de la alta natalidad y el descenso de

la mortalidad en los menores de 1 año.

Si bien la reducción de los nacimientos comienza partir

de 1961, la estructura por edad muestra rasgos de

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cambios a partir de 1991, cuando el porcentaje de la

población menor de 15 años comienza a disminuir. Esto

transforma la estructura por edad, donde las cohortes

anteriores de alta fecundidad comienzan a envejecer,

produciendo un aumento porcentual de los grupos

comprendidos entre 15 a 64 años, lo que ocasiona una

disminución de los jóvenes y un crecimiento de los

adultos.

De igual forma, la mortalidad que presentó una caída

importante a principio del período, comienza a

disminuir su tendencia en la década de los 90, cuando

las muertes por causas transmisibles tienden a

estabilizarse y las defunciones por causas no

transmisibles seguían en ascenso, pero que no

repercuten de manera inmediata en la tasa general de

mortalidad debido a que este tipo de enfermedades

afecta a las personas de mayor edad, que cada año ven

acrecentar su esperanza de vida y por lo tanto retardan

el momento de fallecer.

En el futuro, cuando este grupo presente un porcentaje

significativo, la tasa de mortalidad general aumentará

sus valores, siendo esto la causa por la que dicha tasa se

utiliza muy poco en la actualidad, a menos que se

corrija por la estructura de edades en un proceso

denominado estandarización de las tasas de mortalidad.

Esto evidencia la relación que existe entre la transición

demográfica y la epidemiológica, donde la primera

comienza una vez que la mortalidad desciende a

expensas de las enfermedades infecciosas que

benefician en un principio a los niños, los cuales logran

sobrevivir y que en conjunto con la reducción de la

natalidad producen el aumento porcentual de las

personas mayores, generándose un aumento importante

de las causas crónicas degenerativas.

Es así como los cambios demográficos forjan nuevos

perfiles epidemiológicos, donde la mortalidad de los

menores de 15 años que ocupaba más del 50% de las

defunciones para 1950, se invierte de tal forma que para

el 2011, más del 50% de la mortalidad ocurría en los de

65 años y más. En pocas palabras, si bien se habla de un

envejecimiento de la población, lo mismo ocurre con las

defunciones.

Al descender la mortalidad, comienzan a separarse las

tasas entre mujeres y hombres, presentando los últimos

mayores valores de mortalidad en todas las edades. Sin

embargo, en el caso del estado Lara esta diferenciación

presenta un comportamiento anormal, en las edades

comprendidas entre 15 y 24 años, cuando la

sobremortalidad masculina es superior a las 5 muertes

en hombres por cada muerte en mujeres, producto de la

alta tasa por homicidios.

En este contexto, se da una semejanza a lo

descrito en Colombia por Mayorga10, donde se encontró

la coexistencia de causas transmisibles y degenerativas,

lo que difiere a lo descrito por Omran2 para la fase III

de la transición epidemiológica. Se puede decir que la

región debe enfrentar las viejas y nuevas causas de

muerte y con ello, pagar el costo que representa para el

sistema de salud al hacer frente a nuevas patologías sin

haber erradicado las antiguas.

Dicha diversidad es denominada por Frenk11 como la

polarización epidemiológica, típica en los países

Latinoamericanos que se encuentran entre la etapa

avanzada de los países europeos en la actualidad, pero

con las características superpuestas de este mismo

continente a principios del siglo XX. Es por ello, que el

proceso de la transición epidemiológica en el estado se

asemeja a lo descrito por el autor para gran parte de las

sociedades de América Latina donde los períodos se

solapan unos con otros.

Por lo tanto, González y otros12 coinciden con Julio

Frenk y denominan al proceso que transcurre en nuestro

continente como un nuevo modelo, que mencionan

como transición prolongada y polarizada. Prolongada

debido a la existencia de enfermedades con diferentes

orígenes y polarizada por presentar la región diferentes

características epidemiológicas determinadas por las

desigualdades sociales y económicas, lo que impide

hacer generalizaciones como las enunciadas en el

modelo original de la transición epidemiológica.

Esto ha originado fuertes críticas a la teoría que ofrece

un perfil lineal sobre el comportamiento de la

mortalidad. Sin embargo, lo importante es partir del

modelo existente y construir las variaciones que se

puedan producir en las diversas sociedades y con ello,

fortalecer el patrón de análisis de las defunciones. Esto

para Villa13, con el transcurso de los años será necesario

tenerlo en cuenta, debido a los cambios demográficos

que están en pleno desarrollo aunado a los avances

tecnológicos en el campo de la salud.

Lo anterior, va ligado al modelo de transición de la

salud el cual considera entre sus variables de estudio los

establecimientos de salud, abastecimiento de aguas

blancas y saneamiento. Si no se logran progresos en los

servicios y la salud ambiental, los avances hacia

cambios en los patrones epidemiológicos no lograrán

concretarse, permaneciendo la sociedad larense, a pesar

del envejecimiento y avances tecnológicos, en la etapa

descrita anteriormente e inclusive retrocediendo en los

logros alcanzados, tal como refiere Sabina y otros14,

está ocurriendo en la actualidad en las poblaciones

brasileñas.

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El mismo autor, concluye que este nuevo modelo

epidemiológico tiene su origen en lo tardío de su

aparición en relación con Europa y por lo tanto, las

mejoras en salud no estuvieron ligadas a mejores

sociales, sino al desarrollo de la tecnología

representando un gasto sustancial para el Estado, de allí

que con el surgimiento de crisis económicas, la calidad

de la salud se ve continuamente afectada.

Lo dicho anteriormente, obliga a presumir una situación

más compleja a la descrita hasta ahora, donde si bien la

mortalidad permanece dominada por las enfermedades

no transmisibles, en lo relacionado con la morbilidad se

continua con epidemias de enfermedades infecciosas,

tal como el dengue y la influenza. Complicando aún

más esta situación, está la existencia de diversos perfiles

epidemiológicos relacionados con las condiciones

socioeconómicas de las diversas poblaciones que

habitan la entidad.

Como se ha dicho, el peso de la mortalidad se desplaza

de las personas más jóvenes a las de más edad y ello,

está asociado a dos grandes causas. Primero los grupos

de poca edad son afectados en su mayoría por causas

infecciosas, las cuales a su vez son sencillas de prevenir

y se pueden superar con tratamientos efectivos y de bajo

costo.

En segundo lugar, los cambios en las variables

demográficas conllevan al envejecimiento de las

poblaciones, donde en el futuro se producirán aumentos

en las enfermedades crónicas por lo tanto, los costos en

medicamentos y tratamientos son mayores y de difícil

prevención. El que ha dichas enfermedades se les

denominen modernas, no significan que son más

benévolas, todo lo contrario, su prevención requiere de

cambios profundos en los estilos de vida que van desde

una lucha contra los medios de comunicación que

promueven conductas riesgosas, la humanización de la

vida en las ciudades y la disminución de las brechas

sociales.

Por su parte, los costos que generan las

enfermedades crónicas son de largo plazo, casi siempre

de por vida. Además requieren cada día de tecnologías

sofisticadas que representan grandes inversiones tanto

para el Estado como para las familias. De allí la

importancia, de tomar en cuenta las medidas adecuadas

tal como, las recomendadas por la Organización

Mundial de la Salud (OMS)15, que establece que al

padecerse una enfermedad de este tipo es sustancial

mantener una medicación adecuada, el aumento de las

actividades físicas y la eliminación de hábitos

peligrosos como el habito de fumar, el consumo de

bebidas alcohólicas y de alimentos con altos contenidos

en azúcar y grasas, Todo ello para evitar se

desencadenen lesiones que incapaciten a las personas y

por lo tanto, eleve a cifras importantes los gastos en

salud.

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Ensayo

RETOS DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN SALUD

Ingrid Jiménez Monsalve

Decanato de Ciencias de la Salud. Departamento de Medicina Preventiva y Social. Sección Ciencias Sociales. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Barquisimeto, estado Lara. Venezuela.

Correo electrónico: [email protected].

RESUMEN El trabajo examina las concepciones de salud, comunidad y participación, para posteriormente analizar la participación

comunitaria en salud, como se ha entendido bajo el paradigma dominante de la biomedicina. De igual manera, se explica

como la participación comunitaria se encuentra directamente relacionada con lo que se entiende por salud y participación

por parte de los diversos actores involucrados en el proceso. En el trabajo se concluye que para lograr una participación

comunitaria exitosa en salud es indispensable lograr que las comunidades participen en las deliberaciones y en el proceso

de toma de decisiones con respecto a los problemas que les afectan, así como las acciones y programas en salud.

Palabras clave: Salud, participación, comunidad.

CHALLENGES OF COMMUNITY INVOLVEMENT IN HEALTH

ABSTRACT The work examines the conceptions of health, community and participation, later to analyze the community participation

in health, since he has understood himself under the dominant paradigm of the biomedicine. Of equal way, it explains as

the community participation is directly related what is understood by health and participation on the part of the diverse

actors involved in the process. In the work one concludes that to achieve a community successful participation in health is

indispensable to achieve that the communities take part in the deliberations and in the process of capture of decisions with

regard to the problems that affect them, as well as the actions and programs in health.

Key words: Health, participation, community

Recibido: 25/06 /2015. Aprobado: 04/11/2015

Desde mediados del siglo XX la experticia de los organismos

internacionales y las organizaciones de cooperación han

enfatizado en la importancia de las intervenciones en las áreas

de salud y educación para mejorar las condiciones de vida de la

población. Esto tiene particular interés en los países con altos

niveles de pobreza y exclusión como los latinoamericanos.

En este contexto encontramos el interés creciente que ha

suscitado la participación comunitaria para los gobiernos y los

cooperantes como estrategia para mejorar la salud de las

comunidades. No obstante, a pesar de que a primera vista puede

resultar una tarea sencilla, la participación comunitaria en salud

es un área muy compleja, en la que intervienen diversos

factores.

Antes de analizar la participación comunitaria, resulta

indispensable aclarar ¿de qué hablamos cuando nos referimos a

la salud?, y ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la

comunidad? En primera instancia, explicaremos el concepto de

salud. Si examinamos la definición de la Organización Mundial

de la Salud (OMS) globalmente aceptada, encontramos que:” la

salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social,

y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.” (1)

Este concepto, que todavía sigue marcando pauta para el

desarrollo de políticas y planes por parte de los Estados y

organismos privados, requiere de análisis.

Navarro2 sostiene que la definición reconoce que las

intervenciones salubristas no sólo se concentran en los servicios

clínicos, sino en las intervenciones sociales, como la

producción y distribución de la renta, el consumo, la vivienda y

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el medio ambiente. Sin embargo, y en esto coincidimos con el

autor, la definición de la OMS evita el problema

epistemológico del poder. “La salud y la enfermedad no sólo

son categorías científicas, sino también políticas (es decir de

poder).” (1).

En este sentido, puede considerarse como políticas todas las

actividades que realiza un ciudadano cuando vive en sociedad.

Incluso, si examinamos la filosofía clásica, de la cual se

desprenden las concepciones democráticas actuales,

encontramos que la política tiene que ver con el bien de la

ciudad (Estado) y el bien de los ciudadanos. En tal sentido,

ética y política están íntimamente ligadas, en tanto que el

ejercicio político requiere de virtudes ciudadanas. En

consecuencia, la política es mucho más que actividades

partidistas o de proselitismo con las que generalmente se asocia.

Franco1 sostiene que la salud es política porque sus

determinantes sociales son sensibles a las intervenciones

políticas, es decir la salud dependerá en gran medida de las

decisiones que se tomen en los diversos niveles de gobierno

(nacional, regional y municipal), de las políticas sectoriales del

Estado, así como de las decisiones y acciones que tome la

propia sociedad.

Por ende, el poder siempre será una categoría a valorar dentro

de cualquier interacción social, desde la relación médico –

paciente, hasta las actividades de educación para la salud que se

realizan en una comunidad específica.

Navarro 2 consideramos que lo que entendemos por salud viene

a ser el producto del contexto histórico y social donde nos

desenvolvemos. La salud implica” la visión personal que

tenemos de nosotros mismos, que a su vez esta enlazado con lo

que significan la vida, la enfermedad y la muerte” .El concepto

de salud, no puede ser circunscrito a una explicación

estrictamente médica, como ha ocurrido hasta el presente.

Siguiendo a Camacaro3 más que la ausencia de enfermedad, la

salud implica la posibilidad de realizar nuestro proyecto de vida

y las cosas que son importantes para cada quien. Según esta

visión la salud tiene un carácter subjetivo, dentro de la cual la

salud física sólo constituye una arista de la misma.

En consecuencia, no podemos comprender de manera integral a

la salud si se analizan sólo los aspectos médico- asistenciales,

especialmente en nuestro contexto latinoamericano signado por

las desigualdades abismales de renta y educación, por

mencionar sólo las principales, que marcan estilos de vida muy

diferentes en la población incluso cuando viven en el mismo

espacio geográfico.

Además, es conveniente valorar que la propia Organización

Mundial de la Salud 1 desde el año 2005 reconoció la

importancia de los determinantes sociales, y nombró una

comisión con el objeto de estudiarlos y encontrar los

mecanismos y políticas para disminuir las desigualdades que en

definitiva afectan la salud y las políticas públicas diseñadas en

este ámbito. Estamos hablando entonces de que la OMS está

centrando su atención en los determinantes sociales y no en la

atención de la enfermedad como hasta ahora se ha venido

haciendo.

Realizadas estas revisiones, pasaremos a examinar el concepto

de comunidad. Sobre este tema, es amplia la literatura filosófica

y sociológica. Retomando las referencias a la antigüedad

clásica, encontramos que el ser humano comenzó a teorizar

sobre el gobierno y la comunidad, alrededor del concepto

griego de “polis”, siendo ésta una forma de organización

política en la que cada ciudad era una especie de pequeño

Estado, y en la que los ciudadanos alrededor de la plaza pública

(ágora) podían deliberar, tomar decisiones y organizar los

aspectos políticos y administrativos de su ciudad.

Para los griegos, vivir en comunidad era la forma más natural

de organización humana, en tanto que consideraban al hombre

como un ser social y un animal político, de acuerdo a la

concepción aristotélica.

En consecuencia, para Montero4 comunidad es: “Un grupo

social dinámico, histórico y culturalmente constituido y

desarrollado…que comparte intereses, objetivos, necesidades y

problemas en un espacio de tiempo determinado.” (4). En su

concepción para que verdaderamente se constituya una

comunidad, debe existir una identidad colectiva, formado por

los intereses, valores y aspiraciones comunes.

Es decir, las comunidades no se pueden constituir de manera

artificial, de acuerdo a los designios de gobiernos o de

organizaciones privadas, son el producto de todo un proceso

histórico – social y de vida ciudadana en común. Para Maya 5 el

sentido de comunidad, implica un sentimiento común de que

todos los miembros de una comunidad son importantes para los

demás y para el grupo, y una fe compartida de que las

necesidades de cada miembro serán atendidas a través del

compromiso de estar juntos en cualquier circunstancia. (5).

Bajo estas premisas, Montero 6 considera que la participación

comunitaria se define como: “actuar conjuntamente,

organizadamente, y también colaborar, en el sentido de aportar

(ideas, recursos, materiales) y de comprometerse con el sentido,

dirección y finalidad de la acción”..

Para Montero4 la participación comunitaria constituye un

proceso ordenado, colectivo y libre en el que todos los

participantes aportan y reciben; y por ende se convierte también

en un proceso educativo. En consecuencia, la participación no

se fomenta de arriba hacia abajo, sino que es un proceso que se

da entre todos los actores en condiciones de igualdad.

Cabe señalar que este trabajo sólo considera la participación

comunitaria bajo los términos de un régimen democrático en el

que la participación ocurre entre ciudadanos libres e iguales, y

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en el que está garantizada la libertad de asociación, de

pensamiento y de expresión, en tanto que consideramos que

sólo bajo un sistema de libertades la participación no está

mediatizada por una ideología o por el gobierno de turno.

La visión de Montero 6 sobre la participación está íntimamente

ligada a lo que es el fortalecimiento comunitario, es decir el

proceso mediante el cual la comunidad desarrolla dominio

sobre sí misma y sobre sus circunstancias de vida. Sin

participación es muy difícil que pueda darse este proceso de

fortalecimiento. Participar conlleva al compromiso individual

de cada uno de los miembros de la comunidad con la

transformación de su entorno y de su propia individualidad.

Realizando estas precisiones, es importante reflexionar acerca

de cómo se ha dado la participación comunitaria en el ámbito

específico de la salud. Bronfman y Gleizer 7 señalan que

tradicionalmente en este ámbito se ha tomado como punto de

partida la posición de la Organización Mundial de la Salud en la

Conferencia de Alma Ata (1978). (8). En ésta se estableció que el

involucramiento y la participación de las comunidades son

vitales para el éxito de los programas sanitarios. En

consecuencia la participación comenzó a ser incluida en las

intervenciones sanitarias en los países pobres como una especie

de “receta preestablecida”, que consistía principalmente en

ofrecer charlas, talleres y capacitación a la comunidad para que

las personas modificaran su estilo de vida.

En consecuencia, Bronfman y Gleizer 7 argumentan que dentro

de la posición favorable a la participación comunitaria se

encuentran: las que privilegian los aspectos políticos y sociales

de la sociedad, para lograr un fin democratizador, y las que

conciben a la participación simplemente como una estrategia

que ofrece mayores posibilidades de éxito a los programas. Este

segundo enfoque es el que históricamente ha prevalecido hasta

ahora en América Latina, es decir, se utiliza la participación con

fines técnicos para la mejor aceptación de los programas, e

incluso se utiliza a la gente para reducir costos, sin tomar en

consideración si esas actividades generen fortalecimiento. Todo

esto enmarcado dentro de una estrategia en donde la

enfermedad y no la salud constituyen el centro de atención.

Torres 9 sostiene que esta participación inducida de arriba hacia

abajo, pasó a ser sólo un recurso institucional para el logro de

objetivos prefijados, perdiendo así su energía como fuente de

movilización social.

De hecho, encontramos que la inversión que hace la

cooperación internacional en el área de salud en los países de

América Latina, Asia y África, se ha incrementado

considerablemente a partir del año 2000. Según el Instituto de

Salud Global (2013) solamente el Banco Mundial en 1997

invirtió en programas sanitarios en América Latina 163

millones de dólares, al tiempo que en 2013 la inversión creció a

494 millones de dólares.(8)

A pesar de las inversiones millonarias el desarrollo humano

sigue siendo bajo en estas regiones. Entonces, cabe preguntarse:

¿Por qué los resultados no son proporcionales a las inversiones

realizadas?. Porque, generalmente los programas de

intervenciones sanitarias son diseñados exclusivamente bajo la

mirada biologicista, y por ende las intervenciones son

medicalizadas. La participación se realiza de manera

paternalista e incluso se impone a la comunidad. Se valoran

más los indicadores de cumplimiento de los proyectos que los

verdaderos impactos que puedan tener las intervenciones sobre

las personas y su entorno, y peor aún la mayoría de los

proyectos no son sostenibles en el tiempo y se acaban una vez

terminado el financiamiento.

Es en este contexto, que Bronfman y Gleizer 7 establecen que la

participación no puede considerarse como neutra ni aislada del

contexto en el que se desarrolla. La participación está

íntimamente ligada con las ideologías predominantes de

quienes diseñan los programas, y a quienes van dirigidos, así

como del contexto político, económico y social en el que se

desarrolla.

A pesar de las dificultades o deficiencias que pueda tener la

forma como se concibe o se implementa la participación

comunitaria en las intervenciones sanitarias; estamos totalmente

a favor de la implementación de este tipo de estrategia en la

comunidad, si entendemos la participación en los términos de

Montero 4,6.

Nuestra posición aboga por una profundización de la

participación comunitaria que centre sus preocupaciones en las

personas como sujetos, con sus particularidades y sus

problemas cotidianos, dejando a un lado el asistencialismo, el

clientelismo y el paternalismo que lejos de contribuir a

fortalecer el tejido ciudadano, fomenta un círculo vicioso en las

personas de creación de expectativas y desilusiones.

En este aspecto es fundamental el rol del Estado, a través del

diseño, implementación y evaluación de políticas públicas que

promuevan la participación comunitaria, en un marco de

corresponsabilidad en el que se fomente la creación de

capacidades en los ciudadanos que las prepare para asumir un

proceso de desarrollo personal y grupal. En nuestro contexto

esto se relaciona con el necesario cambio que debe existir en la

forma de relacionarse el ciudadano con el Estado.

En definitiva, la participación comunitaria está determinada por

lo que entendemos por salud. Si tenemos una visión biologicista

de la salud probablemente la participación que se planifique

será medicalizada y totalmente dirigida por actores externos, en

este caso los profesionales de la salud. Por el contrario, si

nuestra concepción de salud interpreta el contexto sociopolítico

donde se desenvuelve la persona y entiende al ser humano

como sujeto; la participación comunitaria se convertirá en un

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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instrumento de fortalecimiento comunitario y de

democratización del espacio público, dentro del cual los actores

externos, orientaran las intervenciones y dejaran de ser los

protagonistas de las mismas.

Una participación comunitaria democrática implica por tanto la

colaboración de múltiples actores, además de los profesionales

de salud y la comunidad. Involucra en consecuencia, al Estado,

a la empresa privada, a las organizaciones no gubernamentales

y a la cooperación internacional entre otros.

Finalmente, concordamos con Torres quien considera que es

una tarea pendiente de las intervenciones en salud, dejar de

considerar al ser humano como objetos con vida para

considerarlos sujetos humanos. (9).

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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Imágenes en Salud Pública

ENCUENTRO DE EDITORES EN LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, VENEZUELA. (EDITORS MEETING AT THE UNIVERSITY OF THE ANDES, VENEZUELA)

Luis Eduardo Traviezo Valles

Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Decanato de Ciencias de la Salud.

Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. [email protected] Enviado: 18/09/2015. Aprobado: /09/2015

Todo un éxito resultaron los dos “Encuentros de Editores” convocados por la Universidad de Los Andes (ULA-Venezuela), durante

este año 2015, el primero correspondió al “Encuentro Internacional de Editores de Revistas Científicas Venezolanas: desafíos y Oportunidades”, el cual se realizó en la Ciudad de Mérida, Venezuela, los días 18 y 19 de junio del 2015, en la Facultad de Ingeniería de

la ULA, organizado y patrocinado por el Vicerrectorado Académico (Dra. Patricia Rosenzweig), el Servicio Bibliotecario de la ULA

(SERBIULA) y el Grupo Métrica, el encuentro resaltó por las conferencias de ponentes como el Dr. Eduardo Aguado (Director de

Redalyc México) y el Dr. Jaime Requena (Miembro de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de

Venezuela), Dr. Abel Packer (Director General de Scielo) y la MSc. Nilda Fabiola Rosales (Revencyt ULA), entre otros. En esta reunión

hubo la participación de los Editores de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” UCLA, a través de las ponencias de los

Profesores Maritza Torres y Luis Traviezo, (Imágenes 1 y 2).

En segundo lugar, dentro del marco de la XIII Feria Universitaria del Libro en la Ciudad de Trujillo, Venezuela, se desarrolló el

“Segundo Encuentro Internacional de Editores”, patrocinado por el Núcleo Universitario Rafael Rangel (NURR) de la ULA, evento

realizando del 8 al 10 de julio del 2015, en las instalaciones del NURR, en la Casa de Carmona, bajo la coordinación del Dr. Pedro Rivera

(Editor Adjunto del Fondo Editorial) y de la Dra. Elina Rojas (Editora de la Revista Talleres), en el mismo hubo conferencias destacadas

de participantes de la Universidad “Rafael Belloso Chacín”, la Universidad Fermín Toro; la Universidad Central de Venezuela, la

Universidad Nacional Experimental de los Llanos, la Universidad Valle del Momboy, la Coordinación de Cultura del estado Trujillo, la

Asociación Venezolana de Semiótica, la UCLA, y a la ULA (Núcleos Táchira, Mérida y Trujillo), resaltó la ponencia del profesor Jesús

Correa de la Universidad Atlántico de Colombia. En este encuentro la representación de la UCLA, presentó las ponencias: Código Ético

del Arbitraje (Dr. Naudy Trujillo); Revista del Colegio de Médicos Veterinarios (Dra. Milva Javitt) y Estadísticas de la RVSP (Prof. Luis

Traviezo). Este evento tan prestigioso y por segundo año consecutivo, ha sido un punto de encuentro tanto nacional como internacional

de experiencias de los Editores, que se perfila a institucionalizarse, para que anualmente, sea un punto de intercambio de ideas, para

multiplicar las experiencias que enriquecen la producción científica nacional. (Imágenes 3 y 4).

Imagen 1. Ponentes, Autoridades, Editores y participantes, en la Ciudad de Mérida, estado Mérida. Venezuela.

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Imagen 2. Editores participantes en la Ciudad de Mérida, estado Mérida. Venezuela.

Imagen 3. Ponentes, Autoridades, Editores y participantes, en la Ciudad de Trujillo, estado Trujillo. Venezuela.

Imagen 4. Stand de exposición de Revistas y Libros, editados por la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”.

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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.

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NORMATIVA PARA PUBLICAR

REVISTA VENEZOLANA DE SALUD PÚLICA

La Revista Venezolana de Salud Pública es una publicación científica, arbitrada e indizada para la difusión de resultados de las investigaciones nacionales e internacionales realizadas en el campo de la salud pública y áreas afines. Su línea editorial se inscribe en la consideración de distintos enfoques epistemológicos y ontológicos a objeto de responder a la complejidad de los fenómenos relacionados con el objeto de investigación.

Su propósito es crear escenarios para el desarrollo del pensamiento crítico en el campo de la salud pública sobre la base de la democratización del conocimiento, revalorizando la vinculación de la práctica de la investigación científica con la atención y resolución de los problemas socialmente relevantes.

La Revista Venezolana de Salud Pública es una publicación periódica, semestral con un volumen y dos números (Enero y Julio) por año, en formato impreso y electrónico a través de la siguiente dirección web: http://bibmed.ucla.edu.ve/rvsp/

En la Revista Venezolana de Salud Pública se divide en ocho secciones:

1. Artículos originales: Estos artículos constituyen resultados originales de investigaciones sobre la salud pública y áreas afines, enfocados desde una visión compleja e interdisciplinaria. Se caracterizan por: a) Presentan hallazgos científicos de, investigaciones realizadas mediante trabajo de campo, encuestas, censos, casos clínicos. b) Ofrecen, por primera vez una interpretación teórica de estos u otros hallazgos, incrementando o reestructurando los conocimientos sobre un determinado saber.

2. Sistematización de Experiencias: estos artículos incluyen los resultados de investigaciones sobre los saberes producidos en una experiencia vivida, ya sea en la práctica docente, clínica, gerencial, comunitaria o de investigación, por diferentes sujetos, mediante la recopilación, análisis y valoración de sus acciones.

3. Ensayos: Constituyen escritos de reflexión crítica cuyo objetivo será estimular la discusión en temas de interés en salud pública (entre otros, políticas y sistemas de salud, equidad, servicios de salud, educación, ética) Debe estar apoyado en una adecuada, suficiente y actualizada documentación

4. Revisión: Son artículos que muestran el resultado de un análisis de información reciente, en un intento de sintetizar los resultados alcanzados sobre un tema determinado relacionado con la salud pública. La revisión puede realizarse siguiendo alguna de las metodologías aceptadas para tal propósito.

5. Reseña Crítica: Consisten en una síntesis comentada de una obra publicada; libros, revistas y otros tipos de publicaciones sobre algunos de los campos o temas de la salud pública, con el objeto de ofrecer una visión, interpretación y valoración personal del texto escogido, por parte de los investigadores.

6. Cartas al Editor: Son observaciones, críticas y sugerencias sobre lo publicado en la Revista Venezolana de Salud Pública o en otra revista científica, que no hayan sido publicados en ninguna revista o medio de comunicación. Las cartas al editor pueden tener múltiples propósitos entre los cuales pueden mencionarse: a) emitir un juicio crítico acerca de un hecho salud de dominio público; b) opinar acerca de algunos aspectos de la política editorial de la revista en cuestión; c) desarrollar, aclarar o explicar particularidades de un trabajo de investigación publicado recientemente en la revista;

7. Nota Histórica o semblanza: Se refieren al conocimiento de la evolución histórica de instituciones, enfermedades y/o eventos de relacionados con la salud pública, con el propósito sentar las bases para la comprensión de acontecimientos actuales. La nota histórica o semblanza también puede referirse a la historia de la vida de una persona y sus logros. Las notas históricas o semblanzas pueden también referirse a grupos y lugares, tratando de comprender un fenómeno de importancia simbólico-social. El eje de interés no es una persona sino un grupo y su relación o influencia en un lugar determinado.

8. Imágenes en Salud Pública: Este espacio estará destinado la publicación de documentos fotográficos relacionados con la salud pública. La recopilación de imágenes responderá a un tema específico desarrollado por el investigador(a), sustentado en una confiable, suficiente, y actualizada información.

Derechos legales y criterios generales de publicación

legislación vigente. El material publicado en la revista podrá reproducirse total o parcialmente siempre y cuando se cuente con la autorización expresa, por escrito, y se cite la fuente.

vista mientras se encuentren sometidos a la consideración de la Revista Venezolana de Salud Pública.

gresos o seminarios.

spondencia del o los autor(es) en donde se especifique que no ha sido publicado previamente.

titución a la que este afiliada.

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Criterios Específicos de Publicación y Proceso de Selección

La Revista Venezolana de Salud Pública es bilingüe que publica artículos en español o en inglés, sobre temas de salud pública y áreas afines. La revista no realiza traducciones y sólo publica los trabajos en el idioma original (español o inglés) en el que se someten a evaluación.

Como criterios de selección utiliza la idoneidad del tema para la revista solidez científica, originalidad, actualidad y oportunidad de la información, así como también coherencia metodológica y acatamiento de normas bioéticas.

Los trabajos que el Comité Editorial considera pertinentes se someten al proceso de revisión por pares, el cual implica:

e determina la importancia, relevancia y profundidad del trabajo, si el manuscrito corresponde a la línea editorial, se apega a las normas de Revista Venezolana de Salud Pública y cumple con los criterios generales de publicación.

que se encomienda a dos árbitros, expertos(as) en el campo objeto del estudio. Los árbitros evaluarán globalmente el contenido del artículo. Atendiendo a: la importancia del tema estudiado; la originalidad y validez del trabajo; el diseño y la metodología del estudio; relevancia de la discusión; la solidez de las interpretaciones y conclusiones; la organización interna del manuscrito; la calidad de la forma: buena sintaxis, párrafos coherentes, ausencia de faltas gramaticales, y la adecuación a las normas de presentación.

icita una evaluación adicional.

ciones sugeridas por los árbitros. Toda decisión se comunica por escrito exclusivamente al autor de correspondencia, en un plazo de dos a tres meses a partir de la fecha en que se recibe el original. Si el trabajo resulta condicionado, la nueva versión deberá enviarse en el plazo que se le indique, pero en ningún caso podrá exceder de 30 días.

Instrucciones para la Presentación de los Manuscritos

Todos los manuscritos deberán enviarse en archivo electrónico, en formato de Word. Además deberá enviar su manuscrito impreso por duplicado, incluidos cuadro y figuras, en papel blanco tamaño carta (21 x 28 cm), en una sola cara, a espacio y medio, fuente Arial, tamaño 12, correo electrónico: [email protected] El material debe ser colocado en un sobre manila y consignado en la siguiente dirección: Av. Libertador, con Av. Andrés Bello, detrás del Hospital Pediátrico, Agustín Zubillaga, Barquisimeto, Edo Lara. Venezuela. Apto. Postal 3001. Requisito indispensable que todo trabajo enviado sea acompañado de una correspondencia que indique lo siguiente:

1. Aprobación del contenido del trabajo (incluidos cuadros y figuras) y del orden de aparición de los autores, que se considerará definitivo sin excepción alguna.

2. Aceptación de la transferencia de los derechos de autor a la Revista Venezolana de Salud Pública, en caso de que se publique el trabajo.

3. Declaración de que se trata de un trabajo original que no ha sido publicado ni sometido simultáneamente para su publicación, total o parcialmente, por ellos mismos u otros autores, a otra revista o medio –impreso o electrónico– nacional o extranjero.

4. Nombre y firma del o los autores.

5. Título del trabajo.

Los autores deben conservar copia de todo el material enviado, ya que no se devolverá ningún artículo sometido a revisión, independientemente de que se publique o no.

Todos los manuscritos deben contener:

Página frontal (título, autores, adscripciones):

Contiene título del trabajo (en español y en inglés, que no exceda las 15 palabras), los nombres completos de los autores, subrayado el apellido sin abreviaturas, sus grados académicos y su adscripción institucional; además, debe indicarse el responsable del artículo, así c omo su dirección, teléfono, fax y dirección electrónica.

Resumen y palabras clave o descriptores (en inglés y español)

Contiene los objetivos, diseño, metodología, resultados principales y conclusiones; además deberá ser redactado en español e inglés. El resumen no excederá las 250 palabras. En el resumen no se incluirá ninguna información o conclusión que no aparezca en el texto. Conviene redactarlo en tono impersonal, sin abreviaturas, remisiones al texto principal, notas al pie de página o referencias bibliográficas. Al final del resumen deben aparecer de 3 a 5 descriptores, que identifiquen el contenido del artículo. Se utilizarán como palabras clave o descriptores únicamente aquellas que son aceptadas por bases de datos internacionales, las cuales pueden ser consultadas en: http://dcs.bvs.br/e/homepagee.htm (descriptores en español), http://www.nlm.nih.gov/mesh/ (descriptores en inglés).

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Texto:

El cual será estructurado según la exigencia de cada tipo de artículo.

Agradecimientos (opcional)

Referencias

Cuadros y figuras (si los hubiere)

Instrucciones Específicas para cada Tipo de Articulo:

Los artículos originales: Tendrán una extensión máxima de 4.500 palabras o 15 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. Por lo general se dividen en los siguientes apartados:

a) Introducción: Responde a la pregunta ¿Cuál es el problema?

b) Materiales y métodos: Responde a la pregunta ¿Cómo se estudia el problema? En este apartado debe hacerse mención al consentimiento informado de los participantes en el estudio y de la autorización del comité de ética correspondiente.

c) Resultados: Responde a la pregunta ¿Cuáles fueron los hallazgos?

d) Discusión: Responde a la pregunta ¿Qué significan los hallazgos?

Sistematización de Experiencia: Tendrán una extensión máxima de 4.500 palabras o 15 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. Por lo general se dividen en los siguientes apartados:

a) Introducción: Contiene tema, objetivos, marco institucional, contexto de la experiencia, metodología de sistematización, caracterización de los actores del proceso.

b) Desarrollo: cuerpo del texto con subtitulación interna, de acuerdo con los distintos momentos de la experiencia, de acuerdo con criterios cronológicos y/o temáticos. (Momento inicial. Intervención y situación actual)

c) Conclusiones, recomendaciones y lecciones aprendidas.

Ensayos: Su extensión será entre 10 y 12 páginas o 3.000 palabras, incluyendo todas las partes del artículo. El ensayo está estructurado de la siguiente forma:

a) Introducción: Donde se expone la tesis central del ensayo.

b) Desarrollo: Donde se presentan los distintos argumentos que apoyan o rechazan la tesis sustentada. Los argumentos presentados pueden ser propios o sustentados en otras fuentes de autoridad reconocida.

c) Conclusión: Donde se comunica el alcance de lo expuesto, la relevancia del tema, importancia, beneficios y recomendaciones de líneas de análisis para posteriores escritos.

Es importante destacar que las tres componentes del ensayo no constituyen secciones subtituladas, en tal sentido el autor o autora debe exponer sus argumentos en un texto único.

Revisión: Su extensión será entre 8 y 10 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. La revisión se estructura de la siguiente forma:

a) Introducción y objetivo del trabajo.

b) Método de localización, selección y evaluación de estudios primarios.

c) Desarrollo y discusión del tema.

d) Conclusiones.

Reseña Crítica: Su extensión será entre 5 y 8 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. La reseña critica se estructura de la siguiente forma:

a) Introducción: Se incluye la referencia bibliográfica del libro o artículo reseñado, un breve resumen de la obra. De acuerdo con el estilo del autor de la reseña, en esta parte se puede incorporar su opinión central o tesis.

b) Desarrollo o cuerpo: Se presentan todos aquellos elementos contenidos en el libro o artículo que pueden servir para presentar las pruebas que sostendrán la opinión. Aquí se hace énfasis en los aciertos y deficiencias de la obra leída.

c) Conclusión o cierre: es la redacción final, la cual condensa la opinión crítica frente al libro o artículo leído y, así, recomendarlo o advertir acerca del riesgo de leerlo.

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Cartas al Editor: La extensión máxima será de 500 palabras o 2,5 páginas, sin incluir autores ni referencias. Las cartas al editor no podrán ser firmadas por más de dos autores (as). Podrán incluir hasta tres referencias y un cuadro o una tabla si fuese necesario. Las cartas serán recibidas sólo cuando se refieran a material publicado en los dos números más recientes de la Revista Venezolana de Salud Pública.

Nota Histórica o semblanza: La extensión máxima será entre 5 y ocho páginas. La nota histórica o semblanza se estructura de la siguiente forma:

a) Introducción: Describe las instituciones, personajes, enfermedades y/o eventos de relacionados con la salud pública que será objeto de revisión histórica. Apunta en la dirección de generar interés a los lectores.

b) Cuerpo: Se exponen los orígenes del objeto de revisión histórica. Se revisan antecedentes que hayan influido en el desarrollo del personaje, institución o tema vinculado a la salud pública. Es fundamental aportar nexos interesantes y hechos relevantes que lleven al lector a entender más al personaje, institución, y/o eventos de relacionados con la salud pública entre otras.

c) Conclusiones: Donde se exponen elementos relevantes de la evolución histórica que forma parte del estudio.

Salud Pública en Imágenes: La extensión máxima será entre 8 y 10 páginas.

Pautas Generales para las Citas y Referencias

La Revista Venezolana de Salud Pública, utiliza las pautas generales para citas y referencias, contendidas en el documento Requisitos Uniformes para Preparar los Manuscritos que se Presentan a las Revistas Biomédicas(1) elaborado por el Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas (actualizado en febrero de 2006). Dichas pautas se conocen también como "normas Vancouver".

Las citas textuales breves o extensas:

La cita es una idea de un autor de un texto o documento que se utiliza para apoyar, corroborar o contrastar lo expresado.

espués de las comillas y antes del signo de puntuación.

e 4 espacios a cada lado, el tamaño de la letra será un punto menos que la del texto general (Arial, 11) el numero de la cita se escribe al final, tal y como se hizo en la cita breve.

como cartas, mensajes electrónicos, verbales y presentaciones en eventos. Estas observaciones se indicarán en el texto con asterisco (*) y colocar una nota al pie de página con la siguiente información: tipo de comunicación, nombre o institución, cargo, ciudad, fecha. Ejemplo: Comunicación personal de Darío Ramírez, Director del Seguro Social, Bogotá, 10 de Julio del 2012.

Consideraciones Generales sobre las Referencias:

Siempre que sea posible hay que proporcionar a los lectores referencias directas a las fuentes originales de los conceptos, métodos y técnicas a los que se hace referencia en el texto y que provienen de investigaciones, estudios y experiencias anteriores.

De las Citas de Referencias

irectamente por el investigador, antes que hacer citas de cita (o segundas fuentes)

xto con números consecutivos, entre paréntesis, preferiblemente utilizando superíndice, de la siguiente manera: "Se ha observado (3, 4) que..." O bien: "Varios autores (1-5) han señalado que..."

ublicados deberían citarse con la especificación “en prensa” o “de próxima aparición”; los autores deberían obtener una autorización escrita para citar dichos artículos, así como la confirmación de que han sido aceptados para ser publicados. La información de los manuscritos que han sido presentados pero no han sido aceptados debería citarse en el texto como “observaciones no publicadas” con el permiso escrito de la fuente.

esencial no disponible en una fuente pública, y en este caso debe citarse en el texto, entre paréntesis, el nombre de la persona y la fecha de la comunicación. En los artículos científicos, los autores dberían obtener el permiso escrito y la confirmación de la exactitud de la propia fuente de una comunicación personal.

Listado de Referencias:

El listado de referencias se numerará consecutivamente según el orden de aparición de las citas en el texto. La lista de referencias o la bibliografía se agregará en hojas separadas, al final del manuscrito, y se ajustará a las normas que se describen a continuación.

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1. Libros: Apellido e inicial del nombre de los autores; título del trabajo o capítulo; apellido e inicial del nombre de los editores; t ítulo del libro; edición; editorial; ciudad donde la obra fue publicada; año; páginas citadas (inicial-final).

2. Artículos de revistas. Es importante suministrar la siguiente información: autor(es), título del artículo (en su versión original sin traducir), Nombre de la revista en que este se publica; año; volumen (en números arábigos), número y páginas inicial y final. Toda la información se presentará en el lenguaje original del trabajo citado.

3. Artículos de Revistas on-line. Autor/es del artículo. Título del artículo. Nombre de la revista [Revista en línea]. También puede ponerse: [Revista on-line]. [Revista en Internet]. Año [fecha de consulta]; también puede ponerse: [acceso....]; [consultado...]; [citado...]; volumen (número): [Extensión/páginas -si la tuvieran-].

4. Artículo de Periódico. · Autor. (si tiene). Título del artículo. Nombre del periódico. (completo) · Día, mes y año; Sección: (Si está identificada) Columna: (Si está identificada). Página.

5. Documentos legales.- Leyes, Decretos, Ordenes. Título de la ley, decreto, proyecto, etc. (Seguida de punto.) Nombre del Boletín Oficial (Seguido de coma) Número del boletín donde se publicó (Seguido de coma) Fecha de publicación. (Entre paréntesis, día-mes-año-)

Tablas e Ilustraciones (Figuras)

cogen la información de forma concisa y la presentan de forma eficiente; ofrecen también la información con los grados de detalle y precisión deseados. La inclusión de datos en tablas y no en el texto permite reducir la extensión del mismo. imprimir las tablas a doble espacio en una hoja aparte. Numerar las tablas consecutivamente siguiendo el orden de la primera cita que aparece en el texto y asignarles un escueto título. No usar líneas horizontales ni verticales. Cada columna debe ir encabezada por un título breve o abreviado. Los autores deben colocar las explicaciones en notas a pie de tabla, no en el título. Explicar en notas a pie de tabla todas las abreviaturas no habituales. Deben ser colocados al final del trabajo,

(después de las referencias) en paginas aparte cada uno por separado y enviados como imágenes y en formato JPG.

as en un formato determinado (por ejemplo, JPEG o GIF) que produzca imágenes de alta calidad en la versión web de la revista. Deben ser colocados al final del trabajo, (después de las referencias) en páginas aparte cada uno por separado. Para radiografías, escáneres y otras imágenes de técnicas diagnósticas, así como para fotografías de imágenes de muestras patológicas o microfotografías, enviar fotografías nítidas y brillantes en blanco y negro o en color, normalmente de 127 × 173 mm. En las leyendas de las figuras no deberían faltar títulos ni explicaciones, pero estas explicaciones no deben figurar en el interior de las ilustraciones. Las figuras deberían numerarse consecutivamente siguiendo el orden de primera aparición en el texto. Si se utiliza una figura ya publicada, debe mencionarse la fuente original y presentar la autorización escrita del propietario del copyright para reproducir el material. El permiso es necesario independientemente del autor o de la editorial, excepto en el caso de documentos de dominio público.

Unidades de Medida

tiplos o submúltiplos decimales. Las temperaturas deberían expresarse en grados Celsius. La presión sanguínea debe medirse en milímetros de mercurio, a menos que la revista especifique otras unidades.

Abreviaturas y símbolos

tores. Evitar el uso de abreviaturas en el título. La primera vez que se usa una abreviatura debería ir precedida por el término sin abreviar, a menos que sea una unidad de medida estándar.

Referencias:

(1) Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Requisitos de uniformidad para manuscritos enviados a revistas biomédicas: Ejemplos de referencia [Monografía en internet]. Maryland: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. (NLM) Institutos nacionales de Salud; [Actualizado el 27 de Julio de 2010; consultado: 21 febrero 2011]. [9 p.]. Disponible en: http://www.metodo.uab.cat/docs

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Índices que incluyen a la Revista Venezolana de Salud Pública

1) . EZB Electronic Journals Library.

2) . Bibliothekssystem Universität Hamburg.

3) . Pädagogische Hochschule Heidelberg.

4) . Universität Des Saarlandes.

5) . El Instituto de Investigaciones Biomédicas, de la Universidad de México.

6) . Bibliothek Hochschule Hannover.

7) . Fundación Ginebrina, Suiza.

8) . Índice Mexicano de Revistas Biomédicas Latinoamericanas. IMBIOMED.

9) . Max Planck Institute.

10) . Green Pilot.

11) . Universitats Bibliothk Leipzig

12) . TU Clausthal

13) . SLUB.

14) . Medicina 21.

15) . Goethe Universitat.

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16) . Actualidad Iberoamericana (Chile).

17) . UniversitätsBibliothek Heidelberg.

18) . Connecticut College - Trinity College- Wesleyan University. 19) German Cancer Research Center.

20) . Universitat Giessen.

21) . Dirección de Bibliotecas de la UCLA.

22) . Google Académico.

23) . Directory of Research Journals Indexing.

24) Wissenschaftskolleg zu Berlín.

25) Sjournals Index.

26) World Cat.

27) Dialnet 28) Social Science Research Center Berlin.

29) Vufind.

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30) Centro Nacional de Información en Ciencias Médicas. Cuba.

31) Medien und Information Zentrum

32) Directory of Abstract Indexing for Journals.

33) Acreditación de Webs de Interés Sanitario en portales Médicos.

34) FREE PDF s.

35) Research Gate (Puerta de Investigación).

36) Index Scientific Journals

37) Biblioteca Virtual de Biotecnología de las Américas 38) Índice de Revista de Ciencia y Tecnología de Venezuela. REVENCYT.

39) Biblioteca CCG UNAM.

40) KAI, der Online – Katalog

41) Research Bible Index.

42) EZB - ZB MED / Medizinische Abteilung der USB Köln .

43) Eurasian Scientific Journal Index

44) Scientific Indexing Services

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