REVISTA TÉCNICA DE LA ASOCIACIÓN DE ... - apici.esapici.es/wp-download/revista/ici-03.pdf ·...

44
REVISTA TÉCNICA DE LA ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES DE INGENIERÍA DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS

Transcript of REVISTA TÉCNICA DE LA ASOCIACIÓN DE ... - apici.esapici.es/wp-download/revista/ici-03.pdf ·...

REVISTA TÉCNICA DE L A ASOCIACIÓN DE PROFES IONALES DE INGENIERÍA DE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS

Asociación de Profesionales de Ingeniería

de Protección contra Incendios

Punto de vista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5Carta del Presidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Primera Línea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8Performance - Based . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Tiempos de Evacuación.Redacción ICI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14

La Modelización de los Efectos del Fuego. Tipos de Modelos. Guillermo Lozano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22

Nueva Reglamentación . . . . . . . . . . . . . . . . . 30Evacuación de Humo y Control de Temperatura en Caso de Incendio. La norma UNE 23585-2004:Una norma de “nuevo enfoque”. Ricardo Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30

Código Técnico de la Edificación. Seguridad deUtilización. Juan Carlos López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40

Prevención de incendios . . . . . . . . . . . . . . . . 44El Edificio Windsor. Ocho meses después... Andrés Pedreira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44

Detección de incendios . . . . . . . . . . . . . . . . . 47Mantenimiento y Vida Util de los Detectores. Miguel Moreno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47

Formación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51Necesitamos Formación.Fernando Bermejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51

ICI al día . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55El Técnico Titulado Competente. Francisco López Estrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55

Equipos y Sistemas de PCI. A la Eficacia de lasInspecciones Periódicas para Mantenimiento.Pedro Ubeda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.3

22 3051

Edita y diseña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .APICI - Asociación de Profesionales de Ingeniería

de Protección contra IncendiosÁvila, 18 - 28020 Madrid (España)Tfno: + 34 91 572 21 95Fax: + 34 91 571 50 [email protected] i .net

Director . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Fernando Vigara Murillo

Comité Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Brian Meacham Brian T. RhodesFernando BermejoFernando VigaraFrancisco J. López EstradaGabriel SantosJuan Carlos LópezPedro ÚbedaRosendo DuranyTomás de la Rosa

Publicidad y Suscripciones . . . . . . . . . . . .APICITfno: + 34 91 572 21 95Fax: + 34 91 571 50 [email protected]

Imprenta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .TG-TECNOLOGÍA GRÁFICATfno: + 34 91 748 03 92Fax: + 34 91 329 17 18

ISSN 1699-0668 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Depósito Legal M-1721-2005 . . . . . . . . . . .

Staff Sumario

El contenido de los artículos incluidos en estapublicación reflejan solamente las opiniones perso-nales de sus autores y no contribuye necesariamen-te a la postura oficial de APICI respecto a los temastratados. APICI no se responsabiliza de tales opinio-nes.

Queda prohibida la reproducción total o parcial delos contenidos de esta publicación sin la autoriza-ción expresa de APICI.

APICI se reserva el derecho de aceptar o rechazarcualquier publicidad susceptible de ser publicada,según el criterio del Comité Técnico.

Para enviar sus artículos a APICI pueden seguir lasinstrucciones indicadas en http://www.apici.net

Capítulo Español

Society of Fire Protection Engineers

ICI-

Inge

nier

íaco

ntra

Ince

ndio

s

Punto de vista

Fernando VigaraSecretario General - APICIDesde la perspectiva que brindan 30 años de

ejercicio profesional en la ingeniería de protec-ción de incendios, llama la atención el escasoaprecio de nuestra sociedad por esta especiali-dad de la ingeniería.Con motivo del Congreso Internacional organi-zado por AFITI y gestionado por nuestra asocia-ción APICI, que convocó en Toledo a los respon-sables europeos de los Laboratorios del Fuego yEntidades de Certificación, me comentaba unentrañable compañero, refiriéndose a la situa-ción actual del mundo del PCI en nuestro país,que se había logrado avances en nuestro campo;que hacía 30 años éramos 20 los que nos dedicá-bamos al PCI, y que ahora seríamos, según suscálculos 20.000. Pues a pesar de ello, y a pesar de que las inver-siones en protección de incendios en Españahayan crecido de forma similar al número deprofesionales en estos 30 años, es difícil com-prender cómo en España la consultoría profesio-nal de protección de incendios brilla por suausencia, o cómo no existen carreras, especiali-dades, ni incluso asignaturas que formen a losdiversos profesionales que ejercen en esta mate-ria de la ingeniería de PCI.La ingeniería de protección de incendios, talcomo se practica en ese marco, consiste usual-mente en el simple traslado de los requisitoscontenidos en los reglamentos y normas de PCI,a los proyectos de edificios e industrias. En lamayoría de las ocasiones, sin realizar un pro-yecto específico que examine las peculiaridadesdel recinto o entorno a proteger, analizando ycuantificando los riesgos involucrados y las posi-bles estrategias de protección. Generalmentepreocupa el ahorro de medidas, y la búsqueda dela legislación aplicable menos exigente, paracumplir al mínimo coste.Sin embargo, el avance general de las cienciasde PCI en todo el mundo trae continuamente anuestro país nuevas tecnologías y nuevos proce-dimientos y herramientas de ingeniería, que seincorporan al mercado profesional. El déficit enformación en ingeniería de seguridad contraincendios que padece nuestro país curiosamenteno impide que estos nuevos adelantos se utilicenen proyectos e instalaciones de PCI, naturalmen-te sin la intervención facultativa de profesiona-les expertos preparados. La necesaria sustitución de los halones, porejemplo, se ha realizado y se continúa realizan-do sin el necesario análisis de cada situación.Eligiendo este o aquel sistema de protección, ouno u otro agente extintor, sin elaborar un pro-yecto específico con una justificación adecuada.El resultado, en ocasiones, son instalacionesineficaces o peligrosas. Sobre el nuevo marco de diseño "performancebased", se pueden oír comentarios tales como,"jamás se aplicará en España", "un chanchullode impresión que es capaz de justificar hasta lacuadratura del círculo", o"el performance basedes el modeling y nada más". Se puede escuchar"yo prefiero el agua nebulizada al 13". O vercomo se realizan instalaciones de CO2 sin lasmínimas medidas de protección para el personal.

"Performance based fire protection enginee-ring", traducido como ingeniería de protecciónde incendios basada en prestaciones, es simple-mente "la ingeniería de protección de incen-dios". Y la ingeniería de protección de incendios es elproceso lógico para diseñar la protección deincendios en un determinado entorno. Analizarlos riesgos y los posibles escenarios de incendio.Asignar probabilidades de ocurrencia y pérdidasmáximas posibles. Definir los objetivos que pre-tendemos con la protección, evitar la pérdida devidas, del patrimonio, la continuidad de las ope-raciones o la limitación del impacto medioam-biental. Analizar, cuantificar y proponer posi-bles diseños y estrategias de protección. Evaluarsu eficacia y fiabilidad, y justificar técnicamenteque el diseño seleccionado alcanza los objetivos,en la forma más eficaz, fiable y económica posi-ble.Los sistemas de protección mediante "aguanebulizada o el 13" se deben utilizar en funciónde su idoneidad analizada por un ingeniero deprotección de incendios en función de los obje-tivos de la protección y características delentorno. Y no se puede ni se debe utilizar siste-mas de CO2 sino se hace con todas las cautelasnecesarias y obligatorias.Por desgracia, el fin más habitual y a vecesúnico de los sistemas de PCI es obtener el placedde las autoridades competentes a efectos delicencias y tramitaciones, etc., y probablementeel sistema nunca tendrá que demostrar si era ono el adecuado para la protección de incendios.Cuando ocurre un incendio, se produce un espe-so y tupido silencio que imposibilita conocerqué falló, si lo había o no lo había.Creo firmemente que sin los conocimientos deingeniería de PCI adecuados, es imposible lograrobjetivo alguno de seguridad contra incendios.Si nuestra sociedad, y "los 20.000 profesionalesque trabajamos en esto" seguimos sin verlo, elfuturo podría resultar dramático. Muchas vidasse pueden perder, que se podían haber salvado.Facilitar la protección adecuada a nuestro patri-monio histórico y artístico ante los incendios.Las empresas que suministran, instalan y mantie-nen los sistemas de seguridad contra incendios,y los profesionales que adquieren la responsabi-lidad facultativa en los diferentes tramos, debentener una visión clara sobre su futuro, por enci-ma de los intereses inmediatos.APICI esta impulsando, con entusiasmo la for-mación en esta materia, colaborando con lasuniversidades, con los colegios profesionales, ydirectamente desde APICI, a través de un con-junto de programaciones formativas adecuadas alas necesidades de nuestra sociedad y del colec-tivo profesional.Esperamos que en un próximo futuro, "los40.000 que vivan de esto" contribuyan de unaforma más nítida y eficaz a todos aquellos quedesean vivir en una sociedad lo más segura posi-ble ante los incendios.

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.5

La Ingeniería de Proteccióncontra Incendios

pág.# Nº 3 - ICI - Noviembre 2005

ICI-

Inge

nier

íaco

ntra

Ince

ndio

s

Carta del Presidente

Antonio MadroñeroPresidente - APICI

Siguiendo la singladura de nuestra revista llegamos altercer número de ICI. Quiero agradecer sincera y efu-sivamente la colaboración recibida de todos nuestrossocios, y de las instituciones y empresas sin cuya cola-boración no hubiéramos llegado hasta aquí. Cada pasodado ha costado mucho, posiblemente porque cadavez nuestra responsabilidad sea mayor, pero tambiénla satisfacción que nos ha producido lo ha compensa-do todo.

Mi firme convencimiento es que la ingeniera de PCIconstituye la piedra angular del edificio de la preven-ción de incendios, y que sin su existencia y aplicaciónresultaría imposible conseguir los niveles de protec-ción de incendios adecuados que nuestra sociedadprecisa. Pero por la misma razón que no existirían edi-ficios con solo la primera piedra, la protección deincendios es el resultado de la concatenación de losesfuerzos profesionales de todos los eslabones: usua-rios, reguladores, fabricantes, instaladores, mantene-dores, certificadores, etc.

Las bases de partida de la protección que son la eva-luación del riesgo y la estrategia de protección, no sepueden establecer si los diversos responsables, queparticipamos en el proceso, no hablamos el mismoidioma. Y ese "idioma", ese cuerpo de doctrina, eseconocimiento común es la ingeniería de protección deincendios.

En APICI trabajamos para mejorar el conocimiento yla práctica de la ingeniería de protección de incendiosde todos los profesionales que trabajamos en este sec-tor. APICI es una asociación de profesionales, a títuloindividual, que cuenta en la actualidad con 500 sociosaproximadamente, que prestan sus servicios en todoslos segmentos de la industria y de la sociedad, inclu-yendo, administración, fabricantes, ingenierías, insta-ladores, mantenedores, usuarios, etc.

En nuestro país existen otras asociaciones, cuya laborse desarrolla en este mundo de la protección de incen-dios, que incluyen a los aseguradores, a los bomberos,a los fabricantes, etc., y que defienden los intereses desus miembros asociados, y que actúan en el mercadocon la voluntad de mejorar las prestaciones a la socie-dad.

APICI, por su parte, se ha constituido en un foro deinformación, formación y debate de todos sus asocia-dos, los profesionales de la ingeniería de PCI, sin cuyaparticipación eficaz y responsable en cada uno de lossegmentos sociales mencionados, no resultaría posiblealcanzar el nivel de seguridad contra incendios quenuestra sociedad espera y merece.

Por ello, creemos llegada la hora en que APICI seavista, nítidamente y sin sombras, por el resto de asocia-ciones y empresas, como un instrumento eficaz para laformación de sus profesionales, y para el mejor resul-tado de sus actividades en el mercado, en pro de lacalidad y de la seguridad.

APICI tiene una clara vocación y necesidad integrado-ra por su propia esencia asociativa, ya que en su senose encuentran profesionales de todos los sectoressociales. Esperamos que nuestros esfuerzos de comuni-cación a la sociedad en este sentido se vean respondi-dos por los demás con el mismo entusiasmo que no-sotros ponemos en nuestra tarea diaria.

La Administración precisa de la existencia de profesio-nales técnicos en PCI que sean capaces de participaren la elaboración de las regulaciones y normas, y quepuedan establecer las estrategias de protección, res-ponsabilidad de los diferentes gobiernos.

Los Aseguradores precisan técnicos de prevención einspección de riesgos cada día más capacitados yconocedores de las últimas tecnologías y herramientasde protección.

Los Fabricantes deben tener esperanza en el creci-miento continuado de su mercado, si la demanda dis-pone de la calidad necesaria, y esto solo puede ser elfruto del conocimiento de las tecnologías y de laimportancia de la calidad por los usuarios, instalado-res e ingenierías.

Los Técnicos competentes, que prestan sus serviciosen las diferentes empresas, precisan formación conti-nuada y ese foro de contacto permanente con sus cole-gas, que es APICI, donde debatir, informarse y formar-se.

Los Usuarios deben hacer frente a sus responsabilida-des de mantener su entorno seguro en un mundo demayores exigencias y responsabilidades cada día,donde la seguridad contra incendios en sus respectivosedificios, hoteles, oficinas, industrias, etc., figura en lamás alta prioridad. Y para ello precisan la colabora-ción de profesionales competentes en ingeniería dePCI.

Las Universidades deben desarrollar planes de estudiorelacionados con la ingeniería de protección de incen-dios y para ello deben contar con el soporte del colec-tivo profesional que se reúne en APICI.

Desde APICI deseamos que nuestra actividad asociati-va, con el objetivo de satisfacer las necesidades de losdiversos profesionales de la protección de incendios, yde la sociedad en general, se vea con la transparenciadeseada y cada vez en nuestro seno seamos mayornúmero de asociados y mejor comprendida y ayudadanuestra labor.

Y desde APICI queremos desear a todos: ¡Muy Felicesy Seguras Fiestas de Navidad y Año Nuevo¡

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.7

Una clara voluntad integradora

pág.8 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Primera Línea

La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

LA REDACCIÓN DE LA NORMA

UNE 23585 SOBRE

SISTEMAS DE CONTROL DE

TEMPERATURA Y

EVACUACIÓN DE HUMOS

CUESTIONADA POR EL NUEVO

CÓDIGO TÉCNICO.

D. José Luís Posada, Jefe delServicio de Normativa deSeguridad del Ministerio de laVivienda, durante el Seminariosobre Sistemas de Control delHumo celebrado la semana pasadaen Toledo, comunicó que el nuevoCódigo Técnico de la Edificaciónconsidera la utilización de lanorma UNE 23585 para el diseñode los Sistemas de Control delHumo "…sin tomar en considera-ción la exclusión de los sistemasmecánicos que figura en el aparta-do 03. Aplicaciones".

Para aquellos que no hayan leídodetenidamente la Norma UNE23585 aclaramos que en la página14, apartado 0.3 Aplicaciones, delCapítulo 0 Introducción, se incluyeel siguiente párrafo: "Dependiendode las diferentes circunstancias yde la situación y tipología del edifi-cio, los cuales pueden afectar a sufuncionamiento, puede utilizarseun SCTEH de evacuación natural o

de evacuación mecánica o forza-da, sin embargo, estos últimossolamente se admitirán cuando setrate de edificios ya construidos enlos que sea materialmente imposi-ble utilizar un sistema natural o deedificios con carácter histórico-artístico, cuando por sus especialescircunstancias de conservación nosea posible utilizar otro procedi-miento"

Si el seguimiento de esta norma,más que ser una guía técnica, seconvierte en obligatorio en los dife-rentes reglamentos y ordenanzas,no sería admisible la utilización delos sistemas de ventilación forzadapara cumplir con estos documen-tos. Sin embargo la norma europeaEN 12101 parte 5, cuya traduc-ción, según se indica en la UNE23585, se utilizó para la redacciónde la norma española, no incluyedicho párrafo, ni nada parecido.

Desde luego parece que la eficaciade la ventilación natural es depen-diente de factores tales como lascondiciones climatológicas exis-tentes en el momento del incendio,viento, dirección, intensidad, tem-peratura, y el propio tamaño delincendio que creará unas condicio-nes de flotabilidad del aire yhumos muy diferentes, mientrasque la ventilación forzada no tieneesas limitaciones.

El Ingeniero Sr. Ferreira que impar-tió el Curso sobre Diseño deSistemas de Control del Humo,durante los dos días anteriores a laintervención del Sr. Posada, habíacomentado acerca del mencionadopárrafo, que no podía entender larestricción mencionada, y, que porel contrario, en su experiencia pro-fesional, no conocía casos de atrioen los que se hubiera utilizado ven-tilación natural. Añadió, que laventilación natural se utiliza típica-mente en EEUU en los almacenes,debido al tamaño e intensidad delos incendios previsibles.

La situación resulta sin duda curio-sa e invita a una seria reflexiónsobre el proceso seguido para laelaboración de las normas técnicassobre seguridad contra incendiosen nuestro país, que provoca queun código de edificación españolque debe adaptarse a Europa, debaincluir una nota de ese tipo sobreuna norma técnica asimismo espa-ñola. Esperamos que el caminoseguido por el Ministerio de laVivienda, cancelando la restricciónde sistemas de evacuación mecáni-co de humos, sea seguido por elMinisterio de Industria, y por lasdemás Administraciones.

Mientras se retira la Norma UNE23585 y se traduce fielmente la EN12101 parte 5, la norma UNE23585 al igual que cualquier otranorma técnica permite la utiliza-ción de alternativas diferentes a lasseñaladas en la propia norma en suapartado 1.7 Otros métodos dediseño: Se podrá hacer uso de otrosprocedimientos de diseño distintosa los expuestos en esta normasiempre que estén debidamentejustificados……, y sean aprobadospor el órgano que tenga las compe-tencias en la materia de Prevenciónde Incendios.

En cualquier caso lo que nos pare-ce más importante, y que no seexpone de forma nítida en lanorma, es que cualquier sistemade control de humos, para resultareficaz y fiable, debe ser proyecta-do, calculado, y recepcionado poringenieros competentes cualifica-dos.

Sin duda, sin normas técnicas decalidad y actualizadas no se podrí-an conseguir niveles adecuados deprotección de incendios. Pero lasnormas deben ser el referente delos técnicos, no la panacea delatrezzo.

Para más información:[email protected]

SISTEMAS DE AGUA NEBULIZADA:- Selección, aplicaciones y

diseño según NFPA 750.CÁLCULOS HIDRÁULICOS DE REDES YSISTEMAS DE ROCIADORES:

- Hidráulica Básica para PCI.- Procedimiento de cálculo

según NFPA 13 y EN 12485MANTENIMIENTO DE SISTEMAS DE AGUA:

- Operaciones y periodicidadpara cada uno de los sistemastratados.

- Requisitos según la NormaNFPA 25.

- Requisitos según NormativaEspañola.

El curso se realizará en Madrid, del23 al 26 de enero de 2006, enhorario de 09:00 a 14:00 h y de15:00 a 18:00 h.

MATERIAL DE APOYO

Cada participante recibirá unmanual de diseño, que incluye lostópicos tratados en el programa yun ejemplar en español de las nor-mas NFPA 13, 15, 20, 24 y 25, asícomo un extracto de la normaNFPA 750.

INSTRUCTORES

El curso será dictado en su totali-dad por el siguiente equipo deingenieros profesionales en protec-ción contra incendios y en concre-to en los temas tratados en estecurso:

- Ing. Guillermo Lozano, SFPE. - Ing. Javier de la Vega, SFPE.- Ing. Andrés Pedreira, SFPE.- Ing. Fernando Vigara, SFPE.

MATRÍCULA

- Inscripción antes del 31 deDiciembre 1.000 euros.

- Inscripción antes del 10 deEnero 1.100 euros

- Después de esa fecha 1.200euros.

Socios de APICI. 10% Dto.

Política de cancelaciones.Para más información:

www.apici.net

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.9

Primera Línea

La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

DISEÑO DE SISTEMAS DEPROTECCIÓN CONTRA

INCENDIOS A BASE DE AGUA

DISEÑO, INSPECCIÓN YMANTENIMIENTO.

Los sistemas de protección deincendios basados en agua consti-tuyen la columna vertebral del PCI.

Para poder diseñar correctamenteestos sistemas, el técnico debeconocer en profundidad los con-ceptos y normas que enmarcanlos abastecimientos, tanques, bom-bas, redes exteriores e interiores,Hidrantes, Bies, sistemas de rocia-dores automáticos, sistemas deagua pulverizada, sistemas de aguanebulizada, etc.

Estos sistemas frecuente-mente se diseñan indistin-tamente siguiendo nor-mas europeas EN o nor-mas NFPA.

Este curso se imparte pre-sentando la base concep-tual para el diseño y cál-culo de los sistemas, y deforma sistematizada lasdiferencias entre las nor-mas europeas y españolaspara cada uno de ellos.

Los alumnos aprenderán aefectuar los cálculos hidráulicos deforma manual e informática a tra-vés del sistema de software más uti-lizado en el mundo del PCI, elHASS.

OBJETIVOS

El curso capacitará al asistente conlos conocimientos y métodos prác-ticos para el diseño de sistemas deextinción por agua. Se dará unenfoque global de la proteccióncontra incendios. Por medio deejemplos típicos se aprenderá eluso de las normas europeas yNFPA para el diseño y cálculo delos diferentes sistemas de protec-ción.

CONTENIDOSCONCEPTOS BÁSICOS:

- Características dinámicas delos incendios.

- Control y extinción de losincendios.

SISTEMAS DE BOMBEO:- Componentes y requerimien-

tos según NFPA 20, UNE23500, Reglamento deIndustria 2267, Reglamentode Instalaciones Petrolíferas,Reglamento de Almacena-miento de Productos Quími-cos.

- Selección de bombas y acce-sorios.

- Diseño Mecánico.- Pruebas de aceptación y de

rutina.REDES DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA:

- Componentes principales.- Criterios de diseño y alcance

de la norma NFPA 24.- Tipos de tuberías, métodos de

instalación.- Pruebas de aceptación.

SISTEMAS DE ROCIADORES:- Tipos de sistemas y sus com-

ponentes.- Clasificación según normas

EN y NFPA.- Distribución y ubicación de

Rociadores.- Procedimientos según NFPA

13 y EN 12485- Pruebas de aceptación y de

rutina.SISTEMAS DE AGUA PULVERIZADA:

- Aplicación y selección deparámetros, NFPA 15 Y une23501-7, Reglamento deInstalaciones Petrolíferas,Reglamento de Almacena-miento de Productos Quími-cos.

- Componentes del sistema.- Selección y ubicación de

toberas.- Parámetros típicos para pro-

tección de tanques, transfor-madores, tuberías, bombas.

- Pruebas de aceptación y ruti-na.

pág.10 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Primera Línea

La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

F E R I A S

S I C U R 2 0 0 6 Del 21 al 24/02/06

MadridIFEMA

[email protected] icur . i fema.com

S I C U R E Z Z A - S I C U R T E C Hdel 15 al 18/03/06

Milán - Italiawww.sicurezza.it

I F S A 6 T HI N T E R N A T I O N A L F I R E

S P R I N K L E RC O N F E R E N C E &

E X H I B I T I O N28 y 29/03/06

Lisboa - Portugalwww.sprinklerworld.org

A S I S I N T E R N A T I O N A LE U R O P E A N S E C U R I T Y

C O N F E R E N C Edel 23 al 26/04/06

Niza - Franciawww.asisonline.org

T H E A M E R I C A S ' F I R E &S E C U R I T Y E X P ODel 18 al 20/07/06

www.americasfireandsecurity.com

A S I S I N T E R N A T I O N A L5 2 N D A N N U A L

S E M I N A R & E X H I B I T SDel 25 al 28/09/06San Diego - EEUU

www.asisonline.org

E X P O P R O T E C T I O NDel 07 al 10/11/06

París - Franciawww.expos-protection.com

LOS SISTEMAS DEPROTECCIÓN DE INCENDIOS

MEDIANTE AGUA NEBULIZADA.Los sistemas de agua nebulizadageneran cada día una mayor aten-ción y atractivo en un crecientenúmero de usuarios. Sin duda,existen buenas razones para ello.

Los sistemas de agua nebulizada,aúnan dos aspectos muy positivosen el mundo de los sistemas deprotección de incendios. La tradi-cional eficacia y fiabilidad de lossistemas de agua, y la minimiza-ción de los daños por agua queacompaña a los sistemas de aguaconvencionales de rociadores auto-máticos o agua pulverizada, quehacen a estos últimos inadecuadospara la protección de contenidossensibles, como fin primario.

Foto. José Figueroa y Larry King deFM con Fernando Vigara.

Pero sin embargo, no todo sonluces en la utilización de los siste-mas de agua nebulizada. Un eleva-do número de usuarios opta por elagua nebulizada o por algún agen-te limpio, como solución final ino-cua, o "sustituto más adecuado delhalón", de acuerdo a sus más vario-pintas convicciones. Tanto en unaopción como en otra, se echa demenos, muy a menudo, la existen-cia de una correcta evaluación delriesgo, la redacción de un proyec-to, el establecimiento pormenori-

zado de los objetivos que se pre-tenden y las condiciones de entor-no que se deben cumplir para queel sistema resultante sea eficaz yfiable para la misión perseguida.

En el caso de utilización de agenteslimpios es frecuente observar ries-gos que no cuentan ni con sistemasde detección adecuados (detecciónprecoz), ni con recintos suficiente-mente estancos. La prueba deestanqueidad es un requisito de lanorma que se realiza en contadasocasiones.

En el agua nebulizada, la situaciónes peor si cabe, porque solamentelas aplicaciones ensayadas y apro-badas son aceptables. Estas aplica-ciones ensayadas y aprobadas porun Laboratorio de Ensayos cualifi-cado, conlleva un Manual deDiseño, Instalación, Operación yMantenimiento que forma parteinseparable de la aprobación, ysería muy conveniente que la solu-ción fuese supervisada por un inge-niero cualificado independiente entérminos de "tercera parte".

Factory Mutual reconoce en los sis-temas de agua nebulizada uno delos sistemas de supresión de incen-dios con mayor atractivo de pre-sente y futuro y ha publicadorecientemente un nuevo Standardque protocoliza un gran número deaplicaciones y ensayos.

El uso de aplicaciones aprobadas,con la metodología adecuada yparticipación de ingenieros cualifi-cados que supervisen las aplicacio-nes y acepten válidos los inevita-bles "gaps" entre aprobación y apli-cación real conducirá a un uso fia-ble y eficaz de estos sistemas. Elresponsable de los sistemas dewatermist en Factory Mutual es elSr. Lawrence King.

Para más información:www.fmglobal.com

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.11

Primera Línea

La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

I CURSO DEINGENIERÍA BÁSICA DE

PCI A DISTANCIA.APICI, Asociación de Profesionalesde Ingeniería de Protección contraIncendios, y AFITI, Asociaciónpara el Fomento de la Investigacióny la Tecnología de la Seguridadcontra Incendios, con el impulsodel Ministerio de Industria,Turismo y Comercio, han progra-mado este Curso Básico deIngeniería de Protección contraIncendios al objeto de fomentar ymejorar la formación de los técni-cos de seguridad contra incendiosque prestan sus servicios en lasdiversas empresas de ingeniería,instalaciones, mantenimiento, etc.Con él se pretende abarcar todaslas áreas de conocimiento que pue-den ser de interés para el profesio-nal en el desarrollo de su actividaddiaria y en particular:

- Proporcionar a los alumnoslos conocimientos necesariospara obtener una visión globalde los incendios y su protec-ción.

- Ser capaces de planificar unsistema de seguridad contraincendios adecuado al proble-ma de protección planteadodiferenciando entre las distin-tas posibles alternativas.

- Conocer la normativa españo-la e internacional en materiade PCI en vigor.

- Dotar a los alumnos de losconocimientos necesarios quesolicitan otras titulacionescomo requisitos imprescindi-bles para obtener certificacio-nes profesionales reconocidasen el sector de PCI.

A la finalización del curso, losalumnos que hayan superado lostest de evaluación de cada bloque,el examen final y el proyecto finalde curso, recibirán un diploma

acreditativo del Curso Básico deIngeniería de Protección contraIncendios, expedido por Apici yAfiti, en el que se incluye la cola-boración del Ministerio deIndustria, Turismo y Comercio.

La duración total del curso es de100 horas, de las cuales 80 seránhoras de estudio a distancia queincluyen la preparación del proyec-to final y 20 horas presénciales.

Las horas presenciales se distribui-rán en 5 sesiones, a realizar enhorario de 16:00h a 20:00h, y enlas fechas que se establezcan. Seprogramarán al menos 10 fechasentre las que cada alumno podráescoger las que se adapten más asu disponibilidad.

El curso se desarrolla fundamental-mente en modalidad de formacióna distancia lo que permitirá alalumno marcar su propio ritmo deaprendizaje. Se combina con sesio-nes presénciales de apoyo, que ten-drán un enfoque eminentementepráctico y de capacitación profesio-nal, y donde la participación, eldebate y el intercambio de expe-riencias entre los asistentes seránpunto de referencia, para el correc-to desarrollo del curso y un ade-cuado nivel de aprovechamientodel mismo.

FECHAS DE IMPARTICIÓN

- Fecha de Inicio: 1 de marzode 2006.

- Fecha de Finalización: 20 deJunio de 2006.

- Presentación Trabajos de Finde Curso: 26 al 30 de Junio de2006.

PROGRAMA

El programa ha sido diseñado conel propósito de proporcionar a losasistentes los contenidos necesa-rios y la metodología adecuadapara formar a futuros profesionales

cualificados en Ingeniería deProtección contra Incendios. Sedistribuye en los siguientes bloquestemáticos:

1 Información y análisis en PCI.

2 Fundamentos sobre el fuego.

3 El comportamiento humanoen las emergencias.

4 Sistemas de protección activacontra incendios.

5 Técnicas y sistemas de protec-ción pasiva en la edificación.

6 Gestión de la protección deincendios.

7 Apéndices.

El manual de referencia para todoel curso es el FIRE PROTECTIONHANDBOOK, Edición 19, volu-men I y II. En cada bloque temáti-co, el alumno recibirá el materialde estudio correspondiente en for-mato DVD, las referencias biblio-gráficas relativas al Fire ProtectionHandbook y los cuestionarios deevaluación. En cada DVD, el alum-no podrá seguir la conferenciamagistral del tema de estudio a tra-vés de presentaciones de Power-Point que incluyen vídeos en losque se desarrollan las explicacio-nes de las materias tratadas. Elalumno podrá visionar estas confe-rencias tantas veces como estimenecesario.

El alumno recibirá vía correo elec-trónico, aquella documentación

� Afiti-Licof

� Arce Clima

� Ashes Fire Consulting

� Casmar

� Colt Ibérica

� Comin, S.L.

� CPI-Comercial de Proteccióncontra Incendios

� Fire-Consult, S.L.

� FVA, S.L.

� Marioff - HI-FOG, S.A.

� Nordes, S.A.

� Notifier España, S.A.

� Prosysten

� Ruiz Sistemas S.L. - RUCA

� Securitas Sistemas deSeguridad, S.A.

� Sima, S.L.

� Telefónica Ingeniería deSeguridad

� Ubeda Consulting, S.L.

� Vision Systems

� Wormald Mather + PlattEspaña, S.A.

Para más información:

[email protected]

SociosSimpatizantes

2 0 0 5

Primera Línea

La actualidad en el mundo de la Seguridad contra Incendios

que el tutor desee enviar de formaadicional para completar la forma-ción, tales como artículos, prensaespecializada, bibliografía,…

Los cuestionarios de evaluación,del tipo de respuesta múltiple,deberán ser remitidos por el alum-no a AFITI-APICI para su correc-ción y posterior devolución alalumno. En el caso de que el cues-tionario incluya respuestas inco-rrectas, será enviado al alumno denuevo para que proceda a su nuevacumplimentación, hasta que sehaya contestado ala totalidad de lasrespuestas correctamente.

Los alumnos tendrán a su servicioun sistema de tutorías dondepodrán ponerse en contacto con eltutor para que le resuelvan cuantasdudas puedan surgirle en el estudiode cada bloque.

PERIODO DE INSCRIPCIÓN

El primer curso solo admitirá 20alumnos. El periodo de inscripciónal curso será del 10 de Enero al 10de Febrero de 2006. Este periodose dará por finalizado una vez lasplazas queden cubiertas o hasta lafecha indicada anteriormente.

El importe de la matrícula es de2.000 €. (Socios de APICI: 1.500 €)

Incluye: Libros de texto, DVD´sconteniendo lecciones y videos,ejercicios, tutoría, clases presencia-les, y pruebas finales.

Para más información:www.apici.net

pág.12 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

APICI ha creado la figura de Socio Simpatizantepara estrechar las relaciones entre la Industria y laComunidad de la Ingeniería de Protección contraIncendios. Ser Socio Simpatizante reconoce aque-llas empresas que tienen un interés común conAPICI en la contínua mejora de la información yformación de los profesionales del PCI como mejormedio para lograr los mayores niveles de Seguridadcontra Incendios en nuestra Sociedad.

FERNANDO VIGARANOMBRADO DIRECTOR DELA JUNTA DIRECTIVA DE

LA SECCIÓN LATINOAMERICANADE LA NFPA

El miércoles 20 de julio en elCentro de Convenciones de MiamiBeach, se llevaron a cabo las elec-ciones 2005 para la Junta Directivade la Sección Latinoamericana.Fueron elegidos nuevos Directoresde la misma los Ingenieros JorgeSuarez de Méjico y nuestro secreta-rio general Fernando Vigara.

La Sección Latinoamericana de laNFPA fue autorizada por la JuntaDirectiva de la NFPA en 1997 yorganizada ese mismo año. Lamembresía a la Sección es unbeneficio de su afiliación a laNFPA y está abierta a todo miem-bro activo quien tenga interés en"Incrementar el nivel tecnológicode protección contra incendios yseguridad humana en AméricaLatina compartiendo conocimien-tos y experiencias." Membresía enla Sección no requiere cuota adi-cional aparte del pago anual a laafiliación a la NFPA.

Ser Director de una SecciónProfesional de la NFPA representaun gran honor y el reconocimientode los méritos profesionales yhumanos realizados en ambas tra-yectorias a lo largo de una vida dededicación a la Protección contraIncendios.

Para más información:www.capitulosnfpa.org

La predicción del tiempo necesariopara la evacuación de un edificio,en los diferentes escenarios de

incendio, resulta de gran interés, muyespecialmente en los diseños de PCIbasados en prestaciones o"Performance-Based". Los códigosprescriptivos no suelen facilitar métodosde cálculo para realizar este tipo de eva-luación.

Para ello existen en el mercado diferen-tes modelos que predicen el movimien-to humano y que permiten predecir lostiempos estimados de evacuación. Elcoste, software y hardware necesariospara la utilización de cada uno de ellos,así como el tipo y grado de precisión dela información obtenida, son tambiéndiferentes.

El Handbook of Fire ProtectionEngineering de la SFPE Edición 3ª, en suCapítulo 14, escrito por Harold E. "Bud"Nelson (1) y Frederick W. Mowrer (2),presenta un modelo de análisis delmovimiento humano, de cálculomanual, del que por su interés y utili-dad, a continuación ofrecemos una sín-tesis. El Handbook, que incluye en deta-lle los procesos y tablas de cálculo paraeste modelo, así como otra informacióndel máximo interés para los ingenierosde protección de incendios, con un totalde 1604 páginas, se puede adquirir enAPICI.

El Tiempo Requerido para laEvacuación, Trevac, se define como el

tiempo que transcurre desde que se pro-duce el inicio del incendio, hasta que es

evacuada la edificación, y que debesiempre ser menor que el TiempoDisponible para la Evacuación, Tdevac(Tiempo en el que las vías de evacua-ción son transitables en términos detemperatura visibilidad y toxicidad).Trevac es la suma de un conjunto de

intervalos de tiempo:

Trevac = td + ta + tp + ti +te

td =Tiempo de detección. Tiempo

que transcurre desde el inicio delincendio hasta su detección.

ta =Tiempo de alarma. Tiempo que

transcurre desde la detecciónhasta que se notifica a los ocupan-tes sobre el incendio.

tp =Tiempo de percepción. Tiempo

que tardan los ocupantes en perci-bir el incendio.

ti =Tiempo de interpretación yacción. Tiempo que transcurredesde la percepción y toma de ladecisión de la acción hasta elcomienzo de la evacuación.

te =Tiempo de evacuación. Tiempo

desde que comienza la evacua-ción hasta que es completada.

La estimación precisa del tiempo reque-rido para la evacuación, Trevac, encie-

rra una cierta dificultad, puesto que lostiempos parciales expuestos varían en

función de factores tales como los dife-rentes escenarios de incendio, los siste-mas de detección y comunicación dealarma disponibles, el conocimiento delas vías de evacuación por los ocupan-tes, el comportamiento a nivel indivi-dual y de grupo, etc. Por ello el tiemposobre el que se suelen efectuar los cál-culos a la hora de estimar el tiempo deevacuación es el referido al tiempomínimo estimado para recorrer las dife-rentes rutas de evacuación desde que seinicia el movimiento del personal hacialas salidas o áreas de refugio, tiempo deevacuación, te. El tiempo a añadir,

correspondiente al resto de los interva-los, queda cubierto por el adecuado fac-tor de seguridad utilizado, o bien esañadido por datos concretos de los quedisponga el proyectista, y aprobado porla autoridad competente.

Performance-BBased

Un método para el Cálculo delos Tiempos de Evacuación

Los tiempos de evacuación, parámetro clavea la hora de evaluar la seguridad contra incendios.

pág.14 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Redacción ICI

Performance-BBased

EL MODELO HIDRÁULICO

El modelo que comentamos se denomi-na modelo hidráulico. Está basado en larelación existente entre la densidad deocupantes y la velocidad de los mismosa través de las vías de evacuación. Eltiempo calculado por el modelo sedenomina tiempo modelado de evacua-ción, tme, que es una aproximación altiempo real de evacuación basada endatos obtenidos en simulacros de eva-cuación y en la experiencia de tiemposde evacuación medidos en casos deincendio real. Es posible que el tiempomodelado de evacuación pueda diferirdel tiempo real de evacuación. La dife-rencia entre el tiempo de evacuaciónmodelado y el tiempo de evacuaciónreal puede ser expresada en términos deeficiencia de evacuación aparente, e,usando la siguiente relación:

te = tme .e

Los elementos que afectan al valor de e,están relacionados con los factoresimprevisibles del comportamiento delos ocupantes, como por ejemplo lainfrautilización de determinadas salidasy la saturación de otras, interrupcionesen el movimiento, etc.

En el modelo hidráulico se utilizan lossiguientes parámetros:

Ancho efectivo - we , de un componen-

te de la evacuación, pasillo, puerta,escalera, etc., se corresponde con elancho real del componente menos unosdeterminados márgenes.

we = wreal - márgenes

Densidad - �, (personas/m2), número de

personas por unidad de área.

Velocidad - v, (m/s), veloci-dad de desplazamiento porpasillos, escaleras y ram-pas, que es función de ladensidad y de un factor k.

Si la densidad es menor que 0,54 perso-nas/m

2, la velocidad de movimiento es

independiente de la velocidad de movi-miento de los otros.

La máxima velocidad de desplazamiento

de los ocupantes ( ���= 0,54/m2) se muestra

en la siguiente tabla.

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.15

Tabla 1.Anchos de los Márgenes

Figura 1.

Velocidad de desplaza-miento en función dela densidad.

Tabla 2.

Máxima velocidad de desplazamientode los Ocupantes

17,78 27,94 1,08

ESCALERAS CON ESCALONES CON

19,05 25,4

FACTOR K(m/s)

1

16,51 30,48 1,16

1,85

FACTOR DE CONVERSIÓNDE DISTANCIA

1,66

2,08

16,51 33,02 1,23 2,22

PASILLOS, RAMPAS,DESCANSILLOS

(hescalón) (wescalón)1,40 1,0

PASILLOS 72

COMPONENTE DE EVACUACIÓN

ESCALERA TRADICIONAL

VELOCIDAD (m/min)

60

PUERTAS 72

BARANDILLAS Y PASAMANOS 9

COMPONENTE

ESCALERAS CON PARED

MARGEN PORCADA LADO (cm)

15

PASILLOS Y RAMPAS 20

BUTACAS DE TEATROS, CINES,ESTADIOS

0

SALONES Y PASILLOS GRANDES 46

OBSTÁCULOS 10

PUERTAS 15

Tabla 3. Factor K en m/s para escaleras y pasillos

Performance-BBased

Flujo específico �s y flujo calculado -�c, El flujo específico, es el flujo deocupantes a través de un punto de laruta de evacuación por unidad de anchoy de tiempo.

En la siguiente figura, se muestra el flujoespecífico en función de la densidad depersonas por m

2en relación al compo-

nente de evacuación.

Para obtener el flujo máximo respectode la densidad:

Los flujos específicos máximos paracada componente se muestran en lasiguiente tabla:

Los flujos máximos serán los utilizadossi el cálculo facilitase un flujo mayor.

El flujo calculado, �c, es el número depersonas por segundo que atraviesan uncomponente de evacuación.

El embotellamiento se genera cuando elflujo de ocupantes que entra en un com-ponente de evacuación es mayor que elflujo de ocupantes que salen del ele-mento.

Tiempo de paso, tp, se define como eltiempo que tarda un grupo en pasar porun determinado punto en la ruta de sali-da. Se puede expresar de la siguienteforma:

pág.16 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Figura 2.

Flujo específico de perso-nas por minuto por m deancho efectivo, para losdistintos componentes deevacuación.

17,78 27,94 1,01

ELEMENTO DE LA RUTADE EVACUACIÓN

19,05 25,4

FLUJO ESPECÍFICO MÁXIMOPERSONAS/S/M DE ANCHO EFECTIVO

0,94

16,51 30,48 1,09

16,51 33,02 1,16

PASILLOS, RAMPAS,PUERTAS, ESCALERAS

ALTO (cm) ANCHO (cm)(hescalón) (wescalón)

1,3Tabla 4.

Flujo Específico Máximo

PPtp =

a) Transiciones con un flujo deentrada y un flujo de salida:

b) Con dos flujos entrantes y uno desalida:

c) Otras geometrías de confluencia,se aplica la siguiente relacióngeneral:

Performance-BBased

pág.18 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

TRANSICIONES

Las transiciones se producen en los pun-tos donde las características o dimensio-nes de una ruta de evacuación cambiano en los puntos donde confluyen variasrutas. El flujo específico, �s, de la rutade salida en un punto de transición estádeterminado por las siguientes ecuacio-nes en función de los parámetros:

�s (salida) = Flujo específico desalida desde un puntode transición.

�s (entrada) = Flujo específico de lle-gada a un punto detransición.

we (entrada) = Ancho efectivo ante-rior al punto de transi-ción.

we (salida) = Ancho efectivo des-pués del punto detransición.

1. Estimación de la densidad deflujo(�), velocidad(v), flujo específi-co (�s), anchura eficaz (we) y flujocalculado (�c) por cada planta:

Se estima que los ocupantes de cadaplanta abandonan la planta divididos endos mitades que lo hacen por las dossalidas. En este supuesto cada mitaddebe recorrer un pasillo de 45 m de lon-gitud y 2,4 m de ancho.

Se trata de un edificio de oficinas conlas siguientes características:

Para el cálculo asumiremos las siguien-tes hipótesis:

a) El flujo de ocupantes estará limi-tado por la capacidad de pasode las puertas de acceso a lasescaleras o por la limitación deflujo creado por las propiasescaleras, lo que producirá laformación de colas ante laspuertas de acceso.

b) Todos los ocupantes inician laevacuación de forma simultá-nea.

Se procede al cálculo siguiendo lossiguientes pasos:

Caso Práctico 1. Hay 9 plantas de 91 m. x 24 m. conaltura entre plantas de 3,7 m.

2. Dispone de 2 escaleras localizadasen ambos extremos del edificio.(No existen fondos de saco.)

3. Las escaleras tienen una anchurade 1,12 m. con barandillas quesobresalen 0,063 m.

4. La huella y piso de los escalonesson de 27,9 y 17,8 cm. respectiva-mente.

5. Existen 2 descansillos son de 1,2 mx 2,4 m. por cada piso.

6. La anchura libre de las puertas deentrada y salida a las escaleras esde 0,91m.

7. La primera planta no termina a tra-vés de escaleras.

8. Cada planta tiene un solo pasillo de2,4 m de anchura que termina enlas puertas de acceso a las escale-ras.

9. Hay una ocupación de 300 perso-nas /planta.

Performance-BBased

2. Estimación del impacto de las puer-tas de entrada a las escaleras en elflujo:

Debido a que el flujo del pasillo esmayor que el que atraviesa la puerta, seformará una cola con una tasa de creci-miento de 2,42 - 0,79 = 1,63 pers/s

3. Estimación del impacto de las esca-leras en el flujo:

Para el cálculo de la densidad y la velo-cidad en la escalera, observando laFigura 2, se obtiene un valor aproxima-do de d de 1,6 pers/m

2y por tanto una

velocidad de:

v = k·(1-a·�)|k=1,08 = 0.62 m/s

La distancia entre planta y planta deltramo de la escalera, serán los 3,7 m dealtura, entre planta y planta, multiplica-do por el factor de conversión (Tabla 3)más los dos pasillos de 2,4 m de longi-tud. Lo que hace un total de 11,6 m.(3,7·1,85+2·2,4)

El tiempo necesario para bajar cada pisopor la escalera será por tanto de:

El flujo calculado �c será:

El número de personas que accederá ala escalera de cada planta desde la 9ª ala 2ª hasta que se produzca la mezclade flujos a los 19 segundos será de:

A partir de ese momento se produce laconfluencia de flujos.

4. Estimación del impacto de la mez-cla de flujos en las escaleras:

5. Estimación del tiempo de desplaza-miento:

- Se asume que todos los ocu-pantes se disponen a evacuaral mismo tiempo. El tiempoinicial, hasta que confluyenlos flujos de la planta supe-rior y el de la planta conside-rada, es de 30 segundos. Y laevacuación se realiza demodo descendente, es decirdesde la novena planta hastala primera, aunque podíahaberse tomado de otraforma.

- Durante los 30 primerossegundos hasta el colapso,las escaleras se han llenadode 120 personas, correspon-diente a 15 por cada planta,lo que implica que quedanpor evacuar 135 por planta.

- El tiempo que se tardará enevacuar la novena plantaserá, el tiempo inicial de 30segundos, 19 segundos dedescenso de las escaleras

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.19

0,62

ESCALERA

0,82

0,97

0,79

-

MEZCLADE

FLUJOS

-

-

0,82

0,88

PASILLO

2

1,21

2,42

-

PUERTA

0,61

1,3

0,79

v (m/s)

we (m)

�s(pers/(s.m))

�c (pers/s)

Tabla 5.

Cuadro Resumen

Performance-BBased

lico. Por ello en los puntos deunión de flujos se considera quelos ocupantes que se suman alflujo existente de ocupantes seautorregulan en función de lacapacidad de la escalera.

� El grado de eficacia de las rutasde evacuación y del proceso deevacuación en su conjuntodepende de muchos factorestales, como la adecuada señali-zación, la actuación de equiposde ayuda a la evacuación, laexistencia o no de humo, la per-cepción y actitud de los ocupan-tes que deben ser valorados con-venientemente.

� Estudios realizados muestranque los flujos de evacuación máseficaces se obtienen cuandotodos los ocupantes se hayanentrenados y son ayudados porequipos de ayuda a la evacua-ción.

� El uso no balanceado de las víasde evacuación, es decir la ifrau-tilización de unas y la sobrecar-ga de otras es uno de los facto-res que contribuye al descensode la eficacia.

� El Capítulo 14 del Handbook dela SFPE, presenta un estudio

muy detallado sobre estos extre-mos. Simplemente como nota deatención indicaremos que en elestudio realizado porMacLennan`s que se expone enel libro, se demuestra que lostiempos requeridos para la eva-cuación duplican a los modela-dos cuando existe una adecuadaorganización y entrenamientopara la evacuación, y los tripli-can cuando esta organizaciónno existe.

�Aquellos que deseen aplicar y/oestudiar el modelo deberíanmanejar todos los datos que seofrecen en el Handbook of FireProtection Engineering de laSFPE Edición 3ª, en su Capítulo14.

� En la actualidad el número demodelos desarrollados para cal-cular los tiempos de evacuaciónes muy grande. La revista FIREProtection Engineering, quepublica trimestralmente la SFPE,su último número (No. 28) estádedicado íntegramente al com-portamiento humano en las eva-cuaciones. Dentro de su conte-nido se facilitan criterios para laselección del modelo más ade-cuado a cada aplicación.

pág.20 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

135

PERSONAS

135

135

135

164

TIEMPOPARCIAL

170

164

164

238

TIEMPOINICIAL

30 + 19

421

604

0,82

FLUJO

0,79

0,82

0,82

8

PLANTA

9

7

6

402

TIEMPOEVACUAC.

219

585

768

19

TIEMPODESCENSO

19

19

19

135

135

135

135

164

164

164

164

970

787

1153

1336

0,82

0,82

0,82

0,82

4

5

3

2

1134

951

1317

1500

19

19

19

19

0 01519 0,821 1519 0

donde habrá 15 personas ylas 135 restantes en atravesarla puerta de acceso a lasescaleras lo harán a razón de48 personas/minuto durantelos siguientes 19 segundoshasta que el flujo alcance la8ª planta.

- El tiempo de descenso decada planta es de 19 segun-dos por planta.

- En la octava y sucesivas elflujo será el de mezcla de flu-jos.

- En la siguiente tabla se mues-tra los tiempos parcialesobtenidos:

- El tiempo total en desalojar eledificio son 1519 segundos,es decir, 25 min.

RESUMEN Y

CONCLUSIONES�Como se puede comprobar a lo

largo del ejemplo desarrollado,incluso para una configuraciónsimple el proceso de cálculopuede resultar tedioso y comple-jo, sobre todo si se desean mane-jar varias hipótesis de comporta-miento.

� La modelización del procesopermite obviamente predecir lavariación que experimentaránlos tiempos en función del cam-bio de ancho de puertas, escale-ras, etc. Información que perma-nece inescrutable cuando el pro-yectista se limita a los requisitosgeométricos marcados por elcódigo prescriptivo.

� En el ejemplo se ha consideradoque el flujo dominante es el quese mueve de las plantas superio-res sobre las inferiores. Se podrí-an considerar otras hipótesisdiferentes que conducirían aresultados diferentes.

� El modelo utilizado asume queel movimiento de los ocupanteses similar al de un fluido hidráu-

UN POCO DE HISTORIA

Institutos de investigación alrededor delmundo como UK Fire Research Stationy el Japanese Fire Research Institute enfechas tan tempranas como 1946,comenzaron a tomar interés sobre elfuego impulsados por los efectos devas-tadores de la II guerra mundial.

Algo similar ocurre en Estados Unidosen 1950 la Office of Civil Defenseimpulsada por la guerra fría proporcionafondos para el Major Fire Reasearchprogram, el cual se centró principal-mente en el impacto de un ataquenuclear. Uno de los resultados de mayorimpacto de este programa fue el "TheHome Fire Project" realizado en la uni-versidad de Harvard bajo la direccióndel profesor Howard Emmos. El famosoprograma de modelización denominadoHarvard Fire Model fue uno de loslogros obtenidos.

Para finales de los años 70, la NationalFire Foundation trasfiere toda la respon-sabilidad de investigación a NationalBureau of Standards NBS (conocidoahora como el National Institute ofStandards and Technology NIST), elcual desde 1914 disponía del Center forFire Research, NIST actualmente es unlíder internacional en la investigación ydesarrollo de modelos de incendio.

Por supuesto otras organizaciones y uni-versidades alrededor del mundo han ysiguen contribuyendo al entendimientoy modelización de los efectos del fuego.Solo como ejemplo tenemos a laUniversidad de Lund en Suecia, la de

Edimburgo en Escocia, el NationalReseach Council de Canadá, FactoryMutual, etc.

Para mediados de los años setenta, elprofesor Edward Zukoski y sus colegasen el Instituto de Tecnología deCalifornia, desarrollaron una de las pri-meras teorías sobre las plumas de incen-dio y las primeras ecuaciones para pre-decir su temperatura, masa de gases yvelocidad considerando el fuego comouna fuente de generación de energíapuntual. Estas fueron formalmente pre-sentadas en 1981 y se ha utilizado enprogramas de modelación tales como elASET, FIRE SIMULATOR, y CCFM.

En 1984 Gunner Heskestad de FactoryMutual introdujo el concepto de origenvirtual para establecer que los incendiosaccidentales por naturaleza no son pun-tuales.

LA NECESIDAD DE MODELAR LOSEFECTOS DEL FUEGO

Cuando un ingeniero civil diseña unaestructura parte de un objetivo muyclaro, debe resistir una carga determina-da (por unidad de área, puntual, estáti-ca, dinámica, etc.) y dispone de lasherramientas para el cálculo estructuralque le permiten predecir el comporta-miento estructural bajo las condicionesexigidas. Un ingeniero mecánico quedeba diseñar un eje conocerá las exi-gencias a las cual va a estar sometido(potencia a transmitir, velocidad, tipo decarga, etc.) y luego por medio de cálcu-los bien establecidos determinará sudiámetro. Un ingeniero electricista, sidebe diseñas un conductor sin dudaconocerá el amperaje a manejar, voltajey demás variables requeridas, luego pormedio de cálculos determinara la sec-ción del conductor capaz de soportar laexigencia. Sin embargo, cuando vamosa diseñar un sistema de protección con-tra incendio para una determinada ocu-pación dentro de una edificación ¿Cuáles la carga de diseño o cuál es la exi-gencia, a la cual van a estar sometidoslos ocupantes, el edificio y las opera-ciones que se realizan?

Tradicionalmente el diseño de los siste-mas de protección contra incendio se hahecho siguiendo los requerimientos decódigos de protección u ordenanzas, las

Performance-BBased

La necesidad de modelar los efectos del fuego.

La modelización de los efectosdel fuego. Tipos de modelos.

pág.22 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Ing. PCI, SFPEGuillermo Lozano

Fig. 1

Performance-BBased

cuales exigen ciertos sistemas o compo-nentes (mangueras, rociadores, detecto-res, extintores, medios de escape, resis-tencia al fuego, etc.) para poder dar con-formidad de uso a una determinada edi-ficación. Nos preguntamos, ¿Estamosconcientes del desempeño de estos sis-temas frente a la carga que imponga unincendio? ¿Estaremos satisfechos conlos resultados del desempeño de los sis-temas cuando ocurra un incendio?¿Estos resultados satisfacen las expecta-tivas del propietario frene a la inver-sión que ha hecho? Y lo que es másimportante ¿Qué nivel de seguridadante el fuego tienen los ocupantes?¿Cuál es el impacto sobre la continui-dad operativa del sistema que protege-mos? ¿Cuál es el impacto sobre la pro-piedad misma?

Muchas de las respuesta las podremosconocer si disponemos de herramientasde cálculo que nos permitan conocercomo progresa un incendio dentro deuna edificación, como estimar las con-secuencias de incendio, cual es la cargade diseño que no sería otra que la tasade generación de calor producida por elfuego. Estas herramientas de cálculoexisten. Van desde las muy modestas yútiles ecuaciones que permiten cálculosmanuales, a los modelos por zonas y losmás sofisticados modelos basados en ladinámica de fluidos computacional.

TIPOS DE MODELACIÓN DE EFECTOSDEL FUEGO

Podemos dividir en tres grandes gruposlos modelos. Los modelos físicos, losdeterminísticos (o matemáticos) y losprobabilísticos. Los modelos físicos oexperimentales intentan reproducir encondiciones controladas (por lo generalen un laboratorio) a escala real o reduci-da las consecuencias de un fuego enuna determinada situación, el impactode sistemas de extinción o detección; amanera de ejemplo la casi totalidad deinformación que tenemos para el diseñode sistemas de rociadores se han obteni-do de ensayos a escala real. Los mode-los determinísticos se basan el las ecua-ciones que describen el comportamien-to del incendio dentro de un sistema ovolumen de control. Por otra parte,están los modelos probabilísticos utili-zando métodos estadísticos y redes deeventos que permiten simular el creci-miento del fuego. En estos modelos latransición de un estado a otro, la efecti-vidad de los sistemas automáticos omanuales de extinción, la efectividad desistemas pasivos son gobernadas porprobabilidades que por lo general sebasan en experiencia y datos históricos.

LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA ODETERMINÍSTICA

Los modelos determinísticos los pode-mos clasificar dependiendo de su com-plejidad en varios grupos:

� Cálculos manuales. Por mediode ecuaciones se pueden realizarcálculos manuales sencillos paraestimar altura de las llamas, tem-peraturas y velocidades en lapluma de gases, descenso de lacapa de humos dentro de unrecinto, ocurrencia del Flashover.

� Herramientas de cálculo. Se handesarrollado a partir de la ecua-ciones varios programas de com-putación y hojas de cálculo, porejemplo:

� FPETool (Nelson, 1990,NIST).

� ASKFRS (Chitty and Cox,1988, FRS UK).

� FIRECALC (CSIRO, 1991).

� Fire Wind (V. Shestopal).

� DETACT-QS (D.D. Evans,1986).

� ASMET (Atria SmokeManagement EngineeringTools, J. H. Klote, 1994,NIST).

� La hoja de cálculo"Spreadsheet templates forfire dynamics calculations"preparada por Frederick W.Mowrer.

� Modelos por Zonas. Estos mode-los dividen cada cuarto en dosespacios o zonas: un zona supe-rior que contiene los gases calien-tes producidos por el incendio yuna zona inferior que contienetodo el espacio por debajo de lazona superior. La zona inferior esla fuente de suministro de airepara la combustión y para la ubi-cación del fuego. Durante el de-sarrollo del incendio la zonasuperior se expande y pudiera lle-gar a llenar todo el recinto.Algunos de los programas masconocidos son:

� ASET (Available Safe EgressTime, L.Y. Cooper, D.W.Stroup, 1985, NIST).

� ASET-B (W. D. Walton, 1985,NIST) versión en Basic deASET.

� FIRM (Fire Investigation andReconstruction Model, D.M.Birk,1991).

� FAST/CFAST (R.D. Peacock yotros, NIST).

� FIRST (FIRe SimulationTechnique, H.W. Emmons,NIST).

� WPI/FIRE (D. B. Satterfield,WPI).

� Modelos basados en la dinámicade fluidos computacional. A dife-rencia de los modelos por zona,los modelos basados en esta téc-nica DFC dividen el espacio a sermodelado en miles de pequeñoscubos; el modelo calculará lascondiciones físicas de cada cuboen función del tiempo por mediode resolver las ecuaciones funda-mentales de conservación demasa, momentum y energía paracada cubo. Los siguientes sonalgunos modelos típicos:

� ALOFT-FT (A Large OutdoorFire Plume Trajectory Model -Flat Terrain, W>D> Walton,1998, NIST).

� FDS (Fire DynamicsSimulator, K. MacGratten,2000, NIST).

� SOFIE (Simulation Of Fire InEnclosures, Galea, CranfieldUK).

� JASMINE (Analysis of SmokeMovement, G. Cox, 1987,FRSUK).

ENTENDIENDO EL INCENDIOS Y SUSEFECTOS

No podemos utilizar ningún modelo porsencillo que sea a menos que tengamosuna clara compresión del fenómeno delfuego, su crecimiento y sus efectossobre las estructuras, personas y siste-mas.

Los incendios progresan exponencial-mente una vez que ha transcurrido untiempo de incubación y aparecen las lla-mas por primera vez, llamamos a esteevento ignición. A partir de ese momen-to entra en la fase de crecimiento carac-terizado por un aumento continuo de latasa de generación de calor hasta llegara una tasa máxima. En algunos casospudiera ocurrir una combustión súbitageneralizada (Flashover) dentro delrecinto de origen del fuego. Luegodurante un cierto tiempo (el cual depen-de de la cantidad de combustible dispo-nible) se estará generando calor a unatasa aproximadamente constante paraluego empezar a decaer cuando el com-bustible se agota.

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.23

Performance-BBased

La tasa de generación de calor dependematerial que se quema y su disposición.Por lo general se expresa en kW. En elcaso de líquidos inflamables Q = mA�H, donde m es la rapidez de consumodel combustible expresada g/m

2s, A el

área de la superficie de líquido que sequema y �H el calor efectivo de com-bustión en kJ/s. Para los sólidos su valordepende de la tasa de energía que reci-be por radiación. Ciertos arreglos hansido modelados físicamente y se conoceexperimentalmente como varía su tasade generación con el tiempo.

La tasa de generación de calor es lavariable más importante de un incendioy define la severidad de este. Puede serconstante o variar en el tiempo hastaalcanzar un valor máximo cuando ter-mina su etapa de crecimiento. A conti-nuación se ilustran estos dos tipos detasas de generación de calor. En la figu-ra 3 una tasa de generación de calor fijay en la figura 4 la tasa de generación deun fuego en una estación de trabajo.

Para efectos de modelar la tasa de gene-ración de calor y conocer la respuestatípica de detectores, rociadores o deter-minar como se deterioran las condicio-nes dentro de un recinto (aumento de latemperatura de la capa de gases, alturade la capa de humos, etc.) podemos asi-milar el progreso del fuego a un creci-miento cuadrático, NFPA 72 en su apén-dice B para efectos de diseño por des-empeño de los sistemas de detección decalor y de humo ha clasificado el des-arrollo del fuego en cuatro clases.Incendios de crecimiento lento, mode-rado, rápido y ultrarrápido (figura 5).Por definición, cada uno de estos fuegostiene respectivamente un tiempo de cre-cimiento de 600 s, 300 s, 150 s y 75 s.El tiempo de crecimiento es el que tardael fuego en alcanzar una tasa de genera-ción de calor de 1005 kW.

Las fotografías de la figura 6 muestran elprogreso del fuego dentro de una habi-tación, desde la ignición efectiva, suetapa de crecimiento y luego elFlashover. Todo esto ocurre en cincominutos.

CÁLCULOS MANUALES DE LOSEFECTOS DEL FUEGO

Si conocemos la tasa de generación decalor del incendio que deseamos mode-lar, existen ecuaciones sencillas quepermiten estimar la altura de las llamas,la temperatura dentro de la pluma degases calientes de un incendio, en la

capa de gases que se desplaza en untecho horizontal, la respuesta de detec-tores de calor. A continuación en lafigura 7 se muestran las ecuaciones sim-plicadas que desarrolló G. Heskestadpara la altura de las llamas, temperaturay velocidades en el centro de la llama.

Alpert, R.L y Evans, D.D han desarrolla-do ecuaciones (figura 8) que permiten

estimar las temperaturas en lacapa de gases que se muevebajo un techo horizontal sinobstrucciones.

McCaffrey, B.J. y otros de-sarrollaron correlaciones paraestimar las temperaturas den-tro de un cuarto como funciónde la tasa de generación decalor, altura y área de la venti-lación, características térmi-cas del material del recinto. Elcoeficiente de pérdida decalor se calcula según el tiem-po t (s) al cual se va a estimarla temperatura.

La estimación de la ocurren-cia del Flashover según variosautores se indica a continua-ción en la figura 10. En todoslos casos se estima la tasa degeneración de calor que seríacapaz de establecer tempera-turas del orden de los 500 a600ºC en la capa de gases, aestas temperaturas los gasesemiten una radiación delorden de los 20 kW/m

2, sufi-

cientes para causar la igniciónsimultánea de los combusti-bles presentes dentro delrecinto.

Un ejemplo que ilustra el usode estas ecuaciones lo pode-mos ver a continuación en lafigura 11. Es un recinto deyeso d 20 mm de espeso y unincendio de tasa constante de500 kW.

Una visualización del incen-dio desde su ignición efectivapara t = 0 y una tasa de creci-miento rápida (a = 0.049kW/s

2) puede verse en la figu-

ra 12.

La mayoría de estas formulashan sido programadas dentrode suites o herramientas decálculo como FPETool, FireWind y hojas de cálculo.Estas pueden ser obtenidas delas páginas web del NIST uotras instituciones.

pág.24 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Fig. 3

Fig. 4

Fig. 5

Fig. 6

Fig. 2

Performance-BBased

LOS MODELOS PORZONAS

Han sido los modelos demás uso entre la comunidadde ingenieros de proteccióncontra incendio. Estos pro-gramas dividen en dos volú-menes de control o zonas elambiente del recinto o losmúltiples escenarios analiza-dos -dependiendo de lacomplejidad del mismo- unacapa superior de gasescalientes y una inferiordonde usualmente seencuentra el fuego y está acondiciones ambiente. Lascondiciones de ambas capasse consideran uniformes yexiste un marcada interfaseentre las dos. Para cada unade ellas se resuelven lasecuaciones de conservaciónde masa y energía. Los cál-culos realizados por elModelo proporcionan unaestimación de las condicio-nes dentro de cada capa enfunción del tiempo.

Existen una gran variedad demodelos sencillos para unsolo recinto como ASET,ASET-B, FIRM, FIRE SIMU-LATOR; capaces de estimarla temperatura de la capasuperior de gases calientes,la posición de la capa dehumos con relación al pisopara un incendio determina-do por el usuario. ASETcomo ASET-B consideranque las puertas y ventanasestán cerradas y el primeropuede calcular el tiempopara el cual se alcanza unacondición peligrosa para losocupantes. FIRM por otraparte puede analizar casosdonde existe una ventilacióndebida a una puerta o venta-na abierta.

Quizás el programa máspopular es el modelo por

zona de la herramienta FPETool desarro-llado por Nelson, el FIRE SIMULATOR.Este modelo permite estimar las condi-ciones antes y después del Flashoverdentro de un recinto. Se requiere intro-ducir la geometría y material del recin-to, la descripción de tipo de fuego, losparámetros de los rociadores o detecto-res que se van a evaluar. Se obtienencomo resultados la temperatura y posi-ción de la capa de humos; el flujo degases calientes por las aberturas; la res-puesta de detectores de calor, humo yrociadores; concentración de oxígeno,monóxido de carbono, dióxido de car-bono en la capa de humo; el efecto dela disponibilidad de oxigeno para lacombustión.

Otro programa utilizado ampliamentees el FAST/CFAST, es un modelo porzonas para múltiples espacios, la ver-sión 4.0 puede manejar 30 recintos conmúltiples abertura entre ellos o con elexterior. Permite igualmente modelar elefecto de la ventilación mecánica (hasta30 ductos y cinco ventiladores) se pue-den definir hasta 30 fuegos y múltiplesrociadores y detectores. FAST permite laedición de los datos que requiereCFAST y los medios para representar susresultados. Podemos obtener los estima-dos de temperatura, espesor de la capade humos, concentración de gases paralas capas de gases calientes y fríos decada uno de los recintos. FAST ha sidouno de los programas mas validados enun recinto, en varios recintos en unmismo piso, en un hotel de siete pisos yen un hangar para aviones.

Una de las limitaciones inherentes enestos modelos es su incapacidad detomar en cuenta los procesos de radia-ción adecuadamente, también existengran incertidumbre en cuanto hastadonde podemos aplicar estos modelos.Hay un gran debate sobre esto, sinembargo podemos ver que hay una can-tidad de validaciones hechas para cuar-tos simples y hasta seis recintos de tama-ños no muy grandes (unos 10 m

2) y para

tamaños de incendios modestos de1000 kW. Esto no limita a que no poda-mos usarlos para tamaños de recintos

mayores, solamenteque no sabemos hastadonde podemos extra-polar todas las asuncio-nes y simplificacioneshechas.

pág.26 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Fig. 7

Fig. 8

Fig. 9

Fig. 10

Fig. 11 Fig. 12

Performance-BBased

pág.28 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

MODELOS BASADOS EN LA DINÁMI-CA DE FLUIDOS COMPUTACIONAL

Estos modelos permiten un análisis deta-llado de las condiciones dentro delvolumen o dominio que deseamosmodelar. A diferencia de las simplifica-ciones que se realizan en los modelospor zonas, los modelos basados en ladinámica de fluidos computacional(DFC) calculan las temperaturas, veloci-dades y concentraciones de gases enmiles o decenas de miles de celdas tridi-mensionales en función del tiempo.

La DFC ha sido una disciplina desarro-llada en la mecánica de fluido para elanálisis de problemas complejos para laindustria automotriz, electrónica y aero-náutica. Modelos comerciales DFC per-miten complejos análisis de flujo de flui-dos, disipación de calor, etc. Los prime-ros modelos para analizar el fenómenode incendio se basaron en programascomerciales, los cuales fueron adapta-dos para modelizar los fenómenos deturbulencia específicos encontrados enel fuego, la gran variación de temperatu-ras y densidades, la radiación de calorde partículas, gases y superficies sólidas

En general, la modelización basada enDFC resuelve dentro de cada celda lasecuaciones diferenciales parciales nolineales (ecuaciones de Navier-Stokes)fundamentales de la conservación deenergía, masa, momentum. Se ha des-arrollado programas específicos para lamodelización de incendios como: JAS-MINE desarrollado por el BRS enInglaterra, SOFIE en la universidad deCranfield, SMARTFIRE en la universidadinglesa de Greenwich y finalmente elFire Dynamic Simulator FDS desarrolla-do en USA por NIST.

Como se puede apreciar en las figura 15y 16, la modelización basada en DFCpuede examinar en más detalle una

situación que los modelos por zonas.Por supuesto estos programas requierenmayores recursos tanto en equiposcomo en tiempo requerido para estable-cer el modelo y todas sus condiciones.A pesar de esto, el uso de la modeliza-ción basada en DFC tiene muchas bon-dades cuando se analizan geometríascomplejas y cuando se requiere un estu-dio detallado de lo que ocurre.

BIBLIOGRAFÍA

� J. Quintiere "Principles ofFire Behavior".

� R. Alpert "Celing Jet Flows"SFPE Handbook.

� D. Drysdale "An introductionto Fire Dynamics".

� NFPA 72 "National FireAlarm Code" Apendix B.

� Karlsson, B., and J.G.Quintiere. Enclosure FireDynamics.

� R. Schifiliti "Design of detec-tion system" 4-1 SFPEHandbook.

� Craig Beyler, Philip DiNenno"Introduction to FireModeling" Fire ProtectionHandbook, NFPA.

� W.D. Walton, D.J. Carpenter,C.B. Wood, "Deterministiccomputer fire Models" FireProtection Handbook, NFPA.

Fig. 13

Fig. 14

Fig. 15

Fig. 16

El pasado mes de Diciembre era edi-tada la norma UNE 23585-2004:Sistemas de control de temperatu-

ra y evacuación de humos (SCTEH)"Requisitos y métodos para proyectarun sistema de control de temperatura yde evacuación de humos en caso deincendio". Norma especialmente desea-da, porque durante la última década seha venido considerando, cada vez conmayor profusión, la utilización de estossistemas como integrantes de las solu-ciones que ofrecen un adecuado y acep-tado nivel de seguridad en caso deincendio.

Que haya aparecido esta norma tanrecientemente no quiere decir que laprotección contra incendios en nuestropaís haya estado huérfana de estos siste-mas, puesto que se han podido diseñare instalar utilizando como referencianormativa de aplicación en otros paísescomunitarios. Lo que ha venido suce-diendo - como ya es habitual - es queaunque la utilización de normas de"reconocido prestigio" esté formalmenteaceptada como posibilidad, su uso dehecho ha supuesto en algunos casosdificultades para el especialista tanto ensus relaciones con las propiedades,como con algunas autoridades localespoco informadas. La aparición de estanorma UNE y su referencia en elReglamento de Seguridad contraIncendios en los EstablecimientosIndustriales, ya en vigor, y en el futuroCódigo de la Edificación, facilita la ges-tión de los técnicos de la ingeniería deprotección contra incendios y de lasautoridades responsables de la aproba-ción de este tipo de instalaciones.

Es conveniente señalar que este artículocomo es lógico, pretende únicamenteponer de manifiesto algunos aspectosque el técnico debe tener en cuenta enla aplicación de esta norma que presen-ta matices que la hacen singular. No setratan todas las singularidades, sinoalgunas que pueden ilustrar algunas delas tareas que esperan al técnico quetenga que aplicarla.

ANTECEDENTES Y OBJETIVOS

Como se menciona en su punto 0.1:"Esta norma es el resultado de una com-binación de los conceptos de diseñoesenciales de la futura norma de diseñoeuropea prEN 12101, en especial en suParte 5, con otros conceptos de lanorma inglesa BS-5588, así como de lanorma Belga NBN S.21-208-1". Y eneste momento es oportuno reconocer eltrabajo que en su traducción y adapta-ción, y antes de dejar de estar entre no-sotros, hizo D. José Paz, arquitecto del

Departamento de Protección Civil delAyuntamiento de Madrid, gran conoce-dor y estudioso de estos sistemas de pro-tección. Hay también que mencionarque tradicionalmente han sido los De-partamentos de Prevención deIncendios que están directamente vincu-lados a los Cuerpos de Bomberos, losque han sido más receptivos y dispues-tos a admitir, e incluso a prescribir, solu-ciones utilizando estos sistemas, dadoque conocen por propia experiencia elpeligro que representa y las dificultadesañadidas que supone en las tareas deextinción, la presencia de humo y altastemperaturas.

Si calificamos a esta norma como de"nuevo enfoque" es aplicando, con ima-ginación, un paralelismo con las actua-les Directivas Comunitarias dado queno es una norma estrictamente prescrip-tiva sino que como indica elReglamento de Seguridad contraIncendios en los EstablecimientosIndustriales en su Anexo II: "La elimina-ción de los humos y gases de la com-bustión y, con ellos del calor generado,de los espacios ocupados por sectoresde incendio de establecimientos indus-triales, debe realizarse de acuerdo conla tipología del edificio en relación conlas características que determinan elmovimiento del humo". Esto suponeque el especialista para aplicar estanorma de diseño, y antes de aplicar losmétodos de cálculo que se indican,debe conocer estas características enfunción del objetivo u objetivos a con-seguir con la utilización de estos siste-mas.

Nueva Reglamentación

Evacuación de Humo yControl de Temperaturaen Caso de Incendio.

"Requisitos y métodos para proyectar un sistema de control de temperatura y de

evacuación de humos en caso de incendio".

pág.30 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Se ha venido considerando,cada vez con mayor profu-sión, la utilización de estos

sistemas como integrantes delas soluciones que ofrecen un

adecuado y aceptado nivelde seguridad en caso de

incendio.

Ricardo MartínezRM & Asociados

La norma UNE 23585-2004: Una norma de "nuevo enfoque"

pág.32 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Objetivo(s) también a justificar ante loscorrespondientes organismos responsa-bles de las necesarias autorizacionestécnicas y administrativas.

Por otra parte, y además, esta normaofrece al especialista alternativas clarascon respecto a las posibilidades de apli-cación de soluciones de protección con-tra incendios, cuando de forma expresaindica en su punto 0.3 - Aplicaciones:"Los SCTEH se pueden utilizar en cual-quier edificio u obra de ingenieríadonde las grandes dimensiones particu-lares, su forma o su configuración,hacen necesario los sistemas de controlde humos y de calor, al no ser razona-blemente admisibles los procedimien-tos de protección pasiva requeridos enla reglamentación que sea aplicable,bien por circunstancias funcionales deluso de la edificación o bien, por requi-sitos del propio diseño". Esta considera-ción permite, por ejemplo, diseñosmediante estructura metálica que sinestos sistemas no serían admisibles. Enalgunos casos, incluso ofreciendo solu-ciones que suponen a los promotoresinversiones de menor cuantía. No esaventurado considerar que este tipo desistemas se está convirtiendo en unaherramienta muy útil en manos de losarquitectos, al permitirles diseños quede otra forma no hubieran sido posibles;ya tenemos en nuestro país numerososejemplos: recintos feriales, pabellonespara actividades de ocio y deportivas,centros comerciales, almacenes logísti-cos, naves de uso industrial, etc.

También y de acuerdo con lo que ya esnormal, cuando se definen objetivos asatisfacer, la propia norma admite en supunto 1.7 - Otros métodos de diseño:"Se podrá hacer uso de otros procedi-mientos distintos a los expuestos en estanorma siempre que estén debidamentejustificados tanto los métodos como sunecesidad y, sean aprobados por elórgano que tenga otorgadas las compe-tencias en materia de Prevención deIncendios".

Es importante conocer que los procedi-mientos de cálculo que se establecen enesta norma, son consecuencia de estu-dios y ensayos realizados en Europa a"escala real", es decir, que se han utili-zado modelos en los que se ha reprodu-cido, por ejemplo, una típica galería detiendas de un centro comercial.

Uno de los centros de investigación enlos que se han hecho estos estudios confuego real y con parámetros a escala 1:1es el Multifunctioneel Trainingcentrumen Gante (Bélgica) y se realizaron a fina-les de la década de los 80. Además dedefinir/confirmar parámetros de cálculo,

en este centro se realizaron estudiossobre la influencia de la coexistencia delos sistemas de rociadores automáticos ylos sistemas de evacuación de humo ycontrol de temperatura.

Las infraestructuras de este centro deinvestigación y que ocupan un edificiode 52m de largo, 21 de ancho y 12 dealtura fueron financiadas en su momen-to por los organismos:

� Building Research Stablishment(Reino Unido).

� Verbad der Sachversicherer e. V.(Vds) (Alemania).

� Cuerpo de Bomberos de la ciu-dad de Gante (Bélgica).

Los estudios e investigaciones realiza-das en este centro han contribuido aestablecer los procedimientos de cálcu-lo y supuestos en los que se ha basadola normativa ya en uso en otros paísescomunitarios, confirmando su fiabili-dad.

REQUISITOS GENERALES DELPROYECTO

La norma es muy precisa con respecto alos requisitos a satisfacer por los proyec-tos de este tipo de sistemas y es impor-tante señalar y advertir que ahora ya lasautoridades locales están en situaciónde rechazar formalmente los proyectospresentados que no satisfagan los requi-sitos establecidos para estos sistemas.

Hay que tener en cuenta que el técnicoen relación con estos sistemas:

a) Deberá definir claramente elpropósito por el cual se diseña elsistema y objetivo(s) a satisfacer:

� Protección de Vidas al prote-ger las vías o recorridos deevacuación (manteniendo lasrutas de evacuación y accesolibres de humo).

� Protección de las propiedades(protegiendo elementos es-tructurales, equipamientos ymobiliario por reducción delos daños causados por des-composición térmica de losproductos, gases calientes yradiación de calor).

En algunos casos, inclusoofreciendo soluciones quesuponen a los promotores

inversiones de menor cuan-tía...Este tipo de sistemas se

está convirtiendo en unaherramienta muy útil en

manos de los arquitectos, alpermitirles diseños que de

otra forma no hubieran sidoposibles.

Performance-BBasedNueva Reglamentación

Nueva Reglamentación

pág.34 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

� Control de la temperatura delos gases calientes del humoque afectan a la estructura deledificio, fachadas, acristala-mientos, etc.

� Facilitar las operaciones delucha contra incendios porcreación de una capa libre dehumos.

� Una combinación de cual-quiera de ellos.

b) Deberá elaborar una documenta-ción indicando que la filosofíadel diseño y los cálculos satisfa-cen uno o una combinación delos objetivos de diseño indica-dos. Esta documentación debeser puesta a disposición del pro-pietario y/o el usuario del edificiodonde se instala el sistema.

Esta documentación contendrátoda la información necesaria(bocetos y planos, descripción,lista de componentes, acta de cer-tificación de instalación, informesde ensayo de los componentes,detalles de los cálculos hechos,etc.) para una identificaciónclara del sistema instalado.

c) Si un establecimiento existentecon un sistema instalado se alte-rase estructuralmente, o si el usose cambiase, deberá volver a cal-cularse todo el sistema nueva-mente, considerando cualquiercambio del entorno exterior. Porel diseñador del nuevo sistema,se dispondrá de la documenta-ción de origen y se proporciona-rá una nueva documentaciónfechada y la pondrá a disposicióndel propietario y/o el usuario deledificio donde se instala el siste-ma.

d) Se incorporará dentro del diseñodel sistema la compatibilidad conotras protecciones y/o sistemasdentro del mismo edificio.

e) Se analizarán las interaccionesde este tipo de sistemas con elresto de protecciones o sistemasdel edificio, tomando en conside-ración de forma expresa las cláu-sulas indicadas en la sección 7 dela propia norma.

También se establecen condicionantesde operatividad a tener en cuenta aldefinir los detalles del proyecto, y deforma específica los relacionados con lagestión de la seguridad. Definidos yestablecidos los objetivos para el siste-ma se dan indicaciones sobre su forma ysecuencia de la actuación.

PROCEDIMIENTOS DE CÁLCULO

El sistema utiliza la capacidad de flotabi-lidad o ascensión de los humos calien-tes para concentrarlos en un depósitoformado bajo la cubierta o techo y luegoproceder a su eliminación medianteextracción natural o mecánica y se defi-nen siempre unas zonas - regiones dediseño - que se corresponden con elcamino recorrido por el humo.

REGIONES DE DISEÑO

El cálculo considera las siguientes regio-nes y componentes:

a) El incendio u hogar.

b) El penacho o columna ascenden-te desde el hogar hasta el depósi-to de humos.

c) El depósito de humos y los equi-pos de evacuación.

d) Las influencias exteriores.

e) Las entradas o admisión de airede reposición.

f) Las barreras o cortinas que con-forman los depósitos de humo.

g) Los techos suspendidos.

Ahora ya las autoridadeslocales están en situaciónde rechazar formalmentelos proyectos presentados

que no satisfagan losrequisitos establecidos

para estos sistemas.

Esta norma obviando la posi-ble dificultad que puede

suponer la estimación de laevolución temporal del

incendio y para facilitar unamás directa aplicación en lamayoría de los casos, esta-

blece que es admisible utili-zar un procedimiento simpli-ficado basado en el modelode incendio de mayor tama-ño que razonablemente seaposible alcanzar en las cir-

cunstancias del edificio.

Nueva Reglamentación

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.35

Cuando en determinados edificios elpenacho de humos ascendentes no seincorpora directamente al depósito dehumos, sino que es interceptado por untecho por el que circula horizontalmen-te antes de derramarse en un espacioadyacente de mayor altura, se definenregiones adicionales (Figura 2):

h) Desplazamiento de los humosbajo el voladizo y caudal dehumos en el borde.

i) Derrame al espacio adyacente.

Estas regiones definen procedimientosde cálculo que se proponen en los ane-xos de la norma, pero es muy importan-te tener en cuenta lo indicado con res-pecto a los procedimientos y herramien-tas utilizadas para los cálculos.

MODELOS DE ZONA BASADOS ENORDENADOR

La norma de forma expresa indica:

"Cuando son utilizados modelos dezona basados en ordenador para llevara cabo los cálculos establecidos por estanorma como parte del proceso de dise-ño, todas las fórmulas matemáticas uti-lizadas en estos modelos, cuestiones ohechos asumidos, y valores de entradade parámetros estarán explícitamenteincluidos en la documentación puesta adisposición del propietario del edificio.

Adicionalmente, se incluirá en la docu-mentación información concerniente ala validación de los modelos de zonabasados en ordenador utilizados.Cuando tal información de validaciónexista en la literatura disponible publi-cada, será suficiente con citar las refe-rencias apropiadas".

Es importante que tanto los técnicos res-ponsables de la realización y tramita-ción de los proyectos, como las autori-dades u organismos responsables de suaprobación se aseguren no solamente

de lo correcto de los supuestos de parti-da, sino también de la fiabilidad o ade-cuación de las herramientas utilizadaspara llegar a dimensionar la instala-ción. Este es un punto importante que lanorma establece, y que ya toma en con-sideración el uso de herramientas detipo informático que la aplicación de losdiseños por prestaciones va a hacer coti-dianas.

MODELOS DE INCENDIO

En general y con las salvedades o condi-cionantes que cada caso imponga, conlos cálculos de ingeniería de proteccióncontra incendios lo que se pretende esdefinir un "tiempo de peligro" en fun-ción del desarrollo previsto del incen-dio, tiempo que normalmente se com-para con las valoraciones que de formaseparada, se hacen por ejemplo, paraconocer los tiempos requeridos para laevacuación segura de los ocupantes delestablecimiento, o del tiempo requeridopara la iniciación de las acciones delucha contra el incendio.

Esta norma obviando la posible dificul-tad que puede suponer la estimación dela evolución temporal del incendio ypara facilitar una más directa aplicaciónen la mayoría de los casos, establece

que es admisible utilizar un procedi-miento simplificado basado en el mode-lo de incendio de mayor tamaño querazonablemente sea posible alcanzar enlas circunstancias del edificio. Se definede esta forma un modelo de incendio enestado estacionario en el que se haobviado el factor tiempo. Se asume queun sistema de evacuación de humo ycontrol de temperatura en caso deincendio, que es capaz de hacer frente aun incendio mayor, hará frente tambiéna una etapa más pequeña/temprana delincendio.

Ejemplos de modelos de incendio enestado estacionario, como definidos enla norma, son:

Areas de Venta al por menor, con rocia-dores automáticos:

� Area del Incendio: 10 m2

(Af).

� Perímetro: 12 m (P).

� Calor liberado: 625 kW/m2

(qf).

Un coche ardiendo en un aparcamien-to:

� Area del Incendio: 10 m2

(Af).

� Perímetro: 12 m (P).

� Calor liberado: 400 kW/m2

(qf).

La estimación del modelo de incendio,por ser uno de los parámetros funda-mentales para la definición del sistema,debe hacerse no solo con el máximorigor, sino que el técnico debe estarsiempre en disposición de argumentarsu elección, que debe quedar reflejadaen la documentación de proyecto ycomo también se indica en la normacuando no se tengan referencias quepermitan una clara definición del mode-lo de incendio "el diseñador deberáacordar la elección con las autoridadesreguladoras apropiadas en la etapa ini-cial del proceso de diseño".

EL PENACHO O COLUMNA ASCEN-DENTE

Definidas y acordadas las característicasdel modelo de incendio, otro factor oelemento de cálculo es la altura que ten-drá el penacho de humo ascendentehasta incorporarse al depósito dehumos. Esta altura es determinante de lacantidad de humo (Kg/s) que entra en eldepósito y de la temperatura media delmismo, dado que la cantidad de humoque se incorpora o llena el depósito noestá formada, mayormente, por produc-tos resultantes de la combustión, sinopor aire del ambiente que se incorporaal penacho ascendente. A mayor altura

Cuando no se tengan refe-rencias que permitan una

clara definición del modelode incendio el diseñador

deberá acordar la eleccióncon las autoridades regula-

doras apropiadas en laetapa inicial del proceso de

diseño.

Nueva Reglamentación

de penacho tendremos una mayor canti-dad de humos y de acuerdo con elmodelo de cálculo basado en un fuegoestacionario, una temperatura menordel humo en el depósito.

Basándose en este mecanismo se defi-nen en la norma requisitos a ser tenidosen cuenta por el proyectista; por ejem-plo y entre otros:

Altura mínima libre de humos en lasvías de evacuación (objetivo salvarvidas):

� Edificios de pública concurren-cia: 3.0m.

� Edificios no públicos: 2,5m.

Cuando la temperatura predetermina-da para la capa de humos es menor de50 ºC por encima de la temperaturaambiente, se añadirán 0,5 m a los míni-mos indicados.

Con respecto al calor convectivo quetransporta el penacho ascendente y quepenetra en el depósito de humos, seestablece:

Se tomará como de 0,8 veces el valordel calor emitido (qf x Af) por el mode-lo de incendio definido.

EL DEPÓSITO DE HUMOS Y LOSEQUIPOS DE EVACUACIÓN

El depósito de humos es "el recipiente"en el que se acumula el humo y del quemediante los adecuados puntos deextracción se evacua al exterior. Al eva-

cuar la misma cantidad de humo que laque se incorpora o está llenando eldepósito, se consigue mantener sobre elsuelo una capa o zona libre de humos.

La norma establece determinados pará-metros a tener en cuenta para asegurarque el diseño se mantiene dentro de loslímites que aseguran lo correcto de sufuncionalidad, por ejemplo:

Cuando el incendio está directamentedebajo del depósito de humos, la super-ficie máxima de cualquier depósito dehumos será de 2000 m

2si se han adop-

tado aireadores naturales de extracciónde humos ó, 2600 m

2si se adoptan aire-

adores mecánicos de extracción dehumos.

Cuando el incendio está en una habita-ción adyacente al espacio que contieneal depósito, o está debajo de una entre-planta en el mismo espacio (los ejem-plos incluyen centros comerciales sim-ples y multiplanta, y atrios) la máximasuperficie de habitación de incendio (oentreplanta) permitida para generargases de los humos que fluyan dentrodel depósito de humos será de 1000 m

2

si se adoptan aireadores naturales deextracción de humos ó 1300 m

2si los

aireadores son mecánicos. La superficiemáxima del depósito de humos será de1000 m

2si los aireadores son naturales

ó 1300 m2

si son mecánicos.La máxima longitud de cualquier depó-sito de humos a lo largo de su eje mayorserá de 60 m.

Es importante comprobar que la tempe-ratura media calculada para el humoque ocupa el depósito bajo la cubiertase mantiene dentro de los límites quegarantizan el nivel de seguridad previs-to y aceptado, por ejemplo:

La temperatura de diseño de los gasesen la capa flotante no será lo bastantealta como para amenazar la integridadde la estructura del edificio.

La temperatura de diseño de los gasesen la capa flotante no excederá de200ºC cuando las vías de evacuaciónpasen debajo del depósito de humos.

La temperatura de diseño de los gasesen la capa flotante del depósito dehumos no será menor que 20ºC porencima de la temperatura del aireambiente.

La propia norma ofrece procedimientosde cálculo para definir cada uno de losparámetros a considerar en cada una delas regiones de diseño.

LAS INFLUENCIAS EXTERIORES

Este tipo de sistema de protección con-tra incendios presenta unas característi-cas que lo hacen singular, por cuantosus condiciones de instalación y requisi-tos de diseño y operación, deben sertenidos muy en cuenta en el proceso dela concepción arquitectónica del edifi-cio con el fin de conseguir que la pro-puesta final y en su conjunto, supongala solución económica más ventajosa.

Es preciso que losestudios de arqui-tectura conozcanlos requisitos quese imponen aestos sistemas yadesde las etapasiniciales de dise-ño del edificio, sise quiere ofrecer alos promotores lasolución quesuponga el menorcoste para suinversión.

Si bien es necesa-rio tener en cuen-ta la distribuciónestructural inte-rior para optimi-zar los costesinvolucrados enla formación delos depósitos dehumo, la situa-ción de los airea-dores en los cerra-mientos es condi-cionante. Talcomo indica la

pág.36 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Nueva Reglamentación

norma: "Los gases calientes de loshumos extraídos desde el edificio por elSCTEH serán todavía peligrosos enmuchos casos hasta que hayan sidodiluidos con grandes cantidades de aire.Por lo tanto, se proporcionarán por elproyectista instrucciones para reducirlos riesgos potenciales en el entornoexterior del edificio, así como en otraspartes del mismo edificio donde loshumos y el calor externo puedan afec-tarle". Este punto, entre otros, ya ponede manifiesto la necesidad de que laprotección contra incendios sea consi-derada desde las etapas más tempranasdel diseño del edificio y con una con-cepción global.

De hecho como requisito inicial en lanorma se establece que: "Los supuestosde diseño se basarán en la forma deledificio que está siendo equipado conel SCTEH, la situación y formas de losedificios que lo rodean, y en otras carac-terísticas que rodean a la obra de cons-trucción en el momento en que el siste-ma sea instalado".

Como otro ejemplo, podemos tomar losrequisitos a considerar en función de lapendiente de la cubierta donde en lamayoría de los casos se instalarán losaireadores:

Si la pendiente de la parte superior deltejado, donde está montado un aireadornatural de extracción excede de 25º, seaplicará una de las siguientes medidas:

a) Se instalarán protectores delviento no integrados con el airea-dor para producir depresión porencima del aireador natural deextracción para cualquier direc-ción del viento, …...

Se pone de manifiesto que si el arquitec-to conoce estos requisitos, podrá ajustarsu diseño de cubierta con pendientepara que pueda estar próxima a los 25grados pero sin sobrepasarlos. La dife-rencia en costes puede ser significativa.

CONCLUSIONES El objeto de este artículo y como haquedado indicado al principio, esponer de manifiesto la necesidad deque no solamente el técnico de protec-ción contra incendios, sino también elresto de técnicos y en especial los invo-lucrados en el diseño de los edificiosconozcan esta norma con el fin de con-seguir el nivel de seguridad adecuadocon el menor coste posible. No preten-de ser una divulgación detallada.

Se plantea la utilización de unos siste-mas de protección contra incendios,que aunque de aplicación en nuestropaís y de una manera cada vez más fre-cuente durante la última década, ofre-cen unos niveles de seguridad impor-tante ante una de las consecuenciasinmediatas de los incendios: las eleva-das temperaturas y la presencia y difu-sión de los humos.

A los arquitectos les brinda la posibili-dad de proponer diseños que de otraforma no serían factibles o supondríanmayores inversiones. Por ejemplo, lautilización de este sistema puede per-mitir que para el espacio común de unagalería de tiendas en un moderno cen-tro comercial, se acepte su calificaciónde "espacio exterior seguro".

Al técnico especialista en sistemas deprotección contra incendios le obliga aconocer una técnica y métodos de dise-ño y cálculo que no son los que hastaahora venían siendo tradicionales. Leobliga también a ser muy riguroso conlas herramientas que utiliza porquedebe estar en disposición de argumen-tar, justificar sus decisiones, documen-tar y acordar con las autoridades encar-gadas de las aprobaciones técnicas yadministrativas todas sus propuestas. Ylógicamente asumiendo la responsabili-dad personal que como ya es habitualsuponen estos proyectos relacionadoscon la seguridad de vidas y bienes.

pág.38 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

b Se instalarán aireadores deextracción natural en número ysituación suficientes, los cualesse abrirán o se cerrarán automáti-camente bajo control de sensoresde dirección del viento o me-didores de presión del viento enlos aireadores naturales, …..

c) Se utilizarán aireadores de extrac-ción mecánica en lugar de los deextracción natural.

Continuando con la serie de artícu-los que nos hemos propuesto edi-tar a efectos de difundir las pautas

del futuro CTE, hoy continuamos con elapartado referido a la Seguridad deUtilización que en su Sección SU 5aborda los aspectos de SEGURIDADFRENTE AL RIESGO DERIVADO DEALTAS OCUPACIONES.

Sabemos que los aforos son una parteesencial en la seguridad tanto para eldiseño de las vías de evacuación comopara el control posterior que permitagarantizar las ocupaciones de diseño sinque excederse de las proyectadas origi-nalmente, en detrimento de la seguridadde los ocupantes.

Estas desviaciones producen situacionesno deseadas como puede ser el pánicode los ocupantes ante una situación deemergencia, frente a unas vías de eva-cuación bloqueadas por un exceso deaforo.

Las exigencias definidas en la parte I delCTE, son las siguientes:

1. Los edificios con alta ocupa-ción contarán con los mediosadecuados para la transmisiónde la alarma a los ocupantesde forma que se facilite la eva-cuación en caso de emergen-cia en un tiempo suficiente-mente corto.

2. los edificios con alta ocupa-ción, con riesgo asociado alnúmero de personas no fami-liarizadas con las mismas,deberán disponer de medidas

de información para que lacorrecta utilización no com-porte peligro para el usuario,así como medidas de notifica-ción en caso de emergencia.

3. El número y disposición de lassalidas así como la longitud delos recorridos hasta ellas,serán los adecuados para faci-litar que se pueda abandonarel edificio en un tiempo sufi-cientemente corto.

4. Las dimensiones y característi-cas de los medios de evacua-ción serán las adecuadas parafacilitar la evacuación en casode emergencia.

5. Las puertas y otros ele-mentos practicables depaso que comuniquencon vías de evacuacióno espacios de seguri-dad en caso de emer-gencia, deberán dispo-ner de dispositivos deapertura de forma quepuedan abrirse consuficiente facilidad enfunción del uso previs-to.

6. Los asientos y tribunasdeberán proyectarse,construirse y mantener-se de forma que facili-ten su uso y circula-ción, y no comportenpeligro para el usuarioen caso de evacuación.

7. Los medios de evacuacióndeberán disponer de señaliza-ción con un emplazamientovisible en todo momento, enfunción del uso previsto.

8. Los elementos de contención ysectorización tales comobarreras, vallas, barandillas ocercas, deberán estar diseña-dos y construidos de formaque se reduzca a límites admi-sibles el riesgo de aplasta-miento debido a una alta ocu-pación de los espacios a losque pertenezcan.

Nueva Reglamentación

Juan Carlos LópezUPC

Seguridadde Utilización

Estas desviaciones producen situaciones no deseadascomo puede ser el pánico de los ocupantes

ante una situación de emergencia.

pág. 40 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Nueva Reglamentación

pág.42 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Cabe tener presente la terminologíabásica que emplea éste apartado que esla siguiente:

� Centros de pública concurren-cia: son instalaciones estructura-les o partes de las mismas diseña-das para acoger de forma simulta-nea a un gran número de perso-nas en actuaciones, así como enbares y restaurantes.

� Estadios deportivos: son centrosde reunión con tribunas paraespectadores y con superficiesdeportivas no cubiertas.

� Sector: partes en que se divide ungraderio, cada uno de ellos consu propio punto de ingreso, servi-cios higiénicos así como otrosservicios esenciales, de formaque los espectadores no deberánpoder pasar de un sector a otro amenos que sea para evacuar elestadio.

� Tribunas: son instalacionesestructurales con filas escalona-das de plazas de pie o con asien-tos para los espectadores.

� Origen de evacuación: se consi-derará como tal, a todo puntoocupable del edificio.

� Recorrido de evacuación: Es elque va desde todo origen de eva-cuación posible hasta una salidadel edificio. La longitud de dichorecorrido por pasillos, escaleras yrampas, se medirá sobre el eje delos mismos.

No se considerarán a efectos deevacuación los recorridos en losque existan tornos y otros ele-mentos que puedan dificultar elpaso, salvo que puedan abrirsedesde el interior con facilidad yen toda su amplitud.

El Ámbito de aplicación de ésta secciónhace las siguientes referencias:

1. Los edificios o zonas en losque se prevea una ocupaciónmayor que 3000 personasbajo una densidad de ocupa-ción mayor que una personapor metro cuadrado (m

2),

como estadios o polideporti-vos abiertos, centros de reu-nión al aire libre, etc. cumpli-rán las condiciones estableci-das en esta sección.

2. Los edificios o zonas a los quesea de aplicación elDocumento Básico DB SI seregirán además en todo lorelativo a las condiciones de

evacuación, por lo establecidoen dicho DB.

Aquí hace una referencia al documentoBásico de Seguridad en caso deIncendios, al cual todo éste documentohace alusión permanente, por tanto seha de tener muy en cuenta éste docu-mento a los efectos de establecer la PCIen los edificios de pública concurrencia.

En el caso de contar con gradas o buta-cas como en cines, teatros, etc. las con-diciones serán las siguientes:

Graderios para espectadores sentados:

1. El número máximo de asientosseguidos en una fila que tengaaccesos desde pasillos situa-dos en sus dos extremos seráde 40. Cuando la fila sólo dis-ponga de acceso por un extre-mo, el número máximo deasientos seguidos será de 20.

2. La anchura útil de los pasillosse determinará de acuerdocon las exigencias de evacua-ción establecidas en el aparta-do 4 de DB SI 3 y tendrán unaanchura de 1,20 m, comomínimo, excepto los que seencuentren entre las butacas ylos paramentos laterales quepodrán tener una anchura de1,00 m, como mínimo.

3. Se dispondrán pasillos trans-versales cada 25 filas, comomáximo, con una anchura de1,20 m, como mínimo.

4. La anchura libre de paso entrelas proyecciones horizontalesde los asientos de dos filasconsecutivas, incluidos todoslos elementos y accesoriosque puedan quedar no abati-dos o plegados, será de 0,40m, como mínimo.

5. La diferencia de cota entrecualquier fila de espectadoresy alguna salida del graderíoserá de 5 m, como máximo.

Observamos algunas diferencias conrespecto a la referencia que teníamoshasta ahora del R.D. 2816/1982, de 27de agosto, Reglamento General dePolicía de Espectáculos Públicos yActividades Recreativas.

Graderios para espectadores de pié:

1. La pendiente no será mayorque 50%

2. La longitud de una fila quetenga accesos desde pasillossituados en sus dos extremosserá de 20 m, como máximo.Cuando la fila sólo dispongade acceso por un extremo, lalongitud de esta será de 10 m,como máximo.

3. La anchura útil de los pasillosse determinará de acuerdocon las exigencias de evacua-ción establecidas en DB SI 3.4y tendrán una anchura de 1,20m, como mínimo, excepto losque se encuentren entre lasfilas y los paramentos lateralesque podrán tener una anchurade 1,00 m, como mínimo.

4. Se dispondrán pasillos trans-versales cada 12 filas, comomáximo, con anchura de 1.20m, como mínimo.

5. La diferencia de cota entrecualquier fila de espectadoresy alguna salida del graderíoserá de 5 m, como máximo.

6. Cuando existan más de cincofilas, se dispondrá una barreracontinua o rompeolas de 1,10m de altura, como mínimo,delante de la primera fila, asícomo barreras adicionales dela misma altura a la distanciahorizontal que se indica en latabla 2.1 en función de la pen-diente del graderío.

En cuanto a los medios para evitar aplas-tamientos en situaciones de alta ocupa-ción, el documento presenta las siguien-tes novedades:

DISTANCIA MÁXIMAENTREBARRERAS

Las barreras resistirán una fuerza de 5,0kN/m aplicada en el borde superior.

No existirán más de 2 aberturas alinea-das en filas sucesivas de barreras. Lalínea que une en planta dichas aberturasformará un ángulo menor que 60º conrespecto a las barreras (véase figura 2.1)

Las aberturas tendrán una anchura com-prendida entre 1,10 m y 1,40 m.

Performance-BBased

Noviembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.41

Nueva Reglamentación

PENDIENTE

P < 10%

10% < P < 25%

5

4

DISTANCIA ENTRE BARRERAS D M

P > 25% 3

1,10 < a < 1,40Barreras

D

60º máx.60º máx.

Figura. 2.1 - Líneas sucesivasde barreras en planta.

El pasado 13 de Febrero se producíael incendio urbano más espectacu-lar ocurrido en nuestro país. La

noticia fue portada de todos los periódi-cos y el incendio fue retransmitido endirecto para medio mundo. En menosde doce horas el Edificio Windsor habíaquedado reducido a cenizas.

Desde los más diversos medios, nacio-nales e internacionales, incluyendo,televisión, radio y prensa escrita, se nossolicitó nuestra opinión, sobre quépodía estar pasando cuando el edificioaún permanecía en llamas.

A pesar de la voracidad del incendio eramuy posible que la causa fuera de ori-gen fortuito, una colilla en una papele-ra, un convector-radiador funcionandoinadvertidamente, un cortocircuito…., ysi era así, lo que parecía fuera de todaduda es que el edificio o no contaba conlos sistemas de protección de incendiosadecuados, y si contaba con ellos,obviamente no habían funcionado ade-cuadamente.

Las investigaciones oficiales que se hanllevado a cabo apuntan hacia lo correc-to de aquella hipótesis según publicanlos diversos medios, en estos días. Noparece que existan indicios de un incen-dio provocado. Parece ser incluso queno existe responsabilidad penal de nin-gún tipo, ya que la causa no fue inten-cionada y el edificio cumplía la norma-tiva que le era aplicable.

las posibles victimas mortales que afor-tunadamente no se produjeron porqueel edificio estaba felizmente desocupa-do.

Sin duda, si el Edificio Windsor hubieradispuesto de un sistema de protecciónde incendios adecuado (rociadoresautomáticos, sistemas de alarma, secto-rización, medios manuales de extincióneficaces) hoy estaría en pié y no se

hubieran producido los daños ocurri-dos, ni habría que pensar en la posibletragedia para los posibles ocupantes enun horario normal.

El hecho de que un incendio, de carác-ter fortuito, como se consideró desde unprincipio, en los albores del siglo XXI,en un edificio emblemático, en la zonade alquileres de oficinas posiblementemás cara de Madrid (se supone que nohan faltado medios económicos) se hayasaldado con la destrucción total delmismo, nos deberían llevar a pensar quenuestra legislación y cultura sobre pro-tección de incendios es claramenteinsuficiente.

Prevención de Incendios

Andrés PedreiraAPICISin duda si el Edificio Windsor hubiera

dispuesto de un sistema de protección deincendios adecuado, hoy estaría en pié.

El incendio delEdificio Windsor.

Ocho meses después…

Porque al parecer el edificio cumplíacon la legislación que le era aplicable.La del año de construcción. (Años1970s). Aunque si le hubiera sido deaplicación la legislación actual, tampo-co hubiera sido obligatorio que el edifi-cio dispusiera de rociadores automáti-cos. Merece la pena citar que los rocia-dores automáticos son un sistema inven-tado y desarrollado en el siglo XIX.

Tampoco parece que los sistemas deextinción manual, columna seca ybocas de incendio equipadas, se encon-trasen en correcto funcionamiento,según han declarado los bomberos a losmedios.

Así que parece que aquello ocurrió porsimple mala suerte y hay que asumirlo.Resulta, cuando menos sorprendente,que no exista una gran preocupaciónentre la ciudadanía por el hecho de queel edificio no contase con las medidasde protección adecuadas que hubiesenimpedido la destrucción del edificio, elcolapso de la circulación en Madridhasta el pasado Septiembre, la paraliza-ción de muchos negocios en la zona, y

pág.44 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Prevención de Incendios

pág.46 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

¿Cuantos edificios e industrias en nues-tro país, estarán en iguales o peorescondiciones de vulnerabilidad ante losincendios de carácter fortuito? ¿Quénormativa les es aplicable? ¿Tenemosque aceptar como fatalidad que lamuerte nos sorprenda un buen día por-que la normativa sobre protección deincendios era insuficiente? ¿Deben serlos propios empleados de las empresasocupantes de los edificios de oficinaslos que evalúen las medidas de seguri-dad contra incendios de que disponen?

Yo creo que rotundamente no. Las razo-nes últimas de la situación tienen doscomponentes: una legislación inadecua-da y la falta de sensibilidad de preven-ción de incendios a la hora de proyec-tar, construir y mantener los edificios.

La legislación en materia de protecciónde incendios, estatal y local debe seradaptada al estado actual de la tecnolo-gía, y exigir que los edificios o industriasque presenten riesgos elevados ante losincendios, se protejan de forma adecua-da.

Y, por otro lado, que los arquitectos eingenieros que intervienen en los proce-sos constructivos dispongan de la forma-ción adecuada y actualizada en lasmedidas disponibles de protección.

La protección de incendios adecuada deun edifico o industria debe ser el resul-tado de una correcta evaluación de losriesgos de incendio y de la adopción demedidas acordes que minimicen la pro-babilidad de su ocurrencia y el alcancede sus consecuencias. Y ello solo esposible mediante la intervención en elproceso de construcción y manteni-miento de los edificios de profesionalesde ingeniería de protección contraincendios con los conocimientos ade-cuados.

Por el contrario, el sentimiento generali-zado en nuestra sociedad y en sus diri-gentes es que la protección de incen-dios de un determinado entorno se con-sigue con el mero cumplimiento regla-mentario. "Magíster dixit". Si laAdministración dice hay que hacer esto,no vamos a ser nosotros más "papistasque el papa".

Otro matiz que invita a la reflexión es lodel "carácter fortuito". El gran públicoparece que entiende que si el incendioes de carácter intencionado, la cosa notiene remedio. Y sería interesante acla-rar este punto. Un diario de tirada nacio-nal titulaba al día siguiente al incendiodel Windsor: "Un diez a la arquitecturaespañola". Al parecer en alusión de queel edificio Windsor había permanecido

en pié, al contrario de lo sucedido conel edificio de Nueva York , el WorldTrade Center (Torres Gemelas), el fatídi-co 11 de Septiembre de 2001.Pensamos que es muy diferente unincendio, fortuito o provocado como elocurrido en el Windor con el que afec-tó a las Torres Gemelas a las que lesimpactó un avión lleno de queroseno.

Pues es curioso resaltar que la sociedadnorteamericana, a pesar del dramatismode la tragedia y al contrario de lo que eshabitual en la española, dedujo de lasinvestigaciones llevadas a cabo pordiversas ingenierías de protección deincendios, que si la protección pasivade las Torres Gemelas hubiera sido dife-rente, las torres no se hubieran colapsa-do. ¿Será porque en Estados Unidos aligual que en otros muchos países laingeniería de protección de incendios esuna profesión regulada y respetada?

Sería lamentable que el espectáculo delincendio del Windsor, retransmitido endirecto para medio mundo y afortunada-mente sin víctimas, no sirva para llevara los dirigentes y gobernantes españolesal entendimiento de que el nivel de pro-tección de incendios en nuestro país esclaramente deficiente. Y que la protec-ción de incendios no se resuelve solocon normativas, sino con ingenieros yarquitectos que entiendan el fenómenode los incendios y cómo proteger a losedificios e industrias de los mismos, ycon responsables de los edificios eindustrias que comprendan que debenevaluar el riesgo de incendio y sus posi-bles consecuencias; y establecer lasmedidas necesarias de protección, basa-das en el juicio técnico de los expertosy no dotar a los edificios del mero atre-zo que es en ocasiones el mero cumpli-miento normativo.

No olvidemos tampoco que además delas ordenanzas municipales y de loscódigos de edificación y de protecciónde las industrias, los recintos en los quese desarrollan actividades de tipo labo-ral, están sujetos a la Ley de Prevenciónde Riesgos Laborales, que establecetaxativamente que se deben evaluar los

diferentes riesgos, incluido el de incen-dio, y establecer las medidas de protec-ción. Art.20 :

‘’El empresario, teniendo en cuenta eltamaño y la actividad de la empresa, asícomo la posible presencia de personasajenas a la misma, deberá analizar lasposibles situaciones de emergencia yadoptar las medidas necesarias enmateria de primeros auxilios, luchacontra incendios y evacuación de lostrabajadores, designando para ello alpersonal encargado de poner en prácti-ca estas medidas y comprobando perió-dicamente, en su caso, su correcto fun-cionamiento. El citado personal deberáposeer la formación necesaria, ser sufi-ciente en número y disponer del mate-rial adecuado, en función de las cir-cunstancias antes señaladas.

Para la aplicación de las medidas adop-tadas, el empresario deberá organizarlas relaciones que sean necesarias conservicios externos a la empresa, en par-ticular en materia de primeros auxilios,asistencia médica de urgencia, salva-mento y lucha contra incendios, deforma que quede garantizada la rapi-dez y eficacia de las mismas.’’

¿Estaba evaluado el Windsor y protegi-do correctamente ante ese incendio decarácter fortuito? ¿Le era de aplicaciónla Ley de Prevención de RiesgosLaborales?

Esperemos que el incendio del EdificioWindsor tenga como consecuencia quenuestras autoridades actualicen la legis-lación sobre protección de incendios ysu obligatoriedad, e incorporen en losplanes de estudios de arquitectos e inge-nieros las asignaturas o especialidadesde protección de incendios necesarias.Y que con ello se evite el próximoincendio, que quizá no contemos con lamisma fortuna……..

El edificio Windsor lo hemos visto ardertodos, pero también lo hemos dejadoarder todos, debe el que legisla hasta elque diseña pasando por el usuario, elpropietario, ...

En definitiva la sociedad y sus fantas-mas.

CAUSAS DELDESGASTE DE

LOS DETECTORES

�Cambios bruscos de latemperatura.

�Fatiga de los materiales.

�Relajación de las tensionesde los materiales plásticos.

�Humedad.

�Salinidad.

�Ambientes ácidos.

�Luz solar sobre materialescomo el ABS.

�Vibraciones.

�Relajación por esfuerzocontinuado de muelles ycontactos.

�Pérdida de propiedades delos productos de protec-ción antihumedad y corro-sión.

�Intervención humana.

El incendio acaecido en el edificioWINSOR de Madrid hace másoportuna la reedición acerca de la

vida útil de los sistemas de proteccióncontra incendios en general y detecciónde incendios en particular.

Más allá de la situación legal en la quese encuentre una industria o un edificioen relación con la protección contraincendios, el trabajo en un entornoseguro es un derecho que no debe sermenospreciado. Es patente que los crite-rios de seguridad utilizados años atrásno resultan válidos ni suficientes en laactualidad. Razones de tecnología, cali-dad de vida o bienestar social hacenimpensable e inaceptable que efectoscomo los producidos por el incendiodel edificio WINSOR se produzcan.

Por otro lado, hay una tendencia a pen-sar que la tecnología y los materiales uti-lizados en los equipamientos de seguri-dad contra el incendio mantendrán inal-terable su eficacia. Existen multitud derazones para desmentir esta idea y seintentarán explicar a lo largo de esteartículo.

El trabajo en la mentalización de losusuarios de que los sistemas deDetección de Incendios no son "eter-nos", es una labor de todos los profesio-nales que formamos parte de éste sectory el éxito de conseguirlo estará en lapersistencia y tenacidad de cada uno denosotros en recordárselo.

En el transcurso de las conversacionescon algunos colegas del sector, ha surgi-do reiteradamente la conveniencia deformar e informar a los profesionalesdel diseño, instalación y mantenimientocon el objeto de modernizar las basespor las que se rigen los criterios utiliza-dos. En este artículo no vamos a preten-der desarrollar todos los aspectos yvamos a centrarnos en uno de ellos, elmantenimiento y la vida útil de los equi-pos.

A quién no le ha sucedido en algunaocasión, al querer disfrutar del tan espe-rado derby que enfrentaba nuestro equi-po con el eterno rival, que el televisor oel decodificador no ha querido funcio-nar y tras emitir una larga lista de pala-bras indescifrables ha tenido que con-formarse con escuchar el partido por laradio. En nuestra vida cotidiana, noshemos habituado a emplear multitud deaparatos, útiles o herramientas y no

Detección de Incendios

Miguel MorenoNotifier España

Mantenimientoy vida útil delos detectores Más allá de la situación legal en la que se encuentre una industria o

un edificio en relación con la protección contra incendios, el trabajoen un entorno seguro es un derecho que no debe ser menospreciado.

Habitualmente, nonos planteamos la nece-sidad del mantenimiento

de nuestros bienes nide la temporalidad

de su vida útil.

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.47

Detección de Incendios

pág.48 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

advertimos su necesidad hasta que apa-rece el fallo. Habitualmente, no nosplanteamos la necesidad del manteni-miento de nuestros bienes ni de la tem-poralidad de su vida útil, por el contra-rio, en un negocio, la falta de previsiónpuede desmontar la organización de laempresa, paralizar la productividad oprovocar la absoluta ineficacia de un sis-tema incluso con el riesgo para las per-sonas.

En general, las compañías son conscien-tes de la necesidad de un mantenimien-to adecuado y de la conveniencia deestablecer los plazos de amortizaciónde sus inversiones ajustándolos a lanecesidad de mejora productiva.Lamentablemente, no son muchas lasque, en el terreno de la seguridad contraincendios, aplican la misma doctrina alno ser productivo y considerarlo quizácomo una parte estructural e inmutabledel edificio. Pero incluso esta últimaconsideración resulta inconsistente asaber de la necesidad de rehabilitaciónde los edificios.

En un análisis más detallado, vamos aver brevemente determinados concep-tos como fiabilidad, mantenibilidad,tasa de fallos, sensibilidad de los detec-tores y calibración. Más adelante, trata-remos el contenido normativo y regla-mentario.

LA FIABILIDAD

La fiabilidad no es meramente un con-cepto genérico sino que a lo largo de losaños se ha convertido en una ciencia. Aliniciarse la era industrial, y durantemucho tiempo, los desarrollos no seafrontaban con la idea de garantizar unfuncionamiento continuado. De hecho,durante mucho tiempo fue prioritario elplazo de entrega a la propia calidad delproducto, sin embargo, la historia estállena de ejemplos que han demostradola necesidad de adoptar nuevas técnicasde calidad para superar el altísimo índi-ce de fallos al inicio de la vida útil.

A medida que los elementos o produc-tos fabricados entrañan un nivel decomplejidad mayor, mayor es la necesi-dad de programar estudios de fiabilidaden el proceso de desarrollo, ¿con quéfin?: El establecimiento de los periodosde garantía que establecen los fabrican-tes no son fruto de una arbitrariedadsino que son fruto de un análisis previocada vez más generalizado, ademásdichos estudios nos aportan informa-ción acerca de la conveniencia derepuesto de ciertos elementos o su susti-tución.

En suma, la fiabilidad nos indica la pro-babilidad de que un componente, siste-

ma o equipo funcio-ne correctamentedurante un periododeterminado detiempo y en las con-diciones para lasque fue diseñado.

Cuando nos plantea-mos el concepto defiabilidad debemostener en cuenta quedebe haber una rela-ción de coste ade-cuado a su mercadominimizando loscostes del manteni-miento posterior, esdecir, se debe hallarel equilibrio entreambos factores.

De todos los ele-mentos que compo-nen un sistema com-plejo, un mínimoporcentaje no fun-cionará correcta-mente, ello, unido ala probabilidad deerror en el ensam-blaje del sistema,dará como resultado una probabilidadmayor de fallo al inicio de la vida útildel sistema o equipo recién fabricado.Esta probabilidad de fallo no resultatransparente al usuario puesto que sereduce rápidamente con el tiempo y losfabricantes someten a sus sistemas aunas horas de funcionamiento antes deproceder a su suministro.

Una vez transcurrido este periodo ini-cial, la probabilidad de fallo o tasa defallos se reduce y permanece muy baja,solo con fallos aleatorios durante elperiodo de vida útil del equipo.

LA MANTENIBILIDAD

Factores tales como la vibración, la tem-peratura de trabajo, la pérdida de flui-dez del material, el desgaste, la fatiga, lasuciedad, etc. influirán en cada uno delos elementos de nuestro sistema,aumentando la tasa de fallos de con eltiempo y, aún más, transcurrido el tiem-po establecido de vida útil.

No todas las piezas tienen el mismo des-gaste y debiera ser posible reponer loselementos más sensibles a éste. En estoscasos, el fabricante o suministradordebiera darnos una idea de qué tipo deequipos va a ser necesario reponer ycon qué periodo o si es preciso mante-ner un parque de repuestos con el fin dereducir el periodo de reposición.

Los estudios de mantenibilidad desarro-llan estos aspectos, el tiempo medio

hasta el fallo, el tiempo medio entrefallos sucesivos o el tiempo medio dereparación.

Para decidir qué debemos hacer connuestros detectores de incendios, debe-mos tener en cuenta estos aspectos y,como ya hemos dicho anteriormente,valorarlos en función de sus costes rea-les. Pensemos en la siguiente cadena:

� El tiempo invertido en la localiza-ción del problema.

� El tiempo dedicado a la solicitudde suministro.

� El tiempo dedicado por la admi-nistración quizá en la reclama-ción por demoras.

� El tiempo y coste de la repara-ción.

� El tiempo de la reubicación delequipo.

� El tiempo de obtención de lacomprobación.

Quizá, si se ha tratado de una falsa alar-ma, habría que considerar:

� El tiempo y coste de movilizaciónde los equipos de protección.

� El posible coste de desplazamien-to de brigadas contra incendios.

� El coste de la compañía de recep-ción de alarmas.

Curva de fiabilidad

Curva de vida útil

Performance-BBased

pág.50 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

CONCLUSIONES

Como ya se sugirió al principio de esteartículo, al proyectar una instalaciónde detección de incendios, como alhacerlo con cualquier otro bien, debeser un requisito para el proyectista deli-mitar los criterios de mantenimientoque deberá seguir la propiedad tenien-do en cuenta los ciclos de vida útil delos elementos críticos.

Al considerar los ciclos de vida útil o laconveniencia de la calibración, deberíaestimarse el distanciamiento entre losrequisitos exigidos en el momento de laproducción y los de las normas vigen-tes. Con el transcurso del tiempo, latécnica permite disponer de sistemasmás seguros y eficaces, probablementelos parámetros de calidad y fiabilidadde hoy no permitan cumplir las exigen-cias de dentro de 12 ó 15 años.

Para poder mantener la eficacia de lossistemas de protección es imprescindi-ble, tanto como una revisión, la renova-ción de los elementos críticos, en nues-tro caso los detectores de incendio deforma regular y sistemática, al tiempoque deben cuestionarse si las técnicasempleadas en la protección contraincendios son socialmente aceptables,siendo la administración quien impulsey facilite esta renovación.

� En el caso de los detectores deincendio, dado su bajo coste, si eltiempo medio entre fallos sucesi-vos es creciente y el tiemponecesario de reparación nos impi-de mantener el sistema en servi-cio, lo más recomendable parece-ría proceder a la sustitución delos detectores.

Efectivamente, el periodo de vida útil delos detectores de incendios es de entre10 y 12 años, por lo que sería aconseja-ble la sustitución sistemática transcurri-do éste.

LA CALIBRACIÓN

Algunos sistemas disponen de mecanis-mos de alerta que previenen el fallo yotros, además, incorporan sistemas decompensación de la deriva producida alo largo del tiempo, sin embargo estosúltimos solo reducen los costes de lim-pieza del equipo pero en ningún casoevitan la necesidad de realizar ensayosfuncionales regulares y la inspeccióndel estado de calibración.

Los ensayos realizados en los laborato-rios determinan unos ensayos de sensi-bilidad al humo generado por distintotipo de combustible. Estos ensayos exi-gen no solo unos niveles de sensibilidaddeterminados (m e y) sino repetibilidady reproducibilidad de los ensayos entredetectores. En consecuencia, transcurri-do el tiempo, y frente al desgaste delmaterial, las especificaciones exigidasnormativamente se degradan y es preci-sa la calibración o inspección del estadode calibración. Parece aceptado que, almenos cada tres años, el fabricantedebiera proceder a la limpieza y a la ins-pección del estado de calibración.

Es posible que el usuario lleve a caboeste tipo de calibración, pero la imposi-bilidad de disponer de los equipos ade-cuados y el desconocimiento de losniveles de ajuste apropiados lo hacenpoco viable.

FALTA DE MANTENIMIENTO =PÉRDIDA DE FIABILIDAD =

PÉRDIDA DE CREDIBILIDAD = SISTEMA INEFICAZ = RIESGO

Un sistema mal mantenido o sin unacalibración periódica conduce a la con-secución de falsas alarmas, avisos y aler-tas innecesarios con el subsiguientecoste económico y pérdida de confianzaque lo convierten, a medio plazo, en unsistema inútil.

El índice de absorción para la mediciónde sensibilidad de los detectores ópti-cos se designa m y se expresa en unida-des de decibelios por metro (dB m

-1).

m = (10 / d) log (P0 / P) dB m-1

La magnitud sin dimensión y es aproxi-madamente proporcional a la concen-tración de partículas de aerosol o humode un tipo determinado, se empleacomo medida del valor del umbral derespuesta de los detectores de humoiónicos.

y = (I0 / I) - (I / I0)

La falta de mantenimiento se detectacon los fallos o las falsas alarmas, perouna calibración inadecuada no seráadvertida hasta llevar a cabo una inspec-ción de la calibración del detector. Estosdesajustes pueden permitir funcionar aldetector con una prueba funcional conun aerosol de ensayo, sin embargo, fren-te a un incendio real, pueden retardarexcesivamente la señal de alerta e inclu-so puede llegar a no producirse.

NORMAS Y REGLAMENTOS

Hasta la publicación de este artículo, elmantenimiento de los sistemas de detec-ción, y concretamente de los detectoresde incendio, está regulado por el RIPCI(Reglamento de Protección ContraIncendios) y la norma UNE 23007-14,sin embargo es absolutamente necesariotener en cuenta las recomendacionesdel fabricante puesto que es él quiendebe haber realizado los ensayos opor-tunos para determinar el modo de pre-servar la eficacia de sus sistemas, sustitu-ción de piezas, periodicidad de losensayos, obsolescencia….

Como en otras ocasiones se ha señala-do, la reglamentación no lleva el mismoritmo que la técnica y, al consultarla,encontraremos recomendaciones ana-crónicas o insuficientes. Elabore un plande mantenimiento y siga un protocolode pruebas acorde a la complejidad desu sistema y al riesgo que protege. Nodude en sustituir los elementos que hansuperado un periodo de vida útil lógicoy menos aquéllos que presentan inci-dencias injustificadas reiteradas.

Detección de Incendios

Un sistema mal mantenido osin una calibración periódicaconduce a la consecución defalsas alarmas ... con el subsi-

guiente coste económico...

Cuando hace veintiséis años acep-té la propuesta de miAyuntamiento de responsabilizar-

me del Servicio de Bomberos deBadajoz, me enfrenté a un reto nuevo.Un reto al que se enfrentan hoy en díamuchos profesionales abocados a trans-formarse en Ingenieros de Incendio enuna sociedad que no dispone de planesde estudios de Ingeniería de Incendios.

De la noche a la mañana me encontrécon la necesidad de aprender algo com-pletamente nuevo. En mis estudios deIngeniería Técnica ninguno de mis pro-fesores había dedicado ni cinco minutosde su tiempo para explicarme qué eraun extintor. Había aprendido cómo seconstruye una nave industrial, o cómodiseñar una central eléctrica. Pero nadieme había advertido que convenía prote-ger los edificios y las instalaciones con-tra las devastadoras consecuencias delos incendios. Un peligro, por cierto,que descubrí como mucho más proba-ble de lo que jamás había pensadoantes.

Mi contacto con los terribles efectos delos incendios me hizo ver de modoinmediato la necesidad de adoptarmedidas para elevar el nivel de preven-ción en el territorio que estaba bajo mijurisdicción. Así que inmediatamentepuse manos a la obra, primero para pre-pararme a mí mismo y después para pro-curar que la seguridad contra incendiosen mi ciudad se incrementase.

Ardua tarea. En esa época no había nor-mas de obligado cumplimiento paraproteger a los edificios de los incendios

excepto en algunas pocas ciudades. Eseparecía ser el camino: redactar unaordenanza de protección contra incen-dios.

Necesitábamos una normativa de pro-tección contra incendios. Comencé aestudiar las normas existentes a nivellocal, para hacer algo igual para mi ciu-dad. Y me encontré con un problema:no eran fáciles de entender. Y también

surgió el primer dilema: ¿por qué se pro-tegían de forma diferente edificios simi-lares en Madrid y en Barcelona? Y si seincluían en la comparación normas deotros países volvía a plantearse elmismo problema. ¿Quien tendría razón?Mi nivel de formación no me permitíaencontrar la solución a esta pregunta.Quizás todos tenían razón y había diver-sas formas de solucionar el mismo pro-blema. Tenía mucho que aprender.

Así que otra vez tuve que poner manosa la obra. No bastaba con aprender nor-mas, había que entenderlas. Y eso exigía

comprender como se comporta elfuego, como combatirlo, qué instalacio-nes de protección hay disponibles ycomo funcionan. Y también entender elcomportamiento humano en las emer-gencias. No me fue fácil encontrar tex-tos escritos en español que me sirviesende fuente para aprender esos temas.Tampoco había muchos cursos, y losque había me resultaban caros y me exi-gían un gran esfuerzo de desplazamien-to fuera de mi ciudad, lo que tambiénsuponía gastos suplementarios. Aún asílo intenté. Y en algunos casos meencontré desagradables sorpresas: algu-nos cursos, incluso avalados por entida-des importantes del sector, no tenían elnivel que parecían prometer sus altascuotas de inscripción. Algunos de losprofesores apenas sabían un poco másque yo, que era un principiante. Y aveces me encontré otro problema: quie-nes impartían algunos cursos eran fabri-cantes de productos o instaladores dedeterminados sistemas que parecíanestar tan involucrados con lo que ven-dían, que pregonaban que otros produc-tos y otros sistemas de empresas compe-tidoras no eran lo suficientemente fia-bles. Obviamente la conclusión volvía aser la misma: tenía que aprender lo sufi-ciente para saber discernir entre lassoluciones que me ofrecían unos yotros. Tenía que estudiar aún más, y elproblema era que con mis escasos cono-cimientos tenía que orientarme en unmundo en el que tu interlocutor lamayoría de las veces estaba demasiadointeresado en convencerme de que lamejor solución era la que él vendía.

Formación

Necesitamos Formación

Los problemas para iniciarse (y mantenerse) enel campo de la seguridad contra incendios. Bomberos Badajoz

Fernando Bermejo

Un reto al que se enfrentanhoy en día muchos profesio-nales abocados a transformar-se en Ingenieros de Incendioen una sociedad que no dis-pone de planes de estudiosde Ingeniería de Incendios.

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.51

Formación

pág.52 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Tengo que reconocer que encontré unimpagable amigo en el Manual deProtección Contra Incendios de laNFPA. A sus fuentes acudía una y otravez para encontrar orientación y ayudadesinteresada.

Y según iba aprendiendo descubría quetenía más cosas que aprender. A cadapaso que daba me daba cuenta de quesabía menos de lo que creía. Eso de laprotección contra incendios era un temamuy complejo. Y cada vez tenía másdificultades para aprender. Ahora eraincluso capaz de darme cuenta de quealgunos de los que antes me enseñaban,necesitaban un profesor tanto como yo.Cuando me adentraba en un campoconcreto encontraba que era un mundoen sí mismo que necesitaba una espe-cialización para poder dominarlo.Empecé a descubrir, por ejemplo, quehabía muchas más cosas sobre detec-ción de incendios que los detectoresópticos, iónicos, térmicos y termovelo-cimétricos. Que no era suficiente consaber qué instalación era necesaria, sinoque tenía que aprender parámetros dediseño para que las instalaciones fuesenrealmente eficaces.

No encontraba tiempo suficiente paraaprender todo lo que necesitaba. Lo de"solo sé que no sé nada" empezaba atener sentido para mí cuando pensabaen aquello a lo que ahora dedicaba mivida profesional, la protección contraincendios. Cada vez lamentaba más nohaber podido aprender estos temasdurante mis estudios de ingeniería,ahora mi trabajo me absorbía muchotiempo y estudiar no me resultaba fácil.

También me encontré con otro proble-ma. Muchos expertos del sector no que-rían compartir sus conocimientos. Mesorprendía que a veces me resultabamás sencillo encontrar la respuesta a unproblema consultando a un técnico esta-dounidense que a un colega español.Probablemente porque esos conoci-mientos les suponían una posición de

privilegio en un mercado tan deficientede formación como el nuestro. Mástarde me dí cuenta de que algunos deesos "expertos" no eran tales, y que suescasa accesibilidad se debía a que tam-poco tenían mucho más que ofrecer queuna fachada muy bien diseñada.

Por cierto, acabamos teniendo en miciudad una Ordenanza Municipal a faltade norma nacional, y nos dispusimos ahacer que se cumpliese creando unaSección de Prevención y dedicando apersonal específico a revisar proyectos einstalaciones. Pero eso no solucionabael problema: los arquitectos e ingenie-ros encargados de redactar los proyectosy de dirigir las obras no habían recibidotampoco formación en seguridad contraincendios durante sus estudios. Ellostambién tenían el mismo problema queyo había tenido. Tenían que aprender aproteger los edificios que proyectaban,porque los planes de estudios con losque habían conseguido sus títulos noincluían nada al respecto. Y tenían lasmismas dificultades para aprender conlas que yo me había encontrado.

¿Y los instaladores? Pues más de lomismo. Hasta entonces casi el únicoelemento de protección contra incen-dios eran los extintores, y solo se encon-traban en contados establecimientos.Quienes hasta entonces se dedicaban avender extintores empezaron a recibirpedidos de instalaciones de detección,bocas de incendios equipadas, etc. Yellos tampoco sabían mucho del tema.Nos encontramos en un mundo con unagran carencia de conocimientos, caren-cia de tiempo para adquirirlos, carenciade escrúpulos a veces, desvergüenzaotras. La buena voluntad de algunos noera suficiente. Así, el índice de rechazoinicial en las instalaciones que revisába-mos era, al principio, superior al noven-ta por ciento. Extintores inadecuados,detección que no funcionaba o no eraadecuada, alumbrado de emergenciaque no cumplía las normas. Y así hastael aburrimiento. Nuestros pocos años depreparación antes de iniciar nuestrosprogramas de prevención nos hacíanestar a años luz de los demás elementosde nuestro entorno inmediato. ¡Y ape-nas sabíamos lo imprescindible!

Era un problema obvio. Hacía falta for-mación a gran escala. Pero ¿por qué nola abordaban las universidades? ¿Porqué la administración no solucionabaeste problema?.

Ha pasado un cuarto de siglo y el pro-blema sigue siendo casi el mismo. LasUniversidades siguen sin impartir forma-ción en protección contra incendios alos técnicos a los que forman.

Es increíble que un Arquitecto, o unIngeniero puedan obtener su titulaciónque teóricamente les capacita para dise-ñar un edificio y dirigir su construcciónsin haber recibido ni siquiera una forma-ción básica sobre como hacer segurosesos edificios ante los incendios.Increíble que después de que en 1979el incendio del Hotel Corona deAragón de Zaragoza conmocionase a lasociedad española con su centenar devíctimas mortales, la Norma Básica dela Edificación sobre Condiciones deProtección Contra Incendio en losEdificios, NBE-CPI-82, que se redactópara solucionar esos problemas, nofuese obligatoria. Increíble que tuviesenque pasar nueve años para que apare-ciese la NBE-CPI-91, ahora sí de obliga-do cumplimiento, pero que no regulase

el uso comercial hasta 1993, ni regulasenunca el uso de espectáculos y activida-des recreativas, ni el uso industrial.Increíble que la norma de 1996 siguiesesin regular el uso industrial, y que cuan-do apareció un reglamento específicopara industrias en 2004, regulase de dis-tinta forma que la NBE-CPI-96 algunosaspectos similares. Y que esté a puntode aparecer otra normativa, el CódigoTécnico de la Edificación, que tambiéndiscrepará en algunos aspectos de lanormativa para uso industrial apoyadaen la norma anterior.

Era un problema obvio. Hacíafalta formación a gran escala.

Pero ¿por qué no la abordabanlas universidades? ¿Por qué laadministración no solucionaba

este problema?Ha pasado un cuarto de sigloy el problema sigue siendo

casi el mismo.

Formación

pág.54 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

La seguridad contra incendios en Españaes obligatoria. Las empresas de instala-ción de equipos de protección contraincendio tienen obligación legal detener un Técnico competente. Pero nin-gún Técnico puede ser "competente" sinla formación adecuada, y los planes deestudios no incluyen esa formación.

¿Dónde conseguir esa formación ade-cuada si las Escuelas Técnicas no laimparten? Dado que el futuro inmedia-to no ofrece mejores perspectivas, ten-drá que nacer una oferta formativa alter-nativa, ofrecida, por ejemplo, por lasasociaciones del sector. Cierto que yahay en el mercado una oferta de forma-ción en seguridad contra incendios,pero no está debidamente reglada, esdispersa e incompleta; y muchas vecesde mala calidad.

¿Qué hacer con los cientos de Técnicosque ya están trabajando en el sector dela seguridad contra incendios y quenecesitan formación que les evite asu-mir graves responsabilidades por purodesconocimiento? Habrá que conseguiruna oferta formativa que sea compatiblecon el las ocupaciones laborales deestos Técnicos.

Las tendencias actuales de la proteccióncontra incendio y las normas de próxi-ma aparición abogan por el diseño porprestaciones, el diseño de solucionesalternativas a los códigos prescriptivos.Pero ¿cómo conseguir que los Técnicossean capaces de iniciarse en el diseñode esas soluciones alternativas? Seránecesario que la formación que recibansea de la suficiente calidad para queesos Técnicos sean capaces de com-prender con total claridad como se com-portará un incendio en un edificio sin-gular, y ser capaces a su vez de diseñarsoluciones singulares. Y, obviamente,será necesario que sean capaces de con-vencer de lo adecuado de sus diseños alos Técnicos de las Administracionesque deben aprobarlos.

En definitiva, las soluciones del sectorpasan necesariamente por la formación:

� para quienes diseñan y pro-yectan no solo con objeto deque sus diseños se ajusten alas normas y proporcionenseguridad a los edificios, sinopara que puedan entendersecon los instaladores quedeben llevar a la práctica susdiseños, y para que sepanseleccionar la mejor opción alcosto más adecuado posible,

� para los instaladores, para queejecuten las obras de modocorrecto,

� para los Técnicos de laAdministración que debenaprobar los proyectos,

Con la formación adecuada, cualquiertécnico puede ser capaz de discernir lasolución más adecuada de entre todaslas posibles, cuando recibe recomenda-

ciones dispares de distintas empresas.Un problema que disminuiría si sepotenciase la figura de los consultoresindependientes, que recomiendan solu-ciones, y dirigen las obras, pero que nolas venden.

Disponemos de excelentes Técnicos,pero son muy pocos para el volumendel mercado.

Más de veinte años supervisando pro-yectos e instalaciones de proteccióncontra incendios en nuestra jurisdicciónnos han permitido detectar múltiplesdefectos en proyectos, obras e instala-ciones, muchos de ellos por desconoci-miento, otros malintencionados y frau-dulentos. Nos han permitido tambiéncometer errores de todo tipo, y darnoscuenta de nuestras carencias y de lasajenas.

La sociedad española requiere que elmundo de la seguridad contra incendiostenga acceso a una formación completa,de calidad, y asequible para los nuevosTécnicos que salen de nuestrasUniversidades, y que, a su vez, sea com-patible con las obligaciones laborales detantos y tantos técnicos que ahora seesfuerzan en hacer su trabajo de lamejor forma posible, pero que encuen-tra muchas dificultades para conseguir-lo.

Esperemos que esa formación tan nece-saria, esté disponible en breve plazo. Elbeneficio será para todos; para la socie-dad que estará más protegida; para losTécnicos de la Administración queverán facilitado su trabajo; para lasempresas instaladoras serias y profesio-nales, porque tendrán más trabajo y demayor calidad; para las compañías deseguros, porque presumiblemente asu-mirán menos riesgos...

Los conocimientos están ahí. Hay sufi-cientes expertos. Necesitamos compartirsus conocimientos, obviamente retribu-yendo a cada cual los esfuerzos realiza-dos para formarse y el tiempo que dedi-quen para formar a otros. Pero tambiénes preciso que todos hagamos un ejerci-cio de humildad y nos decidamos aaprender lo que no sabemos.

Pongamos lo antes posible manos a laobra. Está a nuestro alcance.

Con la formación adecuada,cualquier técnico puede ser

capaz de discernir la soluciónmás adecuada de entre todaslas posibles, cuando recibe

recomendaciones dispares dedistintas empresas. Un pro-blema que disminuiría si sepotenciase la figura de los

consultores independientes,que recomiendan soluciones,y dirigen las obras, pero que

no las venden.

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.55

de los proyectos de construc-ción, de transformación, refor-ma o reparación de buques yde los asociados a la direcciónde obra de estos mismos pro-cesos, requerirán, en funciónde su naturaleza y contenido,la firma de un ingeniero naval,de un titulado superior de laMarina Civil, de un ingenierotécnico naval, o bien de undiplomado de Marina Civil,todos ellos en el ámbito de suespecialidad y legalmentecapacitados para el ejerciciode su profesión. Asimismo,deberán ser visados por elColegio Oficial correspon-diente del profesional que loshaya firmado.

E incluye un requisito por el que siem-pre abogo y me parece fundamental:

2. En todo caso los profesionalesfirmantes deberán acreditar lacobertura de la responsabili-dad civil que pueda derivarsede sus actuaciones profesiona-les.

En el caso de la protección contra incen-dios nos encontramos que carecemosde una orientación para dilucidar antequien nos encontramos cuando habla-mos del Técnico Titulado Competente.

Recurriendo a la titulación y adentrán-donos en las distintas carreras universi-tarias, parece que serían las ingenieríaslas que más se aproximen a las compe-tencias requeridas, pero resulta que en

universidades tan prestigiosas como laComplutense de Madrid o la Central deBarcelona no figura, no ya una especia-lidad, ni siquiera una asignatura quetrate de la protección contra incendios.Profundizando un poco más y abriendoel abanico de posibilidades, resulta que,casi como anécdota, la Escuela deIngenieros Industriales de laUniversidad de Extremadura cuenta,entre sus materias optativas de segundociclo, con una asignatura de Seguridad eHigiene Laboral en la que se describe"protección contra Incendios y explosi-vos". Incluso el Campus Tecnológico dela Universidad de Navarra recoge comooptativa la asignatura de Teología, perono concibe la necesidad de incluirmateria alguna sobre protección contraincendios.

Así las cosas tendremos que empezar apreguntarnos quién es, cómo se forma ycon qué conocimientos cuenta el profe-sional que firma como Técnico Titulado

ICI al día

Francisco López EstradaAsesoría Jurídica APICI

El Técnico tituladocompetente

En los dos artículos precedenteshemos intentado establecer lasnuevas responsabilidades del técni-

co titulado competente, a raíz de la pro-mulgación del nuevo Reglamento deSeguridad contra Incendios en losEstablecimientos Industriales (RealDecreto 2267/004, de 3 de diciembre),pero ahora, una vez superada la urgen-cia del análisis de la nueva normativa,deberíamos profundizar en lo sustancialdel debate. Concretar la figura delTécnico Titulado Competente.

En Reglamentaciones parejas el legisla-dor no tiene ningún empacho en des-cender a definir la titulación o la compe-tencia del técnico. Así, por ejemplo, laOrden de 31 de mayo de 1985 comple-mentaria a las normas generales estable-cidas en el Reglamento de Aparatos aPresión (BOE 149 de 22 de junio de1985) prescribe la obligación para losfabricantes de "disponer en plantilla, almenos, de un Técnico Titulado compe-tente, Ingeniero Superior o IngenieroTécnico, que será el responsable técni-co…".

Por acudir a una norma más reciente,fijémonos en el Real Decreto1837/2000, de 10 de noviembre, queaprueba el Reglamento de inspección ycertificación de buques civiles, que esta-blece en su Artículo 20. Firma y visadode documentos.

1. Todos los documentos, infor-mes o manuales que a requeri-miento de la Administracióndeban ser elaborados por losinteresados, excepción hecha

En todo caso los profesionales firmantes deberánacreditar la cobertura de la responsabilidad civil que

pueda derivarse de sus actuaciones profesionales.

En el caso de la protec-ción contra incendios nosencontramos que carece-mos de una orientación

para dilucidar ante quiennos encontramos cuando

hablamos del TécnicoTitulado Competente.

Performance-BBased

pág. 56 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

Competente adecuación de las instala-ciones de un establecimiento industrial.Y es que, incluso, el hecho de que unproyecto lo vise un colegio profesionaltampoco es garantía de lo adecuado delmismo. No olvidemos que el artículo 6del Real Decreto 1332/2000, de 7 dejulio que promulga el Estatuto delColegio de Ingenieros Industriales, loque establece es que el visado colegialgarantiza la identidad, la titulación y lahabilitación del que suscribe el trabajo.Asimismo acredita la autentificación, elregistro, la corrección formal de presen-tación de los documentos y que se hacontemplado la normativa aplicable,"pero no sanciona el contenido del tra-bajo profesional ni su corrección técni-ca". Es decir, que no garantiza la com-petencia, ni se responsabiliza de lo ade-cuado del mismo.

Naturalmente que una ingeniería aportala titularidad y puede ser la base idealpara la competencia, titularidad y baseque también podría aportar una arqui-tectura, y otras licenciaturas, pero, entodos esos casos, esa base habrá decomplementarse para que nos encontre-mos ante un técnico competente. Y porotra parte, es preciso que se cuente conuna titulación, es decir que no cabe lamera experiencia para considerarsecompetente, por muy amplia y recono-cida que ésta sea.

La cuestión no es baladí ya que, por unlado el proyecto, la instalación, el man-tenimiento de una instalación de protec-ción contra incendios ha de ser suscritapor ese Técnico para cobrar eficaciafrente a terceros, especialmente frente alos distintos estamentos públicos, encar-gados de expedir la correspondientelicencia de apertura de las instalaciones.Pero, además, desde el momento en elque alguien, considerándose TécnicoTitulado Competente, firma ese proyec-to…, se convierte inmediatamente en elperfecto "chivo expiatorio" a quienachacar todas las culpas, negligencias yresponsabilidades que de él se deriven.

Sin pretender desde aquí resolver el pro-blema, consideramos que la posiblesolución pasa, al menos, por tres etapas.

a. Conseguir de la Administra-ción una más concreta defini-ción del Técnico TituladoCompetente en Proteccióncontra Incendios, a través deespecificar las titulaciones quele pueden servir de base, per-mitiendo un abanico, eso si, lomás amplio pero concretoposible. Precisamente la anun-ciada reforma del Reglamentode Instalaciones de Protección

contra Incendios y el anheladoCódigo Técnico de laEdificación, pueden ser elmomento oportuno.

b. Conseguir el reconocimientosocial de la necesidad deTécnicos en Protección contraIncendios. Algo que hastaahora no se ha conseguido.Tienen que suceder hechoscatastróficos como el recienteincendio del Edificio Windsorde Madrid, o la muerte de másde cuarenta personas en ape-nas tres meses en Paris, paraque la sociedad cobre con-ciencia de esa necesidad.Conciencia que se tiene quetraducir en que, por ejemplo,entidades tan incrustadas en eltejido social como laUniversidad y la Empresaempiecen a incluir entre susestudios y entre sus recursoshumanos la formación de pro-fesionales en protección con-tra incendios, como incluyenexpertos en informática o enpublicidad.

c. Conseguir la mejor coberturaposible para que puedan asu-mir los indudables riesgos,que comportan sus actuacio-nes con el mayor desahogo, loque permitiría que los proyec-tos pudieran diseñarse basán-dose más en la eficacia que enevitar la sanción. No se tratatanto de acompañar copia dela póliza para cubrir un requi-sito, como de actuar con latranquilidad y confianza desentirse patrimonialmenteamparado.

Desde el punto de vista del profesionaldel derecho, esa triple implicación esfundamental. Nos permitirá disponer deactuaciones previas sólidas, al contarcon proyectos, instalaciones y manteni-mientos adecuados, y para el supuestode que se produzca el riesgo que sequería evitar, con normas claras y peri-tajes fiables que orienten a losTribunales a la hora de dirimir responsa-bilidades.

ICI al día

� Compromiso de manteni-miento sin comprobar losaspectos anteriores, y

� Aplicación incompleta de lasoperaciones de inspeccionesperiódicas para el manteni-miento de los equipos e insta-laciones de P.C.I.

Con este panorama, originado normal-mente por empresas desaprensivas a lasque al parecer les interesa solo el nego-cio, y poco el disponer de Técnicoscompetentes, no es de extrañar la ideade "inutilidad" a la que nos referíamosde algunos usuarios y promotores, loscuales tenderán a implantar los mediosmínimos necesarios para "obtener lospapeles legales".

LAS BASES DE LA EFICACIA

De lo anterior se deduce que, para con-seguir que las instalaciones de P.C.I.sean eficaces, se hace imprescindible elcumplimiento de las siguientes condi-ciones:

1. Realizar un diseño adecuado,sujeto a los requisitos marca-dos por los Reglamentos y nor-mativa en vigor, o por otrosdocumentos de reconocidoprestigio internacional, conmás contenido y exigencias.

Esto solamente es posible conla realización de un Proyectode Ingeniería, por técnicosconocedores de los citadosdocumentos de diseño y conexperiencia suficientementecomprobada. Pero

2. Dejar en manos de empresasinstaladoras, con experienciademostrada, el suministro ymontaje de los componentes,sujeto a las especificacionesdel Proyecto.

No debería considerarse sufi-ciente, puesto que no refleja lacalidad de la empresa, elCertificado de registro en suComunidad Autónoma, aun-que sí necesario.

Estas empresas deben presen-tar un Proyecto final "Segúnconstruido", con el correspon-diente MANUAL DE INS-TRUCCIONES, imprescindi-ble para la Empresa deMantenimiento, en el que sedefinan:

� Parámetros de diseño definiti-vos en base a los documentosde diseño aplicados,

� Valores reales de regulaciónde equipos y componentes,

� Actas de las pruebas realiza-das, tanto en bancos de fabri-cantes como en la instalación,

� Certificados de aprobacionesu homologaciones de loscomponentes que lo requie-ran,

� Planos "según construido",

� Catálogos y/o fichas técnicasde todos los componentesincorporados,

ICI al día

Pedro UbedaAPICI

Equipos y Sistemas de PCIA la eficiacia por las inspecciones

periódicas para mantenimiento

¿Cuáles son las causasde la "ineficacia"?

pág.58 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

En los últimos meses nos hemos entera-do por los medios de comunicación desiniestros por incendio en estableci-mientos muy significativos que, a lavista de las consecuencias finales,inquietan a los profesionales de laIngeniería de Protección ContraIncendios, llegando a la indignación alescuchar con frecuencia opiniones de"sufridos usuarios", y no digamos delos medios de difusión, acerca de lasdudas sobre la utilidad de los equipos ysistemas de protección, lo cual en ver-dad, y a la vista de los resultados, no esreprochable.

Aparte las instalaciones implantadas enépocas en las que no se disponía deReglamentos ni documentos de diseñocomo los que hoy aplicamos, que toda-vía pueden verse "activas", actualmen-te no caben disculpas para que existaninstalaciones ineficaces, debido funda-mentalmente a motivos que, sacadosde estadísticas personales del autor, yahace años, responden a los siguienteshechos:

� Un diseño incorrecto, realizadogeneralmente por técnicos sinexperiencia (20%), que incurrenen errores tales como

� Sistema de protección noadecuado al tipo de riesgo,

� Aplicación de criterios dispa-res para la protección de ries-gos concretos, principalmen-te en la industria y en recin-tos de riesgo especial.

� Instalaciones calculadas -cuando lo están - con pará-metros de diseño actualmen-te en desuso o mal aplicados.

� Un montaje ejecutado defectuo-samente, acompañado normal-mente de una baja calidad de loscomponentes (10%),

� Aplicación inadecuada del agen-te extintor a la clase de riesgo otipo de combustible (30%), y

� Mantenimiento incompleto onulo (40%). Cuando se realiza,realmente cada día más porrequisitos reglamentarios, suelendarse los siguientes hechos:

ICI al día

� Instrucciones de operación,

� Instrucciones de manteni-miento y

� Listado de repuestos reco-mendados.

3. Realizar un CONTRATO DEMANTENIMIENTO serio, res-ponsable y muy bien definido,siguiendo los conceptos fun-damentales que se indican enel apartado que sigue.

INSPECCIONES PERIÓDICAS YMANTENIMIENTO

Aunque genéricamente lo denomina-mos como "Mantenimiento", hay dosfases bien diferenciadas en las operacio-nes de atención a los equipos e instala-ciones: INSPECCIÓN Y MANTENI-MIENTO:

� La Inspección consiste en la reali-zación de una serie de operacio-nes que permitan comprobar elestado operativo y de eficacia deun equipo o instalación, tanto ensu diseño como en su montaje yfuncionamiento. Los resultadosde esta inspección se reflejan enun Informe para el usuario y laautoridad competente.

� Por Mantenimiento se entiende larealización de una serie de opera-ciones, normalmente mecánicasy eléctricas, para corregir las defi-ciencias encontradas en la ins-pección para conservar el equipoo instalación en perfecto ordende operatividad y eficacia.

UNA NECESIDAD AMPLIAMENTE JUS-TIFICADA

Es indiscutible el valor que representantodas las máquinas y equipos producti-vos, las instalaciones eléctricas y sanita-rias, así como el confort que proporcio-nan las instalaciones de calefacción yaire acondicionado. Pero las conse-cuencias de un fallo o avería en cual-quiera de estos servicios no van más alláde tener que soportar una incomodidadpasajera o, a lo sumo, aunque importan-te, la pérdida de una parte de la produc-ción por un período normalmente corto.

Por el contrario, un fallo de un equipo oinstalación de P.C.I. en el momento quese necesita, puede suponer desde laparalización de la actividad por un tiem-po más o menos largo o, lo que aún espeor e irreparable, la pérdida de vidashumas.

A esto hay que añadir la peculiaridadde los equipos e instalaciones de P.C.I.que no funcionan de forma continua ypor largos períodos de tiempo, ademásde considerar el hecho de que cuandose necesita que actúen deben hacerlo deforma certera y sin fallos.

Todo esto justifica ampliamente que lasoperaciones de Inspecciones periódicasy de Mantenimiento son necesarias paraasegurar la operación con eficacia delos equipos e instalaciones de P.C.I.,aparte de que el Reglamento deInstalaciones de Protección ContraIncendios, establece como obligatoriasestas operaciones, marcando los perio-dos en que deben realizarse.

EL CONTRATO PARA INSPECCIONESPERIÓDICAS Y MANTENIMIENTO

Implica, como todo Contrato, unosderechos y unas obligaciones paraambas partes.

Es evidente que EL USUARIO(Contratante) tiene, en términos genera-les,

� La obligación legal de disponerde unos servicios de manteni-miento, según se establece en elArtículo 19 del R.I.P.C.I. (R.D.1942/1993, de 5 de Noviembre).

En este sentido, el propio usuariopodrá realizar las revisiones deconservación con personal pro-pio o encargar estos servicios auna empresa legalmente autoriza-da.

� El derecho, si contrata a otraempresa, a recibir un servicioadecuado que garantice la conti-nuidad de operación y eficacia delos equipos e instalaciones inclui-

dos en el Contrato, obviamenteobligación final de la empresacontratada.

Aparte los aspectos legales y de políticainterna de cada empresa, para alcanzarel objetivo final y emplear el costo delservicio en algo que sea de verdaderautilidad, en un Contrato de inspeccionesperiódicas deben constar los siguientesaspectos:

1. La empresa mantenedora, uotra empresa asesora neutral,o bien utilizando un Softwareadecuado, debería realizaruna AUDITORÍA PREVIA delestado operativo y de eficaciade los equipos e instalacionesa mantener.

Se emite un informe de resulta-dos con un Presupuesto paracorregir las desviaciones quepudieran existir.

Aquí existe una responsabili-dad y obligación del usuariode proceder a realizar dichascorrecciones.

Una vez corregidas, comienzala verdadera responsabilidadde la empresa mantenedora,realizando las inspecciones enlos periodos contratados.

NOTA: La Auditoria no debería limi-tarse al estado operativo, debiéndosecomprobar el cumplimiento con losdocumentos de diseño, incluso realizar-los cálculos necesarios para asegurarsedel cumplimiento de las condiciones deservicio del agente extintor.

2. Debería reflejarse un INVEN-TARIO DE MEDIOS, es decirde los equipos e instalacionesa mantener, con "FichasTécnicas" en las que se refle-jen las características de losmismos.

Cada equipo o instalacióndebe identificarse con unareferencia y con el lugardonde se sitúa o áreas y recin-tos que protege.

3. Puesto que en el RIPCI se tra-tan de forma muy genérica,para cada tipo de sistemadebería constar unaMETODOLOGÍA DE OPERA-CIONES A REALIZAR, indi-cando con claridad todas lasacciones que van a desarrollarlos Inspectores.

4. Se deberían reflejar los PRE-CIOS UNITARIOS DEREPOSICIÓN, incluyendo la

Diciembre 2005 - ICI - Nº 3 pág.59

ICI al día

mano de obra y el repuesto oreparación de las partes conmas posibilidad de ser afecta-das.

5. De cada inspección periódicase emitirá un INFORME DERESULTADOS, reflejando cla-ramente la incidencia y sucosto.

Aquí también existe la respon-sabilidad del usuario de proce-der a subsanar las incidenciasreportadas.

Estos Informes deben estar dis-ponibles para cuando lo solici-ten para su análisis las autori-dades competentes o laCompañía Aseguradora.

PARA LOS USUARIOS

El usuario, o empresa contratante, querealizó un gasto en la dotación de equi-pos e instalaciones de protección contraincendios, aún en el caso de no estarconvencido, o no estar mentalizado, deque en un momento puedan salvar supatrimonio y, lo que es aún más impor-tante, vidas humanas, sería ir contra suspropios intereses si no mantuviera loque produjo ese gasto.

Debe exijir a todas las empresas a lasque consulte precios, las mismas condi-ciones, preferiblemente fijadas por Vd.,y así podrá contratar a la más económi-ca con toda tranquilidad.

Nunca debería consultar con propuestas"libres" de las diferentes empresas yseleccionar la más económica. Es unriesgo demasiado alto que puede acarre-arle problemas serios y de consecuen-cias fatales.

Es evidente y natural la motivación deun empresario sobre la adquisición decualquier máquina o equipo que supon-ga un aumento de la rentabilidad de sunegocio, puesto que al adquirirlo veresultados tangibles e inmediatos. Enconsecuencia, organiza equipos dehombres especialmente entrenados ydedicados a mantener todo su equipoproductivo en perfecto orden de mar-cha. Pero ¿cómo piensa, con respecto alos equipos de Protección ContraIncendios?

Como ya comentamos al principio, con-tinuamente se están dando casos dedesastres producidos por el fuego.Nadie piensa, por eludir complicacio-nes, por falta de tiempo, por imitar alavestruz o por otras razones de índolesimilar, "también puede ocurrirme amí". Pero esta despreocupación llega atales extremos que, aun disponiendo deequipos adecuados para la lucha contra

el fuego, se olvidan de su existencia yno se mantienen en orden de operacióninmediata.

Indudablemente, el mejor sistema paraasegurarse del estado en que se encuen-tra un equipo o instalación sería hacién-dolo funcionar periódicamente. Esto nosiempre es posible, especialmente si setrata de lanzar un Agente Extintor sobreun riesgo al que protege de forma fija ypermanente. Solamente es posible rea-lizar operaciones de descarga con equi-pos portátiles, ya que permiten hacerloen lugares donde el Agente Extintor nopueda causar daños o ensuciar, y conSistemas fijos que protegen riesgos exte-riores.

Otro aspecto a considerar a la hora derealizar pruebas reales de descarga es eleconómico, por el costo que puedasuponer el consumo de Agente Extintory reposición de algunas partes necesa-riamente sustituibles del equipo.

Por esto, todas las instalaciones fijasdeben disponer de "Puntos para inspec-ción y pruebas", previamente dispuestosen el Proyecto, aunque no figuren en losdocumentos de diseño.

PUNTOS PARA INSPECCIÓN YPRUEBAS

A continuación se detallan, para diver-sos equipos e instalaciones, los puntosfundamentales para inspección y prue-bas, la mayoría requeridos por los docu-mentos de diseño.

EXTINTORES PORTÁTILES

Manómetro, en los del tipo presiónincorporada, para leer la presión entodo momento. Lógicamente para quesea fiable, deberá ser de buena calidady contrastable.

Botellín presurizador tarado, con pesoen vacío y lleno grabados. Así podrácomprobarse la carga presurizadora(Normalmente de CO2 o N2)

Seguro precintado, que garantice elestado de no haberse utilizado el apara-to.

BOCAS DE INCENDIO EQUIPADAS(BIE)

Manómetro, situado antes de la válvulade paso, para comprobar la presión dela red de agua. Deberá contrastarse cadauno con el resto para asegurarse de lafidelidad de la lectura, aunque es conve-niente y recomendable contrastar conun Manómetro Patrón, para lo que senecesita una conexión de contraste, yasea fija o acoplable.

Puerta practicable, cuando el equipoesté contenido en una caja, para facilitarla inspección ocular del mismo y reali-zar las operaciones para inspeccionar elestado de la válvula. Es necesario queabra y cierre con facilidad.

Cuando existan dificultades para exten-der los 20 m de manguera del equipo serecomienda disponer de un trozo derecorte de manguera, de aproximada-mente 1 m de longitud con racores deconexión en los extremos. Con él se

pág.60 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

ICI al día

pág.62 Nº 3 - ICI - Diciembre 2005

podrá dirigir un pequeño caudal deprueba a un recipiente. Con esta opera-ción tan sencilla se comprobará:

� Que los racores de conexión sedesconectan y conectan fácil-mente, comprobando a la vez elestado de las juntas de los mis-mos.

� Que la válvula abre correctamen-te (aquí se utiliza el trozo de man-guera) y después cierra sin produ-cirse fugas.

� Que la manguera no presenta sín-tomas de descomposición nitiene residuos de agua por fugaslentas, y

� Que la Lanza no está obstruida,teniendo el dispositivo de accio-namiento de los tres fectos enbuen estado de operación.

EQUIPOS DE BOMBEO

Además de disponer de los elementosde control necesarios para comprobar elfuncionamiento normal, resultarán muyprácticos, por facilitar las pruebas sinafectar al resto de las instalacionesContra Incendios, los siguientes elemen-tos:

� Válvula en Colector de salida, debuena calidad para independizarel equipo de bombeo de la RedGeneral e Instalaciones.

� Conexión de Prueba en el colec-tor de impulsión, con válvula deasiento y descarga al Depósito deReserva de Agua. (Se dispondráde ella si existe la línea de prue-bas con Caudalímetro).

De esta forma podrán simularse,desde el interior del recintodonde se encuentra el equipo debombeo, distintos caudales dedescarga para observar la actua-ción de todos los automatismos,controles y alarmas.

� Caudalímetro, conectado a lalínea de Pruebas y situado en elinterior del recinto. Con él seevitará la utilización del "TuboPitot" para comprobar el estadode la Curva Característica de lasBombas. El Tubo Pitot, aparte deno ser muy preciso en manosinexpertas, no es un instrumentode medida asequible en el merca-do nacional.

� Instrumentación, indicadores deNivel, Manómetros, Cuenta-horas, Cuenta-impulsos, Ampe-rímetro, Voltímetro, Indicador decarga de Baterías, Presostatos de

lectura fácil, son elementos arecordar por su importancia paraque sea posible llevar a cabo unabuena inspección de los equiposde Bombeo.

RED GENERAL

� Válvulas de seccionamiento(Direccionales) con Indicador desu posición de paso y con posibi-lidad de acceso para comprobarpuntos de fuga y su reparación.

� Puntos de Drenaje practicablesen tramos a los que puedan afec-tar las heladas con posibilidad dedejarlos "secos" en época inver-nal, o para realizar operacionesde mantenimiento.

ROCIADORES AUTOMÁTICOS

� Conexión de contraste para com-probar el estado de losManómetros.

� Circuito de Prueba de Alarmas enel Puesto de Control.

� Válvula de ensayo, en el puntomás alejado del Sistema, con sali-da equivalente al orificio de losRociadores instalados. La descar-ga se conducirá a un drenaje yhabrá una conexión paraManómetro después de la válvu-la.

� Válvula de descarga en deriva-ción para los sistemas "Secos" engeneral.

SISTEMAS DE DILUVIO.

� By-pass de descarga que permitaprobar la Válvula Automática sinnecesidad de descargar aguasobre el riesgo que protege.

� Válvula de drenaje automáticoque permita, además de su fun-ción propia, comprobar una posi-ble fuga de la VálvulaAutomática.

� Bloqueo de actuación, para com-probar el funcionamiento delSistema de Detección sin dispararla Válvula Automática.

� Toma de aire, para comprobar lano obstrucción de líneas y boqui-llas de descarga haciendo pasaraire comprimido.

NOTA: en riesgos a la intemperie sesuele permitir la descarga real.

SISTEMAS FIJOS PARA GASES

� Pesaje de Botellas incorporado ala estructura de sujeción de éstas,evitando en lo posible su desco-nexión del Sistema.

� Indicador de fugas, pudiendo sus-tituir a lo anterior, incorporado acada botella y que detecte cual-quier fuga de gas desde la roscade conexión de la válvula, o porésta.

� Desconexión de disparo de bote-llas que permita, mediante unaoperación sencilla, disparar elSistema sin descargar el gas.

� Toma de aire que permita conec-tar una fuente de suministro deaire comprimido para asegurarsede la no obstrucción de líneas yboquillas de descarga.

� Manómetros en todas y cada unade las Botellas de almacenaje,para comprobar su estado decarga, cuando se requiere por eltipo de gas.

SISTEMAS DE DETECCIÓN Y ALARMA

� Detectores accesibles, por muyaltos y escondidos que seencuentren, ya que es muy pro-bable la necesidad de limpieza(según ambiente), reparación osustitución.

� En el Cuadro de Control:

� Prueba de alarmas,

� Silencio de alarmas,

� Prueba de lámparas,

� Comprobador de Baterías,

� Simulador de "Avería",

� Simulador de "Fuego".

� Dispositivos simuladores quepermitan activar los tipos dedetectores instalados con mani-festaciones de fuego (calor,llama, humo aerosoles), de formaadecuada al ambiente.

Asociación de Profesionales de Ingenieríade Protección contra Incendios

DATOS DEL SUSCRIPTOR

APELLIDOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

NOMBRE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .NIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

EMPRESA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .CIF . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CARGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CALLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Nº . . . . . . . .PISO . . . . . .

POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .PROVINCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . . . . .

TELÉFONO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .FAX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .MOVIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

E-MAIL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .WEB . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

DOMICILIACIÓN BANCARIA

TITULAR DE LA CUENTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

NOMBRE ENTIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CALLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .N . . . . . . . .

POBLACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .PROVINCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .C.P. . . . . . . . .

Nº CUENTA COMPLETO

BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN 2006

INSCRIPCIÓN A ICI - INGENIERÍA CONTRA INCENDIOS - 4 NÚMEROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 �

- Las suscripciones dirigidas al extranjero tienen un recargo de 6 � por ejemplar.- Las suscripciones enviadas por correo aéreo tienen un recargo de 15 � por ejemplar.

FORMA DE PAGO: ��Domiciliación Bancaria.��Tarjeta de Crédito (VISA / MASTER CARD).��Transferencia Bancaria a nombre de APICI. Enviar copia de la transferencia por fax: 91 571 50 24

��BSCH - 0049 5138 15 2516626589

TARJETA DE CRÉDITO

TITULAR DE LA TARJETA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

TIPO DE TARJETA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CADUCIDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Nº TARJETA COMPLETO

Atentamente les saluda:En , a de de 2006

Firmado: D/Dª

Por favor, enviar por fax al número 91 571 50 24 o por correo a: APICI, Avila 18 - 28020 Madrid - España.Visite nuestro sitio web www.apici.es