Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

82

description

Rogelio Guedea,Alerto Gomez Vaquero,Mari Carmen Moreno,Sara Castellar Lorca,Paco Bello,Manuel Quiroga,Javier Reverte,David Taranco,Antonio Moreno Ruiz,Luis Alberto de Cuenca,Javier Pérez-Ayala,Mariano Ruperez, Juan Planas,David Romero,Blanca Uriarte Alberto Gómez Vaquero,Carlos Herrera,Jose Vidal Valicourt,David Fdez Rivera,Angelina Jimenez

Transcript of Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

Page 1: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso
Page 2: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso
Page 3: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

1

Rogelio Guedea, 3

Alerto Gomez Vaquero, 7

Mari Carmen Moreno, 11

Sara Castellar Lorca, 15

Paco Bello, 20

Manuel Quiroga, 21

Javier Reverte, 25

David Taranco, 27

Antonio Moreno Ruiz, 29

Luis Alberto de Cuenca, 33

Javier Pérez-Ayala, 35

Mariano Ruperez, 40

Juan Planas, 43

David Romero, 46

Blanca Uriarte, 48

Alberto Gómez Vaquero, 51

Carlos Herrera, 54

Jose Vidal Valicourt, 58

David Fdez Rivera, 62

Angelina Jimenez, 65

Page 4: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

2

Dejar quisiera mi verso es el título de nuestro número 5 de nuestra re-

vista. Título extraído de el poema Retrato de Antonio Machado y que

abre el libro Campos de Castilla que en el año 2012 se cumplen cien años

de su primera publicación, poco después de ver la luz el libro, su mujer

Leonor fallecé a edad muy temprana. Antonio abatido confiesa en una

carta que le escribió a su amigo Unamuno que había pensado en acabar

con su vida pero que el éxito que tenía Campos de Castilla le había he-

cho reflexionar porque si existía una fuerza útil en él, no tenia derecho

a aniquilarla. La poesía es sin duda el motor de la vida de los poetas que

dejan su verso en el papel para que sea transmitida a los lectores. Desde

nuestros sellos editoriales seguimos trabajando para difundir la poesía y

ayudar a los nuevos valores de la poesía de hoy a difundir su obra.

EDITORIAL

Revista Poesía eres túAño 3 Nº5

DEJAR QUISIERA MI VERSO

ISSN - 1889-3457-5

Deposito legal:

Dirección: Javier Pérez-Ayala

Redacción: Alberto Gómez Vaquero

GRUPO EDITORIAL PËREZ-AYALA

C/Dr. Fleming Nº50 4ºD

28036 Madrid

Teléfono.- 91 345 38 17

[email protected]

http://poesiaerestu.com/revista/

Page 5: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

3

Rogelio GuedeaLa poesía no se hace sino con palabras, y con la vida

P.-El título del libro es “Ex-

ilio”. ¿De qué se exilia y

a dónde Rogelio Guedea?

¿Tiene que ver este título

con su salida de México

para dar clases en Nueva

Zelanda? Así parece de-

ducirse de un verso de “Ni

siquiera el tiempo” que

dice: “me exilié porque el

amor de mi país estaba yén-

dose por las alcantarillas”.

R.-La definición amplia

del término exilio nos

habla del exilio exterior,

precisamente ese que nos

obliga a irnos de nuestro

lugar de origen, pero tam-

bién del exilio interior, que

es el que más me interesa

en este libro y en lo que

estoy haciendo como po-

eta, que es la separación

del ruido de la calle para

seguir el dictado de nues-

tra voz interior, eso que

llamamos convicciones

morales, estéticas, estilís-

ticas, políticas, humanas.

El exilio de mi libro “Ni

siquiera el tiempo” iba

más por el lado del exilio

geográfico. El exilio de mi

antología “Exilio” tiene

más al segundo, que creo

que es el que nos da una

mejor dimensión humana

y nos hace, finalmente,

conocer y conocernos

mejor. Eso ando yo ahora

explorando en poesía.

P.- En “Ni siquiera el

tiempo”, precisamente, los

poemas se vuelven más

narrativos y también más

cotidianos, hablando de

lecturas como El Quijote,

de sus negocios, etc. ¿A qué

se debió es cambio hacia

la prosa poética? ¿ganas

de una nueva estructura,

de nuevos lenguajes, influ-

Rogelio Guedea. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Colima y doctor en

Letras por la Universidad de Córdoba (España). Es premio Adonais de poesía por

libro Kora en 2008, premio de poesía Amado Nervo 2004, Premio internacional de

Poesía Rosalia de Castro 2001 por su libro mientras olvido. Su obra ha sido reciente-

mente publicada en España en una antología personal llamada Exilio publicada por

Ediciones Rilke. Nuestro redactor Alberto Gomez le realiza esta entrevista para la

Revista Poesía eres tú.

l é i ilí l d í

Page 6: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

4

encia de algún autor,...?

R.-Yo tengo una incli-

nación natural hacia la

confesión y la confiden-

cia. En los libros previos

a “Ni siquiera el tiempo”

observo este matiz narra-

tivo en mi poesía, aunque

no dando el salto hacia el

poema en prosa, por ejem-

plo. Esta vuelta de tuerca

se da en “Ni siquiera el

tiempo”, libro que escribí

precisamente en España,

lugar que me dio la per-

spectiva y la libertad que

en mi país no encontraba

debido, quizá, a mi falta

todavía de madurez expre-

siva y a la influencia, que

en este sentido, pueden

tener las voces (poéticas,

como decía) de la calle. En

España me liberé y desde

entonces el elemento nar-

rativo, confesional, diegé-

tico, está en mis poemas.

Quizá por eso empecé a

escribir libros que mu-

chos críticos concideran

“microrrelatos” pero que

yo sigo escribiendo como

poemas en prosa, que

es la forma poética en la

que me siento más libre

y se ajusta más a mi dic-

ción y prosodia lírica.

P.- En esos poemas de “Ni

siquiera el tiempo” y tam-

bién en los anteriores, las

referencias a cantantes (josé

Alfredo, Chabela Vargas,...)

a libros, etc. y también a

un amor nada platónico y

sí muy carnal, dan lugar a

una poesía que parece muy

pensada para el pueblo (en

el sentido de gente de a pie,

humilde) y no tanto para

la clase culta o más ilus-

trada. En España estamos

muy poco acostumbrados

a ese tipo de poesía. Díga-

nos. ¿Era esa su intención

al escribir esos poemas?

¿Es algo común en México

o fue algo excepcional suyo?

R.-En México la cultura

popular es mal vista por

muchos, sobre todo por

los poetas llamados del

lenguaje. Esto refleja, ob-

viamente, una cultura de

élita. Los poetas tienen que

ser como Baudelaire, Eliot,

etcétera, pero no como

Netzahualcóyotl, nuestro

máximo poeta indígena y

realmente grande, si uno

lo lee sin prejuicios. En

mi caso, la cultura popu-

lar lo es todo. Una letra

de José Alfredo Jiménez,

por ejemplo, me cala más

hondo que muchos poe-

í l d l h b d

Page 7: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

5

mas, digamos, de Octavio

Paz, que encuentro fríos,

alejados de nuestro folclor.

Yo siempre he persistido

en esta idea y me alegro

de haberla defendido aun

cuando muchos poetas

de mi generación se bur-

laban de mis poemas

precisamente por esto.

Las alusiones a la cultura

popular son deliberadas.

Yo mismo soy un adicto al

refranero popular español,

y muchos de mis ritmos,

tonos, imágenes, metáfo-

ras, las construyo a partir

de compases de canciones

populares, no por otra

razón tengo un libro titu-

lado “Senos sones y otros

huapanguitos”, en refer-

encia a la música popular.

Yo sé que en España están

muy poco acostumbrados

a este tipo de poesía, lo

que es lamentable, porque

no se dan cuenta que si

Alberti y Lorca (entre

otros más) fueron grandes

poetas fue precisamente

porque abrevaron en las

musicalidades populares.

P.- En “Fragmento” su po-

esía se vuelve más íntima,

hay, además, más reflex-

ión sobre el acto de escribir.

Un verso, de hecho, dice lo

siguiente: “escribir de lo

finito en lo infinito”. ¿Es

para usted esta una buena

definición de la poesía? ¿Es

así como ve usted el oficio

poético: escribir sobre lo que

nos ocurre, lo finito, en el

álbum infinito de la poesía?

R.-Para mí la poesía tiene

que aspirar a la inmor-

talidad, como lo querían

los griegos. Pero la po-

esía no se hace sino con

palabras, y con la vida,

que nace y muere todos

los días. Parece una con-

tradicción, pero no lo es,

como no lo es cuando

hablamos de cuerpo y

alma, lo perecedero y lo

imperecedero, si volvemos

a los clásicos. Yo aspiro a

una poesía cotidiana, cer-

cana, inteligible, que desde

ahí pueda llevarme (y lle-

var al lector) a conocer lo

intangible, lo abstracto, lo

initeligible. Una especia de

metafísica de lo cotidiano

que no obvie un elemento

que para mí es funda-

mental: la comunicación,

aspecto que es la razón

de ser de todo lenguaje.

P.- Otro verso, en el sigu-

iente libro (Kora) dice:

“Pero sobre todo palabras/

para detener los pensami-

entos de la muerte ¿El

poeta se olvida momen-

táneamente de su destino

mortal mientras escribe

o estas palabras aluden,

más bien, al intento de al-

canzar cierta inmortali-

dad a través de la poesía?

R.-Yo creo que en todo po-

eta el asunto de la muerte

es tema central. Para mí

lo es, y en cierto modo,

mientras escribo, alcanzo

a pergeñar ese vaho de lo

infinito, que también al-

canzo, por ejemplo, en el

acto de amor, tal vez por

esos amar y escribir sean

dos experiencias en donde

lo sublime es coyuntural.

Yo tengo, debo decirlo,

una obsesión con el tema

de la muerte. Una ob-

sesión enorme a tal punto

de que todos los días pi-

enso en ella y en nuestra

propia fragilidad. Y en-

tonces escribir, digamos,

me salva. Esas palabras, en

ese instante mismo de la

escritura, me rescatan de

la pesadilla de la muerte,

que todos los humanos –

unos más y otros menos-

llevamos sobre la espalda.

P.- En algunos de los últi-

mos poemas del libro, como

“Campo minado”, su po-

esía se vuelve más social:

¿Debe quedarse la poesía

al margen de los proble-

mas sociales o aún hay

espacio para una poesía

combativa, aun a riesgo

de perder cierto lirismo?

R.-En el siglo XX

Latinoamericano tuvimos

una tendencia fuerte hacia

el poema social y políti-

co, como en la España

de Franco. La realidad

en Latinoamérica estaba

convulsionada a causa de

las dictaduras y los po-

emas de vocación realista,

como Gelman, Benedetti,

precisamente por esto.

Las alusiones a la culultutura

popular son deelilibberadas.

Yo mismo soyoy un adicto al

refranero ppopular espaapaañoñoñoñ lll,,

y muchhoos de mis ririririiitmtmtmtmosos,

tonos,s, imágeness,s,s, mmetáfffoooo--

ras, llas construrururuuyoyo a ppppaarartitir r

de compaseess dede cananncicionnoneseseses

popopulares,s,,,, nno o popor r ototrararaa

rrazón teenngngngngo ununnn lllibibibbroroorororoooooo ttttititititttuuuuuu---

lado “Seeeenonoss ssososonenneessss y y y ottottottottotttroroorororoorooorror ss ssssss

huapannguguguiititoososs”,”, eeeen nn rererereereereffefefefffeerrrrr----

encia aaaa lalal mmmúsússicicicaa aaaa popopopopopopppp ppupuppuppp lalllalalalaaaaarr.r.rrrrr

Yo sé ququue e ennnen EEEEspspppsppppaañañañañañaaaaaaaaaa a esesesestátáátátátátáááátáááááátánnnnnnnnnnnnnnnnnn n

muy ppopoocococo aaaacoocoststttsttumumummmu bbbbrbbbrbrbrrrbrrbbrbrbrbraddadadadadddda oosososossosossossososoooosoosoosss

a estee tttipippo o dedededee pppppppppoeooeoeoeoeoeoesísísísísísísísísssíssíísíía,a,a,aa,a,a,a,a,a,,a, lllllllllllllllllllllllo oo oooooo oooooooooo ooooooo

que es lamamenennnnnentataablblllbllblle,e,eee,e,e,eeeeee, pppppppppppppppoororororororororooororororoooororrooorrququququuqqqqqqqqq eeeee

no se dadadadd nnn cccucuuenenenntaaatataaa qqqqqqqqqqqqueueuueueueueueuuuuuuueueu ssssssssssssssiiiiiiiiiiii i ii

AlA berti y y LoLoLoLoLoLorrcrccaa aa (e(e(e(e(eeeeeee( ntntntntnttntntntttntntntntntnnnn rerererererererrreeereererere

ototros máás)s fueueuerrororororooonnn n nnn grgrgrgrgrgrgrg anananannananananaanaannaa ddedededededededdedded sssss ssssssss s

pooetas fueue ppprerereciciciciccisasasasaaaamememememememmem ntntntntntntntntnttntntntnttnnn eee eeeee e e e e e eee

porqrque abrevevvvarararrononononn eeeeeeeeeen n n nnn n llalalalalllasssss s ss

musiiccalidades popopopupupulalalalalalarerrer s.s.

P.- En “FrFragmento”” ssuu popoo--

esía se vuellveve más íntima,a,

hay, además, mmásá reflex-

ión sobre el acto de eescscrir bir.

Un verso, de hecho, dice llo o

lolos días. Parece una conn--

tradicción, pero no lo es,

como no o o o lolololo ees s cuc ando

hahahahaablblblblblamaama osos ddee cucuere poop yyy

alalmam , , lolo ppererececee ededederero y y lolo

imimmpepereeececedederoro, sis vololvevemomomoss

a a lolloloss s s s clcllclcclclcclááásásásásásiiiiicicicososos.. YYoYYoYo aaaaspspspsspsppiriro o a a

ununununna a popopopopooesesesesíaíaíaíía cccototototididididiaiaaaianananana,,, ,, ,,,, ,,, cececeececceeccc rrrrr---

cacacaacacannananananaaa, ,, inininininnntetteteteelilililililigigigigigiblblblbllle,e,e,e,,, qqqqqqueueeeeeeeeeeu ddddddddddddddddddesessssessesesssseeeessesdddddddededededddddddddddddd

ahhaaahí íí pppupuuuuuppp ededddedededdeddedda aaaaaaa lllllllllllllllllllllevevevevevevevevararararararararra mmememememmeeeeeeeeeeeeemmmeeeeeeeeemeee ((((((((((((yyyy yy y yyy y yy yyyyyyyyyyyy lllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee-

vvavavaavvavaaavvvvv r r rrr alalalalalalalalalllla lllllececcecccctototototototototootoor)r)r))r)r)r)rrr)r)r)r)) aaaaaaaaa cccccconnnnnnnnonnnnnnonnnnnnnooocoocccocococcccccccocccoccooccocco eeeereeererererrerrrrreerreeerreerererreeereerreerrereereeererrreererrreer lllllllllllloo oo o

ininininntatatataaaannngnggggnngngn ibibibibibibibiibbi lllelellelelele,,,,,,, llollllllololololollollo aaaabsbsbsbbsbbsbsbsbssbsssbssssssssstttttttrtrtrtttttttrraaaacacacacacacaccacaccaccaccaaaacccaccaaa ttototototototottotttooootoooootoooootoooooootttoottttotooootoootootooooooo,,,,,,,,,, loloool

iniiniiinninnininnnnniitititititiiiititititelelleleelligigiggigggigigigggibibibibibibbbbbbbbbbbbbbbbbbleleleleleleleleleleleeleellelllllele...... UnUnUnUnUnUnUnUnUUUnUnUnUnUUU a a aa aa a aa aa aa esesessssssppepepepepepepeeeeeeeeepeppeeeeepeeepeeeepeepepeppp ccccciciiciciicicicicciiiiiiciciicicciiciciciicicicciiicciciciccccicicicc aaaaaa a a dededdededeedddedddd

mmmemememmemmemememeememetatatatatataaaatattafífífífífífífífífí iiisisiiissisisisiisisiiiicccccacacacacacacaacccacaccaccacacacaaccaaaacaaacaaacaa ddddddddddddddddddddddddddde e e e eeeeeeeeeeeeeeeeee e lololololololololollllllllllol ccccccccccccccccccccccoootototototootottotoooooootoo ididididddddddddddiidddddididdiddddidddddddddddiaiaiaiaiaiaiaiaiaiiaiaaiaiaiaaiaaiaaiaiiaai nonoonnonnonnoonononononnnoooonnnonnnoo

quququququququququququuqqq eeeeeeeeeeeeeeeeeee nononononononooononononononoooooonnoooooon oooooooooooooooobvbbbvbbvbvvbvbvbvbvbvbvvbvbvbvbvvvvvvbvbvb ieieieieieieieieiieieieieieieieiieieieieiieeeee uuuuuuunnnnnnnnnnnnnnnnnn nn nnnn nnnnnnnnn leelelelelelelelelelleeleleellleeeellleleeeleeeeemememememmmemmemmmmmmemmemememmmmmmmmmeememememmemmmemmmmemmmmememmmemmmmemememmeeememmmemmemmmemmememmmemeemeemememmeneennnnnnnnnneneeeneeenennne tototototototototo

ququququququuquququququqququququququququququququqqqqq eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ppppapapapapaapaaaappapappaaapaapppaappapappappppaapaapaappppppp rarararararaararaaraararrararararararaaaaarrraaa mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmíí íí í í í eseseesesesseseeseeseseseseseessesesesesseses fffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffuunununununuuuunuuunnununuunuuuuuunununu dddadddadadaadaaadadaddaddaddadd ------

memememememmememememememeemmmemememememmemm ntntnntntntntnttntntntntntntnntntntntnnnnnnnnnntnnttttnnttttttalalalalllalalalalalalalallalalalalalalalalalalalalalalallllll: ::::::: lalalalalalalaa ccccccooooooomommomomommmmoomommmomommmmomunununununuununnnunnunnunnununnuununnunnunuunnnnnunnnnnnnnnu iciiciiiicicicciccccicciiciiiciiiciiicicciciciccicciciciciiciccciiii acacacacaacacacacacaaacaaccaacaacaacaaa ióiióióóóióióióóióióóóóóóión,n,nn,nn,n,nnnn,n,nnnn,nnn,,,

asasasasasasassasasassasasassasssassasasaassassssasasppepepepepeppepepepepepepeppepeppppepepepepepepepeepepeppepeppeeppppep cctctctctctctttttttcctccttctttttctttcttcttcttctcttttctcctccccc o o o o o ququququuuuqquququuuquuuuquuuuuuueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee eeeeesesseeseesseeeseessesesesesesee llllllllllllllllaaa a a aa aaaaaa rararrrarararararararararrarararrararararrraararaaaaaaazzózzózózózózózózózzzzózzzózóóózzózzzózón n nn nnnn

dededededdedddddedededdddddeddeddedeedeeded sssssssssssssssssssssssssseereeeeeerererreeeereeeeee dddddddddddddddddddddddddddeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee tottttottoooootttoooooooootooooootootootootoooooooooooooooooooododdododddoddododododod llllllllllllllllllllllllleeeenenennennnnnnnnnnnnnnennnnnnnnnnggugugguguguguguguug aajajajajajaajajajajajajajjjjajjajjaajjjjaje.e.ee.eeee.e.e.e.e.eee.ee.eee.eeeeeeee.ee

P.PPPPPP.PPPP.PP.PP.PPP.PP.P.PPPP.PP.------- OtOOtOtOtttOtOttOtttOOOOtOtOOOOOOOttrororrorororoororrooo vvvvvvvvvvvvvvvvvvvveeereeeereee soso, enenennnnn eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel lllllll llllllllllllllll ll sisisisisiisisissiggugugugugggg ----

iieieieieieieiieieiieieieieieieieiiieientntntntntntntntntntntnnn e e eee eeee e e e lililililililililililililililliliiibrbrbbbbrbbbbbrbrbbrbbbrbbbbbbrrbbbbrb ooooooooooooooo (K(KK(K(K(K(K(K(K(K(K(K(KK(K(K(K(KK(KKK(KK((( oooorororororororororrorororoooooororo a)a)a))a)a)a)a))a)a)a))a)a)a)a)a)a))) dddddddddddddddddiiiiiciciiciciiciciciciciciccccce:e:ee:e:e:e:e:e:e:e:eeee:e:eee

“P“P“PPPerererererrro o ooooo sososossosososooobrbrbrbrrbrrrbrbrbbrrrrrbbbrbrbre eeeeeeeeee e totototootototootootottotoototoot dodododododododdddoddd ppppppppallallalallalalalalaalallllaaabababbbbabababaabbabababababa rarararararararararrarr s/s/s/s/s/s/s//s///

papapaaarararaaaraarar dddddddetetetetetettetttetttetetee eneenenennenenennenennnennne erererererererererereereerereererr llllllllllllllllllllosoososososososossoosos ppppppppppppppppppeneneenenennneneneneneenenennsasasasaasasasasaasass mimimimimimimim ----

ennentototooss ss s dedededdededdede llllllllllla a aaaa mmumumumumuererererererererrertetetetetettetetete ¿¿¿¿¿¿ElElElElElEl

popopo tetetetetaaaaa a sesesess oooooolvlvlvlvlvlvididididdiddddaaaa a a aa mommomomomomommemem nn-

tááneneamama enentte dddde e sususuuuu ddddddeseeseeestitittinnonoo

moorttrtalallalal mmmmmieieieieientntntntnttraras sss eeseescrcribibe

o estas palabras aluden,

más bien, al intento de al-

una obsesión con el tema

de lla a muerte. Una ob-

sesión enonorme a tal punto

de que toddosos los días pi-

enenensososoo en ella y een nuestra

propopiaiaiaiaia ffragilidad.d Y en-

totot ncn eses eeeeescscss ribir, diggama os,

memeemememm ssssalalaa va. EsEssEssaasasa palabraas,s en

esesesse eeee ininiinststststs ana tete mmmmmismo de la

esseese crcrcrcrrcrccrititititururrruu a,a,a,a, me rereererescs atan dde

lalallaalal ppppppppeseseseseseseseseeee adadadililillalalala de lalalalaa muerte,,

qquqququuququqqqq ee eeee e totot dodos loloolos huummmam nos –

uuunununuunuuuu ososossoso mmásásásá yy ooootrt osos mmmenos-

lllllllllllllllllllllleveveeeeveveve ammmamammmososos ssssobobree la a esessespap lda.

PPPPPPPPPP.P.P.PP.PPPP.P.P.P.PP.- EnEnEnEnEnEnEnEEnEE aaalglglgggglguuunununuuu ososos ddee loloooos ss últi-

mmmmmommommmommoommmomm s ss s sss ss ssss ppopoppopopoppppp ememmmememmmmmme asasaa dddellell llibibbrorrooo,, como

“C“C“CC“C“““““CCamamamaammamampopppp mmmmmminniininni adaddaa o”o”, , ssu po-

esesesessesessíaíaíaíaíííííaíaa sssse ee vvuvuuuuuuueeelelelee vvev mmásáássá social:

¿D¿D¿D¿D¿DD¿D¿D¿D¿D¿Debebbbeee e e e e e ququququueededdaarsese llllaa poesíaa

aallaalaala mmmmmmararargeggegennnn dee llllooos problee-

mamamaamammmam ss s sosocicialaleses oooo aún hhaay

eseseeesesspapapapapacicicic o oo oo paparararaa una poeoesía

cococococcoombmbmbmmbmbmmbatatativiviva,a aun a rriesgo

ddeded pppererdededer r cierto lliirismo?

RRR.-En el siglo XX

Latinoammerericano tuvimos

una tetendndencia fuerte hacia

elel poema social y políti-

Page 8: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

6

Dalton, Cardenal, no tuvi-

eron más remedio que ser

alcanzados por ella en su

poesía. Hoy me he dado

cuenta de que Latinoamé-

rica, pero sobre todo Mé-

xico, vive una realidad vi-

olenta a causa de la guerra

contra el narcotráfico, la

corrupción, la despareja

relación con los vecinos

del norte, etcétera, y la pa-

sividad que noto por parte

de muchos de los poetas e

intelectuales me dice que

la realidad real y la reali-

dad de la poesía están cada

cual bailando por su lado.

En “Campo minado”, que

escribo, he querido volver

al poema social y político

pero de dimensión global,

no sólo mexicana, y esto

es una especie de llamado

para que el poeta no se ol-

vide del compromiso con

su realidad, porque an-

tes que ser poetas somos

hombres y antes que la po-

esía está la vida. Yo espero

que este libro despierte,

por lo menos, la curiosi-

dad y reabra una nueva

vertiente estética en Mé-

xico y en Latinoamérica.

Por ahora estoy cantando

solo, creo yo, con esta pro-

puesta. Pero, como lo he

dicho, ahora oigo nada

más lo que se me dicta

desde adentro, y nada más

puedo hacer. Lo único

que me preocuparía, eso

sí, es que los poemas de

“Campo minado” se qu-

edaran en el mero pan-

fleto. Esperemos que no.

P.- Sabemos que en México

hay una fuerte disputa en-

tre poetas de la experiencia

y poetas más centrados

en la poesía pura: ¿Cómo

vive usted desde su exilio

esta disputa? ¿Cree que es-

tas peleas ayudan a la po-

esía o sólo la dañan más?

R.-Estoy ya totalmente

alejado de esto. Me parece

estéril esta disputa. Me lo

pareció siempre. Y lo com-

probé apenas fui a vivir a

España, y lo reconfirmé

apenas vine a vivir a Nue-

va Zelanda. El poeta debe

estar más allá de esta “tem-

poralidad”. Pero pasará. Yo

creo que ya está pasando.

Advierto en la poesía mex-

icana elementos nuevos

(ironía, narratividad, etcé-

tera) que antes aparecían

de forma esporádica

y ahora ya están con-

formándose en poéticas.

Y eso me gusta. Ayuada

a la evolución del propio

lenguaje todo aquello que

lo combustione y oxigene.

P.- Sabemos que usted está

trabajando en una His-

toria de la poesía mexi-

cana. ¿Qué grandes au-

tores mexicanos, poco

conocidos para el público

español, recomendaría

usted a nuestros lectores?

R.-Hay para mí algunos

autores que fueron eclip-

sados por el fenómeno

Octavio Paz que, como

sabemos, tendía más a una

poesía pura o del lenguaje,

aunque hay un Paz, como

el de “Pasado en claro”, en

el que encuentro grande-

mente la dimensión hu-

mana. Bueno, estos poetas

poco conocidos y leídos

en España son el primer

Renato Leduc, Jaime Sabi-

nes, Efraín Huerta, Rubén

Bonifaz Nuño, Luis Miguel

Aguilar, Héctor Carreto,

Gloria Gervitz, o Ricardo

Castillo, que deberían ser

más conocidos en España.

P.- Finalmente, solemos pre-

guntar a nuestros entrevis-

tados que nos den una breve

lista de sus principales in-

fluencias poéticas. ¿Cuáles

son los poetas que más han

influido a Rogelio Guedea?

R.-Las mías deben ser

obvias: toda la poesía y

música popular mexi-

cana, León Felipe, César

Vallejo, Pablo Neruda,

Roberto Juarroz, Nicanor

Parra, Ernesto Cardenal,

Jaime Sabines, Roberto

Fernández Retamar, Juan

Gelman, Efraín Huerta,

Alberti, Lorca, y más re-

cientemente un poeta ar-

gentino exiliado en París

desde hace cincuenta años:

Arnaldo Calveyra, que

me parece fundamental.

contra el narcotráfico, la

corrupción, la despareja

relación con los vecinos

del norte, etcétera, y la pa-

sividad que noto por parte

de muchos de los poetas e

intelectuales me dice que

la realidad real y la reali-

dad de la poesía están cada

cual bailando por su lado.

En “Campo minado”, que

escribo, he querido volver

al poema social y político

pero de dimensión global,

no sólo mexicana, y esto

es una especie de llamado

para que el poeta no se ol-

vide del compromiso con

su realidad, porque an-

tes que ser poetas somos

hombres y antes que la po-

esía está la vida. Yo espero

que este libro despierte,

por lo menos, la curiosi-

dad y reabra una nueva

vertiente estética en Mé-

xico y en Latinoamérica.

Por ahora estoy cantando

solo, creo yo, con esta pro-

puesta. Pero, como lo he

esta disputa? ¿Cree que es-

tas peleas ayudan a la po-

esía o sólo la dañan más?

R.-Estoy ya totalmente

alejado de esto. Me parece

estéril esta disputa. Me lo

pareció siempre. Y lo com-

probé apenas fui a vivir a

España, y lo reconfirmé

apenas vine a vivir a Nue-

va Zelanda. El poeta debe

estar más allá de esta “tem-

poralidad”. Pero pasará. Yo

creo que ya está pasando.

Advierto en la poesía mex-

icana elementos nuevos

(ironía, narratividad, etcé-

tera) que antes aparecían

de forma esporádica

y ahora ya están con-

formándose en poéticas.

Y eso me gusta. Ayuada

a la evolución del propio

lenguaje todo aquello que

lo combustione y oxigene.

P.- Sabemos que usted está

trabajando en una His-

toria de la poesía mexi-

mana. Bueno, estos poetas

poco conocidos y leídos

en España son el primer

Renato Leduc, Jaime Sabi-

nes, Efraín Huerta, Rubén

Bonifaz Nuño, Luis Miguel

Aguilar, Héctor Carreto,

Gloria Gervitz, o Ricardo

Castillo, que deberían ser

más conocidos en España.

P.- Finalmente, solemos pre-

guntar a nuestros entrevis-

tados que nos den una breve

lista de sus principales in-

fluencias poéticas. ¿Cuáles

son los poetas que más han

influido a Rogelio Guedea?

R.-Las mías deben ser

obvias: toda la poesía y

música popular mexi-

cana, León Felipe, César

Vallejo, Pablo Neruda,

Roberto Juarroz, Nicanor

Parra, Ernesto Cardenal,

Jaime Sabines, Roberto

Fernández Retamar, Juan

Gelman, Efraín Huerta,

Alberti, Lorca, y más re-

Page 9: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

7

Alberto Gómez Vaquero

Todos estamos sometidos a fuerzas

que no controlamos

Alberto Gómez Vaquero, es licenciado en Periodismo por la Universidad Com-

plutense y estudiante de Geografía e Historia por la UNED. Su primera novela Entre

dioses y peones ha sido publicada por Ediciones Amaniel, el sello de narrativa del

Grupo Editorial Pérez-Ayala. Alberto es el redactor de la Revista Poesía eres tú.

P.- La novela negra parece

ser un género que nunca

pasa de moda. ¿Podría-

mos considerar tu novela

dentro de este género?

R.- Sí, aunque no es una

novela negra de manual. Es

verdad que tiene algunos

de los ingredientes prin-

cipales: la resolución del

crimen no es el argumen-

to principal de la obra, la

trama es bastante violenta

y la diferenciación entre

buenos y malos no es tan

evidente. Si bien, también

podría colocarse la novela

dentro del “realismo sucio”

o incluso del movimiento

“pulp”, debido a algunos

aspectos como el lengua-

je, el personaje principal,

etc.. En general, casi todas

las novelas pertenecen a

varios géneros y son muy

difíciles de encasillar den-

tro de uno u otro. Además,

no creo que hacerlo sea

positivo para la novela.

P.- Asesinos en serie, una

personalidad difícil y

que ha generado mucha

literatura. Nos podrías

decir cómo has tratado

el tema en tu novela.

R.- El primer impulso nar-

rativo vino de la lectura

de unos cuantos libros de

filosofía y psicología. Sobre

todo, de Locke y Hobbes y

la eterna disputa en torno

a la bondad innata o no en

el género humano. Eso me

llevó a interesarme por la

violencia, sus orígenes, sus

causas sociales, genéticas,

neuronales, etc. Lo que yo

quise hacer en la novela

fue plantear un debate en-

tre las distintas corrientes

que, por supuesto, llevan

a tener distintas visiones

de la justicia, la venganza

o el papel de la sociedad

como creadora de crimi-

nales. Para plantear ese de-

bate utilicé una figura que

representa el mal extremo,

como es el asesino en se-

rie. Para mí la figura de

ese asesino tenía que ser la

razón principal del libro,

más allá de la inevitable

investigación criminal.

neuronales etc Lo que yo

Page 10: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

8

P.- Tu novela está ambien-

tada en Valladolid, ciudad

que conoces muy bien ya

que eres de Mucientes un

pueblo de Valladolid. Las

descripciones que haces de

la ciudad son exactas y muy

recreativas. ¿Has tenido que

documentarte o te ha basta-

do con hacer memoria?

R.- Diría que el noventa

por ciento ha sido me-

moria y el diez por ciento

documentación. Val-

ladolid es una ciudad

pequeña que, además,

se recorre casi siempre

caminando, de modo que

uno va memorizando lu-

gares, calles, nombres,…

casi sin darse cuenta.

P.- Raúl y Rafa son los per-

sonajes de tu novela, uno

policía y el otro periodista

con dos personalidades

muy diferentes. ¿Nos podías

hablar un poco de ellos?

R.- Raúl es, en su base, el

estereotipo del policía de

serie negra americana. Y lo

es adrede, aunque quiero

creer que luego se convi-

erte en algo más. Su origen

está en el sheriff de las

novelas pulp, en el Hum-

phrey Bogart de “El Hal-

cón Maltés” o en el John

McClane de “La Jungla

de Cristal”. Es decir, es un

tipo derrotado y cansado

que ha renunciado incluso

a tener su propia concep-

ción de la vida porque in-

tuye que lo único que hay

es caos y, por lo tanto, locu-

ra. Rafa, por el contrario,

es alguien más estético.

Quizás piensa como Raúl,

que sólo hay caos y locura

detrás de la apariencia de

normalidad del mundo,

pero al contrario que el

policía, él aún se man-

tiene a flote y luchando.

P.- Entre dioses y peones es

un título muy sugerente que

puede hacer similitud con

muchas reflexiones en la

vida, los que tienen el poder

y los que no, en este caso hab-

las de el poder de la violen-

cia. ¿Cuál es la reflexión que

deja de trasfondo el libro?

R.- La una reflexión que

vale, al final, es la que

haga el lector. Por las que

me han ido llegando, cada

uno proyecta en el libro

sus propias vivencias y

conocimientos. En ese

sentido, habrá quien vea

sólo la parte policiaca,

habrá quien se quede con

la reflexión sobre la vio-

lencia,…desde mi punto

de vista, una de las reflex-

iones principales y que es

Page 11: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

9

a la que hace referencia el

título es que al final, por

muy cuerdos que creamos

estar, por mucho que per-

filemos una personalidad,

un hombre unidimension-

al, de una sola cara, todos

estamos sometidos a fuer-

zas que no controlamos:

nuestros genes, la familia

que nos toca en suerte, la

sociedad en la que vivi-

mos, etc., etc. Es decir, no

somos tan homogéneos

como queremos creer ni

tan libres como nos gusta

pensar. Por supuesto, eso

lleva a otras reflexiones.

Como que, por ejemplo,

cualquiera, puesto en las

circunstancias adecua-

das, puede convertirse

en un asesino estupendo.

P.- Uno de los personajes

de tu novela habla de la

maldad innata en el ser

humano, ¿es el hombre

un lobo para el hombre?

R.- En el libro hay más

preguntas que respuestas

porque yo mismo tengo

más preguntas que respu-

estas. Si bien es cierto que,

en general, no soy muy

optimista con respecto a la

especie humana. Es verdad

que luego sales a la calle,

nos tratas uno a uno y no

somos tan malos, pero en

general, tengo muy mala

opinión de cómo ha evolu-

cionado el ser humano. Si

miras hacia atrás, ves que

durante milenios fuimos

carroñeros. Ni siquiera

depredadores. Y ahora, sin

embargo, parece que todo

ese pasado no ha influido

en nosotros y que nuestra

vida empieza en las luces

de Grecia y Roma, cuando

lo cierto es que aquella

parte de nosotros sigue

teniendo más importan-

cia en nuestro compor-

tamiento que la educación

o la socialización a que

hayamos sido sometidos.

El ser humano comparte

el 99% de los genes con

el simio, pero seguimos

creyéndonos semidioses.

Por ejemplo: el psicólogo

Philip Zimbardo metió a

unos estudiantes en una

especie de cárcel falsa para

un experimento. Unos

tenían que hacer el pa-

pel de presos, otros el de

carceleros. Al principio

no ocurrió nada, pero al

cabo de un tiempo, y pese

a que todos sabían que

aquello sólo era un experi-

mento, los presos comen-

zaron a rebelarse y los

guardias a tomar medidas

violentas para, según ellos,

apaciguarles. Hasta el pro-

pio autor del experimento

reconoce que se volvió un

poco sádico viendo todo

aquello y que le costó pa-

rar el experimento, pese a

que la violencia había lle-

gado a límites peligrosos.

Esto demuestra lo que

somos: carroñeros ve-

nidos a más. Es triste.

Pero vistos como espe-

cie, seguimos siendo

animales peligrosos.

P.- Eres un consumado lec-

tor, tu blog Libros para

comentar (http://libro-

sparacomentar.blogspot.

com) así lo demuestra.

Nos podrías decir que li-

bros te han influido más.

R.- Casi todos los libros

marcan, de una manera u

otra. Pero por hacer una

ircunstaanciass aadecua

as, puedde coonvertitirse

n unn aseesino estuppendo.o.

P.- Uno o de llos ppersoonnajes s

ee tu nnoveella hhaablaa de lla

mmaldadad innnataa enn eeeeeeeeeel llll sser rr rrrrrrrrrrrrr

uumanno, ¿e¿ee¿e¿¿¿ sssss s llelle homomommo bbbrbrbbre eeee

nn lobo papararaararararaa el l hhoommbbmbbbbbbbbmbbmbmbmbm rerererereererereeererrerrrr ??????????????????????????????????????

RR.- EEn ell librro haaaayayayyayayyyayayaaayaaaya mmmmmmmmmmmmmmmmmmmásásásásáássásássásássássásá

reegunntat s quq e rer spspspssspspsppppueueueesttstttttststststasasassas

orqrque yo mim smmo tetetetetetetetetteeeengngnnggngngngngngngnggnnn oo ooo oooooooo

más prp eggunu taas s quququqquqququqquee resppuuuuu-

stas. SSi biieen es cic ertototottottootoooo qqqqqqqqqqqqqqque,

n gennere al, no ssoyo mmuyyyyyyyyyuy

ptimista a con rerespecctoto a la

specie humamana. EsEs verdadad d

ue luego saleles a la calle

vidada empieza en las luceess

dde Grerecicia yyyy yyyy yy yyy yy yy y yy yyyyyy yy yyyy RRoRoRRoRRoRoRRoRoRRRRoRoRoRoRoRooRoRRoooRRRoRRoRRRoRRoRRooooRooomammm , cuuanandod

lolololololollolooololoololollolooloolololloo ciertttttooooooooo ooooo o oo ooo ooooooo eeeeseseeeeeeeeeeeeeeeeeessesessesesesessessssesesssessessesseesess qqqqqqqqqqqqqqqqqqqqqqqqqqqueueueueueuuuuueueuuuuueueuuuueeee aaquq ella

papapapaapapapaapapapapaaaapapappaapppp rrrrtrrrrtrrrrr ee dededdededeeeedededdeedddedddeedeeeeeeeeeee nnnnnnnoososososososootottttttotototooottottottttttttttttttto rrrorrrrrrr s sigugue e

tetteteteeteettttetetetteetetetetteteteteeeteeennninnnnnnnnnnnnnn endodo mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmásásásssssásásássssssssááásáááááááá impoorororororrorooorooorrororoooroooroooooo tatatatatt nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn-

ccicicicicicicicicciccciiiia aa aaaaaaa een nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnuueueeeueeeueeueueueuueuueueueuuuuueuuuuuuueueuuuuuueeeuuuueueeuuuuuuuueuuuuueeuueueuu tsttststststtststtststststtsstsststtssstststsstttsssttttttttttttsttttttttrrorororoooroorroororororoorooooroooroorroorooororoorroooororooorororrrrorrrrrrrrr ccommmmmmmmmmmmmmmmmmommmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmpoppoooooooooooooooopoopp rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr---

ttatatatatatattatatttttttattaaatataatatatataaaaamimmmimimimimimimimimimiimimimmmimmmmmmm ennnennennnnnnnnnnnnnnnnnnttotooototoootototootootoootototototototottttttttttttottoo qqqqqqqquuuuuuuuuueueeeeueueeuuuuuuuuuuuuuuueeueeeeeuee lllllllllllllllllllllllllllllllllllllllaaaaaaaa a aaaaaaaaaaaaaaaaaaa ededeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ucaaacacacccccccaaccacacacaccacacacaccacaccccaaacaccccacca ióióióióióióiióóióiiióióióiióióióióióióióióióiiióióióióii nnnnnnnnnnnnnn nn nnnnnnnnnn

ooooooo o oooooo lalalalalalalalllalallallalalalalalalalalalaall ssoococociaaiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaalllllliliiiiililiiiiiiizzzzzzazazaaaaaaaaaaazazaazaaaaazaaazazazazaccicccccccc ónónónónónnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa qqqqqqqqqqqqqquuuueueuuueuueueuueuueueueueuueuuueeeeeeeeeeee

hahahahahahahhhhhhhhhhhhhhhh yayyayayyyayayayayayayyyyyyyyyyayyayyayyayyaaayayayyyyyy mmomomomommm ssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss sssisiiisiissssisidoddodododddddddodooooddodo sssssssssssssssssssssssssssssssssssssssomommmmmmommmmmmmmmmommmmmmmmmmmmommmmmmmmmmmoomoomoomooommomooomoooooo eeeeeeteteteteteeeteeteeteteeeeeetididdidididdididididddiddidididididdidddidi oosoosososoooososoosooosossoosos.

EllElElEElEElElElElEEEElElElEElElElEEEEll sssssererererrerrrrerrerrerere hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhuumumummmumumummummmuumumumumuumuumumumumummmmmmananannanananananananannanannnnnnaannananna ooooooooooooooooo cococococcccccccccococcccoccoccocccoccoccococcococcococcccocccoccooccccccccccccc mmmpmpmpmmpmmmmmmmmmpmmpmmmpmmmmmpmmppppppppppppppppppppparararrrrrrrrrrarrrrrrrrrtetetetetetteetteteteteteteteetetteettteettteetteteteeetetettttteteteeeeeeeeeeee

elelelelelelelelelelelelelleleleleeleleeleeel 9999%9%9%%%%9%%%%%% dddddddddddddddddddddddeeee e eeeeeeeeeeee lololololololololoooolololoolooolololooololololololololololololololololosssssssssssssssssssssssssss ss gegegegegegegegegggegegegegegegegeeeegegeeggegegeegegegegegegeeggeegegeg nnennenenenneees ss ccocococoococococooccococcooocccoccooccocccocccccccooooonnnnnnn n n nnnnnnn

elell sssssssssssssssimimmmmimimmmiiiiiiiiimi iioiooooooioioioioioioooooo,,,,,,,,,,,,, pepep roroo sssssssssssssssssseeeegegegegeeeeeeeeeeeguiuiuiuiuuuiu mmmmmomomomoooooommmommomomommmmoommommmmommomomooooommmmosssssssssssssssss ssssss

ccrcreyeyeyeyyyyyyyyeyeyyyéénéénénnnnnénéénnnnénnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnénnnnnnnénnéndoddddddddddddddddddddddd nooooooooooosss ssssssssssssssssssssss sessssssssssssss mididioosoosososossoosssosoooooososoosoosssossssseseseseseseseseseseseseeeeeseeseesessesses........

PPoPPPPPPPPPPPoPoPoPoPoPoPoPPPoPPPoPPPPP r r eeeejjjjeeejeeeeeeejemememmmmplplplplppppppppppplppplppppplppppppppp o:o::::o:o:o::::::::::::::::::: eeeeeeeeelllll ll pspspspsppspppssp iicicicólóllólólóloogogogooo ooooo

PhhPPPPPPPP ilililipipip ZZZimimbab rddo meetit ó ó a aa aa aaaa a

ununosososssssssso eeeeesststsstuddudiiaiantntn eess eenn uuuuuuunuuuuu a

especie dededededededdededdedededee cccccccccccárárárá cec ll faffafafaafafaaaaafallslslslslslslslslslslslsaa para

pio auautor ded l exxpep rimment

reecoc noocece quee se vovolvióó un

pocoo sáddici o viviendodo todd

aqqaqaqaqaqaqaqaqaqaqqaqqqqqaaqaaaqqueueueeeeuuueu lllllllll oo y quque le costótó pa

raraaaraaraaaraaaaarararrraaarar r rr eleleleleleleleleleleleleleeeell expxperimimentoto, peese

ququuuuuuquuuuqq eeeee eeeeeee laalaaaalaaalaalalllllal vioolenccia hhaba ía lle

gagagagagagagagagaggagggggggagaaggg ddooodod aaaaaaaaaaaaaa lllllllllímmitess peliigrossos

EEEEsEsEsEsEsEsEEsEEsEsEEEEEEEE totototototottotooooototooooooo dddddddddddddddemmuesttra llo qqu

ssosososos momomm s:: ccararrrrrrroorororororororrrrooñeññeñññeñeeroos ve

nnin dododooss a mmááás.s EEEEEEsss ss trriiste

PPPPPePPPPPPPPP roroooo vvvvvvvvvvvvvvisisisiiiii tos s s s ccococococ mmo eespe

ciciciiiiiiciiiciiiiiic eeee, segegegegegggeggegegegegguiuuiuiiuiuiuiuuuu mos s sisiend

animmmmmmmmmalalalalalallalalaa ess peligigrosoos

P.- EEres unn consusumadodo lec

ttor, tutu blog g Librroos par

coommentar ((hthttp://libro

Page 12: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

10

selección, que aun así será

muy panorámica, diría:

“La Iliada”, “La odisea”,

“la Biblia”, el teatro de

Lope y de Shakespeare,

“El Quijote”, “La Divina

Comedia”, “El leviatán” de

Hobbes, los “ensayos” de

Montaigne, “Los tres mos-

queteros”, “Viaje al centro

de la tierra”, “Las minas

del rey Salomón”, “Scara-

mouche”, “Rojo y Negro”,

“El Conde de Montecris-

to”, “Los miserables”, “Un

asunto tenebroso”, “Bel

Ami”, “El lobo estepario”,

“Demian”, y en general

cualquier obra de Hesse,

“El túnel”, y “Sobre héroes

y tumbas” de Sábato, “El

guardián entre el centeno”,

los relatos de Jack Lon-

don y los de Borges, “El

memorial del Convento”,

todos los libros de Miguel

Delibes, “Ana Karenina”,

“Retrato del artista ado-

lescente”, “Lolita”, “El

corazón de las tinieblas” y

“Lord Jim” de Conrad, “ A

sangre fría”, “La conjura de

los necios”, “Cinco cerdi-

tos”, “Estudio en escar-

lata”, las obras de Patrick

O´Brian, “Ampliación del

campo de batalla”, “Resi-

dencia en la tierra”, “El

árbol de la ciencia”, “Luces

de bohemia”, los episodios

nacionales, las estupendas

biografías de Zweig, “Más

allá del bien y del mal”, la

“Contribución a la crítica

de la economía política”

de Marx, “El cuarteto de

Alejandría”, “Canciones

de amor en Lolita´s Club”,

“El maestro de esgrima”,

“El palacio de la luna”,

“Corazón tan blanco”,

“Otra noche de mierda en

esta puta ciudad”, muchos

libros de poesía (Lorca,

Neruda, Alberti, Gil de

Biedma,…) y por supuesto

los cómics de Hugo Pratt

y Neil Gaiman. Me habré

dejado alguno, pero pu-

ede valer como resumen.

Page 13: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

11

Mari Carmen Moreno

El amor es el arte de encender el fuego en todas las cosas

Mari Carmen Moreno es la autora del libro ESA MUÑECA A LA QUE LE DISTE

CUERDA, licenciada en letras Hispanas y desde hace 10 años está dedicada a la

enseñanza actividad que compagina con la crítica y la investigación literaria. Mari

Carmen ha resumido en ESA MUÑECA A LA QUE LE DISTE CUERDA toda su

obra poética.

P.- Empezaste a escribir

poesía con 13 años. ¿Sur-

gió como un impulso o

como una necesidad?

R.- En un principio la

poesía surgió como una

necesidad, como un deseo

de exteriorizar mis sen-

timientos más íntimos,

de desnudar esa seg-

unda piel que me oprimía.

Después se convirtió en

un impulso que surge

ante cualquier motivación

externa o intrínseca y que

fluye, como un torrente,

sin que pueda detenerse.

El poeta –al menos, en mi

caso- necesita la poesía,

necesita ese impulso que

en realidad es como un

alimento que nutre sus

raíces.

P.- Tu poemario es un po-

emario fácil de entender

donde la poesía se erige

como la imagen reflejada

del poeta, encontramos

también en ocasiones

referencias a personajes

mitológicos y de cuen-

tos, influidos quizás por

tu amor a la literatura.

¿Cómo ha influido esa

pasión tuya por la litera-

tura en tu poesía?

R.- Es lógico que mi

pasión por la literatura

–y en especial por los

cuentos y mitos- surja

con naturalidad en mis

poemas. Cuando leemos,

nos metamorfoseamos

en los personajes, los

vivificamos ante nosotros,

están ahí. Los personajes

de los cuentos y leyendas

se transforman ante nues-

tros ojos, con cada nuevo

hacedor que los revive,

Page 14: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

12

con cada nueva versión

y –por supuesto- con cada

nuevo lector. Muchos

poetas han sentido la

misma fascinación que yo

y han vehiculado su voz a

través de esos seres míti-

cos, como sucede –por

ejemplo- con Tres deseos

de Amalia Bautista. En

mi caso soy una ferviente

lectora de mitos y leyen-

das, creo que nos ayudan

a entender nuestra natu-

raleza, nuestra grandeza

y debilidades, y es lógico

que surjan, incluso in-

conscientemente, en mi

poesía.

P.- La poesía necesita cada

vez más de la crítica liter-

aria y has contribuido a

ello por medio de internet

en los blogs:

http://elarlequindehielo.

obolog.com

http://porelsenderodela-

creatividad.obolog.com

http://lacajadepandora.

obolog.com

¿Cómo surgió la idea de

crear estos blog literarios

y en qué diferencian unos

de otros?

R.- En un principio sentí

la necesidad de propor-

cionarles a alumnos

y compañeros textos,

apuntes de lengua y lit-

eratura y actividades que

les sirvieran de punto de

referencia para el tra-

bajo cotidiano, así sur-

gió El arlequín de hielo:

resúmenes o ampliaciones

de temas, textos para

talleres literarios, bravísi-

ma la poesía de…; todo

teniendo muy en cuenta

la presentación, en aras de

una mayor eficacia didác-

tica. Después, cuando

el blog adquirió cierta

credibilidad, empecé a

introducir más apartados,

como mis propios poemas

o cuentos o las Páginas de

Mery con los poemas de

mi hija María, reseñas de

libros, etc.

Ante la fluidez y comen-

tarios del blog, me animé

a continuar y cree los

otros dos blogs. El prim-

ero ( Por el sendero de la

creatividad), para todos

aquellos que necesitan

un revulsivo a la hora

de escribir y que ofrece

textos, ideas, comentarios,

que pueden servirnos de

disparadores, herramien-

tas que allana que nuestro

camino. Por supuesto,

que algunos de esos

textos, van dedicados a

mis alumnos, y pretenden

despertar en ellos el

gusanillo de la literatura,

animarlos a la creatividad

d ió í

Page 15: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

13

a través de las palabras

y las herramientas bási-

cas del escritor. El blog

pretende además ser una

plataforma de diálogo,

un punto de intersección

para todos aquellos que

necesiten asesoramiento

profesional en la creación

de sus obras.

Finalmente, La caja de

Pandora, es una vía de

acceso a la reflexión

sobre los problemas de

nuestro entorno más

inmediato,;aunque tam-

bién aparezcan en él,

reflexiones sobre el aliento

de la poesía y la necesidad

de que los adolescentes

la conozcan y valoren en

su justa medida, como

sucede con el artículo “A

los adolescentes, fútbol y

poco más.

P.- Existe mucha discrep-

ancia sobre si internet y

las nuevas tecnologías

están ayudando a que los

jóvenes se acerquen a la

literatura o si por el con-

trario nos encontramos

ante una nueva gener-

ación que no hace uso de

la lectura porque sólo les

interesan los videojue-

gos y las redes sociales.

¿Cómo ves a esta nueva

generación con los que

trabajas en la enseñanza?

R.- Los adolescentes

son siempre eso, adoles-

centes: chicos y chicas

susceptibles, en algunos

casos rebeldes y desar-

raigados. Es necesario

que los escuchemos y

que en cierto modo nos

reconozcamos en su piel,

aunque sintamos rabia o

nos desesperemos por el

descrédito al que asiste el

profesor. No es tarea fácil,

de ahí la necesidad del

estímulo, el entusiasmo y

las ganas que les ponga-

mos en nuestro proyecto

didáctico. Por otra parte,

Internet puede convertirse

en una herramienta eficaz

si sabemos reconducir

su uso: páginas webs

de antologías, novelas

que pueden bajarse con

un clic, consultas en los

blogs del propio escritor,

páginas interminables

de poesía. Los profesores

pueden interactuar con

los alumnos, pueden

colgar apuntes, fragmen-

tos de obras, resúmenes,

pueden instarles a crear

su propio blog, como

cauce de expresión de sus

vivencias. Todo depende

de cómo les guiemos, de

que sepamos despertarles

el gusanillo, de que les

propongamos actividades

y propuestas inteligentes,

estimulantes.

P.- Cuando releo tu

poemario encuentro una

pasión muy fuerte en al-

gunos de tus poemas, casi

podría decirse que hay un

grito unánime de tu alma

ordenado con gran maes-

tría en las palabras. ¿Es

la poesía un sentimiento

desbocado, un arte rela-

cionado con las letras o la

mezcla de las dos?

R.- La poesía debe buscar

las herramientas para

lograr esa simbiosis, debe

acallar ese grito que surge

a través del cauce de la

palabra poética. A veces

no es fácil, como reflejan

muchos de mis primeros

poemas, escritos sin ap-

enas premeditación, tor-

rencialmente. Pero luego

poco a poco el poeta debe

madurar, lograr una voz

propia, ejercitar la relectu-

ra, amoldar su voz a la

palabra, al ritmo y solapa-

rse detrás, desnudarse de

su mundo interior y dejar

que hable la poesía.

P.- Tantos años dedicada

a la literatura, ¿podrías

recomendarnos algún li-

bro que consideres impre-

scindible tanto de narra-

tiva como de poesía?

R.- Hay libros impre-

scindibles que todo profe-

sor recomendaría, pero

debemos tener en cuenta

que la literatura es subjeti-

va y personal y que –poco

a poco- es uno mismo

el que va buscando el

trayecto, el que decide qué

leer y qué no leer. Para mí

algunos libros son funda-

mentales por lo que han

supuesto: Pedro Páramo,

Page 16: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

14

de Rulfo, por ejemplo.

Por supuesto que están los

clásicos La Odisea, reco-

pilaciones como Las mil

y una noches, Tirant lo

Blanc, El Quijote, etc.

En cuanto a la poesía,

siempre que puedo releo

Trilce de César Vallejo

o La voz a ti debida de

Pedro Salinas. Claro que

no son los únicos también

están Sebastián en sueños

y otros poemas de Trakl,

o los poemas de Alberto

Caeiro o Ricardo Reis de

Pessoa. Por otra parte es

necesario que estemos al

tanto de las nuevas publi-

caciones y que enriquez-

camos nuestra biblioteca

y le abramos una y otra

la puerta: Mi rostro no

es para un marco, Srečko

Kosovel o Los siete li-

bros del mediterráneo de

Fernando de Villena son

algunos de los últimos

libros de poesía que he

leído. Por otra parte es

necesario que les mos-

tremos a los adolescentes

libros apropiados, pero

inteligentes; porque los

alumnos responden si

sabemos recomendarles

libros estimulantes. Por

ejemplo, Las lágrimas del

asesino de Anne- Laure

Bondoux es un libro ex-

traordinario. Escrito con

un lenguaje metafórico,

ahonda en las relaciones

entre un niño y el asesino

de sus padres, que se ven

obligados a entenderse en

un mundo sordo, de-

sprovisto de humanidad.

Page 17: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

15

Sara Castelar LorcaEstoy convencida de que el lenguaje poético es un estado natural

en el poeta a la hora de enfrentarse a sí mismo en el texto

Sara Castelar Lorca, poeta granadina nacida en Hannover, Alemania, en 1975, reside

actualmente en Sevilla. Sus trabajos han sido recogidos en variadas revistas y An-

tologías de Poesía y Literatura.Su obra ha recibido reconocimientos en diversos cer-

támenes literarios, nacionales e internacionales, destacando entre ellos el X Certamen

Internacional de ‘Ciudad de Ronda’, 2009, y el Certamen Poético ‘Pilar Paz Pasamar’,

2009, entre otros. Sara es, además, codirectora de la revista de poesía ‘Espantapája@’,

que se distribuye en Chile y en España simultáneamente, y colaboradora de varias

revistas poéticas. Ha publicado el libro ‘El Pulso’, con EH Editores en la Colección

Hojas de Bohemia y “Verso a tierra” con la Diputación de Málaga, que se presentará

en diciembre de este año. Sara es una apasionada y una estudiosa de la poesía y eso se

nota en sus respuestas, profundas y meditadas.

P- Su trayectoria parece un per-

fecto manual de cómo ir avan-

zando en el mundo poético:

primero colaboraciones en re-

vistas, luego antologías y final-

mente, un libro ¿Cuesta llegar a

una editorial directamente o es

que merece la pena foguearse

antes en otros batallas como

las revistas o las antologías?

R-Bueno, las colaboraciones

tanto en revistas como en an-

tologías van surgiendo sin ser

buscadas, en la mayoría de los

casos, esto suele suceder cu-

ando el trabajo llega a tener un

pequeño alcance mediático, a

través de la red o través de gru-

pos o instituciones y por esa

vía suelen llegar las propuestas.

Este tipo de cosas suele darse de

forma muy distinta al tema de la

publicación de libros, que en mi

caso personal, me he planteado

tan sólo cuando he creído que

mi trabajo había alcanzado cier-

to nivel de satisfacción person-

al, con lo cual me podía sentir

más o menos cómoda publican-

do, pero supongo que comen-

zar con proyectos inferiores a lo

que supone la publicación de un

libro en solitario es muy posi-

tivo, sobre todo porque siempre

he pensado que la publicación

es un paso que debe meditarse

mucho y estar muy convencido

de que ese libro ya ha madurado

hasta el punto de satisfacernos

plenamente y nos sentimos pre-

parados para asumir ese paso

más en el proceso de creación.

P- ¿Internet para los poetas es

un enemigo o una gran ayuda?

t i l d ti f ió h t id

Page 18: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

16

R-Yo creo que Internet es para

los poetas lo mismo que para

cualquier persona o colectivo,

puede ser positivo o negativo

dependiendo del uso que haga-

mos de él. Como vía de comu-

nicación y de aprendizaje es

increíblemente positivo, no sólo

por el hecho de interactuar con

personas afines a nosotros que

pueden aportarnos enseñanzas

y experiencia, también por los

conocimientos a los que nos da

acceso y que de otro modo sería

muy difícil llegar a ellos. Por esa

parte encuentro que es una her-

ramienta de trabajo extremada-

mente útil, sin hacer de menos

el alcance que puede proporcio-

nar a la difusión de ese trabajo,

infinitamente mayor que por

cualquier otro medio. Esto no

implica que tenga también sus

aspectos negativos, uno de el-

los podría ser esa devaluación

implícita que parece existir de

los poetas que se dan a conocer

fundamentalmente a través de

Internet, pero en todo caso, a es-

tas alturas, es posible que ya es-

temos superando esas etiquetas.

P- Su obra poética está muy

cerca de la de autores como

Gamoneda o Juan Ramón,

muy pegada al símbolo como

medio de aproximación al

conocimiento. Se trata de una

tendencia poética no muy may-

oritaria en el panorama poético

actual, dominado, en general,

por poetas que buscan un len-

guaje más coloquial para trans-

mitir sus ideas y sentimientos.

¿Teme a veces que esa poética

simbólica le aleje del gran públi-

co o uno debe avanzar por su

lenguaje independientemente

de que le lean muchos o pocos?

R.-Supongo que todos experi-

mentamos un proceso de evolu-

ción personal en el que vamos

definiendo el lenguaje que más

se aproxima a lo que queremos

expresar, en el proceso apren-

demos de esos autores que

nos tocan de forma especial y

cuyo lenguaje nos arroja luz ,

para mí son referentes Anto-

nio Gamoneda, José Ángel Va-

lente o Juan Ramón, también

otros muchos poetas que a mi

modo de ver emplean un len-

guaje poético elevadísimo y se

mueven en estratos muy distin-

tos al lenguaje informativo, que

yo asocio más a la prosa. No

temo que esta elección me lleve

a minorías o mayorías, escribo

porque para mí es un proceso

vital y para ello necesito mov-

erme en esos parámetros de la

imagen, del lenguaje despren-

dido de los significados asigna-

dos, no sabría hacerlo de otra

forma. Creo que sólo a partir de

una apertura del significado im-

plícito de las palabras podemos

acercarnos a ese lenguaje ideal,

por llamarlo de alguna forma,

el que yo ineludiblemente aso-

cio a la expresión poética, y es

a través de esos símbolos que

me siento cerca de ese territorio

de lo no visible, lo que llamaría

Juan Ramón “lo absoluto”. Estoy

convencida de que el lenguaje

poético es un estado natural

en el poeta a la hora de enfren-

tarse a sí mismo en el texto, de

ponerse frente a sus propias

emociones, y digo emociones,

porque yo entiendo que el ele-

mento informativo en el poema

no es tan importante como la

percepción, por tanto, la forma

en que se dice, la visión crítica o

reflexiva acerca del tema que de-

sarrolla el poema y el placer que

ello nos arroja, prevalece frente

a la información, abriendo el

significado de una forma tan

completa que puede haber uno

por cada lector, digamos que

se produce una comunicación

implícita en un código casi pu-

ramente emocional y estético,

y eso me resulta fascinante. Es

que no entiendo que pudiese yo

discurrir en el poema de otra

forma, por lo tanto, lo único

que realmente me produciría

un temor sería que la poesía

no suceda, que me abandone,

precisamente ese lenguaje.

P.-¿Es “siniestra la religión del

lenguaje”? ¿Qué sacrificios

requiere esa religión al poeta?

R.-Creo que todos somos en

cierta medida esclavos de nues-

tras emociones, incluso de las

circunstancias que nos llevan

a ellas, por ello buscamos ese

refugio en lo que creemos su-

perior, o cercano a lo ideal,

sin principios ni fines; en el

caso del que escribe poesía, el

lenguaje es ese elemento nec-

esario para sentirse completo,

para liberar la emoción y tener

una conciencia más plena de

sí mismo, en definitiva, darle

un sentido a todo lo que pesa.

Creo que es algo muy parecido

al acto religioso, y eso también

me ha llevado siempre a pensar

que debe ser por ello que poetas

de hondo calado siempre han

encontrado en la poesía mística

un referente excepcional, un

ejemplo sería José Ángel Va-

lente con San Juan de la Cruz

, Miguel De Molinos o Santa

Teresa, y aunque Valente no

se acerca a dogmas religiosos,

el discurso comparte la misma

esencia y se desarrolla en el

contexto de la soledad del indi-

viduo frente a aquello en lo que

cree, a su sentir más íntimo. La

cualidad siniestra se me antoja

así por la ambivalencia en que

discurren las emociones y por

consiguiente el lenguaje, desde

lo positivo, que abarcaría todos

esos estados que nos dan feli-

cidad, o lo negativo, donde en-

trarían temas tan recurrentes en

poesía como el dolor, la muerte,

la soledad o la frustración.

No creo que moverse en esos

parámetros presente grandes

Page 19: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

17

sacrificios para un poeta, si no

que requiere tan sólo el hecho

de ser consecuente con eso en

lo que cree y por tanto se asume

de una forma voluntaria y libre.

P- ¿Qué le ha supuesto publi-

car “El pulso” a nivel personal?

R.-A nivel personal ha supuesto

una satisfacción muy grande y

también una experiencia nueva

que me ha traído muchos bue-

nos momentos, sobre todo de

amistad y compañerismo, algo

que considero fundamental en

todos los aspectos. En lo que se

refiere al trabajo he tenido la sen-

sación de completar algo, como

una suerte de consumación del

oficio, que quizás, lejos de apor-

tarme seguridad, más bien me

ha llevado a ver que el camino

es muy largo aún y que esto no

es más que un comienzo desde

el que hay que seguir buscando

y avanzando. También fue estu-

pendo ver cómo la editorial

creyó en mí desde el principio

y me animó a que el libro fuera

una realidad, supongo que en

definitiva, este libro es la con-

secución de una meta, aunque

me asuste la responsabilidad

con el lector que ello implica.

P- He leído en una entrevista

que considera que con ese libro

cierra una etapa: ¿Hacia dónde

se dirige ahora su poesía? ¿Con

qué está experimentando?

R.-Sí, cierra una etapa por varias

razones, la primera es porque,

como expliqué antes, sentí que

la edición del libro me llevaba a

una meta que nunca antes había

alcanzado, como un paso más

en el camino, y por otra parte

también cierra esa primera fase

de aprendizaje primario de la

técnica, tanto en el plano mé-

trico, como en el de la estética

y los recursos, que para mí es

fundamental para conocer el

oficio y sobre todo para res-

petarlo, con independencia

de que después experimente-

mos en otros parámetros. En

ese sentido pienso que aún me

queda muchísimo por apren-

der y ejercitar, pero sí sentí que

esas primeras nociones ya es-

taban bastante asumidas den-

tro de mis limitaciones, por

supuesto. Y una tercera razón

sería la temática de la serie “El

pulso”, que trata de arrojar una

visión personalizada del acto

creativo, que en mi opinión no

llega a ser una poética, pero sí

tantea ese terreno muy de cerca

y eso me llevó a tener concien-

cia de muchas cosas acerca de

la poesía que hasta entonces

yo entendía de forma distinta.

No sé si podría llamar experi-

mentación a lo que hago actual-

mente, pero ahora me siento

muy libre escribiendo y siento

casi un dejarse llevar en el texto,

pero si tuviese que diferenciar

algo en estos momentos con re-

specto a mis textos anteriores,

creo que sería la síntesis, el verso

ahora se me hace más escueto,

más breve y además continúo

persiguiendo los silencios, algo

que admiré siempre y que a mi

entender yo no he logrado en

El Pulso, donde encuentro que

el ritmo devora muchas veces

esos espacios y los somete a lo

sonoro. Pero soy consciente de

la dificultad que esto implica y

también de que posiblemente

nunca lo logre. Y como siempre

sigo indagando en el técnica,

en los recursos, en el lenguaje

poético que nunca dejará de

parecerme un reto, una meta.

Realmente no sé a dónde se di-

rige mi poesía, supongo que a

donde ella quiere, como diría

José Hierro, pero sea o no el lu-

gar correcto yo espero sentirme

siempre igual de feliz esperando

que suceda cuando la busco

o la necesito de forma vital.

P- Conocemos historias de au-

tores consagrados que tienen di-

ficultades para publicar si no es

mediante premios de editoriales

o ayudas públicas, aun así, no

dejan de aparecer poetas nuevos

dispuestos a probar suerte en

este mundo. Como poeta joven,

¿Aún se aspira a vivir de ello o

la actividad poética es ya “sólo”

un hobby profesional? ¿Por qué

cree que tiene la poesía ese tirón

minoritario tan importante?

R.-Es que yo creo que la poesía

es también una forma de en-

tender el mundo, una forma in-

cluso de relacionarse y estar en

él, por ello los poetas siguen su

instinto y surgen porque están

destinados a eso. Es cierto que

publicar hoy en día es difícil,

para autores ya metidos en el

mercado, de alguna forma, y

también para los que no, pero

como decía García Lorca, y es-

toy absolutamente de acuerdo

con él; la poesía no quiere adep-

tos, quiere amantes, y éstos no

pueden obviar su tendencia nat-

ural a la creación , a arrojar voz,

no se trata ya de ser leído o no,

a veces resulta pura necesidad, o

por lo menos en mi caso, es así.

Yo no creo que la poesía sea

minoritaria, creo que la poesía

tiene el público que le corre-

sponde, como todas las cosas,

nunca he creído en las necesi-

dades creadas ni que haya que

adaptar la poesía ni las formas

de expresión para crear un mer-

cado mayor, porque eso a la lar-

ga sería una forma de desvirtuar

su esencia, en todo caso, creo

que la solución a ese fenómeno

de la minorías, pasaría, si es que

hay que hablar de soluciones,

por una educación de calidad

desde la infancia, un acercami-

ento serio a la poesía desde los

centros de estudio, en definitiva

una educación que desarrolle la

percepción en ámbitos no tan

coloquiales ni planos. De hecho

este proceso ya lo observamos

Page 20: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

18

en la enseñanza de la música

con unos resultados muy posi-

tivos, y creo que en poesía se

podría hacer algo similar, pero

esperar un interés mayoritario

en la poesía sin una orientación

bien llevada desde la infancia lo

veo una utopía, porque el lector

de poesía tiene ciertos intereses,

por norma general, que no se

corresponden mucho con la

tendencia a lo fácil y rápido que

vivimos actualmente en casi to-

dos los ámbitos de la sociedad.

P- Una antología en la que par-

ticipó se llamaba “para qué más

poetas”, en línea con la pregunta

anterior: ¿Para qué sirven hoy

los poetas? ¿Qué puede apor-

tar la poesía al mundo actual?

R.-Bueno, yo creo que esta

pregunta es muy válida para

desarrollar una poética, para

exponer por medio de la po-

esía planteamientos donde ésta

se asume y se entiende como

la esencia o la profundidad de

todo cuanto nos rodea, pero le-

jos del poema esta pregunta no

me parece necesaria, porque no

creo que sea necesario explicar

la existencia del oficio, los po-

etas existen porque la poesía

existe, convive con su medio,

está viva y presente en cada

cosa. No me gusta esa necesi-

dad de justificar en lo “prác-

tico” el oficio del poeta, pero

supongo que actualmente todo

está dentro de esos parámetros.

El título de esta antología, edi-

tada por Eppur Ediciones, está

extraído de unos versos de

Hölderlin, muy acertadamente

a mi parecer, ya que cualquier

respuesta que se requiera parte

de la obra de cada uno de los

autores, de su creación y de su

conexión directa con la palabra

y las emociones, que es básica-

mente lo que Hölderlin dice a

través del desarrollo de su obra,

de su poesía reflexiva y profun-

da en torno al hecho poético, y

que yo pienso es la mejor forma

de acercarse a una respuesta.

No creo que la poesía pueda

aportar nada al mundo, la po-

esía coexiste con el mundo, su

naturaleza no pretende ser por

medio de los poetas ni del po-

ema, la poesía es, nosotros tan

sólo tratamos de alcanzarla a

través de las únicas herramien-

tas que tenemos, en este caso,

la palabra. Yo me preguntaría

qué puede aportar el mundo a

la poesía, eso sí sería un debate

que me gustaría tener tanto

con poetas como con personas

ajenas al mundo de los versos.

P- ¿Cómo crees que ha de ser-

vir el mundo a la poesía desde

tu óptica de lo que es la poesía?

R.-Creo que esto estaría rela-

cionado con lo que comentaba

antes del acercamiento a las

formas de expresión poética

desde la infancia, yo creo que si

tuviésemos asumidos otros có-

digos de comunicación, donde

la imaginación y la libertad de

los significados estuviesen pre-

sentes en lo cotidiano, el mun-

do estaría aportando cosas de

forma constante a la poesía, a

través de los poemas o los po-

etas, y la hondura de los textos

poéticos sería un referente para

el desenvolvimiento de la perso-

na en su medio y en el mundo.

La poesía se transporta en la so-

ciedad, se manifiesta a través de

las personas que la escriben, en

la mayoría de los casos, por ello

una sociedad cercana a las dis-

tintas perspectivas del lenguaje,

a ese mundo intangible menos

obvio, sería muy enriquece-

dora para la creación poé-

tica, porque la comunicación

sería mucho más sencilla, más

próxima en todos los sentidos.

No creo que los poetas pre-

scindan de su medio, en

cualquier tendencia que elijan

se nutren de su entorno y se

complementan con él, es cierto

que la poesía requiere de la sole-

dad pero es una soledad donde

se potencia la comunicación a

través de la emoción, de la per-

cepción más allá de lo empírico,

y ésta no sería posible sin una

implicación con el medio, con

el mundo que nos rodea; no se

prescinde de la información, si

no que avanza un paso más en

ella, nos remite al plano crítico

de esa información, a la emo-

ción que de ella se desprende,

en otras palabras, nos plantea a

través del lenguaje, que lo cotidi-

Page 21: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

19

ano puede ser un hecho extraor-

dinario, sin dejar de denunciar

o exponer, en realidad, hechos

u emociones cercanos a todos.

P- Como editora de una re-

vista de poesía y persona ac-

tiva en la vida poética española:

¿Cómo ve el panorama actual

de la poesía en nuestro país?

¿Cree que las editoriales es-

tán haciendo bien su trabajo?

¿Cómo ve la calidad media

de la poesía contemporánea?

R.-Yo creo que en la actualidad

hay demanda de poesía, o por

lo menos hay un acercamiento

de muchas personas a los actos

poéticos, digamos que existe esa

demanda de expresarse a través

del texto y de relacionarse con

personas que tienen las mismas

necesidades, este tipo de poesía

más coloquial, más cercana al

lenguaje informativo, está con-

siguiendo muchos seguidores

y supongo que las editoriales

y las publicaciones también

aprovechan el tirón de ese públi-

co. Yo creo que si las personas

lo demandan está muy bien que

se promocione y que se incen-

tive, pero claro, no me parece

bien que por ello se relegue a un

plano secundario otro tipo de

poesía, debería existir un equi-

librio por parte de las editoriales

y de las publicaciones literarias

para que los poetas que traba-

jan otros lenguajes no queden

como poetas residuales y en es-

tos momentos, en el panorama

actual no creo que ese equilibrio

exista, ni siquiera creo que este-

mos cerca de tenerlo. Pero estos

razonamientos no esconden

un mensaje tremendista, hay

muchos poetas de calidad ac-

tualmente, poetas que posible-

mente no vean sus textos en las

primeras filas de las librerías, o

por lo menos no con tanta fre-

cuencia como otros, pero algún

día se producirán cambios en

las tendencias actuales, eso es

inevitable en todos los ámbi-

tos y estoy convencida de que

esa poesía tendrá el lugar que

le corresponde y se podrá ac-

ceder a su calidad de forma más

sencilla, aunque sea el tiempo

el que se tenga que encargar

de validarlos de algún modo.

Pero en todo caso yo creo que

hay muchas personas dedicadas

al estudio de la poesía y al tra-

bajo del verso, de estos tiempos

también partirán voces esen-

ciales, porque en el trabajo, creo

yo, se fundamenta cualquier

evolución y la poesía requiere

de él igual que cualquier ma-

teria, un ejemplo claro de ello

serían autores vivos y en activo

como son Antonio Gamoneda,

Benjamín León, Chantall Mail-

lard, Juan Carlos Mestre, entre

otros conocidos y menos cono-

cidos, que son un exponente

de la poesía asentada en un

lenguaje poético muy desarrol-

lado y estéticamente extraordi-

nario, ellos son ejemplo de esa

poesía de calidad incuestion-

able que también tenemos la

suerte de tener en la actualidad.

P- ¿Hay una “guerra” abierta

entre poetas de la experiencia y

sociales por un lado y de la es-

tética por otro o la poesía sigue

siendo lugar de encuentro para

todos, cada cuál con sus ideas?

R.-No creo que exista una guer-

ra, de hecho las diferencias, ya

desde su denominación, me

parecen innecesarias, porque

toda poesía es social, el poeta no

está desprendido de su tiempo y

de su espacio; la diferencia rad-

ica en la forma, en cómo se dice

y no en lo que se dice, pero la

variedad en los registros nunca

ha sido negativa y no creo que

lo sea ahora, claro que hay un

espacio para todos, lo que creo

que no existe es un equilibrio

en la difusión y promoción de

ese trabajo, lo que a la larga

podría llevar a una margin-

ación del lenguaje poético que

no beneficiaría a la poesía en

ningún sentido, pero son cues-

tiones más bien de marketing ,

de mercado, que de poesía en sí.

P- Finalmente, solemos pre-

guntar a nuestros entrevista-

dos que señalen los principales

autores que han influido a

la hora de configurar su po-

esía. ¿Cuáles son los suyos?

R.-Hay muchos autores que han

influido en mi forma de entend-

er la poesía, como ya dije José

Ángel Valente es fundamental,

y a través de él llegué a otros

tan significativos e importantes

como Lezama Lima, Paul Celan

o San Juan de la Cruz, los cuales

tengo como lectura de cabecera

siempre. Otros más actuales,

serían Antonio Gamoneda,

Chantall Maillard y Juan Car-

los Mestre, Benjamín León, que

como dije anteriormente, con-

struyen una poesía asentada en

el lenguaje poético, todos ellos

con una voz personal y mara-

villosa. En realidad son mu-

chos, pero no quisiera olvidar a

Cernuda, Ajmátova, Whitman,

Darwish, Rilke, Byron, Mis-

tral, Elytis, Pessoa, Aleixandre,

Neruda o Lorca, todos ellos

han sido importantes y me han

abierto las puertas a nuevos rit-

mos, técnicas y estéticas, muy

diferentes entre ellas y por tanto

muy enriquecedoras, a todos

ellos admiro y respeto profun-

damente aunque no descarto

seguir descubriendo a otros

muchos que también dejarán su

huella en mí, inevitablemente.

Page 22: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

20

P- La primera pregunta es

algo obvia, pero también

parece inevitable: Usted

cómo poeta y cantante, cómo

diferencia cuando un texto

va a ser un poema de cuán-

do va a ser una canción. ¿Se

sabe antes de comenzar o

lo decides sobre la marcha?

R.- Normalmente intuyes cu-

ando algo va a acabar en can-

ción o en poema. Cuando

tengo los primeros versos y les

encuentro cierta musicalidad,

agarro la guitarra e intento

encajar alguna melodía. Si se

resiste, intento desarrollar la

idea hacia el formato poema.

P.- Pónganos un ejemplo de poe-

ta músico y uno de músico poeta.

R.- No sabría cómo. El ma-

tiz es tan mínimo que yo

creo que el orden de los fac-

tores no altera el producto.

P.- Tras tantos años en la músi-

ca, ¿qué considera Paco Bello

que ha ganado y qué considera

que ha perdido como músico,

si es que ha perdido algo?

R.- He ganado en libertad per-

sonal, en suavidad creativa,

en expansión del mundo inte-

rior. Pero a la vez he perdido

calma, paciencia, despreo-

cupación, sana desconexión

de todo lo que nos rodea.

Supongo que compensa, pero

aún anhelo un equilibrio

de fuerzas en ese sentido.

P.- Una carrera musical muy

extensa por las diferentes salas

de Madrid y muy pocos discos

grabados, aunque si muchas

maquetas. ¿Era ahora el mo-

mento de registrar el trabajo?

R.- No es fácil dar con un rep-

ertorio contundente, en el que

la letra y la música armonicen

adecuadamente, y encontrar

además los músicos adecuados

que acompañen el proyecto y

finalmente descubrir que pu-

edo grabar todas las guitarras

del disco sin ser guitarrista en

realidad, y dar entre todos los

componentes del trío con los

arreglos musicales definitivos,

y que el resultado final brille

de forma natural y sugerente.

Por eso tantos años com-

poniendo y dando concier-

tos, y tan poquitos discos.

P.- Normalmente, pregunta-

mos influencias poéticas a

nuestros entrevistados, pero

en este caso parece necesario

preguntar por las musicales:

¿Qué músicos son los que más

han marcado a Paco Bello?

R.- Son tantos y tan diversos, que

resulta complicado enumerar a

unos cuantos sin tener

la sensación de echar en

falta a todos los demás.

Pero podemos hac-

er un primer intento:

Ray Lamontagne, Marc

Cohn, Amos Lee, Peter Ga-

briel, John Mayer, The Police,

William Fitzsimmons, Paul

Simon, Scott Matthews, The

Weepies, Van Morrison, James

Taylor, Greg Laswell, Tom

Petty, Nick Drake, Ryan Ad-

ams, Bruce Hornsby ,Teddy

Thompson, etc etc etc, etc,

etc, ETC …………………..

Paco BelloNormalmente intuyes cuando algo va a acabar en

canción o en poema

P

t

R

t

c

t

P

c

q

q

s

R

s

e

r

c

Page 23: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

21

Manuel Quiroga Clérigo

El amor se ha convertido siempre en

un motor importante para la poesíaManuel Quiroga publica con “Poesía eres tú” un poemario titulado “Páginas de un

diario” que recoge poemas anotados en el transcurso de los últimos 40 años y que

suponen un buen resumen de las experiencias de un poeta que ha recibido por este

libro el premio del 2º Concurso de la Editorial Poesía eres tú que anteriormente ganó

Salustiano Masó (Poeta de la generación del 50).

P.- Los primeros poemas

de tu libro están escritos

en 1970. Los últimos en

este mismo año. ¿Cuán-

do y por qué decide que

está acabado este libro

y que ha llegado el mo-

mento de publicarlo?

R.-Bueno, yo creo que un

libro nunca está acabado

y más cuando se habla de

recuerdos, afectos y viajes.

Pero, si, en algún momen-

to ha de decidirse poner un

punto y aparte para acom-

eter otras empresas. Este

es el caso y lo importante

es que el lector se vaya

identificando con las dis-

tintas etapas de, digamos,

inspiración y viva con el-

las a través de la lectura.

P.- ¿Qué tienen de an-

tología y qué de libro

global estos versos? ¿Cree

que resumen bien su

evolución como poeta en

los últimos 40 años o el li-

bro sólo refleja una parte

de su mundo poético?

R.-La evolución de una

obra nunca es lineal, tiene

sus altibajos como la vida

misma. No tienen mucho

de antología estos versos,

pues para esos habría que

remitirse a los otros publi-

cados en el mismo espacio

de tiempo en que estos

fueron naciendo,. pero si

de una parte de la exist-

encia y de los condicion-

antes que se van creando

en cada momento. Pu-

eden reflejar parte de ese

casi medio siglo aunque

habría que compararlos o

aumentar las impresiones

con los otros versos que

aparecen en otros libros. Y

con los que siguen inéditos

o desperdigados por di-

versas revistas de España

o la América Hispana.

P.- ¿Cómo se enfrentan

uno a los poemas que

ha escrito hace 40 años?

¿Qué se siente? ¿Siguen

pareciendo propios o se

Page 24: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

22

distancia uno de ellos?

R.-Siempre se siente nos-

talgia ante la obra ante-

rior, las etapas de cierta

juventud, o los recuerdos

de la infancia de los hi-

jos, los viajes, los estudios.

Todo eso va tejiendo una

amplia red de sentimien-

tos que a veces sabe-

mos recuperar y otras se

quedan para siempre en

esos versos, como tes-

timonio de lo vivido,

como diría Pablo Neruda.

P.- El paso del tiempo y el

amor son los dos grandes

temas de este libro. El

segundo, de hecho, va

ganando mucha presen-

cia a medida que avan-

zan las páginas. ¿Cree

que en la poesía actual el

amor sigue siendo uno

de los grandes temas o

ha quedado relegado

a un segundo plano?

R.- Si, pese a otras opin-

iones que no quiero citar,

el amor se ha convertido

siempre en un motor im-

portante para la poesía.

Tanto desde la adolescen-

cia como, a veces más, al

llegar a la edad madura y

ver cómo los años han pas-

ado y como los que restan

pueden incluir soledad,

amargura, dolor y otras

angustias. De todas formas

en estos tiempos de crisis,

o sea siempre, la poesía a

veces es un bálsamo para

determinadas carencias,

una especie de conformi-

dad ante las injusticias de

los gobiernos, del capital

embaucador y también

injusto, ante los egoísmos

de quienes únicamente

intentan proteger su pat-

rimonio o sus ideas, en

el caso de que las tengan.

P.- “Nos prohíben”, es-

crito en los 60 y otros

versos de su poemario

(Como el de la página

28 del libro) tienen un

claro componente social.

¿Era inevitable en aquel-

los años, aún con Franco

vivo ese tipo de versos?

“Nos prohíben”, por

ejemplo, parece un claro

alegato en defensas de

unas libertades básicos.

Decir nos prohíben es

como decir nos anulan.

R.- Realmente nos siguen

prohibiendo tantas cosas.

Por ejemplo disfrutar de

nuestros ahorros que se

han quedado en la Plaza

de la Lealtad. Y ahí está

esa anulación,. Vemos que

de poco han servido nues-

tros esfuerzos, nuestras

ilusiones para construir

bál l ñ ú F

Page 25: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

23

un futuro. El futuro lo

construyen, casi siempre,

los inútiles como estamos

viendo, sean polticos o

depredadores bursátiles.

Y ante eso la poesía habla

del mar, de la primavera,

de unos labios hermosos o

de un viaje al infinito, que

siempre está cerca de cada.

P.- Este poemario da mu-

cha importancia a la ima-

gen, al símbolo, por en-

cima de la rima, incluso

de otras figuras retórica.

Es una tendencia que se

está perdiendo un poco

en la poesía actual - salvo

en poetas más vinculados

al lenguaje- y que sin em-

bargo, por la carga de ex-

perimentación que tiene,

puede ser muy útil a la

poesía. En sus jornadas de

trabajo con los poemas,

¿hasta dónde ha retor-

cido el lenguaje para dar

con una imagen, con un

símbolo adecuado? ¿Es

usted un poeta que se fía

de su primera intuición

o es de los que repasa

una y otra vez los versos?

R.- Generalmente sobre

todo en los viajes la poesía

nace como un torrente, lle-

na de imágenes,vivencias,

adornos, deseos. también

sucede en los acontec-

imientos de la vida diaria,

el nacimiento de un ser

querido, la expectativa de

un cambio de domicilio,

la llegada de nuevos li-

bros,. etc. Todo eso forma

parte del bagaje cultural

que se va acumulando a

la inspiración. Luego, sí,

a veces se trabaja un poco

lo ya he hecho, se corrigen

métricas, pro ejemplo en

los alejandrinos o en los

sonetos de varia factura,.

Pero la primera intención

es la más importante,.

P- Por último, solemos

preguntar a nuestros en-

trevistados, cuáles son

los autores poéticos que

más les han marcado y

que más presentes creen

que están en su poesía.

R-En principio fue Pa-

blo Neruda, pero luego

han sido por ejemplo José

Ángel Valente, Claudio

Rodríguez, Juan Molla,

Manuel Álvarez Ortega,

Sofia de Mello Bremer.

Carlios Edmundo de

Ory, Félix Grande, Fran-

cisca Aguirre. Fernando

Quiñones, Gonzalo Rojas...

poeta ama a los po-

etas. Y a su poesía.

Page 26: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

24

Javier ReverteEl afán de cambiar el mundo es muy peligroso

P.-Frente a las típicas his-

torias en las que el amor

pasional triunfa, esta es

una historia que podría-

mos llamar más realista

en la que el amor obsesivo

y pasional sólo conduce

a la decepción: ¿se trata

de una lección de vida?

R.- La literatura no trata

de dar casi nunca una lec-

ción de vida, al menos en

mi caso, sino plantear una

perplejidad. Yo no creo en

el amor total y placente-

ro, sino en el tránsito de

la relación amorosa, que

transcurre, feliz o infeliz-

mente, a lomos del tiem-

po. Pero hay casos en que

se convierte en obsesión.

P.- Parece como si en

ciertas relaciones una

persona, en este caso

Cristina, estuviera abo-

cada a entregarse siem-

pre y la otra sólo fuese

receptora de ese amor,

sin dar nada a cambio.

R.-Él es una egoísta y un

tipo obsesionado con una

idea política. Y ella le ama y

quiere, sobre todo, aclarar

la historia, saber qué que-

da entre ellos. Ella es va-

liente, él un tipo algo loco.

P.-Y además Cristina se

engaña a sí misma porque

Miguel le deja claro des-

de el principio que él no

quiere “pasiones que le

aten”. ¿Se trata de ceguera

o de esperanza en poder

cambiar ese sentimiento?

R.-Eso es muy común en la

gente que se enamora de lo

imposible, como es el caso

de Cristina: quieren apu-

rar la historia de amor. ¿A

quién no le ha sucedido?

P.-En general, su obra es

Charlamos con Javier Reverte sobre su novela “campos de fresa para siempre”,

que obtuvo el premio de la Asociación de Escritores y Editores Madrileños, y que

narra la historia de un amor obsesivo y destructor entre Cristina y Miguel dos

jóvenes estudiantes de derecho que van creciendo y persiguiéndose por una Es-

paña que vive el final del franquismo, pero también de las utopías revolucionarias.

Page 27: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

25

muy crítica con la forma

de amar de los hombres,

siempre más preocupa-

dos de sus grandes obras

que del ser querido. Cris-

tina, en la página 173,

hace un análisis muy pes-

imista de los hombres, de

cómo se hacen los ino-

centes y desprotegidos

hasta que la mujer baja

sus defensas y luego la

destrozan. ¿Su visión co-

incide con la de Cristina,

o sólo es lo que cree que

piensan las mujeres sobre

cómo aman los hombres?

R.-Muchas amigas mías

se han quejado siempre de

eso. Creo que, histórica-

mente, ha sido un poco

así: muchos hombres pi-

ensan en su triunfo social,

las mujeres en su relación

personal. Pero eso no es

una norma absoluta. Hay

mujeres y hombres que

son todo lo contrario. La

Pasionaria, por ejemplo,

era una devoradora de

hombres y andaba subida

al caballo de la Historia

y hay muchos hombres

que caminan solos e infe-

lices por la vida, añorando

una relación de pareja.

P.-Y frente al amor pa-

sional y fracasado, se le-

vanta el triunfo del amor

maduro, del amor que ha

sabido esperar. Ese que

nunca triunfa ni en las

novelas ni en las pelícu-

las. ¿Has querido hacer

un homenaje a ese tipo de

amor o es que en la reali-

dad es el único posible?

R.-No he pretendido hac-

er un homenaje a nada ni

pensar que ese amor es

el único posible, sino de-

jar ver algo que es muy

común: los hombres que

insisten a una mujer,

si ella está sola, acaban

llevándose el gato (la

gata, en este caso) al agua.

P.-Para los jóvenes de

ahora cuesta imagi-

nar una pasión con-

tenida, desarrollada a

escondidas,...¿Esto las

hacía más malsanas y

obsesivas, o las hacía

más interesantes al

tener más misterio?

R.-Yo creo que los jóvenes

de hoy son iguales que

siempre y que viven mu-

chas pasiones contenidas.

Lo que pasa es que ve-

mos la apariencia de las

cosas. La raza humana

no cambia tan deprisa.

P.-Un tema muy impor-

tante al principio de la

novela es el de los sin-

dicatos antifranquistas

en las universidades, un

tema que, además, fuiste

de los primeros en tratar.

¿Tuviste que documen-

Page 28: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

26

tarte para ello o tienes

experiencias propias

de esos temas? porque

perteneces más o menos

a la generación de los

protagonistas del libro.

R.-No me documenté casi

nada, o nada en absoluto.

Yo viví ese tiempo muy de

cerca y, sobre todo, más

que en mi mismo -me hice

comunista años después,

en 1974, y dejé de serlo a

poco de concluir la tran-

sición, en 1979- lo vi en

compañeros muy próxi-

mos a mí. Todo lo que

cuento en la novela lo viví

en cierto modo. Y creo

que fui de los primeros en

tratarlo literariamente, si

es que no fui el primero.

P.-Un aspecto que nos ha

llamado la atención es la

visión crítica con esa gen-

eración que es también la

tuya y que parece encon-

trarse un poco perdida

después de haber hecho

la transición. Muchos

se justifican a sí mismos

el haberse traicionado,

como Pepe Luengo, otros,

como la protagonista, en

cambio, se sienten lib-

erados de poder renun-

ciar a cambiar el mundo

y centrarse más en su

vida, pues tienen la sen-

sación de haber desper-

diciado su juventud. ¿Fue

un cambio duro para esa

generación el dejar atrás

la lucha y la utopía del

cambio y enfrentarse a

la realidad del día a día?

R.-Yo creo que es fue gener-

ación privilegiada porque

“venció”. La generación que

ha dirigido España desde

la transición, en todos los

terrenos (políticos, social-

es económicos, culturales),

ha sido la mía. Fue la que

derrotó al franquismo,

otra generación de “vence-

dores”. En medio, se que-

maron otras generaciones

“derrotadas”. Y detrás de

la mía, se están quemando

unas cuantas de nuevos

“derrotados”. Yo quería en

esa novela criticar un poco

a mi generación porque

está llena de gente que se

queja de sus “sueños rotos”

y cosas así. Me parece lam-

entable: es una generación

de ricos y famosos que tuvo

suerte. ¿Por qué muchos

lloran ente algodones?.

En Francia, con desdén

los llaman los “mayistas”.

P.-El único personaje que

se niega a crecer es pre-

cisamente Miguel que

era el más reacio a creer

en utopías políticas. Su

posición queda bien re-

sumida en la frase del

libro que dice: “los que

han soñado cuando eran

niños no llegan nunca a

crecer, la vida se encarga

de destruirlos”. Casi es

como si quisieras decir

que hay que tener cui-

dado con los sueños que

se tienen cuando uno

es pequeño, porque nos

marcarán toda la vida.

R.-Sobre todo si son sue-

ños políticos... El afán

de cambiar el mundo es

muy peligroso: a menu-

do conduce al asesina-

to. Shakespeare lo dijo.

“¡Cuántos, obrando en

nombre de la virtud, han

vivido en el crimen!”.PREMIO DE LA CRÍTICA MADRILEÑA

Page 29: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

27

David Taranco Lorente

Yo diría que mi escritura parte más bien

de la antimeditación

David TARANCO LO-

RENTE. Licenciado en

Letras Modernas, Traduc-

ción e Interpretación. Es

un escritor afincado en

Tokio. Ejerce como perio-

dista, traductor y profesor

de español. Su libro de po-

esía Cegado por el ruido

es un trabajo reflexivo que

ahonda en reflexiones pro-

fundas con una extraordi-

naria belleza en el lenguaje.

P.- Al leer tu libro, no

se puede afirmar que tu

poesía tenga un origen

en la poesía japonesa

pero sí hay unos mati-

ces que parecen conta-

giarse de la profundidad

de la filosofía oriental.

¿Ha influido tu estancia

en Japón en tu poesía?

R.- ¿Qué es la filosofía

oriental? Mucha gente

la asocia con conceptos

como la meditación, por

ejemplo. Meditar es con-

centrar la atención o el

pensamiento en un ob-

jeto o en un estado para

conseguir algo. Pues bien,

yo diría que mi escritura

parte más bien de la “anti-

meditación”. Es decir, una

eliminación consciente de

todo pensamiento para

intentar que los estímulos

del exterior: voces, ruidos,

colores, palabras, rostros,

provoquen reacciones que,

en mi caso, se plasman en

la forma de breves escritos.

Y ese proceso es algo que,

aunque tímidamente y de

forma inconsciente, creo,

conservan los japoneses

cuando contemplan la

luna llena o las flores del

cerezo, cuando admiran

una pieza de cerámica o

cuando disfrutan el so-

nido de una campanilla al

viento durante las noches

Page 30: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

28

de verano. De forma un

poco timorata y atrevida,

puede decirse que este es

uno de los vínculos que

podríamos trazar en-

tre mis poemas y Japón.

P.- El título del libro

Cegado por el ruido de-

scribe muy bien el men-

saje que quieres trasmitir

a lo largo del poemario.

Pero, ¿es ruido solamente

el sonido o hay ruido en

nuestra vida cotidiana

que nos interfiere en la

concentración de las co-

sas que nos importan?

R.- El ruido es un elemen-

to simbólico dentro del

poemario para representar

todo aquello que entorpece

la comunicación entre las

personas o nos impide al-

canzar lo que queremos.

Puede adoptar la forma de

las obligaciones de la vida

diaria, las imposiciones

que uno se hace muchas

veces de forma ridícula,

el miedo, la ansiedad, etc.

Cuando digo “uno”, pu-

ede ser tanto “yo” como

“tú” dentro del poemario.

P.- La segunda parte de

tu poemario su titula

Quince poemas para ella,

en los que tratas uno de

los principales temas de

la poesía. Me ha sorpren-

dido mucho la manera

de hacerlo, muy innova-

dora, en la que te fijas

en los pequeños detalles

casi imperceptibles a los

ojos de los demás, pero

muy importantes para

la persona que se siente

enamorada. ¿Es quizás

el amor una forma me-

jor de ver el mundo?

R.- Sí, es cierto que el

amor te permite fijarte

en pequeños detalles que

normalmente pasan desa-

percibidos. Pero es un

arma de doble filo. Por

un lado puedes disfrutar

más del estado de euforia

que acompaña al enamo-

ramiento, pero, al mismo

tiempo, si la otra persona

no responde de la misma

manera, se establece una

disparidad emocional

que puede conducir a

la enajenación mental.

P.- El reflejo de uno mis-

mo en el ser amado es tal

vez uno de los mejores

espejos. ¿Es quizás nec-

esario para conocernos

a nosotros mismos, para

conocer al ser humano?

R.- Es evidente que cu-

ando el amor dirige tus

actos, puedes vencer mie-

dos o sobrepasar las bar-

reras que dicta la cordura.

Pero esos actos, indefecti-

blemente, van dirigidos a

la persona a la que amas,

por eso tú mismo eres el

primero en apreciar las

consecuencias, ya sean

buenas o malas. Enton-

ces, si uno logra man-

tener la calma y es capaz

de juzgar con ecuanimi-

dad, es una buena opor-

tunidad para conocer-

se mejor a sí mismo.

P.- ¿De los autores que

has leído cuáles piensas

que han influido más

en tu poesía y qué libros

recomendarías como lec-

turas imprescindibles?

R.- Recuerdo con nostal-

gia unos poemas de Oli-

verio Girondo; después

anduve mucho tiempo

con los libros de Pierre

Reverdy debajo del brazo,

abriéndolos por una pá-

gina al azar para decidir

qué iba a hacer durante los

cinco minutos siguientes,

y últimamente he estado

leyendo con ganas la obra

de Bolaño. En todo caso,

hay que leer y leer para

no embrutecer el cerebro

y para empezar a pensar.

e

P

t

Q

e

l

l

d

d

d

e

c

Page 31: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

29

Antonio Moreno Ruiz

Aunque la poesía no haya sido nunca del todo “may-

oritaria”, puede ser que en determinados contextos

al menos fuera motivo de admiración por propios y

extraños

Antonio Moreno Ruiz es el autor del poemario En voz alta, un libro cargado de un

fuerte lirismo interior en el que también encontramos alguna que otra tendencia

épica.

P.-Tu libro es una mez-

cla de varias tendencias,

encontramos una voz

andaluza con influen-

cias peninsulares e iber-

oamericanas. ¿Podrías

explicar porque esta

mezcla, de donde viene

su origen?

R.-Sí, así es.

Los andaluces tenemos

la ventaja de conservar

arcanos-atavismos que

nunca dejaron de estar

vivos y por otra parte, ser

la “rebujina” de toda Es-

paña. Asimismo, desde el

condado de Niebla se va

a organizar la conquista y

el poblamiento de las Ca-

narias, y desde estos cam-

pos y puertos del sudoeste

peninsular van a salir las

intrépidas expediciones

hacia América. Es un

contacto que a lo largo de

siglos ha estado en plena

ebullición y de hecho, se

pueden encontrar modis-

mos andaluces (y extrem-

eños) desde las Antillas al

Chile. Gracias a las me-

ridionales gentes nuestro

idioma se fue haciendo

universal, y no en vano fue

Elio Antonio de Lebrija el

gran gramático. Con todo,

un servidor se “especial-

izó” en América dentro de

Page 32: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

30

la licenciatura de Histo-

ria, en la universidad de la

que fue Puerto y Puerta de

Indias, y nacido y criado

en el pueblo de Fray Juan

Calero, el fundador de Te-

quila y el primer español

en aprender náhuatl.

Tiempo ha que no pocos

estudiosos del flamenco

están incidiendo en el in-

flujo indiano, que resulta

mayor de la que se pen-

saba a priori. En muchos

aspectos de la cultura creo

que se percibe ese decurso

con olor de eternidad, en

el manejo de la lengua,

en la musicalidad, en las

descripciones, en los sen-

timientos….La interac-

ción fue tan fructífera

como enorme. Quizá en

las Canarias está más pre-

sente. Y también creo que

es a través de este gran

triángulo andaluz, ca-

nario y americano – sin

desmerecer otras aporta-

ciones – en donde se con-

firma la variada identidad

hispana, que no deja de

tener lazos unitarios en

un horizonte de vocación

colorida.

Señalo una palabra clave:

Barroco.

A todo ello adobo mi

descarada lusofilia, y es

que por ejemplo el Algarve

radica a menos de 150

kilómetros de mi tierra, y

es una zona donde tam-

bién se han dado acon-

tecimientos tan parecidos

como vitales de la Historia

y que van a repercutir en

muchos ámbitos.

P.- Parece que la lírica

nunca muere, una y otra

vez siguen apareciendo

voces líricas pero tam-

bién encontramos en tu

poemario algunos po-

emas épicos dedicados a

tu familia y los seres que-

ridos.

R.- La épica sin embargo

parece de capa caída, por

razones difíciles de expli-

car. El año 2010 terminó

muy duramente para mí,

pues perdí a dos familiares

muy queridos. Y con todo,

siempre que escribo, qui-

ero dejar claras mis refer-

encias. Así como me sitúo

en mi tierra y sus prolon-

gaciones, me sitúo en mi

propia familia, intentando

siempre ir de lo local a lo

universal. Siempre intento

concretar esto, porque de

lo contrario me estaría en-

gañando. Uno es quien es

y eso de un modo u otro

se va a reflejar en tu puño

y letra, por eso soy de las

que piensa que toda obra

es autobiográfica en may-

or o menor medida, pues

uno proyecta lo que es y lo

que quisiera ser, e incluso

la imaginación y las im-

presiones ulteriores beben

de la misma fuente de la

vida. Y son esos seres que-

ridos, así como la Historia,

los gustos literarios, musi-

cales, cinéfilos; las tradi-

ciones, las costumbres, los

anhelos, los pensamien-

tos, etc., los que han ido

motivando que uno se

atreva a plasmar este vari-

ado poemario.

Sin duda un tono épico

viene muy bien para de-

terminadas emociones

que intento expresar. Si

concretamos en las refer-

encias familiares, podem-

os hablar de una “épica

íntima”.

P.- En voz alta es el título

de tu libro. ¿Eres par-

tidario del recital para

dar a conocer la poesía?

R.-Totalmente. Creo que

es la mejor forma de darse

a conocer y de conectar

con los lectores de una

manera muy directa. Es la

mejor manera de fundirse

con el público, la mejor

manera de transmitir la

obra. En el 2010 tuve la

oportunidad de presentar

mi primer poemario, ¿El

amor es un embuste de

poetas?, en la Biblioteca

Cosmos de Bollullos de la

Mitación y en la Casa de

la Cultura de Pilas (Am-

bas localidades de Sevilla).

Recité y lo comprobé en

carne propia, quedando

muy agradecido ante una

expectativa que en absolu-

to me esperaba. Claro que

sirvió para acrecentar mis

nervios…

P.- La poesía es un género

Page 33: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

31

minoritario, ¿Crees que

algún día cambiará esta

situación?

R.-No lo sé, pero me

temo que hoy por hoy no.

Aunque la poesía no haya

sido nunca del todo “may-

oritaria”, puede ser que en

determinados contextos

al menos fuera motivo de

admiración por propios y

extraños; hoy en cambio

casi resulta lo contrario.

P.- A todos nuestros au-

tores les preguntamos

cuales han sido sus lec-

turas favoritas y que libro

recuerdan con especial

interés porque han mar-

cado su estilo en la po-

esía.

R.-Pues en principio yo

diría que acaso fue Rubén

Darío el poeta que más me

inspiró, a través de obras

como Azul y Cantos de

vida y esperanza. Alma

América de José Santos

Chocano causó similar

efecto. El regusto de la lit-

eratura hispanoamericana

ha sido muy importante:

La poesía gauchesca, Am-

ado Nervo, el realismo

mágico de Gabriel García

Márquez, Alejo Carpen-

tier, Arturo Uslar Pietri…

Resalto el estilo de Benito

Pérez Galdós, uno de los

autores a los que más he

leído. Me apasiona el “es-

tilo artístico” que Oliveira

Martins imprimió a la his-

toriografía. Aunque cada

día estoy más alejado del

Romanticismo, resulta ob-

ligatorio citar a Gustavo

Adolfo Bécquer.

Últimamente tengo que ci-

tar dos referencias impor-

tantísimas para mi poesía:

Fernando Pessoa (casi

exclusivamente a través

de Mensagem), y Miguel

Hernández.

Pessoa, aquel genio que me

proporciona la talentosa

coartada de “O poeta é um

fingidor”….Mensagem, y

en especial Padrão, son

continuas fuentes de in-

spiración que retumban

con la mayor frescura.

Menéndez Pelayo consid-

eraba que la raíz lírica de

la península era el tronco

galaico-lusitano. Alfonso

X el Sabio creyó que el

aquel entonces incipiente

romance era el más apto

para la lírica. Es curioso

que muchas veces veamos

al vecino y hermano país

como “de carácter reser-

vado”; empero, está claro

que tienen una capacidad

expresiva impresionante.

Siempre pongo el ejemplo

de los fados cantados por

Amalia Rodrigues como

puras expresiones poéti-

cas. Si uno acude a Rosalía

de Castro, verá también

Page 34: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

32

esa capacidad intimista,

sentimental, natural, para

mí en absoluto empalago-

sa sino al contrario, muy

bien desarrollada en una

justa medida.

A mi entender, Pessoa ex-

presa toda la hondura de

Portugal en Mensagem; y

eso me llega al alma, pues

siempre le tuve mucho

aprecio al pueblo herma-

no, incidiendo mi abuelo

materno QEPD en ello,

pues desde muy niño me

inculcó sincero amor hacia

los pagos del otro lado del

Guadiana. Es una poesía

dulce, suave, combinando

lo lírico y lo épico hasta

los tuétanos, tal y como yo

quisiera.

Miguel Hernández, aquel

que dijo que “la libertad

es algo que en tus en-

trañas bate como el re-

lámpago”, aquel que nos

definió como “andaluces

de aceitunas, nacidos en-

tre guitarras y forjados en

los yunques torrenciales

de las ansias.” Poeta del

niño yuntero, poeta de las

nanas de la cebolla, po-

eta agreste y montaraz de

la imagen del toro de la

Madre España, poeta del

corazón atormentado y

del sino sangriento; versos

como a redoble de tambor

sacudiendo conciencias,

exprimiendo con ritmo

los conceptos, haciendo

cualitativa percusión con

las palabras, siempre sug-

iriendo con la amplitud de

los sentidos y los signifi-

cados. Es ese ritmo que

anhelo, que pueden trans-

mitir Paco Ibáñez o Joan

Manuel Serrat en su sano

empeño de cantar nuestra

poesía.

Por razones similares a las

que cito a Miguel Hernán-

dez citaría a Gabriel Cel-

aya.

Mi búsqueda en vastos

campos de literaturas tan

interesantes como la an-

glosajona (Tolkien, E.

Waugh, G. K. Chester-

ton, O. Wilde, G. Orwell,

J. London, E. A. Poe, J.

Austen, J.Pearce) y la rusa

(L. Tolstoi, A.Chejov, N.

Gogol, F. Dostoyevski, A.

Solzhenitsyn) creo que

también está vertiéndose

en mis maneras.

Y bueno, siempre estoy ex-

plorando. O “bicheando”,

que decimos por acá.

Y me gusta, por supuesto,

acudir a los clásicos, sean

más o menos remotos. Y

cuando hablo de clásicos

lo mismo estoy hablando

de Homero y Séneca que

de Cervantes y Quevedo.

Soy más de Quevedo que

de Góngora, eso sí.

Asimismo, en mi blog

(http://poemariodeanto-

niomorenoruiz.blogspot.

com) se pueden ir viendo

mis impresiones e influ-

encias acerca de la poesía

y lo que no es la poesía,

en esta vida donde pre-

tendo navegar partiendo

del Majalberraque y el

Guadalquivir, en voz alta,

siempre en voz alta.

Page 35: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

33

Luis Alberto de Cuenca

La vida escribe derecho en renglones torcidos.

El poeta que vale acaba abriéndose paso

1. Muchos jóvenes llegan

a nuestra editorial pen-

sando que basta publi-

car unos cuantos libros

(aun siendo buenos) para

llegar a lo más alto de la

poesía, pero nosotros le

solemos decir que siem-

pre es muy difícil darse

a conocer y hacerse un

nombre y que a los que

han conseguido pres-

tigio, también les ha cos-

tado mucho. ¿Cómo re-

cuerda usted sus inicios

en la poesía? ¿Le fue, por

ejemplo, muy difícil pub-

licar su primer libro?

Gané a los diecinueve años

un premio que conllevaba

un dinero y la publicación

del libro. Los premios pu-

eden ser una buena vía

para publicar un primer

libro. En mi caso fue así.

2. ¿Cree que el mundo

editorial de la poesía ha

cambiado mucho desde

sus inicios? Ahora parece

que la oferta está más

dispersa, hay más edi-

toriales nuevas, más au-

tores… ¿Cuál es su per-

cepción?

Mi percepción es que hoy

existen más editoriales de

poesía que hace treinta o

cuarenta años y que, en

general, ofrecen un nivel

medio más que acept-

able en su catálogo, pese

Luis Alberto de Cuenca y Prado (Madrid, 1950) es un filólogo, poeta, traductor y

ensayista español. Como autor poético, su obra se encuentra entre la más premiada

y aclamada tanto por la crítica como por el público. Entre sus libros de poesía cabe

destacar: “Elsinore”, “La caja de Plata”, “El héroe y sus máscaras”, “Alicia” o “Insom-

nios”, entre otros.

En nuestra entrevista hemos querido preguntarle por sus comienzos en la poesía así

como por su percepción de las nuevas generaciones de poetas.

Page 36: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

34

a la dificultad que entraña

siempre publicar versos

para un editor.

3. ¿Cuál es su percepción

de la poesía que están ha-

ciendo actualmente los

jóvenes españoles? ¿Cree

que tiene la calidad su-

ficiente? ¿Echa en falta

algo bueno en ella (may-

or compromiso, mayor

preocupación por el len-

guaje…)?

No echo nada de menos

en la poesía española jo-

ven. Hay poetas buenos,

poetas medianos y poetas

malos. Como en todas las

generaciones, las pasadas

y las futuras.

4. Muchos autores

jóvenes optan por publi-

car sus poemas en Inter-

net y desentenderse del

circuito tradicional del

libro: ¿Cómo ve esa ten-

dencia? Si usted comen-

zara ahora de nuevo:

¿Optaría por ella?

Quizá sí, porque yo siem-

pre he sido muy amateur,

por más que la vida me

haya ido profesionalizan-

do, y hoy por hoy renunci-

ar al papel resulta todavía

romántico y, hasta cierto

punto, ruptural.

5. ¿Qué autores jóvenes

sigue y cuáles recomien-

da?

Sigo con enorme interés

la evolución de un po-

eta de Alcalá de Henares:

Francisco José Martínez

Morán.

6. Finalmente: ¿Qué con-

sejo daría, desde su expe-

riencia, a los jóvenes que

están a punto de publicar

o acaban de publicar su

primer libro de poesía,

como es el caso de mu-

chos de nuestros autores?

Que no tengan prisa. La

vida escribe derecho en

renglones torcidos. El po-

eta que vale acaba abrién-

dose paso. Puede ser que

haya que morirse para

empezar a ser reconocido

(caso de un Cavafis o de

un Pessoa), pero no es

necesario que eso ocurra

la mayor parte de las veces.

Page 37: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

35

Javier Pérez-Ayala

Mi única política es y seguirá siendo el arte

P.- La primera parte de

tu libro se llama Poeta

Vs Contable. Teniendo

en cuenta que tu otra

profesión tiene que ver

bastante con la contabi-

lidad: ¿Cuánto discuten

el Javier poeta y el Javier

contable?

R.- Casi ningún poeta se

ha ganado la vida con su

poesía, todos los poetas

hemos requerido de otra

profesión para sobrevivir,

quizás lo más difícil sea

separarlas, llegar a casa

después de un duro día de

trabajo y utilizar las mis-

mas palabras que has uti-

lizado a lo largo de todo

el día con el vecino, con el

taxista, con tu compañero,

con tu jefe y ordenarlas

para que creen belleza.

Hace falta un momento

de calma al final del día

para que esto ocurra. Ese

enfrentamiento del poeta

contra el contable es el que

requiere la poesía.

P.- ¿Y el Javier editor y el

Javier poeta?

R.- Siempre he pensado

que mi trabajo de editor

es más importante que mi

trabajo como poeta. Creo

que ayudar a los autores

a que vean publicada su

obra es una de las grandes

cosas que me ha puesto la

vida por delante. Es muy

gratificante que una parte

de tu trabajo sea seleccio-

nar obras para una posible

edición. Aprendo mucho

de los autores que pub-

lican en nuestras edito-

riales.

P.- Después de tres li-

bros muy cercanos en el

tiempo éste te ha llevado

tres años. ¿Crisis creativa

o mayor conciencia de lo

Javier Pérez-Ayala es empresario, editor y poeta. Como parte de esta última fa-

ceta, acaba de publicar un libro titulado “Poeta Menor”, un título humilde para un

libro que convierte certeramente lo cotidiano, en poesía. Charlamos con él de este

último libro, de su papel como editor y de la situación actual de la poesía.

Page 38: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

36

que la poesía significa?

R.- Las dos cosas. Crisis

creativa porque durante

estos tres años me he olvi-

dado de mí como persona,

ya que he estado traba-

jando hasta los fines de

semana y apenas encon-

traba tiempo para escribir

poesía, pero también he

adquirido una mayor con-

ciencia de la importancia

de la poesía. He aprendido

mucho de mis propios er-

rores, siempre que termi-

no una obra pienso que lo

puedo hacer mejor y que

sólo estoy al principio del

camino, de alguna man-

era sé que esa obra no me

pertenece, pero creo y de-

seo que siempre me ocur-

ra eso, porque es lo que me

hace mejorar.

P.- Si yo te digo que la po-

esía de la experiencia es

demasiado prosaica (que

no es que lo piense, pero

ambos sabemos que es

una crítica continuada a

ese tipo de poesía), tú me

contestas…

R.- Contesto lo que te

diría Rilke hace más de

cien años cuando le es-

cribía las cartas a Kappus

“El arte es sólo un modo

de vivir. Aun viviendo de

cualquier manera puede

uno prepararse para el

arte, sin saberlo”. No pu-

ede existir el arte sin el

hombre, sin la soledad,

sin el amor, sin la mirada

diferente del artista. Creo

que un artista debe mirar

el mundo con ojos difer-

entes, a través de ese cris-

tal que es el arte (Ya lo dijo

José Ortega y Gasset en La

deshumanización del arte)

pero si el cristal es dema-

siado opaco no veremos

lo que hay tras de él, ten-

emos que llegar, necesita-

mos ese auto-engaño, pero

uno no debe escribir sobre

algo que no haya vivido

o visto o sentido ya que

habría una falsedad en el

poema, hay que hacer el

cristal más trasparente si

no siempre seremos una

pequeña minoría. La mis-

ión del artista es transfor-

mar al lector (en el caso

de la poesía) de la misma

forma que lo hace el amor

en el enamorado, pero no

por estar enamorado o

sentir esa transformación

que produce el amor uno

ya es artista. Nadie nace

leyendo, las palabras las

aprendemos, es necesaria

la palabra, no me consid-

ero un poeta de la experi-

encia, ni tampoco del len-

guaje. Hay que encontrar

un equilibrio. Quiero hac-

er también yo una pregun-

ta ¿Puede el poeta deshu-

manizar el poema, dejar

de ser hombre y ser sólo

arte? Siento contradecir a

Ortega y Gasset, la poesía

no puede ser el álgebra

superior de las metáforas.

(No estoy en contra de la

metáfora, al contrario creo

que es necesaria, pero sin-

ceramente un poema lleno

de metáforas imposibles

Page 39: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

37

no me dice nada).

P.- Como editor: ¿Qué le

pides a un poemario, y a

un poeta?

R.- Como editor le pido

a un poemario que tenga

calidad y a un poeta que

sea humilde, que sepa en

todo momento cual es su

posición en la poesía y que

lea, que tenga un cono-

cimiento de la historia de

la poesía pero también de

la actualidad de la poesía.

Somos artistas de nuestro

tiempo y el arte va cambi-

ando, el que quiera romp-

er con una nueva forma

artística o una nueva ten-

dencia tiene que tener un

conocimiento profundo

de la historia y la actuali-

dad de la poesía, entonces

podrá criticarla con una

nueva forma de expresión.

Pero yo como muchos

otros poetas ya pensamos

que se ha roto demasiado

el arte durante el S.XX y

va siendo hora de regresar

a las formas puras, al

hombre. Viene una etapa

muy nihilista (lo sabemos

porque la poesía Euro-

pea nos saca un poco de

ventaja) y a mí personal-

mente me gusta el cues-

tionamiento que hace la

poesía mucho más que las

respuestas que está dando

hoy la narrativa. Hay que

hacer los cuestionamien-

tos correctos para que el

lector encuentre la respu-

esta en su interior.

P.- ¿Te aplicas a ti mismo

como autor las recomen-

daciones que haces a tus

escritores o no predicas

con el ejemplo?

R.- Soy como el título de

mi libro un poeta menor,

quizás por eso me siento

mejor como editor que

como poeta. Muchas veces

reflexiono en alto cuando

hablo con un autor y luego

no soy capaz de aplicárme-

lo a mí mismo. Me ocurre

como decía José Hierro

que “la poesía se escribe

cuando ella quiere”. He

cometido casi todos los er-

rores que un poeta puede

cometer y he aprendido

algo de ellos, pero no pu-

edo decirle a un autor que

está cometiendo errores,

porque lo que para mí fue

un error, para él puede ser

un disparo certero que dé

en la diana. Todos tene-

mos una voz y estilo difer-

ente.

P- ¿”Poeta Menor” es un

título que significa un

acto de humildad o se

refiere más bien a que tu

poesía se ha centrado,

esta vez, en los temas más

cotidianos y menores

(para tratar desde ahí los

grandes temas)?

R.- Son las dos cosas. La

poesía siempre debe ser un

acto de humildad, un po-

eta que se envanezca está

acabado como poeta (eso

no quiere decir que no te

sientas orgulloso de un

trabajo, siempre que ten-

gas los pies en el suelo). He

querido también con este

título hacer un homenaje a

todos los autores que han

pasado desapercibidos en

la poesía, también a los

que se les ha considerado

menores en la historia de

la literatura y a los autores

que están comenzando a

escribir que son muchos.

También trato de demos-

trar que no hace falta lle-

var una vida muy apasio-

nante, ni viajar para hacer

poesía, hay poesía en las

cosas cotidianas, en el café

que nos tomamos por la

mañana, en la cruz de la

farmacia, en un día de llu-

via y también en un día de

sol. Hay poesía en todas

partes sólo hay que saber

mirar y el mundo se convi-

erte en una gran metáfora

de la vida.

P.- ¿Podríamos decir que

Poeta Menor es un libro

de dolores y cicatriza-

ciones, no? Hay mucho

de terapéutico (o eso

parece) en sus versos: ¿Te

ayuda la poesía a pasar

página o sólo sirve para

poner un poco de orden

en los recuerdos?

R.- Hay mucho de tera-

péutico en mi vida, todos

Page 40: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

38

pasamos por dificultades,

el que piense que no es

así es que las dificultades

le van a venir con poste-

rioridad. La gente reac-

ciona con mecanismos de

defensa que ni ellos mis-

mos conocen. Leer poesía

te ayuda a conocerte a ti

mismo a través de otro ser

humano (creo que es un

acto de curiosidad, gener-

osidad y egoísmo al mis-

mo tiempo). Cada libro

tiene su momento. Pero

no podemos utilizar la

poesía como una terapia,

porque estamos haciendo

un arte, tampoco la poesía

puede ser un diario, he ti-

rado cientos de poemas a

la papelera y he tenido que

rescatar después alguno

porque me estaba juzgan-

do muy duramente (es-

taba ganando el contable).

Creo que todos los artistas

tienen necesidad de crear,

siempre pienso en la alien-

ación (perdonad que uti-

lice esta palabra en lugar

de enajenación) del artista

cuando se desprende de su

obra, es como si algo de él

hubiese quedado en el ex-

terior, le hubiera sido arre-

batado y hubiese quedado

plasmado en el papel, en

lienzo o en la piedra, ya no

le pertenece, le pertenece

al lector en el caso de la

poesía. En ese sentido sí

podríamos decir que la

poesía tiene algo de tera-

péutico pero también lo

tiene escribir un diario ín-

timo que nunca será pub-

licado ni leído por nadie.

P.- De lo que no cabe

duda es de que el po-

emario tiene cierto aire

melancólico. En parte,

esa sensación viene mar-

cada por un escenario:

la ciudad. ¿Tienes la sen-

sación de que el ambiente

urbano contribuye a dar

cierto aire triste, sórdido

a los poemas? Esa falta

de relaciones profunda

que se produce en las ciu-

dades, pese a convivir en-

tre tantos seres humanos

parece algo muy presente

en tu obra.

R.- Las ciudades son unos

monstruos horribles de

indiferencia (Traté de ex-

plicar esto en mi anterior

libro, pero desgraciada-

mente no con mucho aci-

erto, puesto que aún estaba

llegando a la conclusión).

La indiferencia es necesar-

ia para sentir amor —El

único motor que mueve

al hombre, la unión entre

el deseo y la acción—, no

me refiero exclusivamente

al amor humano, no se

puede amar todas las co-

sas al mismo tiempo, hay

que elegir, esa elección es

la más importante en la

vida. Elegir las personas

y las cosas que amamos,

una inmensa minoría y

yo elegimos la poesía, eso

no significa que no poda-

mos amar otras cosas. Las

ciudades son necesarias a

pesar de su indiferencia,

mucha gente de los pueb-

los lo sabe porque sufren

ese exceso de amor-odio y

acuden a las ciudades bus-

cando el anonimato (la in-

diferencia al fin y al cabo).

El amor y el odio no son

sentimientos contradicto-

rios estimulan la misma

zona del cerebro, lo han

demostrado los científicos

y yo no voy a contradecir

a la ciencia por mucha po-

esía que lea. El amor y el

odio transforman solo que

de diferentes maneras, una

construye la otra destruye

al ser humano.

Claro que tengo la sen-

sación de que el ambiente

urbano contribuye a dar

un aire triste y sórdido a

los poemas, pero se puede

combatir, llevo toda mi

vida intentando demostrar

que si una persona hace

vida de barrio, el amor

habita en ella sin darse

cuenta, se acaba la indifer-

encia, conoce a los cama-

reros, los tenderos, el po-

bre que está en la esquina y

todos esos seres humanos

que nos cruzamos con ab-

soluta indiferencia se han

vuelto como un pequeño

pueblo lleno de amor y de

odio.

Siempre me han dicho que

mi poesía es triste y mel-

ancólica, pero sé de donde

viene esta tristeza.

Page 41: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

39

P.- Como editor que pub-

lica a muchos autores

jóvenes ¿Qué echas en

falta en las nuevas gen-

eraciones de poetas?

R.- Las nuevas genera-

ciones de poetas están ha-

ciendo lo que tienen que

hacer: ser jóvenes. Es más

creo que viene una gen-

eración de poetas que va

a superar a todas las an-

teriores, puesto que han

tenido mucho más acceso

a la cultura, se les ha criti-

cado mucho por el uso de

las maquinas e internet,

quizás hayan tenido de-

masiado fácil el acceso a

la cultura y no la valoren.

En todas las generaciones

ha habido analfabetos,

claro que escriben una Q

para decir “que” por culpa

de los móviles pero están

escribiendo y tarde o tem-

prano llegarán a los libros

y los amarán, porque los

hombres necesitamos po-

seer lo que amamos, es

nuestra naturaleza. Los

monitores no acabaron

con las impresoras, las

maquinas no van a acabar

con los libros, necesitamos

tocar nuestras creaciones

y las creaciones de los

demás. Viene una gener-

ación increíble que está

escribiendo en los blogs y

tienen la respuesta inme-

diata del lector: La poesía

tiene la precisión y longi-

tud necesaria para estos

medios. Es muy difícil leer

una novela en una maqui-

na por muy moderna que

sea esta, pero un poema

es más breve, más denso,

más exacto y sé de sobra

que el que se enganche a la

poesía necesitará tener el

libro. No creo que internet

sea el enemigo de la cultu-

ra, los que estamos en este

arte minoritario lo sabe-

mos. Claro que, las nuevas

artes, tan comerciales, es-

tán sufriendo. Los poetas,

los escultores, los pintores,

os damos la bienvenida.

Bienvenidos al mundo del

arte. Creo que internet es

la nueva revolución del

arte y está colocando a

cada arte en su sitio. No es

mejor pintor el que tiene

el pincel más caro, sino el

que sabe usar el pincel o

las manos si es necesario.

Lo de los gobiernos (con

sus patéticos intentos de

frenar esta revolución) y

la política es otra cosa, mi

única política es y seguirá

siendo el arte.

P.- Finalmente: ¿Qué po-

etas te han influido para

crear este libro? Uno lo

tenemos claro porque

además le dedicas el li-

bro: Pablo Méndez.

¿Quienes más?

R.- Pablo Méndez es un

excelente poeta (lo siento

no he podido evitar decir-

lo) y pienso que tarde o

temprano se le reconocerá

como tal por esta inmensa

minoría. También me ha

influido mucho Joan Mar-

garit cuando leí sus Nuevas

Cartas a un joven poeta,

no pude evitar llamarle y

felicitarle por decir lo que

alguien tenía que decir en

la poesía. Mi libro de ca-

becera son Las cartas a un

joven poeta de Rilke, pero

Margarit ha hecho otro

trabajo, más directo y tam-

bién necesario, he apren-

dido también mucho de

sus poemas entre otros co-

sas que un poema por muy

bello que sea será cruel, y

que con él tiempo conoc-

emos los refugios pero re-

sultan inútiles porque la

navaja está cada día más

cerca de nuestro cuello y

ya no sabemos si son nues-

tros los ojos del retrovisor.

Tengo muchas más influ-

encias, no puedo mencio-

nar a todos pero me siento

muy afín a la poesía de José

Elgarresta. Aprendo mu-

cho de los autores que

empiezan, de nuestros au-

tores y los últimos premi-

os Adonais que tienen una

calidad excelente, no pu-

edo evitar pensar en Juan

Cruz Bordoy, estoy con-

vencido que es la primera

muestra de esa generación

de la que te hablaba antes.

Page 42: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

40

Mariano Rupérez

La poesía es la gran incomprendida

dentro de la literatura

1- “Querida mujer desn-

uda” está formado por

seis partes que componen

una historia, una trama.

¿Qué crees que aporta

esta “novelización” a la

poesía?

Desde luego, la poesía es la

gran incomprendida den-

tro de la literatura. Conoz-

co a grandes lectores que

no acaban de cogerle el

gusto a este género, prin-

cipalmente porque no sa-

ben bien cómo interpretar

cada poema, si tiene algo

que ver con el anterior, si

quiere decir realmente lo

que uno ha entendido, etc.

Yo me propuse en este

poemario contar una his-

toria o, más bien, varias

que conducen a una. De

esta manera, pretendo que

el autor las siga, que vaya

comprendiendo, que lea

un poema tras otro y no

abra el libro y lea el prime-

ro que se encuentra al azar.

Todo el poemario sigue un

hilo y, según lo que esté

pasando, el estilo poético

también varía, de modo

que podamos comprender

lo que sucede realmente

en el interior de esa per-

sona que cuenta su histo-

Mariano Rupérez acaba de publicar “Querida mujer desnuda” un poemario de as-

pecto intimista y que ha sido formulado como la narración poética de una historia

de amor con todas sus fases: el encuentro, el enamoramiento, la soledad, el desamor,

el deseo,…de su más reciente obra y de su trayectoria como poeta hablamos con este

joven autor de Las Palmas.

Page 43: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

41

ria. Esa es la magia de la

poesía, poder contar algo

desde la piel hacia adentro

y no al revés.

Estoy convencido de que

esta “novelización” puede

ayudar al lector a com-

prender mejor la poesía,

a disfrutar más de ella y a

querer seguir leyendo. O,

por lo menos, eso espero.

2- Estamos ante un po-

emario claramente in-

timista. ¿Podríamos

hablar de poemas autobi-

ográficos?

Evidentemente, siempre

es más fácil escribir sobre

lo que uno ya conoce. Hay

poemas autobiográficos,

desde luego, pero no son

ni mucho menos la may-

oría. La historia que cuen-

ta Querida mujer desnuda

no es la mía.

3- La figura de la mujer y

el amor es el tema prin-

cipal del libro. se trata,

además, de un amor muy

idealizado. Como poeta,

cuáles han sido tus ref-

erentes literarios para

tratar ese tema desde una

óptica tan romántica

Pues la verdad es que me

gustan poetas que son

románticos y un tanto ide-

alistas, pero no los consid-

ero referentes. Pensé en la

mujer ideal para mí: pelo

negro, pequeña, pálida, in-

segura, melancólica, sum-

amente profunda… Sería

bonito amarla y ¿qué me-

jor forma de amarla que

haciéndola literatura?

4- el libro se inicia con un

poema sobre tu nacimien-

to pero que termina con

un verso muy realista: “y

los poetas se siguen mu-

riendo de hambre”. ¿Cuál

es tu visión de la poesía y

la labor poética en la so-

ciedad actual? ¿Corren

malos tiempos para la

lírica?

Todos sabemos que la po-

esía no vende. Práctica-

mente sólo la compran

los poetas, y a veces ni

eso. Desde luego, es una

lástima, porque la lírica

ha sido siempre un género

importantísimo dentro de

la literatura en general, no

sólo de la española, que

también.

5- La música (cantantes

y canciones) también

tienen un hueco en tu po-

emario, incluso, más allá

de las menciones, se diría

que las canciones han

sido muy importantes a

la hora de construir tus

versos ¿Es así?

Adoro la música, me

parece un complemento

Page 44: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

42

perfecto para hacer po-

esía (y para venderla,

también). Me gusta prin-

cipalmente la música en

español (Joaquín Sabina,

Pereza, Vetusta Morla, Ex-

tremoduro, Jarabe de Palo,

Fito, Antonio Vega…),

aunque las referencias mu-

sicales que aparecen en el

libro sean todas de lengua

inglesa. Igualmente, son

canciones o artistas que

han conseguido moverme

por dentro e incluso mar-

car algunos momentos de

mi vida.

6- Pese a ser un autor jo-

ven, has ganado ya un

par de premios poéticos

¿Cómo ha sido tu expe-

riencia con esos premi-

os? ¿Animas a los poetas

jóvenes a optar por ese

camino para conseguir

publicar?

Los premios son siempre

una inyección de moral.

A mí personalmente me

alimentaron las ganas de

escribir y de querer publi-

car. Además, son un buen

escaparate para darse a

conocer, por lo que sí, los

recomiendo.

7- También te prodi-

gas mucho en recitales:

¿Crees que es una buena

forma de dar a conocer la

poesía o en ellos sólo se

predica a los conversos?

Al igual que un músico se

da a conocer en los con-

ciertos, los poetas han de

hacerlo en recitales. Ya

no sólo por esta cuestión,

sino porque además es

una forma maravillosa de

disfrutar de la poesía.

8- Finalmente, nos gus-

taría que nos dijeses al-

gunos autores de poesía

que hayan marcado tu

vida y tu obra

El primer poeta que me

marcó fue el renacentista

Garcilaso de la Vega, que

me influyó mucho a la

hora de empezar a escribir,

cuando tenía yo catorce

años. A partir de ahí hay

muchos me han sorpren-

dido o me han tocado; pero

ante todos debo destacar

al gran Ángel González.

Él ha marcado un antes y

un después en mi poesía y,

prácticamente, en mi vida.

Page 45: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

43

Juan Planas

Lo fundamental del poema es que abra interrogantes

en el lector

Juan Planas es uno de los pocos poetas actuales que tiene una voz no sólo singular,

sino innovadora. Su forma de componer poemas es reconocible y además se adecua

muy poco a los estándares de lo que conocemos por poesía contemporánea, tanto en

los temas como en su representación. Con “Los lugares del sitio”, el poeta, ganador

del último premio de la Asociación de Editores de Poesía, se asoma a los paisajes que

configuran su particular asedio.

1- En nuestra última en-

trevista, tras el premio de

la Asociación de Editores

de Poesía a “Tratado de

las cosas sin nombre”,

me decías que esperabas

encontrar “otras vías al-

ternativas de búsqueda

de conocimiento” en tu

próximo libro. Y también

que en cierto modo dabas

por cerrado el período

poético que habían su-

puesto tus tres últimos

libros. Ahora, con “Los

lugares del sitio” ya en la

calle, ¿Crees que tu in-

tuición se ha cumplido?

¿Abres una nueva etapa

con este libro? ¿Has dado

con otras vías de cono-

cimiento?

Hola, Alberto. Empecé a

escribir «Los Lugares del

Sitio» antes de haber con-

cebido, siquiera, la génesis

de «Tratado de las cosas

sin nombre». No obstante,

lo dejé varado un par de

años porque me faltaba,

quizás, el valor suficiente

para aplicar algunos re-

cursos técnicos con todas

sus consecuencias y, así,

convertir el poema en lo

que yo deseaba: en una

translación, lo más exacta

posible, del peculiar ritmo

del pensamiento -del mío

propio, claro-, ese discurso

tan dado a los saltos y a las

acrobacias en el vacío, a

los cambios imprevistos de

perspectiva y al soterrami-

ento aparente de la lógica.

En este sentido, este libro

sí me confirma que había,

en efecto, otras vías y que

Page 46: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

44

ya estoy en ellas. Presagio

un viaje muy largo.

2- En el epílogo del li-

bro das una explicación

del lugar de dónde te

han salido estos poemas.

Tras leerlo se intuye un

poemario que ha salido

de muy adentro. Hablas

de “los paisajes de un

infierno” y en tu blog te

referiste a él como el li-

bro “más sombrío y des-

olador que he escrito

hasta la fecha”. ¿Estamos,

pues, ante un libro oscu-

ro?

Bueno, no hay mejor lu-

gar que la oscuridad para

apreciar el enorme valor

relativo de la luz. Con todo,

y creo que ya hablamos de

ese tema anteriormente,

no acabo de distinguir con

claridad ni, por supuesto,

con certeza, entre adentro

y afuera. Desde siempre,

me han parecido el mismo

lugar, aunque a veces nos

guste muchísimo perder-

nos en esa dialéctica de

los opuestos y hasta de

los complementarios…

Como digo en mi libro:

«Estamos donde siempre

y el lugar es incierto». No

sé mucho más, la verdad…

3- Nuestra impresión al

leerlo ha sido la de estar

ante un libro, no sólo os-

curo, sino también pesi-

mista. Hablas de un ser

humano que no evolu-

ciona en lo esencial (en

tu poemario pasado, pre-

sente y futuro se funden

porque el hombre apenas

ha cambiado en lo esen-

cial y en los problemas

que tiene que enfrentar:

“No iremos mucho más

lejos que nuestros ances-

tros/ ni escaparemos al

vaivén de los días” o “No

somos nadie. O sí. Somos

Ulises/ burlando a Polif-

emo. Los orgullosos de-

scendientes/ de una tribu

en viaje hacia el reino del

olvido”.) e incluso hay al-

gunos versos dedicados al

escaso alivio o utilidad de

la poesía ante los grandes

problemas del hombre

¿Un libro pesimista ante

el papel del hombre?

El poema central del libro

es «La Ciudad Sitiada». Y

luego -o antes- la ciudad se

transforma en el cuerpo,

en el lenguaje y en cuantos

otros elementos podamos

ser -o creer ser- en deter-

minados momentos. Aquí

el sitio, es decir, el asedio,

es el protagonista único

del libro y los lugares son

su paisaje, la forma que

tiene el poema, el artificio

del poema, de mostrárnos-

lo en todo su esplendor y

con toda su crudeza. Las

referencias temporales son

casi nulas -en realidad,

son culturales- y el tiempo

no aparece, al menos de

manera unívoca, como

tiempo pasado, presente o

futuro, como bien apuntas,

sino como la simple con-

statación de un hecho o de

una sensación, más allá de

si ocurrió, ocurrirá o está

ocurriendo en este pre-

ciso instante. No hay, me

parece, pesimismo ni op-

timismo porque tampoco

estoy buscándole salidas al

asedio… El poema no las

necesita, o eso creo.

4- Uno de los aspectos

que si remiten a tu obra

anterior es, precisa-

mente, la mezcla de voces

no sólo de distintas per-

sonas, sino de distintos

tiempos, como mezclan-

do pasado, presente e in-

cluso futuro en el poema.

Voces que se confunden

y que incluso se insinúa

que sean de un mismo

alma que ha pasado a lo

largo de varias etapas

históricas(“Me recuerdo

en el vientre,/ la luz oblic-

ua,/ el agua turbia./ Toda

mi biblioteca ardió hace

años/ cuando soñaba con

edificar/ un Zigurat de

pavesas”). ¿Qué te aporta

esta técnica como poeta?

¿Cuál es su propósito?

El libro mezcla versos

largos o, incluso, muy lar-

gos, que son la abruma-

dora mayoría, con algunos

otros versos mucho más

Page 47: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

45

concisos y breves, como

los que citas. Así, algunas

avalanchas de imágenes

acaban desembocando en

espacios casi desnudos

de palabras y repletos de

silencio… Se trata de in-

tentar convertir el poema

en una rigurosa réplica,

lo más exacta posible, del

devenir del pensamiento.

Que el discurso del po-

ema sea, también, el del

pensamiento. Algo así

como la prueba de su ex-

istencia… a la vez, que su

resultado. En fin, esa es,

más o menos, la idea, que

aunque pueda, tal vez, so-

nar un poco presuntuosa,

no quiere serlo. En absolu-

to. ¡Te lo aseguro! (risas).

5- Donde sí que hemos

notado cierto cambio es

en la presencia, esparcida

a lo largo de las diversas

partes del libro, de temas

más sociales, o quizás,

por decirlo mejor,

de una preocupación

más clara por el pa-

pel del hombre ac-

tual en la sociedad

(incluso enunciada

de una forma más

cristalina)

¿Te parece? No lo sé,

la verdad. Lo funda-

mental del poema

es que abra interro-

gantes en el lector,

incluso allí donde no

recuerdo haber pre-

tendido, de manera

voluntaria o consciente,

abrirlos. Afortunada-

mente, el poema nunca se

agota en lo que hizo o dejó

de hacer su autor. Tiene

una vida propia que hay

que respetar y a la que sólo

cabe desearle el mejor de

los viajes.

6- Un sello muy carac-

terístico tuyo y que sigue

presente en esta obra es

la del libro como poema

unitario, aunque en este

caso nos encontramos

con subdivisiones, ten-

emos la sensación de que,

en esencia, todas esas

partes sirven para com-

poner un gran poema

único que es el libro.

Cierto, sí. En realidad,

hace tiempo que dejaron

de interesarme -es sólo

un por decir, una volun-

taria exageración, claro-

los libros de poemas suc-

esivos, cada uno con su

título propio y su pequeña

o gran entidad individual.

No, prefiero el poema río,

aunque siempre, por ra-

zones de estructura y, tam-

bién, de paginación, acabe

troceándolos un algo… un

algo más de lo que quisi-

era, lo admito.

7- Por último, en las es-

trofas que cierran el libro

se muestra, pese a todo,

pese a ese pesimismo,

cierto ansia por seguir

adelante, como persona y

como poeta (o quizás en

tu caso ambas cosas son

indisolubles): “No creo

que la muerte se quede

entre nosotros./ Otras

ciudades y otros cuerpos

nos aguardan…”

Creo que esa parte es,

simplemente, un cántico

a modo de despedida…

Una especie de mantra fi-

nal. Me parece que el lu-

gar invita a ello. Hay una

hoguera que arde y un

corro de tribus alrededor.

Nada más lógico que aca-

ben cantando algo esper-

anzador, pero no mucho

ni tampoco demasiado,

para aliviar su estado de

ánimo y perseverar en su

decrepitud. ¿Por qué no?

¿Qué es la poesía sino un

canto? Pues eso. Hay que

seguir cantando, pese a

todo.

Page 48: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

46

David Romero

La poesía debe ser al pueblo,

lo que el arma a la revolución

David Romero es un joven poeta gaditano que con su poemario, “La hija descalza”,

trata un tema tan sensible y tal actual como el de la memoria de las personas y fa-

milias –algunas conocidas, otras anónimas– que sufrieron la guerra civil. Una poesía

militante procedente de un poeta que busca devolver los versos al pueblo.

¿Cómo se te ocurrió la

idea de poetizar la his-

toria de la República y la

Guerra Civil?

Quizás no sea ocurrir el

verbo más adecuado, ya

que denota que hay una

intención previa. Prefiero

decir que fue una idea que

surge, que brota, que no es

buscada. De hecho, recu-

erdo que cuando comencé

a conocer la historia de

España del siglo XX, la

historia que han intentado

borrar, tapar, callar, sell-

ar… sentía la necesidad

de transmitir esa historia,

de escribir para darla a

conocer. Así es como van

surgiendo los primeros

versos en una época en la

que aún no se hablaba ni

de memoria histórica ni

de su recuperación.

¿Has hecho algún tra-

bajo documental para el

libro?

Si como trabajo documen-

tal hay que entender un

trabajo minucioso y con-

stante, no, no es así, mas

bien ha sido un trabajo

basado, principalmente,

en ámbitos que me fasci-

nan como son los libros,

el cine o la música. A raíz

de participar en recitales

poéticos y, sobre todo,

a partir de las presenta-

ciones de mi primer libro,

si he tenido la oportuni-

dad de conocer historias

en primera persona, de

escuchar historias que han

conseguido emocionarme

y de ahí es de donde sur-

gen poemas basados en

hechos concretos suce-

didos en ciudades como

Valladolid o Chiclana.

Te has centrado mucho

(la cita de Walter Benja-

min que abre el libro ya

señala en esa dirección)

en la historia de la gente

común, que padeció la

guerra, fusilamiento de

familiares, etc. ¿Hay que

rescatar sus “pequeñas

historias”?

Page 49: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

47

En el libro se entremezclan

dos historias: la historia de

los poetas que sufrieron la

represión y ellos si tienen

nombres y apellidos; y las

“pequeñas historias” sin

nombre pues detrás de

cada poema se pueden

ver reflejadas decenas de

vivencias similares como

puede ser el caso de las

mujeres rapadas, viola-

das, vejadas, maltrata-

das… Son historias muy

necesarias y que deberían

aparecer en los libros de

historia y no en libros que

son al final pequeñas islas

de investigación.

¿Les has dejado leer tus

poemas a alguna de esas

familias? ¿Qué te han di-

cho?

He tenido la oportunidad

de darlos a conocer en mi

misma voz y entablar una

lectura recíproca,

una lectura que

da un poco a esas

personas que su-

frieron de forma

directa o indirecta

esos años y me de-

vuelven mucho.

He podido ver a

hombres llorar

y emocionarse

como niños.

Estamos clara-

mente ante unos

poemas mili-

tantes. Entendem-

os que crees que

aún es necesaria este tipo

de poesía: ¿Por qué? ¿Qué

papel crees que puede ju-

gar en el escenario actual

de la poesía?

Vivimos en una época

apolítica, aún así, la poesía

debe ser al pueblo, lo que

el arma a la revolución.

Es el papel que jugó des-

de 1931 hasta 1939. Y así

es como debería ser, po-

esía por y para el pueblo,

con sus palabras, con sus

necesidades, con sus prob-

lemas…

Sabrás que muchos con-

sideran “agotado” el tema

de la guerra civil, sin em-

bargo, no dejan de salir

autores jóvenes, que ni

siquiera vivieron el fran-

quismo y que se interesan

y rescatan ese tema: ¿A

qué crees que se debe?

Somos la primera gener-

ación que ha nacido en

“democracia”, en “libertad”

y podemos situarnos fuera

del siglo XX, podemos ver

la historia con unos ojos

diferentes, podemos verla

con la razón, aunque el

corazón marque el ritmo.

Además, queremos saber,

queremos conocer esas

historias, queremos recu-

perar la vida de nuestros

padres, de nuestros abue-

los. Dejar de aprender de

los silencios y para ello

tenemos que hablar de la

II República, de la Guerra

Civil y de la Dictadura que

apagó España durante tan-

tos años.

¿Qué poetas te han in-

spirado para realizar este

libro?

Tendría que hacer un gran

listado de poetas y de li-

bros y, aún así, acabaría

olvidando alguno. Son

pequeños caminos dentro

de un bosque y como no sé

cuál elegir, acabo quedán-

dome en el bosque. Por eso

en este libro se entremez-

cla la influencia de poetas

como Miguel Hernández,

Federico García Lorca,

Antonio Machado, Rafael

Alberti… y de libros como

“Romancero libertario” o

“Romancero de la Guerra

Civil Española”.

Page 50: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

48

Blanca UriarteNo puedo esconder mi propia lucha interna

para imponer el contenido a la forma

Blanca Uriarte publica su segundo libro con “Poesía Eres Tú” – después del éxito

de “De humo y nada” – bajo un título tan sugerente como “Deja que el silencio

hable”. Se trata de un poemario donde la poesía social se funde con la intimista,

transcritas ambas en un lenguaje desnudo y directo, fiel reflejo de las influencias

de su autora

El título del libro, “Deja

que el silencio hable” y el

primer poema son una

oda al silencio. Sin em-

bargo, en seguida cierto

ruido comienza a colarse

en tus poemas, por ejem-

plo, en el segundo po-

ema, sin ir más lejos, con

unos versos sobre los ma-

los tratos, casi es como si

quisieras resaltar por el

contraste ese silencio que

tanto cuesta lograr

No puedo engañar a na-

die. Es evidente que es un

libro de contrastes: de po-

emas etéreos y otros más

reales. No puedo esconder

mi propia lucha interna

para imponer el contenido

a la forma.

También es muy posi-

ble que, aunque no haya

habido ninguna intención

explícita, el libro vaya su-

tilmente encaminado en el

desarrollo de sus páginas a

resaltar esos contrastes.

Hemos hablado de un

poema sobre las mujeres

maltratadas, pero no es

el único de contenido so-

cial. Otros como “Puede”,

“Me declaro culpable”,

“La calle habla”, tienen

también una temática

muy social, con un im-

portante componente

de culpa, del poeta que

mira, pero lo hace desde

la placidez de su hogar.

¿Qué te lleva a escribir

esos poemas?

Como ya he dicho, es una

forma de ver la vida…

Son mis propias contra-

dicciones, mis miedos y

mis derrotas ante los ac-

onteceres del mundo… La

absoluta impotencia por

no ser capaz de lograr un

mundo mejor y, a veces,

por no ser capaz de in-

tentarlo siquiera (Tam-

bién aquí dando gracias,

porque estamos en el lado

de la suerte y me daría

vergüenza llorar mi propia

Page 51: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

49

imbecilidad). A veces uno

tiene que saber aceptar sus

vergüenzas.

Poemas como “El reloj

de arena”, “La tierra se

quiere bajar” o “En la

selva muerta”, añaden un

elemento de absurdidad

de la existencia, de vacui-

dad. ¿Qué lugar ocupa la

poesía en esa existencia

absurda que dibujas?

Agradezco cada momento

de la vida y soy optimista,

demasiado incluso, por

naturaleza. Aún así conoz-

co perfectamente mis pies

de barro, mis errores y mis

preguntas sin respuesta…

Mis sentimientos son pat-

rimonio de la humanidad,

sólo es cuestión de sensi-

bilidad, de ver más allá de

lo que se puede o interesa

ver.

La poesía es mi terapia

personal, un toque de sin-

ceridad conmigo misma

y con el mundo… sin que

eso quiera decir que la

vida sea oscura.

El último gran tema de

tu libro podríamos decir

que es el desamor: “Más

allá del hielo”, “Duele la

vida”, “A esa hora y ese

día”,… ¿es el desamor un

buen combustible para

sentarse a escribir?

Me reitero, son los sen-

timientos del mundo en la

noria absurda del momen-

to. Sólo es cuestión de ser

capaz de valorar el espe-

cial segundo que ya nunca

volverá; y plasmarlo, desde

la desnudez del alma, sin

disfraz.

Reconozco una atracción

fatal hacia las contradic-

ciones y las miserias del

mundo, que considero

además el mejor combus-

tible para la escritura.

En general, me cuesta

muchísimo más hablar

de mis momentos de feli-

cidad; ahí es donde sólo

me gusta dejar entrar a los

míos.

Hablando a nivel más

formal, has optado por

un lenguaje muy desnu-

do y unos poemas muy

centrados en un tema,

con pocas digresiones,

algunos como “Corazón

al aire” o “Tus suspiros”,

son casi epigramáticos.

¿A qué se debe esta apu-

esta? ¿Qué te lleva a este

tipo de lenguaje y de po-

esía?

Tengo muchos poemas

Page 52: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

50

cortos, aforismos, reflex-

iones… Me encantan por

la sencillez (diferente a la

simplicidad) y la intensi-

dad del mensaje.

Como ya di a conocer en

mi anterior entrevista, en

un primer momento fui

presa de un enamorami-

ento total hacia la poesía

de Gloria Fuertes por

esa misma intensidad de

mensaje que yo anhelo. Sé

que es la única vía posi-

ble para mi escritura, una

necesidad por encima de

cualquier otro principio…

Es mi único instrumento,

mi respiración, la boca de

mi sentir, una forma de

llorar y reír la vida desde

la compañía del mundo.

El poemario se cierra

con un poema que trata

un tema muy recurrente

en las generaciones ac-

tuales de poeta: el peso

de las responsabilidades

laborales, e incluso so-

ciales, y su mal encaje

con la poesía: ¿Cómo se

lleva la poeta Blanca con

la Blanca trabajadora?

Me llevo mal con la tra-

bajadora, porque me roba

horas y energía…Pero, es

posible que hasta en eso la

poesía sea una revelación,

porque supone una vál-

vula de escape y un sueño

integrado en la cotidianei-

dad, que me relaja y me

transforma (a pesar de que

mi vida sea absolutamente

prosaica).

Por último: cuéntanos

qué poetas y qué lecturas

te han influido a la hora

de escribir este libro

Teniendo en cuenta que

me gusta un lenguaje poco

barroco y desde luego

poco elitista, que se en-

tienda y que sea capaz de

comunicar; me gustan

sobre todo, todos los au-

tores que se mueven en esa

línea…

Page 53: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

51

Alberto Gómez Vaquero

Hay que dejarse toda la sangre, todo el sudor en cada

poema

“Manual sobre cosas irreparables” es el primer poemario de Alberto Gómez Vaquero,

que el año pasado se dio a conocer con la novela “Entre dioses y peones” (Amaniel,

2010). Se trata de un poemario que, pese a recoger la producción poética de más de

un lustro, es bastante uniforme en su temática, desarrollándose en torno al hilo con-

ductor del paso del tiempo y sus consecuencias.

El amor, la muerte, el tiempo, la decepción marcan este primer poemario escrito con

un lenguaje preciso y cargado de sensibilidad.

¿Cómo surgió este libro?

Pues es un libro muy poco

premeditado. Yo llevaba

escribiendo poesía mu-

chos años, pero sin in-

tención de publicar. Sin

embargo, poco a poco, en

parte porque comencé a

trabajar más de cerca con

Javier, mi editor, que es un

fanático de la poesía, y en

parte porque yo mismo

vi que había cierto mate-

rial que sí podía ser válido

para publicar, decidí dar

un paso hacia adelante y

sacarlos a la luz. Y he de

decir que a día de hoy, aún

no me he arrepentido (ríe)

¿Para ti cuál es el hilo

conductor o el núcleo

de todos estos poemas,

porque al final del li-

bro hablas del libro más

callejero, del libro más

sedentario,…?

Yo no me di cuenta de que

había un hilo conductor

hasta que comencé a hacer

las últimas correcciones

del manuscrito. Hasta en-

tonces me había limitado

a quitar aquellos poemas

que me parecía que no

estaban a la altura, a cor-

regir muchos otros y a ver

los poemas uno por uno,

porque al estar escritos a lo

largo de cinco o seis años

me parecía imposible – de

hecho ni me lo planteaba

– que tuvieran un nexo

común. Y sin embargo,

Page 54: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

52

bien porque a lo largo de

estos años ha existido ese

hilo conductor o bien, y

esto es lo más probable,

porque en el momento de

seleccionar los poemas

para el libro yo elegí aquel-

los que entroncaban con

cierta temática que podía-

mos llamar existencialista

y que era la que más me

atraía entonces, lo cierto

es que ha quedado un libro

más homogéneo de lo que

en principio cabría esper-

ar. Y ese hilo conductor,

ese nexo yo creo que es el

paso del tiempo y sus con-

secuencias, todo lo que de

irreparable, de ahí el título,

tiene aquello que tiene que

ver con lo ya sucedido, con

el pasado.

¿Cómo es tu labor como

escritor de poesía?

Porque imagino que la

narrativa exige otra dis-

ciplina distinta. ¿Con

qué frecuencia, durante

cuánto tiempo has estado

extrayendo estos poe-

mas? ¿Eres perfeccionista

o más de escribir prim-

eras impresiones?

Efectivamente, la nar-

rativa es una disciplina

completamente distinta.

La narrativa tiene mucho

de trabajo puro y duro

(documentación, creación

de una estructura, de unos

personajes,…) e incluso si

bien es cierto que requiere

cierta predisposición, cier-

ta inspiración, no es menos

cierto que si te sientas a es-

cribir uno de esos días en

los que crees que va a ser

incapaz de hacerlo, siem-

pre sacas algo de provecho

si eres tenaz, aunque sea

un borrador, o una idea

de cómo seguir avanzando

con la historia. Además,

con la narrativa siempre

tienes un baremo de efi-

ciencia para medir su cali-

dad. SI la historia es buena

y está bien contada, podrá

tratarse de una novela más

o menos artística, pero al

menos será presentable.

Sin embargo, con la poesía

ese criterio de eficiencia

no existe. Uno está sólo

con sus armas. Y lo mejor

que puede hacerse, creo,

(y aquí es cuando te digo

que yo soy de los que pre-

fieren revisar mil veces un

poema que fiarse de prim-

eras versiones) es dejarse

toda la sangre, todo el

sudor en cada poema. De

manera que si dos, cinco o

diez años después, porque

hemos leído a otros au-

tores y hemos aprendido

cosas nuevas o hemos

visto nuevos caminos,

aquello que hicimos ya no

nos satisface, tendremos,

al menos, el consuelo de

que cuando lo hicimos, lo

hicimos lo mejor que pu-

dimos y dejándonos la piel

en ello.

Lo que sí es cierto es que a

la hora de sentarse a escri-

bir por primera vez un po-

ema (independientemente

de que luego haya, como

digo, una segunda parte

de revisión que tenga tam-

bién mucho de trabajo en

el sentido más coloquial

del término) sí que se req-

uiere cierta predisposición

(que podríamos llamar

inspiración, estro o como

queramos) sin la cual no

conviene comenzar.

Precisamente ahora que

hablabas de autores que

hacen cambiar tu per-

spectiva de las cosas

¿Cuáles son tus influen-

cias poéticas? ¿De qué

autores te sientes más

cercano?

Los dos autores que me

hicieron acercarme a la

poesía fueron Lorca y Ner-

uda. Del primero destac-

aría “Poeta en Nueva York”

y “Divan del Tamarit”. Y

del segundo “Residen-

cia en la Tierra”. Aunque

yo no me siento cerca del

estilo de Neruda en ese

libro, que por otro lado

creo que es irrepetible.

Después, entre los autores

que más me han llegado (y

que supongo que por ello

más me han influido) es-

tán Jaime Gil de Biedma,

Antonio Machado, el Ra-

fael Alberti de “Sobre los

ángeles” (aunque tampoco

me siento muy cercano a

ese estilo), Félix Grande y

Francisca Aguirre, Vallejo,

Luis Cernuda (en especial

Page 55: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

53

“Donde habita el olvi-

do”), Ángel González, el

Gamoneda de “Blues cas-

tellano” y Leopoldo María

Panero, entre los princi-

pales. Y de otros países,

sobre todo, T.S. Eliot y

Ginsberg y después otros

autores como Auden,

Withman, Rimbaud y

Valery (aunque del estilo

de Valery tampoco puedo

decir que me sienta muy

cercano, lo que no quita

que su “Cementerio mari-

no” sea una maravilla)

Una de las cosas que más

me han llamado la aten-

ción de este libro es el

tratamiento que haces de

los espacios. El paisaje

rural aparece como un lu-

gar donde nada cambia,

como un hogar, mientras

que la ciudad aparece

más como una jungla,

como un lugar hostil. ¿Ha

sido algo deliberado?

En absoluto. Es otra de

esas cosas de las que me

di cuenta cuando ya el

libro estaba casi cer-

rado. Ocurre que yo

soy de un pueblo muy

pequeño y aunque lleve

casi diez años en Ma-

drid para mí el hogar,

las raíces, siempre es-

tarán en mi pueblo. Y

aunque estoy muy có-

modo en Madrid, cu-

ando uno viene de un

lugar pequeño, la ciu-

dad siempre le parece

un territorio coman-

che, uno de esos lugares

en los que el peligro puede

aparecer tras cualquier

esquina. Además, a nivel

más social, en un pueblo

todos somos un poco fa-

milia, mientras que en la

ciudad todos vivimos en el

anonimato más absoluto

y eso, que es muy bueno

en ciertas circunstancias,

produce también una gran

sensación de abandono en

otros momentos. Y creo

que esa sensación es la que

se ha dejado entrever en

los poemas.

Estos poemas, has dicho,

son un poco una selec-

ción de lo que has podido

escribir en muchos años,

pero cómo te planteas

ahora la escritura de po-

esía. Este es un libro muy

verdadero, con un grado

de intimidad bastante

profundo, pero a partir

de ahora ¿Hacia dónde

vas a ir?

Es difícil de decir. Yo no

suelo escribir al menos

que sienta la necesidad de

escribir, bien porque tengo

algo que “vomitar” sobre el

papel, bien porque hay al-

guna obsesión rondándo-

me y creo que poniéndola

negro sobre blanco voy a

ser capaz de darle forma

e incluso de sacármela de

encima. Pero, por supues-

to, no todo lo que escribes

vale. De hecho, el noventa

por ciento de lo que es-

cribes no vale. O al menos,

es así en mi caso.

Te puedo decir que lo

que tengo escrito hasta

ahora es una poesía más

volcada hacia fuera, ha-

cia el mundo y hacia la

sociedad, no tan íntima.

Por otro lado, tengo pen-

diente desde hace mucho

(pero soy incapaz de dar

con el tono adecuado y

he tenido que empezar ya

muchas veces) escribir un

pequeño poemario sobre

ciertas ideas acerca de la

naturaleza del hombre (un

poco en la línea de lo que

fue mi primera novela,

pero navegando por otras

aguas), aunque, como

digo, aún no he dado con

el tono y las palabras adec-

uadas. En todo caso, tengo

la sensación de que salga

lo que salga, será más con-

ceptual aún que este libro.

Page 56: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

54

Carlos HerreraLa poesía nos permite acceder a una vivencia de la libertad que en la

cotidianeidad no podemos experimentar

1- El libro comienza

“Todo olvido es un

comienzo” y, en general,

toda esa primera parte

del libro es una reflexión

sobre el olvido, la memo-

ria y el paso del tiempo, en

la que pareces presentar

estos conceptos(olvido-

memoria) como falsa-

mente absolutos, como

llenos de relatividad y

también de variables.

Me gustaría señalar, antes

que nada, que este libro da

expresión a una serie de

cuestionamientos y preo-

cupaciones que provienen

de la actividad intelectual

a la que me dedico princi-

palmente junto a la litera-

tura: la filosofía. Cuando

hablo del olvido trato

de distinguir dos esferas

distintas. Por un lado, se

habla, como bien indicas,

de la relatividad de varias

vivencias humanas (no

tanto nociones) como la

memoria y el olvido. En

esta esfera no puede haber

ni un olvido ni una memo-

ria absolutas, porque la ex-

periencia humana es nec-

esariamente limitada. Por

otro lado, sin embargo, se

maneja la idea del olvido

como una experiencia que

trasciende las fronteras

propiamente humanas.

Aquí el olvido es el nom-

bre de todo un principio

que rige los movimientos

de la naturaleza y la exist-

El mexicano Carlos Herrera presenta “Vislumbres de un sueño”, un libro cargado de

imágenes que recoge alguna de sus principales reflexiones como filósofo.

Page 57: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

55

encia en general. Este olvi-

do sí es absoluto, porque

es el nombre de un mov-

imiento general carente

de finalidad y de sentido,

al que los seres humanos

tienen que traducir según

su propia experiencia o de

otra manera no podrían ni

comprenderlo ni vivirlo.

Esto último es el origen de

la memoria. Los humanos

requerimos de la memo-

ria para conservar los

momentos trascendentes

de nuestra vida, tanto los

positivos como los nega-

tivos, y para darle una con-

tinuidad a nuestros actos.

En este sentido hablo de la

memoria como una espe-

cie de “olvido del olvido”,

porque ella es una neg-

ación (en cierta medida,

inútil) de ese olvido abso-

luto del que hablaba más

arriba. Finalmente diré

que ambas experiencias,

la memoria y el olvido, re-

sultan para mí fascinantes

ya que me parece que en

su entrelazamiento se es-

conden varios de los mis-

terios de la vida.

2- Otra de las reflexiones

de esos primeros poemas

es la que presenta al hom-

bre como un ser que se

siente “agusto en medio

de fronteras”, que vive en

el seno de lo libre, pero

ama las cadenas. ¿Hasta

qué punto considera que

esto es así? ¿Tanto nos

gusta encerrarnos violen-

tamente?

En este punto tendría que

aclarar que aquí no estoy

hablando de una libertad

ni política ni social. Con

respecto a esta cuestión

me manifiesto abierta-

mente por una creciente

libertad en todos los sen-

tidos y por la defensa de

los derechos históricos de

los individuos ylos pueb-

los, conseguidos tras ar-

duas luchas. Aborrezco,

pues, las cadenas y los

regímenes políticos que

intentan limitar la vida de

las mujeres y los hombres.

Lo que intento hacer en

este poema (Vislumbres

de un sueño) es darle voz

a una reflexión sobre los

alcances y los límites de

nuestra libertad y de nues-

tra experiencia en general.

No se trata, pues, de decir

que a los seres humanos

les gusta vivir sometidos

bajo un sistema opresor

y violento, sino que no

podemos entregarnos a

todas nuestras posibili-

dades porque nuestra vida

está conformada por lazos

con los que nos compro-

metemos y no podemos

abandonar de manera sen-

cilla. Toda ruptura implica

para nosotros un dolor,

a diferencia de las varia-

ciones constantes de la

naturaleza, del mundo y

del universo, los cuales no

tienen “un motivo que los

convoque a llorar”. Nues-

tros compromisos amisto-

sos, amorosos, familiares,

sociales, etc., nos limitan,

pero preferimos atarnos a

ellos porque son ellos los

que dan sentido a nuestras

vidas. Utilizo la imagen

de las “cadenas”, que en

verdad es un poco fuerte,

para hacer más patente la

diferencia entre nuestra

experiencia y la del mundo

y la naturaleza en general.

La poesía nos permite ac-

ceder a una vivencia de la

libertad que en la cotidi-

aneidad no podemos ex-

perimentar. Octavio Paz

nombró a su obra poé-

tica central Libertad bajo

palabra, justo porque la

poesía es un acto de liber-

tad que rompe los límites

en los que se desarrolla

nuestra vida y nos permite

trascender a otro ámbito

donde todo es posible y

pensable.

3- Los poemas que com-

ponen esta primera parte

del libro, llamada “Hacia

el final”, y que son uno

de los pilares del libro,

muestran un tono ex-

istencialista muy pesi-

mista, descreído (“somos

un sueño que habrá de

perecer”) ¿Qué papel jue-

ga la poesía en esa exist-

encia?

Si soy sincero, no había

notado hasta este momen-

to que el libro transmitiera

Page 58: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

56

una sensación pesimista.

En términos personales

me considero una persona

si bien no optimista (lo

cual, a decir verdad, me

parece un poco vulgar),

por lo menos que disfruta

mucho de la vida y de las

posibilidades que ella of-

rece. Me parece, más bien,

que el tono “pesimista”

que señalas proviene de

otra parte, a saber, de un

intento reiterado de crítica

a distintos momentos de la

vida y, también, de nues-

tra historia, en los cuales

preferimos limitarnos, en-

cerrarnos, en vez de gozar

a plenitud nuestras viven-

cias.

Ahora bien, el poema que

se llama “Hacia el final” y

que da título a la primera

sección del poemario, es

un pequeño (muy peque-

ño, en verdad) esbozo de

evaluación negativa de la

historia de nuestra civi-

lización, la civilización

occidental, y de nuestra

posición actual dentro de

ella. No se trata aquí sola-

mente de una actitud ex-

istencial ante la vida, sino

de un reconocimiento de

nuestra situación históri-

ca. Lo que se dice es que

nos encaminamos hacia el

final de una época carac-

terizada por la frustración

constante de nuestros sue-

ños y anhelos, por la im-

posición violenta (esa sí

violenta) de ciertas formas

de vida sobre otras (rasgo

típico de cultura occiden-

tal predominante), pero

que nosotros no seremos

los que inauguraremos

ese “nuevo tiempo”, sino

que sólo lo “vislumbrare-

mos” y lo anunciaremos.

Por eso, “somos un sueño

que habrá de perecer” y

que sin lograr ver el “alba”,

solamente la podremos

anunciar.

4- Todo ese primer libro

incide en la idea de la

vida como sueño apenas

vislumbrado (título del

libro) ¿De dónde procede

esa idea, de dónde nace?

El comentario que haces

es atinado: el sueño al

que se hace referencia es

el sueño de la vida. En

este punto no soy nada

original. La literatura en

español ha insistido de

distintas maneras en este

tema, desde Calderón de

la Barca (La vida es sueño)

hasta Borges (Las ruinas

circulares, por ejemplo).

Lo interesante para mí en

este caso era pensar lo que

se podía intuir a partir de

este sueño, es decir, lo que

este sueño deja translucir

más allá de lo que en un

comienzo aparenta. La

palabra “vislumbre” revela

esta intención.

Lo que más me atrae de la

palabra “vislumbre” es su

ambigüedad. Por un lado

significa un resplandor

tenue, un reflejo de luz.

Por el otro, un indicio o

sospecha. Con su tenue

resplandor el sueño de la

vida no sólo da noticia de

ella, sino que deja adivinar

algo que está más allá, algo

que la trasciende. La ex-

ploración de esa trascend-

encia apenas vislumbrada,

nunca clara ni cierta, es

el motivo central del po-

emario.

Ahora bien, ¿cuál es el

origen del poema que

da nombre al libro? Para

mí un poema largo o de

mayor extensión al poema

“normal” es el resultado de

un largo proceso de ma-

duración de ideas y sensa-

ciones, nunca el mero pro-

ducto de una inspiración

(aunque ésta no está ex-

cluida). En el caso partic-

ular de “Vislumbres de un

sueño” la idea provino del

trabajo filosófico al que me

dedico. En la tesis de doct-

orado que estoy escribien-

do el tema central es el de

la libertad, en especial en

la interpretación de Mar-

tin Heidegger y su crítica

a la civilización occiden-

tal. En mi recuperación

y crítica a dicho filósofo

se anudan sobre todo tres

conceptos: el de la liber-

tad, el de la donación y el

del olvido. Esos tres con-

ceptos aparecen una y otra

vez en el libro, sólo que ya

no como simples concep-

tos, sino como vivencias y

experiencias.

Page 59: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

57

5- La segunda parte,

“Herencias”, son tres lar-

gos homenajes, dos de

ellos centrados en mi-

tos griegos, ¿Crees que

siguen siendo válidos

esos mitos hoy en día?

(“que a la vez que sino

suyo es nuestro espejo”).

Los mitos griegos, al igual

que los mitos y las leyendes

de otras culturas y civiliza-

ciones, en tanto productos

fantásticos y geniales de

la imaginación humana,

son y seguirán siendo va-

lidos en todas la épocas,

mientras siga existiendo

la literatura. Lo único que

varía a lo largo del tiempo

es la forma en la que son

abordados e interpretados.

Una es la forma, por ejem-

plo, en la que el modern-

ismo retomó la mitología

clásica, idealizándola y

llevándola, en

ocasiones, a

un extremo de

“cursilería”, y

otra es la forma

en la que hoy

en día se puede

reflexionar so-

bre ellos.

En este pun-

to tengo que

manifestar una

cierta difer-

encia con lo

que afirmas.

No se trata en

el caso de esta

sección del li-

bro de “hom-

enajes” a héroes y person-

ajes mitológicos, sino al

contrario de una crítica a

lo que dichos personajes

significaron y significan

en varios ámbitos de nues-

tra cultura. El caso más

radical es el que aborda

el poema sobre Heracles

(el Hércules griego). Allí

se describe post factum

el famoso pasaje donde

Heracles, en un arrebato

de locura, asesina a su fa-

milia, acto que, posterior-

mente, según la tradición,

será el motivo que llevará

al héroe a realizar sus doce

trabajos, como forma de

expiación. Lo que trato de

hacer en ese poema, que

en verdad forma parte de

un proyecto más ambici-

oso a realizar en el futuro,

es conectar el horror de

dicho asesinato con el hor-

ror de la “labor civilizato-

ria” que consiste en som-

eter a los otros pueblos y

culturas que se consideran

sumergidos en un “mundo

natural” y que son vistos

como lo monstruoso. Por

otro lado, la imitación

que hago de un famoso

poema de Rubén Darío

(Salutación del optimista)

y que se centra en la ala-

banza a la cultura romana

y a su vinculación con la

cultura española (“Ínclitas

razas ubérrimas, sangre de

Hispania fecunda”), tiene

también este propósito

crítico e irónico. Todo lo

que se le aparece a Rubén

Darío como digno de

elogio, aparece en mi po-

ema (llamado a propósito

Lamentación pesimista)

como fuente de terror y

decepción. Por cierto, aquí

aparece explícitamente el

tema del pesimismo, pero

se trata, como acabo de

explicar, más de un crítica

a nuestra civilización que

de la mera expresión de

una frustración personal.

Finalmente, sólo señalo

que el nombre de esta sec-

ción, “Herencias”, hacer

referencia a lo que recibi-

mos del pasado de nues-

tra cultura, o de nuestras

culturas, si se quiere, y

que tiene que pasar por la

criba de la labor crítica y

literaria.

Page 60: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

58

José Vidal ValicourtEl sueño de Blanchot fue el de lograr una escritura colectiva

y anónima, sin los lujos de los nombres propios

Blanchot fue un escritor y pensador que en palabras de José Vidal Valicourt, autor

del ensayo “Blanchot-Espacio del desastre” (Rilke, 2011), “Vivía y escribía al margen”.

Un escritor que hizo del no-saber y de la escritura errante un modo de vida. Habla-

mos con José Vidal sobre este fascinante y desconocido autor.

1- ¿Qué te llevó a inte-

resarte por un personaje

como Blanchot? ¿Qué te

atrajo de él?

Como personaje, su ob-

sesión por dejar que sea

la propia escritura la pro-

tagonista y no el autor. Su

discreción radical y su ha-

bilidad en activar las para-

dojas. Supo gestionar su

ausencia. Debo reconocer

que, al principio, el per-

sonaje me resultó casi in-

inteligible. Fue, precisa-

mente, esa dificultad en

acceder a su mundo lo que

supuso un acicate, un de-

safío. Siempre el atractivo

de lo difícil. El reto de lo

apenas transitado. A la

postre, suele ser siempre

el camino más fascinante.

A pesar de su distancia y

apartamiento, influyó de

manera decisiva en mu-

chos escritores y filósofos.

Véase Derrida, Foucault,

Deleuze, etc. Me atrajo,

sobre todo, su visión nó-

mada y desarraigada de la

escritura a la que encaró

con el mismo temple de

un filósofo. No hay que

ovidar que Blanchot está

en el umbral entre filosofía

y literatura. Muy filosófico

para los literatos y, por el

contrario, muy literario

para los filósofos. El con-

Page 61: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

59

cepto de umbral es funda-

mental en Blanchot, lugar

de paso, frontera invisible.

2- Estamos ante un

filósofo que afirma que

el arte no conduce a nin-

guna verdad del ser, sino

al error del ser. Se trata

de una postura que años

después de Blanchot

sigue siendo marginal,

porque en el arte prima el

positivismo ( y en la vida

el utilitarismo), la certeza

de que el arte lleva al con-

ocimiento ¿Cómo sobre-

vive y como se convive

con esa postura en un

mundo, como decíamos,

marcado por el utilita-

rismo?

Blanchot reivindica el

no-saber como apertura,

como posibilidad de en-

cuentro fructífero. El sa-

bio es el hombre completo

y, por tanto, cerrado. No

deja resquicios para la sor-

presa. De ahí que el con-

cepto de error sea básico.

Error como equivalente

a errar. Movimiento de la

escritura que no quiere

detenerse en el libro. Si

hay verdad ésta está en la

intemperie, la vida al raso.

En un mundo que busca

certezas inamovibles, más

que nada para evitar el vé-

rtigo y la incertidumbre,

mantener el tipo en esta

propuesta radicalmente

reacia al sedentarismo del

pensamiento y de la ex-

istencia supone todo un

desafío y, por qué no ad-

mitirlo, un peligro: el de

quedarse fuera de juego.

El concepto de margen

también transita en la es-

critura blanchotiana. Vi-

vir al margen, escribir en

el margen de los libros, allí

donde nadie espera que

haya escritura. De acu-

erdo, no sirve para nada,

pero tampoco sirve a na-

die. Por tanto, no es servil,

sino desesperadamente li-

bre.

3- El componente

filosófico y de teoría lit-

eraria de Blanchot tiene

también unas claras im-

plicaciones sociales. Tú

mismo dices en el libro

que frente a autores como

Heidegger, que prestigia

una voluntad sedentaria

y por lo tanto excluyente,

u otros que establecen

una realidad basada en

las relaciones de poder,

Blanchot es un autor que

al no creer en la verdad

con mayúsculas, deja

muy abierta la puerta a

Page 62: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

60

las verdades y razones

de los otros. Al contrario

que en el caso anterior,

esta vertiente social sí es

más actual, incluso sería

bueno que lo fuera más.

Se trata de facilitar el habla

plural, la que no funciona

mediante relaciones de

poder. Esto es problemáti-

co, pues es difícil manten-

erse al margen del poder y

de una cierta violencia en

el habla. Aun así, el esfuer-

zo de Blanchot en privile-

giar ese habla plural, abi-

erta y no sujeta a unidad

totalizante, merece todo

nuestro reconocimiento y

apoyo. No creo que exista

una vertiente premeditad-

amente social en Blanchot,

pero sí que es verdad lo

siguiente: puede aplicarse

al ámbito social, sin duda.

No olvidemos que el sueño

de Blanchot –sueño que

casi pone en práctica- fue

el de lograr una escritura

colectiva y anónima, sin

los lujos de los nombres

propios. Una escritura

que no cumpliese con el

imperativo de la propie-

dad privada. En definitiva,

que el concepto de autor/

autoridad no opere como

patrón predominante.

Que sea la propia escritura

la protagonista.

4- También se aprecia esa

ética de Blanchot en su

concepto de “amistad”,

que no es sino ese lugar

de encuentro que supone

que todos seamos seres

abocados al desamparo

absoluto, abandonados

por los dioses y las cat-

egorías absolutas. Parece

como si Blanchot quisi-

era decirnos que cuanto

menos sepamos – o cu-

anto más aceptemos que

sabemos poco – más soli-

darios, abiertos y empáti-

cos seremos con los otros.

Sí, otra vez el margen.

Que puede ser de manio-

bra y de error. La amistad

es un concepto que Blan-

chot mantiene en todo lo

alto. Pensamos gracias a

los amigos, esa relación

sin posesión, que deja li-

bre al amigo. La amistad

no se fundamenta, según

Blanchot, en la presencia.

La distancia es, precisa-

mente, eso que permite

el encuentro y el respeto.

Mantener la distancia

también significa man-

tener la posibilidad del

encuentro. Blanchot man-

tiene la amistad mediante

la escritura, escribiendo a

sus amigos y no necesari-

amente viéndolos. Una

ausencia presente, y valga

la paradoja. Siempre hay

una zona desconocida y

hay que preservarla.

5- En literatura, ese

pensamiento nos lleva a

escritores que deben es-

cribir con libertad abso-

luta, sin querer crear un

discurso totalizador y

sin someterse al espacio

reductor de la obra ni a

la manera tradicional de

usar el tiempo. Y como

ejemplo tenemos a Sade.

¿Ha habido algún otro au-

tor que se haya adaptado

a su manera de entender

la literatura, alguien con

quien crees que Blanchot

pudiera sentir cierta afi-

nidad literaria?

Hay muchos, pero destac-

aría a Kafka, esa obsesión

por la escritura. Escribir o

morir, ese rechazo a con-

traer matrimonio por mie-

do a sacrificar la tarea de

escribir. La escritura por

encima de todo, incluso de

las relaciones personales.

Postura, sin duda, radical

e intransigente, pero que

proclama sobre todo las

ansias de libertad, de dis-

poner de todo el tiempo

del mundo para entregarse

a la única pasión: la escrit-

ura.

6- ¿Crees que esas ideas

literarias tienen cabida

en el actual panorama

editorial español?

Habrá alguno por ahí es-

condido, pero lo que pri-

ma es el personalismo, el

autor como figura, inclu-

so vedette. Sin embargo,

sabemos que hay miles de

escritores que escriben en

las catacumbas. Eso sigue

siendo escritura. Uno

Page 63: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

61

entiende y acepta que la

mayoría de las editoriales

se echen atrás a la hora de

editar libros de esas cara-

cterísticas. Sin embargo,

existen editoriales más

valientes, que están dispu-

estas a correr ciertos ries-

gos. Son editoriales muy

necesarias, ya que sin ellas

esas voces quedarían sep-

ultadas.

7- Tú mismo te has lan-

zado al final del libro con

un relato basado en sus

ideas: ¿Querías explicar

mejor en qué consisten

o sólo demostrar que es

posible escribir de otra

manera?

La escritura asume mu-

chos géneros, y uno de

ellos es el del ensayo, que

no tiene por qué ceñirse a

un cuerpo estrictamente

teórico sino que puede

aceptar distintas voces o

géneros: poema, relato,

aforismo, acotación cin-

ematográfica, etc. El en-

sayo es un banco de prue-

bas, un ámbito en el que

estamos obligados a verter

todo lo que sabemos y todo

lo que no sabemos, todas

nuestras perplejidades e

hipótesis, por muy desca-

belladas que éstas sean. Es

decir, estamos obligados a

errar y a caer en el error.

El relato final no es tanto

un texto que se base en

las ideas de Blanchot –eso

sería casi imposible- sino

en una especie de aire, de

atmósfera. El propio Blan-

chot, en sus últimos libros,

llegó a concebir un texto

en el que el personaje es el

propio lenguaje, el propio

pensamiento en acción.

Dividir el libro en dos

partes, teoría y práctica,

no deja de ser un gesto

irónico, no sé si eficaz,

una forma de desmitificar

los libros canónicos. En

cualquier caso, se trata de

un libro que no deja de ser

un acercamiento más al

pensamiento de Blanchot

y una forma de confesar

la influencia que el escri-

tor francés ha ejercido en

mi modo de pensar y de

escribir.

Entrar en el espacio literario que nos pro-

pone Blanchot es poner en práctica una escritura

nómada y un modo de pensar sin arraigo. La es-

critura y el pensamiento hacen de la intemperie

una morada. Nadie sabe dónde vive Blanchot.

Pocos han visto su rostro. Dicen que ha logrado

hablar como escribe. A vivir como escribe. Una

escritura que se encuentra fuera de campo, que

seguirá su curso más allá del texto, en las afueras

del libro. Escritura híbrida y promiscua que vive

en el desastre. O lo que es lo mismo: en el desastre,

que es ausencia de astro, de guía, de Dios. Por tanto, huérfana y, en consecuencia,

extremádamante libre. Escritura de hotel vacío y de margen. Cuando la teoría se nos

hace insuficiente y se hace necesario hablar poéticamente.

Page 64: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

62

David Fernández Rivera

Nadie se empeña en entender una flor o un pedazo de hierba, por

eso no entiendo demasiado por qué tratan de entender mis poemas

cuando tratan de ser lo mismo

1- ¿Cuál era tu propósi-

to al escribir “Sáhara”?

En mi caso al menos,

hablar de propósitos en

un libro concreto sería

una pregunta muy difícil

de contestar. Soy un po-

eta reivindicativo, muchas

veces temático, algunas

veces lírico, pero del mis-

mo modo que no elijo qué

y cuándo voy a escribir,

creo que me costaría mu-

cho definir con exactitud

un propósito para cada

uno de los ejemplares.

Lo que sí está claro es que

“Sahara” no deja de ser un

paso más en mi camino

dentro de la poesía, y no

podemos obviar que siem-

pre está la meta de poder

aguantar un poco más, es

decir, entregar un libro

más a esta sociedad que

prescinde de la poesía en

prácticamente todos sus

cometidos.

Así que a lo mejor, que no

lo sé, el propósito último

de este libro sea subjetiva-

mente seguir vivo, y el ver-

dadero, pues el que cada

lector quiera darle en el

momento que quiera bus-

car en él tanto o más de lo

que yo he hecho mientras

lo escribía.

2- ¿Cómo crees que

encaja este libro dentro

de tu trayectoria como

poeta? ¿Cuánto tiene de

continuidad y cuánto de

ruptura con lo que habías

hecho hasta ahora?

Pues encaja en lo que yo

definiría como una seg-

unda fase, rozando ya con

la tercera de mi poesía, to-

mando el comienzo como

David Fernández Rivera (Vigo, 1986), cumple con “Sáhara” su séptima entrega poé-

tica. Se trata de un poemario que el mismo autor reconoce alejado de la razón. Char-

lamos con él sobre el libro y sobre sus muchas ocupaciones.

Page 65: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

63

punto de partida. En un

primer momento fui un

poeta muy lírico e incluso

intimista, posteriormente

me hice extremadamente

social y temático, pero

quizás en “Sahara” me he

dado cuenta de que no

tengo que buscar delib-

eradamente la crítica o el

pretender cultivar en las

personas, sería egoísta o

vanidoso el pensar que

tengo algún tipo de verdad

para cambiar en los demás,

así que en este libro creo,

que si bien no lo he mani-

festado totalmente, sí me

ha acercado a un concepto

de poesía en el que me ale-

jo de mí mismo e incluso

de mis problemas para

prescindir prácticamente

de toda la subjetividad de

la razón. Y así, escribiré en

un lenguaje mucho más

puro para mí, y como mi

personalidad es crítica y

ha aprendido a indignarse

como motor para seguir

viviendo, intrínsecamente

la poesía conseguirá trans-

mitir todo esto junto a

otras muchas cosas que

seguramente desconozco.

Quizás “Sahara” todavía

se encuentre muy verde en

esto que vengo de comen-

tarte, pero sólo el hecho de

que me haya trasladado a

este punto, ya es algo que

merece la pena.

Y con relación a la con-

tinuidad, pues toda. No

creo en las rupturas, a

fin de cuentas, en ellas

siempre se encuentra el

sustrato de tu verdad-

era personalidad, pueden

cambiar muchas cosas,

pero siempre hay algo que

te da una identidad propia

e inquebrantable. Esta pu-

ede evolucionar o no, pero

nunca romperse.

3- En “Sáhara” vemos

una clara apuesta por el

lenguaje. Tú mismo hab-

las de “liberar las palabras

de su intención”. Sin em-

bargo, toda tu trayectoria

has dejado claro que tu

intención era comunicar,

lograr la comunicación

total (como tú mismo lo

definiste). ¿No temes que

ese uso del lenguaje apar-

tado de su significación y

su uso habitual dificulte,

precisamente, la comuni-

cación?

Creo que debemos der-

ribar de una vez ese mito

extremadamente social de

que el lenguaje hermético

y oscuro dificulte la com-

prensión del poema. Es

más, no creo que sea prob-

lema del poeta el que una

persona trate de acercarse

a sus textos desde una

perspectiva reduccioni-

sta y lógico matemática.

En muchos de mis po-

emas, ese invento humano

para intentar comprender

nuestra propia visión del

mundo y que muchos lla-

man razón, no existe.

El ser humano a la vez que

crece, se va rodeando de

inhibidores o candados

que lo hacen ser inmune

hacia todo lo que en su día

lo hizo libre y que ahora

ve de un modo un tanto

extraño o extravagante, y

ya me estoy poniendo en

la perspectiva que tendría

sobre nosotros cualquier

otra entidad natural. Y así,

el amor, la belleza o la lib-

ertad están excesivamente

manipulados, quizás por

ello muchos traten de en-

tenderlo desde una razón,

que ya científicamente

se está demostrando que

tiene unas aplicaciones

muy útiles, pero también

excesivamente reduci-

das…

Es más, he probado este

tipo de poemas con niños

e incluso con personas en

estado límite, y siempre,

no sólo han aprendido de

modo innato a adentrarse

en los poemas, sino que

a su vez me hicieron las

preguntas más inteligentes

que recuerdo.

Nadie se empeña en en-

tender una flor o un ped-

azo de hierba, por eso no

entiendo demasiado por

qué tratan de entender mis

poemas cuando tratan de

ser lo mismo, es más, creo

que denuncian y sufren del

mismo modo. Pues las flo-

res son pisoteadas, arran-

cadas e incluso utilizadas

como elementos de deco-

ración… Creo que con la

Page 66: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

64

poesía, al menos con la de

mi caudal, se hace más de

lo mismo.

4- Sabemos de ti que

eres también actor y di-

rector y que también to-

cas la guitarra, pero que

sobre todo te consideras

poeta: ¿Qué te aporta la

poesía que no te aporten

otras artes?

Creo que aquí lo mejor

sería decir la verdad más

absoluta, y es que yo soy

un poeta que ha preten-

dido transmitir su poesía

a través de otros soportes,

por ello no creo que haya

llegado a experimentar de

modo aislado la influencia

filtrada de otros canales de

creación.

Ahora bien, lo que sí pu-

edo decirte, es que no he

encontrado un modo de

comunicación tan miste-

rioso, y a la vez tan puro

como el que se genera en-

tre un lector ávido y ac-

tivo y un buen poema. Al

menos yo no creo que lo

haya conseguido con mi

música o en las represen-

taciones teatrales. Eso sí,

considero que con “Hip-

nosis”, mi último texto

teatral, sí he conseguido

expandir la magia de una

representación de teatro a

través de la lectura, y en

ese momento es cuando la

libero de todas las barreras

físicas de los teatros o de

la diversidad de espacios.

Eso sí, y como es lógico,

me he aprovechado de un

camino bidireccional en-

tre lector y papel que ya

conocía demasiado bien

gracias a la poesía.

5- Finalmente ¿Cuáles

han sido tus influencias

poéticas a los largos de

estos años? ¿Qué lecturas

te han marcado?

Más que influencias de-

liberadamente poéticas,

yo creo que he tenido

influencias humanas, es

decir, en algún momento,

y quizás sin quererlo, mi

poesía llegó a convertirse

en una forma de fotogra-

fiar la realidad de las per-

sonas, animales y plantas,

y quién sabe si de aquello

que también está presente

y no podemos ver.

Por ello no siempre me

agrada lo que escribo, ver-

daderamente casi nunca.

Del mismo modo que

una flor puede describir

el agónico alrededor que

la circunda mientras yace

postrada en un boulevar

de la ciudad, yo no puedo

dejar de describir aquello

que literalmente me mata

y que a fin de cuentas no

deja de ser un testimonio

más que puede aportar o

no. Eso sí, considero que

la poesía, al menos la que

yo escribo junto a otros

muchos autores, debería

convertirse en el comple-

mento más perfecto de los

manuales de historia. Sin

lugar a dudas, lo que hac-

emos es ser historiadores

de nuestro tiempo, aunque

aquello que describamos

haya pasado al olvido para

muchos de los que lo viven

a diario.

Y si quieres que te men-

cione algún poeta, pues

creo que el que más me

ha influido, y quizás yo

también en él, sea el autor

valenciano Ángel Padilla,

muy conocido en algu-

nos círculos, pero lógica-

mente, y como todo genio

de la poesía (parece que

no aprendemos), maltrat-

ado hasta el extremo por

aquellas instituciones que

se llaman oficiales.

Puede que actualmente ni

siquiera pueda convivir

de un modo natural con

el legado distorsionado y

mercantilista que nos ro-

dea, puede que muchas

veces, y a causa de esto, mi

cuerpo diga basta y tenga

que cancelar funciones,

pero nunca he prescin-

dido ni puedo hacerlo de

la necesidad de conversar

con alguien que no sólo

me entiende, sino que

busca llegar más lejos con

todo lo que escribimos a

diario.

Page 67: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

65

Angelina Jiménez

Para escribir poesía hay que ser humilde

Angelina Jiménez, maestra jubilada, se estrena como poeta con un libro titulado “Pu-

erta entreabierta”, donde los poemas íntimos se expresan en versos clásicos y llenos

de sentimiento.

1- Llevas escribiendo

muchos años, sin embar-

go, este es tu primer libro

publicado ¿Cómo y por

qué te animaste a dar el

paso?

Voy a ratificarle que sí, es

cierto que llevo escribi-

endo toda la vida y mi en-

torno fue motivador para

llevarlo a efecto. Mi madre

con una intuición fuera

de lo común, me dejó una

habitación sin muebles

para mí y todos los ami-

gos. Adaptábamos chistes,

historietas y las represen-

tábamos, yo era la encar-

gada de los guiones.

En mi escuela de prima-

ria Doña María Rosa nos

enseñó a redactar de una

forma lúdica, además

nos narraba capítulos del

Quijote y nos hizo amar

a nuestro singular per-

sonaje desde niños. Pasé

a mis otros profesores, D.

José Yagüe y Doña Isabel

Sánchez a estudiar bachil-

ler y magisterio y dispuse

de su biblioteca particular

y allí leí tanto que parecía

que le estaba haciendo la

competencia al Caballero

de la Triste Figura. El he-

cho de que en casa yo lle-

vara la correspondencia,

me hizo sin darme cuen-

ta, aficionarme al género

epistolar.

Con el paso de niña a

mujer volcaba mis expe-

riencias y descubrimien-

tos de esta tormentosa

edad en un diario que mi

madre localizó y lo leía

paso a paso. Cuando lo

supe, tuve un sentimiento

de rebeldía, lo rompí en

mil trocitos y desde aquel

día todo lo que escribía

no tardaba en pasar por la

guillotina de mis manos y

lo destruía. Creo que este

hecho me marcó, pues

hasta los ejercicios de mé-

trica y versificación, tras

ser corregidos los rompía.

Seguí escribiendo , pero

Page 68: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

66

no llegué a conservar nada

hasta ya entrada la vein-

tena.

Me presenté a un concurso

de cuentos en Madrid, no

recuerdo el nombre, y cu-

ando leí el que obtuvo el

primer premio, quedé de-

fraudada; carecía de im-

aginación. Esa experiencia

hizo que me encerrase más

en mí misma.

Ya mayor, en la Asociación

de Amas de Casa de Ali-

cante, concursé, tampoco

gané, pero quedé con-

forme pues otorgaron el

primer premio a un mag-

nífico cuento. Tomé confi-

anza y en 1999, obtuve en

Elche el segundo premio

de A.C.O.T.E, y más tarde

un accésit en las Aulas de

Cultura de Tercera Edad

de Alicante. Todas estas

experiencias pudiéramos

llamarlas como el germen

de mis poemas, el germen

de mi publicación, pues en

esta época escribí como

una posesa.

Era muy intimista y lo sigo

siendo, siento algo de zo-

zobra cuando sé que ami-

gos míos están leyendo mi

obra. Voy tras estos retazos

de mi vida a responder al

¿Cómo?

Envié a D. Alfredo Ar-

rebola (catedrático jubi-

lado y flamencólogo que

impartió clases de latín y

griego) un cuento navide-

ño inventado por mí como

felicitación en las fiestas;

en verdad que siempre he

recibido críticas muy bue-

nas de todos los amigos a

quienes se los envío, pero

fue dicho señor el que me

aseveró que era un cuento

que se podía comparar a

los de muchos escritores

del s. XIX y me dijo que

me ayudaría a publicarlo.

En éstas, Ana María Oli-

vares, me pidió poemas

para la Antología Poética

“Poetas en Jumilla”, natu-

ralmente accedí y el tres de

febrero cuando se presentó

en Madrid este poemario,

con la crítica tan favorable

de D. Alfredo, entregué

algo tímida pero con una

seguridad interior muy

fuerte algunos poemas

míos a D. Javier Pérez-

Ayala y Ana María me lla-

mó por teléfono para que

prepara un buen lote pues

me dijo que le gustaron

mucho y los iba a publi-

car. Y así sucedió, pues el

14 de Mayo vio la luz mi

entrañable Puerta Entrea-

bierta. Surtieron efecto las

palabras de D. Alfredo Ar-

rebola.

¿El por qué? Porque me

crecieron alas para por fin

descubrir el lirismo de mi

interior, y me puse en ma-

nos de D. Javier Pérez-Aya-

la, y aunque la docencia es

mi primera vocación, es-

taba gozando con el sueño

de mi futura publicación;

veía factible esa realidad

y ha sido así, mis polvori-

entos poemas han desper-

tado y mi nueva andadura

la estoy disfrutando como

cualquier jovencillo que

lucha por abrirse camino

en este mismo terreno. Es-

toy viviendo el refrán que

dice: “Nunca es tarde si la

dicha es buena”.

¿Por qué? Porque Doña

Ana Tomás me dijo:

— Angelina ¿te acuerdas

cuando estudiábamos “El

Conde Lucanor”? Pues

tus cuentos son como

aprendíamos del sobrino

del Rey Alfonso X el Sa-

bio, tus cuentos deleitan

enseñando—. Mi amiga

me hizo saber que merecía

la pena arriesgar y por úl-

timo Ana María Olivares

me alentó diciéndome

que las publicaciones en

periódicos y revistas no

tienen tanta consistencia

como la publicación de un

libro y que era una pena

que mi obra siguiera dor-

mitando en los estantes de

un gran armario.

¿Por qué? Porque mi fa-

milia se ilusionó conmigo

y me alentó.

¿Por qué? Porque es un

reto y una nueva experi-

encia para mí el tener un

solo lector que disfrute de

mi obra sin conocerme.

He repetido muchas veces

Page 69: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

67

que mi profesión ha llena-

do mi vida, pero siempre

en lo más recóndito de mi

ser, he soñado con esta re-

alidad, tener un libro en el

mercado.

2- Gran parte del libro

es un recorrido por la vida

de tus seres queridos, de

aquellos que te han mar-

cado. Háblanos un poco

del proceso de creación de

esos poemas, cuéntanos

por qué te sentaste a es-

cribir sobre tus seres que-

ridos, qué te ha aportado

hacerlo.

El proceso de creación de

estos poemas surgen con

espontaneidad, portando

mucho, mucho cariño,

admiración y en otros ca-

sos, pena. Recordando Las

Coplas a la muerte de su

padre de Jorge Manrique

y los Cantos de Antonio

Machado a su amada Le-

onor, no abro libro nuevo,

es un tema que todos los

poetas cantamos, por ello,

no puedo responder con

ningún argumento; para

mí, cantar a los míos es tan

natural como respirar. Me

fue muy fácil sentarme a

escribir sobre ellos, sí, muy

fácil. Pensando sólo en el-

los, sólo pensando, el alma

se prepara empapándose

de cariño, de admiración,

respeto, embrujo, ternura,

pena, etc… según el mo-

mento y el caso. Con el

alma henchida de tanta

gratitud y reconocimiento,

la verdad que me fue muy

fácil cantar a sus cuerpos, a

sus almas, a su buen hacer,

me fue fácil descargar mis

sentimientos más recóndi-

tos hacia ellos, están per-

ennes en mi poemario, tal

vez, de no haber sido así,

mis labios nunca lo hubi-

eran manifestado. Tengo

otros dedicados a mis

hermanos y amigos. Voy

a reseñar un poco los que

aparecen en este apartado.

De mi madre tengo mu-

chos, pero como yo le

cantaba a ella en la intimi-

dad, eran eternos, tan ex-

tensos que opté por com-

poner uno nuevo y como

el tiempo todo lo acrisola,

canto con vehemencia a

su bondad, a su paciencia,

presentándola a todos mis

posibles lectores como co-

autora conmigo. El de mi

padre lo compuse hacia fi-

nales de los años ochenta

que fue cuando falleció, y

quedé satisfecha ya que su

alma romántica y bohemia

fundida con su rudo tra-

bajo, me pareció un home-

Page 70: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

68

naje a su vida. El que com-

puse a mi bebé, hacía 32

años que había fallecido,

hoy hace que falta 50 años.

Mi poema hacia Juan Car-

los era hablar con él, hecho

que no pudo ser, pues fall-

eció con sólo cinco meses.

Me planteó muchos inter-

rogantes pues perder a un

hijo es antinatural; es un

grito que le envío a que me

cuide desde el Cielo.

EL de mi esposo es una

síntesis de cómo veo, de

cómo le amo, cómo me

ama…lo plasmé con flui-

dez pues es el comple-

mento de mi vida, es mi

primer admirador, es un

aceptarnos cada día, ya

que somos de gustos y

cultura diferente. Yo le ad-

miro, él me admira, yo le

quiero, él me quiere, así

de sencillo, así de simple;

pues bien, aunque hace

más de 20 años que lo

compuse, para mí, sigue

estando vigente. El de mi

hija es una donación de

amor candente hacia ella,

está recién compuesto

pues los que poseo de an-

tes no me parecían opor-

tunos, ya que está en un

proceso de superación

de una ruptura amorosa,

quería arroparla con mi

amor maternal; me dijo

que cuando lo leyó, se le

saltaron las lágrimas. El de

mi hijo también acabo de

componerlo, pues quería

aconsejarle que cuidase de

Mª Ángeles, su esposa y

de sus hijos. Y de mis ni-

etos, guardo un diario de

poemas desde que nacier-

on hasta su adolescencia,

podía haber escogido al-

guno de ellos, pero no me

acuerdo cuando, creo que

hace un año o año y me-

dio, compuse sus etopeyas

con el recurso estilístico

de la adjetivación, eligien-

do el soneto como vía de

expresión. A mi querida

Mª Ángeles, la esposa de

mi hijo, fue un poema al

que le di vida hace mucho

tiempo y me pareció tan

sugerente que lo dejé tal

cual.

Me ha aportado y me

aporta muchísimo; mis

nietos están contentísimos

presumiendo de una yaya

Page 71: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

69

poeta, mi hija y mi nuera,

a sus amigos, en vez de re-

galarles colonias u otras

cosas, les obsequian con

mi Puerta Entreabierta.

Mi esposo y mi hijo no ca-

ben en sí de satisfacción,

pues les felicitan por do-

quier y a ellos eso les llena

de orgullo.

Los de mis padres me han

servido para reconocer la

valía de dos personas sen-

cillas que me han sabido

educar sólo con el bagaje

de su amor; me han trans-

mitido lo más hermoso de

sus vidas.

Y el de mi bebé ¿qué voy

a decir? Que me inmunizó

contra el sufrimiento, pues

todo lo que me acontece

en la vida de desagradable,

lo veo trivial comparado

con el dolor que me causó

su muerte. Volveré a can-

tarlos a todos otra vez,

seguro. Me han aportado

un cúmulo de sentimien-

tos mezclados, hondos,

maternales, de ternura, de

amor-pasión; que también

a mí, cuando los releo, me

hace quererles más, me

hacen sentir su presencia

con serenidad, con ter-

nura y agradecimiento. En

resumen, un trasiego de

amor vivo.

3- “Puerta entre abi-

erta” aúna cuatro libros

y algunos poemas suel-

tos. ¿Por qué te decidiste

por publicar ese material

entre todo lo que tenías

escrito? ¿Qué criterio

utilizaste a la hora de el-

egir unos poemas para su

publicación y dejar otros

a un lado?

Me decidí por los poemas

de un modo casual, a D.

Javier, en Madrid, no le

presenté mis mini cuentos,

ni otros más extensos, no

le mostré leyendas, relatos,

artículos…porque para

una primera ojeada, no

sabía qué elegir y parecían

muy extensos. Por eso, mi

primera muestra fue darle

unos poemas que le gus-

taron y al pedirme más

para completar el libro,

disfruté eligiéndolos, éste

sí, éste no, voy a coger el

del tomo segundo, ¡ay!

qué no se me olvide el que

escribí…así, hasta que el-

egí un lote aleatoriamente

extenso.

Mi idea era que D. Javier

se decantara por un tema

en particular u otro, pero

Ana María me dijo que le

gustaban todos o casi to-

dos; entonces, para dar cu-

erpo a un libro con cues-

tiones tan diversas, Ana

María, me aconsejó que

los clasificase por afinidad

creativa. Me costó, pero los

agrupé lo mejor que pude

dando la última palabra a

D. Javier Pérez-Ayala y a

Ana María Olivares.

Una vez que mi Puerta

Entreabierta estuvo lista

para poder entrar entre las

nubes, en verdad que me

ha dado igual publicar po-

esía que prosa, pues para

mí, “tanto monta, monta

tanto…”

Ahora quiero matizar un

dicho que dice “Triunfar

mayor, no es triunfar”, yo

sé que no tengo edad para

disfrutar de este consabi-

do triunfo según piensa

el mundo, pero yo puedo

decirles que eligiendo el

material poético, yo go-

zaba tanto…que para mí

era vivir cotas felicísimas y

a la postre, sé que no he-

mos de angustiarnos por

lo que ha de venir sino go-

zar con lo que poseemos,

gozar con lo que descubri-

mos. En esta andadura, he

conocido, he descubierto

nuevos amigos, he vivido

y vivo experiencias muy

diversas y sé que me queda

mucho todavía en la vida

por saborear. Me hubiera

gustado darle una expli-

cación más selecta sobre el

porqué unos sí y otros no,

pero amo mucho la verdad

y sucedió así y aunque un

poco infantil o simple, así

fue.

4- Tu poesía, sobre

todo en “Latidos”, el

primer libro, es una po-

esía muy clásica, tanto

en la temática como en

el uso del lenguaje ¿Qué

poetas te influyeron para

hacer esos poemas?

Page 72: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

70

Me gustaría responder con

nitidez, con claridad, éstos

son los poetas que más me

han influido, pero la ver-

dad que no sé ni me atrevo

a responder, para mis

adentros pensaría que si

no nombro a aquel u otro,

lo estaría traicionando.

Ante esta pregunta admiro

a los que categóricamente

enumeran a unos y otros

y de verdad que soy inca-

paz de responder. Pero sí

puedo decir aquellos que

he repetido sus lecturas,

aquellos que leyendo frag-

mentos de sus obras me

conmovieron. Como he

leído muchos cuentos y

novelas, sé que muchos

temas bebidos en estos li-

bros, los he traspasado a

muchos de mis poemas.

He releído a Stefan Zweig,

me apasionan sus bio-

grafías y sus novelas son

tratados psicológicos de

primera línea. La poesía de

Juan Ramón Jiménez no

me canso de leerla, amén

de su prosa poética en

Platero y yo. De él intento

descubrir esa palabra pura,

sin artificio que no sé si lo

llego a conseguir. A Tagore

lo considero un místico a

la altura de nuestros san-

tos Santa Teresa de Jesús y

San Juan de la Cruz.

Ya jubilada descubrí a

Jacques Prevent, el poeta

francés de las palabras co-

tidianas. Me encantan An-

tonio Machado, Bécquer,

Lope de Vega, El Marqués

de Santillana…¡son tan-

tos!

He leído y preparado clas-

es sobre León Felipe, Ner-

uda, Edgar Allan Poe…

¡qué sé yo!

No tengo más remedio

que reiterar lo que dije en

Madrid, soy sedimento,

un conglomerado de todo

lo que a lo largo de mi vida

he leído. Si ve mi poesía

muy clásica, tendría que

retroceder a la edad de mis

15 años, que es cuando

más clásicos leía, así pudi-

era asegurar que fueron

Cervantes, Lope de Vega,

Góngora, Quevedo, etc., el

“quid” de la cuestión de mi

influencia en la poesía. Lo

que sí puedo aseverar es

que nunca me ha intimi-

dado ninguna corriente

literaria, ni me he cues-

tionado escribir en este u

otro estilo, pues hago mías

las palabras de Carlyle

que dice “el estilo no es la

chaqueta del escritor sino

su piel”. Dentro de mi es-

tilo, soy fiel a los concep-

tos que adopto para dar

cuerpo a mi imaginación,

eligiendo para ello las

palabras más musicales y

bellas que para ese cometi-

do me hacen falta. Escribo

cuando me embiste una

duda, cuando en mi alma

se sesgan sentimientos,

cuando la rabia me at-

enaza ante el maltrato, las

drogas; temas que en este

mi poemario sólo toco en

Amanecer sombrío, de-

nunciando a los segadores

de vidas.

Las poetisas Gertrudis

Gómez de Avellaneda, Ga-

briela Mistral, Sor Juana

Inés de la Cruz, La Pardo

Bazán, a pesar de no haber

agotado toda su obra, sí las

conozco a través de An-

tologías Poéticas donde

están incluidas.

Ya en esta misma con-

testación que se me pide,

voy decantándome y

me pregunto ¿qué libro

cogería ahora para irme a

dormir? Y sin pensar el-

egiría Platero y yo, Las mil

mejores poesías de la Len-

gua Castellana, tomaría

El Romancero Gitano de

García Lorca, Sueños de

Machado, Azul de Rubén

Darío y cualquier libro de

Tagore. Y bien pensado,

tal no sea del todo verdad

pues me gustaría terminar

la última parte de Mileni-

um que me resta por leer o

quizás releer El mundo de

Sofía. Mis disculpas si no

he sabido responder con

contundencia, huyo de los

síes y los noes categóri-

cos, excepto en los temas

transcendentales. Espero

que mis respuestas hayan

dejado vislumbrar los es-

critores que más me hayan

marcado.

5- Has sido maestra

durante muchos años.

Cuando explicabas a los

alumnos qué era la poesía

Page 73: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

71

y para qué servía ¿Que

les decías? ¿Cómo te ex-

plicas a ti misma por qué

escribes poesía?

Bueno, aquí como habla

mi experiencia tan que-

rida y amada de mi pro-

fesión, sólo con trasla-

darme a aquellas aulas en

mis momentos docentes,

responderé sin titubeos y

con más claridad.

No pude decir a mis

chavales lo que era la po-

esía y para qué servía con

uniformidad, según fuese

la edad, les daba uno u

otro concepto.

En mi primera escuela en

Jumilla, con una matrícula

en el año 1958, con más de

45 alumnos desde peque-

ños hasta 12 o 13 años,

tuve que dividirme ha-

ciendo malabarismos, es

muy difícil en esas circun-

stancias transmitir a una

clase tan heterogénea, qué

era la poesía, por ello, les

leía fábulas, poemas que

llegaban a todos y recu-

erdo que luego hacía que

me lo narrasen ellos oral-

mente a modo de un cuen-

to. En resumen, que al ter-

minar volvía yo a recitarlo

y al acabar preguntaba:

— ¿qué palabras os han

gustado más?

— ¿se dice la poesía igual

que un cuento?

— ¿te atreverías a decirle

a tu mamá algo bonito en

forma poética?

— ¿y tú cómo lo dirías en

forma de cuento?

Así deducían que la po-

esía servía para decir las

mismas cosas a mamá,

pero con más belleza,

tenían que elegir las

palabras más bonitas. To-

davía estos alumnos me

recuerdan por mi entrega

al trabajo y tuve la dicha

que cuando presenté mi

libro Puerta Entreabierta

en Madrid, me acompañó

una alumna de ese curso,

maestra jubilada, y me dio

mucha alegría oírle decir

que se hizo maestra por

mí; yo creo que sintió que

yo amaba lo bello, lo mis-

terioso, descubrió mi alma

de poeta y tal vez fue eso

una ayuda para elegir esa

profesión.

En mi segunda escuela,

que fue en la aldea de la

Fuente del Pino (Jumilla),

también fue una unitaria

parecida a la anterior, pero

con la salvedad de que la

matrícula era de 19 niñas

más o menos. Pude dedi-

carme más a ellas y en los

tres años que trabajé, les

enseñé bailes regionales,

cantos populares de casi

todas las regiones de Es-

paña (entonces se llama-

ban así).

La poesía servía para ser

más felices, para descubrir

palabras más expresivas;

otras veces las selecci-

onábamos de lecturas que

ellas elegían y formábamos

columnas de palabras poé-

ticas, así, como un juego,

hasta el año 1962 es como

me las ingenié para intro-

ducir en aquellas cabecitas

lo hermoso de la poesía.

Por fin, ya en Petrer, esto

me fue mucho más fácil.

Voy a entresacar algunos

de los métodos que empleé

que no todos. Mi primera

clase en este mi segundo

pueblo fueron los párvulos

y cuando se iba acercando

el día de la madre que en-

tonces era el 8 de diciem-

bre comenzó mi primera

aventura poética con el-

los. Tenía un libro peque-

ño, más que un libro, casi

un folleto, con pequeños

poemas dedicados a las

madres. Conseguí que

memorizaran cada uno el

suyo pues todavía no sa-

bían leer. Era el regalo para

sus mamás. Les leía poem-

itas populares, de esos que

se les dice a los bebés para

la comprensión; así com-

prendieron que el regalo

para sus madres era mejor

que cualquier objeto ad-

quirido en el mercado. Sé

que lo que te voy a contar,

tienes que darle un tijere-

tazo, pero quiero que co-

nozcas una anécdota que

viví al cabo de 20 años de

estar

con estos “nanos”.

Estaba yo en el bar con

mi esposo y se acerca un

mozo guapo, guapo que

no me quitaba ojo, yo es-

taba algo nerviosa pues no

acertaba a comprender lo

que aquel chico deseaba;

Page 74: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

72

de pronto, se dirige a mi

marido y le dice que si

podía darle un abrazo y un

beso a doña Angelina; mi

esposo que intuyó que era

algo hermoso, le contestó

que sí pero a cambio de que

le dijera quién era; él no

dijo nada, primero me dio

un abrazo y luego con los

ojos empañados me dijo

que era hijo de un guardia

civil que estuvo en Petrer

un año y que se acordaba

mucho de mí porque le re-

galó a su madre un poema

y me aclaró que es el obse-

quio que más recuerda. Yo

no les dije para qué servía

la poesía, pero el episo-

dio que vivió este párvulo

aporta mucha grandeza, la

poesía es grandiosa, aquel

curso con aquella efemé-

ride del día de la madre

lo supieron. Tuve cursos

donde sólo asistían niñas,

pues en esos, te contaré

cómo aprendían la poesía.

El poder adquisitivo en

Petrer era elevado y con-

seguí que cada niña tuvi-

era su poemario, les ac-

onsejaba leyesen un poco

en casa y en clase lo co-

mentábamos. Todos sus

poemarios los dejaron

en una mesa, en otra, yo

coloqué otros libros de

narrativa y comparando

el modo de escribir que se

utilizaba en unos y otros,

manipulando, ojeando y

comparando dedujeron lo

distinto que era la poesía

de la narrativa. En una cu-

erda que tenía de pared a

pared, mis niñas colgaban

sus cuentos y poemas con

unas pinzas de la ropa. Cu-

ando una chica destacaba,

leía su poesía y comen-

tábamos cómo se la había

inventado; lo hacía porque

los niños llegan más a los

niños que cualquier adul-

to.

Cuando advertía fatiga

en clase por el aprendi-

zaje de matemáticas o

cualquier otra materia,

paraba la clase en redondo

y nos poníamos a cantar

para relajar el ambiente:

aprendieron bellos ro-

mances como el Romance

del Conde Olinos, Los pa-

stores de Extremadura, La

loba parda, etc. todo esto

servía para moldear sus al-

mas sin ellas advertirlo. Y

lo iba consiguiendo, pues

te adjunto unos poemas

de dos alumnas que con

sus pocos años elevaron

sus almas (por supuesto

que había madera), una

de ellas, consiguió en un

colegio de Elda, el Premio

“Antonio Machado”.

Cuando ya en segunda

etapa, llevé a chicos y chi-

cas, la tarea se me present-

aba más difícil por tratarse

de adolescentes. Compré

discos de Serrat, que can-

taba poemas de Machado,

Miguel Hernández, etc.

unos eran recitados y otros

cantados. La clase consistía

en escuchar el poema y

luego comentar los recur-

sos estilísticos. Otro mé-

todo que siempre empleé

fue programar la poesía

en materias transversales,

que como saben es intro-

ducir a modo anecdótico

u ocasional la poesía en

clase de geografía, histo-

ria, matemáticas y demás

asignaturas. Estaban tan

acostumbrados a escuchar

estas grabaciones de Ser-

rat que cuando entraba en

clase me coreaban alguno

de sus versos. Cuando ya

se iba acercando mi ju-

bilación, pedí al director

trabajar con los pequeños.

Comenzábamos la clase

con un poema de Gloria

Fuertes, de García Lorca

o incluso mío, de tal su-

erte, que todavía conservo

los dedicados a las letras,

a los números y a hechos

cotidianos de la vida de los

peques. Mis clases estaban

ya muy estructuradas con

métodos modernos, yo

mezclé el “Rosa Serisat”

con el “Onomatopéyico”

y era una gozada, fui una

maestra de vanguardia con

la lectura de muchas revis-

tas pedagógicas y allí me

imbuí de cómo mejorar el

aprendizaje de la poesía.

Mis niños gozaron de una

clase con un rinconcito

dedicado a la biblioteca de

aula, otro rinconcito con

una mesa camilla y dos

sillitas para cuando algún

alumno me quería contar

algo. Mi clase parecía una

verbena con tres o cuatro

Page 75: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

73

cuerdas, todas colmadas

de dibujos, poesías y cuen-

tos.

Mis alumnos y alumnas

me ofrecieron una cena

cuando me jubilé y cu-

ando ya nos íbamos a des-

pedir, comenzaron a can-

tar todas las canciones que

yo les había enseñado, no

pudo ser mejor, mi docen-

cia terminó envuelta en

romances.

Recuerdo que a mis ado-

lescentes les dije que la po-

esía sirve para disfrutar la

literatura en grado sumo,

para que se expresen con

claridad y belleza, para

que puedan plasmar sus

sentimientos más íntimos

y dada la etapa que esta-

ban viviendo, les decía que

la poesía les servía para

poder cantar al amor, para

evadir la tristeza. Con fre-

cuencia les hacía esta pre-

gunta:

— ¿Cómo sería el mundo

sin poetas?

— ¿Cómo te explicas a ti

misma por qué escribes

poesía?

Escribo poesía porque me

satisface y me subyuga,

dar cuerpo a esa chispa

que se enciende en mi ser,

que la veo o la intuyo con

principio y fin. Que puedo

ver mi obra en poco tiem-

po y que puedo corregirla

brevemente y que siento

un no sé qué cuando pu-

edo contemplar el antes y

el después, como los anun-

cios de una crema facial.

Escribo poesía porque

necesito una intimista

soledad, necesito aunar mi

mirada hacia el horizonte

acompañada de una músi-

ca ambiental y un papel

desnudo delante de mí in-

vitándome a confidencias,

fantasías…

Escribo poesía porque

puedo sacar la rabia y de-

monios que porto en con-

tra de traficantes de drogas

y en torno a toda clase de

injusticias.

Escribo poesía porque la

transformo en una oración

al Creador.

Escribo poesía porque

vivo el amor y tengo que

derramarlo, porque me es-

panta el desamor que de-

vora a muchos humanos

y desde mis versos quiero

que sientan mi consuelo.

Escribo poesía para can-

tar a mis seres queridos y

amigos.

Me gusta con ella filosofar

sobre la vida. Canto a los

pueblos, a sus fiestas, a los

poetas. Me gusta cantar a

los seres inertes.

Escribo poesía porque es

hermoso atrapar un in-

stante de nuestras vidas.

Y una constante en mí, es

la búsqueda de un poema

mágico, voy tras él sin des-

canso y cuando creo que

lo he alcanzado, se me es-

capa y siempre, siempre lo

vuelvo a empezar.

Escribir poesía para mí

es un reto, pues recién

acabado un poema, deseo

mejora el siguiente aunque

no lo consiga, y cuando

leo a esos geniales poetas,

siento una admiración tan

grande que me pregunto si

no seré yo capaza de con-

seguir alguno aunque sea

una mínima parte de bello.

Escribo poesía para que

mis amigos se sientan or-

gullosos de mí tanto como

yo lo estoy de sus com-

posiciones.

Escribo poesía porque es

un lenguaje universal que

une a personas con ide-

ologías dispares.

Escribo poesía porque sé

que quien pudiera leerme,

conocerá un poco de mí y

hablará, mejor dicho, di-

alogará con mis versos.

Escribo poesía porque

se vive una experiencia

mágica, cuando la in-

spiración bulle a presión y

me grita ¡Dame vida pro-

pia! ¡Déjame salir!

Escribo poesía por tantas

cosas…

6- Entre los poetas más

jóvenes a veces hay mu-

chas disputas por egos,

ideas distintas sobre el

oficio, etc. Desde tu lu-

gar de persona que se

ha dedicado a la poesía

cómo pasión, más que

como trabajo y que está,

supongo, muy alejada de

todas esas disputas, ¿Que

les dirías a esos poetas

jóvenes que ahora emp-

iezan?

Page 76: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

74

Para escribir poesía tienes

que sentir cuando dentro

de ti existe como un aire

enrarecido poético que

te disgusta, que no encaja

con lo que uno desea; para

escribir poesía hay que ser

humilde, abrir las compu-

ertas del alma y arrojar por

la borda esos conceptos

o ideas que no acaban de

ser lo buenas y bellas que

se han de alojar en nues-

tro ser antes de escribir.

Hemos de desalojar a es-

tos inquilinos, nos hemos

de sentir vacíos, como

desnudos, sin nada, para

ello, no hay más remedio

que coger la pluma y vaci-

arte del todo en un papel,

destruir todo ese bullicio

que no nos encaja y partir

con nuestro ser en paz y

sin inquilinos, conseguir

una estancia propicia, es-

timular la inspiración con

bellos recuerdos o con

el mismo instante que

quieres atrapar, piensa en

el mal que puedes bar-

rer, llénate de ilusión y ese

será el inicio de un poema

limpio sencillo donde los

mejores elogios se los des

tú mismo, que tu poema te

guste, que lo quieras y ya

compuesto sigue quitan-

do lo superfluo, púlelo y

así, con trabajo, ilusión y

humildad andarás por el

buen camino para com-

poner.

Los jóvenes sabéis y es

real que la poesía es fuerza

vital, es arma para luchar,

es vehículo para amar, es

reflexión para discernir,

pero estoy segura que a

ninguno de vosotros se le

ha ocurrido pensar que la

poesía es el elixir de la eter-

na juventud, pues cuantos

más años se cumplen, la

poesía más se resiste a en-

vejecer.La poesía habréis

de sentirla como una per-

cepción sensorial, emotiva

y personal, es una eclosión

del alma y nunca ha de

estar supeditada a modas,

a corrientes literarias ni a

presiones de amigos que

te aconsejen un modo de

componer que no va con-

tigo. El ropaje de un buen

poema, no lo olvidéis,

además de todo lo apren-

dido académicamente, es

la libertad.

Desde luego comprendo

que vosotros jóvenes vais

en pos de un sueño y eso es

bueno, es loable, pero na-

die, oíd, que nadie lo em-

ponzoñe. Escribid con en-

tusiasmo, con placer, con

responsabilidad y sabed

que como meta cercana,

la poesía calma el alma de

temores y ayuda a otros,

sobre todo, a los amigos a

disfrutar de nuestra chispa

creativa. Gozad en vuestra

andadura de esas contin-

uas y sucesivas metas cer-

canas; la suma de todas el-

las hará que un día vuestro

sueño, sin apenas saberlo,

sea una realidad.

Como ninguno de los

mortales gozamos de la

ciencia infusa, os digo y

esto es verdad que vues-

tro estilo será mucho más

atrayente, mucho más

transparente, en tanto

en cuanto, hayáis leído y

sigáis leyendo a grandes

poetas, no sólo los van-

guardistas, también los del

albor del castellano, los

clásicos, románticos, real-

istas, surrealistas…así se

cimentarán las bases para

en lo sucesivo elegir con

acierto las palabras, su mu-

sicalidad y amalgamar los

conceptos con sencillez.

No caigáis en la tentación

a la hora de componer de

leeros un poemario de

vuestro poeta preferido

para imitarlo y pareceros a

él, craso error, os sentiréis

frustrados, ya que ese po-

ema por muy bueno que

sea, el punto de partida

es peor que el vuestro que

nace de vosotros mismos.

Existen muchos referentes

para escribir poesía, pero

sólo son eso, pues el alma

del poeta se tiene que por-

tar. El poeta percibe con

claridad lo bello, vibra con

sus ideas que optan por

salir, defiende su alma de

posibles modas de poesía

barriobajera. Recuerdo

un libro de Tagore en el

que se decía que la gran

poesía satisface el oído y

al sentido estético, luego

a la razón y por último a

la sensibilidad. Un poema

que sólo transmite emo-

ciones, según Tagore, no es

Page 77: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

75

tal. Un poema se parece a

la elaboración del vino en

su composición. Hay que

dejarlo reposar, hay que

clarificarlo, hay que dejar-

lo fermentar para cambiar

algunos conceptos o ideas.

Si componiendo no sentís

ni percibís una cierta mu-

sicalidad en vuestro interi-

or sin notas ni sonidos, si

no porta el principio áureo

de Aristóteles, unidad en

la variedad, si no se puede

razonar, si no es suscepti-

ble de compararlo, de evo-

carlo; el poema estará na-

ciendo cojo. Creo amados

jóvenes que el ideal que

Tagore nos dice acerca de

la poesía es muy alto, pero

sí que podemos llegar a

componer acercándonos

a estos parámetros. No

seáis esclavos de nadie, ni

de vuestro poeta favorito,

ni de ninguno por muy

reconocido que esté en las

altas esferas poéticas. Gra-

cias a Dios podéis libar

de todos, dejar posar esos

contenidos y esperar que

aflore la inspiración, pero

que ésta te pille trabajan-

do, como dijo no recuerdo

qué artista. Recordad que

los poetas, pensemos lo

que pensemos, tenemos

mucho en común, todos

sentimos la belleza, el

amor, la denuncia, la tier-

ra, la angustia, el dolor…

sería una temeridad dejar

de leer un poema porque

el autor no piensa como

tú. Decantando todas las

lecturas, experiencias,

gustos, etc. desarrollarás

un estilo propio, personal,

el tuyo, ¿con influencias?

Pues claro, nadie nace sa-

biendo. Os recuerdo la

frase que cito en un apar-

tado anterior: “El estilo no

es la chaqueta del poeta,

es su piel”. Por ello no in-

tentéis cobijaros bajo la

piel de nadie. Sed como

vuestra sangre que os gri-

ta, valientes, decididos,

exploradores, luchadores,

inconformistas, idealistas,

ilusionados…cualidades

inherentes a vosotros que

algunos portan con vehe-

mencia y otros con atre-

vimiento. No avasalléis a

nadie, no juzguéis la po-

esía lírica como cursi, a

menudo, detrás de esta

palabra se esconde la me-

diocridad. La poesía no

es patrimonio de ningún

grupo, ella tiene la gran-

deza de ser tan distinta que

de la misma escuela poé-

tica, componen un poema

dos poetas distintos y con

la misma temática y versi-

ficación y aun así leeremos

dos poemas diferentes. En

nosotros, los poetas, debe

prevalecer la autenticidad,

la justicia, si no nuestra

poesía contaminará, será

sucia y mentirosa. No

vayamos por el mundo

poniendo zancadillas y os

aconsejo que con pluma en

mano escribáis con ilusión

y honradez que el mundo

es vuestro. Es importante

superarse día a día, siem-

pre podemos escribir un

poema mejor. Compartir

experiencias como yo es-

toy haciendo ahora con

vosotros, arrojar el narci-

sismo, el despotismo y el

egoísmo de vuestras vidas.

Un buen poeta con estos

defectos merma su obra.

No os encasilléis defen-

diendo a poetas de izqui-

erdas o de derechas, cada

uno es libre de expresar

sus ideas, vivimos en de-

mocracia. No os burléis de

nadie. Os deseo de corazón

que lleguéis a escribir con

la genialidad de los poetas

que admiráis aunque no se

consiga del todo. Caminar

haciendo camino, como

decía Machado, trabajar

buscando y descubriendo

día a día todo lo que os

pudiera servir para seguir

vuestra vocación y por

supuesto disfrutar de esa

trayectoria de aprendizaje

poético, que nada ni nadie

os la quite nunca. Y recor-

dad que es en el camino

que nos conduce a la meta

donde se goza y se vive, esa

es la filosofía perenne de la

vida, deleitarse acompaña-

dos de vuestro poético

equipaje.

Page 78: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

76

En el próximo número:

Oscar MALVICIO

Enriqueta MOIX MARÉ

Daniel CLEMENTE BUCHACA

Juan CASTELLANOS

Magdalena María REYES

Mario MARTÍN LERA

Roberto GÓNZALEZ DE CUENCA

José Ignacio DÍAZ DE RÁBAGO

Javier KORRES

y más...

Page 79: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso

77

Page 80: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso
Page 81: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso
Page 82: Revista Poesía eres tú Nº5 - Dejar quisiera mi verso