Revista Palimpsesto I

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Palimpsesto N°1 / Año 2015

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En esta edición: Alexander Correa, Sofía Rojas Huenante, Diego Alegría, Vicente Barriga, Claudia Maliqueo, Kevin Castro, Roberto Valdivia, Patricio Contreras.

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N°1 / Año 2015

Editorial ....................................................................................... 3

PoesíaAlexander Correa ....................................................................... 5Claudia Maliqueo ....................................................................... 10Diego Alegría .............................................................................. 14 Sofía Rojas Huenante ................................................................ 16Vicente Barriga ........................................................................... 20 Kevin Castro (Perú) ................................................................... 27

EnsayoPatricio Contreras ...................................................................... 33Roberto Valdivia (Perú) ............................................................ 36Ín

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Edición: Andrés Gómez Catalina Ríos Christopher Vargas

Diagramación Christopher Vargas

Diseño de Portada: Nicolás Mellado

Revista Palimpesto, Santiago de ChileDiciembre de 2015.

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Llevamos horas sin dormir frente a un computador. Creemos que estamos solos delante de algún paisaje abismal que, irremediablemente, debe ser completado por nosotros: el Microsoft Word en blanco. Entonces los carac-teres –limitados- empiezan a llenar de a poco una pantalla que, de algún modo, nos remite a alguna especie de infinito.

Lo cierto es que no somos los únicos, pero de algún modo lo ignoramos, como ignoramos la mayoría de las cosas. Pesan sobre nosotros siglos de es-crituras palpables, lugares comunes y verbos que completaron hojas amon-tonadas en centenares de libros. Sentimos un afán de originalidad que no so-pesa el pasado que creemos distante, enfrascados en la burbuja de los 2.000 y la velocidad de las nuevas tecnologías.

Entonces algo se desacomoda y cruje. Borroneamos los contornos de la pri-mera hoja que encontramos al abrir un libro de Vallejo o Ginsberg o la Mis-tral. Tachamos palabras como si se tratara de algún ejercicio surrealista o simplemente de catarsis. Cambiamos sustantivos y reemplazamos nombres propios a nuestro antojo. Mezclamos idiomas que nos son ajenos, pero que en el tipeo se pegan a nuestras yemas como los chicles debajo de los asientos de las micros. Nos apropiamos de verbos en des-uso y los ponemos en un orden imaginario sobre la mesa, tratando de renovarles la red argumental, de cambiarles el sujeto o – mejor - de volverlos intransitivos.

Lo cierto es que la hoja/pantalla en blanco nunca estuvo realmente en blan-co. El Word fue resultado de una encadenación de scripts que creímos in-visibles, pero que ahí estaban, sosteniendo millones de archivos tirados a la papelera de reciclaje y que luego, al ser borrados definitivamente, quedaron en la interfaz como cadáveres in-oloros, pero cadáveres al fin y al cabo.

Palimpsesto: entonces algo se desacomoda y cruje.

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El palimpsesto es la hoja que carga con escrituras que nuestro ojo no reconoce a simple vista, una pantalla táctil sobre la que borroneamos y luego rellenamos en un tipeo entre inconsciente y lúcido, entre la sensación de ser poeta joven y de jugar a ser escribiente; la pantalla que soporta escrituras que, querámoslo o no, están ahí actualizándose en la intersección de nuevos caracteres. Si buscamos en palimpsesto, si hurgueteamos un poco, encontraremos caracteres en una dis-posición distinta, quizás hasta diciendo las mismas cosas de un modo diferente, intentando dejar una huella tal como nosotros mismos tratamos.

El tiempo avanza rápido en el tipeo constante y el número de carillas va en au-mento. Comienza a entrar una luz tenue por la ventana y nos damos cuenta de que amanece. La pantalla nos sigue remitiendo a una especie de infinito, des-pués de todo ¿cuántas escrituras soporta un palimpsesto?

Catalina RíosSantiago, 2015

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PANAL OGIC À“He ahí una consecuencia bastante admirable de la imperfecta comprensión”

Paul ValeryCaen aguijones, ensartes en mi ojo labradorespero la intoxicación por contagio colectivo

la manada mama-da se ha contra dicho;comulgar con mis hedores cadáveres.

huesos con retazos de tù. mi ámbar derroído.una lanceta ano-expuesta

atraviesa los pedrájes que por la tardes recibo.mal decir, mal de ojo mi pestañear por la nuca

o la cuarta posición de mi pliè te esperocon el ante brazo y mis tendones heridos

un collar amuleto de muñecas viejaste dejo en este entre ver por la espalda

tengo ojos cucarachos lagrimosos dependientes

panales penden cuajos milesmieles sobre mi tajo,

y por debajo de la ronchagargajos o mi sangrado en grafito

cambié el polen por la cerilla de mis orejaspanales o ronroneares

abejorros de corazón añejoabro la boca y mi lengua trampa

sobre mi lengua hay terrones almibares tesoroscráteres porosos cristal de roca

ópalos, piedras granizosturmalinas todas de azúcar

vengan por mi raptoel dijo:

señuelo de esta mi lengua lancetacementerio elegido por mandato de la reina.

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“La nueva forma de pensar es que hay mucha más permeabilidad y fluidez… nuestro cuerpo es literalmente producto del ambiente.” Steven Cole

Si aún no has pensado en la distancia, Te digo; dosmilcruatrocientas flores este día he recorrido. y hay minutos en que las flores tal cual como un telón que de años expuesto al sol, como una retina vieja se descorre. Y doy gracias por que ante todo fuimos humildes, y no cuestionamos la interdependencia básica que manteníamos con las flores, es un tesoro o quizá un don que una abeja como yo pueda comprender de otra forma los colores. pienso que algo de relación debe tener esta vibración que tengo, esa musicalidad particular que a cada flor entre-go, A modo de perfección, nos esmeramos en separar los colores del blanco y el negro. como si un sentido se abriera, o a costa de mucho trabajo dos se jun-tasen, fuimos felices y lloramos cuando en un panal danzamos el recorrido que nos llevó a componer esta sinfonía y que no importó lo que dejaste, en los viajes en que te regocijaste otorgándole un zumbido, un quehacer al que reaccionó tu cuerpo cuando te viste sola y matando el tiempo. Que mas me iba a tomar si ante mi una salvajería que con los años fue siendo mas generosa lenguado en mi la imposibilidad arrítmica de no tener un numero preciso que contenga la infi-nitud. No sería capaz de afectarte, ni mucho menos de enseñarte lo importante del conocimiento de aquellas tonalidades., de alguna forma sofisticamos lo que para ustedes es básico, Lo que para nosotras fue una pieza maestra, para ustedes solo fue sentarse y considerar aburrida la contemplación de un campo, que en su precaria evolución humana, lo comúnmente primero, fue definir como regla en que todos los campos han de ser verdes.

Vengo de un girasol que se olvido de abrir por la mañana, no es culpa mía, sino del tiempo natural en que demora cualquier cosa, nada tiene que ver a la importancia que ustedes daban al reloj, Sino de perseguir las sombras que para nosotras fueron importantes e influyentes era la forma que teníamos de mante-nernos vivas en el avispodromo; la energía se goza mientras el próximo lo viva y tu puedas dar cuenta que construiste a partir de, afianzar que fuiste participe de esa catarsis, de ese calambre, que te entregaste y dijiste sí a ese popper matu-tino. Pero voy atrasado, y esta historia la imagino mientras las notas zumbaban

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sobre mis alas se entregan a la coordenadas de un pentagrama que no per-mite abusar del silencio, pero si de la ternura, que para tu entendimiento será trascendental, a la hora de enfrentarte a la cartografía geodésica que recorrió una abeja para definir una rutina particular, que no me haga perder el tiempo mientras me vuelo.

Los avispones no han podido perdurar en mi vida;imagínate nuestro panal situado en un glaciar en donde escaseen los insectos;

imagínate en que mataríamos el tiempo dando vueltas en espiralmoviendo las alas codificando un mensaje oloroso que denote hambre para que

las recolectoras vuelvan al nido.Cualquier día nos comemos las unas a las otras,

imagínate lo que seria explicar un dilema que yace entre lo karmático y lo moral para las que sobreviven.

O pero peor aún;El caldo de genes que por culpa del placer y del talento transmitiremos para el

próximo invierno.cien guaguas de avispones negros, avispas con cola de chancho.

sabemos esto y nos entregamosaunque solo una de las hermanas reinas volará al exterior para ser fecundada.

El solo de hecho de integrar a su devenir e que todas íbamos a ser reinas le con-cederá la inteligencia de ser mas la mas avispá entre las avispas

Es por eso que anidará en el lugar mas bonito e hibernará en un lugar protegido.entenderá que el amor va mas allá de la propiedad privada,

es ahí cuando la vida cobrará sentido y dejará morir a sus hermanas.

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Todas íbamos a jugar con fuego y cera cuando prendíamos una vela,Pensar que de ese tipo de azucares solo yo me regocijo, Yo te cuento esto, y tu envidia recurre a un discurso sabido, apelas a una común inteligencia, Y discul-pa la pregunta tu que haces con ella? Acá no sirve cuantas veces me nombras y me reduces a que ante todo tu tienes mas estatus que yo en lo hexagonalmente igualitario, pero a la vez separatista que puede ser compartir una misma colme-na. Ahora has el ejercicio, tan difícil y singular, merito al primero que se atreva a dominar la técnica de agarrar firme una lanceta y cure las cataratas heredadas que descurrió este ojo, Y fue ahí cuando tu ego echo rabias, escupiste al cielo y de tus babas te resbalaste, Ojala te abstraigas y puedas ver desde fuera, que no me importó que te cayeras solito del trono, sino de lo conformista que fuiste al darte cuenta de que estabas cayendo, con tantos humos en la cabeza, que te diste muerto y recién estaba comenzando el guerrilleo , y aunque te dije todo esto, tu no hiciste nada. Viste que no me costó nada? De una reina aprendí a palabreos que a cualquiera podemos hacer sentir, reducirlo como el zángano mas negro , Fue ahí cuando me desencanté, cuando mi ojo lagrimeo un salvavidas, y tu no hacías mas que marchitar en mi tus propias hierbas.

A bailarA bailar

Que un panal negro exageró y nos vio como un fuegoSe asustó y lloró como cuando entendiste el por que les decían bombas “lacri-mógenas” , para nosotras fueron armas, una protesta que no fue mas que el re-sultado de la inmolación colectiva, una humareda que no fue mas que la ceniza alzada en donde lo dimos todo a pesar de nuestros pequeños cuerpos.Viste como algunas fueron consecuentes, revolucionarias, un morbo que la rei-na esperaba como un espectáculo, y no fue mas que escribir de ellas, y lo impor-tante de hacerlas presentes, en esta tiranía oligárquica, que ha de ser este panal.

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Alexander Correa (Santiago, 1991)

Tiene estudios en Lengua y Literatura Hispánica. Ha participado en talleres de poesía a cargo de Paula Ilabaca, Héctor Hernández, Gladys González y de na-rrativa con Juan Pablo Sutherland. Aparece antalogado en “Versos/diversos” (El perro y la rana, 2010), “Ó” (Erizo editorial, 2011) y “HALO” 19 poetas chilenos nacidos en los 90 (Jc. Sáez Editor 2014). Obtuvo mención honrosa en el premio Roberto Bolaño a la creación literaria Joven (2009) y mención honrosa en los juegos literarios Gabriela Mistral (2012). Publicó “Lud mía”, en co-autoría con Angélica Panes (Autoedición, 2011) y “Ariel (o los ecos en mi garganta)” (Pro-yecto editorial Itinerante, Buenos Aires 2012). Actualmente trabaja en su poe-ma/colmena “PANALÓGICA”

[email protected]

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Recé por la lluvia

12:18Pasado el mediodía en Santiago de Chile todas las calles están grises.El clima: Nublado en estos momentos. La máxima será de 11°. Lluvia esta noche, con una mínima de 4°. No escribiré cosas personales.

Hoy todos desapareceremosNos romperemos a pedazosPor encima del universo Hasta quedar muy pequeñosTristemente pequeñosHasta que no seamos nada

Me he roto tantas vecesCon los ruidos de mi cabezaCon los crujidos del corazón

Recé por la lluviaPara que se lleve todoPara que limpie todoPor la tristezaPor los pisos de maderaPor su sonido

13:01Está lloviendoGolpea en las ventanasHay truenos y vientoOjalá el dolor se corra por las venasComo la lluvia trata de limpiar todo por las calles

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Universo Mi papá lustraba sus zapatos escuchando música que nunca nadie escuchó Estoy pensando en que no me gusta el olor Estoy pensando en cualquier cosa menos en los zapatos perfectamente arreglados y que papá lustra con tanta fuerza y con música a las 1 am cuando nadie más sabe qué hacer en una casa en donde todos duermen.

Pienso en como acomodar mi cuerpo a otro cuerpo en la perfección de que se quieran que posean calor y que se entrelacen Estoy pensando en la ceguera de no querer más nada La piel que se cubre de otra piel, de dedos que se tocan en plena oscuridad, de secretos que nunca se supieron hasta esa noche.

No creceré más entre tanto escombro, me derrumbaré quieta y desnuda en algún secreto que quiera contar. Estoy sintiendo truenos desde mi garganta. Truenos que eran para él Te dejo ir, Con puñaladas de mis manos Con incrustaciones en el corazón.

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Para borrarlo de mi corazón(Él)

En miles de burbujasen miles de recuerdos Sus huellas en mi pielsu piel mismasu cuerpo junto al míosus huesos congeladossu boca y su lengua Que no quería decir nadaque no pedía nadaque nunca supo nada

Y yo ahí misma abultada en un sueño, abultada en una cama Esperando que los pájaros cantaran, esperando a que me quisiera, esperando a que nos devoráramos, esperando que me matara

Pero enloquecí

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Claudia Maliqueo Lagos (Santiago, 1994)

Ha realizado talleres de poesía en Balmaceda Arte Joven: “Texturas” con Paula Ila-baca y “Escrituras del desastre” con Héctor Hernández. Ha participado en el Semi-nario de Nueva poesía chilena (2014) y en Zoundtrack: Reescrituras de canciones (Maximiliano Andrade). Ha sido antologada en Halo: 19 poetas chilenos nacidos en los 90 (Jc. Sáez Editor 2014).

Nosotros

Vete con los perros aullando vete por la calle vete por la noche que es infinita al igual que esta enfermedadVete y sale por cualquier puerta sale por la calle escucha los autos, las sirenas, mi corazón Escúchame y vete por un puente lejano que es mi boca Muere hoy mismo en todo lo que sea Muere a través de mí a través de un cristal a través de mi lengua Pero no mueras a través de mis palabras Ojalá el océano sea el lugar de naufragio y que no existan barcos y que no existas tú Hoy he visto las plumas que se sienten al escribirhe decidido apartarme y dejarme moriré hoy yo también quiero morir a través de ti

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PRELUDIO1

A lo largo del ríose acogen los saucesy se tañen las cuerdassuavemente.

La músicaentreteje el sonidodel aire.

Con hojas oscurasen su cabellocon flores pálidasen su manto

el amor vagaa lo largo del río

y se pierdesobre uninstrumento.

1 - Re-escritura del poema “I” de James Joyce del libro Chamber Music (Música de cámara).

MUJER LEYENDO UNA CARTAJUNTO A LA VENTANA ABIERTA

Detalle

Mientras se tiñende rojo tus mejillas

las manzanas del Paraísodesbordan su dulzurasobre las olas del mantel.

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El poema no debedibujar el océanosino abarcarsu distancia

Sin tronconi monteni cielo

el árbol

Diego Alegría Corona (Santiago, 1994)

Estudiante de Licenciatura en Lengua y Literatura Inglesas, de la Universidad

de Chile. Su trabajo poético ha sido reconocido en diversos concursos literarios nacionales e internacionales, como Premio Municipal Juegos Florales Gabriela Mistral (2012), con su poemario Raíz abierta, y finalista del Premio José María

Valverde (2014) en España. Ha publicado poemas, cuentos, ensayos y traducciones en compilaciones y revistas electrónicas chilenas. Publicó Raíz abierta (Pez Espiral,

2015). Sus poemas han sido traducidos al inglés.

[email protected]

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Lamien

La boca céntrica lanza como dardo la palabra hecha ley.LES DISPARAN.La seguridad civil va primero.Ellos cantanal cielo celeste del infinito,al árbol porque es árbol,al río porque es río,a la tierra ancestral.

Mis hermanos desconocidos recorren descalzos ante la “Santa Urbe”caminan sobre mantos de piel sedimentada,cruzando la vida bajo los cerros de cristales LUCHAN.

Abro los pliegues desconocidos de la historia,encuentro la raíz solidaria de mi sangre,mis ojos se llenan de un mar desoladoral ver cómo mi lengua se arrastra soportando los cortes.

Encontré mi hogar.

¡Mamita, encontré mi hogar!Dejo la casa-nación que me inculcaste.No te culpo, mamitapor el olvido del lenguaje, no te culpopor no soportar el afafán.Los tiempos han cambiado, mamita,ser india ya no es tan malo.

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Le canto al cielo celeste del infinito,al árbol porque es árbol, al río porque es río,ENTONCES TAMBIÉN ME DISPARAN

Pero verticalizo…entre dardos, gas pimienta y agua del Mapocho,arraigando el corazón en la palabra,esa misma con la que se escribe el dardo.

Verticalizo,porque la primera palabra que aprendí del mapudungún fue un ¡MARICHI-WEUW!y desde que mis pies se aferraron a la Ñuke mapu,desde que mis venas se entrelazaron con las raícesdesparramando en todas direcciones el vino tinto que las colora,no dejaré de luchar.Lamien, de nuestras bocas sale el canto firme,de nuestros cuerpos la danza vivapodrán invadir la tierra,pero no nuestros óvulos florecientes,porque nadie podrá evitar que desde nuestros úterosnazcan hijos con gritos de guerra.

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Reescritura de Aullido - Ginsberg. Quienes viajaron a Denver Quienes murieron en Denver Quienes volvieron a Denver y esperaron en

vano

(Fragmento.)

Vi a un grupito de niños que sin entender nada y mojando los pantalones, entra-ban por primera vez como pollitos a una escuela.Vi a pequeñas mujercitas llorando mares y rasguñando las puertas del jardín in-fantil para alcanzar a sus madres.Vi a padres desbordados de locura, comprando boletos y apostando sobre las cabe-zas de sus hijos.Vi salas saturadas llenas de mocosos con olor a púber saliendo de las ventanas.Me vi reconociendo, te vi reconociendo, la misma sala de murallas sucias pintadas de blanco con una franja ploma rupturista.Estuvimos doce años frente a una pizarra llena de números y letras donde se creía que ahí estaría nuestro futuro.Vi a mis profesores saliendo de las salas pensando que las generaciones se le caíanVi a las mejores mentes pudrirse en cuatro paredes sin conocer el mundo.Vi a fantásticos artistas terminando en un traje de luto, amarrándose los cordones de la vida estando ocho horas frente a un computadorVi a los más ingeniosos ser discriminados y bofeteados por una tal P.S.U.Vi como nuestra vida depende de un resumen de selección universitariaVi como mis compañeros soñaron con ojos brillantes las universidades de pres-tigio y que al llegar se les callera la cara al retrete de tanto vomitar el Crédito con Aval del EstadoVi llantos por burocracia, prostitución para pagar el saber.Oí a mis amigos repitiendo las palabras que le hacen repetir sus padres.

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Te vi repitiendo como un títere que el arte no sirve.Te vi preocupado por los hijos que aún no tienes.Te vi calculando cuánto dinero ganarás por un trabajo que no has comenzado.Vi cómo se rompe la vela de mis sueños, cómo me pisotean las ideas que guar-daba en el velador.Si en Aullido se viaja a Denver, acá se viaja a Argentina y regresan de Argenti-na soñando en vano y mueren en Chile por exceso de histeria colectiva.Vi a un capucha rayar la constitución – La democracia fue griega – me dijo – fue griega. ¿Qué ocurre cuando los físicos comienzan a preguntarse sobre la velocidad de la vida?Quizás en Chile ya no queden poetas malditos, pero sí una generación maldita de jóvenes que nunca aprendieron a leer.Vi a mi generación leyendo poemas en las esquinas, poemas que nadie es-cuchaba, poemas que nadie entendía, porque nadie en Chile sabe lo que es poesía.

Sofía Rojas Huenante (1993)

Estudiante de pedagogía en Castellano en el ex-Pedagógico (UMCE). Actual-mente integrante del Proyecto de autoformación estudiantil La urdimbre.

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A Dón José Manso de Velasco, fundador de San José de Logroño

La gota blancade la eyaculación fallida,el dolor de vientre a media noche.La muela infectada,volátil einvisible.Que aprieta y hundelo poco que me queda de sudor.lo poco que me queda de placer.de hormona tibia, en una camao en un cuarto de bañoy un espejo manchado.Es un suelo que marca los pies,y los lanza con hilosde cortina,restos de frazada,y polvo de cojín.Es la calma de un lugaren que solo viven animales;ni gatos, ni pájarosque vuelen o se arrastren.Es un viento con olorbasura,de las rejas metálicasque las protegen.Es una pierna partida a la mitadpor la madera que las protege.Es un canal que sobreviveen lo alto de una colina,

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sin altura,con las caminatas sin esfuerzoy los pies gastados.Es una siesta en mediode una plaza de armas,con gitanas y acordeones,vestidas con una falda hasta elcuello ,en cuclillas.Mirando por el vidrio de un carro viejo,y sin fierros.Es una calle sin veredas,ni manchas en los perros,como un cerro sin espinos,con letras blancas y ovaladas.Es una noche, sin pasosni carabineros.Solamente un faro que suenacada cierto tiempo,mientras las monedas de una pileta,son tragadas por un hombre mudoEs una catedral,sin santos, con pilares rojos.Es un cuervo jugando billar,en medio de la oscuridad,y una lámpara en la esquina.Es una línea,un punto en el margende la ciudad. Undisparo o un rayoal amanecer.

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Es un pecho afligidoen la sala de espera,al final de un suelo grisáceo y café.Es un hacha que cortafrutillas y conejos.Una llave con sarro y la tetera pálida.Es un peaje en laautopista,un punto en el paisaje.Una rama de un espino.Un terreno baldíoen medio de la carretera.

*Poniendo unabotellade cloroen la ruedade la bicicleta.Sonaba tan fuerte,y la callerecientementepavimentada,el olora alquitránen la mangade mi ropa.Éramos alquitrány motocicleta.

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Fantástico,soñador,precavido.Un piedescalzo,dos piesdescalzostres piesdescalzosMucha lechede vacaque se tomabadentrode una cocina,nadandoen la piscinaplásticay los ojitos rojosojos rojitosojitos rojitospor el cloroen la botella verdede doscientos ml(abriendola bocapara tragaravispas,los brazoscalcinados,el musgo en la pared)

Le sorprendíabastantela miradaatónitadel observador:Mira que soy muy débil:Mira que soy muy rudo soberanoY el ruidodel caudala la orilladel ríode un lugarlleno de bolsasy botellasenvasadas.Miseria remotade un lugarsin olora clorode un submarinociego.La esenciade la tierrahúmeday las uñassin cortar.

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Cemento

Aprendí a alimentarmecon el sarro de la llave.Con mis riñones oscuros yfrágiles, salté tan altoque pude oleresas frutas en conserva. Éter,ese sabroso olor a éter,fue distinto al cementopegado a mis pies. Las uñas me ardían,mi cabello fue rojo,puntas en cloroformadas.Me pusieron bajo vidrio,parecía plástico. El sedimentoacumulado en mi piel,me hizo volver a sentir lo clásico.Música punk al finalde la habitación,molestó a mis vecinos,que morían. Y que desdesu tumba , no soportaban mi muerte.Relámpagos, sonidos electro,me despertaron envueltoen celofán metálico.María me llamó 3 veces,pero solo contesté 2.El celofán interferíala llamada. No logré verla,ni escucharla.Y miré por los pliegues.

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Estaban las luces deSantiago o Dubai.Según María era Pomaire.Y con mi dolorosa orina,escribí mi nombre en árabesobre el pavimento.El amoniaco hizo que me desmayara,y olvidé que estabaen la metrópolis.Las mujeres con sus velos,me saludaban,y comenzaron a bajar sus escotes.¡Rebeldes!, las llamé rebeldes.Me lanzaron piedras, y por la espaldavimos a su padre.Se quitaron el velo, sin túnica,los cuerpos morenosvolaron por los aires. Y volvierona las faenas, donde yo estaba,desde mi abrigo de celofán, observandocon placer. Hablo con María,me avisó que es mi turno.Se prenden las turbinas,cajas registradoras.Pero yo escuché aviones.Que me dejaron sordo,fui perdiendo los sentidos.Poco a poco.Gradualmente.Gra-dual-men-te.

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Sin oído, sin visión, sin tacto, sin olfato.El sarro con que me alimenté.se acumuló en mi uretra.Mis hijos nunca existieron.Perdí el gusto.

18 años. Poeta y performista. Es estudiante secundario y artista por acción y vo-cación. Su obra es una crítica y una exposición de las tensiones sociales y políticas que el desarrollo económico ha generado en su natal Pomaire, en donde la urba-nidad genera cruces estéticos con lo rural/tradicional. Asistió al curso “Literatu-ra Contemporánea” de la escuela de Verano de la Universidad de Chile (2014). Su cuento “La botellita”, fue seleccionado en “Santiago en 100 palabras: Los mejores 100 cuentos VIII”(2014). En 2015 fue reconocido con el premio Roberto Bolaño .

Vicente Barriga (Melipilla, 1997)

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El manifiesto de Ronald McDonald (Dis faquin shet)

Ayer Ronald McDonald estaba parado encima de una silla con unpapel en la manodecía cosas ininteligiblesde rato en rato tomaba un poco de agua de un tomatodo(aunque probablemente fuera ron blanco o pisco o vodka)A mí me daba curiosidady me acerqué y le dije‘oye, Ronald, nadie entiende lo que dices’Ronald me respondió‘ai don andersten yo misterish languash, boi’entonces una muchachita estudiante de traducción de IDATse acercó a él y le dijo algo al oídoRonald asintió con la cabeza y continuó hablandola chica empezó a decodificar el extraño lenguaje de RonaldMcDonalddijoque Ronald decía queél pensaba que todas las combis de Lima deberían ser de coloramarillo fosforescente y manejar en círculosmuchos lo aplaudimos y muchos lo pifiaron así quelas personas del bar nos dividimos en dos gruposlos que queríamos combis amarillas fosforescentes y que manejenen círculosy los reaccionariosLa chica siguió decodificando el extrañísimo lenguaje de RonaldMcDonalddijoque Ronald decía que

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no había lugar en el mundo que ame tanto como Boliviaen donde había quebrado esa odiosa cadena que se había robado sunombrey que ni siquiera era suyay que hacían hamburguesas que sabían a mierdaYo aplaudí y vitoreé aquella afirmación tan acertada y de paso lemiré las tetas a la chica esaque debía sentir una gran responsabilidadElla siguió decodificandonos reveló queen realidadRonald no era norteamericano sinoque había nacido en el hospital Rebagliati de Jesús Maríay que de niño antes de ser famoso eracómico ambulante y vendía caramelos de mentaLuego la chica dijoque Ronald decía que ahora, felizmente,él era payaso, poeta y gasfitero, en ese orden y a mucha honrapero que nadie sabía eso porque en Lima todos hablaban un lenguajedemasiado extraño que él había olvidado hace mucho, antes de iral país de las maravillas y las oportunidadesLa chica rió un poco al decir estoy los que queríamos combis amarillas también reímospero los del otro grupo pusieron sus caras como muñecas inflablessin expresiónluegoRonald McDonald estornudóy los de mi grupo dijimos ‘salud’la chica esperó que Ronald McDonald se sonara los mocosy siguió decodificando su extraño y mágico lenguajeAhora nos dijo que

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Ronald decía queél pensaba que a esta mierda le faltaba un poco de rock n’ rollluego aclaró y dijo quecuando Ronald decía ‘esta mierda’ (dis faquin shet) se refería amuchas cosasy los que estábamos a favor de las combis amarillas fosforescenteslo aclamamosy los reaccionarioscomenzaron a pifiar y alguno de ellos nos lanzó una colilla decigarrillolo cual fue ridículoLa chica de IDAT dijoque Ronald decía queque había que dejar de vivir en los años veinte o cuarenta ocincuenta o sesenta o setentaque por qué la gente tendía la ropa en los tendederos si podíamejor meterla al horno microondas, lo cual era más divertidoque la poesía estaba en el rock n’ roll y en las calles y en laspantallas de laptopmas no en el ridículo neourbanismo llorónque no era lo mismo que la poesía saliera del culoa que saliera de los intestinosque era increíble que en pleno siglo XXI ningún científico hayaencontrado la manera de crear hombres-planta que se alimenten decaca de murciélagoque era estúpido que un poeta se creyera un iluminado o másinteligente o especial quepor ejemplo un contador o un gasfitero o un vendedor de verduras yque sobrevalorar el oficio de poeta sólo acabaría convirtiéndonosen moscas con un solo testículo u ovario, dependiendo el casoque había una puta cosa llamada Internet 3G o 4G

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y la próxima revolución mundial se gestaría vía mensajes secretosen 9gag.com & cuantocabron.comque había otra puta cosa llamada música electrónica y que sinunca fuiste a un rave deberías ir a uno o dos o quinientosque en el futuro comer ceviche sería la clave de la salvación dela raza humana ante una invasión de hormigas gigantesque se preguntaba dónde había quedado la extravaganciaqué se preguntaba qué mierda había pasado con la magia y lalibertadque se preguntaba por qué este aburguesamientoque el otro día había visto un grafitti rock n’ roll que decía:‘los nuevos perfiles de facebook soncomerle los intestinos a un gatito’En este momento los del otro grupose molestaron muchísimo y no pudieron soportar más porque amabana los gatitosy se quisieron lanzar contra Ronald McDonald peronosotros los amenazamos y dijimos que si se metían con ese payasotan buena gentese meterían también con nosotrosellos se lo pensaron dos o tres vecesLuego la chica dijoque Ronald decía queera posible que este tipo de cosas causen diferenciasalguien del otro bando dijo queno tenía por que escuchar las estupideces ignorantes de un payasode segundala chica traductora de IDATse acercó al oído de Ronald McDonald y le tradujo lo que habíadicho la muñeca inflable con corbata

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y Ronald McDonald asintió con la cabeza y dijo algo en sumisterioso y críptico lenguajeque la chica tradujo diciendoque Ronald decíaque si no quería escucharlo pues que estaba bien, que ya habíadicho suficiente, que pasaba a retirarseno sin antesalentar a nuestro grupo a que formemos un comité de lucha parala instauración de combis amarillas fosforescentes que manejen encírculosRonald nos hizo un saludo con la mano, la dirigió a su pecho yalgo como una lágrimarodó por su cara (y por las nuestras)la chica de IDAT entrelazó sus dedos con los de Ronaldse sonrieron, dieron media vuelta y echaron a andary mientras caminaban sonaba una canción de Narcosisy yo pensaba que en ese bar nunca más habría una Cajita FelizLos del bando reaccionario dijeron quepor fin se había callado y largado ese payaso ignorante y que quétal si se pasaban esa noche bohemísima escribiendo una sixtina oun soneto sobre aquella tonteríaLos de mi bando nos quedamos en silenciopensando en aquél payaso tan buena genteen esa noche tan magnífica en el baren la vidaen hormigas gigantesen combis fosforescentresLuego Ronald, a un paso de la puerta de salida, se detuvodio media vueltaregresó

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ymirando al grupo de imbéciles de nuestro costadorespirando profundamentecon la resolución y el coraje de trescientos mil payasosdijo algo en su extraño lenguajelos del grupo aquél le dijeron a la chica que qué carajo habíadicho Ronald McDonaldla chica de IDAT se rióse les acercólos mirórespirando profundamentecon la resolución y el coraje de trescientas mil traductoras deIDATy les dijoque Ronald decía queera posible que algunos intelectualitos sin vida sexual dijeranque aquello del rock n’ roll era una huevadao una mala copia de Parrao una mala copia de Bukowskio una mala copia postpunk-surrealista-neohorazeriana-preparacontrainfrasupramegahiperarchimierdosapero que en realidadles dijoera una copia exactade su puta madre

Kevin Castro (Lima, 1993)

Escribió Los tiempos jurásicos (C.A.C.A. Editores, Lima, 2013; 89plus y LUMA Foundation, Zurich, 2014) y Norcorea (inétido). Es editor de la revista Mutantres y de C.A.C.A. Editores

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Nuevas visitas a la tumba de reposo:Apuntes sobre la obra de Ximena Rivera

Patricio Contreras Navarrete

I. Nunca conocí a Ximena Rivera. Me hablaron mucho de ella durante sus últimos años de vida, pero falleció y nunca logré conocerla. El primer libro de la autora que llegó a mis manos fue Puente de madera (Bal-maceda Arte Joven Ediciones, 2010), re-galado por Flavio Dalmazzo, a quien le guardo mucho cariño y quien también me habló mucho de ella.Ximena Rivera era una especie de se-creto a voces en Valparaíso. Quienes estén interesados en la cultura porte-ña, viviendo el horror al oír nombrar a Roberto Ampuero o Leopoldo (Dj) Méndez como protagonistas de dicha cultura, como si de verdad sus nombres significaran algo más que nada, segu-ramente hablaron o escucharon hablar también de Ximena Rivera. Porque ella sí significaba algo. Algo esencial.

II. La primera vez que leí realmente a Ximena Rivera fue al revisar completa su Obra reunida (Ediciones Inubicalis-tas, 2014), que me llegó de Gladys Gon-zález, una de las pocas autoras que se

refirió a su obra. En una presentación del 2010 al libro Puente de madera, dijo: “La poeta como vidente se hace patente desde la experiencia, desde el yo y sus circunstancias, desde la auto-biografía, en donde Ximena se vuelve su propio personaje y también orácu-lo, donde la máxima ‹‹conócete a ti mismo›› es como decir ‹‹resucítate a ti mismo o vuélvete tu propia víctima››” Al parecer, ese era el modus operandi en la escritura de la autora, ya que su poesía es un acercamiento al abismo, una constante muerte/resurrección guiada por delirios rimbaudianos, con una mezcla de profecía y una honda mirada al presente, siempre alucinada y trascendental. En uno de los poemas incluidos en su libro Delirios o el gesto de responder (Gobierno Regional de Valparaíso, 1999), señala: “Sólo sabemos que vi-vimos y morimos / un poco cada día / con la certeza que cada cual / tiene el nombre secreto que merece” (38) . Entonces, ¿cuál podría ser el nombre secreto de Ximena? ¿Qué significa?

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III. Ximena Rivera nació en 1959, en Viña del Mar, y murió en 2013, en Valparaíso, en su humilde morada de Plaza Echaurren, sector popular del puerto. Ahí vivió mientras sus libros se iban publicando; ahí siguió vivien-do mientras la llamada “capital cultu-ral de Chile” la dejaba irremediable-mente fuera de su concepto de cultura y patrimonio. Para la visión oficial, son mejores es-tandartes culturales los anteriormen-te citados Ampuero y Dj Méndez. O Fernando Ubiergo. Incluso Alvarito Salas. Mucho más políticamente co-rrectos. Mucho más “populares”. En el primer apartado del li-bro Puente de madera, llamado jus-tamente “Panfleto contra la cultura”, la autora ironiza: “Ahora / por el arte de la representación / y la eficacia de la arbitrariedad / aquí tú y yo somos vigilantes y somos sombras / entonces grabemos nuestros nombres” (102) . Pero ella nunca lo grabó en los már-moles levantados por el municipio. Nunca pidió un espacio en los reco-nocimientos de la intendencia. Por-que, al principio del mismo poema citado, Ximena advierte: “No desees este ícono / que te usurpa la posi-

bilidad de ser / un hijo natural para transformarte en otra cosa” (97) . Y ella prefería, obviamente, ser una hija natural.

IV. En una de las últimas –y únicas– entrevistas que dio Ximena , se refiere al acto de escribir como algo “sagra-do”, y a la prensa y al internet como “basurales”. En ese sentido, podemos interpretar que no sólo desechó las falsas luminarias del éxito y la fama, sino también los falsos medios de co-municación, creyendo en la poesía como mensaje puro –o depurado–, como el medio ideal para descifrar y compartir el mundo.

V. El último libro de Ximena Rivera se iba a llamar Casa de reposo y estaba escrito en prosa. Ediciones Inubica-listas preparaba una versión en verso, a manos de Gladys González, pero al final se publicó póstumamente, en Obra reunida, la primera versión en prosa, transcrita y editada por Carlos Henrickson. Henrickson, en su presenta-ción del 2014 al libro Obra reunida, dice de la autora: “[…] la relación en-tre arte y vida es en Ximena de una

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intensidad absoluta, y no extraña que haya encontrado en Rimbaud o Hölder-lin inspiradores, mucho más allá de una simple influencia literaria” . El libro Casa de reposo estaba basado en las últimas experiencias de Ximena, en una especie de asilo don-de ingresó voluntariamente, según sus propias palabras. Allí, lejos de reposar, su mundo interior se intensificó, vol-cándose hacia afuera de manera violen-ta. De hecho, a diferencia de los ante-riores, sus textos de este último periodo son aterradoramente directos. “No pre-tendo que este escrito te guste”, nos dice, “pero en esta casa, te guste o no, se anu-da Chile y nuestro destino -con su dios feo, ese dios de tantos chilenos-, que me grita en este instante: ‹‹entra, te queda-rás››” (130) .

VI. Ximena, en sus últimos poemas, hace gala del olvido en el cual ha sido sumida. Pero no es reconocimiento lo que ansía, sino comprensión: “[…] me pregunto: ¿qué ven cuando me ven? ¿Ven acaso el desequilibrio, este apla-namiento, estas ausencias, este hundi-miento en la realidad? Me pregunto: ¿qué ven cuando me ven? (134)” .Sus poemas fueron testimonios de su

mundo interior, volcados hacia afue-ra en esa materialidad que es la pala-bra. Fueron su propia forma de des-cifrarse, pero también de descifrar a los otros, aunque el lenguaje poético terminó desconcertándola. En Casa de reposo, en el mismo poe-ma antes señalado, presa de un delirio y un desequilibrio cada vez más ex-plícitos, nos interpela: “Por supuesto, ustedes se conocen a sí mismos, claro. Pero yo veo lo que hacen. Es más, to-dos acá vemos muy bien lo que hacen. Les pregunto, entonces: ¿es que así se acaba la poesía, el lenguaje, los diálo-gos? (133)” . Y no, Ximena, para bien o para mal, es posible que eso nunca se acabe.

VII. Propongo las siguientes respues-tas a modo de conclusión. ¿Cuál podría ser el nombre secreto de Ximena? Sombra. ¿Y qué significa? Que aún vivimos peor que en el mito platónico de la caverna, siendo la poesía una especia de hoguera, en todos sus sentidos ha-bidos y por haber.

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MI VIDA YA NO ES LA DE ANTES: APUNTES SOBRE POESÍA PERUANA DE LOS 10s

Roberto Valdivia

I. Qué se ha hecho(?). Poco. Pero es normal. Escribo estos apuntes pen-sando en la poesía peruana más joven, la que aún no ha sido estudiada/ cata-logada y de la cual no se llama de otra forma que no sea como “novísimos”. Hablo de los poetas que publicaron por primera vez en los años 2010s, en la década que va transcurriendo. 5 años son muy poco para definir cosas, de hecho es muy arriesgado e incom-pleto. Quiero decir las cosas que veo pero también sé que solo son esbo-zos de una lectura más completa que se hará dentro de diez o quince años. La poesía peruana de esta generación aún no ha dado sus mejores libros. Los autores más interesantes van forjando su voz. Lo único que hay son prome-sas. Unas se cumplirán y otras no.

II. La poesía chilena tuvo un momen-to esplendoroso en los 80s con Zurita y el CADA. Los noventas en Argen-tina fueron igual de hermosos con el neobarroso y poetas como Washing-ton Cucurto. Si se quiere rastrear las

épocas de gloria de la poesía peruana tenemos que ir hasta 1980 y 1981 con la Carmen Ollé de Noches de Adrena-lina o el Mazzoti de Poemas no reco-gidos en libro.(Más o menos cuando dejamos de clasificar a los mundiales de fútbol) Luego hay estrellas solita-rias, Santivañez, por ejemploQue fueron luego, los noventas(?) Experimentación vacua, alocada. Querer decir, “soy otro, soy el futuro, adelante” sin seriedad. No se releyó una tradición, se releyeron autores. Los 2000s en cambio, significaron una mejoría. Se rechazó la experimenta-ción fallida para hacer hermosos poe-marios releyendo la tradición poética peruana. Desde Vallejo hasta Pimen-tel, pasando por Hinostroza, Veráste-gui entre muchos otros. Las estrellas fueron contadas nuevamente, pero fueron más que en los 90s. Hoy es posible asegurar que Los 2000s fue-ron mucho mejor que los 90s. Que mirar atrás fue mejor que lanzarse a la guerra sin pistola en mano. Manuel Fernandez, Romy Sordomez, Denis-

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se Vega Farfán, Mario Morquencho, Diego Lazarte, Fernando Pomareda y Martín Zuñiga son prueba de eso. No solo eso, tres voces insulares que po-dríamos llamar experimentales, co-giendo a la tradición por su cuello de cisne, abandonando el conversacio-nalismo total o parcialmente; fueron exitosas. Jerónimo Pimentel, Giancar-lo Huapaya y Paul Guillén son esos tres.

III. Y entonces llegamos a los 2010s. A diferencia de las tres generaciones precedentes, en los tiempos en que una percepción del Perú por el propio peruano era del fracaso (recuérdese el 4-0 de Chile sobre Perú rumbo a Francia 98), esta ha sido reemplazada por una visión de un Perú con futuro, de ir adelante, de nuevo rico y la segu-ridad que el trabajo logrará posicio-nar al Perú en el primer mundo. Con más marketing que hechos esta óptica se ha ido instaurando por cucharadas en el imaginario popular y podemos decir que la presente generación vive con esa visión y/o observándola con indiferencia/ descontento. El internet, en las grandes ciudades, se ha masi-ficado al punto que una generación entera arma su vida en Facebook,

Twiter, Instagram y demás redes so-ciales. Por primera vez, en mucho tiempo, podemos decir que existe una generación de jóvenes con impulso de crítica y con, al menos parcialmente, interés político. Prueba de eso fueron las multitudinarias manifestaciones en Diciembre pasado en contra de la ley “Pulpín” que significaba un recor-te de beneficios a los trabajadores de 18- 30 años (Precisamente la edad de los poetas de los que vengo a hablar!) Sin duda el internet, la proliferación de medios, el nuevo espíritu del sentir peruano y la culminación del modelo neoliberalista empezado a instaurarse en los 90s, son el caldo de cultivo y factores que vienen a moldear las co-sas que están sucediendo ahora.

IV. Un eje de poetas de esta genera-ción viene a ser el que, influido por la interacción en las redes sociales, de-sarrolla una poética minimalista que habla a través del “yo-yo” para decir cosas mayores. A si mismo algunos de los poetas que podríamos inscribir aquí, se inscriben conscientemente en lo que en Estados Unidos fue el movimiento Alt Lit y expresamente se mueven en las redes sociales bajo esa etiqueta. Sea esto determinante

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o no, es una característica. Además, los autores que se desarrollan Inter-net han encontrado un nuevo lugar para la autodifusión: El internet es el nuevo underground. Las revistas son blogs. Hay un ambiente contracultu-ral y una escena que está totalmente alejada de los editores respetados de libros en papel. Gran parte de estos autores se mueven dentro de la mo-vida latinoamericana de poetas en internet, el grupo de facebook “Los Perros Románticos” abierto por la es-pañola Luna miguel. Los poetas abren un Tumblr y nacen sin necesidad de acabar un libro. Claro, esto no es un signo de grandeza, solo un signo. Mencionaré algunas voces.La primera voz que es identificable de esta generación es la de Ana Carolina Quiñonez Salpietro (1988) Con la pu-blicación en 2010 de “Cuentos tristes que esperan las chicas antes de salir a bailar” y es la primera que podemos inscribir aquí. Un libro de poemas breves y frescos cargados de belleza pop. Su segundo libro “Vacaciones de Invierno” fue igual de satisfactorio y relevante dentro de la poesía peruana. Ambos libros fueron vistos como pro-puestas insulares en su momento.

Kevin Castro (1993), quien fue el mo-tivo del texto que estoy escribiendo y acabó siendo una lista de apuntes so-bre poesía peruana joven, apareció en 2013 con su poemario Los Tiempos Jurásicos, un libro a medias que tuvo poca repercusión dentro de los círcu-los “oficiales” de la literatura peruana, pero amplia difusión en los jóvenes. Si bien hay unos 4 poemas que pueden prometer algo, todas estas promesas son asesinadas por poemas facilones, banales que vienen a ser el lado negro de la movida en internet. Ni cuidado ni rigurosidad. Su segundo libro, cu-yos extractos están en diferentes webs y blogs, prometen algo mucho mejor. Guía de Viajes, uno de los poemas de su próximo libro Norcorea, es una hermosa odisea, de las cosas más vi-vas que se han escrito en los últimos años.J Estiven Medina Ortiz (1995) con un único libro publicado en PDF, difun-dido en redes sociales “Hablemos de mi mientras las hormigas devoran el sol” puede ser considerado relevante. Un buen primer libro y muchos poe-mas dispersos en su Tumblr personal o en la web nos hacen pensar en una voz atendible y que dará más que ha-

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blar pronto.Y otras voces(?) Aparte de estos tres, los logros de los otros son contados. La Arequipeña Urpi Orihuela está to-talmente inscrita en este eje, con poe-mas alocados y joviales. No tiene un poemario consistente, solo poemas. Una camada de inéditos, debido a la facilidad de poder publicar en inter-net, se amontona detrás de estos. To-dos los poetas que he mencionado, a excepción de Estiven Medina Ortiz han aparecido en dos antologías em-parentadas con la alt lit: El tumblr de Luna Miguel Tenianveinteyestabanlo-cos y la argentina 1000 Millones.Solo para cerrar. Por un lado, pode-mos considerar al tratamiento del lenguaje de estos autores como una actualización del conversacionalismo a Internet. Por otro lado, el aire de li-bertad de esta escena se ha transfor-mado en una falta de crítica/ autocrí-tica total. Podemos verlo en toneladas de entradas en blogs con poemas su-perficiales y fofos. Hablar de WhatsA-pp en un poema nunca será, por ese solo hecho, la vanguardia.

V. Se quiere abandonar el conversa-cionalismo(?) Es necesario(?) Que

libros experimentales son relevan-tes(?) Parte de la nueva movida de poesía joven latinoamericana ( la que se mueve en torno al poeta chileno Hector Hernandez Monte-cinos o el mexicano Yax Kin Mel-chy) plantea una poesía que busca la pérdida del género literario. La identidad es el método de adies-tramiento de un sistema que nos ordena en categorías y nos asignan características de las cuales no po-demos liberarnos. Eso dicen. Eso es el capitalismo ahora. Decir soy yo es decir soy solo Yo. (Es obvio que estos poetas choquen y critiquen de manera dura a los poetas del yo-yo e internet). Esta lucha contra la iden-tidad ha dado poemarios geniales en México y Chile, poemarios que son al mismo tiempo novelas o en-sayos. El Mexicano David Meza es tal vez el más relevante y difundido. Debemos añadir que esta propuesta bebe de dos autores peruanos de los años setentas. Enrique Verástegui, y su desmesurado Splendor; y Juan Ramirez Ruiz, el de la obra posterior a Un Par de Vueltas por la Realidad.Dos libros que hibridan y pierden el género son muy relevantes en-

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tre los nuevos. El primero es La Trama Invisible de Christian Briceño (1985) quien ha escrito dos poemarios aparte del mencionado que adolecen de ser excesivamente cultistas y aburridos. (Breve Historia de la Lírica Inglesa y La Comedia Inmóvil, Premio Copé de Plata en 2013) La Trama invisible es un conjunto de textos escritos en prosa en su mayoría, con un concepto muy am-bicioso, decirlo todo a través de retratar dónde nada aparece, el vacío, el aburri-miento. Si bien mencionamos a Verás-tegui como la entrada a la hibridación, el libro de Briceño va a lo mismo que lo harían los autores mexicanos y chilenos que he mencionado pero desde fuentes radicalmente distintas y cultas. En la Trama Invisible los textos tienen formas de cuentos, entradas de blogs e inclusive de estados de Facebook. La Trama Invi-sible, a pesar de tener poemas de más, debe ser el mejor poemario de lo que va de esta generación. Una mejor edición pudo habernos dado un libro impecable y redondo. El Poema Un Galeote…, es genial, por dar un ejemplo.El otro libro, que tiene todo el fuego y pasión que tendría un Verástegui es Tikray de Jorge Vargas Prado (1987). Mitad novela, mitad poemario, es un

llamado a invertir los valores de la sociedad neoliberal, dar una mayor relevancia a la vida y a las personas sobre el dinero o el valor mercan-tilistico. Puede sonar muy cliché un concepto así pero Vargas Prado logra moverse sin caer en el lugar común. Con láminas que vienen a dar una visualidad al libro- objeto, bilingüe, alternando el quechua y el español; también puede ser rastrea-da la influencia de Gamaniel Chu-rata en este libro. Con sus imper-fecciones también, es un libro muy interesante.Y luego, solo hay buenas intencio-nes. O promesas tan pequeñas que solo tintinean, algunas se encende-rán y otras desaparecerán en ceniza. Estos autores en su mayoría no han publicado un libro y han encontra-do un lugar en las revistas de poesía o en Internet. Santiago Vera (1988) y El Libro de las opiniones que en-tre el ensayo filosófico y la poesía del lenguaje logra un libro intere-sante con numerosos puntos bajos. Jorge Rengifo (1995), con excesiva pirotecnia ahorcando una propues-ta interesante. Josué Ramos Hipolo (1995), sin la debida rigurosidad al

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corregir. Crhistian Bafomec (1993), con algunos poemas atendibles pero con un libro irremediablemente fa-llido Transmundación (2015). Jorge Castillo (1980) quien no ha publicado un libro de poesía sino uno de cróni-cas, pero ha publicado poemas en re-vistas, adolece de las mismas fallas. En algunos textos se salva, como en sus reescrituras a poemas de Vallejo. Mu-chos poetas publicados en la Revista Mutantres del cual Castillo es editor podrían conformar este eje. Final-mente Yhan Koronel (1990) y Lady Paredes (1995) con aciertos y errores pueden considerarse como promesas.

VI. Otros poetas han decidido seguir los 2000s y releer la tradición. El co-lectivo TAJO uno de los más impor-tantes ha releído con demasiada exac-titud la poética del primer tramo de Hora Zero y ha acabado convirtiendo la fuerza subversiva en un discurso riscible digno del grupo de rock Los Mojarras en el peor de los casos. Mi-guel Urbizagástegui (1988) en algunos tramos, se salva. El Julio Barco (1987) de Me da Pena que la gente crezca (2011), también. Entre otras propuestas, el libro más

destacado de los poetas jóvenes que releen la tradición debe ser El Gé-nesis Artificial de Álvaro Casalino (1987), un libro muy Radiohead, que aborda el tema de la derrota del hombre frente a la deshumaniza-ción de la sociedad. Bastante redon-do y logrado. Teniendo una voz original, Myra Jara (1987) tiene poemas muy pro-metedores con una voz concisa y dura. Aún no ha publicado un li-bro, igual que Carlos Rojas Cama-cho (1992) y Valeria Román (1999) otras voces prometedoras. Poetas como Willni Dávalos, John Mar-tinez y Laura Rosales también han hecho las cosas bien.

VII. Los colectivos y revistas per-duran. Mutantres, Dragostea en Cuzco, Letrasértica y el movimiento Kaput en Tacna. Deberíamos tener una esperanza mayor(?) Siento que hay condiciones que no se dieron en mucho tiempo y estas pueden ser el empujón para propuestas diferentes y frescas. Durante un tiempo me entusiasmó el abandono del conver-sacionalismo y me alegra que hayan algunos pocos poetas jóvenes que

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se animen a hacerlo y lo hagan bien. Pero aún hay poco, muy poco, las pro-mesas son muchísimas. Los eventos, las reseñas, los tumblrs llueven; y sin embargo un solo poemario bien escri-to, vale más que todas las escenas. A esperar que vengan.

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