OLYMPIA Nº 00

DEPORTE, ¿CULTURA O ESPECTÁCULO?

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ÍNDICE · Staff p.3

· Juramento del Olympo p.4

· Editorial p.5

· Aspe B “el nacimiento de un sueño” p. 7-13

· Éibar, ascenso meteórico p. 14-17

· Villarreal y Castellón la lucha por una región p. 19-27

· ONE CLUB MEN una historia de amor eterno p. 29-37

· Balón de Oro ¿en qué te has convertido? p. 39-42

· El Sanedrín -Opinión- p. 43-49

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OLYMPIA

StaffCoordinadorCristian Gómez

Redactor JefeLuis De La Osada

RedactoresCristian gómezLuis De La OsadaDavid López José María LozanoÁlvaro Martínez

Edición GráficaJosé María LozanoÁlvaro Martínez

FotografíaRubén bonmatí

IlustraciónJosé María LozanoÁlvaro Martínez

Socios Fundadores

La verborrea alicantina la ofrece Álvaro Martínez Mira-Marcelí. Mucho ojo con lo que os cuenta.

Castilla La Mancha tiene buen vino, buenos quesos y las buenas palabras de este señor, Luis de la Osada Cámara.

Lo bueno cuando escribe un gallego es que no tiene acento y se le entiende Ojo con Chema Lozano Roca.

Welcome to Guadalajara, queridos lectores. Id leyendo a Cristian Gómez Rojaas para calentar motores.

El buen gusto y las buenas formas de Madrid pasan por leer a Don David.

David López Pardo

FACEBOOKRevista Olympia

TWITTER@olympiarevista

E-MAILrevistaolympia14@gmail.com

*El feedback con nuestros lectores es algo fundamental para olympia. no nos comprometemos a nada, pero sería interesante que nos ahorraseis un poco de trabajo y nos propusierais temas que realmente os interesan.

Un saludo.

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Juro, por los guantes de Ali, la raqueta de Federer, el casco de Ayrton, las Nike de Air Jordan y las barriguitas de Pelé, Diego y Don Alfredo, y por to-dos los dioses y diosas que recorrieron y recorren, rings, pistas, circuitos, campos o canchas, que tomándolos por testigos:

I. Veneraré a los protagonistas que genera el periodismo deportivo, no el periodismo deportivo que genera protagonistas. Pues si bien, algunos nos parecen cuasi dioses, nos gustan más lo que pierden a menudo.

II. Contaré TODAS las historias sobre el Deporte que caigan en mis manos; sean éstas tragedias, dramas o comedias. Incluso a veces, una sola, tiene un poco de cada.

III. Usaré la reglas de quiénes me enseñaron este maravilloso oficio (el pe-riodismo) ya que son buenos, son mayores, y sobre todo porque todavía nos tienen que aprobaR.

IV. Jamás me fijaré, recopilaré y expondré (a riesgo de ser despedido) cál-culos, estadísticas, promedios, puntuaciones o clasificaciones. Prefiero las anécdotas, los detalles y los misterios que se esconden tras la cultura del deporte.

V. dedicarÉ a aquellos artículos o reportajes que escriba, la atención que se merecen, persiguiendo la literatura y no la información. Y si puedo, lo acompañaré de buenos documentos gráficos. Porque reconozcamos que si el gol de Zidane fue precioso, resulta aún más si Es CAPTURADO desde el ángulo perfecto o DESCRITO con las palabras adecuadas.

VI. A pesar de reconocer la competencia, y aceptando mis limitaciones y mi juventud, no renuncio a mi sueño, pues la cantera debe abrirse paso.

VII. Como el resto de mis compañeros, nunca exigiré nada a mi lector. Ni al masculino, ni al femenino. Ni al mayor ni al joven. Bueno, QUIZÁ SÍ, PERO solo una cosa. Que lea. Que lea mucho. Y si es sobre todo lo que no sea deporte, mejor. Para eso ya NOS TIENE A NOSOTROS.

VIII. Ya que nos ponemos, recomiendo ser consumido justo después de una peli de De Niro, o mientras escucho una canción del Dylan. Ya se sabe, el arte atrae al arte.

IX. ABSTÉNGASE hoolingans, ultras y demás estorbos. No queremos un públi-co lleno de fanatismos. Tan solo, fanáticos del deporte.

X. LA POLÍTICA SE ALEJA DE NUESTRAS PÁGINAS. COMO TODOS SABEMOS, CUANDO VAMOS SOBRIOS SE HABLA DE DEPORTE Y CUANDO ESTAMOS EBRIOS, DE POLÍTICA.

EL JURAMENTO DEL OLYMPO

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ODIO ETERNO AL FÚTBOL MODERNO

Fútbol, ¿cultura o espectáculo? Difícil respuesta. Sobre todo, tras la llegada de los petrodóla-res a este deporte, que han arra-sado con la tradición del mis-mo, centrándose en los beneficios económicos y dando la espalda al aficionado que apoya incondicio-nalmente a sus jugadores y que pasea orgulloso el escudo que le representa.

Los grandes salarios han tras-tocado el sentimiento de los ju-gadores hacia los clubes. Se ha pasado de defender el color del escudo que tanto amaban a hacer lo mismo por el verde de los bi-lletes, olvidando el equipo que los vio crecer y a los aficionados que se desgañitan por ellos.

Un sentimiento que cada día es-capa más del intelecto de los directivos, que solamente son capaces de ver el negocio y el beneficio propio, aunque por ello miles de seguidores sean ningu-neados. Televisiones, patrocina-dores o derechos de imagen, son factores que antaño no tenían la relevancia que han adquirido en los últimos años.

Los valores del fútbol se es-tán perdiendo, y con ello se está diciendo adiós a todo lo que el eldeporte rey representa a nivel social y cultural. La evolución lo está convirtiendo en todo lo contrario, un negocio que sola-mente entiende de rentabilidad y beneficios; un negocio en el que todo gira sobre los equipos mayo-ritarios, sin que el resto impor-te absolutamente nada.

Se trata de una situación realmente comolicada de regatear, pero lo que realmente preocupa es el color de la situación, un color negro man-chado por los petrodólares. Lejos queda la lealtad, la fidelidad, la honestidad...

El fútbol actual ha caído en una espiral en la que solo importa lle-nar los estadios a precios de oro, favoreciendo la figura de súper es-trellas que creen estar por encima del resto, incluso del propio club y del aficionado, que son realmente quienes sustentan a estos jóvenes multimillonarios.

Lamentablemente, ante la pregunta anteriormente lanzada solo existe una respuesta. El fútbol se ha con-vertido en un espectáculo que, cada vez más, se va alejando irrepara-blemente del aspecto cultural que siempre ha ido ligado al mismo de manera intrínseca por la relevancia social que ha tenido. Un deporte capaz de vincular al más pobre y al más rico, que avanza de forma impa-rable hacia el elitismo.

EDITORIAL

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Aspe B: El Nacimiento de un

Sueño

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El esférico rodaba por el campo del CF La Coca cuando un jugador del Aspe UD “B” fue derriba-do. Se disputaba la pri-

mera mitad del derbi que enfren-taba a ambos equipos cuando Rubén se encargó de coger la pelota y colocarla sobre el punto donde el árbitro había decretado la infrac-ción. El joven futbolista acarició el balón, dándole mimos, antes de dar unos pasos hacia atrás para coger carrerilla y ejecutar así el lanzamiento. Las ocasiones de gol brillaban por su ausencia en un partido en el que a priori los locales tenían todas las de ga-nar. Quedaba mucho encuentro por delante. Los jugadores del Aspe UD “B” confiaban en sus posibilidades a pesar de las numerosas bajas su-fridas de cara al choque. Era ob-vio que tendrían que dejarse el alma en el campo para dar la talla y conseguir un resultado positivo.

Aspe es un pueblo de la Comunidad Valenciana donde el fútbol siempre se trató como el deporte más des-tacado.De hecho, de ahí han salido gran-des futbolistas que actualmente se dedican al fútbol profesional,

como Pedro, centrocampista del Real Zaragoza; Alfredo Mayordomo, más conocido como Máyor, delantero del Alcorcón; o Lillo, que actual-mente milita en las filas del equipo revelación de Primera División, la SD Éibar. Dos son los equipos de fútbol que compiten en este pueblo, Aspe UD y CF La Coca, aunque la historia per-tenece solo al primero.

El Aspe UD es un club que cuen-ta con diversas categorías desde pre-benjamín hasta sénior, equipo que logró el ascenso a la catego-ría de Preferente hace tan solo dos temporadas.Sin embargo, pertenecer a las dis-ciplinas inferiores nunca implicó un privilegio para poder disfrutar allí del fútbol. Los jugadores que se formaban en el club a lo largo de los años hasta

Aspe es la localidad

española con mayor porcentaje de futbolistas

profesionales por persona

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convertirse en juveniles desfilaban hacia otros equipos. La falta de oportunidades en el máximo nivel del equipo aspense obligó a muchos a cambiar de aires o simplemente a dejar de jugar al fútbol de forma federada, confor-mándose con dar patadas al balón de vez en cuando con los amigos.

Nace un equipo. Durante el verano de 2014 se consolidó la informa-ción que auguraba la creación de un equipo B para el sénior. Los jóvenes de Aspe que carecían de oportunidades futbolísticas dentro del pueblo veían cómo una puerta se abría con este nuevo equipo.Con el inicio de la pretempora-da, el cuerpo técnico del recién nacido Aspe “B” tenía la misión de seleccionar a alrededor de 20 muchachos para confeccionar una plantilla equilibrada y que estu-viese a la altura de la catego-ría donde disputarían su primera temporada. Tras los entrenamientos de la pretemporada, el entrenador tuvo que decidirse en función de sus preferencias futbolísticas y se vio obligado a elegir varios descartes con los que no contaba para el equipo.Se trataba de un equipo novel,

surgido de la nada. Todos los que conformaban parte del plantel contaban con los mis-mos derechos dentro del equipo. A la hora de elegir al capitán se realizó una votación de todos los miembros, donde triunfó Pablo Gal-ván. El delantero, que cumplirá en 2015 los 23 años, comenzó a formar parte del Aspe UD cuando tenía tan solo 7. Con 16 años diversas si-tuaciones provocaron que tomase un rumbo diferente.Después de esta aventura volvió a Aspe y consiguió el ascenso a Preferente con el primer equipo. Aquella decisión conllevó una dura época.No contó con los minutos que él imaginaba desde un primer momento y se vio obligado cambiar de ai-res durante la temporada pasada, encontrando como destino Monóvar, otro pueblo cercano.

De cara a este año, varios aspec-tos como la posibilidad de dis-frutar del fútbol en el lugar que considera su casa, además de ha-cerlo junto a sus amigos, motiva-ron la vuelta del ariete al club aspense. “Creo que es ya mi ter-cera y definitiva etapa en el Aspe” relata Pablo.

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A S P E

SUPERACIÓN

AMBICIÓN

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A S P E

PELOTAS

ENTREGA

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Los comienzos siempre fueron difí-ciles y no iba a ser de otra forma para este equipo. El capitán se mostraba satisfecho con el desa-rrollo de la temporada ya que “se está cumpliendo el objetivo de me-jorar día a día”, pero en el equi-po saben de sobra que el camino a recorrer es muy largo y pueden encontrar dificultades semana tras semana.Hay que ser patrón antes que mari-nero y para esta plantilla no iba a ser menos. Para lograr conver-tirse en candidatos a ascender al primer equipo, primero deben cur-tirse en mil batallas y así ga-nar experiencia en un fútbol tan reñido como es el de la categoría de Regional. “Es el primer año del “B” y casi nadie conoce la catego-ría de Segunda Regional”, reco-noce Pepe Esquembre, atacante del Aspe UD que cuenta con la confianza del míster del primer equipo y que este año se encuentra entre dos aguas. Alterna partidos en Prefe-rente con los mayores y en Segunda Regional con el Aspe “B”, algo que le ha servido para adquirir expe-riencia y ganar confianza de cara al futuro.Pepe lleva jugando al fútbol en el Aspe UD desde los 5 años. Ahora, con 20, es el único futbolista de su quinta que ha conseguido entrar en los planes del primer equipo. Ya en su segundo año como juvenil, Pepe recibió la llamada del enton-ces primer entrenador Javier López Pavía, más conocido como “Pale” en el pueblo. A pesar de lo prematu-ro de la situación, estuvo 3 meses entrenando con el primer equipo del club y llegó incluso a dispu-tar como titular un encuentro.

La temporada pasada formó parte de la plantilla del primer equipo pero no tuvo su mejor año en el as-pecto deportivo y no entró de lle-no en los planes del entrenador. A pesar de ello, es evidente que

este joven aprendió mucho de sus compañeros en cuanto a posiciona-miento dentro del campo y sobre todo, a comunicarse con sus com-pañeros para practicar un fútbol mucho más colectivo.

Este año las cosas pintan mejor para el joven atacante aspense, que ha encontrado la manera de disputar minutos para no perder el ritmo y a la vez entrenar con fut-bolistas con más experiencia que le aportan un plus.

Vuelta a los campos. Durante mu-chos años se cuestionó la necesi-dad de crear un equipo que pudie-se servir como base para nutrir al sénior. Un filial que funcionase para pulir a los jugadores en la categoría y que de esa manera se encontrasen ya formados cuando el entrenador del primer equipo los necesitase.La mayoría de los jugadores sa-lidos de las categorías inferio-res del club no llegan a disfru-tar del primer equipo, por lo que muchos se ven obligados a dejarlo de manera federada y jugar con los amigos en competiciones menores. Óscar Gómez, defensa del Aspe UD “B”, abandonó el club cuando acabó su etapa en la categoría de juve-nil. “Lo dejé, sinceramente, por-que no me iban a coger en el primer equipo. No por temas deportivos,

AL FIN LAS GENERACIONES VENIDERAS

TENDRÁN UN EQUIPO DONDE RECALAR CUANDO SU ETAPA COMO JUVENIL

ACABE

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sino porque hay una plantilla que está muchos años y digamos que es muy cerrada, que incorpora a muy pocos nuevos”.Las opciones que se abrían tras dejar el club eran varias. Algu-nos optaron por no seguir jugan-do al fútbol y otros participaban en ligas locales, como en el caso de Óscar. Crearon un equipo entre varios de los jóvenes que aban-donaron las disciplinas del club aspense aquella temporada y al menos consiguieron seguir practi-cando el fútbol. “Casi todos los que jugábamos era por lo mismo, acabamos juveniles y no queríamos dejar de hacer deporte” cuenta resignado.

Antonio Ruiz es otro joven que vivió una situación pareja a la de Óscar. Ambos son de la misma generación y han compartido ves-tuario durante toda la vida. De-jaron el club durante un año has-ta que surgió la idea del Aspe UD “B”. Antonio considera que “lle-ga el momento en que la directi-va se ha dado cuenta de que los jugadores del equipo A tienen ya muchos años a cuestas y es hora de preparar a jugadores válidos para que a la hora de jugar en ese equipo tengan una experiencia adecuada”. Sin embargo, también opina que “durante un tiempo, en un pueblo pequeño el equipo A era más que suficiente”.

Fue gol. Rubén corrió hacia el esférico, lo sacudió y transfor-mó aquel golpe franco directo en gol. El 0-1 subió al marcador y con ello, el Aspe UD “B” se colo-caba por delante en el marcador. El campo de fútbol municipal Las Fuentes rugió como nunca. Los ju-gadores del Aspe UD “B” formaron una piña en la celebración. Incluso los lesionados, sentados en la grada, se unieron al feste-jo. Sin duda, se trataba de uno

de los momentos más importantes de la temporada. El primer derbi que se disputaba entre el recién nacido Aspe “B” y su eterno ri-val, el otro equipo del pueblo.

El partido finalmente acabó en tablas, pero como reconoce Pepe Esquembre “lo importante fue que plantamos cara a un equipo que es superior a nosotros en experien-cia en la categoría y que tiene jugadores más veteranos”. Óscar, que vivió la experiencia desde fuera al ser uno de los tantos lesionados en las filas del equi-po, insistía en que merecieron obtener algo más que un punto de aquel encuentro.

En definitiva, el equipo que mu-chos pensaban que jamás llegaría a ser real, se ha convertido en un grupo capaz de ofrecer gran-des alternativas al primer equi-po cuando sea necesario. Y aun-que parezca un tópico, han dejado atrás cualquier individualidad y han convertido la unión su me-jor virtud. Se trata de un grupo lleno de amigos que se divier-ten y gozan cada vez que saltan al terreno de juego, ya sea para entrenar o para disputar los par-tidos. Más que un equipo, son una gran familia que se deja la piel cada semana para continuar cum-pliendo su sueño: disfrutar del fútbol.

MÁS QUE DE UN EQUIPO, SON UNA GRAN FAMILIA QUE SE DEJA LA PIEL CADA SEMANA PARA

CONTINUAR CUMPLIENDO SU SUEÑO:

DISFRUTAR DEL FÚTBOL