Revista Candola Enero

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¿clases en JGM con 34 grados? N° 1 - Enero 2012 Movimiento Estudiantil ¿Reforma o Revolución? A 3 años del asesinato de Matías Catrileo Incluye cancionero popular Candola es una publicación autogestionada que se financia a través de la venta de helados WWW.REVISTACANDOLA.BLOGSPOT.COM

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En este número, no se pierda: - Balance de las movilizaciones. Las culpas que van y vienen en La Chile. - Reforma o Revolución, hoy - Matías Catrileo en la memoria. A 3 años de su asesinato. - Personaje del mes: La Tía de las Fotocopias No deje de visitarnos en: www.revistacandola.blogspot.com [email protected] twitter.com/revistacandola

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¿clases en JGM con 34 grados?

N° 1 - Enero 2012

M o v i m i e n t o E s t u d i a n t i l

¿Reforma o Revolución?

A 3 años del asesinato de Matías Catrileo

Incluye cancionero popular

Candola es una publicación autogestionada que se financia a través de la venta de helados

WWW.REVISTACANDOLA.BLOGSPOT.COM

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En el sur, la realización del popular vino navegado, comprende todo un rito. En invierno, los pobladores se reúnen en torno al fuego para compartir de forma fraterna y solidaria. Cada uno hace su aporte para la ela-boración del sabroso brebaje: buscar la leña, comprar el vino, cortar las naranjas, revolver. Lo importante es que la elaboración se haga con alegría, amor y en colectividad. La preparación de una candola requiere de precisión, constancia, trabajo en equipo y paciencia, pues su avanzar es lento y necesita tiempo. Sin em-bargo, el resultado lo recompensa, pues no hay nada mejor que vencer al frío, disfrutando su dulce sabor junto con amigos y compañeras.

Este es el nombre que alberga parte de un nuevo proyecto de organización colectiva en el ICEI. La Revista Candola pretende ser la síntesis de ideas y proyectos que la colectividad emprenda desde este año en ade-lante, siendo un espacio abierto a la participación de sus actuales y futuros integrantes.

La organización se gesta en la algidez de la movilización estudiantil 2011. La Casa Central de la Universidad de Chile y las calles de Santiago fueron testigos de nuestro trabajo conjunto, de la cooperación constante y de la acción directa en que fuimos partícipes todos.

Nuestra labor, pretende enfocarse en reconocer y enmendar los errores y falencias que finalmente nos im-pidieron ganar nuestra demanda por una educación pública, estatal, gratuita, popular y de calidad: la falta de organización de las bases, que conllevó a una baja participación y posteriormente a un desgaste inmi-nente del movimiento. Para lograr suplir estas falencias, es necesario fomentar la discusión político-social y hacerla costumbre en el estudiante del ICEI. Reconocernos como una organización política es fundamental para adoptar una postura clara que nos guíe en nuestro actuar y en la toma de decisiones.

Creemos esencial el rescate y el fomento de la memoria histórica, pues no hay manera de entender el presente, sin reconocer el pasado. Para nosotros, minimizar, postergar u obviar sucesos históricos y sus críticas, como la reciente dictadura, no comprende más que un discurso que reniega de nuestra identidad, que busca despolitizar, aprovecharse de la desinformación tan frecuente en la actualidad y por lo tanto avalar las prácticas del neoliberalismo.

Desde la trinchera universitaria, el frente inmediato de lucha es la construcción de una educación públi-ca, soberana y popular. Debemos continuar la movilización mediante la apropiación de nuestros espacios

apostando a la construcción de comunidad, tanto en el ICEI como en el campus, en pos de una movilización efectiva. Además la articulación con funcionarios y académicos nos permitirá emprender una lucha mayor.

Entendiendo que la revolución no se hará desde la universidad, ni desde las cúpulas políticas nacionales, pensamos que es esencial, articularse en conjunto con trabajadores y organizaciones populares externas a la universidad, bajo principios de colaboración y retroalimentación de experiencias y saberes que forta-lezcan el trabajo mancomunado. A través de la cooperación, buscamos la resistencia a las segregaciones que nos alejan.

Empeñando todas nuestras fuerzas en lograr estos objetivos, es que no vemos la necesidad de postular-nos al Centro de Estudiantes de Comunicaciones 2012 en estos momentos (aunque no descartamos esta posibilidad a futuro) es suplir las falencias que nos hicieron perder el rumbo de la movilización, tales como la falta organizativa en los cursos y en las propias carreras. La organización de nuestro instituto, debe des-bordar la mesa directiva del CECo y tener capacidad de despliegue propio, por lo tanto, consideramos prio-ritario fortalecer este proyecto, dotarlo de constancia, responsabilidad, creatividad y política para avanzar en esta construcción.

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El 2011 fue uno de los años más importantes para el movimiento social post-dictadura gracias al alza-miento estudiantil que sacudió los cimientos de esta sociedad de mercado. Pese a los millones que salie-ron a las calles a protestar, las grandes jornadas de movilización, los cacerolazos, la lucha callejera y las expresiones culturales de todo tipo, el fin de año y la vuelta a clases nos pillaron sin haber conseguido nuestras demandas. Culpas van y vienen, pero análisis honestos y autocríticos escasean.

Por Farruko

Centrémonos sólo en La Chile y nuestro actuar como estudiantes. Durante gran parte del movimiento se cultivó dentro del activo movilizado un discurso anti dirigencias, partidos políticos, “cúpulas” y rostros, que se expresó en que cualquier traspié, error o simplemente la derrota de fin de año fueran automáticamente culpa de la Fech, la Jota, el PC, Camila Vallejo, Pancho Figueroa, Jaime Gajardo o simplemente las “cúpulas reformistas”. ¿Por qué? Porque “vendieron el movimiento”, porque trasladaron la discusión al parlamento, porque “maquinearon”, porque “no escucharon a las bases”, y un largo etcétera de frases repetidas.

Dichas expresiones, muchas de esas dichas más por tradición que por un análisis de la realidad, siguen pre-dominando en el discurso, en especial de la ahora llamada “ultra”. Pero considero necesario ser un poco más honesto: ¿es culpa de las cúpulas, de la Jota o del PC que el pleno Fech, en el momento más fuerte del movimiento, no haya discutido proyecciones ni los pasos a seguir, si no temas para ese momento irrelevan-tes, como por ejemplo la factibilidad de un plebiscito?

Cualquiera que haya visto las discusiones del pleno se habrá dado cuenta de cómo perdimos el tiempo durante los momentos más álgidos de la movilización porque en las facultades no se discutía qué hacer con la enorme fuerza y poder que teníamos en nuestras manos en junio, julio y agosto, si no que los repre-sentantes llegaban a proponer vetos a la mesa Fech o a Camila Vallejo “por maquineros”, previa “funa al pleno” de parte de grupos de alguna facultad “por querer vender al movimiento”. En esas dos cosas se iban 4 horas, y luego de la discusión sobre plebiscito, ¡listo! una de la mañana y la federación más influyente de la Confech no tenía postura sobre cómo continuar con la movilización.

Luego de esto nos preguntamos por qué termina-mos en el parlamento… Simplemente porque el movimiento no tuvo propuestas para solucionar el conflicto más allá de seguir movilizados “hasta el fin”. Si tomamos en cuenta que continuar movili-zados nunca fue tema en cuestión, si no el cómo ganamos la educación gratuita, nos encontramos ante una falla enorme, pues al final el desgaste y nuestra incapacidad para generar más presión lue-go de meses en las calles nos llevó obligadamente a pelear las migajas del presupuesto 2012.

Es evidente que la movilización superó la conduc-ción de cualquier grupo político, por eso –por lo menos en La Chile- nadie puede hablar de pasadas de máquina. Nunca se había visto un movimiento que fiscalizara tanto la labor de sus representantes como éste. Asimismo, las discusiones de las bases sí eran llevadas al pleno y éstas sí eran representadas en el Confech debidamente. ¿El problema? De las

Las culpas que van y vienen en La ChileMOVIMIENTO ESTUDIANTIL

bases nunca emanó una propuesta coherente para dar solución a nuestras demandas. Y eso es culpa de todos los grupos que nos decimos de izquierda, en especial aquellos que nos reconocemos por “estar en las bases”, pues nunca supimos guiar la discusión con elementos realistas y se pecó de desviar el centro de atención hacia temas muchas veces banales y sin utilidad.

Salta a la vista cómo esta movilización nos pilló con una falta de claridad política enorme, en la cual el trauma de de años anteriores nos llevó a rechazar cualquier tipo de negociación, cuando en un momento éramos más fuertes que el mismo gobierno y podríamos haber ganado con facilidad al menos nuestros pisos mínimos.

En este escenario, echar la culpa de esta derrota a las cúpulas, el reformismo o los partidos es caer en lo fácil. Seamos autocríticos y veamos cómo asumimos cargos o roles preponderantes en el movimiento o en nuestras bases creyendo y prometiendo un discurso revolucionario, pero sin tener la capacidad de análisis, la formación ni el tino para proponer a nuestros compañeros caminos realistas y discusiones que nos lleven a alguna victoria.

A nuestras organizaciones de izquierda que pretenden ser revolucionarias les falta la claridad y la capaci-dad para formar cabros que no sean meros repetidores de consignas, buenos oradores o eficientes admi-nistradores de orgánicas estudiantiles, sino cuadros de verdad al servicio del movimiento que en el futuro puedan contribuir a que nuestras discusiones de base den frutos sin importar las cúpulas o las caras visi-bles, para así poder llevarnos a ganar la educación que queremos.

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AUTOFORMACIÓN

Reforma o Revolución, HoyEn Chile, la caída del neoliberalismo se veía hasta hace poco cada vez más improbable, sobre todo luego de sortear la crisis económica de los 80 y la crisis asiática en los 90. Junto con ello, la atomización de la sociedad, la fragmentación y el debilita-miento de la izquierda posdictadura, todos elementos que se mantienen hasta el día de hoy, configuran un caldo de cultivo para la irrupción en la escena política del oportunismo, su mé-todo y su lógica.

Por Tony Dize

El título es una completa alusión al texto que escribió en 1899 la marxista polaca Rosa Luxemburgo, y la idea es poder rescatar de él (y de otros autores generalmente ausentes de los ramos que nos pasan en la universidad) algunos elementos que nos parecen importantes para revisar y resituar en el contexto ac-

tual. Sin antes dar cuenta que el paisaje de fondo de la época era bastante similar: un capitalismo que ha demostrado adaptarse a los distintos escenarios, un estancamiento del factor subjetivo de las masas y el surgimiento del revisionismo (que no es otra cosa que aquella corriente que reinterpreta los conceptos de una determinada teoría, para cambiarle su sentido) en el seno del Partido Socialdemócrata alemán de la mano de su principal teórico, Eduard Bernstein.

Bernstein plantea que la decadencia del capitalismo se ve cada vez más improbable, que posee cierta capacidad de adaptación para sortear sus propias crisis y que el socialismo se puede ir construyendo gra-dualmente a partir de reformas sociales para la democratización del Estado, sin necesariamente aspirar a la toma del poder. Esto significaba para la izquierda alemana fortalecer la lucha sindical y la actividad parlamentaria para mejorar la situación de los obreros y regular la explotación.

Algo opuesto a la teoría marxista, que plantea que el capitalismo entrega las armas para desaparecer de golpe, en lo que Lenin denomina “situación revolucionaria” que se dan muchas veces, pero que no nece-sariamente todas terminan en una revolución efectiva. Estos elementos objetivos, que están en el ADN del modelo, no podrán dar el paso al socialismo si no existe a su vez un factor subjetivo, la conciencia y la organización de las distintas capas del pueblo.

Pero Bernstein no hace otra cosa que negar la primera parte de la teoría de Marx, despojándola de su carácter científico y dejando todo a merced de la voluntad que pueda presentar el movimiento obrero, es decir, hace del socialismo una utopía.

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La gracia de la teoría de Marx es que plantea que los principales problemas del capitalismo emanan de sus relaciones económicas, no de sus relaciones jurídi-cas ni políticas. Esto es, del conflicto capital-trabajo. Mientras en el capitalismo el capital se acumula y se expande, el trabajo se precariza. Entenderlo jurídica-mente, el conflicto sería entre ricos y pobres. Si así fuera, la solución sería precisamente la que plantea Bernstein: enriquecer al proletariado ¿Cómo? Demo-cratizando el Estado, para que el proletariado pueda promulgar sus propias leyes.

Dice ella: “Quienes se pronuncian a favor del método de la reforma legislativa en lugar de la conquista del poder político y la revolución social en oposición a és-tas, en realidad no optan por una vía más tranquila, calma y lenta hacia un mismo objetivo, sino por un objetivo diferente. En lugar de tomar partido por la instauración de una nueva sociedad, lo hacen por la modificación superficial de la vieja sociedad”.

En días donde surgen posiciones que nos vuelven a invitar a participar del mundo institucional, como la reforma tributaria o los plebiscitos; donde claman por la actividad parlamentaria, desde el frente am-plio de izquierda hasta los proyectos populares de ley; donde el presidente electo de la FECH plantea que el conflicto no es de clases, sino entre ciudadanía y clase política, la pregunta que surge es: Hoy, ¿aspi-ramos a la realización del socialismo o a reformar el capitalismo?

Pueden leer el texto completo en: www.marxists.org/espanol/luxem

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Por Ivy Queen

El 3 de enero de 2008, treinta comuneros entraron al fundo “Santa Margarita”, propiedad de Jorge Luchsinger. Pese al foso que rodea el predio, lograron entrar y quemaron 50 fardos. El fundo Santa Mar-garita queda cerca la comunidad Yeupeco, de Vilcún, y es un terreno largamente reclamado por los mapuche del lugar. La policía, que tie-ne un cuartel dentro del mismo fundo, no tardó en reaccionar. A las horas, un llamado de Rodrigo a Radio Bío Bío despejó toda duda. El vocero mapuche dijo a la radio: “Pretendíamos declarar el conflicto abiertamente, pero llegó carabineros y nos comenzó a disparar (…)

El weichafe Catrileo

Matías nació en Victoria, en 1985. Pronto su familia viajó a Santiago, a vivir a La Florida. Su padre, Mario Catrileo, es un funcionario bancario. No vivía con el, sino con su madre, Mónica Quezada. Estudió en el Liceo Lastarria, donde lo recuerdan especialmente por la época en que se hizo punk, y al mismo tiempo empezó a indagar en sus raíces mapuche, lo que lo llevó al activismo: empezó a organizar peñas y eventos, juntando dinero para la causa mapuche.

Estas actividades frenaron cuando hizo el servicio militar, en Arica. Durante un año, Matías fue un conscripto más. A su papá le dijo que para criticar a los militares, había que conocer su realidad primero. Una vez terminado su servicio, y pese a que podría haber seguido especializándose, Ma-tías dio la prueba y se fue a estudiar a Temuco, a la Universidad de la Frontera. Como estudiante de Agronomía, lo que más le interesaba era la conservación de los recursos naturales. Allá vivía en el hogar Pelontuwe, donde convergen muchos estudiantes mapuche. Para la policía es un “foco de activismo”, siendo allanado varias veces.

En Temuco, Matías radicalizó su discurso y su práctica: era conocida su admiración por la Coordi-nadora Arauco Malleco, se volvió activo en la solidaridad con los presos políticos mapuche. Decía que el mapuche no se puede concebir sin tierras, y que la recuperación de las tierras tiene un sentido profundo: reconstruirse como nación, recuperar su autonomía. Tierras y autonomía: las dos ideas centrales por las que Matías murió asesinado por la espalda.

La impunidad policial

El 15 de diciembre de 2011, la Segunda Sala de la Corte Suprema confirmó la condena para Walter Ramírez, el policía que le disparó: tres años y un día de firma mensual. No cumplirá presidio, y la causa se rotuló como “celo excesivo con resultado de muerte”, jamás asesinato. El fiscal militar que llevó la causa fue José Pinto Aparicio, el mismo que sobreseyó al carabinero que asesinó a Alex Lemún (16 años) en Ercilla el 2002.

Cuando se supo acerca de la libertad de Ramírez, se solidarizó con Matías y su familia, y hubo protestas en Santiago y Temuco. Allí fueron detenidas la madre de Matías, Mónica Quezada, y su hermana Catalina Catrileo, quien declaró: “así la Corte y el Estado chileno avalan y promueven que los carabineros asesinen a los mapuches que luchan por sus derechos políticos y territoriales en el sur”.

memoria

MATÍAS CATRILEOy la lucha por la autonomía mapuche

Íbamos andando y carabineros nos reprimió con disparos de subametralladoras, resultando un hermano muerto. Él es Matías Catrileo, de 22 años, y estaba apoyando a la comunidad ahí”.

Los comuneros llamaban a la radio pidiendo al obispo de Temuco, Manuel Camilo Vial, garantías para entregarle el cuerpo de Matías. Principalmente, que no se manipularan las evidencias. Du-rante tres días, el cuerpo de Matías fue llevado por sus compañeros, hasta que, con la mediación de la Cruz Roja y el obispado de Villarica, fue entregado para las pericias.

Una vez que se entregó el cuerpo de Matías, empezó a funcionar el engranaje de la impunidad policial. El Servicio Médico Legal informó a los medios que el joven había sido baleado de frente, confirmando la tesis de la policía, y el ministro del Interior, Felipe Harboe (PPD) de que el cabo Walter Ramírez había actuado en “legítima defensa”. La familia Catrileo negó esto y acusó que la bala había sido disparada por la espalda, mientras los comuneros huían. En medio de un gran aco-so mediático, pero protegido por weichafe y werkenes de Temuco, Matías fue velado en el hogar estudiantil Pelontuwe.

En noviembre de 2009, un nuevo informe del SML rebatió el primero, confirmando lo que siempre había afirmado la familia: que la bala que mató a Matías Catrileo fue disparada por la espalda.

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¿Qué hizo durante un semestre María Angélica Campos?La Tía de las fotocopias, o simplemente La Tía, es de esas personas que uno tiene que conocer sí o sí, si es que quiere sobrevivir en la fauna universitaria, ya sea por su labor más académica o para tener una conversación distendida en estos días de verano.

Por Omega

cancioneroPOPULARGuitarreo al alcance de todos

MIA) Quién me ayudaría fa#m a desarmar mi historia antigua fa#m sol#m y a pedazos volverte a conquistar do#m una ciudad quiero tener fa#m para todos construída LA SI7 y que alimente a quien la quiera habitar

do#m fa#mB) Santiago, no has querido ser el cerro sol#m do#m y tú nunca has conocido el mar sol#m cómo estarán ahora tus calles fa#m LA-SI7 si te robaron tus noches

mimC) En mi ciudad murió un día lam el sol de primavera mim sim a mi ventana me fueron a avisar

SOL anda, toma tu guitarra DO SOL tu voz será de todos los que un día RE tuvieron algo que contar

A) Golpearé mil puertas preguntando por tus días si responden aprenderé a cantar recorreremos tu alegría desde el cerro a tus mejillas y de ahí saldrá un beso a mi ciudad

B) Santiago, quiero verte enamorado y a tu habitante mostrarse sin temor en tus calles sentirás mi paso firme y sabré de quién respira a mi lado

C) En mi ciudad murió un día...

SOL DOD) Canta, es mejor si vienes SOL tu voz hace falta RE quiero verte en mi ciudad...

Santiago del Nuevo Extremo - A mi ciudad

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personaje del mes

“Yo dije que no iba a dar más entrevistas”, señala con un tono entre serio pero amigable. Las movilizaciones del 2011 fueron las más largas que le ha tocado vivir dentro de la universidad, por lo que tuvo que estar seis meses fuera de su actividad laboral. “Me dediqué a flo-jear. La pasé bien un tiempo pero después me empecé a aburrir, empecé a echar de menos”, revelándonos como fue el tiempo fuera de el ambiente estudiantil.

Trabaja hace 20 años en la universidad, desde que la sede de periodismo quedaba ubicada en la calle Pe-riodista José Carrasco Tapia (ex Belgrado 10), donde actualmente está la FECH.

El cariño que siente por el ICEI es enorme, recuerda con nostalgia los días de la antigua sede donde se com-partía más con los estudiantes. “Los alumnos y los fun-cionarios antes éramos uno, antes había más comuni-dad“, afirma mientras van y vienen los pedidos por tal o cual libro o los cigarros sueltos con los cuales calma las angustias de los fumadores del campus.

Ella al igual que muchos funcionarios apoya al movimiento estudiantil y cree que las demandas son legíti-mas. Sin embargo, otra situación también le preocupa, el inminente traslado del búnker por las construc-ciones del proyecto bicentenario. Afortunadamente no será muy lejos de donde está ubicado ahora, pero cuando los aularios estén construidos la situación cambiará, ante lo cual espera el apoyo de los estudiantes.

Por ahora, todavía vamos a tener a la Tía cerca para que nos reciba con su cálida sonrisa cada vez que llegamos con nuestras caras de sueño a pedirle algo. “Cuando salga de acá voy a hacer un libro sobre los periodistas de la Chile”, dice en tono de broma. “Ah, y también de los cineastas”, agrega. Seguramente, por algo lo dirá.