RESUMEN DEL INFORME PRELIMINAR DEL...
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RESUMEN DEL INFORME PRELIMINAR DEL PROYECTO DE
PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA EN CALLES DEL CENTRO HISTÓ RICO DE LA
CIUDAD DE MÉRIDA, YUCATÁN. MÉXICO
Joseph Ligorred Perramond
Departamento de Patrimonio Arqueológico y Natural
Ayuntamiento de Mérida
Luis Barba Pingarrón
Laboratorio de Prospección Arqueológica
Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM
El Centro Histórico de Mérida contiene un patrimonio arqueológico de gran
potencial. T’HÓ, la Mérida ancestral, fue una ciudad monumental mencionada desde
tiempos muy antiguos. Hay elementos para pensar que fue eje cultural de lo que a la
llegada de los conquistadores era una comarca o provincia llamada Chakán o
Ichcanzihó. En el Centro Histórico de Mérida probablemente se localiza el sitio de
T’HÓ, el principal centro urbano de la región y uno de los cuatro únicos sitios
clasificados en el atlas (1980) como de primer rango en el Estado, junto con Chichén
Itzá, Uxmal e Izamal. Analizando tanto la topografía del terreno, como la
documentación histórica, se han establecido 16 áreas de alto valor en donde a partir
del seguimiento de las obras de mejoramiento urbano realizadas en los últimos años,
se puede comprobar el importante potencial arqueológico del subsuelo, por lo que se
justifica el establecimiento de condiciones que impliquen una protección especial.
Este programa parcial debe de prevenir que en lo futuro, el desarrollo de obras
afecten el subsuelo con la destrucción de importantes restos de la antigua ciudad
maya, así como de otras evidencias de la época colonial.
El Laboratorio de Prospección Arqueológica del Instituto de Investigaciones
Antropológicas de la UNAM trabaja en la integración de técnicas modernas de
prospección para el estudio de sitios arqueológicos desde la superficie. Las técnicas
geofísicas empleadas sirven para detectar anomalías, que pueden ser del origen
natural o cultural. Las técnicas de prospección geofísica permiten identificar, a través
de observaciones indirectas, materiales con propiedades físicas diferentes debajo de
la superficie, éstas incluyen mediciones del gradiente magnético, de corrientes y
potenciales eléctricos y de ondas electromagnéticas. La técnica a utilizar depende de
las dimensiones, profundidad y composición de los objetos sepultados y de los
objetivos propios de la investigación.
Al utilizar estas técnicas en la arqueología se pueden investigar áreas en
menos tiempo que usando los métodos tradicionales y a menor costo, además de no
perturbar el medio ni destruir el contexto arqueológico. Como otras técnicas de
investigación también tienen sus limitaciones, pues siempre existe incertidumbre
sobre lo que se interpreta a partir de los datos. En lo posible es conveniente
combinar la interpretación geofísica con las observaciones directas.
Radar de penetración terrestre (Georadar)
El georadar o radar de penetración terrestre (gpr) es una técnica geofísica que
emplea ondas electromagnéticas de radiofrecuencia del orden de 10 a 2500 MHz, la
técnica es similar en sus principios teóricos al sonar y a la sísmica de reflexión y es a
su vez, un método no invasivo que no perturba el medio.
En el Centro Histórico el municipio ha establecido zonas de protección
arqueológica, a partir de la topografía del terreno, la supuesta presencia de fuentes
naturales de agua (cenotes), las anomalías en la traza urbana, que pueden ser
debidas a la trayectoria de los antiguos caminos mayas (sacbés) (Ligorred 1998), así
como por las inferencias del trabajo del arquitecto Tomassi (1931).
La prospección geofísica se ha realizado con la participación del personal y el
equipo del Laboratorio de Prospección del IIA-UNAM mediante la tecnología de
georadar para el estudio del subsuelo, buscando detectar anomalías que puedan
estar relacionadas con la presencia de los vestigios de la antigua T’Hó.
En 1998 se intervino la zona II o del Mercado "Lucas de Gálvez", en 1999 la
zona III o del Imposible, y durante el año 2000 al 2002 se supervisaron las obras de
Mejoramiento del Centro Histórico. Entre el 2002 al 2003 se intervino el terreno del
ex-Chetumalito, primero a través de la prospección geofísica, analizando las
anomalías y posteriormente se llevaron a cabo en las áreas detectadas las
perforaciones sistemáticas, registrándose los materiales arqueológicos que surgieron
del subsuelo durante las intervenciones. En 2005 se llevo a cabo la prospección
geofísica en los terrenos circundantes a mercado Grande y en especial donde se
pretende construir el edificio de "la Pepita". También realizó el seguimiento de obras
en el Parque Eulogio Rosado y del cableado subterráneo de la calle 50 entre 61 y 67
y recientemente se realizaron trabajos en la calle 58 entre 59 y 61, y en las calles 61
y 63 entre 58 y 60.
Estos fueron estudios que antecedieron al proyecto de las calles de 2006 en el
que se efectuó una prospección mucho mas amplia abarcando 17, 7 kilómetros de
recorrido de calles con el radar en el Centro Histórico de Mérida, con la finalidad de
contar con una radiografía del subsuelo en esas áreas, útil tanto para la planeación
de futuras obras, así como para la localización de vestigios e infraestructura del
pasado.
Como objetivos particulares tenemos la detección de anomalías en las
lecturas del radar que puedan vincularse con la presencia de basamentos mayas,
fuentes naturales de agua (cenotes) y/o antiguos caminos mayas (sacbés).
Presentamos algunos ejemplos de los resultados obtenidos durante los
trabajos.
Plaza Eulogio Rosado
Durante la temporada de prospección se levantaron dos líneas en este
espacio, ambas líneas van de sur a norte en la Plaza Eulogio Rosado. En los
radargramas de ambas líneas se aprecia una reflexión que desciende hacia el norte.
La reflexión nos muestra la una misma capa que desciende entre 10 y 35 m del
recorrido, pero además se observan reflexiones horizontales que sugieren un trabajo
de nivelación de etapas constructivas previas.
Durante los trabajos de cableado subterráneo en el parque Eulogio Rosado y zonas
aledañas del edificio de Correos, previos a la prospección, en el pozo 13 se ubicó en
la esquina noreste del edificio de Correos en el cruce de las calles 65 y 56 A, donde
se instaló un registro eléctrico para el cableado subterráneo. Durante el seguimiento
de estas obras, se observó un muro de mampostería y un pozo que ameritaron
exploración.
El muro estaba formando el límite de la pared oriente del pozo 13 con una
altura aproximada de 1.80 metros por la cara exterior y una longitud de 2 metros en
dirección norte-sur.
Al efectuarse la prospección se decidió realizar un estudio detallado con radar
en la zona donde cruza dicho muro para poder detectar su posible continuidad.
Los resultados permiten observar anomalías constantes que sugieren que el
muro continua a todo lo ancho de la calle (figura 1).
Calle 58
Otra de las zonas que se decidió prospectar fue la que se localiza sobre la
calle 58 con los cruzamientos 62 y 64; donde durante el reciente seguimiento de las
obras de cableado subterráneo fue localizada, en una de las excavaciones, la
sección de un muro prehispánico. Este muro se encuentra en una de las áreas
mencionadas por Tommassi como el lugar donde se encontraba un edificio
prehispánico. Por tal motivo fue necesario trazar unas líneas con el radar para poder
seguir su longitud y posible continuidad (figura 2).
Otras exploraciones se realizaron cerca del Parque de Santiago y en aquellas
áreas donde pudieron haber pasado algunos sacbés de la antigua ciudad maya de
T’Hó.
Parque Mejorada
En este parque el objetivo principal fue reconocer si los restos de una
estructura propuesta por Tomassi podrían ser reconocidos por el radar. Se realizaron
líneas paralelas sobre la calle hasta alcanzar la fachada de la Iglesia. Estas líneas de
radar de aproximadamente 75 m muestran reflexiones muy claras. Algunas detectan
la presencia de tuberías en las bocacalles y de restos de infraestructura urbana
anterior. Pero lo mas interesante es que entre 1 y 2 m de profundidad se aprecian
claras reflexiones que pueden asociarse a uno de los límites de la estructura
mencionada por Tomassi (1931), por lo que puede tratarse de restos arqueológicos
enterrados en la parte sur del parque (figuras 3 y 4).
Cabe resaltar que gran parte del desarrollo de dicha prospección obligaba a
pasar el georadar sobre algunas de las principales vías de comunicación vehicular
del centro histórico y por ende muy transitadas, por lo que el trabajo de “campo” se
realizó por la noche, en las horas en las que el transito tanto vehicular como
peatonal, disminuyen.
El texto presentado constituye el resumen de un informe preliminar. El
procesamiento de los datos continúa y en breve se entregará el informe final.