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Resolución de Conflictos / Enseñanza Media

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portadilla

Ministerio de Educación. Material de Apoyo para la Convivencia Escolar

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Material de Apoyo Para la Convivencia EscolarMinisterio de Educación

Primera Edición: Agosto de 20004.000 ejemplares

Diseño y Producción: Arquetipo Ltda.

Impresión: Prestserv S.A.

Santiago-Chile


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El programa de la UNESCO, Aprender para al Siglo XXI, coordinado por

Delors, señala cuatro pilares de la educación del futuro: aprender a conocer,

aprender a actuar, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

En estos materiales que ofrecemos, abordamos la dimensión que hace

referencia a «aprender a vivir juntos», a convivir.

La convivencia escolar es un tema que está presente necesariamente en la

formación de nuestros alumnos y alumnas. Con el fin de contribuir a la

importante labor que los docentes realizan en este sentido, el Ministerio

de Educación inicia esta serie de publicaciones para las escuelas y liceos

del país. Ellas constituyen un material de apoyo para definir diferentes

aspectos de la convivencia, para identificar sus dificultades y para abordar

su trabajo en la sala de clases y en reuniones de profesores.

Las buenas prácticas de convivencia estimulan el desarrollo de todos los

valores y favorecen las situaciones de aprendizaje. Pensamos que este

material será de utilidad para muchos docentes, a los que cabe la

importante tarea de aterrizar las grandes ideas en la realidad cotidiana de

la sala de clases.

Es muy importante para nosotros recibir sus observaciones y sugerencias

para incorporarlas en las próximas publicaciones, de manera de ir

perfeccionando el material de acuerdo a las necesidades que planteen las

diversas situaciones de convivencia escolar. Así podremos, con un esfuerzo

conjunto, entregar a nuestros alumnos y alumnas el ejercicio de prácticas

que favorezcan un clima escolar estimulante y enriquecedor.

Mariana AylwinMinistra de Educación


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Introducción

¿Qué es un conflicto?

La presencia del conflicto es una realidad insoslayable que acompaña y queha acompañado, en distintos grados de intensidad y de visibilidad, el desarrollode la sociedad y de las personas. Por lo tanto, cualquier estrategia educativa orien-tada a educar en y para la vida, debiera fundarse en este dato de la realidad: losconflictos existen y son cercanos a cada una de las personas.

Los conflictos son parte del diario vivir, son inevitables, no son buenos nimalos, simplemente existen y pueden llegar a ser administrables constructiva-mente.

Encontramos varias definiciones de esta situación de la convivencia humana.Aquí hay algunas:

• El conflicto es un desacuerdo de ideas, intereses, o principios entre per-sonas o grupos (en el momento del conflicto las partes perciben sus inte-reses como excluyentes).

• Es un proceso que expresa insatisfacción, desacuerdo o expectativas nocumplidas de cualquier intercambio dentro de una organización.

• El conflicto es la divergencia de intereses percibido. La creencia de quelas aspiraciones actuales de las partes no pueden alcanzarse simultánea-mente.

Desde estas definiciones de conflicto podemos distinguir como elementoscomunes:

• La incompatibilidad o divergencia de intereses.• Reconocimiento de dos o más partes comprometidas o involucradas en

el conflicto.• La idea de proceso reversible si se cuenta con algunas condiciones bási-

cas para su «administración» (habilidades de resolución de conflictos).

Ejercicio

Con el propósito de contextualizar su reflexión, solicitamos realizar unejercicio de observación sistemática de la convivencia interna de su curso,desde la perspectiva de identificar los conflictos más recurrentes en su gru-po de trabajo y las actitudes de ellos frente a los conflictos.

Se sugiere que esta observación se realice durante un período de tiempo yespacio definido; una a dos semanas en la sala de clase o en el patio, o enalgún otro sector.

A su vez, identificar el contexto en que se vive la situación de conflicto y lamanifestación externa del conflicto: palabrotas, golpes, minimización delotro, ofensa personal, etc.

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Ficha de Registro de Observación Personal

Contexto Situación de Conflicto Manifestación del Conflicto

1. ¿Podría clasificar los conflictos observados en su curso?

Conflictos de interés Conflictos de relación Otro tipo de conflictos

¿Hubo solución y de qué tipo? ¿Hubo solución y de qué tipo? ¿Hubo solución y de qué tipo?

2. ¿Por qué escogió ese tiempo y espacio para su trabajo de observa-ción?

3. ¿Qué le aportó el ejercicio de sistematizar la observación?4. Lo observado ¿le entregó nuevas pistas para su proyecto pedagógico

como profesor?

Curso:

Tiempo definido para la observación:

Espacio de observación:


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1. Los conflictos y la violencia escolar

Distinciones necesarias

S iendo éste un tema tan complejo es necesario hacer unadistinción respecto de cuál es el foco de nuestra atenciónen este documento:

• Nos estamos refiriendo a la agresividad que ocurre al interior delos establecimientos y que se manifiesta tanto en la relación entreadultos, entre adultos y jóvenes, y entre jóvenes, definida comoun comportamiento de prepotencia o abuso injustificado que unosejercen sobre otros, afectando el clima de convivencia de la escue-la y de la sala de clases, dañando el desarrollo de los alumnos yalumnas y, a su vez, perjudicando el desempeño profesional de losdocentes. La violencia se refiere a comportamientos que incluyenagresiones serias, ataques físicos, uso de armas. Tanto quienes pa-decen los abusos, como quienes los infieren reiteradamente, su-fren daños morales y sociales y el deterioro de su autoestima yconcepto de sí mismos.

• Es necesario distinguir claramente entre situaciones de violenciaescolar y problemas del ámbito de la disciplina. Los asuntos rela-tivos a la disciplina escolar tienen que ver con dificultades -departe de los alumnos y alumnas- para incorporarse al código deconvivencia establecido por la institución escolar, o por normasinapropiadas que dificultan su incorporación. Los relativos a laviolencia escolar se manifiestan en situaciones de agresividad querevelan una forma peculiar de expresarse y hacer justicia, paraabordar los conflictos.

• También es importante distinguir entre conflicto y abuso. Siemprehabrá conflictos pues son inherentes a la sociabilidad humana y,en la educación de niños y jóvenes, éstos representan una oportu-nidad para crecer. El conflicto se refiere a diferencias de criterio,de intereses o de posición personal frente a temas, situaciones opuntos de vista, posibles de abordar a través del diálogo y la nego-ciación. En cambio, el abuso ocurre entre personas que se ponenen disparidad de condiciones. Hay una persona que, en formadespótica y prepotente, intenta dominar a otra que, a su vez, se


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convierte en víctima en tanto se siente desbordada por la situa-ción. Esto genera un círculo vicioso en donde las víctimas puedenllegar a transformarse en victimarios.

• Es importante distinguir las bromas de los abusos. En la vida co-tidiana de la institución escolar hay siempre bromas que se ha-cen entre personas o entre grupos. Sin embargo, cuando éstasafectan gravemente a las personas que son objeto deridiculizaciones y humillaciones, pasan a constituirse en un abu-so. En muchas ocasiones, los bromistas afirman que el asunto notiene mayor importancia, pero ni las personas que han sido es-pectadores de esa broma ni quien la recibe piensan lo mismo;nuestro criterio de profesionales y nuestra opinión pueden clari-ficar situaciones como ésta.

• Es necesario diferenciar con claridad, violencia de juego rudo. Se-gún la edad de nuestros alumnos y alumnas, hay siempre presen-cia de juegos que conllevan contacto físico y/o simulación de unariña. Si la frontera del juego es sobrepasada y se observan clarossignos al respecto, puede constituirse en una agresión.

• Es también posible distinguir una forma de violencia que puedeejercer la institución escolar sobre la base de una concepción au-toritaria de su gestión y que se expresa cotidianamente tanto en larelación entre los adultos, así como en la relación entre adultos yjóvenes. La ausencia de espacios de conversación y de diálogo res-pecto de situaciones que lo ameritan, impide que hayainstancias adecuadas para la resolución de conflictos.

• A su vez, la investigación reconoce lo que algunos handenominado la «cultura de pandilla» que se expresa através de la organización de grupos tras la idea de unir-se al más fuerte para disponer de defensa. Una de lasmanifestaciones relacionadas con las pandillas juveni-les es la destrucción de la infraestructura de los esta-blecimientos educacionales. Tales edificios -señalan losestudios- representan a la sociedad, frente a la cual losjóvenes quieren reaccionar, motivo por el cual es unode sus objetos de agresión. Entre las causas de este fe-nómeno está también la ausencia de mecanismos queresuelvan de manera adecuada los normales conflictosque surgen en la vida escolar.

Siemprehabrá conflictospues soninherentes a lasociabilidadhumana y, en laeducación deniños y jóvenes,éstosrepresentanuna oportunidadpara crecer.


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2. ¿Qué antecedentes se señalan como causas domi-nantes de la expresión de violencia y agresividad enel sistema escolar?

El resultado de las investigaciones, incluyendo estudios enAmérica Latina, muestra que las causas dominantes de loscomportamientos agresivos y violentos de niños y jóvenes se en-

cuentran en motivos tan diversos como complejos, entre los cuales hayfactores socioeconómicos y culturales; factores relacionados con proble-mas derivados del núcleo familiar; factores psicosociales, propios de lacondición personal de quienes integran las comunidades; y factores pro-venientes de las escuelas en donde ocurren los episodios de violencia.

Por lo tanto, sabemos que los factores son múltiples y que sobrepasancon mucho al sistema escolar. No nos vamos a detener en cada uno deellos, sino en los que la escuela debiera asumir, ya que sabemos que hayuna cuota de responsabilidad que sólo puede ser asumida por ella y no porotros actores sociales. De allí la necesidad de profundizar en esta temáticaa fin de que cada liceo pueda hacerse cargo, responsablemente, de lo posi-ble y, de ese modo, avanzar en proponer formas de abordar la violenciaescolar desde su propia realidad.

Sobre las causas más frecuentes de la violencia al interior de la institu-ción escolar se señalan:

• los bajos logros académicos y escasas expectativas que tienen losdocentes, los padres o los propios estudiantes con respecto a algu-nos alumnos. Los estudios referidos a la profecía autocumplidaindican que si se desvalorizan ciertos alumnos, éstos se comporta-rán y rendirán como desvalorizados y desarrollarán una baja autoes-tima;

• la vigencia de modelos agresivos en la institución y de relacionesdestructivas en los grupos de pares (adultos o jóvenes) que termi-nan desbordándose;

• las discriminaciones tanto individuales como grupales que ocu-rren al interior de las escuelas (sociales, culturales, étnicas, reli-giosas, de género, etc.);

• un currículum inflexible y poco significativo para los jóvenes, loque hace difícil para ellos percibir el significado y el valor quetiene para sus vidas, afectando su motivación para el aprendizaje;


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• la escasa relación entre profesores y alumnos, lo que dificulta eldiálogo, el entendimiento mutuo y la generación de lazos de con-fianza;

• la humillación pública a los alumnos que no obtienen logros aca-démicos, genera que estos estudiantes finalmente repitan o deser-ten del sistema escolar;

• también se mencionan temas como el tamaño de los establecimien-tos y el número de alumnos por curso, lo que hace difícil atender alos estudiantes en sus necesidades, intereses o ritmos especiales,es decir, en su diversidad.

33. ¿Cuáles son factores de protección respecto de la

violencia en los liceos?

Una diversidad de experiencias sistematizadas, provenientes dediversos países, nos ayudan a relevar las condiciones que per-miten disminuir el riesgo y enfrentar con mayores recursos las

situaciones de violencia escolar. Estos factores también protegen a los jó-venes de otros riesgos, como el consumo de alcohol, las drogas o el emba-razo precoz. Llamaremos liceos efectivos a aquellos que poseen esos facto-res protectores.

1. Un liceo efectivo es aquel que centra su esfuerzo en que TODOSsus alumnos aprendan, logrando aprendizajes de buena calidad.El éxito académico es percibido como importante por la comuni-dad escolar en su conjunto. El liceo se esfuerza para crear las con-diciones para que los jóvenes tengan expectativas respecto de sufuturo, establece niveles de logros exigentes y respeta las diferen-cias individuales. Promueve también el trabajo en equipo para laadquisición de competencias sociales, fomenta las evaluacionesdiferenciales y comparte con los estudiantes y los padres las me-tas que se propone.

2. Un liceo efectivo promueve el respeto entre todos los miembros dela comunidad escolar. Crea condiciones para que siempre puedaexistir un adulto que esté disponible para proporcionar el apoyocuando sea requerido por los jóvenes. Eso asegura la solución ade-


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cuada de muchos conflictos. Para ello, debe destinarse tiempo. Lastutorías para acompañar más cercanamente a jóvenes con proble-mas, son un ejemplo concreto. El apoyo y el tiempo que puede dis-poner el profesor jefe es, en este sentido, muy importante, especial-mente frente a los estudiantes que evidencian situaciones de riesgo.

3. Un liceo efectivo se esfuerza por involucrar a las madres, padres yapoderados en la tarea educativa. Existe una relación directa entreel compromiso y la participación de las familias en la formaciónde sus hijos y los resultados de esa formación. Estos liceos se es-fuerzan por tener una política de colaboración con las familias, demodo que éstas se sientan bienvenidas en las escuelas, sea cualfuere su condición social, atendiendo los obstáculos que limitansu participación y manteniendo una línea de comunicación per-manente que permita conocer la realidad de los alumnos y tam-bién incorporar sus preocupaciones.

4. Un liceo efectivo desarrolla redes de trabajo con la comunidad,vinculándose a nivel comunal y local, lo cual tiene un beneficiodirecto en la tarea de formación y socialización de su alumnado.Se relaciona con los centros de salud, las iglesias, las organiza-ciones comunitarias y sociales, carabineros y con otros estableci-mientos educacionales.

5. Un liceo efectivo dispone de oportunidades para discutir abier-tamente acerca de diversas temáticas y los conflictos o problemasque se presenten. Quienes concurren a la escuela pueden tenerdiferentes percepciones acerca de la vida, distintas maneras dever el mundo. Es preciso conversar abiertamente sobre las cuestio-nes que puedan estar tensionando la vida escolar, como situacio-

nes de violencia, drogas u otras que estén afectando la vida delos jóvenes. Los espacios para el debate permiten confrontarpercepciones y asumir responsabilidades respecto de actosriesgosos y de sus consecuencias. La metodología usada por lasJOCAS puede servir para abordar esos temas.

6. Un liceo efectivo hace un intento serio por tratar a todoslos estudiantes con igual respeto, es decir, evita las discrimina-ciones. Una de las mayores fuentes de conflicto, tanto a nivelde los adultos como de los estudiantes, son los favoritismos yel trato injusto por razones de clase social, sexo, etnia, religión,incapacidad física, apariencia física, inteligencia u otros.

Un liceo efectivohace un intentoserio por tratara todos losestudiantes conigual respeto,es decir,evita lasdiscriminaciones.


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7. Un liceo efectivo genera espacios para la expresión desentimientos, estimulando un clima de confianza y res-peto mutuo. Los estudiantes se sienten seguros para ex-presar sus necesidades, temores y ansiedades a los adul-tos de la escuela. Los estudiantes sienten que son acogi-dos y escuchados.

8. Un liceo efectivo ofrece alternativas para el uso del tiem-po libre de sus estudiantes. Este tipo de actividades pue-den ser acompañadas por profesores, padres o monitoresde la comunidad y ofrecen variedad de opciones, talescomo talleres, ayuda en las tareas, acceso a computado-res, a biblioteca, tutorías, servicios comunitarios, clubes,consejerías, otros. Los talleres ACLE y la promoción de activida-des de encuentro entre los jóvenes, y de los jóvenes con sus fami-lias y la comunidad escolar, son alternativas concretas orienta-das en ese sentido.

9. Un liceo efectivo desarrolla programas de formación en torno alos valores ciudadanos, con información pertinente sobre sus de-beres y obligaciones ante la ley, reforzando los valores comparti-dos en su comunidad local, respetando y asumiendo responsabi-lidades en el cuidado de su entorno y acciones que lo vinculencon la sociedad. Profundiza con los alumnos el sentido de res-ponsabilidad respecto de sus propios actos. Especialmente signi-ficativas para los jóvenes son las acciones de servicio o con con-tenido solidario. También, un liceo efectivo establece internamen-te, un sistema de normas de convivencia claras y flexibles y tra-baja con la comunidad respecto de ellas.

10. Un liceo efectivo diseña apoyos para que sus estudiantes adoptensus decisiones respecto de su vocación. Los jóvenes requieren orien-tación y asistencia para planear su futuro y para desarrollar habili-dades que les permitan enfrentar informadamente los pasos quedeben dar para construir su porvenir.

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Un liceo efectivose esfuerza porinvolucrar,a las madres/padres yapoderadosen la tareaeducativa.


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4. ¿Cuáles son las señales que pueden estar indicandofactores de riesgo que es preciso atender?

Cómo podemos orientarnos para anticiparnos, en la medida de loposible, a episodios de violencia? ¿Perdimos alguna oportunidad paraprevenir? ¿Alguien dijo o hizo algo que nos diera una pista de la

crisis venidera? ¿Fue esa vez que no tuvimos tiempo para conversar entrenosotros, pero algo sentíamos que pasaría?

Cada liceo tiene su particular clima de convivencia, su historia e iden-tidad. La agresividad y la violencia no pueden entenderse fuera de su pro-pio contexto y como expresión emotiva, tiene múltiples antecedentes que-como vimos- pueden provenir de la escuela, del hogar o del ambientesocial en general. Por tanto, tampoco es posible entender esta problemáti-ca a través de una sola explicación. Los casos más visibles así lo demues-tran. Las investigaciones confirman que la mayoría de los jóvenes que es-tán en problemas y en riesgo de volverse agresivos muestran más de unaseñal de advertencia repetidamente, cada vez con mayor intensidad y a lolargo de un proceso que es gradual. Así, por ejemplo, quien finalmente sehace parte de una pandilla responsable de algunas acciones de violenciaal interior del liceo, ha vivido un proceso de incorporación a esa pandillaque pasa por rompimientos con su grupo familiar, con algunas de sus amis-tades, con algunos de sus maestros, por episodios dolorosos que lo hanllevado a tomar esa determinación. No es una adhesión instantánea.

En algunas situaciones y para algunos jóvenes, diferentes combinacio-nes de acontecimientos, comportamientos y emociones pueden conducira arrebatos agresivos o comportamientos violentos en contra de sí mismoso de otros.

Por ello, las señales frente a las cuales llamamos la atención en estecapítulo, no son para concluir, sin más, que el liceo está al borde de unasituación de violencia escolar. Al contrario, son elementos para discutiren equipo, conversar con los estudiantes o con la familia cuando sea nece-sario, intercambiar opiniones para poder determinar acciones adecuadas.Estas señales nos permitirán analizar nuestras preocupaciones y atender atiempo a la persona indicada, antes que los problemas se vuelvan máscomplicados.

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A continuación se identifican algunas señales que requieren ser atendi-das para acudir en apoyo de alumnos que pueden estar viviendo situa-ciones dolorosas o difíciles.

1. Si observamos, a lo largo de períodos prolongados y en conjuntocon otras señales, que alguno de nuestros estudiantes manifiestauna conducta de retraimiento que va más allá de lo percibidohabitualmente, puede ser expresión de sentimientos de depresión,rechazo, persecución, desmerecimiento y falta de confianza. Esapersona necesita de nuestra atención y preocupación.

2. En el proceso de crecimiento de nuestros alumnos y alumnas yen el transcurso del desarrollo de su adolescencia, es frecuentela experimentación de sentimientos de rechazo. Si esesentimiento es excesivo y conduce al aislamiento, pue-de ser signo de un estudiante con problemas. Algunosjóvenes que son rechazados por sus compañeros porser agresivos, buscan amigos con quienes refuerzan estatendencia. Los jóvenes necesitan de nuestra preocu-pación a fin de que puedan trabajar el sentimiento derechazo y transformarlo en posibilidades que aportena su propio desarrollo y al de los demás.

3. Los y las jóvenes que son víctimas de violencia, inclu-yendo abuso físico o sexual, en la comunidad, la escuelao el hogar, corren el riesgo de volverse violentos hacia símismos o hacia los otros. Hay allí necesidad de nuestramayor sensibilidad y de crear una relación significativade un adulto con quien experimente esta situación, a finde avanzar hacia su superación. En estos casos, es con-veniente un apoyo especializado.

4. Quien constantemente se siente molestado, maltrata-do, embromado, ridiculizado y humillado en la escue-la o en el hogar mostrará signos de aislamiento y man-tendrá cerrados los canales habituales de comunicacióncon el resto, o bien podrá exteriorizar su dolor de ma-nera inapropiada, incluyendo la agresión. Es necesariobrindarle nuestra preocupación y ayuda, así como con-versar y debatir sobre el tipo de discriminación con quie-nes corresponda.

Quienconstantementese sientemolestado,maltratado,embromado,ridiculizado yhumillado en laescuela o en elhogar mostrarásignos deaislamiento ymantendrácerrados loscanaleshabituales decomunicacióncon el resto,o bien podráexteriorizar sudolor demanerainapropiada,incluyendo laagresión.


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5. Si alguien que es nuestro alumno o alumna experimenta cambiosdrásticos en el rendimiento escolar, o muestra bajo rendimientocomo una situación crónica, está viviendo una situación de frus-tración o de inutilidad que amerita de nuestra preocupación a finde que no llegue a manifestar un comportamiento agresivo.

6. Todas las personas se enojan, la ira es una emoción natural. Sinembargo, la ira que se expresa frecuente e intensamente en res-puesta a incidentes no significativos es una señal de preocupa-ción frente a la cual es necesario poner atención y ofrecer la ayu-da y apoyos requeridos.

7. Si la forma de relacionarse entre algunos de nuestros alumnos yalumnas conlleva la presencia permanente de bromas pesadas, deintimidación y maltrato, o bien de agresiones como golpear y mal-tratar a otros constantemente, constituye una señal de preocupa-ción para los equipos docentes del establecimiento que tendránque conversar y decidir respecto de los pasos a seguir para aten-der una situación como ésta.

8. Todas las personas manifestamos actitudes favorables o desfa-vorables hacia los demás. Es un sentimiento natural, siempre ycuando ello no implique perjudicar seriamente al otro. Es posi-ble que ocurra, a propósito de factores de raza, etnia, religión,sexo, habilidad y apariencia física, que combinados con otrosfactores, pueden conducir a prejuicios y violencia en contra deaquellos percibidos como diferentes. Las actitudes de discrimi-nación constituyen una señal de preocupación para una comu-nidad escolar que tendrá que disponer de espacios en los que sediscuta esta temática y se acuerden modalidades para abordarlay superarla.

9. Expresiones de violencia o amenazas por escrito o en dibujos, cuan-do son exageradas y se dirigen a personas individualizadas, pue-den estar indicando problemas emocionales que es convenienteconsiderar si se juntan con otras señales de advertencia. Igual-mente, las amenazas detalladas y específicas de violencia en con-tra de sí mismos y de otros, son uno de los indicadores que lasinvestigaciones señalan que deben tomarse en serio.

10. El consumo de alcohol y drogas reduce la capacidad de autocontroly expone a la violencia, ya sea como actores, víctimas o ambos.


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11. La pertenencia a pandillas, que otorga sentido de identidad grupal,puede tener como factor vinculante acciones de violencia. Sin em-bargo, es necesario tener claro que no cualquier grupo juvenil esuna pandilla.

12. Otras señales necesarias de tomar en cuenta son:

• peleas físicas serias

• destrucción grave de infraestructura

• posesión o uso de armas de fuego o cortantes.

55. Algunas recomendacionespara prevenir desde el liceo

la violencia escolar

¿Qué hacer cuando se observan estas señales?

En primer lugar, estas señales deben usarse responsablemente. Insisti-mos: ninguna de ellas basta para predecir agresión o violencia. Las señalesexpresan necesidad de ayuda.

• El rol de la escuela frente a estas señales es el de prevenir, asu-miendo acciones que tiendan a enfrentar la situación que está cau-sando preocupación y asegurando una convivencia respetuosa alinterior de la comunidad escolar.

• Cuando un joven manifiesta problemas conductuales serios, es pre-ciso buscar un diagnóstico especializado que deberá hacerse luegode conversar con los padres y con su acuerdo explícito.

• El liceo asume las responsabilidades de acuerdo a sus capacida-des. Existirán situaciones que sobrepasarán a la institución: seráel momento de recurrir a otras instancias. De allí la importancia demantener vínculos con redes comunitarias que puedan apoyar.

Por lo tanto, las sugerencias son:

• Informar y escuchar a los padres cuando se observan las señalesde preocupación.


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• Mantener la confidencialidad y el derecho de los padres y de losniños o jóvenes a mantener sus asuntos privados. Antes de com-partir información personal con otras personas e instituciones serequiere la participación y el consentimiento de los padres.

• Apoyar a los estudiantes para que se responsabilicen de sus accio-nes. La comunidad escolar debe animar a los estudiantes a hacerseresponsables de sus acciones y también a participar en la planifi-cación, implementación y evaluación de iniciativas de prevenciónde la violencia.

• Analizar el contexto donde ocurre el comportamiento agresivo yviolento. El análisis de los factores que causan el comienzo de laviolencia y las conductas problemáticas, mejoran la efectividad delas decisiones que se toman.

• Coordinar los recursos internos del liceo. La comunidad escolardebe aprovechar los recursos de otros programas y actividades quese realizan en el liceo (tales como las ACLES, JOCAS, los progra-mas de liderazgo, los programas de prevención del consumo dedrogas, materiales para padres, etc.), desarrollando una interven-ción integral.

• Compartir la responsabilidad con la comunidad escolar, es decir,buscar el apoyo y conocimiento de los alumnos y alumnas, de lasfamilias y del equipo docente en su conjunto. Trabajar estos temasperiódicamente en los Consejos de Curso, Centros de Padres, Cen-tros de Alumnos o en jornadas masivas con toda la comunidadescolar.

• Decidir, conjuntamente, el apoyo de las redes externas del estableci-miento, como centros de salud, organizaciones comunitarias, reli-giosas, carabineros, otros organismos gubernamentales (SENAME,SERNAM, etc.) o centros especializados.

Las comunidades escolares que optan por trabajar en torno a la preven-ción de la violencia escolar, también adoptan decisiones como las siguien-tes:

• Desarrollan una política de convivencia escolar que incluye tenerun reglamento interno, con normas claras, reglas específicas e in-dicación de sus consecuencias. Allí debiera considerarse también,


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una descripción de la política a seguir contra el hostigamiento, laagresión y sobre el derecho a un procedimiento adecuado y justo,asegurándose que las consecuencias sean en proporción a las ofen-sas, que las reglas sean escritas y aplicadas de forma nodiscriminatoria y que estén en concordancia con la diversidadcultural. Dicho reglamento debe tener como marco de referencialos valores y objetivos educacionales de la comunidad escolar.

• Como parte de esa política de convivencia, se convoca al esta-mento docente, paradocente, a los estudiantes y a los padres yapoderados para el desarrollo, discusión e implementación dedicho reglamento, asegurando espacios de participación en queopinen, discutan y decidan todos quienes viven en cada comuni-dad escolar.

• Un tema a ser abordado en la política de convivencia será, necesa-riamente, el de consumo de alcohol y drogas, tanto para esclarecerlos límites de dicho consumo, como para disponer de apoyo paraestudiantes en situaciones extremas.

• Es indispensable tomar en consideración el comportamiento tipode cada fase de desarrollo de nuestro alumnado, es decir, el quecorresponde a la edad de los estudiantes, así como a sus capacida-des emocionales. Por ejemplo, el mismo tipo de necesidades se ex-presa de manera diferente en el primer ciclo y en el segundo ciclode la escuela básica y, con mayor razón, en Educación Media.

• A nivel de los Equipos de Gestión, será importante considerar losantecedentes que aquí se proporcionan particularmente respectode la violencia escolar que pudiera derivar del propio funciona-miento de la institución escolar. Se trata de tomar distancia demodalidades que por habituales y cotidianas, es difícil de perci-birlas, pero que es necesario enfrentar para ir redefiniendo en unproceso gradual pero persistente. El profesionalismo de los Equi-pos de Gestión podrá identificar y asumir los problemas de la rela-ción entre los adultos de la comunidad escolar como una tarea demejoramiento de la convivencia entre los profesionales que traba-jan en el liceo.

• A nivel de los Grupos Profesionales de Trabajo, sugerimos desti-nar una o más de sus reuniones para discutir este documento engeneral y para analizar sus implicancias en particular, consideran-do el contexto y las señales de preocupación relativas a los alum-


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nos y alumnas, especialmente en sus interacciones en la sala declases.

• A nivel de las familias del liceo y más específicamente de su orga-nización, el Centro de Padres y Madres, será interesante abrir undebate en profundidad con el apoyo de los profesores que los ase-soran habitualmente, a fin de concordar criterios, acercarse a enfo-ques compartidos y estar comunicados para apoyarse mutuamen-te en la prevención de situaciones de violencia escolar.

• A nivel de los estudiantes, tanto los consejos por curso, como elCentro de Alumnos, sugerimos hacer una pausa en sus tareas ha-bituales para considerar con detención esta temática que, sin duda,afecta la convivencia entre los jóvenes. La idea es que «sientan latranquilidad de que alguien los escuche con respeto y seriedad»,pero que también escuchen en esas mismas condiciones.

• A nivel de la localidad y de la comuna, los antecedentes entregadospor este documento, serán de utilidad para animar las conversacio-nes, sostener debates e intercambiar opiniones sobre un tema quenos desafía como sociedad, hoy día.

Los invitamos a seguir la tarea

6.


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6. Anexos

I. Apoyar el Trabajo con Padres, Madres y Estudiantes

Las sugerencias siguientes pueden ser útiles para reuniones y/o con-versaciones con padres, madres y apoderados.

• Converse con sus hijos e hijas acerca de la violencia a partir de lascosas que a ellos les interesa y la que presencian en la televisión,en los juegos de videos y en el vecindario. Ayúdeles a comprenderlas consecuencias de las acciones agresivas hacia otros.

• Haga participar a sus hijos e hijas en el establecimiento de reglas yresponsabilidades en el hogar. En las reuniones con los padres esposible compartir diferentes experiencias en torno a esto.

• Enséñele y reflexione con sus hijos a resolver problemas. Elógie-los cuando observe que resuelven sus problemas adecuadamente.

• Ayude a sus hijos a buscar maneras de expresar su ira sin herir aotros verbal o físicamente. Cuando usted se enoje, use esa oportu-nidad para demostrar las formas correctas de reaccionar y enton-ces discútalo con ellos.

• Ayude a sus hijos a aceptar las diferencias en los demás y a respe-tarlas. Sea usted un ejemplo, mostrando que es capaz de aceptarlas diferencias entre sus hijos.

• Observe cualquier conducta problemática de sus hijos, como porejemplo, estallidos frecuentes de enojo, peleas excesivas e intimi-dación y maltrato a otros, crueldad con los animales, piromanía,problemas frecuentes de comportamiento en la escuela o en la ve-cindad, falta de amigos y el uso de alcohol o drogas. Ellos puedenser indicadores de problemas serios.

• Este tema de la violencia escolar es preocupación de su liceo. Porello, procure ayuda en el establecimiento, hable con un profesio-nal de confianza en la escuela, comparta sus inquietudes e ideas alrespecto.

• Mantenga buena comunicación entre usted y sus hijos, a pesar delas dificultades que ello pueda implicar. Insista que siempre ledigan dónde van a estar y con quién. Conozca los amigos y amigas


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de sus hijos. Dé usted el ejemplo, contándole a sus hijos donde vaa estar cuando sale fuera de la casa.

• Tome parte en la vida escolar de sus hijos ofreciendo su ayuda,revisando tareas, hablando sobre los temas que les interesan, ha-blando con los profesores y asistiendo a las reuniones de padres yapoderados.

• Colabore con la escuela para que ésta tenga interés en todos losestudiantes y sus familias. Comparta sus ideas sobre cómo la es-cuela puede alentar la participación de los padres, madres y apo-derados; recibir y aceptar a todas las familias y hacerlas partícipesen la educación de sus hijos e hijas en forma significativa.

• Sugiera y colabore, en lo posible, para que el liceo ofrezca alterna-tivas para el uso del tiempo libre de sus alumnos y alumnas.

• Hable con los apoderados de los amigos de sus hijos. Discuta cómoustedes pueden formar un grupo para profundizar en el tema de laadolescencia y sus desafíos.

• Asegúrese de que si usa una consecuencia negativa (tal como ne-gar privilegios) que esto sea en combinación con estrategias positi-vas para enseñar una conducta socialmente apropiada.

II. Apoyar las Conversaciones con los Estudiantes

Estas sugerencias pueden ser útiles para las reuniones y/o conversa-ciones con los estudiantes del liceo.

• Participa y promueve las organizaciones estudiantiles en tu li-ceo, así como también actividades culturales en general.

• Colabora con grupos de la comunidad para realizar actividadesque te apoyen a organizar tu tiempo libre, participando en ac-ciones voluntarias de ayuda a otros (adulto mayor, hospitales,niños de la calle, otros), salidas a terreno y participación engrupos de defensa del medio ambiente y conservación de tu pa-trimonio local y regional. Utiliza tus talentos en otros ambien-tes, en tu hogar, en tu vecindario, en tu comunidad.

• Participa en programas de prevención de conductas agresivas yactos de violencia como mediador entre tus compañeros, colabo-rando en la resolución de conflictos.


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• Ayuda a desarrollar debates en tu escuela sobre temas tales comorespetar las diferencias individuales, los derechos y responsabili-dades de todos, la drogadicción, la sexualidad u otros que te inte-resen más.

• Ofrécete como voluntario para ser tutor de alumnos más pequeñosy/u organiza grupos de ayuda en el trabajo escolar con tus propioscompañeros y compañeras.

• Infórmate y participa en la elaboración del reglamento escolar ydesarrolla un compromiso con las normas establecidas tomandoconciencia de la responsabilidad personal con tus acciones y lasconsecuencias de las mismas.

• Busca la ayuda de tus padres o de un adulto de confianza si sien-tes emociones intensas de ira, miedo, ansiedad o depresión.

• Escucha a los amigos que quieran compartir sus sentimientos.Recomiéndales que conversen con un adulto con quien tenganconfianza, como un profesor, un orientador u otro profesional. Sila situación te parece seria, busca tú mismo la ayuda para ellos.

• Pide permiso a tu liceo para poder dialogar con un oficial de Cara-bineros acerca de sugerencias de seguridad, tales como sitios peli-grosos conocidos, rutas seguras para la movilización al liceo, es-trategias para evitar los robos, qué hacer en situaciones de peligro,leyes, derechos y deberes, etc.


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Bibliografía

Esta guía fue elaborada en base a una serie de investigaciones y experiencias enrelación a la violencia escolar y su prevención.

˝Advertencia a Tiempo, Respuesta Oportuna. Una Guía para tener Escuelas Se-guras˝. Departamento de Educación, Washington, D.C., EE.UU, 1998. Lasreferencias a esta investigación pueden ser encontradas en la página Inter-net del proyecto http://www.air.org/cecp/ guide/espanoltext.

Cuadernos de Pedagogía, Barcelona, España, Editorial Praxis S.A., años 1997,1998, 1999. Esta revista se encuentra disponible en la biblioteca de la Pon-tificia Universidad Católica de Chile, y varios liceos se han suscrito a lamisma.

˝Discriminación en la Educación: un tema insoslayable para la Educación Demo-crática˝. Documento presentado en el seminario: “Prejuicios, Estereotipos yDiscriminaciones en la Educación”, Magendzo, A. Santiago, 1999.

˝La Voz de los Niños˝, Estudio UNICEF/Mineduc, mimeo, Santiago, Chile, julio,1996.

˝La Escuela Violenta˝, Parra, R; González, A.; Moritz, O.; Blandón, A.; Bustaman-te, R. Tercer Mundo Editores, Bogotá, Colombia, 1992.

˝Violence at school: Global Issues and Interventions˝, Toshio Ohsako. UNESCO,París, 1997.

˝La Convivencia Escolar: Qué es y como abordarla˝, Programa Educativo de Pre-vención del Maltrato entre Compañeros y Compañeras. Consejería de Edu-cación y Ciencia, Junta de Andalucía, Sevilla, 1998. Este documento se en-cuentra disponible en la página Internet del proyecto http:/averroes.cec.juntaandalucia.es/5/55/553/5536/ 5536.html

Recursos Adicionales que pueden ser de interés para los liceos

˝El Matonaje: Violencia Grupal que Margina˝, Revista de Educación, Nº 264, Mi-nisterio de Educación, Chile, mayo de 1999.

˝La Fuerza de la Palabra˝, Revista de Educación, Nº 265, Ministerio de Educa-ción, Chile, junio de 1999.

˝Mediación Escolar: una propuesta desde la experiencia˝, ProdeniAchnu,DallaPorta, M.T; Schultz, V. Santiago 1999.

˝El Método, Compartiendo el Problema˝, traducción. Pikas, A. PIEE, 1999.˝Educación, Cultura y Cambio: resolución no violenta de conflictos˝. Cuadernillo

para docentes, PIIE Servicio Nacional de la Mujer.˝Mediación en la Escuela: resolución de conflicto en el ámbito educativo del

adolescente˝, Rozenblum de Horowitz S. Aique Grupo Editor, BuenosAires, Argentina, 1998.

˝La violencia en los Centros Educativos˝, Revista de Educación Nº 313,Ministerio de Educación y Cultura, España, 1997.


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