Reseña Final

download Reseña Final

of 25

Transcript of Reseña Final

RESEA

RESEA - EL SIGLO DE LA INTEGRACINUNIVERSIDAD VERACRUZANA

HISTORIA DEL DERECHO MEXICANO

RESEA

EL SIGLO DE LA INTEGRACIN

DANIEL JAVIER GARCA FLORES

ORIZABA, VER., 16 DE AGOSTO DE 2014 Universidad Veracruzana

Sistema de Enseanza Abierta

Licenciatura en Derecho

Historia del Derecho Mexicano

Resea

Libro: Historia General de Mxico Versin 2000

Capitulo: El Siglo de la Integracin

Catedrtico: Julio Utrera Contreras

Alumno: Daniel Javier Garca Flores

Orizaba, Ver., 16 de Agosto de 2014HISTORIA GENERAL DE MXICO, VERSIN 2000El Siglo de la Integracin

El abogado, historiador y escritor Andrs Lira realiza un anlisis sobre el siglo XVII junto al escritor Luis Muro, titulado El siglo de la integracin, en ms de 20 pginas nos explica porque este siglo se considera olvidado y a su vez los historiadores lo caracterizan de vaco al no poseer relevancia, segn estos, al desarrollo de la nacin.

Lira Gonzlez lleva acabo un comparativo de los siglos XVI y XVIII con respecto al XVII, dejando de lado sus motes de cicatero y opaco por no aportar a la nacin un cambio evidente o significativo, ello no es motivo para menospreciar a este periodo en nuestro pas, y junto a Luis Muro nos llevan a cuestiones de gran valor que nos hacen preguntarnos el si de verdad lo que los historiadores mencionan sea realidad.

El siglo XVII no goza de popularidad para los especialistas una etapa de vacos y de rutinas por lo que no es considerado para estar en los libros de texto, son pocos los artculos y monografas que le dan la importancia histrica revel el profesor emrito del Colegio de Mxico, y por otro lado sealo que en este preciso siglo el hombre comienza a resurgir la vida social, poltica y cultural de nuestro Mxico actual.

A continuacin hacen referencia que nuestro siglo XVII fue un siglo de acciones y hechos trascendentales como la de cualquier otro siglo, por ejemplo, mencionan que las pequeas regiones que estaban habitadas en nuestro pas por los indgenas y negros, se vieron invadidas por los espaoles que se mezclaron con los pobladores dando origen a la raza mestiza, y esta a su vez dando paso a lo que somos hoy en da, una mezcolanza de genes, pensamientos y culturas.

Sin embargo, los autores cuestionan que, los estudiosos desconocen muchos de los problemas y situaciones que resultan a veces inciertos y se preguntan sobre la informacin obtenida a travs de los testimonios de esa poca, escasos al parecer, que solo dejan interrogantes y espacios sin resolver acerca del modo de vida de los habitantes de esa poca, su manera de interactuar entre las clases espaolas y las indgenas y el estilo de sustento que se va desarrollando.

En esta poca las figuras ms importantes son, segn Lira y Muro, Sor Juana Ins de la Cruz, Carlos de Sigenza y Gngora as como los sugerentes temas de las crnicas punteadas para reflexionar e interpretar la historia y el guadalupanismo vigente hasta nuestros das. Los temas ausentes son la ciencia y la msica mientras que la vida econmica y social son temas poco tratados por los estudiosos.

Formulan que en este siglo, es donde se encuentra la menor informacin que nos lleve a comprender lo sucedido en las mentes de los hombres que comenzaban a cobrar conciencia de un mundo poco estudiado y desconocido para ellos; y es en esta poca que los hijos de la Nueva Espaa, criollos, mestizos e indgenas comienzan con una evolucin y fusin de sus culturas.

Para los escritores de esta parte del libro, los hechos humanos son considerados el punto de partida para adentrarse en un siglo, los cuales deben tener caractersticas que indiquen que la realidad vivida por los hombres se vuelve distinta a la que precedieron. El XVII se caracteriza por la prdida de importancia al problema del acomodo de dos mundos, el de los indgenas y el de los espaoles, dando lugar a otros, como el cambio en los hombres y en los intereses, as como la visin de las autoridades que gobernaban.

Un hecho a destacar por los historiadores es la gresca entre espaoles y sus descendientes al convertirse en grupos dominantes, pues los hijos de espaoles nacidos en Amrica queran ocupar cargos que eran otorgados nicamente a espaoles esto agudizo el conflicto por el dominio del clero para el cargo superior en los monasterios en el cual un periodo deba tenerlo un peninsular y al siguiente un criollo, aunque esto no fue respetado, por lo que se agudizo el conflicto entre estos.

Los autores hacen mencin a las Ordenanzas de Poblacin del monarca Felipe II como la primera legislacin de carcter general del nuevo mundo, ya que las anteriores no haban tenido esa esencia y hacan referencia a situaciones particulares.

Como cuestiones de gran relevancia se encuentran, segn estos historiadores, en este siglo, tal como la gran epidemia que produjo la muerte de ms de dos millones de indios y esto ocasiono que los espaoles tuvieran que desistir en la penas que les imponan a la mano de obra indgena que utilizaban; asimismo en el ao 1592 la creacin del Consejo de Indias que tena la funcin principal de atender y resolver las peculiaridades y necesidades de este grupo que se haba vuelto vulnerable ante el puo de hierro de los espaoles.

Otro hecho que mencionan Lira y Muro es el aumento de la poblacin mestiza, a una escala tal que los mestizos, los negros libres, los esclavos que se fugaban de sus amos, los mulatos y los criollos sin un lugar fijo iban imponiendo un trato poltico y social que los espaoles no imaginaron, llevando a la instauracin de la republica de indios y la republica de espaoles. Esto con el paso del tiempo repercuti en la poca del virrey Enrquez de Almanza, el cual, reconoci la problemtica de la poca, dejando a su sucesor una carta con los principales asuntos por resolver como los problemas del gobierno, de autoridad, sociales, econmicos y polticos, los cuales deben concluirse.

A su vez, el monarca enviaba virreyes a la nueva Espaa principalmente para tratar asuntos relevantes a los indios y su amparo, ya que con anterioridad mencionan la creacin de dos repblicas, la de espaoles y la de los indios, en esta ltima, los mestizos, gente casi india, revoltosa y pleitista. En todo esto, el virrey vislumbro una solucin pacfica de manera poltica, ya que al otorgar ciertos beneficios polticos a los inconformes, el problema ira mermando y a su vez los mestizos, criollos e indios ponderados para estos cargos apaciguaran a sus iguales.

En lo siguiente, Andrs Lira y Luis Muro narran el paisaje y la expansin de nuestro pas, continuando con la narracin de como las ciudades fueron habitadas por los espaoles conquistadores y transformadas por estos y al mismo tiempo los valles deshabitados ahora tenan monasterios donde los indios, mestizos y criollos eran sometidos por los monjes con el fin de explotarlos mediante la conversin al cristianismo; por otra parte se haban establecido funciones administrativas, centros culturales, hospitales y lugares de manufactura.

Se comenz a dar paso a la existencia del ganado y a la par los caminos de herradura, como los autores los denominan, se comenzaron a plagar de trnsito, principalmente de comerciantes que emprendan el viaje para encontrar los minerales para su explotacin. En estos tiempos no hubo una significante conquista de tierra, ms bien los espaoles se apropiaron de las tierras de los indgenas y comenzaron con el avance progresista de manera muy lenta.

En el prembulo mencionan que ya se tenan grandes ciudades asentadas en donde ya exista una sociedad deficiente pero existente, con funciones administrativas, centros culturales, hospitales y lugares de manufactura. Estas ciudades fueron Mxico, Oaxaca, Puebla, Guadalajara, Durango, Acapulco y Veracruz, donde el punto de reunin central era la Ciudad de Mxico.Hacen alusin a los lugares de descanso de los ya sealados caminos de terracera por los que transitaban los viajeros venidos de Guatemala hacia la Ciudad de Mxico, pero al llegar se encontraban con una urbe inundada y destruida por las constantes inundaciones de las que era vctima, y la cual se tena que recorrer con canoa, ya que los diques y sistemas de desage eran imperfectos y escasos.Del sistema de drenaje antes citado, nuestros autores refieren a los inicios de la manufactura con planos para su construccin, que datan de un siglo anterior, pero que en el XVII fue propio de viajeros y cronistas la mencin en sus relatos. Al mismo tiempo narran como fue decisin misma de los habitantes de la zona el permanecer en un lugar que constantemente se inundaba, con el argumento de que sera una perdida para ellos el dejar construcciones y bienes propios, contra el fundamento del gobierno de ese entonces en reconstruir la ciudad en una zona alta, como lo era Tacubaya, para darle fin al problema de la frecuente inundacin.Posteriormente nos hablan de las rutas de comercio que surgieron a la par del lento pero continuo progreso del pas. Mencionan la ciudad de Acapulco como una de las rutas principales que reciba la mercanca proveniente de oriente, esta pasaba por el corazn del pas, la ciudad de Mxico, hasta llegar al puerto de Veracruz. Acapulco se lleva toda la atencin, ya que fue en ese entonces el puerto principal de embarque y desembarque a Filipinas, Per, Guatemala y China, como el pas oriental mencionado con precedencia. Esta ciudad se vio beneficiada con la mercanca china y el arribo de ms espaoles provenientes de los pases sudamericanos.Subsiguientemente mencionan que el viaje de Acapulco a la ciudad de Mxico se haca a caballo con las mercancas y duraba alrededor de catorce das, donde vendan una cantidad considerable de su producto proveniente de la China, mientras que el remanente lo trasladaban al puerto de Veracruz para ser embarcado, transportado con rumbo a Europa para ser finalmente vendido ah.Los autores nos relatan a continuacin un poco de lo que los mercaderes de ese entonces realizaban con tal de poder vender toda su mercanca. La ruta que recorran era la siguiente, salan de Mxico con rumbo a Puebla, descansando en Chalco, de ah continuaban su travesa hasta Rio Frio, descrito como una taberna donde se pagaba un real por caballo. Hace mencin de autnticas e indiscutibles ciudades como Tlaxcala, Puebla, Rio Blanco, Orizaba y Crdoba, por las que transitaban los mercaderes y viajeros de la poca, y a su vez los tristes y desaliados poblados llenos de mulatos, negros, espaoles sin hogar, vagabundos maleantes y pobres.Los literatos refieren a los caminos ejes en la parte ya conocida del siglo XVII como las arterias que sirvieron para el comercio ultramarino y como vas troncales del comercio interno; a la par de esto mencionan que ya existan asentamientos de vida, localidades definitivas de poblaciones de indios, terratenientes y ganaderos que ocupaban las tierras de las comunidades.Indican que la novedad del XVII fue la conquista de la parte norte de nuestro pas, a pesar de que los trayectos que conducan al norte eran lentos e inciertos, por la falta de exploracin constante, y el viajero que se aventurara deba usar su astrolabio para poder orientarse. Las rutas ciertas iban a los reales mineros, pero el inconveniente era encontrarse con asaltantes chichimecas durante el trayecto.Sealan los escritores que el mnimo de tiempo que un viajero haca para llegar a Santa Brbara era alrededor de cuatro meses, esto a pesar que estos senderos, lentos por su andar en terracera, se haban abierto poco a poco desde mediados del siglo pasado, cuando los espaoles conquistadores penetraron en las regiones habitadas por indios barbaros.Un hecho que resaltan es que la parte notable de las travesas de estos personajes no est solo en los inicios de las expediciones, sino en los establecimientos que le siguieron. A la par del avance de los soldados y mineros prosigui el de los misioneros y junto a ellos los ganaderos y colonos creando urbes que contaron con centros sociales y econmicos dependientes del avance de las minas. Pero cabe mencionar el dato que los autores refieren en cuanto a la ocupacin de la tierra, ya que al agotarse las minas se pensaba que las ciudades perecieran, pero de manera increble fue la agricultura y la ganadera las que marcaron el crecimiento y mantenimiento constante de las ciudades.Continuamente, la zona del Bajo, que est conformada entre Mxico, Zacatecas y Guadalajara, se desarroll gracias al comercio con los grandes centros mineros. Los agricultores, artesanos y comerciantes a su vez poblaron la zona y la transformaron en un granero de primera importancia. Algo que resulta increble es que las construcciones de monasterios se encontraban estancadas y por esta razn mencionan nuestros cronistas que se le denomino un siglo de depresin por este relevante hecho.Pero para resaltar se encuentra que los asentamientos que se consideraban rancheras, por ser meramente agricultores y ganaderos los habitantes se convirtieron con el trabajo constante en verdaderas ciudades y pueblos, que llegaron a prosperar gracias a la transformacin cotidiana.Y as como se seala que ciertos territorios fueron usados para la minera, agricultura, ganadera y comercio, en otros la incursin fue exclusivamente de los misioneros que continuaban con la labor de la conquista espiritual. Con esto termina el trato de la expansin territorial para dar paso al siguiente tema de exposicin de nuestros autores, la poblacin.Comienzan por marcar un punto de partida con los datos obtenidos a travs de los especialistas de la historia que describen de manera discrepante los cambios de poblacin en la Nueva Espaa, haciendo relacin entre el nmero de habitantes y las clases que prosperan entre ellos con aspectos econmicos y sociales, pero son abundantes las escisiones en esa informacin y nuestros autores mencionan que esta razn es la principal fuente por la que los expertos de la historia de Mxico sealen al siglo XVII como un siglo oscuro.La narracin continua con un suceso desastroso para la poblacin indgena, una epidemia a la que denominaron matlazahuatl y que se cree fue tifo exantemtico, la cual termino con poco ms de dos millones de nativos. A esta se sumaron otras epidemias, que dejaron una poblacin aproximada de indgenas de un milln doscientos mil, en contraste con los dos millones quinientos mil que eran antes de la catstrofe.A pesar de esto, cerca de la tercera parte del siglo XVII la poblacin indgena apenas y llegaba a estar rondando los dos millones, esto llevo a un hecho fundamental, segn Andrs Lira y Luis Muro, el cual fue la redistribucin de la poblacin indgena, consecuencia del despojamiento de sus tierras.

Conjuntamente con la epidemia, la invasin de las tierras de las comunidades indgenas, con ganados y cultivos de los espaoles, obligo al desplazamiento de grandes contingentes de poblacin y con ello la bsqueda de lugares apartados que fueran propicios para recomenzar su modo de vivir.Dicen los autores que son desconocidos los movimientos exactos en su totalidad, pero los que conocemos, dejan mucho que pensar y esto conlleva a preguntarnos si realmente es culpa de la colonizacin espaola, las epidemias, la invasin de tierras y la explotacin de la poblacin indgena lo que ocasiono que las zonas densamente pobladas tuvieran una grande disminucin de la pobladores indgenas.Pero a la par, otro hecho que debe considerarse son las congregaciones, que no eran otra cosa que concentraciones de indgenas que vivan dispersos y los cambios en asentamientos ya establecidos con la pobre idea de mejoras para su administracin y doctrina cristiana lo que llevo al resurgimiento espacioso de la poblacin indgena que se haba perdido aos atrs.Nuestros escritores atribuyen tambin al crecimiento de la poblacin nativa el que gran parte de los mestizos coexistan entre los indios y que eran tratados y calificados como ellos por la situacin legal en la que se encontraban, esto con la finalidad de que pagaran tributo y prestaran ciertos servicios como los dems.Como dato curioso sealan que todos los nmeros y datos obtenidos en esta poca provienen de simples hiptesis, ya que no se contaba con los medios para poder llevar a cabo un recuento exacto de la poblacin. Es hasta el siglo posterior al XVII que se encuentra la primera informacin real sobre censos.

Sealan que los espaoles fueron los nicos legalmente admitidos en las colonias hispanoamericanas, ya que mediante permisos especiales o concesiones fueron en extremo pocos los europeos no espaoles que pudieron accesar a distintos asentamientos de Amrica. Casos de alemanes, franceses o italianos fueron sumamente inauditos.No fue hasta que los reinos de Espaa y Portugal estuvieron unidos que habitantes portugueses pudieron entrar a la Amrica espaola, llamada as por los historiadores, pero al momento de surgir conflictos entre estos se limit rigurosamente la entrada de portugueses e incluso se lleg al grado de tener que expulsarlos alegando deslealtad al monarca espaol.Continan mencionando que el aumento de la poblacin blanca en la Nueva Espaa del siglo XVII fue debido a la inmigracin constante y al aumento de resistencia hacia las enfermedades producto de la mezcla de razas. Esto dio paso que se pudiera tener ms organizacin en cuanto al trabajo, la alimentacin de la poblacin obrera y la distribucin del territorio. Pero en contraste debe decirse que no toda esta poblacin blanca fue de origen europeo, ya que como mencionamos anteriormente, la fusin de linajes dio paso a que mestizos que provenan de matrimonios legtimos, fueran considerados con nacionalidad espaola.Prosiguen con la distribucin de la poblacin blanca a lo largo del XVII, con los lugares especficos de asentamiento, concentracin y crecimiento en las ciudades de Mxico, Puebla, Guadalajara y Oaxaca, a su vez, en zonas cercanas a Durango en las minas y tambin en Guanajuato, Zacatecas, San Martin y Sultepec aumentaron su poblacin a lo largo del siglo.Lira y Muro prolongan el relato mencionando otros lugares como Nueva Galicia, en lo que hoy es el estado de Jalisco que contaban con una poblacin en su totalidad casi de piel blanca y escasos los de tez morena, estos datos a su vez no figuraban en documentos de carcter oficial. Para ser ms claros, no todas las agrupaciones de poblacin blanca fueron reflejadas en los documentos censales, esto es apoyado por las narraciones existentes de ese tiempo.Proceden a tratar el aspecto de la poblacin negra, y los autores dicen que los primeros negros que llegaron a la Nueva Espaa llegaron junto a los conquistadores, y con el paso del tiempo se fueron introduciendo ms y ms, ya que se les destinaba como esclavos y mano de obra gratis, pero esto a los ojos del segundo virrey no fue bien visto, por lo que escribe una carta en la que una parte de ella pide que no se den tantas licencias a negros ya que haban ms de veinte mil y en aumento en el nuevo continente.Esto fue en vano, ya que el comercio de esclavos africanos no disminuyo en absoluto, al contrario, fue en aumento en la parte de este periodo, porque la disminucin de la poblacin indgena debido a las epidemias y a la explotacin que reciban trajo consigo una baja en la mano de obra que era ocupada por los espaoles para las minas, el campo y el ganado.Con lo antes mencionado, nuestros escritores sealan que el remedio fue la compra de negros esclavos y estos deban ser repartidos en las mineras, los caaverales y molinos, entre otros, y por ellos los dueos de los establecimientos pagaban sin ninguna regala o gratificacinTal situacin trajo consigo una autorizacin para que en la Nueva Espaa pudieran entrar cinco mil negros cada ao, por el estado de Veracruz, aunque esto no llego a ser una realidad, ya que la informacin que se tiene de la poca seala que en promedio la entrada anual de negros fue de tres mil quinientos y entre los aos de 1650 y 1622 fueron introducidos veintinueve mil quinientos setenta y cuatro negros.

Los autores indican que tambin este dato es impreciso, a pesar de que los dueos de esclavos negros estaban forzados a presentar cuenta de los mismos y las autoridades estaban obligadas a llevar la misma cuenta de los esclavos y negros libres. Pero los pruebas de que estas prcticas se realizaran como estaba indicado no son de fiar, porque los dueos ocultaban a los esclavos para evadir la paga de impuestos y la autoridad era sobornada en la mayora de los casos.A su vez los negros y esclavos libres no vivan en casas de amos conocidos, preferan ocultarse para evitar que se les obligara a pagar tributo o prestar algn servicio por el uso del suelo. Tambin hacen mencin de la huida que emprendan estos hacia las montaas y selvas donde formaban pequeas comunidades y poblados que luego para poder subsistir se convertan en asaltantes y delincuentes.Seguidamente hacen mencin al estudio sobre la poblacin del seor Aguirre Beltrn y en cuanto a lo que se refiere a los negros hace notar la relevancia que estos tuvieron para el desarrollo de las colonias novohispanas del siglo XVII; y como dato aparte escribe que la disminucin de la poblacin negra se debi al aumento de indgenas, blancos y mestizos a finales del siglo posterior.Dan paso a los comentarios de don Martin Enrquez que crea en el siglo anterior al XVII que los mestizos, los mulatos los negros libre y dems gente menuda, eran el peor peligro para la conservacin de la paz y el orden en la Nueva Espaa. Esto es porque los mestizos que resultaron de la mezcla de espaoles e indgenas fueron aumentando en una cantidad realmente desmedida para la poca, pero en contraste observamos que todos los fundamentos sobre el nmero de habitantes mestizos no se acercan ni siquiera al ms real, porque exista en ese entonces una tendencia a esconder el origen de su sangre mezclada por ser considerado deshonroso.Tratar de eludir el pago respectivo de los tributos, adquirir honores o evitar la mancilla y estigmas tambin eran motivos para ocultar su origen. Los mestizos fueron parte importante en el desarrollo novohispano, tanto que los historiadores documentan sobre los intentos que se realizaron para conservar las lneas de color y nuestros autores hacen mencin que dentro de la estructura social del nuevo continente la comunidad fue multirracial y compleja.Lo siguiente que abordan Lira y Muro es la agricultura europea, pieza importante y relevante para la agronoma de la Nueva Espaa. Se encauz a fomentar la inmigracin de labradores peninsulares y dotarlos de las tierras ms propias para sus cultivos. La postura de la Corona Espaola en torno a la explotacin de las tierras para cultivo fue de muy corto inters y expectativa, ya que ellos contaban con suficientes tierras para cultivar y una creda superioridad de tecnologa y conocimientos relativos al tema.Los autores mencionan que se dej en manos de la iniciativa particular el asunto de introducir semillas y plantas europeas, solo limitando su accin al ocupamiento de tierras y al fomento de determinar dos cultivos de suma importancia que fueron el trigo y la caa de azcar. En las instrucciones dadas a los virreyes para acrecentar la agricultura siempre figuraba el encargo de ampliar las zonas de cultivo favoreciendo a los espaoles pero teniendo sumo cuidado de no dejas a los indgenas sin tierras para que ellos pudieran hacer lo propio; esto fue causa y motivo de graves problemas de posesin.Como un dato de trascendencia que brindan los escritores es que el cultivo de trigo, por la enorme demanda que tena para consumo de la poblacin de la Nueva Espaa, tuvo preferencia y recibi atencin especial para cubrir la necesidad de abastecer los puntos de distribucin donde se requeran grandes cantidades para la elaboracin de productos derivados de l.El mayor centro productor fue el valle de Atlixco, lugar propicio y de enorme tamao para cultivar el trigo, que a finales del siglo anterior al que nos compete, su estadstica de cosecha de trigo fue de cien mil fanegas anuales. Le segua en cuanto a produccin el valle de San Pedro, un poblado de labradores precisamente provenientes de Atlixco con una produccin de setenta a ochenta mil fanegas.En las mediaciones de la ciudad de Mxico, lo que es Chalco, Tacuba, Tacubaya, Huehuetoca y en el cercano valle de la ciudad de Toluca existieron bastantes tierras sembradas de trigo. Tal fue su importancia que en el ao mil seiscientos veinte se orden que se proporcionaran el doble de indios a las labores de riego de los campos de trigo de Chalco y Tacubaya.Despus mencionan que donde lo que hoy conocemos como el Bajo, estuvieron otros centro agrcolas en los cuales gran nmero de labradores del campo se asentaron para producir trigo con excelentes resultados. Esta parte del Bajo fue en Quertaro, Celaya, Len, Silao, Apaseo, Irapuato, Salamanca, Salvatierra; el valle de Santiago, por aludir solo algunos.A su vez con el paso de los aos los cultivos se intensificaron de manera que para mediados del siglo XVII solo las tierras en las inmediaciones de Salamanca aportaban la cantidad de ciento cincuenta mil fanegas que se compara con lo producido en el valle de Atlixco veinte aos antes. Por otro lado, en Nueva Galicia, hubo lugares como Guadalajara, Amatln, Tlajomulco, Juchitln, Tlala, Compostela donde si bien los cultivos de trigo se dieron en cantidad abundante, no era suficiente lo que se produca para por lo menos responder a la demanda del consumo en la regin.Cabe sealar que el cultivo de caa de azcar fue tambin impulsado por los virreyes mediante la instalacin de azcar. Nuestros literatos hacen mencin sobre el dictamen que regulaba el trabajo en estos lugares y que indicaba que solo deban utilizarse esclavos negros, no indgenas. Sin embargo los indgenas trabajaron en los ingenios y como esta actividad implicaba bastante trato agrcola e industrial no se poda prescindir de su mano de obra.El abuso de los indgenas conllevo a que alrededor del ao mil seiscientos se prohibiera en los ingenios la utilizacin de indgenas y treinta aos ms tarde se dictamino que aunque fuera voluntaria su entrada para las labores del cultivo de la caa de azcar, se les fuera negado todo acceso. Manifiestan que la siembra de caa tuvo una amplia difusin en el nuevo continente con la instalacin de pequeos productores de melazas y azcar que entregaban sin refinar. Pero como punto contraproducente la extensin de tierras que se dieron para el cultivo de caa fue tal, que se le rest importancia a dems cultivos como el trigo y el maz, vitales para esa poca por ser fuente principal de alimento.Para concluir se nombran otros cultivos que retomaron importancia a mediados del siglo XVII como el olivo, la vid, fibras vegetales como el lino y el camo que se utilizaron como materia textil, el ail que fue cultivo exclusivo de espaoles, el gusano de seda, la grana o cochinilla del nopal, como los ms destacados en esa poca.A continuacin nos narran un poco de lo que fue el panorama de la agricultura indgena, comienzan por perpetuar que las tierras de los indgenas se vieron reducidas en extensin debido al acaparamiento de las mejores tierras y aguas por parte de los espaoles. Pero esto no impidi que los indgenas prosiguieran con cuatro cultivos de origen cien por ciento americano, el maz, el maguey, el frijol y el chile.El cultivo de maz nunca perdi su importancia, ya que fue y es en nuestros das alimento bsico de los habitantes y la poblacin de ese entonces y con la llegada de los espaoles hubo ms bocas que alimentar en la Nueva Espaa, representadas por mestizos, negros y mulatos. Esta demanda llevo a los espaoles a captar el cultivo mixto entre maz y trigo, que compartan la tierra.Por otra parte el maguey, mencionan nuestros autores, planta tpica de Mxico, presento resistencia ante el cambio climtico y las variaciones meteorolgicas, esto permiti su sobrevivencia pese al descuido que recibieron las tierras por la escaza mano de obra para su cultivo. El principal uso que se le dio fue la elaboracin de pulque, resultante del aguamiel extrado de l, y de ese mismo aguamiel se elaboraban productos similares al vinagre, miel y azcar.Del frijol y del chile se menciona que dondequiera que se asentaba la poblacin indgena estos formaban parte del paisaje. Las numerosas variedades hicieron posible su cultivo en las rancheras dispersas, las huertas urbanas y en las tierras propias de las haciendas y para todas estas era indispensable.Por otro lado el algodn, fibra que desde muchos aos antes de la invasin de los espaoles, los indgenas ya utilizaban para confeccionar mantas y para elaborar prendas de vestir. El uso ms practico que pudieron darle los espaoles fue el de adoptar el uso del algodn del protector indgena en el coselete de cuero que llevaban los soldados espaoles para realizar una armadura ligera para su infantera. El cultivo de algodn, mencionan los autores, se llev a cabo en las regiones de Yucatn, Oaxaca, San Cristbal de la Barranca, Nayarit.A continuacin nos mencionan a un importante cultivo dentro de lo que fueron nuestros indgenas y que sigue siendo un icono hasta nuestros das, se trata de la plantacin del cacao, tuvo una excepcional demanda porque se preparaba como chocolate. Su cultivo estuvo confinado en Tabasco, Villa de Purificacin, Colima, Zacatula y Huatulco. Las epidemias de fines del siglo XVI perjudicaron en tal grado a los trabajadores de la tierras calientes que la mayora de los cultivadores quedaron arruinados, y esto trajo consigo que la zona del Pacifico decayera como productora de cacao.Andrs Lira y Luis Muro abordan el tpico de la ganadera especificando que los problemas tcnicos y humanos que tuvo la agricultura no se presentaron en el desarrollo de ella. La ganadera tuvo la gran ventaja sobre la agricultura de no llevar los lentos procesos que tenan los cultivos para adaptarse al terreno y clima. En pro contribuyo al desenvolvimiento de la agricultura ya que el ganado provea abono y un medio de transporte para los productos cosechados.A diferencia de la agricultura, el indio si pudo ser utilizado en la ganadera sin ningn tipo de restriccin, ya que mayormente su mano de obra se limitaba al pastoreo generalmente de ganado propio, ya que las grandes manadas de propietarios espaoles las atendan mestizos, mulatos y negros.Continan mencionando que la multiplicacin de ganado en el nuevo continente se convirti en un problema con el paso del tiempo, porque no se encontraban suficientes indgenas para el pastoreo y esto ocasiono que se propagaran por tierras que nadie reclamaba. Un comentario singular en torno a los indgenas del virrey Mendoza es que advirti a su sucesor Velasco que los indios por el solo deseo de ocupar tierras y causar molestias a los espaoles abran tierras de cultivo cerca de las inmediaciones de las estancias y en otras partes, con el fin de quejarse si el ganado las invada.Para concluir con el tema de la ganadera sealan que su proceso sigui adelante y con l la expedicin de ms mandamientos, rdenes y disposiciones virreinales de carcter jurdico que iban perfeccionando la organizacin de la mesta, al punto de que hizo obligada la compilacin de toda aquella legislacin dispersa en otro cdigo de ordenanzas formulado en el ao de mil seiscientos treinta y uno por el virrey marqus de Cerralvo, ya que el auge de la agricultura era palpable desde mediados del siglo antecedente al tan despreciado XVII.Por esto mismo, no se puede hablar de una decadencia generalizada de la ganadera, sino ms bien de un proceso natural de reajuste exigido por las condiciones del medio ya estabilizado en el siglo XVII. La reduccin de pastos, la uniformidad de las razas de ganado existentes, la poblacin consumidora en cierto modo limitada, la legislacin restrictiva que fijo lmites a la estancia y nmero de animales, son algunos ejemplos de porque prospero la ganadera.El siguiente tema que tratan los autores del siglo de la integracin es la minera, refirindose al comienzo de esta por los espaoles que vieron en los metales preciosos de la Nueva Espaa un exquisito e inexplotado origen de recursos. Los colonialistas encontraron lavaderos de oro y se apresuraron a beneficiarse. Al poco tiempo se fueron descubriendo las grandes minas de plata en Zacatecas, Pachuca, Guanajuato y Santa Brbara.Gracias a los recursos tcnicos de los espaoles, se hizo posible en la poca una gran expansin de la minera, y sumando que se volvi la actividad ms importante de la Corona Espaola porque de ah proceda su principal renta y hacienda mediante el pago de diezmos y derechos de la plata; y esto propicio que se facilitara la obtencin de negros esclavos para el trabajo de las minas ofrecindoles salario superior al que se les pagaba en la agricultura.

Sin embargo la mano de obra falto, debido a que los trabajos en las minas eran los ms peligrosos y riesgosos por las condiciones laborales y de las minas, porque en ese entonces no se contaba con medidas de seguridad adecuadas que previeran un desastre como el poder morir sepultados por el derrumbe de la mina. Aun as, la minera se convirti en el mejor ingreso para el gobierno de la Corona en el siglo XVII.Prosiguen con un pequeo apartado donde se enuncian las trasformaciones sociales del XVII, diciendo que se le puede denominar un siglo de asentamiento porque supones la trasformacin de lo que quedo y la creacin de nuevas formas de vida. En este proceso de define la peculiaridad de que el nuevo continente deja de ser un lugar colonizado y de avanzada para los espaoles y se convierte en un pas. Por otra parte en la base econmica es creada la hacienda como tipo ms extenso de propiedad territorial, como centro productor y como centro de vida autosuficiente.Se da paso dentro de esta narracin a las encomiendas, donde los conquistadores y sus descendientes lograron mercedes de concesin, es decir, que los indios deban servirles y tributarles como encomendados, mientras que el encomendero era el beneficiario del servicio y el tributo indgena. El encomendero estaba obligado a que se les diera a los indios la doctrina y un buen tratamiento.Con este sistema de encomienda se crea que se solucionara el problema de la evangelizacin y el mantenimiento a la observancia cristiana. Pero tal fue su fracaso que en el siglo XVII este sistema se encontraba en total decadencia como institucin importante dentro de la vida de la Nueva Espaa. En otros lugares donde la lejana de las autoridades haca imposible u mayor control de los indios por los encomenderos, la encomienda sufri las consecuencias de la hacienda.Esto segn nuestros autores ocasiono que los espaoles protestaran alegando que las encomiendas eran en favor de la proteccin y cristianizacin de los indios. Pero es fcil ver que las intenciones de estos solo pretendan tener control de los indios, no solo para cobrar tributo sino para hacerlos trabajar en sus granjeras y negocios. La abolicin legal y definitiva de la encomienda en el siglo XIII se volvi una realidad, no obstante desde el XVII era un hecho palpable que solo con el transcurso del tiempo vera su llegada.Dan paso al repartimiento del trabajo indgena con el servicio retribuido que deban prestar los indios atendiendo a las necesidades de los empresarios espaoles, agricultores, ganaderos y mineros. En esta seccin nos reflejan la vida de los indgenas que a manera obligada trabajaban y realizaban todas las labores que les fueran encomendadas por los espaoles. En ciertas partes los autctonos podan elegir a sus patrones y estos a su vez los convencas con dadivas y regalos a manera de retenerlos para obtener todo el beneficio posible de su mano de obra.Nos mencionan que la hacienda fue un lugar donde eran retenidos pero no a la fuerza, sino por propia voluntad que permanecan ah, ya que en estos lugares tenan sustento seguro, salario regular, servicios religiosos. El inicio de las haciendas obligo a los ocupantes de las tierras a componer su situacin frente a las autoridades y al hacer lo convertirse en legtimos seores de la tierra, aunque algunas veces el ocupamiento de la tierra tena el origen de usurpacin y despojo.La trascendencia de la ocupacin de la tierra de hecho hasta transformarse en propiedad legal fue el resultado de la poltica de la corona, porque esta se encontraba urgida de fondos y vio en la venta de tierras una entrada segura de recursos. La riqueza estaba en la tierra balda o malamente ocupada. Esto dio un acelere de ocupacin en las regiones bastante pobladas, donde la hacienda constituyo como propiedad territorial un estatus de riqueza prestigiada; a la par de que mantena servicios religiosos y aprovisionamiento seguro para sus trabajadores y habitantes.Para terminar con las haciendas, nuestros escritores mencionan que como consecuencia de la fijacin de la propiedad territorial y del poder de sus dueos surgi la clase denominada Seores de la Tierra cuyas familias se fortalecan al unir sus herederos mediante el matrimonio entre estos.Dentro de la lectura, se mencionan en menor cuanta temas como los obrajes que tienen relacin dentro de la industria textil. En el nuevo continente fue una constante preocupacin para las autoridades la manufactura textil porque implicaba competencia para uno de los principales productos de Castilla. En los obrajes se elaboraban telas de lana, algodn, jergas, frazadas, sombreros y seda. Los ms trascendentales se encontraron en la ciudad de Mxico, Xochimilco, Puebla, Tlaxcala, Tepeaca, Celaya y Texcoco.Como se mencion, los espaoles sentan que era una amenaza la gran produccin de fibras textiles en la Nueva Espaa, por esto mismo mandaron cerrar ms de ciento treinta mil telares, segn datos de la poca, solo en la ciudad de Mxico lo que trajo como consecuencia la miseria de muchas familias que se dedicaban por completo a la industria textil, la vagancia de muchos indgenas y mestizos y el ocio por parte de los que no tenan a donde ir.Continuando con el avance de la Sociedad y el Gobierno de la Nueva Espaa, la Corona Espaola y el Consejo de Indias elaboraron leyes y ordenanzas de gobierno para todos los miembros de la sociedad indiana. Lo que en nuestros das conocemos como organizacin social y poltica en el siglo XVII se llamaba Orden de Republica, donde existieron dos de estos, la Republica de Indios y la Republica de Espaoles.La republica de indios bsicamente consista en defender a los indgenas y dems castas que surgieron por la mezcla de razas, de los abusos de los espaoles y su tirana. Esto se logr a travs del paso de los aos con una lucha constante por que los nativos tuvieran derecho a todo lo que los espaoles les haban arrebatado a travs de la conquista. Su libertad, su derecho a ser respetados, su derecho a la libertad, a participar en la vida poltica de su pas. Si bien esto nunca tomo el sentido riguroso que se tena pensado, sirvi para que se llegara hasta los indios ms barbaros para convencerlos de unirse al orden de la republica donde todos tendran oportunidades similares para su desarrollo.Por su parte, la Republica de Espaoles no tuvo mayor trascendencia en los registros como lo tuvo la republica de indios, ya que sus ordenanzas y mandamientos provenan de la legislacin del reino de Castilla. Un hecho que revelan nuestros autores es que muchas familias de espaoles llegaron a ser nobles debido a arreglos financieros con la Real Hacienda de la Nueva Espaa, estas compras de nobleza dudosa fueron posibles gracias a los apuros econmicos en los que estaba inmersa la Corte Espaola.Todo ttulo que se otorgaba traa inmerso algn mayorazgo, que no fue otra cosa ms que un beneficio a las familias espaolas, ya que esto implicaba que sus bienes no pudieran fragmentarse sino al contrario, sus riquezas solo podan ir en aumento. Esto se realiz para impactar de manera pesimista a los indgenas, mestizos y criollos al ver la majestuosidad con la que los espaoles podan vivir.Para finalizar nuestra lectura, Andrs Lira y Luis Muro, nos hablan de cmo se llev a cabo el ejercicio del poder en la Nueva Espaa, los casos de friccin entre el gobierno y gente y los alzamientos descoyuntados de la poblacin contra sus gobernantes. En estos pequeos apartados nos introducen al mundo de la santa inquisicin como medida de represin para aquellos que no queran convertirse al cristianismo, la mala administracin de los recursos obtenidos de los tributos obligados, y de cmo eso llevo a un alzamiento por parte de los inconformes.Con esto se da por terminado el artculo en el cual se demuestra que si bien no hay muchos datos recopilados del siglo XVII, lo que se realiz y se tiene registrado de la poca fue trascendental para los siglos venideros en cuanto a organizacin estructural de la vida poltica, econmica, social y mercantil de nuestro pueblo que considero no fue conquistado, sino invadido y masacrado.DANIEL JAVIER GARCA FLORES