RENOVA CIÓN Sol gira alrededor de la Tierra (todavía hay quienes defienden el geocentrismo, porque...

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RENOVA CIÓN 5ºCENTENARIO: La recuperación católica... / FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA: Mitología e historicidad · Beda y el gorrión · Entre el alma animal y... / CIENCIA Y RELIGIÓN: ¿Por qué existe el universo? · La nueva ciencia comienza... / SOCIOLOGÍA Y CRISTIANISMO: Efecto pokemon · En la iglesia no me curaron lo gay · Equivocarse es humano... / HISTORIA Y LITERATURA: 500 años de la Reforma en España... · Martin Buber: El eclipse de Dios · Oda a la lectura · La búsqueda · El Quijote en la Biblia / CIENCIAS BÍBLICAS: El que “cree”, el que “crea”... · El crimen de silenciar al apostol... / ESPIRITUALIDAD: A dónde van las palabras... · Un Dios presente, pero... · ¿Qué está ocurriendo entre bambalinas?... · El sueño de la Sulamita #11· Cuando Dios se castigó a sí mismo · ¿Y eso en dónde se encuentra en la Biblia? · · La Biblia entre líneas #7 · / MISCELÁNEAS: Poesía · Naturaleza plural · Humor · Nuestro rincón galáctico · Voyager I viaja fuera del sistema solar... · Libros. R E V I S T A M E N S U A L R E L I G I O S A Y D E O P I N I Ó N

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RENOVA

CIÓN

5ºCENTENARIO: La recuperación católica... / FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA:Mitología e historicidad · Beda y el gorrión · Entre el alma animal y... /CIENCIA Y RELIGIÓN: ¿Por qué existe el universo? · La nueva cienciacomienza... / SOCIOLOGÍA Y CRISTIANISMO: Efecto pokemon · En laiglesia no me curaron lo gay · Equivocarse es humano... / HISTORIA YLITERATURA: 500 años de la Reforma en España... · Martin Buber: Eleclipse de Dios · Oda a la lectura · La búsqueda · El Quijote en la Biblia /CIENCIAS BÍBLICAS: El que “cree”, el que “crea”... · El crimen de silenciaral apostol... / ESPIRITUALIDAD: A dónde van las palabras... · Un Diospresente, pero... · ¿Qué está ocurriendo entre bambalinas?... · El sueño dela Sulamita #11· Cuando Dios se castigó a sí mismo · ¿Y eso en dónde seencuentra en la Biblia? · · La Biblia entre líneas #7 · / MISCELÁNEAS:Poesía · Naturaleza plural · Humor · Nuestro rincón galáctico · Voyager Iviaja fuera del sistema solar... · Libros.

R E V I S T A M E N S U A L R E L I G I O S A Y D E O P I N I Ó N

Renovación nº 402

Responsable de la edición: Emilio LospitaoWeb de la revista: http://revistarenovacion.es

Correspondencia: [email protected]

R E N O V A C I Ó N

Nº 39 – Noviembre - 2016

S U M A R I O C O L A B O R A NEditorial ......................................................................................3Opinión: Sobre la manipulación ideológica J. A. Montejo ...........4500Aniversario: La recuperación..., José Agustín Cabré..............8FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA:

Mitología e historicidad, Jorge A. Montejo ............................9Beda y el gorrión, Julián Mellado.........................................18Entre el alma animal y el alma..., José Luís San Miguel........20

CIENCIA Y RELIGIÓN:¿Por qué existe el universo?, Antonio Cruz ..........................24La nueva ciencia comienza..., Javier Monserrat...................27

SOCIOLOGÍA Y CRISTIANISMO:Efecto pokemon, Ruth Carlino .............................................36En la iglesia no me curaron lo gay, Fabio Meneses ..............37La ventana indiscreta: Equivocarse es..., Alicia García ........38

HISTORIA Y LITERATURA:Reseña literaria: Redescubrir la Palabra...............................40500 años de Reforma en España: Erasmo, Manuel de León 41Martín Buber: El eclipse de Dios, Rafael Narbona ...............48Oda a la lectura ....................................................................50Pensar mientras caminas: La búsqueda, Ruth Carlino .........51El Quijote en la Biblia #II, Juan A. Monroy ...........................52

CIENCIAS BÍBLICAS:El que “cree”, el que “crea”..., Héctor B.O. Cordero..............56El crimen de silenciar al apóstol Pablo, José Pablo Chacón..58

ESPIRITUALIDAD:A dónde van las palabras que guardamos, Isabel Pavón .....62Un Dios presente, pero..., Juan Ramón Junqueras...............63¿Qué está ocurriendo entre...?, Ignacio Simal Camps .........64El sueño de la Sulamita #12, José M. Glez. Campa ..............66Cuando Dios se castigó a sí mismo, Alfonso Ranchal ...........68¿Y eso en dónde se encuentra...?, Manuel Sonora ..............72La Biblia entre líneas #7: Jesús y las..., Emilio Lospitao........74

MISCELÁNEAS:Poesía: Retorno, Gonzalo Báez Camargo ............................83•Naturaleza plural.................................................................84•Humor.................................................................................85•Nuestro rincón galáctico: Las fronteras del sistema solar...86•Voyager I viaja fuera del sistema solar................................87•Concilio Mundial de Misiones.............................................88•Libros ..................................................................................89•

Jorge Alberto MontejoJosé Agustín Cabré

Julián MelladoJosé Luís San Miguel

Antonio CruzJavier Monserrat

Ruth CarlinoFabio Meneses

Alicia García PesoManuel de LéonRafael NarbonaJuan A. Monroy

Héctor B. O. CorderoJosé Pablo Chacón

Isabel PavónIgnacio Simal Camps

José Manuel Glez. CampaAlfonso RanchalManuel Sonora

Juan Ramón JunquerasEmilio Lospitao

Gonzalo Báez Camargo

–––––––––––Las opiniones de los autores sonestríctamente personales y no representannecesariamente la línea editorial de estarevista.

Renovación simpatiza con una hermenéutica bíblica que tiene en cuenta el contexto social, político,institucional, cosmológico y cosmogónico de los autores de los libros de la Biblia, que explican ade-cuadamente su sentir, su forma de vivir la realidad, la manera de entenderla y explicarla. Se aleja,pues, del literalismo bíblico.

Renovación nº 40 3

Después de más de medio siglo deguerrillas, secuestros, asesinatos yextorsión, las FARC (Fuerzas Armadas

Revolucionarias de Colombia) acaban defirmar un acuerdo de paz con el gobiernocolombiano, que ha llevado cuatro años dediálogo. Dicho acuerdo de paz se rubricó enLa Habana (Cuba) el 26 de agosto del año encurso. Este acuerdo de paz habría de serrefrendado después mediante un plebiscitonacional. El plebiscito se efectuó el día 2 delpasado octubre con una escasa mayoría por el“no”. El análisis que algunos medios han dadoa conocer reseña que dicho “no” ha sido graciasa los votos de los “evangélicos” colombianos.Hasta aquí la noticia.

¿Por qué estos “evangélicos” colombianos hanoptado por el “no”? ¿Fueron pocos los años desufrimientos originados por las guerrillas, losasesinatos, los secuestros de las FARC? ¿Serápeor la situación en Colombia con laintegración de los miembros de las FARC en lasociedad y en la vida política? ¿Hubieranpreferido estos “evangélicos” colombianos unaderrota sin par, con la correspondientedoblegación y humillación de los guerrillerosde las FARC? ¿Y sería esto lo que inspira elmensaje conciliador del evangelio de Jesús deNazaret? ¿Quizás estos “evangélicos”colombianos desean que estas personas seintegren en la sociedad como ciudadanos desegunda clase, señalados de por vida por supasado, objeto de vejación institucionalizada?¿Por qué votaron “no” al proceso de paz ungran número de colombianos “evangélicos”?

Por supuesto, no todos los “evangélicos”colombianos votaron por el “no”. Huboquienes votaron por el “sí” –quizás vieron lascosas de una manera muy distinta–, porque lainformación que tenían era también diferente.

En cualquier plebiscito, sea de la naturalezaque sea, la información de que disponen los

votantes es crucial. Y la información nos llegapor los medios a los que estamos másvinculados, sea prensa, radio o televisión... ¡ya través de los púlpitos de las iglesias!

El campo “evangélico” latinoamericano (comoel campo “evangélico” español), en general, eshijo del movimiento misionero estadounidense.Y el sello que lo distingue de los demásmovimientos religiosos (reformados oderivados de estos) es el “fundamentalismo”originado en los EE.UU en el siglo XIX. Elfundamentalismo de la Biblia “inerrante”, elmismo que afirma que Dios hizo el mundo enseis días de 24 horas hace seis mil años, y queel Sol gira alrededor de la Tierra (todavía hayquienes defienden el geocentrismo, porque loafirma la Biblia*). A partir de este biblicismocualquier adoctrinamiento es posible.

Los “evangélicos” colombianos, como los decualquier país democrático, tienen todo elderecho de votar por la proposición que creanmás oportuna para su país. Faltaría más. Peroen este caso concreto, o en otros parecidos, encualquier otro lugar, lo terrible es que lavoluntad de unos cuantos, por la influencia queejercen sobre las multitudes sometidasemocionalmente a unas creencias religiosas, seimpongan mediante el concurso de unplebiscito.

La democracia –ya se ha dicho hasta lasaciedad– es el régimen político menos malo.Pero tal como se ejerce en algunos países(incluida España), es un simple mito. Lademocracia exige para ejercerla la formacióncultural, intelectual, filosófica y, sobre todo,política de los ciudadanos. Pero desde lamayoría de los púlpitos en las iglesias se tiendea todo lo contrario: al aborregamiento; o sea, ala manipulación. Parece ser que haydemasiados fieles que se sienten muy a gustoen seguir las directrices de sus líderes antes quepensar por sí mismos. R

editorial

EL VOTO EVANGÉLICO

(*) http://protestantedigital.com/magacin/13369/Fe_y_cosmologia

Renovación nº 404

OPINIÓN

El tema de la manipulación ideológica(a la que ya me referí en alguna queotra ocasión) siempre será una cues-

tión recurrente puesto que está estrechamenteligado con el de la tolerancia ideológicadel individuo como veremos a continuación.Es más, sin la una y la otra, conjuntamente,posiblemente no se entendería muy bienninguna de las dos.

En esta reflexión de Ágora filosófica meocupo de la manipulación ideológica y delos siniestros móviles que en muchas oca-siones mueven a individuos con ansias dedominio y poder mental sobre la gran masaque les siguen en sus alocuciones o mensajessubvertidos tendentes a crear dudas ensujetos fácilmente manipulables. Para otraocasión dejo el tema de la tolerancia. Y esque no hay manipulación posible sin elconcurso de ambos individuos: el manipu-lador y el manipulado (que por lo generalsuele ser un grupo numerosos de sujetosdóciles y receptivos al mensaje manipulador,si bien el fenómeno se da también en elplano individual, por supuesto).

La manipulación ideológica es un fenómenoque se ha venido dando en las más diversasculturas tanto en el ámbito de la políticacomo la economía y la religión en especial,haciéndose cada vez más sutil a medidaque las relaciones humanas iban siendomás y más complejas. En el mundo pos-moderno actual en que vivimos el temaestá de candente actualidad. Y es que desiempre el individuo ha caído en la perma-nente tentación de dominar y subyugar aotros en aras de la exaltación de su propioego autocomplaciente. Todo un juego psi-cológico envuelve el compor-tamiento dela manipulación y del manipulador en es-pecial. Y es que si la manipulación ejercetan poderosa atracción en muchos individuosello es debido a la placentera sensación dedominio y poder mental que experimentansobre las masas dominadas y receptivas almensaje embaucador del manipulador. Peroantes de continuar convendría que delimi-táramos conceptos. Veamos.

En primer lugar nos podemos preguntarqué es la manipulación ideológica en sí yen qué consiste, así como las nefastas con-

Jorge Alberto Montejo*

ÁGORA FILOSÓFICA

*Licenciado en Pedagogía y Filosofía y CC de la Educación. Psicopedagogo

Opinión

SOBRE LA

MANIPULACIÓN

IDEOLÓGICA

Renovación nº 40 5

secuencias que acarrea, tanto al propio ma-nipulador (aunque él no lo crea así ni posi-blemente nunca llegue a admitirlo) y elmanipulado (individual o colectivo y quetampoco será muy consciente de tal ejerciciomanipulador al que se ve sometido).

Pues bien, podemos definir la manipulaciónideológica como la capacidad para ejercerinfluencia psicológica y sensoafectiva detal modo que interfiriendo en la libertaddel sujeto pasivo puede conducir (y dehecho conduce) a una forma de pensar yde valorar sus propias ideas o creencias enconsonancia no con su libre pensar sinocon el pensar del individuo manipuladorque ejerce influencia sobre él. El adoctri-namiento, por ejemplo, es una forma muypeculiar de manipulación ideológica si nose ve sujeto a unos patrones muy estrictos.Pero el tema del adoctrinamiento lo toca-remos en otro artículo de esta misma sección.

Las consecuencias que acarrea el fenómenomanipulador son más que evidentes: coac-ción, subversión e interferencias con elsentimiento de libertad interior de las per-sonas que son víctimas del proceso mani-pulador. El Prof. Alfonso López Quintás,catedrático de Filosofía de la UniversidadComplutense de Madrid, habla en concretode tres fases por las que atraviesa el procesomanipulador: 1) modulación estratégica delpensar con anulación de la voluntad de laspersonas; 2) adoctrinamiento posterior y,por último, 3) reclutamiento de activistas ysubalternos de confianza en condición deservilismo a los intereses oscuros del ma-nipulador. Inteligente labor de desestructu-ración llevada a cabo por el individuo ma-nipulador utilizando para ello el embauca-miento cuando no la imposición solapadaque generalmente es asumida por la partemanipulada.

Llegados a este punto el sujeto manipuladoguarda una cierta similitud con el hombre-masa del que hablara Ortega, es decir, unsujeto fácilmente domesticable por el sistemaimplantado que le domina y termina porconvertirle en un individuo más, sin identidad

propia y parte integrante del mecanismoalienatorio que comporta el fenómeno ma-nipulador. En La Rebelión de las masas deOrtega, obra publicada en 1929, el elementomanipulador y desestructurador no es yaun individuo concreto sino que es el sistemaimperante en sí que terminando por coartarla libertad interior del sujeto le despersonalizay aliena en su comportamiento. Llama po-dero-samente la atención el proceso de des-estructuración por la que atraviesa el sujetomanipulado y acomodado al sistema que lecoarta su libertad interior sin apenas éldarse cuenta.

Por lo tanto, el elemento manipulador puedeser no ya un individuo en especial, comodecíamos, sino incluso todo un sistema po-lítico-social, cual es el caso de los regímenesautoritarios y dictatoriales, si bien en estoscasos quien marca las pautas y consignasde comportamiento son los líderes de talessistemas (véase el caso del nazismo alemán,el fascismo italiano, el comunismo en laantigua Unión Soviética o el franquismoen España, por citar tan solo algunos de loseventos político-sociales más relevantes dela historia europea contemporánea).

Ya decíamos antes que la manipulaciónideológica se da en determinadas parcelasque abarcan desde el mundo de la políticahasta la economía, así como en el mundocultural, pasando por la manipulación ide-ológico-religiosa en la que nos detendremosahora para analizar con cierta profusión suenfoque, circunstancias, características yconsecuencias de la misma.

En efecto, donde resulta particularmentemás dañina la manipulación es en el ámbitosocioreligioso. ¿Por qué decimos esto? Puespor una razón muy sencilla y es el hechode que todo fenómeno religioso se ve so-metido al proceso que se conoce comoadoctrinamiento (al que me referí ya antesde soslayo pues requiere un estudio másexhaustivo que estas líneas en esta secciónde Ágora filosófica) puesto que supuesta-mente se está hablando de un mensaje re-velado y divino, exento (se cree) de cualquier

Opinión

Renovación nº 406

posible error. Pero el problema, a mi juicio,no está en que se admita o no la inerranciade toda revelación, sino en el hecho detratar de inculcar de manera más o menossolapada los planteamientos ideológico-re-ligiosos en cuestión. Y me explico.

Es curioso y llamativo a la vez que los exé-getas y demás acompañamiento de las di-versas religiones difícilmente se pongan deacuerdo en la hermenéutica de los textossupuestamente revelados. ¿Es que unos tie-nen más “luces” que otros? ¿Están unos enla verdad y otros en el error? ¿O los textosno están tan claros como pretenden hacerver? Para pensárselo.

El proceso manipulatorio tan extendido enel ámbito religioso consiste, ni más nimenos, en la fútil pretensión por parte delos manipuladores religiosos de turno enadoctrinar al grupo que tiene dependenciapsicológico-afectiva de ellos y de estaforma ejercer de manera sutil el control delos individuos y lo que es más peligroso ypreocupante: el control de las voluntadesajenas. No es nada fácil para muchas per-sonas ver el, llamémosle, “juego manipu-lador” de estos falsos exégetas ya que sepresentan bajo una aureola de demagogiadisimulada, pero, desde luego, muy eficaz.Es en los sectores más radicales, integristasy fundamentalistas religiosos de diversaafiliación donde el fenómeno está más ex-tendido. Ni tan siquiera las comunidadesreligiosas de mayor prestancia y arraigo seven libres en sus filas de la manipulaciónideológico-religiosa fruto del radicalismo.Recientemente el mismo Papa Franciscolo reconocía como un hecho verdaderamentepreocupante dentro del marco eclesial, in-cluido el católico.

Pero es sin duda dentro del marco del sec-tarismo religioso donde más prolifera estefenómeno de la manipulación ideológica.Y es que el germen del sectarismo está pre-cisamente en la actitud y manifestaciónmanipuladoras. En estos casos –al igualque en el autoritarismo de signo político–es un líder carismático quien marca las

pautas a seguir por el colectivo manipulado.Su campo de actuación se mueve entre laclara imposición y la sutil sugerencia deser él, dadas sus “luces” interiores noexentas de un halo de “divinidad”, quienrealmente se convierta en el nuevo “salva-dor” de la comunidad. Todos los grupossectarios siguen estas o similares pautas deacción y comportamiento que terminan pordistorsionar la vida espiritual de la comunidadque comandan aisladamente o con el auxiliode sus incondicionales subalternos.

Un aspecto que considero interesante es laconfrontación existente entre la manipulaciónideológica y la creatividad, que implicaesta última, precisamente, todo lo contrariode aquella. Y es que si algo elimina la cre-atividad individual es, en efecto, la mani-pulación.

Decíamos que la manipulación es totalmentecontraria a la creatividad individual en lamedida que supone coartar el noble sentirdel pensamiento libre que capacita para re-crear todo un mundo sutil de ideas nuevas,plenamente creativas. El mundo del pensa-miento podemos concebirlo como todo unarte que nos incita a estar en permanentecreatividad. Esto no es nada fácil en elmundo que vivimos donde nos vemos bom-bardeados casi constantemente a través delos diversos y poderosos medios de comu-nicación por ideas tendentes a manipularlos comportamientos y las actitudes humanas.La publicidad es un ejemplo bien claro ysignificativo de ello. Y es que cuando seejerce la manipulación, del tipo que sea, lafinalidad expresa es la de convencer pormedio de la imposición más o menos sola-pada buscando unos fines concretos: la me-jora de la comercialización y del productoque ofrecen. Las poderosas técnicas demarketing moderno son un fiel y claro ex-ponente de esto.

En el área ideológico-religiosa se aplicantambién por parte, especialmente, de algunoslíderes religiosos vinculados al mundo deltelemarketing técnicas tendentes a la cap-tación de adeptos y fieles de la causa que

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predican. En Estados Unidos y algunospaíses de Sudamérica hacen furor a travésde sus propios programas televisivos capacesde embaucar a gentes sencillas ávidas deesperanza y que caen en las redes de estaspoderosas organizaciones de fines nadaclaros. En Europa (y particularmente enEspaña) la introducción de estos programasde nueva evangelización de masas no hasido tan fácil, pero el peligro potencial estáahí. Razón de más para alertar a los sectoresgubernamentales, sociales y políticos delos países afectados. Pero, como sabemos,el problema de la manipulación ideológicaque acompaña a todos estos grupos religiosossectarios es de difícil abordaje por la simplecuestión de la libertad de elección individual.

Dada la situación podemos preguntarnos sicabe alguna medida paliativa que ponga alabrigo y protección de la manipulación. ElProf. López Quintás, a quien ya me referíantes, habla en su excelente libro La Tole-rancia y la Manipulación (Ed. Rialp, S.A.Madrid. 2001) de configurar todo un antídotocontra la manipulación y lo circunscribe atres cuestiones puntuales y esenciales: 1)estar alerta, conociendo los pormenores dela manipulación; 2) desarrollo de la capa-cidad de aprendizaje a pensar libremente;y 3) potenciar la creatividad individual.Particularmente añadiría la capacidadde desarrollar nuestro discernimiento,es decir, el juicio por medio del cual perci-bimos y diferenciamos la existencia entrevarias cosas.

No quisiera finalizar estas reflexiones sinanalizar, aunque sea someramente, unacuestión inquietante en el fenómeno detoda manipulación ideológica, del signoque sea, cual es el hecho de que en muchoscasos el comportamiento de los individuosse ve mediatizado por fuerzas ocultas quegeneralmente escapan al control humano ycuyos mecanismos de actuación muy pocasveces se tienen claros. Este conflicto denaturaleza psicológica la verdad es que nosintriga a los psicólogos y psicopedagogosque vemos en él la manifestación de unafuerza inconsciente incapaz de controlar

en ocasiones por el simple ejercicio de lalibertad interior. Y es que los comporta-mientos humanos obedecen siempre a unosmecanismos muy complejos donde se en-tremezcla lo consciente con lo inconscienteno acertando a establecer en algunos casosla diferenciación entre ambos. Esto nos dapie para pensar y argumentar que el ser hu-mano no tiene, en absoluto, el control plenode su mundo mental. Y menos en el complejomundo en que vivimos donde, como decí-amos con anterioridad, nos vemos conti-nuamente avasallados y bombardeados porlos poderosos medios de comunicación ac-tuales tendentes a la anulación del librepensar. No obstante, afortunadamente te-nemos los recursos suficientes y necesariospara poder dirigir convenien-temente nuestromundo interior, espiritual, por cauces ysenderos de libertad más allá de posibles eindeseables interferencias que imposibili-tarían la libre circulación de nuestras ideas.Después de todo somos dueños de nuestrodestino frente a las tergiversaciones quepretende imponer la manipulación ideoló-gica, la cual se caracteriza, en todo caso,por falsear la realidad de las cosas y la des-viación del recto obrar en la vida.

Las mejores estrategias que poseemos contrala manipulación ideológica son la creatividady la libre disposición de nuestro pensamientoy entendimiento de las cosas sin interferen-cias de ningún tipo. El reto que tenemosdelante nuestro es la permanente conquistade nuestra libertad interior y de un mundoespiritual pleno y eficaz que nos permitadesarrollar todas nuestras potencialidadesinternas y es en este sentido que la educacióndesde su concep-tualización holística dedescubrir y desarrollar estas potencialidadesocultas que todos llevamos dentro (educere)nos abre todo un mundo por indagar y ex-plorar que nos conduce a esa placenterasensación de gozar con lo bueno y belloque la vida –vivida en libertad y sin condi-cionantes ni prejuicios de ningún tipo– nosofrece. R

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ROMA. – El Vaticano continua firme en su intento de acer-carse a las otras ramas del cristianismo. El Simposio Inter-nacional e Interreligioso que se celebró la semana en Roma,está alarmando porque está en la “preparación de 500 añosde la Reforma Protestante”.

La celebración se realizará el año que viene, como la cele-bración del aniversario de la Reforma encabezada por Lu-tero, que en ninguna manera se asemeja a la lucha del fraileex católico que se puso en contra de la teología del Papa desu tiempo por la venta de las indulgencias.

Esta fue la causa del movimiento protestante de donde sur-gieron los evangélicos.

Curiosamente, la reunión de este año, promovida por el Va-ticano lleva el nombre de “Señales de perdón – Caminosde Conversión – Práctica de Penitencia: una Reforma quellama a todos”.

Según Radio Vaticano, el simposio fue inaugurado por elEmbajador del Año Luterano de la Iglesia Evangélica deAlemania, Margot Kässmann. Recordó a los presentes losacontecimientos más importantes previstos para el año con-memorativo.

Las conclusiones de esta reunión serán luego entregadas alcardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio parala Unidad de los Cristianos.

El padre James Puglisi, Director del Centro Ecuménico ProUnión, señala que “el objetivo es hacer algo en preparaciónpara el 500 aniversario de la Reforma de Lutero … desdeel punto de vista de la teología sacramental, con referenciaal tema del perdón, la conversión y penitencia”.

De hecho, desde 1967 los católicos y luteranos han tenidoun constante diálogo teológico. Se han producido docu-mentos históricos como la Declaración Conjunta sobre laDoctrina de la Justificación en 1999. Además de los cató-licos, está la Federación Luterana Mundial, y el ConsejoMetodista Mundial del 2006. “Las iglesias están dispuestosa tomar otras medidas”, enfatiza Puglisi.

La participación del Papa Francisco en las reuniones delpasado 31 de octubre en Lund, Suecia, marcó el lanza-miento conjunto de la Iglesia Católica y la Federación Lu-terana Mundial, en conmemoración del 500 aniversario dela Reforma. Para el Vaticano, este será “un gesto simbólicoy profundo en dirección hacia la reconciliación”.

Pasos globales hacia el ecumenismo

Esta aproximación a los evangélicos no es el único paso delVaticano para el ecumenismo en todo el mundo.

El Papa Francisco ha dicho que los cristianos y los musul-manes son “hermanos y hermanas que viajan por el mismocamino”. En un encuentro con Bartolomé I, uno de los lí-deres más importantes de la Iglesia ortodoxa, habló acercade tratar la reunificación de las dos hebras del cristianismo,separadas desde hace casi mil años.

En octubre del año pasado, una ceremonia en el Vaticanoreunió a líderes de más de una docena de tradiciones reli-giosas, incluyendo sijs e hindúes. Francisco pidió en el mo-mento en que “todos los creyentes de todas las religiones,en conjunto, podían adorar al Creador por darnos el jardínque es este mundo”.

Al final, le pidió a cada uno que hiciera su oración “segúnsu propia tradición religiosa” e instó a los representantesde las diferentes fes que pidieran a “su Dios” que hiciera ala mayoría “hermanos”.

Recientemente se lanzó una campaña de medios que esta-blece que los miembros de todas las religiones son “hijosde Dios”. R

REFORMA PROTESTANTEANIVERSARIO500º

500 Aniversario

La Iglesia Católica celebrará 500 años de Reforma Protestante

NOTICIACRISTIANA.COM

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INTRODUCCIÓN

Al referirnos a la mitología (o mitologías, enplural, para una mejor definición) debemoshacerlo, hemos de entender, con las ideasmuy claras de la significación del conceptoy del lenguaje. Y lo mismo sucede con eltérmino historicidad. Precisamente unainsuficiente definición de términos podríadar lugar a confusionismo a la hora deabordar y analizar convenientemente esteensayo que ahora iniciamos.

Efectivamente, tanto la mitología como lahistoricidad de acontecimientos narrados enépocas pasadas, que a veces se pierden enlos umbrales del tiempo, vienen adesentrañar auténticos enigmas de un pasadomuy lejano pero todavía perenne en lamentalidad de los distintos pueblos yculturas.

Los apartados que siguen pretenden ser,como todo ensayo, un acercamientoexploratorio al mundo de los mitos por unaparte y las narraciones de contenidohistórico por otra, sin perder de vista elhecho incuestionable de que en muchasocasiones es extremadamente difícildiferenciar un hecho del otro, la narraciónmítica del acontecer histórico, como

veremos. Y es que la vida misma es unaconcatenación de aconteceres que rayan enla ficción desde su origen.

Si la mitología supone el análisis, estudio einvestigación de los distintos mitos enculturas y civilizaciones diversas, el hechohistórico o la historicidad de eventosconstatables acaecidos en el tiempo implicael acontecer de una realidad pasada y que hasido recogida de manera textual, siéndonoslegada como testimonio de una época, de untiempo pasado. El verdadero problemaestriba en deslindar el mito del hechohistórico, algo que intentaremos a lo largode este ensayo. La frase de AntonioEscohotado con la que encabezamos esteensayo sobre mitología e historicidad vienea esquematizar la idea central que pretendotransmitir: la ciencia, el saber yconocimiento humanos es seguramente elmito más preciado de todos por el hondosentido y significado que encierran.

MITO Y REALIDAD

Cuando comúnmente hablamos de mito lopodemos hacer en un doble sentido:primero, como la narración de una historiafabulosa, de pura ficción, transmitida portradición oral y que vienen a expresar

Filosofía y Teología

Jorge Alberto Montejo*

*Licenciado en Pedagogía y Filosofía y C.C. de la Educación. Estudioso de las Religiones Comparadas.

MITOLOGÍA EHISTORICIDAD

La ciencia es un mito, solo que es el mito más hermoso,el único generalizable a toda la especie y quizá el másdigno de respetarse.

Antonio Escohotado. Filósofo y ensayista.

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distintos aspectos de la naturaleza o de lamisma condición humana, asociadas con laidea de lo divino y sobrenatural; y ensegundo lugar como la representación de unahistoria narrada de contenido sustan-cialmente imaginario pero con una base realde hechos y aconteceres que dejaron suimpronta en diversos pueblos ycivilizaciones de la antigüedad y que hansido luego sostenidos a lo largo de lostiempos por los distintos mecanismos de la

tradición, tanto oral como escrita. A caballoentre el mito y la narración histórica seencuentra la leyenda, como expresiónpopular que narra y describe aconte-cimientos supuestamente reales pero con untinte de ficción e imaginación.

Hoy ningún historiador serio y avezado poneen duda el hecho de que la práctica totalidadde las antiguas revelaciones de contenidosagrado están llenas de relatos decontenido mítico de difícil aclaración. Ladificultad es extrema cuando se entre-mezclan aspectos mitológicos con los decontenido histórico. Pero vayamos porpartes.

Mircea Eliade, uno de los más importantesestudiosos e investigadores del mundomitológico de la antigüedad, viene a decirque todo mito tiene un sustrato decontenido sagrado y sobrenatural que haperdurado a lo largo del tiempo. Así, porejemplo, en la mitología helénica el mito del“ciclo de las estaciones” se explica a travésdel rapto de Perséfone (en la mitologíagriega hija de Zeus y de Deméter, queraptada por Hades se convierte en la reinadel inframundo), y en la mitología bíblica

del relato de la creación del Génesis el arcoiris era la señal del pacto de Yahvé despuésdel diluvio con el pueblo y por extensión contodo ser viviente con la promesa de que noenviaría más diluvios (Génesis 9, 9-17). Sonsolo dos ejemplos ilustrativos de cómo elmito conlleva una estrecha interrelaciónentre la divinidad (o divinidades en el casode las revelaciones politeístas) y unacontecer real (el “ciclo de las estaciones”en la mitología helénica y el “arco iris” en lamitología bíblica). Si observamos, en todocaso, el mito pretende dar una explicaciónmágica o sobrenatural de un acontecerreal. Esta es, a mi juicio, la relación másdestacada y relevante entre el mito y larealidad que subyace detrás de él.

Ahora bien, podríamos preguntarnos quécaracterísticas principales tiene todo mito.Claude Lévi-Strauss, el gran antropólogoperteneciente a la escuela estructuralista,relaciona tres características esenciales entodo componente mitológico: 1) todo mitocomporta un referente a la creación delmundo, el nacimiento o la muerte; 2)enfrentamiento entre elementos contrarios(dioses y hombres; creación contradestrucción; vida y muerte, etc.); y 3) sepropicia la reconciliación entre las fuerzascontrapuestas representadas de tal modo queaquieta el espíritu humano angustiado por laconfrontación. Fijémonos que en lainteligente apreciación de Lévi- Strauss sefocaliza una relación de contenidosentimental: el mito actúa como revulsivo ytranquilizante a la vez para la concienciadel receptor.

Otro destacado estudioso de los mitos y susignificado, el prestigioso antropólogo deorigen austro-húngaro, BronislawMalinowski, consideraba que no hayaspecto relevante y esencial en la vida quesea ajeno al mito. Y refiere mitos de diversasíndole: religiosos, políticos, culturales, etc.Y es que todo mito, indistintamente de suorigen, conlleva una respuesta a laspreguntas básicas de la existencia humana.En especial los mitos de contenido religioso,que son en los que nos detendremos demanera especial en este ensayo.

Filosofía y Teología

El verdadero problemaque tienen las religioneses, desde luego, elcreerse, cada una deellas, la portadora enexclusiva de esemensaje salvífico.

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MITO Y CREENCIA

Es indudable que toda expresión decontenido mitológico se sustenta en unacreencia, la que sea. Sin creencia el mitoperdería todo su hechizo y atractivo y seríauna mera anécdota. El mundo de lascreencias, en especial las religiosas,configura la existencia de infinidad depersonas en el mundo. Casi podríamos decirque la vida misma no podría existir sincreencias. Otra cosa es determinar si lascreencias tienen algún sentido o contenidológico y formal. Algo en lo que intentaremosescudriñar y ahondar.

A la hora de desglosar las creencias nosencontramos, de inicio, con un problemasustancial: la veracidad de las mismas. Esentonces cuando nos podemos preguntar sitienen verosimilitud las creencias, espe-cialmente las de contenido religiososustentadas en una revelación consideradasagrada y además inspirada, cual es el casode la revelación bíblica, el Corán islámico olos textos védicos de la India, por citar lastres más relevantes. Difícil es dar unarespuesta desde una perspectiva objetiva yracionalista que demuestre categóricamentela veracidad de los textos revelados. Tan solodesde la fe en la verosimilitud de lasrevelaciones podemos dar una ciertaexplicación, pero totalmente insuficiente ala luz de la razón argumentativa, comoveremos. A mi juicio, únicamente desde laaceptación del mito como expresiónmetafórica de los eventos que se recogen enlas revelaciones se puede dar un ciertosentido a las mismas. Y esto por una simplerazón de ser: la plena indemostrabilidad delos eventos que se narran en los textosrevelados. Solamente desde la concepciónmitológica, entremezclada con la histo-ricidad de ciertos acontecimientos, se puedeponer orden y dar explicación al sentido y elpropósito último de las revelaciones, másallá del contenido hermenéutico que se lesdé: la de ser guía y orientación al serhumano en medio de un mundo caótico yconfuso y conducirle por el sendero delbien, del amor y de la justicia divinas.

Partiendo pues del hecho de la indemos-trabilidad plena de los distintos textos

revelados, no obstante, esto no resta valoralguno al sentido y al contenido de losmismos, como vamos a ver.

En efecto, si consideramos que la finalidadexpresa de las distintas revelaciones,acaecidas en épocas distintas y en culturasdispares, es la de conducir a la salvación, ala redención, entendida esta como liberaciónde la condición humana que es esclava desus pasiones, entonces es cuando podemoscaptar, al menos algo, del profundo mensajeque encierran las distintas revelaciones. Elkerigma, el mensaje salvador, se tornaentonces en un mecanismo de liberación yde plenitud de vida espiritual. Las distintasvías o caminos que proponen las diversasreligiones sustentadas en una revelación son,

en realidad, proposiciones, ofrecimientos debendición para todas las criaturas humanascapaces de captar el mensaje sustancial desus propuestas regeneradoras. El verdaderoproblema que tienen las religiones es, desdeluego, el creerse, cada una de ellas, laportadora en exclusiva de ese mensajesalvífico. Esto crea tensiones y falta de unauténtico diálogo constructivo entre lasmismas.

El ecumenismo moderno, con todo lopositivo que pudiera tener, no deja de ser unsucedáneo a la verdadera y genuina

Filosofía y Teología

Las distintas revela-ciones suelen dar unaimagen de lo divinobastante confusa y enmuchas ocasiones hastacontradictoria si se lasinterpreta literalmente,y por otra parte existenciertas similitudes enalgunos de sus relatosprincipales. Esto es unhecho irrefutable.

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aceptación de las otras religiones en igualdadde condiciones. La falta o carencia de estaaceptación conduce a la intolerancia eincomprensión de unas hacia otras, lo cualtiene consecuencias lamentables. La historiade las religiones está plagada, por desgracia,de aconteceres de intolerancia eintransigencia.

Pero, retomando de nuevo el sentidomitológico que encontramos en todas lasrevelaciones (y circunscribiéndonos ahora ala revelación bíblica en particular que es laque más nos interesa en nuestro contexto)podemos entonces preguntarnos cómodeslindar el contenido mítico y la posiblehistoricidad de los eventos narrados y, aúnmás, si los textos narrados deben o noconsiderarse literales o, por el contrario, soneso precisamente, narraciones adornadas enun determinado estilo literario para dar unaexplicación más o menos convincente alpueblo al que originalmente iban destinadosy que este pudiera extraer todo una lecciónmoral que le sirviera a cada uno deorientación y guía en su camino personal. Y

es aquí, precisamente, donde el contenidomitológico desempeña una funciónfundamental a la hora de clarificar al menosalgunos textos narrados. Esto, claro está, noson capaces de admitirlo ni de verlo losexégetas religiosos fundamentalistasprovenientes especialmente del campoevangélico-protestante que tan solo ven uncontenido plenamente histórico y literalistaen los textos revelados de la Biblia. Parecenvivir todavía en la época anterior alsurgimiento de la crítica bíblica racionalistamoderna surgida a raíz de la Ilustración definales del siglo XVII, todo el siglo XVIII yde manera más extensa en el siglo XIX. Sinembargo, la crítica bíblica ha venido adesentrañar algunas cuestiones quepermanecían ocultas y vedadas para losexégetas anteriores al racionalismo ilustrado.Pero los tiempos han cambiado,afortunadamente, y casi todo es revisable yverificable.

Las distintas revelaciones suelen dar unaimagen de lo divino bastante confusa y enmuchas ocasiones hasta contradictoria si selas interpreta literalmente, y por otra parteexisten ciertas similitudes en algunos de susrelatos principales. Esto es un hechoirrefutable. Leyendo y examinando distintostextos revelados podemos constatar esto conuna claridad meridiana. Veamos algunosejemplos.

El relato de la creación del Génesis nos dauna visión idealizada de la obra creadora queencuentra sus antecedentes en antiguosrelatos y tradiciones míticas del OrientePróximo como, por ejemplo, el Poemaacadio de la Creación, descubierto por losarqueólogos en 1876 en una serie de tablillascubiertas de escritura cuneiforme.

El relato de la creación de la primera parejaen el Génesis -Adán y Eva- nos dice queAdán fue creado del polvo de la tierra. Estaidea de la creación original de una pareja noes exclusiva de la Biblia. Los mitos sobre lacreación del ser humano a partir del “polvode la tierra” están muy extendidos. En elantiguo Egipto, por ejemplo, se cuenta queel dios Ptah creó al hombre con una ruedade alfarero. Y en la antigua Babilonia que ladiosa Aruru formó al hombre de la arcilla.

Curiosamente todas lasrevelaciones antiguastienen el denominadorcomún de presentar laimagen de Dios (odioses en las reve-laciones de contenidopoliteísta) con carac-terísticas antropo-mórficas. Eso ayudabaa una mejor sinto-nización con el puebloal que origi-nalmenteiba dirigido su kerigma,su mensaje.

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En la antigua revelación del Avesta,atribuida a Zoroastro, Ormuz, el dios delBien, colocó en la tierra a la primera parejahumana prometiéndoles la felicidad eterna acondición de que le rindieran culto y leadorasen en exclusiva pero fueronastutamente engañados por una serpiente,como encarnación del dios del Mal, para quela adoraran a ella, símbolo mítico del mal.El resultado fue la Caída y desde entoncesuna vida de sufrimiento para la parejahumana y su descendencia. ¿No se nosparece esto al relato bíblico de la creaciónde la primera pareja humana y su caída endesgracia? Y según los historiadores larevelación del Avesta es anterior en eltiempo al relato del Génesis. Esto nosignifica plagio en absoluto sino, en micriterio, simple correspondencia de relatosque fueron comunes a distintos pueblos ycivilizaciones de aquella época. Analizamosahora otras coincidencias.

La representación mítica del Paraísotambién encuentra similitudes con otrosrelatos anteriores al relato del Génesis ocuando menos en época similar, lo cualviene a explicar que toda esta serie de relatoseran generalmente comunes, comodecíamos, en aquellos pueblos ycivilizaciones antiguas para tratar deexplicar la cosmogonía de tal modo quetuvieran una noción de sus orígenes.

El relato del Diluvio no es unarepresentación exclusiva del Génesis.Antiguos relatos sumerios y babilonios ya lorefieren y mucho tiempo después distintosrelatos de civilizaciones precolombinastambién lo reflejan en algunas de sustradiciones. Un antiguo historiador caldeo,de nombre Beroso, que vivió hacia el sigloIV a. C. relata algo muy parecido a loacaecido en la narración bíblica sobre eldiluvio. Beroso, al parecer, fue tachado deplagio por algunos teólogos judíos ycristianos por considerar que su relato fueposterior al del Génesis. Pero, en 1872,George Smith, antropólogo y empleado delMuseo Británico, traduciendo unas antiguastablillas descubiertas por los arqueólogosuna veintena de años atrás, se fijó en el relatoque narraba a un barco que se había posadoen una montaña y de tres pájaros que

salieron de ella tras una fuerte tormenta. Lacoincidencia con el texto del Génesis eraevidente. Y lo curioso del caso es que eltexto que Smith estaba traduciendopertenecía a una escritura cuneiformedescubierta durante una excavación enMesopotamia. Las tablillas traducidas porSmith que recogían la famosa Epopeya deGilgamesh databan del siglo VII a. C. y eranla copia de un texto mucho más antiguo,según los historiadores. Investigadoresjudíos y cristianos conservadores trataron derefutar la teoría de que la Epopeya deGilgamesh fuera anterior al relato bíblicosino que simplemente se trata la Epopeya deuna narracción que se hizo eco de algocomún en aquellos tiempos.

Indistintamente de qué relato fue anterior loque parece más que evidente es el hecho deque todas las narraciones acaecidas entiempos antiguos, con sus clarasconnotaciones mitológicas, vienen arepresentar, a esquematizar, un hecho real,cual es el que un ordenamiento debióproducirse en los orígenes del mundo, delcosmos. La representación mitológica vinoa ser una forma de narrar y de explicar a loscontemporáneos de aquella época susorígenes ancestrales fruto de una obracreadora por un Ser superior y sobrenatural.

La inmensa mayoría de creyentes basanprecisamente sus creencias en algunarevelación en concreto. Descifrar lo quetienen de historia real esas revelaciones esmuy difícil de determinar. Incluso para losmismos investigadores y analistas.Curiosamente todas las revelacionesantiguas tienen el denominador común depresentar la imagen de Dios (o dioses en lasrevelaciones de contenido politeísta) concaracterísticas antropomórficas. Esoayudaba a una mejor sintonización con elpueblo al que originalmente iba dirigido sukerigma, su mensaje. De ahí que algunoscomportamientos divinos nos parezcan hastainfantiles desde un análisis objetivo de losmismos. Fueron narrados así considerandoque iban dirigidos al pueblo llano, sinmayores pretensiones intelectuales einvestigativas.

Relatos en forma de fábula que aparecen en

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el Antiguo Testamento como el asna deBalaam (Números 22, 21-40) que es capazde hablar o el gran pez que se traga a Jonás(Jonás 1, 17) son narraciones evidentementefiguradas que expresan un contenido olección moral. Otros textos, como porejemplo, el libro de Job, que narra lascalamidades que le suceden al protagonistay el final afortunado del mismo nos presentala imagen de un Dios que pone a prueba,reprende y hasta castiga a susincondicionales con grandes calamidades,como Job, varón justo y apartado del mal,según el relato. Y algo parecido sucede en lanarración del sacrificio de Isaac (Génesis22). También encontramos narracionessaturadas de violencia extrema en el mismorelato veterotestamentario, incitada y enalgunos casos hasta dirigida por el propioYahvé, según la lectura textual de los relatos.La idea de “guerra santa” era bastante comúnen las antiguas revelaciones. Había quedefender la fe y los valores del puebloelegido aun a costa de la propia vida sinescatimar la de los otros. Se creía que eradesignio divino. El concepto de “guerrasanta” siempre estuvo muy desarrollado enel judeocristianismo y el islam, princi-palmente. Existen abundantes referencias yalusiones tanto en la Biblia como en el Corána la “guerra santa”. Algo verdaderamenteinexplicable cuando se habla de un Dios deamor, paz y condescendencia. Como másinexplicable y preocupante es aún losintentos del fundamentalismo religioso dejustificar la violencia y los desatinosnarrados en los textos revelados cuando selos interpreta de manera literal.

Por lo que respecta al Nuevo Testamento, elcual gira en torno a la figura de Jesús deNazaret, parecen no existir mayores dudassobre su historicidad real. No solamenteporque los evangelios así lo expresen ymanifiesten con claridad la vida y obra delMesías anunciado por los profetas, sinoporque existen también algunas referenciasde aquel tiempo por parte de algunoshistoriadores coetáneos de Jesús (como elhistoriador de ascendencia judía FlavioJosefo y los historiadores de origen latinoTácito, Suetonio y Plinio el Joven) dondemanifiestan, si bien de manera no demasiadoexplícita, la existencia del Maestro de

Nazaret que andaba por tierras de Palestinarealizando sanidades y milagros al decir delos textos evangélicos. Los conocidos comoevangelios apócrifos también hacen clarareferencia al Redentor.

Sobre el ministerio de Jesús las únicasreferencias explícitas que tenemos son las delos evangelistas reflejadas en sus escritos, loscuales, al parecer, se escribieron con bastanteposterioridad a la muerte de Jesús. Otracuestión es el mito surgido tiempo despuésen torno a su figura y que ha trascendido alo largo de la historia. El caso de Jesúsposiblemente sea el único en la historiadonde el mito creado en torno a su figuramás claras reminiscencias históricas tenga.En realidad todo mito creado en torno a unafigura histórica se ve envueltageneralmente por un halo de misterio.

Sobre el literalismo religioso son intere-santes las reflexiones que realiza al respectoel gran filósofo, poeta y ensayista hispano-estadounidense George Santayana.Reflexiones de una profundidad incon-mensurable cuando se refiere desde suconcepción agnóstica a la magia y la místicade la percepción religiosa. Santayana, lejosde desconsiderar a la religión, cree quedesempeña un rol ético, estético y poéticonada desdeñable. Leyendo sus Pequeñosensayos sobre religión (Ed. Trotta. Madrid,2015) se tiene la sensación de estar ante unauténtico poeta que filosofa sobre la vida ysu discurrir ante la magia y el misterio de laexistencia. Destaca Santayana dosfunciones esenciales en toda religión: unamágica y otra de contenido mítico. Laprimera envuelve todo un componentesupersticioso y la segunda inspira al serhumano a reconstruir su concepción delmundo desde una nueva dimensión.Seguidor del pragmatismo norteamericanode William James y John Dewey,Santayana sigue la línea filosófica deSpinoza aunque no mostró nunca un granapego al racionalismo del gran pensadorholandés y su crítica al literalismo religiosoes clara y precisa a la vez. En todoliteralismo religioso subyace un elementointoxicante y perturbador, llegaba aconsiderar. Y creo que muy acertadamente.Sin la percepción mitológica en todo

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contenido religioso se puede caer fácilmenteen el absurdo, en el sinsentido. Interpretarliteralmente las revelaciones conlleva todoun ejercicio de distorsión que conduce aaceptar planteamientos que carecen, enmuchas ocasiones, de la más pura lógica ysentido común y que en no pocos casos llevaa los umbrales del fanatismo perturbador.

El rocambolesco e inaudito “juegointerpretativo” que realizan algunosmodernos exégetas (provenientes espe-cialmente del fundamentalismoevangélico-protestante), con tal de intentarexplicar y aun justificar la violencia queaparece en muchos textos veterotes-tamentarios, es la de considerar que el Yahvébíblico va experimentado un cambiosustancial a lo largo del proceso reveladorhasta culminar en el advenimiento delMesías anunciado por los profetas. Esto,ciertamente, parece así, al menos en parte,lo cual viene a demostrar las imágenesantropomórficas de un Dios evolutivo ycambiante a lo largo de la dilatada historiabíblica, pero que para nada exime deresponsabilidad los comportamientos delYahvé bíblico. Dicho esto, hemos de añadirque el Nuevo Testamento no está exentotampoco, ni mucho menos, de violencia. Elculmen del mismo es la pasión y muerte delMesías anunciado ya en el AntiguoTestamento y las persecuciones quesiguieron a los creyentes de las primerascomunidades cristianas.

Y es que las diversas concepciones que de ladivinidad tienen las revelaciones en las quese amparan y sustentan las distintasreligiones que se inspiran, a su vez, en textossupuestamente sagrados son, con relativafrecuencia, incitadoras a la violencia. Laexcepción es el budismo, lo cual no deja deser llamativo. Pero, la práctica totalidad delas religiones del Libro (como se conoce aljudeocristianismo y al islam) incitan enmuchos de sus textos al enfrentamiento, elodio, la venganza y la violencia. Negar estoes un todo un ejercicio de buenasintenciones pero carente de total realismo.Se trata, simplemente de leer los textos encuestión. Y este es el problema que tienenlos fundamentalismos religiosos: lahermenéutica literal de los textos.

Aceptar la realidad de todo un entramadomitológico, entremezclado con un trasfondohistórico-contextual parejo al mismo, creoque viene a poner orden y equilibrio dentrode las implicaciones que tiene la vidareligiosa de muchas personas con buenasintenciones que se allegan al complejo ycontrovertido mundo de la religión. Nodudamos, no obstante, de la arduacomplejidad de esta tarea exegética.

COROLARIO FINAL

Negar la evidencia del contenido netamentemitológico que encontramos en la prácticatotalidad de las revelaciones supuestamentesagradas supone todo un ejercicio deignorancia y desconocimiento de losentresijos mitológicos que abundan en lasmismas. Es evidente, por otra parte, que senecesita releer y reinterpretar algunos textosescriturísticos de difícil o nula aceptacióndesde un posicionamiento exclusivamenteliteral. No deja de ser sorprendente leer oescuchar a algunos autores de líneahermenéutica fundamentalista parapercatarse del ejercicio de malabarismointerpretativo que realizan con tal dedefender los planteamientos del literalismocomo si en ello les fuera la vida. Pero comoobservadores nos sorprende todavía más queante la evidencia del absurdo de algunosplanteamientos no se sepan ver otrasposibles opciones que den algo deracionalidad lógica y sentido común a dichasinterpretaciones.

Es indudable que el mundo teológico actual

Existen abundantesreferencias y alusionestanto en la Biblia comoen el Corán a la “guerrasanta”. Algo verdade-ramente inexplicablecuando se habla de unDios de amor, paz ycondescendencia.

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está dividido en dos frentes biendiferenciados: el mundo integrista, radical yfundamentalista y la nueva teología cada vezmás abierta al pensamiento libre einvestigativo, tal y como demanda nuestraposmoderna cultura y sociedad. El filósofo,sacerdote y teólogo católico de línea liberalA. Torres Queiruga, habla de la necesidadde repensar distintos aspectos de la vidareligiosa para no caer en posturasinadecuadas y erróneas fruto de unpensamiento teológico decimonónico y yacaduco. Y Juan Antonio Estrada y José MªCastillo, otras dos de las mentes más lúcidasdel mundo teológico católico actual caminanen la misma dirección. O se es capaz deafrontar unos nuevos esquemas en loconcerniente a la forma y el fondo deenfocar la teología de una manera distinta,adaptada al pensamiento crítico pos-moderno, o el judeocristianismopermanecerá en las catacumbas delpensamiento por tiempo indefinido. ElProf. Estrada considera imprescindiblealcanzar la fe adulta, la mayoría de edad delpensamiento teológico, ya que muchos semueven todavía en esquemas que a todasluces van a destiempo en un mundo como elnuestro que demanda respuestas complejasa preguntas difíciles.

Pero lo que más me llama a mí particu-larmente la atención es que en el mundo delLejano Oriente no existen o están muyminimizados estos enfrentamientosteológicos. Y la curiosidad nos hace pregun-tarnos el porqué. El caso es que analizando,por ejemplo, el mundo del budismo ohinduismo uno se lleva grandes y gratassorpresas. Y me explico.

Lo que para el mundo teológico occidentales razón de confrontación fraticida ydesencuentro, en el mundo oriental, encambio, es motivo de enriquecimientopersonal. ¿Cómo se explica esto?Creo –analizando la situación– que la claveestá en la mentalidad y cultura de aquellospueblos, en su forma tan distinta a la nuestrade vivir el paso del tiempo en armonía conel cosmos. Es cierto, dicho esto, que elmundo filosófico-religioso del LejanoOriente no estuvo tampoco libre deintolerancias y enfrentamientos. Pero, no ha

existido una confrontación tan abierta comoen el mundo religioso occidental y losenfrentamientos que ha habido han tenidomóviles más políticos, étnicos y territorialesque de confrontación ideológico-religiosa,como el caso del conflicto entre hindúes ybudistas en Sri Lanka o la invasión del Tibetpor China y la posterior persecución delbudismo tibetano. Pero, como decía, elmundo religioso del Lejano Oriente es, porlo general, más tolerante y condescendienteque el mundo judeocristiano occidental. Labúsqueda de la infinitud, la vida en armoníacon la naturaleza, la simplicidad de laexistencia de muchos creyentes budistas ehinduistas, principalmente, marca las pautasde una forma de ver el mundo muy distintaa nuestra mentalidad occidental. Lamentalidad del homo religiosus en el LejanoOriente es muy distinta del de Occidente, sinduda de ningún tipo. Y es precisamente esadiferencia lo que contribuye al enrique-cimiento espiritual a través de la sinergia delas dos culturas: oriente y occidente.

CONCLUSIONES

Llegados ya al final del estudio investigativoes menester efectuar algunas matizacionessobre el interesante y apasionante mundo delas mitologías y el sustrato histórico quealgunas de ellas encierran.

Parece bastante claro que en la prácticatotalidad de las consideradas revelacionesdivinas existe un sustrato de historicidadexpresado en muchos pasajes escriturísticosde forma mítica con la intencionalidadexpresa de que sintonizasen con el saberpopular de los destinatarios del mensajerevelado. Es de muy difícil explicación decirqué relatos tienen una plena sustentaciónhistórica fidedigna. Quizá eso sea lo menosrelevante. En mi parecer lo verdaderamentesignificativo del mensaje textual revelado esla enseñanza que pretende transmitirnos. Almenos yo así lo percibo desde mi funciónpedagógica. A fin de cuentas todo elentramado narrativo, con sus diversos estilosliterarios, vienen a ser una forma detransmisión de ideas y de pensamientos queinducen a una acción concreta.

El verdadero problema, tal y como yo lo veo,

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estriba, principalmente, en la adecuación deunos mensajes comunicados a unos puebloscon una cultura y una mentalidad pocoevolucionada comparativamente con lanuestra en el mundo occidental después deunos cuantos miles de años transcurridos. Esindudable que se necesita revalorar yredimensionar el verdadero sentido que paranosotros pudieran tener estos mensajes. Ylas mentalidades son determinantes a la horade interpretar la realidad a través de lasnarraciones. Queda claro que la concepciónque tiene un judío, un cristiano, unmusulmán o un budista, por ejemplo, sobrela vida y relación con el ente divino, en elque todos creen de una u otra manera, esbien distinta. Y, nos preguntamos, ¿esto aqué es debido? Pues muy sencillo: se tratade mentalidades distintas sustentadas enconceptos, tradiciones y culturas disparesen muchos aspectos. Y esta es, a mientender, la cuestión fundamental que va apredeterminar el mundo de las creenciasreligiosas.

El choque de culturas y mentalidades es otrofactor determinante que crea tensión eintolerancia entre las distintas religiones,como comentábamos anteriormente. Todoesto viene a darnos a entender que el homoreligiosus del que hablaba Mircea Eliade esun individuo por hacer, que diría Ortega, enproceso de cambio, de evolución.Lamentablemente, este proceso es lento ygradual para muchos y para otros muchos nise lo plantean desde su ignorancia ydesconocimiento real de los entresijos delcomplejo mundo religioso. Claro quepretender “estar en la inopia”, valga laexpresión, vivir al margen de la realidad todala vida, no es nada aconsejable. Lo másprudente e inteligente es intentar al menosconocer esos entresijos para situarseconvenientemente en un mundo, en unaaldea global, donde conviven personas delas más variadas creencias y tendenciasideológicas.

Cuando el homo religiosus sea capaz desuperar sus prejuicios ideológico-religiososque en muchas ocasiones le atenazan, talescomo la exclusividad de sus creencias, elmachismo, la homofobia, la xenofobia, elracismo, etc., estará en disposición de

habitar en paz y armonía en esta aldea globaly multicultural en que se ha convertidonuestro mundo posmoderno. Razones haypara no ser demasiado optimistas alrespecto. No obstante, podemos atisbar,aunque sea en lontananza, un ciertodespertar, un caminar hacia otra dirección,en la que muchos, ávidos de nuevas ycreativas experiencias, han intuido que unmundo mejor, más humano y fraterno esposible. Claro que esto quizá sea solo unsueño, una ilusión de quien esto escribe.Con todo, nos queda la esperanza. Y en ellanos movemos.

BIBLIOGRAFÍA

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Filosofía y Teología

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Muchas veces los teólogos y los fi-lósofos quieren desentrañar losgrandes misterios de la existencia.

Es un auténtico servicio al prójimo, peroque no siempre consigue su propósito de-bido a la dificultad del lenguaje empleado.Parecería que cuanto más complejo sea eldiscurso más profundo resulta. A veces sellega al punto de que solamente los “en-tendidos” entienden, y que otras personasque no han estudiado tanto o nada, noson capaces de pensar en ciertas “profun-didades”. Si habla el especialista o el erudito,ya no hay nada más que añadir. Esto escomprensible en aquellas disciplinas querequieren realmente un saber concreto,una investigación objetiva donde se em-plean los mejores métodos de verificación.¿Pero cómo se habla de la Vida y la Muertecomo especialista?

Ya decía Séneca que “se necesita todauna vida para aprender a vivir”.

¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Hayalgo después? ¿Qué y cómo? Por supuestoque cada escuela de filosofía o creenciareligiosa pretende tener las respuestas atodos estos interrogantes. Para los Agnós-ticos la cosa no es tan simple. Reconocemosque en realidad “no sabemos”, que los di-ferentes discursos tienen su grado de pro-babilidad, pero sin ninguna prueba absoluta.Aquí entra la fe nos dicen. Y estamos deacuerdo, siempre y cuando se presentecomo tal y no como un conocimiento. Viviren el misterio, sin tener todas las respuestasresulta molesto para muchos, y liberadorpara otros.

Voltaire afirmó: “La incertidumbre es unaposición incómoda. Pero la certeza es unaposición absurda”.

¿Significa entonces que “nada” podemossaber? ¡Por supuesto que no!

Más bien, que no podemos saber más alládel ámbito humano, de las capacidades ydestrezas humanas. Por supuesto que po-demos “proyectar” realidades hipotéticas,imaginar (poner en imagen) creencias etc...Pero entonces nos movemos en el ordendel creer y no del saber.

El problema es que no podemos dejarnosde preguntarnos por todos esos enigmasde la existencia. Buscamos un saber, y aun-que la Ciencia ha respondido a muchos in-terrogantes (que antes se atribuían a losdioses), no ha conseguido desvelar todaslas cosas. Y dudo que lo consiga, pues hayaspectos de la vida que no podemos deduciren “un laboratorio”. Ahí recurrimos a lasargumentaciones (sin pruebas), a la filosofía,y caemos en la tentación o corremos elriesgo de volvernos ininteligibles.

Buscando alguna argumentación que seasuficientemente sólida sobre la vida y lamuerte (para mí, que conste) encontré unrelato que no apela a grandes conceptosmetafísicos. Una historia que evoca lasmejores intuiciones pero que se limita a loposible.

No es un relato del gusto de los que pre-fieren las certezas, de los que pontificansobre verdades, de los dogmáticos.

BEDA Y ELGORRIÓN

Julian Mellado

Filosofía y Teología

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Este relato lo he llamado Beda y el Go-rrión.

Es para mí la más bella expresión deldesafío existencial en la que nos encon-tramos todos. Se encuentra en La historiaeclesiástica de los ingleses escrita por Bedael Venerable alrededor del año 700. Nosdice que el rey de Northumbria, Edwin,convocó un consejo en el año 627 paradecidir qué religión adoptar para su reino.Un hombre se presentó y propuso el si-guiente discurso:

Majestad, cuando comparamos la vidapresente del hombre sobre la Tierracon los tiempos que no conocemos, pa-rece como el vuelo breve de un gorriónque cruza la sala de banquetes en laque vos estáis sentado a cenar en undía de invierno con vuestros nobles yconsejeros. En el centro hay un fuegoacogedor para calentar la sala; fueraruge la tormenta de lluvia o nieve delinvierno. El gorrión entra volando ve-lozmente por una puerta de la sala ysale por otra. Mientras está dentro,está a salvo de la tormenta; pero trasunos pocos instantes de abrigo se pierdeen el mundo invernal del que vino. Tam-bién así, el hombre aparece en la tierrapara un breve período; pero de lo quefue antes de esta vida, o de lo quesigue, no sabemos nada”

La historieta es muy sugerente. Por supuestoque como si fuera una parábola no hayque buscar todas las analogías. En cambionos lleva a comprender la brevedad de lavida, que debemos intentar disfrutar del“calor mientras estamos en la sala”, queno nos quedaremos ahí para siempre, yque nos espera lo desconocido o al menosel misterio de la última frontera.

Es trágico que no todos los gorriones dis-frutan de ese breve calor, algunos son ca-zados, asesinados. Pero entraríamos enotro tema.

Cuando Beda relató esta historia, resaltólo que a veces no nos gusta recordar:nuestra mortalidad.

Claro está que podemos especular, imaginary creer lo que había “antes” y lo que habrá“después”. He oído argumentos muy bienelaborados que me parecen probables,pero no probados.

La vida “en la sala de banquetes” no essiempre fácil, no siempre es lo que espe-ramos. Ahora bien, es donde estamos, larealidad presente, y aunque no es fácil,incluso a veces muy difícil, intentemosdarle un sentido, un valor, aunque sea porun tiempo breve. No somos un sencillogorrión, y podemos vivir nuestra brevedadamando, aportando a la vida ese calorreal, que vivifica, que ayuda a otros a“cruzar la sala”.

Para los que “no sabemos” esta historiade Beda el Venerable, nos habla al corazóncon un llamamiento a apreciar la vida pre-sente, a vivirla con sentido y a dejarsesorprender por el misterio. R

"El Venerable Beda traduce a Juan", pintado por James Doyle Penrose alre-dedor de 1902 (Wikipedia).

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Renovación nº 4020

Durante muchos siglos, se infravaloróla riqueza y naturaleza de la vida psí-quica interior de los animales, en es-

pecial obviamente de los animales superiores.Sin duda, a ello contribuyó el dualismo pro-pio de los sistemas escolásticos, celosos depreservar lo específicamente superior delhombre, recapitulado en el concepto de alma.

Sin embargo, las corrientes modernas de labiología, neurología, de la psicología, de lafilosofía, e incluso de las teologías, insistenen revalorizar la riqueza psíquica de los ani-males, muy cercanos al hombre emocional ycognitivamente. Sin negar, claro está, lo es-pecífico del hombre frente al mundo animal,no es posible hoy negar la armonía del psi-quismo animal con el psiquismo humano.

Cabe recordar que el Papa Juan Pablo II quisoincluso mencionar explícitamente que losanimales tenían “alma” (es decir, el “almaanimal”). La recuperación cristiana de la ri-queza del mundo animal será un elementomás de convergencia con las religiones orien-tales.

El humanismo excluyente que comparten

Descartes y la referida tradición, de la que porlo demás el filósofo francés era deudor con-feso, ha tenido durante siglos por lema “losanimales no tienen alma“, sobreentendién-dose que solo la tiene el hombre. Y surge lapregunta de qué se entiende por “alma”,siendo así que es del reconocimiento, o no,de su presencia de lo que se derivaría el queun ser mereciese, o no, consideración y res-peto.

Claro que otro criterio es que si solo lo mere-cen los humanos es porque solo ellos sonnuestros semejantes, lo cual a mí me suenaun poco a moral mafiosa, por lo que ni si-quiera entraré a considerarlo.

Titulé “No tienen alma” (entre comillas en ellibro) el capítulo que trata sobre los animalesen un ensayo publicado hace un par de años[1], y lo hice porque esas tres palabras se hanrepetido hasta la saciedad para negar todo de-recho –o simple esbozo de derecho– de losanimales superiores, y para desculpabilizarlas atrocidades y crueldades de que pudieranser –y son efectivamente– víctimas.

JoséLuis SanMiguel dePablos*

ENTRE EL ALMA ANIMAL Y ELALMA HUMANA EXISTE UNACONTINUIDAD EVOLUTIVALas actitudes actuales sobre el mundo animal proceden de la tradiciónjudeocristiana y de las opiniones de Descartes.

En las últimas décadas, un asunto que ha causado desconcierto entre los filósofos es elaumento de la sensibilización hacia los animales en un gran porcentaje de la población.Se trata de un hecho sociológico que concierne a la práctica totalidad de las sociedadesoccidentales, incluida la española. ¿De dónde vienen estas ideas y actitudes sobre elmundo animal, esas mismas que hoy están en vías de superación? Sin duda, de la tra-dición judeocristiana y de las opiniones de René Descartes.

* Doctor en Geología y licenciado en Filosofía, Universidad Comillas y colaborador de Tendencias21 delas Religiones.

[1] La rebelión de la consciencia, Kairós, 2014.

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Renovación nº 40 21

No creo que la Iglesia Católica defendieraoficialmente la doctrina de la ausencia totalde alma en unos seres cuya denominación ge-nérica de animales se refiere precisamente aella [2], antes de que Descartes proclamaraque los animales son autómatas, desde luegoFrancisco de Asís, que fue canonizado, pen-saba otra cosa…, pero de lo que no cabe dudaes de que la Iglesia asumió rápidamente lanegación cartesiana del alma de los animales,y que insistió luego en ella, como bien recor-damos los españoles mayores de 60 años.

No obstante, hay matices importantes que se-ñalar. Descartes identificó lo que entendía poralma a partir del ejercicio de introspecciónque se halla en el origen del cogito: “piensoluego existo” implica identificar la interiori-dad, es decir, la consciencia, con el pensar, yde ahí la definición cartesiana del alma comores cogitans, la cosa pensante. Los animales,seres no pensantes [3], no tienen alma y sonsolo cosas mecánicas. Dicho en otros térmi-nos, al “no pensar” los animales no poseensubjetividad o consciencia de ninguna clase,ya que para Descartes la consciencia es idén-tica al pensamiento.

El cristianismo se había pronunciado muypoco anteriormente sobre el alma vivenciadaen primera persona, si exceptuamos a losmísticos, un tipo de “creyentes” (¿les cuadraverdaderamente el término?) que siempre le-vantaron sospechas en la institución religiosa.Por mucho que De anima fuese una parte dela teología, el alma entendida como realidadpsíquica inmediata, eso que estudian las es-cuelas psicoanalíticas, era (y me atrevería adecir que sigue siendo) una desconocida paralos cristianos que viven encerrados única-mente en su tradición.

El cristianismo es una religión eminente-mente social, en sentido positivo (el cristia-nismo primitivo y el que representan hoy loscristianos de base) y también negativo, peroen cuanto al alma, entendida experiencial-mente como el ser subjetivo individual, ha te-nido siempre poco que decir, más allá de lamoral normativa que propone.

En llamativo contraste, las religiones orien-tales (hinduismo, budismo y algunas otras)son ante todo interioristas, lo que implica lapráctica, que promueven ampliamente, deejercicios introspectivos de variado grado desofisticación y profundidad, de lo cual se de-riva una alta valoración del conocimiento ex-periencial de la dimensión subjetiva, de laconsciencia en sus diferentes modos y nive-les.

Estas dos formas antropológicas de religiosi-dad, la occidental (no solo cristiana sino másgeneralmente abrahámica), de orientaciónmás social, y la oriental, menos social y muyenfocada hacia la interioridad, poseen aspec-tos complementarios que últimamente seponen sobre la mesa con frecuencia en los es-pacios y diálogos interreligiosos.

La comunicación con los animales

Todo esto es relevante en relación a lo quenos ocupa, pues en las religiones orientales ylas filosofías a ellas vinculadas no se da, nise ha dado nunca, la identificación entreconsciencia y pensamiento –con la conse-cuencia de la exclusión los animales de laconsideración de seres conscientes– sino quela consciencia se entiende como la luz inte-rior básica y constitutiva del ser, y el pensa-miento (junto con la emocionalidad, etc.)como uno de los “instrumentos” de que dis-pone esa luz básica.

Este punto de vista no es teoricista, sino queproviene de numerosísimas experiencias in-trospectivas, que no por su falta de “objetivi-dad” (y de cientificidad en el sentido actual,por tanto) dejan de ser coincidentes y abru-madoramente nítidas.

Como con numerosos animales superiores esposible una comunicación, incluso intensa,en el registro emocional-afectivo de la cons-ciencia, la filosofía-espiritualidad de esas re-ligiones ha asumido “desde siempre” queesos animales la poseen, tanto si piensancomo si no.

Ese debía ser también el sentir de Franciscode Asís, rara avis del santoral católico que apunto estuvo de ser declarado hereje, y al quela teologización de Descartes redujo denuevo –y por largo tiempo– a la marginalidad

[2] En realidad la Iglesia apoyaba la teoría aristoté-lica de las tres almas: vegetativa, animal e intelec-tiva.[3] Lo cual es una presunción excesiva, si se consi-deran los grandes simios y otros animales superio-res.

Filosofía y Teología

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doctrinal. El intelectualismo antiemocionalde la tradición ilustrada típica [4] ha hechoque esa comunicación interespecífica se hayadado menos entre los filósofos e ideólogosque entre la gente corriente.

Además, el occidentocentrismo de la inmensamayoría de esos intelectuales, y su enraiza-miento en las tradiciones judeocristiana y car-tesiana, han funcionado como pantallas conrespecto a unas tradiciones espirituales deOriente “animalistas” [5] miradas por elloscon suspicacia.

Pero hete aquí que ha sucedido algo inespe-rado: muchísima gente común y corriente deOccidente ha pasado por encima del ingentenúmero de científicos, filósofos y tecnócratasque afirmaban que preocuparse por unosentes que no eran más que robots biológicosera una tontería, y ha dicho sí clamorosa-mente al alma de los animales y a las conse-cuencias éticas que entraña.

Se podrá decir lo que se quiera, incluido quehay muchas exageraciones y extravagancias,lo que puede ser verdad, y también que haygente que quiere a los animales pero detestaa los humanos, lo cual, sin negar que puedaocurrir en algún caso, dista mucho de ser unprincipio o una regla, y más bien creo que amenudo quienes no aman a los unos tampocoaman a los otros, pero me parece que lo esen-cial es que la convivencia cotidiana y estrechade muchas personas con determinados anima-les superiores, perros y gatos fundamental-mente, las ha hecho vivir una profundacomunión y comunicación afectiva con susmascotas, revelándoles la dimensión psíquicade las mismas de forma prácticamente inme-diata.

La gente es consciente de la conciencia ani-mal

Aclaremos que el consenso social que cadavez está más cerca de ser alcanzado no es quelos animales tengan un alma que va al cielocuando mueren, que se reencarna o le pasacualquier otra cosa.

Es mucho más sencillo: la gente siente y “ve”que son conscientes, que tienen conscienciao interioridad. Eso es el alma. El filósofoHans Jonas estableció una relación entre estegiro de la sensibilidad contemporánea y elasentamiento del paradigma evolucionario:

El evolucionismo ha minado la construcciónintelectual de Descartes mucho más eficaz-mente de lo que lo ha hecho ninguna críticametafísica. La indignación estrepitosa que sealzó inicialmente en contra del atentado a ladignidad del hombre que suponía una doc-trina que defendía que su origen estaba en elreino animal, fue incapaz de ver que en virtudde ese mismo principio la totalidad del reinoanimal recibía algo que hasta entonces seconsideraba ligado exclusivamente a la dig-nidad del hombre.

Porque si el hombre está emparentado con losanimales, estos están a su vez emparentadoscon el hombre, y ellos también –siguiendouna cierta gradación– son portadores de esainterioridad o subjetividad de la que el hom-bre, evolutivamente más avanzado, llega atener plena conciencia [6].

El descrédito, primero entre la “gente nor-mal” y a partir de ella también entre los “sa-bios”, de la peregrina teoría de que losanimales son máquinas (o de que “no tienenalma”, que en el fondo tanto da) puede pare-cerles a algunos un tema menor, pero no lo esen absoluto. Se trata de la primera gran de-rrota del pensamiento mecanicista, cuya fal-sedad en un punto para él emblemático hacaptado con toda claridad la sociedad civil,desde la que además se denuncian ya las abe-rraciones que amparaba. Creo que viene aquía cuento decir una palabra sobre el animismo.

No es solo cosa que comparten los pueblos“primitivos”, de norte a sur y de este a oeste,como es el caso de muchos de los de la viejaAmérica, que han conseguido que su concep-ción tenga eco en algunas de las nuevas cons-tituciones latinoamericanas a través de lasreferencias a la Pachamama, sino que estápresente también en la filosofía occidental, deTales, Anaximandro y Anaxágoras a Bergson,pasando por Plotino y Leibniz. Teilhard de

[4] Pues la tradición ilustrada cuenta con una se-gunda rama: la romántico-naturalista que inicióRousseau.[5] Por utilizar un término actual.

[6] Hans Jonas, Évolution et liberté, pp. 33-34. Latraducción del francés y las cursivas son mías.

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Chardin, cuya lectura prohibió Pio XII y quehoy inspira al papa Francisco, fue otro ilustreanimista como demuestra su convicción, am-pliamente reiterada, de que un protopsi-quismo está presente ya en la materiaelemental.

En realidad el animismo no consiste en creerque “espíritus animales” entran y salen deciertas piedras, de ciertos árboles y de los ani-males mismos; el “todo está lleno de dioses”de Tales significaba, en mi opinión, que parael filósofo milesio alguna forma de conscien-cia, por elemental e inimaginable que sea,“está por todas partes”, lo que viene a ser lomismo que dos mil años después defendióLeibniz con su doctrina de las mónadas.

Si bien se mira, asumir que los animales po-seen vida psíquica implica ser, hasta ciertopunto, animista, y quizás por eso, porquequería romper de la manera más radical conla tradición animista y enterrarla definitiva-mente, fue por lo que Descartes afirmó quelos animales son máquinas. Empezamos a en-tender… Pero es un principio irrefutable quefinalmente la realidad se impone.

Y también, desde luego, entre los científicos.La consciencia animal se ha convertido enel tema estrella de varias ramas de la ciencia,de la etología y la zoopsicología en primerlugar, disciplinas en las que es protagonista,pero también en antropología evolutiva, enla medida que el estudio comparativo de lapsicología de los primates actuales es rele-vante para indagar el proceso que desembocóen el psiquismo del Homo sapiens; sin olvi-darse de las neurociencias, pues recordemosque ha sido en el encuentro internacional deneurología celebrado en Cambridge (ReinoUnido) en julio de 2012 (Francis Crick Me-morial Conference) donde se dio a la luz eldocumento On Consciousness in Human andnon-Human Animals que reconoce y pro-clama, por primera vez desde el ámbito cien-tífico, que los animales superiores poseenconsciencia o vida subjetiva, y que esto debeser tenido en cuenta para todos los efectos.

No obstante lo cual, me reafirmo en mi opi-nión de que la prioridad en cuanto al recono-cimiento de la consciencia animal la tiene la

sociedad civil, que ha influido de múltiplesformas (también con sus críticas, por ejemploa la vivisección) en los científicos, que a finde cuentas forman parte de ella.

Por todo lo dicho, está claro que para mí lacuestión de la interioridad, de esa dimensiónque por su mera presencia hace capaz degozar, de sufrir, de sentir…, es necesaria-mente lo central a la hora de establecer lateoría ética nueva que nuestro mundo estáexigiendo y de la que los primeros beneficia-rios serían los animales. El bien y el mal tie-nen sentido, y no son solo palabras, porqueexiste la consciencia.

Uno y otro forman parte de la experiencia decualquier ser, que se siente bien o mal con in-dependencia de que pronuncie o ni tan si-quiera conozca esas dos palabras. Estoimplica de paso una objeción fuerte al verba-lismo absolutizado de la práctica totalidad dela filosofía de Occidente, pues el solo sentiry el silencio mental son también caminoscognitivos y no precisamente menores, comoWittgenstein acabó entendiendo.

Añadiré para terminar que ningún movi-miento social o socio-político cuyo horizonteutópico máximo sea la liberación de la huma-nidad puede renunciar a pensar en profundi-dad las bases paradigmáticas de la ideamisma de liberación.

¿Debe esta ser (y acaso es posible que sea)solo externa, solo social y política, o hay quereconocer también la importancia de la libe-ración interior, psicoespiritual, de los indivi-duos, y favorecerla? ¿Tiene la compasiónalgo o mucho que ver con la liberación? ¿losbeneficiarios de un proceso liberador colec-tivo habrán de ser los humanos únicamente?Por lo demás, parece obvio que si las condi-ciones materiales son importantes (y lo sonmucho), el sujeto (subjectum) de liberaciónlo es más todavía. De ahí que tal vez el ma-terialismo metafísico –otra herencia del pa-sado a revisar– no sea la mejor guía filosóficapara explicar y potenciar un impulso eman-cipador que nace de la conciencia (sin s) y delo más profundo de la consciencia (con s),apuntando al carácter fundamental e irrenun-ciable del amor, y al bien de cuantos serespueblan la Tierra. R

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Hoy por hoy, la causa del cosmos re-sulta desconocida para la ciencia hu-mana. Sin embargo, ¿podrá algún

día conocerse? Algunos científicos optimis-tas creen que sí, que llegará el momento enque la cosmología demostrará sin lugar adudas cómo pudo formarse todo a partir dela nada.

En este sentido, ciertos físicos ateos parecenabrigar dicha esperanza. “Hemos también demostrarnos humildes -escribe el físico y fi-lósofo español Martin López Corredoira- ycomprender que desde nuestra finitud no noses posible dar respuesta actualmente a pre-guntas como por qué las constantes físicasdel universo valen lo que valen (quizá en elfuturo se pueda entender), por qué el uni-verso se puede entender racionalmente o elporqué mismo de todo lo existente.”1 Pero,

desde luego, lo que muchos rechazan enér-gicamente es que un Dios Creador pueda serla respuesta. “Dios no es más que una pala-bra comodín a la que atribuirle todo lo des-conocido, (…) una tautología vacía decualquier información salvo el juego de pa-labras. ¿Cuál es la causa del universo? Dios,se nos dice. ¿Y qué es Dios? Pues la causadel universo. O sea, que lo que se nos dicees algo así como que la causa del universoes la causa del universo.”2 ¿Tiene razónLópez Corredoira en su argumentación? ¿Esrealmente Dios una simple excusa tautoló-gica? Yo creo que no y vamos a ver por qué. La definición de Dios no es en absoluto unatautología, que repita dos veces lo mismo,por la sencilla razón de que Él es muchísimo

*Dr. en Biología, Dr. en Teología, Profesor y Escritor. Entre sus principales obras: “La ciencia, ¿encuentra a Dios?”;“Sociología: una desmitificación”; “Bioética cristiana: una propuesta para el tercer milenio”; “Parábolas de Jesús enel mundo postmoderno”; “El cristiano en la aldea global”; “Darwin no mató a Dios”, “Postmodernidad”, “NuevoAteísmo”.

Antonio Cruz Suárez*

¿Por qué existe el universo?¿Es realmente Dios una simple excusa tautológica?Yo creo que no y vamos a ver por qué.

1 Soler, F. & López Corredoira, M. 2008, ¿Dios ola materia?, Áltera, Barcelona, p. 288. 2 Ibid., pp. 42-43.

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más que la causa del cosmos. Si sólo fueraeso, estaríamos en el deísmo que rechaza aun Dios personal. No obstante, desde elteísmo, además de Creador es también unser con entendimiento, conciencia y volun-tad que se preocupa desinteresadamente porsus criaturas hasta extremos insospechados.No sólo creó por amor seres materiales iner-tes sino también animales con vida y perso-nas racionales capaces de creer en suexistencia y relacionarse con Él. Según laencuesta Religion and Atheism Index, seis decada diez personas en el mundo confiesancreer en un Dios personal. No solamente losseguidores de las tres grandes religiones mo-noteístas: judíos, musulmanes y cristianossino también los creyentes de algunas reli-giones orientales y muchos teístas indepen-dientes. ¿Es que están todos locos? ¿Sonirracionales o débiles mentales? No me pa-rece que ese sea, ni mucho menos, el caso.

Por supuesto, decir que Dios es un ser per-sonal que ama a sus criaturas, no es algo quepueda deducirse de la mera existencia deluniverso. Se trata, más bien, de una nociónextraída de la teología. Sin embargo, que laspersonas digan que Dios es persona, ¿no serápecar de antropomorfismo? ¿Por qué tendríaDios que parecerse a nosotros? ¿Acasosomos modelo, centro y medida de todas lascosas? Esta es una acusación contra los cre-yentes que con frecuencia se saca a relucirdesde el materialismo. El antropomorfismoconsiste en atribuirle cualidades humanas acosas, animales o divinidades. Mientras queel antropocentrismo es considerar al ser hu-mano como centro de todas las cosas y finabsoluto de la realidad. Pues bien, aquelloque los materialistas llaman antropomor-fismo no es más que una forma de antropo-centrismo que nadie puede evitar, ni siquieraellos mismos. Tendríamos que dejar de serhombres y mujeres para hacerlo. Por ejem-plo, entendemos que el brujo de una tribu seequivoca cuando aplica cualidades persona-les a fenómenos materiales que nosotroscomprendemos bien por la ciencia, como elrayo, la lluvia o la floración de las plantas.Pero ¿acaso no podría ocurrir también todolo contrario? A saber, que el materialista seconfunda al negarse sistemáticamente a apli-car conceptos personales a la realidad últimadel universo, por miedo a pecar de antropo-

morfismo. De una manera u otra se puedencometer errores.

Acusar a los creyentes de atribuirle a Diosentendimiento, personalidad y voluntad, esen el fondo culparlos de no profesar el ma-terialismo. Lo cual es bien cierto pero no de-muestra absolutamente nada. El físico yteólogo inglés, John Polkinghorne, escribeal respecto: “Aun cuando el lenguaje hu-mano finito lo estiramos siempre más allá desus límites cuando intentamos hablar de lainfinita realidad de Dios, será estirado en ladirección más adecuada al usar la modalidadpersonal. Empleando terminología cristiana,Dios es mucho más “Padre” que “Fuerza”.Por supuesto, esto no significa que Dios seael anciano en el cielo de la caricatura degra-dada, pero dirige el pensamiento teológicoen una dirección que puede propiamente serllamada transpersonal.”3

El Dios de los cristianos -en el que yo creo-se revela en la Biblia como creador del uni-verso pero también como Padre personal in-teresado sobre todo en la criatura humana.No es un dios tapagujeros que se dedique arellenar los huecos del conocimiento cientí-fico. Sería un grave error y una confusión deplanos explicativos usar al Creador comoconcepto para obtener explicaciones físicas.La metafísica, como su nombre indica, es-tará siempre más allá de la física. Dicho esto,lo que me resulta evidente es que esta con-cepción teísta de Dios encaja mucho mejorcon los datos físicos y cosmológicos que hoynos proporciona la ciencia, que la concep-ción alternativa, la visión materialista delmundo.

Como escribe el filósofo católico, FranciscoSoler Gil: “…se da un buen grado de con-cordancia entre lo que la cosmología nos en-seña acerca del universo y lo que la teologíanos dice del universo, considerado comocreación. (…) esta concordancia refuerza dealgún modo la doctrina teológica. No estoy,por tanto, hablando de demostraciones, sino3 Polkinghorne, J., 2005, “Física y metafísica desdeuna perspectiva trinitaria”. En Soler Gil, F., (ed.):Dios y las cosmologías modernas (Madrid, BAC)201-222. 4 Soler, F. & López Corredoira, M. 2008, ¿Dios ola materia?, Áltera, Barcelona, p. 48.

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de piezas de un rompecabezas que encajanbien.”4 Lo que quiere decir este profesor dela Universidad de Bremen (Alemania) es queno se afirma, por ejemplo, que la explicacióndel ajuste fino del universo sea Dios, sinoque dicho ajuste fino -se deba a la causa fí-sica que se deba- concuerda mejor con laconcepción teológica de creación que con lamaterialista de azar. Con Dios no se está tra-tando de tapar ningún hueco provisional dela cosmología sino, simplemente, se constataque la cosmovisión cristiana o teísta y la des-cripción científica del cosmos encajan bien.Mejor que con la cosmovisión del materia-lismo ateo.

Cuando se analizan las diversas interpreta-ciones sobre el origen del universo, puedecomprobarse que hay científicos que prefie-ren el modelo de la Gran Explosión porquepiensan que si hubo un principio temporaldel cosmos entonces la teología naturalqueda respaldada. De la misma manera,existen también cosmólogos que defiendenmodelos alternativos, que suponen la eterni-dad del mundo, porque creen que éstos fa-vorecen la causa materialista en contra de lateología natural. ¿No hay ninguna otra posi-bilidad? Es evidente que si el universo tuvoun principio, la pregunta por la causa de suexistencia resulta pertinente. Pero, de hecho,

la necesidad de dicha causa no deriva de queel universo sea finito o no sino, sobre todo,de que es un objeto material ordinario. Y,tanto si es finito como eterno, la causa quegeneró dicho objeto necesita una explicaciónque escapa al ámbito científico entrando delleno en el de la teología natural. La preguntapor la causa del ser sigue siendo imprescin-dible para todos los modelos cósmicos. Demanera que Dios, como causa final de laexistencia, no puede ser eliminado por nin-guna teoría cosmológica. En cambio, la pre-gunta por el origen del Creador, al no ser ésteningún objeto material, carece por completode sentido. Decir Dios, implica necesaria-mente asumir que es incausado.

Desde mi adolescencia he procurado conec-tar la teología con la ciencia y, después decasi medio siglo, creo que la metafísica te-ísta, la existencia de un Dios Creador, es elmejor marco conceptual que existe para en-tender bien los resultados de la ciencia. Elmisterio de que el universo exista y sea com-prensible para nosotros se resuelve si real-mente ha sido diseñado inteligentemente.Par mí, el teísmo es la cosmovisión que per-mite comprender la naturaleza en profundi-dad y esto supone también, que duda cabe,un impulso para la aceptación de la existen-cia de Dios. R

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Cuando se analizan las diversas interpretaciones sobreel origen del universo, puede comprobarse que haycientíficos que prefieren el modelo de la Gran Explo-sión porque piensan que si hubo un principio temporaldel cosmos entonces la teología natural queda respal-dada. De la misma manera, existen también cosmólo-gos que defienden modelos alternativos, que suponenla eternidad del mundo, porque creen que éstos favo-recen la causa materialista en contra de la teología na-tural. ¿No hay ninguna otra posibilidad? Es evidenteque si el universo tuvo un principio, la pregunta por lacausa de su existencia resulta pertinente.

El supuesto general de principio en quese mueve la explicación científica deluniverso, y todos sus contenidos pro-

ducidos evolutivamente, es el monismo.¿Qué significa “monismo”? Quiere simple-mente decir que el universo y todos sus es-tados o procesos evolutivos han surgido deaquel substrato o constituyente esencial queconstituye la materia, el universo, la vida yel hombre. Ahora bien, ¿qué es este subs-trato, cómo deberíamos entenderlo? ¿Qué esla materia y qué la constituye primordial-mente?

La verdad es que la ciencia todavía no ha po-dido decirnos la última palabra. Sabemosmuchas cosas de la materia, pero todavía nohemos llegado a su conocimiento final, de-finitivo. En este artículo hacemos una adap-tación para Tendencias21 de las Religionesde otro artículo similar aparecido en la Re-vista Cuenta y Razón, en el número 34, pri-mavera 2015.

Desde este supuesto monista general de laciencia, las neurociencias actuales conside-

ran que las células como vivientes unicelu-lares y los sistemas nerviosos en organismospluricelulares han sido producidos desde elmundo físico.

Es decir, son una evolución estructural (osistémica) del mundo físico. Es posible, y asídebe admitirse de acuerdo con las evidenciasempíricas, que la aparición de nuevas estruc-turas o sistemas haya hecho emerger modosde ser real distintos al mundo físico, conleyes orgánicas y funcionales no aplicablesa otras formas del mundo físico (por estosuele decirse que la epistemología de la bio-

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La nueva ciencia comienza aexplicar por qué el universofísico produce la concienciaLa profundización en la física holística abre nuevas perspectivas

La profundización en la nueva física holística ha permitido abrir nuevas perspectivasde explicación del ser humano. Se comienza a entender cómo y por qué el mundo físicopuede constituir un “soporte físico” adecuado para nuestra “psique” y nuestra activi-dad psíquica, completamente compatible con una imagen humanista de nuestra es-pecie (que incluye la subjetividad y el orden social). Dicho soporte físico sería no sóloclásico (reducción que nos mantendría en el determinismo robótico), sino tambiéncuántico (lo que implica a la experiencia campal e indeterminista del psiquismo animaly humano).

Javier Monserrat, Universidad Autónoma de Madrid, Cátedra CTR de la Escuela Técnica Superior deIngeniería de la Universidad Comillas, Madrid, Co-editor de Tendencias21 de las Religiones.

Javier Monserrat*

Fuente: EPFL.

logía es distinta de la epistemología de la fí-sica).

Pero el emergentismo es siempre conciliablecon el monismo evolutivo y entiende que lavida, la sensibilidad-conciencia, la vida psí-quica y la mente animal y humana, en últimotérmino, son una consecuencia evolutivacongruente con el substrato primordial deluniverso, o, si se quiere, de la materia. Porello, el estudio científico de las neuronas ysu producción de la sensibilidad-concienciay de la vida psíquica (neurociencia) debeestar referido a las propiedades primordialesdel mundo físico. De ahí que la neurocienciadependa de nuestra imagen física del uni-verso [1].

La unidad psico-bio-física de los organis-mos vivientes

Los organismos vivientes son siempre enti-dades que presentan una unidad psico-bio-física que constamos en nuestra experiencia

fenoménica. Por consiguiente, ¿cuál es el so-porte físico que hace inteligible la ontologíaunitaria psico-bio-física que surge evoluti-vamente y que constatamos en nuestra expe-riencia fenomenológica?

Esta es, en último término, todavía hoy, lacuestión científica (y filosófica) fundamentalde las ciencias humanas. Que el psiquismoanimal y humano ha surgido desde dentrodel universo bio-físico es una evidencia em-pírica que no puede negarse. Y la cienciadebe hallar las causas que hacen inteligibleque el mundo psíquico se haya producido dehecho.

La importancia de esta cuestión depende,como decía, de la hipótesis monista acercadel proceso evolutivo; hipótesis que res-ponde a la expectativa general de la explica-ción científica del mundo. Desde el bigbang, durante miles de millones de años,sólo existió un puro universo físico. De esarealidad física debió de haberse producidoprimero el tránsito a la génesis de la estruc-tura mecánica de la vida (aminoácidos,ADN, proteínas, reduplicación, etc.)

Pero dentro de ese mecanicismo germinal dela vida debe postularse también, en princi-pio, la emergencia primero de la sensibilidadbiofísica (que quizá se produjo en un ciertomomento de la evolución unicelular) y, másadelante, ya dentro de la complejidad de losorganismos pluricelulares avanzados, la apa-rición de un sujeto psíquico y de la concien-cia animal. Por tanto, la evolución que habíanacido del puro mundo físico, a través de lossistemas bio-físicos, debió entonces de en-trar en el mundo psíquico, o mejor, en elmundo psico-bio-físico.

¿Existe alguna alternativa científica a estesupuesto de principio? Por lo tanto, se tratade una hipótesis científica esencial para launidad armónica de nuestra comprensión deluniverso: la ontología primordial del mundofísico debe ofrecer una explicación sufi-ciente del proceso evolutivo posterior queconduce a la emergencia del hecho real delpsiquismo (la conciencia), con las propieda-des fenomenológicas que de hecho presenta.Es decir, a la aparición de los seres vivos con

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[1] Debe entenderse que estamos hablando de unaposición inicial, de principio, en la ciencia. Por unaparte tenemos el substrato primordial del universo,digamos la “materia”: es decir, su ontología primor-dial, o sea, su naturaleza, su forma y sus propieda-des primordiales como realidad. Ahora bien, ¿cómoes esta ontología o naturaleza primordial? Sólo laciencia puede respondernos con precisión y argu-mentación empírica; pero la imagen de la materiaen la ciencia no es infalible, ha evolucionado en lahistoria, sigue abierta, y presenta diversas explica-ciones. Pero, por otra parte, tenemos la experienciafenomenológica de lo que de hecho es la vida psí-quica (fenómeno –de to fainein, lo que se mani-fiesta o aparece– quiere decir la forma en que larealidad se manifiesta directamente en nuestra ex-periencia): advertimos la experiencia fenomenoló-gica de la vida psíquica, la sensibilidad-conciencia,la condición de ser sujeto psíquico, el conoci-miento, la memoria y otros procesos psíquicoscomo las emociones. La posición de principio de laciencia es que la experiencia fenomenológica de lavida psíquica debe poder explicarse como emergen-cia de las propiedades ontológicas primordiales dela materia. Si esto no fuera posible, es decir, si lopsíquico no pudiera surgir de la materia, entoncescabría establecer otras hipótesis para explicar elhecho de la existencia de la materia y el hecho dela existencia del psiquismo. Quizá cupieran enton-ces hipótesis dualistas, por ejemplo, que en su casodeberían argumentarse científica y filosóficamente.Es el problema mente/cuerpo o problema psico/fí-sico. Pero la posición inicial de la ciencia, obvia-mente, debe ser y es monista, tal como decimos.

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las propiedades fenomenológicas propias delos animales y del psiquismo humano.

Volviendo, una vez más, a la pregunta ante-rior, ¿cómo entender que el mundo físicohaya producido evolutivamente la ontologíapsico-bio-física que soporta la existenciareal del psiquismo animal y humano? La res-puesta, obviamente, depende de la imagenque las ciencias físicas ofrecen de la realidadfísica.

Si las ciencias físicas no fueran capaces dedar una explicación congruente de la apari-ción del mundo psíquico, entonces se debe-ría recurrir obviamente a otras hipótesisexplicativas (vg. a los dualismos u otras).Pero, de principio, la ciencia se mueve siem-pre en el supuesto aludido.

La imagen de la materia, ¿explica la vidapsíquica?

Por consiguiente, la posición de principio, asaber, que lo psíquico debe de emerger delas propiedades ontológicas germinales de lofísico, depende de la imagen del mundo fí-sico que la ciencia nos propone. Esta imagenfue durante muchos siglos reduccionista yno era fácil entender cómo del mundo físicopudiera hacer emerger lo psíquico. El meca-nicismo-determinista entró entonces en con-flicto con el humanismo.

Sin embargo, en los dos últimos tercios delsiglo XX fue apareciendo, desde la mecánicacuántica, una imagen nueva del mundo fí-sico que, incluyendo lo mecanoclásico, abríalas perspectivas de lo que se ha llamado laNueva Ciencia. La Nueva Física debía hacermás fácil concebir en qué podrían consistirlos fundamentos físicos que hicieron nacerlo psíquico en el proceso evolutivo. Portanto, ¿la imagen de la materia en la ciencia,explica la vida psíquica?

a) Si decimos que la ciencia debe explicar(explicans) aquellas propiedades fenomeno-lógicas del psiquismo que constatamoscomo evidencia empírica, debemos descri-birlas explícitamente. Así, la fenomenologíacientífica (no la de Husserl) es una disciplinabásica independiente que describe lo que de-

bemos explicar científicamente (explicar,predecir e intervenir, según sus causas).Brevemente, en síntesis, decimos que el ex-plicandum de las ciencias humanas (lo quedebe ser explicado) presenta, entre otras, dospropiedades fenomenológicas a las que de-bemos referirnos.

Estas dos propiedades, especialmente la ex-periencia campal, han hecho que la psicolo-gía cognitiva y la neurología se hayanescindido en dos escuelas diferenciadas: elestructuralismo y la teoría de la percepcióndirecta. Estas propiedades son dos: primero,la experiencia campal u holística (la unidadcampal de la conciencia en la experiencia so-mato-perceptiva que nos hace sentir la uni-dad campal holística de nuestro cuerpo, otambién la experiencia de inmersión en lospatrones de luz objetivos descritos en la fe-nomenología de percepción directa de JamesJ. Gibson) y, segundo, la experiencia de in-determinación (la flexibilidad de las respues-tas animales y la experiencia de libertadpropia del hombre en su contexto social) [2].

b) El supuesto de que el mundo físico es elsoporte ontológico radical del que emergenla vida y la sensación-percepción-conciencianos remite a la ciencia física. Esta debe de-cirnos qué es el mundo físico y, en conse-cuencia, hacer inteligible que la materia,según sus propiedades ontológicas, hayacausado la producción evolutiva del psi-quismo (su holismo y su indeterminación).Durante muchos años (y todavía actual-mente para muchos) la ciencia (y un ciertotipo de filosofía consecuente) han reducidode hecho la comprensión del mundo físico ala imagen de la mecánica clásica (un mundo[2] La fenomenología de James J. Gibson, y su es-cuela, ha mostrado que nuestra experiencia sensiblees la de estar abiertos al mundo (diríamos que, paraGibson, nuestro sistema nervioso hace que mi“mente” esté “en” en mundo). En cambio para laescuela estructuralista que nace con Helmholznuestros sentidos “construyen” el mundo en mimente (de tal manera que nuestro sistema nerviosohace que el mundo esté “en” mi mente). La imagenmecanoclásica de la ciencia pareció favorecer du-rante décadas el pensamiento constructivista. Perola imagen campal favorecida por la mecánica cuán-tica, la Nueva Física, hace cada vez más verosímilque fuera verdad la experiencia fenomenológicadescrita por Gibson.

determinista diferenciado en entidades inde-pendientes, ciegas, unidas sólo por interac-ciones mecánicas).

Sólo desde esta imagen reducida han abor-dado la explicación del psiquismo. El resul-tado ha sido el reduccionismo (como se ve,por ejemplo, en el moderno determinismoneural). La reivindicación de la auténtica ex-periencia psíquica (holismo e indetermina-ción) produjo así muchas tensiones yreacciones que llevaron a la escisión de opi-niones dentro de la ciencia y a ciertas filo-sofías que trataban de defender laexperiencia humanística del hombre frenteal reduccionismo mecanicismo y determi-nista (entre ellas los dualismos de diversanaturaleza).

c) Sin embargo, la consolidación de la me-cánica cuántica, desde la década de 1920-1930 hasta nuestros días, ha hecho entenderque el mundo físico no es sólo el mundo me-canoclásico. El mundo mecanoclásico no seniega. Pero la mecánica cuántica ha cono-cido que la materia primordial cuánticaposee un conjunto de “extrañas” propieda-des que podrían tener una relación con lasigualmente “extrañas” propiedades mani-fiestas en la actividad psíquica.

Por ello, poco a poco, pero sobre todo en losúltimos treinta años, se ha ido consolidandola intuición de que los seres vivos (y su na-turaleza sensitivo-perceptivo-consciente)podrían estar causados no sólo por unmundo físico mecanoclásico sino tambiénpor una materia que posee las propiedadesdescritas en la mecánica cuántica. Por ello,lo que los seres vivos manifiestan (su formade ser real producida en la evolución) pu-diera estar causado por un equilibrio balan-ceado entre propiedades de interacciónclásicas y cuánticas; equilibrio regido por uninterface funcional (un mecanismo de trán-sito de lo clásico a lo cuántico, y viceversa)que habría sido diseñado por la misma evo-lución.

Un universo y una neurologíaclásico/cuánticos

La ciencia moderna comenzó, por tanto, con

la descripción del mundo objetivo y macros-cópico en el sistema de la mecánica clásicade Newton. Esta imagen clásica, sin em-bargo, ha sido ampliada en la actualidad porla mecánica cuántica. Así, la ciencia consi-dera que el mundo clásico ha sido causadopor una materia primordial que responde alas propiedades cuánticas. Sólo existe untipo de materia, cuyas propiedades radicalesson cuánticas.

Por lo tanto, una intuición o expectativa in-mediata de la ciencia es que la vida, y la sen-sibilidad que en ella emerge, dependerán dela evolución tanto de las propiedades delmundo clásico y como de las propiedadesdel mundo cuántico (que en última instancia,son el mismo mundo en su ontología primi-genia).

La hipótesis es que la explicación de la vidapudiera ser un equilibrio balanceado entreun cuerpo clásico (estable, rígido, determi-nista y producido por el rigor mecánico delos códigos genéticos que permiten la segu-ridad de la herencia en la especie) y, por otraparte, los estados cuánticos, sumergidos enciertos nichos imbricados en estos sistemasclásicos, que interactuarían con los estadoscuánticos del universo (lo que explicaría laspropiedades fenomenológicas del psiquismoanimal y humano.

Pienso que algo tan esencial para nosotroscomo nuestra propia vida humana, personaly social, tal como se describe en las discipli-nas fenomenológicas, probablemente hasido falsificado por una imagen "reduccio-nista", mecanicista, determinista, esencial-mente "robótica", de la naturaleza deluniverso, de la vida, y el psiquismo [3].

Creemos que es importante y enriquecedorestar abiertos a la imagen alternativa emer-gente de un universo holístico (cuántico),que parece permitir un conocimiento más in-tegrado y unitario, más congruente con nues-tra propia experiencia fenomenológica. Esteuniverso holístico explica la naturaleza ho-lística de los sistemas y entidades naturales,y sobre todo, de los sistemas vivos que hanlogrado construir evolutivamente un equili-brio clásico/cuántico que les permite inte-

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grarse en la sensación que, aunque restrin-gida, los abre a los campos holísticos de larealidad.

La visión clásica de las ciencias humanas,basada en la imagen de la física clásica quedescribe un mundo discreto y diferenciado,determinista y mecánico, conduce a la neu-rología clásica. Pero una nueva visión heu-rística de la ciencia, construida a partir de laimagen de un universo abierto e indetermi-nado, cuya ontología produce en su interiorcampos holísticos de realidad, conduce a lamoderna neurología cuántica.

El mundo mecanoclásico y la neurologíamacroscópico clásica

Por lo tanto, ¿cuál sería este "soporte físico"de acuerdo con la explicación clásica deluniverso? El modelo explicativo de cómo esel mundo para la física clásica lo constituyenuestra experiencia macroscópica. Vemosobjetos cuya constitución es independientey autónoma, diferenciada. Aquí hay una rocay allí otra; aquí un árbol y más allá otro; enun lugar del espacio-tiempo (que Newtonconcebía como absoluto) hay un cuerpo ce-leste y otro a gran distancia.

En ese mundo macroscópico los objetos, suforma y las distancias métricas en el espa-cio-tiempo pueden describirse matemática-mente con ayuda del análisis matemático yla teoría de funciones. Se describen nume-rosas variables medibles (como velocidad,velocidad angular, espacio, tiempo, fuerza,peso, masa, energía, trabajo, etc.), cuya in-

terrelación en los sistemas reales se describeen fórmulas matemáticas (vg. la gravita-ción). Newton aceptó la idea griega deátomo: hasta la luz estaba formada de cor-púsculos pequeñísimos (teoría corpuscularde la luz).

Los cuerpos estaban hecho de materia, o seade átomos, con mayor o menor masa. Lasfuerzas que ligaban y mantenían cohesio-nada la materia formando los cuerpos eranla gravitacional y la electromagnética (cono-cida desde fines del XVIII, hasta llegar a lasecuaciones de Maxwell a mitad del XIX).

Desde este paradigma macroscópico, ¿quéera entonces el mundo microfísico? Es claroque la tendencia clásica debía ser imaginarlocomo una miniaturización del escenario ma-croscópico. A esto responde, en efecto, lateoría corpuscular de la luz en Newton. Launidad clásica del átomo se problematizópor la aparición de la radioactividad y por eldescubrimiento del electrón (Thompson,1897). La idea del átomo como pudding depasas duró hasta el experimento de Ruther-ford que permitió por primera vez concebirel átomo como un microscópico sistema pla-netario.

Aunque el modelo ató-mico de Bohr de 1915(después de Wilson ySommerfeld) asumía laidea cuántica de la ener-gía (Plank, 1903), seguíarespondiendo todavía, enel fondo, a las ideas y alas fórmulas de la mecá-nica clásica. Una vez quela moderna idea de las partículas elementales(sobre todo del electrón, protón y neutrón)se fue imponiendo, se abandonó la simpleidea del átomo clásico para dar lugar a unaconcepción electromagnética de los corpús-culos que, sin embargo, se resistía a abando-nar también los principios generales de lamecánica clásica. La idea clásica del mundofísico ha resistido (todavía resiste) y muchosse han refugiado en ella, manteniéndola apesar de todo como modelo o paradigmapara representarnos qué es el mundo físico.

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[3] Esta manera de pensar reduccionista o robóticaha tenido modernamente un importante refuerzo alproponerse interpretaciones del psiquismo inspira-das en los modelos computacionales, seriales o co-nexionistas, PDP. Estas nuevas versiones delreduccionismo clásico convertirían al hombre en unsistema robótico en que la conciencia apenas jugaríaun papel epifenoménico. Es sabido que el interés dePenrose por el problema de la conciencia nació alconocer estas propuestas computacionales en lasCCHH y sorprenderse por el grado de influenciaque habían alcanzado; teorías, por otra parte, paraél injustificables. Ante la evidente reducción delhombre a un robot, si se pretendía explicarlo cien-tíficamente a partir de la fìsica (reducida a la mecá-nica clásica), tomaron fuerte aliento explicacionesalternativas de corte más o menos dualista para de-fender el humanismo.

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Imagen: Bykst. Fuente:Pixabay.

Por tanto, para esta concepción residual dela mecánica clásica, en el mundo microscó-pico las acciones y las series causa/efectoson roces, asociaciones y disociaciones departículas independientes, átomos y molécu-las a través de uniones iónicas y covalentes,de acuerdo con las fuerzas de cohesión gra-vitatoria o electromagnética.

Cada electrón está en su orbital y también laspartículas del núcleo mantienen su indepen-dencia, aunque estén cohesionadas (por lasfuerza nuclear fuerte y nuclear débil, cono-cidas más adelante). Se pueden formar órbi-tas de electrones compartidos en enlacescovalentes, pero están muy localizados y,probablemente, no anulan la independenciade los electrones. Los enlaces iónicos man-tienen también la independencia de las enti-dades atómicas microfísicas.

Estos sistemas clásicos serían parte de unmacrosistema causal determinista que, en úl-timo término, respondería al universo abso-lutamente determinado de Einstein,controlado por el Demonio de Laplace. Lascondiciones que producen a ciegas el vínculoo la disociación de las entidades reales (ma-croscópicas o microscópicas) están regidaspor las leyes clásicas de la física y de la quí-mica [4].

La explicación clásica de la ontología psico-bio-física de los organismos vivientes, y enespecial de su sistema nervioso, se ha basado

también en la idea de corpúsculo, dandolugar a una comprensión del mundo comocompuesto de entidades diferenciadas, dis-cretas y discontinuas, en interaccióncausa/efecto. Esta imagen del mundo neuro-nal resulta en reduccionismo, por cuantodescribe sistemas causales de interacción de-terminista, ciegos y cerrados.

La explicación clásica del sistema nerviosocontempla, en efecto, redes de neuronas queinteractúan dentro de un sistema de causali-dad determinista que pone en interacción entiempo real grupos de neuronas por las co-rrientes químico-eléctricas transmitidas porvía sináptica como impulsos nerviosos. Esdifícil describir, sin embargo, en este sistemaneuronal clásico, la existencia de campos derealidad, en que se diluyera la individualidaddiferenciada, y en los que pudiera fundarsela explicación de las propiedades campalesdel psiquismo.

Lo que llamamos neurología clásica sería,por un lado, la comprensión de estas redesneuronales: su diversificación y su modula-rización, sus ramificaciones, su estructura deinterconexiones y los sistemas interactivosresultantes, así como, entre otras cosas, elconocimiento de su correlación con los qua-lia, o eventos de experiencia fenoménica queconstituyen los elementos esenciales denuestra vida psíquica.

El mundo mecanocuántico y la génesisevolutiva del mundo clásico

Sin embargo, como sabemos, en la décadade los años 1920-30 se produjo la gran am-pliación de nuestra imagen del mundo físicoen la mecánica cuántica. Los fenómenos deradiación ondulatoria que se conocían ya alo largo del siglo XIX (calor, luz y electro-magnetismo) se entendieron ya unitaria-mente en su armonía con la mecánicaclásica.

La materia era a la vez corpúsculo y onda (enla luz, Einstein 1905, y en los electrones otoda la materia, De Broglie 1923). Todaforma de materia, o sea las partículas eransiempre en el fondo “radiación ondulatoria”que llenaba un campo físico, pero la vibra-ción que constituía cada partícula podía “ple-

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[4] Sin embargo, la verdad es que hoy sabemos(más allá del Demonio laplaciano) que estos siste-mas clásicos pueden dar lugar a estados de intermi-nación, tal como describe la mecánica estadística.No sabemos el efecto preciso de un estado clásicoy su evolución entre una multitud de estados posi-bles. Atribuimos el efecto del azar y del caos que sehan convertido también en protagonistas del mundoclásico. Esto ocurre en la física de los sistemas caó-ticos y en la biología, por ejemplo, en bioquímicacitoplasmática que da lugar a una selección darwi-niana. La evolución mecanoclásica del universo haproducido estados o los bucles de indeterminación.Por ello, lo que finalmente se produce en este en-torno indeterminado, aunque sea “indeterminado”sólo dentro de las leyes del caos, es causado por se-ries ciegas y deterministas de sistemas causa/efectoen cadenas interactivas. Así, podríamos decir, quela idea popperiana de que vivimos en un universoabierto puede aplicarse también hoy a la mecánicaclásica en un cierto sentido.

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garse” o “enroscarse”, manifestándose comocorpúsculo.

El electrón en su orbital era una vibraciónarmónica que podía colapsarse como cor-púsculo en muchos puntos, según una ciertaprobabilidad. Estaba en todas partes y enninguna a la vez: estaba “superpuesto” en re-lación a distintas posibles posiciones. Nosólo el electrón, muchos otros sistemas com-plejos en estado cuántico podían estar “su-perpuestos” en relación a diversos estadosposibles. Los modelos matemáticos deSchroedinger o mecánica ondulatoria, Hei-senberg o mecánica matricial y de Dirac oálgebra de Dirac inspirada en las ecuacionesde Hamilton, describían la posición del elec-trón con referencia a un centro atómico ima-ginario.

El progreso en la imagen de la materia en lamecánica cuántica llevó a descubrir ciertaspropiedades “extrañas” de la materia en susestados microfísicos primordiales. Nos refe-rimos, entre otras, a la coherencia cuántica,la superposición cuántica, la indetermina-ción cuántica y la acción-a-distancia o cau-salidad no-local (efectos EPR, en referenciaa los efectos Einstein-Podolski-Rosen,1935). La nueva idea de la materia que fuepoco a poco configurándose llevó a la con-clusión de que la materia primordial cuánticaposeía propiedades que no se cumplían yaen el mundo macroscópico clásico y que, enefecto, no habían sido descritas hasta enton-ces.

No se quería decir, por tanto, que hubierados tipos de materia: la clásica y la cuántica.Toda la materia tenía, en el fondo, las pro-piedades cuánticas. Sin embargo, la mayorparte de la materia había sido “atrapada” enla formación de los cuerpos clásicos, de talmanera que las propiedades “clásicas” en lasinteracciones entre sistemas clásicos nocoincidían con las propiedades cuánticas pri-mordiales de la materia que en el fondo losconstituye.

Por ejemplo, en la materia primordial (noatrapada en las estructuras de los cuerposque constituyen el mundo macroscópico clá-sico) se cumple la propiedad de coherenciacuántica (vg. en un sistema de fotones o en

los mismos electrones en condiciones expe-rimentales extremas, como se ha compro-bado). Pero entre los objetos clásicos(digamos, entre la luna y la tierra) no existela propiedad de coherencia cuántica, nipuede producirse en absoluto.

Debe existir una teoría armónica sobre laemergencia del mundo clásico desde unmundo primordialmente cuántico. Esta ex-plicación existe y, para entenderla, ayudasaber distinguir entre dos tipos de partículaso materia, tal como hoy son descritos en lafísica teórica con [...]... Apoyo de ampliasevidencias empíricas.(*)

En primer lugar, existe un tipo materia quese denomina materia bosónica, formado porun cierto clase de partículas que poseen lapropiedad de desplegarse más fácilmente enlos campos de vibración unitaria o coheren-cia cuántica y en las que se cumplen fácil-mente las propiedades cuánticas en general,tanto en su forma ondulatoria o campal o enla forma corpuscular.

Así, una masa de partículas bosónica, comolos fotones, pierde la individualidad de cadafotón para entrar en un estado de vibraciónunitaria extendido en un campo electromag-nético que conocemos como un estado decoherencia cuántica. La facilidad para estaren estados materiales que realizan las pro-piedades cuánticas depende, como nos dicenlos físicos, de que estas partículas tienen unaforma de vibración que se describe en unafunción de onda “simétrica”.

Los condensados Bose-Einstein describieronpor primera vez estos estados de la coheren-cia cuántica hacia 1930 (de ahí la denomi-nación de “bosónicas” para estas partículas).La física moderna ha descrito después ungran número de estados cuánticos coheren-tes dentro de las más rigurosas condicionesexperimentales. En condiciones experimen-tales extremas hasta los electrones, comohemos dicho, pueden entrar en coherenciacuántica (hecho que confirma la unidad on-tológica de toda la materia).

* Final engorroso del párrafo, quizás por falta deenunciado en el texto digital de origen (Ed.)

Pero en segundo lugar existe también otrotipo de materia que ha sido descrita por la fí-sica: es la materia fermiónica (denominaciónen honor de Enrico Fermi). Se trata de partí-culas (también originadas de la energía pri-mordial del big bang) que presentan unaforma de vibración cuya función de onda es“asimétrica”. Esto tiene unas consecuenciasdecisivas porque esta forma de vibración di-ficulta extraordinariamente (pero no en ab-soluto) que estas partículas se diluyan,perdiendo su individualidad para entrar ensistemas de materia en estado de coherenciacuántica. Estas partículas persisten en man-tener su individualidad, no se fusionan conotras partículas para permanecer en un es-tado de indiferenciación unitario y cohe-rente.

Los electrones y los protones, constituyentesesenciales de los átomos, por ejemplo, seunen y se distancian, formando las estructu-ras materiales de acuerdo con las cuatro fuer-zas de la naturaleza: la gravedad, la fuerzaelectromagnética, la fuerza nuclear fuerte yfuerza nuclear débil. Sin embargo, esto esesencial, cada partícula mantiene su indivi-dualidad y cada una está en su orbital o ensu nivel de energía. Cada electrón en unátomo, por ejemplo, tiene su órbital y vibraarmónicamente en él de forma individual;sin embargo, ese electrón posee por su onto-logía la capacidad de manifestar propiedadescuánticas.

De hecho las cumple cuando, de acuerdo conlos principios cuánticos, decimos que no po-demos saber exactamente dónde está el elec-trón y dónde puede producirse en colapso desu función-de-onda. Su ubicación en el es-pacio, en efecto, depende del "colapso de lafunción de onda", producido, por ejemplo,por la intervención experimental de un ob-servador (o por la acción microfísica de otrapartícula).

El hecho, pues, de que la energía del bigbang causó ciertas vibraciones y el plega-miento de este tipo de partículas “fermió-nica” ha producido la existencia del mundomacroscópico clásico que observamos: loscuerpos estelares, planetas, seres vivos y elhombre. En los átomos que los constituyen

existen partículas fermiónicas que mantienensu individualidad, sin diluirse en una especiede plasma material indiferenciado.

La diferenciación de los cuerpos se cons-truye sobre átomos, moléculas y macromo-léculas estables. La materia fermiónica haceposible una multitud de cosas, así como lasupervivencia de los seres vivos con suscuerpos estables que se mantienen de pie confirmeza en la superficie de la tierra. El deter-minismo no es un enemigo de la vida, sinolo que la hace posible. Gracias al mundo clá-sico en el que rige el determinismo nos esposible tener un cuerpo, construir una bio-grafía personal y dejar a nuestra descenden-cia nuestro legado (por la firmezadeterminista del ADN y de los procesos em-briogenéticos que tienen lugar en el mundoclásico).

Proyección metafísica del nuevo holismopsicobiofísico

Sin embargo, la profundización en la nuevafísica holística ha supuesto abrir nuevasperspectivas para explicar al hombre. Se co-mienza a entender cómo y por qué el mundofísico puede constituir un “soporte físico”adecuado de nuestra actividad psíquica,completamente compatible con una imagenhumanista del hombre: a saber, la que po-seemos subjetivamente y, además, la que dasentido al orden social.

Este soporte físico sería no sólo clásico (re-ducción que nos mantendría en el determi-nismo robótico), sino también cuántico(haciendo posible así una mejor explicacióndel soporte físico de la experiencia campal eindeterminista del psiquismo animal y hu-mano). Pero esta explicación clásico/cuán-tica, en equilibrio balanceado, esenteramente monista y física; es una expli-cación física mejor que la reduccionista, ennuestra opinión, porque no está reducidasólo a una parte sesgada de la física. Criticar,por tanto, el reduccionismo clásico no signi-fica no querer explicar el psiquismo a partirdel universo físico, sino al contrario, es cons-truir una explicación física integral (balan-ceada clásico/cuánticamente).

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La ciencia no puede argumentar cómo de-biera ser la realidad a priori, sino cómo dehecho es. La metafísica filosófica, sin em-bargo, como sabemos, más allá de cuanto laciencia puede decir de acuerdo con su es-tricta metodología, se pregunta cuál es elfundamento último y la explicación final deeste universo capaz de generar concienciapor sus propiedades ontológicas. Creo queeste universo con sensibilidad-conciencia,que me gusta llamar transparencial, puededar lugar a una metafísica teísta o agnóstica.

Es decir, la nueva física no impone necesa-riamente una metafísica teísta. Podría serque de hecho existiera un universo absoluto,autosuficiente, formado de un sustrato onto-lógico primordial que pudiera producir sen-sibilidad-conciencia, tal como de hechoconstatamos por la experiencia de cuanto haemergido en el proceso evolutivo (TUS-ZYNSKI, Jack A. (ed.) (2006), The Emer-ging Physics of Consciousness,Berlin-Heidelberg, Springer-Verlag).

Sin embargo, creemos que esta nueva físicaholística hace también mucho más verosímilque el fundamento metafísico y absoluto dela realidad pudiera ser un ser divino, talcomo han creído las tradiciones religiosasque abarcan la historia completa de la huma-nidad. La ciencia nos lleva hoy a un campofundante de la realidad que trata de entendercon complejos conceptos “físicos” comovacío cuántico, mar de energía, geometríadel espacio-tiempo, orden implicado, etc.

En este contexto, yendo más allá de los con-ceptos físicos, la imagen de una divinidadque constituye el fondo ontológico de todala realidad, en la que nos movemos, existi-mos y somos, una realidad que, en últimotérmino, es un campo transparencial abar-cado por la conciencia divina, nos acercamucho más a la idea de que algo así comolo que las religiones han vivido como Dios,pudiera realmente existir. Una imagen holís-tica, panenteísta (que no debe confundirsecon panteísmo), monista, no dualista delmundo real nos acerca a Dios mucho más,en mi opinión, que el reduccionismo clásicoy las explicaciones dualistas fundadas en elparadigma greco-romano.

Referencias:

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Ayer jugábamos al candy crush y hoy per-seguimos pokemons, y en este fenó-meno mundial, considerado por algunos

simples experimentos de manipulación social,convergen varios aspectos de vital relevancia.

Todo el mundo de los juegos virtuales está enplena expansión; las olas masivas que estos en-tretenimientos virtuales generan, arrastran a mi-llones de usuarios de todas las edades, y vanconquistando progresivamente todos los paísesdesarrollados sin límites ni fronteras que ponganfreno a dicha expansión. La ética y la moralqueda bastante alejada de quienes comercializaneste tipo de disfrute del ocio y deltiempo libre, porque para estas em-presas, movilizar a millones de per-sonas en busca de pokemons, essimplemente cuestión de negocio,dinero y beneficios, ese es su verda-dero objetivo.

Hoy podemos ver a familias enterascazando pokemons virtuales comosi les fuera la vida en ello, tantoadultos como niños participan deeste juego sin ser conscientes de lasrepercusiones sociales y familiaresque esto conlleva; no debemos olvi-dar que los niños de hoy serán el futuro de ma-ñana y que aprenden por pura imitación. Lo quehoy vean hacer a sus referentes, es lo que ellosen adelante harán. La manera de comportarse esalgo adquirido, la forma en como nos desenvol-vemos en el mundo social también lo es. Es porello que debemos tener especial cuidado en quéinculcamos los educadores en estos niños quemañana serán los motores de nuestra sociedad.Todos estos juegos de masas, lo único que repor-tan es una especie de aborregamiento en el queel ciudadano de a pie se ve inmerso en una vorá-gine impulsado a hacer aquello que las modasmarcan, con el agravante de perder el razona-miento crítico y la libertad de elección del dis-frute de su ocio y tiempo libre, ya que la adicción

a estos juegos promete la falsa desinhibición delos avatares del mundo físico, el real.

Por otra parte no podemos dejar de lado que laexpansión del mundo virtual tan dañina en algu-nos casos para niños y adolescentes, genera per-sonalidades individualistas y aisladas, que vancontra la propia esencia del ser humano, socialpor naturaleza. Mientras se vive en el mundo vir-tual, se pierde la perspectiva del mundo físico,dejando de lado todo lo que éste genera y nosofrece. Hoy muchos niños pasan horas frente aconsolas y videojuegos o móviles, algo que haceque se pierdan vivir de forma auténtica su tiempo

libre. Los juegos de cooperación,que antaño llenaban las plazas y losbarrios quedan hoy obsoletos, guar-dados en el baúl de los recuerdos,mientras nuestros niños, viven aje-nos al placer del juego en equipo yde los valores de solidaridad, res-peto, unidad y formas de compartiry divertirse, que éstos generaban.Esta sociedad crea niños aislados ycompetitivos, los cuales van a serlos constructores del futuro. Muchosniños dejan de vivir experiencias alaire libre, dejan de tener contactocon la naturaleza y con su mundo fí-

sico, mientras se les pierde la infancia delante deuna pantalla; y todo esto es fruto de lo que apren-den de sus mayores, ya que igualmente, ellosandan abducidos por una pantalla de móvil, pa-sando por la vida pegados a esa minúscula pan-talla como si ese fuera todo su mundo. Es curiosocomo este minúsculo aparato, nos puede llegar aalejar de todo cuanto nos rodea. Las conversa-ciones y el diálogo han dejado de ser cara a caray espontáneos para convertirse en comunicaciónmediada a través del móvil. Deberíamos tomarconciencia de todo esto, porque estos son loscomportamientos y actitudes que inculcamos ennuestros pequeños, y preguntarnos qué clase desociedad queremos construir, qué mañana que-remos dibujar. R

EFECTO POKEMONPor Ruth Carlino*

* Diplomada en Educación Social y Licenciada en Pedagogía.

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 40 37

Sociología y Cristianismo

Mi nombre es Fabio Meneses y tengo 36 años, re-sido en la ciudad de Bogotá en Colombia. Nacíen un hogar cristiano evangélico y nunca he de-

jado de practicar mi fe. Por más de veinte años fui un gaycélibe, así se les denomina a las personas que tiene atrac-ción por su mismo sexo, pero debido a sus creencias reli-giosas se abstienen de tener contacto sexual con los de sumismo género. Además, fui miembro de distintas iglesias,en muchas de ellas fui líder de jóvenes, alabanza y tambiénmaestro de la Biblia. Actualmente soy miembro oficial dela Iglesia Colombiana Metodista.

Hasta donde recuerdo, desde que era niño me han gustadolos hombres. Sin embargo, debido a la creencia que la ho-mosexualidad es un pecado, una idea que yo también com-partía debido al adoctrinamiento que recibí, traté dereprimir mis deseos por otros hombres e incluso intentéde muchas maneras dejar de sentir atracción por ellos,pero eso nunca ocurrió.

Hice todo lo que las distintas clases de iglesias enseñanpara curarse y liberarse de la homosexualidad: desde lasdisciplinas espirituales como el ayuno frecuente, oracióncontinúa en la que reprendía el espíritu de homosexuali-dad, vigilias casi cada semana y memorización y repeticiónde versículos de las sagradas Escrituras.

Al no ver resultados en los métodos tradicionales empecéa someterme a diferentes formas de exorcismo (como elde la liberación de maldiciones generacionales o iniquida-des y la nueva moda de liberación de cautividades) y se-siones de sanidad interior, tanto en grupo como individual,con terapeutas cristianos. En mi afán por buscar mi su-puesta libertad, intentaba hablar con cuanto predicadorque ofreciera una salida a mi “problema” o contactaba ala gente que presuntamente se había curado, buscando asíesperanza para superar mi “mal”.

Por otro lado, por más de cinco años fui parte de un grupode apoyo que ofrecía sanidad para la homosexualidad, estegrupo lo dirigía un hombre que decía haber superado suatracción por el mismo sexo a través un programa de re-cuperación del ministerio norteamericano Exodus (este mi-

nisterio cerró sus puertas hace algunos años al darsecuenta que sus terapias no funcionaban). Inicialmente nosprometieron que podíamos curarnos, pero con el tiemponos dijeron que teníamos que aprender a vivir con estocomo si fuera una enfermedad.

Mientras era líder en este grupo tuve un encuentro sexualcon un miembro de este y me removieron del liderazgo,no sin antes hacerme un escarnio público donde me exi-gieron pedirle perdón a esta persona delante de los otroslíderes. Esta experiencia fue la gota que colmó el vaso y esen ese preciso instante que decido no buscar más ayuda,allí me hice consciente que nada de lo que había hechofuncionaba.

No ver resultados, después de tantos años de esfuerzo ybúsqueda de ayuda en diferentes frentes, trajo a mi vidamucha culpa, tristeza y amargura e incluso tuve pensa-mientos suicidas, pero me daba miedo intentar matarme,quedar vivo y en una mala condición. Gracias a Dios no ter-miné haciéndolo, si no hubiera terminado como Bobby, elchico cristiano personaje principal de la película: “Plegariaspor Bobby”. Creo que este film bien pudo haber sido mihistoria.

Así que hace más de dos años decidí aceptarme como gayporque no puedo seguir pretendiendo en la iglesia que soyheterosexual mientras reprimo mis deseos por otros hom-bres, y fantasee en secreto con pornografía gay para luegomasturbarme. No quiero seguir sufriendo y llenando de lá-grimas mi almohada en las noches mientras le pregunto aDios: ¿por qué no soy “normal”? e intentar superar algoque no es ni un pecado, ni una enfermedad sino simple-mente una de las tantas condiciones humanas.

Me siento completamente realizado al salir del closet por-que me he quitado un gran peso de encima, puedo ser yomismo ante los demás sin tener que avergonzarme denada y con la ayuda de mi Padre Celestial seguiré adelanteen el camino hacia la felicidad, la cual es un derecho in-alienable para todos los seres humanos. R

EN LA IGLESIA NO MECURARON LO GAY

Fabio Meneses(Promotor de lectura)

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Renovación nº 4038

La atención en la Salud conlleva el riesgode que ocurran eventos adversos (EA)que pueden ocasionar lesiones, disca-

pacidades, e incluso la muerte a los pacien-tes.

Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI),por su gran complejidad y la gravedad delos pacientes, las múltiples interaccionesentre pacientes y profesionales, la grancantidad de procedimientos que se realizanal día, el uso y manejo de fármacos especiales,la alta tecnología, las técnicas invasivas, mo-mentos críticos de emergencia, personal denueva incorporación de manera eventual,sobrecarga de trabajo, etc. Hace que estasUnidades especializadas se conviertan en

ámbitos de alto riesgo para que se produzcanEA en pacientes en situación crítica.

La Seguridad del Paciente no es una modade nueva aparición, desde finales de losaños 90 las Organizaciones Sanitarias co-menzaron a prestar especial atención a laSeguridad del paciente, a los procedimientosy la atención asistencial proporcionada alos pacientes, así como a la identificaciónde incidentes, eventos adversos (EA), con-secuencias y posibilidad de mejora. La se-guridad del paciente es un elemento clavey prioritario de la calidad asistencial.

En 2002 la Organización Mundial de la Salud(OMS) emitió un informe relacionado conla calidad de la atención sanitaria y la segu-

LA VENTANA INDISCRETADe Nightingale

nightingaleandco.es

“Ante el error lo importante es analizar cómo y porqué fallaron las defensas,no perseguir y castigar a los culpables”

Por Alicia García Peso

EQUIVOCARSE ES HUMANO, NO APREN-DER DE LOS ERRORES IMPERDONABLE:

SEGURIDAD DEL PACIENTE

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 40 39

ridad del paciente siendo tajante en las si-guientes afirmaciones: “Las intervencionesde atención de salud se realizan con elpropósito de beneficiar el paciente, perotambién pueden causarles daño. La combi-nación compleja de procesos, tecnologías einteracciones humanas que constituyen elsistema moderno de prestación de atenciónde salud puede aportar beneficios impor-tantes. Sin embargo, también conlleva unriesgo inevitable de que ocurran eventosadversos y, efectivamente, ocurren con de-masiada frecuencia”.

En enero del año 2008 se creó un grupo detrabajo en Seguridad del Paciente (GTSP)en la UCI del Hospital Universitario de Fuen-labrada, formado por un grupo multidisci-plinar, en el cual, yo soy miembro del mismoen la categoría TCAE.

Una de las primeras cosas que se llevamosa cabo fue el diseño de un “Plan de Gestiónde Riesgos” y como primer paso nos plan-teamos evaluar la situación de la quepartíamos como Unidad y valorar así lapercepción de todos los profesionales dela UCI. Realizamos un estudio de nuestrospuntos fuertes y débiles, tanto internoscomo externos, utilizando la herramientaDAFO (debilidades, amenazas, fortalezas yoportunidades). Se identificaron factores yáreas de mejora, trabajando en ellas conun cronograma de trabajo.

Otra de las líneas de acción en la UCI fue lacampaña de lavado de manos para la pre-vención de las Infecciones Nosocomialescon el lema: “Unas manos limpias son unasmanos seguras”.

Participamos en el proyecto “BacteriemiaZero”, en la realización de cuestionarios deseguridad percibida a pacientes y familiares,difundiendo el proyecto y resultados obte-nidos al resto de profesionales de la UCI.

A través de la herramienta AMFE (Análisisde los modos posibles de Fallo y sus Efectos)realizamos la gestión proactiva de riesgos,con aquellos procesos que más nos preo-cupa. Otra herramienta con la que trabaja-

mos es el Análisis Causa Raíz (ACR) que lle-vamos a cabo sobre incidentes y eventosadversos notificados en UCI.E

Dentro de esta línea estratégica de trabajoen el campo de la Seguridad del Paciente,el grupo diseñó y desarrolló un Sistema deNotificación anónimo, confidencial y volun-tario. Con este sistema se trata de conocerla epidemiología de los EA y así nos permitirádesarrollar estrategias y mecanismos deprevención. Se trata de aprender de loserrores, no buscar culpables. Los sistemasde registro y notificación voluntarios y anó-nimos permiten identificar un importanteporcentaje de estos eventos adversos, ana-lizar los factores relacionados que contribuyeno limitan, establecer estrategias preventivas,permitiendo gestionar el riesgo y reducirpotencialmente con todo ello la aparición ylas consecuencias de los eventos adversosevitables.

Después llegó el proyecto“Neumonía Zero”,el“Plan de Acogida de personal de nueva in-corporación en la UCI”, el “protocolo detraslado intrahospitalario” y ahora tocaSepsis, Úlceras por presión, etc.

Llevamos más de seis años trabajando porla Seguridad del Paciente, porque se haconvertido en un compromiso en cada unode nosotros. Para conseguir todos los obje-tivos que nos marcamos debemos insistiren la necesidad primordial de construir unaCultura de Seguridad del paciente, que aun-que es algo complejo, es necesario.

Desde aquí quiero hacer un llamamiento atodos los profesionales y pacientes, la se-guridad es índole de todos, es necesariauna actitud proactiva en el contexto de tra-bajo de equipo, donde la comunicación y elintercambio de ideas debe ser posible ydonde la atención se dirija al paciente: nues-tra razón de ser.

Soy miembro del grupo de Seguridad delPaciente en la UCI del Hospital Universitariode Fuenlabrada y me siento orgullosa delgran equipo de profesionales con el quetrabajo, colaboro y aprendo cada día. Atodos ellos: ¡Enhorabuena! R

Sociología y Cristianismo

Renovación nº 4040

El autor de este libro, Máximo García Ruíz, reconocidoteólogo y pastor bautista en España, admite abiertamenteque la primera fase de su formación teológica no logróresolver los numerosos interrogantes y contradicciones quele planteaba una lectura literal del texto bíblico consideradoen su totalidad idéntico a nivel de veracidad.

Llegado a este punto, entró en la segunda fase de susestudios teológicos y descubrió el concepto de relectura.Una nueva etapa de aprendizaje que sin socavar para nadael concepto de Palabra de Dios, exige desaprenderse demuchas de las ideas erróneamente incorporadas al subcons-ciente tanto individual como colectivo, a fin de poder leerla Biblia desde una perspectiva nueva, libre de prejuicios,incorporando herramientas capaces de ayudar a descubrirel qué y el por qué de su contenido; un contenido diverso,escrito en un contexto social determinado, diferente alnuestro, y con unas claves antropológicas, sociales yreligiosas propias, que es preciso conocer.

Coincidimos con Martin Lutero, –dice el autor– en que laBiblia es la máxima regla de fe y conducta para los cristianos.Ahora bien, eso no quiere decir que cualquier persona,tenga la razón o el derecho de interpretarla a su gusto y de

imponer sus enseñanzas sobre los demás. Es cierto que todo creyente, por muy sencilloque sea, puede encontrar en la lectura de la Biblia alimento espiritual para su vida, perono es menos cierto que, de igual forma, puede inferir de su lectura conclusionesteológicas erráticas conducentes a adoptar posturas ajenas a la enseñanza de lasEscrituras, de cuyo peligro se han derivado multitud de desvíos heréticos.

Guiar a los lectores de la Biblia del siglo XXI por este sendero de la relectura, algoinevitable, aunque aventurado y escabroso, es el propósito del libro. Pensado paralectores que desean superar ese primer estadio de aproximación al texto sagrado, que nose conforman con limitar la lectura de la Biblia a una dimensión exclusivamentedevocional, aunque mantengan la legitimidad de hacerlo con ese propósito, buscandoen la Biblia inspiración para su vida diaria, pero sin renunciar a un conocimientoracional. Lectores convencidos de que leer la Biblia con una fe inteligente es la mejormanera de fortalecerse en su mensaje y desarrollar en ella una fe firme.

COMPRAR (impreso o digital) EN:http://www.clie.es/producto/redescubrir-la-palabra-como-leer-la-biblia/

(“Reseña literaria” es una divulgación más de esta revista sin ningún tipo de lucro)

Reseña literariaPRESENTANDO NUEVOS LIBROS DE CLIE:

«REDESCUBRIR LA PALABRA» por Máximo García Ruíz

Historia y Literatura

Renovación nº 40 41

Comencé a entender la Reforma enEspaña con el voluminoso y cultolibro de Marcel Bataillon, “Erasmo y

España. Estudios sobre la historia espiritualdel siglo XVI”. Insisto en lo de “España” por-que muchos solo conocen la Reforma ex-tranjera, la magisterial, luterana y calvinista,desconociendo buena parte del tesoro denuestra Reforma, quizás menos magisterialy más radical en personajes como MiguelServet, Antonio del Corro o Casiodoro deReina. Esta obra de Bataillon es uno de losmejores libros que he leído en mi vida, cuyaerudición y observación de los hechos, so-brepasa todo lo escrito anteriormente nosolo sobre el erasmismo sino sobre la Re-forma en España. La sorpresa para mí fuegrande cuando muchos de los personajesque estudia Bataillon, no los condena la In-quisición por erasmistas, sino por luteranos.El largo recorrido de este autor por la espi-ritualidad del siglo XVI en nuestro suelo,deja al descubierto que no hay mística divi-nizadora del alma que tanto ha proclamadoel catolicismo como expresión de la espiri-tualidad de este siglo, sino la espiritualidad

evangélica, bíblica, salvadora. El erasmismocon su ideal de la cortesía cristiana en el En-chiridion, su filosofía de Cristo mejor expli-cada en su Methodus veráe Theologiae enel que expone una teología basada en la Es-critura y santos Padres, considerando nece-sario un espíritu purificado de vicios paraque la imagen de la verdad pudiese brillar,no deja de ser un recetario para cambiarfeas costumbres, pero sin cambiar el cora-zón del hombre.

Erasmo nunca podrá comprender la graciade Dios, ni cómo llegar a ser verdadera-mente cristiano, porque, aunque la Philoso-phia Christi no era solo estar descontento yquejoso por los abusos de costumbres, sucristianismo y estilo de vida cristiana adole-cía de Buenas Nuevas. Monachatus non estpietas dirá Erasmo, pero, aunque muchosfrailes se escandalizaron por el contenido dela traducción castellana del Enchiridionhecha por el arcediano de Alcor, Alonso Fer-nández de Madrid, (quien suavizó bastantesu traducción), no pensaba en aniquilaraquellas formas de vida religiosa como lo

Manuel de LeónHistoriador y Escritor

500 años de Reforma en España#-3

Historia y Literatura

1. ERASMO Y ESPAñA. ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIA ESPIRI-TUAL DEL SIGLO XVI

Renovación nº 4042

hizo Lutero y la Reforma. Erasmo nuncapensó en la ruptura con Roma y menos aúnque esta ruptura fuese violenta, ya que porencima de todo estaban los valores de lapaz.

Teófanes Egido, profesor de Historia Mo-derna en Valladolid y buen conocedor de Lu-tero y Erasmo, cree que las posicionesapologéticas que conducían a las antiguaspolémicas y los mutuos reproches hacia laReforma, están superadas. Egido cree queErasmo fue desprestigiado por Lutero porno haberlo ganado para su causa, perotodos sabemos que también en España,después de haber triunfado sus idealescomo en ningún otro lugar, Erasmo fue ana-tematizado por amplios sectores católicos y

calificado como el preparador y alentadorde la ruptura de la cristiandad. En un cuadrode Lucas Cranach el Joven, aparece Erasmoentre los primeros apóstoles del lutera-nismo, Melanchton, Cruciger a un lado, casien el centro Erasmo y al otro lado JustusJonas y Bugenhagen, pero esta transfigura-ción tardía, en muy poco se asemeja al con-tenido doctrinal de Lutero, aunque tengaque ver con el observador sentido que le dioun apasionado predicador franciscano deColonia: Erasmus posuit ova, Lutherus exclu-sit pullos, Erasmo puso los huevos y Luterosacó los pollos.

Pero Lutero mantendrá su postura de nodeber nada a Erasmo, no tanto porque Lu-tero se atrevió a romper las cadenas del pa-pado y Erasmo solo denunciaba costumbresy vicios eclesiales, sino porque su doctrinaera sacada de las entrañas de la sabiduría bí-blica solamente, mientras la philosophiaChristi de Erasmo era racionalista y mística.Por lo demás Lutero y Erasmo estaban de

acuerdo, pues los abusos de la escolásticaen sus métodos para resolver el laberinto desus sutilezas, el vacío de Evangelio y SantosPadres en las predicaciones y en la teología,los votos de los monjes y frailes, y todo unmundo de vicios en el clero, nadie los podíanegar. Pero los motivos y los fines no eranlos mismos en uno y en otro, pues Luteroalabará la vida seglar y Erasmo, aunque di-jese que monachatus non est pietas, no losdesautorizó ni dio soluciones.

Así pues, las divergencias erasmistas y lute-ranas fueron profundas en cuanto a talante,dice Egido. Cree que Lutero estaba incapa-citado para entender al Erasmo humanista,filólogo y teólogo, quien le consideraba ale-jado del verdadero Cristo. Erasmo conside-

raba el luteranismo más indocto, más hostila las bellas artes que allí donde se implan-taba hacía “morir las letras”. Esta considera-ción de Egido de que la Reforma es estérilpara las letras es otro de los repetidos tópi-cos, sino intencionado si inconsciente,puesto que ignora la labor intelectual de unLutero y un Calvino, por poner un ejemplo,de la sistematización de la llamada “escolás-tica protestante” y la influencia que tuvo enlos filósofos posteriores, entre ellos Kant,Hume, etc. que han influido en toda la his-toria de la civilización occidental. Siempre loque “mata las letras” es la falta de libertady el convertir la religión en una obra de arte,bella, pero sin alma.

El camino del alejamiento Lutero-Erasmo esa partir de 1520-24 en el que todavíaErasmo manifiesta los aspectos positivos deLutero, pero Lutero reconocerá insalvablessus posiciones. Los motivos no eran otrosque la doctrina de la “justificación por la fe”entendida la Biblia desde la visión de un te-

Historia y Literatura

Una cosa es lo que Erasmo pensó, ensayó y trasmitiópor todo el mundo y otra muy distinta el significadodel erasmismo en España.

Renovación nº 40 43

ólogo como Lutero y un filólogo comoErasmo. Dirá Lutero: “mi disentir de Erasmoproviene de que a la hora de interpretar lasSagradas Escrituras yo prefiero seguir a sanAgustín antes que a san Jerónimo en lamisma medida en que él prefiere a Jeró-nimo antes que a Agustín. No es que medeje llevar por predilecciones de mi orden,sino que me doy cuenta de que san Jeró-nimo busca deliberadamente el sentido his-tórico y, lo que es más de admirar, queinterpreta mejor las Escrituras cuando lohace de forma incidental (por ejemplo, ensus cartas) que cuando trata de ellas”. Perola abismal distancia de Lutero y Erasmo seforma en torno a las obras que no justifican,ni merecen. Para Erasmo las obras que nojustifican son las farisaicas, para Lutero

todas las que no son de fe “porque si sehacen fuera de la fe en Cristo, aunque seancapaces de fabricar Fabricios, Régulos yhombres integérrimos, sabrían tanto a jus-tificación como el serbal a higos”.

El descubrimiento de la justificación por lafe es pues para Lutero algo indiscutible e in-negociable: “Vivimos tiempos cargados depeligros, y veo que no se es cristiano verda-deramente sabio por el hecho de dominarel griego y el hebreo, cuando san Jerónimo,con sus cinco lenguas, no puede ni compa-rarse con Agustín, que solo sabía una, aun-que Erasmo se empeñe en ver las cosas deotra forma”. Pero el meollo del abandonode la admiración de Lutero por Erasmo, laexpresa en esta frase: “Estoy leyendo anuestro Erasmo, y mi afición por él decrecede día en día. Me agrada ciertamente quecon tanta constancia y erudición condene afrailes y curas por su inveterada y torpe ig-

norancia, pero me temo que no insista tantocomo se debe en Cristo y en la gracia deDios”. “A Erasmo, siempre que me es posiblelo alabo encarecidamente y lo defiendoante todos los que aborrecen o ignoran lasbuenas letras, cuidándome muy bien de vo-mitar aquello en lo que disiento de él parano fomentar la envidia que le tienen, y estoa pesar de que vea en Erasmo muchas cosasque me parecen tan poco atinadas para lle-gar al conocimiento de Cristo”.

SIGNIFICADO DEL ERASMISMO EN ES-PAñA.

Una cosa es lo que Erasmo pensó, ensayó ytrasmitió por todo el mundo y otra muy dis-tinta el significado del erasmismo en Es-paña. La conocida frase de José Luis Abellán

es significativa: “Erasmo fue holandés, peroel erasmismo es español”. Las doctrinas deErasmo provocaron e insinuaron formas deespiritualidad que ya estaban pensadas enEspaña y por tanto la introducción del eras-mismo fue rápida, especialmente en la Uni-versidad de Alcalá, pero con matices muydiferenciados. Erasmo fue invitado por Cis-neros en 1517 a visitar España, pero él ma-nifestó un non placet Hispania. Un tiempodespués dirá que “no tengo ninguna ganade hispanizar” porque para él España ade-más de ser un país exótico, umbral deÁfrica, era también avanzadilla del semi-tismo y él era un poco antisemita como lofuera Lutero. Su anti-judaísmo se nota al vertraducidas, con cierta violencia y con mala-barismos de interpretación, las invocacionesal Dios de los Ejércitos, al Dios de la ven-ganza, del trueno, de la nube, de la zarza ydel Sinaí en el Antiguo Testamento.

Historia y Literatura

El erasmismo sería tratado, después de su triunfanteentrada en España, como si fuese un luteranismo di-sidente, aunque Erasmo no fuese luterano y ya se hu-biese separado definitivamente de Lutero.

Renovación nº 4044

Erasmo entrará por la puerta grande en lacultura española, una vez este semitismo seve derrotado no solo con la expulsión de losjudíos, sino con la derrota de los Comunerosque dan paso a la corte de Carlos V, centrode difusión de nuevas formas, de las buenasy nuevas noticias que, tras la conmoción lu-terana, traían a muchos españoles que via-jaban por el imperio. Erasmo ahora suenapor todos los rincones y solo a Erasmo secita. Los alemanes podrían citar a Lutero, losfranceses a Lefèvre d’Etaples o Budé, unsuizo a Zwinglio, pero España solo citará aErasmo. El solo reinará en solitario, nadie le

rivaliza, nadie tiene su envergadura y ta-lento, su influencia y sus dones, nadie tieneese éxito triunfal. Cierto es que en estos úl-timos tiempos se han destapado nombresde españoles del mismo talante y talla inte-lectual y espiritual que habían sido oculta-dos deliberadamente. Los Vives y los Valdéspor ejemplo en nada tienen que envidiar alroterdano, pero Juan de Valdés es descu-bierto en el siglo pasado y además es “he-terodoxo”.

En este contexto de triunfo, escribiráErasmo en 1527 a Juan Maldonado, al queBataillon llama “arribista” por su deseo denotoriedad: “Soy consciente, excelenteamigo, de todo lo que debo a toda España,y, de un modo particular, a tus conciudada-nos de Burgos, y, por nombrar algunos, al ar-zobispo de Toledo y a su Arcediano, ytambién al arzobispo de Sevilla y a todosesos otros hombres nobles y sabios. Yo po-

dría darle las gracias a cada uno de ellos enmi nombre y, también en nombre de la reli-gión y de los estudios, si mis trabajos tuvie-ran tanto poder como tu candor lesatribuye. En todo caso, me regocijo muymucho de ver que, en España, antaño ilus-trada por los más brillantes genios, la verda-dera piedad y el estudio de las máshonorables ciencias vuelvan a florecer tanfelizmente que en parte alguna se ve tan se-mejante éxito”. (Sánchez-Molero, 2002)Llama la atención a Sánchez Molero de queel erasmismo tal como sucedió con losalumbrados y protestantes, no han sido es-

tudiados hasta las primeras décadas delsiglo pasado en las que Américo Castro y Ba-taillon iniciasen una fecunda línea de inves-tigación que permite acercarnos alroterdano. Así mismo nos alerta SánchezMolero, de las distorsiones historiográficassobre Desiderio Erasmo de Rotterdam, quese han transmitido y perviven en las tradi-ciones culturales. La primera distorsión serefiere a la percepción de gran trascenden-cia del personaje Erasmo, que para algunoses un innovador en cuestiones religiosas yculturales, cuando en realidad solo logróformular ideas y anhelos que ya estabanextendidos en la sociedad renacentista es-pañola. Dirá Sánchez Molero: “La pacientelectura de obras como el Opus Epistolarvm,recopilado por Percy y Hellen Allen, o de laenciclopédica Contemporaries of Erasmus,de Peter Bietenholz, nos ofrecen un com-plejo y rico panorama que, si bien engran-dece al humanista, en el fondo también

Historia y Literatura

Renovación nº 40 45

empequeñece su figura en alguna medida,ante la constatación de que su estrella re-fulgía en un cielo en el que había cientosde ellas”.

El erasmismo sería tratado, después de sutriunfante entrada en España, como si fueseun luteranismo disidente, aunque Erasmono fuese luterano y ya se hubiese separadodefinitivamente de Lutero. “Abierto el por-tillo de la crítica (Erasmo practica una in-mensa brecha) era difícil predecir dóndeiban a detenerse los espíritus curiosos; laIglesia (los conventos, buena parte delclero) se retrajo hacia el pasado, y organizóla defensa conocida en la historia con elnombre de Contrarreforma. La disidencia lu-terana preocupó hondamente a la Españade Carlos V, y fue rechazando cuanto pu-diera favorecerla. Aunque ha de insistirsesobre la peculiaridad española también eneste caso, y sobre lo improcedente de equi-

parar la Contrarreforma española con la deFrancia, Italia y Alemania. (Castro A., Recor-dando a Erasmo de Rotterdam, 1925).Llama mucho la atención que Adolfo de Cas-tro, un hombre de vasta erudición haga estecomentario sobre nuestros reformadores:“En el siglo XVI no fue impreso en Españaningún libro escrito por un español en queabiertamente se plantearan cuestiones an-tidogmáticas. Miguel Servet aprendió su an-titrinitarismo, o le brotó espontáneamente,en Toulouse, en cuya universidad cursó es-tudios entre 1528 y 1530. Su obra De Trini-tatis erroribus se publicó en Basilea, en1531. De dentro de España no surgió ni libroni pensador (en Salamanca o en Alcalá) quepusieran en peligro la ortodoxia de los es-

pañoles. El erasmismo, por consiguiente, novenía a engranar con nada que en rigor pu-diera llamarse cristiano pre-luterano, sinoque vino principalmente al encuentro de laactitud espiritual de muchos cristianos nue-vos, sobre todo de ascendencia judaica, quese sentían más a gusto con la práctica de uncristianismo espiritual en el que se acorta-ban las distancias entre los cristianos de ran-cio abolengo y los, por decir así, reciénllegados” .... (Castro A., Recordando aErasmo de Rotterdam, 1925)

Esta visión historiográfica que niega la exis-tencia del “hereje” dentro de España por elmero hecho de que no hay ningún libro queplantee cuestiones dogmáticas, es la mismatesis malintencionada que sostuvo Menén-dez Pelayo, Ortega y actualmente Kamen.¿Quién podía escribir libros con la Inquisi-ción revisando hasta las comas? Los disiden-tes o protestantes que escribieron lo harían

en el extranjero sintiéndose a salvo de lapersecución y si alguno quedó dentro comoel exégeta y buen poeta fray Luis de León,no tardaría en dar con sus huesos en las cár-celes inquisitoriales. Melquiades Andrés citainfinidad de obras en “Historia de la Místicade la edad de oro en España y América, queno pasan de ser meros devocionales sobrela oración y la confesión, ignorantes de Bi-blia y a vueltas con la escolástica. Sus 133autores tratados, divididos en escolásticosy hebraístas, molinistas y bañecianos, dog-máticos, moralistas y místicos, partidariosde espiritualidad contemplativa, activa omixta, no favorecieron el desarrollo de launión con Dios por amor, al intentar mostraruna subidísima vida interior en muchoscasos incomprensible. Avanzado el siglo de

El éxito de la iglesia en la Castilla del siglo XVI, en sulabor de impartir los rudimentos de su doctrina e im-poner una observancia religiosa formal, no supusocompetencia ni amenaza alguna contra el arraigo deesta religiosidad en tiempos y lugares concretos”.

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Oro no pasarían los escritores de mostrarvidas falsas de santos falsos, epítomes defingidos milagros y virtudes ajenas a la Bibliay a la razón.

El libro Religiosidad local en la España de Fe-lipe II (1991) de William Christian nos acercaa la religiosidad popular. Ciertamente estelibro muestra un mundo de mercadeo conlo religioso o como dice el autor “de la otracara de la luna” que siempre se ha queridoocultar. Una cosa son las leyes y los decretosy otra muy distinta la práctica religiosa. Para

el autor su idea del catolicismo en el sigloXVI siempre manifiesta una flexibilidad yuna articulación sorprendentes. Dice: “Loscambios introducidos a la fuerza a nivel dela parroquia fueron esporádicos y nunca pu-dieron resistir a largo plazo la lenta presiónde la costumbre, o a corto plazo, la fuerzadel entusiasmo. El carácter local, es un rasgouniversal del catolicismo, en el que tal vezradique el secreto de la larga supervivenciade la iglesia. Este localismo está en perpetuatensión con el sistema eclesiástico, pero a lavez es parte de su esencia. El éxito de la igle-sia en la Castilla del siglo XVI, en su labor deimpartir los rudimentos de su doctrina e im-poner una observancia religiosa formal, nosupuso competencia ni amenaza algunacontra el arraigo de esta religiosidad entiempos y lugares concretos”. Estas aprecia-ciones de William A. Christian nos parecenmás pegadas a la realidad que la visión deMelquiades Andrés sobre la reforma cató-lica, primero de Cisneros y luego de la Con-trarreforma.

Los conocimientos que Nieto nos muestrade la teología de Juan de Valdés, al que to-davía algunos consideran erasmista, son su-ficientes para entender que en España huboheterodoxos y reformadores con peculiari-dades autóctonas. Decir que Servet, uno delos más originales disidentes de la historia,por haber estudiado y escrito en el extran-jero, no cuenta como español heterodoxo,resulta difícil de concebir en Castro. Pero elmismo Bataillon ya había considerado que apesar del aislamiento de España, ni en lo ge-

ográfico es un país uniforme, ni en lo reli-gioso tampoco. No descubrimos nada nuevorecordando que en la Edad Media (por noremontarnos más atrás) fue, en parte, suce-siva y a menudo simultáneamente, arrianacon los visigodos, católica con los hispano-rromanos, valdense y albigense en Cerdañay Cataluña y sobre todo judía y musulmanay eso con un vigor y una persistencia inima-ginables”.

La praxis erasmiana no pudo conjugarse conla teoría que el autor había concebido paraun mundo distinto al saqueo de Roma de1527 del que había escrito: “Si el fin delmundo está cercano, no merece la pena dis-cutir; si no lo está, dejemos también la dis-cusión, pues ya se encargara de juzgarnos laposteridad”. Erasmo, anciano dubitativo ytemeroso del futuro, vería fracasar todas susideas armonizadoras que siempre le supe-raban. En España, en el humanismo inspi-rado y transmitido por su obra, tambiénaparecerán personajes confundidos por la

En España, en el humanismo inspirado y transmitidopor su obra, también aparecerán personajes confun-didos por la tibieza, por falta de convicciones y por eldisimulo, que tuvieron escrúpulos para definir su es-piritualidad hacia el bando del Evangelio, doctrinanueva y reformada.

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tibieza, por falta de convicciones y por el di-simulo, que tuvieron escrúpulos para definirsu espiritualidad hacia el bando del Evange-lio, doctrina nueva y reformada. El mismoAlfonso de Valdés, aunque aparece en elbando de la Reforma, seguía siendo máserasmista que Erasmo en cuestiones del di-simulo, usando doblez en su espiritualidady tendría que defender a Erasmo dandorazón de sus ideales de armonía y concordiaante una cristiandad dividida. “Ante estafractura histórica, unos erasmistas se hicie-ron protestantes, otros evolucionaron haciaformas de espiritualidad católicas afines, yotros se convirtieron en severos críticos deErasmo, y estas actitudes se sucedieron noen unos pocos años, sino durante casimedio siglo, entre 1520 y 1560” (EgidoLópez)

CONCLUSIONES

Solo queremos ultimar estas reflexiones ha-ciéndonos algunas preguntas sobre los pro-blemas que el erasmismo plantea y que,como decía al principio de este artículo, ellibro de Bataillon creó en mí. ¿Eran erasmis-tas o reformados los protestantes españo-les? ¿El erasmismo existió como doctrinaemanada de Erasmo o era algo más? Lapregunta se podía plantear de esta manera¿la fama de Erasmo era genuina o se debióa los intereses comerciales de los grandeseditores, como Froben, Aldo o Ascensius?¿Estamos ante un caso de un astro ilusoriohecho a golpes de publicidad? “Lo cierto esque, si bien el Roterdano no fue un autor re-volucionario, sí logró convertirse en el por-tavoz de un pensamiento renovador. Comoseñala Francisco Rico, pocas veces se puededecir que una idea “es de Erasmo “, sin aña-dir que ya antes Orígenes, san Jerónimo,santo Tomás de Aquino, o Valla, habían es-crito sobre ello, pero en los inicios del sigloXVI, “la idea es de Erasmo, la imponeErasmo “. Ésta fue una de las claves de suéxito, pero no la única. No sólo se erigió en

el compilador del humanismo renacentista,sino que logró alcanzar algunos de sus ob-jetivos principales, como la edición críticade la Biblia “. (Sánchez-Molero, 2002, pág.97) Erasmo entendería enseguida la impor-tancia de la imprenta y sabría comunicar susideas a través del “Diálogo”, aunque siem-pre su obra fue tan vigorosa en las críticascomo ambigua en las soluciones. El con-cepto de erasmismo en España se ve favo-recido por la coincidencia de corrientesespirituales, filosóficas, literarias y políticasautóctonas, pero lo mismo ocurriría en Ita-lia, Francia, Países Bajos o Alemania que die-ron diferentes erasmismos y diferentesinterpretaciones del mismo. La principalidea erasmiana acerca de un mundo avan-zando hacia una nueva Edad de Oro, del diá-logo y del consenso, del convencimiento yno de la imposición, en el que la reforma dela Iglesia católica Romana fuese una reali-dad, solo fue un espejismo que Erasmo noquiso ver hasta que Lutero le despertó delsueño.

Mi posición personal, coincidente conEgido, es que el erasmismo en España fue lapuerta por donde pudo entrar la Reforma yun vehículo útil para difundirla en la Univer-sidad, en los salones de los nobles y en lascocinas de los labriegos. “La difusión delerasmismo en la corte y en las universidadesespañolas -dirá Teófanes Egido- se extendióde manera inevitable a otros ámbitos, comoSevilla, Burgos, Palencia, Barcelona, Gandíao Valencia; y también a Escalona, donde elmarqués de Villena mantenía una corte declérigos, beatas e iluminados profetas. Entreestas personalidades espirituales, las ideasde Erasmo, llegadas a su vez con las de Lu-tero, se fundieron con el espiritualismo delos alumbrados. El caso de Escalona pudieraparecer excepcional, pero también en Gan-día los duques Juan de Borja y su esposapromovían un espiritualismo muy cercano”.(Egido López) R

Historia y Literatura

Renovación nº 4048

Martin Buber ha caído en un relativoolvido. Algunos lo consideran unfilósofo menor, si bien nadie le es-

catima palabras de reconocimiento como serhumano. Nacido en Viena en 1878, hablabacon fluidez yidis, alemán, francés, hebreo ypolaco. Sionista desde sus años de estudianteuniversitario, mantuvo una relación conflic-tiva con Theodor Herzl. Mientras ejerció ladocencia en la Universidad de Fráncfort, tra-bajó conjuntamente con Franz Rosenzweig,traduciendo la Biblia hebrea al alemán. En1938 se exilió en Jerusalén, huyendo de labarbarie nazi. No se marchó sin ofrecer cierta

resistencia, creando instituciones educativaspara judíos, que habían perdido el derecho deasistir a las escuelas públicas. Profesor de fi-losofía en la Universidad Hebrea de Jerusa-lén, fundó Berit Shalom (Alianza por la paz),un movimiento que apoyaba el entendi-miento entre árabes y judíos. Su obra más co-nocida es Ich und Du (Yo y Tú), publicadaen 1923. Su interpretación del ser como es-pacio de diálogo entre el hombre y el mundo,que presupone la apertura al otro y a Dios,formula un humanismo que identifica la ex-celencia con la realización histórica de la so-

lidaridad, la paz y la tolerancia. El cuidadodel otro no es una pesada carga, sino un lastreliviano que nos humaniza. El otro, especial-mente en sus situaciones de indefensión yprecariedad, es el fundamento de la ética y lavía de acceso a la trascendencia. No es posi-ble dialogar con Dios si no hay amor y ter-nura. Dios no es un ídolo, sino una invitaciónpermanente a la fraternidad. El ser humanoes el cooperador de Dios en la marcha delmundo. Su corresponsabilidad es un sacra-mento que se hace efectivo cada vez que eldiálogo frustra la tentación de odiar al otro,al extranjero, al diferente. El diálogo no esuna herramienta humana, sino la esencia delser, su raíz ética y ontológica. La palabracompartida es apertura, horizonte, indetermi-nación, esperanza. En el caso del conflictoárabe-israelí, Buber manifestó en 1958, consus ochenta años de vivencias y reflexiones:«No puede haber hoy una paz entre judíos yárabes que sea sólo el simple final de la gue-rra; puede haber todavía una paz basada enel trabajo en común. Bajo circunstanciascada vez más difíciles, el mandamiento delEspíritu es todavía hoy, y más que nunca, irpreparando el trabajo en común de los pue-blos». Martin Buber murió en Jerusalén el 13de junio de 1965.

Eclipse de Dios. Estudios sobre las relacio-nes entre religión y filosofía (1953; trad. deLuis Miguel Arroyo y José María Hernández,Salamanca, Sígueme, 2014) es una obra queplantea la situación del hombre tras el ocasode lo sagrado. La desaparición de Dios privaal ser humano de una perspectiva utópica yprofética. Para muchos representa una con-quista de la razón, pero otros perciben unvacío ocupado hasta entonces por «el Uno,lo Viviente». Ese escenario surge del silencio

Historia y Literatura

Rafael Narbona*

*Escritor y crítico literario

MARTIN BUBER: EL ECLIPSE DE DIOShttp://rafaelnarbona.es/?p=12902

Renovación nº 40 49

imperante cuando nos dirigimos a Dios como«Él» y no como «Tú». Sólo hay un elementoque «saca al hombre del ámbito del pensa-miento abstracto y lo sitúa en relación con loreal. Ese elemento es el amor». Dios es unencuentro, no un Espíritu que se despliega enel tiempo, objetivándose en formas cada vezmás perfectas. «El Dios viviente, el únicoque se acerca a la persona y la interpela enlas situaciones de la vida real» no es un«ello», sino un «Tú». La reciprocidad es labase de la experiencia religiosa. Esa relación«no se puede mostrar, ni determinar, ni de-mostrar, pero se puede experimentar». Esarelación surge en lo cotidiano y concreto,porque «Dios es una persona viva», no unídolo. Buber cita al neokantiano HermannCohen para definir con más precisión la na-turaleza de Dios: «Amo en Dios al Padre delhombre». Buber aclara que –para Cohen–Padre significa «protección y ayuda a los po-bres», puesto que «en el pobre se revela elhombre». Cohen afirma: «No puedo amar aDios sin empeñar todo mi corazón en vivirpara mis semejantes». El Levítico establece:«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (19,18). Algo más adelante, añade: «Amarás alextranjero como a ti mismo, pues tambiénvosotros fuisteis extranjeros en Egipto» (19,34). El Deuteronomio (10, 19) repite las mis-mas palabras. El amor testifica la existenciade Dios. Dios «no quiere imponerse; deseaser aprehendido libremente».

La importancia del Eclipse de Dios no resideen la elaboración teológica de Dios desde elpunto de vista del judaísmo, sino en mante-ner viva la pregunta sobre Dios. Dios no per-tenece a un pasado felizmente superado, puesel ser humano no cesa de interrogarse sobreel origen y el fundamento del ser. No pode-mos negar que el Dios representado por dis-tintas tradiciones religiosas resultaincompatible desde una perspectiva racionaly adulta de lo real. Los milagros son unaafrenta a la moral si se entienden como la ac-tuación arbitraria de un Dios todopoderoso.Si Dios es Padre, ¿por qué no extiende suamparo sobre todos sus hijos, especialmentesobre los que padecen la iniquidad de lasguerras? Decir que somos incapaces de com-prender los inescrutables planes de Dios noconstituye una respuesta, pues con ese argu-mento puede justificarse cualquier disparate.

La experiencia religiosa no puede levantarsesobre mitos insostenibles, salvo que aceptereducir el misterio del ser a una cosmologíaprimitiva, con legiones de ángeles y demo-nios. El infierno es una fantasía que con-vierte a Dios en un tirano cósmico. Ununiverso con penas infinitas se parece a unterrorífico Gulag, no a esa plenitud cósmicade la que habla –por ejemplo– el teólogo pe-ruano Gustavo Gutiérrez cuando apunta quela muerte no puede tener la última palabra.El Dios de los filósofos tampoco es una res-puesta válida, pues –como afirma EmmanuelLévinas– «la idea abstracta de Dios es unaidea que no puede esclarecer una situaciónhumana». La santidad no puede ser una vidade oración y retiro, sino una responsabilidadinfinita hacia nuestros semejantes. EscribeLévinas: «El Yo delante del Otro (Autriu) esinfinitamente responsable. El Otro es elpobre y el despojado y nada de lo que con-cierne a este Extranjero puede dejarlo indi-ferente» (La realidad y su sombra. Libertady mandato, trascendencia y altura, trad. deAntonio Domínguez Leiva, Madrid, Trotta,1994).

¿Puede establecerse un mínimo que salve ala experiencia religiosa de lo mítico y psico-patológico? Creo que sí. Ese mínimo es lapregunta, la apertura, la esperanza, el diá-logo, no el dogma. Jon Sobrino nos propor-ciona un valioso criterio cuando sostiene que«cualquier supuesta manifestación de la vo-luntad de Dios que vaya en contra de la vidareal de los hombres es negación automáticade la más profunda realidad de Dios» (Jesu-cristo Liberador. Lectura histórica-teológicade Jesús de Nazaret, Madrid, Trotta, 1991).Vivimos en la época del eclipse de Dios.¿Podemos atisbar algún signo que indique lapresencia de Dios en mitad de la oscuridad?Creo que la respuesta nos la proporcionó elpadre Rutilio Grande en su célebre homilíade Apopa, en febrero de 1977, pocas sema-nas antes de ser asesinado por un escuadrónde la muerte: «Una mesa compartida en lahermandad, en la que todos tengan su puestoy su lugar. Es el amor de la fraternidad com-partida que rompe y echa abajo toda clase debarreras, prejuicios y ha de superar el odiomismo». R

Historia y Literatura

Renovación nº 4050

Historia y Literatura

ODA A LA LECTURA(Richard Peck)

YO LEO: porque una solavida no es suficiente, y entrelas páginas de un libro puedo

ser cualquier otra persona;

YO LEO: porque laspalabras que forman la

historia se hacen mías, paraconstruir mi vida;

YO LEO: no en buscade finales felices sino para

perseguir nuevos comienzos;apenas estoy iniciando

mi camino y me vendríabien tener un mapa;

YO LEO: porque tengoamigos que no leen y, aunque

son muy jóvenes, se lesestá acabando el material;

YO LEO: porque cadaviaje comienza en la

biblioteca y ya es hora deque comience a empacar;

YO LEO: porque unode estos díias me iré de este

pueblo y voy a viajar atodas partes y conocer a todo

el mundo y quiero estarpreparado.

http://lecturaycafe.blogspot.com.es/2014/12/oda-la-lectura.html

Renovación nº 40 51

El anciano encorvado que me había so-bresaltado segundos antes, tomabaasiento frente a mí colocando su rudi-

mentaria vara de caña que utilizaba a modode bastón, a mi vera. Lo miré desconcertado,pues no esperaba que nadie acompañase miviaje. Aquel ser peculiar y extraño me in-quietaba sobremanera, más aun que losacompañantes cadavéricos, y a la vez, meproducía una curiosidad innata y una sed ca-prichosa de saber quién era y qué estaba ha-ciendo allí. Miré alrededor y el vagón seguíacompletamente vacío, y me preguntaba porqué se había sentado frente a mí, quizá sólobuscaba compañía en un viaje tan inciertocomo el mío. Su rostro pálido mostraba elpaso de los años y lo reflejaba en aquellasarrugas en la comisura de los labios y alre-dedor de sus ojos, y por un instante deseéque la finalidad de su viaje no fuera la mismaque la yo perseguía, pues iba a llegar dema-siado tarde a conquistar sus sueños.

Su mirada buscó el reflejo de la mía, mis ojosse posaron en los suyos que eran grisescomo el acero, y en ese instante en el quenuestras miradas se sostuvieron vi pasar porsus ojos la película de mi vida, un tumultode recuerdos que creía olvidados, momen-tos felices y amargos que ahora pasaban ver-tiginosamente en el abismo en el que sehabían convertido sus ojos. Un sudor fríoempezó a recorrerme la espina dorsal mien-tras se me aceleraba el pulso y el caballodesbocado empezaba a cabalgar frenética-mente en mi pecho.

Por fin la película de imágenes dejó de suce-derse mostrando el vagón vacío y a mí en su

interior, se detuvo sin tan siquiera mos-trarme algo de lo que iba a ocurrir de ahí enadelante. El anciano me sonrío y de su bolsade equipaje sacó una especie de librito to-talmente en blanco en cuyas tapas podía le-erse "Cuaderno de Vida", mientras extendíala mano hacia mi "Cuaderno de Viaje", aquelcuaderno lleno de soledades y frustraciones,sobre el que tantas veces había vomitado enforma de tinta, en mis largas horas en la Cui-dad Dormida. No tenía intención de dejár-selo leer a nadie, pero aquel ser movía mivoluntad que ya parecía a su merced, y se loextendí. Él ni siquiera lo abrió, se limitó aguardarlo en su bolsa mientras junto a mídepositaba aquel nuevo cuaderno que habíasacado momentos antes. Yo quise gritarle¡No!, pero la voz no ascendió por mis cuer-das vocales, ni siquiera en forma de susurropodía hablar, quedé mudo e inmóvil anteaquella presencia.

En anciano se levantó y prosiguió su marchahacia otro vagón, dejándome aquel extrañocuaderno totalmente inmaculado, en el quetan sólo podía leerse en el reverso la palabra"Ιωάννην" en griego, de la cual no sabía nisu significado.

Mudo y absorto quedé en mi asiento. Laspalabras se habían evaporado, las imágenesvislumbradas momentos antes seguían re-verberando en mi mente como ecos de unpasado que jamás podré borrar por muchosintentos que haga. El cuaderno seguía sos-tenido entre mis manos, mientras una tenueidea recorría mi mente a modo de estrellafugaz, "Reescribir el Presente"... R

Pensar mientras caminas...

Ruth Carlino*

* Diplomada en Educación Social y Licenciada en Pedagogía.

LA BÚSQUEDA

Historia y Literatura

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Renovación nº 4052

PROFUNDIDAD HUMANA

Se ha dicho de la Biblia, con sobra derazón, “que es un libro tan profundamentedivino como fuertemente humano”. Estecarácter esencial del libro de Dios hace quenos identifiquemos totalmente con sus es-critos. Las palabras de un Dios que nos ha-blara en términos de divinidad, ignorandonuestra condición humana, no llegarían adespertar nuestros sentimientos, ni siquieralograrían cautivar nuestra atención. En laBiblia, Dios desciende hasta nuestro propionivel humano, se pone al alcance de nues-tra mente y de nuestro corazón y trata connosotros en términos que manifiestan elgran interés que siente por todos nuestrosproblemas y los medios costosos de que seha valido para darles solución. San Agustíndijo acertadamente que “para todas las en-fermedades del alma proporciona la Sa-grada Escritura un remedio”.

Todo cuanto pudiéramos escribir para re-saltar el hondo sentido de humanidad queadorna las páginas de la Biblia queda ma-gistralmente compendiado en este pasajedel célebre escritor Henry Van Dyke: “Na-cida en el Este y revestida de formas y fi-guras literarias orientales, la Biblia recorretodas las sendas del mundo con pie familiary penetra en un país tras otro para hallar a

los suyos en todas partes. Ha aprendido ahablar al corazón del hombre en centenaresde idiomas. Los niños escuchan sus histo-rias con admiración y deleite y los sabioslas meditan como parábolas de la vida.Malos y orgullosos tiemblan ante sus amo-nestaciones, pero para los heridos y los pe-nitentes tienen voz como de madre. Hacompenetrado nuestros sueños más ínti-mos; de tal manera que el amor, la amistad,la simpatía, la devoción, la memoria y laesperanza lucen el ropaje hermoso de sudorado lenguaje. Ninguno que tenga comosuyo este tesoro es pobre o sin consuelo.Cuando oscurece el paisaje y el peregrinotembloroso llega al valle llamado de lasombra, no teme penetrar; toma en su manola vara y el cayado de la Escritura; dice aamigos y compañeros: “Adiós, nos vere-mos otra vez”; y consolado con aquelapoyo, se encamina al paso solitario, comoquien anda a través de tinieblas hacia laluz”56

En cuanto al Quijote, como libro producidopor la mente del hombre, es el más humanode cuantos existen hoy día. La historia delcaballero hidalgo es sencillamente conmo-vedora. Muchas páginas hemos leído y re-

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO IV

Juan A. MonroyPeriodista y Pastor Evangélico.

El Quijote en la Biblia (II)

Historia y Literatura

56.- En Compendio Manual de la Biblia, de HenryL. Halley, Costa Rica, p. 19.

Renovación nº 40 53

pasado, escritas por diferentes autores, en-comiando la humanidad, la ternura, la psi-cología penetrante de Cervantes en laconcepción de sus personajes inmortales.Pero nosotros mismos nos hemos vistoobligados a sacar discretamente el pañuelodel bolsillo para enjugar una lágrima re-belde cuando leíamos determinados episo-dios quijotescos, y sobre todo el genialúltimo capítulo de la célebre novela.

Comentando la derrota de Don Quijoteante el caballero de la Blanca Luna, escribeNavarro y Udesma: “Leamos y releamosesta aventura y no dejaremos de caer en lacuenta en que modernamente se ha caídodel profundo simbolismo que encierrantodas sus partes y, sobre todo, las tristes,las dolientes, las desmayadas y flacas pa-labras del desfallecido y derrotado caba-llero. Aquí puso Cervantes lo mejor de sucorazón, aquí sacó el don de lágrimas, queposeía como pocos escritores de los nues-tros. ¡Quién no se siente conmovido al verderrumbarse en este caso el castillo inte-rior, el ensoñado alcázar de las ilusiones deDon Quijote, y no se compadece de él y desu pobre caballo, cuya flaqueza tiene algode humana debilidad!57”

La Biblia y el Quijote son dos libros pro-fundamente humanos. Ambos describennuestras miserias, nuestra flaca naturaleza,nuestras tentaciones y claudicaciones,nuestras reacciones terrenas y nuestrasvanas promesas de reforma. Los dos pene-tran en nuestra alma con exquisita sensibi-lidad, remueven las paredes de nuestrocorazón y tratan de despertar nuestros sen-timientos a lo bello y a lo noble de la vida.La diferencia está en que mientras el Qui-jote se limita a analizar nuestra condiciónhumana, la Biblia, después de analizarlapor el ojo escrutador de Dios, nos dice cuáles el remedio divino a todas nuestras cala-midades humanas: la sangre vertida porCristo Jesús en la Cruz del Calvario paranuestra redención.

UNIVERSALIDAD

Tanto la Biblia como el Quijote son librosque ejercen influencia universal. El pri-mero está traducido a más de mil cien idio-mas y dialectos y el segundo va detrás dela Biblia en la lista de libros conocidos y,por tanto, en cabeza de las producciones li-terarias compuestas por autores humanos.Según Luis Astrana Marín, ha sido tradu-cido a unos cuarenta idiomas.

La influencia que la Biblia ha venido ejer-ciendo en la conciencia de la humanidad,nunca podrá ser ponderada lo suficiente nihistoriada con exactitud precisa. Desdetiempos remotos, la Biblia ha venidoguiando nuestra vida y nuestra historia.Venciendo tormentas de odio, apaciguandotempestades de controversia, llevando lacivilización a las extrañas tierras y la paz alos hogares civilizados, la Biblia ha venidosobreviviendo a las convulsiones de los si-glos, venciendo en cuantos conflictos inte-lectuales hubo de intervenir y llegando anuestros días más entronizada que nuncaen la conciencia del hombre, como un faroluminoso que penetra las tinieblas de nues-tra época.

De Norte a Sur y de Este a Oeste, en lasgrandes y pequeñas naciones, en las ciuda-des y aldeas, en los lugares poblados y enlas regiones más apartadas, la Biblia ha ve-nido ejerciendo su bienhechora influenciay dejando por los campos y por los maresel suave aroma de su mensaje de reden-ción. Las naciones más cultas son aquellasque se rigen por sus principios, y si el cris-tianismo que hoy se practica no es más po-sitivo, se debe a que no se sigue el texto dela Biblia con la necesaria fidelidad. Lospueblos serán cristianos sólo en proporcióndirecta a la atención que presten a las en-señanzas de la Biblia. Bien lo dijo el granSarmiento: “La lectura de la Biblia echólos cimientos de la educación popular, queha cambiado la faz de las naciones que laposeen”.

Al empezar el capítulo sobre Don Quijoteen un libro dedicado a Cervantes, Paolo

Historia y Literatura

57.- Francisco Navarro y Ledesma. El IngeniosoHidalgo Miguel de Cervantes Saavedra. Argentina1948, p. 327. Colección Austral.

Renovación nº 4054

Savj López escribe:“Desde hace más de trescientos añosvive Don Quijote. Erguido sobre la sillade Rocinante, escuálido e inmortal,mira ante sí con ojos profundos, absortoen sus sueños, campeón vencido de lainvencible quimera. Mira y no ve másque a sí mismo, y no encuentra en todoslos aspectos del mundo más que la re-verberación ardiente de su vida interior,el fúlgido resplandor de la llama en quearde su espíritu.“Y los hombres, a su vez, desde hacemás de trescientos años, contemplan aDon Quijote. Pero Don Quijote puedetodavía enseñar mucho a quien quieraseguirlo, con humildad de espíritu y conamor, en sus andanzas aventureras” 58.

En el curso de estos siglos, la figura del In-genioso Hidalgo ha dado la vuelta almundo y su fama se ha extendido a todoslos países cultos. Con el libro en nuestroequipaje y el espíritu quijotesco en el alma,los españoles hemos recorrido los caminosdel mundo como eternos peregrinos denuestro ideal: orgullosos, cuando vencía-mos a los vizcaínos de otros continentes;mohínos, pero siempre animosos, cuandonos apaleaban los yangüeses esos; rebeldesy encorajadizos, cuando equivocábamosnuestro objetivo y arremetíamos sin que-rerlo contra los indefensos escuadrones.Evocando a nuestra Dulcinea Patria y en-comendándonos a ella cuando queríamoscumplir su encomienda, los españoleshemos paseado nuestro quijotismo por losmás apartados rincones del planeta, y connuestros bolsillos llenos de ejemplareshemos ido regalando libros y, con los li-bros, influencia histórica, cultural, humana,etc., a las naciones que hallábamos al paso,aunque mal les pesara de recibir estos te-soros de nuestras manos, viéndonos rotosy remendados, sucios por el polvo de nues-tro continuo caminar.

Entre nosotros y fuera de nosotros, connuestro comportamiento colectivo y con elesfuerzo intelectual de unos pocos, que se

han venido dedicando pacientemente a es-parcir la luz que pedía Menéndez y Pelayosobre las páginas del Quijote, este sanolibro compuesto por una naturaleza enfer-miza ha cautivado los corazones humanos.Muy acertado nuestro Ramón y Cajal:“Cuando un genio literario acierta a forjaruna personificación vigorosa, universal, re-bosante de vida y de grandeza y generadoraen la esfera social de grandes corrientes delpensamiento, la figura del personaje fan-tástico se agiganta, trasciende los límites dela fábula, invade la vida real y marca consello especial e indeleble a todas las gentesde la raza o nacionalidad a que la estupendacriatura espiritual pertenece. Tal ha ocu-rrido con el héroe del libro de Cervan-tes.”59

SINCERIDAD

Son pocos los libros que revisten en sus pá-ginas la sinceridad pura que se advierte enla Biblia y en el Quijote.

La sinceridad de la Biblia es un argumentovalioso en favor de su inspiración. Los au-tores humanos que intervienen por dispo-sición divina en la redacción de lassagradas páginas, jamás ocultaron sus caí-das ni sus debilidades, bien que hubieranpodido hacerlo. Por nuestra parte, no cono-cemos ninguna autobiografía donde suautor revele al mundo sus propios pecados.Cuando en esta clase de libros el autor se-ñala alguna falta contra sí mismo, en gene-ral lo hace con la pensada intención desacarle partido; de otra forma, a buen se-guro que la ocultaría.No así los autores bíblicos. Moisés, en elPentateuco, habla de la grandeza de fe enAbraham, pero cita también sus errores yclaudicaciones. A Jacob le cupo el inigua-lable privilegio de luchar con el mensajerodivino, pero sus engaños y malas artes seconsignan asimismo en el inspirado relato.El mismo Moisés, haciendo de historiadorfiel y sincero, no oculta sus momentos dé-biles y las sombras de duda que en ocasio-nes empaparon su firme convicción

Historia y Literatura

58.- Paolo Savj López. Cervantes. Editorial Calleja,Madrid, p. 71. 59.- En De Crítica Cervantina, Madrid 1917, p. 28.

Renovación nº 40 55

religiosa. Estas mismas dudas y desalientosse dieron en gigantes de fe como Samuel,Job, Isaías, Jeremías, David, Salomón yotros muchos. Y todo ello está escrupulo-samente anotado en los divinos escritos.Otro tanto ocurre en el Nuevo Testamento,donde los Apóstoles y Evangelistas no si-lencian en absoluto sus caídas, sus peque-ñeces, sus debilidades humanas, susambiciones, sus egoísmos y hasta sus mi-serias.

Los escritos bíblicos no callan sus defectosni se pintan a sí mismos intachables,cuando hubieran podido hacerlo. Se descri-ben tal y como fueron, sin retoques, sin ate-nuantes de ninguna clase, con franca yabierta sinceridad. Esto hizo decir a Carlyleque la Biblia “es la expresión más fiel quejamás haya vertido en letras del alfabeto elalma del hombre”.

Otro tanto ocurre con el Quijote. La teoríasobre la hipocresía de Cervantes no ha sidolo suficientemente analizada. Para determi-nar este espinoso problema haría falta es-tudiar dónde empieza y dónde termina lahipocresía; se precisaría un análisis con-cienzudo que nos mostrara hasta qué gradosomos hipócritas cuando en nuestros escri-tos nos abstenemos de revelar totalmentenuestro pensamiento sobre las ideas y lascosas o cuando damos esos pensamientosun tanto confusos, ya por convenienciasque nos callamos, ya con la deliberada in-tención de confundir. Cuando puntualiza-mos sobre un tema con cierta reserva,porque conocemos bien las malas intencio-nes del prójimo no se nos puede decir queestemos fingiendo. En modo alguno. Setrata de simple precaución, que se haría in-necesaria si los demás gozaran de la saludmental que creemos poseer.

Hipocresía, es decir, “fingimiento de cua-lidades o sentimientos contrarios a los quese tienen o experimentan”, nunca se dio enCervantes. ¿A qué fingir cualidades cuandodemostró tan cumplidamente que las po-seía? ¿Para qué darnos una imagen equivo-cada de sus sentimientos, si nos convencióde la limpieza y bondad de los mismos en

el curso de toda su vida y muy especial-mente durante su cautiverio en Argelia, ro-deado de odios, maquinaciones viles,traiciones y sufrimientos sin medida? TuvoCervantes los defectos propios de todo serhumano y es locura endiosarle y ensalzarlehasta lo ideal. Pero hipócrita no fue nunca.Su actuación en la vida fue siempre sinceray esta sinceridad llena las páginas de suobra genial.

Como ocurre en la Biblia con sus héroesprincipales, en el Quijote no se ocultan lospalos que sufrió el caballero, ni el mantea-miento de Sancho, ni las humillaciones dehidalgo y escudero. Todo se registra conescrupulosa puntualidad. Y aunque ello esnecesario para la trama general de la obray para el fin que con ella se persigue, esuna señal de la sinceridad con que Cervan-tes creó y revistió a sus personajes. El ca-ballero manchego es sincero en todas susactuaciones: sincero en los momento decordura y sincero cuando disparata. Ycuando el eclesiástico se atreve a poner enduda la realidad de su ministerio caballe-resco, llamando a Don Quijote “donTonto”, éste se pone “con semblante airadoy alborotado rostro”, impidiendo el “justoenojo” del caballero “el lugar y la presen-cia” ante quien se halla. Que si no fueraeso, él daría buena cuenta de quien así du-daba de su sinceridad y de la irrenunciableconciencia de su misión.

De la verdad, sinceridad y el alto conceptoque de su ideal tenía Don Quijote -espejoy reflejo de su creador-, habló el gran es-critor ruso Ivan Tourgueneff en una confe-rencia que pronunció sobre Hamlet y DonQuijote el 10 de enero de 1860: “Don Qui-jote -dice Tourgueneff- está por entero pe-netrado de la lealtad de su ideal y paraservir a ese ideal está dispuesto a sufrirtodas las posibles privaciones, a sacrificarla vida. Él estima su propia vida sólo en lamedida que ella puede servir como mediopara la realización de su ideal, que consisteen implantar la verdad y la justicia sobre latierra.” R

Historia y Literatura

Renovación nº 4056

No en pocas ocasiones he sido testigo dela corrección insistente de algunas per-sonas que, leyendo a Juan 3.16, ponen

de relieve que dicho texto no apunta, no hacereferencia al «que crea» (acción futura y po-tencial), sino estricta y específicamente al «quecree» (acción presente y siempre actual); porsupuesto a la luz de dicha versión (pues, la «Bi-blia del peregrino», por ejemplo, traduce«quien crea»).

Ahora bien, ¿cuál es en realidad la traducciónmás acertada? ¿Hacia dónde apunta el textogriego de Juan 3.16?

Ante de todo es preciso decir que lo que la ver-sión «Reina Valera 1960» y otras han traducido«el que cree», y que la «Biblia del peregrino»tradujo «quien crea», es la expresión griega «jopistéuon». Es pues, «jo pistéuon», una expre-sión formada por el artículo definido, en casonominativo masculino singular, «jo»; y por«pistéuon», un participio en tiempo presente,en caso nominativo masculino singular, delverbo «pistéuo» (yo creo, tengo fe).

Vale decir, en consecuencia, que la expresión«jo pistéuon» implica un participio articuladoy sustantivado, en tiempo presente, y en elcaso nominativo masculino singular.

Ahora bien, cabe preguntar: ¿Hacia dóndeapunta la expresión «jo pistéuon»? 1) ¿A laspersonas que ya creían, que eran creyentes,que ya habían creído en Jesús como el hijoúnico de Dios, y que, por supuesto, se espe-

raba que habrían de mantenerse creyendo, osea, fueran fieles, antes de la redacción delevangelio de Juan? 2) ¿A las personas que ha-bían de creer igualmente, y que también se es-peraba que siguieran creyendo en Jesús comoel hijo único de Dios, o sea, fueran fieles, a par-tir del mensaje y propuesta que suponía elmismo evangelio de Juan? 3) ¿A ambas?

Pienso que para poder responder de maneraacertada las tres preguntas planteadas, se hacenecesario profundizar el análisis del textogriego de Juan 3.16.

Concentrémonos, pues, en la segunda partedel texto en cuestión, la cual es introducida porla conjunción «jína».

Es «jína» una de las llamadas «conjunciones fi-nales», que son aquellas que ayudan identifi-car la finalidad o propósito de la acción delverbo principal de la oración. Ahora bien,como muy bien puntualiza Roberto Hanna, “enocasiones esta idea de propósito tiende a con-fundirse con la de resultado; sin embargo,ambos conceptos pueden verse como los doslados de una misma moneda: la idea de resul-tado mira un evento basada en lo que ha su-cedido, en tanto que la idea de finalidadconsidera el mismo evento en función de supotencialidad futura” (Sintaxis exegética delNT griego, Editorial Mundo Hispano, 1997, pá-gina 107).

Por otro lado, es Juan 3.16 uno de esos casosdonde se observa la conjunción «jína» acom-

Ciencias bíblicas

Héctor Benjamín Olea Cordero*

* Biblista y teólogo protestante. Profesor universitario de hebreo, griego, estudios bíblicos y teológicos. También esel presidente y fundador del Instituto Dominicano de Ciencias Bíblicas IDCB, Inc. El Profesor Olea Cordero fue miembrodel equipo de estudiosos de las lenguas bíblicas que trabajó en la versión de la Biblia llamada La Nueva TraducciónViviente.

http://benjaminoleac.blogspot.com.es

El que «cree», el que «crea», «quienes han de creer», en Juan 3.16 y 17.20

Renovación nº 40 57

pañada del modo subjuntivo, indicando finali-dad. A propósito, plantea Amador-Ángel Gar-cía Santos: “La construcción «jína» +subjuntivo es muy frecuente en el NT (apareceunas 620 veces). En ellas, además de estevalor final, se usa también en lugares dondese esperaría más bien un infinitivo” («Intro-ducción al griego bíblico», Editorial Verbo Di-vino, 2003, página 83).

Pues bien, son dos las formas verbales que enJuan 3.16 están en modo subjuntivo: «apóle-tai», forma verbal en tiempo aoristo segundo,tercera persona del singular, voz activa delverbo «apólumi« (yo pierdo, destruyo, etc.); y«éje», forma verbal en tiempo presente, ter-cera persona del singular, del verbo «éjo» (yotengo).

Ahora y, retomando de nuevo las tres pregun-tas planteadas en relación a quiénes hace re-ferencia el participio articular y sustantivado«jo pistéuon», en relación a la finalidad quesugiere la construcción jina+subjuntivo, asaber: 1) ¿A las personas que ya creían, queeran creyentes, que ya habían creído en Jesúscomo el hijo único de Dios, y que, por su-puesto, se esperaba que habrían de mante-nerse creyendo, o sea, fueran fieles, antes dela redacción del evangelio de Juan? 2) ¿A laspersonas que habían de creer igualmente, yque también se esperaba que siguieran cre-yendo en Jesús como el hijo único de Dios, osea, fueran fieles, a partir del mensaje y pro-puesta que suponía el mismo evangelio deJuan? 3) ¿A ambas?

Respecto de estas preguntas, diré lo siguiente.Si tomamos a Juan 3.16 como una declaraciónteológica general, al margen de cualquier re-lación temporal respecto del momento en quela persona asume a Jesús como el Hijo de Diosúnico, pienso que podemos evitar la disyuntivaentre «el que cree» («quien cree») y «el quecrea» («quien crea»). En tal sentido, una tra-ducción acertada de Juan 3,16, y en conformi-dad a la premisa planteada (por supuesto,ahorrándome traer a colación ciertos detalles)es:

“Porque de esta manera amó Dios al mundo:dando a su hijo único para que no perezca,sino que tenga vida eterna, quien se mantengafiel a él”

Análisis y comentario respecto de Juan 17.20

Debo confesar que traigo a colación a Juan17.20, pues igual que en Juan 3.16, el textogriego tiene un participio en tiempo presente,articular y sustantivado, pero en caso genitivoplural del mismo verbo «pistéuo» (yo creo,tengo fe), o sea, «ton pisteuónton».

Ahora bien, ¿por qué emplea Juan 17.20 unparticipio en tiempo presente («ton pisteuón-ton»), cuando son claras las implicaciones fu-turo - temporales de la oración de Jesús? ¿Aquiénes apunta el participio presente «ton pis-teuónton»?

Responderé estas preguntas en la siguientemanera.

En primer lugar, la mejor explicación, la másplausible desde mi punto de vista, al hecho deque en Juan 17.20 se emplee un participio entiempo presente, en lugar de un participio entiempo futuro (como también ocurre en otraspartes del NT); se debe a que para la época delNT el uso del participio en tiempo futuro es-taba menguando. En verdad se esperaría queen Juan 17.20 en lugar de «ton pisteuónton»,se empleara «ton pisteusónton».

En segundo lugar, el participio «ton pisteuón-ton» apunta a las personas que se supone ha-brían de creer en Jesús, por medio delmensaje de los que ya eran discípulos suyos.

En consecuencia, una traducción acertada deJuan 17.20 es:

“Y no ruego solamente por estos (los que yaeran sus discípulos), sino también por quieneshan de creer («ton pisteuónton») en mí pormedio de la palabra de ellos” (el mensaje, tes-timonio, palabra de éstos, quienes ya eran susdiscípulos).

En conclusión, la presencia del participio pre-sente, «jo pistéuon», en Juan 3.16, es explica-ble, tiene sentido y no parece deberse alhecho de estar menguando para el tiempo delNT el empleo del participio futuro en el griegokoiné; sin embargo, la situación de la presen-cia del participio presente, «ton pisteuónton»,en Juan 17.20, es totalmente distinta, y porsupuesto, es cuestionable el empleo del par-ticipio presente aquí. R

Ciencias bíblicas

Renovación nº 4058

En la mitología griega Zeus tiene unamante infantil. El dios griego poseeun amante casi niño. Se llama Ganí-

medes (Gr. Γανυμήδης). Algunos escritoressugieren que el nombre significa “alegrán-dose en la virilidad”. Ganímedes fue se-cuestrado por Zeus en Frigia. Zeus es sim-bolizado como un águila que rapta al niño.Ya en el Olimpo lo transformó en su amantey su copero. Todos los dioses admirabanla belleza del joven, excepto la esposa deZeus, llamada Hera.

Para los romanos existía una especie deamante joven o infantil llamado “catamitus”,palabra que se deriva del personaje griegode Ganímedes. Parece haber consenso enque había una costumbre, entre griegos y

romanos, de mantener niños o jóvenescomo esclavos sexuales. Más adelante pa-rece entenderse la palabra como un “niñoprostituto”, es decir: Un niño cautivo, unniño esclavo que era objeto sexual de susamos.

En la Fábula de Proserpina de AnastacioPantaleón de Ribera, quien sirve el vino esun “catamito”

Rieto a tu mesa redondaquanto néctar, quanto vinoen tartesios Venecianoste sirve tu Catamito.

El Nuevo Testamento se encuentra inmersoen la cultura grecorromana, esto es im-

EL CRÍMEN DESILENCIAR AL APÓSTOLPABLO (1TIM. 1:9-11)

* José Pablo Chacón, nacido en San José, Costa Rica, ha realizado estudios de Periodismo, Biblia y Teo-logía. Es autor de "El Decálogo, un canto de adoración" y fundador de la Comunidad Interludio.

José Pablo Chacón*

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Renovación nº 40 59

portante porque debemos entender quepara los escritores del Nuevo Testamento,como para lo primeros cristianos, las cos-tumbres descritas más arriba no eran unsecreto, ellos no eran ajenos a la realidadcultural en la que vivían.

Hay un pasaje escrito por Pablo que men-ciona esta práctica y la prohíbe rotunda-mente. Sin embargo la mayoría de las tra-ducciones no permiten comprender ca-balmente lo que Pablo tenía en mente.Esto sucede al traducir dos palabras delgriego del pasaje de una manera no con-textual. El resultado de esa traducción nocontextual es muy lamentable, ya que haprovocado que este renglón de Pablo hayapermanecido casi oculto en su sentidomás profundo y, en consecuencia, hayapermanecido también oculto el corazónde Dios que nos grita, por decirlo de algunamanera, en contra de una práctica que leduele a él, que rechaza él, que le resultaabominable. La Iglesia entonces, basadaen una traducción que se ha alejado delsentido más profundo del texto, se ha ale-jado también de la defensa contundentede la población más indefensa de todas.Se trata de 1 de Timoteo 1:9-11. Leamosel texto primero en la versión Reina Valerade 1960:

“conociendo esto, que la ley no fuedada para el justo, sino para los trans-gresores y desobedientes, para los im-píos y pecadores, para los irreverentesy profanos, para los parricidas y matri-cidas, para los homicidas, para los for-nicarios, para los sodomitas, para lossecuestradores, para los mentirosos yperjuros, y para cuanto se oponga a lasana doctrina, según el glorioso evan-gelio del Dios bendito, que a mí me hasido encomendado.”

El texto inicia con la frase “conociendoesto”. Es decir: sabiendo que la ley no seha hecho para los justos. Los justos sonlos cristianos, porque para el Nuevo Tes-tamenteo los justos habitan en la caridad(Romanos 5:5) y obran caridad (cf. Gálatas5:18). Haciendo esa salvedad, Pablo en-

tonces enumera catorce clases de personasinjustas. Y las agrupa en una especie delistas conjuntas. Son seis listas de palabras,cada una de ellas con un tema específicoen mente, como veremos a continuación.

1. Transgresores y desobedientes.2. Impíos y pecadores. 3. Irreverentes y profanos. 4. Parricidas, matricidas y homicidas. 5. Fornicarios, sodomitas y secuestradores.6. Mentirosos y perjuros.

Si lo vemos con detenimeinto, parece quePablo tiene en mente los diez mandamien-tos de Éxodo 20. Cada una de las listas deinjusticias corresponden a una sección delDecálogo. Veamoslo:

Transgresores y desobedientes correspondeal primer mandamiento “No tendrás diosesajenos delante de mí” (Ex. 20:3).

Impíos y pecadores corresponde al segundomandamiento “No te harás ídolos” (Ex.20:4-5).

Irreverentes y profanos corresponde altercer y cuarto mandamiento “No tomarásel nombre de Dios en vano” (Ex. 20:7) y“No trabajaás el día sábado” (Ex. 20:8).

Parricidas, matricidas y homicidas corres-ponde a los mandamentos quinto y sexto“Honrarás a tu padre y a tu madre” (Ex.20:12) y “No matarás” (Ex. 20:13).

Fornicarios, sodomitas y secuestradorescorrespondería a los mandamientos sép-timo y octavo, es decir al rompimiento delmandamiento sobre la sexualidad (Ex.20:14) y al quebrantamiento de los límitesde la propiedad y libertad del prójimo (Ex.20:15).

Mentirosos y pérjuros corresponde al no-veno mandamiento “No darás falso testi-monio contra tu prójimo” (Ex. 20:16).

El décimo mandamiento (Ex. 20:17) queversa sobre la codicia, principio de todoslos pecados e injusticias, coincidiría con el

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Renovación nº 4060

final que utiliza Pablo en su lista de injusti-cias de 1 de Timoteo 1:11, cuando dice: “ypara cuanto se oponga a la sana doctrina”.

Pablo enlista y agrupa de forma muy or-denada y meditada. Cada palabra la haelegido para que concuerde, para que coin-cida, no hay nada al azar, ninguna palabraes arbitraria ni escrita sin haberlo meditadoantes. Podemos ver que cada una de laslistas de injusticias contienen palabras quetienen un sentido coherente entre sí, inclusopodrían ser palabras sinónimas. Observe-mos que “transgresores y desobedientes”(lista 1) son dos palabras coherentes entresí, transgredir la ley y desobedecerla es unequivalente. Lo mismo sucede en lo suce-sivo, continuando con la lista 2, “Impíos ypecadores” concuerdan en sentido y sig-nificado, “irreverentes y profanos” (lista3) también, siendo que la irreverencia y laprofanación podrían usarse sinónimamente.La cuarta lista es también absolutamente

coincidente “parricidas, matricidas y ho-micidas” se podría resumir en “asesinos”.

Pero al llegar a la quinta lista, notamosque algo se rompe en la armonía. No haycoherencia entre todas las palabras. Serompe de cuajo la forma en que Pablo vaconstruyendo su argumento. Y es aquídonde debemos detenernos. ¿Por qué serompe la armonía? ¿Por qué no coincidenlas palabras? ¿Por qué parecen pertenecera listas distintas? ¿Por qué no podríanusarse como sinónimos? ¿Qué tienen quever los secuestradores con los fornicarios?¿Y qué podrían tener en común los “sodo-mitas” con los secuestradores? Nada. Sinembargo, si con toda humildad y reverencianos dirigimos al texto griego del NuevoTestamento, podemos comprender quePablo sí hizo bien su trabajo, todas las pa-labras de la lista número cinco coincidenentre sí. ¿Por qué no sucede eso en la tra-ducción?

Las tres palabras agrupadas en la quintalista son: pornois (Gr. πόρνοις), arsenokoitais(Gr. ἀρσενοκοίταις) y andrapodistais (Gr.ἀνδραποδισταῖς). Veamos varias traduc-ciones:

La King James Version las traduce “Forwhoremongers, for them that defile them-selves with mankind, for menstealers” Loque se puede traducir como “Proxenetas(o el que usa prostitutas), los que se pro-fanan a sí mismos con otros, ladrones dehombres”.

La New International Version traduce “thesexually immoral, for those practicing ho-mosexuality, for slave traders”. Es decir:“inmorales sexualmente, homosexuales,traficantes de esclavos.

Así que podemos ver que no existe unconsenso en las traducciones. Eso quieredecir que estas palabras no han sido defácil traducción. La primera de ellas “por-nois” deriva del verbo “pernemi” que sig-nifica “vender” y puede significar alguienque se prostituye, alguien que prostituyea otra persona o alguien que paga por

Hemos dejado para el final lasegunda palabra del textopara poder detenernos másen ella. La palabra es “arse-nokoitais” y está compuestapor la palabra griega para“macho” (arseno) y la palabragriega para “camas” (koitai).Literalmente “macho enca-mador” O alguien que intro-duce forzosamente a otra per-sona en su cama. Si Pabloquería que todas las palabrastuvieran un sentido común,una coherencia conceptual,el griego no nos decepciona.

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Renovación nº 40 61

sexo. Esta ultima acepción es la que deri-varía en nuestra noción de “fornicario”.

La tercera palabra del texto es “andrapo-distais” y al parecer los traductores nohan tenido dificultad en coincidir en susignificado. La grandísima mayoría de lasversiones la traducen por “secuestrador”o por “traficante de humanos”.

Hemos dejado para el final la segunda pa-labra del texto para poder detenernos másen ella. La palabra es “arsenokoitais” yestá compuesta por la palabra griega para“macho” (arseno) y la palabra griega para“camas” (koitai). Literalmente “macho en-camador” O alguien que introduce forzo-samente a otra persona en su cama. SiPablo quería que todas las palabras tuvieranun sentido común, una coherencia con-ceptual, el griego no nos decepciona. Lastres palabras cobran un sentido coherenteahora. La primera tiene que ver con lapráctica del proxenetismo, la segunda conla violación o el abuso sexual y la terceratiene que ver con el secuestro, el tráfico ola esclavización. Las tres palabras sonabusos contra personas. De hecho, las trespalabras coinciden en la supresión de la li-bertad de las personas. Esta ultima coinci-dencia nos debe remitir al concepto yamencionado del “catamita” o niño secues-trado o esclavizado para fines sexuales. Locual tendría mucho sentido en el entornode la quinta lista que hace Pablo. La primerapalabra tiene la noción de violentar la li-bertad de las personas mediante la prosti-tución, la segunda palabra nos remite a laviolación de la libertad de un menor deedad, esclavizándolo para fines sexuales,la tercera describe el tráfico de personascon el fin de venderlos como esclavos. Enla época de Pablo era común que los hom-bres poseyeran niños esclavos, quizás hijosde sus esclavos, que eran consideradosuna especie de mascota y a los cualestenían derecho a explotar sexualmente. Aesta practica se le llama hoy en día “pede-rastia”.

“Proxenetas, violadores de niños y trafi-cantes de humanos” Ahora el texto adquiere

una reveladora coherencia, un profundo yalarmante sentido. El corazón de Dios serompe y grita en contra de estas cosas. YPablo grita con Dios, incluso rompiendo loque era considerado normal en la culturagrecorromana.

Si esto es así, es doblemente confirmatoriocuando regresamos al marco ideado porPablo para hacer coincidir su lista de in-justicias con el Decálogo. La quinta listacoincidiría con los mandamientos séptimoy octavo. El séptimo tiene que ver con lasprácticas de fornicación o adulterio, quegeneralmente se daban en contextos deprostitución, sagrada o profana (Ex. 20:14)

y, con toda sorpresa podemos notar queel octavo mandamiento tiene que ver conel hurto (Ex.20:15). El texto de Pablo noshabla del proxeneta que hurta humanoscon fines sexuales comerciales; de niñoshurtados, secuestrados, para ser esclavossexuales (catamitas); y del hurto o tráficode humanos con fines esclavizadores.

En el mundo, cada año más de 3 millonesde humanos son víctimas del tráfico depersonas. El 80% de los que sufren estetipo de esclavitud moderna en el mundoson mujeres y niñas y ya se ha convertidoen el segundo negocio clandestino máslucrativo del mundo, solo por detrás deltráfico de armas y drogas. Según el últimoíndice de Walk Free Foundation (WFF)sobre la trata de personas en el mundonada menos que 29,8 millones de personasviven como esclavos.

Es momento de ponerle atención a losgritos de Dios, a los gritos de Pablo, yhacer que la Iglesia grite con ellos. Que laIglesia trabaje en la protección de las víc-timas más indefensas de la humanidad:los niños y las niñas. R

Según el último índice de Walk Free Foun-dation (WFF) sobre la trata de personas

en el mundo nada menos que 29,8 millo-nes de personas viven como esclavos.

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Renovación nº 4062

De la misma manera que el cantante Vic-tor Manuel se pregunta desde haceaños que a dónde irán los besos que

guardamos, que no damos, dónde se va eseabrazo si no llegas nunca a darlo, me preguntoa dónde irán las buenas palabras que guarda-mos, que no damos, que nacen en nuestropensamiento y las dejamos morir antes de quesalgan de la boca. Cuántas veces callamos porrencor, por complejos, por desidia, por no verla necesidad real del otro, por envidia, como sienmudeciendo fuésemos a recibir la dosis queellos necesitan porque también nosotros lo ne-cesitamos.

No nos salen las palabras de halago que atra-pamos en nuestra garganta, que aprisionamosentre los dientes para que mueran, para queno puedan colarse por los oídos y hagan el bieny levanten y animen y reconstruyan y aconse-jen; palabras que hayan entendido el mensajede amor, no otras.

A veces nos agarramos, como los profetas, a laantigua convicción de que no sabemos hablar,que no estamos preparados, que no podemos.Pero no es cierto. Una palabra sencilla dicha

con cariño tiene todo el poder sanador que elprójimo necesita en su dolor, en sus dudas, susluchas, en confirmar sus decisiones, en refres-car su desierto y aún más, en acompañar susalegrías.

Nos saturamos la mente de palabras nonatasque, llenas de valores, luchan por salir de entrelas cuerdas vocales y extender su poder, abrirpuertas y crear puentes que conmuevan y nosconmuevan.

Necesitamos regalar palabras frescas, reciénnacidas, descubrir la música que llevan dentro.Necesitamos llevar las riendas del amor a tra-vés de las palabras.

Incumplimos la misión cuando no pronuncia-mos los mensajes adecuados en el momentooportuno, cuando callamos si es que estamosllamados a hablar, si nos guardarnos los elogiosque otros merecen escuchar, si no comparti-mos nuestras enseñanzas con los demás, nues-tra mucha o poca sabiduría.

Destruyamos en nosotros las ganas de cons-truir sepulcros con las palabras abortadas. Alfin y al cabo, ¿qué nos cuesta hacer de nuestraboca un dispensador del bien? La palabra noes algo material que nos cueste regalar sino laentrega de uno mismo al otro.

Finalmente quedémonos con el ejemplo con-fiado de aquél que dijo: Señor, no soy digno deque entres en mi casa pero una palabra tuyabastará para sanarme (Mt 8, 5-13), y el resul-tado fue regenerativo en todos los aspectos.Somos portadores del mensaje de Jesús.R

Espiritualidad

*Escritora y parte de la Junta de ADECE (Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos).

PROTESTANTE DIGITAL

Isabel Pavón*

A dónde irán las palabrasque guardamos Necesitamos regalar palabras frescas, recién nacidas, descubrir la música quellevan dentro.

"Y no reprimas tu palabra cuando puede ser saludable; no encubras tu sabiduría enocasión en que debes ostentarla." (Eclesiástico 4, 23 ó 4,28).

Renovación nº 40 63

Espiritualidad

Aveces me da miedo caer en la cuentade lo tenaz que es la imagen que te-nemos de un Dios fuerte, percibido

como quien echa una mano y saca de unapuro. Con esta representación, termina-mos pensando que Dios está ocioso cuandono hay socorro puesto en funcionamientoen alguna parte.

Dicho de otro modo: la verdadera cuestiónno es tanto hacer intervenir a Dios cuantoabrirnos a su acción, incluida la que realizaen el seno de nuestra propia libertad, y ha-cernos disponibles a su presencia siempreofrecida. Dios tiene necesidad de personaspara actuar, y para hacerlo a rostro descu-bierto. Sigue haciendo falta que haya por elmundo creyentes, hombres y mujeres debuena voluntad, que lo acojan en el centrode su vida, y pongan voz, oídos y manos asu Espíritu:

“La mayor necesidad del mundo es la dehombres que no se vendan ni se com-pren; hombres que sean sinceros y hon-rados en lo más íntimo de sus almas;hombres que no teman dar al pecado elnombre que le corresponde; hombrescuya conciencia sea tan leal al debercomo la brújula al polo; hombres que semantengan de parte de la justicia aun-que se desplomen los cielos” (ElenaGould Harmon: “La educación”, p. 57).

El creyente no puede comportarse como unniño, y esperar de Dios una actuación de so-corro cada vez que la vida choca contra al-guno de sus límites. Eso sería dimitir,renunciar a nuestra responsabilidad de serhumanos. Nuestra libertad debe empujar anuestra responsabilidad, y ser su sustento.No hay una sin la otra. Dios no puede hacerlo que quiera si el creyente hace lo que

quiere. Ha puesto límites a su poder: los lí-mites de la libertad humana.

Ya lo expresó así, de manera formidable, elfilósofo alemán Hans Jonas en el marco deuna conferencia dictada en Alemania en1984:

“Si Dios, de algún modo y hasta ciertopunto, debe ser comprensible, entonceses necesario que su bondad sea compa-tible con la existencia del mal, y eso sóloes posible si no es todopoderoso. Sóloasí podemos mantener que Dios es com-prensivo y bueno, a pesar del mal exis-tente en el mundo. Dios se mantiene ensilencio. Y yo me digo: si no interviene,no es porque no quiera hacerlo, sinoporque no puede hacerlo.”

“Propongo, por razones inspiradas en laexperiencia contemporánea de formadeterminante, la idea de un Dios que,por un tiempo —el tiempo que dura elproceso continuado del mundo— se hadespojado de todo poder de mezclarseen el decurso físico de las cosas de estemundo; de un Dios que, por tanto, res-ponde al choque de los acontecimientoshumanos contra su propio ser divino, nocon ‘mano fuerte y brazo extendido’,sino prosiguiendo sus objetivos no cum-plidos con un mutismo que entra hastalos huesos”.

Creer en Dios es una apuesta personal, exis-tencial, ya que no lo vemos. Intuimos quese hace presente de forma misteriosa paraanimar y consolar. Pero esta apuesta es tanradicalmente íntima que debería dotarnosde una extrema humildad a la hora de co-municarla...R

Juan Ramón Junqueras*

* Licenciado en Teología, especializado en medios de comunicación. Escritor.

N DIOS PRESENTE, PERO DE FORMAMISTERIOSA

https://www.facebook.com/juanramon.junqueras?hc_ref=NEWSFEED&fref=nf

Renovación nº 4064

Es una preocupación que se pierde enla noche de los tiempos de mi bio-grafía personal. Una preocupación

que en los últimos meses ha vuelto a ha-cerse palpable de una forma inusitada enel ejercicio de mi labor pastoral. Conversa-ciones con amigos y la lectura de algunostextos han logrado que mi preocupación setorne en ocupación a “full time”.

¿A qué me estoy refiriendo? A la necesidadde que las iglesias se abran al mundo mos-trando lo que ocurre en ellas entre bam-balinas. Como escribiera hace unos díasLarry Hollon, secretario general de comu-nicación de la Iglesia Metodista Unida, “enun momento en que el mundo anhelatransparencia y participación, la voluntadde la iglesia para abrir sus procedimientosy actuaciones a la sociedad a través de losmedios digitales es un signo de fortaleza ymadurez”, o ¿acaso las iglesias tienen algoque ocultar..?

Es curioso, por no decir paradójico, que loscristianos y cristianas regalen a sus amigosy conocidos los documentos internos de laprimera iglesia como un instrumento evan-gelizador -entendiendo que ello puedepropiciar el encuentro existencial con Jesúsde Nazaret- y por otra parte ocultemos losdocumentos internos de nuestra iglesiacontemporánea en aras del ¿buen testimo-nio?, siguiendo a la letra el dicho popularque reza, “los trapos sucios se lavan encasa”.

Lo digo, si cabe, más claro todavía. Cuandoponemos un Nuevo Testamento en lasmanos de nuestros amigos estamos ha-ciendo un ejercicio inconsciente de trans-parencia. Muchos “trapos sucios”aparecen en las cartas de los primeros dis-cípulos de Jesús. Son textos que no sólohablan de las virtudes de las primeras co-munidades cristianas, sino que tambiénexplicitan los conflictos internos de las mis-

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¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDOENTRE BAMBALINAS? UN EJERCICIO ECLESIAL DETRANSPARENCIA YHONESTIDADLUPA PROTESTANTE

Ignacio Simal Camps*

*Ignacio Simal es pastor de la Església Evangèlica de Catalunya - Iglesia Evangélica Española en la EsglésiaProtestant Betel - Sant Pau (Aragó, 51- Barcelona). Es Presidente de la asociación Ateneo Teológico. FundóLupa Protestante en el año 2005. Hasta el mes de julio del año 2012 fue su director. Presidente de la Mesade la Església Evangèlica de Catalunya , y Director de Comunicación de la Iglesia Evangélica Española (IEE).Es miembro de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, y del Fòrum Català de Teologia iAlliberament. También dirige la revista de la IEE, "Cristianismo Protestante".

Renovación nº 40 65

mas. Dicho de otra manera, estamos po-niendo en sus manos lo que ocurría detrásdel escenario eclesial en los primeros de-cenios de la existencia de la Iglesia.

Cualquier movimiento social, sindicato opartido político que tiene algo que ocultarno es de fiar, no es digno de que deposite-mos nuestra confianza en el mismo. Ennuestro caso particular, la exigencia nosviene impuesta por el mismo Jesús de Na-zaret cuando dijo, “nada hay oculto que nohaya de ser descubierto, ni escondido queno haya de ser conocido y de salir a la luz”(Mt. 10:26; Mc. 4:22; Lc. 8:17;12:2).

Personalmente no estoy interesado enpresentar una imagen idealizada de la Igle-sia actual, estaría mintiendo de forma des-carada. Y ese pecado es imperdonable enun mundo como el actual, anhelante de“transparencia y participación”. Cometerí-amos un pecado tan imperdonable comolo fue la actuación de Ananías y Safira(Hch. 5:1ss). La falta de transparenciahiere de muerte a todo proyecto eclesialpor muy bien planteado que esté de caraa la galería. Sin embargo, algo ha venidoen nuestra ayuda para promocionar la ho-nestidad y la transparencia de las iglesias,el mundo de las redes sociales. Hoy, másque en ninguna otra época, podemos decircon Jesús que no hay nada “escondido queno haya de ser conocido y salir a la luz”.

No debemos, ni podemos negar que en losespacios eclesiales existen luchas por elpoder, depuraciones e intereses espurios.De negarlo, estaríamos haciendo un malservicio al nuevo modelo de sociedad(reino de Dios) que anunció Jesús a travésde su prédica y su praxis.

El Evangelio nos exige transparencia total,sólo así es posible anunciar una nueva ma-nera de ser comunidad. Personalmente noestoy interesado en presentar una imagenfalseada de la realidad eclesial, no me lo

perdonaría, ni tampoco me lo perdonaríanmis contemporáneos. Nuestra agenda, enla medida de nuestras posibilidades, esoponernos cara a cara con las conductaspetrinas que fomentan la hipocresía ecle-sial (Gál. 2:11-14), y ello hacerlo “delantede todos”. Y digo oponernos no sólo a lasconductas ajenas, sino también a las pro-pias, y hacerlo con “luz y taquígrafos”.

Finalizo afirmando, en mi opinión falible,que debemos descorrer el velo que ocultael interior de la iglesia en un saludableejercicio de transparencia y honestidadexistencial e intelectual. Sólo así estare-mos capacitados para llevar a cabo la mi-sión que Dios nos ha encomendado. R

Espiritualidad

La falta de transparen-cia hiere de muerte atodo proyecto eclesialpor muy bien plante-ado que esté de cara ala galería. Sin embargo,algo ha venido en nues-tra ayuda para promo-cionar la honestidad yla transparencia de lasiglesias, el mundo delas redes sociales. Hoy,más que en ningunaotra época, podemosdecir con Jesús que nohay nada “escondidoque no haya de ser co-nocido y salir a la luz”.

Renovación nº 4066

Es ésta una exclamación que nace delas entrañas del corazón de la sula-mita cuando se movilizan los senti-

mientos más profundos, que habitan en losestratos más inaccesibles de su ser; cuandola actividad inconsciente de su alma revelalos anhelos más trascendentes que clamanpor una realización eterna con el ser amado.

Los místicos dicen que cuando te encuen-tras –anímicamente– en una situación de éx-tasis, te vivencias a ti mismo como viviendouna experiencia inefable difícil de verbalizaro de expresar en un lenguaje prosaico. Es elrecurso poético, quizá, el más adecuado paraque se manifiesten los contenidos que emer-gen de un corazón abierto a la esperanza.Hay una composición de una autora, místicapor excelencia, “Vivo sin vivir en mí”, quenos acerca a las realidades más trascendentesy trascendentales del alma enamorada delotro con el que estableces la comunicación yel diálogo, con el enfrente: dos seres unidosen uno, fundidos en el crisol del verdaderoamor que todo lo trasciende en la vivenciaeterna del tiempo indefinido. La autora de“Vivo sin vivir en mí” (Teresa de Jesús), se

inspiró en un texto de la carta de San Pabloa los Gálatas: “Con Cristo he sido junta-mente crucificado, y ya no vivo yo, más viveCristo en mi”. Y es que la experiencia másprofunda que puede experimentar un cre-yente está contenida en el verso de Teresa deÁvila “vivo sin vivir en mí”. Cuando la Pa-labra de Dios, el Verbo, llega a nuestra vida,la transforma y la traspasa. La experienciade la conversión no alcanza solo a nivelesyoicos de nuestra personalidad, sino que pe-netra en los estratos más profundos de lamisma.

Volviendo al estado onírico de la esposa, nosencontramos con una realidad de conscienciaanímica importante: tiene que dormirse paraque sienta el anhelo de que su amado vuelva.Si esta realidad la aplicásemos a la Iglesiacomo esposa de Cristo, ¿llegaríamos a laconclusión de que ésta tiene que estar dor-mida para que el anhelo de la parusía delSeñor se devenga? ¿Y no es esto una contra-dicción respecto a la segunda Venida deCristo? El apóstol Pablo en su 2ª carta a losTesalonicenses enseña que la esperanza de laparusía la Iglesia la vivía despierta. Los te-

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José M. González Campa*

* Licenciado en Medicina y Cirugía. Especialista en Psiquiatría Comunitaria. Psicoterapeuta. Especialista enalcoholismo y toxicomanías. Conferenciante de temas científicos, paracientíficos y teológicos, a nivel nacional einternacional. Teólogo y escritor evangélico.

EL SUEÑO DE LA SULAMITAUn estudio lingüístico-literario y una singular interpretación de El Cantar de los Cantares

# 12

COMENTARIO A CANTAR DE LOS CANTARES CAPÍTULO 11

“¡La voz de mi amado! He aquí él viene”(Cantar de los Cantares 2:8)

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salonicenses tenían ese deseo en su concien-cia, aunque algunos se aprovechasen de estaesperanzadora vivencia para no cumplir consus responsabilidades laborales y vivir,como parásitos, a costa de los demás. La es-peranza de la 2ª Venida del Señor se expre-saba con el término “maranatha”; estetérmino no quiere decir que en la actualidadel Señor Jesucristo se encuentra, en cuantoa la historia de la salvación, en una situaciónestática (sentado literalmente a la diestra deDios), sino todo lo contrario. El sentido másliteral y legítimo del término parusía, es“que el Señor está viniendo”. Es decir, la se-gunda venida o parusía es un proceso que sedeviene en el tiempo histórico y kairótico.No se trata de un momento, de un fiat, quesucede en un momento kairótico. Por consi-guiente, es legítimo y teológicamente co-rrecto, desear con ardor y vehemencia quese produzca la epifanía (literalmente: mani-festación) del Señor, porque la parusía ya seestá produciendo en el tiempo histórico quese está deviniendo cósmica y existencial-mente. Se trata, una vez más, de tener encuenta la genial sentencia hermenéutica delgran teólogo alemán Oscar Cullmann:“delYa pero todavía No”, de la culminación dela “Historia de la Salvación”, que nos abocaa “unos Cielos y una Tierra nueva en loscuales mora la Justicia”.

Y ahora, cuando hablamos de la segunda ve-nida de Cristo, ¿hablamos en un sentido no-ético ( gr=pensamiento, inteligencia), comode algo aprendido con nuestra capacidad in-telectual, o hablamos de un sentimiento? Elconocimiento de que el Señor está viniendopodemos tenerlo, ¿pero hemos introyectadoese conocimiento como deseo vehemente ennuestro corazón? Porque el sentimiento es loque verdaderamente importa. Del senti-miento que tengamos ante la parusía o epi-fanía dependerá nuestra manera de vivir. Sinuestra conducta tiene como infraestructuranuestros deseos epitúmicos (concupiscentes)conscientes (yoicos), se producirá una repre-sión del sentimiento que informa los deseosde que ocurra la segunda venida del Señor;si este deseo fue alguna vez consciente lo re-primiremos relegándolo a los estratos másprofundos –inconscientes– de la esfera denuestra intimidad. Solo cuando durmamospodrán ascender al campo de nuestra con-

ciencia onírica e invadir nuestro espacioyoico consciente: será entonces cuando de-searemos verdaderamente que el Señor semanifieste en su segunda venida para que al-cancemos una realización plena en El. Estaes una de las principales diferencias entre lasiglesias del primer siglo y las actuales: lasiglesias actuales –religiosas, aburguesadas yentrópicas– duermen pero ya no sueñan; ocuando despiertan, no recuerdan lo que hansoñado. Existe, también, la misma diferenciaentre la esposa de Cantares y la Iglesia actualcomo esposa de Cristo. Yo formo parte de laIglesia actual y, sinceramente, no creo quemientras dormimos nuestro corazón vele. Yano somos espectadores de nuestros conteni-dos más profundos y trascendentes.Tengo la convicción que estos contenidossoteriológicos (salvíficos) más trascenden-tes están férreamente reprimidos y adheridosa los más profundos estratos de nuestro co-razón. Si nosotros amamos de manera entra-ñable el sistema en el que vivimos inmersos,el deseo de la parusía estará reprimido y ex-pulsado del campo de nuestra conciencia.Cuanto más fuerte y profunda sea la repre-sión, el deseo de la segunda venida delSeñor, menos posibilidades tendrá de acce-der a los niveles más conscientes de nuestraestructura psíquica. Y es que el deseo de laparusía se opone a todas las aspiraciones denuestro yo, que son contrarias a la voluntadde Dios. La esposa de Cantares da la impre-sión que nada más dormirse soñaba; lo cualquiere decir que su deseo vehemente de lavenida del esposo se encontraba en instan-cias subconscientes muy superficiales y porconsiguiente con grandes posibilidades deacceder con facilidad a nuestros niveles yoi-cos más conscientes.

La represión de Dios o de su imagen es unarealidad que subyace en el corazón del an-tropos (ser humano). Ha sido descrita por elgran psicoanalista cristiano Viktor Franklcomo “La presencia ignorada de Dios”.Solo la conversión cristiana puede hacer queese Dios reprimido ascienda a nuestra con-ciencia y que su Espíritu inunde nuestro ser.Es esta experiencia pneumática la que posi-bilita nuestra relación vinculante y trascen-dente, tanto en estado consciente comoinconsciente, con el Ser Supremo. R

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Amenudo he podido comprobarcómo los conceptos de pecado, ira,castigo divino y afines provocan

posturas polarizadas bien sea ignorándoloso por el contrario incidiendo en ellos deuna manera desproporcionada. Es innega-ble que, si nos centramos en Jesús, su pre-dicación estuvo saturada de compasión, demisericordia y de esperanza. Pero, a la par,también sostuvo que aquellas personasque de alguna manera impedían y resistíaneste mensaje tendrían que sufrir seriasconsecuencias. En Jesús encontramostanto palabras de consuelo y ánimo comode reprobación y condena.

Para el Maestro de Galilea la situación delser humano era desesperada. Este estadoera por él entendido como proveniente delpecado y apuntaba a que el mismo no seencontraba en determinada institución o

estructura de gobierno sino en el mismocentro de la persona, en su corazón. De allíes que procedían los homicidios, los adul-terios, la mentira y todo el mal que rode-aba y corrompía cualquier sociedad. Elproblema del ser humano era el propio serhumano.

El Maestro no era un idealista, por el con-trario era tremendamente realista en su vi-sión de la vida. Negar que cualquierpropuesta de convivencia, de la índole quesea, finalmente se traducirá en el beneficiode unos pocos y en la explotación de otrosmuchos es vivir en otro planeta.

Esto, además, es tremendamente fácil decomprender ya que si se defiende el dere-cho de una persona automáticamentedebe denunciarse a aquella otra que pro-cura quitarle ese derecho. Jesús llamó aesta forma de actuar, del hombre para conel hombre, pecado. Es precisamente deeste pecado del que vino a liberarnos.

Como quiera que se entienda lo que nor-malmente se ha denominado “pecado ori-ginal” lo que este concepto nos quiere dara entender es que existe algo en nuestrointerior que, más tarde o más temprano,nos llevará a una acción moralmente con-denable. Este acto que tuvo su origen en

Alfonso P. Ranchal*

*Diplomado en Teología (Ceibi). Miembro de la Iglesia Betesda (Córdoba, España)

LUPA PROTESTANTE

Cuando Dios se castigó a símismo

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nuestro pensamiento provocará en otrapersona un daño que en muchas ocasio-nes puede ser evaluable pero que, enotras tantas, es tan profundo que no existeuna manera de medirlo debido a los estra-gos que produce. Esto en las Escrituras esconsiderado como una afrenta contra Diosmismo quien es en primera y última ins-tancia el Creador de todo lo existente y, enconcreto, del ser humano al que consideralo más digno de cuanto realizó con susmanos.

Ahora bien, como apuntaba al principio,los negacionistas de toda esta cosmovisióndeben o bien saltarse a propósito unaenorme cantidad de textos bíblicos o sen-cillamente explicarlos como parte de uncuerpo cultural profundamente religiosodel cual participaba Jesús y del que sehacía eco sus palabras. El gran escollo deesta posición es que aquellos que dicenser cristianos, e interpretan así la realidadescritural, dejan sin sentido y propósitoprecisamente la vida y mensaje de Jesús.Sin cruz y sin resurrección no existe uncristianismo auténtico.

En el otro extremo están aquellos que po-dríamos denominar legalistas y que decontinuo están hablando de juicio, conde-nación, infierno e ira divina. Ellos se ven así mismos como los defensores de la co-rrecta interpretación bíblica, como los au-ténticamente ortodoxos. Pero curiosa-mente, en este tema, ambos leen la Bibliade la misma forma. Se han quedado en elAntiguo Testamento con todo su sistemasacrificial de donde toman una determi-nada significación y llegan así al Nuevo yse la aplican.

Como consecuencia, el sacrificio de Jesúsen la cruz se presenta de la siguienteforma: el Padre estaba airado contra el serhumano pecador y así es que descargó sucastigo sobre Jesús. Si usamos el lenguajejurídico se trataría del juez, Dios Padre,que dará el veredicto de condena a nues-tra raza pero dicha condena es colocadasobre las espaldas de Cristo, es el reo, y así

él sufre esta pena en nuestro lugar. Por su-puesto se agrega que de esta manera laspersonas son declaradas justas o es ex-piado su pecado.

La imagen de un Dios que demanda san-gre, la muerte para aplacar su ira, o de laun juez que exige la condena eterna detoda la humanidad se desprende de la an-terior presentación. Unos la rechazan,

otras la defienden, pero ambos están le-yendo perfectamente bien el Antiguo Tes-tamento pero no así el Nuevo. De hecho,se trata de una desviación interpretativamotivada por una incomprensión de loque es la justicia en términos divinos. Asíse coloca el molde humano y en vez dedejar que sea precisamente la Biblia la quenos enseñe se le impone una estructuraajena a ella.

La redención logrado por Jesús no cons-taba de tres partes involucradas comoeran las personas por un lado, Jesús por

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El grito de Jesús en lacruz tiene sentido pre-cisamente en ese esta-llido de dolor queprocede de dentro, desu relación con Dios,esto es del Dios encar-nado con el Padre ce-lestial. Jesús es unhombre sufriente, porsupuesto, pero no es unhombre abandonado,es la realidad visible delo que estaba suce-diendo en Dios mismo.

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otro y finalmente el Padre. Únicamentehay dos: Dios y el ser humano. Y esto esclave para comprender el sorprendentegiro que la idea de expiación presenta elNuevo Testamento.

Cuando decimos que Dios castigó el pe-cado en la cruz estamos significando queDios se castigó a sí mismo y todos los be-neficios fueron para nosotros. No es ciertala imagen del Dios Padre que descarga suira sobre Jesús por llevar éste los pecados

de la humanidad. Lo que ocurrió es queDios descargó su ira sobre él mismo.¿Acaso no era Jesús la encarnación de ladeidad? Desde la más estricta ortodoxia,¿es Jesús Dios o no? Es por ello que rom-per la deidad en un Padre airado por el pe-cado y un Jesús que asume esa ira es undespropósito. En la cruz Dios, en su seno,está sufrimiento toda la maldad y el des-precio de la humanidad. No es un Dios an-helante de sangre que se satisface con supropio Hijo con el derramamiento de lamisma. Se trata de un Dios en profundaagonía porque entiende que el único ca-mino es la encarnación y la pasión[1]. Get-semaní presenta a Jesús en una profunda

depresión ante el destino que ve acer-carse. Como ser humano está hundido aní-micamente pero, ¿no es esto también unaventana abierta que nos permite accedery comprender el estado emocional de Diosmismo?

Dice Jack V. Rozell:

“¿Sabía usted que el cristianismo es laúnica religión en todo el mundo quetiene un Dios que se preocupa lo sufi-ciente para convertirse en hombre ymorir de dolor y sufrimiento hu-mano?”[2].

Toda la angustia de esta situación, Dioscargando sobre sí el pecado y su profundodesagrado por el mismo, se lleva a cabodentro de la deidad. El ser humano única-mente recibe los beneficios y así es lim-piado, aceptado, redimido.

El grito de Jesús en la cruz tiene sentidoprecisamente en ese estallido de dolor queprocede de dentro, de su relación conDios, esto es del Dios encarnado con elPadre celestial. Jesús es un hombre su-friente, por supuesto, pero no es un hom-bre abandonado, es la realidad visible delo que estaba sucediendo en Dios mismo.

Jesús nos sustituyó y su muerte se debió ala traición, la incomprensión, los celos, laenvidia… Fue él el que cargó la maldad, eldolor, la desesperación de la raza humana.Repito, en todo esto no hay tres partes,sólo dos. Así es la justicia divina, tan dis-tinta de la nuestra. En palabras de DonaldMacLeod:

“Jesús y el Padre eran uno (Juan 10:30)[…] Sobre el Calvario, Yahvé condena alpecado. Lo maldice. Lo saca fuera (He-

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[1] “Grasset, Paris 1978, nos aconseja que no ha-gamos de la muerte de Jesús una especie de auto-inmolación morbosa. Jesús acepta morir paradenunciar la violencia que reina entre los hombrese intenta ponerle fin”. Nota 12 al pie de página enA. MARCHADOUR, Muerte y vida en la biblia (Este-lla, Editorial Verbo Divino, 1987) 49.[2] JACK V. ROZELL, Asesoría Cristiana (Missouri,Global University, 2003) 300.

Jesús nos sustituyó y sumuerte se debió a latraición, la incompren-sión, los celos, la envi-dia… Fue él el que cargóla maldad, el dolor, ladesesperación de laraza humana. Repito,en todo esto no haytres partes, sólo dos.Así es la justicia divina,tan distinta de la nues-tra.

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breos 13:12). Sin embargo, de igualmanera, lo soporta. Se lo imputa a Símismo. Recibe la paga. Se convierte ensu propiciación. Se convierte en el res-cate del pecador. Se convierte hasta enel abogado del pecador: Dios con nos-otros. Ciertamente no podemos igno-rar ni opacar la distinción entre DiosPadre y Dios Hijo. De la misma manera,sin embargo, tenemos que evitar elmás grave peligro de considerar alPadre y al Hijo como seres diferentes.En último análisis, Dios expresa suamor por nosotros sin poner a otro asufrir en nuestro lugar, sino tomando élmismo nuestro lugar. Asume todo elcosto de nuestro perdón en sí mismo,extrayéndolo de sí mismo. Demanda elrescate. Provee el rescate. Se convierteen el rescate. Ese es el amor”.[3]

En la misma línea dice John Stott:

“Quienes comienzan de este modo seexponen a llegar a conclusiones seria-mente distorsionadas de la expiación yde este modo desacreditan la doctrinade la sustitución. Algunos consideranque la iniciativa fue de Cristo, y otros,de Dios. En el primer caso, sostienenque Cristo intervino con el propósito depacificar a un Dios airado y de arreba-tarle una salvación entregada de malgrado. En el otro, la intervención se leatribuye a Dios, quien procede a casti-gar al inocente Jesús en lugar de nos-otros los pecadores culpables quemerecíamos el castigo.

En ambos casos se los separa a Dios ya Cristo entre sí: Cristo persuade a Dioso Dios castiga a Cristo. Lo que tienen encomún estas interpretaciones es queambas denigran al Padre. Una lo mues-tra reacio a sufrir él mismo y por esoelige como víctima a Cristo. La otra lomuestra reacio a perdonar, y es Cristoquien lo convence a hacerlo. Dios apa-

rece en las dos alternativas como unogro despiadado cuya ira tiene que seraplacada o cuya inercia tiene que servencida, por medio del amoroso auto-sacrifico de Jesús.

Estas son interpretaciones groseras dela cruz. Sin embargo, siguen presentesen algunas de nuestras ilustracionesevangélicas.[…]Por lo tanto no debemos decir que Dioscastigó a Jesús o que Jesús persuadió aDios. Hacerlo equivale a contraponer-los entre sí como si hubieran actuadoen forma independiente o hubiese ha-bido algún conflicto entre ellos. No de-bemos convertir a Cristo en objeto delcastigo de Dios o a Dios en objeto de lapersuasión de Cristo. Tanto Dios comoCristo fueron sujeto y no objetos, y to-maron conjuntamente la iniciativa desalvar a los pecadores.”[4]

Ya traté en su momento todo este asuntodesde otra perspectiva y que aquí seríacomplementaria[5]. Debido a esta idea tanerrada de confrontar a Jesús y a Dios esque se llega incluso a no comprender lamisma cruz de Cristo. Y es que, sin duda,es el amor de Dios encarnado en Jesús laclave para entender toda la revelación di-vina.

“Porque era Dios el que reconciliaba con-sigo al mundo en Cristo, sin tener encuenta los pecados de los hombres…” (2Corintios 5:19). R

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[3] Citado en C. J. H. WRIGHT, El Dios que no en-tiendo (Miami, Editorial Vida, 2010) 150 [5] http://www.lupaprotestante.com/blog/el-es-

candalo-de-la-cruz/

Toda la angustia de esta situación, Dioscargando sobre sí el pecado y su pro-

fundo desagrado por el mismo, se lleva acabo dentro de la deidad. El ser humanoúnicamente recibe los beneficios y así es

limpiado, aceptado, redimido.

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No se si ustedes recuerden en susdías de la infancia que el Pato Do-nald tenía tres sobrinos que perte-

necían a un club de exploradores llamadoel Club de los Castores. Pues bien, era muyinteresante porque dicho club había elabo-rado un Manual para los miembros del cluben donde venían las soluciones a todos losposibles problemas que surgieran en las ac-tividades de los miembros.

A mí me hacía gracia que siempre que te-nían una duda o se enfrentaban a un pro-blema Hugo, Paco y Luis inmediatamenteconsultaban su Manual porque sabían queahí se encontraba la solución exacta al pro-blema o situación que encontraban. Yo pen-

saba que sería bueno que existiese en elmundo un Manual mágico como ese endonde todas las posibles interrogantes quevinieran a mi vida estuvieran registradasahí con su solución exacta.

Pero, por supuesto el Manual únicamenterefleja el deseo infantil de que en un libroestuvieran todas las respuestas y solucionesa los problemas de la vida o a situacionesdifíciles que llegaran a desafiarnos. Algoasí como la creencia en una hada madrinao en un genio sacado de una lámpara. Pero,por razón lógica tal libro no puede existiry de hacerlo sería una serie de volúmenesque ocuparían un salón de inmensas di-mensiones pues imagínense la cantidad deproblemas y situaciones que tenemos todosy cada uno de los habitantes de este mundo.

Bueno, pues esto viene a colación porquecuando he mencionado alguna respuesta asituaciones de la vida que son complicadasy hago uso de mi razonamiento para dar larespuesta a ellas no falta quien inmediata-mente me diga: “¿Y dónde está eso en laBiblia?” Es decir que para muchos cristia-nos la Biblia es exactamente igual al Ma-nual de los Castores fruto de laimaginación de Disney. Esta clase de cris-tianos desean que todos y cada uno de losproblemas que pueden emerger en todos

https://www.facebook.com/msonoramacias?fref=nf

¿Y ESO EN DÓNDESE ENCUENTRA ENLA BIBLIA? Manuel Sonora*

* Sacerdote anglicano jubilado, párroco de la Iglesia de San Marcos en Guadalajara (México) desde 2003hasta 2012. Ha sido por muchos años profesor del Seminario de San Andrés en la Ciudad de México yfundador del Seminario Diocesano de San Andrés en Guadalajara. Su especialidad es la Homilética y laLiturgia así como la Identidad Anglicana. Socio de la Fundación Carpe Diem Interfe desde su inicio.

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los ámbitos de la religión y de la vida tengasu respuesta exacta y completa en uno ovarios versículos de la Biblia.

En varias ocasiones al salir del templo seacercó a mí un visitante “cristiano” quenunca falta y me decía. “No me gustó supredicación hermano, usted mencionó solodos versículos de la Biblia en todo su ser-món.” A lo que yo le respondía: “¿Perousted puso atención a lo que yo dije? Todomi sermón se basó en lo que la Biblia esta-blece en general no en un solo versículo.”Pero siempre insistía diciendo: “Si, perousted debería mencionar más todavía de laPalabra de Dios.”

Y es que no todas a nuestras interrogantesde la índole que sea tienen su exacta res-puesta en un versículo explícito de la Bi-blia. Más bien la respuesta se encuentra enel espíritu de la Escritura centrada en lasenseñanzas de Cristo. La Biblia solo tieneun esquema general de la revelación divinapara que nosotros usando nuestro sentidocomún podamos dar respuestas basados noen un versículo dado sino en la enseñanzageneral del evangelio.

Y lo que estas personas no han entendidoes que aún muchas de sus creencias no tie-nen respaldo en un versículo bíblico. Porejemplo. No hay ni un solo versículo en laBiblia que mencione la palabra “Trinidad”,sin embargo este es uno de los dogmas cen-trales de la Iglesia Universal. Tampocoexiste un versículo en donde claramenteJesús diga: “Yo soy Dios”. Pero sabemosque hay textos que lo dan por sentado y nonecesitamos que un versículo lo diga asíclaramente para poder creer en la divinidadde Cristo y así hay muchos ejemplos en lasEscrituras.

¿Por qué estos “cristianos” quieren quetodo tenga una respuesta en un versículobíblico a fuerzas?Pues sencillamente porque no quieren pen-sar. No están dispuestos a indagar, a dedu-cir, a estudiar, sino quieren que la Bibliasea un libro mágico en donde como el Ma-nual de los Castores podamos encontrar

todas las respuestas a nuestras interrogan-tes. Y así lo enseñan. Yo he oído y leído enpublicaciones “cristianas” que “Todo estáen la Biblia” y no hay por qué andar bus-cando respuestas en otros lugares. Pero porsupuesto esto es una gran mentira. No todoestá en la Biblia. Hay miles de cosas quese desprenden de la enseñanza evangélica,pero que no están registradas textualmenteen la Biblia.

Hay muchas situaciones de la vida contem-poránea que nunca fueron contempladaspor los escritores de la Biblia. Ellos nadasupieron el aborto legal, del divorcio nece-sario, de la eutanasia, de los trasplantes deórganos ni de la donación de los mismos,de la fecundación “in vitro”, de la igualdadde la mujer, de los viajes espaciales y susconsecuencias, del calentamiento global,del matrimonio igualitario y miles de situa-ciones más que se pueden responder a laluz de los principios del evangelio pero queno están contenidos explícitamente en unoo varios pasajes de la Biblia.

Aún en las doctrinas, organización y go-bierno de la iglesia hay muchos huecos sinllenar. El Libro de los Hechos y las CartasApostólicas nos dan un ligero bosquejo dela organización, liturgia, doctrinas, etc. dela iglesia. Pero para poder entender esto ne-cesitamos echar mano de los escritos de esaépoca y tiempos posteriores que nos dicencómo se fue desarrollando lo que ahora co-nocemos como la Iglesia. El estudio de laPatrología es indispensable para sabercómo era la iglesia de los primeros siglos,en qué creían estos cristianos y cómo go-bernaban la misma y que ritos y ceremo-nias practicaban.

Creo que es tiempo de comenzar a dejar depensar en la Biblia como un libro mágicocon todas las respuestas a nuestras interro-gantes y ser conscientes de lo que alguiendijo por ahí. “Ni toda la Biblia es la Palabrade Dios, ni toda la Palabra de Dios está enla Biblia.” R

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Las comunidades cristianas de las primerasdécadas esperaban el regreso de Cristo ensu propia generación (2Tes. 2:1-12); elorden social en el que vivían, pues, era tran-sitorio para ellos. De ahí que, por la premurade ese “regreso”, incluso casar a los hijos odejarlos solteros daba igual (1 Cor. 7). La se-gunda generación de cristianos, no obstante,se dio cuenta que dicho “regreso” iba paralargo (hoy, ya han pasado dos milenios). Asíque los líderes cristianos tuvieron que actua-lizar el mensaje: “Mas, oh amados, no ig-noréis esto: que para el Señor un día escomo mil años, y mil años como un día”(2Ped. 3:8 sig.). Puesto que la espera iba aser larga, no les quedaba otra alternativa queaceptar el orden social mundano de la épocay hacerse un hueco institucional en la socie-dad greco-romana.

Así que la “entusiasta” primera generaciónde cristianos, imbuida del mensaje “contra-cultural” y “subversivo” de Jesús de Naza-ret, había tocado techo a la primera decambio. Por el alto precio que tendrían que

pagar –de seguir en aquel inicial entu-siasmo–, sus líderes posteriores no soloaceptaron el orden social mundano (la tutelade la mujer, la esclavitud, el uso delvelo...), sino que lo argumentaron conun fundamento religioso, sagrado… ¡comosi viniera de parte de Dios mismo! Creíanademás que las autoridades civiles eranpuestas por Dios mismo (Romanos 13:1-4).

La brecha abierta entre el Jesús de los Evan-gelios (personaje creado en parte desde la fecristológica de la comunidad) y la Iglesia dela segunda generación es significativa comovemos en los siglos posteriores. En efecto,cuando centramos la atención en el “reinadode Dios” que predicó Jesús y lo compara-mos con el kerigma que la Iglesia de finalesdel primer siglo fue definiendo percibimosuna importante diferencia.

1. El ministerio de Jesús

Jesús anduvo predicando el “reinado deDios” por las zonas rurales de Galilea. Este“reinado de Dios”, según una fuente antigua

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Emilio Lospitao

LA BIBLIA ENTRE LÍNEASUn prólogo a la hermenéutica

#7

Jesús, las teologizaciones y el nuevoorden social

(El reinado de Dios)

DE JESÚS A LA IGLESIA

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que usa el autor del libro de los Hechos, pa-rece consistir en “hacer el bien y sanar a losoprimidos por el diablo” (Hechos 10:38).Jesús había dicho que “si por el dedo deDios echo yo fuera los demonios, cierta-mente el reino de Dios ha llegado a vosotros.”(Lucas 11:20). En la época del NT todo malse atribuía a las fuerzas demoniacas, así quela liberación empezaba por doblegar a lasfuerzas del mal. Gran parte de las sanacio-nes relatadas en los Evangelios tienen quever con esta liberación. El evangelista Mar-cos, después de afirmar en su introducción:“Principio del Evangelio de Jesucristo” (osea, comienzo del ministerio de Jesús), re-lata cómo Jesús se entregó por entero a aten-der a las personas, sanándolas, cuidándolas(Mar. 1-3), porque en eso consistía la“buena noticia” (evangelio) del reino. Delos primeros movimientos de los discípulosse dice lo mismo: “... sacaban los enfermosa las calles, y los ponían en camas y lechos,para que al pasar Pedro, a lo menos su som-bra cayese sobre alguno de ellos. Y aun delas ciudades vecinas muchos venían a Jeru-salén, trayendo enfermos y atormentados deespíritus inmundos; y todos eran sanados.”(Hechos 5:12-16).

Los milagros de sanación, los exorcismos,tanto en los Evangelios como en los Hechos,tienen una significación simbólica de “res-tauración” y de “liberación” y hemos de en-tenderlo en el contexto mistérico de aquellaépoca. Etimológicamente “salvar” es sinó-nimo de “sanar” y viceversa. Las “buenasnuevas” (evangelio) de Jesús redime(salva/sana) de la alienación, de la frustra-ción y de la miseria en la que se encuentrael ser humano, física o moral, aquí y ahora. Además, el “reinado de Dios” que Jesús pre-dicaba, históricamente, también liberaba dela perniciosa homogeneización y alienacióna la que suele llegar cualquier religión ins-titucionalizada, como era la práctica reli-giosa israelita de aquella época. Hoyninguna iglesia permitiría que alguien cues-tione la “fe” que en ella se enseña, pero esto

fue precisamente lo que hizo Jesús de Na-zaret: cuestionar todo el sistema sacrificialdel templo: “Oídme todos, y entended: Nadahay fuera del hombre que entre en él, que lepueda contaminar; pero lo que sale de él,eso es lo que contamina al hombre” (Mar.7:14-15). De ahí que, en los Evangelios,siempre vemos a Jesús en dialéctica conti-nua con los escribas y los fariseos, bien seaporque Jesús sanaba en sábado (Marcos 3:1-6), bien porque compartía mesa con los “pe-cadores” (Lucas 15:1-2), bien porquerevisaba la misma Ley de Moisés (Sermóndel monte).

2. El ministerio de la Iglesia

El ministerio del cristianismo posterior de-rivó hacia una “fe” soteriológica basada enla experiencia del “Cristo resucitado”. El“reinado de Dios” que predicó Jesús quedórelegado a un segundo plano, y se convirtióen “un más allá” (el cielo) que se alcanzabamediante la “salvación del alma”… Habíanacido el Cristianismo.

Cotejando el mensaje del “reinado de Dios”que predicaba Jesús con lo que llegó a serdespués la Iglesia, no es de extrañar que Al-fred Loisy, teólogo católico, acuñara lafrase: “Jesús anunció el Reino de Dios, ylo que vino fue la Iglesia”. Claro, Loisy eraun teólogo católico “modernista” de princi-pios del siglo XX, y por ello fue excomul-gado. Todo parece indicar que la verdadcamina casi siempre por los márgenes de lahomogeneización que la ortodoxia –cual-quier ortodoxia– implanta. Jesús de Nazaret,con su mensaje del “reinado de Dios”, elcual nunca definió de manera explícita(siempre habló de él por medio de parábo-las), señaló un sistema político, social y re-ligioso agotado, injusto y deshumanizado.Por eso los líderes religiosos y políticos lepersiguieron, le prendieron, le juzgaron y ledieron muerte.

El “reinado de Dios” que Jesús predicaba

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era históricamente una utopía (JosephKlausner, 2006), pero precisamente las uto-pías son las que transforman el mundo.Jesús dijo que: “[el reino de Dios] es seme-jante al grano de mostaza, que un hombretomó y sembró en su huerto; y creció, y sehizo árbol grande, y las aves del cielo ani-daron en sus ramas” (Lucas 13:18-19).¡Jesús y su mensaje fue esa semilla! LaIglesia del siglo XXI debe volver a sus orí-genes, al mensaje del “reinado de Dios” quepredicó Jesús. El Nazareno fue la antípodade toda religión deshumanizadora. Por esoJesús no pudo haber fundado ninguna reli-gión. Siguiendo a Loisy, la Iglesia vino des-pués.

Un aspecto social, político y religioso, quedistingue al ser humano es el de la pertenen-cia. Las personas parece que necesitamossentirnos vinculados a un grupo, pertenecera un rango, estatus, familia, nación... Estesentido de pertenencia era –y es– esencial ypeculiar en el pueblo judío. Este sentir es-taba relacionado directamente con la perte-nencia al “pueblo elegido”, y, a la vez, conel Reino de Dios histórico que el pueblojudío esperaba –y espera– en la persona delMesías.

El judío se distinguía –y se distingue– delque no lo es por cuatro elementos institucio-nalizados esenciales de la vida. Estos ele-mentos de pertenencia lo constituyen:

a) La genealogía,b) La observancia del sábado, c) La circuncisión y d) La pureza dietética.

Pues bien, Jesús cuestionó las cuatro insti-tuciones de pertenencia judías:

a) Dios podía levantar hijos de Abrahamaun de las piedras (Lucas 3:89), es decir,de fuera del pueblo judío: los gentiles;

b) El sábado había sido instituido para el

hombre, no el hombre para el sábado(Marcos 2:27), luego observarlo o no de-penderá de las prioridades;

c) El apóstol de los gentiles afirmará des-pués que la verdadera circuncisión no esla de la carne, sino la del corazón (Ro-manos 2:28-29), en relación con el puntosiguiente;

d) Lo que hace impura a una persona noes lo que ingiere por la boca, sino lo quesale del corazón (Marcos 7:15-23).

Fue este sistemático cuestionamiento quehizo Jesús, provocando con ello a las auto-ridades religiosas y políticas, lo que le con-vertiría en “persona non grata” y odiadahasta la muerte. Todo lo demás fue solo unpretexto para quitárselo de encima.

Históricamente, Jesús fue ajusticiado porsubversivo y heterodoxo según las leyes po-líticas de Roma y las leyes religiosas judías.El título que los romanos clavaron sobre elmadero de suplicio, obligatorio además, eraexplícito: “Rey de los judíos”. Roma casti-gaba con la crucifixión a toda persona sub-versiva. Y aunque fuera solo un pretexto, loslíderes religiosos judíos vieron suficientedelito el que Jesús se identificara con “ElHijo del Hombre” (un título mesiánicosegún algunos doctos). Pero la auténtica yúnica subversión de Jesús iba implícita en el“reinado de Dios” que predicaba, que era“profano”: tenía que ver esencialmente conuna nueva filosofía de vida que abarcaba losocial, lo político y lo religioso. El compro-miso con esta nueva filosofía de vida esta-blecía en sí mismo dicho “reinado de Dios”,por muy utópico que fuera. “El reino de Diosestá entre vosotros” (Lucas 17:21), decía Jesúsa las gentes; es decir, no era algo externo quedebían esperar, porque estaba en sus mentes,en sus corazones y en su voluntad de elegir.La aceptación de ese compromiso por partede las gentes las situaba sin más en el“Reino de Dios”, venían a pertenecer adicho Reino. Dicho de otra manera: El “rei-

JESÚS Y LA PERTENENCIA

Espiritualidad

Renovación nº 40 77

nado de Dios” se hace una realidad cuandolas gentes lo asumen y viven de acuerdo ala filosofía de vida de dicho reino. ¡Y estono tenía nada que ver con ningún nuevo sis-tema religioso! Por eso Dios podía levantar“hijos de Abraham aun debajo de las pie-dras”, es decir, de entre los gentiles. (Mateo3:9). Y solo quienes lo asumen pertenecen adicho “Reino”, sin firmas, sin contratos, sinrituales, sin certificados de ningún tipo…

Como la Iglesia gentil fue distanciándosedel judaísmo y de la ley judía, incluso delmovimiento judeocristiano palestino primi-tivo (Jean-Pierre Lémonon, CB 135), buscósu identidad y su sentido de pertenencia me-diante la teologización negativa de dos con-ceptos relacionados:

a) “Los del mundo” (Sant. 4:4; 1 Juan4:5; etc.) y b) “Los de afuera” (Efe. 2:2; Col. 4:5;etc.)

Esta simbiosis de pertenencia venía refor-zada con dos instituciones ritualistas; la pri-mera, de iniciación; la segunda, como signode pertenencia:

a) El bautismo yb) La Santa Cena (Eucaristía)

Con aquellos dos conceptos y estas dos ins-tituciones, la Iglesia selló su marca de iden-tidad. Es decir, se alejó de las leyesceremoniales de la Ley de Moisés que te-nían el mismo objetivo en el judaísmo: crearfronteras entre el pueblo elegido (ahora laiglesia) y el resto del mundo, los gentiles.

Pero Jesús, con su actitud y sus enseñanzas(¡el reinado de Dios!), al relativizar aquellasinstituciones (la genealogía, el sábado, lacircuncisión y los alimentos puros), disolviólas fronteras simbólicas creadas por dichasinstituciones, que separaban y discrimina-

ban a las personas. Por causa de esas fron-teras simbólicas y teologizadas, muchas per-sonas eran excluidas del sistema religioso ymarginadas de la sociedad: ciertos enfer-mos, los mutilados, los publicanos, los pe-cadores (los que no observaban las normasde pureza según la ley), las prostitutas y, porsupuesto, los gentiles.

Jesús nunca dijo o hizo nada que distin-guiera a las personas por razón de sexo, con-dición social, prácticas religiosas, profesión,moralidad o integridad física. Jesús “des-teologizó” lo que el sistema religiosohabía formalizado e implantado a lo largode los siglos. Lo curioso es que muchas deaquellas formalidades e implantaciones te-nían su razón de ser en la propia Ley deMoisés (el sábado, las purificaciones, etc.).Jesús anuló todas las fronteras simbólicasque clasificaban y discriminaban a las per-sonas. Compartir mesa (que era –y es– sa-grado en el judaísmo) con los excluidos(“los del mundo”) era una metáfora de lagratuidad amorosa del Padre que hacía salirel sol y mandaba la lluvia tanto para puroscomo para impuros (Mateo 5:45). ¡Y estaera la “buena noticia” del “reinado deDios”! Hoy Jesús no hablaría de “los delmundo” ni de “los de afuera”, como hace-mos en la mayoría, por no decir todas, lasiglesias evangélicas (también en las Iglesiasde Cristo del Movimiento de Restauración).Hoy Jesús estaría, como estuvo, compar-tiendo mesa con ellos. La Iglesia, por moti-vos diversos, cayó en la trampa que habíacaído el judaísmo originando fronterasentre “puros” e “impuros”, los de “adentro”(de la iglesia) y los de “afuera” (de la igle-sia).

Jesús, al juntarse y compartir mesa con losmutilados, los publicanos, los pecadores,las prostitutas, los gentiles…, estaba cues-tionando el lenguaje del sistema religioso:“puros” e “impuros” y la exclusión que

JESÚS Y “LOS DE AFUERA”(“los del mundo”)

JESÚS, LO SAGRADO Y LO PROFANO

Espiritualidad

Renovación nº 4078

dicho lenguaje originaba; por ello “los es-cribas murmuraban, diciendo: Este a los pe-cadores recibe, y con ellos come” (Lucas15:1-2); es decir, Jesús se encontraba en unestado continuado de impureza según lasnormas religiosas establecidas sin recurrir alas purificaciones que ofrecía el sistema re-ligioso. Jesús, como buen galileo, estaba enel templo el tiempo justo, y no se dice queél ofreciera sacrificio alguno.

Después de algunos años, este fue el descu-brimiento que hizo el apóstol Pedro cuandofue impelido a visitar a un “impuro” centu-rión romano: “Vosotros sabéis cuán abomi-nable es para un varón judío juntarse oacercarse a un extranjero; pero a mí me hamostrado Dios que a ningún hombre llamecomún o inmundo” (Hechos 10:28); o sea,que no llame a ningún hombre o mujer “delmundo”, o de “afuera”: “Lo que Dios limpió,no lo llames tú común” (Hechos 10:15).

El sistema religioso –de cualquier religión–se fundamenta en la pertenencia y la exclu-sión. Distingue entre los que están “aden-tro” y los que están “afuera” del grupo.Parece ser que ninguna organización hu-mana, sea religiosa o laica, está a salvo deesta dinámica. Quizás por ello el “reinadode Dios” que predicaba Jesús era en símismo “subversivo”, porque rompía esaperversa dinámica; y por eso había que“nacer de nuevo” (cambiar de mente) para“entrar –pertenecer– a dicho reino”. Este“nacer de nuevo” no tiene nada que ver conalguna experiencia religiosa, sino con unamanera distinta de ver y vivir la vida: esesencialmente existencialista y mundano. Elrelato de Zaqueo –sea histórico o no– es unailustración de la naturaleza y el alcance del“nuevo nacimiento” (Lucas 19:1-10). Cual-quier “conversión” (metanoia-cambio) queno lleve al individuo a una nueva filosofíade vida, no será conversión, al menos con elsentido que requiere el “reinado de Dios”que Jesús enseñaba. No hay otra manera de“entrar” en dicho Reino sino mediante dicha“conversión”.

En las cartas primeras (y originales) dePablo se percibe este espíritu subversivo deun nuevo orden social y político, plasmadoen esta declaración: “Ya no hay judío nigriego; no hay esclavo ni libre; no hayvarón ni mujer; porque todos vosotros soisuno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Escri-biendo a la iglesia de Colosas el autor insisteen este mismo tema: “donde no hay griegoni judío, circuncisión ni incircuncisión, bár-baro ni escita, siervo ni libre, sino queCristo es el todo, y en todos” (Colosenses3:11). Teniendo en cuenta el orden social dela época, con su jerarquización familiar:varón-mujer-hijo-esclavo (además delétnico: judío-gentil), la proposición de estostextos resultaban sumamente provocativos einsultantes para el orden social establecido.Por eso, debido a esta provocación, y porqueno les llevaba a ninguna parte, el cristia-nismo de la segunda generación (los autoresde las Pastorales) echan marcha atrás y cen-suran el entusiasmo de las primeras comu-nidades a las que se dirigió Pablo, yespecialmente en cuanto al papel de la mujeren la casa y en la iglesia (que tenía su sedeen la casa): “Las casadas estén sujetas a suspropios maridos, como al Señor; porque elmarido es cabeza de la mujer, así comoCristo es cabeza de la iglesia, la cual es sucuerpo, y él es su Salvador. Así que, comola iglesia está sujeta a Cristo, así tambiénlas casadas lo estén a sus maridos entodo”... “La mujer aprenda en silencio, contoda sujeción. Porque no permito a la mujerenseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre,sino estar en silencio.” (Efesios 5:22-24;1Tim. 2:11-12).[1] Sobre estos textos suge-rimos la lectura del capítulo anterior en Re-novación nº 38: “Teologización del ordenpolítico-social”.

[1] El texto de 1 Corintios 14:34 sig. es poco pro-bable que pertenezca a esta carta de Pablo, toda vezque está en contradicción con la carta misma, queinsta a la mujer a hablar y a profetizar (11:5). Nosería la única glosa en las cartas del Apóstol.

JESÚS, EL NUEVO ORDEN SOCIAL Y LAIGLESIA

Espiritualidad

Renovación nº 40 79

La declaración de intenciones de Gálatas yColosenses citada más arriba se hace en elcontexto de las comunidades cristianas, noporque estas fueran “células religiosas”, sinoporque encarnan un orden social distinto, di-ferente al establecido en aquella sociedad. Elcristianismo primitivo era subversivo, no poralgún tipo de categoría moralista –que tam-bién–, sino por los ideales comunitariosque promulgaba como parte constitutiva delas “buenas nuevas” según el “reinado deDios” que Jesús había predicado. El autor delos Hechos de los Apóstoles describe conañoranza cómo eran las primeras comunida-des en Jerusalén: “Y la multitud de los quehabían creído era de un corazón y un alma;y ninguno decía ser suyo propio nada de loque poseía, sino que tenían todas las cosasen común” (Hechos 4:32-35). No es extrañoque, cuando los misioneros llegaban a algúnlugar, dijeran de ellos: “Estos que trastornanel mundo entero también han venido acá”(Hechos 17:6).

Parece ser que lo que empezó como una co-munidad basada en la fraternidad y en elágape, progresivamente fue adquiriendo unanaturaleza más religiosa, ritualista y clasista.Este tipo de metamorfosis no se produjo deun día para otro, ni siquiera en unas décadas,ocurrió en el transcurso de los tres primerossiglos. En el siglo IV la Iglesia ya había al-canzado poder, estatus social y político,cuenta con una poderosa estructura clerical,ha dejado atrás, y ha derrotado con su men-saje antijudío, al movimiento judeocristianoprimitivo que había dirigido Santiago en Je-rusalén (Conf. Hechos 15:13 sig.; Gál. 2:11-12; etc.).

1. El reino de Dios ha llegado a vosotros

El “reino de Dios” se hizo presente en lapersona y la vida de Jesús de Nazaret: “Eltiempo se ha cumplido, y el reino de Dios seha acercado... creed en el evangelio” (Mr

1:15). La afirmación de Jesús: “si por eldedo de Dios echo yo fuera los demonios,ciertamente el reino de Dios ha llegado avosotros” (Luc. 11:20), era una forma de re-mitirse a su ministerio, a su forma de hacer,de vivir y de enseñar; es decir, la praxis del“reinado de Dios” se manifiesta en su di-mensión absolutamente mundana (para estemundo). ¡La “buena noticia” del reino deDios era Jesús mismo y su estilo de vida!Pero dicho “reino”, expresado en el estilo devida de Jesús, chocaba con los prejuicios ylos intereses de la época en todos los esta-mentos: familiar, social, económico y reli-gioso.

2. El reinado de Dios que Jesús predicabaera subversivo

Llamamos aquí subversión al comporta-miento y al mensaje de Jesús, que desesta-bilizaba el sistema opresor y alienanteinstituido en la sociedad de su época tantoen lo social, como en lo político y en lo re-ligioso. Y esta subversión del “reino deDios” que Jesús predicaba la percibimos porla forma en que reaccionaron los sectoresmás representativos de la sociedad israelita,incluida la misma familia de Jesús, quepensó que estaba loco. Así pues, Jesús fue:

a) Un quebradero de cabeza para lossuyos: “Cuando lo oyeron los suyos, vi-nieron para prenderle; porque decían:Está fuera de sí” (Marcos 3:21).

b) Un reto para las gentes del vulgo:“¿Eres tú el que había de venir?”, pre-guntaban algunos; “Demonio tiene, yestá fuera de sí, ¿por qué le oís?”, decíanotros; “¿Puede acaso el demonio abrirlos ojos de los ciegos?”, argüían losdemás (Luc. 7:19; Jn 10:20-21);

c) Una provocación para los líderes re-ligiosos: “Este hombre no procede deDios, porque no guarda el día de reposo”(Jn. 9:16);

d) Un desafío para el poder político:“Aquel mismo día llegaron unos fari-seos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, por-que Herodes te quiere matar” (Lucas13:31)

JESÚS Y LA PRAXIS DEL REINO DE DIOS

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Renovación nº 4080

3. Subversión hacia el honor

Lo que más preocupa a las personas, entodas las culturas, es la imagen que ofrecende puertas para afuera, ante las gentes, por-que tiene que ver con el honor. Es decir, lacausa de que “los suyos” pensaran que Jesús“había perdido el juicio” (Marcos 3:21) te-nemos que buscarla en lo que aquella socie-dad entendía por “honor”. “Los suyos” nopodían entender que Jesús rompiera las“normas” sociales y religiosas de su tiempo,y mucho menos que su modus vivendi repre-sentara el reino de Dios. “Los suyos”, pues,se sentían deshonrados con el proceder deJesús, quien también se estaba deshonrandoa los ojos de las gentes. Quizás por este “malejemplo” de Jesús sus hermanos no creíanen él (Jn 7:5), y María, su madre, sufriría ensilencio la incomprensible actitud de “este”hijo suyo.

Los signos que honraban o deshonraban alas personas en la sociedad judía estaban di-rectamente relacionados con lo que se con-sideraba “puro” o “impuro”. La religiónjudía, amparada en la ley de Moisés y en lastradiciones de los Ancianos, discriminaba alas personas (y a las cosas) por su estado de“pureza” o “impureza”. Según estas reglasde pureza, era impuro (deshonroso) los de-fectos congénitos (Lev. 21:17-20); ciertasenfermedades, temporales o crónicas (Conf.Mr. 1:40-41; 5:25-34); ciertos oficios (p. ej.barrenderos, pastores de ovejas, recaudado-res de impuestos); los “pecadores” (los queno cumplían escrupulosamente los precep-tos religiosos); las prostitutas (y prostitutos)y, por antonomasia, los “perros” gentiles(hoy diríamos “los del mundo”). La impu-reza, por lo tanto, era un estigma social y re-ligioso, es decir, una deshonra. Lo religiosoformaba una simbiosis con lo social. Ade-más, de esta impureza y deshonra participa-ban quienes se relacionaban con dichaspersonas impuras. Nadie, pues, en su “sanojuicio”, buscaría tales compañías. ¡Nadie,excepto Jesús!

¡Así pues, lo que nadie en su “sano juicio”hubiera hecho, era precisamente lo queJesús estaba haciendo: juntarse y relacio-narse con ese tipo de personas! Básica-

mente, los enfrentamientos que Jesús man-tuvo con los escribas y los fariseos, fueronpor causa de este tipo de impurezas: Arran-car espigas o curar a los enfermos en sábadoquebrantaba la ley (Mar. 2:23-24; 3:1-2), locual era abominable y deshonroso. LosEvangelios insisten en que Jesús compartíamesa con los publicanos y los pecadores, loque significaba que Jesús estaba en cons-tante estado de impureza: “Este a los peca-dores recibe, y con ellos come”. (Lucas15:1-2), le censuraban los escribas y los fa-riseos.

4. Subversión hacia la familia

El llamamiento que Jesús hacía a algunaspersonas (discípulos) conllevaba un inevita-ble desarraigo social y familiar. Dejar todosignificaba dejar casa y familia, de ahí “sialguno viene a mí, y no aborrece a su padre,y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y her-manas... no puede ser mi discípulo” (Luc.14:26). Cuando algunos pidieron seguirle,Jesús no les llevó a engaño: “Deja que losmuertos entierren a sus muertos; y tú ve, yanuncia el reino de Dios”, fue la respuestaa uno que quería enterrar primero a su padre(Luc. 9:60). Abandonar a la familia era unadeshonra, no importaba los motivos.

La propia paternidad no es deseable segúnse desprende del dicho sobre aquellos quese habían privado de la capacidad de engen-drar por causa del reino de Dios (Mat.19:12). Jesús da prioridad a la nueva familiadel reino sobre la familia carnal: “¿quién esmi madre y mis hermanos? Y mirando a losque estaban sentados alrededor de él, dijo:He aquí mi madre y mis hermanos” (Mar.3:33-34). Al “joven rico” le dijo: “vendetodo lo que tienes... y ven, sígueme, tomandotu cruz”. Los apóstoles, al oir esto, le recor-daron: “nosotros lo hemos dejado todo, y tehemos seguido” (Mar. 10:17-31). No obs-tante, si bien este radicalismo del segui-miento está dirigido especialmente a losenviados (apóstoles) y misioneros itineran-tes en la Palestina del siglo primero (Mar.6:8), el espíritu de la letra abarca de manerageneral a todos los discípulos, porque enalgún momento, aunque sea excepcional-mente, cualquier discípulo se verá interpe-

Espiritualidad

Renovación nº 40 81

lado por dichas exigencias. Las “buenasnuevas” de Jesús (El Reino-Evangelio)llama al compromiso.

5. Subversión hacia el sistema sacrificialdel templo

El simple hecho de relacionarse Jesús conlos marginados de la sociedad de su tiempo,suponía una provocación al Sistema reli-gioso y a la autoridad eclesiástica represen-tada por los escribas y los fariseos (“este alos pecadores recibe y con ellos come” – Lc.15:2). Otorgar el perdón a los pecadores almargen de las prescripciones de la religióny del templo era disparar un misil a la líneade flotación del Sistema religioso (Mar. 2:1-12; Luc. 7:36-50; etc.). El punto álgido deesta provocación fue su afirmación de quepara adorar a Dios no hacía falta ningúntemplo, ¡ni siquiera el de Jerusalén! (Jn.4:20-24). Jesús era consciente de sus actitu-des y de sus palabras. Sabía lo que provoca-ban. Pero actuó y habló con contundencia,con autoridad. También sabía lo que le ven-dría, pero “afirmó su rostro para ir a Jeru-salén” de todas formas (Luc. 9:51).

6. Subversión hacia el poder político yeconómico

Aparte de llamar “hipócritas” a algunos delos fariseos (Mat. 23), la palabra más fuertepuesta en boca de Jesús, por el evangelistaLucas, fue cuando llamó “zorra” nadamenos que a la máxima autoridad políticade Galilea: Herodes el tetrarca (Luc. 13:31-32). El gesto más osado de Jesús, retando alpoder económico y político del Sistemajudío, fue cuando expulsó de los atrios deltemplo a los cambistas (¡los banqueros!),que extorsionaban a los peregrinos de ladiáspora, y de cuya extorsión se beneficia-ban los altos jerarcas del Sanedrín (Mar.11:15-19). ¡Qué poco hemos cambiado!¿Podemos cerrar los ojos, y las entendede-ras, para no ver la dimensión política y so-cial de este episodio? ¿Tanto nos cuestadejar de mirar “hacia arriba” un minuto paraencarar esta realidad humana, terrena, his-tórica y comprometida de Jesús?

A MODO DE CONCLUSIÓN

¿Qué hemos dejado por el camino para quela práctica religiosa haya sustituido al “rei-nado de Dios” que predicó Jesús? ¿A quéllamamos “restauración” de la Iglesia?

La Iglesia, durante el proceso que va del“Jesús de los Evangelios” al “Cristo de lafe”, desdibujó el “reinado de Dios” que pre-dicó Jesús para culminar en la “Iglesia”como una nueva institución religiosa. Esdecir, el “reino de Dios” se convirtió en unaReligión. Una Religión con sus dogmas, susliturgias, sus símbolos de clase y de autori-dad (espiritual y terrenal)... Es cierto que sehan llevado a cabo diversas “reformas” du-rante la historia de la Iglesia, pero más en lodogmático que en la praxis. El “reinado deDios” del Jesús de los Evangelios ha pasadodesapercibido, porque en el fondo seguimosapegados a aquella nueva Religión. Noshemos quedado con el Jesús(Cristo) celes-tial, salido de los Concilios, teologizado enlas sacristías y relegado en los cielos, revi-vificando con ello el viejo Sistema religiosoque crucificó a Jesús de Nazaret. EsteJesús(Cristo), relegado en los cielos, acomo-dado en los lugares sagrados de nuestrostemplos (los “evangélicos” también tene-mos “lugares sagrados”), parece resultarmás cómodo, menos comprometido, másfácil de instrumentalizar para adormecer alrebaño. Pero con este Jesús(Cristo) no sepuede “restaurar” nada. Cualquier intento de“restaurar” el cristianismo, o vitalizar cual-quier clase de experiencia ecuménica, pasairremediablemente por una vuelta, en la me-dida de lo posible, al Jesús de los Evange-lios: conocerle metiéndonos en sus sandaliaspolvorientas, sufriendo el estigma que su-pone ser señalado como “estar fuera de sí”.Cualquier tipo de “restauración” implicadejar radicalmente todo lo que significa orepresenta poder, dominio, superioridad, através de sus símbolos correspondientes, ypresentarnos ante el prójimo de igual a igual(en Cristo Jesús no hay judío o gentil, hom-bre o mujer, clérigo o laico...). El parti-miento del pan –Eucaristía–, el signo másrepresentativo del cristianismo, significa,antes que nada, comunión, igualdad, frater-nidad, justicia, amor, amistad… Si a este

Espiritualidad

Renovación nº 4082

elemento (signo) no le preceden y le siguenesas cualidades que nos deben distinguircomo cristianos, esa Eucaristía (acción degracias) es una parodia del mandamiento deJesús: “haced esto en memoria de mí” (Lc.22:19). En definitiva, restaurar es poner aJesús de Nazaret, y el “reinado de Dios” queél predicaba, por delante. Es decir, dejar ra-dicalmente todo aquello que nada le vincula.

Las primeras comunidades cristianas co-menzaron prácticamente en los hogares delos mismos creyentes, en las casas (Roma-nos 16:5; 1 Corintios 16:19; Colosenses4:15; etc.). Esto significa que la “iglesia” seestructura sobre la base institucional de lafamilia del siglo primero en la cuenca me-diterránea. El objeto primordial de sus reu-niones era la celebración de un ágape,entorno a una mesa, y realizar el mandato deJesús durante la Última Cena: “Haced estoen memoria de mí”, el partimiento del pan ydel vino (Hechos 20:7; 1 Cor. 11:17-22).

Andando el tiempo, a la vez que las comu-nidades crecían y los compromisos materia-les y espirituales se multiplicaban, lasactividades de la comunidad pasaron de lacasa común a la “Domus Eclesiae”, una casaamplia dedicada exclusivamente para el ser-vicio religioso, con sus oficiales encargadosde administrarla (obispos y diáconos) y paraofrecer hospitalidad a los peregrinos y mi-sioneros itinerantes que deambulaban de unaciudad a otra, de un caserío a otro. En estecambio de paradigma se institucionaliza elclasismo dentro de la comunidad: el clérigo(el que tiene un cargo oficial) y el laico (elque no tiene ningún cargo). Este no sería elúnico ni el más importante cambio que seorigina en el cristianismo de los primeros si-glos.

El segundo cambio de paradigma se producecuando de la “Domus eclesiae” se pasa a la

“Basílica”, un edificio originalmente laicopara reuniones populosas, que la iglesia (ovarias iglesias locales) empiezan a utilizarcomo centro de las reuniones cúlticas con uncambio muy importante: la mesa donde secelebraba el ágape cambia su lugar céntricopara ocupar un extremo de la nave convir-tiéndose así en un “altar” al estilo de lostemplos paganos. La distancia institucionalentre los clérigos y los laicos se dilata. Elclérigo asume su función mediante una ce-remonia de “consagración” u “ordenación”.La celebración del ágape abandona su carác-ter fraternal y lúdico (comer alrededor deuna mesa) para convertirse en una participa-ción simbólica y sacralizada del pan y delvino.

En el siglo IV la Basílica ya se ha conver-tido definitivamente en el edificio idóneopor antonomasia para los servicios religio-sos, y su estructura arquitectónica se perpe-tuará en el tiempo, cuyo testimonio son lascatedrales construidas en todo el orbe cris-tiano durante la Edad Media y posterior. Lossiglos siguientes se encargarán que aquellametamorfosis continúe hasta hacer la iglesiairreconocible. Aquellas comunidades prísti-nas contraculturales y subversivas se haránvisibles en el tiempo mediante individuos atítulo personal o grupos minúsculos queserán perseguidos, encarcelados, excomul-gados y matados como herejes.

Como el lector habrá podido observar, lascosas no son tan reduccionistas como laspresentadas en este breve artículo. Todarealidad es más compleja y holística. El re-duccionismo solo es un dedo que apunta auna realidad, y esa realidad es la que hemosquerido señalar aquí. R

Próximo capítulo:Géneros literarios e imágenes de Dios

Espiritualidad

Renovación nº 40 83

RETORNO

Voy a seguir Tus huellas, Jesús, definitivamente. Sólo beberé el agua de Tu fuente, Sólo amaré el fulgor de tus estrellas Y hacia tu faz afirmaré la frente.

¡Cuán pavorosa la aventura De mi triste desvío! Mis flores eran cardos, la amargura De las aguas de Mara mi dulzura, Mi luz la sombra y mi calor el frío...

Mas torno a Ti, Jesús, Hermano mío, Y hoy sí tendrá mi ruta nuevamente Olor de nardos y brillar de estrellas, Porque definitivamente Voy a seguir Tus huellas.

El Salmo Fugitivo. Antología de poesía religiosa latinoamericana.Leopoldo Cervantes-Ortiz.

Por Gonzalo Báez Camargo

DONDE L NO LLEGA...

PROSA

Misceláneas

Renovación nº 4084

La capacidad de resistencia de los tardígrados losha convertido casi en criaturas de ciencia ficción.Estos animales microscópicos, que viven en las

gotitas de agua que cubren musgos y helechos, soncapaces de resistir presiones de hasta 6.000 atmósfe-ras, sobrevivir en el vacío del espacio y danzar tancampantes a temperaturas de hasta 150°C. Los cien-tíficos llevan años preguntándose por qué estos ani-males son tan resistentes y sus cadenas de ADNtoleraban niveles tan altos de daño y sospechaban -tras analizar una de estas especies, Hypsibius dujardini- que se debía a una gran cantidad de genes adquiri-dos por transferencia horizontal, es decir, procedentesde otras especies.Ahora, el equipo de Takekazu Kunieda ha secuenciadoel genoma de uno de estos tardígrados (Ramazzottiusvarieornatus) y ha descubierto que el motivo de su in-vulnerabilidad es muy diferente. En un trabajo publi-cado este martes en Nature Communications,Kunieda y los suyos revelan la existencia de una seriede rasgos genéticos que convierten a los osos de aguaen verdaderos 'superbichos'. Los autores han identi-ficado una proteína, que creen que es única en estosanimales, que se pega al ADN y que cuando la colocanen cultivos de células humanas las protege de la ra-diación por rayos X...

(artículo completo)http://vozpopuli.com/next/90011-identifican-el-gen-que-

hace-a-los-tardigrados-invulnerables

Misceláneas

Naturaleza PluralRhynchophorus

ferrugineusFoto: Antonio Cruz

IDENTIFICAN EL GEN QUE HACE A LOSTARDÍGRADOS INVULNERABLES

Los 'osos de agua' son conocidos por su capacidad para so-brevivir en ambientes extremos, incluso en el vacío del es-pacio y sometidos a la radiación cósmica. El análisis de sugenoma ofrece una respuesta a este misterio.

EL MAYOR RETRATO GENÉTICO DE LASPOBLACIONES ‘OLVIDADAS’

El análisis de los genomas de individuos procedentes de más de280 grupos étnicos de todo el mundo permite describir la diver-sidad genética en unas regiones hasta ahora poco estudiadas,como las de los aborígenes de Australia y Papúa Nueva Guinea.Los resultados, que se publican en tres estudios diferentes en larevista Nature, arrojan luz sobre la migración de los humanosmodernos fuera de África y sobre la diversidad genética actual.

Cuándo y cómo se expandió la población humanadesde África a Europa, Asia y Oceanía sigue siendo unverdadero rompecabezas para los científicos. Algunos

estudios sugieren que todas las personas no africanas queviven en la actualidad pueden encontrar sus orígenes en unaúnica población, mientras que otros trabajos proponen quela migración fuera de África se produjo en varias olas y endiferentes momentos.

Tres trabajos publicados en la revista Nature, que han con-tado con colaboración española, sostienen que la gran ma-yoría de los ancestros del humano moderno no africanoderiva de una única población que migró fuera de África.

En el estudio liderado por David Reich, de la Harvard MedicalSchool en EE UU, los científicos han secuenciado el genomade 300 personas pertenecientes a 142 poblaciones diferen-tes, que estaban infrarrepresentadas en estudios a gran es-cala. El objetivo del trabajo, que ha generado la mayor seriede secuencias de ADN de estas poblaciones, era describir laenorme variedad genética humana...

(artículo completo)http://www.agenciasinc.es/Noticias/El-mayor-retrato-genetico-de-las-poblaciones-olvidadas/?utm_source=boletin&utm_me-

dium=email&utm_campaign=2015

El tradicional baile de una mujer de la región de Uluru en el nortede Australia. / EFE

INADOCTRINAMIENTO

¿Qué es lo que enseña vuestro Maestro?, pregun-taba un visitante.

Nada, respondió el discípulo

Entonces, ¿por qué pronuncia discursos?

Lo único que hace es indicar el camino, perono enseña nada.

Al visitante, aquello le resultaba incompren-sible, de modo que el discípulo se lo explicó: Si el

Maestro enseñara, nosotros convertiríamos sus ense-ñanzas en creencias. Pero al Maestro no le interesa loque creemos, sino únicamente lo que vemos.

Renovación nº 40 85

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HUM RY ALGO MÁS...

Cuando no se actualizael lenguaje...

Renovación nº 4086

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NUESTRO RINCÓN GALÁCTICOhttp://www.astromia.com

El Sistema Solar tiene forma de burbuja. Formaparte del Sistema Solar todo lo que está dentrode la zona de influencia del Sol. Es decir, hasta

donde alcanzan su fuerza de gravedad, el viento solary su campo magnético. Esta burbuja se llama helios-fera, y flota por el espacio orbitando alrededor de lagalaxia.

El borde exterior de la heliosfera se llama heliopausa.La heliopausa es la frontera invisible del Sistema Solar.Es el lugar donde el viento solar pierde velocidad y dala vuelta. Envuelve la heliosfera y la protege de losrayos cósmicos externos.

La heliopausa es elástica. Se expande y se contrae, ypuede cambiar de forma y tamaño. Se cree que enalgún tiempo pasado estuvo muy contraída y el Sis-tema Solar estuvo expuesto a muchos rayos cósmi-cos.

El límite de la heliopausa se llama choque de termi-

nación. Está en contacto con la radiación externa. Apartir de ahí comienza el espacio interestelar. Actual-mente, el Sistema Solar atraviesa una pequeña nubeinterestelar que está presionando el choque de ter-minación y la heliopausa.

En 1.977 la NASA envió al espacio las sondas VoyagerI y II. Después de explorar el Sistema Solar externo, laVoyager I entró en la heliopausa en 2.005. Ahora estáa más de 17.000 millones de kilómetros de la Tierra ysigue avanzando a más de 60.000 kilómetros porhora.

La Voyager I es el objeto fabricado por el hombre quemás lejos ha llegado hasta ahora y el primero en salirdel Sistema Solar. En su interior lleva unos discos deoro que contienen información sobre la Tierra y lavida, ya que formaba parte de un programa de bús-queda de vida extraterrestre apoyado por Carl Sagan.También transporta un mapa con nuestra localizaciónen el Sistema Solar. R

La frontera del Sistema Solar

Renovación nº 40 87

Después de casi 36 años de navegar por el es-pacio, la nave no tripulada Voyager I ha dejadonuestro Sistema Solar y acaba de hacer histo-

ria convirtiéndose en el primer objeto hecho por elhombre en salir de nuestro Sistema Solar y adentrarseen el misterioso espacio interestelar. Al menos ese esel consenso al que han llegado los científicos de laNASA que dirigen la misión después de analizar lasseñales que todavía llegan desde la nave, aunque deforma muy débil debido al fallo de algunos sensoresy al agotamiento de sus baterías.

"La llegada de la sonda Voyager 1 al espacio intereste-lar es un paso histórico comparable a la primera cir-cunnavegación de la Tierra o a las primeras pisadasdel hombre en la Luna", ha dicho el líder y respons-able técnico de la misión, Ed Stone [1].

La sonda Voyager 1 fue lanzada en 1977 y el 5 deagosto de 2012, los científicos confirmaron que habíaentrado en el abismo oscuro, frío e inexplorado delespacio interestelar al que se asoma el SistemaSolar[2].

Según los datos que acaban de ser publicados en larevista Science, 36 años después, la Voyager 1 estáahora a una distancia de más de 18.000 millones dekilómetros de la Tierra (6 veces la distancia que nossepara de Neptuno) pasando ¨las fronteras¨del Sis-tema Solar, habiendo abandonado la heliósfera, unaburbuja inflada por las partículas cargadas proce-dentes del viento solar y que delimita el fin del Sis-tema Solar. R

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HITO HISTÓRICO ESPACIAL: LAVOYAGER I VIAJA FUERA DEL

SISTEMA SOLAR

Por AlexandraHernandez Muro

(Noticia aparecida en 2013)http://www.sophimania.pe/espacio-y-cosmos/cosmos/hito-historico-espacial-la-voyager-i-ha-dejado-el-sistema-solar-

y-se-adentra-al-espacio-interestelar/

––––––––––[1] https://en.wikipedia.org/wiki/Edward_C._Stone[2] https://lamula.pe/2013/03/21/el-voyager-1-que-lleva-informacion-sobre-la-vida-humana-estaria-en-los-extramuros-del-sis-tema-solar-o-no/sophimania/

Renovación nº 4088

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Organizado por el Concilio Global de Misiones de Tokio 2010, la Iglesia Española, dirigida por Mi-guel Diez, presidente de Remar Internacional, y lA colaboración de CEM y FEREDE, se celebraráen Madrid del 9 al 12 de noviembre.

El próximo mes de noviembre, el Concilio Misionero Mundial2016, bajo el lema: “Construyendo Puentes”, reunirá en la capitalde España, durante cuatro días, a destacados líderes de la evan-gelización mundial y las misiones.

La reunión está siendo organizada por redes de misiones nacio-nales, regionales y globales conectadas con el Concilio Globalde Misiones de Tokio 2010, incluyendo las asociaciones de mi-siones de Asia, África, Latinoamérica, y todos los grupos mun-diales relevantes.

El comité anfitrión local es la Iglesia Española, dirigida por Mi-guel Diez presidente de la ONGD Remar Internacional y cuyasede central se encuentra en la ciudad de Madrid, España.

El Consejo Evangélico de Madrid colabora en la organizacióndel evento, junto con la FEREDE.

El Islam en EuropaComo aseguran desde al organización, “la mayor presencia delIslam en Europa, plantea uno de los desafíos más importantes de

los últimos tiempos, a la evangelización de nuestro país y delviejo Continente”.

Por ello, añaden “es importante que nos formemos y encendamosla llama de la evangelización en Europa, y en otras naciones delmundo”.

Tomando como referencia el concilio celebrado en Tokio en2010, esperan que el de Madrid sea “un hito importante” para“construir puentes de diálogo con la sociedad, y de modo parti-cular con el Islam”.

Del 9 al 12 de noviembre 2016Con ese objetivo, el evento tendrá lugar del 9 al 12 de noviembreen el Auditorio Betel de Madrid.

Los participantes podrán disfrutar de excelentes ponentes y dis-tintos talleres sobre temas de actualidad.

Para más información e inscripciones: cmm2016.com

Renovación nº 40 89

Si el mundo de la filosofía destaca por algo es porsu capacidad de indagación y exploración de larealidad partiendo de diversos argumentos, es-

quemas y presupuestos filosóficos.

Efectivamente, filosofar implica el uso de la razónbien dirigida y encauzada y este quehacer, si bien esde uso común, no cabe duda de que a lo largo de lahistoria ha habido personajes que destacaron de ma-nera sobresaliente en el noble arte de pensar.

Baruch Spinoza y Bertrand Russell fueron dos de estoshombres que dejaron su huella, su impronta, en elmundo del pensamiento y la filosofía. Cada uno en sutiempo fueron estandartes del libre pensar con muchospuntos en común y algunas divergencias que han con-tribuido a enriquecer el mundo del pensamiento librede ataduras y convencionalismos. Ante la realidad quecontemplaban y la cerrazón de ideas de su tiempo se

enfrentaron con valentía al entorno social que no lesera favorecedor y que, sin embargo, supieron abande-rar con la aureola del pensamiento y el argumento dela razón y el entendimiento de las cosas.

Pensar en libertad, sin ataduras ideológicas de ningúntipo, supone todo un ejercicio de honradez y sinceri-dad intelectual con la sola intencionalidad de servir ycontribuir al enriquecimiento del pensamiento. Es poreso que debemos estar agradecidos a que hombres dela talla intelectual de Spinoza y Russell nos hayan de-jado un legado impagable en forma de exquisitas obrasy tratados que han contribuido a ensanchar el mundode la filosofía y del pensamiento en general.

Las páginas que siguen pretenden ser una exposiciónsucinta pero profunda a la vez del pensar de estos dosgrandes filósofos que ha dado la historia de la filosofíay que han contribuido a que el mundo del librepensa-miento fuera no una quimera o sueño irrealizable sinoun baluarte del razonamiento humano, discutible po-siblemente en muchos puntos, pero siempre enrique-cedor por las aportaciones realizadas al entendimientoy el obrar humano.

Desear tan solo mis mejores deseos para aquellos quese aventuran en el noble arte del libre pensar y dis-puestos para extraer importantes conclusiones pormedio del conocimiento de las ideas de autores quecomo Spinoza y Russell han sabido calar hondo en lasconciencias de muchas gentes dadas también a la ex-ploración e indagación del entorno que nos rodea, contodo su encanto y misterio, con sus paradojas y con-tradicciones, pero, en todo caso, con la intencionalidadde ir aprendiendo a cada paso con sinceridad en ellargo y sinuoso camino de la vida.

DISPONIBLE (gratuito) EN:*http://revistarenovacion.es/e-Libreria.html

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DE BARUCH SPINOZA A BERTRAND RUSSELLPor Jorge Alberto Montejo