Reflexiones Sobre Origen Apellidos Vascos-III

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www.antzinako org junio 2015 ISSN 1887-0554 19 a ntzina

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Tercera y última parte de reflexiones históricas sobre el origen de los apellidos, especialmente vascos. En esta tercera entrega se analizan el papel de los preceptos tridentinos en la fijación del apellido, la fijación tardía del segundo apellido y los patronímicos, desconocidos como tales en apellidos vascos

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www.antzinako orgjunio 2015ISSN1887-055419antzina Ander Ros Cubas Jess AldabaLa sierra de realengo de SarbilAntzinakoEuskal deituren jatorriari buruzko gogoetakReflexiones sobre el origen de los apellidos vascos.( 3 )Personaje: Las peligrosas Goyri : Rescatadas del error y del olvidoEditorialCasa: Juangarcia de Garralda + Ander Ros Cubas suma Disposiciones testamentarias de vascos en Cdiz (1740-1775)439111113Libros Novedades rioEl inexpugnable seoro literario de los Baroja Andoni Esparza Leibar3054963FOTOREALIZADA ENLAGUARDIA, DONDETUVOLUGARLA ASAMBLEA GENERALDEANTZINAKO 2011. COMPOSICINCONLOS RETRATOS DELOSSOCIOSDEANTZINAKO,PARA CONMEMORAREL10ANIVERSARIODESUFUNDACIN.ANA GARCA SANTAMARIA 2015 2 Francisco Iriarte75 Ander Ros Cubas 6.6. Ni tanto ni tan TrentoSehanalegadoconfrecuencialospreceptostridentinos como causa directa y casi nica de la imposicin del sistema dedobleapellidoenEspaa1einclusodeunasupuesta prohibicin de los patronmicos en su funcin original2. La verdadesque,comoreconoceXabierOrmaetxea3,aquel largo concilio no estipul literalmente eso. Ni de letra ni de esprituhayqueaadir.Loslibrossacramentaleslosde bautizados y casados especialmente4, que ya se llevaban ennuestrastierrasdeantemano5,mostraronunmodelo que por falta de alternativas ms eficaces acab triunfando, pero no fueron una disposicin emanada de aquel cnclave queobligaraexpresamenteahacerconstarenloslibros sacramentalesapellidopaternoymaterno.Enrealidadlo que se prescriba, en aquella y en otras muchas ocasiones, era la constatacin en dichos documentos de padre y madre, padrino y madrina e incluso abuelos y abuelas. Se pretenda con ello atajar los matrimonios llamados clandestinos6, ms que otra cosa.UnapruebadelafaltaderelacindirectaentreTrento,a travs de los libros sacramentales en que se hacan constar elnombreyapellidotantodelpadrecomodelamadre,y laimposicinsocialylegaldestos,eselcasodeotros pasesfielesaaquellasprescripcionesreformatoriasen loscualeslosresultadosfinaleshansidodivergentes. Italiafue,juntoaPortugalyPolonia,unodelospases dondelosmandamientostridentinosseaplicaronantesy msestrictamente.Sinembargo,enItaliaelCdigoCivil establece que los recin nacidos reciben automticamente el apellido del padre e incluso la mujer aade ste al suyo unavezcasada,aunqueestaprcticanosehaimpuesto frenteaotrasnormativasquefavorecenloopuesto.En Portugal, por el contrario, el modelo triunfante s es de doble apellido, pero en el orden inverso al hispano.No hemos ledo ni estudiado la bula papal Benedictus Deus queratificabatodoslosdecretosemanadosdeTrento, tampoco la Real Cdula por la que Felipe II promulgaba la recepcin absoluta del concilio, ni tampoco el contenido de ningunadelasXXVsesionesdelaasambleaecumnica que se alarg durante casi dos dcadas. Tampoco parece que lo hayan hecho los que hablan de la influencia de dicho concilioenladifusindelsistemadedobleapellido.Nos hemos conformado con observar y analizar los hechos.SehadichotambinquedeTrentosalisimplemente elrecordatorio,puesyasehacademuyatrs,dellevar registrodelibrossacramentalesydeutilizarnombresdel santoralcristianocomonombresdepila.Otracuestin muydistintaesqueenlaprcticaloslibrosparroquiales fueran definitivos en la fijacin de ese sistema que ya haba comenzado mucho antes. De hecho, contrario a lo que afirma Xabier Ormaetxea, tenemos libros parroquiales en muchas localidadesvascasbastanteanteriores.Porlogeneral, todas las localidades adelantadas en esta cuestin parecen obedecer lo estipulado en un snodo celebrado a instancias del cardenal Cisneros en 14987. Reconocida la influencia de Cisneros en esa prctica, hay que aclarar que la cosa vena ya de lejos. Tenemos por lo menos el ejemplo de Marieta en Barrundia con libros desde 1481, aunque hemos de suponer Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak(3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)Ander Ros**Onomasta30quefueronms,asnosehayanconservado.JuanJos Vareaenunexcepcionaltrabajoenestamismarevista que ofrece una cabal visin de la situacin pretridentina8 nos ofrece el testimonio de un snodo celebrado en Logroo en1410enelquesemencionalaquepareceserlaley diocesana ms antigua que se conoce referente a los libros sacramentales, y en concreto, sobre el libro de bautismos. AnaGarcaSantamaraenotroexcelentetrabajoenlos iniciosdeestarevistaaadequeTrentosupusounhito importante,aunqueyaamediadosdelsigloXV,existiera en diversas dicesis, la recomendacin de realizar registros de bautismos9. Localidades vascas que arrancan sus libros afinalesdelXVocomienzosdelXVI,pocodespusdel congresotalaveranode1498sonAntzuolaenGipuzkoa (esemismo1498),Arbatzegi(1500)yAmoroto(1501) enBizkaia,Viana(1501)enNavarraoDelika(1504)y Laguardia(1510)ademsdelmencionadoMarietaen lava.Normasparaelregistrodebautizadossimilaresalasde CisnerosparaEspaafueronpromulgadasenInglaterra en1538ainstanciasdeThomasCrombellyenFrancia apartirdelallamadaOrdonnandedeVillers-Cotertsdel ao 1539, muy cercanas, pero anteriores, al comienzo del granconcilio.ThomasCrombell,aunqueeralego,estuvo al servicio de las autoridades religiosas. Segn relatan las malas lenguas, su contribucin fue pagada finalmente con el degollamiento pblico a la tercera intentona, a manos de unverdugoinexpertoelegidoexpresamenteporEnrique VIII.En realidad, las preocupaciones de Trento eran muy otras. Lospreceptosdeahemanadosyaplicadosapartirde finalizadoslosconciliosprovincialesen1566encargados de bajar a tierra firme lo acordado, tenan mucho ms que verconponerordenentrelosministrosdelaiglesia,que andaban muy extraviados, que con las buenas prcticas de los fieles. Interes especialmente regular ms estrictamente el sacramento del matrimonio, como instrumento de control socialqueera,elcualconsiderabanbsicoalavezque descontrolado. Hay que recordar que la concepcin catlica del matrimonio responda a otros intereses y chocaba por ellodefrenteconladelanoblezaqueestababasadoen relaciones de afinidad, fraternidad o padrinazgo10.Lamejormaneraquetenemosparahacernosunacabal ideadelaspretensionesdelareformaesextrapolarla imagen actual del poder en Espaa incluido el de la Iglesia ylosdeseosdeloquevieneenllamarseregeneracin democrtica.Interesesmuydiversos,repartodepoderes espurio,corrupcinenmuydistintasinstancias,luchade poderentrebaronesregionalesydemsesferas,reparto obsceno de dineros y prebendas, relajacin de costumbres ydegradacinmoralextremaQuinponeelcascabel algato?Nospodemosimaginaralpapaactualyaun dirigente de un renovado partido emergente a la cabeza de los designios de pas, mano a mano intentando poner orden en tal gallinero. La cuestin de los apellidos era un detalle nimio que no lleg ni a tocarse. La llamada Contrarreforma eraenesenciaunalimpieza,unintentoderegeneracin moraldelaiglesia,quetranscurridosexactamentecuatro siglos y medio tiene tintes de mxima actualidad.Porotraparte,elreyFelipeIIseencomendaRoma para que le pusiera orden en casa, pero a la vez no poda permitir delegar todo su poder y quedarse como un simple lacayo. Otros poderes ms locales, de dentro y fuera de la iglesia, tambin se valieron de intrigas, presiones y compra Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)31de voluntades para seguir controlando sus dominios. Qu poda importar entonces la imposicin del apellido cuando ste apenas estaba perfilado?En lo referente a libros se dio importancia en los preceptos tridentinosalacreacinycustodiadelosarchivos diocesanos y a los libros en que se registraran la residencia, visitas y todo tipo de obligaciones curales y episcopales. Se limitaron a ordenar la casa por dentro y desde arriba, con la esperanza que el ejemplo sirviera mejor para extender la doctrina entre el pueblo llano que pretendan conducir.Porotraparte,hayquerecordarquesibienexistanlos libros sacramentales, con un desvelo mucho mayor por los apellidos, les precedieron con mucho los libros de linajes o nobiliarios, donde se hacan constar los cambios de armas y apellidos que acompaaban a los ascensos sociales. Lo mencionaFaustinoMenndezPidalparalaFlorenciadel trecento11.6.7. Seguimos sumando: llegamos por fin al par Valegranpartedelodichohastaahoratambinparael segundo apellido. No es sino un distingo ms para los casos en que no eran suficientes, por coincidir en ambos, nombre msunnicoapellido.Hayquetenerencuentaqueen muchas pocas el elenco de nombres de pila utilizados era exiguo. El problema se vea agudizado por el uso del mismo nombre de pila casi como legado familiar. Vale el ejemplo delosGoyrienquerepitenelnombreNicolsduranteal menos 7 generaciones consecutivas, adems de aparecer tambinenlaramapoltica.Losapellidospadecan tambindelmismomaldeserdemasiadoendmicosy Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)32muy repetidos en mbitos locales. Es llamativo el caso que nos proporciona V. Letelier donde en el lejano Chile se da una triple coincidencia entre ciudadanos en la provincia de Valdivia,conapellidovascoadems,queobligarepetir una eleccin12.Nunca se trat de un ejercicio de igualdad entre hombres y mujeres, ya que en la prctica de la iglesia siempre estuvo pordelanteelhombre.Enlavidasocial,sinembargo,no siemprefueas,puestoquelamujertuvounpesomuy importanteenelgobiernodelacasa,comoexplicanmuy bien A.ZabalzayX.Moreno13,detalmaneraquenoera extrao que fuera la mujer la heredera y la que daba, por ende,elapellido.Engeneralentendemoselsegundo apellido,porsesgodelmodeloactual,almaternoque acompaabaalpaterno.Parecequeyaseconocaesto incluso entre los romanos14, pero lo normal, casi la norma, fue el uso de un patronmico como primero y un toponmico o solariego como segundo, cuando no el oficio, mote, etc., quepodaacompaaraltoponmicouocuparsulugar. SalazaryAchadescribeelmismopanorama,aadiendo queelmaternocomoinstrumentodedesambiguacinse empieza a utilizar en el siglo XVIII15. Lo que personalmente he encontrado en la documentacin vizcana es el uso de apellidopaternoymaternoespecialmentepornodecir casiexclusivamenteenladocumentacinparroquialy endocumentacinnotarialrelacionadaconlaanterior, especialmentecontratosmatrimonialesyalgomenos testamentos.Endocumentosenlosquelosquefiguraunaamplia nminadevecinospropietarios(enpoderesparacenso o para juntas, por ejemplo), muy notable en el siglo XVIII, lospropietariosfiguranmayoritariamenteconunsolo apellido.Traigounosejemplosconcretos,escogidosal azar. Encontramos 22 vecinos contra 7 con doble apellido en un poder de Erandio de 1742, 29 contra 7 en otro similar delmismoaoparaLejonaymsequilibrado,15contra 10,enotropoderdeLujuadelao1733.Hallamosdatos muydistintosenlacoincidenciadeesteapellidonico conelnombredelacasa.MientrasqueenLujuadelos todaslasambigedades.Porunaparte,solounaminora erapropietario,especialmenteenalgunascomarcas.Por otraparte,algunosdelospropietariosposeanmsde una casa, algunas casas tenan varios propietarios y otras tenannombresnodemasiadodistintivos,especialmente cuando en torno a una casa solar se construan otras que tomaban el nombre de la original con algn rasgo distintivo. Hay que aadir a esto, que la propiedad era un bien material que poda fcilmente cambiar de manos. En otros casos el nombre de la casa era ya coincidente con el primer apellido, lo que haca redundante su uso como segundo apellido.Enotrosmuchoscasos,quenotengoahoraamano,se dalacircunstanciadefigurarelsegundoapellidocasi exclusivamenteenloscasosenquedosomsvecinos coincidan en nombre y apellido, en estos casos el segundo apellidoeselnombredelacasaynootro.Hacefaltaun estudio en detalle, pero parece obvio que el segundo apellido noseutilizabasinoenloslibrosparroquialesycontratos matrimonialesporunaparteycomodistintivoencasode coincidenciaporotra.Enelprimersupuestoelsegundo apellidoeraelmaterno,enelsegundosupuestoerael nombre de la casa, extremo que parece coincidir de lleno conalgndatoqueofrece AnaZabalzaparalocalidades del pre-pirineo navarro.Tambinestardayenlaactualidadyaclaramente desfasada es la adopcin del apellido del marido por parte delamujer.Lacostumbreeraespecialmentecatalana, peronopareceaconsejableexplicarsuproliferacinen otraszonasporesteinflujo,entreotrasrazonesporque elmodeloeradiferente.Elmodelocataln,frecuenteen ladocumentacindelossiglosXVIIyXVIII,noaadael apellido del consorte masculino precedido de un de, sino que se usaba este como primer apellido relegando al propio de la mujer a la segunda posicin seguido de la conjuncin i.Elmodelodedobleapellidoqueseimpusofinalmente ytenemosenlaactualidad,elmismodelosregistros parroquiales no se impondra hasta el siglo XIX, en Espaa 15 propietarios solo 3 portan apellido no coincidente con el nombre de la casa; sin embargo en Lejona, la relacin es inversa: 11 apellidos coincidentes con el oicnimo y 18 no coincidentes; y una situacin intermedia para Erandio con mitad exacta de los 22 para cada uno de los casos. Puede darse el caso, aunque habra que contrastarlo que en Lujua los propietarios hubieran adaptado el apellido al nombre de la casa, circunstancia que no se dara en Lejona. Los datos del segundo apellido son ms reveladores. En Lujua de los 10propietarioscondobleapellidoelsegundodeelloses exactamente el nombre del casero. Lo mismo encontramos en Erandio, donde solo un vecino de 7, Pedro Beica Arana, noposeecaserocoincidenteconsusapellidos,pues sucasanoesotraquelallamadaRenteradeAsua.El modelo general lo representa Bautista Aguirre Rodrigoena, propietariodelcaseroRodrigoenadeErandio,Antonio KamiruagaElorrietapropietariodelcaseroElorrietade Lujua o Juan Ondiz Iturrikoetxea propietario de Iturrikoetxea delbarrioOndizdeLejona.Enestaltimalocalidad,sin embargo,losdatossonmsfarragososconunpocode todo y ninguna tendencia a remarcar. ElejemplodeLujuapareceapuntaraundeseoexpreso de hacer coincidir nombre de propietario y casa, aadiendo un segundo apellido oicnimo en el caso de que el primero fueradiscordante.De31propietariospara34casas,solo tenemos 3 en los que no hay coincidencia; en ninguno de estos3casossehautilizadounsegundoapellidopara forzar la coincidencia. En otro caso, el propietario es dueo de dos casas y, su segundo apellido, Alonsotegui, coincide conunadelascasadesupropiedad,peroimposible, obviamente, hacerlo coincidir con la segunda. Otro dato que corrobora la interpretacin toponmica del segundo apellido eselregistrodelosespecificadoreslocativos(dearriba, deabajo,delantero,)quefiguranenelantropnimo,en muchos casos en femenino, en concordancia con el lexema casa y no con el gnero del propietario.Decualquiermanera,aunqueelnombredelacasaera mssignificativoporparticulartampocodabapiepara laconstitucindeunsistemabiunvococapazdeaclarar 33Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)pertenecamsalltimombito,aunquecomoyahemos visto poda transcender a l, en la medida en que estos usos que mencionamos no eran estancos. Histricamente no ha sido muy diferente a lo que tenemos en la actualidad. Desde la Ley del registro del 1870 el segundo apellido extendi su usoatodoactoadministrativo,peroenlamedidaenque se relaja un poco el imperativo administrativo lo habitual es usar tan slo el primer apellido, y ni siquiera ste en otros mbitosenloscualespuedesersustituidoporunaliasu otro nombre distintivo.Porencimadetodasestasconvencionessociales,sin embargo,elsegundoapellidopuedeganarprotagonismo pordiferentescausas.Elhabitualsuuso,desplazandoal primero (reducido a su inicial en ocasiones) o simplemente aadindolo,sielprimeroesunapellidopocodistintivo, el segundo tiene un relumbre especial, o simplemente por undeseoigualitario.Entrenosotrosesnormalesconder el primer apellido si es espurio y dar lustre al puramente euskrico de ms solera. Nos es conocida esta prctica entre deportistas, por ejemplo, o en el caso del cardenal Cisneros quehemosnombradoprofusamenteconanterioridad.El usodelapellidomaternoenapoyodelpaternohadado origenaapellidoscompuestos,tantoentremostroscomo fuera de nuestras fronteras.7. Los patronmicos: entre inicios oscuros y la nadaDebemosdedistinguirdistintasfaseseneldesarrollode los patronmicos. En una primera fase tenemos referencias afiliacionespaternas(omaternas)constituidasporun sintagma en genitivo, ya por medio de flexin nominal (latn, griego,euskera)odepreposicin(lenguasromnicas), segnlatipologadelalenguacorrespondiente,opor aposicincomoenlaslenguasgermnicas.Nosetrata todavadenombrespropiosoantropnimospropiamente dichos, como no lo son expresiones como la (hija) mayor deJosefaoel(hijo)de Antonialadelpanadero.Estas construcciones tienden a fosilizarse perdindose el sentido originaldegenitivo,ahorasiestamosanteautnticos definitivamentehastalaleyde1870.Notieneportanto, comoescribaSalazaryAcha,muchomsdeunsiglo, pronto a cumplir siglo y medio.Enlaculturaanglosajonaextendidaendistintas proporcionesdesdeEEUUaalgunospasesdeAmrica Latina,enlacualnosehaestablecidoelsistemade segundoapellido,sedalacostumbredeperderlamujer su apellido al contraer matrimonio, existiendo la posibilidad deusarelapellidocomosegundonombre,normalmente omitido,porotraparte.Entodocaso,existesiemprela posibilidaddeundobleuso,segnlasesferasocialde actuacin. Segn los pases el cambio es un mero uso social que no supone ningn cambio legal. Sistemas similares se dan en la mayora de pases europeos, pues el sistema de doble apellido es la excepcin y no la regla.Enresumidascuentas.Esfundamentaldistinguireluso social de nombres y apellidos y el oficial o institucional. El genealogista no muy avezado tiene forzosamente sesgado su punto de mira, en la medida en que se vale primordialmente deloslibrosparroquialesparalareconstruccindesu parentela.Testamentosycapitulacionesmatrimoniales tampoco son documentos que ayuden a ampliar el punto de mira, puesto que son fiel reflejo de la prctica eclesial muy alejada en ocasiones del mundo real. Quiero decir que esa imagen del individuo con doble apellido, paterno y materno, quereflejanloslibrosparroquialesestanrealcomopoco representativa.Elciudadanoopaisanotenadigmoslo as una doble, sino triple personalidad: por una parte una cartadepresentacinparroquialextensivaaotrosactos civiles relacionados, en segundo lugar otra correspondiente al uso administrativo o pblico como participar en una junta vecinalopresentarseantelajusticia16,yporltimootra privadadeusodiario. Acadapersonalidadcorrespondan unosnombresyapellidos,cadambitodelavidatena unafiliacinnominalespecfica.Elapellidomaterno,por ejemplo,apenastenacabidafueradelmbitocontrolado por la iglesia. El nombre de casada en el caso de las mujeres tena su importancia en diversos actos sociales, mayoritaria-mentereservadosalasclasesmspudientes.Elapodo 34Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)sehanconvertidoenapellidos.Lacronologatambin esposterior.Existenotrasformaciones,comolasque contienen el elemento seme hijo o ume nio estudiadas por Salaberri, que el mismo califica de zekenak cicateras, por su parquedad.Mitxelena,enlasegundaedicindeApellidosVascos,la de 1955, expone en la entrada 208 su parecer sobre el sufijo-enapresenteenapellidoscomoelsuyopropio:-enalacasade.Eselsuf.degenitivomselartculo; trasvocaltienelaforma-rena.Muyusadoconnombres depila.Enlaterceraedicincorregidayaumentada,la de1973,publicadadespusdesustrabajossobrelos importantesmaterialesonomsticosmedievalesnavarros, matiza la opinin anterior, aadiendo al final de la entrada lo siguiente: No es seguro que -(r)en aluda siempre a la casa, etc. de alguien. En Sanso Urraquarena, Nav. s. XIII, el sufijo indicaatodaslucesunmatronmico:cf.LopeiaunOrtire Semea Lope fi de don Orti, Irache 1125, en Oteiza.Elmismoorigenoiconmico,yportantonopatronmico, debemos atribuir a los -tegi (Markotegi, Petritegi, Ansotegi), que muestran ms claramente su origen material. Usamos, efectivamente, en la lengua viva Martinena, Joxerena edo Pepita(re)naparareferirnosaloshijosohijasdeMartn, Jose o Pepita, pero no hay rastros de fosilizacin, si no es a travs de la casa, que nos permitan hablar propiamente de patro- o matronmicos.NombrescomoLorenzana,nadatienenquevercon formasvascasen-ena.SeequivocaLetelier20almeter enelmismosacoel-anadeesteLorenzanaromancey el -ena de Michelena vasco, lo cual es comprensible pues susangrevasca,noleproporcionaronenellejanoChile mayoresconocimientossobrelalenguadesumadreque nomaterna.EsmenosexcusablequeM.RosaAyerbe21 reproduzcaelerrorencasa,queloarrastradesegundas de Dez Melgn. Los genitivos latinos fosilizados s parece quehayandejadotambinentrenosotrosabundantes vestigios, aunque es difcil determinar en qu casos, como en los casos en -ena mencionados arriba, corresponden a patronmicos, lo que no quiere decir que sean ya apellidos hereditarios, pues en primera instancia suelen ser personales yefmeros.Enunatercerayltimafaseseconviertenen apellidos, perdiendo el sentido de filiacin para convertirse en mera etiqueta hereditaria y familiar, equiparable a todos los efectos al resto de apellidos de otro origen.Digamos de paso, queen lengua vasca carecemos, a pesar de una opinin muy extendida, de verdaderos patronmicos. Otracosaesqueloscontinuadoresdellat.-ici(-ez,-is, etc.)hayancorridotambinentrenosotrosyconbses antroponmicasvascas.Enefecto,laterminacin-ena,-enea17quesesueleaducir,tienesuorigenensintagmas de genitivos idnticos, pero no se refieren a hijo de, sino a casa de, por lo que son oicnimos o domnimos18 que solo despus pasan a ser apellidos.Tenemos un estudio detallado de mano de Patxi Salaberri19. Nopodemossinoestarbsicamentedeacuerdoconsus planteamientossobreesteextremo.Salvounosmuy reducidoscasosparticularesestudiadosporMitxelena, notenemosverdaderasformasquecorrespondana patronmicos o matronmicos, y s formas morfolgicamente idnticas,constituidassobrenombresengenitivo,que conformannombresdecasa,quesolosecundariamente 35Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)topnimosposteriormentetomadoscomoapellidoso,por elcontrario,verdaderospatronmicoscomoenlareas circunvecinas romances. Tengo expuesto en otro lugar, que los rebeldes nombres en -ika (Barandika, Zulaika, Gorozika), reputados injustifica-damentecomoceltas,parecenresponderaunoriginario -kia(Odelikia,Domaikia),delquesaldraposteriormente -zia(Ordizia,Erkizia,Erdozia)eincluso,pormettesis,-iza(Erdoiza).Noseranenorigensinolasformasvascas correspondientes a la terminacin en genitivo latinas de los nombres en -cus (Didacus, Rodericus, Domenicus) Didaci, Roderici,Domenicibiendocumentadasenotrasreas quehandadoDez,Ruiz,DomenechydespusDiguez, Rodrguez, Domnguez ya sobre bases castellanas Diego, Rodrigo, Domingo.Nosllevanestosnombresalaarduacuestindelos apellidosen-ezcastellanoyvariantesdeotrasregiones (-es,-is,-iz),delqueescribiVerd22quehanconstituido unodelosproblemasmscomplejosydiscutidosdela lingstica hispnica. Pblico es que R. Menndez Pidal23 lededic,conlaayudadeA.Tovar,untrabajodecasi 100hojasparaconcluirsucarcterprerromano,conel queasistieronotrosespecialistascomoelgermanistaJ. M.Piel.Esdifcilsostenerlatesisprerromanaparaunos antropnimosquesesuponenmedievales,circunstancia engranmedidaavaladaporconstruirselosantropnimos en cuestin sobre nombres germnicos, y por disponer de milesdecasosconbasegenitivalatinatransparente.Si aceptamoselorigenmedieval,noobstante,elproblema tampocoessencillo.Porunaparte,-iz(comoevolucin de -ci) solo se dara en los nombres mencionados en -cus, adems de los en -cius, que son relativamente minoritarios y, por ende, difciles de aducir como fuente de analoga a imitar. Por otra parte esperaramos -is (como en portugus, valenciano,etc.)yno-iz.Nosobligaestoaunanueva analoga, de una forma popular *-is en lugar de la notarial delalenguaculta-i(marcadegenitivodelasegunda declinacinlatina,alaquepertenecenmayoritariamente los nombres masculinos, esa misma que nos aparece en lo apellidos tpicamente italianos: Martini, Galilei, Perucini) o, en su defecto, un origen vasco a travs del euskera, que en prstamos antiguos dentaliza la apical latina: lat. s > eusk. z.Estaltimasolucinnoestexentadeproblemaspor ladesmesuradaimportanciaqueseledaaunfonetismo vasco de indeterminada antigedad y otros extremos.Tenemosparalelamente,enzonanavarraespecialmente, que comparte con Aragn y zonas limtrofes, patronmicos en-anis,-onis(Garceanis,Enneconis,Ximenonis, Sancionis) que dieron en lengua vasca, segn contrastada opinindeMitxelenaperoconproblemassinresolver24, Enekoiz, Xemenoiz, (S)antxoiz (iguez, Jimnez, Snchez castellanos).Otrocabointeresantequesubyaceaesta cuestin es el origen de las formas en -anis, -onis que se explican por influencia germnica lo que casa bien con los hechos,perohayquerecordarqueyasedatanformas de esta naturaleza en las inscripciones aquitanas (Sembe-tennis,Sembecconi,Cissonbonnis)25,supuestamente muy anteriores a la presencia germnica en tierras vascas. Si no queremos desautorizar el origen germnico de estas formas,tenemosquepostularunorigenparaleloparalas formas aquitanas, lo cual no deja de tener complicaciones, oretrasarlapresenciagermnica,supuestamentefranca, en tierras vascas y admitir una influencia que, pese a otras abundantes evidencias, siempre se ha querido negar. Este tema, aunque intrigante, corresponde a una poca histrica muy anterior a la que nos ocupa, aunque exige imaginar y trazarpuentesentreesasformasmedievalesquedieron finalmente origen a los apellidos y las antiguas aquitanas.36Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)NOTAS1 YaenunaobraclsicayseriacomolaGonzaloDezMelcnya citada (Apellidos castellano-leoneses (siglos IX-XIII, ambos inclusive), Universidad de Granada, 1957: pp. 11, 36).2 LacostumbresemodificadenuevohaciafinalesdelsigloXVI cuando el Concilio de Trento elimina el uso de los patronmicos (Wiki/Patronmico)3 ElConciliodeTrentoylosapellidos,Antzina1(2006):p.15. Prudencio Bustos Argaars, matizando a este autor, aclara que [s]in embargo, Ana Mara Mulqui de Garca Castellanos, estudiosa de estos temas, me dice que no existe tal disposicin tridentina y que la citada Real Cdula trata slo sobre la Exejucin, Conservacin y Defensa de los Decretos del Santo Concilio de Trento. Est inserta en la Novisima Recopilacin de Indias, en el Libro I, tit 1, ley 13 y en ella se exige el cumplimiento de las disposiciones adoptadas por dicho Concilio entre las que, como queda dicho, no se encuentra la de marras (Orgenes de los apellidos hispanoamericanos, Boletn del Centro de Estudios Genealgicos de Crdoba 26, 1997).4 En un nico libro en secciones separadas, en un comienzo.5 En realidad, lo que el Concilio de Trento hace, es dar carcter cannico de obligatoriedad y universalidad para todo el mundo catlico, a una costumbrequevenadesarrollndose,porlomenosenlasdicesis vasco navarras, incluso desde las ltimas dcadas del siglo XV y, de un modo ms frecuente, desde los inicios del XVI (Juan Jos Varea, Observaciones sobre los libros sacramentales: dicesis de Pamplona y Calahorra, Antzina 7 (2009): pp. 57-61).6 Noticiassobreelparticularenotrorecienteeinteresanteartculode estarevista:GerardoRipa,Elamorimposibledelhijodelprior, Antzina 16 (2012): pp. 48-59).7 JosLuisSalesTirapudaunainteresantenoticiaenunnomenos interesanteartculo(ElArchivoDiocesanodePamplona,Antzina 9(2010):pp.69-70)recogidaenelprimerlibrodebautizadosde Gulina que remonta la prctica de llevar los libros sacramentales a un snodo anterior, el de Alcal de 1496. Sin menospreciar el antecedente alcaleo, parece que fue a partir del snodo de Talavera convocado por Cisneros en 1498 que se instituy la obligatoriedad de llevar un libro enelqueapuntarlosdistintossacramentos.FernandoMartnezGil, citando a J. L. Martnez Sanz, (Muerte y sociedad en la Espaa de los Austrias,EdicionesdelaUniversidaddeCastilla-LaMancha,2000: p. 39) da este snodo como punto de partida y Trento como punto de inflexinparalageneralizacindeloslibros.Mencionatambinun snodo en Alcal, pero lo data en 1480. Jos Mara Gimeno Sanz (La genealoga ciencia de todos: interrogantes, reflexiones y tribulaciones deunaprendizdegenealogista,InstitutodeEstudiosGenealgicos delUruguay,2003:p.18),porotraparte,confirmalaexistenciade librosenmuchasparroquiascastellanasdesdefinalesdelXVpor lamismacircunstancia.TampocoenTalaveralapreocupacin eranlosapellidos,sinoaligualquesucederaposteriormenteen Trentounadelaspreocupacionesprincipaleseraelcleromismo. Loslibrosproporcionabanentreotrasinformaciones,laposibilidad deindagarlaextraccinsocialdelosfuturosclrigos,ademsde reglamentarlaunidadfamiliar(Parroquiayarciprestazgoenlos archivosdelaIglesia:santoralhispano-mozrabeenEspaa: Actas delXCongresodelaAsociacin,Salamanca1994,AgustnHevia Ballina (ed.), Asociacin de Archiveros de la Iglesia en Espaa, 1996: pp. 12, 65). Hay abundante bibliografa sobre el snodo talaverano y otros.SepuedencitareltrabajoclsicodeJosSnchezHerrero: Concilios provinciales y snodos toledanos de los siglos XIV y XV. La religiosidad cristiana del clero y del pueblo. Universidad de La Laguna, 1976,yunrecienteartculodeMaraJosLopOtn:Parroquiasy prctica sacramental en Toledo a fines de la edad media, en Mundos medievales:espacios,sociedadesypoder.Homenajealprofesor JosngelGarcadeCortzaryRuizde Aguirre,vol.II, Santander, Universidad de Cantabria, 2012: pp. 1.523-1.536.8 Vide nota 5.9 Fuentesparaelestudiodelahistorialocal:FuentesEclesistica, Antzina 1 (2006): p. 42.10 [E]lestrictosistemaexogmicoexigidoporlaiglesiaalaclase nobiliariacontrastaconelendogmicoqueimponaalacampesina, almenoshastalossiglosXIIyXIII,deloquesedesprendequela legislacincannicarespectoalmatrimonionorespondatantoa unos principios morales, como al inters de la iglesia por controlar el conjunto del sistema social (Mara Isabel Loring Garca, Sistemas de parentesco y estructuras familiares en la Edad Media, in J. I. De la Iglesia (coord.), La familia en la Edad Media. XI Semana de Estudios Medievales. Najera 2000, Logroo, 2001: p. 35).11 La nobleza en Espaa: ideas, estructuras, historia, Fundacin Cultural de la Nobleza espaola, 2008: pp. 51-52.12 Caso pblico, en que la identidad de nombres tuvo en Chile perplejos a los Poderes del Estado, fu el que ocurri hacia 1830. Para integrar el Congreso de Plenipotenciarios, convocado por la revolucin triunfante, laprovinciadeValdiviahabaelegidoD.JosSantiagoAldunate comopropietario,yD.FranciscoGanacomosuplente,yporque elprimeroseencontrabaausente,semandcitaralsegundo.Mas, segninformelgobiernoconfecha4de Agosto,seconocantres ciudadanos que respondan al nombre de Francisco Gana, y como no 37Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)se saba cul de ellos haba sido el electo, se hubo de tomar el nico caminoquehabaabierto,elderenovarlaeleccin(Onomatologa: pp. 7-8).13 Vide nota 31 de la primera entrega de este trabajo, Antzina 17: p. 65.14 As, en Roma, donde imper durante toda la Repblica el rgimen agntico,loshijosvaronesnousaroncorrelativamente ms que el nomen y el cognomen paternos; pero desde los principios del Imperio, / en que se empez establecer la igualdad hereditaria entreambossexos,empiezanaparecerinscripcionesfunerarias en que el nombre propio del finado viene seguido de los apellidos de ambas lneas (ibid.: pp. 78-79).15 He de hacer la observacin de que este uso de los apellidos paterno ymaternononacidelanada.Efectivamenteyaeracostumbre desde el siglo anterior el que los personajes utilizaran como sistema para distinguirse de sus homnimos el apellido materno en segundo lugar. As. por poner un ejemplo, si en el siglo XVI se distingua a dos personajesllamadosJuandeUlloacomoelviejoyelmozo,oelde laplazayeldelcastillo,enelsigloXVIIIseempiezaautilizarpara diferenciarlossuapellidomaterno(Gnesisyevolucinhistrica delapellidoenEspaa,RealAcademiaMatritensedeHerldicay Genealoga, 1991: nota 15).16 Pero no olvidemos que el renombre o apellido, aadido al nombre y patronmico,eraengeneralimpuestodesdefuera,porquelnose llamabaasmismo.Enelcrculodelosprximos,sloseusabael nombreyelpatronmico,porqueestobastaba(F.MenndezPidal, op. cit.: p. 51)17 Lainterpretacindeesteelementoequiparndoloalposesivode primera persona ene m, mo que se ha dado en alguna ocasin entra en lo fantasioso que adorna un discurso antropolgico enclenque.18 Aunque oicnimo es el trmino generalmente utilizado entre nosotros yelquerecomiendaICOS(TheInternationalCouncilofOnomastic Sciences)tienestedosproblemas.Primeroque,segndefinicin delorganismomencionado,nosolohacemencinenexclusivaa casas sino tambin a otros edificios. Segundo que en otras tradiciones onomsticas nada despreciables el trmino refiere a asentamientos y no a casas. Domnimo sera pues un trmino menos ambiguo o ms especfico para referirse a la casa.19 Euskaldeiturategia:patronimia,UdakoEuskalUnibertsitatea,Bilbo, 2003. Especialmente las pginas 67-70.20 Op. cit.: pp. 89-90.21 Nombres significativos y apellidos con especial referencia al apellido vasco: (aspectos de la designacin personal en la historia), Mundaiz 27 (1) (1984): p. 52.22 GabrielM.Verd,Patronmicosdevocal+iz(Enecoiz),ASJU16, 1982: pp. 131-139.23Lossufijosespaolesen-zyespecialmentelospatronmicos, Boletn de la Real Academia Espaola, 42 (1962): pp. 371-460.24 El genitivo en la onomstica medieval, Emerita 25 (1957), pp. 134-148.25 UnestudioexhaustivosobrelamateriaenJoaqunGorrochategi, estudiosobrelaonomsticaindgenade Aquitania,UPV,1984.Hay que decir, no obstante, que la nasal parece o puede pertenecer a un formante ya sea lexical ya sufijal y no a la marca declinativa en s. Entodocaso,sepudoextenderdelosprimerosalasegundapor analoga.38Euskal deituren jatorriariburuzko gogoetak (3)REFLEXIONES SOBRE EL ORIGENDE LOS APELLIDOS VASCOS (3)