REALIDAD SOCIOCULTURAL DE GUATEMALA - … · entender porqué estamos como estamos y tener...

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1 CURSO REALIDAD SOCIOCULTURAL DE GUATEMALA GUIA PROGRAMÁTICA SISTEMA NACIONAL DE FORMACIÓN DEL RECURSO HUMANO EDUCATIVO DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN –SINAFORHE- Mtro. Ricardo Danilo Dardón Flores

Transcript of REALIDAD SOCIOCULTURAL DE GUATEMALA - … · entender porqué estamos como estamos y tener...

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CURSO

REALIDAD SOCIOCULTURAL DE GUATEMALA

GUIA PROGRAMÁTICA

SISTEMA NACIONAL DE FORMACIÓN DEL RECURSO HUMANO EDUCATIVO DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN

–SINAFORHE-

Mtro. Ricardo Danilo Dardón Flores

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PRESENTACIÓN La presente guía metodológica del curso Realidad sociocultural de Guatemala, constituye un instrumento al servicio de las personas que tienen el compromiso de orientar el aprendizaje, usted apreciable maestro. El curso desarrolla tres unidades, cada una con sus subdivisiones temáticas, atendiendo a sus particulares. Las competencias a desarrollar, son las siguientes: Competencias generales Conocimiento crítico de la relación entre acontecimientos y procesos actuales y

el pasado Conciencia y respeto hacia otros puntos de vista Capacidad para comunicarse y argumentar en forma oral y escrita. Conciencia de la función social de la historia Capacidad de aplicar técnicas y métodos de la didáctica de la historia

Competencias específicas1 1. Analiza los elementos más relevantes de la realidad sociocultural 2. Enfatiza la diversidad lingüística de Guatemala 3. Desarrolla actividades, juegos y ejercicios que permiten dicho análisis 4. Reflexiona sobre lo que puede hacer el docente desde su labor para

transformar la realidad de Guatemala La guía incluye tres unidades: Mitos y realidades de la Historia, Nuestra realidad sociocultural, nuestra historia; Arcoíris cultural y lingüístico de Guatemala El desarrollo de cada unidad temática incluye: contenidos pertinentes para el logro de las competencias, con actividades y explicaciones de la metodología didáctica.

                                                            1 De acuerdo al Programa Académico de Desarrollo Profesional Docente PADEP/D

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UNIDAD I Mitos y realidades de la historia

Reflexione sobre el siguiente cuestionamiento ¿Para qué sirve la historia?

Escriba su respuesta en la línea del cuadro de abajo. Discútala con sus compañeros. No olvide que la discusión la dirige un moderador electo por el grupo. El principio democrático se debe vivir en el aula, siempre. Lea el contenido del siguiente cuadro y realice lo que se le pide. UNA ENCUESTA Hace algunos años, un grupo de profesores practicantes, previo a realizar su práctica docente supervisada, hicieron una encuesta a estudiantes del nivel secundario. Se les preguntó: ¿Para qué sirve la historia? Sus respuestas más frecuentes fueron las siguientes:

Para memorizar fechas y nombres de personajes importantes. La historia no tiene utilidad pues no tiene aplicación en la vida. La historia sirve para conocer el pasado de nuestro país. La historia sirve para no cometer los errores del pasado, es decir, para

aprender del pasado.

Su respuesta en la línea de abajo: ______________________________________________________________

Las respuestas de la encuesta muestran opiniones negativas sobre la historia, además, poco conocimiento de su naturaleza. ¿Cómo evalúa su respuesta? Tómese un tiempo, escríbala y explíquela cuando el orientador pedagógico se lo pida. Reflexione sobre las siguientes preguntas: ¿Ha sido el aprendizaje de la Historia un ejercicio de memorización? ¿Es la Historia un conocimiento inútil? ¿La Historia estudia el pasado del hombre? ¿La Historia proporciona lecciones para la vida? Organícese en grupos de cinco personas.

Sobre  la historia y su aprendizaje se  han  tenido algunas  ideas  y prácticas equivocadas.  Es  propósito  de la presente guía, identificar  esos errores  y superarlos.  Para  lo  anterior es  necesario reconocer  que la  historia  es algo  más  que una  simple narración  de hechos pasados.  Se  considera  la historia  como una  empresa razonada  de análisis.  

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Cada grupo debe nombrar un relator. Discutan las respuestas con el grupo y escríbalas. No olvide que más que un simple sí o no, lo que se pretende obtener son respuestas razonadas. Para ello deberá hacer dos cosas: describa primero el fenómeno y luego explíquelo. Observe el siguiente ejemplo. Ejemplo: ¿Ha sido el aprendizaje de la Historia un ejercicio de memorización?

Descripción: el aprendizaje de la historia, en casos, consiste en dictar a los alumnos narraciones de acontecimientos, nombres de personas y fechas. También he conocido profesores que utilizan recursos variados y creativos, como visitas a museos, mercados, proyecta películas y documentales, analiza noticias del periódico, organiza representaciones con los alumnos (sociodramas), reproduce cintas sonoras, lee libros y los comenta con sus estudiantes, investiga con sus alumnos, escribe con sus alumnos la historia oral, las costumbres y tradiciones de su comunidad, etc.

Explicación: En el primer caso, la memorización se impone como única herramienta mental, con lo cual se obtiene aburrimiento y rechazo en sus estudiantes. En el segundo caso, los estudiantes son activos, creativos y propositivos. La

Una competencia necesaria para la vida es la capacidad para comunicarse y argumentar en forma oral y escrita. Nuestro propósito es hacerla una realidad. Con ello también buscamos transformar la sociedad guatemalteca, que no sabe discutir. Resolver los problemas discutiendo es mejor que pelear.

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dinámica de la clase conduce a mejores resultados en el aprendizaje de las competencias requeridas. Además se consolidan los lados de pertenencia a la comunidad. ¡No olvide estimado maestro! La memorización es parte de los primeros niveles del conocimiento, procuremos dinamizar y avanzar hacia niveles superiores! Así aprendí historia. Organice con sus compañeros de grupo, una representación sobre experiencias vividas en el aprendizaje de la historia, como alumno. Escriba un pequeño guión con sus compañeros y realice el sociodrama. Al finalizar la representación, el relator del grupo pide a los presentes reflexiones y comentarios orales sobre lo ocurrido. Concluye explicando el sentido de la representación, apoyado en alguna teoría. Lea, el siguiente texto Historia: palabra vieja y joven empresa razonada de análisis

Por historia, algunas veces, se entiende a una serie de descripciones de sucesos pasados, ordenados en forma cronológica. Estas incluyen listas interminables de personajes, generalmente grandes hombres y fechas. Lo anterior, generalmente acompañado de la convicción de que su aprendizaje exige de ejercicios largos de memorización. La historia, apreciado profesor, es una ciencia. Ciencia social porque su objeto de estudio son las sociedades humanas. Las estudia en relación al tiempo. Por ello se le define como “Ciencia que estudia las sociedades humanas en el tiempo”. La historia busca en el pasado algunas explicaciones que le sirvan para entender el presente y con ello planificar una sociedad mejor.

Como notará, la historia no es solo un conocimiento del pasado. Es útil para entender porqué estamos como estamos y tener elementos de juicio para planificar una sociedad mejor. La historia, es una palabra vieja que significa investigación. Vieja, bajo su

La  historia  es  uno de  los  vehículos más  importantes para  formar valores: Solidaridad,  moral, conciencia  social, compasión,  ética, conciencia ambiental, etc. 

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forma primaria de relato, narración o descripción, pero muy joven como empresa razonada de análisis2. En fin, la historia no sólo sirve para describir, sino también para explicar. Una característica de nuestro tiempo es la destrucción de los vínculos entre las experiencias contemporáneas de los individuos y las de generaciones anteriores. De esa manera aquel encadenamiento que ligaba las conciencias pasadas con las presentes se están desarticulando, perdiéndose con ello la esencia de lo que nos ha llevado a ser “humanos”. Uno de los elementos que magnifican el valor de educar consiste en desarrollar las características que suelen considerarse propias de las personas: compasión por el prójimo, solidaridad o benevolencia hacia los demás, conciencia social, conciencia ambiental, ética, moral, etc. Son estas características muy humanas, es decir, propias de aquellos que han saboreado “la leche de la humana ternura”, como argumenta Fernando Savater3 retomando la bella expresión shakespeariana.

Ser humano, querido profesor, es también un deber, como propone Graham Greene pues “nacemos humanos pero eso no basta: tenemos también que llegar a Serlo”4. Lo anterior, explica Greene, en el entendido de que la categoría “humano” además de una denominación que identifica a una clase de mamíferos parientes de los primates, es una especie de ideal.

En razón de lo anterior, los profesores y los historiadores, han adquirido una responsabilidad mayor, están obligados a recordar lo que otros olvidan, por tanto, a ser algo más que simples cronistas, recordadores y compiladores5. Estamos llamados a comprender y explicar para que otros comprendan. La historia es, estimado profesor, algo más que un depósito de anécdotas o cronologías.

La responsabilidad anterior está en sus manos, utilice todo su entusiasmo, creatividad y herramientas didácticas para hacer de aquel conocimiento, una experiencia de aprendizaje feliz, dinámico, y útil. Útil para conocer su comunidad, su región y su nación y también para transformarla. En su grupo de trabajo discuta ¿Qué es la historia y para qué sirve? Sus respuestas deberán tomar en cuenta sus reflexiones anteriores y las lecturas

                                                            2 Marc Bloch, INTRUDUCCIÓN A LA HISTORIA, BREVARIOS, Fondo de Cultura Económica, México 1957, pág. 16 3 Fernando Savater, EL VALOR DE EDUCAR, Talleres LIBERDÚPLEX, S.L., Barcelona, 1997. Pág. 11. 4 Ibidem. Graham Greene es citado por Savater. 5 Eric Hobsbawm, HISTORIA DEL SIGLO XX, CRITICA, GRIJALBO MONDADORI, Barcelona, 1995, pág. 13.

Recordar lo que otros olvidan es parte de nuestra responsabilidad. Por eso una competencia importante es Conciencia de la función social de la historia

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realizadas. Pretendemos su opinión, aunque amparada en fundamentos, es decir en teoría. Escriba todas las respuestas, con ellas cada integrante del grupo deberá escribir un informe, con los siguientes componentes.

1. Carátula Nombre de la institución Título del trabajo Fecha

2. Índice 3. Introducción

Síntesis del contenido del informe 4. Contenido, con títulos y subtítulo 5. Conclusiones 6. Bibliografía

Panel: ¿Qué es la historia y para qué sirve? Tres panelistas y un moderador, cuatro estudiantes voluntarios o escogidos por el orientador pedagógico. Se procederá de la manera siguiente:

1. El moderador introduce el tema. Para el efecto, explica algunos aspectos relevantes del tema.

2. El moderador presenta a los expositores, destacando aspectos importantes de su currículum vitae.

3. El moderador determina el orden de las exposiciones. 4. Al finalizar, el moderador invita al grupo a hacer preguntas para reafirmar el

tema. 5. El moderador solicita a los panelistas una conclusión alrededor del tema.

El Panel es una técnica de aprendizaje estupenda. Entre otras cosas se utiliza para transmitir información a grupos numerosos; para concentrar información en un tiempo limitado; para conocer la opinión de expertos, para complementar a otras técnicas didácticas. Recuerde que previo a iniciar el panel, el moderador define, el orden de los expositores y el tiempo de exposición de cada panelista, que debe ser corto. Además, establece el tiempo para la realización de preguntas por el público. El panel requiere de una inicial presentación de los expertos. una síntesis de su currículum vitae y una introducción al tema. Cada experto cuenta con veinte minutos para su exposición. Al final de la participación de los expertos, se abre la discusión al público, con un espacio para preguntas y respuestas.

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Bibliografía complementaria Para ampliar los conocimientos sobre el contenido de la anterior unidad se le sugiere consultar los siguientes libros:

1. Acuña Ortega Víctor Hugo, Historia e incertidumbre, Costa Rica: Universidad de Costa Rica, 2007.

2. Arias y Simarro Concepción, ¿CÓMO ENSEÑAR LA HISTORIA? Técnicas de apoyo para los profesores. México, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), 2004

3. Bloch Marc, Introducción a la historia. México: Fondo de Cultura Económica, 1987.

4. Wchwarzstein Dora, Una introducción al uso de la Historia Oral en el aula. Argentina: 2001.

UNIDAD II Nuestra realidad sociocultural, nuestra historia.

¿Quiénes somos, los guatemaltecos? Utilizando la técnica de lluvia de ideas, usted y sus compañeros resolverán el problema planteado ¿Quiénes somos los guatemaltecos? Proceda de la manera siguiente: Elija con sus compañeros un secretario. El tomará nota de todas las ideas expuestas. Los participantes expondrán sus ideas. Las ideas se analizan y depuran. Se construye una síntesis, para ello dibuje un cuadro en el pizarrón, que permita agrupar las ideas en conjuntos afines. La clase elabora conclusiones. El siguiente, es un ejemplo de cómo construir el cuadro.

VARIABLE CARACTERÍSTICA Económica Sociedad con diferencias profundas entre ricos y pobres.

Dependencia económica por el peso de la exportación de productos agrícolas.

Política Gobierno Republicano de cuatro años Separación de los poderes del Estado Deficiencia de políticas públicas que trascienda los cuatro años de cada gobierno

Social Sociedad temerosa y violenta Sociedad racista y excluyente Sociedad solidaria en la adversidad

Las características de la sociedad actual se entienden buscando algunas explicaciones en el pasado. Por ello es importante desarrollar la competencia sobre: Conocimiento crítico de la relación entre acontecimientos y procesos actuales y el pasado.

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Cultural Diversidad de culturas Diversidad de idiomas

Como observa, se incluyen sólo algunas características. El cuadro que elaborará toda la clase tendrá una riqueza enorme. Por supuesto, las características son positivas algunas y otras negativas. La lluvia de ideas es una técnica que permite la libre expresión de ideas, por los participantes. Sin limitaciones o restricciones, pues el propósito consiste en producir el mayor número de datos, opiniones y soluciones sobre el tema. Permite fomentar el pensamiento creativo, además de un juicio crítico expresado en un ambiente de libertad y democracia. Promueve la búsqueda de soluciones, además complementa otras técnicas didácticas, como la lectura comentada. Viajando por nuestro pasado Ya identificó algunas características de nuestra sociedad, en nuestros días. Ahora recordemos cómo llegamos ahí, es decir, cómo llegamos a ser lo que somos. Para ello le propongo utilizar la única máquina del tiempo con que contamos: nuestro cerebro. Los Mayas del Posclásico, los Mayas de hoy. Cuando el orientador pedagógico lo indique, los estudiantes de la clase, uno a la vez, leerá en voz alta una parte del texto del recuadro siguiente. El propósito de la lectura consiste en constatar la continuidad de la cultura y pueblo maya hasta nuestros días. Ponga atención en los siguientes procesos:

Cómo es el desenvolvimiento político Maya en tierras bajas y altas de Guatemala.

Cómo obtuvo hegemonía el grupo K´iche´. Cómo estuvo estructurado el Estado K´iche´. Es correcto sostener que los mayas y su cultura terminaron con el colapso

del período maya. Justifique su respuesta. “Postclásico tardío (1200-1524): Estado quiché6 Mientras que los procesos políticos en las Tierras Bajas tendían a la

                                                            6 Tomás Barrientos, Organización Política Maya, en MESOAMERICA, UNIVERSIDAD MESOAMERICANA, Editor HORACIO CABEZAS. Guatemala: 2005.

La cultura maya no terminó con el final de la civilización clásica. Continuó en formas de organización menos complejas. En el altiplano guatemalteco se crearon nuevas formas y

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fragmentación y al abandono de las grandes ciudades, los grupos mayas del altiplano guatemalteco, en especial los quichés, desarrollaron complejos sistemas de organización, que combinaron rasgos mexicas, como la organización en calpulli, con otras características de las Tierras Bajas. Después del abandono de Kaminaljuyú a finales del siglo VIII, el grupo quiché ganó hegemonía en todo el altiplano occidental, conquistando y dominando gradualmente a sus vecinos del oriente, sur y occidente (territorios achí-rabinal, pocomchí, mam, tzutuhil y cakchiquel). A inicios del siglo XV, las diferentes unidades políticas quichés se unieron bajo el liderazgo de Quicab y conformaron un estado sin precedentes en el altiplano guatemalteco. Con sede en la capital principal de Gumarcaaj o Utatlán, se formó una alianza o confederación de los tres linajes más poderosos, quienes crearon una serie de centros regionales que controlaron un territorio de más de 15,000 km2. El sistema de gobierno se dividió en los tres linajes principales, cada uno organizado internamente mediante cabezas de linajes menores. Los líderes máximos llevaban el título de ahpop y residían en Gumarcaaj, mientras que los ahpop camhá eran miembros del consejo de gobierno. Existían gobernadores locales en cada provincia del territorio, que a su vez tenían bajo su cargo a otros líderes de menor rango, conocidos como utzam chinamital. La región dominada por los quichés fue controlada así mediante estrategias políticas que implicaron la formación de provincias que tenían sus propias capitales (tales fueron los casos de Xelajú y Totonicapán), en las que cada linaje contaba con un gobernador local, con lo que quedaba garantizada la presencia quiché por todo el territorio. Otros grupos mayas como los cakchiqueles, tzutuhiles y mames tuvieron formas de organización similar, con capitales regionales gobernadas por linajes. Con la llegada de los españoles, las partes más complejas de este sistema desaparecieron o se transformaron en instituciones coloniales, pero la base de la organización se mantuvo casi intacta. Hoy en día, la organización regional y distribución de las comunidades en el altiplano guatemalteco se ajustan a los territorios originales de las antiguas entidades políticas, y la división interna de los pueblos sigue basándose en el sistema de linajes. La existencia de cantones y otras formas de grupos corporativos en las comunidades mayas actuales reflejan muchos aspectos de la organización sociopolítica prehispánica, que han perdurado a pesar de los procesos de colonización y, al mismo tiempo, demuestran que las relaciones de parentesco todavía juegan un papel importante en la toma de decisiones y en la elección de autoridades civiles y religiosas. Conclusión La evolución de sociedades tribales a estados fue un proceso lento que duró aproximadamente dos milenios y muestra que la cultura maya ya existía mucho antes de alcanzar el nivel de una civilización. De la misma manera, la

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cultura maya no terminó con el final de la civilización clásica sino que continuó en formas de organización menos complejas, después de que el sistema político del período clásico colapsara en el siglo IX. Tanto en Yucatán como en el altiplano guatemalteco se crearon nuevas formas y alternativas de organización política que tuvieron éxito y que en cierto modo han perdurado hasta nuestros días, a pesar de las influencias y transformaciones coloniales sucedidas a partir del siglo XVI. La lectura comentada, como la anterior, es una técnica didáctica que permite profundizar en aspectos teóricos de un tema. Conocer puntos de vista de autores importantes, generar en grupos la habilidad de analizar y sintetizar la información. Por supuesto, también es un buen complemento de otras técnicas. Características de hoy, herencia del pasado: Exclusiones, discriminación y racismo. La dominación española transformó a lo largo de lo que denominamos vida colonial, las sociedades nativas. La diversidad de identidades y etnias existentes fue cambiada y convertida en una por los conquistadores. K´iche´s, Kaqchikeles, Q´eqchi´s, Tz´utujil, Ixiles, Poqomames, Mames, Q´anjob´ales, Chujes, y otros fueron convertidos en indios. Una característica de la sociedad guatemalteca actual, es la presencia del racismo y exclusiones. ¿De dónde vienen? ¿Cómo y porqué surgieron? Son respuestas que se pueden encontrar en nuestro pasado. Lea con su grupo de trabajo y en silencio el texto del cuadro siguiente. Conteste las dos preguntas anteriores. Pida a su relator que explique a su clase porqué una característica Sociocultural de nuestro país es la exclusión, discriminación y racismo. ESTRATIFICACIÓN ÉTNICA Y MESTIZAJE7 A lo largo de la historia de la sociedad guatemalteca surgieron y se afianzaron diversas formas violentas de exclusión, algunas de las cuales se mantienen hasta nuestros días. La más importante es la étnica. Esta se origina en la conquista y despliega sus múltiples rostros en la larga etapa de la colonia, a través de la encomienda y los repartimientos. Ha estado siempre acompañada de otras, como la de género. Al tratar de las exclusiones existentes en Guatemala a lo largo del siglo XX, es necesario identificar las herencias que vienen del pasado y cómo se expresan ellas en el presente.

                                                            7 PNUD, INFORME NACIONAL DE DESARROLLOO HUMANO, 2000. Capítulo II, La Herencia Histórica de las exclusiones en Guatemala. Guatemala, 2000.

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El punto de partida es el examen del proyecto nacional, pues este ha constituido el marco histórico, jurídico e ideológico en el que han aparecido las diversas formas de exclusión. La nación imaginada por los republicanos guatemaltecos, conservadores y liberales, se apoyó en la exclusión de los indígenas por medio de una práctica segregadora de naturaleza étnica. La estructura social, después de la Independencia y durante la primera mitad del siglo XIX, se definió con características étnicas: indios, ladinos y criollos. A raíz de la revolución liberal de 1871, el discurso oficial ya sólo hablaba de indios y ladinos. Es el momento en que el proceso de mestizaje había avanzado suficientemente como para definir la naturaleza del proyecto nacional, pues mestizo es el resultado de la fusión de lo español con lo indígena. En la generación del mestizaje hubo distintas expresiones de violencia, resultado de una conquista realizada por hombres solos. La más significativa fue la que debió enfrentar la mujer indígena, pues la sufrió en su propio cuerpo, por parte del hombre blanco y dominador. Fue esa la experiencia de un cuerpo sexuado, que está en el centro de la condición femenina, y que fue convertido en botín de guerra durante largo tiempo. Del violento encuentro se origina el proceso de mestizaje y surge la figura del mestizo. El proceso de mestizaje tuvo y tiene una enorme significación política, social, económica, cultural y simbólica, que se fue consolidando hacia las últimas décadas del siglo XIX. Independencia, nación y nosotros En los primeros veinticinco años del siglo XIX, surgió Guatemala como nación. Aunque la independencia fue pacífica, la violencia llegó poco tiempo después de 1821, entre centroamericanos. Aquellos acontecimientos hicieron fracasar el intento de construir la patria Centroamericana. Como usted sabe. La historia es una ciencia que nos permite buscar explicaciones en el pasado, sobre características y fenómenos del presente. Siendo así, realice una lectura silenciosa al contenido del recuadro de abajo. En el transcurso de la lectura subraye las palabras que no comprende. Búsquelas en algún libro o diccionario, según sea el caso o pregunte a su orientador pedagógico. Una vez finalizada la lectura:

1. Construya un glosario de palabras 2. Escriba, basado en la lectura, explicaciones sobre nuestra realidad

sociocultural actual. 3. Comparta sus análisis con sus compañeros, cuando el orientador

pedagógico se lo indique.

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La formación de la nación guatemalteca (1821-1871)8 El nuevo Estado republicano centroamericano surgido de la independencia del Reino de España propuso brevemente un ideal ciudadano basado en la igualdad, en las garantías individuales y el ejercicio de derechos sin distingos de pertenencia étnica, cultural y religiosa –que incluía al indígena–, con el fin de garantizar la lealtad de los habitantes a la nueva nación. Así lo estableció la Constitución de la República Federal de Centroamérica (24 de noviembre de 1824) al instituir que todos los habitantes de la república, casados y mayores de 18 años, eran ciudadanos. En realidad, fueron las Cortes de Cádiz las que introdujeron por primera vez (9 de febrero de 1811) la noción de igualdad legal al incluir a la población indígena, los “naturales”, junto a los españoles. Pero, bajo la superficie de una ciudadanía común guatemalteca, permaneció la tendencia a la separación y el enfrentamiento entre estos dos grandes grupos étnicos del país. Pronto, la universalidad ciudadana pregonada fue acotada por el poder criollo aludiendo a criterios de riqueza, etnia y cultura, fundamentada en los estereotipos y prejuicios existentes. Frente a la idea de la igualdad, pesaba la división étnica heredada de la Colonia, que sería actualizada en el nuevo contexto de la nación liberal. Es decir, la forma que iba a tomar la ideología de la nación en Guatemala provenía de la forma en que la élite de criollos coloniales la imaginaba en tanto grupo dominante. El cambio político no le restó poder, pues siguió definiendo las reglas de la nueva república a partir de una ideología y un comportamiento oligárquicos. Ya fuesen sus miembros liberales o conservadores, la realidad era que por un lado estaban ellos –ahora identificados como blancos en vez de españoles– y, por el otro, el resto de la población. La sociedad guatemalteca estaba, entonces, formada por tres segmentos. Además de los criollos, herederos de la República de Españoles, estaban los indígenas, que venían de la República de Indios, con su carácter subordinado y corporativo. Entre ambos, las “castas”, mestizos o ladinos, un elemento ya socialmente reconocido y básico de la sociedad guatemalteca. La vieja rivalidad colonial entre la población blanca y la mestiza se mantenía, debido a las pugnas por la hegemonía política y social, y por la permanencia de los antagonismos étnicos. Pero al mismo tiempo, el paso de la sociedad colonial a una nacional le permitía a los mestizos una mayor presencia, así como poder pasar de un estatus semilegal al de ciudadanos, en el marco de un Estado necesitado de contar con cierta base que legitimase el nuevo proyecto republicano. Asimismo, el discurso antiestamental del liberalismo sería aprovechado para ganar espacios y crear una base ideológica y legal que le permitiese el acceso

                                                            8 PNUD, INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005, en Capítulo 2, Una breve historia de la etnicidad en Guatemala.

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a los recursos, en detrimento de los indígenas. Por ejemplo, en aras de extender el dominio territorial del nuevo poder, el Estado guatemalteco buscó fortalecer el sistema municipal que implicó, para criollos y ladinos, una fuente de poder y de recursos. El intento de implementar políticas asimilacionistas llevó a los levantamientos indígenas que culminan con el derrocamiento del régimen liberal de Mariano Gálvez (1831-1838). Las categorías étnicas En esta dinámica histórica, el ladino se fue convirtiendo en el representante idóneo de la nacionalidad guatemalteca, mientras que el indígena fue visto como un actor incómodo, en la medida en que se le siguió adjudicando una inferioridad social, sustentada en la idea de una supuesta “degeneración” cultural e histórica, que lo proyectaba socialmente como un factor de atraso para la modernidad buscada. Se fueron creando fórmulas de participación ciudadana que mantuvieron el interés por diferenciar a los indígenas de los ladinos, lo cual implicó el reconocimiento de la diversidad étnica de manera explícita en las leyes, especialmente durante el período conservador (1839-1871). En esta nueva dinámica “civilizadora”, los ladinos se vieron favorecidos frente a los indígenas debido a cuatro razones: su condición predominantemente mestiza, que los ubicaba en un rango intermedio en el sistema de castas heredado de la colonia. Tal cercanía con el ideal criollo se reforzaba por el hecho que la inmensa mayoría de sus integrantes dominaba el castellano, aunque fuese esencialmente analfabeta y poseyera rasgos culturales comunes con los indígenas. Asimismo, porque tenían presencia –rural y urbana– en casi todo el territorio del Estado. Finalmente, por su condición de trabajadores libres y propietarios en el campo y la ciudad, mientras que a los indígenas se les imponía el sistema de trabajo forzado, que llegaría a constituir el de más larga duración en América Latina, a lo largo del siglo XIX y gran parte del XX. De esa manera, el sector conocido como ladino, se vio beneficiado como grupo social al ser vistos culturalmente como “no indígena” lo que reforzó la ilusión de su blanqueamiento en sus vínculos con los criollos y con los inmigrantes “blancos”. Esta dinámica les permitió crear una mayor distancia cultural de sus orígenes indígenas independientemente de los grados de hibridez cultural y de mestizaje biológico. Por su parte, la población considerada como indígena se distribuía geográficamente de una forma mucho más amplia que ahora. Prácticamente por todo el territorio nacional y buena parte del centroamericano. Por razones raciales y culturales eran el segmento más alejado del ideal criollo para la nueva nación, por lo que apenas gozó de derechos políticos. De ahí que se considerase que tal situación sólo podía ser superada en la larga

La diversidad étnica es parte de nuestra realidad. Ajena a ella se sustentó una idea irreal de una realidad dual, de indígenas y no indígenas.

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duración y en la medida que asimilara una serie de factores civilizatorios culturales propios del grupo dominante. Mientras tanto, se le mantendría socialmente segregada, aunque sujeta a las necesidades del interés nacional por medio de un sinfín de leyes secundarias en materia de trabajo, educación, ciudadanía, etcétera. Las medidas tomadas para la “asimilación” afectaron la vida cotidiana de los indígenas con la fuerza de los cambios en lo relativo a sus comunidades y sus tierras. Para fortalecer el poder central y por la aplicación del principio de “igualdad de oportunidades”, se fomentó la progresiva extinción de las formas indígenas de poder municipal y se favoreció la entrada de los ladinos a este ámbito. Además, el trabajo forzado colonial fue sustituido por una nueva legislación con consecuencias similares. No es de extrañar, entonces, que esta época esté salpicada por continuos levantamientos y conflictos. Los vaivenes de la ciudadanía indígena fueron varios, moviéndose desde la condición censataria de 1825 hasta la visión tutelar de los conservadores. En diciembre de 1839, la Asamblea Constituyente promulgó la Ley de Garantías, que mandaba amparar a la clase indígena de los pueblos de la República, reconocía la ciudadanía pero con tantas limitaciones que la reducía a una ciudadanía pasiva. Y, al establecer la figura del corregidor y el municipio indígena, se reconstituyó la “república de indios”, protectora pero segregadora al mismo tiempo. En la nueva Acta Constitutiva del 19 septiembre de 1851, la ciudadanía censataria se hizo más excluyente; los Corregidores reforzaron la tutela frente a los abusos ladinos y de hecho se fomentó una ciudadanía étnica, reducida a sus asuntos locales. Éste fue el temperamento que privó en todo el período conservador. Así, se quedaron al margen del proyecto nacional, quedando en un permanente estatuto de minoría política que implicó su tutela cívica y una posición subordinada, fundamentalmente, por razones de orden económico. Toda esta dinámica dio legitimidad a la formulación de una ciudadanía diferenciada continuación de la política tutelar de origen colonial. Así no fue posible la esperada lealtad cívica a la nación que esperaban los políticos, con lo cual el reconocimiento histórico-cultural de la diversidad étnica no tuvo una correspondencia justa con la transformación en la esfera de lo legal. En situación de subordinación los indígenas participaron en la medida de sus posibilidades en los hechos que les afectaron. Por ejemplo, en la derrota del Estado de los Altos resultó importante la franca oposición de varias comunidades que protagonizaron revueltas centradas en la negativa a pagar los impuestos creados por la nueva administración y en los perjuicios económicos que suponía para las más cercanas a la ciudad de Guatemala la creación de una frontera política. Por ello, en las dos campañas militares que condujo contra Los Altos, Carrera contó con el apoyo directo o por omisión de

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esas comunidades. La diferenciación étnica era vivida de forma diferente en las diversas áreas del país. En el altiplano occidental ladinos e indígenas convivían en mundos separados. Los primeros, intentando aprovechar la combinación de las viejas y nuevas estructuras y el nuevo pensamiento republicano para asegurarse como sector social su control sobre los segundos, los que insistían en mantener su vida comunitaria como una forma segura y probada de oponerse a ello. A su vez, el poder de la oligarquía se basaba en el control sobre las manufacturas textiles y la producción de alimentos y granos que se realizaban en las comunidades indígenas, y de las que se apropiaban por medios compulsivos. Así, los criollos urbanos y los ladinos urbanos/rurales resultaban teniendo intereses comunes: “el indio” era el origen de su bienestar y por ello no es de extrañar que en esta región la división étnica tuviera un significado totalmente diferente al del oriente del país. Aquí, la identificación étnica –lo que significaba ser o no ser indígena–, era muy distinta. Se estaba caminando hacia un contexto en que el ser indígena o mestizo empezaba a perder mucho de su razón de ser. El oriente era un área aún mayoritariamente indígena aunque con una importante presencia de ladinos. Todos vivían el mismo mundo campesino y semiproletario, aunque se les considerase étnicamente diferentes. El mestizaje no tenía ya un referente racial sino que se apoyaba en la asunción de una cultura nacional y el compartir un mismo lugar en la división regional del trabajo. En las ciudades y sobre todo en la capital, la ladinididad iría asumiéndose cada vez más al contrastarla con el mundo rural que las rodeaba, a pesar de la presencia en el territorio de otros grupos que, como los Garífuna, han tenido –y mantienen– un origen y una identidad cultural diferenciada pero que, hasta hace pocos años, estuvo subsumida en las sombras de la ladinidad. Educación, tierra y trabajo. El siglo XIX con nosotros Lea el siguiente texto LA REVOLUCION LIBERAL DE 18719 La Revolución Liberal en 1871 fue respaldada esencialmente por los sectores Comercial/cafetaleros, criollos y los ladinos de occidente. Con su ascenso, la diversidad tripartita que regía las relaciones étnicas fue simplificada con la fórmula de la bipolaridad que se daba en los Altos, y que se convirtió en la forma de definir al país y justificar el mantenimiento de una ciudadanía                                                             9 PNUD, INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005, en Capítulo 2, Una breve historia de la etnicidad en Guatemala.

En Guatemala la Revolución Liberal implementó políticas educativas, sobre la propiedad de la tierra y de trabajo. ¿Cómo impactaron en aquel tiempo y cómo se proyectan hacia nosotros? La respuesta nos hará comprender el pasado para explicar el presente.

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limitada, base de un nacionalismo excluyente. La Constitución de 1879 se movió entre una paradoja, aplicada a toda la América Latina: la declaración de igualdad de todos los guatemaltecos, la ciudadanía universal que se otorga, pero que de inmediato se reduce a varones, alfabetos y con recursos. Tras tomar el poder del Estado, los criollos y los ladinos altenses buscaron redefinir la sociedad para hacerla coincidir, no sólo con sus intereses económicos, sino también con su idiosincrasia, haciendo de la ladinización una ideología concreta de ámbito nacional. Depender de unas relaciones de tipo colonial les hizo abrazar una ideología liberal ad-hoc, que les aseguraba el control político y económico sobre las comunidades indígenas. Así, el concepto de ciudadanía y el imaginario nacional guatemalteco, centrado en el ámbito de lo urbano y en oposición de lo indígena y lo rural, terminaron por coincidir con el de la categoría ladina fomentada desde el Estado. La tierra y la mano de obra indígena El triunfo liberal dio nuevo bríos al discurso del progreso, la modernidad y la ciudadanía. Los factores que a los ojos de los constructores del nuevo proyecto nacional explicaban la resistencia indígena a estos procesos eran el atraso social, la multiplicidad de idiomas y una estrecha visión de comunidad, que les limitaba al espacio municipal. Por eso, de nuevo, se buscó imponerle al indígena la salida de una asimilación “regenerativa”, para la que era imprescindible que aceptase el orden jurídico y las reglas del consumo capitalista, las cuales exigían desde un inicio hablar el español. Por tanto, los contenidos de la educación se centraron en los argumentos de “civilización” como requisito de la conversión ciudadana. Su principal medio sería la castellanización, que en primera instancia permitiría el traslado de los conocimientos y valores que recreaban la ideología nacional oficial. Pero independientemente de la universalidad, pregonada con la aspiración a la educación laica y generalizada, por razones económicas e ideológicas, no se buscó la escolarización masiva de la población. El acceso a ella sólo fue posible a personas con dominio del idioma español, con determinados recursos y ubicada en áreas urbanas, de donde teóricamente se iría expandiendo la cobertura educativa hacia las áreas rurales. La responsabilidad educativa en el interior del país se dejó en manos de los finqueros, con magros resultados, pues en éstos prevaleció el interés por la mano de obra barata y por la convicción racista de la inutilidad de los esfuerzos educativos frente a la inferioridad indígena. Por su parte, el Estado liberal consideró útil la continuidad de los indígenas como ciudadanos pasivos y diferenciados: el impulso de la producción cafetalera exigía tierras en la zona de la bocacosta y necesitó la presencia masiva de una mano de obra estacional para la recolección del grano. La tierra, el trabajo y la producción pasaron a ser asunto de Estado como no lo había sido antes y la expansión de la frontera agrícola se concibió en función de la producción agro-exportadora. Para la gran propiedad como base productiva, se enfrentó a las comunidades

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que poseían importantes extensiones de tierra. Se promovió la privatización acelerada de la misma y las ocupaciones de tierras baldías y comunales. Esto fue una inaudita agresión a los indígenas y a las bases de la estrategia de sobrevivencia, basada hasta ese entonces, en la propiedad comunal. La acumulación acelerada de tierras a costa de la propiedad campesina provocó el debilitamiento de la propiedad comunitaria y la fragmentación minifundista, lanzando a miles de campesinos a la condición de mozos o peones, que combinaban su trabajo temporal con la explotación de sus parcelas; o la de colonos arraigados permanentemente en las fincas, un fenómeno que resultó menos brutal por su sedentarismo pero en el que los campesinos sufrieron la ruptura del lazo con sus comunidades de origen. En teoría, se pretendía que la mano de obra indígena en la finca crearía, a través del salario, los hábitos de consumo propios de una existencia social más moderna. Pero, en la realidad, la fuerza de trabajo en las fincas se basó en la sujeción por medio del endeudamiento, la persecución y la coerción social por parte de un aparato militar y civil, que garantizaba las cuotas de trabajo forzado a los finqueros y hacendados. El “Reglamento de Jornaleros” de 1877 puso las bases para la incorporación de los minifundistas indígenas al proceso productivo, a través de la recreación de la figura colonial de la “habilitación”. Así, el trabajo obligatorio fue el principal factor que explica la persistencia y profundidad de las políticas de segregación existentes en la sociedad y promovidas desde el Estado. A su vez, éste se vio necesitado de ampliar los servicios y de requerir mano de obra para las obras de infraestructura, con lo cual recurrió a mecanismos similares de compulsión laboral. Por tanto, se cerraba el círculo que se ha descrito, pues, como trabajadores agrícolas forzados, los indígenas tenían limitado el acceso a la educación, lo que los dejaba inmersos en una condición de incivilidad que les inhibía el derecho pleno a la ciudadanía. De ahí que no fueran vistos como parte de la identidad nacional y que el Estado liberal estimase que mientras fueran y se comportaran como “indios”, serían considerados como grupos subordinados y, por lo tanto, susceptibles de ser segregados. Sin embargo, el mismo proceso de desgaste que provocaba el mantenimiento de este oneroso sistema motivó nuevas polémicas políticas y resistencias indígenas, que fueron gradualmente modificando la legislación pero no la realidad. En 1934, se suprimió el trabajo por deudas bajo el régimen del general Ubico y se sustituyó por el Boleto de Jornaleros, que castigó la dificultad de probar un mínimo de trabajo en las fincas (150 días) como vagancia y se aplicó tanto a indígenas como a ladinos rurales. A ello se sumó la obligación del trabajo vial gratuito obligatorio.

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En forma individual, tomando como fundamento lo leído anteriormente y sus vivencias personales, desarrolle cualquiera de los temas siguientes:

1. La educación del siglo XIX y la actual. Semejanzas y diferencias. 2. La tierra en el siglo XIX y el problema de la tierra hoy. 3. El trabajo en el siglo XIX. Sus efectos en el presente.

Comparte sus consideraciones con su clase, cuando el orientador pedagógico se lo solicite. Lea en silencio, el siguiente texto. Llegó la modernización capitalista El último presidente, representante de la elite cafetalera en Guatemala, fue el general Jorge Ubico Castañeda cuyo régimen autoritario y dictatorial terminó el 1 de julio de 1944, cuando fue obligado a renunciar por descontento social. Un triunvirato le sucedió en el poder, del cual el Congreso de la República decidió nombrar como Presidente interino al general Federico Ponce Vaidez. Vaidez conservó en sus puestos a funcionarios ubiquistas y pretendió continuar en el poder. Con lo que se observaba la continuación del ubiquismo aunque sin Ubico a la cabeza. Aquella situación generó los sucesos del 20 de octubre que marcan el principio del período revolucionario 1944-1954. Llamado por Luis Cardoza y Aragón “La primavera democrática”. La Revolución de octubre trajo al país una serie de transformaciones, económicas, políticas y sociales. Juan José Arévalo impulsó políticas tendientes a modernizar el país, entre otras: la Reforma bancaria y monetaria, Ley de fomento Industrial, Creación del Instituto de Fomento a la Producción, creación del Instituto Guatemaltedo de Seguridad Social (IGSS), reforma educativa, legislación social (código de trabajo), diseño y construcción de la ciudad olímpica, ley de arrendamiento forzoso, etc. Políticas que también constituían beneficios para las clases populares. Le sucede como presidente el Cnel. Jacobo Arbenz Guzmán, quien profundizó las políticas de cambios. Arbenz se proponía implementar una economía independiente, capitalista moderna que elevara el nivel de vida de los guatemaltecos. Contemplaba la realización de tres grandes proyectos: construcción de la carretera al Atlántico, hidroeléctrica Jurún Marinalá y el puerto Santo Tomás de Castillla. Procuraba mejorar la economía nacional y al mismo tiempo lograr independencia económica de empresas norteamericanas que monopolizaban el transporte, comercio portuario y electricidad del país. En 1952 implementó la Reforma Agraria, Decreto 900, que establecía expropiar los latifundios (grandes extensiones de tierra no cultivada) y pagar a sus propietarios cierta cantidad en bonos del Estado. Las transformaciones generaron adversarios políticos, entre otros, disgustados terratenientes y compañías transnacionales norteamericanas. Aquella oposición

El conflicto armado interno dejó más de 100,000 muertos y 40,000 desaparecidos, grandes masas de desplazados internos y externos, familias desintegradas y una economía destrozada.

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política junto al apoyo del gobierno norteamericano derrocó al presidente Arbenz en 1954. Así concluyó aquella época. Una primavera de diez años. Un nuevo régimen inició. Derogó la constitución de 1945, y la Ley de Reforma Agraria, devolviendo la tierra a sus antiguos propietarios. Se disolvieron y prohibieron los sindicados, se clausuraron los partidos políticos y se creó el Comité de Defensa contra el Comunismo que persiguió a los simpatizantes de la Revolución. El clima de intolerancia polarizó las posiciones políticas y fue causa del surgimiento de la lucha guerrillera en Guatemala que duró hasta 1996, con la firma de los Acuerdos de Paz. También prolongó la lucha campesina por la tierra hasta nuestros días. Reflexione sobre la siguiente pregunta: ¿Cuáles fueron las consecuencias del triunfo de la contrarrevolución, en lo político y en el problema agrario? Escriba sus consideraciones en su cuaderno y compártalas con sus compañeros cuando el orientador pedagógico se lo pida. Políticas del Estado y el indígena Lea el texto sobre las políticas hacia los indígenas. El orientador pedagógico pedirá a cuatro estudiantes disertar sobre las Políticas del Estado hacia la población indígena entre 1944 y 1965. En esta oportunidad utilizaremos la técnica de la mesa redonda. El orientador pedagógico o un estudiante pueden actuar como moderador. El moderador realiza una introducción al tema de discusión, explicando su relevancia y sus aspectos polémicos. El moderador fomenta la discusión al hacer preguntas o solicitar puntos de vista. Cada vez que considera necesario el moderador elabora una síntesis de la discusión. Las políticas hacia los indígenas10 La fuerza renovadora de los revolucionarios de 1944 se apreció en su forma de entender que la segregación en que habían vivido los indígenas bajo el régimen liberal debía llegar a su fin, poniendo en marcha un programa de igualdad a partir de la extensión a todos de los derechos. Pese a todo, se mantuvo la actitud tutelar de antaño, cuyo espíritu permaneció vivo en el artículo que delegaba en el Presidente de la República la potestad de impulsar políticas en materia de diversidad étnica y que refrendaron las sucesivas constituciones de 1956 y 1965. A pesar de la voluntad de cambio social, la nueva clase política mantuvo la propuesta liberal de la nación ladina y de la asimilación de la población indígena como la idea fundamental en materia de políticas étnicas. Todo ello, bajo los avances que en el ámbito latinoamericano tomaba la doctrina del

                                                            10 Ibid.

Asimilacionismo y Desarrollismo son políticas implementadas por el Estado frente a la población indígena. ¿Qué son y cómo se implementaron? Son respuestas que se pretende obtener.

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indigenismo para el manejo de relaciones étnicas. Desde el Estado, e influenciado por la experiencia mexicana y los postulados del Congreso Indigenista de Pátzcuaro, se planteó la necesidad de desarrollar una política asimilacionista que garantizase, a mediano plazo, el éxito del proceso de aculturación de las comunidades indígenas y, por tanto, de la homogeneización del proyecto nacional. Luego, con el triunfo de las fuerzas conservadoras en 1954, el Estado adoptó la tesis de la integración social, como una política que si bien no reñía con el objetivo asimilatorio y mantenía el énfasis en el proceso histórico de aculturación, buscaba que se garantizase la sobrevivencia de la cultura comunal indígena, contando con el apoyo estatal y partiendo del hecho de que ésta debía alimentar –con sus mejores rasgos– el proyecto nacional guatemalteco. Partía de la convicción que existía un proceso de ladinización, producto de las políticas modernizadoras desatadas a raíz de la caída del régimen liberal en 1944, pero insistía que con el propósito de evitar procesos dolorosos de desestructuración del mundo indígena, la dinámica asimilatoria debía darse en el largo plazo. La Constitución de 1945 fue derogada el 10 de agosto de 1954 por el Estatuto político de la República, que en su Artículo 10 reconocía como ciudadanos a “los guatemaltecos, varones y mujeres, mayores de l8 años que sepan leer y escribir”. Y puntualizó que los analfabetos podrían optar a “cargos concejiles y empleos públicos de menor importancia”. El régimen que encabezó el coronel Carlos Castillo Armas llamó a una Constituyente y decretó el 2 de febrero de 1956 una nueva Constitución donde el reconocimiento de la ciudadanía fue ampliado para todos los hombres mayores de edad y para las mujeres alfabetas, con la condición de que el voto sería secreto y obligatorio para quienes manejaran la lectura y la escritura y optativo para el resto. Se declaró ilegal cualquier discriminación por motivos de raza, color, sexo y religión. Se conservó el derecho de autonomía municipal y se estableció el voto universal para elegir las autoridades edilicias. El régimen creó ese mismo año el Seminario de Integración Social Guatemalteca cuyo fin era aconsejar al Estado en materia de políticas sobre las relaciones interétnicas. El impulso del pensamiento desarrollista elaborado por la CEPAL desde inicios de los años sesenta, influyó en la política estatal frente a las comunidades indígenas y campesinas en general y comenzase a ser replanteada la idea de incorporarlas a la economía nacional. El propósito era garantizar el despegue económico de Guatemala y favorecer la creación del mercado interno que necesitaba el recién constituido Mercado Común Centroamericano. En materia política, de nuevo hubo una Constituyente que promulgó en marzo de 1956 una Constitución considerada muy restrictiva. Sin embargo se dio aquí un paso adelante al reconocer como ciudadanos a todos los

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guatemaltecos, hombres y mujeres mayores de edad, terminando con la exclusión de las mujeres analfabetas. El sufragio era universal, secreto y obligatorio, salvo para quienes no supiesen leer y escribir. También en el artículo 110 se dispuso que “El Estado fomentará una política que tienda al mejoramiento socio económico de los grupos indígenas para su integración a la cultura nacional.” Ya con Ydígoras Fuentes estas políticas fueron aplicadas y luego continuadas después del golpe de Estado de marzo de 1963. El gobierno militar de Peralta Azurdia asumió el desarrollismo como una doctrina para garantizar la igualdad, en especial de aquellos que se enmarcaban entre los sectores pobres, ya fuesen indígenas o ladinos. La Doctrina de Seguridad Nacional –que a partir de ese momento guió prácticamente toda la acción estatal– tenía una dimensión militar y otra social. El desarrollismo y sus diferentes medidas serían preventivas frente a la posibilidad que el indígena se viese arrastrado hacia militancias de izquierda. Fue visto como una alternativa al planteamiento de la lucha de clases adoptado por las guerrillas latinoamericanas, en medio de la creciente polarización mundial de la “guerra fría”, la que en el caso guatemalteco, desembocó en el inicio del conflicto armado interno, hecho a lo que internamente contribuyó el descontento social que prevalecía en el campo, agudizado por el eterno temor terrateniente a las revueltas campesinas. No se olvidaba que el 22 de octubre de 1944, dos días después del inicio de la década democrática, ocurrió “la matanza de Patzicía”, que en verdad fueron dos, una docena de ladinos muertos a manos indígenas y una respuesta en que murieron más de ochocientos indígenas. Así, el desarrollismo tendría como principal expresión un lenguaje “campesinista” y clasista que vino a respaldar la idea de que lo indígena no podía representar la nacionalidad por ser algo específico y cultural, relanzando la idea de la posibilidad de una asimilación de los indígenas en el mediano plazo, como los hechos parecían demostrarlo. El Ejército, como encargado de la “defensa de la nacionalidad”, desarrolló campañas de alfabetización, salubridad, cooptación y cooperativismo, tomando parte activa en las instituciones creadas para tratar directamente la problemática indígena, como el Servicio de Fomento Económico Indígena –SFEI–. Sin embargo, lo que más privó fue la dimensión contrainsurgente de la Doctrina de Seguridad Nacional (1964-66) que desde estos momentos fue caracterizándose por el uso de la violencia estatal en contra de cualquier opción política democrática. Así sucedió con importantes sectores urbanos y del campesinado del oriente y la costa sur. En esas zonas predominantemente ladinas se desarrolló la primera ola guerrillera; años después, una segunda experiencia se extendería a todo el territorio nacional, comprometiendo a numerosas comunidades indígenas.

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Recuerde que la técnica de la mesa redonda se utiliza para explorar un tema ante grupos numerosos, para sugerir puntos diferentes, para proporcionar hechos y opiniones sobre problemas de discusión y para ayudar a un grupo a enfrentar un problema polémico. Lea en silencio, el siguiente texto. Desarrollo, educación y salud El Índice del Desarrollo Humano (IDH) es un indicador obtenido a partir del estudio de variables. En algunos casos en nuestro país se ha obtenido con los índices de ingresos, esperanza de vida, matriculación escolar y alfabetismo. Hacia 1998, los resultados hicieron notar la posibilidad de alcanzar altos niveles de desarrollo en el país, sin embargo, también se observa la existencia de grandes desigualdades entre regiones. El departamento de Guatemala tiene un alto índice de desarrollo humano, situación que contrasta con departamentos del oriente guatemalteco y otros de occidente como, Quetzaltenango, Sacatepéquez y Retalhuleu donde los índices son bajos11. Esos contrastes son también observables en los ingresos económicos de la población. En Guatemala existe una brecha muy grande entre los que tienen mucho y los que no tienen. La característica económica más importante de los años, 2008 y 2009, es la crisis económica mundial, quizá solo superada por la “Gran depresión de los años 30´s”. Sin duda situaciones de hambruna, desnutrición y escasez de cosechas serán variables que impactarán en forma negativa a nuestro desarrollo. Por supuesto, la base económica impacta en otras realidades sociales como la salud, educación, trabajo, etc. De tal cuenta que la situación de la salud en Guatemala es inferior a la de otros países en América Latina, pues nuestras estadísticas de mortalidad infantil y esperanza de vida, son mayores. Las condiciones desfavorables de salud se asocian también a problemas de desnutrición, fecundidad y ruralidad, y a una menor escolaridad. La educación, ha mostrado dificultades de acceso y permanencia en el sistema educativo nacional12. Sin duda, los niveles de ingreso familiar y la vinculación temprana de la población guatemalteca al trabajo son factores fundamentales para comprender el fenómeno. Por supuesto, una variable que habrá que estudiar es el incremento de cobertura impulsada como política de Estado, materializado en la escolaridad gratuita, almuerzos escolares, material didáctico, etc. Se plantea una mayor cobertura y calidad educativa, como retos por alcanzar. La calidad tiene que ver con el trabajo y compromiso del maestro, de ahí que su profesionalización y capacitación son fundamentales. También es urgente                                                             11 Datos obtenidos en Guatemala: los contrastes del desarrollo humano: Guatemala, 1998. Pág. 2 12 Ibidem. Pág. 2

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transformar nuestro ambiente de clases y el aprendizaje en un espacio hacia una actividad creativa, dinámica y encaminada a formar pensamiento crítico en el alumno. Construya diagramas o mapas conceptuales de la lectura anterior. Subraye las ideas principales de la lectura y discútalas con sus compañeros de clase cuando el orientador pedagógico se lo pida. Nota: El profesor es un promotor de desarrollo y transformación social en su comunidad y por ende en su nación. Desde la escuela, profesores, alumnos y padres de familia pueden incidir de manera positiva en su comunidad. Una de las formas que desde tiempos antiguos las sociedades han utilizado para mitigar problemas económicos y de alimentación es la producción para el autoconsumo. Es decir, producir para consumir en la comunidad. ¿Podría organizar el huerto escolar y/o granja escolar? ¿Obtener ayudas económicas por programas de conservación natural o cultural? Etc. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

1. Cabezas Horacio, editor, MESOAMÉRICA. Guatemala: Universidad Mesoamericana, 2005.

2. CRONICAS MESOAMERICANAS (TOMO I), Universidad Mesoamericana, 2008.

3. CRONICAS MESOAMERICANAS (TOMO II), Universidad Mesoamericana, 2009.

4. Luján Muñoz Jorge y Horacio Cabezas Carcache, dirección, HISTORIA GENERAL DE GUATEMALA, TOMOS I, II, III, IV, V, VI. Guatemaloa: Asociación de Amigos del País y Fundación para la Cultura y el Desarrollo, 1999.

5. Martínez Peláez Severo, LA PATRIA DEL CRIOLLO, Ensayo de interpretación de la realidad colonial guatemalteca. Costa Rica: Editorial Universitaria Centroamericana, 1979.

6. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 1999. 7. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2001. 8. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2003. 9. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO, Guatemala 1998. 10. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2000. 11. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2002. 12. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2005. 13. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2007-2008.

UNIDAD III Arcoíris cultural, arcoíris lingüístico

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Cultura guatemalteca, cultura diversa. Lea el siguiente texto Nuestro abanico cultural. De acuerdo a Roberto Díaz castillo, las culturas populares guatemaltecas muestran características rurales u obrero campesinas. Estas, en su interacción en aquella sociedad, permean hoy, todos los sectores sociales y se acomodan dinámicamente en el abanico pluriforme de nuestro país13. Guatemala es pues, un país que muestra un abanico cultural en el que interactúan variedad de manifestaciones culturales representativas de diversos sectores que coinciden con la misma estructura social. Diríamos, culturas académicas y oficiales y culturas populares. Todas en plural, puesto que ellas también, en sí mismas, constituyen abanicos pluriformes como indica Díaz Castillo. La cultura guatemalteca es una cultura mestiza. Después de todo, no hay cultura químicamente pura14. Recordemos que los elementos culturales de un grupo son tomados por otros que le transfieren su propia cosmovisión, los reinterpretan y los asumen como propios. De esa cuenta, nuestra cultura es el resultado de esa amalgama de elementos indios, españoles, africanos y de otra procedencia, utilizando una metáfora, diríamos: un arcoíris cultural en esta tierra primaveral. “Los tejidos indígenas, es un buen ejemplo de aquel mestizaje. Estos son quizá una de las artes y artesanías con más influencia de los conquistadores. El traje indígena de hoy, es resultado de un largo proceso de cambios e innovaciones que llega hasta el presente. Los trajes de hoy, son algo diferente a los de remotos tiempos, pero ello dista de ser ajeno a la comunidad que lo usa y defiende, porque incluye además del préstamo de ideas ajenas, su propia reinterpretación y otras nociones propias que vienen de lejos, en el tiempo”15. Elementos de la cultura popular indígena que nos revela su belleza, creatividad y funsión es la alfarería, algunas técnicas que llegaron a nosotros desde tiempos prehispánicos se mantienen vivas en Chinautla, Rabinal, Santa Apolonia, San Luis Jilotepeque y otros lugares. También, como lo revela el investigador Díaz Castillo “a la par de la española vidriada, convertida en un complejo de procedimientos híbridos por la práctica indígena. Es lo que sucede en San Cristóbal y San Miguel Totonicapán16. Por lo demás, “manifestaciones de música y danza precolombinas, el tun, el xul, el baile del

                                                            13 Roberto Díaz Castillo, CULTURA POPULAR Y CLASES SOCIALES. Guatemala: Cefol, USAC; 2002. Pág. XIII 14 Ibidem, pág. 5. 15 Ibidem, pág. 7. 16 Ibidem, pág. 9.

Guatemala es hoy un país que ve en su diversidad cultural y lingüística un potencial para su desarrollo y bienestar social.

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venado y el baile de la culebra son también vestigios de aquel pasado cultural rico, junto con la literatura oral, el Popol Vuh, Rabinal Achí y otros”17. La cultura es algo más que aspectos materiales, también es inmaterial. También en ella tenemos una enorme riqueza. Nuestros pueblos nos legaron conocimientos transmitidos de una generación a otra, además de normas de comportamiento, valores, sabiduría y habilidades, etc. El arte del pueblo, el arte popular, estimado profesor, “es la expresión de su capacidad creadora y elemento fundamental de su patrimonio, al mismo tiempo constituye premisa para la afirmación de su identidad cultural”18.

Responda las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las características más importantes de la cultura guatemalteca? Ejemplifique sus afirmaciones con ilustraciones.

HERENCIA Y LEGADO CULTURAL: El código moral de mi comunidad ¿Recuerda algunas normas sobre cómo comportarse en determinadas ocasiones? Aquellas que instruyen sobre cuál es la forma correcta de actuar en circunstancias o casos: dar buenos días al levantarse, saludar, respetar los bienes ajenos, ayudar a nuestros semejantes, etc. Les denominamos normas o reglas morales. La tradición cultural de un pueblo incluye los códigos morales, como aspectos fundamentales para su convivencia armónica, fraterna y feliz. Como sabes, constituyen reglas o normas de conducta que por lo general no están escritas. Tómese algunos minutos y recuerde algunas aprendidas en su vida. Escriba en una hoja de papel diez de ellas. Pida a sus estudiantes que le ayuden a construir las de su comunidad. Construya el código moral de su comunidad.

1. Recopílelos en un listado. En su comunidad educativa, sus compañeros y alumnos serán buenos auxiliares de investigación. Deberá entrevistar a miembros de su comunidad. Organice grupos por generaciones para distinguir continuidades y transformaciones entre niños, jóvenes, adultos y de la tercera edad.

2. Discuta con profesores y estudiantes los hallazgos. 3. Presente a la comunidad su informe, como parte de la riqueza cultural y la

necesidad de su promoción. Resalte la importancia de la dimensión moral en la práctica cotidiana.

                                                            17 Ibidem, pág. 11 y 12. 18 Ibidem, pág. 36.

Formar valores es una de las funciones sobre el conocimiento de la Realidad Nacional. La tarea debe ser sistemática y permanente.

Como ejercicio en el aula, su comunidad serán sus compañeros y su autoridad será el orientador pedagógico.

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Busque cifras sobre costos (pueden ser aproximaciones) que implica la persecución y castigo de conductas nocivas en su comunidad y preséntalas como un recurso que podría invertirse en salud, educación, comida y bienestar general, si estas desaparecieran gracias al reforzamiento de la convicción moral.

No olvide destacar en su informe, el legado que de generación en generación ha sido trasladada aquella riqueza cultural y presentarla como lo que es: parte de nuestra herencia histórica y cultural.

4. Traslade a su autoridad municipal el trabajo y pídale sancionar por su corporación el “CÓDIGO MORAL DEL PUEBLO”.

¿Por qué estudiar moral? Escribe por lo menos cinco respuestas tuyas. Pregunta a tus alumnos. Pregunta a tus amigos. Pregunta a los ancianos. En el momento de realizar tu ejercicio ten presente que: La disciplina que estudia la moral se denomina Ética. Lo anterior significa que estamos en su campo. Como comprenderás, más que recordar conceptos pretendemos procurar que la bondad moral que nos acompaña sea más lúcida, más consciente y más inteligente. Como orientador de generaciones de estudiantes, sabes que la rectitud de la voluntad y calidad humana son producto de su sensibilidad y la formación de su carácter. No lo olvides, sensibilizar y formar carácter es nuestra tarea permanente. ¿Qué hacer?

1. Discuta en el aula y en los espacios comunitarios posibles sobre dos aspectos:

¿Para qué sirven las reglas morales?

¿Qué beneficios obtenemos?

Tenga presente que la vida sin moral se vuelve más peligrosa, más insegura y menos satisfactoria.

2. Como ya tiene su código moral escrito, ahora construya con sus alumnos el

Código de Ética de Comunidad. Escriba los modelos de comportamiento, las formas de actuar que merecen tenerse en cuenta porque son débiles o no existen.

3. Pida a su comunidad educativa y principales miembros de su comunidad que construyan juntos un CÓDIGO DE ÉTICA. Piense en sus instituciones, la escuela, la corporación municipal, un comité local, los recursos naturales, etc.

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4. En acto público preséntelo a su comunidad, haga entrega a las autoridades de la propuesta y pídales sancionarlo.

¡Bien hecho! Hizo bastante, varios códigos. Recuerde y ayude a recordar que la práctica es diaria y en todo momento. Por lo demás, la moralidad nos permite vivir y cooperar, sin ello no tendríamos ni civilización ni cultura. Lea el siguiente texto y escriba sus aspectos fundamentales. Discuta con su grupo de trabajo y obtenga conclusiones. El relator del grupo presentará las apreciaciones del grupo, cuando el orientador pedagógico lo solicite.

La diversidad lingüística19 En Guatemala existen 23 grupos lingüísticos diversos reconocidos oficialmente. La identificación de lo lingüístico con lo étnico se debe a la importancia del sentido unificador, colectivo, que tiene el idioma en la identidad básica y en otras expresiones de la vida social. Con excepción del español, del Xinca y del Garífuna, el resto han sido agrupados bajo la denominación genérica de Mayas, debido a su origen lingüístico común. El uso de un idioma es parte sustantiva de toda cultura por cuanto es el mayor instrumento de comunicación personal para la vida en sociedad. El lenguaje es la manera cómo se expresa el pensamiento y además, cómo lo condiciona. De ahí que la competencia lingüística se refiera a la habilidad que tiene una persona para comunicarse socialmente en uno o más idiomas. Esto es un aspecto importante a destacar pues, en Guatemala, hay una importante proporción de la población que es bilingüe en un idioma maya y en español; así también hay personas monolingües, tanto en español como en algún idioma indígena. Por otra parte, no existe un registro sistematizado en el país de idiomas extranjeros hablados en el país. El tener dominio de varios idiomas desde edades tempranas de la vida –independientemente de cuáles de éstos sean– desata capacidades en las personas para el aprendizaje, para asimilar su entorno y manejar con mayor propiedad la relación con personas de otras culturas. En todo sentido, las habilidades para el multilingüismo, ya existentes en la población guatemalteca, constituyen una ventaja aún no explorada ni aprovechada por el país. En el otro extremo, dado que el español es la lingua franca, utilizada para la realización de las diversas actividades productivas, en la múltiple vida social y política, en los ámbitos de la cultura, quienes no lo hablan están en una gran desventaja comunicativa interétnica. Así también, quienes no hablan un idiomaMaya, Garífuna o Xinca, tienen menos posibilidades de comprender a fondo, la

                                                            19 INFORME NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2005. PNUD. Pags. 82 - 85

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diversidad inherente a la sociedad guatemalteca. En este sentido, el bilingüismo de toda la población es clave para lograr una dinámica intercultural positiva en el país. BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA

1. Díaz Castillo Roberto, CULTURA POPULAR Y CLASES SOCIALES. Guatemala: CEFOL, USAC. 2005.

2. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 1999. 3. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2001. 4. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2003. 5. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO, Guatemala 1998. 6. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2000. 7. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2002. 8. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2005. 9. PNUD, INFORME DEL DESARROLLO HUMANO. Guatemala 2007-2008.