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Qué hay en una etiqueta
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Ejercicio practico sobre la interpretación de una etiqueta de un producto de consumo habitual.
1. Nombre del producto. (Información Obligatoria RD. 1334/199).
Leche semidesnatada (Hacendado)
2. Lista de ingredientes. (Obligatorio según la normativa general de etiquetado)
En la lista de ingredientes podemos encontrar todos aquellos elementos que se han utilizado para la elaboración del producto siendo de vital importancia conocerlos para evitar posteriores problemas con casos de intolerancia o alergia.
3. Contenido neto. (Información Obligatoria)
Contenido neto visible
4. Tabla nutricional (Mención Obligatoria en el producto).
Raciones ajustadas a la información nutricional aportada que
contiene el envase (Voluntario)
Información diferenciada entre el consumo habitual (información voluntaria) y los 100 ml de referencia estándar (Obligatoria).
Menciones Obligatorias - Valor energético. - Grasas
De las cuales saturadas
- Hidratos de carbono De los cuales azúcares-
- Proteínas - Sal
ES/CE 15.47/S
Sello que nos indica la procedencia del producto (Inf. obligatoria)
5. Icono de las CDO (Cantidad Diaria Orientativa/ Mención voluntaria, no obligatoria).
Información Obligatoria según la normativa general de etiquetados.
La denominación de venta del producto.
La lista de ingredientes.
La cantidad de determinados ingredientes o categoría de ingredientes.
El grado alcohólico en las bebidas con una graduación superior en volumen al 1,2 %.
La cantidad neta, para productos envasados.
La fecha de duración mínima o la fecha de caducidad.
Las condiciones especiales de conservación y de utilización.
El modo de empleo, cuando su indicación sea necesaria para hacer un uso adecuado del producto alimenticio.
Identificación de la empresa: el nombre, la razón social o la denominación del fabricante o el envasador o de un vendedor establecido dentro de la Unión Europea y, en todo caso, su domicilio.
El lote.
El lugar de origen o procedencia, cuando el producto proceda de países terceros o procediendo de un país comunitario la no indicación pueda inducir a error al consumidor.
Las especialmente previstas para diversas categorías o tipos de productos alimenticios (se recogen en el anexo IV del Real Decreto 1334/1999).
En el caso del Reglamento (UE) nº 1169/2011, se introducen como novedades el etiquetado obligatorio sobre información nutricional para la mayoría de los alimentos transformados y la indicación de todas las sustancias o productos que causen alergias e intolerancias.
¿Qué debemos mirar en una etiqueta? Además de visualizar la denominación del producto es fundamental que al comprar un
alimento prestemos atención a la fecha de vencimiento o caducidad del producto, así como también,
a sus ingredientes y a su forma de conservación.
Conocer estos datos nos ayudarán a escoger el ingrediente apto para nuestra dieta, es decir, si
somos alérgicos a alguno de sus ingredientes descartaremos este alimento de inmediato, así como
también, si planeamos utilizarlo en el plazo de una semana y su fecha de caducidad está indicada
para los próximos 3 días.
Mirar la forma de conservación es fundamental para obtener un plato sano y seguro, porque
hay determinados productos que una vez abiertos no deben permanecer mucho tiempo en
refrigerador o deben conservarse a determinada temperatura para no caer en riesgo de
contaminación.
Como el tema nos convoca, no podemos dejar de describir lo qué debemos mirar en las etiquetas en
el área de información nutricional del producto. Además de los ingredientes, allí debemos detenernos
a los siguientes datos respecto a las calorías y los macronutrientes
Porción consumida: esto puede darnos una idea del tamaño de la ración que debemos ingerir. Hay
productos en los que nosotros ingerimos menos de una porción y hay otros, como las patatas fritas
de bolsa u otros snacks, donde la porción indicada en el envase suele ser muy inferior a lo que
consumimos.
Kcal o aporte energético: aquí conviene mirar el aporte energético de la porción si previamente
visualizamos que la cantidad que consumimos es similar a la ración que se indica en el envase. De lo
contrario, es conveniente estimar en base a la porción cuánto ingerimos y de allí, calcular el aporte
energético prestando atención a las calorías brindadas por cada 100 gramos. Éste último dato
siempre debemos tenerlo en cuenta si queremos reducir al densidad calórica de la dieta. Ya que un
producto que tenga más de 200 Kcal por cada 100 gramos es concentrado en energía y favorecerá
una dieta de alta densidad energética, mientras que un alimento cuyas calorías no superan las 100
Kcal por cada 100 gramos nos ayudará a disminuir la densidad calórica de la dieta.
Aporte de grasas: el aporte total de grasas es importante y para ello, debemos atender a los gramos
de grasas por cada 100 gramos de alimento, siendo siempre recomendable que el producto no
supere el 30%. Aunque si queremos una dieta baja en grasas lo ideal es escoger ingredientes con
menos de 10 gramos de grasas por cada 100 gramos de alimento. Asimismo, sobre todo cuando el
aporte de grasas es significativo, no podemos dejar de mirar cuáles son las grasas que brinda el
alimento, ya que el predominio de grasas saturadas nos hablará de un producto desaconsejable si
queremos cuidar la salud y el colesterol en sangre, mientras que un producto cuyas grasas son en su
mayoría ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados será beneficioso para el organismo en
conjunto. No podemos olvidar mirar si posee grasas trans, para ello, miraremos con detenimiento la
información nutricional y además, revisaremos sus ingredientes: si figura entre ellos aceite vegetal
hidrogenado o parcialmente hidrogenado, el producto posee grasas trans.
Aporte de hidratos de carbono: también los visualizaremos por cada 100 gramos y en algunos
casos, se detallan cuáles del total de los hidratos son azúcares, siendo aconsejable que la mayor
parte de los productos que adquirimos no presenten más de un 10% de azúcares. Si no se describe
cuáles son hidratos complejos y cuáles son azúcares o hidratos simples, podemos remitirnos a sus
ingredientes y ver si presenta azúcar, fructosa, sacarosa o miel entre sus ingredientes. Si figuran
estos nombres en su lista de ingredientes es porque el producto contiene azúcares simples y deben
tenerse en cuenta en el caso de personas con triglicéridos altos o diabetes, por ejemplo.
Otros datos del etiquetado nutricional a considerar
Además de las calorías y los macronutrientes debemos considerar otros datos del etiquetado
nutricional que pueden ayudarnos a lograr una dieta saludable, ellos son:
Fibra: el aporte de fibra es fundamental porque nos habla indirectamente del índice glucémico del
alimento, es decir, de cuánto tarda en digerirse y en elevar la glucemia en el cuerpo, así como
también, la cantidad de fibra repercute en nuestra salud intestinal, en las defensas del organismo y
en la saciedad que experimentamos al consumir el alimento. A diario debemos consumir alrededor
de 30 gramos de fibra, por eso, un producto con buena proporción de fibra debe contener
aproximadamente 10 gramos de fibra por cada 100 gramos de producto.
Sodio: el aporte de sodio de un alimento interesa especialmente para aquellas personas con
problemas cardiovasculares o hipertensión que deben llevar una dieta hipo sódica. Para ello, es más
sencillo mirar el aporte por cada 100 gramos de producto y escoger aquellos que aporten menor de
200 mg de sodio por cada 100 gramos de alimento Un producto con más de 200 mg de sodio por
cada 100 gramos es considerado alto en sodio y con más de 1 gramo por cada 100 gramos es
considerado alimento salado o muy rico en sodio.
Calcio: su aporte es interesante por la gran necesidad del organismo en este nutriente si queremos
conservan el buen funcionamiento neuromuscular, así como la salud de huesos y dientes. Un
producto con más de 100 mg de calcio por cada 100 gramos es considerado fuente de calcio.
¿Qué es el porcentaje del valor diario o %CD?
Con frecuencia vemos en la información nutricional junto a la cantidad nutrientes que aporta
un alimento un dato denominado %CD, que no es más que el porcentaje que cubre determinada
ración de alimento de las recomendaciones de ingesta para una persona.
Es decir, a diario se aconseja a un adulto que requiere aproximadamente 2000 Kcal, consumir
determinada cantidad de sodio, calcio, grasas, azúcares y demás. En base a este valor se indica
cuánto aporta (en porcentaje) una ración del alimento que estamos visualizando. Así, un alimento
que tiene más de 20% CD de Kcal es alto, pues sólo el consumo del mismo cubre un 20% de las
calorías que necesitamos a diario.
Fuente: https://www.directoalpaladar.com/ingredientes-y-alimentos/aprende-a-leer-e-interpretar-las-etiquetas-de-los-alimentos