¿Qué Eran Las Lenguas

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79 Salvación pasada, presente y futura según la teología paulina ¿Qué eran las lenguas en el pensamiento del apóstol Pablo? (Primera de dos partes) Carlos Calderón Pastor de Iglesia Cristiana Comunidad de Adoración San Salvador, El Salvador Cinco han sido las propuestas principales en cuanto a la naturaleza de las lenguas en el pensamiento de Pablo: 1) eran idiomas angélicos o celestiales, 2) eran frases litúrgicas peculiares, 3) eran discurso extático, 4) eran len- guaje del inconsciente liberado en gemidos, o 5) eran idiomas humanos no aprendidos. Una consideración de los argumentos que se han presentado a favor y en contra de cada propuesta conduce a la conclusión de que la que encuentra mayor apoyo en las evidencias es la quinta. Palabras clave: lenguas, glosolalia, 1 Corintios There have been ive main proposals concerning the nature of tongues in Paul’s thinking: 1) they were angelic or heavenly languages 2) they were peculiar liturgical phrases, 3) they were ecstatic speech, 4) they were the lan- guage of the unconscious released in groanings, or 5) they were unlearned human languages. A consideration of the arguments that have been present- ed for and against each proposal leads to the conclusion that the one best supported by the evidence is the ifth one. Key words: tongues, glossolalia, 1 Corinthians INTRODUCCIÓN La presente discusión trata de la naturaleza del don de lenguas en el pensamiento del apóstol Pablo. Es un estudio importante de- bido a que el don de lenguas, o glosolalia, 1 recibió especial apre- 1 R. P. Spittler, “Glossolalia”, Dictionary of Pentecostal and Charismatic Movements, ed. Stanley M. Burgess y Gary B. McGee (Grand Rapids: Zonder- van Publishing House, 1988): 33. Spittler nos da un trasfondo del término: “No usado en ingles antes de 1879, el término técnico glosolalia se deriva de glōssais lalein, una frase griega usada en el Nuevo Testamento que signiica literalmente ‘hablar en [o ‘con’ o ‘por’] lenguas’. Su inclusión en la lista de dones espirituales (jarismata) dada en 1 Corintios 12:8-10 explica el origen de la expresión popular

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79Salvación pasada, presente y futura según la teología paulina

¿QuéeranlaslenguasenelpensamientodelapóstolPablo?

(Primeradedospartes)

CarlosCalderónPastor de Iglesia Cristiana Comunidad de Adoración

San Salvador, El Salvador

Cinco han sido las propuestas principales en cuanto a la naturaleza de las lenguas en el pensamiento de Pablo: 1) eran idiomas angélicos o celestiales, 2) eran frases litúrgicas peculiares, 3) eran discurso extático, 4) eran len-

guaje del inconsciente liberado en gemidos, o 5) eran idiomas humanos no aprendidos. Una consideración de los argumentos que se han presentado a favor y en contra de cada propuesta conduce a la conclusión de que la que encuentra mayor apoyo en las evidencias es la quinta.Palabras clave: lenguas, glosolalia, 1 Corintios

There have been ive main proposals concerning the nature of tongues in Paul’s thinking: 1) they were angelic or heavenly languages 2) they were peculiar liturgical phrases, 3) they were ecstatic speech, 4) they were the lan-

guage of the unconscious released in groanings, or 5) they were unlearned human languages. A consideration of the arguments that have been present-ed for and against each proposal leads to the conclusion that the one best supported by the evidence is the ifth one.Key words: tongues, glossolalia, 1 Corinthians

INTRODUCCIÓN

La presente discusión trata de la naturaleza del don de lenguas en el pensamiento del apóstol Pablo. Es un estudio importante de-bido a que el don de lenguas, o glosolalia,1 recibió especial apre-

1 R. P. Spittler, “Glossolalia”, Dictionary of Pentecostal and Charismatic Movements, ed. Stanley M. Burgess y Gary B. McGee (Grand Rapids: Zonder-van Publishing House, 1988): 33�. Spittler nos da un trasfondo del término: “No usado en ingles antes de 1879, el término técnico glosolalia se deriva de glōssais lalein, una frase griega usada en el Nuevo Testamento que signiica literalmente ‘hablar en [o ‘con’ o ‘por’] lenguas’. Su inclusión en la lista de dones espirituales (jarismata) dada en 1 Corintios 12:8-10 explica el origen de la expresión popular

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cio por parte de los miembros de la iglesia neotestamentaria de Corinto, como parte de su liturgia comunitaria. Pablo, fundador de aquella iglesia, por su parte prefería que se ejerciera el don de profecía en el contexto del culto, por ser este don un mejor instru-mento de ediicación para la iglesia.2

Además, el estudio cobra relevancia cuando en la actualidad, por un lado, las iglesias evangélicas del ala carismática asumen la práctica del don de lenguas,3 en muchos de los casos como un ele-mento importante de su liturgia, pero por el otro, las iglesias con-servadoras lo consideran como un don caduco y, por consiguiente, no representado en realidad en la práctica carismática moderna.�

Cualquiera sea la postura que se adopte, es de suma importan-cia tener un punto de vista sustentable bíblica y teológicamente respecto a la naturaleza del don. En lo que sigue, entonces, se presentan primero las diferentes propuestas para explicar la natu-raleza de este don en el Nuevo Testamento. Luego se exponen los argumentos a favor y en contra de cada propuesta, para inalmente sugerir cuál de ellas, al menos en la limitada apreciación de quien escribe, es la que se encuentra mejor respaldada por las eviden-cias, especialmente en el marco de los escritos del apóstol Pablo.

equivalente ‘el don de lenguas’, aunque esta frase precisa no ocurre en ningún lugar en la Escritura”. Un término relacionado ha sido “xenolalia”. A su respecto Spittler dice: “Xenolalia, un más frecuente sinónimo de xenoglosia, describe la glosolalia cuando lo hablado es identiicable como uno de los más de tres mil idiomas conocidos en el globo”. Agregamos nosotros que algunos autores que asumen que la glosolalia en el Nuevo Testamento tiene como referente a idio-mas humanos no aprendidos por el hablante prácticamente llegan a identiicar los términos “glosolalia” y “xenolalia”. Otros claramente identiican la glosolalia como un fenómeno diferente, a saber, según D. A. Carson, Showing the Spirit: A Theological Exposition of 1 Corinthians 12–14 (Grand Rapids: Baker Book House, 1987): 79, “hablar en patrones verbales que no pueden ser identiicados con ningún idioma humano”, a diferencia de la xenolalia, que la entienden en los términos que nos ha dicho Spittler.

2 Herman Ridderbos, El pensamiento del apóstol Pablo (Grand Rapids: Li-bros Desafío, 2000): �8�.

3 Usamos el término “carismática” para incluir tanto a las iglesias pentecos-tales tradicionales o históricas, como también a las neopentecostales, de posterior nacimiento.

� El término “conservadoras” se usará para referirse a las iglesias que no pertenecen a los movimientos pentecostales o carismáticos, si bien se entiende que, estrictamente hablando, no solo estas iglesias son conservadoras.

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Es únicamente en 1 Corintios donde Pablo aborda el tema, y mayormente en un solo capítulo: el catorce. Roy A. Harrisville ha presentado un balance general:

En el NT hay treinta y cinco referencias a lo que es comúnmente llamado “hablar en lenguas”. Veintiocho de estas se encuentran en la primera carta del apóstol Pablo a los corintios, de las cuales veintitrés aparecen en el capítulo catorce de esta epístola solamente, y siete en el Evangelio de Marcos y el libro de Hechos.�

Prácticamente el estudio se limita a 1 Corintios 12-1� como fuente paulina de información sobre la naturaleza de este don. Se procede, entonces, a presentar las diversas posturas que se han propuesto.

POSTURASSOBRELANATURALEZADELDONDELENGUAS

Idiomasangélicosocelestiales

Este punto de vista sostiene que el ejercicio del don de len-guas consistía en expresarse con el idioma de los ángeles o el idioma celestial. “Aparentemente”, dice C. K. Barrett, “Pablo piensa que el discurso ininteligible (ininteligible excepto por una interpretación inspirada) usado por participantes inspirados en la adoración cristiana era el usado entre los ángeles”.� De la misma manera opinan Gordon Fee7 y J. D. G. Dunn,8 entre otros. Por

� Roy A. Harrisville, “Speaking in Tongues: A Lexicographical Study”, Cath-olic Biblical Quarterly 38/1 (197�): 3�.

� C. K. Barrett, The First Epistle to the Corinthians (Nueva York: Harper & Row Publishers, 19�8): 299-300.

7 Gordon Fee, Primera Epístola a los Corintios, trad. Carlos Alonso Vargas (Buenos Aires: Nueva Creación, 199�): �77, 71�-1�. Si bien Fee parece simpati-zar de manera preferente con este punto de vista, también deja lugar para la xeno-lalia cuando dice: “Entonces ‘lenguas humanas’ se referiría a un idioma humano, inspirado por el Espíritu pero desconocido para el hablante; ‘lenguas angélicas’ relejaría el punto de vista de que quien habla en lenguas está comunicándose en el idioma o idiomas del cielo” (pág. 71�, n. 21). En este sentido, para Fee el hablar en lenguas incluía por lo menos dos formas de manifestación, y así Pablo, los corintios o ambos lo entendían. Por cierto, como se verá, hay un buen número de estudiosos que se inclinan por interpretar que la glosolalia incluía tanto idi-omas humanos como angélicos. Al parecer del que escribe, Fee deja ver ambiva-lencia, al menos en la obra citada (cp. pág. �77 con pág. 71�).

8 J. D. G. Dunn, Jesus and the Spirit (London: SCM, 197�): 2�3, citado por Max Turner, “Spiritual Gifts Then and Now”, Vox Evangelica 1� (198�): 19.

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ejemplo, Johannes Behm, luego de revisar la evidencia de la re-ligión griega, los informes de algunos Padres (Ireneo, Orígenes), la apocalíptica judía (el Testamento de Job) y la historia religiosa del Antiguo Testamento y el judaísmo concluye:

Así, parece más probable que la palabra gl w/ssa tiene aquí el sentido de “idioma” y que es usada como una “expresión técnica para un idioma peculiar”, a saber, el “idioma del Espíritu”, un idioma milagroso que es usado en el cielo entre Dios y los ángeles (1 Co. 13:1), y el cual el hom-bre puede alcanzar en oración cuando es tomado por el Espíritu y llevado arriba al cielo (2 Co. 12:2; cp. 1 Co. 1�:2, 13; Hch. 10:��; 2:11).9

Fraseslitúrgicaspeculiares

Un segundo punto de vista ve las lenguas como “peculiares expresiones verbales arcaicas o novedosas, usualmente con músi-ca, poesía y ritmo”.10 Serían expresiones usadas en la actividad litúrgica.

Discursoextático

Según otro punto de vista, las lenguas consistían en expresio-nes en estado extático. Esta postura, en cierto sentido, se traslapa con aquella que entiende las lenguas como lenguaje angélico o celestial. Es decir, algunos que creen esto también airman que el don se daba en una especie de éxtasis por parte del hablante.

9 Johannes Behm, “gl w/ssa, et̀ er ogl w,ssoj”, Theological Dictionary of the New Testament, ed. Gerhard Kittel y Gerhard Friedrich (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing House, 19��) 1:72�. Behm (como Fee) pareciera dejar abierta la posibilidad de que en el fenómeno tomen parte “idiomas humanos” también (pág. 722), aunque en su desarrollo posterior del tema ya no menciona las lenguas humanas, sino solo las angélicas. Con todo, parece que para Behm el fenómeno se manifestaba en más de una forma: “El hecho de que él llama al carisma ge,nh gl wssw/n [“géneros de lenguas”] (1 Co. 12:10, 28; cp. 1�:10) indica que desde su punto de vista el rasgo distintivo debe ser encontrado en la riqueza y variedad de gl w/ssai . Las palabras et̀ e,r ai [“otras”] (Hch. 2:�) y kainai , [“nue-vas”] (Mr. 1�:17) son una ulterior indicación de que la esencia del don está en el hecho de que implica lo nuevo e inusual” (pág. 72�).

10 Anthony C. Thiselton, The First Epistle to the Corinthians: A Commentary on the Greek Text (New International Greek Testament Commentary Grand Rap-ids: William B. Eerdmans Publishing Company, 2000): 978.

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Esta idea, entonces, no tiene tanto que ver con la cuestión de si las lenguas eran humanas o no, sino con el grado de conciencia de los que las hablaban. Por ejemplo, Dunn, como hemos dicho, cree que se trataba del idioma del cielo, pero a la vez considera que “la glosolalia practicada en Corinto parece haber sido en la mayor parte un tipo de éxtasis abandonado, una forma de articu-lación buscada a través del estímulo de un frenesí casi dionisía-co”.11 Aquí tenemos, entonces, la sugerencia de que las lenguas corintias tenían, en algún grado, una inluencia de cultos griegos frenéticos y extáticos.

Lenguajedelinconscienteliberadoengemidos12

Theissen ha argumentado a favor del aspecto extático de las lenguas desde los mismos lancos que otros autores (el testimonio de los escritores clásicos helenistas como Eurípides, Virgilio y Platón y judíos helenistas como Filón, la literatura apocalíptica y Pablo) pero, además, desde el campo de la sicología social.13 Aduce que “las lenguas son el lenguaje del inconsciente que llega

11 James D. G. Dunn, The Christ & the Spirit: Pneumatology (Grand Rapids: William. B. Eerdmans Publishing Company, 1988): 2:2��.

12 Aquí estamos uniicando los dos últimos puntos de vista presentados por Thiselton, The First Epistle: 98�-88, debido a su complementariedad. Este enunciado, al menos, parece haber sido impulsado en buena parte en This-elton por el artículo de Frank D. Macchia, “Groans Too Deep for Words: To-wards a Theology of Tongues as Initial Evidence”, Asian Journal of Pentecostal Studies 1 (1998): 149-73, copia electrónica en <http://www.apts.edu/ajps/98-2/98-2- macchia.htm>, cuyo contenido es casi igual a lo explicado por Thiselton. De hecho, Thiselton manda a sus lectores a consultar el artículo (The First Epistle: 98�, n. 288), si bien en su trato del punto no lo cita. El título del artículo de Macchia alu-de a las palabras de Pablo en Ro. 8:2�, “gemidos indecibles” (RV9�), que en va-rias versiones en inglés están traducidas como “groans too deep for words” (New American Standard Bible, 199�, English Standard Version, 2001, entre otras).

13 Thiselton, The First Epistle: 984, reiriéndose a Gerhard Theissen, Psycho-

logical Aspects of Pauline Theology (Edimburgo: T. & T. Clark, 1987): �9-11�, y especialmente 27�-3�1. Thiselton considera extremadamente decepcionante que ni Christopher Forbes, Prophecy and Inspired Speech in Early Christianity and Its Hellenistic Environment (Tubinga: Mohr Siebeck, 199�) ni Max Turner, The

Holy Spirit and Spiritual gifts Then and Now (Carlisle, Inglaterra: Paternoster Press, 199�) trata esta obra de Theissen con seriedad, aun cuando el mismo Tur-ner ha llamado a los estudiosos del Nuevo Testamento a trabajar desde trasfondos variados, incluyendo la sicología social.

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a ser inteligible por medio de la interpretación”.1� Serían la expre-sión de sentimientos profundos imposibles de expresar por medio de palabras. El adorante, entonces, expresaría tales sentimientos por medio de gemidos o suspiros que pueden ser interpretados.

La columna vertebral de este punto de vista se halla en la inter-pretación de Romanos 8:2�-27. Para sus defensores, la expresión s t enagmoi /j avl al h,t oi j “con gemidos indecibles”, que describe cómo el Espíritu intercede por los creyentes, debe entenderse a la luz del concepto paulino de las lenguas. Así Thiselton airma:

La obra especíica del Espíritu Santo de actualizar los anhelos inarticu-lados dirigidos hacia Dios desde la profundidad del corazón del creyente en Ro. 8:2�-27 forma un resumen retrospectivo del punto de vista de Pablo sobre el fenómeno que ocupa muchos versículos en 1 Co. 12:10-1�:�0, pero muy pocos en el resto del NT.1�

En otras palabras, según Thiselton los “gemidos” de Romanos 8:2�, emitidos por el Espíritu a favor del creyente delante de Dios y conforme a su voluntad, son equivalentes a las lenguas.1� El Espíritu Santo, en control del glosólalo, le capacita e impulsa para orar con gemidos que no pueden ser articulados por medio de pa-labras.

Estos autores ven, además, una dimensión escatológica en las lenguas. Según Thiselton, “el ‘gemido’ es un anhelo por la con-sumación escatológica de la redención, movido por el Espíritu a

través de Cristo a Dios, como toda autentica oración cristiana”.17

1� Theissen, Psychological Aspects: 79, citado en Thiselton, The First Epistle: 98�. Mientras que Theissen traza paralelos entre los trasfondos mencionados y la situación de los corintios, pudiendo ver en 1 Corintios 12-1� lenguas angélicas

y pronunciaciones extáticas como aspectos incluidos en varios “géneros de len-guas”, “él concuerda con los que consideran esto únicamente como un punto de partida para más investigación, en la cual diferencias radicales entre las tres pos-

turas respectivas de Pablo, los corintios y el mundo helenístico emergen clara-

mente” (Thiselton, The First Epistle: 98�-8�).1� Thiselton, The First Epistle: 98�. 1� Macchia, en “Groans Too Deep for Words”, dice que “la insistencia de

Pablo en que la mente es infructuosa durante el discurso en lenguas encaja bien con los gemidos que no pueden ser articulados en respuesta a la debilidad humana en la oración ‘porque no sabemos cómo orar’ (1 Co. �:1�-1�; Ro. 8:2�)”.

17 Thiselton, The First Epistle: 98�. Nos parece que Thiselton ha defendido esta postura por vía de su argumento de que en el contexto de 1 Co. 12:10-1�:�0

8�

De la misma manera argumentan Macchia y Fee. Según Macchia, las lenguas son “gemidos profundos y agonizantes de la debilidad humana que son cambiados por el Espíritu de Dios en un grito por la redención, e incluso un anticipo de esta redención en el aquí y el ahora”.18 Macchia ve esta dimensión también en Lucas:

Las lenguas de Pentecostés fueron parte de una imponente teofanía de las señales y maravillas del tiempo del in (sonido de un viento fuerte, llamas de fuego) que presagiaba la teofanía en la aparición inal de Dios (con sangre, fuego y nubes de humo) como el Redentor del cosmos entero (nueva creación, Hch. 2:1-�, 19-20). Como tales, las lenguas contienen potencial para renovar nuestro sentido de sobre-cogimiento y maravilla

en la presencia de Dios, que es vital para una adoración vibrante y piedad personal.19

Bajo esta perspectiva las lenguas constituyen una forma de respuesta dramática a la presencia de Dios, una respuesta llena de temor y asombro que pone en relieve “la insuiciencia del len-guaje ante el terrible misterio de Dios”.20 Siendo suspiros o gemi-dos (no idiomas de ninguna suerte), su interpretación no se trata en lo absoluto de una traducción, sino que funciona “a modo de un crítico que lucha por explicar una obra de arte”, reelaborándose el signiicado de las lenguas mediante la explicación de su contexto teológico.21

er̀ mhnei ,a gl wssw/n (12:10) “y más especialmente i [na di er mhneu,h| en 1�:13 de-notan el poder de expresar algo en discurso articulado, no el de interpretar o traducir. Él apela “a usos de la palabra en Filón y en Josefo para referirse a la capacidad de expresar en palabras o “discurso articulado” maravillas que de otra manera habían dejado muda a una persona, o capaz de reaccionar únicamente con sobrecogimiento o gozo” (pág. 97�). Su argumento completo lo ha presentado en su artículo “The ‘Interpretation’ of Tongues? A New Suggestion in the Light of Greek Usage in Philo and Josephus”, Journal of Theological Studies 30 (1979): 1�-3�.

18 Macchia, “Groans Too Deep for Words”. Más adelante agrega que “ellas son expresión de fortaleza en debilidad, o la capacidad de experimentar los primeros frutos del reino por venir en medio de nuestros gemidos con la creación sufriente”.

19 Ibid. Cp. Frank D. Macchia, “Lenguas y profecía: La perspectiva pentecos-tal”, Concilium 2�� (junio 199�): �00-01.

20 Macchia, “Lenguas y profecía”: �00-02.21 Ibid., �00.

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Unfenómenodemanifestaciónmultiforme

Este enfoque surge probablemente a raíz de la atestiguada dii-cultad que los estudiosos encuentran para sostener de manera inal y contundente cualquiera de las posibles explicaciones del fenó-meno. Airma que lo que se llama “hablar en lenguas” en el Nuevo Testamento debió haberse manifestado de más de una manera.22 Es decir, las lenguas no serían ni idiomas humanos, ni angélicos, ni gemidos del inconsciente exclusivamente, sino incluirían estas formas de manifestación y quizá aun otras.

Idiomashumanosnoaprendidos

Finalmente, un buen número de autores concluye que lo que se llama glosolalia o hablar en lenguas consiste en hablar por in-fusión del Espíritu Santo un idioma humano que el hablante no ha aprendido, es decir, un idioma actual y real pero desconocido para él. El término técnico para tal fenómeno es “xenolalia”.23 Este es, por ejemplo, el punto de vista de R. H. Gundry.2�

ARGUMENTOSAFAVORYENCONTRADELASDIFERENTESPOSTURAS

Luego del escueto resumen de los principales puntos de vista, ahora se presentan los principales argumentos a favor y en contra de cada uno de ellos. Esto permitirá al lector ampliar su enten-dimiento de cada uno y evaluar su peso. Después se propondrá una de las opciones como la mejor apoyada por las evidencias, es-pecialmente a la luz de lo escrito por Pablo. El lector podrá tomar consideración y hacer sus propias conclusiones.

22 Thiselton, The First Epistle, 970.23 Luke Timothy Johnson, “Tongues, Gift of”, Anchor Bible Dictionary, ed.

David Noel Freedman et al (Nueva York: Doubleday, 1992) �:�97. Cp. Chris W. Parnell, “What About Speaking in Tongues”, Eternity (marzo 1973): 21.

2� Véanse Robert H. Gundry, A Survey of the New Testament (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1970): 281; y especialmente su artículo “‘Ecstatic Utterance’ (NEB)?”, Journal of Theological Studies 17 (19��): 299-307, artículo al que no nos fue posible tener acceso.

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Argumentosafavordeidiomasangélicosocelestiales

El principal apoyo se encuentra en 1 Corintios 13:1, donde Pablo menciona “lenguas humanas y angélicas”.2� Este pasaje se pone en conexión con 1�:2 (“habla misterios”), 1�:28 (“hable a sí mismo y a Dios”) y la mención en 2 Corintios 12:2-� de “vi-siones celestiales que [Pablo] es incapaz de expresar en términos humanos”.2� Para los proponentes de esta postura, en su adoración los corintios practicaban el don de lenguas angélicas o celestiales, por medio del cual hablaban misterios que no se pueden expresar en lenguaje humano.27

Barrett cree encontrar apoyo en Apocalipsis 1�:2-3:

Oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas y como la voz de un gran trueno. Y la voz que escuché era como de arpistas cuando tocan sus arpas.Ellos cantan un himno nuevo delante del trono y en presencia de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el himno, sino sólo los 1��,000, quienes habían sido redimidos de la tierra.28

También lo encuentra en “la tradición rabínica de que Johanan ben Zakkai, a causa de su notable piedad y saber, fue capaz de entender el idioma de los ángeles”.29

Fee, con base en el relato del Testamento de Job �8-�030 (del primer siglo a.C.),31 sugiere que “se creía que los ángeles tenían

2� Johnson, “Tongues”: �97. Sin embargo, para él “la base de esta posición es evidentemente folclórica más bien que cientíica”.

2� Ibid. 27 Barrett, The First Epistle: 299-300. Él también hace alusión a 2 Co. 12:�

cuando trata el capítulo 13 de 1 Corintios.28 Santa Biblia, Reina Valera Actualizada (1989). En adelante se usará esta

versión para toda cita bíblica en este artículo, a menos que se indique algo dife-rente.

29 Barrett, The First Epistle: 300.30 Obra judía que ha sufrido revision cristiana, según Behm, “gl w/ssa,

et̀ er ogl w,ssoj”: 723; contra C. C. Torrey, The Apochryphal Literature (New Ha-ven: Yale University Press, 19��): 1�0-��, citado por Stuart D. Currie, “Speaking in Tongues: Early Evidence Outside The New Testament Bearing on ‘Glōssais Lalein’”, Interpretation 19 (julio 19��): 282-83. Según Torrey, la obra no ha su-frido ninguna interpolación cristiana.

31 Harrisville, “Speaking in Tongues”: ��.

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su propio lenguaje (o dialectos) celestial y que por medio del ‘Espíritu’ uno podía hablar tales dialectos”.32 De manera que Pablo o los corintios habrían sido inluenciados por el rol de los ángeles en la literatura apocalíptica o en Qumrán.33 Esta idea es apoyada por Harrisville, quien en su estudio lexicográico sobre las diferentes expresiones usadas en el Nuevo Testamento con re-lación a las lenguas (gl w/ssa, con o sin la proposición evn, junto con el verbo l al ei /n)34 airma que:

si algo semejante a la glosolalia fue practicado en círculos judíos, par-ticularmente entre aquellos que se nutrían de esperanzas apocalípticas, la comunidad de Qumrán proporciona una atmósfera afín al surgimiento de los términos técnicos bajo discusión”.3�

Más concretamente, Harrisville airma que el signiicado técnico de los términos “en deinitiva nació en el judaísmo pre-cristia-no”.3�

32 Fee, Primera Epístola: 71�.33 Thiselton, The First Epistle: 973. Thiselton reproduce las expresiones más

signiicativas del Testamento de Job con respecto a sus hijas extáticas: “no más piensan en las cosas de la tierra, sino que expresan un himno en lenguaje angé-lico…a Dios según la salmodia de los ángeles…hablando en el idioma de las alturas… Ella habló en el idioma de los Querubín”. Cp. Harrisville, “Speaking in Tongues”: ��.

3� Harrisville, “Speaking in Tongues”: 3�.3� Ibid., ��. El propósito del ensayo de Harrisville es “notar la frecuencia

del uso de los términos técnicos empleados en el NT para describir el fenómeno de hablar en lenguas y, desde una comparación con su uso en la Septuaginta, el griego no eclesiástico y la literatura para-bíblica (Qumrán), llegar a una conclu-sión tocante al punto donde tales términos podrían haber penetrado en el NT” (pág. 3�). Para él, sin embargo, es la literatura de Qumrán la que presenta mayor relevancia en este sentido: “Si prestamos atención a pasajes en la literatura para-bíblica no griega de Qumrán que evocan el uso neotestamentario, podemos estar más cerca de nuestra meta”. Agrega dos razones para pensar en la importancia de observar tales pasajes: “primero, por la preocupación de la secta con Is. 28:11-13 (preocupación también relejada en la Septuaginta) y su interpretación y, se-gundo, por la reaparición de estos versículos dentro del contexto de la discusión de Pablo sobre el hablar en lenguas en 1 Co. 1�:21” (pág. �2).

3� Ibid., ��. No obstante, el autor aclara que “esto no necesita implicar una requerida dependencia literaria entre Pablo, Hechos y Qumrán (sí, una común dependencia de un texto padre común), ni niega que fenómenos paralelos a los que se describen en el NT ocurrían fuera de las comunidades judías o cristianas y tampoco disminuye la posibilidad de que Pablo haya dado al término un rasgo que no había poseído anteriormente” (págs. ��-��).

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En primera instancia, se puede decir, a la luz del análisis de Harrisville, que es posible que haya existido una inluencia sobre el uso neotestamentario de los términos relacionados con el don de lenguas por parte de la literatura apocalíptica de la comunidad de Qumrán y, aunque con menos peso, por parte del uso de los términos en la Septuaginta.37 En cuanto a la literatura de Qumrán, para Harrisville también es la cita del Testamento de Job la que más se asemeja a los relatos del Nuevo Testamento.38 Entonces, de acuerdo a este estudio, por un lado, y la mención de “lenguas an-gélicas” en 1 Corintios 13:1, por el otro, no sería ingenuo sugerir que parte del entendimiento de Pablo o, quizá, de los corintios to-cante a las lenguas tuviera que ver con el idioma de los ángeles.

Fee también encuentra apoyo para sostener que, al menos para los corintios, las lenguas fueron idiomas angélicos. Él airma que esta idea es apoyada por la forma en que los corintios entendían la espiritualidad; a saber, probablemente:

…creían que ya habían entrado en cierta expresión de la existencia angé-lica. Esto explicaría su rechazo de la vida sexual y los papeles sexuales (7:1-7; 11:2-1�) y…su negación de una futura existencia corporal (1�:12, 3�). Para ellos, la evidencia de que habían “llegado” a ese tipo de estado “espiritual” sería el hecho de que hablaban “lenguas angélicas”.39

Dunn sigue los siguientes pasos en su argumentación:

[Pablo] airma que “lenguas de hombres” en 13:1 son discursos inspira-dos en idioma vernáculo (desde la predicación hasta la profecía) y con-trastan con el discurso en lenguas angélicas... En segundo lugar, él argu-menta que el asunto en cuestión es uno de “misterios” (13:2) –secretos escatológicos conocidos solo en el cielo. Así, el lenguaje usado será el lenguaje del cielo. En tercer lugar, Pablo compararía las lenguas con el efecto de hablar en un idioma extranjero (1�:10) solamente si él pensara que las lenguas no eran idiomas humanos.�0

37 Ibid., 38-39: “Hay por lo menos veinte instancias que son sugestivas del uso en 1 Corintios, Hechos y Marcos”, especialmente la cita de Sirácides �1:22, donde el término gl w/ssa aparece como un don de Dios.

38 Ibid., ��.39 Fee, Primera Epístola: 71�. �0 Dunn, Jesus and the Spirit: 2�3, citado por Turner, “Spiritual Gifts”: 19;

cp. Carson, Showing the Spirit: 81-82.

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Este último argumento de Dunn ha sido compartido por Fee�1 y por F. D. Macchia.�2

Argumentoscontraidiomasangélicosocelestiales

Una debilidad del argumento a favor de la interpretación de las lenguas como idiomas angélicos es que la relación que se hace de 1 Corintios 13:1 con 1�:2, 28 y 2 Corintios 12:2-� parece bastante artiicial.

En cuanto a la inluencia de Qumrán referida por Fee y sugeri-da por Harrisville como argumento, es notable que la conclusión a que este último autor llega no es precisamente que esta inluencia implique que Pablo consideraba las lenguas como las de los ánge-les. La evidencia le convence más bien de que la terminología habría llegado a ser de uso exclusivo para el discurso extático.�3 Pablo, entonces, podría usar esta terminología para referirse a un fenómeno cristiano que presentaba alguna analogía con el fenó-meno descrito en el Testamento de Job, pero su concepto de las lenguas tenía diferencias muy claras, especialmente el hecho de que, según 1 Corintios 1�, no fueron un fenómeno extático en el sentido estricto del término, sino uno que estaba bajo el pleno control del hablante.�� Conviene, entonces, observar con Best que no es claro si la expresión “lenguas de ángeles” era para Pablo una descripción correcta o si solo usaba la terminología de otros (los corintios), como solía hacer.��

Desde un punto de vista gramatical, Daniel Wallace pone en dudas que Pablo implique en 1 Corintios 13:1 que las lenguas fueran idiomas angélicos:

�1 Fee, Primera Epístola: �77: “Su uso [de Pablo] de los idiomas terrenales como analogía en 1�:10-12 implica que no se trata de un idioma humano conoci-do, ya que una cosa por lo general no es idéntica a aquello a lo que es análoga”.

�2 Macchia, “Groans Too Deep for Words”. Macchia pregunta: “¿Por qué Pablo se reiere a un idioma extranjero no interpretado como una analogía, entre otras, de lenguas no interpretadas si las dos fueran la misma cosa (1 Co. 1�:7-11)?”, y agrega: “seguramente algo más que xenolalia se implica allí”.

�3 Harrisville, “Speaking in Tongues”: �7. �� Fee, Primera Epístola: �7�.�� Ernest Best, “The Interpretation of Tongues”, Scottish Journal of Theology

28 (197�): �7.

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La condición cuádruple se usa en una manera muy amplia. Pablo cons-truye su argumento desde lo real (él tiene poderes proféticos) hasta lo hipotético (él no entiende todos los misterios ni tiene todo conocimiento [¡de otra manera él sería omnisciente!]). Este es el patrón que sigue en los primeros tres versículos de 1 Co. 13 –un argumento desde lo real hasta lo hipotético. Es probable, por lo tanto, que Pablo podía hablar en las lenguas de los seres humanos, pero no en las lenguas de los ángeles (v. 1). 1 Co. 13, entonces, no ofrece ningún apoyo para aquellos que ven las lenguas como un lenguaje celestial.��

En cuanto a los argumentos de Dunn, Turner asegura que “nin-guno de ellos es decisivo” y le responde en la siguiente manera:

(1) En 1�:10-19, Pablo podría estar apuntando a la obvia consecuencia en el ámbito secular de lo que los corintios no logran ver en el espiritual, sin contrastar los tipos de lenguajes como tales: ellos están orgullosos de sus “lenguas” que otros no entienden; Pablo señala cuan cerca llegan a ser ridiculizados como “bárbaros”’ en vez de exaltados como “espiri-tuales”. (2) No hay ninguna razón para aceptar que misterios hablados en el Espíritu deberían expresarse en una lengua celestial; así Pablo de-clarará al menos un misterio celestial en griego justo un capítulo más adelante en la carta (1�:�1-�8), y, de hecho, ¡su predicación inicial se centraba en el “misterio” del evangelio (2:1, 7; �:1)! (3) Si Pablo pensara que todas las lenguas eran angélicas, sería improbable que el sostuviera que pertenecen solo a nuestra infancia antes de la resurrección (1 Co. 13:11) y que cesarán.�7

Al segundo argumento de Turner, Carson agrega lo siguiente:

Pero los “misterios” de 13:2 están vinculados con la profecía, no con las lenguas; y la expresión “todos los misterios”...es a propósito absoluta-mente hiperbólica, ya que Pablo no piensa que podemos ahora gozar más que conocimiento parcial... Así, no hay ninguna conexión necesaria entre misterios y discurso no cognitivo.�8

Es interesante, después de todo, que Turner evita ser radical en su punto de vista y reconoce lo siguiente: “Dado esto, sin em-bargo, no tenemos que rechazar que Pablo pensara que algunos

�� Daniel B. Wallace, Greek Grammar beyond the Basics (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 199�): �98.

�7 Turner, “Spiritual Gifts”: 19.�8 Carson, Showing the Spirit: 82.

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tipos de lenguas (cp. genē glōssōn; 12:10) eran angélicos (v. g., en Testamento de Job �8-�0)”.�9

Argumentosafavordefraseslitúrgicaspeculiares

Según Thiselton:

Bleek notó que los gramáticos griegos a menudo usaban gl w/ssa, “len-gua”, para denotar palabras arcaicas o dialectos, modismos provinciales o, como en el presente contexto, probablemente una mezcla de antiguas palabras o frases litúrgicas cuasi semíticas, quizá habladas en ritmos poéticos o exaltados.�0

Esta postura ha sido apoyada apelando a antecedentes en el dis-curso oracular de la religión griega.�1

Otra evidencia es dada por Thiselton con base en el trabajo de C. F. G. Heinrici,�2 quien

apela a los usos históricos de la palabra [gl w/ssa] en la literatura griega y en relación con alusiones a expresiones extáticas de gozo y alabanza en Dionisio de Halicarnaso, Sexto Empírico y Plutarco. Más especialmente, sin embargo, el término se usa para denotar palabras y frases poco cono-cidas o fuera de lo ordinario que a menudo (pero no necesariamente) brotan de tales contextos, incluyendo giros y ritmos poéticos. A veces dialectos provinciales o metáforas ornamentales podrían usarse aquí. Al otro extremo del espectro lingüístico, estas expresiones idiosincráticas podrían resultar del invento de nuevas palabras, lo cual a su vez apunta

�9 Turner, “Spiritual Gifts”: 19.�0 Thiselton, The First Epistle: 978, reiriéndose a F. Bleek, “über die Gabe

des gl w,ssai j l al ei /n in der ersten christlichen Kirche”, en Studien und Kritiken (1829): 3-79.

�1 Thiselton, The First Epistle: 978. Cp. Currie, “Speaking in Tongues”, 290-92, quien expone una posibilidad similar, a saber, que las lenguas podrían tener que ver no con mensajes, ni con idiomas, fueran humanos o no, sino con algo más o menos como “cadencias musicales de vocalizaciones, o ‘lalling’, como algunos lo han llamado”. Sin embargo, él advierte que tal fenómeno “daría lugar a problemas no solo de disciplina y orden, sino de ‘relaciones externas’: podría fácilmente ser confundido con el tipo de charlatanería que describe Ireneo o con las practicas de hechicería y magia”. Y “sería asombroso que haya silencio ab-soluto acerca de su práctica en los siglos I y II y en algún grupo ortodoxo de cristianos”.

�2 C. F. G. Heinrici, Die erste Sendschreiben des Apostel Paulus an die Ko-

rinther (Berlín: Hertz, 1880): 37�-9�.

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a la referencia enigmática en el inal más largo de Marcos acerca de “hablar nuevas lenguas” (Marcos 1�:17).�3

Lamentablemente estos autores no nos ayudan con ejemplos de esas expresiones o palabras, lo cual contribuiría a tener una idea más clara tocante a esta propuesta.

Godet, al comentar este punto de vista, explica que Bleek “compara la relación entre el cristiano que habla en una lengua y su intérprete a la relación del pr of h,t hj con la ma,nt i j [“adivina”] en las consultas a los oráculos”.�� En esta práctica religiosa griega “el profeta era el traductor de la respuesta enigmática (lingua se-

creta) que el dios ponía en la boca de…la inspirada”.�� Según Forbes, se cree ampliamente que en Delfos la pitonisa (“pitonisa” o ma,nt i j se le llamaba a la sacerdotisa en Delfos) ascendía al trí-pode de Apolo y, cayendo en un trance o pretendiendo hacerlo, hablaba sus oráculos en una mezcla de un griego quebrado e inco-herente y una libre vocalización ininteligible, los cuales eran in-terpretados por el profeta.�� Dunn ha argumentado a favor de esta relación e inluencia entre los oráculos de Delfos y las lenguas con interpretación en Corinto. “Llega a ser difícil”, dice, “negar una estrecha equivalencia de función entre, por ejemplo, el profeta que interpretaba las declaraciones de la pitonisa en Delfos y el intérprete de lenguas en Corinto”.�7

Thiselton se atreve a sugerir que “si bien el punto de vista de Bleek y Heinrici no se puede identiicar irmemente con ‘lenguas’,

�3 Thiselton, The First Epistle: 978-79.�� Frederic Louis Godet, Commentary on First Corinthians (Grand Rapids:

Kregel Publications, 1977): �30. La referencia es a los famosos oráculos de Del-fos en el mundo griego. Helmut Krämer, “pr of h,t hj kt l .”, Theological Diction-ary of the New Testament (19�8) �:78�, en su sección sobre el tema, dice que “el oráculo de Delfos cobró una importancia que sobrepasó a la de todos los otros oráculos griegos por razón de la adivinación de Apolo, que llegó del Asia Menor en el comienzo del período arcaico. Esta tomó posesión de Delfos y en lo esencial reemplazó el antiguo oráculo de suertes por un oráculo hablante”.

�� Godet, Commentary on First Corinthians: �30.�� Christopher Forbes, “Early Christian Inspired Speech and Hellenistic

Popular Religion”, Novum Testamentum 28.3 (198�): 2�7; cp. Krämer, “pr of h,t hj kt l .”: 787-88.

�7 Dunn, Jesus and the Spirit: 2�7, citado por Forbes, “Early Christian Ins-pired Speech and Hellenistic Popular Religion”: 2�7.

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es más que posible que algo similar iguraba entre las varias ‘es-pecies de lenguas’ en Corinto juntamente con otras”.�8

Argumentoscontrafraseslitúrgicaspeculiares

Según Hermann Kleinknecht, el fenómeno griego se pre-sentaba como un estado extático por parte de la pitonisa, cuyas “palabras borbotaban en éxtasis”.�9 Esta descripción es bastante distinta de cualquier tipo de expresiones litúrgicas arcaicas. No logramos ver la conexión entre el fenómeno griego y las frases litúrgicas. Sí se ve cierta semejanza generalizada entre los orácu-los paganos y lo que sucedía en la iglesia de Corinto, en que lo emitido por la pitonisa (quizá gritos inarticulados o tartamudeos con un sentido oculto)�0 tenía que ser interpretado o aclarado por el pr of h,t hj ,�1 pero las diferencias son obvias (cp. n. �� infra).

Es difícil imaginarse que en una comunidad como la de la igle-sia de Corinto (compuesta de comerciantes, artesanos, marineros, etc.), “las emociones más profundas del alma salvada hayan en-contrado expresión en palabras antiguas e inusuales o por medio de composiciones formadas de términos completamente nuevos”.�2

�8 Thiselton, The First Epistle: 980. Como se ha visto, Thiselton aboga por la idea de que una variedad de formas de expresión se incluían en el fenómeno de lenguas en Corinto. Para él, lo que se ha descrito en estas últimas líneas sería solo una de las varias maneras en que se habría manifestado este don. Thiselton ima-gina que unos posibles paralelos entre las prácticas identiicadas como “lenguas” por Bleek y Heinrici y los actuales fenómenos carismáticos serían “la asociación de ciertos estados y experiencias con música rítmica, tambores y cuasi-danzas” y que “gritos como ‘¡Aleluya!’ podrían ejempliicar los usos de fórmulas litúrgicas antiguas de otros idiomas (¡hebreo, en este caso!). En el sentido de ornamen-tación metafórica y poética sugerido por Heinrici, incluso los coros cantados, en que las mismas líneas del más simple contenido se repiten interminablemente en ciclos de creciente carga psicológica pueden concebiblemente ofrecer algún tipo de analogía general”.

�9 Hermann Kleinknecht, “pneu/ma, pneumat iko,j”, Theological Dictionary of the New Testament �:3�7-�8, contra Ben Witherington III, Conlict & Community Corinth: A Socio-Rhetorical Commentary on 1 and 2 Corinthians (Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company, 199�): 277-79.

�0 Krämer, “pr of h,t hj kt l .”: 788.�1 Kleinknecht, “pneu/ma, pneumat iko,j”: 3�8.�2 Godet, Commentary: �30-31. La respuesta de Thiselton, The First Epistle:

980, es que la observación de Godet reforzaría la sugerencia de que las lenguas podrían llegar a ser un “indicador de status” o una señal de elitismo social, puesto

9�

Sería todavía menos entendible cómo esta tarea de reminiscencia o creación de palabras antiguas o inusuales podría haberse rea-lizado en un estado en que la inluencia del sentimiento controlaba la del entendimiento.�3

Además, el bien reconocido vocabulario usado en el mundo helenístico para describir el discurso oracular nunca es usado por los escritores cristianos para describir el discurso inspirado cristiano. La ininteligibilidad de la glosolalia nunca se describe usando esos términos.��

Argumentosafavordediscursoextático

Johnson cree que las lenguas fueron extáticas, “una forma de balbuceo ordenado o estructurado”,�� y presenta las tres eviden-cias siguientes:

[1] Pablo no considera las lenguas como inteligibles y claramente con-trasta el discurso que es “en el Espíritu” pero que no usa la mente con el discurso que hace uso de ella…(1 Co. 1�:1�-1�, 19)… [2] Al menos en las manifestaciones más antiguas de la profecía israelita encontramos una combinación de “inspiración” por el Espíritu de Dios, estados como de trance con la señal física de disociación y la emisión de gritos inar-

que solo los bien educados podrían experimentar el brote de estas expresiones poéticas elocuentes y así ganar la admiración y la corroboración de su status socio-espiritual.

�3 Godet, Commentary: �31.�� Forbes, “Early Christian Inspired Speech and Hellenistic Popular Reli-

gion”: 2�8. Aquí Forbes, entre otros detalles, hace ver que “la distinción entre la glosolalia y el discurso oracular en el mundo helenístico podría incluso ser aguda”. Cierra su artículo diciendo: “Parecería, por tanto, que el intento de hacer el temprano discurso cristiano inspirado un paralelo del fenómeno trazado del procedimiento del culto del oráculo helénico debe ser abandonado en la forma en que ha sido tomado como altamente engañoso”. Cp. al mismo Dunn, The Christ & the Spirit 2:2��-�7, donde, luego de sugerir un paralelo cercano entre gloso-lalia-interpretación y la declaración extática de la pitonisa y el profeta intérprete (quien tenía la tarea de hacerla más inteligible), reconoce: “Aunque deberíamos notar que en 1 Co. 1�:2� Pablo piensa de la ‘revelación’ como una declaración en el idioma vernáculo que él valora por su carácter revelador antes que enigmático o inexpresable (contrástese con 2 Co. 12:�), y él piensa de la declaración extática como la forma en que el adorador habla a Dios antes que cómo Dios habla al ser humano”.

�� Johnson, “Tongues, Gift of”: �97-98.

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ticulados (1 S. 10:�-13; 19:18-2�)… [3] Algo semejante a la glosolalia se halla también en el fenómeno religioso popular helenístico conocido como profecía mántica, usualmente distinguida de la profecía “técnica”, que no era extática. El espíritu divino, se pensaba, poseía al profeta (mantis), tomando su mente (enthousiasmos) y dirigiendo la declaración de oráculos.��

Un cuarto argumento sería que los paralelos de discurso extático encontrados en la literatura apocalíptica judía apuntan a que la glosolalia fuera extática.�7

Sobre la base de la inluencia de estos trasfondos, judaico para unos y griego para otros, se sugiere que las lenguas se habrían considerado como una forma de discurso extático.

Argumentosencontradediscursoextático

El involucramiento de un estado extático en la profecía en el mundo grecorromano y particularmente en Delfos ha sido puesto

�� Ibid. En cuanto a la segunda evidencia, Johnson reconoce el “debate que aún queda pendiente sobre la cuestión de si la profecía clásica fue también acom-pañada de tales estados extáticos”. En cuanto a la tercera evidencia, Johnson dice que parece seguro que para Pablo son fenómenos equivalentes al menos en apariencia (pág. �98). Esto lo basa en las palabras que Pablo elige usar en 1 Co. 1�:23. Aquí, según Johnson, la expresión “ustedes están locos” en el caso hipotético planteado por Pablo, en contexto solo puede signiicar: “ustedes están profetizando en la forma en que todos los otros cultos lo hacen, en un frenesí”. Es decir, Pablo sugiere que si todos hablan en lenguas, cualquier observador pen-saría que estaban desvariando al estilo de los cultos helenistas. Behm, “gl w/ssa, et̀ er ogl w,ssooj”: 72�, asume una postura similar. Él, al igual que Johnson, cree que “Pablo es consciente de la similitud entre el helenismo y el cristianismo en cuanto a este fenómeno místico y extático”. Encuentra paralelos en la religión griega, los reportes de algunos Padres (Ireneo, Orígenes), la apocalíptica judía (sobre todo el Testamento de Job) y la historia religiosa del Antiguo Testamento y el judaísmo (1 S. 10:�-7; 19:20-22, 1 R. 18:28-29; 2 R. 9:11) (págs. 22-72�).

�7 Harrisville, “Speaking in Tongues: A Lexicographical Study”: �7. Según él: “Tomados como un todo, estos paralelos parecen apoyar el argumento de que para el Antiguo Testamento y la comunidad judía intertestamentaria las pronun-ciaciones glosolálicas no se consideraban como una categoría separada de lo ex-tático per se. Una lectura de Filón, por ejemplo, tiende a reforzar este punto. Por otro lado, con la excepción de los paralelos en Jubileos y el Testamento de

Judá, de los cuales se puede inferir que el discurso inspirado era constituido de pronunciación inteligible, los restantes van desde referencias a un mínimo de inteligibilidad (1 Enoc, Similitudes �0) hasta lo ininteligible o inarticulado (1 Enoc 71:11 y el Martirio de Isaías �:1�), dando así base para el desarrollo de un término exclusivamente aplicado al discurso extático”.

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en grave duda. Witherington, por ejemplo, haciendo referencia al trabajo de J. Fontenrose, The Delphic Oracle,�8 señala:

J. Fontenrose, sin embargo, ha enfatizado que es necesario confrontar este tipo de presupuestos con lo que actualmente se conoce acerca de las prácticas en Delfos y otros sitios similares de oráculos griegos. Él argu-menta que “un estudio deinitivo de toda la evidencia disponible para los procedimientos mánticos de Delfos no revela ningún abismo o vapores, ningún frenesí de la pitonisa, ningún llanto incoherente interpretado por el sacerdote. La pitonisa hablaba clara, coherente y directamente al con-sultante en respuesta a su pregunta”.�9

Además, hay diicultad para deinir el estado de “éxtasis”, de-bido a que presumiblemente se puede dar en diferentes grados. De manera que, cuando se relaciona con las lenguas se debería tratar de deinir bien lo que se quiere comunicar con el término. Así lo ha dicho Cyril Williams: “‘Éxtasis’ es un término demasiado ambiguo para emplear… Hay muchos grados de éxtasis, desde la disociación leve hasta el extremo éxtasis incontrolable”.70 Si había un estado de éxtasis en las lenguas, ¿en qué sentido o grado estaba involucrado?

Quizá Walter Hollenweger fue uno de los primeros en propo-ner por lo menos dos dimensiones del estado extático involucrado en la glosolalia.

No sólo existe la glosolalia “ferviente” (que podría ser considerada como extática, a pesar de que el glosolalista no esté “fuera de sí”), sino también la glosolalia “fría”, un habla que a veces parece mística y que a veces suena como un idioma extranjero ininteligible.71

�8 Joseph Fontenrose, The Delphic Oracle: Its Responses and Operations (University of California Press, 1981).

�9 Witherington, Conlict & Community in Corinth: 277.70 Cyril G. Williams, Tongues of the Spirit (Cardiff: University of Wales

Press, 1981): 30, citado por Thiselton, The First Epistle: 983. En la misma línea véase a Vern S. Poythress, “The Nature of Corinthian Glossolalia: Possible Op-tions”, Westminster Theological Journal �0/1 (1977): 131.

71 Walter Hollenweger, El pentecostalismo: Historia y doctrinas (Buenos Ai-res: Editorial la Aurora, 197�): 333-3�. Aunque Hollenweger no lo menciona, pareciera que su idea viene del trabajo de E. Mansell Pattison, “Behavioral Scien-ce Research on the Nature of Glossolalia”, Journal of the American Scientiic Afiliation 20/3 (septiembre 19�8): 73-8�, un estudio del fenómeno desde las ciencias sociales y psicológicas. Pattison ha encontrado dos categorías de gloso-

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Carson y Dunn siguen a Hollenweger en este análisis. El pri-mero sugiere que las lenguas fervientes (hot tongues) son “aque-llas que se hablan en un estado de disociación mental avanzada”, en tanto que las lenguas frías (cool tongues) son “aquellas que son expresadas por un hablante que tiene perfecto control de su declaración y permanece mentalmente alerta y consciente de lo que está sucediendo, aun cuando él o ella no puede entender los sonidos emitidos por su propia boca”.72 En este sentido, las pri-meras son extáticas, en tanto que las segundas no.73 Dunn, por su parte, caliica las lenguas frías como más tranquilas y sosegadas que las fervientes.7�

Sin embargo, Carson y Dunn diieren. El primero tiene la per-cepción de que los lengua-hablantes modernos recurren a las len-guas frías y, aunque no lo expresa directamente, parece asumir que las lenguas de Corinto eran de este tipo.7� Caso diferente el de Dunn, para quien sería la glosolalia ferviente la practicada por Pablo (1 Co. 1�:18) y que el apóstol imaginaba como un rasgo regular de las reuniones de adoración (1 Co. 1�:2�-27, 39-�0).7�

Estos autores, entonces, al menos airman un estado extático en un grado u otro involucrado en la manifestación del don de lenguas en el Nuevo Testamento. Esto queda muy bien relejado en las palabras de Thiselton:

Es casi inconcebible que algunas “especies de lenguas” no hayan caído en ciertos puntos dentro del espectro [del estado extático], pero el al-

lalia: una “juguetona” y otra “seria”. La primera es más luida y se da con mayor grado de excitación emocional que la segunda (pág. 79). Esto tiene gran corres-pondencia con lo propuesto por Hollenweger y los otros que lo siguen.

72 Carson, Showing the Spirit: 78.73 Ibid.7� Dunn, The Christ & the Spirit 2:2��.7� Carson, Showing the Spirit: 78.7� Dunn, The Christ & the Spirit 2:2��. Sin embargo, hay duda sobre la opi-

nión de Dunn tocante al grado de éxtasis involucrado en las lenguas, puesto que, si en este trabajo airma que fue un tipo éxtasis más avanzado o intenso, anterior-mente en su Jesus and the Spirit: 2�3, citado por Thiselton, The First Epistle: 983, parecía sugerir un grado más moderado: “[La glosolalia] es extática solamente en el sentido técnico de ser discurso automático en el cual la mente consciente no jugaba ninguna parte, pero no extática en el sentido más común de ‘producida o acompañada por estados exaltados de sentimiento, arrobamiento, frenesí’”.

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cance de este espectro no puede ser identiicado simplemente con el al-cance de las “lenguas”.77

Se puede sugerir contra Dunn que el éxtasis “frío” podría estar involucrado en el fenómeno descrito en 1 Corintios 1�, pero no así el éxtasis “ferviente”. El fenómeno en Corinto no se daba con disociación mental, sino que era controlado por el hablante (1 Co. 1�:19, 27-28).

77 Thiselton, The First Epistle: 983.

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