Principales consideraciones del entrenamiento de la ... · Distinción de los principales estilos...
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Autor: Ricardo de la Vega Coordinador del Departamento de Psicología www.futsalcoach.com
Licenciado en Psicología (UAM) Doctor en CC. Actividad Física y el Deporte (UAM)
Profesor de la Facultad Formación del Profesorado y Educación (UAM) Responsable del Área Psicología del Deporte del Rayo Vallecano de Madrid S.A.D.
Profesor de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol (FFM) Profesor del Máster de Psicología del Deporte (UAM-COE)
Madrid, Julio 2007 www.futsalcoach.com © Todos los derechos reservados
Principales consideraciones acerca del entrenamiento de la concentración en
fútbol sala Resumen
El presente artículo trata de remarcar la importancia que tiene el entrenamiento
específico e integrado de la concentración en fútbol sala profesional y semiprofesional
revisando, de un modo breve, sus principales variables y repercusiones. El punto claro de
referencia se enmarca en la comprensión integral del fútbol sala, en donde la táctica es su
esencia principal, para tratar de vertebrar, a partir de ella, una lógica en el entrenamiento
psicológico de esta variable tan representativa del trabajo que realiza el psicólogo del
deporte en la actualidad.
Palabras clave: Psicología del Deporte. Concentración. Atención. Entrenamiento
psicológico.
Introducción
La concentración es una de las claves más importantes que se pueden poner al
servicio del deportista para mejorar su rendimiento tanto en la competición como en los
entrenamientos. De hecho, las alusiones a la concentración son muy frecuentes entre los
futbolistas y los entrenadores, algunos ejemplos podrían ser los del tipo: "tienes que estar
más atento a la jugada...", "la falta de concentración al principio ha marcado el desarrollo
del encuentro..." o "si este jugador no saliese tan descentrado sería un excelente
jugador...". Es muy frecuente incluso escuchar cómo se explica un mal partido por la falta
de concentración, ya sea en momentos críticos puntuales o durante todo su desarrollo.
La concentración se define como:
"La focalización de toda la atención en los aspectos relevantes de una tarea,
ignorando o eliminando los demás. Lo específico de la concentración es que se trata de
dirigir la totalidad de la atención y no sólo una parte de ella a la tarea que estemos
ejecutando" (González, 1996).
En este sentido podemos afirmar que en la concentración hay dos aspectos
fundamentales: por un lado está la atención en las señales ambientales pertinentes,
eliminando por tanto las que no lo son, y por otro está el mantenimiento de ese foco
atencional.
Un ejemplo del primer aspecto al que hacemos alusión sería el de un lanzamiento de
10 metros; está claro que el jugador debe tener la máxima seguridad posible y que su foco
atencional debe centrarse en el balón, en la portería y, a lo sumo, en el portero, puesto que
son las tres variables que participan en la acción. Los demás estímulos que pueden
distraerle de su óptima actuación deberán dejarse fuera (pensemos por ejemplo, en el
portero que se encara con mirada desafiante con el jugador para ponerlo nervioso; o en el
público que le silba para provocarle el error en el lanzamiento, etc.). El aspecto más
importante, en este sentido, consiste en analizar cómo la misión de un jugador se centra en
descentrar al adversario que cuenta con la ventaja "a priori" (puesto que realiza el primer
movimiento), de tal forma que el portero debe intentar descentrar al jugador y hacerle
dudar para que su atención se centre en aspectos a los que no debe atender (uno de los
principales enemigos de todo jugador son sus propios pensamientos de duda sobre su
capacidad, pensamientos que tienen más probabilidad de aparecer si la situación se
evalúa como amenazante).
Respecto al segundo aspecto, resulta esencial comprender sus connotaciones
diferenciales respecto al primero: una cosa es estar concentrados en un momento
concreto, y otra diferente (aunque pueden y es deseable que se den a la vez) es ser capaz
de mantener esa concentración durante un periodo de tiempo prolongado, puesto que 20
minutos de duración mínima de cada parte es un tiempo significativo en donde esta
variable y su dominio resultan fundamentales.
Todos podríamos enumerar multitud de ejemplos y situaciones experimentadas por
nuestros propios jugadores de manera individual y por los equipos en su conjunto, en
donde hemos podido comprobar la importancia de esta variable para conseguir el
rendimiento óptimo en el partido.
Imagen 1. Los momentos previos a la competición son básicos para comenzar el partido con un nivel de concentración y de preparación mental adecuado.
El modelo teórico de referencia y organizativo del cual partimos y sobre el que
profundizaremos en algunas de sus principales variables es el siguiente:
Figura 1. Principales variables que se encuentran relacionadas con la concentración.
Los estilos atencionales y su aplicación al fútbol
Desde un punto de vista práctico, los deportistas deben conocer la existencia de
distintos estilos atencionales, que ponen en conexión los diferentes focos de atención y las
distintas situaciones de ejecución. Esta diferenciación es importante porque cuando
hablamos de atención nos estamos refiriendo, en realidad, a varios niveles en los que
puede manifestarse, de manera que distinguirlos es absolutamente necesario debido a que
un jugador puede dominar adecuadamente uno de estos estilos, pero tener más
dificultades en dominar los demás.
Nideffer (1980, 1985, 1989) definió cuatro estilos o tipos atencionales basados en
una clasificación referida a dos dimensiones: la amplitud y la dirección. La amplitud se
refiere a la cantidad de información a la que debe prestar atención el deportista en un
momento determinado; es reducida cuando presta atención a un número limitado de
estímulos y amplia cuando la presta a un gran número de estímulos. Por otro lado, la
dirección se refiere a la capacidad para dirigir la atención hacia objetos externos al propio
deportista (atención externa) o para dirigirla hacia sí mismo (atención interna).
De la combinación de las dos dimensiones y de sus posteriores divisiones resultan
cuatro estilos diferentes de concentración, que se corresponden a cuatro modos diferentes
de focalizar la atención:
• Atención amplia - externa. Se produce cuando el deportista centra su atención en
un importante número de estímulos y en estímulos fuera de él mismo. Se
corresponde sobretodo con situaciones de evaluación, es decir, es la adecuada para
reaccionar a las situaciones rápidamente cambiantes del juego, (como puede ser la
puesta en marcha de un contraataque).
• Atención amplia - interna. El deportista se fija en su estado físico o mental. Es el
tipo de atención adecuado por ejemplo para analizar y planificar mentalmente una
estrategia de juego ante una situación dada.
• Atención estrecha - externa. El deportista focaliza su atención en un estímulo
concreto del entorno (por ejemplo el hueco de la barrera en el lanzamiento de una
falta al borde del área).
• Atención estrecha - interna. Se produce cuando el deportista dirige la atención
sobre sí mismo. Es la adecuada para prepararse para ejecutar una acción mediante
el repaso mental o para examinar el nivel de tensión.
EXTERNA INTERNA
AMPLIA
Uno de los aspectos más importantes de la atención en el fútbol sala es la capacidad de percibir una buena amplitud del campo visual.
Un desplazamiento es un buen momento para analizar las sensaciones que se tienen para afrontar el partido.
ESTRECHA Resulta esencial que el portero en los saques de esquina focalice su atención en el balón y esté entrenado para superar los tiros a puerta que se producen en este tipo de acciones
Es importante que el jugador centre su atención en algún pensamiento puntual o en su misión táctica en el partido para que este concentrado.
Tabla 1. Distinción de los principales estilos atencionales aplicados al fútbol sala
Relación entre el nivel de activación y la atención
Es importante que el entrenador conozca y comprenda la relación que se establece
entre el nivel de activación y la concentración, puesto que de ello depende la importancia
que, en parte concedamos al entrenamiento en la discriminación del nivel óptimo de
activación.
Lo que por ahora conocemos y nos demuestran las investigaciones es que todo
jugador que se encuentre excesivamente relajado (con su N.O.A. bajo), amplia su foco
atencional demasiado, de manera que atiende a más estímulos que los que realmente le
son pertinentes y, por otro lado, todo jugador que se encuentre excesivamente tenso
(N.O.A. muy alto), reduce su foco atencional demasiado, de manera que no procesa
estímulo significativos y relevantes para la acción.
Una de las consecuencias prácticas es que todo proceso de entrenamiento de la
concentración debe estar precedido por un estado óptimo de activación que facilite lo que
se pretende asimilar (relación evidente con el tema de aprendizaje motor).
El entrenamiento en concentración
Un aspecto primordial en la mejora de la concentración de los jugadores de fútbol
sala, consiste en percibir que ésta debe llevarse a cabo desde una aplicación práctica de
los contenidos de base entrenados con los jugadores, hasta su contextualización en el
marco del campo de entrenamiento. Este tipo de entrenamiento tendrá en cuenta el
aumento progresivo de la dificultad en función de los estímulos presentes en el fútsal. En
Uriondo (1997), encontramos el siguiente análisis de las variables a tener en cuenta en el
planteamiento de situaciones de entrenamiento de la visión de juego en función de las
exigencias atencionales que implica:
VARIABLES GRADOS
EXIGENCIA VISUAL
• Angulo de visión
• Nº de estímulos
• Claridad del estímulo
• Tipo de estímulo
• 0º, 45º, 90º, 180º…
• 1, 2, 3,…
• Difuso, claro…
• Específico, no específico…
EXIGENCIA TACTICA
• Posibilidades de acción:
o Número
o Otros medios
• Complejidad táctica
o Individual
o Colectiva básica
(2-3 jugadores)
(4-5 jugadores)
o Colectiva compleja
o 2, 3, 4….pases
o Pase, tiro o regate
o Regate a dcha. ó
izda.
o Pared, paralela…
o Crear espacios
o Actuar según
sistema de juego
EXIGENCIA FISICA
• Esfuerzo-recuperación
• Velocidad de las acciones
• Espacio a recorrer
• Intensidad de lucha
• 10’-3’, 1’-2’…
• Alta, media, baja
• 5m, 15m, 20m…
• Alta, media, baja
EXIGENCIA TECNICA • Superficie de contacto
• Lateralidad de pierna
• Distancia pase-tiro
• Distancias de recepción
• Trayectorias del balón
• Velocidad del balón
• Velocidad del ejecutor
• Enlaces pre-post
• Interior, suela…
• Derecha, izquierda
• 2m, 4m, 10m…
• 1m, 2m…
• Raso, parábola…
• Alta, media, baja
• Alta, media , baja
• Recepción-tiro, recepción-
pase, recepción-pase-
corre…
GRADO DE OPOSICION • Relación ataque-defensa
• Amplitud del espacio de juego
Tabla 2. Principales variables implicadas en el fútbol sala cuya manipulación nos va a permitir mejorar la concentración en los entrenamientos
Cada una de estas variables y de grados de dificultad que implican, puede estar en la
base de los ejercicios que planteemos para la mejora y el entrenamiento de los focos de
atención externos, ya sean amplios o estrechos.
El éxito del entrenamiento atencional que realicemos estará en función del
escalonamiento que establezcamos sobre las situaciones del juego y su nivel progresivo
de dificultad, nivel que, como vemos en el cuadro, podemos establecerlo fácilmente con la
ayuda y la colaboración del entrenador. Así por ejemplo, en el entrenamiento del foco
externo-amplio comenzaremos por pocos estímulos muy llamativos y por poca movilidad
de los mismos, a estímulos cada vez más similares a los del propio juego con los
movimientos y acciones características del mismo.
Merece la pena considerar también la importancia que en el entrenamiento de la
capacidad atencional tiene la toma de conciencia de todas las variables, situaciones y
acciones que un jugador puede encontrase en el desarrollo de un partido de fútbol sala (De
la Vega, 2000, 2003). En este sentido un trabajo esencial es el de mostrar, mediante el
empleo de vídeos y la realización de reuniones, los estímulos principales a los que debe
prestar atención el jugador.
En el caso de los focos internos el trabajo es también importante pero lo centraremos
en los espacios de recuperación que pueden producirse en un partido, aunque una parte
importante del trabajo que puede realizarse en este sentido lo veremos más adelante al
hablar del tema del control del pensamiento.
Por otro lado, respecto al tiempo de mantenimiento de la atención, el trabajo debe
centrarse, en un primer momento, en las dificultades específicas que hayamos encontrado
en el jugador. Un jugador que está poco tiempo concentrado porque se distrae en cuanto
escucha que su entrenador le da instrucciones o le echa una "bronca", no es igual que
aquél que, sistemáticamente, a los diez minutos del partido se desentiende del mismo y
parece "como si no jugara".
Los pasos a seguir en esta dimensión del control temporal de la atención o capacidad
de concentración estarían en función de su origen. Si este está en falta de hábito,
deberíamos estudiar y analizar bajo qué condiciones entrena el jugador porque si sólo se le
exige una concentración mantenida durante poco tiempo, cabe esperar entonces que en el
momento de la competición también lo haga (lo que se entrena se refleja en las
competiciones). En este caso podría proponerse un aumento constante de la
concentración prolongada y de forma encadenada, de manera que se llegase a los tiempo
medios establecidos en los estudios que realizan análisis funcionales del tiempo de juego y
de participación en los futbolistas (tiempos que se encuentran también distribuidos en
mayor o en menor medida en función del puesto de juego que se ocupa).
La relación entre nivel de fatiga física y mental y el nivel de concentración puede
expresarse como sigue:
Figura 2. Relación existente entre nivel de fatiga física y el nivel de concentración
Si el problema fuese de intermitencia, es decir que un jugador un partido está muy
concentrado durante el tiempo preciso y en otros partidos está "fuera", entonces tenemos
una razón para pensar en una evaluación exhaustiva sobre las causas que pueden estar
interfiriendo en esa falta de atención que pueden ser, como es lógico, de diferentes tipos
(como pensamientos negativos, ausencia del control de pensamiento, una ansiedad muy
elevada que impide la atención precisa, etc.).
Por lo tanto, a modo de resumen sobre esta dimensión, deberemos poner un énfasis
especial en el proceso de evaluación y de especificidad que requiere el trabajo con el
jugador de que se trate (como en nuestro caso podría ser FT).
Un nuevo aspecto que debemos destacar por la importancia que tiene su
entrenamiento para la obtención de una buena capacidad de concentración, es la rapidez
en el cambio de foco atencional, que podemos entrenarla perfectamente mediante el
diseño de situaciones en las que manipulemos como variables independientes los tipos de
cambios entre los diferentes focos atencionales y la rapidez en las que se realizan, de
manera que estructuremos sesiones de entrenamiento donde se produzcan situaciones
que obliguen al cambio de foco atencional y se pueda evaluar el resultado encontrado y la
intención en los gestos .
Mediante la ayuda de un simple cronómetro y del registro en vídeo de los diferentes
ejercicios de entrenamiento, podemos ir analizando los niveles de mejora que se producen
en el rendimiento del jugador, estableciendo de esta manera el seguimiento adecuado de
su rendimiento en lo que a la rapidez de cambio de foco atencional se refiere.
Por último, el mantenimiento de la atención ante estímulos distractores vamos a
entrenarlo utilizando un simple proceso de Desensibilización Sistemática (D.S.), de manera
que vamos a establecer un encadenamiento inverso en función de los estímulos
individuales que supongan la distracción para, a partir de ahí, ir poco a poco eliminando los
factores que suelen ir asociados a ese tipo de distracciones (por ejemplo el ruido o gritos
del público están asociados con una tasa cardiaca más alta, un aumento de la sudoración,
etc.). Este proceso podemos trabajarlo encubierto si el nivel de imaginación que posee el
sujeto es el adecuado (Relación con el tema de visualización ya presentado).
Este mismo entrenamiento podremos llevarlo a cabo con otras técnicas de
modificación de conducta como puede ser la habituación o exposición paulatina a los
estímulos distractores, o la inundación, consistente en la presentación del estímulo
ansiógeno distractor de manera directa y continua (no paulatina), de manera que
producimos el fenómeno de la habituación de una forma mucho más rápida (aunque
también más traumática).
Algunas consideraciones finales
El entrenamiento de la capacidad de concentración de los jugadores no debe ser,
como ya hemos comentado, ajeno a la realidad del entrenamiento deportivo del jugador. Si
bien es cierto que con frecuencia los psicólogos del deporte hemos abusado del trabajo
individualizado con los jugadores para enseñar y trabajar algunas técnicas aisladas a la
propia realidad del juego, no lo es menos el interés actual que existe por integrar el
entrenamiento psicológico dentro de la dinámica habitual del equipo para lo que, sin duda
alguna, deberá llevarse a cabo un tipo de trabajo grupal en el propio campo de
entrenamiento que potencie las capacidades psicológicas de nuestros jugadores.
Por último, debemos destacar el creciente interés investigador en torno al ámbito de la
concentración aplicada al fútbol sala, en donde debemos destacar el intento por analizar
las relaciones que se producen entre el dominio atencional y los juegos y ejercicios que se
pueden realizar en los entrenamientos (Morilla, 1995; Morilla, 2002 a y b), así como la
utilidad de algunas pruebas como la de Toulouse-Pieron para comprender en qué aspectos
dentro de la capacidad de concentración deben mejorar los jugadores (Mendelsohn, 2000;
Mora et al., 2001). Pese a estos intentos nuestra línea de pensamiento, de trabajo e
investigación gira más alrededor de la idea de la génesis de pruebas de campo que sean
sensibles a la realidad del fútsal, por lo que adoptamos un enfoque más puramente
ecológico hereditario de una de las líneas vigentes que más actualidad poseen en la
educación física en su vertiente investigadora, puesto que si eliminamos el conjunto de
variables que participan directamente en la acción motriz estaremos perdiendo, sin lugar a
dudas, una parte muy valiosa de la información que deseamos obtener.
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