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PRIMERA APROXIMACION A LA APLICACIÓN DE LA METODOLOGIA DE
ORDENAMIENTO ESPACIAL MARINO ETAPA 5 PARA EL ECOSISTEMA DE
MANGLAR DEL CORREGIMIENTO DE CUPICA COSTA DEL PACIFICO
CHOCOANO
EVELYN PAOLA MORENO NIETO
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
DICIEMBRE, 2017
BOGOTÁ, D.C
PRIMERA APROXIMACION A LA APLICACIÓN DE LA METODOLOGIA DE
ORDENAMIENTO ESPACIAL MARINO ETAPA 5 PARA EL ECOSISTEMA DE
MANGLAR DEL CORREGIMIENTO DE CUPICA COSTA DEL PACIFICO
CHOCOANO
EVELYN PAOLA MORENO NIETO
Código: 2011111008
Trabajo de grado presentado para optar por el título de Magister en Desarrollo
Sustentable y Gestión Ambiental
DIRECCIÓN
JUAN MANUEL DIAZ MERLANO
Biólogo, Doctor en Ciencias Naturales
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
NOVIEMBRE DE 2017
BOGOTÁ, D.C
Nota de Aprobación
___________________________
___________________________
__________________________
___________________________
Juan Manuel Díaz Merlano
Director
___________________________
Jurado
___________________________
Jurado
BOGOTÁ, DICIEMBRE DE 2017
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CONTENIDO
Resumen 1. INTRODUCCIÓN 2. ANTECEDENTES 3. MARCO DE REFERENCIA
3.1 Marco Conceptual
3.1.1 Aspectos biológicos y ecológicos del ecosistema de manglar 3.1.2 Bienes y servicios de los Ecosistemas de Manglar 3.1.4 Causas y consecuencias del deterioro del bosque de manglar 3.1.5 Aspectos socioeconómicos y culturales tradicionales de los habitantes de la Zona Norte del Chocó 3.1.6 Aspectos políticos y organizacionales de los habitantes de la zona norte del Pacífico Chocoano 3.1.7 Estrategias para la Conservación y el Uso Sostenible 3.1.8 El manglar como un Bien común 3.1.9 La formación social y su relación con el ambiente
3.2 Marco Contextual (Ubicación Espacial)
3.2.1 Ubicación Geográfica 3.2.2 Características Biofísicas
3.2.2.1 Geología 3.2.2.2 Geología Estructural 3.2.2.3 Geomorfología y Relieve 3.2.2.4 Suelos 3.2.2.5 Clima 3.2.2.6 Hidrología 3.2.2.7 Ecosistema Naturales
3.1.2.7.1 Ecosistemas de Manglares 3.2.3 División Política – Rural 3.2.4 Población
3.2.4.1 Habitantes por Corregimiento 3.2.5 Principales Características de la Población
3.2.5.1 Distribución por Género 3.2.5.2 Estructura Etaria 3.2.5.3 Estructura Familiar 3.2.5.4 Crecimiento Poblacional 3.2.5.5 Condiciones de Vida
3.2.6 Uso y Tenencia de la Tierra
5
3.3 Marco Institucional 3.3.3 Nivel Nacional 3.3.2 Nivel Regional 3.3.3 Nivel local
3.4 Marco Legal 3.5 Marco Metodológico
3.5.1 Enfoque 3.5.2 Descripción Metodológica - Ordenamiento Espacial Marino - OEM (IUCN, 2009)
4. RESULTADOS Y ANALISIS 1 .DEFINIR LOS USOS DE LOS BOSQUES DE
MANGLAR EN EL CORREGIMIENTO DE CUPICA.
4.1 Metodología 4.1.1 Identificación y caracterización de usuarios 4.1.2 Identificación espacial de las áreas de uso de los bosques de manglar 4.1.3 Determinar el nivel de uso ejercido en los recursos del manglar en el corregimiento de Cupica. 4.1.4 Identificación espacial y caracterización de las áreas de usos de los bosques de manglar
4.2 Resultados de la Definir los usos de los bosques de manglar en el corregimiento de
Cupica.
4.2.1 Caracterización de los usuarios del manglar 4.2.2 Identificación espacial de las áreas de uso de los bosques de manglar 4.2.3 Determinar el nivel de uso ejercido en los recursos del manglar en el corregimiento de Cupica. 4.2.4 Identificación espacial y caracterización de las áreas de usos de los bosques de manglar 4.2.4.1 Integralidad del Ecosistemas 4.2.4.2 Fragilidad del manglar
4.3 Definir los usos de los bosques de manglar en el corregimiento de Cupica.
4.3.1 Extracción de Leña 4.3.2 Extracción de Madera de mangle 4.3.3 Extracción de Cangrejo Azul 4.3.4 Extracción de Piangua. 4.3.5 Cacería de Iguana (Iguana Iguana) 4.3.6 Cultivos Agrícolas
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5. RESULTADOS Y ANALISIS 2. CARACTERIZAR LOS ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS Y ECOLÓGICOS DE LAS ZONAS DE USO DEL ECOSISTEMA DE MANGLAR EN EL CORREGIMENTO DE CUPICA.
5.1 Metodología
5.1.1 Identificación de problemas socioambientales 5.1.2 Identificación de problemáticas ambientales y nivel de incompatibilidad de actividades
5.2 Resultados para Caracterizar los aspectos socioeconómicos y ecológicos de las
zonas de uso del ecosistema de manglar en el corregimento de Cupica.
5.2.1 Identificación de problemáticas socioeconómicas. 5.2.2 Identificación de problemáticas ecologica y nivel de incompatibilidad de actividades
5.3 Caracterizar los aspectos socioeconómicos y ecológicos de las zonas de uso del
ecosistema de manglar en el corregimento de Cupica.
5.3.1 Problemáticas ecológicas 5.3.2 Problemáticas Socioeconómicas
6. EXPLORAR ALTERNATIVAS REGIONALES DE USO Y MANEJO DEL
ECOSISTEMA DE MANGLAR.
6.1 Metodología 6.2 Explorar alternativas regionales de uso y manejo del ecosistema de manglar.
7. CONCLUSIONES 8. RECOMENDACIÓN BIBLIOGRAFIA
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LISTA DE FIGURAS
Figura 1. Localización del área de estudio, Costa Pacífica del Departamento del Choco
Figura 2. Mapa de los Municipios y Sub regiones del Chocó
Figura 3. Distribución anual de la temperatura media del aire en las cinco estaciones
meteorológicas consideradas
Figura 4. Red Hidrológica del área de estudio
Figura 5. Principales ecosistemas naturales marino-costeros
Figura 6. Manglares del Corregimiento de Cupica.
Figura 7. División Política de la Zona Norte de la Costa
Figura 8. Estructura del marco institucional
Figura 9. Los 10 pasos de la OEM (UNESCO 2009)
Figura 10. Representación espacial de los usos identificados en el ecosistema de manglar
del corregimiento de Cupica
Figura 11. Cartografía de integralidad del manglar
Figura 12. Cartografía de la fragilidad del manglar
Figura 13. Cartografía de la intensidad de uso del manglar
Figura 14. Cartografía de Fragilidad Vs Integralidad
Figura 15. Cartografía de compatibilidad de actividades
Figura 16. Cartografía de valoración de compatibilidades
Figura 17. Zonificación de los manglares de Cupica
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LISTA DE GRÁFICAS
Gráfica 1. Relación de Edades de los usuarios del manglar
Gráfica 2. Porcentaje de Género de los Usuarios de manglar
Gráfica 3. Porcentaje de persona por unidad familiar
Gráfica 4. Ubicación en la familia de los usuarios del manglar
Gráfica 5. Cantidad de uso de los diferentes recursos de manglar
Gráfica 6. Frecuencia de uso de los recursos naturales
Gráfica 7. Relación de la actividad productiva principal desarrollada por los usuarios del
manglar
Gráfica 8. Identificación de zonas de mayor extracción registrada por los usuarios
Gráfica 9. Identificación de zonas de mayor extracción en la observación en campo
Gráfica 10. Relación de Altura y DAP de los árboles de manglar aprovechados por los
usuarios
Gráfica 11. Cantidad por recurso natural Aprovechado
Gráfica 12. Porcentaje de los recursos de manglar vendidos y consumidos
Gráfica 13. Registro de aprovechamiento de manglar durante los meses de mayo y junio
Gráfica 14. Cantidad de tucos aprovechados vs pulgadas de DAP
Gráfica 15. Cantidad de astillas obtenidas según número de tucos vs pulgadas de DAP
Gráfica 16. Cantidad de Fauna asociada extraída
Gráfica 17. Identificación de zonas de extracción de Fauna asociada
Gráfica 18. Cantidad de fauna asociada vendido y consumido
Gráfica 19. Tallas de la Fauna asociada extraída
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LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Caracterización de los cascos urbanos y corregimientos de los municipios de
Juradó, Bahía Solano y Nuquí
Tabla 2. Tamaño poblacional urbano y rural en los municipios de Juradó, Bahía Solano y
Nuquí
Tabla 3. Población de los municipios de Bahía Solano, Nuquí y Juradó según las
proyecciones del SISBEN para el año 2008
Tabla 4. Cantidad de habitantes y viviendas por corregimientos o comunidades de los
municipios para el año 2005
Tabla 5. Distribución por etnias por municipio año 2005
Tabla 6. Población de géneros por municipio
Tabla 7. Población de géneros por municipio año 2009
Tabla 8. Tenencia de la tierra por etnia y municipio en el año 2005
Tabla 9. Tendencia de la tierra por organizaciones étnicas
Tabla 10. Formato de identificación de usuarios y censo poblacional
Tabla 11. Formato de observación en campo
Tabla 12. Formatos de registro para la caracterización de los usos y aprovechamientos de
los recursos naturales del manglar
Tabla 13. Criterios seleccionados para la integralidad del Manglar
Tabla 14. Valoración de cada actividad
Tabla 15.Ejemplos de clasificación de las actividades antrópicas
Tabla 16. Criterios para la caracterización de cada una de las actividades
Tabla 17. Escala definida por criterio para la valoración de cada actividad en extensión,
intensidad y duración
Tabla 18. Ejemplo de posibles valores asignados frente a criterios de intensidad
Tabla 19. Lista de actividades identificadas por los usuarios del manglar
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Tabla 20. Análisis de la Integralidad del manglar de Cupica
Tabla 21. Análisis de la Fragilidad del Manglar
Tabla 22. Clasificación de actividades
Tabla 23. Análisis de intensidad de uso
Tabla 24. Actividades extractivas identificadas y clasificadas
Tabla 25. Ejemplo de matriz de incompatibilidad de usos
Tabla 26. Matriz de criterios
Tabla 27. Ejemplo de la valoración por área
Tabla 28. Resumen de respuestas comunes relacionadas con el tema de conflictos
socioeconómicos
Tabla 29. Matriz de compatibilidades entre actividades
Tabla 30. Matriz de valoración de la compatibilidad de los usos
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FOTO
Foto 1. Mapeo participativo Cupica
Foto 2. Mapeo participativo Cupica
Foto 3 y 4. Actividades de cartografía social desarrolladas con la comunidad de Cupica.
Foto 5. Verificación en campo en compañía de pobladores locales, áreas identificadas de
mayor extracción.
Foto 6. Realización de encuestas a los pobladores de Cupica y Juradó.
Foto 7. Manglares del corregimiento de Cupica.
Foto 8 y 9. Área denominada el Puente.
Foto 10 y 11. Tucos y astillas de Mangle. Corteza del árbol de mangle.
Foto 12. Azoteas, pilotes y paredes de patios de mangle
Foto 13. Señoras pianguando. (Calídris, 2017)
Foto 14. Pianguimetro (Calídris, 2017)
Foto 15.Especie que cazan en el corregimiento de Cupica (Dasyprocta spp.)
Foto 16, 17, 18,19 y 20. Imágenes de la Región – Zona Norte del Pacífico Colombia
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ANEXOS
Anexo 1. Características y distribución de las especies de mangle de Colombia
Anexo 2. Tipos de manglares
Anexo 3. Descripción de los ecosistemas, las especies, los bienes, servicios y usos
identificados para los bosques de manglar del departamento del chocó, región pacífico
Anexo 4. Descripción de los impactos y deterioros de los bosques de manglar del
departamento del chocó
Anexo 5. Cantidad de habitantes y viviendas por corregimientos o comunidades de los
municipios para el año 2004
Anexo 6. Función de las instituciones que componen el marco institucional
Anexo 7. Resumen normatividad vigente en manglares
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RESUMEN
El proyecto se desarrolló en el corregimiento de Cupica, municipio de Bahía Solano, Departamento
del Choco. Este poblado se caracteriza por presentar la segunda mayor extensión de manglares del
municipio (547 ha) y reflejar un escenario cultural y tradicional asociado al uso del ecosistema de
manglar. Los pobladores de Cupica subsisten y depende económicamente de estos ecosistemas, por
lo que es necesario reconocer la nivel de uso y deterioro que se está ejerciendo al entorno natural.
Para ello fue indispensable analizar las condiciones actuales del uso de los manglares por medio de
la caracterización de las áreas, usuarios, tipos de uso y niveles uso. Adicionalmente se desarrolló el
5 paso de la metodología de Ordenamiento Espacial Marino propuesto por UNESCO en el 2009,
con lo que se identificaron las actividades compatibles e incompatibles desarrolladas en las áreas de
manglar y determinó los aspectos ecológicos y socieconómicos que se desarrollan en torno a la
convergencia de actividades. En el corregimiento de Cupica las actividades que más desarrollan en
el ecosistema de manglar son la extracción de leña y fauna asociada (cangrejo azul, el mongote y la
jaiba). Estas actividades sumadas a la extracción de piangua, cacería de iguana, vertimientos e
infraestructura, fueron definidas de alto nivel de fragilidad, lo que significa alta degradación, baja
persistencia y fuerte tensión en el área donde se desarrolla la actividad. Adicionalmente se
definieron los cultivos especialmente el de coco como la actividad de uso crítico. Se identificó
como problema social el sentido de posesión y la delimitación de las áreas de manglar. Por último
se realizó un análisis regional comparativo, relacionado con el uso del manglar y su relación con los
componentes socioeconómicos, políticos y culturales. Este proyectó permitió aportar insumos a los
tomadores de decisión desde la ordenación espacial marino costero con miras a la planificación y
manejo integral para la conservación y uso sustentable de las áreas de manglar.
Palabras Clave: Ecosistemas de Manglar, Uso, Aprovechamiento y Ordenamiento Espacial.
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ABSTRACT
The project was developed in the corregimiento of Cupica, municipality of Bahía Solano,
Department of Choco. This town is characterized by presenting the second largest extension of
mangroves in the municipality (547 ha) and reflect a cultural and traditional scenario associated
with the use and exploitation of the mangrove ecosystem. The people of Cupica subsist and depend
economically on these ecosystems, so it is necessary to recognize the pressure and deterioration that
is being exerted on the natural environment. For this it was essential to analyze the current
conditions of the use and exploitation of mangroves by means of the characterization of the areas,
users, types of use and levels of use. In addition, the 5th step of the Marine Spatial Planning
methodology proposed by UNESCO in 2009 was developed, with which the compatible and
incompatible activities developed in the mangrove areas were identified and determined the
environmental and social problems that develop around the convergence of activities. In the
corregimiento of Cupica, the activities that most develop in the mangrove ecosystem are the
extraction of firewood and associated fauna (blue crab, mongote and crab). These activities,
together with the extraction of piangua, iguana hunting, dumping and infrastructure, were defined as
having a high level of fragility, which means high degradation, low resilience and strong tension in
the area where the activity takes place. Additionally, crops, especially coconut, were defined as the
critical use activity. The sense of possession and the delimitation of the mangrove areas were
identified as a social problem. Finally, a comparative regional analysis was carried out, related to
the use of the mangrove and its relationship with the socioeconomic, political and cultural
components. This project allowed the provision of inputs to decision makers from coastal marine
spatial planning with a view to planning and integral management for the conservation and
sustainable use of mangrove areas.
Keyword: Mangrove Ecosystems, Use, Exploitation and Spatial Planning.
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1. INTRODUCCIÓN
El manglar es un ecosistema marino-costero ubicado en los trópicos y subtrópicos del
planeta, en el cual la composición florística está representada por varias especies de
mangle. Los manglares constituyen un ecosistema irremplazable y único, que alberga a una
increíble biodiversidad por lo que se les considera como una de las cinco unidades
ecológicas más productivas del mundo, con niveles de productividad primaria que superan
la de muchos sistemas agrícolas (Vieira et al, 1998).
Los recientes resultados de la cobertura de este tipo de bosques a nivel mundial, estiman
que los manglares se reparten en 123 países y territorios y cubren 152.000km2 (Spalding et
al, 2011). Los manglares de América Latina y el Caribe representan aproximadamente el 18
% de este total (Álvarez-León, 1993).
Colombia, por su parte, ocupa el décimo lugar mundial por la extensión de sus manglares
(Álvarez-León, 1993). Se reporta para el país un total de 285.049.58 ha de manglar, de las
cuales 90.169.58 se localizan en el Caribe y 194.880 en el Pacífico. El 68 % del área total
está en la costa Pacífica (Moreno-Nieto, 2011), de las cuales se localizan concentrados
prácticamente en su totalidad en la zona que se extiende de Cabo Corrientes hasta la
frontera con el Ecuador (Álvarez-León, 1994). Por departamentos se calcula que Nariño
posee 102.768 ha., es decir, el 37 % de la cobertura nacional. Continuando hacia el Norte
con el Cauca con 18.691 ha, el Valle del Cauca con 32.073 ha y el Departamento del Chocó
con 41.348 ha (Moreno-Nieto, 2011). El mayor número de hectáreas están localizadas
principalmente hacia el sur, en los límites con el Valle del Cauca, dando continuidad al
cinturón de manglar del Pacífico medio y sur colombiano (Álvarez-León, 1994).
Colombia ha clasificado las áreas de manglar como ecosistemas estratégicos, estas brindan
protección y son fuente de alimento para innumerables especies de mamíferos, aves,
reptiles, peces y anfibios cuyas larvas o juveniles pasan parte de su vida en sus raíces
evitando la depredación y manteniendo el equilibrio de los ecosistemas marinos y
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terrestres. Adicionalmente, protegen el litoral de la erosión marina, regulan el clima,
mitigan la filtración del agua salada a las corrientes subterráneas de agua dulce, evitan los
impactos por inundaciones y proveen sustento a un gran número de personas que viven de
la explotación de sus recursos, esto lo convierte en un ecosistema fundamental para el
desarrollo y supervivencia de las diferentes comunidades que lo habitan (Vieira et al,
1998).
En el Pacifico Colombiano, la reproducción física y social de los pobladores de las
comunidades negras depende del uso y aprovechamiento del ecosistema de manglar
(Camacho et al, 1996). Los nativos han aprovechado el recurso forestal en diversas
modalidades artesanales y sus formas principales son la producción de madera para
construcción, leña, fabricación de carbón y obtención de sustancias medicinales. La madera
de mangle es utilizada para construcciones diversas como son casas, muebles rústicos,
embarcaciones, herramientas de trabajo, entre otros (Prahl y Cantera, 1990).
La estrecha relación tradicional de las comunidades negras del Pacífico con el entorno del
ecosistema de manglar se vive de forma natural en el corregimiento de Cupica, el cual está
ubicado en el Municipio de Bahía Solano al norte del departamento del Chocó. Este poblado
es todavía un escenario cultural y tradicional asociado al uso y aprovechamiento del manglar,
por ser el segundo corregimiento con mayor extensión de este ecosistema en el municipio. Su
gran extensión ha generado una relación directa de dependencia por parte de los habitantes
del corregimiento, generando una presión al ecosistema y la degradación paulatina de las
áreas naturales.
Por lo anterior se ve la necesidad de analizar la presión humana ejercida en esta área de
manglar y para este caso se seleccionó la metodología del Ordenamiento Espacial Marino
(Marine Spatial Planning) (OEM) de UNESCO. El OEM es un proceso para analizar y
asignar una distribución espacial y temporal de las actividades humanas en áreas marinas y
costeras, con el fin de alcanzar un enfoque integral de las actividades que se realizan. El
objetivo de esta metodología es lograr un adecuado ordenamiento espacial y temporal de
las actividades humanas en el mar, que contemple la prosperidad de las comunidades e
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industrias marinas, asegurando a la vez la conservación y sostenibilidad de los ecosistemas
marinos y costeros (UNESCO, 2009).
El presente trabajo aborda el 5 paso ¨Definición y análisis de las condiciones existentes ̈de
10 pasos de los que consta la metodología OEM (Ehler et al 2009). El paso No. 5
corresponde a un diagnóstico y análisis de la situación actual, el cual consiste en identificar
áreas naturales costeras y marinas, determinar el uso y aprovechamiento de los bienes y
servicios en el espacio marino costero e identificar posibles problemas ambientales y
sociales, generando de esta forma insumos, que sumado a un mayor número de elementos
que brinda la metodología OEM, se logré definir estrategias de manejo de los recursos
evaluados, para este caso los manglares del Corregimiento de Cupica. Adicionalmente se
desarrolla una comparación del uso y el aprovechamiento del ecosistema de manglar a nivel
regional, con el objetivo de identificar diferencias y causas de la presión ejercida frente al
ecosistemas, proyectando posibles respuestas culturales, socioeconómicas y políticas bajo
la teoría de las formaciones sociales (Fals, 2002) y relacionando al ecosistema de manglar
como un bien común (Ostrom 2000).
El objetivo de este trabajo es aportar información desde la caracterización integral del uso y
aprovechamiento del manglar, la determinación de las problemáticas ambientales y sociales
y el enfoque regional diferencial bajo contextos culturales, tradicionales, socioeconómicos
y políticos, contribuyendo con información que permita a los tomadores de decisión definir
medidas de planificación marina y de manejo en pro del uso sustentable y de la
conservación de estos ecosistemas estratégicos y disminuya el deterioro y la desaparición
de estas áreas de manglar.
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2. ANTECEDENTES
Las zonas de manglar son ecosistemas estratégicos y fundamentales para el desarrollo y la
supervivencia de las comunidades negras e indígenas. El aprovechamiento y uso de estos
ecosistemas por parte de las poblaciones genera una presión frente a los recursos, que
corresponden a la demanda determinada de dinámicas socioeconómicas, políticas y
culturales de las poblaciones, a las lógicas comerciales locales y a los ritmos extractivos.
Todo lo anterior conlleva a problemas ambientales y sociales, por el uso de los espacios
marino costeros de bien común, generando incompatibilidades de uso, problemas entre
usuarios y efectos negativos con el entorno natural.
Un claro ejemplo de esto, es la comunidad de Cupica. Este poblado es un escenario natural
que lo hace diferente de los otros del Municipio de Bahía Solano, debido en gran medida a
que allí se localiza una de las formaciones de manglar más representativas del municipio;
estos bosques constituyen una de las fuentes para satisfacer las necesidades diarias de los
pobladores, haciendo uso de la oferta que el medio brinda, apropiándose y creando una
clara relación, en muchos casos de dependencia sobre estos bosques. Los pobladores
locales hacen parte de un grupo que vive de un espacio, un recurso y un territorio colectivo,
este último es integrado por los esteros, ejes fundamentales de transporte, y las zonas de
mangle en donde se realizan diferentes actividades extractivas.
Existe un patrón regional de formas y ritmos de extracción de los recursos naturales del
manglar, las cuales difieren según la formación social y dependen de condiciones
demográficas, sociales, económicas y culturales. Por otra parte, la demanda de los recursos
naturales del manglar ejercida por los pobladores obedece a la oferta natural, a la estructura
del ecosistema, a las tallas, tipos y estado de bosque, distancia y acceso a los árboles,
pudiendo en algunos casos llegar a afectar positiva o negativamente las zonas y ambientes
asociados a este ecosistema. La aparente sostenibilidad de la actividad extractiva tradicional
actual puede no mantenerse y las consecuencias de esos cambios reflejarse en la
incapacidad de regeneración y funcionalidad de estos ecosistemas. Cuando estos bosques
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presentan deterioro y disminuyen su cobertura vegetal puede disminuir su efecto funcional
como barrera natural y control de fenómenos naturales catastróficos tales como huracanes,
maremotos, marejadas y corrientes inesperadas, que evita a las poblaciones costeras sufrir
el embate de las olas si se ha eliminado la protección natural que ofrece este tipo de
ecosistema (Vieira, 1997). Adicionalmente el uso y aprovechamiento indiscriminado
afectan la fauna asociada a los diversos sustratos que ofrece el manglar como son: los
sedimentos lodosos que albergan gran cantidad y variedad de moluscos (pianguas y
almejas), crustáceos (cangrejos y jaibas) y otros grupos de animales como peces y
camarones que aprovechan los espacios entre las raíces y troncos para alimentarse,
protegerse y reproducirse, incluidas las especies ícticas marinas (Vieira y Vélez, 1997).
Estos grupos de animales son en gran parte la fuente de alimento y de ingresos importantes
en estas poblaciones, si la cantidad de individuos es afectada igualmente las comunidades
dependientes de estos. Adicionalmente los manglares y estuarios aportan nutrientes y
minerales a las zonas marinas y juegan un papel definitivo al mantenimiento de la pesca
artesanal (Vieira, 1997). En el corregimiento de Cupica la actividad pesquera corresponde
al recurso alimenticio y económico potencial más importante, si los manglares y esteros
son afectados la seguridad alimentaria y la economía local pueden ser altamente afectadas.
Para identificar estrategias de planificación y manejo de los manglares de Cupica, es
necesario analizar si las actividades tradicionales a nivel de uso y aprovechamiento
realmente son sostenible y puede mantenerse en el tiempo, por lo que es indispensable
conocer las condiciones actuales existentes relacionadas con niveles de uso y
aprovechamiento y los que problemas ambientales y sociales que se presentan en los
espacios naturales de corregimiento de Cupica. Para esto es necesario reconocer ¿Cuáles
son los espacios de uso de manglar?, ¿Cuáles son los usos y el nivel de aprovechamiento?,
¿Quiénes son los usuarios del manglar? y ¿Cuál es la cantidad de recursos del manglar
aprovechado? En el presente estudio se infiere que el nivel de presión del ecosistema de
manglar depende de las necesidades de los pobladores y de las dinámicas socioeconómicas
y culturales.
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Adicionalmente por las dinámicas del Golfo de Cupica y la dependencia de los pobladores
frente a los ecosistemas de manglar, se presentan convergencia de diferentes actividades
desarrolladas en los esteros y bosques de manglar (zona de propiedad colectiva), como es la
actividad extractiva misma con los espacios de uso como vías de acceso y comunicación,
zonas de cacería, actividades agrícolas, entre otros. Es por lo anterior que se consideró
necesario identificar ¿Qué tipo de problemas ambientales y sociales hay presentes en el
espacio natural? y ¿Cuál son las causas de estos problemas? En este estudio se considera
que los problemas ambientales dependen de la compatibilidad entre los usos desarrollados
en las diferentes áreas espaciales del manglar.
La identificación de problemas ambientales y sociales relacionados con espacios y niveles
de uso y aprovechamiento de los recursos naturales, se debe tener en cuenta para la
definición de propuestas de manejo y uso sostenible.
Es por lo anterior que el objetivo general de este trabajo fue: Analizar las condiciones
existentes de los ecosistemas de manglar bajo la metodología del ordenamiento espacial
marino en el corregimiento de Cupica.
Los Objetivos específicos fueron:
1. Definir los usos de los bosques de manglar en el corregimiento de Cupica.
2. Caracterizar los aspectos socioeconómicos y ecológico de las zonas de uso del
ecosistema de manglar en el corregimento de Cupica.
3. Explorar alternativas regionales de uso y manejo del ecosistema de manglar.
La información presentada en este trabajo aporta insumos para la ordenación ambiental
marino costera de la región y el manejo de los ecosistemas presentes, por medio del
desarrollo del 5 paso (Definición y análisis de las condiciones existentes) de la metodología
OEM del 2009 de las UNESCO, la propuesta es brindar información clave relacionada con
las áreas naturales costeras y marinas existentes, determinar el uso y aprovechamiento de
los bienes y servicios en el espacio e identificar posibles incompatiblidades relacionadas
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con los espacios de uso, generando de esta forma insumos, que sumado a un mayor número
de elementos que brinda la metodología OEM, se logré definir estrategias de manejo de los
recursos evaluados, para este caso los manglares del Cupica. Actualmente en Colombia por
ley, los ecosistemas de manglar son caracterizados integralmente, zonificados en áreas de
recuperación, preservación y uso sostenible y definido con planes de manejo (Resoluciones
1602 de 1995 y 020 de 1996). Aunque Colombia es uno de los países latinoamericanos con
mayores avances frente al estudio y definición de medidas de conservación de los
ecosistemas de manglar, hace falta actualizar los diagnósticos con visiones integrales de
ordenación y planificación espacial del territorio marino costero, procesos que actualmente
se están adoptando a nivel mundial y que Colombia está empezando a desarrollar como
estrategia para lograr mejorar sus decisiones de manejo y planificación ambiental.
Por lo anterior de este trabajo se obtiene como productos prioritarios: la caracterización
integral del uso y aprovechamiento del manglar, la determinación de las problemáticas
ambientales y sociales y el enfoque regional diferencial bajo contextos culturales,
tradicionales, socioeconómicos y políticos. Información relevante que permite lograr una
planificación marina costera con enfoque de unidad ambiental y que dé respuesta integral al
manejo del uso sustentable y de la conservación de estos ecosistemas estratégicos (Anexo
1. Marco lógico).
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3. MARCO DE REFERENCIA
3.1 Marco Conceptual
Los primeros trabajos de conservación1 realizados en el noroccidente del Chocó fueron
desarrollados por la Fundación Natura en el año1986, promoviendo y apoyando la
declaratoria de Utría como área protegida, hecho alcanzado en 1987 con la resolución para
la creación del Parque Nacional Natural Utría – PNNU (Vieira 1994).
Como parte de los objetivos de trabajo conjunto para la consolidación del PNN Utría, la
Fundación Natura y el antiguo INDERENA, establecieron que la Fundación desarrollaría
investigaciones biológicas y sociales dentro y fuera del área protegida para la generación de
información que contribuyera a la planificación y manejo del Parque y sus zonas de
amortiguación. En 1994 dio inicio al ¨Programa Manglares¨ con la evaluación del estado
general y la estructura del bosque de mangle de Utría (Vieira 1994). A principios de 1995 y
gracias al apoyo financiero del Gobierno de Holanda, se implementó el ¨Programa Regional
Utría – PUR¨ orientado a definir pautas de manejo de los Recursos Naturales (Raéz y
Vivas, 1995).
Dentro de las actividades desarrolladas en el ¨Proyecto Utría Regional¨ se priorizó como
área de estudio el Golfo de Tribugá con sus 2.200 Ha de bosque de manglar: se analizó la
estructura, composición y estado actual de los bosques, la caracterización de la íctiofauna
asociada (Matallana 1997), la fauna bentónica asociada a los sedimentos de los manglares
del Golfo (Vieira & Vélez 1997), abundancia y diversidad de mamíferos terrestres
habitantes y visitantes del ecosistema (Calderón 1997), la historia de las formaciones de
manglar durante el cuaternario (Jaramillo 1996), el estudio de la productividad primaria 1 Conservación: La definición más extendidamente aceptada fue presentada en 1980 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Recursos Naturales (UICN) como: "La utilización humana de la biosfera para que rinda el máximo beneficio sostenible, a la vez que mantiene el potencial necesario para las aspiraciones de futuras generaciones". De forma más general, la conversación asume prácticas para perpetuar los recursos terrestres de los que depende el ser humano, y el mantenimiento de la diversidad de organismos vivientes que comparte dentro del planeta. Esto incluye actividades tales como la protección y restauración de especies en peligro de extinción; el uso cuidadoso, o reciclaje, de recursos minerales escasos; el uso racional de recursos energéticos; y una utilización sostenible de tierras y recursos vivos (Real 2010).
23
(Peña 1997), y comportamiento del ictioplancton de la columna de agua en las zonas
aledañas a los bosques de mangle (Saretzki 1997).
Por otra parte, se capacitó a habitantes locales a través de su participación en las etapas de
elaboración, ejecución y discusión de investigaciones (Vieira 1997). Como parte de ese
programa se realizó el primer estudio etnográfico alrededor de los habitantes locales y los
manglares (Rivera, 1997). Entre los principales resultados de este estudio está el análisis
cualitativo de las formas extractivas del recurso madera de mangle en Jurubidá: se
analizaron aspectos como instrumentos o técnicas de extracción, distribución familiar de la
extracción en las unidades familiares, los lugares más frecuentes, los conceptos de
pertenencia, la percepción general sobre la labor de los leñateros, entre otras variables.
En el año 2000 se desarrolló la investigación con relación al uso de la madera de mangle y
su efecto sobre la estructura y la regeneración natural del bosque en la comunidad de
Tribugá, se evalúo el uso de la madera de mangle, forma y ritmos de extracción y el efecto
que causa la demanda del recurso en la estructura del bosque y en la regeneración natural
de las zonas con alto índice de aprovechamiento. Adicionalmente se identificaron las
variables y las dinámicas socioeconómicas que determinen mayor grado las formas de
relación de los pobladores y el acceso al recurso de madera de mangle (Moreno–Nieto
2001).
El Ministerio del Medio Ambiente se crea con la ley 99 de 1993 como organismo rector de
la gestión del medio ambiente y de los recursos naturales renovables, encargado de
impulsar una relación de respeto y armonía del hombre con la naturaleza y de definir las
políticas y regulaciones a las que se sujetarán la recuperación, conservación, protección,
ordenamiento, manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el
medio ambiente de la Nación, a fin de asegurar el desarrollo sostenible. En el marco de sus
competencias nace el Proyecto Manglares de Colombia financiado por Organización
Intergubernamental de Maderas Tropicales OIMT, el cual fue implementado en dos fases
de trabajo, la primera se desarrolló desde 1997 a 1999, recopilado información general de
este ecosistema del pacífico y generando guías para el estudio de la dinámica de estos
24
ecosistemas (Del Valle y Restrepo 1996), realizando informes técnicos de todo el proceso
(Sanchéz-Paéz et al, 1997). La segunda fase fue desarrollada en la etapa del año 2000 al
2003, la base investigativa fue la restauración, reforestación y establecimientos de viveros
para la reproducción del ecosistema de manglar en la región del Pacifico (Sanchéz-Paéz y
Álvarez-León 2000) (Álvarez-León 2003) lineamientos estratégicos para la conservación
de los manglares en Colombia (Sanchéz-Paéz et al, 2000) y el diagnóstico y manejo
integral de los manglares por parte de las comunidades (Sanchéz-Paéz et al, 2004),
(Sanchéz-Paéz et al, 2005)proceso que se encuentra en varias publicaciones.
Por su parte y como Instituto competente en el desarrollo de investigaciones en la región
del Pacífico, el IIAP (Instituto de Investigaciones del Pacífico) en el año 2008 desarrolló
un diagnóstico de los ecosistemas de manglar generando investigación, metodologías y
procedimientos estandarizados en el muestreo y análisis de aspectos físico bióticos en toda
la región del pacífico. Posteriormente se definió la zonificación de las áreas del ecosistema
de Manglar en tres categorías: Preservación, recuperación y uso sostenible (IIAP 2008).
Desde el año 2009, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Fundación Mar
Viva iniciaron su apoyo al Consejo Comunitario Los Riscales contribuyendo a la
implementación del Plan de Etnodesarrollo formulado en el 2006, a través de la
coordinación en la formulación participativa de los planes de manejo de los manglares del
Golfo y la definición y delimitación especial de zonas de manejo pesquero , incluyendo el
espacio marino-costero del Golfo de Tribugá (Consejo comunitario los Riscales, 2008)
(Consejo comunitario los Riscales, 2009). Dichas actividades han contado con el apoyo
financiero de USAID Patrimonio Natural, Bioredd y la Unión Europea. Para esa misma
época, TNC y el INVEMAR (2006-2008) definen las prioridades de conservación e
identificaron los vacíos de conservación marino-costera y algunos de los problemas más
relevantes relacionados con la pesca y otros recursos.
Fundación Mar Viva, en convenio con Concejo Los Riscales y WWF, inició el proceso de
Diagnóstico de la zona Norte del Choco en el año 2009, en donde se desarrolló un diagnostico
general de los componentes biológicos (Flora y fauna asociada - piangua), físicos y
25
socioeconómicos con el objetivo de dar herramientas a la ordenación de los manglares y a los
lineamiento de manejo de los mismos (Fundación Mar Viva 2010).
Por su parte la Corporación Autónoma Regional del Departamento del Chocó-CODECHOCO
con el apoyo del Instituto de Investigaciones del Pacífico –IIAP ajustó la zonificación de los
ecosistemas de manglar en el año 2009 (CODECHOCO E IIAP, 2009), en el año 2011
CODECHOCO ajusta la zonificación (CODECHOCO, 2011) y lineamientos de manejo de los
manglares de la zona sur del departamento (CODECHOCO, 2010).
En el año 2010, se desarrollaron las investigaciones necesarias para caracterizar
ambientalmente la Unidad Ambiental Costera del Pacifico Norte – UAC PN,
investigaciones desarrolladas por INVEMAR, Fundación Omacha, Corporación de
Investigación en Biodiversidad - CIB y Concejo Comunitarios Los Riscales (UAC - PN
2010).
En resumen todo lo anterior generó la línea base sobre uso de recursos y ecosistemas,
análisis de las actividades humanas, los conflictos actuales y potenciales, actualización de
las caracterizaciones de la franja marino-costera en términos de sus objetos de conservación
y su importancia ecológica, formulación de los planes de manejo de manglares,
implementación de procesos continuos y sistemáticos de monitoreo de la actividad
pesquera artesanal, entre otros. Esta información le permitió a la Fundación Mar Viva a
partir del año 2011 elaborar los primeros mapas temáticos técnicos, sociales y mentales, así
como los argumentos para las primeras propuestas de delimitación espacial y generación de
polígonos para la pesca artesanal y las categorías de manejo de los manglares.
Adicionalmente esta ONG construyó las siguientes estrategias complementarias:
• Plan de manejo de recursos hidrobiológicos del PNN Utría y las implicaciones de
un manejo y ordenamiento en su zona con función amortiguadora hacia el sur del
Golfo de Tribugá.
• Análisis integral y espacialización de conflictos entre actividades humanas por
acceso a zonas y recursos en el Golfo de Tribugá.
26
• Plan de Manejo de Manglares del Golfo de Tribugá.
• Análisis de la dinámica pesquera artesanal a partir del monitoreo de desembarcos en
las comunidades del municipio de Nuquí y la necesidad de ordenamiento en el
Golfo de Tribugá.
Por último, los estudios desarrollados por MADS, IIAP, CODECHOCO, INVEMAR,
AUNAP, Conservación Internacional, Fundación Mar viva y el Consejo Comunitario los
Riscales, en el año 2015 se declaró el Golfo de Tribugá bajo la figura de Distrito Regional
de Manejo Integral cuyo objetivo fue lograr un manejo compartido de los recursos
naturales, entre la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó
y la comunidad de Nuquí, que tenga en cuenta, entre otros aspectos, las prácticas y los
saberes ancestrales afrocolombianos.
3.1.1 Aspectos biológicos y ecológicos del ecosistema de manglar
“Mangle” es una palabra empleada para describir a un grupo de árboles que se desarrollan
en lugares con aguas salobres o con contenidos de sal. El término manglar define al
ecosistema en su conjunto (fauna y flora asociada), y en ocasiones es llamado bosque
litoral pantanoso o bosque costero de pantano (Vieira et al. 1998). Hace referencia al
mismo tiempo a los árboles y a las comunidades constituidas por ellos, que varían desde
sencillas alineaciones de árboles desmedrados orillando el desierto hasta bosques
fragmentados en innumerables islotes por brazos de mar y canales en los sistemas deltaicos
(Spalding et al, 2011).
Los manglares son ecosistemas acuáticos situados en medios tropicales y en algunas
regiones templadas calientes, las condiciones óptimas para su desarrollo de dan en las
costas resguardadas, donde la pluviometría elevada y las aportaciones de agua dulce
diluyen el agua de mar (Spalding et al, 2011). Por lo anterior se caracteriza por presentar
formaciones de plantas halófitas facultativas (“mangles verdaderos”) de tipo arbóreo o
arbustivo (Ball y Farquhar, 1984). En el Atlas Mundial se presentan 73 especies de híbridos
pertenecientes al grupo de los auténticos manglares, todos adaptados a esas condiciones
27
ecológicas especiales (Duke, 1991). Esta gran variedad taxónomica se ha definido desde la
década de los 80, por ejemplo Tomlinson 1986, identifico una gran cantidad de grupos
taxonómicos, muchos de los cuales no están relacionados filogenéticamente, pero tienen en
común una gran variedad de adaptaciones morfológicas, fisiológicas y reproductivas que
les permite habitar en ambientes extremos con sustratos inestables, alto contenido de
materia orgánica, altas temperaturas, amplias fluctuaciones de salinidad y bajas
concentraciones de oxígeno. Entre las adaptaciones más importantes se destaca la tolerancia
a la salinidad levemente superior a la de la vegetación de tierra firme, no saladas, pero la
mayor parte excretan la sal para poder sobrevivir. En general, excluyen de modo activo la
sal de los tejidos mediante un procedimiento físico de tipo ultra-filtración a nivel de la
endodermis de las raíces. La mayoría desarrollan mecanismos más avanzados para
deshacerse de la sal absorbida (Spalding et al, 2011). Por otra parte la aeración por las
raíces, es decir, el trasporte de oxígeno hasta las raíces en los suelos inundados y
anaeróbicos representan un reto importante que muchos manglares han resuelto mediante el
desarrollo de raíces zancudas, pneumatóforos y las raíces rodillas (Spalding et al, 2011). Lo
anterior es considerado un sistema radicular estructurado con característica sujetadoras,
estructuras respiratorias y filtradoras especializadas (Snedaker y Getter, 1985). Otra
característica que los hace especiales es su forma de propagación, todos los manglares
utilizan el agua y el movimiento de las mareas como medio de propagación sexuada
(Spalding et al, 2011).
En Colombia se encuentran 11 especies, de las cuales nueve son árboles, un arbusto y un
helecho (Spalding et al., 2011), todas ellas representadas en el Pacífico colombiano,
mientras que en el Caribe colombiano solo se desarrollan seis (Anexo 2. Especies de
manglar de Colombia).
De acuerdo con la información contenida en el Mapa de Ecosistemas Continentales,
Costeros y Marinos de Colombia (IDEAM et al., 2007), el país posee aproximadamente
87.000 ha de manglar en el Caribe y 293.000 en el Pacífico, para un total aproximado de
380.000 ha, no obstante, estudios recientes reportan cifras diferentes que van desde
285.049,58 ha (Moreno-Nieto, 2011) hasta 407.926 ha (Spalding et al., 2011). Debido a la
28
poca penetración de la marea, los manglares del Caribe están limitados a estrechas franjas
inundadas a lo largo de la línea intermareal, formando parches dentro de lagunas, ciénagas,
estuarios y desembocadura de ríos y quebradas. Mientras que los manglares en el Pacífico
forman una franja amplia y casi continua, desde el río Mataje al sur de Nariño hasta Cabo
Corrientes (Chocó), y pequeñas franjas en el Golfo de Tribugá, Ensenada de Utría y Juradó,
en límites con Panamá (Sánchez et al, 1997: Prahl, 1990).
La composición, abundancia, diversidad, complejidad y desarrollo de los bosques de
mangle en las dos regiones Caribe y Pacifico, dependen de las alteraciones causadas por el
desarrollo de actividades productivas de forma no controlada, por efectos de la
contaminación, y por el uso inadecuado y sin planificación de los recursos que han llevado
al deterioro o degradación de estos ecosistemas, afectando su estructura y función, con
efectos en los componentes biótico, abiótico y antrópico (Steer et al., 1997; OIMT, 2002;
Villamil et al., 2013). Los Manglares, se clasifican en ribereños, de borde, de barra, de
cuenca, de islote y enanos (Prahl et al., 1989; Prahl, 1990) (Anexo 3. Tipos de Manglar).
3.1.2 Bienes y servicios de los Ecosistemas de Manglar
La importancia del ecosistema manglar desde el punto de vista biológico radica en que
protege a gran cantidad de organismos en sus troncos, entre sus raíces o en el fango, tales
como bacterias y hongos, que intervienen en la descomposición de materiales orgánicos e
incluso transforman materiales tóxicos en azufre o sulfuro, purificando el agua que llega al
mar. La estructura de las raíces favorecen la reproducción de innumerables especies
marinas, que desovan en los estuarios y en algunos casos pasan algún periodo de su
desarrollo en el ecosistema en busca de alimento y protección. Un 80% de las especies
marinas dependen del ecosistema de manglar para subsistir, por lo que la destrucción del
mismo incide en la disminución de la pesca (Trujillo, 2010).
Desde el punto de vista ambiental, el ecosistema manglar reduce el impacto de las mareas
depositando barro y formando pantanos donde se fijan los organismos. Igualmente, sirve
como estabilizador de la línea costera ayudando en el control de erosión y constituye una
29
barrera natural de amortiguamiento que protege a las costas de marejadas y vientos
huracanados a manera de cortina rompe vientos. Así mismo, previene las inundaciones y
depura el aire que se desplaza hacia suelos agrícolas, al detener finas partículas de sal que
acarrean las brisas marinas. Complementariamente, el ecosistema de manglar funciona
como un filtro que evita la entrada de material suspendido de otros ecosistemas, siendo un
eslabón entre la vida marítima y la vida terrestre, retiene sedimentos y filtra sales minerales
integrándolos a una gran cadena alimenticia (Trujillo, 2010).
Es de resaltar como una de las funciones más importantes del ecosistema es el complicado
proceso de desalinización del suelo a nivel subterráneo, a través del intercambio de agua,
exporta materia y energía, sirve como evapotranspiradores (Lugo et al., 1973; Cintrón-
Molero y Schaeffer-Novelli, 1983; Prahl, 1990; Dugan, 1992; Sánchez-Páez et al., 1997;
Sánchez-Páez et al., 2000; Sánchez-Páez et al., 2005). Los manglares también cumplen un
rol activo a nivel biogeoquímico y geomorfológico. Las altas tasas de productividad
primaria neta les permite secuestrar carbono a tasas considerablemente altas (1,39 toneladas
de carbono por hectárea por año–Ton C ha-1 año-1) (Nellemannet al., 2009).
Económicamente el manglar ha sido base de subsistencia de muchas comunidades a lo
largo de la costa colombiana, quienes han utilizado su madera a pequeña escala y para uso
local (Moreno, 2001). El uso de la madera para leña y construcciones locales como casas,
azoteas y cercas son una de las actividades con mayor fuerza. Del manglar se obtiene
alcohol, se fabrica papel para envolver cigarrillos, colorantes, fibras sintéticas, incienso,
palo de fósforos, pegamentos y la corteza de algunas especies se aprovechó en la extracción
de taninos, químicos que facilitan el proceso de la curtiembre. Un aspecto muy importante
radica en que la pesca artesanal depende del ecosistema manglar que sirve como sitio de
desove y nodriza de especies juveniles marinas, así mismo, la pesca industrial de la región
tropical depende en gran medida, directa o indirectamente de las especies del estuario
(Trujillo, 2010).
Desde el punto de vista cultural, la importancia del ecosistema de manglar radica en que al
mismo se articulan miles de familias, dedicadas a actividades de pesca artesanal,
30
recolección de moluscos, crustáceos, madera y plantas medicinales, actividades que
sostienen la dieta alimenticia de todas las culturas presentes en el Pacifico.
Es importante mencionar que los bienes y servicios ambientales, socioeconómicos y
culturales y los usos derivados de estos ecosistemas se desarrollan a partir la
heterogeneidad en su distribución a lo largo de la costa pacífica (Sánchez–Páez, et al, 1997;
FCA et al., 2006; Asociación de Consejos Comunitarios General Los Riscales de Nuquí,
2009 - 2008; Codechocó e IIAP, 2009; Villa-Rivera et al., 2009; Corpodarién y Codechocó,
2010; Mar Viva, 2010; WWF Colombia, 2010; Codechocó y CA-Cativos, 2011) (Anexo 4.
Bienes y Servicios).
3.1.3 Los manglares y la economía extractiva
Los manglares y sus recursos derivados y asociados han sido objeto de explotación y
aprovechamiento desde tiempos inmemoriales. Las actividades extractivas como el uso de
madera para leña, carbón, pilotes y tablones, polines y vigas para la construcción y la
extracción de la corteza para el aprovechamiento de los taninos, son algunos ejemplos de
las formas domésticas de utilización del mangle. Esta intensidad extractiva puede variar de
acuerdo con la demanda, y está sujeta a dinámicas comerciales y auges esporádicos de
explotación.
Los Tuqueros (Restrepo 1994) al referirse a la extracción de maderas de los bosques
naturales en la costa sur del Pacífico colombiano, la cual se asemeja al caso de los usuarios
del mangle en la costa norte del pacifico chocoano, sin que sea con fines comerciales como
en el sur, el proceso de obtención de la madera se basa en la ubicación y reconocimiento, el
corte y/o tumba, la roza de los alrededores si se trata de tuco o troza, la tronqueada o corte
de segmentos del tronco caído, la limpieza o roza del recorrido hasta el río o quebrada si se
trata de un árbol alejado, la montada a la embarcación o lancha y la llevada hasta el destino.
Luego dependiendo de si es para leña o construcción, se corta en astillas o se utiliza como
poste o pilote. Generalmente las técnicas y herramientas siguen siendo las mismas, hacha y
machete y en algunos casos se hace uso de la motosierra (Moreno-Nieto 2011).
31
Obviamente las operaciones de extracción requieren mayor o menor esfuerzo, intensidad y
duración. Hay condiciones diferenciales en la infraestructura, en la distancia y estado del
acceso a los árboles y al sitio de trabajo, diferencias en las densidades y características de
los árboles tumbados, determinadas por condiciones naturales o antrópicas, lo que
conforma una gran cantidad de variables a considerar con relación al esfuerzo, al tipo y
cantidad del material extraído (Martínez, 1995).
Es importante notar que no es solo la importancia material, sino que en las operaciones y
forma de hacer existe un conjunto de saberes que permiten que esto se dé de esa manera;
las condiciones y mecanismos culturales de cualificación y transmisión de los mismos, ha
permitido a los pobladores de la costa, poseer un acervo de conocimientos positivos, de
saberes efectivos en la apropiación y manejo de este ecosistema (Restrepo, 1996).
3.1.4 Causas y consecuencias del deterioro de los manglares
Las razones del deterioro y disminución de la cobertura de los bosques de mangle son de
diversa índole. Hay formas que involucran mayores extensiones de bosque de manglar y
que no obedecen a efectos causados por acciones locales.
Los fenómenos naturales como huracanes, maremotos, marejadas y corrientes inesperadas,
han afectado la cobertura de los manglares evitando que las poblaciones costeras sufran el
embate de las olas por la función de barrera protectora costera. Los cambios bruscos o
permanentes de las condiciones hidrológicas, como corrientes (fuerza y dirección), caudales
y volúmenes de los ríos (cantidad y niveles), variación en los niveles de las mareas y
cambios en las condiciones físico-químicas y biológicas (contaminación en el agua), son
algunas de las causas de alteración de los manglares que pueden ocurrir, sin que el origen
de la alteración esté en el sitio o comunidad donde se presentan las consecuencias (Vieira,
1997).
Por otra parte, los diversos estudios de caracterización, diagnóstico y zonificación que se
han venido desarrollando en la última década indican que hay diversas alteraciones de
32
origen antrópico, como son el desarrollo de actividades productivas de forma no controlada,
la contaminación, el uso inadecuado y sin planificación de los recursos, el desarrollo
urbano, portuario, industrial y acuicultura, la expansión de la frontera agrícola, entre otros,
han llevado al deterioro o degradación de estos ecosistemas, afectando su estructura y
función, con efectos en los componentes biótico, abiótico y antrópico (Steer et al., 1997;
OIMT, 2002; INVEMAR, 2013).
Los resultados del diagnóstico desarrollado por el INVEMAR en el año 2013, identificaron
en total 39 causas de degradación de los manglares a nivel nacional, en su mayoría
originadas por actividades humanas. Todas las causas de deterioro identificadas fueron en
la costa del Caribe colombiana, mientras que en el Pacífico se evidenciaron 32. En general
se identificaron solo seis problemas activos: Herbívora, infestación por parásitos, Tala del
bosque para producción de carbón, sobreexplotación de recursos hidrobiológicos, uso
inadecuado de artes de pesca, contaminación por residuos sólidos y por vertimientos de
aguas servidas (Ver Anexo 5. Impactos y deterioro del manglar).
Otra manera en que se afecta el manglar es a través del desarrollo o procesos de
asentamiento humano y el aumento demográfico de las poblaciones, generando talas
indiscriminadas que afectan la fauna asociada a los diversos sustratos que ofrece el
manglar. Estos grupos de animales son en gran parte la fuente de alimento y de ingresos
importantes en las poblaciones, si la cantidad de individuos es afectada, igualmente las
comunidades dependientes de estos (Vieira, 1997).
Por otra parte se afecta la pesca artesanal, los manglares y estuarios, lugares de gran aporte
de nutrientes y minerales que permiten formaciones de sala cunas de peces, áreas de
protección y hábitat temporales de las diferentes especies comerciales de peces.
Finalmente, el deterioro de los manglares es a escala menor cuando se relaciona el tema de
aprovechamiento forestal de hombres nativos, recurso que se usa en diversas modalidades
artesanales y sus formas principales son la producción de madera para construcción, leña,
fabricación de carbón y obtención de sustancias medicinales. La madera de zona de
33
manglar y de áreas vecinas es utilizada por el nativo para construcciones diversas que
incluyen la elaboración de la casa, mueble rústico, embarcaciones, herramientas de trabajo,
instrumentos de caza y pesca, etc. En este caso la selección de la materia prima la hace el
propio nativo dependiendo de sus necesidades y del recurso existente en su zona de
influencia (Prahl, 1990).
Todo lo anterior ha ocasionado cambios en la estructura, funcionalidad y dinámica natural
de algunos bosques de manglar del país, dejando como consecuencia la reducción de su
capacidad para proveer bienes y servicios, pérdida de la estructura, función y composición,
reducción de productividad natural y limitaciones para la regeneración natural
(disponibilidad limitada de propágulos, falta de microhábitats adecuados para el
establecimiento de plántulas y poca disponibilidad de nutrientes en suelos) (OIMT, 2002;
Álvarez-León, 2003; Blanco y Castaño, 2012; INVEMAR, 2013). La poca capacidad para
recuperarse y regenerarse pone en peligro la supervivencia de los asentamientos humanos
que dependen de este ecosistema.
3.1.5 Aspectos socioeconómicos y culturales tradicionales de los habitantes del norte
del Pacífico chocoano
Las principales actividades económicas de la población del Pacifico Norte Chocoano se
dimensionan en tradición y conocimiento heredado de generación en generación, la forma,
los momentos, los espacios y las técnicas son dignos de conocimiento tradicionales, es así
como la pesca y la agricultura de subsistencia, alternadas con la cacería y la recolección de
moluscos y crustáceos, viene de tiempos inmemoriales. A pequeña escala se dan algunas
prácticas tradicionales de forestaría, pero son ocasionales y obedecen a una demanda
puntual.
Las comunidades negras son poliactivas, es decir que a lo largo del año y de acuerdo con
las estaciones climáticas, desarrolla diversas actividades. Varias de ellas pueden ser
simultaneas y realizadas por diferentes miembros de la familia. No es muy común que las
personas se dediquen a una sola actividad (Camacho et al., 1995).
34
La extracción de madera de mangle para construcción y para leña, la pesca y la extracción
de moluscos como la piangua son las actividades productivas más importantes en lo que a
recursos acuícola se refieren. En términos de importancia como recurso alimenticio y
recurso económico potencial, los peces están en primer lugar en esta zona, seguidos de los
productos agrícolas (Camacho et al., 1995). Estos recursos son fundamentales para la
población costera, cada uno con una importancia que puede variar de acuerdo con el
momento climático que determina la mayor o menor disponibilidad de estos, y de acuerdo
con la demanda externa que existe en determinadas temporadas, la cual puede de acuerdo
con la intensidad, modificar los ritmos normales de extracción. Lo anterior se apoya en la
premisa de que la oferta y demanda ambiental se ve afectada por los cambios y
transformaciones tecnológicas, organizacionales, simbólicas y económicas de las
poblaciones humanas (Raéz y Vivas 1995). La naturaleza integral de las actividades y
prácticas extractivas desarrolladas por estas comunidades están íntimamente relacionadas
con la dinámica de apropiación territorial y patrones del uso de la tierra y los recursos
(Camacho et al., 1995).
Es por lo anterior que cada espacio en el Norte del Pacifico chocoana se convierte en un
Territorio de aprovechamiento y se diferencian claramente seis áreas de actividad y con
atributos de género, las cuales son el pueblo, la playa, el mar, el manglar, el río o quebrada
y el monte. Cada uno tiene subdivisiones en su interior y en ellos se realizan actividades
diferenciadas por género y edad, algunas de ellas son complementarias, otras que se
realizan conjuntamente y otras que son exclusivamente masculinas o femeninas (Camacho
y Tapia 1996). De estos el monte, el manglar y la playa juegan un papel importante en el
uso de madera para leña y construcción.
En estas áreas claramente definidas existe un aspecto fundamental y es la noción y el
ejercicio de la propiedad. Rivera (1997) analiza este aspecto en la comunidad de Jurubirá
(Chocó), en torno a los derechos de acceso a los espacios, y a los recursos como el manglar
o la madera de mangle. Restrepo (1996) propone tres criterios específicos con los cuales se
explica estos en las comunidades del sur: el trabajo, la herencia y la compra.
35
Por último, los aspectos socioeconómicos y culturales relacionados con el uso de los
recursos del manglar, sin manejo y planificación, pueden convertirse en generadores de
mayor demanda, transformando los ritmos extractivos y formas de usos, llegando afectar la
base natural (oferta) y deteriorando de esta forma el ecosistema.
3.1.6 Aspectos políticos y organizacionales de los habitantes de la Zona norte del
Pacífico chocoano
En la región del Norte del Pacífico del Chocó las diferentes dinámicas e identidades
socioculturales ha originado el surgimiento de nuevas formas de expresión y
relacionamiento. Las comunidades negras que habita en los municipios de Juradó, Bahía
Solano y Nuquí, son un buen referente para ejemplificar la organización social y política
basada en el parentesco consanguíneo o de lazos de parentela ampliada, hasta la economía
y las costumbres, que han llevado a la gobernabilidad del territorio (Tapia, 1999).
La Gobernabilidad se refiere a dos acepciones principales: la primera, surgida de los
Informes sobre Desarrollo Mundial 2017 (Banco Mundial, 2017), la define como un estilo
de gobierno caracterizado por un mayor grado de cooperación e interacción entre el Estado
y actores no estatales en el interior de redes de decisiones mixtas públicas y privadas. La
segunda se define como un conjunto de modalidades de coordinación de las acciones
individuales, entendidas como fuentes primarias de construcción del orden social; es
probable que sea derivada del campo de la economía de costos y transacciones. Por
extensión, gobernabilidad es definida como cualquier forma de coordinación social. De tal
forma, la gobernabilidad no es el acto de gobernar, sino de cómo se maneja el gobierno,
sobre qué métodos de gobernar se utilizan y cómo se balancean entre sí para ofrecer un
trabajo óptimo. Es sobre el proceso de “maniobramiento” del gobierno.
Es importante recordar que a finales de la década de los ochenta, el Estado Colombiano
quiso reivindicar los derechos colectivos y partir de la Constitución de 1991, a los Pueblos
Indígenas y Negros en Colombia se les reconocen sus formas propias de gobierno a partir
de la inclusión de figuras jurídicas específicas que dan reconocimiento a sus derechos
36
ancestrales. La Ley 70 del año 1993 “RECONOCE” entre otros, la propiedad colectiva
sobre el territorio ancestral habitado por las comunidades negras e impulsa el respeto y
protección del medio ambiente resaltando sus prácticas tradicionales de producción y su
relación con el entorno natural. Es por lo anterior que nacen la propiedad colectiva y la
jurisdicción de comunidades negras y de sus consejos comunitarios en cada uno de estos
territorios.
Los Consejos Comunitarios nacen con la Constitución de 1991, se introdujeron nuevas
figuras jurídicas, que enriquecieron el marco Constitucional y Legal del País. Estas figuras
parten de reconocer el Derecho Consuetudinario de las Comunidades Negras e indígenas
como fuente para formular no sólo reglamentos internos que regulen sus asuntos
específicos, sino también para la definición de reglas y convenios interinstitucionales que
permitan el manejo, control y administración de lo público desde una visión de comunidad,
como derecho privado – colectivo, elevado a estatuto jurídico mediante la aprobación de
leyes especiales. Para el caso de las Comunidades Negras, se incluye en la Constitución el
Artículo Transitorio 55, el cual fue desarrollado mediante la Ley 70 de 1993 y ampliado
mediante varios Decretos reglamentarios entre ellos el 1745 referido al territorio y los
Consejos Comunitarios, el convenio 169 de la OIT y algunas Sentencias de la Corte
Constitucional en materia de derechos étnicos.
A partir de 1993 fue sancionada la Ley 70 y reglamentado su capítulo tercero mediante el
Decreto 1745 referido a los Consejos Comunitarios y a la titulación colectiva del territorio a
la fecha, los Consejos Comunitarios, máxima autoridad de gobierno, planeación, gestión y
administración de los territorios comunales, han fortalecido el manejo conceptual,
formulado planes de etnodesarrollo, reglamentos internos y elaborado propuestas para el
ordenamiento y manejo de los recursos de su medio natural, asumiendo este aspecto como
elemento clave para la consolidación de su permanencia cultural y territorial en la zona.
Según el encuadramiento jurídico – político del Estado Colombiano, se requieren tres
elementos básicos para tener autonomía y soberanía como pueblo y por ende tener
autoridad, mando o gobierno los cuales planteamos a continuación:
37
1. Contar con un territorio
2. Regirse por un marco jurídico y
3. Poseer gente, una comunidad con una historia común y con su propia cultura
Desde este punto de vista:
La Comunidad Negra es el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen
una cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres
dentro de la relación campo-poblado, que revelan y conservan conciencia de identidad que
las distingue de otros grupos étnicos y el Consejo Comunitario es un equipo líder
representante de la comunidad negra que se organiza y constituye con el objetivo de
ejercer jurídicamente la máxima autoridad de administración interna dentro de las Tierras
de las Comunidades Negras, de acuerdo con los mandatos constitucionales y legales que lo
rigen y los demás que le asigne el sistema de derecho propio de cada comunidad.
3.1.7 Estrategias para la Conservación y el Uso Sostenible
Considerando las causas y consecuencias del deterioro de los ecosistemas de manglar en
Colombia, ha sido necesario desarrollar e implementar estrategias que permitan el adecuado
manejo de los ecosistemas de manglar del país, en torno a los usos, problemáticas y
potencialidades, con el fin de conciliar entre los usuarios del ecosistema diversas formas de
uso y conservación de los recursos naturales, procurando su “Desarrollo sustentable”, de tal
modo que se promueva el uso de sus recursos, manteniendo los procesos ecosistémicos, la
identidad cultural de la comunidad, los valores culturales y un desarrollo económico
eficiente y equitativo entre generaciones (MMA, 2001; MMA, 2002; Sánchez-Páez et al.,
2000, Sánchez-Páez et al., 2004).
Entre las estrategias se destaca la formulación e implementación del proceso de
ordenamiento de los manglares del país (Rresoluciones 1602 de 1995 y 020 de 1996), el
cual inicia con la realización de estudios de diagnóstico y caracterización que describen el
estado actual de los manglares, usos y aprovechamientos; seguido de la estructuración y
38
definición de la zonificación de las áreas de manglar, lo cual contribuye a incentivar la
conservación, recuperación y el manejo de los mismo en un marco de desarrollo sostenible,
para finalmente orientar los planes, programas y proyectos formulados en un Plan de
Manejo Integral, que busca satisfacer las necesidades económicas de las comunidades
tradicionalmente asentadas y relacionadas con los ecosistemas de manglar, así como
mantener la estructura y función de los manglares y su biodiversidad, sin detrimento de
ninguno de ellos.
En Colombia se han formulado diferentes herramientas de planificación para el manejo de
los ecosistemas marino costero, de tal modo, que en ocasiones los componentes, los
alcances y los resultados, no son articulados ni suficientes ni tampoco comparables. Es por
esto que desde el año 2011 se inicia un proceso de ordenación integral de las costas y los
mares Colombianos, el gobierno nacional da prioridad al ordenamiento ambiental del
territorio, reflejándolo en el Plan Nacional de Desarrollo 2014 – 2018 y en el Decreto 1120
del 31 de mayo de 2013, en donde se definen las Unidades Ambientales Costeras – UAC2.
Estos ecosistemas requiere de un enfoque integral que aborde lo costero y las actividades
que se realizan en el mar, es por ello sumado a la ordenación de costas se está impulsando
el Ordenamiento Espacial Marino (OEM), cuyo objetivo es establecer lineamientos que
sirvan de modelo para la formulación de planes de manejo de unidades integrales que
obedezcan a implementar las directrices con fines de conservación, capitalizando sus usos
sociales sostenibles, considerando la problemática ambiental actuales que presenta cada
área y generando soluciones que conlleven a acciones de conservación y uso sostenible
(UNESCO, 2009).
3.1.8 El manglar como un Bien común
En Colombia existen los bienes de bien común o de uso público, los cuales son definidos
por la DIMAR como una extensión de terreno o espacio territorial cuyo dominio pertenece
2 Unidad Ambiental Costera: Área geográfica de la zona costera que deberá ser ordenada y manejada, las cuales contiene ecosistemas con características propias y distintivas, con condiciones similares y de conectividad en cuanto a sus aspectos estructurales y funcionales como los manglares
39
a la república (Artículo 63 c.n) y su uso o aprovechamiento pertenece a todos los habitantes
de un territorio.
Entre los bienes públicos se encuentran las aguas marítimas, las playas, los terrenos y zonas
de bajamar, las aguas bajas de los ríos y las playas fluviales que están bajo la jurisdicción
de DIMAR (Artículo 102 c.n).
Estos bienes se pueden convertirse en parques naturales, tierras comunales de grupos
étnicos, tierras de resguardos, patrimonio arqueológico de la nación, entre otras pero ante
todo son inalienables, imprescriptibles e inembargables (Artículo 166 d.l. 2324/84).
Un ejemplo de bienes de uso público en Colombia son los ecosistemas de manglar, terrenos
de baja mar que por Ministerio de Ley las comunidades presentes en el área se benefician
de sus servicios ecosistémicos pero no puede adquirir el dominio por prescripción
adquisitiva.
Adicionalmente, los manglares son ecosistemas estratégicos y frágiles que brindan a las
comunidades afrocolombianos beneficios sociales, económicos, culturales y tradicional y
que se enmarcan en procesos fuertes de conservación participativa, lo cual según Ostrom
(1990) define como recursos administrados y poseídos colectivamente están por definición
condenados a la sobre explotación y al deterioro, por la definida Tragedia de los Comunes
que ha llegado a simbolizar la degradación del ambiente que se puede esperar siempre que
muchos individuos utilizan al tiempo un recurso escaso (Hardín, 1968). Hardín no fue el
único en advertir esta tragedia con el ejemplo del pastizal abierto a todos, hace mucho
Aristóteles observó que lo común para la mayoría es de hecho objeto del menor cuidado.
Todo mundo piensa principalmente en sí mismo, raras veces en el interés común (Política
Libro II Capítulo 3). La parábola de Hobbes (1965) sobre el hombre es su estado natural es
el prototipo de la tragedia de los Bienes Comunes: los hombres persiguen su propio bien y
termina peleando entre sí. Por su parte Foster en 1977 esbozó la teoría de los bienes
comunes que precede en un uso descuidado de la propiedad en común (Foster, 1977), lo
mismo una década antes del artículo de Hardín Gordin expuso con claridad una lógica
40
semejante en otro clásico: ¨La teoría económica de una investigación sobre la propiedad
común: la pesca.
Por su parte, John Dales (1968) señaló al mismo tiempo los desconcertantes problemas
relacionados con los recursos poseídos en común. Los análisis convencionales en la
moderna economía de recurso indican que ahí donde muchos usuarios tienen acceso a un
recurso para uso común, el total de las unidades extraídas será mayor que el nivel
económico óptimo de extracción (Clark, 1976; 1980).
La tragedia de los comunes ha sido utilizada para describir todo tipo de problemas y al final
se demuestra que gran parte del mundo depende de los recursos que están sujetos a una
posible tragedia común (Ostrom, 1990)
Jardín (1968) por su parte, formalizó el juego del dilema del prisionero, se conceptualiza
como un juego no cooperativo, en el que todos los jugadores tienen información completa
en donde las estrategias individualmente racionales conducen a resultados colectivamente
irracionales (Dawes 1973,1975).
Por otra parte, Olso (1965) desarrollo un punto de vista denominada la lógica de la acción
colectiva afín de la dificultad de lograr que los individuos persigan su bienestar común, en
contraste con el bienestar individual. Olso (1965) se propuso cuestionar de manera
específica el enorme optimismo expresado en la teoría de conjuntos: que individuos con
intereses comunes actuarían de manera voluntaria para intentar promover dichos intereses.
El autor cuestiona el supuesto de que la posibilidad de beneficio para un grupo sería
suficiente para generar una acción colectiva para la consecución del beneficio:
A menos que el número de individuos sea muy pequeño, o a menos que exista coerción o
algún otro dispositivo especial para hacer que los individuos actúen a favor de su interés
común, individuos racionales con interés propio no actuaran para lograr sus intereses
comunes o de grupo (Olson 1965).
41
El argumento de Olson descansa en gran medida en el que el supuesto de que alguien no
puede ser excluido de la obtención de los beneficios de un bien colectivo una vez que éste
se ha producido, tiene pocos incentivos para contribuir de manera voluntaria al suministro
de ese bien. Olson considera que la cuestión de si los grupos de tamaño intermedio
procurarían o no de manera voluntaria beneficios colectivos.
Por último, Ostrom (2000) plantea comprender como se organizan y gobiernan así mismo
los individuos para obtener beneficios colectivos en situaciones en las de no cooperar y en
donde romper compromisos, son sustanciales.
Entonces la tragedia de los comunes, el dilema del prisionero y la lógica de la acción
colectiva son conceptos estrechamente relacionados en los modelos que definen el modo en
que las personas de forma general enfocan sus problemas y que los individuos enfrentan
cuando intentan lograr beneficios colectivos (Ostrom 2000).
3.1.9 La formación social y su relación con el ambiente
La primeria línea teórica de Fals Borda (1996) se refiere al concepto de región, que a
primera vista parece obvio, debe reconocerse y estudiarse seriamente, porque tiene
implicaciones importantes para la práctica política, el frente ideológico y la planeación
económica y social. No se deriva este concepto directamente de la tradición Marxista (viene
antes de Montesquieu), no porque no pueda serlo, sino porque los estudiosos Marxistas lo
han incluido indirectamente, a veces sin llegar a mencionarlo, en otra gran categoría
clásica: la de formación económico social. Por lo anterior, es necesario especificar ¨la ley
general de las formaciones¨ postulada por Marx, que dice: ¨En todas las formas de sociedad
existe una determinada producción asignada a todas las otras y su correspondiente rango e
influencia¨ y llega finalmente a la región (Marx 1857).
Lenin (1897) aplicó la ley general de formaciones sociales en su país Rusia, superando las
confusiones e inconsistencias de Marx y desarrolla la formación social como un procesos
histórico natural, Lenin usa el término de formación social en donde la espina dorsal de su
42
análisis es el proceso histórico natural llegando a dos características esenciales del concepto
de formación social que a su vez ayuda a entender el concepto de región, las cuales son
dinamicidad y la historicidad. Estos dos criterios van cogidos de la mano con el estudio de
formaciones, para que tenga sentido debe expresarse en lo concreto, esto es, una totalidad
social delimitada por la naturaleza especifica de sus articulaciones propias. Estas
articulaciones comprenden no solo la manera de cómo se interpretan en esas totalidades los
diversos modos de producción, sino también la evolución de las instituciones políticas y
sociales locales con sus secuencias de continuidad y discontinuidad histórica.
El espacio geográfico, que es el teatro de esas secuencias, puede determinarse social y
económicamente. Según Labriola (1969), esta tarea científica llama a tener una concepción
orgánica de la historia para saber combinar lo sociológico con lo geográfico, lo político y lo
histórico.
Lo histórico se convierte así en lo empírico, lo cual tiene consecuencias teóricas y
metodológicas evidentes: rompe con el análisis funcionalista y enriquece la descripción de
los hechos. Las articulaciones analizadas llevan a determinar los momentos de nacimiento y
muerte de toda formación social y su pasaje a otra, lo que constituye el proceso histórico
natural. Adicionalmente se tiene en cuenta la segunda ley general de las formaciones
sociales – la de su desaparición-formulada también por Marx, que dice ¨que ninguna
formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas a que
pueden dar lugar¨. Por tanto, no se puede entender una formación social sin expresiones
geográficas, políticas y temporales concretas: que se mueve cada vez en un tiempo, en un
espacio y en una estructura social determinada (Marx 1857).
Por otra parte, Galliston (1973) nos define una formación como secuencias históricas
situadas espacialmente, con agrupamientos humanos de producción que constituye formas
sociales secundarias tales como familias, comunas, aldeas, caseríos, vecindarios y
esencialmente, con comunidades de reproducción entendiendo a esta como reproducción
ideológica, cultural, ideográfica y de fuerza de trabajo. De allí se puede entender que una
formación social puede estudiarse como una interacción de regiones vinculadas
43
históricamente y políticamente, que dejan verse como entes solamente naturales o
geográficos para recomponerse con entidades sociales y económicas dinámicas que tienen
una base espacial común. Determinar regiones como elementos dinámicos de una
formación social concreta es un problema que no se ha resuelto satisfactoriamente.
Evidentemente, no conviene parcelar excesivamente el espacio para producir versiones
microsociales, y a lo más que pudiera justificadamente aspirar ser seria a plantear
subregiones.
Por otra parte convenimos, adicionalmente en la tesis que lo económico es necesario, pero
no suficiente, para definir las formaciones sociales. Engels previno sobre los excesos
teóricos de la escuela que después se definió como materialista histórica, señalando la
¨acción reciproca¨ entre estructura y superestructura, que no puede reducirse a la relación
entre causa y efecto (Mehering 1893), también compara tales efectos en una espiral que se
va autoalimentando, simplificando de la realidad como las registradas por deterministas
económicos a ultra danza, no son correctas desde el punto de vista científico ni
convenientes desde lo político.
3.2 Marco Contextual (Ubicación Espacial)
3.2.1 Ubicación Geográfica
El departamento del Chocó se encuentra situado en el occidente del país, en la región de la
llanura del Pacífico; localizado entre 04º00’50’’ y 08º41’32’’ de latitud norte y 76º02’57’’
y 77º53’38’’de longitud oeste; presenta una superficie de 44.530 km² y limita por el Norte
con la República de Panamá y el mar Caribe, por el Este con los departamentos de
Antioquia, Risaralda y Valle del Cauca, por el Sur con el departamento del Valle de Cauca,
y por el Oeste con el océano Pacifico (Figura 1) (INVEMAR et al, 2010).
44
Figura 1. Localización del área de estudio, Costa Pacífica del Departamento del Chocó
Fuente: Invemar et al 2010.
El Departamento del Chocó cuenta con 30 municipios, 147 corregimientos y 135
inspecciones de policía. Las ciudades más importantes son en su orden Quibdó, Ístmina,
Condoto, Acandí y Bahía Solano. Los 30 Municipios están aglutinados en cinco (5)
subregiones (Figura 2): Atrato, San Juan, Darién chocoano, Pacifico Norte, y Pacifico Sur.
45
Figura 2. Mapa de los Municipios y Sub regiones del Chocó
Fuente: Base de Datos de la Presidencia de la República y Boletín del DAS. Procesado y geo
referenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH.
Cartográfica IGAC-DANE, 1993.
AREA DE ESTUDIO – CORREGIMIENTO DE CUPICA
46
El proyecto fue desarrollado en la Costa Norte del Pacifico Chocoano (Subregión D) que
cubre los Municipio de Nuquí, Bahía Solano y Juradó. La información tomada en campo
corresponde al corregimiento de Cupica, Municipio de Bahía Solano. Este se encuentra
localizado en la zona noroccidental de Quibdó y presenta una extensión de 1.667 Km² y
una población de 8.177 habitantes de los cuáles 3.038 corresponden a la cabecera municipal
y 5.139 en la zona rural (DANE 1993).
3.2.2 Características Biofísicas
3.2.2.1 Geología
La cuenca del Pacífico colombiano está localizada en un margen continental activo en el
que predomina el efecto compresivo que produce la subducción de la placa de Nazca por
debajo de la masa continental de Suramérica. La historia geológica de la región se relaciona
con los movimientos relativos de las placas continentales de Norte y Suramérica y de cuatro
placas oceánicas en el transcurso de los últimos 150 millones de años (m.a.), y hace parte
de la larga historia del desarrollo tectónico de la cuenca del Caribe, del sureste de
Centroamérica y del norte de Suramérica (Invemar, et al 2010).
La zona costera de casi toda la costa del Pacífico colombiano, tiene un basamento
geológico fundamentalmente basáltico, puesto que sus rocas se originaron como corteza en
el fondo del océano Pacífico a finales del Cretácico, hace unos 85 m.a. (Bürgl, 1961; Galvis
y Mojica, 1993). Hasta comienzos del Terciario, el amplio espacio entre las masas
continentales de Norte y Suramérica estaba ocupado por corteza oceánica y por un arco
volcánico.
Al iniciarse el Terciario (hace unos 65 m.a.) la presión generada por la colisión y el roce de
dos masas generó el levantamiento adicional de unas estructuras y de otras porciones del
fondo oceánico, de manera que se formó un arco de islas dispuesto paralelamente a la costa
del continente. Las serranías costeras de San Blas-Darién y de Majé-Baudó, así como la Isla
47
Gorgona, se consideran partes emergidas del arco externo de rocas oceánicas (Galvis y
Mojica, 1993).
A mediados del Mioceno, hace unos 15 mil años la interacción entre las placas de Cocos
y Caribe provocó el levantamiento de una cadena de volcanes entre las masas continentales
de Norte y Suramérica que se extendía desde el sur de México hasta Costa Rica, la cual
emergió gradualmente y formó un archipiélago alargado. Hace 8 mil años dicho
archipiélago se había extendido hasta Suramérica y, luego de 4 mil años más de actividad
tectónica, ya finalizando el Mioceno, la mayoría de las islas de ese archipiélago se
fusionaron y formaron un istmo (Coates y Obando, 1996). Entre el arco de islas y la masa
continental propiamente dicha, discurría una depresión o cuenca intermedia, que a finales
del Terciario constituía un amplio canal que comunicaba el mar Caribe con el océano
Pacífico. Dicha cuenca está actualmente representada por los valles de los ríos Atrato y San
Juan y continúa hacia el sur por la planicie costera de los departamentos de Valle, Cauca y
Nariño (Invemar, et al 2010).
La transición hacia el continente consiste en una cadena de batolitos y rocas volcánicas que
bordean el flanco occidental de la cordillera andina, intensamente plegado debido a los
procesos orogénicos. La sedimentación de la cuenca intermedia, primero marina y luego
fluvial, y su levantamiento posterior, debido a la presión del bloque de las islas contra el
continente, separaron en el Plioceno las cuencas del Atrato y del San Juan e interrumpieron
la comunicación entre los dos ámbitos marinos. El movimiento progresivo hacia el este y la
subducción de la placa oceánica produjeron un avance del frente magmático en la misma
dirección, lo que dio origen al vulcanismo de la cordillera Central de Colombia (Galvis y
Mojica, 1993).
Las características geológicas de los fondos oceánicos que bordean la costa pacífica
colombiana han originado una costa con topografía accidentada. Se evidencian elevaciones
y promontorios rocosos de mediana altura originados en el período terciario en una matriz
de fondos blandos (Prahl y Cantera, 1987).
48
3.2.2.2 Geología Estructural El área del Pacifico Chocoano pertenece al denominado arco Panamá-Chocó, que incluye el
frente fracturado de Cañas gordas, la cuenca del Atrato y el cinturón deformado del Baudó
(Geotec, 2000). Para el sector norte de la costa Pacífica, Salcedo (Robertson, 1997),
concluye que predominan compresiones este-oeste, con velocidades medias de deformación
de 6,5 cm/año, similares a las velocidades de desplazamiento hacia el este de la placa de
Nazca; en esta zona, los focos de los sismos son en su mayoría superficiales y están
asociados a fallas con movimientos verticales importantes. Los rasgos tectónicos más
notables de la UAC-PNCh son la serranía del Baudó y la Falla de Utría. La primera
presenta fuerte fracturamiento en dirección Norte – Sur, el cual cambia en el norte a Norte
– Oriente. La Falla de Utría es una falla inversa de bajo ángulo, con una zona de brecha que
en algunos sitios sobrepasa los 5 km de anchura y tiene una tasa de deslizamiento de 0,2 a 1
mm por año (París et al. 2000); esta falla forma la depresión de Coquí – Evari – Jella en la
península de Cabo Corrientes y la depresión Utría – Bahía Solano más al norte. La Falla de
Utría determina el curso lineal de algunos ríos del sector de Cabo Corrientes, como lo son
Arusí, Arusisito y Aguaclara (Alcaldía Municipal de Nuquí-IIAP, 2005). La Falla de Utría
se considera como una expresión superficial de la zona de subducción, ya que allí se
concentran los epicentros sísmicos más superficiales del occidente colombiano (Alcaldía
Municipal de Nuquí-IIAP, 2005).
3.2.2.3 Geomorfología y Relieve El litoral del Pacifico Norte, incluye un área de aguas someras en la que las olas pueden
mover los sedimentos hacia el continente bajo la influencia del viento, el oleaje, las mareas
y la dinámica fluvial, creando geoformas como playas, acantilados, deltas, cordones, barras
y flechas. Los 422.3 km de línea de costa entre Punta Ardita y Cabo Corrientes, está
dominada por acantilados subverticales. Este sector se caracteriza principalmente por
acantilados actuales (Posada & Guzmán, 2009).
49
La morfología de la franja litoral de esta zona se caracteriza por salientes rocosas y
acantilados activos, con pendientes que van de fuertes a escarpadas y alturas hasta de 50 m,
los cuales carecen de una playa en su base. Estos acantilados se encuentran desde Jurubidá
hasta el sur de Punta de Utría, desde el caserío El Valle hasta punta Solano, desde punta
Nabugá hasta el sur de bahía Cupica y desde punta Cruces hasta cabo Marzo (Posada &
Guzmán, 2009).
La Serranía del Baudó en su parte norte (Bahía Humboldt), es una zona caracterizada por
tener un relieve de tipo estructural, con colinas y lomas entre los 200 y 400 m de altura,
orientadas nor-noreste/sur-suroeste, valles tectónicos y drenajes controlados por densos
sistemas. En la esta región se recibe en gran parte el efecto del transporte de materiales de
montaña, por lo que puede considerarse como un espacio en proceso de acreción por
sedimentación. Sin embargo, en los sectores donde se presentan procesos de levantamiento,
las acumulaciones de sedimentos son escasas, dominando los acantilados bajo procesos de
abrasión marina. (Posada & Guzmán, 2009).
Los acantilados se alternan con pequeñas playas de bolsillo de arena, guijarros y cantos
rodados que se localizan en el interior de las indentaciones de la costa. Amplias playas
arenosas y planos intermareales de lodo-arena se anteponen a las concavidades más grandes
de la costa y a las bocas de los ríos. Pantanos de manglar suelen formarse detrás de estas
playas y a lo largo de los cauces bajos de los ríos de mayor caudal. El marcado control
estructural de la morfología costera de esta zona está bien representado por la coincidencia
de las depresiones Bahía Solano-Bahía Utría y Coquí- Evarí-Jella con la zona de la Falla de
Utría (Paris, 2000; Correa y Morton, 2005).
Las principales unidades geomorfológicas que se encuentran de acuerdo con Alcaldía
Municipal de Bahía Solano-IIAP (2005), (Posada & Guzmán., 2009) y Alcaldía Municipal
de Nuquí-IIAP (2005) son: Sistema deltaico, costa lodosa y lagunar (plano intermareal),
espinazos y crestones monoclinales o anticlinales compuestos y disectados, montañas
erosiónales ramificadas, valles coluvión – aluviales, piedemonte coluvión – aluvial,
50
depósitos aluviales y terrazas, playas, barras de playa y cordones litorales, playas de
ensenada o bahía, playas longitudinales externas, llanuras de marea, fondos submarinos.
3.2.2.4 Suelos
A continuación se hace una breve descripción de los principales grupos (orden) de suelos
presentes en la zona de estudio, se encontró que son pocos los estudios edafológicos
adelantados en la región del Chocó. Esta área está ubicada entre las estribaciones de la
cordillera occidental, en su vertiente occidental, y el océano Pacífico. Está localizada en el
piso cálido y es la zona más húmeda del país: según IGAC (2007) el régimen de humedad
dominante es el údico pero también se presentan áreas apreciables con regímenes perúdico
y ácuico. El régimen de temperatura es isohipertérmico (Jaramillo, 2002).
Según Malagón et al (1986) los materiales parentales de los suelos están dominados por las
rocas sedimentarias (areniscas, conglomerados, shale, chert, caliza) y los sedimentos
aluviales, marinos y lacustres, aunque también se encuentran rocas ígneas como gabros y
peridotitas.
Predominan en esta región los suelos de los órdenes Inceptisol y Entisol. De los estudios de
INGEOMINAS (1988) se establece que el mineral dominante en la fracción arena de estos
suelos es el cuarzo y en la fracción arcilla la caolinita; además, presentan bajos contenidos
de materia orgánica y todos tienen pH muy ácido. Lo anterior implica que en esta región los
suelos también son de baja calidad para las labores agropecuarias (Jaramillo, 2002).
Los suelos de esta región, según Cortés (1998), son:
Suelos de colinas y serranías: Dystrudepts, Udorthents, Kandiudults, Kanhapludults,
Hapludults, Epiaquepts, Endoaquepts, Eutrudepts, Hapludolls.
Suelos de las planicies aluviales de piedemonte: Eutrudepts, Dystruderts, Hapluderts,
Epiaquents, Endoaquents, Dystrudepts, Epiaquepts, Endoaquepts.
Suelos de las planicies aluviales Bien drenados: Udifluvents, Dystrudepts, Eutrudepts.
51
Mal drenados: Epiaquents, Endoaquents, Epiaquepts, Endoaquepts, Fluvaquents.
Suelos de la planicie marina: Udipsamments, Epiaquents, Endoaquents, Fluvaquents,
Sulfaquents, Haplofibrists, Haplohemists.
3.2.2.5 Clima
El área de estudio se localiza en la zona de calmas ecuatoriales y, según el sistema de
Holdridge, se ubica en su totalidad dentro de la zona de vida del bosque muy húmedo
tropical (Bmh-T). El clima regional está determinado fundamentalmente por la influencia
permanente de Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), aquella franja intertropical de
bajas presiones y alta nubosidad donde confluyen los vientos Alisios de ambos hemisferios
y que ocasiona altas precipitaciones.
La temperatura media del aire muestra muy poca variación a lo largo del año (< 2º C) en
todas las estaciones, oscilando entre 25º C y 26,8º C en las partes bajas y entre 18,6º C y
19,8º C en las zonas altas (100 msnm) (Figura 3). Barón-Leguizamón (2002) estableció que
el gradiente altitudinal de temperatura en esta región es inferior (0,46-0,49º C/100 m) que
en las demás regiones de Colombia, lo que atribuye al aporte del calor latente liberado en la
condensación del vapor de agua de la atmósfera en una región donde ésta mantiene
permanentemente un alto contenido de humedad (Invemar et al, 2010).
El área de estudio se encuentra en una de las regiones más lluviosas de América y del
mundo. Las precipitaciones anuales promedio están alrededor de 6.000 mm (5.030 -7.700
mm), con una ligera tendencia a ser más elevadas en las zonas bajas y medias que en las
altas. También hay una aparente tendencia a incrementarse los valores totales anuales de
sur a norte. Se distinguen dos épocas en el año no muy bien diferenciadas, que dependen
del desplazamiento del frente de la ZCIT: el período se extiende entre diciembre y abril,
con una pluviosidad promedio mensual alrededor de 400 mm; el período húmedo abarca
desde mayo hasta noviembre y la pluviosidad promedio mensual es de aproximadamente
700 mm (IDEAM 2005).
52
Figura 3. Distribución anual de la precipitación promedio mensuales en las cinco estaciones meteorológicas consideradas. Fuente de datos: IDEAM 2009
3.2.2.6 Hidrología
La zona está relativamente bien irrigada debido a la alta pluviosidad, la cual da origen a
gran cantidad de ríos y quebradas que drenan la serranía del Baudó y desembocan en el
océano Pacífico, muchos de ellos formando apenas microcuencas. Los drenajes se
caracterizan por su abundante caudal a pesar de que los cauces son cortos. Adicionalmente,
la escorrentía de las laderas de la serranía que se precipitan abruptamente sobre el litoral da
origen a innumerables cursos de agua independientes unos de otros que desembocan directa
y aisladamente en el mar (Alcaldía Municipal de Nuquí-IIAP, 2006; Alcaldía Municipal de
Bahía Solano-IIAP, 2006) (Ver Figura 4).
53
Figura 4. Red Hidrológica del área de estudio. Fuente: Fundación Mar viva, 2011
54
3.2.2.7 Ecosistema Naturales
La serranía del Baudó determina en gran parte las condiciones biogeofísicas del área y las
características ecosistémicas y la biodiversidad. A grandes rasgos se pueden distinguir siete
unidades ecosistémicas mayores, las cuales son: Bosques pluviales o selvas higrofíticas,
manglares, litoral sedimentario, litoral rocoso, estuarios, fondos blandos de la plataforma
continental, fondos duros de la plataforma continental y formaciones coralinas, además los
sistemas pelágicos oceánico, nerítico y estuarino (UACPN, 2015) (Figura 5).
Figura 5. Principales ecosistemas naturales marino-costeros (UACPN, 2015)
55
3.2.2.7.1 Ecosistemas de Manglares
Figura 6. Manglares del Corregimiento de Cupica. (Fuente: Mar Viva 2012)
Los manglares se concentran principalmente en dos grandes manchas que dominan la línea
costera del Golfo de Tribugá en el municipio de Nuquí y en Bahía Humboldt en el
MANGLARES DE CUPICA
56
municipio de Juradó. Según funcionarios de Codechocó (com. pers.)3, la extensión de estas
formaciones es de alrededor de 3.000 y 2.200 ha. Respectivamente. El único manglar de
extensión considerable en el municipio de Bahía Solano es el de Cupica, con 587 ha (Figura
6) (Mar Viva, 2014).
Los demás manglares a lo largo de la del área de estudio son rodales de menor extensión
que se desarrollan sobre los planos aluviales costeros de los principales ríos y que reciben
el nombre del corregimiento más cercano. La extensión total de los manglares del Pacífico
Norte chocoano representan algo menos del 16 % de los manglares existentes en todo el
departamento del Chocó, incluyendo la porción de la costa del Caribe (Invemar, 2010).
En esta región están representadas prácticamente todas las especies, aunque con algunas
diferencias en cuanto a su dominancia y representatividad debido a particularidades del
sustrato y disponibilidad de nutrientes. El mangle piñuelo (Pelliciera rhizophorae) domina
los suelos consolidados más estables y alcanza alturas promedio inferiores que el mangle
rojo (Rhizophora mangle, Rhizophora harrisonni) o el mangle negro (Avicennia
germinans). El mangle blanco (Laguncularia racemosa) y el mangle botón (Conocarpus
erecta) se desarrollan sobre suelos duros y compactos, y el nato (Mora oleífera), suele
marcar el límite interno de la franja intermareal en zonas de baja salinidad (Riscales, 2009).
3.2.2 División Política – Rural
La zona costera del Norte del Pacífico chocoano está conformada por los municipios
Juradó, Bahía Solano y Nuquí. A continuación se presentan las características generales de
cada uno (Ver Tabla 1).
3 Presentación del Ing. Forestal Neiver Obando en el taller de zonificación de los manglares del golfo de Tribugá ante el Consejo los Riscales, abril de 2009.
57
Tabla 1. Caracterización de los cascos urbanos y corregimientos de los municipios de
Juradó, Bahía Solano y Nuquí (Fuente: EOT municipios de Jurado, Bahía Solano y Nuquí,
2005).
MUNICIPIO CONFORMACIÓN MUNICIPAL
TIPO DE SUELO
ÁREA (HA)
CORREGIMIENTOS
JURADÓ
Juradó Urbano, rural 57.781,42 Cabecera municipal
Coredó
7.358,2 El Morro
Juan Ruda
Punta Ardita
15.146,91 Punta Brava
Rural
Punta Piña 17.167,06 Bahía Octavia
Changuera Borojó
San Felipe Castellano
Curiche 11.216,77 El Cedro
El Roto
Guarín 8.537,92 Cucaracha Aguacate 13.593,73 San Pacifico
Patajona Cacique
BAHÍA SOLANO
Ciudad Mutis Urbano, rural 3.368,07 Cabecera Municipal El Valle
41.042,12 La Unión
Bahía Cupica
Rural
13.129,41 Chirichiri Chirichirito
Limo Gómez
Nabugá
10.753 Tebada Paridera Abegá
Playa de los Potes
Huaca 4.896,92 Cocalito
Cocalito de Juan Tejada
Mecana 4.376,74 Ninguno Huina 10.725,12 Playa de los Cuestas
Juná
NUQUI
Nuquí Urbano, rural 17.186,28 Cabecera Municipal Jurubidá Rural
1.977,34 Jurubidá
Tribugá 6.177,75 Tribugá Panguí 10.134,24 Panguí Coquí 5.056,46 Coquí Joví 4´120,24 Joví
Termales 2469,58 Termales
Arusí 6563,59 Arusí
58
3.2.3 Población
La población de los municipios de la Costa Pacífica del Norte chocoano, según el Censo de
población de 2005, asciende a 18.767 habitantes, correspondiendo el 43.3% al Municipio
de Bahía Solano, el 28.5 % al Municipio de Nuquí y el 28.1% al Municipio de Jurado. La
población se concentra principalmente en la parte urbana (51.7 %) (Ver tabla 2).
Los datos de proyección para el año 2008 del SISBEN revelan diferencias con respecto a
los de DANE. Según el SISBEN, la población asciende a 19.981 habitantes,
correspondiendo el 43.4% al municipio de Bahía Solano, el 36% al de Nuquí y el 20.5% al
de Juradó (Ver Tabla 3). Las diferencias pueden explicarse en parte por la migración de la
zona rural a la urbana en los últimos años (SISBEN, 2008).
Tabla 2. Tamaño poblacional urbano y rural en los municipios de Juradó, Bahía Solano y
Nuquí (Fuente: DANE, 2005)
Tabla 3. Población de los municipios de Bahía Solano, Nuquí y Juradó según las
proyecciones del SISBEN para el año 2008
MUNICIPIO TOTAL DE LA POBLACIÓN
TOTAL CABECERA
URBANO %
TOTAL RURAL
RURAL %
Juradó 5275 3881 73.57% 1394 26.43% Bahía Solano 8139 3077 37.81% 5062 62.194%
Nuquí 5353 2759 52% 2594 48% TOTAL 18767 9717 51.7% 9050 48.3%
MUNICIPIO TOTAL DE LA POBLACIÓN
TOTAL CABECERA
URBANO %
TOTAL RURAL
RURAL %
Juradó 4102 2132 51.95% 1970 48.1% Bahía Solano 10030 5101 50.8% 4929 49.1%
Nuquí 7968 3252 40.8% 4716 59.2% Total 19.981 10485 52.4% 9486 47.4%
59
Figura 7. División Política de la Zona Norte de la Costa del Pacifico Chocoana.
Fuente: Fundación Mar Viva 2010
60
3.2.3.1 Habitantes por Corregimiento
A continuación se presenta la población existente de los municipio y corregimiento
pertenecientes al área de estudio año 2005 (Ver Tabla 4) (Anexo 6.Habitantes y Viviendas
por municipio).
Tabla 4. Cantidad de habitantes y viviendas por corregimientos o comunidades de los
municipios para el año 2005.
Fuente: EOT municipales 2005
Con relación a la ocupación étnica de estos municipios la gran mayoría de población es
afrodescendiente e indígenas embera. Los grupos de mestizos provenientes del interior del
país (Eje Cafetero, Antioquia, Cundinamarca, Valle) habitan principalmente en las
cabeceras municipales (Ver tabla 5).
Tabla 5. Distribución por etnias por municipio año 2005
Fuente: EOT municipales
JURADO BAHIA SOLANO NUQUI
LOCALIDAD HAB VIVIENDAS LOCALIDAD HAB VIVIENDAS LOCALIDAD HAB VIVIENDAS
Jurado 3881 389 Cupica 1050 125
Nuquí 2759 460 Jurubidá 322 64 Tribugá 130 29 Panguí 304 61 Coquí 150 32
ETNIA UBICACIÓN JURADÓ BAHÍA SOLANO NUQUÍ TOTAL % TOTAL % TOTAL %
Negros Corregimientos, cabecera municipal y poblaciones costeras
4040 76.6 6.153 75.60 3994 74.61
Indios Resguardos en las partes altas y medias de los ríos 1123 21.3 1.354 16.64 1033 19.30
Mestizos Cabecera municipal, playas 105 2 632 7.76 326 6.09
61
3.2.4 Principales Características de la Población
3.2.4.1 Distribución por Género
Según datos del DANE 2004 (Ver Tabla 6), Alcaldías municipales 2009 y el SISBEN (ver
Tabla 87, en el municipio de Bahía Solano hay predominancia de mujeres, en tanto que en
los municipios de Nuquí y Juradó predominan los hombres. Las diferencias entre ambos
registros refleja una disminución de la población en el municipio de Juradó y un aumento
en el de Nuquí.
Tabla 6. Población de géneros por municipio
MUNICIPIO MASCULINO FEMENINO CANTIDAD PORCENTAJE CANTIDAD PORCENTAJE
Juradó 2819 53% 2456 47% Bahía Solano 3789 47% 4.350 53% Nuquí 2864 54% 2489 46%
Fuente: DANE 2004
Tabla 7. Población de géneros por municipio año 2009
MUNICIPIO MASCULINO FEMENINO
CANTIDAD PORCENTAJE CANTIDAD PORCENTAJE
Juradó 2161 52.7% 1941 47.3%
Bahía Solano NO DISPONIBLE
Nuquí 3153 51.5% 2965 48.5%
Fuente: Secretarías de Planeación municipales, SISBEN 2009
3.2.4.2 Estructura Etaria
Según datos del DANE 2004, los tres municipios costeros de la Costa Norte del Pacífico
Chocoano presentan la más alta franja de población en el intervalo de edades de 25 y más:
Jurado 2.262 habitantes (42,88%), Bahía Solano 3.769 habitantes (46,31 %) y Nuquí 2.390
habitantes (44,65 %). A continuación figura el intervalo entre 7 y 15 años: Juradó 1.119
62
habitantes (22,58%), Bahía Solano 1.752 habitantes (21,52 %) y Nuquí 1.308 habitantes
(24,23%). Al intervalo entre 16 y 24 años corresponden los menores porcentajes
poblacionales: 18,99% en Bahía Solano y 15,02% en Nuquí. El municipio de Juradó posee
la menor cantidad de habitantes en edades entre 0 y 2 años: 363 (6,88%).
3.2.4.3 Estructura Familiar
Según los datos del SISBEN del año 2008, para esta región son representativas las familias
numerosas como suele ser la tendencia en toda la costa del Pacífico colombiano. En el
municipio de Nuquí hay en promedio seis personas por hogar. En los de Bahía Solano y
Juradó las casas son habitadas por entre tres y cinco personas.
3.2.4.4 Crecimiento Poblacional
El el año 2005 el crecimiento poblacional en los tres municipios costeros de está región se
estimó en bajo nivel. La tasa de crecimiento poblacional del municipio de Jurado para la
zona urbana es de 0.015% y para la rural de -0.272%. En 2005 la población total registrada
por el DANE fue de 5.275 habitantes. El Municipio de Bahía Solano presenta una tasa de
crecimiento poblacional baja, estimada en 0.0068% para la zona urbana y en - 0.725 %
para la rural. En el año 2005 la población total municipal registrada por el DANE fue de
8.139 habitantes. El municipio de Nuquí presenta igualmente una tasa baja de crecimiento
poblacional, estimado en -0,00072438 % para la zona urbana y en -1,143293% para la
rural. En el año 2005 la población municipal registrada por el DANE fue de 5.353
habitantes.
3.2.4.5 Condiciones de Vida
Las estadísticas muestran que los tres municipios costeros poseen calificaciones muy bajas
en los indicadores sobre necesidades básicas insatisfechas. En Bahía Solano no existe
ningún estudio que permita identificar fácilmente la estructura socioeconómica de la
población; se conserva una estructura asimilable a no superior a la de estrato uno (1),
exceptuando a la población que vive de la actividad hotelera y a unas cuantas familias de
63
comerciantes. En Nuquí las estadísticas muestran una población 59,74% de necesidades
básicas insatisfechas y en Jurado 67.23%. El municipio de Bahía Solano registra un 71% de
la población en el nivel 1 y 2 del SISBEN. Se estima que 2.300 personas no alcanzan a ser
cubiertas por el plan obligatorio de salud.
3.2.5 Uso y Tenencia de la Tierra
La gran parte de los pobladores nativos de esta región ha sido propietarios de sus tierras por
herencia de generación en generación. Otros han aprovechado los baldíos de la Nación sin
obtener un título de propiedad (poseen mejoras de los lotes) y otros han vendido sus
propiedades a inmigrantes o a personas que viven en el interior del país. Sin embargo, con
el desarrollo de la ley 70 de 1993 y la reglamentación del Capítulo III en el Decreto 1745
de 1995, mediante el cual se reconoce la posesión ancestral del territorio y se adjudica el
Titulo Colectivo a las Comunidades Negras, así como con la Ley 161 que adjudica los
Resguardos indígenas, la compra-venta de baldíos se ha reducido considerablemente. A
continuación se relaciona el territorio perteneciente a comunidades étnicas (Ver tabla 9 y
10) (Anexo 6.Tenencia de Tierra).
Tabla 8. Tenencia de la tierra por etnia y municipio en el año 2005
MUNICIPIO INDIGENAS AFRODESCENDIENTES
BAHIA SOLANO 21.448,00 ha 80.245,25 ha.
NUQUÍ 97.220 ha 31.469,872 ha.
JURADÓ 49.568ha. 27.118.5542ha.
Fuente: EOT de los municipios de Jurado, Bahía Solano y Nuquí 2005
Tabla 9. Tendencia de la tierra por organizaciones étnicas
MUNICIPIO LOCALIDAD HA FAM POB
JURADO Concejo Comunitario Mayor Municipio de Jurado 27.118,5542
Consejo Comunitario General de la costa pacífica del
norte del Chocó “Los Delfines”. Primera Etapa
26.089.2266
64
BAHIA
SOLANO
Consejo Comunitario General de la costa pacífica del
norte del Chocó “Los Delfines”
67.327
NUQUI Consejo Comunitario General Del Municipio de
Nuquí – Los Riscales
31.469,872 770 3375
Fuente: EOT de los Municipios de Jurado, Bahía Solano y Nuquí 2005
Se aclara que los ecosistemas de manglar no hacen parte de los territorios colectivos aunque
son entornos de uso diario por ministerio de ley4 (artículos 3, 42 Y 51 del Decreto-Ley
2811 de 1974 Código de Recursos). En estas áreas claramente definidas existe un aspecto
fundamental y es la noción y el ejercicio de la propiedad (Rivera, 1997).
3.3 Marco Institucional (Anexo 7. Función de las Instituciones)
3.3.1 Nivel Nacional
A nivel nacional es el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible el organismo rector
de la gestión del medio ambiente y de los recursos naturales renovables, está encargado de
impulsar una relación de respeto y armonía del hombre con la naturaleza y de definir las
políticas y regulaciones a las que se sujetarán la recuperación, conservación, protección,
ordenamiento, manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el
medio ambiente de la Nación para asegurar el desarrollo sostenible.
La Dirección de Asuntos Marinos Costeros y Recursos Acuáticos de este ministerio es la
encargada de conservar la biodiversidad marina, costera e insular y sus servicios y
fortalecer la institucionalidad y la organización pública, privada y social para el manejo
marino, costero e insular.
El Instituto de investigaciones marinas y costeras “José Benito Vives de Andréis –
INVEMAR es una Corporación Civil sin ánimo de lucro regida por las normas del derecho
4Ministerio de ley: Uso de recursos naturales renovables de una fuente natural sin necesidad de permiso según la legislación colombiana, para satisfacer sus necesidades elementales, las de su familia y las de sus animales.
65
privado y en espacial por sus Estatutos internos, vinculada al Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible5, cuya misión primordial es hacer investigación básica y aplicada de
los recursos naturales renovables y del medio ambiente y los ecosistemas marinos y
oceánicos de los mares adyacentes al territorio nacional, emitir conceptos técnicos y prestar
asesoría y apoyo científico al Ministerio, entes territoriales y Corporaciones Autónomas
Regionales con jurisdicción en los litorales.
Otra institución a nivel nacional es la Autoridad Marítima Colombiana - DIMAR encargada
de ejecutar la política del Gobierno en esta materia, contando con una estructura que
contribuye al fortalecimiento del poder marítimo nacional, velando por la seguridad integral
marítima, la protección de la vida humana en el mar, la promoción de las actividades
marítimas y el desarrollo científico y tecnológico de la Nación.
3.3.2. Nivel Regional
En el Departamento del Choco la máxima autoridad ambiental es la Corporación Autónoma
Regional del Chocó - CODECHOCO, institución que conjuntamente con las comunidades
locales impulsan procesos de restauración de manglares, definición de áreas de
conservación y uso sostenible, que permitan el mantenimiento de la base natural y de los
servicios ecosistémicos. Otras instituciones privadas hacen presencia a nivel regional, como
la Fundación Mar viva, está ONG actualmente desarrolla acciones en la región y su objeto
básico es generar información como soporte a los procesos de toma de decisiones sobre el
ordenamiento marino – costero y propiciar el fortalecimiento comunitario para lograr la
participación activa de líderes en espacios de discusión sobre ordenamiento marino, costero
e insular. La Fundación Mar Viva a través de ejercicios de construcción colectiva ha
identificado alternativas y/o incentivos para las comunidades que tradicionalmente se han
relacionado con el ecosistema de manglar con el propósito de disminuir la presión sobre los
recursos que se utilizan por parte de éstas. En los dos últimos años ha venido consolidado y
validado incentivos para la reducción del consumo de leña, para lo cual ha trabajado con
5 De acuerdo con lo establecido en el artículo 18 de la Ley 99 de 1993 y Decreto reglamentario 1276 de 1994, en el marco de lo reglamentado por la Ley 29 de 1990 de Ciencia y Tecnología y por el Decreto Ley 393 de 1991
66
sus socios en la implementación de fogones eco eficientes, logrando una reducción
experimental de hasta el cincuenta por ciento de la demanda de este recurso forestal. De
igual manera ha incursionado en el tema de turismo de naturaleza en el marco de una
estrategia de conservación por parte de la comunidad.
Figura 8. Estructura del marco institucional. Fuente: Producción Propia Evelyn Moreno
LOCALES
NACIONAL
MINISTERIO DE AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE
Coordinación - Planificación – Lineamientos
ACADEMIA INVEMAR – IIAP
CORPORACIONES AUTONOMAS REGIONALES
Entes Territoriales, academia, ONG´S, empresa privada, asociaciones y otras instituciones.
Investigación REGIONAL
DIMAR
NACIONAL
LOCAL
67
3.3.3 Nivel local
A nivel local se encuentran los Consejos Comunitarios Generales, los cuales corresponden
a autoridades étnicas territoriales encargada de garantizar los derechos económicos,
sociales, ambientales y culturales de la comunidades del presentes. Los procesos
territoriales han sido forjados desde esta instancia, como una manera de generar
gobernabilidad y aumentar los niveles de confianza, para el desarrollo efectivo y legítimo
de los diferentes procesos de ordenamiento territorial y planificación ambiental dirigida a la
conservación y al uso sostenible (Basado en la Ley 70).
3.4 Marco Legal
Los manglares son considerados ecosistemas estratégicos ya que juegan un papel
fundamental en el sostenimiento de procesos naturales, sociales, económicos y ecológicos
vitales para el mantenimiento de la sociedad y de la naturaleza. Los múltiples usos del
territorio como el desarrollo agroindustrial, urbano, turístico, demográfico, portuario, entre
otros, han llevado al deterioro o degradación de estos ecosistemas, afectando su estructura y
función, con efectos en los componentes biótico, abiótico y antrópico (Steer et al., 1997;
OIMT, 2002; INVEMAR, 2013).
Con el fin de disminuir estos impactos en la zona costera, se han diseñado e implementado
estrategias que permitan el adecuado manejo de los manglares del país. Entre las estrategias
se incluye la promulgación de una amplia normatividad que rige los usos y actividades que
se pueden desarrollar en estos ecosistemas, la cual entre otros considera:
Que los artículos 8, 79 y 80 de la Constitución Política, señalan que es deber del Estado
proteger la diversidad e integridad del ambiente y planificar el manejo y aprovechamiento
de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación,
restauración o sustitución, así como prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental.
68
Que el artículo 128 del Decreto 1681 de 1978, declaró a los manglares, estuarios,
meandros, ciénagas u otros hábitats similares de recursos hidrobiológicos, como dignos de
protección.
Que el artículo 1 de la Ley 99 de 1993 señala los principios que rigen la política ambiental
colombiana, y en su numeral 2 dispone que la biodiversidad del país, por ser patrimonio
nacional y de interés de la humanidad, deba ser protegida prioritariamente y aprovechada
en forma sostenible.
Que el artículo 2 de la Ley 99 de 1993, dispuso la creación del Ministerio del Medio
Ambiente, hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible como organismo rector de
la gestión del medio ambiente y de los recursos naturales renovables, encargado entre otras
cosas, de definir las regulaciones a las que se sujetarán la conservación, protección, manejo,
uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el medio ambiente de la
Nación, a fin de asegurar el desarrollo sostenible.
Que los numerales 2, 12 y 24 del artículo 5 de la Ley 99 de 1993, establecen como
funciones del Ministerio del Medio Ambiente (Hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible), regular las condiciones generales para el saneamiento del medio ambiente, y el
uso, manejo, aprovechamiento, conservación, restauración y recuperación de los recursos
naturales, a fin de impedir, reprimir, eliminar o mitigar el impacto de actividades
contaminantes, deteriorantes o destructivas del entorno o del patrimonio natural; Expedir y
actualizar el estatuto de zonificación de uso adecuado del territorio para su apropiado
ordenamiento y las regulaciones nacionales sobre uso del suelo en lo concerniente a sus
aspectos ambientales y fijar pautas generales para el ordenamiento y manejo de cuencas
hidrográficas y demás áreas de manejo especial; y Regular la conservación, preservación,
uso y manejo del medio ambiente y de los recursos naturales renovables, en las zonas
marinas y costeras, y coordinar las actividades de las entidades encargadas de la
investigación, protección y manejo del medio marino, de sus recursos vivos, y de las costas
y playas; así mismo, le corresponde regular las condiciones de conservación y manejo de
ciénagas, pantanos, lagos, lagunas y demás ecosistemas hídricos continentales.
69
Que en cumplimiento de las funciones mencionadas, el Ministerio expidió las Resoluciones
1602 de 1995 y 020 de 1996, a través de las cuales se dictaron medidas para garantizar la
sostenibilidad de los manglares de Colombia, se estableció para las Corporaciones
Autónomas Regionales la obligación de elaborar estudios sobre el estado de los manglares
en el territorio de su jurisdicción y propuestas para la zonificación y realización de
actividades en áreas de manglares que serían aprobados por este Ministerio.
Que mediante Resolución 924 de 1997, se establecen los términos de referencia para el
estudio del estado actual de los ecosistemas de manglar y de las propuestas de zonificación,
señalando las actividades específicas que debían ser efectuadas por las Corporaciones
Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible en cuya jurisdicción se encuentren áreas
de manglar. Después de la emisión de este decreto, la Autoridades Ambientales locales
iniciaron dichos estudios, muchos de ellos fueron aprobados por el Ministerio de Ambiente
mediante las Resoluciones 0694/00, 0785/00, 1082/00, 0721/02, 0763/02, 0442/08 y 619/09
(Ver Anexo 8. Resumen de la Normatividad). Por otra parte la Resolución 257 de 1997 se
establecen controles mínimos para contribuir a garantizar las condiciones básicas de
sostenibilidad de los ecosistemas de manglar y sus zonas circunvecinas.
Con relación a políticas, se encuentra la “Política Nacional Ambiental para el Desarrollo
Sostenible de los Espacios Oceánicos y las Zonas Costeras e Insulares” (PNAOCI),
(MMA, 2001), la cual tiene como misión impulsar el ordenamiento ambiental y el manejo
integrado, de tal modo que se incluyan y se reconozcan los ecosistemas marinos y costeros
como parte integral y estratégica del territorio, se establezcan lineamientos ambientales
para el desarrollo de actividades productivas, se formulen e implementen programas y
medidas de conservación, rehabilitación o restauración para contribuir a preservar la
diversidad biológica y garantizar la sostenibilidad de la oferta de bienes y servicios
ambientales y promover el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades locales.
Por otra parte el PND 2014 – 2018, en su decreto 1076 de 2015 dispone en el artículo 207
parágrafo 1, protección de los manglares frente a actividades mineras, exploración,
explotación de hidrocarburos, acuicultura y pesca industrial de arrastre.
70
……Artículo 207. Conservación de ecosistemas de arrecifes de coral. Se dará protección a
los ecosistemas de arrecifes de coral, manglares y praderas de pastos marinos de todas las
zonas marinas de jurisdicción nacional definidos por el “Atlas de Áreas Coralinas de
Colombia” y el “Atlas Las Praderas de Pastos Marinos en Colombia: estructura y
distribución de un ecosistema estratégico”, elaborados por el Instituto de Investigaciones
Marinas y Costeras “José Benito Vives de Andreas”.
Parágrafo 1°. En arrecifes de coral y manglares se prohíbe el desarrollo de actividades
mineras, exploración, explotación de hidrocarburos, acuicultura, pesca industrial de
arrastre y la extracción de componentes de corales para la elaboración de artesanías.
Adicionalmente la PNAOCI (2000) verificar contribuye al mejoramiento de la calidad de
vida de la población colombiana, al desarrollo armónico de las actividades productivas así
como a la conservación y preservación de los ecosistemas y recursos marinos y costeros,
mediante su manejo integrado, contempla en uno de sus programas, la rehabilitación y
restauración de ecosistemas marinos y costeros degradados, y propone formular, concertar
y operar programas de estas características, concentrándose en lugares concretos, con un
enfoque integrado e interdisciplinario. Los manglares hacen parte de estos ecosistemas y
por tanto son objeto de estos procesos de planificación y ordenamiento ambiental.
Por último se cuenta con el “Programa Nacional para el Uso Sostenible, Manejo y
Conservación de los Ecosistemas de Manglar en Colombia”, con el cual a partir de un
“enfoque ecosistémico” y considerando factores ecológicos, económicos y sociales, se
definieron subprogramas, metas y acciones que con carácter prioritario deberían
concertarse y desarrollarse con el fin de avanzar en el ordenamiento, manejo adecuado,
conservación y recuperación de los manglares en Colombia. Específicamente con el
subprograma seis, Restauración y restablecimiento de áreas alteradas y deterioradas de
manglar, se busca la restauración y el monitoreo de las áreas de manglar alteradas,
deterioradas y críticas, identificadas por las comunidades locales y en los estudios
realizados por INVEMAR, las CAR, las CDS y el Proyecto Manglares de Colombia.
71
3.5 Marco Metodológico
3.5.1 Enfoque
La metodología incluye un trabajo social que implemento para la toma de información
instrumentos como son entrevistas semiestructuras y cartografía, social. La enfoque central fue el
desarrollo de la metodología de Ordenamiento Espacial Marino – OEM. A continuación se
desarrolla la descripción metodología desarrollada por la UNESCO 2009.
3.5.2 Descripción Metodológica - Ordenamiento Espacial Marino - OEM (UNESCO,
2009)
Para la Ordenación Espacial Marina existen varias definiciones, sin embargo, la que ha sido
divulgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), lo define como:
“Un proceso público para analizar y asignar una distribución espacial y temporal de las
actividades humanas en áreas marinas, con el fin de alcanzar objetivos ecológicos,
económicos y sociales que han sido especificados por medio de un proceso político.”
Para poder cumplir con la definición se requiere de un enfoque integral para abordar las
actividades que se realizan en el mar y la costa, tales como la pesca, actividades de
recolección, actividades productivas costeras, explotación minera, la contaminación, el
desarrollo no-planificado de infraestructura, la navegación, entre otras. La respuesta está en
un adecuado ordenamiento espacial y temporal de las actividades humanas en las zonas
marino costeras, que contemple la prosperidad de las comunidades e industrias marinas,
asegurando a la vez la conservación de los ecosistemas marinos costeros.
Para lograr un adecuado ordenamiento espacial y temporal es necesario cumplir los
siguientes requisitos:
• A nivel político, es decir fundamentado en un mandato del Gobierno.
• A nivel público, ya que se construye, mantiene y evalúa de manera participativa.
72
• Nivel interdisciplinario, requiere la colaboración y el trabajo de un equipo.
• Ser Integral, incluye las interrelaciones entre las actividades de la zona, las competencias
administrativas y las normas existentes.
•Nivel decisivo, que implica tomar decisiones sobre ubicación espacial y temporal de
actividades humanas en toda la columna de agua.
• Localizado, porque el espacio geográfico está delimitado y es lo suficientemente extenso
para incorporar procesos relevantes de los ecosistemas.
• Ser adaptativo y dinámico, se debe someter a evaluaciones constantes para mejorarlo.
Adicionalmente a los requisitos anteriormente descritos y obtener al final resultados de
decisión aplicada a nivel de planificación y manejo, se requiere cumplir con 10 pasos que
compone la metodología de OEM –UNESCO 2009 y que la hacen integral y completa.
Estos son (Figura 8):
1) Identificación de necesidades y establecimiento de la autoridad
2) La obtención de apoyo financiero
3) Organización del proceso a través de la planificación previa
4) Organizar la participación de los interesados
5) Definir y analizar las condiciones existentes
6) Definir y analizar las condiciones futuras
7) Elaborar y aprobar el plan de ordenación del territorio
8) Aplicación y cumplimiento del plan de ordenación del territorio
9) Supervisar y evaluar el rendimiento
10) Adaptar el proceso de gestión del espacio marino
Estos 10 pasos no son simplemente un proceso lineal que se mueve secuencialmente desde
el paso a paso. Muchos bucles de retroalimentación deben ser incorporados en el proceso.
Por ejemplo, las metas y objetivos identificados a principios del proceso de planificación es
probable que sean modificados, los costos y beneficios de las diferentes medidas de gestión
se identifican más adelante en el plan. La compilación de los datos y la cartografía puede
73
tomar tiempo y recursos. No todos los datos que se recogen serán de utilidad para la
planificación del espacio marítimo y la selección de los mismos será necesaria. Los datos
deben ser objetivos, viables, pertinentes y comparables.
Figura 9. Los 10 pasos de la OEM (UNESCO 2009)
Para el presente trabajo se desarrolló el 5 paso correspondiente al ¨Análisis De Las
Condiciones Actuales¨ en donde se obtiene: 1. Un inventario y mapas de áreas biológicas y
ecológicas importantes en la zona objetivo, 2 Un inventario y mapas de actividades (y
presiones) humanas actuales en la misma zona, 3. Una identificación y análisis de posibles
problemas y compatibilidades entre usos humanos y el medio ambiente.
74
Para la metodología los inventarios son un medio de reunir información sobre la situación
actual del medio ambiente costero marino, con el objetivo de obtener una amplia gama de
información de referencia. El inventario también debe tener en cuenta las tendencias y la
evolución evidente con el fin de dar la capacidad de evaluar las presiones espaciales en una
etapa posterior del proceso de planificación.
Posteriormente se analiza la complejidad de las relaciones entre las actividades humanas y
el entorno natural, las actividades humanas y la intensidad de uso de los recursos y del
espacio geográfico, la presencia, distribución y estado de los principales bienes y servicios
ambientales y elementos de la biodiversidad para su conservación. De este modo, detectar
si existen problemas que se derivan de las incompatibilidades entre las actividades
(intensidad), y los elementos ambientales estratégicos como en este caso el ecosistema de
manglar. A partir de este análisis es posible diseñar unos escenarios futuros que permitan
atenuar y minimizar los conflictos detectados; este procedimiento está orientado a
evidenciar las problemáticas ambientales y sociales de la zona enfocada a los usos y
aprovechamiento del manglar.
Los análisis de las condiciones actuales van a permitir que la información identificada se
incorpore en la planificación y la participación de los interesados puede cambiar en el
tiempo los procesos que se desarrolla. La OEM es un proceso dinámico y los planificadores
tienen que estar abiertos a los cambios porque este evoluciona con el tiempo.
A continuación se presenta el desarrollo de cada objetivo específico a nivel de metodología,
resultados obtenidos y discusión de los mismos.
75
4. RESULTADOS Y ANALISIS 1
DEFINIR LOS USOS DE LOS BOSQUES DE MANGLAR EN EL
CORREGIMIENTO DE CUPICA
4.1 Metodología
Se utilizó información secundaria sobre el diagnostico de Manglar Cupica y se
identificaron categorías previas que fueron la base del análisis del ecosistema y la consulta
de los usuarios.
Para lograr caracterizar el manglar, el uso de estos bosques fue indispensable primero
identificar los usuarios, áreas de uso y caracterizar los usos y determinar la presión ejercida
frente al recurso natural.
4.1.1 Identificación y caracterización de usuarios
Se inició la toma de información con la identificación y caracterización de los usuarios del
Manglar por medio de un censo poblacional (Ver Tabla 10).
Tabla 10. Formato de identificación de usuarios y censo poblacional
NOMBRE EDAD SEXO
LUGAR
UNIDAD
FAMILIAR
NUMERO
PERSONAS
FAMILIA
USO RN
MANGLAR
FRECUENCIA EN LA
ACTIVIDAD
M F DIARIA SEMANA MENSUAL
Posteriormente se identificó y caracterizó espacialmente de las áreas de uso de los bosques
de manglar en el corregimiento de Cupica.
4.1.2 Identificación espacial de las áreas de uso y aprovechamientro del manglar
Posteriormente para lograr la identificación espacial se desarrolló un taller de cartografía
social con las comunidades del área mencionada, para ello se contó con materiales de
dibujo para que los asistentes desarrollaran las siguientes actividades:
76
A. Por grupos se dibujó un croquis de las áreas de manglar, relacionando coordenadas
y la ubicación del pueblo.
B. Se identificaron los usos, las zonas de uso, las de mayor extracción y de fue posible
identificar las características de las áreas.
C. Identificaron las áreas que presentaban posibles problemáticas sociales y
ambientales.
Para está etapa se usó como instrumentos o herramientas la cartografía social, técnica de
trabajo que permite que tanto personas de la comunidad como académicos, profesionales,
funcionarios públicos, y otros actores sociales, se sienten a compartir, discutir y concertar
puntos de vista, información y conocimientos sobre la realidad de un territorio determinado.
La cartografía social es una herramienta útil porque permite que saberes qué normalmente
Foto 1. Mapeo participativo Cupica
Foto 2. Mapeo participativo Cupica
77
son distantes y diferentes se articulen entre sí, creando un lenguaje al alcance de todos: la
representación iconográfica, que personifica la realidad a través de varios medios
expresivos como el dibujo, la pintura o los recortes entre otros. La cartografía social se
soporta sobre la noción de territorio, entendido este desde una perspectiva de la
complejidad, como espacio socializado y culturizado está constituido por múltiples
dimensiones interrelacionadas entre sí a saber: una ecológica, económica, política, cultural,
social e histórica entre otras (Basado en Habbegger, S y Macila I., 2006).
Foto 3 y 4. Actividades de cartografía social desarrolladas con la comunidad de Cupica.
A los usuarios identificados se les realizó la siguiente pregunta, ¿Qué características debe
tener el recurso que usted aprovecha? Por último, se hizo una verificación en campo en
compañía de pobladores locales, se visitaron las áreas identificadas de mayor extracción y
con problemas sociales y ambientales (Ver Tabla 11) y se complementó con información
secundaria.
Tabla 11. Formato de observación en campo
UBICACIÓN
GEOGRAFICA
Ha/PROM DAP/PROM SP No de
Extracciones
OBSERVACIONES
GENERALES
78
Foto 5. Verificación en campo en compañía de pobladores locales, áreas identificadas de
mayor extracción.
4.1.3 Determinar el nivel de aprovechamiento ejercido en los recursos del manglar
Para determinar la presión ejercida, inicialmente se caracterizó cualitativa y cuantitativa los
usos de los recursos de manglar en el corregimiento de Cupica.
Los instrumentos metodológicos fueron un taller de capacitación a diferentes personas
locales con el objetivo de que ellos realizaran el registro de uso del manglar (Ver Tabla 12).
Tabla 12. Formatos de registro para la caracterización de los usos de los recursos naturales
del manglar.
FECHA USUARIO RECURSO USO Sp Zona de Extracción
CANTIDAD PALOS
Ha DAP EN QUE LO CONVIRTIÓ Especifique cantidad
CONSUMO VENTA $ RECIBIDO
TUCOS ASTILLAS VIGAS TABLAS
79
Los registros de datos fueron realizados semanalmente por un periodo de tres meses
durante el primer semestre del año 2012.
Adicionalmente se realizó una entrevista semi-estructurada que permitió caracterizar el uso.
Las preguntas formuladas fueron las siguientes:
1. ¿Cómo selecciona la zona para extraer el recurso?
2. Describa el proceso de preparación para salir a extraer el recurso
3. ¿Cómo es el proceso de extracción? ¿Describa como realiza la actividad de uso
en el ecosistema de manglar?
Foto 6. Realización de encuestas a los pobladores de Cupica y Juradó.
4.1.4 Identificación espacial y caracterización de las áreas de uso de los bosques de
manglar
El proceso metodológico del objetivo de caracterizar el uso en el marco del Ordenamiento
Espacial Marino “OEM” (Ehler y Douvere, 2009; Jiménez, 2013), requirió trabajo de
campo y adaptar y rediseñar la metodología de OEM para obtener la información requerida
en este proceso.
FECHA USUARIO RECURSO USO Sp Zona de Extracción
CANTIDAD DE
CONCHAS
CONSUMO VENTA $ RECIBIDO
80
Para la identificación de las tensiones, el uso de los bosques de manglar fue indispensable
primero identificar las áreas de integralidad ambiental del manglar, los usos y determinar la
presión ejercida frente al recurso natural. Se realizó la diferenciación espacial, herramienta
de manejo que permite dividir un territorio complejo en unidades relativamente
homogéneas de paisaje, teniendo en cuenta características físicas (clima, suelos, geoforma),
biológicas (cobertura vegetal, fauna, etc.) y socioeconómicas (presencia del hombre y sus
actividades). Este ejercicio fue empleado principalmente para separar usos de acuerdo con
las potencialidades de los ecosistemas y las necesidades de los usuarios, conduciendo
finalmente al desarrollo sostenible del área ordenada.
En el marco del proceso metodológico del Ordenamiento Espacial Marino se examinó la
integralidad del ecosistema de manglar, para esto se identificaron las áreas de acuerdo a
los criterios de la (Tabla 13), que categoriza tres tipos de integralidad. Alto, medio y bajo.
Esto va articulado a un Sistema de Información Geográfica de acuerdo con los polígonos de
las zonas de ordenamiento de preservación, recuperación y uso sostenible.
Tabla 13. Criterios seleccionados para la integralidad del Manglar (Fuente: MarViva, 2013)
CRITERIO CALIFICACION
Singularidad y rareza ˂10% Muy alto
11-20% Alto
21-30% Mediano
31-50% Bajo
˃51% Muy Bajo
10
8
6
4
2
Importancia para etapas del ciclo de vida
de las especies
Muy importante
Importante
Importancia media
Poca importancia
Muy poca importancia
10
8
6
4
2
Importancia para especies y/o hábitat
amenazados en peligro o en declive
Muy importante
Importante
Importancia media
Poca importancia
10
8
6
4
81
Posteriormente se representó la fragilidad del manglar e Intensidad de uso de las
actividades humanas a partir de la caracterización de los usos, se elaboró un mapa de
actividades humanas en el manglar de Cupica teniendo en cuenta la cartografía social
elaborada por la comunidad del Corregimiento, a partir de este se identificaron usos y zonas
en donde se concentran varias actividades tanto compatibles como incompatibles entre
ellas. Después de representar el mapa de usos, fragilidad e intensidad de uso para definir las
áreas más críticas, se realizó un tratamiento especial y el análisis de compatibilidades.
La valoración de cada actividad corresponde con la suma del valor asignado a cada uno de
los criterios considerados y categóricamente se establecieron tres tipos de fragilidad. Alto,
medio y bajo como se muestra la tabla 13 de acuerdo a los principios estadísticos de
Muy poca importancia 2
Vulnerabilidad, fragilidad, sensibilidad o
recuperación lenta
Muy alto
Alto
Mediano
Bajo
Muy Bajo
10
8
6
4
2
Productividad biológica Muy alto
Alto
Mediano
Bajo
Muy Bajo
10
8
6
4
2
Diversidad biológica Muy alto
Alto
Mediano
Bajo
Muy Bajo
10
8
6
4
2
Naturalidad Muy alto
Alto
Mediano
Bajo
Muy Bajo
10
8
6
4
2
82
Fundación Mar Viva (2013), la fragilidad se representa en el mapa de intensidad de uso de
las actividades humanas en el manglar de Cupica.
Tabla 14. Valoración de cada actividad a nivel de fragilidad
Fragilidad
del Manglar
Actividades desarrolladas
Ejemplo Cultivos
Ejemplo Extracción
Pesca Vertimientos OTROS
Degradación Persistencia
Nivel de tensión
ambiental
Promedio aritmético
Fuente: Modificado de ERG (2010).
Adicional a la identificación y valoración de actividades antrópicas desarrolladas, estas se
clasificaron en no extractivo, extractivo y militar o industrial (Ver Tabla 14)
Tabla 15. Ejemplo de clasificación de las actividades antrópicas.
NO EXTRACTIVO EXTRACTIVO MILITAR E INDUSTRIAL
• Conservación • Patrimonio marítimo y arqueología • Buceo Turismo • Recreación en playas • Observación de ballenas y
contemplación de naturaleza • Deportes náuticos
• Pesca industrial • Pesca tradicional • Pesca recreativa
• Acuicultura • Energía renovable • Seguridad y defensa de la
soberanía • Comercio y transporte • Minería • Exploración de hidrocarburos
Fuente: Modificado de ERG (2010).
Una vez clasificadas las actividades se procedió a caracterizar cada una en cuanto a
extensión, intensidad y duración (Tabla 17).
83
Tabla 16. Criterios para caracterizar cada una de las actividades.
ACTIVIDADES EXTRACTIVAS
(Pesca artesanal, pesca deportiva, pesca industrial,
etc.)
ACTIVIDADES NO EXTRACTIVAS
(Turismo, transporte, etc.)
ACTIVIDADES ADITIVAS (Contaminación)
• Ubicación geográfica • Cantidad y tipo de especies
capturadas • Cantidad de embarcaciones • Tipo de embarcaciones • Temporalidad • Tecnologías de
almacenamiento • Sitios de entrega • Compañías comercializadoras • Mercados • Movimiento económico
• Ubicación geográfica • Número de servicios ofrecidos al
año • Temporalidad • Cantidad y tipo de embarcaciones • Compañías comercializadoras • Mercados • Movimiento económico
• Ubicación geográfica • Cantidad y concentración
de material vertido/arrojado al medio
• Frecuencia o temporalidad de la actividad
Fuente: Fundación Mar Viva (2010)
Posteriormente se procedió a asignar un puntaje a una escala definida de acuerdo al criterio
de experto, quien leía los datos obtenidos en la caracterización y asignó ese valor para su
incorporación al SIG (Tabla 17).
Tabla 17. Escala definida por criterio para la valoración de cada actividad en extensión,
intensidad y duración.
CRITERIOS VALORACIÓN
Cantidad de usuarios o volumen de
material
Gran cantidad, alta densidad, extracción elevada 6
Cantidad, densidad o nivel de extracción moderado o
medio 4
Poca cantidad, baja densidad o bajo nivel de extracción 2
Frecuencia o temporalidad
Diaria – Cotidianamente 6
Quincenal - Regular a frecuentemente 4
Mensualmente – Esporádicamente 2
Ubicación geográfica Extensa 6
Media 4
84
Reducida 2
Captura (para actividades extractivas)
Alta 6
Medio 4
Baja 2
Fuente: Fundación Mar Viva. Modificada Evelyn Paola Moreno – Nieto 2015
El valor total asignado a cada actividad fue el resultado de la suma de los puntajes
asignados a cada una de las variables (Tabla 17). Los valores asignados a cada actividad
fueron transferidos a los polígonos de las capas de información espacial correspondientes
en el SIG. Después de realizar el mapa de fragilidad, se sumaron los resultados de la matriz
de criterios de intensidad de cada actividad (Tabla 18) y se elaboró un mapa de intensidades
con el objetivo de resaltar las zonas con mayor cantidad de usos y con mayor frecuencia
para ponderar el grado de incompatibilidades que puedan tener dicho impacto en la
actividad, en la integridad y fragilidad del manglar.
Tabla 18. Ejemplo de posibles valores asignados frente a criterios de intensidad.
ACTIVIDAD POLÍGONO
CANTIDAD DE
USUARIOS / UNIDADES
OPERATIVAS/ VOLUMEN
VERTIDO
FRECUENCIA /
TEMPORALIDAD
OTRAS VARIABLE
S
VALORACIÓN
Pesca con línea de mano
A 2 4 4 10 B 1 2 4 7
Captura de moluscos
A 1 1 2 4 B 1 2 2 5
Aprovechamiento de Leña A 2 2 2 6
Fuente: Fundación Mar Viva 2010
Al sobreponer las capas de actividades humanas (e áreas de influencia) y sus respectivas
valoraciones, se obtuvo un MAPA DE ACTIVIDADES ANTRÓPICAS para el área en que
se está realizando la especialización de usos. Posteriormente fue necesario determinar el
nivel de uso ejercido en los recursos del manglar.
85
4.2 Resultados. Definir los usos de los bosques de manglar en el corregimiento de
Cupica.
En total se identificaron en el Corregimiento de Cupica 111 registros de uso de los recursos
del manglar.
4.2.1 Caracterización de los usuarios del manglar
Gráfica 1. Relación de Edades de los usuario del
manglar
Gráfica 2. Porcentaje de Género de los Usuarios
de manglar
Gráfica 3. Porcentaje de persona por unidad familiar
Gráfica 4. Ubicación en la familia de los usuarios
del manglar
Cantidad de Familias
86
El registro en campo dio como resultado que el mayor número de pobladores usuarios del
manglar están en el rango de edad de los 41 a los 60 años de edad, hay otro grupo
predomínate de los 21 a los 30 años (Gráfica 1). El 54% de los usuarios del manglar son
hombres y el 46% mujeres (Gráfica 2). En el núcleo familiar generalmente el usuario del
manglar es el padre cabeza de hogar (Gráfica 3). Las familias usuarias del manglar están en
un 48% de 2 a 4 miembros y un 43% de 5 a 8 miembros (Gráfica 4).
Gráfica 5. Cantidad de uso de los diferentes
recursos de manglar
Gráfica 6. Frecuencia de uso de los recursos
naturales
Gráfica 7. Relación de la actividad productiva principal desarrollada por los usuarios del manglar
Número de eventos Número de eventos
Número de usuarios
87
4.2.2 Identificación espacial de las áreas de uso del manglar
El registro en campo dio como resultado que los usos del manglar más representativos son
el corte de leña y la extracción de cangrejo y piangua (Gráfica 5). 38 de los usuarios del
manglar realizan uso mensual y 32 de los usuarios hacen un uso semanal (Gráfica 6). El
resto de usuarios salen diariamente o quincenalmente. Por otra parte y aunque hay una gran
cantidad de actividades principales de los usuarios como pescador, comerciante, madre
comunitaria, estudiante, aserrador, docente, secretaria, entre otros, los agricultores y ama de
casa son las actividades productivas más representativas dentro de los usuarios de manglar
definidos en la toma de datos (Grafica 7).
Tabla 19. Lista de actividades identificadas por los usuarios del manglar
Posterior a la caracterización de los pobladores quienes aprovechan los recursos del
manglar se identificaron las diferentes actividades que se desarrollan en este ecosistema.
LISTA DE ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN LOS MANGLARES DE CUPICA
1. Aprovechamiento de Piangua 2. Aprovechamiento de Leña y madera 3. Extracción de Cangrejo 4. Extracción de Tasquero 5. Extracción de Caracol 6. Extracción de Jaiba 7. Extracción de Camarón 8. Pesca de línea 9. Cacería de Iguana 10. Cacería de Perico 11. Ecoturismo 12. Investigación 13. Vías de transporte 14. Extracción de Plantas medicinales 15. Botadero de Basuras 16. Depósitos de Vertimientos 17. Tala para madera 18. Minería detrás del manglar 19. Cambios del Suelo por siembra de arroz y coco 20. Pesca con trasmallo, atarraya y lisera
88
Por medio de encuestas, charlas formales y el registro trimestral con los pobladores, se
identificaron las áreas en donde se desarrollan las actividades y sé evidenció que el corte
para leña, la extracción de piangua y cangrejo y la cacería de iguana, son las actividades
más registradas. Adicionalmente se incluyó en el análisis los cultivos, el ecoturismo, el
buceo, la pesca, los vertimientos y la infraestructura, actividades que fueron identificadas
en la actividad participativa de la cartografía social.
A continuación se presentan los resultados y los análisis cartográficos de los
mismos:
Fig
ura
10.
Repr
esen
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Mor
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2016
)
89
4.2.3 Determinar el nivel de aprovechamiento ejercido en los recursos del manglar
El registro mensual de uso realizado en el corregimiento de Cupica identificó las zonas de
mayor uso, correspondientes a: Estero el Puente, E. Chimbalaquera, E. Viejo y E. Resaquita
(Gráfica 8).
Gráfica 8. Identificación de zonas de
mayor extracción registrada por los
usuarios
Gráfica 9. Identificación de zonas de mayor
extracción
Gráfica 10. Relación de Altura y DAP de los árboles de manglar aprovechados por los
usuarios.
Número de eventos extractivos
Cantidad de Eventos
90
Las observaciones en campo permitieron identificar que las zonas de mayor uso para leña
fue el Estero Chaco y para Cangrejo y leña son E. Cangrejo, E. Chimbilaquera y E.
Rogelio. La extracción de Piangua solo se identificó aprovechamiento en el Estero el
Puente y la caza de Iguana fue registrada únicamente en el E. Chimbilaquera (Gráfica 9).
Por otra parte, con relación al aprovechamiento de leña se identificó el estero Rogelio con
mayor altura y DAP. La gráfica 10 muestra una relación directa, entre menor altura y DAP,
menor cantidad de registros de uso (Grafica 10).
Los resultados obtenidos en los registros en campo a nivel de aprovechamiento de los
recursos del manglar en el Corregimiento de Cupica fueron los siguientes:
Gráfica 11. Cantidad por recurso natural
Aprovechado
Gráfica 12. Porcentaje de los recursos de
manglar vendidos y consumidos
Gráfica 13. Registro de uso de manglar
durante los meses de mayo y junio
Gráfica 14. Cantidad de tucos
aprovechados vs pulgadas de DAP
91
Gráfica 15. Cantidad de astillas obtenidas según número de tucos vs pulgadas de DAP
Gráfica 16. Cantidad de Fauna asociada
extraída
Gráfica 17. Identificación de zonas de
extracción de Fauna asociada.
Gráfica 18. Cantidad de fauna asociada
vendido y consumido.
Gráfica 19. Tallas de la Fauna asociada
extraída.
Los análisis de los registros tomados en campo nos muestran que se extrae más especies de
mangle que fauna asociada. La especie más aprovechadas por los pobladores de Cupica es
el mangle rojo y en fauna asociada el cangrejo (Gráfica 11), el 75% de los recursos
Número de Individuos Número de eventos
Número de Individuos
Centímetro
92
extraídos del manglar son consumidos por los pobladores, realmente no hay un comercio ni
mercado establecido (Gráfica 12). Durante los registros, el mes de junio fue el mayor,
mientras que en julio no hubo uso (Gráfica 13). Referente al tema de leña, los pobladores
extraen en mayor cantidad arboles de 4,8 y 12 pulgadas de DAP (Gráfica 14) y obtienen
mayor número de astillas en tucos de 4 y 8 pulgadas (Gráfica 15).
Con relación a la extracción de fauna asociada, lo que más se saca es cangrejo Azul seguido
de jaiba y cangrejo mongote (Gráfica 16). En el Estero Cupica vieja se extraen solamente el
recurso de cangrejo, mientras que la jaiba (Callinectes sapidus) si se consigue en el Estero
Rogelio y en la boca pista (Gráfica 17). Con relación a la venta del producto y el consumo
local, los tres recursos son extraídos más para el consumo local. Hay una comercialización
media del cangrejo azul y la jaiba (Gráfica 18). Sobre el registro de tallas se muestra que el
mayor número de jaibas tiene una talla promedio de 10 y 17 cm mientras que el cangrejo
azul, la jaiba y el cangrejo mongote lo capturan de 17 cm aproximadamente (Gráfica 19).
4.2.4 Identificación espacial y caracterización de las áreas de uso de los bosques de
manglar
4. 2.4.1 Integralidad del Ecosistemas
Para la identificación de áreas de uso y frecuencia, se realizó un análisis de integralidad
del ecosistema (Tabla 20) y teniendo en cuenta la singularidad y rareza, importancia para
etapas del ciclo de las especies y hábitat amenazado, vulnerabilidad fragilidad, sensibilidad
o recuperación lenta, productividad biológica, diversidad biológica y naturalidad. Este
análisis fue desarrollado con la información consignada en el Plan de Manejo del Golfo de
Cupica (Mar Viva 2014).
Tabla 20. Análisis de la Integralidad del manglar de Cupica.
93
94
Fig
ura
11. C
arto
graf
ía d
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2016
)
95
4.2.4.2 Fragilidad del manglar
Posteriormente se analiza la fragilidad de las áreas de manglar a nivel de degradación,
persistencia a y nivel de tensión ambiental, relacionada con la presión y el nivel de
afectación que genera cada una de las actividades desarrolladas en este ecosistema, este
análisis fue basado en el Diagnóstico Integral de la Unidad Ambiental Costera Pacifico
Norte Chocoano UAC – PNCh año 2014, en donde se valoró la afectación potencial de
estas actividades frente a la fragilidad del manglar.
Tabla 21. Análisis de la Fragilidad del Manglar
7.3 6.3 6.3 7.3 8 8
96
Fig
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12. C
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16)
97
Posteriormente se analizó la intensidad con ayuda de los registros y la información en
campo, teniendo en cuenta variables como: cantidad de usuarios, extensión, frecuencia o
temporalidad y captura.
Inicialmente se clasifican las actividades (Tabla 22) y con ayuda de los registros en campo
se analizaron las actividades extractivas (Gráfica 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17,18 y 19) y
posteriormente se caracterizaron las actividad a nivel de extensión, intensad y duración.
Tabla 22. Clasificación de actividades
Con los resultados obtenidos se realiza el análisis de intensidad de uso relacionando las
variables de extensión, intensad y duración (Tabla 23).
Tabla 23. Análisis de intensidad de uso.
NO EXTRACTIVO EXTRACTIVO INDUSTRIAL
Conservación Ecoturismo Investigación
Extracción de Piangua Pesca artesanal Aprovechamiento de Leña Extracción de Cangrejo, Tasquero y Caracol Cacería de Iguana Cacería de Perico Recolección de Jaiba Aprovechamiento de madera
Comercio y transporte
98
Fig
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13. C
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99
4.3 Caracterizar del uso de los manglares en el corregimiento de Cupica.
Foto 7. Manglar del corregimiento de Cupica.
El Corregimiento de Cupica hace parte del Municipio de Bahía Solano que cuenta con un
área total de 13.129 ha. A diferencia de otros pueblos del litoral pacífico, este
corregimiento no está ubicado a lo largo de la playa sino detrás de los manglares y los
esteros, teniendo acceso al mar, a la playa y a los bosques de colinas bajas. Su ubicación
fue consecuencia de una avalancha catastrófica que ocurrió en la población de Cupica a
causa del represamiento del río por un deslizamiento de derrubios en la parte alta,
generando de esta forma una avalancha que arrasó buena parte del poblado y cobró la vida
de varias personas. Tras ello, la población fue reubicada en otro lugar (Alcaldía Municipal
100
de Bahía Solano – IIAP, 2006) y se organizó en 125 viviendas y 1050 habitantes, de los
cuales el 75% son de comunidad negra (EOT, 2005).
Fotos 8 y 9. Poblado Corregimiento de Cupica.
101
Esta población negra al igual que las otras de la costa Pacífica chocoana, han definido
formas particulares de apropiación del territorio y de los recursos naturales, siendo un
espacio de utilización claramente determinado para el desarrollo de variadas actividades
como son la agricultura, pesca, cacería, recolección y extracción, en donde la relación
¨medio-natural- comunidad hace posible la perpetuidad física y social de los pobladores del
corregimiento.
Esta población por estar ubicado detrás de los manglares tiene una relación directa con el
ecosistema, convirtiéndolo en un sistema productivo y estratégico, el cual por años ha sido
una de las principales fuentes de subsistencia de esta poblaciones humanas asentadas
alrededor de 587ha de manglar, en donde se realizan diferentes actividades consideradas
por algunos estudios como actividades adicionales, en razón que son de carácter esporádico
y puede ser realizada o no, sin afectar el mantenimiento del sistema, además se lleva a cabo
cuando las actividades principales (que implican una mayor inversión de tiempo) lo
permiten, por lo tanto, no se puede diferenciar como un sistema productivo (Leesberg y
Valencia, 1992).
Las actividades desarrolladas en los ecosistemas de manglar deben ser consideradas de
aporte secundario, es necesario reconocer que el desarrollo de estas no representa gran parte
del tiempo mensual de los habitantes de Cupica, sin embargo en cada vivienda hay un
responsable encargado de realizar las actividades dentro del manglar. De 1050 habitantes,
se identificaron 18 usuarios del manglar, de los cuales el 54% son hombres y el 46%
mujeres (Gráfica 2).
La mayoría de los hombres la actividad que realizan es la de extracción de leña de mangle
para provisionar el fogón, la fuerza y energía que se requiere en este proceso de extracción
es alta y muchas veces sobrepasa la capacidad de las mujeres, es por esto que ellas
prefieren salir a cortar árboles de tallas bajas o recoger palos secos o conseguir madera
prestada. Por su parte, la extracción de fauna asociada como el cangrejo, piangua y jaiba si
son función y actividades adicionales de las mujeres del pueblo, sin ser exclusiva de ellas,
algunos hombres también se dedican a la extracción y comercialización de cangrejo. Las
102
actividades principales de las mujeres que extraen recursos del manglar son las labores de
la casa como amamantar, preparar los alimentos, cuidar a los hijos, asear la casa, lavar la
ropa, entre otras, en resumen las labores básicas son las de ser madres y esposas (Gráfica
7). En algunas ocasiones participan como acompañantes en las labores de la finca.
La edad es también una aliada para aumentar el número de extracciones por vivienda, las
indagaciones demostraron que las personas que realizan está actividad en mayor
proporción, son los adultos que se encuentran en el grupo etario entre 30 y 60 años de edad
y que generalmente son los jefes encargados de la familia y dedican su actividad principal a
la agricultura o a la pesca (Gráfica 7). Es así que en las viviendas donde habitan adultos se
presenta un mayor número de eventos comparado con las viviendas en donde son los
jóvenes de 20 años los que realizan estas actividades, la cual es a menor escala. Por su
parte los pobladores de la tercera edad realizan esta actividad de forma tradicional pero en
menor proporción, para ellos es una tradición que generalmente la desarrolla otro miembro
de la familia (Gráfica 1).
Generalmente es la cabeza del hogar quien dedica el tiempo a esta actividad, el padre o la
madre, aunque hay familias en donde la madre es la responsable de ir al manglar a extraer
los recursos sin ser la cabeza del núcleo familiar (Gráfica 4). La condición general y
cultural, es que quien va al manglar es el responsables de mantener los miembros de la
familia, igualmente los encargados de llevar el alimento a la mesa (Moreno, 2001).
En el corregimiento de Cupica el 48% de las familias están conformadas de 2 a 4 persona y
el 43% de 5 a 8 integrantes por familia (Gráfica 3); los resultados reflejan que los núcleos
familiares grandes influyen en el consumo de recursos del manglar por unidad familiar, así,
una familia de mayor tamaño requiere en compensación una extracción más alta y más
continua.
Los usos que más se desarrollan en el manglar de Cupica están relacionados con la
extracción de leña y fauna asociada como es el cangrejo azul, el mangote y la jaiba (Gráfica
14). Estas actividades son desarrolladas en mayor frecuencia de forma mensual y semanal.
103
Algunas familias, y dependiendo de la cantidad de extracción, almacenan el recurso para el
mes, lo que trae consigo jornadas largas en el manglar, otras prefieren dedicar menos
horas pero de forma más continua. Un porcentaje medio de los usuarios prefiere salir diario
a extraer el recurso necesario, generalmente lo hacen en zonas cercanas al pueblo y el
tiempo de dedicación es mínimo.
Es importante aclarar que en la identificación participativa con la comunidad de Cupica de
las actividades desarrolladas en el manglar se registraron una total de 18 actividades,
incluida la extracción de fauna asociada (piangua, cangrejo, tasquero, Caracol, Jaiba,
Camarón) y el aprovechamiento de leña y madera. Adicionalmente se identificó la cacería
de iguana, la pesca con línea, trasmallo, atarraya y lisera, el ecoturismo, la investigación,
las vías de transporte fluvial, la extracción de plantas medicinales, el botadero de basuras y
vertimiento y el cambio de uso de suelo para agricultura (Tabla 23). En el registro
trimestral en campo, de eventos de usos en la temporada de mayo a julio, únicamente se
registró la extracción de leña y fauna asociada, que correspondieron a las actividades
desarrolladas. Otras actividades como los tipos de pesca se realizan más en el área marina y
no en los esteros, solo se identificó un área de pesca en la boca de los manglares, pero no
hubo eventos durante la temporada de toma de información. Por su parte, actividades como
vías de transporte, vertimiento y basuras son constantes, por ejemplo los esteros son los
caminos de esta población y aunque hacen parte integral del manglar se usan diariamente y
de forma continua dificultando el registro de eventos, esta actividad tampoco se tuvo en
cuenta en el registro trimestral (Figura 10).
Por lo anterior, la caracterización de usos va ser enfocada en las actividades extractivas
(Tabla 24):
104
Tabla 24. Actividades extractivas identificadas y clasificadas.
4.3.1 Extracción de Leña
Con el fin de determinar el consumo y uso de leña proveniente de especies de mangle por
parte de la comunidad de Cupica, se registró la extracción durante los meses de marzo a
julio de los 18 usuarios del manglar, estos corresponden al 1,7% de los habitantes del
corregimiento, porcentaje bajo de usuarios debido a que el poblado cuenta con energía
eléctrica 24 horas al día y está se encuentra subsidiada, la mayoría de los habitantes utilizan
estufas eléctricas o de gas, el cual se vende en “pipas” por un valor de $60.000 y puede
durar alrededor de 20 a 25 días. La leña de mangle la utilizan como tercera opción, y las
familias que presentan mayores necesidades económicas. No obstante, la leña de mangle es
la favorita cuando se requiere tener una temperatura alta en el fogón para la cocción de
alimentos fritos, sancochos “grandes” o eventos especiales para muchos comensales.
Los usuarios de los recursos del manglar, en este caso extracción de leña para el fogón,
realizan el proceso con diferentes métodos y lógicas específicas que requieren de tiempo,
dedicación y fuerza. Cada uno de los usuarios tienen identificadas las zona posibles de uso,
estos pobladores conocen sus espacios de uso, ¨un mapa mental¨ que construyen a medida
que navegan por los esteros. La navegación por los afluentes internos del manglar es una
EXTRACTIVO
Extracción de Piangua Aprovechamiento de Leña Extracción de Cangrejo, Tasquero y Caracol Cacería de Iguana Recolección de Jaiba Aprovechamiento de madera
105
actividad tradicional de comunicación y transporte que realizan diariamente para lograr el
desarrollo de sus actividades principales y adicionales.
El conocimiento de las zonas de corte por parte de los usuarios se demostró en los
recorridos de observación realizados en la fase de campo, en donde ellos identificaron
esteros como Chaco, Cangrejo, Chimbalaquera y Rogelio como las áreas de mayor
extracción, zonas que coincidieron en gran medida con los registros reportados por los
habitantes durante los tres meses de muestreo, en donde los Esteros Chimbalaquera y
Rogelio fueron los que presentaron alto número de registros de uso (Gráfica 8 y 9). Las
zonas seleccionadas para la extracción de leña tienen características semejantes en cuanto
altura y tipo de bosque, es por esto que los pobladores seleccionan este tipo de bosques para
el suministros de leña, prefieren arboles de lo mejor formados, o como ellos le llaman
¨palos en servicio¨, es decir con tallas ideales para ser cortados, troncos largos, rectos y
lisos porque los hacen más fáciles de tuquear y astillar, que arboles de troncos torcidos. En
la gráfica 10 se muestra la relación de altura y DAP y las mayores tallas se encuentran
ubicadas en el estero Rogelio, Amina, Cangrejo y Chimbilaquera
Foto 8 y 9. Área denominada el Puente.
106
Por otra parte se presentó el mayor número de registros en un área denominada el Puente
(Foto 8 y 9) , la cual no coincide con los requerimiento de tallas por parte de los habitantes,
ya que el DAP es de aproximadamente 8 cm y las alturas no rebasan los 9 metros, es decir
son palos delgados y medianamente alto (Grafica 10).
La razón de que se registren gran número de eventos extractivos en esta zona es porque
muchos habitantes prefieren dedicarle poco tiempo a esta actividad por lo que se desplazan
a la zona más cercana del pueblo y realiza diariamente la extracción.
Como se describió anteriormente la leña para el hogar normalmente la cortan miembros de
la misma familia y generalmente es la cabeza de hogar del núcleo familiar, en pocos casos
se recurre a terceras personas. Según los registros, los usuarios prefieren en gran medida el
mangle rojo por ser arboles de fácil astillado, generan mejor brasa en el fogón y no estallan
de forma repentina cuando están en combustión, lo que se convierte en un peligro para
quien está cerca del fogón soplando la llama.
La mayoría de los usuarios dedican para la corta de la leña 3 horas aproximadamente, esto
depende de la prioridad, el sitio seleccionado para la extracción y de la cantidad de leña de
la que se quieren proveer, procuran estar acompañados por lo menos de un compañero, que
puede ser un miembro de la familia, normalmente aprovechan otras actividades que estén
realizando ya sea agricultura o pesca para aprovisionarse de leña. La mayoría de los
usuarios usan ropa de trabajo que incluye botas, pantalón y camisa manga larga. El primer
paso es preparar las herramientas, amolar el hacha y machete, luego dirigirse al sitio
escogido para la extracción, el recorrido puede ser caminando (zonas cercanas al pueblo) o
en chingo y canalete, esto depende del manejo de los tiempos de marea, dependiendo de la
cantidad de leña a traer y del lugar de suministro, se prefiere trabajar en “puja”, para ir más
lejos en canalete y para facilitar el transporte de las piezas de madera. Los que van a ir
cerca o requieren menos leña, prefieren cortarla en sitios cercanos y en “quiebra” para
poder trabajar en condiciones secas.
107
A medida que se avanza en la embarcación o caminando se va observando y de igual forma
escogiendo los mejores palos ¨palos en que servicios¨ (es decir que no tengan nudos que el
tallo sea recto sin deformaciones), que presenten tallas promedios de 6 a 7 pulgadas y que
la corteza no sea tan roja, para evitar la dureza y un mayor esfuerzo al talar.
Generalmente se escogen los palos cercanos a las orillas, se salta ¨al manglar y dependiente
de la altura de las raíces se ¨despata¨, es decir se corta cada una de las raíces que se
encuentran incrustados en el suelo. La segunda opción es treparse por las raíces al tallo
principal y comenzar la tala. Despatar el mangle implica mayor esfuerzo porque se talan
todas las raíces y además se deben separar del tallo principal: en cambio al subirse se tala
directamente el tallo principal. Después de caer el mangle, se procede a tucar, cortan el
mangle en partes de aproximadamente 3 metros de largo. Para sacarlos abren trocha y lo
cargan al hombro o se arrastra por las ñanglas o se espera a que la marea suba para que los
tucos floten y se embarca.
Luego son trasladados al pueblo, una vez acopiados los tucos, se procede a descortezarlos,
esto puede realizarse antes de transportarlos o en el puerto de desembarco; muchas veces
esta labor la hacen niños con “manducos” que es un trozo de madera rolliza equivalente a
un pequeño “bate”, van golpeando el tronco y la corteza se va desprendiendo.
Posteriormente al descortezado los tucos se acopian, en algunas ocasiones se realiza el
astillado inmediatamente y se almacenan las astillas. En el proceso de astillado se utiliza el
hacha, los tucos se cortan transversalmente quedando de aproximadamente 1 metro de
longitud y las caras de los vértices de forma triangular.
Según los registros se obtuvieron 633 tucos de 12 pulgadas, 133 de 8 pulgadas y 182 de 4
pulgadas, el mayor rendimiento de astillas lo dieron los 133 tucos de 8 pulgadas con un
total de 2177 astillas y los 182 tucos de 4 pulgadas con un rendimiento de 1693 astillas
mientras que los tucos de 12 pulgadas dio un rendimiento de 658 astillas sacadas de 633
tuco (Gráficas 14 y 15) (Fotos 10,11 y 12).
108
Foto 10, 11 y 12. Tucos y astillas de Mangle. Corteza del árbol de mangle.
Don Armando Ruiz usuario de Cupica nos dijo:
¨Lo primero es escoger el palo y seleccionarlo y que no esté enredado con otro y que no se
maltraten los pequeños. El palo seleccionado debe ser largo, grueso y que no tenga nudos,
este debe estar liso y no debe tener horquetas. Cuando está muy alto se sube y corta las
ñanglas, es necesario tener precaución y correrse a un lado cuando va a caer. Se sacan
aproximadamente 5 tucos de 3 metros. Usa todo el árbol, lo carga al hombre, no hace
camino llega por la playa. Cuando llega a la casa astilla toda la leña y aproximadamente
le salen 3 cientos….
109
En Cupica se evidenció el uso de motosierra como lo afirma el Señor Jairo Ruiz…
Yo miro los palos derechos y gruesos que no tengan muchas ramas. Busco que tengan
buena posición, es decir que este fácil de sacar y cómodo para tumbar, preferiblemente
que este bajo. Me trepo 3 metros y corto el palo y miro para donde cae para correrme
hacia el lado contrario. Después de caído lo pelo allá y lo tuqueo en tucos largos. Luego
los tuqueo con motosierra de 50cm y lo astilla por partes, ya en el pueblo, en total saco
aproximadamente 4 cientos. Usa leña y gas, porque está muy caro aproximadamente
$70.000. Cuando se pone la cosa dura entonces debo cortar leña.
Un aspecto preocupante en cuanto al manejo de los árboles para el suministro de leña, es
que prefieren los mejor formados con troncos largos, rectos y lisos porque son más fáciles
de astillar que árboles de troncos torcidos; las ramas tampoco las utilizan porque dicen que
son muy duras para astillar. Esta situación conduce a un proceso de digénesis o perdida de
la calidad genética del bosque porque se extraen los individuos de mejor fenotipo, dejando
los más “débiles” o indeseables genéticamente, llevando paulatinamente al bosque a una
peor condición (Mar Viva, 2014).
Aunque no hay un comercio de astillas de leña fuertemente establecido en el Corregimiento
de Cupica, solo un 25% de los usuarios lo comercializan (Gráfica 12). Los costos
aproximados son: 10 astillas tienen un valor de $2.500.oo, el ciento $25.000.oo. Una
familia que solo cocine con leña consume en promedio 15 astillas por día, lo que significa 4
cientos al me aproximadamente, es decir $100.000.oo/ mes.
En resumen los 18 usuarios del corregimiento de Cupica realizaron 53 registros en donde
aprovecharon 241 palos en servicio durante el mes de marzo y junio (julio no registro
extracciones), la mayoría extraído del Estero del Puente, zona más cercana al pueblo y el
cual tiene unas condiciones de estructura de dap delgados y alturas bajas.
110
4.3.2 Extracción de Madera de mangle
Foto 12. Azoteas, pilotes y paredes de patios de mangle
El mangle es usado para construir azoteas, barbacoas, fogones, trinchas, bases y estructuras
de casas. En Cupica se evidencio el uso de Pelliciera rhizophorae (Piñuelo) en la
construcción de trinchas con palos de aproximadamente 2 pulgadas y de 2 metros de altura,
la alta extracción de está especies se ha desarrollado en las zonas cercanas al corregimiento,
llevando a que los usuarios deban visitar sectores alejados del poblado para conseguir el
material. En Cupica las construcciones de casa en madera de mangle no son evidentes
porque el pueblo fue reconstruido en cemento. En el corregimiento de Tribugá, según el
Señor Franklin Murillo, se requería para la construcción de una casa en madera de mangle:
……4 piñuelos de 10 pulgadas de diámetro y 30 metros de altura. De ellos se sacan 8
soleras de 7 m, 8 más de 6 m, otras 5 de 3.5 m, 9 cintas de 7m, 10 parales de 3.5m, 20
tiambutas de 2m, 8 enrazaduras de 4m y 6 de 2.5 m. La adecuación de las piezas con sus
respectivas medidas se realiza dentro del bosque con machete o motosierra.
111
4.3.2 Extracción de Cangrejo Azul
La Captura de Cangrejo (Cardissoma guarhumi) no se desarrolla durante todo el año, está
se efectúa en la época de lluvias generalmente. Los pobladores deciden como actividad del
día ir atrapar cangrejo, para ello preparan un costal u olla en donde estos son trasladados.
La mejor época es la de lluvias cuando los cangrejos están en época de apareamiento y se
encuentran fuera de la cueva, no están alerta y pierden la agilidad, son fácil de capturar. Los
usuarios entrevistados asumen que los meses de cosecha son de mayo a septiembre.
Dentro de las zonas seleccionadas para la extracción de cangrejo se encuentra el área de
Cupica Vieja. Aproximadamente capturan de 50 a 60 cangrejos de tallas de 9 a 10 cm,
promedios considerados como tallas grandes, cada persona come de 6 a 8 unidades por
comida, muchas veces comparte el producido con la familia de primer y segundo grado. El
precio de una unidad grande es de $1000 y de una unidad pequeña es de $500
El Señor Argelio Ruíz cuenta ¨que la extracción de cangrejos es por periodos. En el
invierno se pierde, es decir, se emboban porque está en apareamiento y se cogen como
levantando piedras. Se capturan de 10 a 20 cangrejos azules. Esto lo usan para 4 comidas.
Generalmente él va al rio Cupica donde empieza la playa…….
En los registros realizados durante el periodo de marzo a junio hubo un reporte de 68
eventos de extracción de fauna asociada con un total de 186 individuos de cangrejo azul,
jaiba y cangrejo mongote, de los cuales 102 fueron cangrejo azul (Gráfica 16). Las zonas de
extracción que se reportaron para fauna asociada fueron: Cupica Viejo, Estero Rogelio y
Boca Pista. El Estero Rogelio es la zona predilecta de los pobladores para este tipo de uso.
Por otra parte y aunque en la Gráfica 18 muestra que predomina el consumo familiar más
que el comercio, en épocas de cangrejo, si hay un movimiento económico entorno a la
comercialización de este producto, generalmente se hace al interior del poblado entre
112
familias pero hay unos usuarios que mueven el producto a Jurado para su venta. Revisando
los registros se puede decir que las tallas de captura son generalmente grandes y oscilan
entre 10 cm y 17 cm su tamaño.
Por último, es importante revisar la afectación de la población ejercida por la presión de
captura en época de copulación, ya que los habitantes usuarios del recurso prefieren por
facilidad de captura extraerlos en esta época del año.
4.3.3 Extracción de Piangua
Foto 13. Señoras pianguando. (Calídris 2017)
La extracción de piangua (Anadara similis y Anadara tuberculosa) es una importante
actividad de autonomía alimentaria (autoconsumo y aportes económicos) de las
comunidades afro-descendientes del Pacífico colombiano, quienes la han explotado
ancestralmente de manera artesanal; la recolección es realizada principalmente por mujeres.
Las comunidades costeras del departamento de Chocó consideran la extracción de piangua
como una actividad cultural por ser oficios ancestrales que han pasado de generación en
113
generación. Son muy pocas las personas que se dedican por completo y de manera
exclusiva a la extracción de piangua. En el corregimiento de Cupica es más una actividad
esporádica de casi toda la población femenina y aumenta la frecuencia de extracción en el
momento en que hay demanda de otros corregimientos, generalmente hacia las cabeceras
municipales donde son vendidas en restaurantes.
Quienes hacen la extracción de piangua como su oficio, trabajar de lunes a sábado,
prefieren las épocas de pujas, asegurando que durante esta temporada llega más piangua a
los manglares, además la condición de puja implica que se puedan desplazar a zonas de
manglar lejanas, las jornadas de extracción son más largas y el retorno a canalete es con
menor esfuerzo; la faena normalmente dura entre 3 y 8 horas.
El uso de la piangua para alimentación sucede de manera esporádica, una vez al mes para
quienes no extraen el recurso, mientras que para quienes viven del recurso el consumo se
hace 1 o 2 veces en la semana. La mayoría consume la piangua macho (Anadara. símilis) y
dejan para la comercialización la hembra (Anadara tuberculosa).
Durante las faenas de recolección de estas, muchas veces extraen otros moluscos para
autoconsumo y en ocasiones por encargo, como es el piacuil (Littoraria spp.). El piacuil se
vende por coca ($2.000) o por libra ($5.000).
El Señor Argelio Ruiz cuenta que en ¨Cupica Vieja y Chimbilaquera son las zonas para
sacar Piangua, en el trupero, yo lo saco con cuchillo… hurgando el barro y uso el
pianguimetro. Me gasto por ahí 4 horas, lo que dura la marea y me llevo zapatos, mi mujer
si anda descalza, cargo un balde o saco para echar las conchas. Generalmente mi esposa
saca 8 docenas, la docena con concha vale $2000 y sacada de la concha... la libra
$10.000, aunque la mayoría no la comemos…. Esto se disfruta por temporadas cuando hay
fuertes verano e inviernos y si se consigue harta, se vende afuera.
114
Foto 14. Pianguimetro (Calídris 2017)
4.3.4 Cacería de Iguana (Iguana Iguana)
Los cazadores que encontramos en estas regiones son de subsistencia, aunque en Cupica
está actividad se ha convertido en una faena para jóvenes que resulta en bicheras (comidas
grupales). Los adultos que realizan la actividad son los mismos agricultores o pescadores,
tradicionalmente las cazan con armas de fuego como es el rifle, escopeta y chispún. Otra
forma es embobándolas con el silbido y atraparlas con una vara larga que tiene un lazo en
forma de ojo, el cual es colocado en el cuello. Los perros son usados para traer la presa.
Las faenas de cacería pueden ser a propósito de día o de noche, pero está actividad es
intercalada con otras actividad, siempre cargan el arma así no vayan de cacería y
aprovechan cualquier oportunidad. Las especies más ampliamente utilizadas son: los
armadillos (Dasypus spp.), el saíno (Tayassu pecari, T. tajacu), el venado (Mazama
115
americana), la guagua (Cuniculus paca) y los agutíes (Dasyprocta spp.); entre las aves
principalmente los crácidos y de los reptiles como las iguanas (Iguana iguana).
Foto 15.Especie que cazan en el corregimiento de Cupica (Dasyprocta spp.)
4.3.5 Cultivos Agrícolas
En el corregimiento de Cupica la agricultura es una actividad productiva muy importante;
entre los principales productos tenemos el plátano, arroz, maíz, yuca, cacao, achín, árbol
del pan, caña, frutales que no se cultivan en grandes cantidades como guayaba, guama,
zapote, almirajó, chontaduro, mango, ciruela, guanábana, marañón, caimito, mamey,
hicaco, borojó, ñame, banano, piña, papaya, limones y el lulo.
La producción de plátano y banano es insuficiente para abarcar la demanda y el arroz
producido es consumido localmente. La agricultura es culturalmente tradicional y se ubica
en los firmes detrás del manglar, cuyos terrenos son llamados fincas y las cuales están
ubicadas cerca de los ríos, canales de transporte y movilidad, que les permite llegar a sus
sitios de trabajo después de recorrer distancias durante 2 o 3 horas de canalete. El esposo en
compañía de su mujer e hijos mayores y en algunas ocasiones otros familiares, visitan
semanal o quincenalmente los cultivos y rozan, preparan terrenos o cosechan la producción
116
la cual transportan desde las cabeceras de los ríos a la costa y es usada para el
autoabastecimiento o para la comercialización a nivel local.
Adicionalmente a la caracterización cualitativa y cuantitativa de las actividades extractivas
prioritarias se realizó un análisis cartográfico que incluyó todas las actividades identificadas
por los pobladores de Cupica en la cartografía social. El objetivo fue definir las mejores
áreas a nivel ecológico en las 589ha de manglar y cruzarlas con los usos presentes en cada
área y la fragilidad que generan estos frente al ecosistema según su presión y afectación.
Para la integralidad de las área de manglar y con ayuda de información secundaria (Mar
Viva 2014) se analizaron las variables de singularidad y rareza, importancia para etapas del
ciclo de las especies y hábitat amenazado, vulnerabilidad, fragilidad, sensibilidad o
recuperación lenta, productividad biológica, diversidad biológica y naturalidad. Por otra
parte se definió la fragilidad del ecosistema con la ayuda de la información consignada en
el documento de la Unidad Ambiental del Pacifico Norte en donde se evaluó la
degradación, la persistencia a y el nivel de tensión (Tabla 25).
El cruce de información nos mostró que actividades como cultivos, extracción de cangrejo,
de leña, de piangua, cacería de iguana, vertimientos e infraestructura presentan un nivel alto
de fragilidad (Figura 13), lo que significa que la actividad genera alta degradación, baja
persistencia y corresponde a una tensión fuerte sobre el ecosistema. Estas actividades esta
ubicadas sobre áreas de manglar de integralidad media y alta, lo que permite concluir que
áreas de manglar con características ambientalmente buenas están siendo afectadas por
actividades humanas que generan impactos fuertes. Actividades como vertimientos e
infraestructura ocupan pequeñas áreas afectando igualmente zonas mínimas. Otras
actividades como la extracción de cangrejo y leña, ocupan mayores áreas y están
distribuidas a largo de las 587ha, depende de la técnica de extracción, la temporalidad, las
cantidades y las especies aprovechadas determinar el nivel de impacto generado.
A continuación se presenta la cartografía que cruza las tres variables, usos, integralidad y
fragilidad:
117
Figura 15. Cartografía de Fragilidad Vs Integralidad. (Producción propia Evelyn
Moreno)
La figura 15 nos identifica cinco zonas en conflicto ambiental que involucra actividades
como cultivos, extracción de piangua y leña y cacería de iguana. Las zonas presentan un
área de 17.7 ha que corresponde a 3% del total de las áreas de manglar, aunque comparado
con el área total es una franja pequeña. Es indispensable identificar la intensidad de uso en
cada una de estas actividades. Por lo anterior y para completar la caracterización de uso del
ecosistema de manglar se realizó un análisis de intensidad de uso (Figura 14), teniendo en
cuenta variable de escala espacial, frecuencia o temporalidad, cantidad de usuarios y
captura (Tabla 23). La valoración de los criterios determina que la extracción de cangrejo,
iguana, pesca e infraestructura presentan niveles medios de intensidad, mientras que el área
de cultivos presenta un nivel alto de intensidad.
118
5. RESULTADOS Y ANALISIS 2
CARACTERIZAR LOS ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS Y
ECOLÓGICO DE LAS ZONAS DE USO DEL ECOSISTEMA DE
MANGLAR EN EL CORREGIMENTO DE CUPICA.
5.1 Metodología
5.1.1 Identificación de problemas socioeconómicos
Los instrumentos metodológicos definidos para determinar las problemáticas sociales
presentes fueron encuestas semi-estructuradas a diferentes pobladores usuarios del manglar,
las preguntas realizadas fueron las siguientes:
1. ¿Ha tenido algún problema cuando aprovecha el recurso? ¿Cuál ha sido la
causa? ¿Continua el problema?
2. Usted considera que los espacios de uso son territorios demarcados.
3. ¿De quién son los manglares?
5.1.2 Identificación de aspectos socioeconómicos y ecológicos de incompatibilidad de
actividades
Adicionalmente y con los resultados de la cartografía social se realizó un mapa de
incompatibilidad de usos que ayudo a determinar las áreas con problemáticas ambientales.
Fue necesario analizar la intensidad y el grado de incompatibilidad de esos problemas para
lograr el Mapa Integral De Problemas Espaciales.
Se realizó un análisis del nivel de incompatibilidad de las actividades presentes en los
polígonos de problemáticas identificados. Dos o tres actividades presentes en un polígono
pueden ser totalmente compatibles, compatibles bajo algunas regulaciones o totalmente
incompatibles (Ver tabla 25).
119
Tabla 25. Ejemplo de matriz de incompatibilidad de usos.
Fuente: Fundación Mar Viva 2010
Incompatible
Compatible bajo
regulaciones/restriccione
s
Compatible
Sin interacción aparente
Áre
a pr
ohib
ida
para
pes
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des
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Ver
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Avi
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ient
o de
bal
lena
s
Pesc
a co
n re
d de
enm
alle
Buc
eo re
crea
tivo
Pesc
a de
porti
va y
recr
eativ
a
Área prohibida para pesca
Parque Nacional Natural
Vertimiento de aguas residuales
Vertimiento de Basuras
Pesca Industrial de red de cerco
Pesca industrial de arrastre
Marina de yates
Pesca con trampas o nasas
Pesca con res de chimchorro
Pesca con línea de mano
Pesca con palangre
Avistamiento de ballenas
Pesca con red
Buceo Recreativo
Pesca Deportiva
120
Se asignó un valor numérico a las categorías establecidas, para adicionar este análisis al
SIG. La metodología recomendó una escala laxa con tres valoraciones:
• Actividades/usos incompatibles: 10
• Actividades/usos compatibles bajo regulación: 5
• Actividades/usos compatibles: 0
• Actividades/usos sin interacción aparente: 0
Las áreas de solapamiento de dos actividades adquirieron uno de los tres valores numéricos
(0, 5 o 10) dependiendo de su grado de incompatibilidad, pero en las áreas donde se solapan
tres o más, los valores fueron sumados, dando resultados de combinaciones con valores
finales más elevados.
La inclusión de los valores aportados por el análisis de magnitud del problema y el análisis
del Nivel de Incompatibilidad en el formato del SIG, alimentó la producción del Mapa
Integral De Problemas Espaciales.
Para analizar la magnitud de problema fue necesario trabajar con una matriz de criterios
tomando como base cinco criterios relacionados con la vulnerabilidad, propuestos por
Halpern et al. (2008), y se incluyeron criterios para evaluar la magnitud del problema (Ver
tabla 21).
Tabla 26. Matriz de criterios
CRITERIOS DEFINICIÓN VALORACIÓN
Extensión o escala espacial
Porcentaje del área influenciada por la actividad
>50% del área Muy alta 10 49 a 30% del área Alta 8 29 a 15% del área Media 6 14-5% del área Baja 4 Menos del 5% del área Muy baja 2
Frecuencia o temporalidad
Regularidad o distribución temporal de las actividades
>80% del tiempo mensual o 7 días/semana
Muy alta 10
79-60% del tiempo mensual o 5-6 días/semana
Alta 8
59-40% del tiempo Media 6
121
mensual o 3-4 días/semana 39- 20% del tiempo, o 2 días/semana Baja 4
<20% del tiempo o <2 días/semana Esporádica 2
Persistencia de los ecosistemas de manglar a los impactos
Grado de persistencia o a la capacidad del ambiente para cambiar, alterarse o perder sus atributos o componentes característicos ante la presión de la actividad
No se altera fácilmente bajo presión baja a moderada, pero sí bajo alta presión
Resistencia moderada 4
Tiempo requerido para rehabilitación
Tiempo que necesita el ambiente para volver a su estado original o previo al impacto
>10 años Recuperación muy lenta 10
8-10 años Recuperación lenta 8
4-7 años Tiempo moderado de recuperación 6
2-3 años Recuperación relativamente
rápida 4
1-2 años Recuperación rápida 2
< 1 año Recuperación muy rápida 1
Número de personas afectadas/beneficiadas
Cantidad de personas que se ven beneficiadas o afectadas ante un eventual cambio
Más de 500 usuarios directos del recurso Muy alta 10
Entre 500 y 200 usuarios directos del recurso
Alta 8
Entre 200 y 100 usuarios directos del recurso
Media 6
Entre 100 y 50 usuarios directos del recurso
Baja 4
Menos de 50 de usuarios directos del recurso
Muy baja 2
Movimiento económico anual por actividad
Cantidad de dinero que se mueve en la economía debido a la actividad
Más de $20.000 Muy alto 10 De $10.000 a $20.000 Alto 8
De $5.000 a $10.000 Medio 6
De $2.000 a $5.000 Bajo 4
Menos de $2.000 Muy bajo 2
Fuente: Modificado Evelyn Moreno / Fuente Fundación Mar Viva. Producción propia
a partir de los criterios de vulnerabilidad definidos por Halpern et al (2008).
122
Cada área y cada actividad se identificó y posteriormente se asignó una valoración
para cada uno de los criterios antes definidos, de acuerdo con la escala presentada en
la anterior matriz.
Tabla 27. Ejemplo de la valoración por área.
Fuente: Fundación Mar Viva 2010.
La suma de todos los valores asignados a cada criterio produjo una valoración total para
determinar la magnitud del problema para cada polígono. Con el análisis del SIG se
encontraron zonas en donde se concentran varias actividades tanto compatibles como
incompatibles entre ellas y se presentó cartograficamente en el Mapa de intensidad de uso
las áreas más críticas que deben tener un tratamiento especial.
CRITERIOS/
VALORACIÓN
1 2 3 4 5
ACTIVIDAD A B C A B A B C D A B A B C
Extensión o escala
espacial 2 8 6 10 8 2 6 8 5 2 6 4 8 2
Frecuencia o
temporalidad 6 4 4 2 4 1 2 0 2 0 8 4
VALORACIÓN
TOTAL POR
ACTIVIDAD
30 31 30 32 36 19 21 28 28 28 20 31 31 22
VALORACIÓN
TOTAL POR
POLÍGONO
91 68 96 48 84
123
5.2 Resultados. Determinar los aspectos socioeconómicos y ecológico de las zonas de
uso del ecosistema de manglar en el corregimento de Cupica
5.2.1 Identificación de aspectos socioeconómicos
Los resultados obtenidos con base a la información tomada en campo por medio de las
entrevistas y referente a la identificación de problemáticas sociales, son los siguientes:
Tabla 28. Resumen de respuestas comunes relacionadas con el tema de conflictos
socioeconómicos.
PREGUNTA RESPUESTAS COMUNES
ALTA MEDIA BAJA
Los pobladores
consideran ¿qué el
manglar es propiedad
de?
La comunidad Del municipio y de la
gobernación.
De la nación. De la nación y el
uso de las
comunidades.
¿Qué conflictos o
problemas sociales
identifica en el uso
del manglar?
No hay problemas
ni conflictos
sociales
No hay conflictos ni
con los indígenas.
Los conflictos en el
pueblo son más por
corrinche, chisme,
por tierras y de
cultivos. Hay
conflicto porque la
gente aprovecha el
piñuelo de la zona del
puente es de 20 m
por 6´´. Este lo usan
para construcción,
trinchas y azoteas
No hay problemas
ni conflictos. A la
comunidad le
molesta que los
indígenas saquen
manglar. Los
indígenas muy
poco usan la leña
de manglar.
124
5.2.2 Identificación de los aspectos socioeconómicos y ecológicos y nivel de
incompatibilidad de actividades presentes en los polígonos de problemáticas identificados.
Con los resultados obtenidos en campo y referidos por los pobladores locales en los
diferentes talleres sociales, se definió la matriz de compatibilidades de actividades (Tabla
29) y se elaboró el mapa de compatibilidades entre actividades para espacializar este tipo de
relaciones y ponderar las áreas que presentan mayor cantidad de conflictos ambientales.
Tabla 29. Matriz de compatibilidades entre actividades
125
A partir del análisis SIG se encontró zonas en donde se concentran varias actividades tanto
compatibles como incompatibles entre ellas. A continuación se presenta el mapa de
compatibilidad entre integralidad de manglares e intensidad de uso (Figura 14) para definir
las áreas más críticas que deben tener un tratamiento especial.
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16. C
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126
Adicionalmente se elaboró la matriz de Valoración de cada actividad en Extensión,
Intensidad y Duración (Tabla 30) y la cartografía correspondiente (Figura 16).
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128
5.3 Caracterizar los aspectos socioeconómicos y ecológico de las zonas de uso del
ecosistema de manglar en el corregimento de cupica
5.3.1 Problemáticas ecológicas
Durante el proceso de caracterización se consideró la compatibilidad de varias actividades
humanas y variables de conservación a partir de la información cartografiada. Esto permitió
identificar las actividades humanas del Corregimiento de Cupica como la compatibilidad
con el hábitat y así mismo la compatibilidad de los elementos bióticos claves.
Durante el proceso de mapeo de las actividades existentes en el área de estudio, se
evidenciaron zonas con una mayor intensidad de uso y que generan conflictos entre
actividades y con el medio ambiente.
El resultado de la matriz de compatibilidades fue obtenido en campo y referido por los
pobladores locales en los diferentes talleres sociales. El resultado se presenta en la Tabla
29. Entre el grupo de los compatibles bajo ciertas restricciones se encuentra vías de
transporte, ecoturismo, cacería de iguana, infraestructura, extracción de leña, de cangrejo,
de piangua y el buceo recreativo.
Entre las actividades incompatibles se relaciona las basuras y los vertimientos, las cuales
están dentro de acciones de contaminación que degradan los sistemas ambientalmente y
afectan la salubridad pública. En el documento de la Unidad Ambiental del Pacífico Norte
identifican los vertimientos tanto de aguas negras como de basuras que afectan los
manglares desde sus servicios ecosistémicos y las especies asociadas a este. De igual
manera los vertimientos afectan considerablemente las playas de anidación de tortugas y las
playas de alimentación de aves. Para contrarrestar estas afectaciones de incompatibilidad de
usos es indispensable desarrollar procesos de manejo y control (Mar Viva 2014).
129
Foto 16. Zonas de manglares como botaderos de basura.
Otra actividad incompatible que hace parte del grupo de sistemas productivos y actividades
principales son los cultivos de arroz, maíz, plátano y caña los cuales indudablemente no
tienen la posibilidad de coexistir con otras actividades. Siendo así, se define que el uso
crítico corresponde a los cultivos, especialmente el de coco, cultivo que generalmente es
desarrollado en las zonas de natales (Mora megistosperma) especies que se encuentra en
peligro. Adicionalmente está actividad genera cambios en el uso del suelo, tala de mangle
para siembra de palmas y por lo tanto desestabiliza estos sectores y propicia suelos
susceptibles a erosión por escorrentía y socavación de orillas. Está es una de las actividades
que no es sostenible ambientalmente con el ecosistema de manglar ya que genera un
aprovechamiento forestal único y un cambio radical de las condiciones del sistema. Para
esto se requiere un compromiso directo de la comunidad de no usar áreas de manglar para
cultivos especialmente el de coco. En cambio actividades de extracción de leña, piangua e
iguana, requieren es un manejo especial y un orden en el aprovechamiento. Estas
130
actividades afectan el ecosistema pero no cambian las condiciones; con ayuda de vedas,
definición de tareas y áreas para el desarrollo de la actividad, manejo de tallas tanto de
piangua como de árboles en servicio, ordenamiento y definición de códigos de manejo local
definido por los pobladores del corregimiento, estas actividades puede coexistir de forma
permanente y sostenible.
Algunas investigaciones (Mar Viva, 2014) y levantamiento de información generadas en la
zona de estudio, explica que el ecosistema de manglar del corregimiento de Cupica presenta
características que categorizan gran parte de sus bosques de manglar en preservación con
142ha y 296 ha de uso sostenible (Figura 17). El anterior criterio de zonificación indica
que los ecosistemas de manglar actualmente no se encuentran en proceso de deterioro
ligado a extracción indiscriminada de madera o fauna asociada u otras actividades, pero si
identifica que pueden haber zonas específicas de constante extracción que están afectando
en alguna medida el deterioro de zonas de bosque, un ejemplo claro es el Estero del Puente
en donde la extracción de piñuelo es evidente y en donde se registran el mayor número de
extracción diarias de leña de mangle, en esta zona anteriormente se pianguaba, cuentas las
señoras del pueblo, que actualmente ellas viven el agotamiento de especies asociadas a
estos ecosistemas en esta zona por la extracción forestal.
Figura 17. Zonificación de los manglares de Cupica (Mar Viva 2014)
131
Finalmente se presenta un mapa de compatibilidad de las actividades de Cupica (Figura
15), en donde se representan cuáles son las zonas más incompatibilidades, las que son
compatibles bajo ciertas restricciones, las compatibles y otras sin relación aparente. En este
mapa se sobreponen las capas de integralidad, fragilidad, intensidad y compatibilidad de
usos, generando zonas de incompatibilidad en áreas donde se desarrollan actividades
tradicionales como la extracción de piangua, leña e iguana. Al combinar las diferentes
variables, áreas en donde se extraen estos recursos, presentan una integralidad media que se
relaciona con una fragilidad alta y una intensidad alta, es decir los ecosistemas tiene una
capacidad media para afrontar diferentes tensores, en este caso la extracción del recursos;
esto es analizado frente a unas actividades que presentan, según los registros comparados
con las otras actividades, un nivel alto de presión sobre el sistema por la cantidad,
temporalidad y continuidad de los eventos de extracción.
Adicionalmente se generó una matriz (Tabla 29) que permitió valorar el nivel de la
incompatibilidad de los usos, definido por criterios de extensión, intensidad y duración. Al
realizar el análisis, nuevamente el resultado se enfocó en la actividad de cultivos como la de
mayor incompatibilidad y las actividades tradicionales que en la anterior matriz se
enmarcaba en incompatibles, bajan a una valoración de nivel medio (Tabla 30).
En resumen, el uso crítico es la actividad productiva de los cultivos los cuales son
categorizados según el análisis en incompatibles, mientras que las actividades adicionales
tradicionales como la extracción de piangua, leña e iguana, son categorizadas en
compatibles bajo ciertas restricciones.
Por lo anterior se sugiere que los pobladores adopten acciones de manejo y control frente al
uso, como (basado Plan de Manejo de Bazán Bocana, 2014):
1. Hacer extracción de madera para reparaciones locativas y procurarse obtener el
máximo de beneficio de cada árbol talado.
2. Prohibir cortar mangle en las orillas de los ríos y esteros
3. Colectar mansa (piangua) por encima de 5 cm
132
4. No arrancar las raíces, ni usar pala o barretón durante las faenas de captura de
cangrejo y/o mansa (piangua).
5. Prohibir la caza de iguana en los meses de febrero y marzo
6. No cazar o colectar hembras preñadas o con huevos·
7. Definir áreas protegidas en donde no se extraigan recursos forestales ni
hidrobiológicos del manglar por minimo10 años.
8. Prohibir tumbar el manglar para establecer cultivos o viviendas.
9. Prohibir botar basura y combustibles
10. Realizar prueba piloto con fogones ahorra leña
11. Evaluar la factibilidad de realizar criaderos de mansa (piangua).
5.3.2 Aspectos Socioeconómicos
Para identificar las problemáticas sociales en el corregimiento de Cupica, se realizaron
encuestas y charlas formales con los diferentes usuarios del manglar, identificando que los
pobladores consideran el ecosistema de manglar un área de uso colectivo para el beneficio
y la subsistencia de las comunidades negras presentes en el área y en donde se integran los
esteros, ejes fundamentales de transporte para ellos. En resume, los Cupiqueños reconocen
que su reproducción física y social dependen de su relación con los recursos naturales y con
el desarrollo de sus actividades tradicionales. Los recursos naturales que se encuentran
alrededor del poblado son definidos por ellos como parte de su territorio, un territorio que
debe ser administrado desde su organización política y social. Es desde aquí que nace la
gobernabilidad del territorio, desde el liderazgo y la autonomía, permitiendo la
coordinación social en los pueblos.
Recordemos que a finales de los 80, el Estado colombiano reivindico los derechos
colectivos a partir de la Constitución de 1991, a los Pueblos Indígenas y Negros en
Colombia se les reconocen sus formas propias de gobierno, se da reconocimiento de sus
derechos ancestrales y por medio de la creación de la Ley 70 del año 1993” reciben una
propiedad colectiva sobre el territorio ancestral (Ley 70 de 1993).
133
Lo expuesto anteriormente impulsó el respeto y protección del medio ambiente resaltando
sus prácticas tradicionales de producción y su relación con el entorno natural, factores
positivos del proceso. Aunque los beneficios de la propiedad colectiva y la jurisdicción de
comunidades negras y de sus consejos comunitarios en cada uno de estos territorios, ha
traído acciones positivas a nivel de conservación y uso sostenible, también ha generado
caos y conflicto frente a la autoridad y posesión del territorio.
Por ejemplo, para la comunidad de Cupica no es claro a quienes les pertenece el manglar, la
mayoría de respuestas fueron enfocadas a una propiedad colectiva en el marco de una
posesión de un territorio y aunque el 100% de los encuestados fueron claros al definir que
no existían problemas sociales entorno al uso del manglar, si hay confusión frente al
reconocimiento de los manglares como bienes públicos, los cuales son extensión de terreno
o espacio territorial cuyo dominio pertenece a la república (Artículo 63 c.n) y su uso
pertenece a todos los habitantes de un territorio.
Si la comunidad de Cupica lo considera como suyo, refiriéndose a suyo, tierra, agua, área
total, quiere decir que nadie más puede vivir o subsistir de los recursos y servicios
ecosistémicos del manglar, solamente los pobladores dueños del territorio. Rivera (1997)
demuestra el aspecto de posesión en la comunidad de Jurubirá, Municipio de Nuquí, en
torno a los derechos de acceso a los espacios de uso. Es así, que los problemas sociales en
Cupica se derivan del sentido de posesión, de los límites de las áreas y de que otro se está
fructificando de un recurso que es mío y de mi familia. Es por esto que Cupica no ha
logrado llegar a acuerdos con la comunidad vecina de Cacique, definiendo hasta donde es
el territorio y no permite que los indígenas de la parte alta del rio Cupica se beneficien de
los recursos del manglar de su territorio. En este caso, el manglar es un bien de uso público
que no hace parte del título colectivo y por lo tanto todas las comunidades aledañas a este
ecosistema por Ministerio de Ley pueden beneficiarse de sus servicios ecosistémicos, pero
no puede adquirir el dominio por prescripción adquisitiva.
134
6. RESULTADOS Y ANALISIS 3.
EXPLORAR ALTERNATIVAS REGIONALES DE USO Y MANEJO DEL
ECOSISTEMA DE MANGLAR.
6.1 Metodología
Para el desarrollo metodológico de este objetivo se realizó un análisis comparativo del
escenario de ordenamiento de la zona de Cupica con el Municipio de Juradó y el Municipio
de Nuquí, esto se desarrolló centrándose en el caso de estudio como un estrategia analítica
con fines no solamente descriptivos sino también explicativos, un procedimiento orientado
con enfoque multiescalar. El Análisis de caso es comprendido como un método de la
investigación comparativa. En este objetivo los resultados son la suma del objetivo 1, 2 y 3
y el análisis será argumentativo que se aplica a esta situación de investigación donde no
existen condiciones para la utilización de otros →Métodos (→Experimento, métodos
estadísticos).
6.2 Explorar alternativas regionales de uso y manejo del ecosistema de manglar
La zona norte del pacífico chocoano está conformado por tres Municipios Nuquí, Bahía
Solano y Juradó, los cuales están conformados por diferentes corregimientos que comparten
características ambientales, socioeconómicas, políticas, culturales y tradicionales,
convirtiéndose de esta forma en la región del pacifico norte de Colombia. Para Fals Borda
(1996) la primeria línea teórica es el concepto de región, la cual es determinada por ciertas
características comunes o circunstancias especiales, formando diferentes formas sociales,
que determinan una producción asignada a todas las otras y su correspondiente rango e
influencia¨ y llega finalmente a la región (Marx 1857). Por tanto no se puede entender una
formación social sin expresiones geográficas, políticas y temporales concretas: que se
mueve cada vez en un tiempo, en un espacio y en una estructura social determinada (Marx
1859).
135
Foto 16, 17, 18,19 y 20. Imágenes de la Región – Zona Norte del Pacífico Colombiano
136
Es así que nuestra región del Pacífico norte está conformada por tres formaciones sociales,
Nuquí, Bahía Solano y Jurado, municipios compuestos por comunidades que reproducen
una ideológica, una cultural, una ideográfica y una fuerza de trabajo (Gal listón, 1973).
Aunque estos tres municipios comparten un espacio similar, en un tiempo determinado y en
una estructura social semejante, cada una de estas formaciones sociales está determinada
por tres características esenciales, las cuales son dinamicidad y la historicidad (Lenin
1897). Estos dos criterios van cogidos de la mano con el estudio de formaciones, para que
tenga sentido debe expresarse en lo concreto, esto es, una totalidad social delimitada por la
naturaleza específica de sus articulaciones propias, las cuales permiten la evolución de las
instituciones políticas y sociales locales con sus secuencias de continuidad y discontinuidad
histórica (Lenin 1897).
Todo lo anterior nos conlleva a pensar que las formaciones sociales de nuestra región del
norte del pacífico chocoano pueden tener comportamientos que han sido determinados por
la dinámica y la historia vivida.
Para iniciar vamos hacer un breve recuento de las áreas seleccionadas como formaciones
sociales con sus características básicas. Vale la pena aclarar que los poblados seleccionados
presentan las mayores áreas de manglar, por lo que se considera que hay una estrecha
relación de apropiación y uso del territorio y de los recursos naturales.
Corregimiento de Tribugá: se localiza en el centro del municipio de Nuquí y está situado al
norte de la cabecera municipal, tiene un área de 6.177 hectáreas (Asociación de Consejos
Comunitarios General Los Riscales de Nuquí, 2009). Tiene una población de 180
habitantes (Alcaldía Municipal de Nuquí, 2013) distribuidos en 38 viviendas (Fundación
Mar viva, 2013). Ostenta la mayor extensión de ecosistemas de manglar en todo el
municipio, con 1.626 hectáreas.
Corregimiento de Cupica: El Corregimiento de Cupica hace parte del Municipio de Bahía
Solano y cuenta con un área total de 13.129 ha, a diferencia de otros pueblos del pacifico
137
litoral, este corregimiento no está ubicado a lo largo de la playa sino detrás de los
manglares y los esteros, está organizado en 125 viviendas y 1050 habitantes (EOT, 2005).
Cuenta con el área más grande de manglares del Municipio de Bahía, 587ha.
La Juradó la Cabecera: hace parte del municipio de Juradó y cuenta con 57781 ha, está
organizado en 389 viviendas y 3881 habitantes (DANE 2005). Cuenta con el área más
grande del Municipio 3300ha.
Como se puede observar, estos tres sitios que hacen parte de la misma región tienen
características diferentes a nivel de tamaño y población, siendo Juradó el más extenso,
seguido de Cupica y por ultimo Tribugá. Son comunidades negras de cultura anfibia y con
influencia ambiental de los ecosistemas de manglar, un complejo de conductas, creencias y
prácticas relacionadas con el manejo del ambiente natural, contiene elementos ideológicos
y articula expresiones psicosociales, actitudes, prejuicios, supersticiones y leyendas que
tienen que ver con los ríos, ciénagas, estuarios, playones, el monte y la selva tropical.
Adicionalmente incluyen instituciones afectadas por la estructura ecológica y la base
económica del trópico, como el poblamiento lineal por las corrientes de agua, las formas y
medios de exploración de recursos naturales, y algunas pautas especiales de tenencia de
tierras. Tiene también su propia dinámica que a su turno, acciona sobre la infraestructura de
la región, esto también está influenciado por el lado ideológico y lo económico, aunque las
transformaciones de este componente cambien con el tiempo y la incidencia de fuerzas
sociales externas (Marx 1853).
En el capítulo 4 se presentó la descripción específica del uso del manglar de Cupica, la cual
es muy similar a la del corregimiento de Tribugá a nivel de actividades de uso, técnicas,
especies aprovechadas y comercio. La diferencia es que en esta comunidad se estima que el
72,2% de los hogares cocina con leña de mangle, mientras que en Cupica solo el 1.7% de la
población es usuaria del manglar. Cupica es demográficamente más poblada y el uso del
mangle es menor comparado con Tribugá. Las especies empleadas con mayor frecuencia
para tal propósito es el mangle blanco (Rhizophora harrisonni) y el mangle rojo
(Rhizophora mangle), en ambos poblados. Un porcentaje significativo de hogares se
138
encargan de proveer su propia leña y la actividad es desarrollada por el padre en mayor
medida, al igual que en Cupica. Por otra parte la comercialización de astillas en Tribugá es
un negocio comercial que puede dejar una ganancia al mes entre $164.083 a $328.167
pesos, en función de la frecuencia de extracción, regular o intensiva, mientras que en
Cupica es casi nulo el comercio. En Tribugá la cobertura del bosque les permite la corta de
árboles con DAP promedio entre 18 a 33 cm. En cuanto a la extracción de fauna asociada
Cupica es más Cangrejero y Tribugá es mas pianguero, adicionalmente, para este
corregimiento la comercialización de piangua, es un nicho de mercado que genera
movimientos económicos en el pueblo (La información de Tribugá fue basada en Mar viva
2013).
Ahora bien, Juradó es de las tres áreas la que mayor número de hectáreas de manglar
presenta, se debería pensar que su consumo es altísimo teniendo en cuenta que la población
demográfica también es la más alta. Pues bien, en Juradó solo se encontró que ocho
miembros de la comunidad son usuarios del manglar, asegurando que el consumo de leña
es mínimo, no obstante se evidenció, tanto en el bosque como en el movimiento de leña y
los fogones que se evidenciaron, que sigue siendo una práctica generalizada. Lo que sí se
logró comprobar es que prácticamente no hay uso de madera de mangle para estructura de
las viviendas ni para techos ni encierro de patios.
Casi toda la población utiliza “pipas de gas” traídas de panamá por un valor de $60.000.
Con relación a la extracción de fauna asociada, no se registraron eventos (basadas en
encuestas y registros realizados en Jurado).
La pregunta es ¿por qué los pobladores del área que mayor hectáreas de manglar tiene no
vive ni subsiste de él? Restrepo (1996), afirma que los niveles de uso y formas de
utilización de la madera de mangle y del ecosistema por parte de los pobladores de un
corregimiento, dependen de los aspectos demográficos, socioeconómicos y culturales. En
consecuencia, la demanda de la población por el recurso puede ser reflejada por la dinámica
e historia de los pueblos y Galliston (1973) nos define una formación como secuencias
históricas situadas espacialmente, de allí se puede entender que una formación social puede
139
estudiarse como una interacción de regiones vinculadas históricamente y políticamente.
Es así que Juradó tiene una fuerte influencia de Panamá por sus cercanías y una historia
embarrada por el narcotráfico. En años recientes, Juradó se ha convertido en un escenario
vinculado a actividades relacionadas con el tráfico de narcóticos ilegales. Si bien no se
registra la presencia de áreas de cultivo de plantas alucinógenas, ni de lugares de acopio de
narcóticos, ni de sitios de embarque y partida de embarcaciones dedicadas al tráfico
transfronterizo de estupefacientes, la dificultad de acceso, escasa densidad poblacional, las
condiciones económicas de la población, su cercanía a la frontera con la República de
Panamá y el sistema de corrientes marinas, han hecho que indefectiblemente se vea
involucrada directamente en el sistema del narcotráfico y esté influenciada por sus efectos
colaterales.
Es conocido que la costa chocoana al sur de Cabo Corrientes, principalmente del municipio
de Bajo Baudó, es un área en la que se han asentado grupos de narcotraficantes y centros de
acopio de estupefacientes, desde donde son embarcados y transportados en lanchas rápidas
u otros vehículos acuáticos diseñados ad hoc hacia Centro y Norteamérica.
Ocasionalmente, las embarcaciones del narcotráfico sufren accidentes o son interceptadas
por las autoridades de vigilancia y control, ante lo cual sus tripulantes arrojan los alijos de
estupefacientes al mar, los que han sido previamente embalados de forma impermeable y
con dispositivos de flotación.
El sistema de circulación de las aguas marinas en la región conduce, por lo general, los
alijos a la deriva en dirección al norte. Varias embarcaciones de pobladores que se dedican
aparentemente de forma casi exclusiva a la búsqueda y recuperación de alijos de
estupefacientes a la deriva, cuando reciben noticia por parte de informantes de las
estructuras organizadas del narcotráfico acerca de algún incidente que haya provocado que
un cargamento haya caído accidentalmente o haya sido arrojado al mar. Los
narcotraficantes ofrecen aparentemente jugosas recompensas a quienes han recuperado los
alijos y existe una amplia red organizada de informantes en torno al negocio, acompañado a
veces de acciones paramilitares.
140
Algunos corregimientos, principalmente del municipio de Juradó, han visto en años
recientes aumentar la proporción de sus habitantes dedicados en parte o totalmente a la
recuperación de alijos a la deriva, generalmente acompañado de mejoramientos en sus
viviendas y otra infraestructura y la proliferación de electrodomésticos y de embarcaciones
rápidas. Aunque no existen datos sobre la participación del dinero proveniente de las
actividades ilícitas en la economía regional y local, su influencia empieza a reflejarse ya en
un incremento de las desigualdades sociales y económicas de la población y en cambios
culturales en la cotidianeidad de algunos corregimientos.
El ejemplo de Juradó muestra claramente como las dinámicas y la historia hacen que la
formación social se comporte de cierta forma en el marco de una región que comparte
características y similitudes ambientales, socioeconómicas, culturales y tradicionales.
Ahora bien, los manglares son bienes de uso público enfocados a ser ecosistemas
estratégicos y frágiles y que según Ostrom (1990) los define recursos administrados y
poseídos colectivamente están por definición condenados a la sobre explotación y al
deterioro, por la definida Tragedia de los Comunes que ha llegado a simbolizar la
degradación del ambiente, que puede esperarse siempre que muchos individuos utilizan al
tiempo un recurso escaso (Hardín 1968). Si esto es así ¿por qué el manejo participativo de
esta región es un éxito y enmarca excelentes y fuertes procesos de conservación?
Será que el éxito de la formación social de Tribugá tiene que ver con lo que afirma Olso
(1965) ¨A menos que el número de individuos sea muy pequeño, o a menos que exista
coerción o algún otro dispositivo especial para hacer que los individuos actúen a favor de
su interés común, individuos racionales con interés propio no actuarán para lograr sus
intereses comunes o de grupo¨?
O, será que Galliston (1973) explica que una formación social puede estudiarse como una
interacción de regiones vinculadas históricamente y políticamente, que dejan verse como
entes solamente naturales o geográficos para recomponerse como entidades sociales y
141
económicas dinámicas que tienen una base espacial común. Será el tema político, la
gobernanza y la autoridad llevados a través de la historia?
Tribugá es un ejemplo excelente del manejo de los manglares, frente a una comunidad en
donde el 72% subsiste del ecosistema.
El 6 de octubre del año 2001 en el Municipio de Bahía Solano, las nueve comunidades
negras del municipio de Nuquí: Jurubidá, Nuquí rural, Tribugá, Panguí, Coquí, Joví,
Termales, Partadó y Arusí, deciden de forma amistosa y de común acuerdo con la Junta
Directiva de los Delfines, retirarse para agruparse en el Consejo Comunitario General del
Municipio de Nuquí “Los Riscales”. De esta forma busca tomar en sus propias manos la
construcción de futuro y gestión del territorio que ancestralmente han ocupado, y se le
solicitó al entonces INCORA, de forma independiente, la titulación colectiva del mismo.
El Consejo Comunitario General es un paraguas que actúa como órgano o instancia zonal,
que articula y agrupa la participación de los nueve Consejos Comunitarios Locales. Bajo su
coordinación, dirección y administración están las 31.000 hectáreas de territorio colectivo
tituladas bajo la denominación “Tierras de Comunidades Negras” en el golfo de Tribugá, y
vela y garantiza que las funciones que le atribuye la ley 70 de 1993, sus decretos
reglamentarios y las demás que le asigne el sistema de derecho propio, sean cumplidas en
común acuerdo y responsabilidad con los nueve Consejos Comunitarios Locales. Es
importante resaltar que la Junta Directiva General y las Juntas Administradoras Locales
actúan en cordialidad y armonía a la hora de hacer uso, distribución y apropiación del
territorio colectivo y sus recursos naturales. Al interior del Consejo Comunitario General,
existe una Junta Directiva conformada por los nueve representantes legales de los Consejos
Comunitarios Locales por un período de tres años, realiza Asambleas Generales y Zonales
para informar a sus asociados de los avances del proceso, distribuir y elegir los cargos en la
Junta directiva, aprobar los planes, programas y proyectos de la organización, discutir y
aprobar el presupuesto y conformar las Comisiones de Trabajo entre otros. Tiene como
objetivo principal: Impulsar, gestionar e implementar el fortalecimiento étnico,
organizacional, administrativo, territorial, económico y formativo de los Consejos
142
Comunitarios Locales, con el propósito de lograr una organización zonal fuerte y
autónoma, capaz de incidir políticamente en las decisiones de la vida local, departamental y
nacional.
Este equipo de trabajo tiene un liderazgo, autonomía, gobernabilidad y confianza que le ha
permitido construir redes y alianzas operativas y viables de control y manejo, donde todos
los actores reconocen sus respectivas funciones y competencias, logrando alcanzar las
metas de manejo ambiental esperadas por el colectivo, existen ejemplos de alianzas que
van encaminadas a lograr procesos concertados y colectivos de ordenamiento,
conservación, desarrollo y control de las actividades extractivas en ecosistemas de manglar.
La suma de las potencialidades o de las falencias de cada actor, permite una optimización
en el manejo y uso de los recursos humanos, logísticos, y si los hay, financieros.
Plantear un valor para el nivel de relacionamiento entre actores del orden local, tiene
mucho sentido, pues el proceso de concientización sobre la necesidad de esta forma de
trabajo concertado y complementario, está en construcción desde hace varios años.
Halonado por algunas ONG´s y entidades del Estado, se empieza a evidenciar el
reconocimiento de herramientas como los acuerdos y convenios de cooperación, como
mecanismos de apoyo y de trabajo más eficientes, eficaces y transparentes.
Finalmente, la generación de confianza y de reconocimiento mutuo es el factor motivador
más importante y en el que trabajan estos actores locales, pues sin esto, no hay
posibilidades de “Gobernar” y de lograr consensos que lleven al mejoramiento de las
condiciones ambientales. Puede ser que poseer un grupo pequeño como dice Gallinston
(1973) logre un manejo adecuado del bien común, pero tal vez la participación, la
gobernabilidad, el auto reconocimiento y la generación de buenos líderes permitan atender
propuesta bajo intereses comunes dejando a un lado los individuales.
143
7. CONCLUSIONES
1. La comunidad de Cupica identificó una total de 18 actividades, entre las cuales se
incluyó la extracción de fauna asociada (piangua, cangrejo, tasquero, Caracol, Jaiba,
Camarón), el aprovechamiento de leña y madera, la pesca de línea, cacería de
Iguana y Perico, ecoturismo, investigación, vías de transporte, botadero de basuras,
depósitos de vertimientos y cambios del suelo por siembra de arroz y coco. Los usos
y aprovechamientos que más se desarrollan en el manglar de Cupica están
relacionados con la extracción de leña y fauna asociada como es el cangrejo azul, el
mangote y la jaiba.
2. En cada núcleo familiar del corregimiento de Cupica existe un responsable
encargado de realizar las actividades dentro del manglar, generalmente son
Agricultores y Amas de Casa. La edad de los usuarios esta entre los 30 y 60 años.
La actividad de extraer leña de mangle para provisionar el fogón, es realizada por
los hombres por la fuerza y energía que se requiere. .Mientras que la extracción de
fauna asociada como el cangrejo, piangua y jaiba son función y actividad adicional
de las mujeres del pueblo. De 1050 habitantes, se identificaron 18 usuarios del
manglar que corresponden al 1.7% de la población, de los cuales el 54% son
hombres y el 46% mujeres.
3. Los pobladores identificaron los esteros del Chaco, Cangrejo, Chimbalaquera y
Rogelio como las áreas de mayor extracción, zonas que coincidieron en gran
medida con los registros reportados por los habitantes durante los tres meses de
muestreo, en donde los Esteros Chimbalaquera y Rogelio fueron los que presentaron
alto número de registros de aprovechamiento. Se realizaron 53 registros en donde
cortaron 241 palos en servicio durante el mes de marzo y junio (julio no registro
extracciones), la mayoría extraído del Estero del Puente. Con relación a la captura
de cangrejo, la zona seleccionada para la extracción de cangrejo es el área de
Cupica Vieja. Aproximadamente capturan de 50 a 60 cangrejos de tallas de 9 a 10
cm. Se registraron durante el periodo de marzo a junio 68 eventos de extracción de
144
fauna asociada con un total de 186 individuos de cangrejo azul, jaiba y cangrejo
mongote, de los cuales 102 fueron cangrejo azul.
4. El análisis identificó que actividades como cultivos, extracción de cangrejo, de leña,
de piangua, cacería de iguana, vertimientos e infraestructura presentan un nivel alto
de fragilidad y se identificaron cinco zonas en conflicto ambiental que involucra
actividades como cultivos, extracción de piangua y leña y cacería de iguana. Las
zonas presentan un área de 17.7 ha que corresponde a 3% del total de las áreas de
manglar, aunque comparado con el área total es una franja pequeña.
5. La valoración de los criterios determinó que la extracción de cangrejo, iguana, pesca
e infraestructura presentan niveles medios de intensidad, mientras que el área de
cultivos presenta un nivel alto de intensidad y las actividades definidas como
incompatibles se relaciona las basuras y los vertimientos.
6. Se definió como actividad de uso crítico los cultivos, especialmente el de coco,
cultivo que generalmente es desarrollado en las zonas de natales (Mora
megistosperma) especies que se encuentra en peligro. Está actividad está generando
cambios en el uso del suelo, erosión por escorrentía y socavación de orillas y las
actividades relacionadas con extracción de leña, piangua e iguana, requieren es un
manejo especial y un orden en el aprovechamiento. Estas actividades afectan el
ecosistema pero no cambian las condiciones.
7. Los problemas sociales en Cupica se derivan del sentido de posesión y la definición
de límites en las áreas. No es claro para los habitantes ¨el manglar como bien de
uso público¨ y su relación con el título colectivo.
8. El análisis regional de las tres áreas seleccionadas comparten un espacio similar, un
tiempo determinado y en una estructura social semejante, cada una de estas
formaciones sociales está determinada por las dinámicas sociales, culturales y
políticas y los antecedentes históricos.
145
8. RECOMENDACIONES
1. Se requiere actualizar el censo poblacional.
2. Es indispensable realizar un registro continuo y temporal que permita identificar la
intensidad de uso y presión de las actividades más desarrolladas.
3. Se requiere correr los 10 pasos de la metodología OEM – UNESCO 2009, para ser
asertivos en la definición de ordenamiento y estrategias de manejo.
4. La comunidad debería generar códigos internos de manejo que incluyan para el
aprovechamiento de leña, piangua, cangrejo e iguana, acciones concertadas de
manejo como son vedas, definición de tareas y áreas para el desarrollo de la
actividad, manejo de tallas tanto de piangua como de árboles en servicio,
ordenamiento y definición de acciones de recuperación y preservación.
5. Las actividades de cultivo, específicamente el de coco, debería ser evaluado con el
objetivo de identificar la real afectación que genera frente al deterioro de los
manglares el nivel de transformación del uso del suelo
6. Es indispensable aclarar jurídicamente si las de manglares del corregimiento de
Cupica hacen parte del territorio colectivo.
7. Es importante articular la zonificación ambiental de los manglares con los planes de
ordenamiento territorial y pesquero.
8. Se sugiere que los pobladores adopten las siguientes acciones de manejo y control
frente al uso y aprovechamiento del manglar:
• Hacer extracción de madera para reparaciones locativas y procurarse obtener el
máximo de beneficio de cada árbol talado.
• Prohibir cortar mangle en las orillas de los ríos y esteros
• Colectar mansa (piangua) por encima de 5 cm
• No arrancar las raíces, ni usar pala o barretón durante las faenas de captura de
cangrejo y/o mansa (piangua).
• Prohibir la caza de iguana en los meses de febrero y marzo
• No cazar o colectar hembras preñadas o con huevos·
146
• Definir áreas protegidas en donde no se extraigan recursos forestales ni
hidrobiológicos del manglar por minimo10 años.
• Prohibir tumbar el manglar para establecer cultivos o viviendas.
• Prohibir botar basura y combustibles
• Realizar prueba piloto con fogones ahorra leña
• Evaluar la factibilidad de realizar criaderos de mansa (piangua).
9. Se sugiere definir e implementar con ayuda de la Alcaldía de Municipal medidas
para el manejo adecuado de los residuos sólidos y vertimientos.
10. Realizar un estudio que explore los cambios sociales y culturales de la región.
147
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