Porta fidei

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Carta Porta Fidei - Benedicto XVI Año de la fe 2012

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  • 1. PORTA FIDEILa Puerta de la Fe Carta Apostlica Del Sumo PontficeBenedicto XVIcon la que se convoca el Ao de la Fe

2. 1.- La puerta de la de la fe, queintroduce en la vida decomunin con Dios y permite laentrada en su iglesia, estsiempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando laPalabra de Dios se anuncia y elcorazn se deja plasmar por lagraciaquetransforma.Atravesar esa puerta suponeemprender un camino que duratoda la vida. 3. Profesar la fe en la Trinidad -Padre, Hijo yEspritu Santo- equivale a creer en un soloDios que es Amor:El Padre, que en la plenitud de lostiempos envi a su Hijo para nuestrasalvacin.Jesucristo, que en el misterio de sumuerte y resurreccin redimi al mundo.El Espritu Santo, que gua a la Iglesia atravs de los siglos en la espera delretorno glorioso del Seor. 4. 2.- Desde el comienzo de mi ministeriocomo Sucesor de Pedro, herecordado la exigencia deredescubrir el camino de la fe parailuminar de manera cada vez msclara la alegra y el entusiasmorenovado del encuentro con Cristo. 5. La iglesia es un conjunto, y en ella sus pastores,como Cristo, han de ponerse en camino pararescatar a los hombres del desierto y conducirlos allugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo deDios, hacia Aqul que nos da la vida, y la vida enplenitud. 6. 3.- No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luzpermanezca oculta. Como la samaritana, tambin elhombre actual puede sentir de nuevo la necesidad deacercarse al pozo para escuchar a Jess, que invita acreer en l, y a extraer el agua viva que mana de sufuente. Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos conla Palabra de Dios, trasmitida fielmente por la Iglesia, y elPan de vida, ofrecido como sustento a todos los que sonsus discpulos. 7. La enseanza de Jess resuena todava hoy con la mismafuerza: Trabajad no por el alimento que parece, sino por elalimentoqueperdurapara la vidaeterna.Qu tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?Sabemos la respuesta de Jess: La obra de Dios es sta:que creasenel que l haenviado.Creer en Jesucristo es, por tanto, el camino para poderllegar de modo definitivo a la salvacin. 8. 4.- A la luz, de todo esto, he decidido convocar un Ao dela fe. Comenzar el 11 de octubre de 2012, en el 50aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, yterminar en la solemnidad de Jesucristo, Rey delUniverso, el 24 de noviembre de 2013.En la fecha del 11 de octubre de2012 tambin se celebran los 20 aosde la publicacin del Catecismo dela Iglesia Catlica. 9. 5.- He pensado que iniciar el Ao de la fe coincidiendocon el cincuentenario de la apertura del ConcilioVaticano II puede ser una ocasin propicia paracomprender que los textos dejados en herencia porlos Padres conciliares,no pierdan su valor ni su esplendor. Con el concilio se nos ha ofrecido una brjula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza. 10. 6.-La renovacin de la Iglesia pasa tambin a travs deltestimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con sumisma existencia en el mundo, los cristianos estnllamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabrade verdad que el Seor Jess nos dej. El Ao de la fe es una invitacin autntica y renovadaconversin al Seor, nico Salvador del mundo. Dios, enel misterio de su muerte y su resurreccin, ha revelado enplenitud el amor que salva y llama a los hombres a laconversin de vida mediante la remisin de los pecados. 11. Gracias a la fe, esta nueva vida plasma toda laexistencia humana en la novedad radical de laresurreccin. En la medida de su disponibilidad libre, lospensamientos y los afectos, la mentalidad y elcomportamiento del hombre se purifican y transformanlentamente, en un proceso que no termina de cumplirsetotalmente en esta vida. La fe acta por el amor se convierte en un nuevocriterio de pensamiento y de accin que cambia toda lavida del hombre. 12. 7.-Hoy como ayer, l nos enva por los caminos del mundopara proclamar su Evangelio a todos los pueblos de latierra. Hoy es necesario un compromiso eclesial msconvencido a favor de una nueva evangelizacin pararedescubrir la alegra de creer y volver a encontrar elentusiasmo de comunicar la fe. El compromiso misionero de los creyentes saca fuerza yvigor del descubrimiento cotidiano de su amor, quenunca puede faltar. La fe en efecto crece, cuando se vivecon una experiencia de amor que se recibe y secomunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hacefecundo, porque ensancha el corazn en la esperanza ypermite dar testimonio fecundo. 13. As, la fe slo crece y se fortalece creyendo; no hayotra posibilidad para poseer la certeza sobre la propiavida que abandonarse, en un in crecendocontinuo, en las manos de un amor que seexperimenta siempre como ms grande porque tienesu origen en Dios. 14. 8.- Queremos celebrar es te Ao de manera digna y fecunda. Habrs que intensificar la reflexin sobre la fe paraayudar a todos los creyentes en Cristoa que su adhesin al Evangelio sea msconvincente y vigorosa, sobre todo enun momento de profundo cambio comoel que la humanidad est viviendo. Tendremos la oportunidad de confesar lafe en el Seor Resucitado en nuestrascatedrales e iglesias de todo el mundo,en nuestras casas y con nuestrasfamilias, para que cada quien sienta confuerza la exigencia de conocer ytransmitir mejor a las generacionesfuturas la fe de siempre. 15. 9.-Deseamos que este aosuscite en todo creyente laaspiracin a confesar la fe conplenitudy renovadaconviccin, con confianza yesperanza.Ser tambin una ocasinpropicia para intensificar lacelebracin de la fe en laliturgia y de modo particularen la Eucarista, que es lacumbre a la que tiende laaccin de la Iglesia y tambinla fuente de donde mana todasu fuerza. 16. 10.- Quisiera esbozar un camino que sea til para comprendede manera ms profunda no slo los contenidos de la fesino, juntamente con eso, el acto con el que decidimosentregarnos totalmente y con plena libertad a Dios.Con el corazn se cree y con los labios se profesa El corazn indica que con el primer acto que se llega a lafe es Don de Dios y accin de la gracia que acta ytransforma a la persona hasta en lo ms intimo. Profesar con la boca indica, que la fe implica untestimonio y un compromiso pblico. El cristiano no debecreer nunca que la fe es un hecho privado y un compromisopblico. El cristiano no puede pensar nunca que creer es unhecho privado. La fe es decidirse a estar con el Seor paravivir con l. Y este estar con l nos lleva a comprender lasrazones por las que se cree. 17. La misma profesin de fe es un acto personal y al mismo tiempo comunitario.El conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentamiento, es decir,para adherirse plenamentecon la inteligencia y la voluntad a los que propone la Iglesia. El conocimiento de la fe introduce en la totalidad del misteriosalvfico revelado por Dios. 18. 11.- Para acceder a un conocimiento sistemtico delcontenido de la fe, todos pueden encontrar en elCatecismo de la Iglesia Catlica un subsidio precioso eindispensable. Es uno de los frutos ms importantes del ConcilioVaticano II. El beato Juan Pablo II escriba: Este Catecismo es unacontribucin importantsima a la obra de renovacineclesial. Lo declar como regla segura para la enseanzade la fe y como instrumento vlido y legtimo al serviciode la comunidad eclesial 19. Precisamente en estehorizonte, el ao de la fedeber expresaruncompromiso unnime pararedescubrir y estudiar loscontenidos fundamentalesde la fe, sintetizadossistemtica y orgnicamenteen el Catecismo de laIglesia Catlica.Este presenta el desarrollode la fe hasta abordar losgrandes temas de la vidacotidiana. 20. Sin la liturgia y los sacramentos, la profesin de fe no tendra eficacia, pues carecera de la gracia que sostiene eltestimonio de loscristianos.La enseanza delcatecismo sobre la vidamoral adquiere su plenosentido cuando se poneen relacin con la fe, laliturgia y la oracin. 21. 12.- As pues, el Catecismo de la Iglesia Catlica podr ser en este Ao un verdadero instrumento de apoyo a la fe, especialmente para quienes se preocupan por la formacin de los cristianos, tan importante en nuestro contexto cultural.La fe esta sometida ms que en el pasado a una serie de interrogantes que provienen de un cambiode mentalidad, que sobre todo hoy, reduce el mbito de las certezas racionales al de los logros cientficos y tecnolgicos. Pero la Iglesia nunca ha tenido miedo de mostrar cmo entre la fe y la verdadera ciencia no puede haber conflicto alguno, porque ambas, aunque por caminos distintos, tienden a la verdad. 22. 13.- A lo largo de este Ao, ser decisivovolver a recorrer la historia de nuestrafe,quecontempla el misterioinsondable del entrecruzarse de lasantidad y el pecado. Mientras lo primero pone de relieve lagran contribucin que los hombres y lasmujeres hanofrecidoparaelcrecimiento y desarrollo de lascomunidades a travs del testimonio desu vida, lo segundo debe suscitar encada uno un sincero y constante actode conversin, con el fin deexperimentar la misericordia del Padreque sale al encuentro de todos. 23. 14.- El ao de la de fe sertambin unabuenaoportunidad para intensificarel testimonio de la caridad. La fe sin la caridad no da frutoy la caridad sin fe sera unsentimientoconstanteamerced de la duda. La fe y elamor senecesitanmutuamente, de modo queuna permite a la otra seguirsu camino. 24. Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestro amor el rostro del Seor resucitado.Es la fe la que nos permite reconocer a Cristo y en su mismo amor el que impulsa a socorrerlo cada vez que se hace nuestro prjimo en el camino de la vida.Sostenidos por la fe, miramos con esperanza a nuestro compromiso en el mundo, aguardando unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia. 25. 15.- Escuchemos esta invitacin como dirigida a cada unode nosotros, para que nadie se vuelva perezoso en la fe. Ella es compaera de vida que nos permite distinguir conojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace pornosotros. Tratando de percibir los signos de los tiempos enla historia actual, nos compromete a cada uno aconvertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristoresucitado en el mundo. Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es eltestimonio creble de los que, iluminados en la mente y elcorazn por la Palabra del Seor, son capaces de abrir elcorazn y la mente de muchos al deseo de Dios y de lavida verdadera, sa que no tiene fin. 26. Que la Palabra del Seor siga avanzandoy sea glorificada, que en este ao de lafe haga cada vez ms fuerte la relacincon Cristo, el Seor, pues slo en ltenemos la certeza para mirar al futuro yla garanta de un amor autntico yduradero. Nosotros creemos con firme certeza queel Seor Jess ha vencido el mal y lamuerte. Con esta segura confianza nosencomendamos a l; presente entrenosotros, vence el poder maligno, y laIglesia comunidadvisibledelamisericordia, permanece en l comosigno de la reconciliacin definitiva con elPadre. 27. Confiemos a laMadre deDios, proclamadaBienaventurada porque hacredo,este tiempo de gracia. 28. Dado en Roma, junto a San Pedroel 11 de octubre del ao 2011 Sptimo de mi pontificado.Benedicto XVI