Poetas de La Patagonia

download Poetas de La Patagonia

of 61

description

poesia

Transcript of Poetas de La Patagonia

  • Seleccin, Presentacin y Anlisis

    Virginia Rojas Rodrguez

    Voces Silencio

    Poesa en la Patagonia

    en el

  • xopowo buit zdiez, ne daleko at cerdza

    qu bueno es estar aqu, no lejos del corazn

  • Ea seleccin de escritores residentes en la Regin de Aisn se origina en un proceso de madurez alojado hace tiempo y en la ne-cesidad vital de soar y complacer los sue-os. El criterio que utilizo es su conancia en el tiempo: escribir a pesar de la imposi-bilidad de una publicacin, sin la ansiedad de considerar a como un fin en s mismo. En definitiva, es el corazn el que dibuja ca-da uno de los poemas componentes de ee tejido. No son todos los que en, ni en todos los que son, pero participan los que creyeron en ea tarea y me confiaron sus poemas. Otra razn es dejar el silencio en el que nos encontramos en Aisn, silencio que nada dice si no lo interrumpen las palabras; lo elemental es exiir desde nosotros y lo potico es provocar que eas voces se escu-chen y oigan por encima de lo dems.

    Por ltimo, se trata de dar a conocer, donde pueda llegar ee libro, la gente de va-lor que escribe en la Patagonia chilena.

    Presentacin

  • La poesa es una forma de alimentar el eritu, sentimientos que a travs de los vocablos mueran y transforman nuera cotidianeidad. Pero no a todas las personas les gua la poesa; posiblemente, porque es poco entendible para eos tiempos cada vez ms agitados y habituados a resulta-dos efmeros. La aficin por la lrica implica necesariamente leer, releer con paciencia y acuciosidad, en un proceso ms profundo y reflexivo.

    No slo debemos pensar en la escritu-ra sino en la evolucin de a: se trata de depurar las creaciones literarias, mejorar la calidad y encontrar un eilo propio, dndo-le ms tiempo al oficio, ms del que eos escritores le han entregado haa ahora, ya que el rigor y la conancia valen ms que cualquier taller o curso.

    Como hemos vio, la sombra de Neru-da ha sido muy grande para los poetas de ee lado de la cordillera, inclusive eando

    geogrficamente en el borde oriental. Algu-nos de los poetas citados en ea seleccin han salido airosos, pero hay otros que an en bajo su influjo, eeramos que no por mucho tiempo. De igual forma, algunos tie-nen o tuvieron cercana temtica con la co-rriente lrica, cuyo principal exponente es Jorge Teillier.

    Las selecciones o antologas, por di-versas razones, no siempre son objetivas; al contrario, pecan por lo general de subjeti-vas, pues siempre queda alguien voluntaria o involuntariamente fuera de ellas. Por cier-to, a no ser diferente a otras.

    La poesa escogida en ea oportunidad se basa en textos que representen el lugar que vivimos: la Patagonia. Las situaciones expresadas en ellos son auales, contempo-rneas. Sandra Brquez, Ricardo Altamira-no y Trin Sade nos mueran realidades y sentires humanos desde su diversidad. Jos Mansilla nos remonta al pasado agonizante de nueros anceros.

  • Por ltimo, la mirada filosfica que pre-senta Guavo Adolfo Cceres sobre el g-nero humano y su exiencia.

    Incluyo, asimismo, un apartado de Poe-tas Invitados que representa una muera de lo que nos hace diferentes al reo del pas, aunque sus escrituras sean similares a los grandes de las letras chilenas. Eos regis-tran una produccin potica referencial pa-ra la poesa de Aisn y han publicado textos que han enriquecido el acervo cultural local, haciendo que nuera literatura tenga un es-pacio en el dominio pblico.

    En la Patagonia, donde an somos una tierra aislada, hay voces que se entrecruzan con el silencio para amar y expresarse a tra-vs de la poesa.

    Semblanza de Aisn

    La Regin de Aisn se ubica en la Patagonia Chilena, entre Chilo y Magallanes. Carac-terizada por una geografa diversa, la confor-man cerros, cordilleras montaosas, pampas, extensos campos de hielo y un litoral dotado de un gran nmero de islas. La pueblan an impresionantes bosques milenarios y posee variados climas: fro seco en la pampa, fro hmedo en la cordillera y lluvioso en el li-toral.

    Su historia de ocupacin por el Estado y los pobladores chilenos es reciente aos atrs en trminos latos, aunque se sabe que la Patagonia est habitada desde hace diez a doce mil aos aproximadamen-te. En el litoral habitaron los Chono, pueblo canoero ya disminuido a fines del siglo . Los Tehuelche o Aonikenk, en su lengua, habitaron la cordillera y los relieves orienta-les de la pampa: sus ltimos sobrevivientes menguaron drsticamente a fines del siglo

  • y principios del . Hubo asimismo la presencia de Alacalufes o Qaweshqar y Ya-ganes al sur, cerca del Golfo de Penas, en los lmites con la Regin de Magallanes.

    Desde el siglo y hasta principios del siglo , navegantes y exploradores reco-rrieron la zona con diversos motivos. Varios recorrieron la Patagonia Central en busca de la Ciudad de Los Csares, mtica ciudad ha-bitada por espaoles e indgenas, paraso del bienestar econmico y espiritual, adornada con metales preciosos, custodiada por gran-des perros e impregnada de bellezas fsicas y espirituales en una inmutable pervivencia transtemporal. En , Antonio Pigafetta, a bordo de la flota de Hernando de Maga-llanes, designa a los indgenas que ve a su paso como Patagones, al parecer por la esta-tura de stos y por las grandes huellas que dejaban en la nieve. En , Juan Ladrillero zarpa desde Valdivia en una de las primeras expediciones, programada como tal, hacia el territorio austral.

    A principios de , pobladores chile-nos que provienen de Argentina, entran a estos territorios con el objetivo de ocupar tierras sin dueo, en una ocupacin popu-lar que se extender a otros sectores, incluso hasta hoy.

    Sus dilatadas extensiones hacen que viajar de un lugar a otro signifique horas o das. Aqu, el concepto de lo instantneo an no es posible; y las horas en torno a la conversacin, en el cruce del mate solidario, conforman un encuentro humano profundo en la soledad de sus habitantes que, repar-tidos por el territorio, dan vida a una de las regiones menos pobladas del pas.

    Aisn es un conglomerado humano sus-pendido en un tiempo alejado del trfago urbano; distante de la prisa irrespirable de las grandes ciudades, vive un estado de ais-lamiento en que la modernidad se percibe como eje de lo voltil. Aqu, hombres y mu-jeres recuperan el espacio para contemplar la vida sin apuros.

  • [Dijo el poeta]

    D y lo acompaoes mejor morirse

    de dolorque de vergenzay preferible an,

    morirsea que te maten

    y te lloreny te hagan una misay te sigan llorando

    y te recuerdenen algn aniversario

    de tu muertey te lloren

    y te olvideny te olviden.En realidad

    discrepo del poeta.Preferira que euvieras,

    aunque a veceshaa tuvieras ganas

    de morirte de vergenza.Y lloraramos contigo.

    [Y ni siquiera]

    Y ni siquierapisar el polvo

    de la lunay mujeres

    seguirn bailando solasy vendr el silencio

    a buscarmemierioso.

    Mas no me afligeel corazn

    en el intentoporque tengo

    oquedadesen las manos

    donde juo cabeel cuerpo tuyo.

  • [Me ensearon]

    Me ensearonla p con la a

    las tablas de multiplicar,el Mo Cid

    en caellano antiguo,los catetos

    y la hipotenusame recalcaron

    la caridad,la disciplina,

    la libertad de decircualquier cosa

    en cuanto no atentaracontra la ley

    y las buenas coumbres.De eso me acuerdo

    mientras piensoen mi hermana

    bailando solitariasu eterna cueca sola.

    Cardinales

    Inmvil,perplejo,

    anclado en el centro mismode mis soledades,de tanto aorar

    las eeranzas perdidasen el sur,

    ignor las ilusionesque asomaban por el norte.

    Peor an,dej pasar pueas de sol

    en el poniente,esas que son

    amaneceres de otrosen su oriente.

  • [Quizs si sea hora]

    Quizs si sea horade echar

    puertas abajoo

    lanzar por la ventanatodo.

    Ser la horade pararse al finalde la calle abierta

    al mara eerar el sol

    mirandopara atrs

    y acabecon todos los crepsculos.

    Primer delirio

    Si el solfuera un hoyo negro

    qu serade la vida color de rosa,de aquellos ojos verdes

    de serena mirada,del submarino amarillo,

    del lago azul,de las blancas cordillerasy de los rojos copihues?

    Si el solfuera un hoyo negro, la naranja

    tal vezfuera mecnica,

    pero jams naranjay ahora s que s

    los ltimosseran los primeros.

    Si el solfuera un hoyo negro,me ganara siempreel primer premio,

    ira a misa

  • domingo a domingo,sera un latin lover

    y enloquecerapor las berenjenas fritas.

    Ayer,sera maanay t conmigo

    (o yo contigo),no earamos juntos

    ni ahorani en la hora

    de nueras muertes.

    Delirio

    P ara la oscuridadqu importa que la luzviaje a millones de aos

    de metrospor segundo?

    Para tu mano herida,qu vale ms,

    el aroma de la rosao sus einas?

    Para la soledad,qu importa que todos

    quieran viviracompaados?

    Para el aromo en flor,es bello el arco irisy todos sus colores?

    Para el dolor,qu significan

    las claras miradasde los enamorados?

    Desde el punto de viade la luz,

    de la felicidad,

  • de la rosa o del amor,qu importancia tiene

    o tendr algn dala deseeranza

    en la poesa?

    [Me pregunto, a veces]

    Me pregunto, a veces,si te iras a vivir conmigoa Melinka, por ejemplo,

    para ver amanecersoles rosados,para ver caer

    la lluvia horizontalde los inviernos,

    para ver el galope del mardel medioda

    me pregunto a vecessi te iras a vivir conmigoa Melinka, por supueo,para sentir el viento sur

    haa en los huesosy divisar para siempre,

    siemprey siempre,

    el Melimoyu majeuosoa la dianciaamo y seor

    de todos los paisajes.Me pregunto, a veces

  • si te iras a vivir conmigoa Melinka, sin dudarlo

    a adivinarcomo se pone el sol

    al otro lado de la islacada tarde.

    Me pregunto a vecessi te iras a vivir conmigoa Melinka, sin retorno,

    a aorarsi fuera el caso,lo que qued,lo que no fue

    o lo que eera.

    Slo por ser mujer

    Slo por ser mujerpuedo llevarte

    en el ruedo de mi falda,ser el nido de otra vida

    ponerme tu camisaacortarme los veidos,

    ser capaz de cambiarle el paala un nio que no es el mo,

    hacer que nos alcance la comida,llevarte de viaje con un besoreparar en que ya no se ven

    tantas mariposas como antesSlo por ser mujer

    seguir avergonzando a mi madrey podr eerar que me regalen

    una flor.An tendr eeranzas

    en que cada maanatraer algo diferente

    Solo por ser mujertengo claro

    que no quiero tus diplomas paradecorar la casa

  • que quedar todava algo dedignidad,

    seguir creyendo que me amas.Slo por ser mujer

    me ensearon a ser madrean antes de nacer

    [Si ee tiempo]

    Si ee tiempome muera una ventana

    de irespuedo sentir que el cerro

    que e a mi ealdase desliza

    como un barco de papelal comps de la luna

    en atardeceres de amorcuando las parejas allan

    observando desde lejos la ciudad.

  • [Voy a soar]

    V oy a soar que a los hombres del golpe y del azoteles tiemblan las manos antes de dormir,

    slo se les escapan las miradascuando nos ven sufrir

    y a veces alcanzan solamenteel tamao de un zapatorosado antes de morir.

    [Cuando nadie lo decida]

    Cuando nadie lo decidadejar de escribir y leer,

    recordar que ms de una veznecesite comer

    que fui proituta sin sueldoentregando slo un beso

    y mil miradasa cien hombres, menos cien.

  • [Si se alzan las voces]

    Si se alzan las vocesmantente firme,

    es aqu para amar a los elegidos;camina con el alma encajonada,

    no van a verte pasar.Las miradas juegan a hacerse el amor

    aunque haga fro;descbrelas entre las nubes,

    entre los delantales blancos y celees,entre el sol y la lluvia,

    entre algunos uniformesy pelos largos. deja las revias

    para que puedas soar y no te enfermes.Si eres catlica

    puedo ungir tu frente con gotas de semen.Vamos avanzando por ea tierra torturada!

    pasemos encima de los puos apretados,de los ojos vidos de figuras,

    de las voces huecas,de las biblias inventadas,

    de las solteronas vrgenes,de las fruncidas y disfrazadas,

    de los machias y las feminias,

    de la poltica manchada.Tendremos que ir tropezandocon ojos de vidrio y pelucas,

    con voces y risas falsas.Pero, no nos apuremos

    el perfume del amorsin horarios,

    sin piezas de hoteles,se huele a lo lejos.

    Podremos amarnos una eternidadslo con habernos miradoy aunque nunca sabremos

    nueros nombres, es mejor as,porque aqu no hay pasado.

  • [Lima]

    Lima que el brillo de unos ojos

    sea algo tan pasajero,que slo alcanza

    a confundir nuero corazn.

    [Viene llegando la noche]

    V iene llegando la noche con sus ojos de muerto,el da rompe en llanto

    que va acabndose poco a poco,ella no quiere irse

    pero la van hundiendo.Se agita el cabello impregnado

    Y las injurias de los zapatos son mas vacos

    que los de una ramera.El hedor de los vivos

    hace manar sangre de la tierra,sangre de heridas y animales

    sangre de mujer pariendo un hijo.Se van silenciando las voces

    con una mueca cortada, y en algn rincn de todo sigue viviendo el milagro.

  • [El agujero en tu mente]

    El agujero en tu mentelos fsforos cansados

    me hacen pensarque a es mi casa.Quiero eerarte

    mezclando las cosasy quizs pida que no llegues nunca

    para no volver a ponerme trie.Mis ojos, la luz,

    y el rbol de afuera ya son un poco mos,

    cuando decida morirmeno mates a nadie

    que ya los llevo a todos conmigo.

    [Residuos de amor]

    Residuos de amory dolor

    le quedan,as, siempre

    tan inconantescomo el fuego.

    Yo los amo a todos,anhelo acoarme

    con todo los hombresdebajo de la tierra.

  • [El tiempo de mirar e terminando]

    El tiempo de mirar e terminando.Un corazn latiendo aprisa

    no significa nada.Quisiera saber si nada

    significa algo.Sus ojos son muy pequeos

    para tantas erellas.Quise ponerle una entre sus manos

    y no se dio cuenta

    [Una escalera]

    Una escalera,necesitamos una escalera

    para vivir como Dios.A l lo subieron los hombres.

  • [Pienso]

    P iensoque algn da

    volvera la calle,

    que hace cien aosrecorr

    solitario,yt

    ears ahcomo de coumbre

    deslizndote en mis sueos.

    [De pronto]

    De prontola niebla cubre los senderos.

    Luego buscamos un solque disuelva la bruma.

    Y silenciosos miramos la casa.Las gotas de lluvia

    detrs de los cercos.El manzano

    herido por la escarchaque crializa

    nuero aliento terrere.

    La ternura entonceses una simple ventana

    por donde vemoscomo cambian los das.

  • T y yo

    T y yo hemos vivido sin ruido,apenas conociendo nueros pasos

    vivimos tal vez como en el principio:oscuros,

    absorbiendo las hebras del da,guardando nueras voces,

    yendo por los caminos,ciegos y solitarios.Ante nueros ojos

    e el brillo del pezllameando en la tranarencia del mar,

    el gusano horadando el jardn,en busca del aliento,

    y la hierba devorando cuanta luz alcanza,y en el eacio

    la lmpara que te llama aderrotar la noche

    que se obina en seducirte.Vivimos sin salir de casa,

    cerrando puertas y ventanas,con un tragaluz que disuelve

    la majead del mundo yalarga la sombra que nos ata

    a las oscuras formas del deino.

    Ulises

    Ulises me trajo la voz de las sirenas.La voz del mundo devorando sueos,

    atrapando navos y descolgando lamsica que nos llena de inmortalidady nos arrebata los sentidos en abismos

    de quemantes vrtigos.Somos ea realidad. Ee encantamiento

    insoenible. Deino encerradocogiendo en vano las flores que

    los senderos nos regalan al pasar.Se van los siglos atravesando crepsculos,

    recogiendo nuevas auroras,mientras frente al eejo gime

    mi niez ajada,mi barca muda y solitaria.

    Recin entonces me doy cuenta queslo soy una mirada que

    descendi, como una chia leve,pasajera de ese umbral csmico primero.

  • Una eacin del sur

    La eacin tiene un color froy la lluvia es su permanente amiga.

    La gente mueve un vocerocon cadencia provinciana

    y todo se revuelvecon olor a mercado

    amontonandolos ltimos desechos.Un mendigo acecha

    el pan escondido entre manteles.La pena le ea mordiendo los ojos

    y las gotas que caende los techos ferroviarios

    se ponen marchitaspor el ruido del tren.

    Y la luz del corazn del hombreentra como un humo

    hacia la nochey el viento es un viejo

    silbandoen los rincones entumecidos

    de la tarde.

    En la ribera

    En la riberasiempre hay algo que contar,

    desechos, una tareao un sueo por cumplir.

    Los peces que aprendieron mis coumbresson navegantes

    aguardandomis redes en silencio.

    Mi barcacada maanarompe el agua

    y a veces recoadaes un cetceo

    reirandoel grito negro de la tierra.

    Sin embargo,hay remos que saben

    lo que cuea comer en las orillas,ver la tierra

    y comprender que no hemos muertoy como annimos veleros

    ser empujados por sus alasms all de los ojos

    o del tiempo que nos queda.

  • De qu me sirve

    De qu me sirvehaber vivido,

    saludar el rbol,hacer temblar

    una flor entre mis dedos,recorrer el ro

    hurgando sus riberas,deertar en mi cuarto

    con los ojosentumecidos

    y luegoir

    de puerta en puertaconversando

    con todos los amigos?de qu me sirve

    la alegrasuendidaen tus ojos

    con el vientohaciendo rondas

    a la orillade todos los mares?

    de qu me sirve

    si en todo cae luto,si se va la tarde

    lenta,lenta

    y un saludo en la hioriaes un beso a milenios?

    De qu me sirvesi ya idos

    anno somos nada?

  • Si nos encontramos

    Tarde o temprano nos juntamosy bebemos anguiados.

    Los recuerdos nos ponen como nios intranquilosy no deseamos dormir haa fumar el ltimo cigarrillo.

    Las pequeas cosas nos rodeany somos amigos defendiendola larga trieza de los pobres.

    Andamos el pueblo y tocamos sus muros cados;no faltan entonces los amigos,

    ellos en en todos los rinconesy de cada puerta

    salen sus manos saludandoo soeniendo sus paredes

    y cuando las horashan viajado lo suficiente con nosotros

    se nos llena de alegra la triezay nos vamos convencidos que nacimos

    no slo para encontrarnos con la muerte.

    El barrio

    El barrio es el mismo en todas partes,chiquillos saltando como ratasy la tierra llena de coumbres.

    El padre es albail o carpintero.La madre es lavandera.

    Hay que trabajar muy de maanay almorzar a media tripa.

    La ciudad es una seora elegantecon aceras renovadas

    y autos eerando el delicado guante.En cambio, en mi barrio

    e la ratahaciendo su nido,

    compartiendoel pan en la cocina

    a escondidas del gato regalny ms allmi mujer

    cuidando la fiebre del pequeo.

  • En el Paso de los Choiques

    En el Paso de los Choiquesla vida de cada yagn

    vala un montn de pieles

    emboscados caan rojos al mar

    perplejostodava

    preguntan

    por qu

    Cueva funeraria

    Ciegos como eamosvemos ahora la luz

    que brilla en eos cuerposextendidos

    un ojo de cielo miray un temporal de huesos

    nos empuja

    hacia el bosque

    en ma ra a do

  • Chonka

    ella mira asombradaesas ropas de criiano

    con que la vien

    se sienta en el centro de la casay aguanta el humo sobre los ojos

    el agua la humedad la lluviadeshacen lentamentelas ramas circulares

    que la cubren

    [hace horas que nieva]

    hace horas que nievay damos vuelta las palabras

    al comps del crculo que describentodos los caminantes

    blanquea y en los lmites del agua deshechatejemos la red del futuro

    puede nevar asy volver a encontrarnos en ea calle

    con el mismo paradero aonikenkdonde otros habladorescontemplaron la nevisca

    pintados de blancoardiendo de rojocerca del fuego

  • Fotografa

    La sola vezque te vi

    dibuj en tilas lneas del universo.

    No pude ordenar en tu peloel brillo de la luna.

    Ni pude maquillar tu carani hacer mrketin con tu sonrisa.

    La sola vez que te vi lgrimas de siglos

    rodaron por mis ojos.

    Aonikenk dormido

    Yaces extendido,con miras al sol.

    Ningn pensador habra elegidouna mejor poura.

    Y, en ese tmuloque convoca todo tu karma,

    se diseminan piedrasde variada forma.

    Y, en ee entierro,luces e imgenes que provienen

    de la pampa,aterrizan en enlaces brumosos.

    Ni los fatuos fuegos,ni las falsas cruces,

    impedirn que seas invitado eiritualde Koch, ocioso de todos

    los eacios.

  • Con un poco de vino

    Con un poco de vino, pasas sonriente,abandonado,avejentado,haraposo,marginal.

    Con un poco de vino,consigues calentarte,

    afuera la nievey tu cara sonriente

    pensando en fantasasy tu cuerpo encogido

    en un recodo del camino,y la escarcha la niebla,los grados de la botella

    los grados bajo cero.

    Y tu cara sonrientey ee tu ltimo sueo

    aunque no tus ltimas imgenesla lividez del roro

    lo blanco de la desolacin,

    lo eonjoso de las nubesEl torrente de tinto

    abruptamente saliendode un diminuto punto de la tierra

    de una extensa cascadaen el horizonte

  • Pjaro Hudson

    Y qu hacemos con ee pjaro,granduln, geomtrico, irreverente,que ha venido a posarse en ea losa,

    en eas cenizas, en ee gris.

    Reflejo de un tiempo ido,como aquellos que poblaron

    la oscuridad, las otras cenizas,el otro momento de rapaces.

    Y que hacemos con ee pjaroque se ha venido a dormir entre nosotros,

    tercamente gigante, acurrucadoen ee montn de cenizas y cemento.

    Qu hacemos con sus alas,su enorme cuerpo que no reonde,que ensoadoramente nos anuncia,

    la prxima lluvia de piedras y cenizas.

    Y lo peor no es la profecasino cmo lo sacamos

    de su eado adormilado.

    Cmo le explicamos a los otros,lo mgico de su venida,

    lo lejano y lo profundo de su hogar,las incontables mueras

    de su esencia y composicin.Cmo le decimos a los dems

    que no lloren, que el fin no e cerca,que ee pjaro grantico y granulado

    levantar sus alas nuevamentea pesar de la desgracia,a pesar de los oscuroy volver a su abismoall donde el Hudson

    se ennegreci haa vomitar.

    Cmo le contamos a lque su magia, que su belleza,

    slo la vemos nosotros,los dems slo se enceguecen,

    sin ver ni pjaros, ni arena ni cenizas.

    Pjaro Hudson cuando el viento te llevellvate nueras alucinaciones

    y eas palabras que te describierony eas enloquecidas piedras

    que caen sobre nueras cabezas.

  • Lluvia

    La lluvia, la lluvia cida de eos das.La lluvia que convierte en humedad

    todo lo que toca,incluso eas casas

    que ronronean con la humedadcon el verde musgo,

    con el hedor , con lo podrido,con ee maldito olor

    que no me deja,que no se duerme,

    con ea maldita decadencia,con eos seres que ao tras ao

    vuelvo a ver,con cara de sepulcro,

    falsamente dormitandoel sueo de eos das,la amable enajenacin,

    el amable juego del sin sentido,la teatralizacin de los aos,

    los coitos cotidianos,la sonrisa era,

    la hipocresaque resucita, que me alarma,

    que me devuelve a la lluvia,al eado inamovible,

    a la decadencia,ma y de los otros,

    a la decadencia de Puerto Monttdonde no encuentro abrigo ni amparo.

    Tan slo un conmesurable deseode llorar a gritos

    sobre la leche derramada,sobre los granizos que ha dejado la lluvia,

    sobre los vidrios de eerma que dejaron mis noches perdidas,

    mis ansias de ser,mis ansias de fundirme

    y no morir cada vez que veola piel arrugarse,

    la madera enmohecerse,el cielo ennegrecerse,la lluvia dejar de fluir,

    la lluvia, la lluvia, la lluvia

  • Noche marina

    Es noche, hay que danzar sobre esas algasel rumor de los recuerdos

    se renuevan cuando miramosa esos rboles florecidos.

    Como el lado gaado de un eejo.Es noche, hay que danzar sobre esas algas

    salgamos a pasear, termina de secar tus zapatossalgamos, la nieve se funde

    y ahora el sol es nuero enemigo,la nieve nos ha dejado ciegos

    pero hay que seguir,recordar esos rboles florecidos

    que ahora si en,en all, el viaje que no termina

    esas algas, dispalasrecuerda, es todo un sueo

    es noche, duermela fiebre nos rene para siempre.

    En el mismo pueblo donde naces

    Bajo el tedio de las tardesya no reondes

    como la nia que conozco.Ya eerars durmiendo

    la trieza recoada en las ventanas.

    Como el humo que apla las erellastus pies dibujan

    el raro pequeo de los aos.

    As, slo nos baa ocultarnospara ver que es un fantasma

    el ruido de la llovizna,t desapareces,

    ee es el mismo pueblodonde el agua enciende el brillo de las piedras.

    Y somos migas de lucespara iluminar el mundo del dolor,

    t desapareces,como mis manos en el desvelo

    donde no exien ellasdonde no exie ni la oscuridad.

  • Un poeta de fines de sigloDedicado a Gabriela

    Eras como ea lluvia que golpea el techoaldaba en la puerta de la trieza

    siempre llamas a la hora que nada tiene sentidoeres la esclava de la tierra que portan nueros ojos

    Qu puede ser de tus dedos difusosreconocindome en la oscuridad

    siento que eoy de nuevo junto a un puertodisfrazado de barco para poder llevarte

    Sin embargo ahora, eres esa nia que entriecelas luces tiritan como nuevas erellas en un cielo

    amargo

    Quiero llevarme la luna de la mano

    Pero entonces es tarde,retrocede la noche como la deedida

    de un enorme velero

    Ahora es la maana quien sale a jugar al patioel olvido,

    es ese viento amarillo que se va entre los rboles.

    Retrato de una mujer y una ventana

    Un cabello ha quedado sobre tus lentesy ondula por el trozo de viento

    que viene desde la ventana.

    Quin habr hecho ese enorme viajeabriendo una ventana para mirar las colinas.

    Tus ojos dan otra vuelta al mundo.

    Pero t has dejado ese roro olvidadopara mi imaginacin

    que me dice se borrar muy lejos.

    Lejos,como las colinas de ese cabello amarillo.

  • Puertos lejanos

    Alguna vez abr la puerta para llorar sin saber por qupero otro da reondi esas preguntas

    y otro da devolvi la luz a la nocheque pareci eterna.

    Un barco lleno de ngeles deojados del reinoun ancla oxidada en un ocano de metal,

    esa fiea sin finque olvid esa cruz en la frente,

    para el borracho que eeraba ese trmino:ver cerrar para siempre esa injuicia de morir

    con toda aquella msica,mirndola y huyendo,

    no poder decir cuanto la amasporque tu amor no es de ee mundo

    ni de otro,sino de haber muerto, volvery recordar mi primer paso.

    Baa hablar en la oscuridad

    Baa hablar en la oscuridadcomo un ciego que slo oler la niebla

    para que eas paredesrepetidamente hmedas

    parezcan grillos rechinndose.

    Baa recordarque antes tuve miedo

    de encontrar a alguien en la oscuridady ahora tengo miedo que la oscuridad

    no traiga a alguien,que eos dedos jams cuenten

    que exiierono que al menos figuren

    como una lmina de polvoen el confn de alguna vida.

  • La cuarta guerra

    La tercera comenz en nosotrosnosotros cremos que ramos felices

    veraneando en un pueblocon la mirada de un pez rajado

    por un anzuelo luminoso.

    Nosotros que creamos conruir ciudadesdesbaar el dolor quemando sus virutasy el humo, el humo son esos das grises

    llorando.

    La cuarta guerra no es nada ms que ala guerra con dios bajo todas las iglesias

    donde nosotros ni siquiera somos el demonioy eso duele ms,

    eamos en una zona vacay eso duele ms

    no tenemos con quin compartir el dolor.

  • Inventos

    Si ea nochete inventaras

    un sueo de gaviotas,maana sera feliz,

    cualquier tardea orillas del atlntico

    con una sola de tus manos,quizs recin seramospintados por el viento.

    Madrugada

    Deierto juntoa la temprana cintura

    de tu caderacomo un viejo leador

    exploro tu bosqueen busca de la primeraailla para mi fuego.

  • [Me desbocas]

    Me desbocasquilamorena, delgada,son tus manos las que me encumbran y me hacen andino,deshielas mis diques,se desbordan,me dejas todo llovido.

    Magia

    El agua bajaa la raz del mate,lentamente la bombilla buscala humedad de la hierba,recin ah,con tu bocanace la magia del lenguaje.

  • GualatoHomenaje a la esforzada gente de Chilo que habita en gran parte de la Patagonia

    Instrumento trabajadormango y metal unidos,hombre o mujer te ayudan en tu destino.

    Vienes con olor a luche y cochayuyomataste el yuyo en tu camino.

    Sembrador,aporcador,cosechador de papashombre y gualato unidos.

    Tu nombre gualatopapas tu materno apellido.

    Escuchador silencioso,bailador de chapecaos,caminador chilotemarinero y pescador,labrador de la tierra

    ayudador de los pobres,matrn de las papas!

    Amigo solidariode Brquez y Barrientosde Prez y Ayancanes, testigo inseparable de amores campesinos,hermano de Lepos y Coiginesde Antecaos y Maricagineseterno amante de DesireY Corahilas,amigo de cesantescampesinosmarineros.

    Therramienta necesaria de los pobres,hacedora de trabajo para los hombres,escucha mi canto solidarioque yo he compartido tu destino.

    T con el labrador trabajo sudoroso,yo con mi lpiz arquitecto,ayudaremos

  • gualatotierra y cantoa descubrira cosecharmillones de papasalimento multiplicadorentre Milcaosmariscos y Curanto.

    toneladas de alimentopara todos los nuestros!

    No mires.Ignora a los altaneros vanidosos,djalos en la estril arrogancia,sigamos con el alimentario destinomultiplicador de muchos caminos.

    Sucedi en el Valle de la LunaSoy violento y celoso como Jehov

    Revoloteaba yo por el cielo, gritando,tratando de alcanzar la felicidad.

    levantamos una piedra en el desierto de la luna,buscamos un lugar donde esconder el sol.

    Viviana, dibujaba flamencos en el aire,y con ellos vol lejos, lejos,

    hacia donde quizs nadie lo eera.

  • Viernes Santo

    Las campanas de la capilla de Puerto Aguirre,suenan extraamente a ea hora,para los que no queremos recordarque detrs de la zarza en llamas,

    eaba Dios.

    Barcarola al odo de Ariadna

    Como el libro de eampas que hojeo mientras llueve,es prisionera en el abismo de mis ojos.

    Eres como la noche, siempre cercada de encendidas amapolas.

    Sientes el galope de la luna sobre el mar?As, en las sombras, amo tus labios que como un pez de

    otoo,por la soledad tiemblan.

    El deertar de tu risa hace retroceder el cielo.Resucitan en los aros las campanas.

    Evocando palabras azules, t tejes el recuerdo de muertas primaveras.

    Para qu, oh mi amada, plida anguiada,a orillas del crepsculo derribas las erellas?

    Y qu piensas mirando hacia el silencio? No hay nada,nada sino las sombras que nos susurran: es hora de

    amarse.Piensas que no tenemos acaso enarbolada

    la temblorosa bandera del deseo?Rendeme ahora, hoja de niebla, t, lirio vencido

    que apagas y sucedes extraviadas mariposas

  • Ledo en alguna parte

    Las gaviotas de Puerto Aguirre,con sus tijeras de viento,van cortando al pao del cielo,azules tiras.

    Puerto BolvarPara Salvador Reyes

    No es sta, acaso,la misma mariposa, negra y amarilla

    con manchas de azul desteido,y enorme como una mano,

    que revoloteaba alrededor de Blaise Cendrars,cuando desembarcaba al amanecer en un pequeo

    puerto tropical,hace ya ms de cincuenta aos.

  • Hambre

    A veces has soado el olor de una cebolla,un mendrugo de pan,

    el vino solidario, amigo, en ricos mesones.

    Sucede que a veces hay miedo,y tanta hambre diribuida generosamente,

    sofiicada en el slogan comercial en bogaen el siema informtico, generalmente

    pero ya no alcanza el eircol del potrero cercano,para caldear ollas y brevsimos fideos

    y ninguna carney resulta que vivimos en el reservorio

    inmenso y ganadero de la patriasientes hambre?

    Quizs, tambin tienes fros aurales.

    En la pantalla chica, perros calientescomen unos gringos corpulentos, satisfechos.

    Afuera se vende una criatura, por una marraquetaTienes hambre?

    En todas las telenovelas se lo llevan comiendono de a dos, a infinidad carrillos

    los letreros luminosos dan alimentos gratis,para el que tenga ojos y saliva all en su boca.

    Pero, en tu voz de emagos vacos, pregunta:patagones, tehuelches tienen hambre?

    Deus preguntars si sienten fro.

    En el mercado del hambre se transan esqueletos,y pauprrimos niitos disociados,

    madres de senos secos, muchos cesantes tras de un hueso.

    Tras el caliente pan.Y el vino amigo.

  • Compaero quin?

    Quin?Sino los pobres

    cuando uno e jodido,por tanta real deseeranza

    te brindarn cario, hombre de las mil quimeras.Vosotros que yo de tantos amores desgarrados

    a veces renegados por tantoshaa marginarnos con el mismo crio.

    Quin?S, slo los pobres, pticas sin luces

    para tiempos auales, de vboras y egosmosque irn haa lo Eterno,

    cavarn, palearn sobre tu fosa.

    Cae la noche carmbanos y candilessobre el mesn humo y grasa,

    yace un poeta olvidadocuatro bujas de sebo

    siete amigos, una garrafa de tinto.

    Quin?Slo los pobres.

    El basural

    Hurgar en el basural de la gran urbela de cielos de smog

    inquisicin sensual de lo morboso,chatarra milagrosa, papeles que fueron

    o pretendieronpor seres que fueron y que no fueron

    al menos de los que sonalgunos trajinan, ausentes, en los huesos, los papeles,

    otros buscan muecas rotas o botellas,y las pobres ratas miran

    tal vez suean, esperandoyo busco historias de hace tarros ao,

    en escombros meses,de amores, quizs fulgores que fueron

    o tal vez vivieron amortajados en una limousine de lujo.Me darn unos pesos por un trozo de bronce,

    quizs doce por la poltrona de vaivn,o por una silla de Viena,

    menos diez por la lluvia en el basural,menos cien por el cadver y el interrogatorio policial,

    unos cuantos ms carga de vidrios rotos.Y todo lo ms del mundo, por amar a la recolectora de papeles.

    En la herrumbre de un Ford del veinticinco.

  • Tehuel-cho* adis(a Chile Chico)

    Junto a Maggie quiero reposar-con mis ensueos celestes-

    qu sabes de poetas Tehuel-ch?

    Quiero yacer tranquilo-como humo en da calmo-

    y al irme sin pena, sin rencorespoder decirte balbuciente:

    tambin te quiero amada Tehuel-ch.

    Y mucho ms all,tus campos iridiscentes de cromos,tu gran lago lapislzuli engastado-

    vaya yo, para esos parasos tehuelches.

    * Nombre que da el autor a la ciudad de Chile Chico, ubicada enla ribera sur del Lago General Carrera.

  • La poesa de Ricardo transita entre Ne-ruda, suave pero notoriamente; con menos relevancia emerge un eilo Parra que le per-mite ms libertad y salir de lo tradicional. Su escritura ha evolucionado con una profun-didad y erudicin que van ms all de unir palabras; oficio de poeta que se ha tomado en serio.

    Prima por sobre todo el tema contempor-neo, a lo largo de toda su creacin. Nos habla y a la vez nos reprocha el olvido del cual somos cmplices, el silencio que nos envuelve en tor-no a temas intocables como los derechos hu-manos, aun en democracia. Ear de acuerdo con el poeta es, a mi parecer, no compartir la amnesia que nos envuelve como sociedad

    y te recuerden en algn aniversario de tu muerte y te lloren y te olviden

    Del mismo modo, nos llama a la reflexin

    pues se sabe un ser pequeo no pisar la luna l lo sabe, pero qu importa, si para una perso-na comn y corriente es ms importante tener

    oquedades en las manos donde juo cabe el cuerpo tuyo

    El poeta enfatiza lo que debe ser relevan-te, es decir, nueras acciones habituales hacia nueros hermanos de hoy. Nos muera una sociedad que por una parte ensea las bue-nas coumbres, la caridad, la disciplina y por otra, sin miramientos, asesina y engaa. Y nadie hace o hizo nada por los que no es-tn, no por que hayan querido ausentarse ex profeso eso lo sabemos; pero qu hacemos sino ejercitar el olvido para que todo no pase de ser una experiencia coleiva ms.

    Slo el poeta sabe a quin va dirigido el verso Me pregunto a veces si te iras a vivir conmigo a Melinka Un Caballero Romn-tico nos hace querer ser la deinataria de esa pregunta, una mujer que tiene la posibilidad

  • de dejar todo para marchar a rumbos desco-nocidos con quien tan cortsmente invita a acompaarle en esa travesa por los mares del sur. A su vez, juega y nos envuelve con la na-turaleza, dejndonos con la sensacin de que, si no vamos, lo perderemos todo. Queda en el aire la escasa importancia que tiene lo que fue, lo que qued, lo que podra ser.

    Otro de los elementos importantes en su poesa es el cueionamiento que todas las si-tuaciones que marcan la vida debieran provo-car en cada uno de nosotros. Hemos olvidado pensar que todo ha sido creado, que ya nada se puede cambiar. Su poesa es una poesa ldica que, emergiendo de las cosas sencillas, nos hace pensar.

    En su poema Delirio, una de sus pri-meras creaciones, nuevamente nos aterriza en lo que somos, nos induce a preguntarnos sobre lo que debe ser importante. Con senci-llez y erudicin revisa las cotidianeidades:

    Para el aromo en flor,es bello el arco irisy todos sus colores?

    Siguiendo con el mismo eilo del Neruda de las Odas, en Primer delirio tambin indaga, de pie en el siglo y ante su generacin,

    Si el solfuera un hoyo negro,la naranjatal vezfuera mecnicapero jams naranja

    La contemporaneidad de Ricardo nos lle-va a la reflexin en torno a situaciones coti-dianas que nos mueran realidades que he-mos querido olvidar a fuerza de perdonar.

    Sandra tiene un eilo propio; libre de in-fluencias notorias, ella es eontnea y ori-ginal, aunque su eilo se asemeje a la poe-ta nicaragense Gioconda Belli en algunos poemas, quizs por la temtica similar, ba-sada eecficamente en los sentimientos de la mujer, en dejar que afloren sin temor. Se siente como si arrarara el dolor y a veces la

  • alegra de todas las mujeres de la humani-dad, por lo que la poesa de Aisn se ha vio enriquecida con su quehacer creativo.

    Se considera a veces una mujer frgil, d-bil; disconforme con lo que es o lo que po-dra ser, si quisiera. Quizs son dolencias de mujer moderna y no es nuero afn profun-dizar en ello. Lo que s nos interesa es que plasma eas vivencias insuperablemente, a veces es como si se enojara con su propia es-critura por decir lo mismo, siempre lo mis-mo: esa tormentosa anguia que la acompa-a en la mayora de sus textos poticos

    Al abrirse la luna cayeron algunas mujeres,las que ms tarde se suicidaron.

    Sandra sabe utilizar las palabras para ex-presar plenamente lo que a ella y a muchas mujeres les preocupa; lo que teme, posible-mente sea la muerte que suele dibujar cons-tantemente en sus escritos; quizs no encon-trar el camino, seguir perdida en ea tierra

    de coirones y cerros.Hay en la poesa de Sandra el talento in-

    nato de quien escribe sin pedir a nadie nada para hacerlo: toma lo que es suyo y no le da vueltas; es una poesa de breves mensajes es-pontneos. No busca escribir: la escritura la busca y la envuelve con un halo mierioso.

    Sandra es una poeta vivencial, que parte de su experiencia de mujer atrapada por sus propias palabras. Un modo potico que nos traasa y en el que sentimos lo que ella nos quiere expresar.

    A intervalos, su poesa se nota cansada, como preguntndose para qu escribe, pero la mayora de las veces ella y su poesa saben por qu el objeto es llenar el silencio que la envuelve, no para hacerse famosa o conquiar las erellas, simplemente para saber que exis-te y que las mujeres que han vivido antes que ella, alzan sus voces a travs de sus palabras.

    Guavo Adolfo es dueo de un gran talen-to, que ha sabido llevar por los vericuetos de la literatura en varios libros de excelente calidad.

  • Su vaa produccin literaria es un viaje a tra-vs del ser y la exiencia y nos hace reflexionar sobre ella. Nos gua a travs de su poesa como a travs de un tour por la vida de un hombre que ha vivido problematizando cada paso que ha dado, y as lo sentimos al leerlo. Hay en l una necesidad vital de cavilar en torno a los te-mas del exiir, de la vida, de tantas vanidades; llenar la vida de acciones tales como

    De qu me sirvehaber vivido saludar el rbol,hacer temblar una flor entre mis dedos de qu sirve si ya idosan no somos nada

    Va morando lo fugaz que es la vida del hombre y la mujer. Nada somos. Hoy podemos ser dueos del mundo, pero qu seremos maana, quin lo sabe. Nadie tiene comprado su deino y a esa conclusin se llega a travs de la poesa de Guavo Adol-fo. Sus textos tienen un marcado acento tei-llieriano; lo lrico debi ear en el aire y era

    atrapado por los pensamientos de los que vi-vieron esos aos en el sur de Chile.

    Aorar un amor que ya no e, amor fu-gaz que ilumin un pasaje de nueras vidas, que por alguna razn perdimos; quin de nosotros no ha deseado ese momento que dio luz, que ya no puede palparse, pero sigue all en nuero corazn

    Tu ears ah como de coumbre deslizndote en mis sueos

    Su poesa retrata una maana de invier-no: recorremos junto a l la casa, los cercos, el manzano. De pronto surge una visin mu-cho ms importante, ms que ese paisaje que nos ha servido para redescubrir

    la ternura entonceses una simple ventanapor donde vemoscomo cambian los das.

    Paulatinamente se va inalando en no-sotros y nos hace ver la hermosura de una

  • tarde de invierno; todo es bruma que nos envuelve, pero hay a, esa ventana de ter-nura, que sigue all y nos vuelve a la realidad, menos oscura, ms soportable.

    Va desarrollando una obra filosfica a travs de una contraposicin que abarca la luz y la oscuridad, una lucha entre vivir a plena luz, pero las sombras la oscurecen y ocultan lo poco de luz que pudo haber. Can-sado de una vida que no le satisface. Al darse cuenta que vive el lado oscuro de a, ve que todo fluye a su alrededor, vive l junto a su mujer encerrados en cuatro paredes, acep-tando su deino:

    Vivimos sin salir de casa, cerrando puertas y ventanas, con un tragaluz que disuelve la majead del mundo y alarga la sombra que nos ataa las oscuras formas del deino.

    En Ulises nos enfrenta al decurso de la vi-da, volvemos a mirarnos en ese eejo donde slo vemos la niez ajada y nuera soledad en el vao universo. En ee viaje vamos de

    regreso buscando la muerte que nos eera frente al telar de la vida.

    Describe una eacin tpica del sur, y nos lleva a observar un mendigo que eera saciar su hambre con las sobras que alguien dejar. Es un hombre de mirada trie y el poeta lo relaciona con las techumbres de la eacin, con las gotas de lluvia que bien podran ser lgrimas de los techos, pero a su vez hay una leve eeranza en el corazn del hombre que ilumina esa eacin, y el viento es

    un viejosilbandoen los rincones entumecidosde la tarde

    La nutrida filosofa de su poesa nos lleva por los intrincados caminos de la vida, cavi-lando en cada tramo sobre por qu vivimos, acaso no slo para morir, sino para algo ms. A mi entender, su poesa e cruzada por el exiencialismo de Albert Camus, que emerge en cada reflexin del poeta.

    La poesa de Guavo Adolfo Cceres es una poesa escrita por un hombre que ha vi-

  • vido plenamente y sabe lo que le eera mas all de la inexorable partida.

    Jos es poeta desde siempre. Su vida ha

    sido elevar la poesa, llevarnos por caminos ocultos haca nueros anceros, con una trieza profunda por el dao que se les hizo a los Aonikenk o Tehuelche.

    Es una voz que penetra en nueras con-ciencias, para ensearnos a decir baa. En su poema Chonka

    Ella mira asombrada eas ropas de criiano con que la vien

    Nos hace sentir en nuera propia piel, el menorecio por ser diferente, no aceptado; esa ansiedad de no quedarnos tranquilos has-ta exterminar al que no es igual a nosotros. Sentir la humillacin que esa mujer sufre, el poco reeto hacia nueros antiguos, los que caminaron desnudos por eas latitudes.

    Qu vergonzosa verdad a que nos mues-

    tra el poeta en En el Paso de los Choiques, por qu tenan que correr esa suerte haa dnde puede llegar la ambicin humana:

    En el Paso de los Choiquesla vida de cada yagnvala un montn de pieles

    Del mismo modo, nos recuerda en su memoria heredada cmo seguimos siendo los mismos que antao bajo la nieve, ya no al amparo de toldos, eerando en una esquina encontrarse con otros cuerpos

    pintados de blanco ardiendo de rojo cerca del fuego En su libro anterior, Sueos Chonos, vis-

    lumbramos aunque con menos fuerza, su inters por los primeros moradores de eas tierras y su exterminio; ee exiguo reconoci-miento de nueras races ancero/universales. El poeta quiere deertarnos un sentimien-to de simpata y dolor por los que habita-ron eas tierras, pobladas hoy por nosotros.

  • En su poema Fotografa nos presenta el arrepentimiento por ese exterminio de razas supueamente inferiores, esbozado en

    La sola vez que te vi lgrimas de siglo rodaron por mis ojos.

    En su Aonikenk dormido nos hace ver su total rechazo al baluarte de la religin como excusa para exterminar a los no criianos

    ni los fatuos fuegos, ni las falsas cruces, impedirn que seas invitado eiritual de Koch, ocioso de todos los eacios.

    La dignidad de ese hombre ya muerto, el reeto por sus coumbres y creencias

    Yaces extendido,con miras al sol.Ningn pensador habra elegido una mejor poura

    De igual forma, aborda en su primer li-

    bro el tema social, en relacin direa con el alcoholismo, la decadencia y marginalidad ear inmensamente solos acompaados por una botella de vino, del ltimo momento de esa vida de pobreza que se extingue:

    Y tu cuerpo encogidoen un recodo del camino, y la escarcha la niebla, los 11 grados de la botella y los 11 grados bajo cero. Y tu cara sonriente y e tu ultimo sueo

    Y tambin la naturaleza y su enormidad, y la pequeez del hombre ante los fenmenos naturales, el no saber qu hacer ante rebeliones como aquella del Volcn Hudson, que vivi de cerca. As nos pregunta en Pjaro Hudson

    qu hacemos con sus alas,su enorme cuerpo que no reonde,que ensoadoramente nos anuncia,la prxima lluvia de piedras y cenizas

    La presencia de la lluvia es la excusa para

  • morar un ser perdido en la decadencia de Puerto Montt; el descenso del ser que vive esos momentos; la sociedad es a su vez esa lluvia interminable, aplaante. Querer ear lejos de esa lluvia persiente, que trae tanto pesar y soledad

    con ea maldita decadencia,con eos seres que ao tras aovuelvo a ver, con cara de sepulcrofalsamente dormitandoel sueo de eos das,la amable enajenacin

    Jos nos empuja por caminos desolados, con la pena infinita que envuelve su aual poesa, hacia preguntas sin reuea: qu sera de los Tehuelche, si an exiiera algu-no? viviran en armona con la naturaleza como supone su poesa, o sucumbiran a la noalgia de su pasado y el atroz presente?

    Naci con un lpiz y un sentimiento pro-digioso para expresar todo lo que nos dice

    tan potica y filosficamente. Sus escritos son los de un hombre maduro. Para l no es difcil escribir: se trata de un talento diero y fluido, sin muchas correcciones, pues el oficio de poeta le ha acompaado desde siempre; quizs le falte a su poesa una mayor finura de ejecucin, pero dejmosle eso al tiempo.

    En un principio utiliz los primeros re-cursos que le llegaron a las manos, en poe-sas nerudianas. Podemos acotar aqu que en Chile hay que traasar el velo invisible de escribir como Neruda para deus acercarse a la escritura de Jorge Teillier. Son pocos los poetas que se han abrado del influjo de uno de eos dos grandes de la poesa chilena.

    Sade es un poeta que emerge de eas dos corrientes, trayendo consigo su propio eilo; como en la vida, donde uno arrara mochilas y sucesos personales, tambin en la creacin literaria acarreamos lo que nos ha marcado.

    Un texto nos interna en La cuarta gue-rra en la que nos eamos convirtiendo; en la tercera erofa nos da la eocada final, cuando nos creamos libres de los daos que hemos causado

  • La cuarta guerra es nada mas que a /la guerra con Dios bajo todas las iglesias /donde nosotros ni siquiera somos el

    demonio En Un poeta de fines de siglo, la noalgia

    transformada en una pregunta de aoranza por esos dedos difusos que le reconocen como ser en la oscuridad, le hacen sentir de nuevo vivo, generador de atrevimientos, pa-ra que deus llegue la maana y todo vuel-va a ser parte del olvido.

    En Noche Marina, la fragmentacin de ideas hace suponer que tiene que ver con el lenguaje de los sueos, donde ee verso es de-finitivo La fiebre nos rene para siempre.

    As, Trin nos adentra en una poesa nolgica, llena de imgenes onricas que nos envuelven y tranortan a lugares m-gicos del ser.

  • Qu ha representado para ti la literatura de Aisn?

    Es un modo particular de ver la realidad y representa un ingreso a otras culturas del mundo. El ejercicio de escribir es para abrir-se a otras miradas, no para encerrarse en uno mismo.

    Qu es para ti la literatura a futuro?Un modo de encontrarse con el pblico

    u otros escritores en otras partes del mundo. Es una manera de entrar en las eruuras profundas del pensamiento humano.

    Cmo te ves en diez aos ms?Mi anhelo es que la poesa y produccin

    potica que hemos hecho sobre cultura de la Patagonia sea conocida en otros lugares del mundo, y sirva como ejercicio de dilogo con otras culturas.

    Ves una evolucin de la literatura en Aisn?Aualmente no. Ms bien veo como ins-

    tancia futura un proceso de formacin lite-raria geada por las universidades o escrito-res particulares a travs de talleres. Eero, adems, que los jvenes que escriben en es-

    tos das renueven la poesa y la calidad de s-ta. Pienso en Trin Sade, por ejemplo.

    Por qu escribes?Escribo porque aquellas zonas mierio-

    sas mas o del mundo pueden tranarentar-se travs de la escritura; es una manera de saldar cuentas con las experiencias incon-clusas o con aquellos hechos que la realidad trunca o los convierte en parciales. Me sien-to en deuda por ejemplo con los indgenas y su exterminio antes y deus del .

    Crees que la poesa sirva para algo?No es prica, no sirve para subsiir, pe-

    ro sirve para emocionarse. El pragmatismo econmico aleja las emociones

    Qu piensas de la literatura regional?Pienso que e creciendo, porque hay

    ms gente escribiendo, y aparece no necesa-riamente hablando de las lengas o ires.

    Cul es el rol que debe jugar un poeta? Bien centrado ac, ser protagonia de la

    vida que se hace ac en Coyhaique, pero no encasillndose como representante de la re-

  • gin, si no que siendo ms universales. Que exia cabida para lo otro, lo ms universal.

    Cul es tu papel en la literatura de Aisn?No s, ser una de las tantas mujeres que

    escriben ac; un desafo, el de tener que se-guir escribiendo a travs del tiempo, mante-nerse en l.

    Sientes que tu poesa es feminia?No, no me siento feminia, ms me sien-

    to femenina.Qu piensas de tu poesa en la literatura

    de Aisn?Pienso que necesita crecer, que no se li-

    mite a tiempos breves, pero es algo que no s si lograr; quiero que sea ms universal.

    Por qu escribes?Porque escribir es una necesidad y en ella

    descubro a su vez que a algunas personas les gua o se sienten identificadas con lo que escribo y eso me gua.

    Cmo te formae literariamente?Soy autodidaa absoluto. El guo por la

    poesa naci por escuchar a Pablo Neruda

    y leerlo. Alguna vez hice un taller de poesa con Criian Warnken. Participo en encuen-tros de escritores, literarios, en aividades con mis pares en la literatura.

    Autores preferidos y por qu?Nicanor Parra, Pablo Neruda, Nicols

    Guilln y Oscar Hahn por las imge-nes que crean, por el manejo de la lengua, por cmo redondean el poema; adems su lenguaje potico, con lo profundo que es, es simple, me llega. Por supueo no todo lo de ellos, slo algunas cosas.

    Cmo ves tu poesa con relacin a otros lu-gares de Chile?

    Hay una poesa muy pobre en otras re-giones, y crptica, que no entiendo. Yo en-cuentro que, comparado con otros escritores similares a m, tengo condiciones parecidas de expresin.

    Lo que no me gua en la aualidad es que hay mucha tendencia a copiar: si a uno le va bien, lo copian; o, lo otro, es que funcio-nan de acuerdo a los bajones, a las sensacio-nes, demasiado juveniles, aunque ya no sean tan jvenes.

    Ves una evolucin en la poesa de Aisn?

  • No, no veo una evolucin, quizs por fal-ta de formacin; slo se basan en la inira-cin y eso te limita. Hay poca renovacin, falta escuela, preparacin; falta modeia, hay mucha soberbia: lo que uno escribe e bien y punto, sin aceptar crticas.

    Cul es tu relacin con la poesa popular?Mi relacin con la poesa popular parti

    por haber integrado un grupo folclrico. Mi li-bro de cabecera fue La Lira Popular de Die-go Muoz, deus Violeta y Roberto Parra; la poesa popular cubana de Nicols Guilln que, en mtrica, tiene cosas muy bonitas.

    Cmo ves tu literatura en diez aos ms?Editar las ultimas poesas, pulirlas, com-

    pilar al final un texto y generar ms cosas. No creo ser un tipo deacado en la poesa, no tengo el oficio, no soy como quienes viven de escribir y en todo el da creando.

    Desde tu lejana momentnea qu opinas de la literatura de Aisn?

    Tengo una opinin baante superficial, creo no conocerla tanto. Conozco a Len

    Ocqueteaux, a Jos Mansilla, poetas que considero bien encaminados en su poesa, participando de un sentido universal de s-ta. S hay una cierta lejana con el reo del pas: en como segregados, pero es culpa de los que escriben en Aisn.

    Lo eecial de la literatura es la temtica; no creo en la influencia de la geografa o la naturaleza, en la poesa no es lo elemental, se es un buen o mal poeta, independiente-mente del entorno.

    Dnde te guara llegar como poeta?Me guara ser un poeta que pueda darle

    guo a alguien, hacerlo ms feliz, hacerme un poeta legible, porque hace bien leer poesa, ser un ejemplo, no moral, sino un ejemplo humano.

    Cul debera ser el fin de la poesa?No tiene necesariamente un fin eecfi-

    co, sino participar en el eritu de la perso-na, hacer ms felices a las personas, ms fe-lices en lo cotidiano; romper la monotona, llevar fantasas, hacer que las personas sean ms buenas, que se den cuenta, a travs de la poesa, que somos seres eirituales, ese es el fin.

  • Cmo te formae literariamente?Lo que valoro de eo es la amiad con

    Jos, es bonito que por medio de la literatu-ra se afiancen amiades; para m Jos es un gua que ha tomado con seriedad la litera-tura. Tambin en ea formacin en mis ganas y la familia. Las ganas de darse cuenta que somos seres humanos, en la vida hay de-masiada deshumanizacin; debemos huma-nizarnos, volver a lo que somos: humanos.

    Tus autores preferidos, por qu?Son en poesa Jorge Teillier y en narrati-

    va Julio Verne y Charles Dickens, gente que se atrevi a hacer una literatura diferente, es gente que sacrific sus vidas y lo que debera haber sido de ellas, en pos de la literatura, sus ideales son la esencia y su baluarte. Las personas que no renuncian a una parte de ellos en favor de sus sueos, o en pos de la literatura, no son literatos.

    Qu significa la literatura para ued?Encuentro que el trmino literatura e

    muy manoseado, mejor hablemos del sen-

    tido de escribir, lo que sea: novela, cuento, poesa. Yo escribo pensando no en la lite-ratura propiamente tal, sino en lo que uno siente, interpretando lo que se siente a dia-rio, la cotidianeidad, el sentido de la vida. El hombre desde siempre ha tenido curiosidad del por qu del universo, del por qu de las cosas. En reuea a esa curiosidad escribo.

    Cul es su relacin con la poesa de Aisn?Mi relacin es la relacin de ambiente, de

    ambiente del sur, ser del sur.Qu lo convoca a vivir en Aisn?Me llama la naturaleza que es todava tan

    virginal. En un principio su gente tan fami-liar, tan hogarea. Sus elementos vitales; la lluvia, la nieve, todo lo que es fundamental en la vida; todo es natural, nada es artificial, los ros, las montaas, la nieve.

    Sus escritores preferidos?William Faulkner Franz Kafka es quien

    ms me gua en realidad. De Latinoamrica prefiero los indigenias, Arguedas, Ciro Ale-gra, Csar Vallejo. Me han guado siempre los autores indigenias ms que los eaoles. En la literatura universal, omas Mann, Fe-dor Dooievsky, son una literatura obligada.

  • De los autores chilenos: Vicente Huidobro, Manuel Rojas, Francisco Coloane.

    Cmo ha sido su relacin con la poesa de los aos y ?

    Es el elemento lrico que profundiz Jor-ge Teillier, es esa atmsfera efervescente que eall en esos tiempos. Es un renacer del ao en la novela, en el cuento. Lo que se peda en todo ee movimiento es que se hiciera juicia, la igualdad.

    Cmo vivi su relacin con la poesa lrica?La verdad es que fui lrico desde un prin-

    cipio, en la poesa expresando lo diario, en lo coloquial, en la experiencia, lo que uno quie-re comunicar.

    Al venirme ms al sur dej de verlo, mi comunicador o mediador de eas lejanas con los otros eacios, fue Len Ocqueteaux.

    Con Jorge Teillier fuimos contempo-rneos, coincidimos igual que con el otro lrico de Magallanes, Rolando Crdenas. Con Teillier compartimos eacios en en-cuentros de la Universidad de la Frontera, cuando era sede de la Universidad de Chile o en el Boletn de la Universidad.

    En la Universidad de Chile yo diriga

    una revia que se llamaba Pincel Litera-rio. Publicaba a los poetas del sur en San-tiago: Omar Lara, Jorge Teillier, Len Oc-queteaux.

  • Sandra Brquez Salas naci en Coyhaique, donde actual-mente reside. Telfono - .

    Gustavo Adolfo Cceres naci en Lautaro y reside en el sector Ensenada, lugar ubicado entre Puerto Aisn y Puerto Chacabuco. Celular - .

    Jos Mansilla Contreras naci en Misquihue, cerca de Puerto Montt; actualmente reside en Coyhaique. Correo electrnico: [email protected]

    Tristn Sade Sandoval naci en Guadal, a orillas del lago General Carrera; reside en Coyhaique; telfono - , celular - .

    Ricardo Altamirano Aravena naci en Caete, provincia de Arauco; actualmente vive en Puerto Aisn. Correo elec-trnico: [email protected]

    Guillermo Vas Naranjo naci en Coquimbo y vive en la ciudad de Chile Chico. Su direccin es Baquedano , Chi-le Chico .

    Len Ocqueteaux Daz naci en Pillanlelbun y vive en Chile Chico, Manuel Rodrguez -b. Telfono - .

    Too Mera Beltrn es oriundo de Coyhaique, pero actual-mente vive en Argentina; calle de Octubre , Barrio Pietrobelli, Comodoro Rivadavia. Telfono .

  • Presentacin, Semblanza de Aisn,

    Ricardo Altamirano

    [Dijo el poeta], [Y ni siquiera], [Me ensearon], Cardinales, [Quizs si dea hora], Primer delirio, Delirio, Me pregunto, a veces,

    Sandra BrquezSlo por ser mujer, [Si ee tiempo], [Voy a soar], [Cuando nadie lo decida], [Si se alzan las voces], [Lima], [Viene llegando la noche], [El agujero en tu mente], [Residuos de amor], [El tiempo de mirar e terminando], [Una escalera],

    Guavo Adolfo Cceres[Pienso], [De pronto], T y yo, Ulises, Una eacin del sur, En la ribera, De qu me sirve, Si nos encontramos, El barrio,

    Jos Mansilla[En el Paso de los Choiques], Cueva funeraria, Chonka, [hace horas que nieva], Fotografa, Aonikenk dormido, Con un poco de vino, Pjaro Hudson, Lluvia,

    Trin SadeNoche marina, En el mismo pueblo donde naces, Un porta de fines de siglo, Retrato de una mujer y una ventana, Puertos lejanos, Baa hablar en la oscuridad, La cuarta guerra,

    Too Mera

    Inventos, Madrugada, [Me desbocas], Magia, Gualato,

    Len OcqueteauxSucedi en el Valle de la Luna, Viernes Santo, Barcarola al oido de Ariadna, Ledo en alguna parte, Puerto Bolvar,

    Guillermo Vas NaranjoHambre, Compaero quin?, El basural, Tehuel-cho adis,

    Interpretacin, Entrevias,

  • Ea primera edicin deV SPoesa en la Patagonia

    de V R R,se termin de imprimir en Valdiviaen oubre de en los talleres

    de Imprenta Amrica,( () ,

    [email protected] Ediciones El Kultrn, (

    () , * , [email protected]

    [email protected]@hotmail.com

    Valdivia, Chile.

    Diseo deRicardo Mendoza.

    Portada sobre una fotografa de la autora.

    Todos los derechos reservados.Se autoriza su reproduccin parcial para fines periodicos, debiendo mencionarse la fuente editorial.

    Virginia Rojas, .RPI .

    ISBN ---