PIMIENTOS ROJOS FRITOS PIMIENTOS ROJOS FRITOS PIMIENTOS ROJOS FRITOS PIMIENTOS ROJOS FRITOS

3 Pimientos rojos o más 2 Dientes de ajo

Sal 2 Cucharadas soperas de aceite

Los pimientos así preparados se pueden guardar en botes en el frigorífico

durante un par de semanas y comerlos cuando apetezca, sobre pan tostado,

por ejemplo, o como acompañamiento para unos huevos fritos, etc.

Aunque el título dice “fritos”, realmente no llevan mucho aceite, así que no

resultan muy grasientos.

Para empezar, se corta en círculo el rabo verde de cada pimiento, después

el pimiento se parte en cuatro trozos y se quitan las simientes. Después, se

añade el aceite a la sartén, se lleva a fuego mediano (en mi caso, 3 de 6) y

cuando está caliente se añaden los pimientos. Entonces se echa la sal sobre

los pimientos y se tapa la sartén. Bajamos el fuego (en mi caso, 1 ó 2 de 6)

Así, los pimientos irán soltando su agua, y ésta condensará, al estar tapados,

lo que hará que los pimientos se vayan cocinando prácticamente en su propia

agua.

Cuando los pimientos estén bastante blandos (30-40 minutos), se destapan y

se sube el fuego (3). Así ahora se evaporará el agua, y los pimientos

terminarán de freírse en el aceite. Esto llevará unos 15-20 minutos.

Entonces se les deja enfriar, y se les quita la piel. Ahora se pueden meter

en botes de cristal junto con ajo en láminas. Después de un par de días

habrán cogido sabor al ajo, y están buenísimos, si a uno le gusta el ajo, claro

está.

Nota: Hay otra versión, en el horno, que también sale bien: Los pimientos se

meten enteros pero sin el rabo ni las semillas, en una fuente metálica para

horno. Se les añade agua, sal y aceite, y se van girando cada 15 minutos

hasta que están hechos del todo. Entonces se les puede meter en una bolsa

de plástico cuando todavía están calientes. Al enfriarse se abre la bolsa, y

se pueden pelar muy fácilmente.