PÉREZ LIÑÁN

17
 5 Promesas y desafíos de una ciencia política altamente institucionalizada  Promises and challenges of a highly institutionalized political science  Aníbal Pérez Liñán   Resumen Este artículo analiza las promesas y los desafíos que un modelo de ciencia política altamente instituc ionalizada presen ta para los estud ios sobre Améric a Latina. Para explorar esta cuestión, el texto analiza las normas profesionales que regulan la producción académica en los Estados Unidos, el país en donde la disciplina está más fuertemente estructurada profesionalmente. En la primera sección se concept ualiza el proceso instituci onalización de la ciencia política y se definen los polos de este proceso como dos tipos ideales. En la segunda parte se identifican cuatro normas profesionales que enmarcan la producción de la ciencia política es tadounidense. Para ilustrar es tas tendenc ias se pres enta evidenc ia sobre 247 artículos publicado s en las revistas más prest igiosas de la discipli na entre 1995 y 2009. En la última sección se extraen algunas lecciones sobre cómo aprovechar las ventajas del modelo estadounidense minimizando al mismo tiempo sus desventajas. alabras clave : Ciencia política- producción académico- institucionalización- Estados Unidos Summary This article discusses the promises and challenges that a model of highly institutionalize d political science presents for Latin American studies. To explore this question, the text analyzes the professional standards governing academic production in the United States, the country where the discipline is more strongly structured professionally. In the first section conceptualizes the process institutionalizatio n of political science and defined the poles of this process as two ideal types. In the second part identifies four professional standards that frame the production of American political science. To illustrate these trends presents evidence on 247 articles published in the most prestigious journals of the discipline between 1995 and 2009. The final section draws some lessons on how to take advantage of the American model while minimizing its disadvantages.  Una versión anterior de este trabajo fue presentada en el seminario “El estado de la Ciencia Política en América Latina: Desafíos y oportunidades de la docencia y la investigación en perspectiva comparada”, Fundación Global Democracia y Desarrollo, República Dominicana, 27 de enero de 2010. Agradezco la colaboración de Néstor Castañeda y Jovana Zelenkov.  Universidad de Pittsburgh: [email protected]

Transcript of PÉREZ LIÑÁN

Page 1: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 1/17

 

5

Promesas y desafíos de una ciencia política

altamente institucionalizada

 

Promises and challenges of a highly institutionalized political science

 Aníbal Pérez Liñán   

Resumen

Este artículo analiza las promesas y los desafíos que un modelo de ciencia política

altamente institucionalizada presenta para los estudios sobre América Latina. Para explorar

esta cuestión, el texto analiza las normas profesionales que regulan la producción académica

en los Estados Unidos, el país en donde la disciplina está más fuertemente estructurada

profesionalmente. En la primera sección se conceptualiza el proceso institucionalización de la

ciencia política y se definen los polos de este proceso como dos tipos ideales. En la segunda

parte se identifican cuatro normas profesionales que enmarcan la producción de la ciencia

política estadounidense. Para ilustrar estas tendencias se presenta evidencia sobre 247

artículos publicados en las revistas más prestigiosas de la disciplina entre 1995 y 2009. En la

última sección se extraen algunas lecciones sobre cómo aprovechar las ventajas del modelo

estadounidense minimizando al mismo tiempo sus desventajas.

Palabras clave: Ciencia política- producción académico- institucionalización- Estados Unidos

Summary

This article discusses the promises and challenges that a model of highly 

institutionalized political science presents for Latin American studies. To explore this question,

the text analyzes the professional standards governing academic production in the United

States, the country where the discipline is more strongly structured professionally. In the first

section conceptualizes the process institutionalization of political science and defined the polesof this process as two ideal types. In the second part identifies four professional standards that

frame the production of American political science. To illustrate these trends presents

evidence on 247 articles published in the most prestigious journals of the discipline between

1995 and 2009. The final section draws some lessons on how to take advantage of the

American model while minimizing its disadvantages.

 Una versión anterior de este trabajo fue presentada en el seminario “El estado de la Ciencia Política en

América Latina: Desafíos y oportunidades de la docencia y la investigación en perspectiva comparada”,

Fundación Global Democracia y Desarrollo, República Dominicana, 27 de enero de 2010. Agradezco lacolaboración de Néstor Castañeda y Jovana Zelenkov.

Universidad de Pittsburgh: [email protected]

Page 2: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 2/17

 

6

Keywords: Political science academic institutionalization-production-United States

ste artículo analiza las promesas y los desafíos que un modelo de ciencia políticaaltamente institucionalizada presenta para los estudios sobre América Latina. Laprincipal tesis expuesta en las páginas siguientes es que los estudios elaborados en

los Estados Unidos están marcados por las ventajas y desventajas propias de una cienciapolítica guiada por fuertes normas profesionales. La elevada institucionalización de ladisciplina en las universidades estadounidenses permite el acceso a un gran número derecursos, que incluyen bibliotecas con innumerables fuentes primarias y secundarias, ungran número de revistas especializadas, financiamiento para hacer trabajo de campo,conferencias profesionales regulares, una cultura de investigación que incentiva laproductividad académica, metodologías complejas desarrolladas en otras áreas de ladisciplina y enfoques teóricos desarrollados para el estudio de otras regiones geográficas.

Por otra parte, el costo de estas enormes ventajas está dado por la imposición de normasprofesionales rígidas para la producción académica: expectativas de alta productividad enun sistema de publicaciones fuertemente jerarquizado, predominio del análisis explicativopor sobre el trabajo descriptivo (considerado un género menor) y el énfasis en el usocrecientemente sofisticado de técnicas estadísticas.

Para explorar estas tensiones subyacentes, el ensayo se desarrolla en tres partes. Enla primera sección se conceptualiza el proceso institucionalización de la ciencia política enforma genérica, articulando los polos de este proceso — la ciencia política pocoinstitucionalizada y altamente institucionalizada — como dos tipos ideales. En la segundaparte se identifican cuatro normas profesionales que regulan la producción de investigación

sobre América Latina en el marco de la ciencia política estadounidense. Con el fin deilustrar estas tendencias, se presenta evidencia sobre 247 artículos publicados en las revistasmás prestigiosas de la disciplina entre 1995 y 2009. En la tercera sección se extraen algunaslecciones a partir de la experiencia en los Estados Unidos con el fin de impulsar unproyecto académico que aproveche las ventajas del modelo estadounidense minimizando almismo tiempo sus desventajas.

I. La institucionalización de la ciencia política y sus desafíos

La estructuración profesional de una disciplina científica envuelve el desarrollo demúltiples procesos paralelos y a veces contradictorios, y por ende es conveniente evitar

toda interpretación teleológica que conciba la institucionalización de la ciencia políticacomo garantía automática de progreso científico. Bulcourf y Vásquez han resaltado que eldesarrollo de un campo profesional se vincula a la conformación histórica deconocimientos y habilidades específicas, el surgimiento de una comunidad profesionalarticulada en torno a asociaciones de referencia, la diferenciación frente a otras profesionesy la estructuración de criterios compartidos de reclutamiento y evaluación del méritoprofesional (Bulcourf y Vázquez 2004). Estos procesos complejos a menudo entran entensión como parte del tránsito de una disciplina incipiente hacia su institucionalización.

 Aunque resulta tentador asumir que la progresiva estructuración de un campoprofesional resolverá automáticamente las debilidades típicas de una disciplina emergente,

el proceso de profesionalización genera nuevos desafíos que es conveniente anticipar. Paraentender mejor esta cuestión, consideremos dos tipos ideales de configuración profesional,

E

Page 3: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 3/17

 

7

uno reflejando los dilemas distintivos de una ciencia política pobremente institucionalizada,y el otro reflejando los dilemas de una disciplina altamente institucionalizada.

Los problemas de una disciplina débilmente institucionalizada son fáciles dereconocer. Las publicaciones profesionales emergen en forma intermitente y los sistemasde evaluación anónima son irregulares. Los criterios de reconocimiento profesionalmuchas veces se fundan en los círculos de pertenencia (reciben mayor reconocimientoquienes trabajan junto a unos pocos académicos ya prestigiosos) y conllevan una fuerteestratificación entre una minoría intelectual vinculada a los circuitos internacionales dereflexión y publicación y una mayoría de colegas concentrados en la actividad docente conlimitado acceso a información actualizada y recursos de investigación.

El trabajo de investigación en este contexto se caracteriza por la escasaespecialización: los politólogos y politólogas cubren un campo intelectual amplio pero

difuso que requiere reflexión y lectura más allá de un área especializada. Esto resultafuncional a la necesidad de enseñar materias diferentes, lo que genera perfiles de docencia einvestigación diversificados pero de profundidad limitada. El resultado es una producciónacadémica que a menudo evita la recolección de datos originales (o ―privatiza‖ los datosrecolectados costosamente), y un predominio de la reflexión histórica sobre el casonacional o del análisis crítico de la producción de otros autores. Junto con esta tendenciaes común el culto a ciertos textos definidos como el canon de la disciplina y el rechazo alanálisis estadístico o a los modelos formales (a veces considerados sin distinción como unamisma cosa) por su presunta superficialidad e incapacidad para capturar la complejidad dela experiencia humana.

Un contexto de limitada institucionalización se caracteriza también por laformación inicial de muchos futuros politólogos en carreras afines — especialmentederecho — y por una escasa diferenciación de la ciencia política frente a estas disciplinas (deallí el debate fundacional sobre si la carrera debe denominarse ―ciencias políticas‖). Sedistingue por un reclutamiento profesional temprano, el cual se realiza cuando los futurospolitólogos y politólogas están completando la carrera de grado, y por un reclutamientoendogámico: los académicos jóvenes son incorporados dentro del mismo grupo intelectualen que se han formado. La debilidad del mercado profesional y la tendencia de los centrosuniversitarios a invertir en bienes inmuebles (cuando son privados) o en personaladministrativo (cuando son públicos), antes que en bibliotecas y profesores de tiempocompleto, a menudo imponen la necesidad del empleo múltiple, lo que reduce el tiempo

disponible para investigación y conlleva una limitada diferenciación de los centrosuniversitarios cuando los profesores de renombre no están identificados con institucionesespecíficas.

 Junto a esto es posible observar asociaciones profesionales muy débiles (conrecursos limitados y sin personal de tiempo completo) y dominadas por disputasideológicas o personales originadas en otros ámbitos. Frente al resto de la sociedad, elperfil de la profesión se caracteriza por un conjunto de cuadros profesionales que leenampliamente pero escriben poco; y que a menudo aspiran a jugar un rol como intelectualespúblicos pero cuya contribución a los debates se ve limitada por la falta de informaciónsistemática y por la ausencia de criterios técnicos que los diferencien de otras voces

presentes en los medios de comunicación.

Page 4: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 4/17

 

8

 A partir de esta descripción estilizada resulta tentador desvalorizar a una disciplinaacadémica naciente. Pero permítanme sin embargo considerar los desafíos potencialmentegenerados por la contracara de esta experiencia: una ciencia política por demás

institucionalizada. En este contexto existen publicaciones profesionales estables y de largadata pero altamente estratificadas (el problema no es tanto publicar, sino dónde, dado queunas pocas publicaciones altamente selectivas concentran la visibilidad profesional). Lossistemas de evaluación anónima funcionan en forma regular y transparente, pero imponenestándares de ciencia normal y castigan todo rapto de creatividad que se aparte de lasrígidas normas profesionales en cuestiones de estilo y métodos. El criterio dereconocimiento profesional se funda en la productividad (el volumen de publicaciones enrevistas o editoriales universitarias de prestigio) más que en la calidad de la docencia o en lacontribución al debate público.

No es sorprendente entonces que el trabajo de investigación en este contexto se

caracterice por la híper-especialización: politólogos y politólogas se concentran en un áreade trabajo intelectualmente estrecha pero claramente delimitada, lo que facilita lageneración de datos originales y una estrategia fordista de publicación en gran escalacentrada alrededor de un tema específico. Los costos de esta alta productividad a menudoson la falta de amplitud conceptual, el olvido (cuando no ignorancia) de los clásicos y laausencia de reflexión metateórica; un énfasis en la innovación metodológica por sobre lateorización crítica, y un rechazo al trabajo cualitativo por su presunta debilidad parapermitir generalizaciones empíricas.

Un contexto de alta institucionalización profesional se caracteriza también por unmercado de trabajo altamente estructurado, marcado por el reclutamiento profesional

tardío (a partir del posgrado o incluso del pos-doctorado) y por el empleo fuera de launiversidad en la cual los candidatos se han formado. El empleo de tiempo completodomina las instituciones universitarias y los cuadros docentes de tiempo parcial o conafiliación temporaria a las universidades son considerados como un grupo periférico a laactividad académica.

 Aunque este mundo parece igualitario, existen en realidad criterios de segmentaciónprofesional fundados en la jerarquización rígida de los establecimientos educativos: deacuerdo con el departamento que les ha conferido el doctorado, los politólogos trabajaránen claustros de investigación de alto prestigio, en universidades de mediano rango, o endepartamentos menores dedicados puramente a la enseñanza. Las universidades de primer

nivel solamente reclutan investigadores jóvenes graduados en otras universidadesconsideradas como ―pares‖, pero dado que el número de estas plazas es limitado, laexpectativa general es que quienes concluyen su formación en el doctorado probablementecaerán un escalón en la jerarquía de instituciones académicas al momento de conseguirtrabajo.

Una vez adquiridas las plazas, la circulación de la producción académica tambiénsigue este patrón jerarquizado. Los temas y métodos ―de avanzada‖ desarrollados en lasuniversidades más prestigiosas definen la agenda para las revistas académicas de renombre,y las editoriales universitarias a menudo toman la afiliación institucional de los autorescomo indicación del potencial impacto de un manuscrito. Como consecuencia, la

producción académica tiene un impacto altamente asimétrico: en cada nicho deinvestigación, la producción de los investigadores de instituciones más prestigiosas es

Page 5: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 5/17

 

9

seguida cuidadosamente por los académicos en instituciones de menos prestigio, pero loopuesto no ocurre en forma regular.

Las asociaciones profesionales son fuertes y autónomas (con un gran número deafiliados, recursos estables, y gerenciamiento profesional), lo que no impide que las luchaspor el control de las asociaciones tengan connotaciones personales o ideológicas, a menudoenmascaradas en debates de naturaleza teórica o metodológica. La disciplina se encuentraclaramente diferenciada de las áreas afines, aunque no por ello deja de venerar a algúncampo analítico que se constituye en modelo de cientificidad (la sociología hasta los añossetenta y la economía desde entonces). En resumen, este mundo profesional tiende agenerar politólogos que escriben más de lo que leen, que son especialistas pero nointelectuales, y que resultan generalmente incapaces para contribuir al debate público nopor falta de conocimiento técnico sino por falta de perspectiva crítica.

Los dos tipos ideales esbozados más arriba carecen, como todo tipo ideal, dereferentes empíricos perfectos1. Y si bien el lector probablemente encontrará elementosfamiliares en ambos, es probable que considere (con razón) que ninguno de ellos hacejusticia a la disciplina tal como la conoce en su contexto histórico. El objetivo de estebreve ejercicio no es sostener que la institucionalización profesional constituye una jaula dehierro, ni instigar en el lector una actitud pesimista frente al desarrollo de la profesión. Porel contrario, mi punto es que la institucionalización de nuestra disciplina es necesaria y seconstruye en forma cotidiana a partir de las normas profesionales generadas por lacomunidad científica que la encarna.

II. Cuatro normas profesionales

En el contexto académico estadounidense, estas normas profesionales son claras y omnipresentes, aunque no estén escritas. En la medida en que la ciencia políticanorteamericana se aproxima al tipo ideal de una disciplina altamente institucionalizada, laproducción académica sobre América Latina (y sobre cualquier otra región o tema)responde a cuatro mandatos generales que regulan el trabajo en todas las áreas.

1.  Productividad 

La norma fundamental se resume en el mandato de productividad. Para lograr lapermanencia y la promoción en las cátedras académicas, se espera que los politólogos

generen un volumen de publicaciones significativo, capaz de instalar el nombre de suuniversidad en los debates sobre el tema. Aunque este objetivo parezca claro, impone dospreguntas fundamentales: ¿Cuándo es el volumen de publicaciones suficientementesignificativo para lograr el reconocimiento profesional? Y ¿quién y cómo asegura que losacadémicos alcancen estos estándares de productividad?

El reconocimiento a la productividad requiere algún principio de cuantificación delas publicaciones, pero en la práctica tal principio resulta imposible de establecer en forma

1Para un panorama comparativo de la situación institucional de la ciencia política en América Latina,

véase la Revista de Ciencia Política, vol. 25, no. 1 (Santiago, Chile, 2005; disponible en:http://www.scielo.cl/ ). Para una perspectiva crítica de la profesionalización en Europa y (sobre todo)

en Estados Unidos, véase Schmitter (2003).

Page 6: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 6/17

 

10

precisa. Varios problemas de obvia naturaleza dificultan la definición de un criterio claro:no es fácil comparar la publicación de artículos y la publicación de libros, algunas revistas oeditoriales tienen mayor prestigio que otras (me refiero a este problema en la sección

siguiente), y algunos trabajos son fuertemente citados mientras que otros son virtualmenteignorados. En los hechos, sin embargo, las universidades necesitan alguna definición que,aunque vaga y flexible, permita guiar las decisiones de nombramiento y promociónacadémica. Estos criterios varían de acuerdo con el prestigio de cada universidad, pero unaexpectativa común parece ser la publicación de, cuando menos, un artículo por año en unarevista académica indexada por ISI2. Los libros, así como los artículos en revistasparticularmente prestigiosas, otorgan puntos extra en esta cuenta informal.

Los encargados de imponer estas normas son, en la práctica, los directores de losdepartamentos, los comités de promoción y los decanos de las facultades respectivas,quienes deciden en qué medida los investigadores han cumplido con las expectativas de

publicación. Existen fundamentalmente dos tipos de incentivo para asegurar elcumplimiento de las normas de productividad. El primero es un incentivo negativo, dadoque los profesores están a prueba durante los primeros seis años de su carrera. El fracasoen alcanzar los estándares de publicación durante este período conlleva la negación depermanencia en la cátedra, y por ende la necesidad de buscar otro empleo en unauniversidad de menor prestigio. En una encuesta de 393 departamentos de ciencia políticaen los Estados Unidos, Rothgeb y Burger encontraron que el 65 por ciento de losdepartamentos que conceden títulos de doctorado en ciencia política exigen al menos unartículo por año a sus profesores para concederles permanencia en la cátedra, mientras queun 41 por ciento reclaman un nivel de productividad algo mayor, demandando además lapublicación de un libro, o de unos dos artículos por año (Rothgeb y Burger 2009, 517).

El segundo incentivo es positivo. Una vez lograda la permanencia en el cargo( tenure  ), las decisiones individuales sobre promoción y ajuste de salario estarán guiadas enbuena medida por el registro anual de publicaciones de cada profesor. El reconocimientoacadémico generado por estas publicaciones atrae además ofertas de trabajo de otrasuniversidades interesadas en fortalecer el área. Es perfectamente legítimo que losprofesores exploren estas ofertas externas, dado que ellas permiten moverse a unauniversidad de mayor prestigio o renegociar las condiciones contractuales en su propiauniversidad. Esta norma de mercado se aplica a instituciones públicas tanto comoprivadas, y tiene dos consecuencias evidentes: por una parte, los salarios de los académicosmenos productivos decaen a lo largo del tiempo, dado que los ajustes colectivos anuales — 

sin incluir aumentos individuales por productividad — rara vez cubren los efectos de lainflación. Por otra parte, bajo este sistema las universidades con mayor capacidadfinanciera tienen una ventaja clara en la competencia por el reclutamiento académico.

Desde el punto de vista de los estudios sobre América Latina, este mandatoprofesional tiene una ventaja evidente, reflejado en el elevado volumen de publicacionessobre la región en los Estados Unidos. Sin embargo, presenta también algunas desventajas.La investigación tiende a orientarse hacia preguntas que garanticen resultados publicables,lo que genera cierta aversión al riesgo intelectual. Los autores son reticentes a investigar

2  ISI - Web of Science es un índice de publicaciones científicas que cubre más de diez mil revistas

académicas (la mayoría de ellas publicadas en inglés) en más de 200 disciplinas. La base de datosregistra y cruza las citas de cada artículo, lo que permite evaluar la repercusión de cada texto en otras

publicaciones y calcular un “índice de impacto” general para las revistas científicas en cada disciplina. 

Page 7: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 7/17

 

11

temas en los cuales hay pocos datos disponibles y los trabajos a menudo elaboran sobrecuestiones bien establecidas (y poco controvertidas para los evaluadores anónimos de lasrevistas) en lugar de proponer preguntas más relevantes para América Latina pero menos

convencionales en la disciplina. El sistema de incentivos basado en la permanencia en elcargo somete a los profesores jóvenes a una gran presión para ―publicar o perecer‖ (segúnun dicho popular), y en las principales universidades la producción académica tiende a

 valorarse por sobre la docencia o la participación en el debate público. Esto,inevitablemente, conlleva un cierto aislamiento de los politólogos en el circuito de lasrevistas científicas.

2.   Jerarquización de las publicaciones 

Los requisitos de publicación se ven complicados por la jerarquización de lasrevistas académicas y las editoriales. Dado que no todas las publicaciones cuentan por

igual, los politólogos deben buscar un equilibrio entre colocar su producción en revistas oeditoriales de menor prestigio en las cuales resulta más fácil publicar, y publicaciones demayor reconocimiento a las cuales resulta más difícil acceder. Lograr este equilibrio no esfácil, en parte porque la jerarquía de las publicaciones está sometida a debate. Sin duda escomplicado — y ciertamente odioso — establecer un criterio para jerarquizar los canales depublicación, pero existen algunos principios comúnmente aceptados en la culturaacadémica estadounidense que vale la pena destacar.

Con respecto a los libros, se considera más prestigioso publicar en una editorialuniversitaria (Princeton University Press, Oxford University Press, etc.) que en una editorialacadémica comercial (Routledge, Palgrave, etc.). Los libros de texto tienen un

reconocimiento profesional escaso o nulo. El volumen de ventas es también un criteriosecundario; el reconocimiento profesional está dado por el prestigio de la editorial más quepor el número de libros vendidos.

Con respecto a las revistas, el mayor prestigio profesional está reservado para lacolocación de artículos en revistas generales de ciencia política, el segundo lugar estáreservado a las revistas generales de política comparada y el tercer lugar, a las revistasespecializadas en América Latina. Una encuesta reciente entre 1.695 politólogos deEstados Unidos (64%), Canadá (11%) y Gran Bretaña (24%) concluyó que entre las 10publicaciones más reconocidas y prestigiosas de los Estados Unidos hay tres (  American Political Science Review, American Journal of Political Science y Journal of Politics  ) que cubren temas

generales y otras tres ( World Politics, Comparative Political Studies, Comparative Politics  )especializadas en política comparada3. La única revista especializada en América Latinaincluida en la encuesta (la muy destacada Latin American Politics and Society  ) fue colocada enel puesto 58 vo por los encuestados en los Estados Unidos (Garand et al. 2009).

La Tabla 1 lista las revistas más reconocidas en los Estados Unidos e identificacuáles de ellas cubren temas de política comparada en forma total o parcial. Con finescomparativos, se reporta en la tabla el orden de reconocimiento asignado a cada revista

3Las cuatro publicaciones restantes son editadas fuera de los Estados Unidos (British Journal of Political 

Science), cubren temas de relaciones internacionales (International Organization e International StudiesQuarterly ) o publican artículos diversos de reflexión y ensayo más que investigación empírica

(Perspectives on Politics). 

Page 8: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 8/17

 

12

relevante por los encuestados en los Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá. Entre 1995y 2009, estas seis revistas estadounidenses publicaron 247 artículos sobre América Latina.

Tabla 1. Las diez revistas más reconocidas y prestigiosas en los Estados Unidos

Revista ¿Política

compara-

da?

Ranking Artículos

sobre

América

Latina,

1995-

2009

Estado

s

Unidos

Reino

Unido

Canadá

 American Political Science Review  En parte 1º 2º 1º 9 American Journal of Political Science En parte 2º 5º 5º 19

 Journal of Politics En parte 3º 14º 9º 22

British Journal of Political Science En parte*

International Organization No

World Politics Sí** 6º 7º 6º 31

Comparative Political Studies Sí 7º 9º 7º 89

Comparative Politics Sí 8º 6º 4º 77

Perspectives on Politics No

International Studies Quarterly  No

Total (1995-2009) 247* Publicada fuera de Estados Unidos. ** También cubre relaciones internacionales.

Fuente: Garand, Giles, Blais y McLean (2009, Tabla 1), y datos recolectados por Néstor

Castañeda y Jovana Zelenkov de la Universidad de Pittsburgh.

En las seis revistas listadas en la Tabla 1, los manuscritos sobre América Latinadeben competir por un limitado espacio con artículos sobre muchos otros temas. Estarestricción se torna más importante en publicaciones generales como  American Political Science Review , que rechaza más del 90 por ciento de los manuscritos recibidos, y en la quelos artículos sobre política comparada (para todas las regiones del planeta) representan

poco más de la quinta parte de los artículos publicados (Rogowski y Treisman 2009).Como resultado de estas restricciones, el volumen de artículos sobre la región publicado enlas principales revistas de la disciplina permanece limitado.

Page 9: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 9/17

 

13

Figura 1. Número relativo de artículos sobre América Latina en seis revistas, 1995-

2009

226

511

205

855

828

577

77

89

31

22

19

9

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Comparative Poli tics

Comparative Poli tical Studies

World Politics

Journal of Poli tics

American Journal of Poli tical Science

American Political Science Review

Otros América Latina 

Fuente: Datos compilados por N. Castañeda y J. Zelenkov, Universidad de Pittsburgh.

La Figura 1 compara el porcentaje (y el número total) de artículos referidos a América Latina publicados en las seis revistas entre 1995 y 2009. Las tres revistas generalespublican aproximadamente un 2% de sus artículos sobre la región. Las revistas de políticacomparada publican entre un 13% y un 25% de artículos sobre temas latinoamericanistas.En conjunto, Comparative Political Studies y Comparative Politics han publicado dos tercios de

todos los artículos referidos a América Latina en las revistas principales. El prestigio de lasrevistas tradicionales se preserva en buena medida como producto de la escasez.

¿Cuáles son las consecuencias de este esquema de jerarquización editorial para los estudioslatinoamericanistas? El esquema incentiva a los autores a desarrollar investigación empíricaoriginal, en lugar de ensayos o reflexión sobre la coyuntura. También los obliga a mantenerun diálogo teórico y metodológico actualizado con el resto de la disciplina, formulandopreguntas que trasciendan las especificidades de la región para ganar un lugar en el limitadoespacio de las publicaciones generales.

El costo de la integración profesional es, sin embargo, un sistema dereconocimiento informal que premia la publicación en revistas o editoriales tradicionales deciencia política por sobre las publicaciones en revistas o editoriales especializadas en

 América Latina. También remueve los incentivos para publicar en el extranjero, dado quelas publicaciones en otros idiomas en que no sean el inglés reciben escaso crédito. Inclusola publicación de capítulos en volúmenes compilados — fundamental hasta los añosochenta — ha visto su prestigio erosionado en las últimas décadas.

La norma profesional que pondera las publicaciones tradicionales dificulta la capacidad delos editores especializados en América Latina para atraer los mejores manuscritos. Algunaseditoriales universitarias como Penn State University Press, Duke University Press y University of Pittsburgh Press tienen colecciones sólidamente establecidas sobre temaslatinoamericanos. Sin embargo, el reconocimiento profesional para los autores es mayor

Page 10: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 10/17

 

14

cuando un libro se publica en una colección destacada sobre temas generales de políticacomparada, como las series de Cambridge University Press o Stanford University Press.

 Al igual que en el caso de los libros, la publicación de un artículo en una revistaespecializada en temas latinoamericanos suele pasar inadvertida para los colegas dedicadosa otras áreas geográficas, a pesar de que existen revistas destacadas sobre la región. Entreellas se destacan Latin American Research Review  (la revista de Latin American Studies

 Association),  Journal of Latin American Studies  (publicada en Gran Bretaña), Latin American Politics and Society  y más recientemente  Journal of Politics in Latin America  (publicada en

 Alemania). Las dos primeras revistas cubren temas generales de historia y ciencias sociales,mientras que las otras dos se especializan en temas de política.

En cualquier caso, y dadas las restricciones de espacio en las revistas generales,buena parte de la producción latinoamericanista se concentra en estas revistas. La

publicación en ellas no supone el fracaso de una carrera académica ni tampoco prueba quela calidad del trabajo de un autor o autora sea inferior. Algunos de los artículos másinfluyentes en el estudio de la política latinoamericana (por ejemplo, Linz 1990; O'Donnell1994) han sido publicados por fuera del circuito principal, en parte porque ello ofrecía a losautores mayor flexibilidad para expresar sus ideas.

Una de las características distintivas de una disciplina altamente institucionalizadaparece ser la diversidad de espacios profesionales y publicaciones con evaluación anónima,que difunden trabajo de calidad en función de regiones (v.g., Latin American Politics and Society  ) tanto como de áreas temáticas (v.g.,  Electoral Studies  ). El punto fundamental, noobstante, es que el prestigio asociado a la publicación en las seis revistas más renombradas

conlleva ventajas profesionales que motivan a los latinoamericanistas en los EstadosUnidos a competir por el limitado espacio disponible y que guían a menudo sus decisionessobre el enfoque y el contenido de los artículos.

3. Explicación causal 

El contenido sustantivo de los artículos, por su parte, está sujeto a clarasexpectativas. No se trata de que el rango de temas aceptables esté limitado, aunque ciertostemas han sido privilegiados por la moda intelectual en todas las épocas, sino más bien deque ciertas perspectivas analíticas han adquirido predominio como parte de las normasprofesionales en boga. Por ejemplo, hasta los años ochenta, el trabajo descriptivo — 

incluyendo el desarrollo de estudios históricos y la construcción de tipologías — conservabacierta aceptación en la corriente principal en ciencia política. Actualmente, sin embargo, seespera que los estudios tengan un carácter explicativo, vinculando explícitamente elcomportamiento de ciertas variables independientes con el comportamiento de una variabledependiente o resultado de interés.

Un indicador sencillo permite mostrar esta tendencia: de los 247 artículos sobre América Latina publicados en las seis revistas mencionadas en la Tabla 1 entre 1995 y 2009,aproximadamente el 21 por ciento enumera las hipótesis causales en forma explícita,destacándolas en el texto. Sin embargo, el porcentaje de artículos que emplea estaformalización de estilo es considerablemente mayor en las revistas con mejor ubicación en

el ranking, tal como muestra la Figura 2.

Page 11: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 11/17

 

15

Este énfasis en el análisis explicativo por sobre el trabajo descriptivo parece

haber tenido pocas consecuencias para el perfil de los países latinoamericanos

estudiados y cierta relevancia para los temas explorados, pero por sobre todo ha creado

importantes desafíos para la ciencia política latinoamericanista como proyectointelectual basado en el estudio de una región.

Figura 2. Porcentaje de artículos que enumeran sus hipótesis causales, 1995-2009

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

 American Political Science Review

 American Journal of Political Science

Journal of Politics

World Politics

Comparative Political Studies

Comparative Politics

Total (1995-2009)

 

Fuente: Datos compilados por N. Castañeda y J. Zelenkov, Universidad de Pittsburgh.

Si bien el interés por ciertos países fluctúa con los vaivenes políticos de cada

 período histórico, el énfasis de los estudios latinoamericanos en los Estados Unidos

 permanece concentrado en los países más grandes. En un reporte publicado en los años

sesenta, Ranis (1968) identificó a México, Brasil, Chile, Argentina y Perú (en ese

orden) como los cinco países latinoamericanos más estudiados en los Estados Unidos.

En otro análisis publicado en los años ochenta, Dent (1986) detectó un énfasis

dominante en el estudio de Brasil, Argentina, Chile, Cuba y México (en ese orden).

 Nuestra muestra de artículos de revistas generales de ciencia política muestra un énfasis

similar en el estudio de Brasil, México, Argentina, Chile y Perú, tal como destaca la

Figura 3.

Page 12: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 12/17

 

16

Figura 3. Países abordados (porcentaje de los artículos, 1995-2009)

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

   R  e  g    i  o

  n  a   l

   B  r  a  s   i   l

   M  e  x   i  c  o

  A  r  g   e

  n   t   i  n

  a  C   h   i   l  e

   P  e  r  u

   V  e  n  e

  z  u  e   l  a

  C  o  s   t  a

    R   i  c  a

  C  o   l  o

  m   b   i

  a

   B  o   l   i  v

   i  a

   N   i  c  a

  r  a  g   u

  a

   E  c  u  a

  d  o  r

  C  u   b  a

   H  o  n  d

  u  r  a  s

   U  r  u  g 

  u  a  y

   R .    D  o  m

   i  n   i  c  a

  n  a

   P  a  n  a

  m  a

   P  a  r  a  g   u

  a  y

 

Fuente: Datos compilados por N. Castañeda y J. Zelenkov, Universidad de Pittsburgh.

Los temas y las preguntas han evolucionado en parte como resultado del contextohistórico y en parte siguiendo las modas teóricas en la academia norteamericana. En suanálisis de los estudios latinoamericanos entre 1950 y 1980, Dent (1986) destacó que los

cuatro temas más abordados a lo largo de tres décadas fueron las revoluciones, lasinstituciones formales, partidos y elecciones, y las relaciones internacionales de la región.Nuestra muestra de artículos recientes sugiere que las revistas generales de ciencia políticahoy en día destacan cuestiones de economía política (17% de los artículos), estudios deopinión pública y comportamiento electoral (11%), análisis del movimiento obrero y losmovimientos sociales (10%), estudios sobre democratización (9%) y política legislativa(7%). El estudio de los partidos políticos y sus ideas (7%) y los sistemas electorales (6%)continúan atrayendo atención, y hay nuevos temas emergentes como la política subnacional(6%) y el análisis del poder judicial (4%). Dependiendo de la amplitud de la definiciónadoptada, los temas institucionales en conjunto representan entre un tercio y la mitad de losartículos publicados.

La clasificación de los temas encubre unas tendencias más generales que sondifíciles de cuantificar. Estas transformaciones, ocurridas fundamentalmente durante losaños noventa, se deben a la emergencia de nuevos enfoques teóricos, a los cambios en elpanorama político latinoamericano a partir de la tercera ola de democratización y a latendencia creciente a enfatizar la explicación causal. En términos generales, en la últimasdos décadas: (1) el enfoque institucional ha tendido a remplazar las perspectivassociológicas en el estudio de la política latinoamericana; (2) los estudios de economíapolítica han invertido la dirección causal, destacando el rol de las instituciones comoexplicación para los resultados de política pública en lugar de enfatizar los procesosestructurales como explicación de los fenómenos políticos; y (3) los estudios de América

Latina han abandonado el análisis histórico en beneficio del análisis de datos (datoselectorales, de opinión pública, de encuestas de élites, etc.).

Page 13: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 13/17

 

17

Más allá de estos ajustes, la idea misma de una sub-disciplina especializada en América Latina se ha visto crecientemente cuestionada. La elaboración de teorías causalesasume que las explicaciones ―científicas‖ son generales y no particulares. Por ende, la

disciplina tiende a valorar aquellas teorías capaces de explicar fenómenos globales porencima de las teorías de alcance regional, y las teorías de alcance regional por encima de lasexplicaciones que conciernen a un solo país. Esta concepción, creciente desde los añosnoventa, ha puesto en cuestión los estudios de área y ha promovido el análisis superficial demuchos países por sobre el estudio en profundidad de algunos pocos casos.

 A pesar de su pretensión universalista, esta concepción puede conducir aimportantes errores de inferencia causal al asumir que la política en todas las regiones demundo opera de la misma manera (Mainwaring y Pérez-Liñán 2007). Frente a esteproblema, una solución de compromiso ha consistido en analizar la región en su conjunto,produciendo generalizaciones empíricas de alcance medio. La Figura 3 ilustra claramente

esta tendencia: un 18% de los artículos latinoamericanistas en la muestra son estudiosregionales, en los que los países latinoamericanos son analizados como un conjunto,generalmente en forma cuantitativa.

3. Sofisticación metodológica 

El énfasis en la explicación causal demanda la formulación de hipótesis explícitas eimpone un uso sistemático de la evidencia empírica para ponerlas a prueba. Así, el enfoqueexplicativo obliga a los investigadores a especificar el diseño de investigación: cuáles son lasunidades de análisis y los casos (o muestra) estudiados, cómo se define y operacionaliza la

 variable dependiente, cuáles son los indicadores de las variables independientes, y cómo se

estructura la prueba empírica.

En este juego, los académicos entrenados en métodos cuantitativos han adquiridouna ventaja indiscutible en la competencia por el limitado espacio en las revistas másrenombradas. Los motivos para el predominio del análisis estadístico por sobre otrasformas de análisis son varios. En primer lugar, el análisis estadístico impone la necesidad deestructurar una base de datos con unidades de análisis bien definidas, variablesexplícitamente operacionalizadas, e información sistemática para todos los casos incluidosen la estimación. Esta estructura inicial confiere claridad a la pregunta de investigación — aún cuando la pregunta de investigación sea menos interesante — y facilita la evaluación porparte de los lectores anónimos.

En segundo lugar, la teoría de la inferencia causal está vastamente más desarrolladaen el contexto del análisis estadístico que en el contexto cualitativo. El análisis estadísticoofrece pruebas concretas para establecer la confiabilidad de las relaciones causales, y permite generalizar los resultados obtenidos a partir de una muestra de casos a un universono observado, lo que resulta consistente con el objetivo de producir generalizacionesempíricas mencionado en la sección anterior.

Por último, las técnicas estadísticas evolucionan en forma permanente, lo quepermite a los evaluadores anónimos juzgar los artículos no solamente en función de sucontenido sustantivo sino también de su sofisticación metodológica. Las principales

revistas generalmente requieren el uso de instrumentos estadísticos avanzados, tratando deasegurar que los autores empleen la técnica más adecuada entre las actualmente disponibles

Page 14: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 14/17

 

18

para responder a la pregunta de investigación. Esta escalada metodológica a veces generatextos en donde la pregunta de investigación parece ser una mera excusa para emplear elmétodo preferido.

El impacto de esta tendencia entre los estudios de América Latina no esdespreciable. Un 56 por ciento de los artículos analizados empleó alguna forma de análisisestadístico y un 13 por ciento (dentro de este grupo) empleó modelos avanzados,entendidos como tales aquellos casos en los que hay un tratamiento del estimador comoparte del artículo. La Figura 4 muestra que el trabajo cuantitativo predomina claramente enlas tres revistas principales (APSR, AJPS y JOP) y en Comparative Political Studies , mientrasque el análisis cualitativo sigue dominando en World Politics y Comparative Politics .

Figura 4. Porcentaje de artículos cualitativos, por revista

0% 20% 40% 60% 80% 100%

Total

Comparative Pol itics

Comparative Political Studies

World Politics

Journal of Politics

American Journal of Political Science

American Political Science Review

Cu al i ta ti vo Cu anti ta ti vo Mod el o a va nza do

 

Fuente: Datos compilados por N. Castañeda y J. Zelenkov, Universidad de Pittsburgh.

Un efecto colateral positivo de esta tendencia ha sido la creciente sofisticación delanálisis cualitativo. En un esfuerzo por revalorizar el trabajo con una N pequeña, nuevas

 voces en la disciplina han cuestionado el dogma cuantitativo y expandido las técnicas deinferencia cualitativa (Brady y Collier 2004; Ragin 2008). Estos desarrollos sin duda

tendrán un impacto relevante en los estudios latinoamericanistas.III. Tres lecciones

La creciente integración de los estudios latinoamericanistas a la corriente principalde la ciencia política estadounidense es irreversible y ha generado importantes ventajas paralos estudios de la región. Al mismo tiempo, este proceso ha generado efectos colateralesque deben tenerse en cuenta si se desea capitalizar las lecciones de esta disciplina altamenteinstitucionalizada sin reproducir sus errores. Tres lecciones se destacan por su importanciapara la ciencia política en otros contextos.

1. Sostener incentivos a la productividad. La experiencia estadounidense sugiere quepara generar y mantener un debate intelectual vibrante en el mundo académico hace falta

Page 15: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 15/17

 

19

ofrecer incentivos concretos a la publicación de artículos y libros. En el sistemanorteamericano el principal incentivo es negativo, y está dado por la amenaza de perder elempleo antes de lograr la permanencia en la cátedra. En América Latina, por otra parte,

algunas de las universidades más prestigiosas han comenzado a experimentar con unmétodo mucho más amistoso y flexible: la entrega de bonos anuales por productividad.Bajo este sistema, los investigadores que publican textos en revistas reconocidas(normalmente aquellas indexadas por ISI) reciben un sobresueldo adicional que puede serfijo (como en el CIDE de México, la Universidad de los Andes en Colombia, o la DiegoPortales en Chile) o variable (como en la Universidad Católica de Chile). Un estudioelaborado por la Universidad Católica de Chile muestra que este modelo de incentivos esuna de las principales variables que predice la productividad de los politólogoslatinoamericanos (Altman 2009).

El establecimiento de criterios institucionales para asignar premios por

productividad conduce inevitablemente al problema de la jerarquización de laspublicaciones, lo que genera acalorados debates en los departamentos. Aunque a menudosangrientos, estos debates son saludables y necesarios para evitar algunos de los problemasidentificados en la experiencia norteamericana. Resulta esencial establecer estándares claros,que premien el tipo de investigación que merece reconocimiento a nivel internacional y queminimicen el riesgo de arbitrariedad administrativa (de allí el uso frecuente del índice de ISIcomo referente principal). Al mismo tiempo es importante minimizar el sesgo dominanteen estos esquemas de estímulo, que tiende a beneficiar las publicaciones en inglés y laproducción de artículos en beneficio de los libros.

2. Preservar el pluralismo teórico y metodológico. El sistema jerárquico de

publicaciones aceptado por la disciplina en los Estados Unidos impone una barrera deacceso muy alta a todos aquellos investigadores que estén socializados por fuera de lasnormas descriptas en las secciones anteriores. Esto incluye a los académicos formados entradiciones intelectuales de otras regiones, a buena parte de los politólogos estadounidensesentrenados en eras pasadas, y a aquellos formados en universidades de menor prestigiodentro de los Estados Unidos.

Dado que las universidades norteamericanas de primera línea concentran a losprofesionales con mayor experiencia en investigación, desarrollan las técnicas de análisisavanzadas y congregan a un elenco con capacidad para influir en la dirección de los debatesteóricos, los estudiantes de posgrado formados en estas instituciones de elite tienen una

 ventaja natural para competir por el limitado espacio en las publicaciones destacadas. Losinvestigadores en instituciones de segunda línea, entretanto, tienden a converger hacia losparámetros teóricos y metodológicos establecidos por estos colegas, en el afán por lograrun espacio en las revistas y editoriales de mayor prestigio. El pluralismo de enfoques sepreserva paralelamente porque el gran número de universidades, revistas y editorialespermite generar nichos de publicación especializados, menos prestigiosos pero reconocidosespecíficamente en los subgrupos disciplinarios.

Frente a este ejemplo, todo intento por institucionalizar la ciencia política en otroscontextos debe realizar un esfuerzo consciente por preservar el pluralismo metodológico y teórico. Esta diversidad reclama un sacrificio consciente de los proyectos intelectuales en

juego, que deben compartir recursos, evitar la descalificación recíproca y renunciar a labúsqueda de la hegemonía intelectual en los claustros. Los beneficios colectivos de este

Page 16: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 16/17

 

20

esfuerzo, sin embargo, pueden reflejarse en una mayor riqueza del debate, en la integraciónde los académicos locales a múltiples circuitos internacionales, en la construcción deequipos interdisciplinarios, y en el desarrollo de redes nacionales y regionales para la

producción de datos o la formación metodológica.

3. Evitar un falso dilema entre sofisticación y relevancia social. ¿Es posiblereconciliar la obsesión por la rigurosidad metodológica con la búsqueda de relevancia socialpara la disciplina? Esta pregunta recibe a menudo una respuesta negativa de losintelectuales latinoamericanos y europeos, quienes ven en la tradición estadounidense undespliegue innecesario de virtuosismo metodológico sin verdadera profundidad teórica. Sinembargo, hay dos razones para pensar que estos principios no son contradictorios, y que lainstitucionalización de la ciencia política requiere de su integración.

En primer lugar, la relevancia social está dada por la significación de nuestras

 preguntas , mientras que la rigurosidad metodológica hace a la calidad de las respuestas . Dadoque todo método permite responder algunas preguntas y no otras, existe siempre latentación de seleccionar preguntas triviales con el fin de emplear las herramientasconocidas o de rechazar el estudio de métodos complejos argumentando de antemano queno se ajustan a las cuestiones de mayor significación, pero estas soluciones de convenienciano pueden aceptarse como principios rectores de la investigación social.

En segundo lugar, adquirir el instrumental metodológico necesario para publicarsignifica también la posibilidad de difundirlo en los cursos universitarios de grado y posgrado. La difusión universitaria de técnicas avanzadas de investigación permitefortalecer los cuadros técnicos del Estado y de la sociedad civil. Es posible que muchas

preguntas teóricas del debate estadounidense no justifiquen tal despliegue de técnicasavanzadas de investigación, pero los problemas sociales latinoamericanos sin duda lasrequieren.

La experiencia de los estudios latinoamericanistas en los Estados Unidos sugiere asíimportantes conclusiones para la ciencia política en la región. Sólo una disciplina pluralista,con múltiples voces y enfoques, con criterios científicos claros pero con igual interés porlos problemas sustantivos, puede impulsar el proceso de institucionalización sin resignar suprofundidad conceptual, su rol crítico y su función en la construcción del estadodemocrático. Este desarrollo plural resulta necesario para que podamos avanzar en elrumbo de un mayor profesionalismo sin caer en la trampa de un profesionalismo sin

rumbo.

Referencias

 ALTMAN, David. 2009. Latin American Political Science Departments: Productivity andImpact. Santiago: Universidad Católica de Chile (inédito).

BRADY, Henry y David COLLIER. 2004. Rethinling Social Inquiry. Diverse Tools,Shared Standards. New York: Rowman & Littlefield Publishers, Inc.

BULCOURF, Pablo y Juan Cruz VÁZQUEZ. 2004. "La ciencia política como profesión".

PostData: Revista de Reflexión y Análisis Político (10):255-304.

Page 17: PÉREZ LIÑÁN

7/14/2019 PÉREZ LIÑÁN

http://slidepdf.com/reader/full/perez-linan 17/17

 

21

DENT, David. 1986. "Past and Present Trends in Research on Latin American Politics,1950-1980". Latin American Research Review 21 (1):139-151.

GARAND, James C., MICHEAL W. Giles, André BLAIS y Iain MCLEAN. 2009."Political Science Journals in Comparative Perspective: Evaluating Scholarly Journals in theUnited States, Canada, and the United Kingdom". PS: Political Science & Politics 42 (4):695-717.

GEDDES, Barbara. 1995. "Uses and Limitations of Rational Choice." En Latin America in Comparative Perspective: New Approaches to Methods and Analysis , comp. P. H. Smith. Boulder:

 Westview Press, 81-108.

LINZ, Juan J. 1990. "The Perils of Presidentialism". Journal of Democracy 1 (1):51-69.

MAINWARING, Scott y Aníbal PÉREZ-LIÑÁN. 2007. "Why Regions of the World AreImportant: Regional Specificities and Region-Wide Diffusion of Democracy." En Regimes and Democracy in Latin America. Theories and Methods , comp. G. Munck. Oxford: OxfordUniversity Press, 199-229.

O'DONNELL, Guillermo. 1994. "Delegative Democracy". Journal of Democracy 5 (1):55-69.

RAGIN, Charles C. 2008. Redisigning Social Inquiry: Fuzzy Sets and Beyond . Chicago: University of Chicago Press.

RANIS, Peter. 1968. "Trends in Research on Latin American Politics: 1961-1967". Latin 

 American Research Review 3 (3):71-78.

ROGOWSKI, Ronald y Daniel TREISMAN. 2009. "Report of the Editors of the American Political Science Review, 2007 – 2008". PS: Political Science & Politics 42 (2):426-428.

ROTHGEB, John M. y Betsy BURGER. 2009. "Tenure Standards in Political ScienceDepartments: Results from a Survey of Department Chairs". PS: Political Science & Politics 42(3):513-519.

SCHMITTER, Philippe C. 2003. "Siete Tesis (Disputables) Acerca del Futuro de la Ciencia

Política 'Transatlantizada' o 'Globalizada'". PostData (9):59-80.