Patagonia Chilena

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247 ESQUIAR EN CHILE Tierra de volcanes, nieve y bosque de araucarias, el sur de Chile ofrece excelentes pistas de esquí complementadas con gastronomía gourmet y momentos de spa.  Por Lorena López EVASION La El hotel Tivoli Sâo Paulo- Mofarrej. FOTO: DERECHOS RESERVADOS.

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Nieve, pisco y paisajes ancestrales muy cerca de donde Pablo escribió los "versos más tristes esta noche". En revista Harper´s Bazaar Argentina.

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Tierra de volcanes, nieve y bosque de araucarias, el sur de Chile ofrece

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el caminante: hay senderos señalizados y con explicaciones acerca de cuánto dura el recorrido y el nivel de dificultad; esto es fundamental para decidir qué se puede hacer sin que resulte, finalmente, un exceso o que, durante el paseo, uno tenga la penosa incertidumbre de “cuándo termina” la excursión. En algunos espejos de agua, además, se pue-de remar en bote o kayak y se ofrecen travesías de dos o tres días, siempre acompañados por guías especializados.

Otras de las áreas protegidas de la zona es la Reserva Nacional Malalcahuello que, en sus casi 13.000 hectáreas, protege una gran variedad de cantidad y variedad de ani-males y plantas nativos de la región. Aquí también hay una red de senderos (50 kilómetros en total que van de los 1.000 a los 1.700 metros) y actividades de montaña para toda la familia, incluida la posibilidad de hacer cabalgatas. Se encuentra junto a la Reserva Nacional Nalcas (17.000 hectáreas) y atravesada por el río del mismo nombre que proviene de una planta de frutos rojos, que supera el metro de altura, llamada “nalca” o “pangue”, que se usa como adorno y también se come en forma de ensalada.

Dentro de la Reserva Malalcahuello y, más precisa-mente, en la base del volcán Lonquimay, se ubica el centro de esquí y hotel con spa Corralco. Y aquí se nota de nuevo cómo la presencia del paisaje es dominante en todo lo que se va construyendo porque además del nombre del lugar (que significa “agua de piñón”), la carta del restaurante del hotel ofrece al menos dos platos hechos sobre la base del fruto de la araucaria: un postre que a simple vista tiene

algo del baclava y de almendrado, y una sopa crema pen-sada para este frío que tanto les gusta a los árboles pero que a los humanos les cala los huesos.

Pedro Salazar, el cocinero responsable de estas crea-ciones, lo resume así: “Ofrecemos una carta rústica como el entorno”. Y basta mirar por la ventana y ver todo cubier-to de nieve o escuchar el viento golpear contra los vidrios para entender de qué está hablando. Otros de los productos muy usados son hongos que crecen en forma natural, tales como changles y morchelas, y carnes de caza, como ciervo y jabalí. Los condimentos clave son el merken ahumado, hecho con ajíes de sabor fuerte, y el polvo de digüeñes, otro hongo del lugar pero que se usa como especia. Por ahora, el plato estrella es el risotto de pato con morchelas y aceite de trufa, aunque los cambios ocurren casi a diario.

El centro de esquí de Corralco está a 1.480 metros sobre el nivel del mar y el punto más alto alcanza los 2.300 metros. Haycerca de 500 hectáreas esquiables y 25 pis-tas de diferentes niveles de dificultad, una de las cuales es ideal para los que recién se inician por su pendiente “ami-

El lujo sumó un nuevo espacio con el shopping JK Iguatemi en Vila Olimpia.

La calle oscar freire, una de las

más chics de la ciudad. Los

diseñadores locales más importantes

están allí.

emuco, además de ser la ciudad donde transcurrió la infancia del gran poeta Pablo Neruda, es la capital de la región de La Araucanía chilena: zona de lagos, ríos, montañas y, por supuesto, arauca-rias. Estas coníferas (también conocidas

como pehuenes) tienen la particularidad de que, mientras más extremas sean las condiciones climáticas, mejor será su crecimiento; por eso, cuanto más viento y nieve azoten el territorio, más vigorosas crecerán hasta alcanzar los ¡45 metros!. Son, Sus frutos son los preciados piñones, tradi-cional alimento de los pehuenches -habitantes originarios de la zona-, que hoy se usan en la elaboración de platos que rescatan productos locales y tradicionales. Solo los árboles hembra arrojan estos frutos, que recién aparecen a los cuarenta años de edad de la planta, que llega a vivir más de un milenio. Comerlos es apropiarse buenamente de esa eternidad.

La Araucanía es también una zona de termas (como las de Malalcahuello y Manzanar) y de áreas protegidas. El Parque nacional Conguillio, de 60.800 hectáreas y ubica-do a menos de una hora de la frontera con Neuquén por el paso de Villa Pehuenia, es el más visitado de Chile y posee la categoría de “Reserva de Biósfera, lo que implica que tiene la función de conservar su diversidad biológica. Se encuentra abierto todo el año y no se puede pasar por allí son conocer la cascada Velo de la novia, el mirador del lago Conguillio y la Laguna Verde. Todo está organizado para

La calle Oscar Freire, una de las más chics de la ciudad. Los diseñadores locales más importantes están allí.

Otros atractivos de la zonaParque Nacional TolhuacaSon 6.474 hectáreas de extensión cordillerana. Aquí nace el río Malleco y hay bosques de arau-carias, coihues y robles, además de importantes poblaciones de coipos, pumas, chillas, zorros y güiñas. El volcán Tolhuaca supera los dos mil me-tros de altura.

Parque Nacional NahuelbutaCreado en 1939, aquí se realizan investigaciones sobre el ecosistema y cuenta con miradores, sen-deros y zonas de acampe.  Es zona de altas cum-bres y orquídeas.

Parque Nacional VillaricaSe destacan los volcanes Lanín, Quetrupillán y Villarrica con alturas superiores a los dos mil me-tros. Hay senderos de trekking como el Challupén, Cráter del Villarrica, Los Nevados y Rinconada de Huijilco.

Reserva Nacional RalcoIdeal para ver lengas y ñires y aves como carpinte-ros negros y cóndores. Sus principales atractivos son el río Ralco, el volcán Callagui, la Laguna Mula y los esteros Loncotahue y Vilcuncura.

El lujo sumó un nuevo espacio Olimpia.

La calle oscar de la ciudad. Los

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gable”, larga y ancha, y porque las sillas son especialmente cómodas y dan sen-sación de seguridad. Un dato extra: hay nieve en abundancia hasta principios de noviembre, y la temperatura hace que se mantenga seca y liviana. Tanto los esquiadores como los acompañantes suelen hacer un alto, infaltable, en el bar Zorro con Botas, en cuyo estar hay una gran chimenea siempre funcionando.

Pero no todo es esquiar, deslizarse en tablas o sentir el vértigo de la veloci-dad en las motos de nieve. También es posible disfrutar del paisaje caminan-do con raquetas y bastones para ayu-darse cuando el suelo se complica (es usual hundirse hasta la rodilla y más) o cuando aparece un incipiente cansancio aunque apenas haga media hora que se pasea: es que el clima hace que el tiempo parezca más largo, como si todo transcurriera en otra dimensión; quizás el blanco del paisaje y la ausencia de sonidos fortalece esta sensación. Al lado de una arau-caria gigantesca puede verse un renoval que resiste con alegría los embates de la nieve, o un zorro que se pierde en el bosque. Por lo general, las excursiones organizadas culminan con un chocolate caliente y un puñado de fru-tos secos para recuperar el ánimo; la belleza del entorno hace el resto. Las más concurridas suelen ser el ascenso al volcán Lonquimay con equipos de randonné, la visita a la laguna Pehuenco y la caminata hasta el río Colorado, donde hay un salto de agua. Todas comienzan alrededor del mediodía y finalizan antes de que oscurezca.

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Auditorio Ibirapuera, obra del arquitecto Oscar Niemeyer.

De regreso al Hotel Corralco el jacuzzi y la pileta con agua caliente (previo estiramiento en las colchone-tas del gimnasio), son la mejor bienvenida, seguida de sauna seco y masajes. Luego es infaltable el trago en la barra (con opciones livianas, como el mojito sin alcohol y copas multicolores con granadina) y el fuego del foyer mientras afuera sigue nevando. Para después de la cena, suelen organizarse juegos de cartas y partidos de pool mientras los chicos se entretienen en el salón Kids bajo la supervisión de una niñera.

Cuando avanza la noche y todo se aquieta, el cielo se vuelve protagonista. Es inevitable, entonces, recordar (y decir en voz baja, para uno mismo) que la noche está es-trellada y titilan, azules, los astros a lo lejos, aquí, a 120 kilómetros de Temuco. n

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Cómo llegar:l De Santiago a Temuco hay vuelos de Lan y Sky Airline de una hora de duración.l Por tierra son 718 km.

Más información:www.corralco.com www.parqueconguillio.com

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