S O Ñ E M O SRevista Marista de Pastoral Vocacional

Hno. Carlos Vélezvelezcacho@hotmail.com

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No es fácil(Jesús de Nazaret - Kairoi)

Cuántas preguntas que vienen y van, cuánta resignación en mi vida normal.Cuánto amigo infiel, poca sinceridad, en un mundo ordinario, sin fe ni moral.

Todo es ocupación, nadie ha querido escucharla voz que grita, que grita en la necesidad.

Quiero seguir la cruz, la personalidad, una linterna que no pierda la luz, un testimonio de fidelidad, el gesto fraterno que me dé amistad.

Tú eres así, Jesús, un hombre que enseña el amor, la voz que llama, que llama a seguir la verdad.

NO ES FÁCIL VIVIR DE VERDAD LA VIDA,NO ES FÁCIL SEGUIRTE, JESÚS, CADA DÍA.

NO ES FÁCIL AMAR SI A CAMBIO NO HAY NADA.POR TI AMARÉ, POR TI VIVIRÉ, Y TE SEGUIRÉ, JESÚS.

En ocasiones mi rabia estalló con la miseria de la humanidad.Todo es dificultad y es duro vivir entre personas que me cuesta apreciar.

Pero Tú estás aquí con la firmeza de un rey,la voz que llama, que invita, que invita a seguir la verdad.

Cuántas preguntas que vienen y van, cuántas respuestas tu vida nos da.

juntos

El camino de la vocación.“Vivo la aventura del Corazón”

#no 36 - Julio - 2016

La Pastoral Vocacional de Guatemala arrancó el 2016 con la reunión de enero del Equipo Nacional de PJV. Este año opta-mos por poner más energías en los Núcleos de Animación Vo-cacional (NAVs) y en los Talleres de Animadores.

Ahora hay grupos de NAVs en la Escuela Marista, el Iteck y el Liceo Guatemala; y hay un grupo de exalumnos/as del Liceo en 2ª etapa de NAV. Todos estos grupos son acompañados por H. Edgardo y por alguien del centro: las profesoras Marila-lia, Mª Mercedes y Eneida del Marista, H. Marco Antonio de Chichicastenango, Patty de la Peña con alumnos del Liceo y Regina Sandoval con los exalumnos. La experiencia ha sido de tanto crecimiento que este año tuvimos el primer Encuen-tro Nacional de NAVs, en el cual también participaron los vo- luntarios del Colegio Marista de Manatí (Puerto Rico) y fue acuerpado por muchos Hermanos y Laicos. ¡Hay vida!

Al reto de conectar con otras pastorales y agentes de iglesia, en Guatemala hemos respondido con los Talleres de Anima-dores, ofreciendo el taller 1 y el 2 este año, con afluencia de participantes procedentes de Colomba, Coatepeque, Chi-chicastenango, Quiché, San Pedro Ayampuc y toda la zona metropolitana. Tanto para los participantes --de todas las edades y grupos-- como para el equipo (H. Jorge, Kim, H. Luis Manuel y yo) fue una experiencia rica de aprendizaje.

Además, a nivel de equipos, H. Carlos Vélez y yo hemos visita- do comunidades y consejos educativos de los centros, y se ha continuado acompañando a los pastoralistas en su labor de PV, y al EPAV del Marista. A nivel de actividades, cada centro ha tenido su Tiempo Vocacional y se han acompaña-do actividades de Remar, Comunidades Remar e iniciativas locales, como el Voluntariado de alumnos de Bachillerato del Liceo en Los Mactzules, Chichicastenango, en la cual Dios nos ha salido al encuentro a través del contacto con otra realidad. Y se sigue acompañando a muchos jóvenes en sus inquietudes y procesos.

No dejen de orar para que el Dueño de la Mies siga dándole valor a quienes sigue llamando.

Fraternalmente, h Edgardo López.

Pastoral Vocacional Marista en Guatemala(Hno. Edgardo López)

e-mail: pastoralvocacional@maristasac.orgTwitter: @PVMaristaAC

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La vocación... el proyecto de vida que Dios me propone para ser feliz.

Muchos se empeñan en mostrarnos la vocación como algo que tiene que ver con nuestros gus-tos y cualidades. Así, se entiende por vocación aquello para lo que valemos o para lo que te- nemos aptitudes o habilidades, confundién-dose frecuentemente la vocación con el ejer-cicio de una profesión.

Probablemente en nuestros colegios existe un departamento de orientación vocacional que tiene como fin ayudarnos a elegir la carrera que se ajusta mejor a nuestros intereses, gus-tos y capacidades. También es frecuente es-cuchar a cantantes o actores decir: siempre tuve vocación de actor o siempre supe que mi vocación era la música.

Aunque la vocación tiene mucho que ver con nuestros gustos y cualidades, no puede redu-cirse a ello. Casi todos valdremos para muchas cosas, como revelan los resultados de los test de aptitudes. Y a casi todos nos gustan los mis-mos trabajos o profesiones, gustos que suelen estar determinados por la moda. Por ejemplo, ahora se lleva mucho la mercadotecnia. Al fi-nal, los gustos y las cualidades por sí solos no determinan nuestras elecciones, sino que es preciso una determinación fundamentada en valores profundos y libremente asumidos.

El uso habitual de la palabra vocación ha hecho que nos olvidemos de su sentido ori- ginario. El término vocación procede del ver-bo latino vocare, que significa literalmente lla-mar.

Para que un llamado se produzca es preciso que haya dos personas: uno que llame y otro que escuche el llamado y responda. Por esta razón, mucha gente entiende la vocación como un llamado que reciben los sacerdotes y las religiosas. Se trata de personas que no han elegido ateniéndose sólo a sus gustos y aptitudes (hay sacerdotes que podrían haber sido excelentes ingenieros, por ejemplo), sino que se han determinado a consagrarse a Dios porque han sentido un llamado procedente de lo alto y de las necesidades de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Eso no significa que estas personas tengan que hacer cosas que no les gusten o que sus talentos se queden sin fructificar. Son personas que hacen lo que les gusta y desarrollan sus capacidades, pero que eligen su futuro escuchando a algo (o a Alguien) más.

Existen muchas personas que dan a su vida un sentido mayor que el mero desarrollo de sus capacidades. Abogados que se ponen al ser-

vicio de quienes no tienen quien los defienda: padres y madres de familia que entregan su vida a favor de sus hijos; trabajadores sociales que se ponen al servicio de los más pobres. Podríamos traer muchos ejemplos, pero lo importante es que todos ellos tienen un sentido de vida al que llamamos vocación, que consiste en responder a una llamada.

Ahora bien, no sólo las personas que se entre-gan a los demás responden a un llamado, sino que todos, de diferentes maneras, responde- mos a un llamado que a veces no sabemos de dónde viene. En otras palabras: todos tenemos vocación. Pensar que sólo los sacerdotes y las religiosas tienen vocación es otro de los malen-tendidos frecuentes en tor no a la vocación.

Dios nos ha regalado a cada uno, incluso a los que no creen en Él, un camino en el que invertir nuestra vida. En su recorrido se juega nuestra fe-licidad, es decir, sólo podremos ser felices si nos esforzamos por recorrer el camino que Dios ha puesto ante noso tros. La vocación es, por decir-lo así, el proyecto de vida que Dios nos propo ne, dejándonos la libertad de asumirlo como propio. Tiene siempre que ver con una misión.

Cuando uno se pregunta ¿cuál es mi misión en la vida? está preguntándose en realidad por su vocación.

La vocación no es, por tanto, ni aquello para lo que valemos ni un don que Dios da a unos po-cos; sino un don que Dios da a todos. Nuestra tarea consiste precisamente en tratar de des-cubrir esta vocación y tratar de vivirla.

[Tomado de “Abrir espacios vocacionales”- S.O.D.]

Evalúate en los siguientes aspectos:• ¿Estás cultivando la actitud de escucha: del

mundo, de lo que sucede a tu alrededor, de Dios?

• ¿Qué signos manifiestan que eres una per-sona disponible y valiente?

• ¿Cuáles son tus sueños y deseos profundos? ¿Dios tiene algo que ver con ellos?

Te invitamos a realizar tu propia reflexión y compartirla con todos nosotros a través de nuestras redes sociales.e-mail: pastoralvocacional@maristasac.orgTwitter: @PVMaristaACFacebook:Pastoral Vocacional Marista América Central

Dios pone frente a nosotrosun camino en el que invertir la vida.