Parcial 2 Pensamiento

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Parcial Cuestiones de Historia del Pensamiento A decir de Ian Kershaw, la figura de Hitler se dio en un contexto de “Estado excepcional” como se fue conformando en el territorio alemán antes de la Segunda Guerra Mundial. El estado de crisis constante -tanto económico como social- sumado a la ausencia de un poder fijo, llevarían a la sociedad germana a buscar una salvación de carácter “mesiánico”, a encontrar un salvador, un líder, que los conduzca hacia la “gran misión” o la salvación nacional, por supuesto -como en toda empresa patriótica- enfrentando al terrible enemigo nacional, político y/o racial. Según Kershaw cuanto mayores son las diferencias sociales y políticas, mayores los peligros e inseguridades e incertidumbres acerca del futuro, es mas atractiva la idea de un líder carismático en cuyas manos estuviera la tan ansiada salvación. He aquí que encontramos justificada la figura de Hitler dentro de este mismo estado excepcional, en circunstancias excepcionales y por supuesto en manos de un líder excepcional de facultades extraordinarias. En vías de consolidación total de este liderazgo, el discurso nacionalista-racista-imperialista de la derecha alemana toma fuerza y fusiona a una sociedad dividida y resentida en una misma fe política, cuyo enemigo común era el judío y cuyo profeta era el mismo Hitler. En las ideas del fuhrer siempre se encontró el problema de la cuestión judía, pero el mismo no tenia claro que pensaba hacer con el tema y -características de su liderazgo político no intervencionista- no tomo la decisión concreta sobre que hacer con ello. No obstante, Hitler creo pequeños organismos dependientes directamente de el mismo, entre las que estaban las SS y Adolf Eichmann, a quienes encargo la solución del tema. A modo de conclusión, el exterminio de los judíos mas que un dogma racial en la política nazi, es mas bien el invento de un objetivo político y estratégico a combatir, la creación de un enemigo común que pudiera unir a Alemania en una misma ideología del odio. Por ende, esta ideología o mas bien las ideas del “profeta” Hitler debían ser profundamente aceptadas y acatadas en pro de la salvación nacional: su lider, en su carácter de gobernante excepcional casi divino, sabia que era lo que necesitaban para salvarse. Y es entonces como el -en principio estado normativo alemán- va sucumbiendo a las ideas irracionales y caprichos del Fuhrer, dando lugar a un estado de carácter casi absolutista, cuya máxima expresión alcanza su cenit con la aniquilación en masa de millones de judios. No hubiera sido posible esto de ninguna manera sin Hitler, en su papel de líder único, absoluto y excepcional pero tampoco hubiera sido posible sin un estado fuera de lo normal, dado en circunstancias extraordinarias y con un fuerte panorama de crisis sacudiendo todo el territorio alemán. Por el contrario Enzo Traverso trata el tema del antisemitismo y la cuestión judía, ya no desde las ideas ) como originales y caprichosas de Hitler (aun así sabiendo que su antisemitismo es producto de asimilación de generaciones) sino desde orígenes remotos, que nacen en Europa medieval, se vinculan al crecimiento de la burguesía y que son la antítesis de la creación de los estados nacionales. El judío como un paria, un icono del frio calculo y el individualismo, sin mas pertenencia que a si mismo, conduce a la sociedad y a los intelectuales europeos a plantearse una análisis mas exhaustivo del fenómeno trayendo como consecuencia los primeros brotes antisemitas europeos. Mas adelante y en consecuencia, el judío moderno es un subproducto de las nuevas sociedades industrializadas de la Europa del siglo 18, cuya patria o nacionalidad no responden mas que a su dinero. Es así como y en cierta forma, para el incipiente Estado alemán, el judío representaba un peligro a los intereses comunes en vias de la búsqueda de una cohesión nacional. Pero la “amenaza” judía no solo se sintió en la búsqueda de una nación; se la veía en todas partes, la ciencia es un ejemplo. No obstante el máximo enemigo del capitalismo alemán 1 era el comunismo y el judío era el cerebro mismo del movimiento comunista. La cuestión judía cada vez mas se estaba yendo de las manos y el judío encarnaba cada vez mas el polo antinomico de la Kultur: la Zivilisation, ambas no podían ir de la mano. Así el judío representaba un enemigo nacional en todo sentido: social y biológico, político y económico, pues impedía la homogeneidad de la raza alemana, impedía la cohesión nacional con su esencia individualista y apátrida y era la misma expresión del dinero, el calculo, la Bolsa, el intercambio, etc, ese estilo de capitalismo, de Zivilisation que los alemanes no querian. Y la mejor forma de luchar contra ello era eliminando esas formas y reemplazándolas por otras 1 Capitalismo a la fuerza de acumulación, capitalismo de guerra, la única forma en que Alemania consideraba que podía salir de la crisis.

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Parcial Cuestiones de Historia del Pensamiento

A decir de Ian Kershaw, la figura de Hitler se dio en un contexto de “Estado excepcional” como se fue conformando en el territorio alemán antes de la Segunda Guerra Mundial. El estado de crisis constante -tanto económico como social- sumado a la ausencia de un poder fijo, llevarían a la sociedad germana a buscar una salvación de carácter “mesiánico”, a encontrar un salvador, un líder, que los conduzca hacia la“gran misión” o la salvación nacional, por supuesto -como en toda empresa patriótica- enfrentando al terrible enemigo nacional, político y/o racial. Según Kershaw cuanto mayores son las diferencias sociales y políticas, mayores los peligros e inseguridades e incertidumbres acerca del futuro, es mas atractiva la idea de un líder carismático en cuyasmanos estuviera la tan ansiada salvación. He aquí que encontramos justificada la figura de Hitler dentro de este mismo estado excepcional, en circunstancias excepcionales y por supuesto en manos de un líder excepcional de facultades extraordinarias. En vías de consolidación total de este liderazgo, el discurso nacionalista-racista-imperialista de la derecha alemana toma fuerza y fusiona a una sociedad dividida y resentida en una misma fe política, cuyo enemigo común era el judío y cuyo profeta era el mismo Hitler. En las ideas del fuhrer siempre se encontró el problema de la cuestión judía, pero el mismo no tenia claro que pensaba hacer con el tema y -características de su liderazgo político no intervencionista- no tomo la decisión concreta sobre que hacer con ello. No obstante, Hitler creo pequeños organismos dependientes directamente de el mismo, entre las que estaban las SS y Adolf Eichmann, a quienes encargo la solución del tema. A modo de conclusión, el exterminio de los judíos mas que un dogma racial en la política nazi, es mas bien el invento de un objetivo político y estratégico a combatir, la creación de un enemigo común que pudiera unir a Alemania en una misma ideología del odio. Por ende, esta ideología o mas bien las ideas del “profeta” Hitler debían ser profundamente aceptadas y acatadas en pro de la salvación nacional: su lider, en su carácter de gobernante excepcional casi divino, sabia que era lo que necesitaban para salvarse. Y es entonces como el -en principio estado normativo alemán- va sucumbiendo a las ideas irracionales y caprichos del Fuhrer, dando lugar a un estado de carácter casi absolutista, cuya máxima expresión alcanza su cenit con la aniquilación en masa de millones de judios. No hubiera sido posible estode ninguna manera sin Hitler, en su papel de líder único, absoluto y excepcional pero tampoco hubiera sido posible sin un estado fuera de lo normal, dado en circunstancias extraordinarias y con un fuerte panorama de crisis sacudiendo todo el territorio alemán.

Por el contrario Enzo Traverso trata el tema del antisemitismo y la cuestión judía, ya no desde las ideas ) como originales y caprichosas de Hitler (aun así sabiendo que su antisemitismo es producto de asimilación de generaciones) sino desde orígenes remotos, que nacen en Europa medieval, se vinculan al crecimiento de la burguesía y que son la antítesis de la creación de los estados nacionales. El judío como un paria, un icono del frio calculo y el individualismo, sin mas pertenencia que a si mismo, conduce a la sociedad y a los intelectuales europeos a plantearse una análisis mas exhaustivo del fenómeno trayendo como consecuencia los primeros brotes antisemitas europeos. Mas adelante y en consecuencia, el judío moderno es un subproducto de las nuevas sociedades industrializadas de la Europa del siglo 18, cuya patria o nacionalidad no responden mas que a su dinero. Es así como y en cierta forma, para el incipiente Estado alemán, el judío representaba un peligro a los intereses comunes en vias de la búsqueda de una cohesión nacional. Pero la “amenaza” judía no solo se sintió en la búsqueda de una nación; se la veía en todas partes, la ciencia es un ejemplo. No obstante el máximo enemigo del capitalismo alemán1 era el comunismo y el judío era el cerebro mismo del movimiento comunista. La cuestión judía cada vez mas seestaba yendo de las manos y el judío encarnaba cada vez mas el polo antinomico de la Kultur: la Zivilisation, ambas no podían ir de la mano. Así el judío representaba un enemigo nacional en todo sentido: social y biológico, político y económico, pues impedía la homogeneidad de la raza alemana, impedía la cohesión nacional con su esencia individualista y apátrida y era la misma expresión del dinero,el calculo, la Bolsa, el intercambio, etc, ese estilo de capitalismo, de Zivilisation que los alemanes no querian. Y la mejor forma de luchar contra ello era eliminando esas formas y reemplazándolas por otras

1 Capitalismo a la fuerza de acumulación, capitalismo de guerra, la única forma en que Alemania consideraba que podía salir de la crisis.

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bien alemanas de “su” Zivilisation. Como? Eliminando al enemigo, al judío. Así este pueblo encarna al antirreich (Gegenreich) y se transforma en un nemesis de carácter mítico y místico como la figura del mismo Reich.

En conclusión, Kershaw expone la idea de un estado excepcional en un contexto extraordinario en que se da la figura de un líder carismático y mesiánico -Hitler- cuyas ideas sobre la cuestión judía (el enemigo nacional) son materializadas a través de una fuerte ideología antisemita y la posterior eliminación de millones de judíos europeos. En la misma rama Traverso trata el tema del antisemitismo ya como un mal arraigado en la cultura europea, mal que en ciertas circunstancias de crisis en que se dio el Estado alemán contribuyo a acentuar aun mas este profundo antisemitismo. Así, las políticas de eugenesia hitlerianas ya no responden en tanto a un capricho personal del fuhrer o a una necesidad del crear un enemigo común que cohesione a Alemania, sino como la culminación de una política de “defensa”, como la eliminación de una vieja amenaza. Ambos concuerdan en el carácter excepcional del Reich y a la vez Traverso resalta el carácter extraordinario de la cuestión judía, en otras palabras, EL enemigo, el nemesis mismo capaz de destruir a Alemania.

Profesor: Cristian Redi

Alumno: Diego Costanzo