OPERACIONES DE PAZ DE LAS NACIONES UNIDAS
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OPERACIONES DE PAZ DE LAS NACIONES UNIDAS
RESUMEN DEL AÑ0 2010
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Unos votantes buscan sus nombres en las listas de un colegio electoral en un campamento de desplazados dentro del país en Zam Zam, Darfur septentrional (Sudán), el primer día de las elecciones nacionales en el Sudán. 11 de abril de 2010. (Foto ONU/Albert González Farran)
Índice Un año de retos complejos para las operaciones de paz de la ONU ............................... 4
La estrategia global de apoyo a las actividades sobre el terreno se pone en marcha..... 8
¿Qué es el personal de mantenimiento de la paz? ........................................................ 11
Cinco años de reformas contra las faltas de conducta en el seno del personal de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.......................................................... 15
Diez años abordando los efectos de la guerra en las mujeres....................................... 18
Policía de las Naciones Unidas: crece la presencia y el estado de derecho................... 22
Comienza el largo proceso de reconstrucción de Haití .................................................. 28
Sudán: despejando el camino hacia el referendo .......................................................... 33
Radio Miraya: El referendo de Sudán triunfa en las ondas............................................ 39
Las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas entran en una
fase de consolidación ..................................................................................................... 42
La Estrategia Global de Apoyo sobre el Terreno «nos hará más ágiles, más eficaces y
más eficientes»............................................................................................................... 52
Las Naciones Unidas intensifican el uso de la diplomacia preventiva ........................... 61
UNAMID y sus esfuerzos por proteger a los más vulnerables de Darfur ....................... 68
Côte d'Ivoire: un año de progresos significativos y una oportunidad perdida .............. 73
MONUC se convierte en MONUSCO: distinto nombre, mismos retos .......................... 79
Operaciones conjuntas en la región oriental de la República Democrática del Congo . 82
La mejora de la seguridad prepara el terreno para la retirada de MINURCAT.............. 87
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Un año intenso para la diplomacia preventiva en el África Occidental ......................... 89
Liberia + Naciones Unidas: avanzando juntas ................................................................ 91
Oriente Medio sigue siendo una prioridad en el programa de paz y seguridad de las
Naciones Unidas ............................................................................................................. 98
OCENU: por una solución bilateral en el Oriente Medio ............................................. 100
UNSCOL: el reto de establecer la paz en el Líbano....................................................... 105
Trazar la Línea Azul: un ambicioso esfuerzo de la FPNUL por la paz ........................... 109
El Iraq en 2010: una auténtica prueba para la transición a la democracia.................. 114
UNAMA: otro año difícil para el Afganistán ................................................................. 120
UNMIT: ayudando a fortalecer los cimientos de la futura prosperidad y estabilidad en
Timor‐Leste................................................................................................................... 123
La misión de la ONU prepara la retirada de Nepal....................................................... 129
La estabilidad en Kosovo se mantiene durante el tiempo de cambios políticos ......... 132
Compromiso con una paz duradera en Chipre............................................................. 135
Interviews Alain Le Roy, Secretario General Adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz .........................................................................................................................42 Susana Malcorra, Secretaria General Adjunta de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno ..........................................................................................................................52 B. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos ................................61 Mantenimiento de la paz: cifras y datos Operaciones de paz de las Naciones Unidas .............................................................. 139 Misiones políticas y de consolidación de la paz de las Naciones Unidas ................... 145 Contribuyentes de las tareas de mantenimiento de la paz ....................................... 149 Los 10 contribuyentes principales de personal uniformado a las operaciones de mantenimiento de la paz............................................................................................ 152 Los 10 proveedores principales de cuotas financieras a las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas...................................................... 152 Aumento de personal uniformado de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas desde 1991 hasta 2010............................................................................................... 153
Foto de cubierta: Miembro del personal de mantenimiento de la paz de la ONU en Haití. 17 de septiembre de 2010. (Foto ONU/Marco Dormino)
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Un año de retos complejos para las operaciones de paz de la ONU El año 2010 marcó, en muchos aspectos, un hito en las operaciones de paz
de la ONU. Varias misiones de mantenimiento de la paz de larga data,
incluidas las de Liberia y Timor-Leste, han dado pasos decisivos para la
ampliación de la estabilidad inicial y de los logros en materia de seguridad
hacia una consolidación de la paz a largo plazo, lo que ha permitido al
personal de mantenimiento de la paz empezar a retirarse o a planear
hacerlo. En otros escenarios de operaciones como el Chad, Darfur, y la
República Democrática del Congo, los factores políticos y operacionales han
hecho más difícil para el personal de mantenimiento de la paz cumplir las
expectativas. El año finalizó con miles de efectivos del personal de
mantenimiento de la paz atrapados en el medio de un tenso enfrentamiento
en Côte d’Ivoire tras las controvertidas elecciones presidenciales.
Aunque puede que se reduzca el número de efectivos de mantenimiento de
la paz en 2011, su misión no será menos crucial. Se espera, además, que el
papel político de la ONU crecerá aun más, mediante sus misiones políticas
sobre el terreno y sus enviados especiales para el mantenimiento de la paz,
la diplomacia preventiva y consolidación de la paz.
Mientras el Sudán se preparaba para el referéndum histórico que decidiría si
el mayor país de África se dividía en dos, la Misión de las Naciones Unidas
en el Sudán (UNMIS) ayudaba y apoyaba a las autoridades nacionales en la
planificación y el desarrollo de esta decisiva votación.
El limitado consentimiento por parte de las autoridades nacionales y las
diferencias con la comunidad internacional respecto a la estrategia hicieron
necesaria la reducción y finalmente la cancelación de la Misión de las
Naciones Unidas en la República Centroafricana y el Chad (MINURCAT).
A pesar de la continua inseguridad en el este, aproximadamente 1.500
cascos azules empezaron a retirarse de la República Democrática del Congo
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a medida que la operación se convirtió en una misión de estabilización
conocida como MONUSCO. Asimismo, tras el terremoto del 12 de enero de
2010, la Misión de las Naciones Unidas en Haití, que se vio terriblemente
afectada por la tragedia, inició el proceso de llevar a cabo un nuevo
conjunto de trabajos de estabilización.
Un miembro del personal de mantenimiento de la paz de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID), habla con un residente del campamento de desplazados internos de Zam Zam, situado cerca de El Fasher, en Darfur (Sudán). 10 de febrero de 2010 (Foto ONU/Albert González Farran) Tras una década de aumento en la demanda de cascos azules de la ONU,
parece que el mantenimiento de la paz se dirige ahora hacia un período de
consolidación e incluso contracción. Pero este nuevo entorno promete ser
complejo, las tareas, abrumadoras, y el trabajo, peligroso. Ninguna
reducción en el número de efectivos del personal de mantenimiento de la
paz indica en modo alguno que los retos están disminuyendo.
Para mejorar el servicio en sus operaciones, la Secretaría de la ONU ha
estado desarrollando su estrategia global de apoyo a las actividades sobre
el terreno, transformando los procesos de reclutamiento y fortaleciendo los
centros para sistematizar y economizar más el apoyo a las operaciones de
paz y las misiones políticas y para abordar mejor los retos logísticos.
Aun así, el mantenimiento de la paz sigue enfrentándose a una serie de
retos y cuestiones sustantivas. Estas incluyen el mantener el
consentimiento de los partidos para realizar una operación de paz, intentar
que se conserve la paz cuando no hay paz que conservar, defender la
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imparcialidad de la ONU y decidir cuándo emplear la fuerza en el marco de
los medios y mandatos de una misión.
La Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) lleva a cabo un ejercicio de carretera a través del norte y el oeste de Darfur, en Sudán. 23 de junio de 2010. (Foto ONU/Albert González Farran) También sigue siendo crucial para tener éxito el requisito fundamental del
mantenimiento de la paz: que debe sostener el apoyo político internacional
a lo largo de toda la duración de la misión, y que debe acompañar pero no
sustituir a un proceso político dinámico y exclusivo.
Las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU siguen
desplegándose en entornos inhóspitos, remotos y peligrosos con escasos
recursos y retos logísticos considerables.
Puede que el personal de mantenimiento de la paz siga reduciéndose, pero
tanto las expectativas como la complejidad de los mandatos continúan
creciendo. Mientras algunas misiones conservan el tradicional apoyo a la
cesación del fuego, la observación y las tareas de vigilancia, las operaciones
actuales llevan a cabo una variedad cada vez más amplia de tareas
multidimensionales y extremadamente delicadas: apoyar procesos de paz,
construir instituciones sostenibles de gobernanza, reformar los sector de la
seguridad y construir el estado de derecho, proteger a los civiles, combatir
la violencia sexual y de género, ayudar en las elecciones nacionales,
promover la seguridad del personal de la ONU y ayudar a cultivar las
frágiles semillas de la paz, entre otras muchas. En el periodo
inmediatamente posterior a un conflicto, el personal de mantenimiento de la
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paz va asumiendo una función creciente como personal de consolidación de
la paz.
En un desarrollo complementario, la Secretaría de la ONU y el Consejo de
Seguridad han puesto nuevo énfasis en la diplomacia preventiva como una
manera discreta, duradera, y eficaz en función del coste para fomentar la
paz y la estabilidad.
El Departamento de Asuntos Políticos de las Naciones Unidas ha ido
aumentando su presencia sobre el terreno, en forma de oficinas políticas
regionales. Las misiones políticas de la ONU están operando en puntos de
tensión obvios como el Afganistán, el Iraq y Oriente Medio, así como en
áreas que no aparecen en los titulares pero donde el potencial para el
desarrollo de conflictos permanece constante, por ejemplo África Occidental,
Asia Central y prono también África Central. Las 12 misiones políticas de la
ONU incluyen desde pequeños equipos de mediación hasta grandes
operaciones multifacéticas sobre el terreno, todos ellos desplegados con el
convencimiento de que las soluciones políticas duraderas son una necesidad
fundamental para la paz.
Un miembro del personal de mantenimiento de la paz de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) ayuda a trasladarse a un joven residente de un campamento para gente desplazada en el terremoto de enero de 2010 antes de la llegada de la tormenta tropical Tomas, en Puerto Príncipe (Haití). 4 de noviembre de 2010. (Foto ONU/Logan Abassi)
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La estrategia global de apoyo a las actividades sobre el terreno se pone en marcha
«La frontera entre orden y desorden yace en la logística...»
- Sun Tzu
«Mis expertos en logística no tienen sentido del humor...
Saben que si mi campaña fracasa serán los primeros a los
que daré muerte» - Alejandro Magno La responsabilidad de proporcionar apoyo logístico y administrativo a las
más de 120.000 personas que sirven actualmente en operaciones de paz de
las Naciones Unidas en todo el mundo recae en los hombres y mujeres del
Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno, o DAAT, creado
en 2007 en respuesta a un aumento en la demanda de cascos azules.
La escala de la tarea del Departamento es impresionante en todos los
sentidos: las Organización de las Naciones Unidas es hoy en día la segunda
mayor movilizadora estratégica de tropas por detrás de los Estados Unidos,
y lo hace a una fracción del costo.
Con un presupuesto anual de casi 800 millones de dólares, el Departamento
recluta y gestiona un personal de más de 6.000 civiles, despliega y
mantiene aproximadamente 4.000 vehículos en operaciones sobre el
terreno, y es responsable de la gestión de una flota de más de 250 aviones
y helicópteros empleados para el transporte de personal y equipamiento
desde y hasta algunos de los lugares más inhóspitos y peligrosos de la
Tierra.
En un día cualquiera, el Departamento se encarga de coreografiar la
rotación de las tropas y la entrega del equipamiento y suministros vitales
para los contingentes militares en todo el mundo, como las raciones para
todo el personal uniformado de mantenimiento de la paz, incluidos los que
están bajo el mando de la Unión Africana en Somalia.
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Respecto a los civiles, las herramientas en las que la oficial de derechos
humanos confía diariamente para llevar a cabo su trabajo, el vehículo con el
que llega hasta las víctimas de abuso y el ordenador que utiliza para escribir
su informe, han sido proporcionados y se mantienen operativos gracias al
Departamento.
De manera similar, en algunas de las mayores misiones de mantenimiento
de la paz, el Departamento equipa y mantiene redes de transmisión
radiofónica de gran alcance, que son la manera más eficaz de hacer llegar
información pública vital a las comunidades aisladas. Algunos ejemplos son
la programación de información para el votante de Radio Miraya antes del
referéndum de Sudán Meridional, o las campañas de información emitidas
en Radio Okapi en la República Democrática del Congo sobre cuestiones
como el desarme, la desmovilización y la reintegración de antiguos
combatientes.
Los retos de proporcionar apoyo a este nivel y en entornos tan variados y
desafiantes llevaron al Departamento en 2010 a desarrollar y lanzar su
Estrategia global de apoyo a las actividades sobre el terreno, un proyecto
de cinco años para transformar el envío de servicios de apoyo a las
misiones sobre el terreno de las Naciones Unidas haciéndolos más
innovadores, flexibles y responsables. Los elementos principales de la
estrategia fueron aprobados por la Asamblea General en junio de 2010.
La estrategia está diseñada para mejorar la efectividad del apoyo,
especialmente en lo que respecta a asegurar un despliegue de operaciones
más rápido mediante el acceso a una mayor financiación para la puesta en
marcha y la expansión de las misiones, así como utilizando el concepto de
«establecimiento de módulos» (elementos predefinidos de apoyo logístico
que pueden desplegarse rápidamente sobre el terreno).
La estrategia también maximizará la eficiencia. Por ejemplo, si se
concentran ciertas funciones administrativas en «centros de servicios», se
promoverán las economías de escala, especialmente en áreas con los costes
más altos, como el transporte aéreo. Este enfoque incluye la
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reestructuración de la base logística de las Naciones Unidas en Brindisi
(Italia), como centro mundial de servicios, y usar la base de apoyo
existente en Entebbe (Uganda) como un centro de servicios regional
compartido para misiones en la región.
Asimismo, de acuerdo con la resolución de la Asamblea General que aprobó
la estrategia, ninguna de las economías afectará adversamente a las
necesidades operacionales de las misiones, incluidas especialmente la
seguridad del personal. De hecho, la estrategia aportará mayores beneficios
al personal de las misiones, proporcionándoles alojamientos más previsibles
y seguros y una mayor planificación estratégica de la fuerza de trabajo.
Los helicópteros de la Misión de las Naciones Unidas en el Sudán (UNMIS) aterrizaron en la pista de Juba antes de partir para distribuir células de votación y material para votar en lugares de votación remotos en el Sudán Meridional. 6 de abril de 2010 (Foto ONU/Tim McKulka)
La estrategia tiene especial sentido si se tiene en cuenta que el apoyo
logístico y administrativo a las operaciones de mantenimiento de la paz,
incluidas en las áreas de finanzas, presupuesto, logística y personal, no es
simplemente una cuestión técnica de suministro de bienes y servicios.
Como las misiones de la ONU operan en entornos cada vez más difíciles, el
apoyo también se ha convertido en lo que los planificadores llaman un
«catalizador estratégico» para la aplicación de los mandatos. Por ejemplo,
desde su creación en 2007, el Departamento de Apoyo a las Actividades
sobre el Terreno ha:
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• ayudado a la Unión Africana a apoyar a sus fuerzas en Somalia
mediante la creación de una itinerario sostenible de suministros para
los recursos esenciales desde Mombasa, en la costa de Kenia, hasta
Mogadiscio;
• trabajado con el Gobierno de Sudán para asegurar el tránsito seguro
y constante del personal y los recursos físicos para facilitar el
despliegue completo de UNAMID;
• trabajado con las misiones en el Iraq (UNAMI) y el Afganistán
(UNAMA) para desarrollar soluciones a largo plazo para sus retos
operacionales y sus amenazas de seguridad.
La Estrategia global de apoyo a las actividades sobre el terreno ya está
transformando radicalmente el modo en el que las operaciones de paz de
las Naciones Unidas se ponen en marcha y se mantienen, haciendo el
proceso más eficiente, mientras se asegura que el esfuerzo tenga el menor
impacto global mediante la consolidación y la racionalización de los activos
y procesos existentes. Como resultado, la Organización de las Naciones
Unidas puede servir más rápida y eficazmente a las comunidades que salen
de conflictos, estimulando la perspectiva de una paz duradera.
¿Qué es el personal de mantenimiento de la paz? Más de 120.000 efectivos del personal militar, policial y civil sirven en las
operaciones de paz de la ONU, proporcionando la seguridad y el apoyo
esenciales a millones de personas en cuatro continentes.
Todo el personal que sirve en las operaciones de paz de la ONU une sus
respectivas misiones mediante una serie de medios. Las tropas militares,
que realizan la mayor parte de las operaciones de paz, y las unidades de
policía constituidas son desplegadas por los gobiernos que han respondido a
la llamada del Consejo de Seguridad para mantener la paz en un país de la
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orden del día del Consejo. Los observadores militares y los oficiales de
enlace, así como los agentes de policía y los funcionarios penitenciarios
están adscritos con carácter individual a las autoridades nacionales.
Todos los Estados miembros de la ONU están invitados a contribuir con
tropas. Sin embargo, en los últimos años la mayoría de los «cascos azules»
de la ONU provienen del sur de Asia y de África. En el año 2010, los cinco
países que contribuyeron con más tropas fueron Bangladesh, el Pakistán, la
India, Nigeria y Egipto.
El Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz trabaja para
desplegar y mantener a más de 100.000 militares de mantenimiento de la
paz y su equipamiento en misiones por todo el mundo, todo para servir a la
causa de la paz todos los días del año.
Identificar, comprometer y desplegar a militares, unidades formadas y
equipamiento (que comprende desde vehículos blindados de transporte
hasta helicópteros y buques) es una tarea compleja. El personal de
mantenimiento de la paz debe, por encima de todo, conservar la
imparcialidad de la ONU y defender sus valores fundamentales.
El personal de mantenimiento de la paz se despliega por tierra, mar y aire,
ya sea mediante arreglos comerciales o mediante la fuerza militar del
Estado miembro contribuyente, y ambos casos deben ser coordinados por la
ONU.
El despliegue inicial de la capacidad militar en la zona de una misión es solo
el comienzo, ya que cada fuerza de mantenimiento de la paz debe
mantenerse y a menudo adaptarse a lo largo del tiempo para habituarse a
las condiciones existentes en dicha zona. El personal de mantenimiento de
la paz de las unidades constituidas suele servir entre seis y doce meses
cada vez, pero los miembros individuales pueden seguir sirviendo en la zona
de la misión durante algunos años.
Hacer posible la continua rotación de las tropas nuevas puede ser un
trabajo exigente. La ONU también debe mantener registros detallados del
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servicio en las misiones de mantenimiento de la paz, lo que engloba la
concesión de medallas y otras formas de reconocimiento, así como
incidentes menos positivos, como la muerte o las lesiones de las tropas en
acto de servicio.
Las operaciones de paz de las Naciones Unidas también despliegan
alrededor de 14.700 agentes de policía. Estos policías de la ONU están
adscritos o prestados por sus gobiernos durante períodos de entre seis y
dieciocho meses como expertos en las misiones. Sus sueldos los paga su
servicio nacional de policía y la ONU les da una dieta. (Al carecer de una
fuerza de policía nacional, el gobierno de EEUU subcontrata el reclutamiento
interno y el proceso de presentación de candidaturas a contratistas
privados.) Las unidades de policía constituidas son contingentes dedicados
de aproximadamente 140 oficiales cedidos a una misión de la ONU por un
servicio de policía nacional, normalmente durante un período de seis a doce
meses, recibiendo un salario y un subsidio de su gobierno.
Los policías interesados pueden encontrar los requisitos y obligaciones de
servicio en el sitio web de la Policía de las Naciones Unidas
(http://www.un.org/en/peacekeeping/sites/police/index.shtml) y deben
ponerse en contacto con sus autoridades nacionales para informarse sobre
cómo pueden ser enviados a una misión.
Las Naciones Unidas contratan a más de 6.000 civiles reclutados
internacionalmente para trabajar en operaciones de paz en una amplia
variedad de ocupaciones como los derechos humanos, asuntos políticos o
civiles, información pública, seguridad, ingeniería, gestión y apoyo logístico.
El personal civil de las operaciones de paz se recluta individual y
competitivamente para la misión. (Los voluntarios de la ONU, que realizan
una importante contribución a las operaciones de paz, solicitan el puesto y
son elegidos y desplegados a través de la oficina de Voluntarios de las
Naciones Unidas situada en la ciudad de Bonn, en Alemania).
En el año 2010 el Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el
Terreno y la Secretaría de la ONU pusieron en marcha las radicales
reformas sobre recursos humanos aprobadas por la Asamblea General en
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2009 [http://www.unrol.org/ files/A-RES-63-250.pdf], integrando el trabajo
sobre el terreno y en las sedes en una sola plantilla global. Estos cambios
simplificaron los arreglos contractuales del personal de la ONU, alinearon la
paga y las prestaciones del personal sobre el terreno con los de la
Secretaría de la ONU, y estandarizaron el proceso de reclutamiento tanto
para el trabajo sobre el terreno como el de las sedes.
El personal de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) ayuda a enviar el material electoral a la isla de La Gonâve, cerca de Puerto Príncipe (Haití). 19 de noviembre de 2010. (Foto ONU/Logan Abassi)
Los nuevos procedimientos para el personal civil suponen que el
reclutamiento está cada vez más descentralizado, de forma que las
misiones seleccionan personal de entre las listas globales mantenidas por el
Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno en la sede. Las
vacantes para puestos genéricos en operaciones de mantenimiento de la
paz aparecen en una lista en el sitio web de empleo de la ONU
(www.careers.un.org). El objetivo de la ONU es mantener las listas al día
mediante la publicación periódica de nuevas ofertas de empleo basadas en
la necesidad identificada mediante la planificación de la fuerza laboral. Los
candidatos deben enviar la solicitud de manera electrónica y, una vez
comprobado que cumplen la experiencia académica y laboral requerida para
el puesto, se someten a pruebas escritas y posteriormente entrevistas
realizadas por grupos de expertos. Los candidatos afortunados se incluyen
en una lista preaprobada, de la cual las operaciones de mantenimiento de la
paz seleccionarán a los candidatos para la plaza vacante sin necesidad de
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más pasos administrativos. Los candidatos masculinos permanecen en la
lista durante dos años, mientras que las mujeres permanecen tres.
El personal de contratación nacional constituye la mayor parte del personal
civil, con 17.000 empleados trabajando actualmente en operaciones de paz
de la ONU. El personal de contratación nacional se recluta localmente
dentro del país anfitrión y desempeña un papel importante en las
operaciones de paz de la ONU, contribuyendo por lo tanto a los esfuerzos de
reconciliación, recuperación y reconstrucción.
Cinco años de reformas contra las faltas de conducta en el seno del personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas Para los departamentos de Mantenimiento de la Paz y de Asistencia sobre el
Terreno (DPKO y DFS), el año 2010 marcó el quinto aniversario del
establecimiento de mecanismos eficaces enfocados a erradicar las faltas de
conducta en el seno del personal de mantenimiento de la paz y a continuar
los esfuerzos encaminados a conseguir los objetivos «de tolerancia cero y
de impunidad cero».
El Subsecretario General del DFS, Anthony Banbury, dijo: «Hemos puesto
los cimientos de una capacidad de acción tal que las Naciones Unidas
pueden sentirse orgullosas de lo conseguido». Y añadió: «Haber creado
estos cimientos y esta profesionalidad constituye un gran logro». El
Departamento de Conducta y Disciplina del Personal junto con sus Equipos
de Conducta y Disciplina en la Sede, actualmente desplegados en 14
misiones tanto de mantenimiento de la paz como misiones políticas
especiales, se crearon en noviembre de 2005 en respuesta a graves
acusaciones de explotación y abusos sexuales que implicaban al personal de
mantenimiento de la paz. Hasta entonces no se disponía de medios
institucionales únicos para que la ONU pudiera atajar de manera sistemática
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y exhaustiva las faltas de conducta cometidas por personal de
mantenimiento de la paz de cualquier categoría.
La Operación de las Naciones Unidas en Côte d'Ivoire (ONUCI) organiza actividades con la población local de Guiberoua con el objetivo de atraer la atención sobre la explotación y los abusos sexuales. 18 de junio de 2010 (Foto ONU/Basile Zoma) Con la aplicación de las recomendaciones del informe del Príncipe Zeid
(encargado en 2005 como una «completa estrategia para poner término en
el futuro a la explotación y los abusos sexuales en las operaciones de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz»), y gracias al
compromiso de los Estados Miembros, las Naciones Unidas han llevado a
cabo importantes medidas, como las siguientes:
• La Asamblea General refrendó la Estrategia global de las Naciones
Unidas con el objetivo de combatir la explotación y los abusos
sexuales a través de la prevención, la represión y las medidas
correctivas. Su puesta en práctica supuso la aplicación de medidas
preventivas específicas, reuniones informativas previas al despliegue
sobre el Código de Conducta de las Naciones Unidas, además de
formación obligatoria sobre la explotación y los abusos sexuales, así
como el establecimiento de mecanismos de recepción y seguimiento
para tramitar las denuncias de faltas de conducta. Todas las
denuncias se investigan, lo que permite que los procesos
disciplinarios de los Estados Miembros de las Naciones Unidas se
lleven a cabo utilizando información abundante y detallada. El DFS
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mantiene una base de datos dedicada a garantizar que no se vuelve a
contratar a quienes hayan cometido ese tipo de actos.
• Se han incluido disposiciones específicas sobre faltas de conducta y
prevención de la explotación y los abusos sexuales en un modelo
revisado de Memorando de Entendimiento entre los países que
aportan contingentes y la ONU. En él se establece la responsabilidad
principal de los gobiernos nacionales para realizar investigaciones y
reafirma su exclusiva jurisdicción a la hora de tomar las medidas
subsiguientes, sean estas disciplinarias o punitivas de cualquier otro
tipo.
• La Asamblea General aprobó la Estrategia General de las Naciones
Unidas de Asistencia y Apoyo a las Víctimas de Explotación y Abuso
Sexuales, que establece tratamiento médico, asesoramiento, apoyo
social, servicios jurídicos y cuidados materiales para los denunciantes,
las víctimas y los niños nacidos como resultado de la explotación y los
abusos sexuales.
• La Asamblea General adoptó asimismo una resolución sobre la
«exigencia de responsabilidades penales a los funcionarios y los
expertos de las Naciones Unidas en misión» que establece la
extensión de la jurisdicción nacional de los Estados Miembros en
materia de faltas de conducta de carácter criminal cometidas por
oficiales o expertos en misión de la ONU.
• El establecimiento del Grupo de trabajo de las Naciones Unidas y las
ONG sobre la protección contra la explotación y los abusos sexuales
contribuyó a fortalecer las alianzas entre la treintena de entidades
tanto de dentro como de fuera de la Unión Europea que trabajan en
el asunto.
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Formación sobre la explotación y los abusos sexuales en la base de operaciones de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental en Mehaires (Sáhara Occidental). 17 de junio de 2010 (Foto ONU/Martine Perret) Se siguen produciendo seria denuncias de faltas de conducta, lo que
constituye una grave preocupación. Sin embargo, las Naciones Unidas y los
Estados Miembros cuentan ahora con mecanismos de acción para atajarlas.
Diez años abordando los efectos de la guerra en las mujeres En octubre de 2010 de cumplió el 10º aniversario de la histórica resolución
1325 (2000) del Consejo de Seguridad sobre las mujeres y la paz y la
seguridad, la primera resolución específicamente dirigida al efecto de la
guerra en las mujeres. La resolución hizo hincapié en las potenciales
contribuciones de las mujeres a la resolución y prevención de conflictos, con
el objetivo de promover la participación y el liderazgo de la mujer en el
mantenimiento y la consolidación de la paz.
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Miembros del personal de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) marchan junto a mujeres sudanesas por la campaña anual de «16 Días de activismo contra la violencia por motivos de género» en El Fasher, en Darfur Septentrional (Sudán). 25 de noviembre de 2010. (Foto ONU/Albert González Farran)
La conmemoración ofreció una oportunidad para reafirmar el compromiso
del Secretario General Ban Ki-moon con la implantación de la resolución
1325 y fue marcada oficialmente en el debate ministerial abierto del
Consejo de Seguridad el 26 de octubre. En las semanas anteriores al debate
abierto, los Estados miembros, las entidades de la ONU y los socios de la
sociedad civil organizaron una serie eventos para evaluar el progreso y las
deficiencias de la implantación de la resolución.
El aniversario ofreció una oportunidad para destacar la sinergia entre los
diversos esfuerzos para exponer las preocupaciones de las mujeres en el
campo de la paz y la seguridad. A nivel global, la planificación de la
conmemoración inspiró el lanzamiento de un esfuerzo a nivel de todo el
sistema de la ONU para revisar los progresos, identificar las deficiencias
persistentes y trabajar en una estrategia que guíe los esfuerzos para
conseguir la implantación de la resolución en los próximos 10 años, de
acuerdo con las expectativas de los Estados miembros. El aniversario
también proporcionó a la ONU la oportunidad de establecer un conjunto de
indicadores mundiales para seguir los progresos.
El Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz ha realizado
notables inversiones durante la pasada década para poner en práctica la
resolución 1325 del Consejo de Seguridad, lo que ha cambiado la actividad
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del mantenimiento de la paz. Aun así, si bien ha habido progresos en
algunas áreas, las deficiencias persisten, y la evaluación global de los
efectos de la 1325 hasta ahora es modesta. Los pasos positivos incluyen la
adopción de directrices y políticas que tienen en cuenta las cuestiones de
género, el despliegue de asesores sobre cuestiones de género y centros de
coordinación en todas las misiones del DOMP, la mayor participación de las
mujeres en los procesos electorales y constitucionales en varios países, y la
contribución al establecimiento de mecanismos institucionales para apoyar
la incorporación de una perspectiva de género.
Un agente de policía de la ONU de la Misión Integrada de las Naciones Unidas en Timor-Leste (UNMIT) y sus compañeros timorenses interrogan a una víctima de violencia doméstica en Dili (Timor-Leste). 9 de agosto de 2010. (Foto ONU/Martine Perret)
El apoyo mantenido a la participación de las mujeres locales en los procesos
posteriores a los conflictos ha obtenido resultados diversos. La participación
en las negociaciones de paz sigue siendo escasa. Incrementar el número de
mujeres en el personal de mantenimiento de la paz continúa siendo un reto.
Hasta finales de 2010, tres de cada diecisiete jefes de misión
(Representantes Especiales del Secretario General) eran mujeres, mientras
que el número de miembros femeninos del personal militar era del tres por
ciento, y de la policía, nueve por ciento. Las mujeres siguen siendo un
objetivo en los conflictos: En el año 2010, se publicaron informes sobre
terribles violaciones masivas en la República Democrática del Congo, donde
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el personal de mantenimiento de la paz de la ONU sigue intentando
contener un brutal pero interminable conflicto.
Para celebrar el 10º aniversario de la 1325, el DOMP, el Departamento de
Asuntos Políticos, la PNUD y ONU-Mujeres organizaron una serie de
Jornadas de puertas abiertas para las mujeres, la paz y la seguridad sobre
el terreno, seguidos de una Jornada mundial de puertas abiertas en la sede,
durante la que mujeres de 27 países afectados por conflictos compartieron
sus preocupaciones y prioridades respecto a la paz con los altos dirigentes
de las Naciones Unidas.
En enero de 2011, el DOMP lanzará un estudio sobre el efecto de la
implantación de la resolución 1325 en el mantenimiento de la paz,
prestando atención a las mujeres en las negociaciones de paz, las mujeres
en los procesos políticos, la reforma legal y judicial, la protección de las
mujeres durante el desarme, las desmovilización y la reintegración y
durante la reforma del sector de la seguridad, y la violencia sexual y basada
en cuestiones de género.
Este estudio deberá informar sobre futuras actividades del DOMP. Por otro
lado, el Departamento planea seguir enfatizando el papel de liderazgo de los
gobiernos y las mujeres en los países que salen de los conflictos para
implantar la resolución 1325, con el apoyo de la ONU para fortalecer las
capacidades de las instituciones locales en los países que salen de los
conflictos. También extenderá su influencia hacia otras entidades de la ONU
para apoyar los efectos y la sostenibilidad de la resolución y para
emprender el uso sistemático de indicadores para vigilar el progreso.
La creación en 2010 de ONU-Mujeres, que combinó las cuatro partes del
sistema de la ONU exclusivamente centradas en la igualdad entre los
géneros y el empoderamiento de las mujeres, debe fortalecer la
coordinación entre las diversas entidades que trabajan en entornos
posteriores a conflictos. El DOMP y el Departamento de Apoyo a las
Actividades sobre el Terreno continuarán manteniendo los componentes de
género en las misiones para asegurar la incorporación del género en el
mantenimiento de la paz. Se espera que la asociación con ONU-Mujeres
22
fortalecerá la participación de la mujer en los procesos de paz desde la fase
del mantenimiento de la paz hasta las fases de consolidación de la paz y
desarrollo.
Del mismo modo, la nueva Oficina de la Representante Especial del
Secretario General sobre la violencia sexual en los conflictos se coordinará
con las operaciones de mantenimiento de la paz para proteger mejor a las
mujeres y niñas que son víctimas durante los conflictos y en los países que
salen de los conflictos. El DOMP y el DAAT siguen apoyando la formación y
el asesoramiento del personal de mantenimiento de la paz para reforzar su
habilidad para proteger a los civiles, incluso de la violencia sexual,
especialmente mediante el desarrollo de módulos de formación basados en
escenarios hipotéticos sobre la violencia sexual y la protección de civiles.
Esto incluye apoyar a las autoridades nacionales y las comunidades locales
para ayudarles a fortalecer el estado de derecho y a enfatizar su papel de
liderazgo a la hora de proteger a mujeres y niñas de la violencia sexual y
poner remedio a las violaciones.
En el año 2010 se llevaron a cabo pasos importantes para mejorar la
posición de las mujeres en los procesos de paz. Trabajar para la plena
realización de la resolución 1325 será una prioridad para el mantenimiento
de la paz durante la próxima década.
Policía de las Naciones Unidas: crece la presencia y el estado de derecho El primer despliegue
En un soleado día de agosto de 1960, en Leopoldville, Congo, (hoy Kinshasa
en la República Democrática del Congo), una unidad de la Policía de Ghana,
con cascos azules de acero a la espalda, un fez en la cabeza, pantalones
cortos con pliegues y de color caqui, medias largas hasta la rodilla, clavas
de madera y escudos de mimbre, desembarcó en un campo de aviación
23
para tomar posesión de su cargo como parte de la Misión de las Naciones
Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC).
El Secretario General de las Naciones Unidas, Dag Hammarskjöld, había
solicitado más efectivos policiales como parte de la misión de
mantenimiento de la paz para ayudar al nuevo Gobierno independiente del
Congo a entrenar y desarrollar un servicio nacional de policía. La población
de Ghana, junto con un destacamento de la policía de Nigeria, se mantuvo
en los alrededores de Leopoldville hasta que la misión se retiró en 1964.
La Policía de las Naciones Unidas hoy en día
Medio siglo después, el rol de la Policía de las Naciones Unidas para
promocionar la Paz y la Seguridad en las misiones sobre el terreno en todo
el mundo ha crecido enormemente. En diciembre de 2010, unos 14.000
policías de las Naciones Unidas se desplegaron en 12 operaciones de
mantenimiento de la paz y en cinco misiones políticas especiales. Se
autorizó al Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz para
que desplegara más de 17.600 Agentes de policía de las Naciones Unidas en
2011.
La policía de las Naciones Unidas cumple funciones de asistencia
especializada, puesta en marcha de inspecciones, formación y desarrollo de
la capacidad de vigilancia del Estado receptor, desarrollo y revisión de la
orientación técnica y asistencia a los servicios nacionales de policía con
planificación estratégica. Los efectivos suelen entran en acción en
momentos críticos después de los conflictos, cuando la ley y el orden están
desorganizados.
A menudo, en la coyuntura posterior a un conflicto, grupos armados llenan
el vacío que deja el estado de derecho cuando este desaparece. En estos
casos, el despliegue de la policía de las Naciones Unidas se realiza para
ayudar en la desmilitarización y la profesionalización de la policía. En otros
países, los cuerpos policiales de los Estados receptores están en
funcionamiento pero pueden requerir reformas, entrenamiento o ganarse o
recuperar la confianza de la población.
24
Para una mejor respuesta a las crisis, el Departamento de operaciones de
Mantenimiento de la Paz (DOMP) cuenta con 41 agentes de policía
especializados y cinco asuntos judiciales y funcionarios de prisiones
dispuestos a extenderse en el plazo de una semana a cualquier país del
mundo. Con sede en la Base Logística de las Naciones Unidas en Brindisi,
Italia, estos equipos pueden ayudar a iniciar nuevas misiones o reforzar las
operaciones existentes. Son contratados de acuerdo con su profesionalidad
para ayudar a cualquier entidad de las Naciones Unidas o a un Estado
miembro con problemas específicos.
Un oficial de policía de Ghana de la Misión de las Naciones Unidas en el Congo (MONUC) monta guardia en una calle de Leopoldville, Congo, (hoy Kinshasa, en la República Democrática del Congo). 7 de agosto de 1960 (Foto ONU)
Otra área de crecimiento para la Policía de las Naciones Unidas son las
unidades de policía constituida, que ahora representan casi la mitad de la
Policía desplegada de las Naciones Unidas. Contingentes nacionales de 120
a 160 agentes de policía armados toman el control y proporcionan
seguridad en rotaciones de seis a 12 meses. Sus efectivos se han duplicado
en 10 años, desde dos unidades a 64 unidades de policía a fecha de
diciembre de 2010 al servicio de seis operaciones de mantenimiento de la
paz de las Naciones Unidas.
Cada vez se envían más agentes de policía de las Naciones Unidas para
apoyar reformas, la reestructuración y la reconstrucción de la policía
nacional y otros órganos aplicadores de la ley para garantizar un servicio
policial democrático. Algunos mandatos del Consejo de Seguridad de las
25
Naciones Unidas asignan a la policía de las Naciones Unidas la tarea de
desarrollar un servicio de policía para el Estado receptor: este tipo de
construcción institucional es un proceso a largo plazo, difícil de abordar sin
la suficiente atención, recursos adicionales, tiempo y sostenibilidad.
Selección y contratación
La División de Policía de las Naciones Unidas fomenta orientación,
procedimientos, servicios de expertos y alianzas con el fin de dotar con
eficacia, dirigir y orientar a los servicios de la misión de la policía. También
es responsable de la contratación general de los agentes de policía.
El movimiento y la rotación de agentes de policía es constante. Para
garantizar un flujo constante de agentes altamente cualificados y con la
experiencia necesaria, la División de Policía ha mejorado su capacidad de
contratación, en coordinación países que aportan efectivos y con misiones
sobre el terreno. El Departamento de operaciones de Mantenimiento de la
Paz ha hablado de las diferencias especializadas que surgen a menudo en
las misiones de las Naciones Unidas, el desequilibrio en los grupos
nacionales y lingüísticos desplegados, el desequilibrio de género y las
dificultades en el reclutamiento de personal de alto nivel.
En 2010, las tasas de vacantes se redujeron de 30 a 18,5 por ciento,
aumentó la representación de grupos nacionales y lingüísticos, se avanzó
sobre el objetivo mundial de las Naciones Unidas de agregar a un 20 por
ciento de mujeres en la fuerza de la Policía de las Naciones Unidas para el
año 2014, y se lograron algunos avances sobre la contratación de personal
de alto nivel.
La División de Policía de las Naciones Unidas está trabajando a conciencia
para aplicar la resolución 1325 (2000) del Consejo de Seguridad. Esta
resolución pide al DOMP aumentar el número de mujeres que trabajan en
operaciones de mantenimiento de la paz. Cuando se lanzó la «iniciativa
global» de la División de Policía en 2009, sólo el ocho por ciento de los
11.000 Policías de las Naciones Unidas que se desplegaron eran mujeres. A
finales de 2010, con un incremento de 3.000 nuevos oficiales, las mujeres
26
representaban el 10 por ciento. Esta iniciativa global de las Naciones Unidas
es un objetivo no sólo para la policía de las Naciones Unidas, sino también
para los servicios nacionales de policía. La División de Policía trabaja con los
gobiernos para identificar los obstáculos que disuaden a las mujeres para
unirse a las fuerzas del orden, y les solicita que envíen a las Naciones
Unidas una proporción de agentes masculinos y femeninos similar a la de
sus servicios nacionales.
«Al capacitar a las mujeres en las fuerzas del orden y como tutores de la
seguridad pública, no sólo estamos haciendo que los servicios de policía
sean más eficaces y representativos, sino también estamos cambiando la
idea que se tiene sobre las mujeres: no queremos que se las vea sólo como
víctimas, sino como protectoras. Esto tiene un impacto enorme en muchos
países alrededor del mundo», dijo la Asesora Policial de las Naciones Unidas,
Ann-Marie Orler.
Identidad estandarizada
Dada la naturaleza de sus funciones, la Policía de las Naciones Unidas debe
ser reconocida como un contingente oficiales de policía que trabajan en
virtud de un mandato de la ONU. En algunas operaciones de paz (más
recientemente Kosovo y Timor-Leste), la Policía de las Naciones Unidas ha
tenido la autoridad ejecutiva para hacer cumplir la ley y el orden público.
Con el paso de los años, se han utilizado distintos símbolos de identificación
sobre los vehículos, uniformes y oficinas en las misiones de las Naciones
Unidas. En 2010, la División de Policía junto con el Departamento de
Información Pública crearon una identidad común para la Policía de las
Naciones Unidas. Después de un amplio estudio de escudos, colores y
símbolos, se eligió un único diseño (ver cubierta posterior).
Trabajando juntos en el restablecimiento del estado de
derecho.
27
Los retos actuales que supone la vigilancia tras los conflictos requieren una
estrecha colaboración entre la Policía de las Naciones Unidas y otros
sectores sobre el terreno, en particular las organizaciones regionales, tales
como la Unión Africana y la Unión Europea. La División de Policía también
está en el Equipo Especial sobre la Ejecución de la Lucha contra el
Terrorismo de las Naciones Unidas y dirige una armonización de los
enfoques internacionales del papel de la policía en el mantenimiento de la
paz. La Policía de las Naciones Unidas también trabaja con diversos socios,
incluyendo la INTERPOL y la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y
el Delito, con el fin de incrementar las capacidades nacionales para combatir
el crimen organizado.
Las Naciones Unidas han entendido que la paz y el desarrollo a largo plazo
después de un conflicto dependen de la restauración de los tres pilares del
estado de derecho, es decir, la policía, la judicatura y los procesos de las
correcciones.
Desde 2007, la Oficina de Fomento del Estado de Derecho y de las
Instituciones de Seguridad del DOMP ha combinado una oficina del Asesor
Policial con los asuntos judiciales y los componentes de las correcciones, así
como una unidad dedicada a la reforma del sector de seguridad.
En 2011, la división tendrá como objetivo aumentar su efectividad a través
de una selección y un reclutamiento mejorados, el desarrollo de un marco
estratégico, el fortalecimiento de las alianzas, la formación especializada,
directrices y procedimientos y una mayor igualdad de género.
Abordar y mejorar la capacidad en todo el estado de derecho se ha
convertido en un enfoque normalizado de las Naciones Unidas. La
necesidad de crear servicios nacionales de policías profesionales y
responsables se inició hace 50 años en Kinshasa, y sigue siendo una meta
primordial del despliegue de policía de las Naciones Unidas bajo el lema
«servicio profesional: impacto duradero».
28
El Secretario General Ban Ki-moon saluda a agentes de la Policía Nacional de Haití, que son asistidos por la Policía de las Naciones Unidas en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití para proporcionar seguridad a un campamento de personas desplazadas en Puerto Príncipe (Haití). 14 de marzo de 2010 (Foto ONU/Sophia Paris)
Comienza el largo proceso de reconstrucción de Haití Mientras Haití lucha por recuperarse del devastador terremoto que se cobró
la vida de más de 230.000 personas y dejó a otros 1,3 millones sin hogar,
la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) ha
hecho extraordinarios esfuerzos para responder a las situaciones de
emergencia humanitaria surgidas después del terremoto y para hacer frente
a las prioridades clave para la reconstrucción y estabilización.
El terremoto, de magnitud 7 grados en la escala de Richter, provocó un
nivel de destrucción sin precedentes: destruyó el Gobierno, acabó con la
vida de un tercio de los empleados públicos y devastó colegios, hospitales,
edificios gubernamentales, tribunales e instalaciones policiales. Las calles de
Puerto Príncipe, especialmente la zona centro, quedaron cubiertas de
escombros y amasijos de metal provenientes de los edificios colapsados. El
seísmo afectó también a otras ciudades costeras como Léogâne y Jacmel.
29
Las Naciones Unidas sufrieron la mayor pérdida humana de su historia
cuando 102 miembros de su personal murieron en la catástrofe: 97
formaban parte del personal de MINUSTAH, entre ellos el personal directivo
de la Misión. La mayoría desaparecieron en el derrumbe de la sede en
Puerto Príncipe.
A raíz de la catástrofe, la ONU lanzó una operación de socorro de
emergencia con la ayuda de varios Estados miembros. Estados Unidos y
Canadá desplegaron cerca de 20.000 tropas en las áreas más gravemente
afectadas. El Secretario General, Ban Ki-moon, envió al Subsecretario
General, Edmond Mulet, en función de Representante Especial junto con un
pequeño equipo de la sede de Nueva York con el objetivo de asistir sobre el
terreno a las funciones fundamentales y al personal de MINUSTAH.
A los 9.000 uniformados de la Misión se les sumaron 1.500 agentes de
policía y 2.000 tropas en conformidad con las resolución 1908 (2010), la
cual fue aprobada por unanimidad por el Consejo de Seguridad.
Como muestra de simpatía y solidaridad al pueblo haitiano, innumerables
organismos de asistencia, organizaciones no gubernamentales y particulares
movilizaron al mundo entero para ayudar a las actividades humanitarias.
En el momento culminante de la fase de emergencia, unos 150 aviones
aterrizaban diariamente en el aeropuerto de Puerto Príncipe.
La respuesta inmediata se concentró en suministrar asistencia médica para
salvar vidas, alimentos y agua aptos para el consumo y albergues para las
víctimas del terremoto. Los Organismos de las Naciones Unidas, junto con
los socios bilaterales, trabajaron sin descanso en un desafiante entorno
operativo para satisfacer las necesidades más apremiantes
El impacto del terremoto se vio agravado por la profunda vulnerabilidad de
la sociedad haitiana ya presente desde antes del 12 de enero, con el 56 por
ciento de la población bajo el nivel de pobreza extrema, desnutrición crónica
generalizada, y una tasa de desempleo del 70%.
30
Fue una tarea de enormes proporciones, pero para el mes de septiembre
unos 4 millones de haitianos habían recibido alimentos y más de 200.000 se
habían beneficiado de los programas de «dinero por trabajo». En los
refugios temporales y asentamientos espontáneos, cerca de 1,5 millones de
desplazados internos recibieron asistencia sanitaria básica, apoyo educativo,
servicio de agua y saneamiento, mientras que la MINUSTAH y la Policía
Nacional de Haití se encargaron de la seguridad, prestando especial
atención a los grupos más vulnerables.
El compromiso permanente de la comunidad internacional con Haití también
quedó de relieve en una conferencia de donantes convocada a finales de
marzo en Nueva York. Las contribuciones superaron las expectativas, con
un total de 10.500 millones de dólares: 6.200 millones para 2010 y 2011 y
otros 4.300 millones para 2012 y años posteriores. Para canalizar el apoyo
y supervisar los esfuerzos de reconstrucción a medio y largo plazo, el
Gobierno de Haití ha propuesto a Bill Clinton, ex presidente de los Estados
Unidos y Enviado Especial de las Naciones Unidas para Haití desde el año
2009, co-presidir con el Primer Ministro haitiano Jean-Max Bellerive la
nueva Comisión Provisional para la Recuperación de Haití.
En un artículo de opinión publicado en junio, el Consejo Permanente
expresó: «¿Ha sido el proceso de reconstrucción tan rápido y eficaz como
muchos de nosotros esperábamos. No, no cuando tantos haitianos
continúan sin hogar, sin trabajo y pasando hambre. ¿Hemos logrado algún
progreso? Sin duda alguna, sí. Pero debemos mejorar.»
Mientras tanto, siguen llegando los fondos internacionales prometidos para
el 2010 para la reconstrucción del país, unos fondos que incluyen alivio de
deuda. Las Naciones Unidas hicieron en 2010 un llamamiento a la ayuda
humanitaria por valor de 1.500 millones de dólares; a mediados de
diciembre, se habían recibido 1.000 millones.
Diez meses después del terremoto, cuando las preparaciones para unas
elecciones presidenciales y parlamentarias clave estaban en plena
efervescencia, otro mortífero desastre sacudió Haití. A finales de octubre, se
confirmó el primer caso de un virulento brote de cólera. La epidemia se
31
propagó rápidamente en los diez departamentos del país y dejó un saldo de
2.000 muertos en menos de dos meses.
Miembros del personal brasileño de mantenimiento de la paz de MINUSTAH distribuye agua y comida en Puerto Príncipe (Haití) 22 de enero de 2010 (Foto ONU/Marco Dormino)
MINUSTAH y los Organismos de las Naciones Unidas lanzaron una estrategia
de respuesta coordinada para ayudar al Ministerio de Salud Pública de Haití,
centrándose en clínicas de tratamiento y en el suministro de medicamentos,
agua potable y saneamiento en todo el país. El Secretario General dictó un
llamamiento internacional para recaudar fondos por la lucha contra la
epidemia.
En varias ciudades, la insinuación de que el personal de mantenimiento de
la paz de MINUSTAH con sede en la ciudad central de Mirebalais podría
haber traído la enfermedad a Haití provocó violentas protestas en contra de
la misión. Sin embargo, las pruebas ambientales de las muestras de agua
tomadas en el campamento del contingente y a su alrededor dieron
resultados negativos. El Secretario General, con la convicción de que las
cuestiones justificadas y las preocupaciones legítimas requieren las mejores
respuestas que pueda proporcionar la ciencia, abogó por la creación de un
panel internacional de expertos totalmente independiente para investigar el
origen de la epidemia de cólera.
32
Bajo estas circunstancias adversas, el 28 de noviembre los haitianos
acudieron a las urnas para elegir un nuevo presidente y a los 99 miembros
del parlamento, y también para renovar un tercio del senado. Las
acusaciones de fraude aparecieron poco después de que Consejo Electoral
Provisional anunciara que uno de los líderes presidenciales, el conocido
cantante Michel Martelly, no había obtenido la cantidad de votos para
asegurarse la segunda vuelta electoral por un margen muy estrecho. En
respuesta a los resultados de la primera vuelta, miles de manifestantes
indignados salieron a la calle, levantaron barricadas de neumáticos en
llamas, incendiaron la sede del partido en el poder y paralizaron la capital y
otras ciudades durante tres días consecutivos para exigir la cancelación de
los comicios.
El Consejo de Seguridad expresó su preocupación por las denuncias de
fraude y apeló a que todos los políticos trabajaran sobre el proceso electoral
para garantizar que la voluntad del pueblo haitiano quede reflejada en los
resultados de las elecciones.
A mediados de enero, se celebrará una segunda ronda de elecciones
presidenciales; quien salga ganador deberá enfrentarse a la enorme tarea
de acelerar la reconstrucción de la nación, frenar la epidemia de cólera,
encontrar soluciones para alojar a las víctimas del terremoto y crear
oportunidades laborales, de vital importancia para todo el pueblo de Haití.
33
Los miembros del batallón argentino de la MINUSTAH tratan a un niño herido fuera de una clínica médica improvisada en Grand Saline (Haití) 28 de octubre de 2010 (Foto ONU/Sophia Paris)
Sudán: despejando el camino hacia el referendo En el primer día de inscripción al referendo para votar la libre determinación
del Sudán Meridional, Lometa Robert esperó una cola de unas 25 personas
en el campus de la Universidad de Juba para poder registrarse en la
esperada votación. Robert ha pasado la mayoría de sus 56 años de vida en
Uganda, donde su familia tuvo que refugiarse durante la primera guerra
civil del Sudán, pero en 2007 él se mudó a Juba para enseñar ingeniería
mecánica en la universidad. Siempre creyó que algún día tendría la
oportunidad de ejercer el voto sobre el futuro del Sudán Meridional, por lo
que la lentitud del proceso de inscripción de aquella mañana no consiguió
que su entusiasmo decayese. «Estoy muy feliz de que haya llegado este
día», dijo. «Esta es mi tierra y voy a votar por el bien de mi familia».
34
Personal electoral de la Comisión Electoral Nacional pegan un cartel en un colegio electoral de Jartum en la primera jornada de elecciones generales del país. 11 de abril de 2010. (Foto ONU/Mohamed Siddig)
Casi la totalidad de los 2.797 centros de inscripción electoral diseminados
por todo Sudán abrieron en la mañana del 15 de noviembre de 2010, como
estaba previsto. La masiva campaña de apoyo logístico y asesoramiento
técnico organizada por la Misión de las Naciones Unidas en el Sudán
(UNMIS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
fue de vital importancia a la hora de cumplir los plazos del referendo.
El 8 de enero de 2011, la Comisión para el Referendo del Sudán Meridional
anunció que más de 3,93 millones de personas se habían inscrito en los
colegios electorales del Sudán y en el extranjero, y que el 9 de enero,
comenzaría la votación en un referendo histórico que determinará el destino
del país más extenso de África.
«Gracias a sus esfuerzos, los numerosos escépticos que pensaban que el
Sudán Meridional no estaría preparado para celebrar este referendo el
próximo domingo se han dado cuenta de su error», afirmó el Coordinador
Regional de la misión en el Sudán Meridional en una conferencia de prensa
que tuvo lugar en la sede regional de la misión de mantenimiento de la paz
en Juga, el 6 de enero.
35
El material para la inscripción de los votantes fue trasladado en helicóptero desde la Misión de las Naciones Unidas en el Sudán, en Torit (Sudán), a los condados más remotos del país. 8 de noviembre de 2010. (Foto ONU/Tim McKulka) Por desgracia, un segundo referendo que debía decidir el destino de la zona
de Abyei no se celebró como estaba previsto, debido a una controversia
entre el Partido del Congreso Nacional (NCP) y el Movimiento de Liberación
del Pueblo Sudanés (SPLM) relativa a los criterios para determinar el
derecho a votar y otras cuestiones.
En su recorrido por los colegios electorales durante la primera jornada de
las siete programadas para la votación en el referendo sobre el Sudán
Meridional, el Representante Especial del Secretario General de las Naciones
Unidas, Haile Menkerios, alabó el trabajo de la Comisión para el Referendo
del Sudán Meridional y a su Mesa establecida en Juba por el buen desarrollo
del proceso de votación y por la exitosa inscripción de los votantes en un
plazo de tiempo muy breve y en un entorno políticamente delicado.
En un reloj levantado en una torre sobre una rotonda de Juba podía leerse
«0 días, 0 horas y 0 minutos» justo antes de las 8:00 de la mañana, hora a
la que estaba programado el inicio de la votación. Entre los votantes que
recorrieron largas distancias para ejercer el voto se encuentra un antiguo
soldado de 71 años, William Anei Yom Akot, que tuvo que caminar tres
millas para votar en Aweil, en el estado de Bahr el Ghazal Septentrional.
36
«Hoy me considero una de las personas más afortunadas del mundo», le
confesó a un oficial de información del UNMIS. «He estado esperando este
acontecimiento mucho tiempo y por fin, hoy, ha llegado ese día».
Durante el último año, la misión de mantenimiento de la paz ha estado
trabajando a pleno rendimiento para ayudar a las autoridades nacionales a
asegurar que el referendo se celebre a tiempo y de manera pacífica. Tras
las históricas elecciones generales del pasado mes de abril en el Sudán, la
misión de mantenimiento de la paz y el PNUD unieron sus equipos de apoyo
electoral para crear la División Integrada de Apoyo a los Referendos y las
Elecciones (UNIRED). Esta nueva división se creó para dar apoyo a la
comisión sudanesa encargada de establecer políticas y aprobar normas y
procedimientos en relación con el referendo.
Las demoras imprevistas acompañaron al proceso desde su comienzo. Los
nueve miembros de la Comisión para el Referendo del Sudán Meridional
fueron designados por decreto presidencial en julio de 2010, pero
desavenencias internas sobre el nombramiento del secretario general del
grupo impidieron que el órgano se reuniese oficialmente hasta mediados de
septiembre. La Comisión para el Referendo del Sudán Meridional no terminó
el calendario para el referendo en el sur hasta el 20 de octubre, lo que dejó
25 días a UNIRED para distribuir todo el material necesario para el
referendo a los centros de inscripción del país.
No obstante, la operación de apoyo al referendo ya había empezado meses
antes. Los Asesores Policiales de las Naciones Unidas comenzaron a impartir
clases de entrenamiento de tres días en materia de seguridad a miembros
del Servicio de Policía del Sudán Meridional en julio y, a finales de
noviembre, más de 17.000 policías habían completado el entrenamiento.
En septiembre, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon
designó a un grupo de tres miembros en el Sudán en respuesta a la petición
conjunta del PCN y del SPLM y decidió que este grupo supervisaría y
evaluaría los procesos de los referendos de libre determinación del Sudán
Meridional y del área de Abyei, incluyendo la situación política y la
seguridad sobre el terreno.
37
El grupo, presidido por el ex presidente de Tanzania, Benjamin Mkapa,
informa directamente al Secretario General de las Naciones Unidas y es
completamente independiente de la misión de mantenimiento de la paz en
el Sudán, UNMIS. Desde su nombramiento, el ex presidente Mkapa y sus
compañeros en el grupo, el portugués Antonio Monteiro y el nepalí Bhojraj
Pokharel, han realizado varias visitas de trabajo al Sudán y han logrado que
los partidos participen en una estrecha consulta con el Secretario General.
Cientos de voluntarios de las Naciones Unidas designados para desplegar
las bases de apoyo al referendo en los condados aterrizaron en el Sudán a
principios de octubre, con mobiliario de oficina, ordenadores, motocicletas,
generadores y demás equipo de apoyo, enviado por UNIRED a la Mesa del
Referendo en Juba. A finales de octubre, UNIRED ya había enviado 200.000
kilos de material para la inscripción en más de 96 vuelos de UNMIS por el
sur y más de 9.400 kilos al norte del Sudán. En el mes de noviembre,
UNIRED donó 20 automóviles Toyota Land Cruiser nuevos a la Mesa del
Referendo, establecida en Juba.
A primera vista, podía parecer que el problema logístico que planteaba el
proceso del referendo era menor que el de los preparativos de las
elecciones generales de abril de 2010. En lugar de las 12 cédulas de
votación separadas con los diferentes candidatos, se entregará a las
personas con derecho a voto censadas en el Sudán Meridional un
documento en el que se podrá elegir únicamente entre mantener la unidad
del país o separarse.
Sin embargo, mientras que UNMIS y PNUD tuvieron meses para preparar el
proceso de inscripción de votantes de finales de 2009 y para la votación, en
el mes de abril, la cuenta atrás hasta el comienzo de la fase de inscripción
al referendo del Sudán Meridional se midió en semanas.
Se proporcionaron casi 5,3 millones de tarjetas de registro a los 2.632
centros de inscripción distribuidos por todo el Sudán Meridional y más de
300.000 a 165 centros del norte cuando comenzó la inscripción de votantes
el 15 de noviembre. Aunque la operación de apoyo no terminó ahí. Se
38
tuvieron que enviar 1,4 millones de tarjetas de registro adicionales a los
centros de inscripción porque se agotaron rápidamente, lo que demuestra la
alta participación de los votantes de los centros urbanos de la región sur.
La participación en el proceso de registro fue baja en los 15 estados del
norte del país en los que residían muchas personas desplazadas del sur
durante el conflicto civil, incluyendo los cientos de miles que se encontraban
en los campamentos de desplazados internos. La misma situación se
produjo en el caso de los ocho países extranjeros en los que los expatriados
del Sudán Meridional pudieron ejercer el voto en enero.
Sin embargo, esta colosal labor ha aportado valiosos resultados en el Sudán
Meridional, donde los desplazados internos han podido regresar desde el
norte en los días previos al inicio de la votación. «El pueblo tiene muchas
esperanzas depositadas en este referendo», dijo Gressly. «Todos están muy
emocionados por poder decidir finalmente su propio destino».
De visita en una mesa electoral, el Representante Especial Menkerios dijo
que ponía en duda que los pocos enfrentamientos armados en el estado
sudanés de Unidad y en la región de Abyei justo antes de la votación
hubieran tenido efectos adversos en el proceso del referendo.
«Las Naciones Unidas continuarán la supervisión del proceso e intentarán
ayudar donde sea necesario, en especial cooperando con la policía para
garantizar la seguridad», afirmó.
39
Radio Miraya: El referendo de Sudán triunfa en las ondas
Los periodistas de Radio Miraya, dirigida conjuntamente por la Misión de las Naciones Unidas en el Sudán y la Fondation Hirondelle, lleva a cabo debates en las aldeas y realiza retransmisiones en directo con los votantes durante el período de inscripción del referendo en Pachong (Sudán). 20 de noviembre de 2010. (Foto ONU/Tim McKulka) Como emisora regional líder en el Sudán Meridional, el canal de radio de
mantenimiento de la paz Miraya FM desempeñó un papel importante en la
educación de los votantes y la transmisión de información sobre el
referendo de 2011 en la región.
Antes del comienzo de la inscripción de los votantes del referendo el 15 de
noviembre, Miraya produjo y retransmitió una serie de anuncios de servicio
público sobre la ley relativa al Referendo de 2009 en el Sudán Meridional y
Abyei, el proceso de inscripción de los votantes y los derechos de los
mismos, en árabe, inglés y otras 10 lenguas locales. Miraya creó cuatro
programas especiales sobre el referendo.
«Referendum Talk es un programa en directo de una hora en el que le
damos a la Comisión para el Referendo del Sudán Meridional la oportunidad
de contar a los oyentes en qué etapa del proceso del referendo estamos y
qué se ha hecho», declaró Celia Koh, coordinadora principal de la radio. Los
40
oyentes podían mandar mensajes de texto y llamar para hacer sus
preguntas en este programa interactivo de los jueves.
El programa en diferido de «Village Debates» lleva el micrófono de Miraya a
los ciudadanos y se emite cada sábado, con la intención de visitar los diez
estados de Sudán Meridional.
«Mediante nuestros corresponsales y equipos viajeros de periodistas, Miraya
ha dado a los sudaneses de todas las partes del sur la oportunidad de
participar en el debate sobre el referendo y las consecuencias tanto de la
separación como de la unidad», dijo el jefe de radio Quade Hermann.
«Referendum Diary», un resumen de 30 minutos sobre todas las nuevas
actividades semanales relacionadas con el referendo, también se emite los
sábados. Este diario, que es parte de la sección especial sobre el referendo
en el sitio web mirayafm.org, ha recibido un impresionante número de
visitas, según Celia Koh.
El último de los cuatro programas, «Referendum Watch», empezó a
retransmitirse en diciembre, y tenía como invitados a expertos que debatían
sobre cuestiones políticas, históricas y económicas posteriores al referendo
desde los puntos de vista discrepantes de la unión y la separación.
Desarrollo de la capacidad
Para asegurar la cobertura objetiva y profesional de sus reporteros, Miraya
desarrolló una Carta de Consultas Populares y sobre Referendos (Referenda
and Popular Consultations Charter) publicada en inglés y árabe.
Según el editor en jefe de Miraya, Jean-Claude Labrecque, esta carta
gobierna la cobertura del proceso del referendo por parte de la emisora,
desde las campañas hasta las cuestiones posteriores al referendo que
dependen del resultado de la votación del 9 de enero de 2011. «La gente
confía en Miraya, y eso es porque trabajamos a conciencia para defender
nuestros principios periodísticos de mantener una cobertura justa y
equilibrada de estas cuestiones sensibles», aseguró Hermann.
41
Los periodistas se sometieron a un entrenamiento preparatorio intensivo
que comenzó en agosto. En la primera fase, Miraya invitó a expertos para
que debatieran sobre las leyes en materia de referendos y consulta popular,
así como sobre la historia del proceso de paz. También se pidió a miembros
de la Comisión para el Referendo del Sudán Meridional que describieran el
papel que desempeña dicho organismo.
«El segundo aspecto de nuestra formación fue ayudar a nuestros periodistas
a prepararse para informar», explicó el jefe de formación de la emisora,
Christopher Singh. Para este fin, Miraya invitó a veteranos corresponsales
extranjeros en Sudán para compartir sus experiencias con los jóvenes
periodistas. La emisora también ha estado capacitando en este aspecto a
periodistas de la radio estatal.
Después de la votación, los editores de Miraya vigilaron los reportajes sobre
el referendo. «Los (reporteros) todavía necesitan ajustes de precisión. Los
estamos entrenando y tomando medidas correctivas, y seguiremos
haciéndolo», confirmó Singh.
Miraya es una emisora de radio de la ONU en colaboración con la
organización suiza Fondation Hirondelle. Se creó para apoyar la
implantación del Acuerdo General de Paz y retransmite por todo el Sudán
Meridional.
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Las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas entran en una fase de consolidación Entrevista con Alain Le Roy, Secretario General Adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz
Ibrahim Gambari (a la derecha), Representante Especial Conjunto de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur, da la bienvenida a Alain Le Roy (a la izquierda), Secretario General Adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz a su llegada a El Fasher (Sudán). 9 de noviembre de 2010 (Foto ONU/Albert González Farran)
La dotación de efectivos de las operaciones de mantenimiento de la
paz de las Naciones Unidas ha aumentado drásticamente durante la
pasada década hasta alcanzar las más de 120.000 personas que
trabajan hoy bajo la bandera de la ONU entre militares, policías y
civiles. ¿Cree usted que la expansión de las operaciones de
mantenimiento de la paz ha tocado techo y que hemos entrado en
una fase de consolidación?
Le Roy: Sí, creo que se ha entrado en una fase de consolidación tras casi
una década de expansión. El punto álgido se registró en mayo de 2010,
cuando alcanzamos la cifra de 126.000 miembros. Desde entonces se ha
43
experimentado un ligero descenso, debido principalmente al cierre de la
MINURCAT a finales de 2010. También podemos asistir a una reducción
adicional en 2012 en Timor-Leste y Liberia. Aunque no preveo nuevas
operaciones en los próximos meses, acabamos de reforzar nuestra misión
en Côte d'Ivoire, y deberemos replantear nuestra presencia en el Sudán de
cara al referéndum. De todos modos, cualquier reducción en términos
numéricos no indica en absoluto que los desafíos a los que nos enfrentamos
estén disminuyendo. Al mismo tiempo, dedicamos más atención a las
necesidades y dificultades particulares que tienen que ver con el éxito del
desarrollo y de la transición de las operaciones de mantenimiento de la paz.
Varias misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas
tienen hoy el mandato de garantizar la protección de los civiles. No
obstante, los civiles siguen siendo las víctimas en países como la
República Democrática del Congo, donde varios medios de
comunicación internacionales y órganos fiscalizadores culpan a las
Naciones Unidas. ¿Existen límites sobre lo que se puede esperar
que consiga la ONU en este terreno? ¿Qué más pueden hacer el
sistema de las Naciones Unidas y los «cascos azules»?
Le Roy: Actualmente tenemos mandato de protección de los civiles en siete
de nuestras operaciones. Sin embargo, allí donde recibimos orden de
desplegarnos existen expectativas de proteger a los civiles, incluso cuando
no está en nuestro mandato. Se trata de nuestra tarea más importante y
quizá la más visible. Y la más difícil de cumplir, además. Proteger a los
civiles en un país como la República Democrática del Congo (con 60
millones de habitantes); o en Darfur, con dos millones y medio de
desplazados internos; o en Côte d'Ivoire, donde peligran las vidas de
millones de personas, constituye, desde luego, un desafío formidable. La
policía de los Estados Unidos o la de los países de la Unión Europea, que
son responsables de proteger a sus conciudadanos, tampoco pueden
proteger a todos contra todo. Se nos pide que protejamos a millones de
personas que están en peligro, a menudo en superficies muy vastas y con
terrenos accidentados.
A veces no lo conseguimos: no podemos proteger a todos contra todo. Pero
sabemos que las expectativas son altas, especialmente hacia el personal de
44
mantenimiento de la paz. Hacemos todo lo que podemos para cumplir con
esas expectativas y cada día protegemos e incluso salvamos las vidas de
miles, si no millones de personas en peligro. Hemos desarrollado estrategias
e instrumentos para la protección de los civiles en el Sudán, el Congo y
Haití, entre otros lugares, pero la tarea es ardua y sigue en marcha.
La violación de civiles como táctica de guerra volvió a los titulares
de nuevo en 2010, esta vez en la República Democrática del Congo.
¿Qué más pueden hacer las fuerzas de mantenimiento de la paz de
las Naciones Unidas para combatir esta lacra? ¿De qué manera
colaboran ante este problema el DPKO y el recientemente creado
cargo del Representante Especial sobre la Violencia Sexual en los
Conflictos?
Le Roy: Es un hecho horrible que la violación se usa aún como táctica de
guerra y en el DRC nos ocupamos particularmente de ello. Una vez más,
hacemos todo lo que está en nuestra mano para combatirlo aumentando el
número de patrullas, facilitando telefonía móvil y vía satélite a las
comunidades y desplegando los que llamamos «oficiales de enlace con la
comunidad». Además intentamos contar con tantas mujeres entre nuestros
oficiales de policía como nos es posible para interactuar con la población
local y emprender medidas preventivas.
Trabajamos en estrecha colaboración con la recientemente nombrada
Representante Especial sobre la violencia sexual en los conflictos, Margot
Wallström. Mantenemos muy buenas relaciones con ella y con su equipo y
juntos estamos intentando desarrollar los mejores mecanismos de
respuesta a este terrible problema.
Este año se cumplió el décimo aniversario de la resolución 1325 del
Consejo de Seguridad, relativa a la mujer, la paz y la seguridad, un
texto histórico que reconocía el papel de la mujer no solo como
víctima sino también como artífice de la paz. El DPKO ha trabajado
mucho junto a los Estados Miembros para incrementar el número de
mujeres que forman parte de los componentes militares y policiales
de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones
Unidas. ¿Está usted satisfecho con los progresos realizados hasta la
fecha?
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Le Roy: Aún no tenemos suficientes mujeres en puestos de liderazgo, ni
tampoco trabajando en negociaciones de paz como «pacificadoras», pero se
ha conseguido un claro avance. Por ejemplo, tres de nuestras 15
operaciones de mantenimiento de la paz están dirigidas actualmente por
mujeres: Ellen Margrethe Lø en Liberia, Ameera Haq en Timor-Leste y Lisa
Buttenheim en Chipre. También tenemos a mujeres como Jefes Adjuntos de
varias de nuestras delegaciones. Además hemos hecho progresos en cuanto
al número de mujeres entre el personal policial de las Naciones Unidas, casi
un nueve por ciento en todo el mundo. Nuestro objetivo es alcanzar el
veinte por ciento de mujeres policías para el año 2014, y creo que lo
conseguiremos.
El DPKO puso en marcha el año pasado la iniciativa Nuevo
Horizonte para ayudar a la Secretaría General y a los Estados
Miembros a conformar un programa común y a fortalecer la alianza
en cuanto al mantenimiento de la paz. ¿Cómo valoraría usted los
avances en este terreno?
Le Roy: Decidí poner en marcha la iniciativa Nuevo Horizonte
inmediatamente después de mi nombramiento como jefe del Departamento
de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, en agosto de 2008. La «Biblia»
de las operaciones de mantenimiento de la paz era, y sigue siendo, el
Informe Brahimi. Sin embargo, este informe se redactó en el año 2000,
cuando solo había 20.000 miembros del personal de mantenimiento de la
paz desplegados en todo el mundo. En los últimos diez años han surgido
nuevos interrogantes y nuevos desafíos. La razón fundamental para
elaborar el informe Nuevo Horizonte, publicado en julio de 2009, fue la de
dar forma a una nueva visión de lo que es hoy el mantenimiento de la paz y
lo que será en los próximos años, así como alcanzar un acuerdo entre todas
las partes interesadas (el Consejo de Seguridad, países que aportan
contingentes y fuerzas de policía, contribuyentes financieros y otros socios).
Creo que es mucho lo que se ha logrado, y que estamos avanzando en
muchos asuntos. Tenemos un mejor entendimiento común de temas como
la protección de los civiles, por ejemplo. Sobre la cuestión del «sólido
mantenimiento de la paz» todavía hay debate, pero creo que las posiciones
están convergiendo. También hemos avanzado en cuanto a planificación y
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supervisión. El primer informe se publicó en octubre de 2010 y le seguirán
otros.
El Secretario General Ban Ki-moon (al frente, segundo por la izquierda) se reúne con Alain Le Roy, Secretario General Adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, poco antes de la Conferencia Internacional sobre el Afganistán celebrada en Kabul. 7 de julio de 2010. (Foto ONU/Eric Kanalstein)
Los países europeos llevan varios años contribuyendo con miles de
soldados bien equipados y entrenados a la Fuerza Provisional de las
Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL). Sin embargo, el número de
soldados europeos que prestan servicio para la ONU en otros
lugares, especialmente en África, es relativamente pequeño. ¿Ha
notado usted algún movimiento en Europa dedicado a impulsar y
diversificar sus despliegues en el futuro?
Le Roy: Es alentador que los países europeos están presentes en la FPNUL
en el Líbano aportando contingentes, y están realizando un gran trabajo. La
FPNUL es una fuerza sólida y capaz. Desearía que tuviéramos más tropas
europeas y de otros países desarrollados en las fuerzas de mantenimiento
de la paz de la ONU, especialmente en África. Somos plenamente
conscientes del importante compromiso que estos países asumen en el
Afganistán, Kosovo y otros lugares, y lo agradecemos. Pero creemos que es
importante, también como gesto político, que participen con más
contingentes en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU,
particularmente en África.
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Los helicópteros, especialmente los tácticos, son una necesidad
operacional para las misiones de paz de la ONU, sobre todo en las
zonas donde los conflictos se siguen reproduciendo, como la
República Democrática del Congo y el Sudán. A pesar de esta clara
necesidad, son pocos los Estados miembros que están dispuestos a
aportar a la ONU tales aparatos. ¿De qué manera hacen frente las
Naciones Unidas a esta carencia, y qué está haciendo el DPKO para
tratar de superar este obstáculo?
Le Roy: Se trata de una dificultad enorme. Está claro que cuando tenemos
el mandato de proteger a los civiles en territorios vastísimos donde no
existe una infraestructura real, como el este de República Democrática del
Congo o Darfur, la movilidad y agilidad de la fuerza y de la misión en su
conjunto son factores clave. Así que los helicópteros y, en particular los
helicópteros tácticos, son vitales. Llevamos más de dos años pidiendo 18
helicópteros de transporte militar para Darfur y aún no hemos recibido ni
uno solo. Hemos recibido algún apoyo de los Estados Miembros: por
ejemplo, nos llegaron cinco helicópteros tácticos de Etiopía para Darfur, y
Rusia transfirió recientemente algunos helicópteros de transporte militar de
nuestra misión en el Chad a Sudán del Sur. También contamos con
helicópteros tácticos de Ucrania en Liberia. Pero necesitamos muchos más.
Tuvimos un número importante de helicópteros de la India, pero Nueva
Delhi ha decidido que se necesitan en casa. No estamos en una posición
fácil en este momento. Debemos ampliar el grupo de países que pueden
proporcionarnos estos activos y estamos tratando de lograrlo por todos los
medios. El propio Secretario General ha expuesto la cuestión a muchos
jefes de Estado y yo lo estoy planteando a mi nivel. Algunos países nos
están ayudando, pero este sigue siendo uno de nuestros cuellos de botella.
Las elecciones presidenciales de Côte d’Ivoire se celebraron al fin
tras un retraso de varios años. ¿Preveía usted que uno de los
candidatos ignorara los resultados electorales?
Le Roy: Que alguien no acepte los resultados siempre es un riesgo. Al
mismo tiempo, en Côte d'Ivoire, el compromiso de todas las partes de
celebrar elecciones era claro y el resultado fue inequívoco: 54 por ciento
contra 46 por ciento. Este hecho ha sido reconocido por casi todos los
observadores y por la Comisión Electoral Independiente, y certificado por el
48
Jefe de la Misión, el Sr. Y. J. Choi. Es muy importante que la Operación de
las Naciones Unidas en Côte d'Ivoire (ONUCI) continúe desempeñando su
papel imparcial. El mandato de certificación lo otorgó el Consejo de
Seguridad a petición del presidente Gbagbo, el presidente Ouattara, el
presidente Bédié y el Sr. Soro en Acuerdo de Pretoria de 2005. Se trataba
de una petición directa, y la ONU ha desempeñado su papel con
imparcialidad. Se verificaron las cifras, que resultaron ser extremadamente
claras. Llevaremos a cabo nuestro mandato, renovado unánimemente por el
Consejo de Seguridad, de apoyar y ayudar al pueblo de Côte d’Ivoire
(cualquiera que sea su pertenencia étnica y política) y trataremos de reducir
el número de civiles víctimas de ataques.
A principios de agosto se produjo un tiroteo entre las Fuerzas
Armadas libanesas y las Fuerzas de Defensa israelíes que resultó en
la muerte de varios libaneses e israelíes. ¿Cree usted que la
presencia y las acciones de la FPNUL ayudaron a evitar que este
incidente degenerara en un conflicto más grave? De manera más
general, ¿cómo ha ayudado la FPNUL a mantener la calma en la
región?
Le Roy: Sí, creo que nuestra presencia en el Líbano ha tenido un efecto muy
positivo. En primer lugar, porque debido a nuestra presencia, reforzada en
2006, las posiciones de las Fuerzas Armadas del Líbano se han establecido
con éxito al sur del río Litani por primera vez en décadas, lo que constituye
un gran logro. En segundo lugar, el número de incidentes a lo largo de la
Línea Azul entre Israel y el Líbano se ha reducido drásticamente. Con la
triste excepción del de agosto, nadie ha muerto en la Línea Azul desde el
año 2006, lo cual es un éxito debido en gran parte a la presencia de la
FPNUL. En cuanto al incidente de agosto, nuestra presencia ayudó a evitar
que se extendiera.
2010 fue un año tremendamente difícil para Haití, que tuvo que
hacer frente primero a un devastador terremoto y después una
epidemia de cólera. El pueblo de Haití y el personal de
mantenimiento de la paz parecieron acercarse a raíz del terremoto,
pero las sospechas sobre la causa de la epidemia de cólera pudieron
erosionar la relación. Se llegaron a producir varias manifestaciones
49
en contra de la ONU. ¿Cómo puede la ONU asegurarse de que las
relaciones entre la misión y el pueblo al que están allí para ayudar
vuelvan a fortalecerse?
Le Roy: Antes del terremoto, y tras sus secuelas iniciales, la relación entre
la misión y el pueblo haitiano era muy buena. De hecho, los cinco años
previos al terremoto fueron algunos de los mejores que Haití ha
experimentado en las últimas décadas en términos de crecimiento
económico y la estabilidad, lo que significó un gran éxito de la misión.
Después del terremoto, todo el mundo reconoció que la misión ayudó a
traer asistencia al pueblo. Por desgracia, al terremoto siguió el estallido de
la epidemia de cólera y las acusaciones de que fueron las fuerzas de la ONU
quienes la habían traído al país.
Alain Le Roy, Secretario General Adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, ofrece una conferencia de prensa después de las violentas manifestaciones ocurridas tras las controvertidas elecciones presidenciales celebradas en Bouaké (Côte d’Ivoire). 29 de diciembre de 2010. (Foto ONU/Basile Zoma)
Hemos dejado muy claro, desde el primer día, que queremos ser
transparentes. Se llevaron a cabo multitud de pruebas entre los soldados
contra los que iban dirigidas las acusaciones, todas ellas con resultados
negativos. Además, el Secretario General nombró un grupo independiente,
formado por algunos de los mejores expertos del mundo, para determinar el
origen del brote de la epidemia de Haití. Este grupo ha comenzado su
50
trabajo y los resultados serán transparentes. Cada vez son más los informes
que demuestran que el brote pudo haber venido de una fuente
completamente distinta.
El mandato de la Misión de las Naciones Unidas en la República
Centroafricana y el Chad (MINURCAT), concluyó en 2010. En
retrospectiva, ¿ha logrado la MINURCAT cumplir su mandato de
contribuir a la protección de los civiles, promover el estado de
derecho y la paz regional?
Le Roy: Han sido muchos, entre ellos las autoridades locales, los que han
elogiado el trabajo que hizo la MINURCAT en la zona oriental del Chad para
garantizar la seguridad de los refugiados y los desplazados internos,
promover el estado de derecho y capacitar a la policía del Chad
(Destacamento Integrado de Seguridad). La misión, aunque tuvo
lamentablemente que cerrar por razones políticas, ha dejado su huella en el
Chad, y podemos estar orgullosos de lo que lo hizo para proteger a las
personas en la zona oriental del país.
De cara al futuro, ¿cuáles espera que sean los principales retos y
oportunidades para las operaciones de mantenimiento de la paz de
las Naciones Unidas en el 2011? ¿Qué le quita el sueño y qué le da
motivos de esperanza?
Le Roy: Aún tenemos por delante enormes desafíos. Tenemos 15
operaciones y muchas de ellas se enfrentan a retos sumamente difíciles.
Usted ha mencionado el Líbano: como sabe, la situación política allí es difícil,
especialmente debido a las reacciones hacia el Tribunal Especial. Usted ha
hablado de la República Democrática del Congo: proteger a tantos civiles
con tantos grupos atacándolos de la manera más brutal. Ese seguirá siendo
un enorme desafío durante los próximos años. Permítame mencionar otras
tres situaciones en las que se nos está llevando al límite: Haití, Côte d’Ivoire
y el Sudán. Primero, en Haití estamos frente a una crisis política, y tenemos
que garantizar la seguridad en ausencia de estabilidad política. La epidemia
de cólera también nos puso a prueba, y sobre este tema seguiremos siendo
completamente transparentes. Segundo, se nos está poniendo a prueba en
51
Côte d'Ivoire. Nuestra misión tuvo una posición firme y de principios. El
presidente Gbagbo pidió la salida de nuestras fuerzas y las personas leales
a él están instigando a la población, especialmente a través de la radio
nacional, a actuar en contra de personal de la ONUCI. Nuestro personal de
mantenimiento de la paz está muy presionado y está asumiendo grandes
riesgos, lo que es muy preocupante. El tercer lugar en el que se nos pone a
prueba es el Sudán. En Darfur, está muy claro que la UNAMID tiene que ser
fuerte, porque todos los días, con regularidad, se producen ataques contra
la población civil. En el Sudán Meridional, el referéndum se llevó a cabo
pacíficamente, y la misión de la ONU desempeñó un papel muy importante
para lograrlo.
Hace entre tres y seis meses, muy poca gente podía imaginar que se llegara
a celebrar un referéndum pacífico con un resultado aceptado por todos (por
Jartum y por Juba). Todo ello hay que agradecérselo en gran medida a la
misión, y yo diría que sobre todo a un hombre: Haile Menkerio, Jefe de
Misión, que ha tenido un papel discreto pero esencial. Todavía hay muchas
cosas que arreglar, entre ellas asuntos posteriores al referéndum y la
construcción del Estado en el Sudán Meridional. La asistencia del
Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno ha hecho posible
que el referéndum se celebrará en todo el país, que cubre una vasta
extensión de terreno. Creo que en el Sudán aprobamos el examen.
En general, 2010 nos pone a prueba casi como nunca antes en Haití, Côte
d'Ivoire, República Democrática del Congo, Darfur, el Sudán Meridional, el
Líbano y otros lugares. A veces se ha culpado al personal de mantenimiento
de la paz cuando las cosas no han ido bien, pero debo decir que el
rendimiento general de las fuerzas de mantenimiento de la paz en 2010 me
ha parecido alentador: hemos contribuido a mantener la paz y a proteger a
los civiles en todos estos casos y a evitar crisis más profundas con
consecuencias potencialmente desastrosas para la población civil. A veces
podríamos haberlo hecho mejor, y seguimos comprometidos a mejorar
nuestro trabajo. No obstante, todo el mundo reconoce que, en todos estos
casos tan difíciles, la situación habría sido mucho peor de no haber estado
ahí el personal de mantenimiento de la paz. Estoy orgulloso de todos los
hombres y mujeres que prestan servicio en el mantenimiento de la paz y
52
quiero darles las gracias, tanto a ellos como a los Estados Miembros por su
apoyo incondicional durante estos tiempos difíciles.
La Estrategia Global de Apoyo sobre el Terreno «nos hará más ágiles, más eficaces y más eficientes»
Entrevista con Susana Malcorra, Secretaria General Adjunta de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno
Susana Malcorra, Secretaria General Adjunta de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno. Foto ONU
¿Cómo mejorará la Estrategia
Global de Apoyo a las
Actividades sobre el Terreno el
funcionamiento de las misiones
de mantenimiento de la paz de
las Naciones Unidas y cómo
reducirá el gasto?
Malcorra: La Estrategia Global de
Apoyo a las Actividades sobre el
Terreno pretende consolidar las
lecciones aprendidas en los
importantes despliegues que hemos
tenido más recientemente, como
los de Darfur y el Chad. Estamos intentando llegar a un planteamiento que
nos permita ser más ágiles y reaccionar con mayor rapidez y de manera
más eficiente a las nuevas necesidades sobre el terreno. Esto nos ayudará a
desplegar y redistribuir más rápido, como ya se está haciendo en la
República Democrática del Congo, donde estamos estableciendo pequeñas
bases móviles en los puntos más conflictivos del país.
53
La noción de la Estrategia Global de Apoyo a las Actividades sobre el
Terreno va ligada a la idea de mejorar el servicio en nuestras misiones. Se
basa en cuatro pilares.
El primero va asociado a una perspectiva de «modularización». Este
elemento esencial tiene que ver con la creación de herramientas que nos
permitirán establecer campamentos y a desplegar y redistribuir más rápido
y mejor, siendo también más respetuosos con el medio ambiente. Además,
esperamos que nos ayude a reducir los gastos globales del despliegue.
El segundo pilar en el que estamos trabajando son los recursos comunes.
Históricamente, las misiones se han establecido y consolidado de manera
individual, con todos los recursos necesarios. A medida que el presupuesto
para las operaciones se acercaba a los 8.000 millones de dólares, cada vez
se nos presentaba más obvia la opción de compartir recursos entre las
misiones. De esto modo, elaboramos dos conceptos que, en mi opinión, son
muy importantes: el primero es el del Centro Regional de Servicios, que
permitirá servir en las misiones de una determinada región con lo que
hemos denominado funciones auxiliares (de personal, de nóminas y de
contabilidad), que son necesarias en las misiones, pero no se requieren
forzosamente en el teatro de operaciones. Así tendremos la oportunidad de
reducir nuestra presencia en la zona de la misión y realizar una intervención
más moderada, como ya había recomendado el informe Brahimi hace más
de 10 años. Se invertirá menos en el servicio, porque tendremos menos
personal sobre el terreno, en el teatro de operaciones de las misiones. Al
mismo tiempo, podremos tener más personal en los lugares de destino
aptos para las familias, que nos ayudará a rotar al personal en diferentes
contextos y proporcionará mejores oportunidades de promoción profesional.
El tercer pilar es el fortalecimiento financiero, que está muy relacionado con
la perspectiva de «modularización». Nos permitirá mejorar el uso de los
recursos y el ciclo presupuestario cuando se establece una misión.
Realizaremos una consulta a los Estados miembros sobre este modelo de
marco estratégico en el próximo período de sesiones de la Asamblea
General.
54
El cuarto pilar son los recursos humanos, parte de los cuales se ha
aprobado recientemente en la Asamblea General. Es un cambio drástico en
el modo en que apoyamos a nuestro personal sobre el terreno.
Creo que esta Estrategia supondrá un importante cambio. Nos hará más
ágiles, más eficaces y más eficientes y aumentará la calidad del personal
que desplegamos sobre el terreno.
Susana Malcorra, Secretaria General Adjunta de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno, en el lugar de las obras de la nueva base logística de las Naciones Unidas en Valencia (España). 23 de abril de 2010. (Foto ONU)
¿Qué papel tendrán los centros de servicios regionales propuestos
en este proceso y cuántos se prevé crear?
Malcorra: Actualmente disponemos de un centro regional en Entebbe
(Uganda). Escogimos esta ciudad porque casi el 50% de las operaciones se
ubican en esa zona. El centro de Entebbe da apoyo a la misión de
mantenimiento de la paz en la República Democrática del Congo, a dos
misiones en el Sudán y a la Oficina de Apoyo a la AMISOM (UNSOA) y a
algunas misiones políticas especiales en la región. Prevemos que el centro
se utilice para funciones de gestión interna. Se trata de funciones
transaccionales, como la contabilidad, la nómina, el personal y las funciones
administrativas, que necesitan realizarse para una misión, pero que no hace
55
falta hacerlas dentro de la zona de la misión. Vamos a emplear recursos
compartidos entre las misiones de la región, lo que nos permitirá generar
economías de escala. Por el momento no existen planes para la creación de
un segundo o tercer centro. Eso llegará con el tiempo. Primero queremos
probar este centro de Entebbe y ya veremos lo que sucede en el futuro.
Susana Malcorra, Secretaria General Adjunta de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno, habla en un ayuntamiento en una reunión con el personal de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID), en El-Fasher, Darfur (Sudán). 19 de octubre de 2009. (Foto ONU/Olivier Chassot)
¿Los Estados miembros apoyan completamente la estrategia global,
incluidos los centros regionales?
Malcorra: La estrategia fue aprobada por los Estados miembros. Nos
pidieron que volviésemos a tratar la cuestión del marco financiero. De
hecho, dijimos que inicialmente queríamos su aprobación y que volveríamos
con un modelo detallado. Ese modelo se está construyendo en este
momento. Entre tanto, la Asamblea General nos ha dado mucha más
flexibilidad en relación con los recursos y a la gestión de las existencias para
el despliegue estratégico y al Fondo de Reserva para el Mantenimiento de la
Paz. Fue una muestra de confianza de los Estados miembros. También nos
pidieron que estableciésemos un centro mundial de servicios en Brindisi
para servir en todas las misiones sobre el terreno. Ahora volvemos a la
próxima ronda de debate con un concepto más desarrollado.
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Las Naciones Unidas han estado trabajando mucho para erradicar la
explotación y los abusos sexuales y otras faltas por parte de su
personal de mantenimiento de la paz en los últimos años. ¿Qué
progresos se han conseguido respecto a esta situación? ¿Se están
considerando nuevas medidas?
Malcorra: En primer lugar, este es asunto que nos preocupa muchísimo.
Nunca hay suficiente progreso hasta que podemos decir que se han
producido cero casos. Como dice el Secretario General, tenemos una política
de tolerancia cero. Todavía no lo hemos conseguido, pero creo que hemos
hecho progresos. Ya tenemos en nuestro sitio web las estadísticas sobre
cómo estamos siguiendo cada denuncia, y podemos seguir estos datos. Esto
es el progreso en sí mismo, porque demuestra transparencia.
Además, hemos empezado a recibir más información de las misiones
diplomáticas de los Estados miembros en Nueva York sobre los pasos que
hemos tomado en sus países en relación a las denuncias. Por fin hemos
empezado a ver que este círculo comienza a cerrarse. Pero creo que se
trata de un cambio cultural que va a necesitar mucho tiempo e inversiones.
Ya hemos empezado a ver la amortización de esa inversión.
¿Estamos satisfechos? No. Estamos trabajando mucho para mantener este
asunto como una de nuestras principales prioridades y como una de las
principales prioridades de los países que aportan contingentes y fuerzas de
policía. Seguiremos trabajando estrechamente con ellos.
Durante los últimos años se ha hablado mucho sobre la necesidad
de «ecologizar» los cascos azules: desde un uso extensivo de las
energías renovables y sostenibles a la reducción del impacto
medioambiental de la presencia humana y la mejora de la gestión
de los residuos y los sistemas de saneamiento. Como este proceso
de «ecologización» tiene imperativos medioambientales y en
materia de seguridad, ¿qué nuevas propuestas se están
proyectando?
Malcorra: La respuesta a esta pregunta va asociada a la Estrategia Global
de Apoyo sobre el Terreno. La modularización analizará el tamaño adecuado
57
del campamento que se necesita construir y designará cada uno de los
componentes teniendo en cuenta un modelo muy ecológico. Así
conseguiremos tener un impacto mucho menor sobre el terreno. A veces
miro lo que vamos dejando detrás de nosotros y no es muy agradable.
Tenemos que mejorar eso. También nos ayudará a ser más independientes
del petróleo, por ejemplo, que constituye un eslabón muy débil de nuestras
misiones. La fuerte dependencia del petróleo implica que la seguridad y la
protección de nuestras misiones, así como la capacidad de cumplir los
mandatos, pueden estar en peligro, así que ya estamos trabajando en este
aspecto. Todo lo que podamos hacer (energías renovables, paneles solares,
tratamiento de las aguas y los residuos) está incluido en esta perspectiva de
modularización.
Algunas misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones
Unidas están teniendo problemas para completar las vacantes del
personal en puestos cruciales de manera oportuna. ¿Qué medidas se
están tomando para mejorar la contratación de personal?
Malcorra: En primer lugar, el sistema se ha revisado a mediados de 2009,
cuando la Asamblea General decidió que los miembros de nuestro personal
en las misiones debían dejar de ser ciudadanos de segunda clase de una
vez por todas y empezar a formar parte de la Secretaría global. Como parte
de esta iniciativa, tuvimos que cambiar el proceso. Como la gente sabe,
actualmente tenemos una Junta Central de Examen de las Actividades sobre
el Terreno, que revisa el proceso de selección del personal. Esta situación
originó un embotellamiento desde el principio; se trataba de un proceso
muy complicado de superar. Pero ahora ya puedo decir que casi 3.000
personas han recibido una autorización de la Junta Central de Examen de
las Actividades sobre el Terreno, que permite a aquellos que hayas sido
reconocidos como parte de la Secretaría global moverse de una misión a
otra, o de una misión a la sede de Nueva York, a la de Ginebra o donde
quieran. Opino que esta revisión ha sido muy importante para nuestro
personal. También puedo afirmar que existen datos sobre la reducción de la
tasa de vacantes general. La hemos mejorado en varios puntos
porcentuales: cerca del 5%. Sin embargo, todavía está lejos de nuestros
deseos, o de lo que sería óptimo. Esperamos que algunos de los últimos
avances que hemos desarrollado con la Asamblea General, en los que se
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incluye un conjunto de medidas para el personal que mejora su situación y
la armoniza con el resto del sistema, nos ayuden a hacer más atractivo el
trabajo sobre el terreno.
¿Qué más se puede hacer para mejorar el bienestar y las
condiciones de vida del personal de las Naciones Unidas que trabaja
en las misiones, a menudo en entornos peligrosos y hostiles,
alejados de sus hogares y familias?
Malcorra: Antes que nada, he de decir que la seguridad y la protección de
nuestro personal son de importancia capital. Para nosotros, cualquier
aspecto relativo a la seguridad y a la protección es prioritario. Parte del
diseño de los nuevos campamentos se centra en esto, para que sean más
autónomos y mucho más seguros. En los nuevos diseños también estamos
considerando cuestiones como el sexo del personal. Cuando visito
campamentos, una de las cosas en las que siempre reparo son los baños y
las instalaciones sanitarias. Me percaté de que la mayoría de las veces
están concebidos con un enfoque de ingeniería claro, aunque sin considerar
la perspectiva del usuario. No es muy agradable para una mujer tener que
caminar 250 metros en mitad de la noche para ir al baño. Ahora estamos
examinando más detalladamente estas cuestiones (género, ecología,
seguridad y protección) para contribuir a que los lugares que, por su
naturaleza ya son difíciles, sean un poco más atractivos. Podemos añadir
todas las propuestas que la Asamblea General ha considerado y aprobado,
como la armonización de los lugares de destino apto para las familias, la
armonización de las condiciones de servicio y el pago de viajes con fines de
descanso y recuperación. Todas estas cosas deberían incentivar
económicamente al desplazamiento a lugares difíciles, pero que resultan
atractivos por otros motivos, puesto que en esos lugares es donde
realmente se puede marcar la diferencia.
Aunque el Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el
terreno (DAAT) es parte de la «familia» del mantenimiento de la
paz de las Naciones Unidas, también colabora con las misiones
políticas de la organización. ¿En qué se diferencian esas dos
funciones?
59
Malcorra: En algunos casos, es diferente; en otros, es prácticamente lo
mismo. Es diferente porque el número de personas que se necesita en esas
misiones es, normalmente, mucho menor. Sin embargo, el perfil adecuado
es muy concreto. Siempre digo que las misiones de mantenimiento de la
paz son como una operación «al por mayor», mientras que las misiones
políticas especiales son una operación «exclusiva». Se debe garantizar que
los procesos que se han desarrollado para servir en las misiones de gran
envergadura se ajustan a estas necesidades específicas. Si se falla en la
elección de un perfil para un determinado puesto en una misión política,
probablemente se habrá tirado la misión por la borda. Ni tampoco habrá
otro puesto para ese perfil. Algunas necesidades son únicas. Pero, en mi
opinión, el Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno
necesita estar orientado como un «servicio al cliente». Tenemos que
reaccionar conforme a las necesidades de nuestros clientes y hacer lo que
nos piden. Debemos dirigirnos a ellos.
Por primera vez, se ha requerido apoyo logístico del DAAT fuera del
ámbito de las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU: para
la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM). ¿Cómo ha sido
esa relación?
Malcorra: El Consejo de Seguridad designó a la Oficina de Apoyo a la
AMISOM (UNSOA) para proporcionar un conjunto de apoyo de capacidad
logística a AMISOM. De este modo, UNSOA participa en una misión con el
único propósito de proporcionar apoyo. Es equivalente al apoyo que se
presta en el marco de las misiones de mantenimiento de la paz, pero este
se encarga de los componentes político y militar de una misión de la Unión
Africana, mientras que la misión me informa directamente a mí. El director
de apoyo, que normalmente informa al jefe de la misión, se dirige a mí
cuando sirve en una misión de la Unión Africana.
Este es otro ejemplo de nuestro papel como organización de servicio. Sí,
tenemos un cliente distinto; en este caso, la Unión Africana. Por supuesto
que no fue nada fácil, por varias razones. Para empezar, porque se trata de
un organismo ajeno a las Organización de las Naciones Unidas. Además de
ser un organismo ajeno a la ONU, estamos trabajando en condiciones muy
extremas, como las de Mogadiscio. En UNSOA, estamos reuniendo diversas
60
herramientas con la ayuda de contratistas (locales, en la medida de lo
posible) para establecer los controles de calidad de nuestros servicios y
poder mejorar la capacidad de AMISOM para cumplir su mandato. Creo que
ha sido un ejercicio muy interesante. Nuestros colegas de la Unión Africana
nos confirman que están satisfechos, y creo que eso demuestra que la
Organización de las Naciones Unidas es capaz de adaptarse a necesidades
distintas, en distintas condiciones, y que podemos ser creativos, siendo
fieles a los principios establecidos en nuestras normas y reglamentos y
hacer un uso responsable de los recursos.
Con la mirada puesta en el futuro, ¿qué nuevas propuestas surgirán
en 2011?
Malcorra: En primer lugar, este es un año para consolidar lo que ya
tenemos. No se puede pensar constantemente en nuevas propuestas. Los
Estados miembros aprobaron la Estrategia Global de Apoyo sobre el Terreno
hace tan solo seis meses. Ya sé que todo el mundo asume que este
proyecto está hecho y terminado, pero no ha hecho más que empezar.
Durará cinco años y solo llevamos seis meses trabajando en él. Todavía
tenemos que consultar con los Estados miembros para terminar el Centro
Mundial de Servicios y establecer el marco financiero. Además, necesitamos
verificar que lo que se ha aprobado hasta el momento ya se ha puesto en
marcha y que funciona como esperábamos. Por tanto, es tiempo para
reflexionar, trabajar y centrarnos en alcanzar resultados: este sería mi
nuevo lema. Debemos estar muy atentos a las cambiantes necesidades que
surgen sobre el terreno. Tenemos una crisis detrás de otra. Mientras
prevemos algunos retos futuros, como los avances en el Sudán y las
próximas elecciones en la República Democrática del Congo, estos nos
volverán a plantear nuevas obligaciones logísticas, de personal, tecnológicas
y de comunicaciones. También tendremos que debatir los recursos
financieros con los Estados miembros. Por tanto, es tiempo de reflexionar,
trabajar, alcanzar resultados y ser muy cuidadosos con la manera en la que
gestionamos los recursos de los Estados miembros para demostrarles que
obtienen un rendimiento justo de su inversión.
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Las Naciones Unidas intensifican el uso de la diplomacia preventiva Entrevista con B. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos. Desde marzo de 2007, B. Lynn Pascoe ha dirigido el Departamento de
Asuntos Políticos, que actualmente supervisa a 11 misiones políticas sobre
el terreno y oficinas de consolidación de la paz en África, Asia y Oriente
Medio. Estas operaciones cumplen con una amplia variedad de actividades y
mandatos, desde prevención de conflictos hasta mediación y consolidación
de la paz. Forman parte de un continuo de las operaciones de Paz de las
Naciones Unidas que se ocupan de las diferentes etapas del ciclo conflictivo.
En la siguiente entrevista, Lynn Pascoe reflexiona sobre el rol de diplomacia
preventiva para resolver disputas, los retos operativos de supervisar las
misiones políticas de las Naciones Unidas, y el refuerzo constante de su
Departamento.
Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, visita la sede de la misión de la Unión Africana en Mogadiscio (Somalia). 1 de septiembre de 2010(Foto ONU)
En el contexto del empeoramiento económico mundial y de la
presión sobre el mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, la
comunidad internacional demuestra un interés renovado en el uso
de diplomacia preventiva como una opción eficaz en función del
costo para responder a los comienzos de las crisis políticas. ¿Prevé
usted un aumento en la demanda de los esfuerzos de mediación y
62
misiones políticas especiales? ¿Cómo se enfoca esto dentro del
Consejo de Seguridad y sobre el terreno?
Pascoe: Cuando el Secretario General, Ban Ki-moon, tomó posesión del
cargo (antes de la crisis financiera mundial), dejó claro que el
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas había llevado al límite
desde el punto de vista de los recursos financieros y personales. También
observó que la mayoría de los conflictos de todo el mundo son de índole
política y, por tanto, las Naciones Unidas necesitaban dedicarse más a los
esfuerzos diplomáticos para resolver problemas políticos antes de que
desencadenen un conflicto violento. El Secretario General no creía en la idea
de establecer líneas tan definidas entre el Departamento de Operaciones de
mantenimiento de la paz (DPKO), el Departamento de Asuntos Políticos y
otras partes del sistema de las Naciones Unidas. Al contrario, sintió que era
preciso fortalecer la cooperación en aras de una mayor efectividad en el
terreno. Uno de los primeros consistió en transformar el Departamento de
Asuntos Políticos en un departamento con una orientación más acotada, lo
que ha demostrado ser un enfoque correcto. Para las Naciones Unidas es
importante continuar estimulando los instrumentos evitar que tantos
conflictos lleguen hasta el punto en el que se requieran operaciones de
mantenimiento de la paz. Hemos avanzado considerablemente en el
refuerzo de nuestras capacidades para el mantenimiento de la paz, incluida
la de desplegar rápidamente enviados especiales y mediadores cuando
estallan las crisis políticas.
Los Estados miembros comparten la idea de que la diplomacia
preventiva es fundamental para mitigar los conflictos en África.
¿Puede explicar los esfuerzos que se han hecho para mejorar la
cooperación con las organizaciones regionales y subregionales en
esta área?
Pascoe: El llamamiento para promover la diplomacia preventiva proviene de
muchas regiones. En enero de 2010, el Secretario General convocó una
reunión con 14 organizaciones regionales y subregionales diferentes para
identificar nuestros respectivos puntos fuertes y nuestras debilidades, y
para buscar maneras de reforzar nuestra cooperación mutua. Más que en
ningún otro sitio, este enfoque ha demostrado ser de vital importancia para
63
resolver disputas en África. En Guinea, la Oficina de las Naciones Unidas
para África (UNOWA), cuya sede está en Dakar, ha estado trabajando
conjuntamente con la Comisión Europea de los Estados de África Occidental
(ECOWAS) y la Unión de África a lo largo de la crisis que siguió a la muerte
del veterano presidente Lansana Conte. Hemos ayudado a Guinea a avanzar
desde un período muy crítico hacia elecciones democráticas demoradas, una
segunda vuelta y la toma de posesión del nuevo presidente a finales de
diciembre de 2010.Se trata de un gran triunfo para los esfuerzos
combinados de la organización regional, las Naciones Unidas y los países
que apoyan Guinea. A nivel regional, la UNOWA también está apoyando las
iniciativas regionales para reducir las amenazas planteadas por el tráfico de
drogas y el crimen organizado y para fomentar las capacidades de los
gobiernos. Tenemos previsto inaugurar en enero de 2011 una oficina
política regional similar para África Central, con sede en Libreville (Gabón).
B. Lynn Pascoe, el Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, visita a los refugiados que regresan de la guerra en Sri Lanka.16 de junio de 2010(Foto ONU)
Otra zona en donde el DAP se ha involucrado activamente es Somalia. En
2010, el DAP apoyó los esfuerzos para establecer un gobierno de amplia
base y desarrollar una estrategia global para romper el ciclo de violencia.
Hemos tenido cierto éxito en el sentido de que una operación de campo
mucho más fuerte ya está en marcha: la Misión de la Unión Africana en
Somalia (AMISOM).A través de la Oficina de Apoyo de las Naciones Unidas
para AMISOM (UNSOA), el Departamento de Apoyo a las Actividades sobre
el Terreno ha estado proporcionando apoyo logístico a la misión, que se
tradujo en una mejora significativa en las condiciones de vida y de trabajo
64
de su personal. Además, la petición de la Unión Africana para añadir 4.000
soldados adicionales a la AMISOM fue autorizada por el Consejo de
Seguridad en diciembre. Se han hecho también esfuerzos de envergadura
para combatir la piratería frente a las costas de Somalia y para fortalecer
los sistemas judiciales regionales para procesar a los sospechosos. En abril
de 2010 se estableció un nuevo Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas,
supervisado por un consejo de 10 naciones que yo presido, para apoyar
proyectos de ayuda a Somalia contra la piratería marítima.
En Burundi, Sierra Leona, Guinea-Bissau y la República Centroafricana, las
oficinas integradas de consolidación de la paz de las Naciones Unidas han
continuado colaborando con la Comisión de Consolidación de la Paz, así
como con los organismos de las Naciones Unidas, fondos y programas hacia
la construcción de una paz sostenible en las sociedades devastadas por las
guerras civiles.
¿En qué otras situaciones han sido relevantes las actividades del
DAP en el 2010?
Pascoe: En Nepal, UNMIN (cuyo mandato llega a su fin en enero de 2011)
ha estado trabajando con los líderes políticos más importantes para
fomentar un plan de acción para la integración y la rehabilitación de ex
combatientes maoístas. La misión fue un éxito en la asistencia a las
autoridades de Nepal para organizar las históricas elecciones de una
Asamblea Constituyente y para el mantenimiento de la paz mediante el
control de la gestión de armas y el personal armado.
En el Líbano, el Coordinador Especial de las Naciones Unidas ha estado
cooperando estrechamente con la FPNUL y con los gobiernos de la región
para tratar de avanzar en las áreas críticas en un entorno volátil.
En Jerusalén, la Oficina del Coordinador Especial de Naciones Unidas para el
Proceso de Paz en Oriente Medio (OCENU) ha estado trabajando con las
partes en el proceso de paz en una amplia gama de cuestiones relacionadas
con la situación humanitaria y los desafíos de desarrollo a los que se
enfrentan los territorios palestinos ocupados.
65
El DAP también continúa apoyando una misión sobre el terreno en Iraq
(UNAMI) que ha estado ayudando a las autoridades a preparar las
elecciones parlamentarias y a consolidar la cohesión política.
En América Latina, la Comisión Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala (CICIG), un organismo independiente creado con el apoyo del
DAP, ha seguido investigando a los grupos de seguridad ilegales, ayudando
a las autoridades guatemaltecas en la persecución de organizaciones
criminales y combatiendo la impunidad.
Durante el año pasado, el Centro Regional de las Naciones Unidas para la
Diplomacia Preventiva en Asia Central, con sede en Turkmenistán, ha sido
particularmente activo en la respuesta a la crisis en Kirguistán. En estrecha
colaboración con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en
Europa (OSCE), entre otros, el Representante Especial del Secretario
General ha jugado un papel importante en mantener en marcha el proceso
de transición. En los países del mundo donde no hay misiones sobre el
terreno de las Naciones Unidas, el DPA puede participar en la diplomacia
preventiva o en la oferta de políticas de apoyo a los Coordinadores
Residentes y de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas.
Por último, otra función importante del DPA es proporcionar asistencia
electoral a través de su División de Asistencia Electoral. Las elecciones
pueden contribuir a la estabilidad política; sin embargo, a veces pueden ser
la chispa que desencadena importantes problemas, como ha sido el caso de
Côte d'Ivoire. Nuestro papel es ayudar a garantizar que los procesos
electorales se traten de manera correcta tanto en el aspecto técnico como
en el aspecto político.
Durante la Cumbre del Consejo de Seguridad celebrada en
septiembre de 2010, el Secretario General hizo un llamamiento para
una arquitectura más flexible de las Naciones Unidas en respuesta a
los conflictos. En particular, hizo hincapié en la necesidad de ir más
allá de la idea de una secuencia lineal del establecimiento,
mantenimiento y consolidación de la paz y para utilizar estos
instrumentos de una manera más integrada. ¿Esto requerirá una
66
reforma fundamental en las actuales estructuras de las Naciones
Unidas?
Pascoe: Ya ha habido un gran progreso entre los diferentes departamentos
y sedes de las Naciones Unidas para que su cooperación sea más eficaz y
para evitar la lucha por el territorio y la competencia burocrática. Pero
unificar todos los activos de las Naciones Unidas para abordar el desarrollo
político y las cuestiones humanitarias de manera que se encamine a un país
no sólo hacia el progreso democrático sino también hacia el desarrollo
económico de sus habitantes sigue siendo una tarea complicada.
Trabajamos constantemente con DPKO, la Comisión de Consolidación de la
Paz, el PNUD, así como con otras sedes de las Naciones Unidas en la
búsqueda de la combinación perfecta para desarrollar una estrategia de
consolidación de la paz efectiva. Los estudios han demostrado que las
cuestiones políticas, como la mala gobernanza, son la causa fundamental de
la mayoría de los conflictos. La mayoría de los países que aparecen en los
puestos más bajos del Índice de Desarrollo Humano del PNUD han sufrido
conflictos violentos que han contribuido a su empobrecimiento.
También estamos tratando de garantizar el trabajo en estrecha colaboración
con las instituciones financieras internacionales, así como con los donantes
de todo el mundo. Una y otra vez, hemos visto cómo los esfuerzos para
resolver los conflictos no funcionarán si los principales actores externos (las
organizaciones internacionales y regionales y los Estados miembros)
trabajan en distintas direcciones.
¿Cuáles han sido los principales retos operativos y políticos del
proceso actual de fortalecimiento del DAP y cómo ve usted el
futuro?
Pascoe: El primer problema al que me he enfrentado fue que el
departamento estaba teniendo problemas en el desempeño simultáneo de
sus funciones principales de cara a la Secretaría y a la acción sobre el
terreno. Existían algunas dudas sobre si nuestro objetivo principal debería
ser nuestra labor aquí en la Sede.
67
B. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, visita a los supervisores de armas de las Naciones Unidas en Nepal.11 de marzo de 2010(Foto ONU) Una de mis primeras iniciativas fue hacer hincapié en la importancia de
estar activos sobre el terreno. El segundo problema fue la grave falta de
personal, que llegó a ser tan crítica que, cuando una o dos personas eran
enviadas a la misión desde una mesa regional, no quedaba prácticamente
nadie en la Sede para cubrir el país. Ya hemos comenzado a solucionar este
problema persistente. En 2008, la Asamblea General autorizó 50 puestos
adicionales; se trata de un hecho de valor incalculable, puesto que hemos
contratado un grupo de jóvenes profesionales y funcionarios políticos de
alto nivel para fortalecer las divisiones regionales del departamento.
También se está poniendo mucho énfasis en la capacitación del personal
para desarrollar su capacidad de mediación y garantizar que el DPA cuente
con el mejor repositorio de información y recursos sobre la mediación.
Asimismo, se ha mejorado notablemente la capacidad de pacificación de las
Naciones Unidas con el establecimiento de una Dependencia de Apoyo a la
Mediación. La diplomacia preventiva es uno de los trabajos más antiguos de
las Naciones Unidas, pero que había decaído. Hoy, trabajamos para
asegurarnos de que las Naciones Unidas es capaz de responder rápidamente
a los conflictos y de lograr cambios sobre el terreno.
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UNAMID y sus esfuerzos por proteger a los más vulnerables de Darfur
Efectivos del personal de mantenimiento de la paz de la UNAMID patrullan por el campamento para los desplazados internos de Kalma en Nyala (Sur de Darfur, Sudán).11 de agosto de 2010. (Foto ONU/Albert González Farran)
Cuando amanece, los miembros de la FPU (Unidad Constituida de Policía) ya
llevan más de una hora despiertos. Después de un rápido desayuno asisten
a una larga reunión informativa e inspeccionan el equipo. Una comprobación
por radio del jefe de equipo da comienzo a la primera patrulla del día,
De las aproximadamente 200 que la Operación Híbrida de la Unión Africana
y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) llevarán a cabo en el día de hoy.
El objetivo es brindar protección a las personas, especialmente a los más
vulnerables.
A pesar de que la responsabilidad primordial de proteger a los civiles
corresponde al Gobierno del Sudán, el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas le ha asignado a la UNAMID la tarea de hacer «pleno uso
de su mandato y capacidades, dando prioridad a las decisiones sobre el uso
de la capacidad y los recursos disponibles para la protección de los civiles
en Darfur». Si bien este reto sigue siendo el objetivo principal del mandato
69
de la UNAMID, también ha resultado ser uno de sus mayores desafíos en
2010.
Por tratarse de una región del tamaño de España, y con recursos limitados,
la unidad actual de mantenimiento de la paz más grande del mundo
continuó enfrentándose durante todo el año a importantes escollos en su
trabajo. Entre ellos se destacan las restricciones a la circulación, la
obstrucción al acceso de la ayuda humanitaria, una situación inestable de
seguridad sobre el terreno y las amenazas al personal de seguridad de la
UNAMID. En demasiadas ocasiones, el personal de mantenimiento de la paz
vio obstaculizados sus esfuerzos para responder con tanta eficacia como les
hubiera gustado ante los incidentes que resultaron en bajas civiles y para
llevar ayuda humanitaria a los más necesitados. En el transcurso del año, la
violencia se cobró la vida de más de 1.300 civiles.
Los esfuerzos en el frente político continuaron a lo largo de 2010. En
octubre, y con el apoyo de la UNAMID, el Grupo Mixto de Apoyo a la
Mediación volvió a convocar al diálogo en Doha (Qatar) entre el Gobierno
del Sudán y el Movimiento por la Liberación y la Justicia (un grupo rebelde
formado hace relativamente poco tiempo) con el objetivo de alcanzar un
acuerdo entre los participantes. En otra iniciativa a lo largo del 2010, el
Representante Especial Conjunto de la UNAMID, el Sr. Ibrahim Gambari,
junto con el Mediador Principal Conjunto, el Sr. Djibrill Bassolé, mantuvieron
un compromiso constante con los líderes del Movimiento por la Justicia y la
Igualdad y con el Ejército de Liberación del Sudán de Abdul Wahid (SLA-
AW) con el fin de facilitar un proceso integral.
Al mismo tiempo, y reconociendo el importante papel que cumple la
sociedad civil en asegurar la paz duradera en Darfur, la mediación de la
Unión Africana y las Naciones Unidas junto con sus asociados, el Estado de
Qatar y la UNAMID, auspiciaron la Segunda Conferencia de la Sociedad Civil
en Doha en el mes de julio, siete meses después de la primera. Asistieron a
la reunión más de 300 participantes en representación de las comunidades
y grupos de toda la región. Además de ser la primera oportunidad para que
los refugiados de Darfur en el Chad se reunieran con la sociedad civil, la
conferencia proporcionó un foro para discutir los temas prioritarios que
70
debían ser abordados en cualquier acuerdo de paz y convenir posiciones de
consenso que pudieran ayudar a todas las partes y llegar a un acuerdo final.
Desafortunadamente, el clima constructivo de la conferencia derivó en
enfrentamientos violentos entre los partidarios y opositores de la
participación de la sociedad civil en las conversaciones de paz. Este suceso
ocurrió en el campamento de desplazados internos más grande de África: el
campo de Kalma, situado en las afueras de Nyala, al sur de Darfur. Los
actos de violencia del pasado julio dejaron como resultado la muerte de 35
personas, muchos heridos y el desalojo de casi 25.000 desplazados internos
(la mayoría de ellos regresaron). La comunidad humanitaria y la UNAMID se
encontraron con dificultades iniciales al entrar en el campamento. Por miedo
a las facciones opositoras y a los maltratos que se pudieran producir por
parte del gobierno, cinco jefes de comunidades buscaron protección en el
centro de policía de la cercana misión. A los disturbios en Kalma siguieron
unos incidentes similares en el campamento de Hamadiya, cerca de Zalingei,
que dejaron como resultado al menos una docena de víctimas mortales. La
violencia en Kalma remarcó el entorno sumamente politizado en muchos
campamentos, especialmente en torno al asunto del apoyo al proceso de
Doha.
En otro contexto, la situación de la seguridad en Darfur continuó siendo
volátil durante todo el año, con niveles de violencia mucho más altos que en
2009. Este hecho se atribuye en gran parte no solo a las diferencias
intercomunales, sino también a las disputas entre las Fuerzas Armadas
Sudanesas (FAS) y el Ejército de Liberación del Sudán de Abdul Wahid en
Jebel Marra, con el JEM en Jebel Moon y el SLA/MM en algunas zonas del
norte y sur de Darfur. Desde finales de octubre, la UNAMID observó una
concentración de las FAS y del JEM en el norte y sur de Darfur, con
informes de enfrentamientos ocurridos en estas zonas (así como en
Kordofán Meridional) que socavaron aún más las iniciativas encaminadas a
la resolución pacífica de la crisis de Darfur.
Durante todo el año, la UNAMID sufrió una serie de ataques armados y
secuestros. En Nyala, en el mes de abril, cuatro asesores de la policía del
71
Sur de África (dos hombres y dos mujeres) fueron secuestrados y
mantenidos en cautiverio durante 16 días.
En julio, se informó de la desaparición de un piloto ruso después de que su
helicóptero aterrizara en un área no designada al sur de Darfur. Después
fue hallado con vida y repatriado a los pocos días. Al mes siguiente, otra
vez en Nyala, dos policías jordanos fueron raptados y liberados tres días
después. A principios de octubre, un funcionario internacional de la UNAMID
fue secuestrado en El Fasher en su residencia en Darfur del Norte y liberado
más tarde.
Lamentablemente, la UNAMID vivió la pérdida de cinco miembros de su
personal como resultado de acciones hostiles. En el mes de mayo, mataron
a dos miembros del personal de mantenimiento de la paz egipcio en una
emboscada cerca de Edd al Fursan (sur de Darfur). En junio, tres miembros
del personal de mantenimiento de la paz de Rwanda perdieron la vida y uno
resultó gravemente herido cuando varios hombres armados atacaron una
base de operaciones en Nertiti (oeste de Darfur).
El Representante Especial Conjunto, el Sr. JSR Gambari, instó a las
autoridades sudanesas a hacer más para prevenir este tipo de ataques
contra la UNAMID y el personal humanitario, y pidió llevar a los
responsables ante la justicia (los ataques contra trabajadores humanitarios
pueden constituir violaciones graves del derecho internacional humanitario).
Desde el principio, la misión se ha enfrentado a dificultades extraordinarias
en la generación de contingentes y a restricciones de movimiento. Al cierre
del año, la UNAMID había desplegado a más de 17.200 soldados de
mantenimiento de la paz, número que representa un 90 por ciento de
efectivos autorizados y un aumento de casi 2.000 soldados con respecto al
año anterior. El número actual de agentes de policía de la UNAMID
sobrepasa los 2.800, o el 75 por ciento de los efectivos previstos en su
mandato. De las 19 unidades de policía constituida previstas para Darfur,
14 ya están sobre el terreno.
72
Las prioridades principales de la UNAMID para el próximo año serán la
protección de los civiles y la búsqueda de un acuerdo de paz amplio e
inclusivo. La misión continuará apoyando los esfuerzos para abordar las
causas fundamentales del conflicto en Darfur, a saber: la marginación
política y socioeconómica de la región, así como el reparto del poder y
distribución de la riqueza, ya que al hacerlo puede contribuir a mejorar las
medidas de seguridad y a facilitar los retornos.
La patrulla de la UNAMID escolta a unas mujeres que realizan labores agrícolas y recogen leña en zonas
rurales fuera del campamento de desplazados internos de Zam Zam en El Fasher (norte de Darfur, El
Sudán). 21 de noviembre de 2010. (Foto ONU/Albert González Farran).
73
Côte d'Ivoire: un año de progresos significativos y una oportunidad perdida
Con los sucesivos logros alcanzados en 2010, el pueblo de Côte d'Ivoire
tenía muchas razones para albergar la esperanza de una resolución exitosa
de la crisis en la que está sumida el país desde hace ocho años. Sin
embargo, un proceso electoral que parecía estar llamado a ser ejemplar
para África y para el mundo descarriló por una nueva crisis sin precedentes.
Al finalizar el año, esta nación del África Occidental se encontró, por un lado,
con un presidente que fue elegido con un claro margen como resultado de
unas elecciones ampliamente democráticas, y por otro, con un gobernador
de facto que desdeñando la voluntad popular se aferró al poder.
La nueva crisis estalló poco después de la segunda vuelta de las primeras
elecciones presidenciales de Côte d'Ivoire desde el año 2000. La Comisión
Electoral Independiente anunció el 2 de diciembre de 2010 que el candidato
Alassane Ouattara había ganado las elecciones del 28 de noviembre con un
54,1% de los votos, frente al 45,9% del presidente en funciones Laurent
Gbagbo.
Los resultados electorales fueron ratificados por el jefe de la Operación de
las Naciones Unidas en Côte d'Ivoire (UNOCI) y Representante Especial del
Secretario General en ese país, Y.J. Choi, que se basó en un examen
extenso que incluyó la verificación de las papeletas de voto de las cerca de
20.000 mesas electorales por parte del personal de la misión.
No obstante, el Tribunal Constitucional de Côte d'Ivoire, liderado por un
colaborador cercano al presidente en funciones, declaró inválidas las
elecciones en gran parte del Norte, donde Ouattara había obtenido una
mayoría clara. El Tribunal después proclamó a Gbagbo como ganador y le
invistió al día siguiente. Los partidarios de Ouattara organizaron una
74
ceremonia inaugural propia en un hotel de la zona que se convirtió en el
cuartel general de su gobierno, protegido por tropas de la UNOCI.
Apenas unas semanas antes, el desarrollo de la primera vuelta de las
elecciones, que se habían fijado en principio para 2005 pero que fueron
pospuestas en seis ocasiones, había cosechado una admiración generalizada.
La participación de alrededor del 85% no tuvo precedentes en los 50 años
de historia del país como nación independiente. Hubo relativamente poca
violencia y se reconoció el mérito de la Comisión Electoral Independiente en
la organización de unas elecciones justas y limpias. En su felicitación al
pueblo de Côte d'Ivoire y a los candidatos por el transcurso de las
elecciones, Y.J. Choi comentó justo después de los comicios que el pueblo
de Côte d'Ivoire había encarado el desafío con gran éxito, demostrando al
mundo su madurez política y su determinación para acabar con la crisis.
Las elecciones del 31 de octubre habían recompensado los esfuerzos
incansables de la UNOCI para llevar los comicios por el buen camino. La
misión proporcionó asistencia técnica y logística a la Comisión Electoral
Independiente a lo largo de todo el proceso electoral y también contribuyó
en el aspecto financiero, bien a través de asistencia directa o bien a través
de la movilización internacional. Cuando el proceso parecía fallar, la ONU
estaba allí para remediarlo.
El proceso electoral de Côte d'Ivoire se percibió en general como un paso
adelante clave para acabar con la crisis que comenzó en septiembre de
2002; en ese año, un ataque contra objetivos militares en Abiyán creció
hasta convertirse en una rebelión que fraccionó al país, con gran parte del
norte, oeste y centro del país controlada por los insurgentes y el sur por el
gobierno. Ambos frentes quedaron separados por una zona de confianza
controlada por fuerzas imparciales: la UNOCI y la fuerza francesa Licorne.
Un acuerdo alcanzado el 4 de marzo de 2007 en Uagadugú entre el
entonces presidente Gbagbo y las Forces Nouvelles, auspiciado por el
Presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, sentó las bases para
desmantelar la zona de separación, así como para la reunificación nacional,
la redistribución de funcionarios del Estado en el norte y el proceso electoral.
75
El Consejo de Seguridad de la ONU encargó a la UNOCI que apoyase la
puesta en práctica del Acuerdo Político de Uagadugú. Tras una petición en
2005 de las partes implicadas en el proceso de paz de Côte d'Ivoire, se
encomendó al Representante Especial Choi la tarea de certificar las
sucesivas etapas del proceso electoral, incluidas las elecciones
presidenciales y legislativas.
En 2010 se dio un nuevo impulso a estos comicios y se lograron algunos
éxitos: se estableció un censo electoral creíble y debidamente certificado
por el Representante Especial Choi, once millones y medio de ciudadanos
recibieron tarjetas de identidad y de votante y se celebraron las elecciones.
Un enjambre de periodistas de la prensa nacional e internacional cubre las elecciones presidenciales en
Abiyán, Côte d'Ivoire. 31 de octubre de 2010. (Foto ONU/Basile Zoma)
La ONU desempeñó un papel determinante en cada una de estas
operaciones, en tareas que variaron desde el transporte de personal y
materiales a zonas remotas hasta el envío de suministros por vía aérea y
marítima desde Europa. La UNOCI organizó sesiones por todo el país para
sensibilizar a la sociedad civil y las comunidades sobre la necesidad de un
contexto electoral pacífico. También se encargó de formar a los medios para
una cobertura profesional de las elecciones y les concienció de su papel de
apoyo a la cohesión social. Asimismo, organizó seminarios, talleres y otras
76
actividades de formación para concienciar a la población acerca de los
derechos humanos. La misión ayudó al transporte por todo el país de
materiales y personal electoral por tierra, mar y aire, y contribuyó a la
aportación de seguridad en todo el proceso electoral.
La primera vuelta de las elecciones desmanteló las expectativas de los más
agoreros, que esperaban que los comicios se vieran afectados por disturbios.
A una campaña sin violencia siguieron unas elecciones pacíficas y ordenadas
el día 30 de octubre. La UNOCI siguió aportando apoyo técnico y logístico
durante la segunda vuelta de noviembre, cuyos resultados fueron
certificados posteriormente por el Sr. Choi pero rechazados por el Consejo
Constitucional.
Mientras la comunidad internacional se negaba a aceptar la victoria electoral
que el Consejo Constitucional otorgó a Gbagbo, este seguía sin acatar los
resultados de la Comisión Electoral Independiente certificados por el
Representante Especial Choi. En cambio, se puso a la defensiva y exigió a la
UNOCI y a la fuerza Licorne que abandonaran Côte d'Ivoire, proyectando su
lucha como un combate patriótico contra una comunidad internacional que
desdeñaba las instituciones nacionales y pretendía socavar su soberanía.
También limitó el acceso al servicio estatal de radiotelevisión para que sólo
los grupos e individuos de su bando pudieran acceder a ellos, y suprimió
canales internacionales de información. La emisora de radio de la misión,
ONUCI FM, se vio obligada a cambiar de frecuencia en sucesivas ocasiones
ante los intentos de sabotear sus retransmisiones. Mientras, los ciudadanos
de Côte d'Ivoire se vieron durante días privados de mensajería móvil, en un
aparente movimiento para anular cualquier conato del gobierno electo para
movilizar a sus seguidores.
Las fuerzas de seguridad, con el apoyo de civiles enmascarados, hostigaron
con crudeza a los partidarios de Ouattara cuando intentaban manifestarse a
favor del presidente electo. La División de Derechos Humanos de la UNOCI
confirmó que al menos 173 personas habían muerto durante la escalada de
violencia posterior a las elecciones, lo que dio lugar a llamamientos por
parte de la propia misión y del Secretario General Ban Ki-Moon al cese de la
violencia contra la población.
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Los heridos durante las protestas que siguieron a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en
noviembre llegan al cuartel general de la UNOCI en Abiyán, donde recibieron asistencia médica gratuita.
16 de diciembre de 2010. (Foto ONU/Basile Zoma)
El Consejo de Seguridad, con arreglo al Capítulo VII de la Carta de las
Naciones Unidas, adoptó el 20 de diciembre la resolución 1962, en la que
condenó de la forma más energía posible los intentos de usurpar la voluntad
del pueblo y de socavar la integridad del proceso electoral, renovó el
mandato de la UNOCI hasta el 30 de junio de 2011 y exhortó a todas las
partes y a los directamente interesados en Côte d'Ivoire a respetar la
voluntad del pueblo y los resultados de las elecciones. En un comunicado de
prensa tras la sesión, el Consejo reiteró su profunda preocupación por la
continua violencia, incluidos los ataques armados contra la UNOCI, y
advirtió a todos los responsables de que serían llevados ante la justicia.
En su comparecencia ante la Asamblea General, el 21 de diciembre, el
Secretario General acusó a las fuerzas leales a Gbagbo de intentar bloquear
a la UNOCI, y declaró que la situación podría volverse crítica en pocos días.
Dijo que las tácticas incluían secuestros, asesinatos y la difusión de
mensajes de incitación al odio a través de la compañía estatal de
retransmisión. Añadió que la intención del Sr. Gbagbo era asfixiar al
gobierno del Presidente electo, Ouattara. El Secretario General calificó estos
hechos de intolerables.
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Choi Young-Jin, el Representante Especial del Secretario General para Côte d'Ivoire, visita a los heridos durante la protesta política en Abiyán, que recibieron asistencia médica gratuita en el cuartel general de la UNOCI. 16 de diciembre de 2010. (Foto ONU/Basile Zoma)
Mientras, la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental
(ECOWAS), la agrupación regional a la que pertenece Côte d'Ivoire,
mantenía a finales de diciembre los esfuerzos para persuadir al Presidente
Gbagbo de que dimitiera, la situación en el terreno seguía siendo
preocupante para la misión de la ONU, que trasladó al personal no esencial
en Gambia a principios de diciembre. Parte del personal que se quedó en
Côte d'Ivoire fue objeto de amenazas y tuvo que ser reubicado en áreas del
oeste y el centro-oeste. Los vehículos de la UNOCI sufrieron un bloqueo
sistemático por parte de las fuerzas de seguridad y civiles armados en
Abiyán y partes del centro, centro-oeste y suroeste del país. En el barrio de
Yopougon, en Abiyán, un miembro del personal de mantenimiento de la paz
recibió una herida de machete el 28 de diciembre, cuando su convoy fue
atacado por una turba que además quemó uno de sus tres vehículos. A
través de la televisión estatal, RTI, el Sr. Gbagbo exigía la salida de la ONU
a medida que las retransmisiones se volvían cada vez más agresivas.
Francis Deng, Asesor Especial del Secretario General en materia de
Prevención del Genocidio, y Edward Luck, Asesor Especial centrado en la
responsabilidad de protección, expresaron su preocupación sobre las
muestras continuas de graves violaciones de los derechos humanos por
parte de los partidarios de Gbagbo y de las fuerzas bajo su control, y
79
también de los discursos incendiarios que incitan al odio y a la violencia que
son divulgados por el Estado y por otros medios.
En una declaración conjunta, el Sr. Deng y el Sr. Luck manifestaron: «Los
actos mencionados denotan una gran irresponsabilidad, teniendo en cuenta
la historia de los conflictos internos en Côte d'Ivoire».
La misión de las Naciones Unidas en Côte d'Ivoire se ha comprometido a no
dejarse vencer por estos desafíos, y ha puesto de manifiesto en repetidas
ocasiones su férrea determinación de cumplir su mandato al servicio del
pueblo de Côte d'Ivoire y de la paz.
MONUC se convierte en MONUSCO: distinto nombre, mismos retos
Desfile conmemorativo de los 50 años de independencia de la República Democrática del Congo en la Place du Cinquantenaire, en Kinshasa. 30 de junio de 2010. (Foto ONU/Evan Schneider)
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En el año 2010 tuvo lugar el 50º aniversario de la independencia de la
República Democrática del Congo. Fue el día 30 de junio, precisamente la
fecha en que expiraba el mandato de la Misión de las Naciones Unidas en la
República Democrática del Congo (MONUC). Este momento histórico fue la
ocasión idónea para que el gobierno del país y la comunidad internacional
evaluasen los progresos realizados en esta nación africana y trazaran una
nueva ruta para el futuro.
Aunque quedaban motivos para la preocupación (como la lucha en la zona
oriental de la República Democrática del Congo y las sistemáticas
violaciones de los derechos humanos), la mayor parte del país estaba libre
de conflictos, en paz con sus vecinos y participando de forma activa en las
instituciones regionales.
El Secretario General Adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz,
Alain Le Roy, visitó en marzo la República Democrática del Congo con una
misión de evaluación técnica del Departamento de Operaciones de
Mantenimiento de la Paz. Más tarde, en mayo, el Consejo de Seguridad
envió al país una delegación para que sus miembros pudieran implicarse de
forma directa con el Gobierno y la sociedad civil.
El Presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila,
informó a ambas partes de que la situación de la seguridad había
experimentado una importante mejoría en la última década; solo tres de
once provincias (Kivu del Norte, Kivu del Sur y la Provincia Oriental) se
podían considerar como puntos conflictivos. Ante las presentes condiciones,
el Presidente Kabila solicitó que se redujera la misión de mantenimiento de
la paz, pero no que se retirasen de inmediato.
Habida cuenta de esto, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó en mayo
la resolución 1925, que ampliaba el mandato de la MONUC hasta finales de
junio y permitía retirar un máximo de 2.000 de los 19.815 miembros del
personal uniformado de la misión en aquellas zonas donde había mejorado
la seguridad. Con miras a la nueva fase a la que ha llegado el país, el
Consejo decidió también cambiar el nombre de la misión de mantenimiento
de la paz de MONUC a MONUSCO (la «S» designa la palabra inglesa para
81
«estabilización»), una modificación que se hizo efectiva el 1 de julio y
estableció un mandato de un año.
El Consejo puso especial énfasis en la necesidad de proteger a los civiles
ante la amenaza inminente de la violencia física. Además, exhortó a la
misión para que empleara «todos los recursos para cumplir con su
mandato» y que apoyara al Gobierno en sus esfuerzos de estabilización y
consolidación de la paz.
Las primeras tropas, un grupo de cascos azules senegaleses, abandonaron
el país en las primeras semanas. Al mes siguiente, invitado por el
Presidente Kabila, el Secretario General asistió a las celebraciones del 50º
aniversario en Kinshasa, y también a una ceremonia en la que se produjo el
cambio de nombre de la misión de mantenimiento de la paz. En dicho
evento tuvo lugar el relevo en el liderazgo: Roger A. Meece, antiguo
embajador de los Estados Unidos en la República Democrática del Congo,
sustituyó al Representante Especial saliente del Secretario General, Alan
Doss, un veterano funcionario de la ONU con amplia experiencia en
mantenimiento de la paz.
El Secretario General apuntó que, a pesar del nuevo nombre, no es una
nueva misión, sino el reflejo del reconocimiento del Consejo a la nueva
etapa en la que ha entrado el país. Asimismo, el Consejo remarcó la
importancia de proteger a la población civil.
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Operaciones conjuntas en la región oriental de la República Democrática del Congo Aunque la mayor parte de la República Democrática del Congo ha disfrutado
en los últimos años de un periodo de paz, aún continúan los conflictos en la
parte oriental del país, sobre todo en Kivu del Norte y del Sur, donde la
población civil sigue siendo víctima de atroces abusos. Las fuerzas del
Gobierno llevaron a cabo operaciones militares contra grupos armados.
Algunas de estas operaciones contaron con el apoyo de los cascos azules,
en aquellos casos en que se cumplió con la planificación conjunta y otros
requisitos establecidos por el Consejo de Seguridad.
El año pasado marcó un cambio en la estrategia de apoyo de las Naciones
Unidas a las operaciones del Ejército congoleño. Esta nueva perspectiva se
adoptó como respuesta a las inquietudes surgidas en 2009 cuando la
MONUC prestó su apoyo a Kimia II, una operación emprendida por las
Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) en la
zona oriental del país contra el principal grupo rebelde hutu de Ruanda, las
FDLR. En aquel momento, el personal de mantenimiento de la paz de la
ONU contribuyó a la maniobra con helicópteros, combustible, alimentos y,
en ciertos casos, arsenal militar. En total, unos 16.000 miembros de las
tropas congoleñas recibieron apoyo de la ONU en el marco de la operación
Kimia II. Sin embargo, los soldados congoleños, muchos de los cuales
habían luchado en grupos armados y mostraban una disciplina cuestionable,
cometieron violaciones de los derechos humanos y crímenes como masacres
y abusos sexuales contra los civiles a los que tenían que proteger. La
MONUC diseñó una estrategia con el objetivo de que los comandantes y
soldados responsables de tales tropelías no recibieran su apoyo.
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El Secretario General Ban Ki-moon (a la derecha), Roger Meece, Representante Especial para la República Democrática del Congo y Jefe de la MONUSCO (en el centro) y Alan Doss, Representante Especial del Secretario General y Jefe de la MONUC (a la izquierda), descubren la placa conmemorativa de la MONUSCO en el cuartel general de la misión en Kinshasa. 30 de junio de 2010. (Foto ONU/Evan Schneider)
A la luz de la experiencia de Kimia II, el Consejo de Seguridad dio
instrucciones a la MONUC para que condicionara estrictamente su apoyo a
las operaciones militares de las fuerzas armadas de la República
Democrática del Congo contra grupos armados congoleños y de otros países.
Las condiciones serían, por un lado, el cumplimiento por parte el ejército de
la legislación internacional sobre refugiados y derechos humanos; y, por
otro, la planificación conjunta de dichas operaciones. También se encargó a
la MONUC que intercediera ante el mando de las fuerzas armadas
congoleñas si algún componente de cualquier unidad del ejército con apoyo
de la MONUC estuviera bajo sospecha de transgredir gravemente esa
legislación. En caso de que los abusos continuaran, el Consejo indicó que la
MONUC debería retirar su apoyo.
En diciembre de 2009 se acordó una directiva operacional conjunta entre las
FARDC y la MONUC para una nueva campaña: la Operación Amani Leo. Sus
objetivos principales eran proteger a los civiles, despejar áreas estratégicas
de grupos armados y foráneos, mantener el territorio liberado fuera del
control de las FDLR y contribuir a restaurar la autoridad del Estado en esas
zonas. El apoyo de la MONUC y, posteriormente, de la MONUSCO a Amani
Leo se limitó a algunos batallones preseleccionados con la misión de llevar a
cabo maniobras de ataque específicas. De este modo, el número de
soldados aptos para recibir ese apoyo en Kivu del Norte y del Sur descendió
84
a aproximadamente 1.600. Asimismo, se puso en marcha un sistema de
seguimiento de las operaciones y del apoyo prestado.
Margot Wallström, Representante Especial del Secretario General sobre la violencia sexual en los conflictos, visita el pueblo de Kampala en territorio walikale, en Kivu del Norte (República Democrática del Congo). 2 de octubre de 2010. (Foto ONU/Myriam Asmani)
El Teniente General Babacar Gaye, por entonces Comandante de la Fuerza
de la MONUC, declaró: «La planificación conjunta es esencial para
determinar las zonas de riesgo y establecer de la manera más efectiva la
organización y el desarrollo de nuestras fuerzas». La MONUC proporcionaba
alimentos y otras ayudas imprescindibles solamente a las unidades a cargo
de operaciones concretas que habían sido planeadas conjuntamente con la
MONUC y llevadas a cabo de acuerdo con el derecho internacional
humanitario y de los refugiados.
ATROCIDADES EN WALIKALE
Mientras la MONUSCO progresaba en sus esfuerzos para proteger a los
civiles, tuvo lugar una oleada de atentados en 13 aldeas del territorio
Walikale, que constituyeron un sombrío recordatorio de la dificultad de la
labor de la misión y pusieron de relieve las limitaciones de ésta. Los ataques,
que en su mayoría se sucedieron de noche, ocurrieron entre el 30 de julio y
el 2 de agosto. Sus responsables fueron unos 200 miembros pertenecientes
a tres grupos armados: las Fuerzas Democráticas de Liberación de Rwanda
85
(FDLR), el Mai-Mai Cheka y ciertos elementos cercanos al Coronel
Emmanuel Nsengiyumva, un desertor del ejército que en el pasado estuvo
implicado en el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP).
En septiembre, un equipo de derechos humanos de las Naciones Unidas que
se había desplegado en la zona confirmó que algo más de 300 civiles habían
sufrido abusos sexuales durante esos cuatro días, y apuntó que la cifra
definitiva de víctimas podría ser mayor.
El informe revelaba serias carencias en la preparación y en la respuesta de
los destacamentos locales del ejército y la policía congoleña. También
destacaba que el fracaso al prevenir o detener los ataques se había visto
agravado por ciertos fallos de las fuerzas de la MONUSCO, que no habían
recibido entrenamiento específico alguno en materia de protección de civiles.
En el informe se detallaban una serie de recomendaciones, tanto para las
autoridades congoleñas como para la MONUSCO, encaminadas a la
prevención de situaciones semejantes. Asimismo, se exhortaba a las
organizaciones humanitarias a proporcionar a las autoridades congoleñas la
asistencia médica y psicológica necesaria para todas las víctimas, y también
se pedía a la comunidad internacional que apoyase los esfuerzos necesarios
para llevar a los responsables ante la justicia.
A raíz de las atrocidades de Walikale, el Secretario General envió a su
Representante Especial para la violencia sexual en los conflictos armados,
Margot Wallström, y al Subsecretario General de Operaciones de
Mantenimiento de la Paz, Atul Khare. Como consecuencia de las misiones de
ambos representantes, se tomaron nuevas medidas para corregir las
deficiencias en la interacción con las comunidades y las prácticas de patrulla
de la MONUSCO. Asimismo, se dio un paso adelante para proporcionar a las
personas de las comunidades más vulnerables las herramientas necesarias
para dar la voz de alarma y alertar al personal de mantenimiento de la paz.
Más adelante, la MONUSCO emprendió la Operación Escaparate para
potenciar la protección de civiles en las áreas afectadas y para tranquilizar a
la población. En una operación conjunta con las autoridades de la República
Democrática del Congo, la misión logró la detención de los dos supuestos
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instigadores de las violaciones masivas. La MONUSCO prestó también apoyo
a las autoridades congoleñas para llevar a cabo las investigaciones
pertinentes para identificar y llevar ante los tribunales a los malhechores
que quedaban en libertad. Al mismo tiempo, aseguraba la seguridad de los
testigos y ayudaba a los supervivientes.
OPERACIONES PREVENTIVAS DE LA MONUC A FINALES DE AÑO
En diciembre, antes de las vacaciones de fin de año, la MONUSCO desplegó
tropas en la Provincia Oriental como medida preventiva bajo los auspicios
de la operación Rudia Umbrella. Anteriormente, esta provincia congoleña
había sufrido un aumento de ataques atroces contra civiles (niños incluidos)
por parte del infame Ejército de Resistencia del Señor, de Uganda.
El despliegue supuso un ejemplo más del propósito de la misión de
aumentar la seguridad en la República Democrática del Congo. Aunque
2010 fue otro año lleno de retos para los ciudadanos de este país, también
se produjeron avances en ciertos aspectos. La MONUSCO, aprendiendo de
las experiencias dolorosas, fortaleció su política de condicionamiento del
apoyo a las operaciones militares de las FARDC, afinó su enfoque en la
protección de la población civil y llevó a cabo más maniobras de prevención
para limitar la libertad de movimiento de los grupos armados. La República
Democrática del Congo necesitaba ayuda de forma urgente para establecer
el estado de derecho y legitimar la autoridad del Estado, especialmente en
las zonas afectadas por conflictos armados. La protección de los civiles se
ha mantenido como piedra angular del mandato de la MONUSCO. Sin
embargo, la misión también ha ayudado a la República Democrática del
Congo a desarrollar más soluciones a largo plazo para los crímenes
cometidos contra la población. Esto ha sido posible gracias al
fortalecimiento de instituciones penales y al apoyo a las autoridades
estatales mediante equipos de investigación conjuntos y células de apoyo a
la fiscalía. En última instancia, el objetivo de las Naciones Unidas sigue
siendo ayudar a la República Democrática del Congo a consolidar la paz,
reconstruir sus instituciones y promover un desarrollo sostenible que
beneficie a todos sus ciudadanos.
87
La mejora de la seguridad prepara el terreno para la retirada de MINURCAT La situación general de la seguridad durante el 2010 en el Chad y en la
República Centroafricana (donde existe un despliegue de fuerzas de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas desde 2007) es de relativa
calma. El número registrado de incidentes relacionados con la protección y
la seguridad de las personas refugiadas, desplazadas y del personal
humanitario disminuyó significativamente en comparación con años
anteriores.
Diversas organizaciones humanitarias prestaron asistencia a casi 262.000
refugiados sudaneses repartidos en 12 campamentos, 68.000 refugiados de
la República Centroafricana y 168.000 desplazados internos en 38
emplazamientos, así como a 48.000 repatriados y a cerca de 150.000
miembros de la población de acogida del Chad.
La estación húmeda anual trajo lluvias inusualmente fuertes, que
provocaron inundaciones y la destrucción de bienes. La evaluación de los
daños totales ocasionados por las inundaciones fue difícil. Se estima que en
el Chad murieron 15 personas y que otras 144.000 se vieron gravemente
afectadas.
Los gobiernos del Chad y el Sudán firmaron un acuerdo en Yamena para
normalizar sus relacione el 15 de enero de 2010. Acordaron colaborar para
desarmar a los grupos rebeldes y desplegaron una fuerza fronteriza
conjunta de 3.000 soldados para detener la circulación de elementos
armados y sus actividades delictivas.
El acuerdo entre ambos países preparó el terreno para una retirada
paulatina de MINURCAT. En enero de 2010, el Chad informó a las Naciones
Unidas de su intención de asumir toda la responsabilidad sobre la protección
del personal humanitario y de la población civil residente en campos para
88
refugiados y en emplazamientos para desplazados internos. Para ello
contaría con sus propias fuerzas de seguridad y con el Destacamento
Integrado de Seguridad entrenado por las Naciones Unidas. Como parte de
su plan, el gobierno reiteró su compromiso de asumir toda la
responsabilidad sobre la sostenibilidad del DIS con apoyo material y
logístico, y de reforzar su personal y su equipo. El Consejo de Seguridad dio
su aprobación al plan del Chad y solicitó que MINURCAT redujese su
presencia militar en dos fases, que terminaron el 15 de octubre de 2010.
La primera fase de reducción y reconfiguración de MINURCAT concluyó en
julio de 2010 y fijó el número del personal de la misión en 2.159 personas.
Se reconfiguró la división de la zona de operaciones y se determinaron una
sede de la misión en Abéché y tres sectores: dos en la región oriental del
Chad y uno en la República Centroafricana. El 15 de octubre, MINURCAT
dejó de estar plenamente operativo y comenzó su retirada. Sin embargo,
los conflictos interétnicos, el bandolerismo y la delincuencia transfronteriza
siguieron afectando a la seguridad en el noroeste de la República
Centroafricana. En previsión de la retirada de la misión, el gobierno
centroafricano expresó su preocupación por la situación en las prefecturas
de Vakaga y el Alto Kotto, al noroeste del país.
Durante el 2010, MINURCAT siguió proporcionando apoyo técnico y
orientación a 158 jueces de paz no profesionales y a sus auxiliares. La
misión también colabora para lograr que los desplazados internos regresen
voluntariamente en condiciones de seguridad sostenibles mediante el apoyo
a los comités locales de solución de conflictos, que ayudan a aliviar las
tensiones en la zona y fomentan la reconciliación. ACNUR informó de la
repatriación de 48.000 desplazados internos a sus aldeas de origen (17.000
a Assungha y 18.000 a Koko, en la región de Uaddai; 10.000 a Kerfi y sus
alrededores y 3.000 a Mudeina, en la región de Dar Sila).
Con vistas a que sus homólogos asuman las responsabilidades en materia
de derechos humanos, MINURCAT, delegados regionales del Ministerio de
Derechos Humanos y Promoción de las Libertades y organizaciones locales
de derechos humanos realizaron visitas sobre el terreno a campos de
refugiados y desplazados internos, así como a algunas ciudades y pueblos,
89
y supervisaron otras visitas a centros de detención al este del Chad. La
misión continuó ofreciendo capacitación y asesoramiento a funcionarios de
prisiones del país de acuerdo con los estándares internacionales en gestión
y administración de centros penitenciarios. Los asesores de MINURCAT
trabajaron con sus homólogos chadianos en la Dirección Penitenciaria de
Yamena para ayudar a mejorar la gestión de los recursos humanos y las
capacidades presupuestaria y de planificación.
La protección de los civiles al este del Chad consistió en algo más que
garantizar la seguridad física de los refugiados, los desplazados y los
trabajadores humanitarios y aportar apoyo logístico y estructuras de
paredes sólidas al DIS. El diálogo intercomunitario, la mejora de la
estructuras de gobierno local (incluidas la justicia y las prisiones), el respeto
a los derechos humanos y la creación de incentivos socioeconómicos para la
repatriación segura y voluntaria de los desplazados son requisitos
recíprocamente interdependientes para la protección de los civiles y
dependen en última instancia del Gobierno del Chad. Aunque MINURCAT
trabajó con sus socios para asegurar la continuidad de estas labores, el
compromiso del gobierno para que estos esfuerzos prosperen será de vital
importancia.
Un año intenso para la diplomacia preventiva en el África Occidental
En diciembre, dos años después de un golpe de estado militar, se produjo la
elección e investidura de un presidente civil en la nación de Guinea, en el
África occidental. Este acontecimiento marcó la culminación positiva de un
año intenso de diplomacia preventiva de la ONU, destinada a mantener la
transición democrática guineana y a combatir la violencia.
El Secretario General alabó los esfuerzos de las Naciones Unidas y el
Vicesecretario General, Asha Rose Migiro, viajó hasta Guinea para asistir a
la investidura del Presidente Alpha Condé, el 22 de diciembre. El carácter
90
pacífico de las elecciones y la aceptación de los resultados destacaron como
un ejemplo positivo en una región que sigue esforzándose para consolidar
una paz que costó conseguir y un progreso democrático contra el
resurgimiento de golpes de estado y otras amenazas potenciales.
Los esfuerzos diplomáticos en Guinea y otros Estados de la región fueron
liderados por la Oficina de las Naciones Unidas para el África Occidental
(UNOWA), ubicada en Dakar. Su presencia demuestra el valor de una
misión política de las Naciones Unidas sobre el terreno que trabaja con
Estados y organismos regionales para prevenir y gestionar las crisis
mientras se abordan desafíos a largo plazo. Desde la prevención de la
delincuencia transfronteriza hasta la mediación en crisis políticas, la UNOWA,
liderada por el Representante Especial del Secretario General Said Djinnit,
ha tenido mucho que hacer durante el año pasado para actuar en varios
países ante procesos electorales tensos y transiciones políticas frágiles.
A lo largo del pasado año, Djinnit viajó en varias ocasiones a Guinea para
convencer a los protagonistas de que se acogieran al Acuerdo de Uagadugú
del 15 de enero de 2010, por el cual se intentó finalizar la transición a un
nuevo gobierno tras el golpe de estado de diciembre de 2008. El
Representante Especial actuó también en el Togo y en el Níger, donde un
golpe de estado y unas elecciones respectivamente han desatado tensiones
que podrían haber ido a más si la misión no hubiese intervenido.
En consonancia con el énfasis que pone el Departamento de Asuntos
Políticos de las Naciones Unidas sobre la diplomacia preventiva, Djinnit se
rodeó de un equipo de enviados de la Comunidad Económica de los Estados
del África Occidental (CEDEAO) y de la Unión Africana (UA) para abordar los
desafíos en esos Estados.
Djinnit declaró para el boletín Politically Speaking del Departamento de
Asuntos Políticos que la prevención de conflictos requiere proximidad,
conocimiento, compromiso y presencia. Y añadió: «La voz de la CEDEAO
vale tanto como la de la Unión Africana y la de la ONU, pero una sola voz al
unísono tiene aún más peso que las tres combinadas. En este caso se
cumple que uno más uno más uno son diez».
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Djinnit también ejerce el cargo de presidente de la Comisión Mixta del
Camerún y Nigeria, que se estableció a petición de ambos países para
facilitar la implantación del fallo de la Corte Internacional de Justicia acerca
de una disputa territorial que afectaba a la península de Bakassi.
En diciembre, Djinnit fue anfitrión de un encuentro entre los equipos de las
Naciones Unidas en los países que tenía como objetivo poner en marcha
esfuerzos para un desarrollo coordinado e iniciativas de fomento de la
confianza para ayudar a las comunidades afectadas por el veredicto.
En ese mismo mes, la UNOWA lanzó, en colaboración con la Oficina de la
ONU contra la Droga y el Delito, un programa en el que participan varios
organismos para ayudar a acabar con el tráfico de drogas y el crimen
organizado en el África Occidental, un foco de tráfico de cocaína desde
América Latina hacia Europa. La CEDEAO es un socio clave para ese
esfuerzo regional en el que participan 16 países.
En palabras del Representante Especial Djinnit: «La lucha contra el tráfico
de drogas y el crimen organizado es un pilar básico para cualquier
estrategia de prevención de conflictos y consolidación de la paz en el África
Occidental».
Liberia + Naciones Unidas: avanzando juntas
En 2010, el lema para Liberia era «seguir adelante», seguir alimentando
siete años de paz ininterrumpida desde que terminó el conflicto civil en
2003.Ese espíritu resonaba en el discurso de la presidenta Johnson Sirleaf
durante las celebraciones del 26 de Julio, día en que se celebra la
Independencia de Liberia, mientras exhortaba a los liberianos a «utilizar la
diversidad para fortalecer la unidad y la armonía nacionales».
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Durante el año pasado, la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL),
junto con toda la familia de las Naciones Unidas, siguió adelante para
consolidar la Paz y Seguridad en todo el país.
Un miembro del personal de mantenimiento de la paz pakistaní con la UNMIL enseña a jóvenes liberianos a coser. Esta actividad forma parte del programa de capacitación ofrecido por el contingente del Pakistán (Tubmanburg, Liberia). 27 de mayo de 2010 (Foto ONU/Staton Winter)
Se reconoció al año 2010 como el lanzamiento de la iniciativa en Liberia
«Unidos en la acción», de las Naciones Unidas, la cual permitirá al gobierno,
a la familia de las Naciones Unidas y a todos los socios internacionales
transitar por un camino en común, marcar retos colectivos y crear
programas conjuntos más efectivos y eficientes. Desde el año 2007, ocho
países han puesto a prueba la iniciativa «Unidos en la acción». Los
resultados han sido positivos y han fomentado una mejor relación entre el
gobierno y las Naciones Unidas, mejor implicación nacional, mejor
capacidad de planificación y mejor supervisión. Además, la cooperación
entre los Organismos de las Naciones Unidas y los asociados para el
desarrollo ha sido más eficaz.
En vista de la retirada final de la UNMIL, la iniciativa «Unidos en la acción»
también prevé el traspaso gradual de tareas pertinentes de la Misión al
gobierno de Liberia, así como a los Organismos de las Naciones Unidas,
programas y fondos. A medida que esta república se esfuerza en consolidar
los beneficios obtenidos en el proceso de paz, la iniciativa podría llegar a ser
un elemento fundamental en la planificación del país y la coordinación de
las actividades de desarrollo.
93
Este país reconoce ampliamente la importancia que tienen la mayor parte
de la seguridad nacional y las instituciones del estado de derecho (que
están ahora en pleno funcionamiento a excepción de las Fuerzas Armadas
de Liberia) para el mantenimiento de la Paz y Seguridad, y que sin ellas no
se puede lograr la consolidación de la paz y el desarrollo económico. Las
Naciones Unidas trabajan con el gobierno para garantizar que todos los
liberianos tengan acceso a la justicia y ayuden a capacitar a jueces y
fiscales, a construir tribunales y a reducir niveles de prisión preventiva
inaceptablemente altos.
Con respecto a la aplicación de la ley, la presencia policial profesional en
todo el país continuó siendo el objetivo primordial. En los últimos años el
gobierno, con el apoyo de la UNMIL y de los asociados internacionales, ha
progresado enormemente en la formación de la Policía Nacional de Liberia.
Sin embargo, aún quedan cosas por hacer debido a que para las elecciones
del 2011 sean celebradas pacíficamente, será de vital importancia disponer
de unos cuerpos de seguridad eficaces.
Los desafíos fundamentales pendientes a los que se enfrentan los sistemas
de seguridad y de justicia se abordarán también a través del trabajo con la
Comisión de Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas (PBC).Para
trazar relaciones con el PBC, el gobierno de Liberia explicó la necesidad de
priorizar el estado de derecho, la reforma del sector de la seguridad y la
reconciliación nacional como los pilares claves de la paz, la seguridad y el
desarrollo sostenible.
La UNMIL ha sido considerada en su mayoría como un modelo de la Misión
de mantenimiento de la paz que representa ampliamente los principios y el
valor añadido de las operaciones de mantenimiento de la paz de las
Naciones Unidas en un entorno posterior a un conflicto. Con este éxito
también nace el desafío para asegurar que todos los organismos de
seguridad de Liberia son capaces de asumir toda la responsabilidad para la
seguridad en el país para cuando la UNMIL abandone Liberia. Para
conseguirlo, el gobierno de Liberia y la UNMIL establecieron actividades de
planificación de transición conjunta asignadas para preparar el terreno bajo
94
un traspaso gradual de responsabilidades de la UNMIL a las autoridades
gubernamentales relevantes.
Mientras que la UNMIL esperaba retener su plantilla actual hasta después de
las elecciones presidenciales de 2011, se necesita una planificación para
permitir la reducción de los componentes militar y de policía de la misión,
de concierto con la capacidad de la creciente de los organismos encargados
de hacer cumplir la ley de Liberia. Sin embargo, aún después de que finalice
la misión de las operaciones de mantenimiento de la paz, la familia de las
Naciones Unidas se mantendrá sobre el terreno para mantener el desarrollo
del gobierno y la gestión del sector público.
Mirando atrás, el 2010 fue un año de cooperación reforzada entre el
gobierno de Liberia y la familia de las Naciones Unidas a medida que
continuaban consolidando la paz y la seguridad en el país, mientras
avanzaban a buen ritmo con la planificación para la transición y la
delegación de las responsabilidades relevantes al gobierno. Este
compromiso es particularmente fundamental para asegurar que las
segundas elecciones democráticas de Liberia en 2011 se desarrollen en
forma pacífica, sean creíbles y preparen el terreno para una paz y un
desarrollo duraderos en el país.
¿Cambio de tendencia en Somalia?
Los titulares de las noticias de Somalia eran desoladores en 2010, pero los
funcionarios de las Naciones Unidas que dirigen un esfuerzo renovado para
cambiar la tendencia en ese país afirman que ven los inicios de una
estrategia unificada tomando forma. Para los somalíes, el creciente esfuerzo
internacional ofrece una oportunidad para luchar por construir un gobierno
estable en su país por primera vez en décadas.
Durante su visita en septiembre de 2010 a la capital de Mogadishu,
devastada por la guerra, el Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos,
B. Lynn Pascoe, comentó: «¿Es un gran reto? Sí. ¿Va a ser difícil? Sí. Pero
95
lo que me impresiona es cómo las piezas van encajando y cómo se está
fortaleciendo la voluntad política en la comunidad internacional».
La visita del funcionario político de más alto nivel de la ONU a Somalia y
otros Estados del Cuerno de África demostraba una mayor determinación
por parte del Secretario General Ban Ki-moon para ayudar a estabilizar
Somalia. Se unió a Pascoe el Representante Especial del Secretario General
para Somalia, el Doctor Augustine P. Mahiga. Este diplomático de Tanzania
fue elegido en julio de 2010 para dirigir la Oficina Política de las Naciones
Unidas para Somalia, conocida como UNPOS, con sede en Nairobi.
Las negociaciones dirigidas por la UNPOS llevaron al Acuerdo de Djibouti en
2008, mediante el cual se estableció el actual Gobierno Federal de
Transición (GFT) de Somalia bajo el liderazgo islamista moderado del
presidente Sheikh Sharif Ahmed. Aunque en él se incluía una amplia
selección de clanes y grupos políticos, el gobierno ha presionado para
consolidar su autoridad.
Con el período de transición acercándose a su final, las Naciones Unidas han
instado al GFT a superar las divisiones internas y centrarse en proporcionar
a las personas servicios tangibles. Entre los siguientes pasos en el
calendario de transición están unas consultas de amplio espectro sobre el
proyecto de constitución.
La situación de la seguridad sigue siendo un problema grave. La insurgencia
de Al Shabab amplió su alcance, realizando atentados suicidas con bombas
en la capital a la vez que impone un duro régimen en las áreas bajo su
control que incluye amputaciones y lapidaciones, además de la prohibición
de la música y la televisión. Incluso mientras se desarrollaban esfuerzos,
AMISOM, una fuerza profesional de mantenimiento de la paz de la Unión
Africana formada por 8.000 soldados y leal al GFT, ha proporcionado una
medida crucial de estabilidad al gobierno en conflicto.
Considerando sus alternativas en Somalia, el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas optó por un enfoque cauteloso: en lugar de desplegar
cascos azules, y por primera vez, se están usando fondos asignados al
96
presupuesto de la ONU para ayudar a financiar las operaciones de una
fuerza regional. La ayuda a AMISOM, que abarca desde el equipamiento y la
logística hasta la gestión de información pública, la están proporcionando el
Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno y su misión con
sede en Nairobi, conocida como UNSOA.
La resolución nacional e internacional para derrotar a los insurgentes se vio
reafirmada después de que Al Shabab reclamara la autoría de los dos
atentados suicidas con bomba con resultados mortales que tuvieron como
objetivo a los aficionados que presenciaban la final de la Copa del Mundo de
fútbol en la capital de Uganda, Kampala, en julio. Uganda y Burundi han
sido los países que más tropas han aportado a AMISOM.
El Secretario General Ban Ki-moon ha considerado una prioridad hacer más
por Somalia, afirmando que ningún país puede ser abandonado a la
anarquía y el caos. Por este motivo, celebró importantes conferencias
internacionales sobre Somalia en Bruselas y Estambul, y una sesión de alto
nivel sobre los márgenes de la Asamblea General de la ONU en septiembre.
Estos eventos ayudaron a llevar esperanza al país, mejoraron la
coordinación internacional y apuntalaron compromisos políticos y financieros
para ayudar a Somalia en estos tiempos de necesidad.
El miedo a que el país se convirtiera en un refugio para el terrorismo, unido
a los dramáticos incidentes de piratería en la costa somalí, ha aumentado la
intensidad de la preocupación internacional.
La ONU ha celebrado regularmente sesiones internacionales sobre la
piratería en Somalia, ha vigilado las tendencias e informado sobre ellas, y
ha establecido un fondo fiduciario antipiratería gestionado por el
Departamento de Asuntos Políticos. Este fondo se ha utilizado para financiar
proyectos de desarrollo de las capacidades en la región con el objeto de
procesar a los sospechosos de piratería. El Secretario General también
nombró a un diplomático y jurista francés, Jack Lang, para aconsejar sobre
hasta qué punto se debe reforzar los procesos penales.
97
La sesión de Estambul, copresidida por el Gobierno de Turquía en mayo de
2010, subrayó la importancia no solo de las medidas políticas y militares,
sino también de la reconstrucción de la maltrecha economía de Somalia. A
ella asistieron docenas de representantes de empresas, procedentes del
propio país, de la diáspora somalí y de la comunidad internacional. La
UNPOS había identificado algunas áreas de prospección, como el ganado,
las pesquerías, la energía alternativa, el transporte, las infraestructuras y la
banca. Entre las compañías presentes figuraba desde una firma saudí que
importaba ganado de Somalia, hasta una compañía somalí de conservas de
atún.
Los somalíes no han dejado de hacer negocios durante el conflicto. A pesar
de las casi dos décadas sin un gobierno central estable, existían
aproximadamente 1,5 millones de cuentas de teléfonos móviles en el país
en 2010. La diáspora envía alrededor de 100.000 millones de dólares en
remesas de fondos cada año.
Mientras intentaba llegar a la diáspora, el Representante Especial del
Secretario General Mahiga también propuso aumentar la presencia física de
la UNPOS sobre el terreno, incluso en Mogadishu, en la medida que lo
permitieran las condiciones de seguridad.
A finales de 2010, más de 60 miembros del personal internacional de la
ONU tenían base en Somalia, además de los casi 800 miembros del
personal de contratación nacional que trabajaban para varios organismos de
la ONU, proporcionando asistencia humanitaria e implantando programas de
recuperación y desarrollo para aproximadamente 2 millones de personas
que los necesitaban.
El apoyo logístico de la ONU proporcionado por UNSOA ha incluido una
cadena marítima de suministros desde Mombasa hasta el personal de
mantenimiento de la paz de AMISOM en Mogadishu, mediante la cual se
envía todo, desde las raciones hasta el material de construcción,
mensualmente. UNSOA también proporciona evacuación médica, así como
servicios de aviación para el despliegue y la rotación de tropas de Burundi y
Uganda, el transporte de equipo de los contingentes y suministros.
98
A medida que se aproximaba el fin del año, el Consejo de Seguridad solicitó
un aumento del 50 por ciento de las tropas de AMISOM, que llegaron así a
los 12.000 soldados. La resolución 1964, aprobada por unanimidad el 22 de
diciembre por el Consejo, extendía AMISOM hasta el 30 de septiembre de
2011, y solicitaba a todos los Estados miembros y organizaciones
internacionales que contribuyeran con fondos y equipamiento «de forma
rápida y generosa» para permitir a la fuerza cumplir un mandato que
abarca desde la restauración de la paz hasta la ayuda al GFT para
desarrollar tanto fuerzas de seguridad nacional como policiales.
La Resolución 1964 también pedía al Secretario General que siguiera
proporcionando apoyo logístico de la ONU a la prolongada AMISOM, a la vez
que continuaba sus buenos oficios para fomentar la reconciliación en el país.
El Consejo reiteró su intención, mencionada en resoluciones anteriores, de
establecer una operación de mantenimiento de la paz cuando las
condiciones lo permitieran.
Oriente Medio sigue siendo una prioridad en el programa de paz y seguridad de las Naciones Unidas
99
Peregrinos drusos pasan en frente de un puesto de control de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación en Siria.12 de septiembre de 2010. (Foto ONU/Aernold Felfer)
En el Oriente Medio, las Naciones Unidas continúan participando firmemente
en las esferas política, militar, humanitaria y económica debido a la falta de
un acuerdo general global, a un ambiente de seguridad inestable y a una
situación humanitaria precaria.
La Oficina del Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Oriente
Medio (OCENU), con sede en Jerusalén, Ramallah y Gaza, dirige el sistema
de las Naciones Unidas en todas las gestiones políticas y diplomáticas
relacionadas con el proceso de paz en Oriente Medio. La UNSCO coordina
también la labor humanitaria y de desarrollo de los Organismos y
Programas de las Naciones Unidas en el territorio palestino ocupado (TPO),
en apoyo a la Autoridad Palestina y al pueblo palestino.
La Unidad de Eliminación de Artefactos Explosivos de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS), batallón filipino, destapa en Siria una mina anti ataque. 9 de junio de 2010. (Foto ONU/Aernold Felfer)
En el sur del Líbano, el despliegue masivo de los Cascos Azules como parte
de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) es
100
quizás el aspecto más visible de las Naciones Unidas. En tanto, el
Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Líbano (OCENU),
destacado en Beirut, es el encargado de gestionar la labor política y
humanitaria de más de 20 sedes y organizaciones de las Naciones Unidas
en ese país.
Mientras tanto, continúa en acción la primera operación de paz de las
Naciones Unidas: el Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de
la Tregua (ONUVT). Este organismo se creó en de 1948 para vigilar las
cesaciones del fuego, supervisar los acuerdos de armisticio, evitar que
incidentes aislados alcancen mayores proporciones y ayudar a que otras
operaciones de mantenimiento de la paz de la zona cumplan sus mandatos.
En el Líbano meridional, el personal del ONUVT trabaja con FPNUL y asiste
también a otra operación de mantenimiento de la paz en el Oriente Medio:
la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS).
Esta fuerza, establecida en 1974 en los Altos del Golán para mantener el
cese de fuego, supervisar la separación de fuerzas israelíes y sirias e
inspeccionar las zonas de separación y limitación, tal y como se detalla en el
acuerdo de separación.
OCENU: por una solución bilateral en el Oriente Medio
La Oficina del Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el proceso
de paz en el Oriente Medio (OCENU), liderada por Robert Serry, es la única
misión internacional sobre el terreno en Jerusalén, Ramallah y Gaza. Esta
condición propició que, durante 2010, se convirtiese en el centro de una
serie de acontecimientos interrelacionados.
La prioridad de la misión era reducir la disparidad entre los acontecimientos
sobre el terreno y las aspiraciones del proceso político. Por otro lado,
101
participó activamente con las partes, el Cuarteto y el Consejo de Seguridad
para impulsar la reanudación de las negociaciones políticas.
La estrecha colaboración con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha sido
un tema de organización del trabajo político y de desarrollo de las Naciones
Unidas. El programa de construcción del Estado del Primer Ministro Salam
Fayyad ha hecho grandes progresos en 2010. El Coordinador Especial Serry
se comprometió a que el sistema de las Naciones Unidas realice esfuerzos
adicionales para finalizar los trámites institucionales que permitan el
reconocimiento de la condición de Estado antes de agosto de 2011.
Bajo el auspicio de OCENU, los organismos, los fondos y los programas de
las Naciones Unidas que operan en el territorio palestino ocupado han
intensificado la coordinación interna y su apoyo conjunto para lograr este
compromiso. La magnitud del programa de construcción del Estado fue
reconocida en septiembre en Nueva York, cuando el Cuarteto y un grupo de
donantes del Comité Especial de Enlace observaron la evaluación del Banco
Mundial, que afirmaba que la Autoridad Nacional Palestina estaba preparada
institucionalmente para adquirir la condición de Estado en cualquier
momento de un futuro próximo.
OCENU siguió fomentando más medidas de Israel para dar acceso a la
Autoridad Nacional Palestina a zonas de la Ribera Occidental que están bajo
control israelí. Se ha producido una mejora palpable en materia de
seguridad en la zona gracias a los esfuerzos de la ANP. La prioridad debe
ser ampliar la coordinación de la seguridad entre Israel y la ANP para que ni
los militantes palestinos ni los colonos israelíes extremistas puedan cometer
actos violentos que perjudiquen a los civiles y socaven las esperanzas de
paz. De igual importancia será la reducción progresiva de las restricciones a
los desplazamientos en la Ribera Occidental, que se suma a los avances
logrados hasta la fecha.
La otra prioridad fundamental para OCENU y para las Naciones Unidas ha
sido mejorar las condiciones en Gaza, donde la subsistencia de más del
80% de la población, casi 1,5 millones de palestinos, todavía depende de la
ayuda humanitaria. El Coordinador Especial Serry, consciente de las
102
preocupaciones en materia de seguridad de Israel, ha trabajado
intensamente con el gobierno de este país para obtener la aprobación de los
proyectos de construcción de la ONU y mitigar el bloqueo israelí. Un primer
paso importante se consolidó con la visita del Secretario General en marzo y
con la finalización ese año de algunos proyectos que ya habían sido
aprobados.
En mayo de ese año, se realizó una revisión de la política de bloqueo de
Israel. Como Enviado del Cuarteto, Tony Blair trabajó estrechamente con el
gobierno israelí para dinamizar el proceso. Se basó en la aportación de
OCENU como parte de un esfuerzo colectivo del Cuarteto que tiene como
objetivo mejorar la vida de los habitantes de Gaza. Desde entonces, se han
reducido las restricciones a la importación y se han aprobado otros
proyectos.
Si bien los elementos fundamentales del bloqueo aún perduran, el gobierno
de Israel decidió a finales de año permitir el desarrollo de las exportaciones
de la Franja de Gaza, lo que representa un paso importante en la dirección
correcta. El coste de los proyectos de reconstrucción aprobados que tienen
relación con materiales que Israel considera «de doble uso» ascendió a un
total de casi 100 millones de dólares en 2010. Entre estos se incluyen
incluye viviendas, escuelas, instalaciones de tratamiento de aguas
residuales y centros sanitarios. Esta iniciativa no solo tendrá repercusiones
positivas directas en la vida de muchos gazatíes, sino que debería tener un
efecto multiplicador en la economía, que contribuiría a los esfuerzos de
ayuda que se están realizando en todo el territorio de la Franja de Gaza.
103
El Secretario General Ban Ki-moon (izquierda) y Robert H. Serry (derecha), el Coordinador Especial para el proceso de paz en el Oriente Medio y el Representante Personal del Ban Ki-moon ante la Organización de Liberación de Palestina y la Autoridad Palestina observan los avances de un proyecto de viviendas financiado por las Naciones Unidas en Jan Yunis (Gaza). 21 de marzo de 2010 (Foto ONU/Mark Garten)
Los objetivos prioritarios para el 2011 deben ser avanzar en el objetivo de
la libre circulación de personas y el abastecimiento de materiales de
construcción al sector privado. La meta principal de la ONECU para el
próximo año sigue siendo alentar a todas las partes vinculadas con Gaza a
adoptar medidas adicionales para que se aplique la resolución 1860 del
Consejo de Seguridad, que se aprobó al final de la guerra entre Israel y
Gaza de 2008-2009.
Así, las autoridades de facto de Gaza adquirirán una gran responsabilidad
en la contención y la prevención de ataques a Israel.
La ofensiva persistió, aunque en menor medida, en 2010, al igual que los
ataques e incursiones israelíes, lo que demuestra la constante fragilidad de
la situación. Es esencial que continúen los esfuerzos para alcanzar la
reunificación de Gaza y la Ribera Occidental dentro de un marco legítimo
palestino, regional e internacional. OCENU sigue moviendo hilos para
alentar que todas las partes vayan en esta dirección.
Pese a estas modestas mejoras sobre el terreno, la ausencia de avances
políticos planteó el principal reto para el 2010. En calidad de Coordinador
Especial, Serry mantuvo reuniones informativas con el Consejo de
Seguridad en las que hizo hincapié en que es imprescindible que los
104
mejoras sobre el terreno estén acompañadas de un compromiso político
serio para que los resultados conseguidos hasta la fecha puedan
mantenerse y para que se alcancen progresos más trascendentes. En este
sentido, 2010 fue un año frustrante. El Presidente de la Autoridad Palestina,
Mahmud Abbas, y el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu,
manifestaron su disposición a negociar una solución bilateral, pero las
conversaciones estuvieron ensombrecidas por las diferencias relativas la
construcción de asentamientos israelíes ilegales.
Finalmente, tras meses de conversaciones indirectas, los dos bandos
emprendieron las negociaciones directas el 2 de septiembre en una cumbre
en Washington, con el objetivo de establecer un acuerdo marco en un año.
Las Naciones Unidas han condenado un ataque de Hamas a los colonos
cerca de Hebrón poco antes de la reunión de dirigentes, que continuaron
con la sesión pese al incidente. Sin embargo, cuando la prohibición de los
asentamientos de Israel expiró el 26 de septiembre de 2010, se
suspendieron las negociaciones.
La OCENU ha atraído la atención internacional sobre el daño continuado que
produce la actividad de los asentamientos a la confianza en el proceso
político y a la propia viabilidad de una solución bilateral. Esta situación
también afecta a la zona oriental de Jerusalén, donde han surgido tensiones
debido a las medidas unilaterales que están socavando dicha esperanza.
Cuando fallaron los esfuerzos de Estados Unidos por garantizar que se
renovase la limitación de los asentamientos, el proceso sufrió un serio revés
y las negociaciones directas no pudieron restablecerse.
En diciembre, Estados Unidos realizó una serie de consultas indirectas con
las partes sobre las cuestiones principales. El Coordinador Especial Serry
subrayó ante el Consejo de Seguridad que era necesario que la comunidad
internacional cambiase de estrategia debido al estancamiento del proceso
político. Asimismo, señaló que es necesario que la mediación de terceras
partes sea más intensa para que se cumplan los objetivos que se fijaron en
2011 de alcanzar un acuerdo marco de paz y aceptar la disposición de
Palestina a asumir la condición de Estado. Para que el proceso sea creíble,
es esencial que se identifiquen de inmediato los elementos necesarios para
alcanzar un acuerdo bilateral consensuado, además de consultar
105
periódicamente al Cuarteto y de lograr el compromiso efectivo de las partes
y la Liga Árabe.
La tensión en la zona durante 2010 puso de relieve la urgente necesidad de
avanzar en el proceso de paz. Los esfuerzos por promover el diálogo entre
Israel y Siria no experimentaron ningún avance durante este tiempo. No
obstante, el Coordinador Especial mantuvo su compromiso con los
gobiernos de la región y ha buscado el apoyo de las autoridades en el
proceso de consolidación del Estado palestino y su reconciliación. Además,
ha analizado diferentes alternativas para que el Cuarteto y las Naciones
Unidas desempeñen plenamente su función de garantizar una negociación
política decisiva entre Israel y Palestina. Serry también les informó de la
necesidad de que la Organización de las Naciones Unidas impulse un
planteamiento completo en Gaza para alcanzar la paz en el Oriente Medio,
según se prevé en las resoluciones del Consejo de Seguridad y en la
Iniciativa de Paz Árabe. Su capacidad de compartir información con un
abanico más amplio de interlocutores regionales sigue siendo un valor
fundamental para la misión.
Tras un año de estancamiento político, es vital que 2011 sea el año de un
progreso real en el proceso de paz en el Oriente Medio. El principal desafío
para la OCENU será asegurar que las Naciones Unidas participan de manera
activa y eficaz para lograr este objetivo.
UNSCOL: el reto de establecer la paz en el Líbano
Con el fin del año 2010, el bullicio habitual de Año Nuevo y las
celebraciones religiosas han fomentado un ambiente festivo y una aparente
normalidad en el Líbano. Sin embargo, este año ha estado marcado por una
nueva polarización política y el aumento de las tensiones en este pequeño
país mediterráneo, que ralentizó o paralizó el funcionamiento de las
instituciones estatales durante meses. Dos agrupaciones políticas, la
106
Coalición 14 de marzo, liderada por el Primer Ministro Saad Hariri, y la
Alianza 8 de marzo, que incluye a Hizbollah, adoptaron posturas
divergentes respecto al Tribunal Especial para el Líbano, que fue establecido
en cumplimiento de la resolución 1757 del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas en 2007 para juzgar a los responsables del asesinato del
ex Primer Ministro Rafik Hariri en 2005. Saad Hariri, hijo del ex primer
ministro asesinado, y sus aliados han apoyado firmemente desde el
principio al Tribunal, pero la oposición parlamentaria puso en duda la
legitimidad del órgano jurídico internacional y plantearon objeciones a que
el Líbano lo respalde económicamente.
En este contexto, UNSCOL, la Oficina del Coordinador Especial de las
Naciones Unidas para el Líbano, Michael William, estableció contacto
permanente con todas las partes para ayudar a calmar las tensiones.
Después de reunirse con el Primer Ministro Hariri a principios de diciembre,
Williams declaró: «He estado preocupado por el estancamiento político que
ha prevalecido en el país. Mantengo la esperanza y sigo pidiendo a todas las
partes que establezcan un diálogo abierto y que recurran a las instituciones
del estado para resolver sus diferencias, por muy delicadas que sean. No
puede haber alternativa». William representa al Secretario General en el
Líbano, coordina el trabajo de todo el sistema de las Naciones Unidas y es el
oficial de más alto rango en la aplicación de la resolución 1701 (2006) del
Consejo de Seguridad. Para ayudar a superar las tensiones y el
estancamiento político, interpuso los buenos oficios del Secretario General y
transmitió mensajes similares en las reuniones de numerosos
representantes de todas las partes del espectro político del Líbano
celebradas en los últimos meses de 2010.
En 2010, Williams cumplió recientemente dos años de misión en el Líbano
como Coordinador Especial de Naciones Unidas y Representante Especial.
Durante este período, el país dejó atrás un prolongado estancamiento
político y entró en una etapa de estabilidad y progreso, que culminó en la
formación de un gobierno de unidad nacional en diciembre de 2009, aunque
recayó en una nueva fase de estancamiento y crisis.
107
Además de su esfuerzo por mantener la seguridad y la estabilidad en el
Líbano, Williams mostró su preocupación por cómo pueda afectar el
estancamiento político del país a la puesta en práctica de la resolución 1701
del Consejo de Seguridad, que puso fin a 33 días de violentos
enfrentamientos entre Israel y Hizbollah en julio y agosto de 2006. Esta
resolución dio lugar al período de calma y estabilidad más largo más largo
en décadas en el sur del Líbano y a lo largo de la Línea Azul que separa el
Líbano e Israel. Sin embargo, un conflicto en un punto fronterizo de
Adaiseeh en agosto de 2010 entre el ejército libanés y las Fuerzas de
Defensa de Israel dejó cuatro muertos a ambos lados de la Línea Azul y
sirvió para recordar que, pese a la calma, la situación todavía es delicada y
podría empeorar rápidamente. Las Naciones Unidas siguen recordando a
todas las partes que se necesitan intensificar los esfuerzos para llegar a una
cesación del fuego a más largo plazo, como contempla la resolución.
En este sentido, la OCENU, la sección política y de establecimiento de la paz
en el Líbano, colabora estrechamente con la Fuerza Provisional de las
Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL), que cuenta con 12 000 soldados en
la tercera misión de mantenimiento de la paz más grande de las Naciones
Unidas. A finales de 2010, el Coordinador Especial Williams y el
Comandante de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano, el
General Alberto Asarta Cuevas, viajaron juntos a Israel tras la decisión del
gabinete de seguridad del país de aceptar, en principio, una propuesta de
las Naciones Unidas para conseguir la retirada de las fuerzas militares
israelíes del norte de Ghajar. Esta aldea se extiende por la Línea Azul y su
mitad septentrional ocupa parte del territorio libanés. Tras estas
conversaciones, Williams y Asarta se reunieron con los máximos dirigentes
del Líbano para informarles de la retirada anticipada de Israel.
Para garantizar la plena aplicación de la resolución 1701, el Coordinador
Especial de las Naciones Unidas, que está destinado en Beirut, viajó a Israel
con frecuencia, así como al otro país vecino del Líbano, Siria, y a otros
países de la región, como Turquía y Egipto. En el Líbano, Willliams visitó
habitualmente lugares fuera de la capital, Beirut, para comprender mejor el
variado panorama político del país y conocer las dificultades y
preocupaciones de la población.
108
Aunque el Líbano es un país pequeño en extensión, su situación geográfica
en el corazón del volátil Oriente Medio, su sistema político abierto y su
dinamismo (que a menudo han servido de indicador del amplio clima
político regional) lo han expuesto a una gran atención internacional y lo han
situado en el centro de las relaciones diplomáticas. Aquí, el trabajo de las
Naciones Unidas no se limita únicamente al establecimiento y
mantenimiento de la paz: Las relaciones del Líbano con las Naciones Unidas
están arraigadas y afianzadas. El país figura entre los países fundadores de
las Naciones Unidas en 1945 y, mediante su representante en San Francisco
y posteriormente en Nueva York, desempeñó un papel destacado en la
redacción de documentos fundacionales clave. Beirut pronto se convirtió en
la sede de diversas oficinas de las Naciones Unidas. Actualmente, acoge a
24 organismos diferentes, que abarcan todo el espectro de cuestiones
políticas, socioeconómicas, humanitarias, de mantenimiento de la paz y en
materia de derechos humanos y con sus actividades invierten en el país
más de 250 millones de dólares. La labor de estos organismos tiene como
base y complemento el principio de que la paz y la seguridad solo pueden
mantenerse en condiciones de desarrollo y de respeto de los derechos
humanos.
Durante el último año, OCENU ha intentado mejorar la coherencia y
coordinación de los ámbitos de actuación coincidentes de las Naciones
Unidas en el Líbano. Uno de estos ámbitos se centra en la labor de mejorar
las condiciones de cerca de 400.000 refugiados palestinos, que viven en los
12 campos de refugiados oficiales del país. Tras la visita al campamento de
Nahr el-Bared, al norte del Líbano, el Coordinador Especial Williams declaró:
«Me alegré mucho al saber que el 1º de enero de 2011 la población
palestina podrán regresar al campamento». El campamento había quedado
devastado por los intensos enfrentamientos del ejército libanés con un
grupo de terroristas armados en mayo de 2007. Desde entonces, la
Organización de las Naciones Unidas ha liderado los esfuerzos para
garantizar la reconstrucción del campamento y que los refugiados puedan
volver a sus casas.
109
El Líbano se enfrenta a una serie de obstáculos en los ámbitos político, de la
seguridad y del desarrollo socioeconómico, así como al reto de respetar
plenamente los derechos humanos universales. A la luz de estas dificultades,
el Coordinador Especial de las Naciones Unidas ha resaltado en muchas
ocasiones que el diálogo abierto es el único camino para avanzar y que no
hay otra forma de garantizar la seguridad y la estabilidad sino
salvaguardando y confiando en las instituciones del Estado. «Espero que
2011 traiga la seguridad y la estabilidad al pueblo libanés», dijo. Para hacer
su aportación, la Organización de las Naciones Unidas está dispuesta a
seguir ayudando al gobierno y al pueblo del Líbano a afrontar los retos que
se les presentan.
Trazar la Línea Azul: un ambicioso esfuerzo de la FPNUL por la paz
Barriles azules señalan la línea de retirada (Línea Azul) de las fuerzas israelíes del Líbano, en Rumaysh, en el Líbano meridional. 7 de octubre de 2010. (Foto FPNUL/Pasqual Gorriz)
Tras una cuidadosa medición GPS de las coordenadas del mapa, el soldado
del ejército libanés da dos golpes con una maza para clavar una estaca de
metal en el suelo.
A continuación, pinta de rojo la barra con un spray para definirla como una
señal de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL). A su lado hay una estaca
pintada del azul de las Naciones Unidas, y otra de las Fuerzas de Defensa
110
de Israel (FDI), de color amarillo. En el punto acordado es donde se erigirá
un barril azul, que definirá la Línea Azul en ese lugar.
La tarea de marcar visiblemente la Línea Azul, que separa Líbano e Israel,
la lleva a cabo la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano
(FPNUL) en coordinación con los dos países. El esfuerzo es ambicioso y el
trabajo laborioso, pero las recompensas por la paz bien lo merecen.
El proceso supervisado recientemente por la FPNUL en la Línea Azul cerca
de la aldea de Blida, en el sur del Líbano, tendrá que repetirse cientos de
veces tanto en el lado libanés como en el israelí antes de que se finalice el
trabajo.
La Línea Azul, a la que a veces se confunde con una frontera internacional,
es de hecho la línea de retirada del sur del Líbano de las fuerzas israelíes,
delimitada en el año 2000 por la ONU. Tras las hostilidades de 2006, el
Consejo de Seguridad de la ONU encargó a la FPNUL a través de su
resolución 1701, entre otras cosas, que verificara la retirada de las fuerzas
de Israel del Líbano meridional.
El único propósito de la Línea Azul es confirmar la retirada israelí sin
perjuicio de futuros acuerdos de fronteras entre los dos interesados.
Pero esta línea es igual de complicada que otras muchas cuestiones de
Oriente Medio, enredada en la historia y la realidad política actual. Tanto el
Líbano como Israel confirmaron en el año 2000 al Secretario General que
identificar la Línea Azul era responsabilidad solo de las Naciones Unidas, y
aceptaron respetar la línea en su totalidad, a pesar de sus reservas acerca
de algunos puntos.
La Línea Azul sigue siendo el único punto de referencia para asegurar que
no se cometan violaciones en ninguno de los lados. Se trata de un elemento
importante de las correspondientes obligaciones que ambas partes han
asumido, así como de la cesación de las hostilidades.
111
En 2007, un año después del último conflicto, la FPNUL llevó a cabo la tarea
de señalizar de manera visible la Línea Azul. El objetivo es establecer un
entendimiento claro y común de la línea y mitigar el alcance de una posible
fricción, como pasó el 3 de agosto de 2010, cuando un intercambio de
disparos entre el ejército libanés y el israelí causó tres muertos en el Líbano
y uno en Israel.
El esfuerzo continúa hoy en día, con muchos meses de trabajo por delante
antes de finalizar. Para la FPNUL, marcar visiblemente la Línea Azul es una
tarea técnica que debe realizarse con precisión y con el acuerdo total de los
dos países.
Los cartógrafos de la ONU delimitaron la Línea Azul basándose en los mapas
anglo-franceses de 1923, cuando las potencias trazaron fronteras en
Oriente Medio, y en el armisticio de 1949 entre el Líbano e Israel. A lo largo
de las décadas, los marcadores sobre el terreno desaparecieron debido a los
factores medioambientales y los mapas se perdieron. Después apareció la
moderna tecnología del sistema mundial de determinación de posición
(GPS).
Sobre el terreno, en muchos lugares la Línea Azul es invisible y, a veces,
compleja. Por ejemplo, en la colina de Sheikh Abbad, cerca de la aldea de
Houla, la valla atraviesa la tumba de un clérigo histórico venerado tanto por
musulmanes como por judíos. En otros lugares discurre en línea recta entre
dos rocas pintadas de azul por los cartógrafos, definida por señales en
campo abierto o por la línea mediana en el lecho de un río.
La probabilidad de que se produzcan violaciones involuntarias de la Línea
Azul por parte de civiles, especialmente pastores, es alta debido a la
dificultad para identificarla. De ahí la necesidad de establecer señales
visibles sobre el terreno.
En algunos lugares la Línea Azul discurre por terrenos montañosos
escabrosos e inhóspitos, en otros, linda con carreteras y viviendas, y en un
caso, en el este, atraviesa la aldea de Ghajar. Israel construyó al sur de
esta línea la llamada valla técnica. En algunos sitios, las dos son adyacentes
112
y en otros, esta valla de alta seguridad israelí se encuentra a unos cientos
de metros de la Línea Azul.
Los campos de minas y el carácter delicado de algunas ubicaciones tienden
a ralentizar el proceso de señalización visible.
Además, la FPNUL debate sobre esta delimitación con las partes y se
asegura de que ambas están satisfechas. Posteriormente, acude con
equipos de cada país para realizar mediciones sobre el terreno basadas en
las coordenadas GPS que ella misma proporciona. Esto solo puede llevarse a
cabo después de que los equipos de remoción de minas de la FPNUL
despejen el camino para que los otros grupos lleguen hasta su ubicación de
destino.
La FPNUL realiza sus propias mediciones. Si estas coinciden con las de la
parte libanesa y la israelí o difieren en menos de 50 centímetros
(aproximadamente 19,7 pulgadas), se marca un punto de barril azul y se
avisa a los ingenieros de la FPNUL para construirlo. Posteriormente, las
partes deben verificar dicha ubicación. En el caso de que la discrepancia sea
de más de 50 centímetros, el Oficial de Asuntos Políticos de la FPNUL
113
encargado es esta tarea, John Molloy, explicó: «entonces básicamente se
vuelve a empezar de cero».
Un soldado libanés usa un GPS para verificar las coordenadas de un barril de la Línea Azul con el objeto de marcar la línea de retirada de las fuerzas israelíes del Líbano en Rumaysh, en el Líbano meridional. 7 de octubre de 2010. (Foto FPNUL/Pasqual Gorriz)]
El siguiente punto para instalar un barril azul tendrá que estar dentro de la
línea de visión desde otro barril.
Se trata de un trabajo laborioso realizado por un grupo de funcionarios de la
FPNUL, con la colaboración de las FAL en el lado del Líbano y de las FDI en
el de Israel. Según Molloy, cientos de personas están involucradas en el
esfuerzo: cartógrafos de la FPNUL, de las FAL y de las FDI, así como
equipos de remoción de minas e ingenieros civiles de la FPNUL.
A finales de noviembre de 2010, se instalaron 72 barriles en las ubicaciones
acordadas, 25 de los cuales siguen requiriendo la confirmación final de las
partes libanesa e israelí.
La tarea que queda por delante es monumental. Molloy afirmó que existen
198 coordenadas a lo largo de los 118 kilómetros de la Línea Azul
(alrededor de 73,3 millas).
114
También declaró: «habrá muchos, muchos más barriles cuando hayamos
acabado... aproximadamente 469 son los que creemos que necesitamos
para crear una línea entrevisible».
Según el Oficial de Asuntos Políticos de la FPNUL, las partes están
interesadas en la señalización visible, y eso es lo importante: «Cuando hay
voluntad, se encuentra la manera».
El Iraq en 2010: una auténtica prueba para la transición a la democracia
Un votante de Kirkuk busca su mesa electoral el día de las elecciones parlamentarias del Iraq. 7 de marzo de 2010. (Foto ONU/Rick Bajornas)
Para el Iraq, el año 2010 estuvo marcado por logros importantes en la
construcción de un estado democrático. Sin embargo, todavía quedan
muchos retos. El 7 de marzo este país celebró sus segundas elecciones
parlamentarias con relativo éxito. Tras las elecciones se llevó a cabo una
larga serie de negociaciones entre los bloques políticos iraquíes sobre la
formación del Gobierno, que culminaron con la reelección del Presidente y
Portavoz del Parlamento por parte del Consejo de Representantes el 12 de
noviembre. A continuación, un amplio gabinete de representantes se reunió
y confirmó al Primer ministro el 21 de diciembre. Durante gran parte de ese
115
año, los retrasos en la formación del Gobierno afectaron a la vida en el Iraq
y constituyeron una auténtica prueba para la transición en el país.
El equipo de asistencia electoral de la UNAMI, en estrecha colaboración con
otros organismos y socios internacionales de la ONU, apoyó las elecciones
parlamentarias de marzo de 2010 proporcionando asistencia técnica y
reforzando la capacidad de los funcionarios de las elecciones iraquíes para
organizar y dirigir la elección. Continuó así con el papel que ha
desempeñado desde las primeras elecciones y referendo de la posguerra en
2005.
Organizadas y dirigidas por la Alta Comisión Electoral Independiente del
Iraq (ACEI), las elecciones tuvieron una participación de aproximadamente
el 62 por ciento, y fueron aclamadas por la comunidad internacional como
un acontecimiento histórico. También supusieron un paso importante hacia
la consolidación de la ACEI como una institución sostenible, independiente y
profesional que puede servir como modelo de conducta regional. Para
apoyar este objetivo, el Comité Directivo del Fondo Fiduciario para el Iraq
del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo destinó casi 25 millones
de dólares a un proyecto de desarrollo institucional de la PNUD y UNOPS
como parte de la última asignación de la programación de los recursos del
Fondo.
Tras las elecciones del 7 de marzo, los políticos iraquíes entablaron ocho
meses negociaciones sobre la formación del Gobierno, en medio de
preocupaciones internas e internacionales sobre las repercusiones de la
crisis política en la situación de la seguridad en el país.
El Representante Especial del Secretario General para el Iraq, Ad Melkert,
afirmó: «esta es una auténtica prueba para la transición hacia la
democracia y el compromiso de los líderes iraquíes para adherirse a la
Constitución de este país». Melkert ha apelado constantemente a los líderes
de esta nación para que formen un nuevo Gobierno mediante un proceso
inclusivo.
116
Después de las extensos debates entre los bloques políticos iraquíes, el
Parlamento se reunió el 12 de noviembre, reeligió a Jalal Talabani como
Presidente de la República de Iraq y eligió al Presidente del Parlamento (de
la Lista Iraqiya), así como a sus dos segundos al mando (de la Tendencia
Sadrista y la Alianza del Kurdistán). El Presidente Talabani anunció entonces
que encargaría al Primer Ministro a Nuri al-Maliki (líder del bloque principal)
la creación del Gobierno. El 21 de diciembre, el Consejo de Representantes
confirmó la reunión de un amplio gabinete de representantes bajo el mando
de al-Maliki.
Estos avances fueron acogidos con beneplácito por la comunidad
internacional. El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon,
dio la bienvenida a este «gran paso en el proceso democrático del Iraq», e
instó a que se preste atención inmediata a la reconciliación nacional, la
reconstrucción y la estabilidad a largo plazo. También apeló a los líderes
iraquíes a que «sigan mostrando el mismo espíritu de colaboración a la hora
actuar con rapidez para concluir la creación del nuevo gobierno».
El RESG Melkert elogió a los partidos iraquíes por sus esfuerzos por llegar a
un acuerdo para una transición exitosa entre gobiernos elegidos bajo la
total soberanía del Iraq. Melkert pidió a los partidos que trabajaran codo
con codo, con un espíritu de unidad nacional.
Al mismo tiempo, la situación de la seguridad siguió siendo inestable, ya
que los ataques terroristas selectivos e indiscriminados continuaron durante
todo el año. Entre ellos se incluyen los atentados contra los miembros del
parlamento recién elegidos, los funcionarios del gobierno, los trabajadores
de los medios de comunicación y las minorías étnicas y religiosas. A pesar
de los desafíos en materia de seguridad, la UNAMI siguió cumpliendo su
mandato por séptimo año, extendiendo su apoyo al gobierno y al pueblo del
Iraq en todas las áreas estipuladas en las resoluciones del Consejo de
Seguridad pertinentes. Estas incluyen la mediación política, el apoyo
electoral y constitucional, los derechos humanos, la asistencia humanitaria y
para el desarrollo y la resolución de las cuestiones pendientes entre el Iraq
y los países vecinos.
117
MEDIACIÓN POLÍTICA INTENSIFICADA
Los líderes de la UNAMI siguieron centrándose en mediar en el diálogo
político y la reconciliación nacional. Antes de las elecciones, los esfuerzos
del RESG en este ámbito ayudaron a los líderes iraquíes a alcanzar acuerdos
sobre cuestiones clave como las enmiendas a la ley electoral.
Vistas de una calle en Baghdad el día de las elecciones parlamentarias en Iraq. 7 de marzo de 2010. (Foto ONU/Rick Bajornas)
A medida que la crisis poselectoral se intensificaba, Melkert se comprometió
extensamente con todos los bloques políticos iraquíes, instándolos a que
trabajaran juntos en aras del diálogo nacional y la reconciliación para crear
un Gobierno inclusivo y representativo.
Recomenzar el diálogo estancado entre árabes y kurdos en la provincia de
Ninewa en la región del Kurdistán iraquí también estuvo en el centro de los
esfuerzos del RESG para poner fin al boicot de la Lista de la Hermandad de
Ninewa, una coalición de siete partidos kurdos, al consejo provincial de esta
provincia. En estas conversaciones entre el Hadba (un partido árabe suní) y
la ista de la Hermandad de Ninewa, organizadas por el RESG, se trataron
asuntos como la situación de los presos, los derechos de las minorías y los
arreglos en materia de seguridad en la provincia. La UNAMI facilitó la
creación de un comité sobre personas desaparecidas y presos, y otro para
la protección de las minorías, con vistas a permitir el regreso de la Lista de
la Hermandad a la administración provincial y al consejo.
118
Con la formación del Gobierno dominando el programa político, la UNAMI
siguió asistiendo a los iraquíes para resolver algunos retos políticos y
constitucionales, incluidos los relacionados con las zonas en controversia, la
distribución de los ingresos, la aprobación de la legislación de hidrocarburos,
las relaciones entre los gobiernos federales, regionales y provinciales, el
proceso de revisión constitucional y el fortalecimiento de las instituciones de
gobernanza y el estado de derecho.
La UNAMI continuó con su compromiso de ayudar al Iraq a cumplir sus
obligaciones en virtud de las resoluciones del Capítulo VII del Consejo de
Seguridad, con el objetivo de colaborar en la eliminación de sanciones.
El 15 de diciembre se validaron esos esfuerzos cuando el Consejo de
Seguridad aprobó tres resoluciones históricas: devolvió el control de las
exportaciones de minerales al Gobierno del Iraq, finalizó formalmente las
actividades residuales del programa «petróleo por alimentos», y levantó las
restricciones sobre los programas de desarrollo de energía nuclear
(contenidas en las resoluciones 1956, 1957 y 1958, y en la declaración de
la Presidencia S/PRST/27). El Secretario General elogió la decisión, que
consideró como un gran paso hacia la restauración la posición del Iraq en la
comunidad de naciones. Respecto a la situación entre el Iraq y Kuwait, el
Consejo de Seguridad celebró, en su declaración de la Presidencia, el
progreso llevado a cabo por los gobiernos de estos dos países hacia la
resolución de las cuestiones pendientes entre ellos, e instó a que
prosiguiera la cooperación. También pidió al Iraq que cumpliera
prontamente con sus obligaciones restantes relativas a la situación con
Kuwait, bajo las resoluciones del Capítulo VII pertinentes.
DERECHOS HUMANOS
La promoción de los derechos humanos sigue siendo una prioridad para la
UNAMI, ya que la misión continuó vigilando los acontecimientos e
informando sobre ellos, así como aconsejando al Gobierno Iraquí.
El Representante del Secretario General para la cuestión de los derechos
humanos de los desplazados internos, Walter Kaelin, realizó una visita de
10 días al Iraq para poner de relieve los problemas a los que se enfrentan
las comunidades de desplazados internos en el país.
119
La UNAMI y sus socios también asistieron al Gobierno iraquí con el borrador
de su primera entrega nacional para el Examen Periódico Universal sobre
Derechos Humanos (EPU) y formó a los representantes de la sociedad civil
sobre cómo realizar informes para los órganos creados en virtud de tratados.
La UNAMI, los representantes de los Ministerios de Defensa, Justica y el
Interior y la Embajada de los Estados Unidos acordaron además establecer
un comité directivo nacional para vigilar los derechos humanos,
especialmente en las prisiones iraquíes. La UNAMI y UNICEF también están
copresidiendo en el país un grupo de tareas del mecanismo de vigilancia y
presentación de informes sobre la protección de los niños durante los
conflictos.
PRIORIDADES INTEGRADAS
La misión y el equipo de las Naciones Unidas en el país siguieron tratando
las cuatro prioridades identificadas en 2009 por las Naciones Unidas en el
Iraq: las controversias sobre las fronteras internas, las redes de protección
social, la realización de un censo nacional y un registro civil, y la gestión de
los recursos hídricos. Estas cuestiones requieren un enfoque integrado y
holístico por parte del sistema de la ONU en el Iraq que reconozca que el
desarrollo y la estabilidad política y humana están vinculados.
El trabajo humanitario y de recuperación de la ONU continúa centrándose
en abordar las consecuencias de la sequía, las actividades relativas a las
minas, la protección de los desplazados internos, los refugiados y los
repatriados, y en apoyar las redes de protección social. Sin embargo, la
falta de acceso y seguridad, unida a la insuficiente financiación humanitaria,
sigue obstaculizando la labor de las organizaciones humanitarias a la hora
de evaluar las necesidades insatisfechas y responder eficazmente. La mayor
presencia del personal de la UNAMI en los centros de todo el país
desempeñó un papel crucial en la vigilancia de la situación humanitaria y la
coordinación con los socios. La Oficina para el Desarrollo y el Apoyo
Humanitario, bajo el mando de la Representante Especial Adjunta del
Secretario General y Coordinadora Residente y de Asuntos Humanitarios
Christine McNab, continuó abogando por estas cuestiones y asegurando el
120
intercambio de información entre el sistema de la ONU y las contrapartes
gubernamentales.
El 11 de mayo, se logró una meta significativa en la planificación para el
desarrollo en el Iraq con la puesta en marcha del Marco de Asistencia de las
Naciones Unidas para el Desarrollo para el Iraq en el período 2011-2014.
Con el Plan Nacional de Desarrollo para el Iraq, el MANUD apoyará los
esfuerzos de este país para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
UNAMA: otro año difícil para el Afganistán
Los niños saludan al Secretario General, Ban Kimoon (izquierda) y a su Representante Especial para el Afganistán, Staffan de Mistura, mientras recorren el camino hacia el Ministerio de Relaciones Exteriores del Afganistán donde se realizó la Conferencia Internacional de Kabul sobre el Afganistán. Julio de 2010(Foto ONU / Eric Kanalstein)
Si el 2010 comenzó como el año de «ahora o nunca» para el Afganistán, a
fin de año la situación quedó menos clara. El Representante Especial del
Secretario General, Staffan de Mistura, quien ocupó su cargo en el mes de
marzo, opinó: «No hemos alcanzado todos los objetivos, pero tampoco nos
rendimos». La violencia y los ataques se expandieron por zonas que
previamente eran pacíficas. Pero al mismo tiempo, había una razón que
mantenía la esperanza de que en 2011 se harían los esfuerzos para iniciar
el diálogo con el fin de llegar a un acuerdo de paz.
121
Fue otro año muy difícil para las comunidades de esta zona. EL informe
semestral sobre derechos humanos de las Naciones Unidas en el Afganistán
(UNAMA) señaló un aumento de 3.268 víctimas civiles en seis meses, de las
cuales 1.271 fueron mortales. También se observó que las mujeres y niños
fueron los que sufrieron lo peor de la guerra y todas las cifras hacia finales
de año expresaban probablemente una escalada. En toda la zona, el blanco
para los insurgentes fueron los funcionarios del Gobierno local y los
trabajadores de asistencia humanitaria, lo cual se registró en una encuesta
nacional como el problema de inseguridad más grande para la mayoría de
los afganos. Los organismos de asistencia humanitaria de las Naciones
Unidas, junto con organizaciones afganas y otras internacionales, se
esforzaron para hacer llegar todo el apoyo necesario a las personas que
conviven con la violencia en las comunidades rurales, donde la pobreza se
ha agravado por 30 años de conflicto.
A comienzos del 2010, la UNAMA se enfrentaba a una ardua tarea. En la
práctica, y después del fatal ataque a los trabajadores de las Naciones
Unidas en la Residencia de Bakhtar (Kabul) a finales de 2009, la misión
reconsideró cómo vivir y operar bajo condiciones de seguridad cada vez
más precarias. En el terreno político, se replanteó cómo lograr que las
Naciones Unidas pudieran desempeñar un papel constructivo y útil en medio
de la crítica situación en asistir a los afganos a alcanzar lo que ellos
demandaban con urgencia: la paz.
Después de la partida del ex Jefe de la Misión, el Sr. Kai Eide, en marzo de
2010, el Representante Especial del Secretario General, Sr. de Mistura, no
vaciló a la hora de referirse a la urgente necesidad de reenfocar la misión
después de un tumultuoso 2009.Dió forma a lo que hoy se conoce como las
«3+1» prioridades de la UNAMA: apoyar a las elecciones parlamentarias
nacionales que trabajan junto al equipo PNUD/ELECT (Elect del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo); apoyar a los esfuerzos afganos
para iniciar un diálogo político; brindar un estímulo y apoyo práctico con el
fin de cooperar en la región con los vecinos del Afganistán para lograr la paz
sostenible; y contribuir a que la ayuda internacional y el fomento del
desarrollo sean más coherentes. La labor fundamental de la UNAMA se
centra tanto en la protección de los derechos humanos y en la igualdad de
122
las mujeres afganas como en su enfoque integral con los miembros del
equipo de las Naciones Unidas en el país, quienes continúan enviando a las
comunidades el apoyo humanitario que se necesita con urgencia así como el
de desarrollo. Un informe del PNUD de 2010 ubicó al Afganistán al final del
Índice de Desarrollo Humano de Asia.
El tema que resonaba en todas las normativas políticas así como en el
trabajo fundamental anual de las políticas de desarrollo era «liderazgo
afgano». El presidente y el Gobierno de Afganistán fueron pioneros en
establecer los pilares para lograr los esfuerzos hacia el diálogo una vez
acabado el conflicto. Después de la conferencia en Londres en el mes de
enero, el Presidente, el Sr. Karzai, convocó una Jirga Consultiva de la Paz
de 1600 miembros para el mes de junio, en la que se definieron los
parámetros para el diálogo con los talibanes. De acuerdo con las
recomendaciones de la Jirga, el mes de septiembre se estableció el Consejo
Superior de la Paz, formado por 70 miembros. La sociedad civil afgana
también celebró reuniones apoyadas por la UNAMA con el fin de hacer oír su
voz por los esfuerzos para delimitar un acuerdo de paz.
Después de una petición de asistencia por medio de las Naciones Unidas a
los esfuerzos del Afganistán de Oriente Medio en la búsqueda de nuevos
medio de paz, la UNAMA estableció el Grupo de Apoyo Salaam en el mes de
octubre.
En la memorable conferencia de Kabul en el mes de junio presidida por el
Secretario General Ban Ki-moon, los ministros de relaciones exteriores de
más de 40 países aprobaron los 23 programas prioritarios del gobierno que
tienen como objetivo una mejor gobernanza y proyectos de desarrollo para
el pueblo afgano.
El enfoque principal del 2010 fue el apoyo de la UNAMA y PNUD/ELECT para
las instituciones electorales independientes del Afganistán. Estas
organizaciones recibieron un alto reconocimiento en las segundas elecciones
parlamentarias celebradas con una estricta seguridad en el país por haber
alcanzado estándares significativamente más altos que en las elecciones de
2009. Si bien el día de las elecciones se produjeron denuncias de
irregularidades y fraude generalizados, las autoridades electorales
123
realizaron una ardua labor para evitarlo, llegando a invalidar 1,3 millones de
votos emitidos.
En el proceso previo a las votaciones, el Representante Especial del
Secretario General de Mistura reconoció: «el Afganistán debería sentirse
orgulloso solo por el hecho de que estas elecciones se puedan llevar a cabo
y que tantos candidatos expongan sus caras, sus nombres y sus propias
campañas, con la esperanza de que muchos afganos los voten».
El 2011 comienza con algunos firmes interrogantes: ¿Las gestiones políticas
de 2010 demostrarán ser la base en la que nazca el diálogo? ¿Se puede
lograr el progreso hacia un acuerdo de paz entre los afganos? ¿Cómo guiará
la transición guiada por la OTAN hacia la responsabilidad afgana en materia
de seguridad en las provincias? ¿Se contendrá el coste humanitario y en
materia de derechos humanos del conflicto? La UNAMA juega un papel muy
importante en el apoyo de las iniciativas por la paz encabezadas por el
Afganistán en 2011. Además, esta organización continúa la función como
familia de las Naciones Unidas y defiende los derechos humanos del pueblo
afgano y apoya sus necesidades humanitarias.
UNMIT: ayudando a fortalecer los cimientos de la futura prosperidad y estabilidad en Timor-Leste
124
Un agente de policía de la ONU perteneciente la unidad de policía marítima de la UNMIT da indicaciones a sus compañeros timorenses en Dili (Timor-Leste). 15 de enero de 2010. (Foto ONU/Marine Perret)]
En el año 2010, la situación política y de la seguridad en Timor-Leste fue
estable, lo que proporcionó a las instituciones estatales la oportunidad de
centrarse cada vez más en los retos a largo plazo del país. A su vez, la
Misión Integrada de las Naciones Unidas en Timor-Leste (UNMIT) hizo de la
creación de capacidad su principal labor para el año siguiente.
La Representante Especial del Secretario General y Jefe de la UNMIT,
Ameerah Haq, informó al Consejo de Seguridad de la ONU el 19 de octubre
de que el discurso político en el país había superado en general los
dramáticos acontecimientos de 2006 para centrarse en conversaciones
sobre cómo consolidar en el futuro los actuales logros y asegurar la futura
prosperidad y estabilidad de Timor-Leste.
125
Un agente de policía chino de la ONU que presta servicio con la UNMIT visita un orfanato dirigido por monjas en la capital timorense de Dili. 24 de febrero de 2010. (Foto ONU/Martine Perret)
Se han desarrollado numerosos planes, estrategias e instituciones con un
enfoque a largo plazo, entre ellos la Comisión de Lucha contra la Corrupción,
el plan estratégico para el sector de la justicia de Timor-Leste y un conjunto
de leyes de seguridad nacional. Sin embargo, avanzar en la aplicación de
estos decisivos pasos iniciales y mantener el empeño en la realización de
esfuerzos para abordar la precariedad sistémica, política e institucional son
algunos de los retos a los que se enfrenta hoy en día este país.
La estabilidad es un factor esencial en el proceso de consolidación de la paz
en Timor-Leste. La policía de la UNMIT y la Policía Nacional de Timor-Leste
(PNTL) han contribuido en gran medida a lograr la seguridad y estabilidad
actuales. Además, continúa la buena cooperación con las fuerzas de
seguridad internacionales de Australia y Nueva Zelandia, también
desplegadas en el país. De hecho, desde 2006, la misión ha apoyado
activamente los esfuerzos de las autoridades timorenses para que la PNTL
se convierta en un servicio policial sostenible, responsable y profesional.
En muchas operaciones de mantenimiento de la paz, la policía de las
Naciones Unidas supervisa, entrena o apoya a la policía nacional: Desde
2006, a la policía de la UNMIT también se le han encomendado
responsabilidades policiales ejecutivas provisionales en Timor-Leste. El
Comisionado de Policía de las Naciones Unidas, en ejercicio de sus funciones
y con total respeto por la soberanía de Timor-Leste, trabaja en estrecha
colaboración y consulta con el Comandante General de la PNTL.
En el año 2009, la ONU empezó a transferir responsabilidades policiales
básicas a la PNTL, proceso que continuó durante 2010. En diciembre de ese
año, la Policía Nacional había vuelto a asumir las responsabilidades
principales en 10 de los 13 distritos del país, sin que eso supusiera ningún
cambio importante en la situación de la seguridad en dichas zonas. Solo
quedan seis unidades de la PNTL y tres distritos pendientes de volver a
asumir estas responsabilidades, de entre los cuales Dili, la capital del país,
sigue siendo el que presenta más retos. Se espera que este proceso se
126
complete totalmente en 2011, asumiendo que se cumplan los criterios
acordados mutuamente para la transferencia.
No obstante, el hecho de que la PNTL vuelva a asumir estas
responsabilidades no supone la completa retirada de la policía de la UNMIT.
Esta última seguirá estando presente en los 13 distritos y continuará
apoyando la mayor preparación, la creación de capacidad, el desarrollo
institucional y el fortalecimiento de la Policía Nacional. A lo largo del año
2010, la UNMIT proporcionó formación a la PNTL en materia de derechos
humanos, incluidos aspectos como el uso de la fuerza y el respeto de los
derechos humanos durante la detención, el arresto y la investigación. La
UNMIT y los socios internacionales también ofrecieron entrenamiento a los
miembros de las fuerzas armadas timorenses, las Falintil-Forças de Defesa
de Timor-Leste (F-FDTL), en el ámbito de los derechos humanos, el estado
de derecho y toma de conciencia en materia de género.
El Gobierno y la UNMIT están trabajando en estrecha colaboración en la
creación de estrategias para cumplir los retos posteriores a la reanudación:
seguir fomentando la capacidad del PNTL y reforzar las instituciones.
Actualmente se está negociando un nuevo acuerdo para cubrir estos
aspectos.
Si bien la actuación de la Policía Nacional de Timor-Leste sigue haciendo
progresos, los retos persisten. Entre ellos se incluyen la institucionalización
de los mecanismos disciplinarios eficaces, las estructuras de mando y
control, los mecanismos de control de armamentos y los procesos de
planificación, así como de la prestación de suficiente apoyo logístico. En casi
todos los distritos, la PNTL sigue enfrentándose a una grave carencia de
material logístico y, en consecuencia, depende continuamente de la policía
de UNMIT para llevar a cabo sus tareas cotidianas.
Un agente de policía chino de la ONU para la UNMIT visita un orfanato
dirgido por monjas en la capital timorense de Dili. 24 de febrero de 2010.
(Foto ONU/Martine Perret) El equipo de derechos humanos de la UNMIT
siguió vigilando e informando de los casos de supuestos malos tratos por
parte de los miembros de las fuerzas de seguridad. El número de
127
violaciones de los derechos humanos de las que han informado la PNTL y la
F-FDTL permanece estable, si bien se han percibido algunas mejoras
respecto a la responsabilidad gracias al aumento de la implantación de
medidas disciplinares internas para los miembros de las fuerzas de
seguridad, especialmente la Policía Nacional.
La violencia doméstica y de género son unas de las cuestiones más
urgentes que deben abordar la policía de las Naciones Unidas y la timorense,
en colaboración con el sistema judicial y la población en general. A pesar de
que estas agresiones están muy extendidas, los culpables rara vez reciben
un castigo mediante el sistema formal de justicia. La Dependencia de
Protección de Personas Vulnerables de la PNTL continúa investigando estos
casos de maltrato. El 3 de mayo de 2010, el Parlamento Nacional aprobó
una esperada ley sobre la violencia doméstica. El Fondo de Desarrollo de las
Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) proporcionó apoyo al gobierno a la
hora de elaborar la legislación y trabajó específicamente con los miembros
del grupo de mujeres parlamentarias acerca de varios aspectos de este
tema, incluida la necesidad de concienciar en mayor medida a la población.
Los socios del sistema de la ONU en Timor-Leste, entre ellos UNIFEM, han
apoyado a las autoridades de este país y a otros interesados en una serie
de medidas para abordar la cuestión de la violencia de género. La campaña
nacional para acabar con el maltrato a la mujer sigue adelante, con la
promoción y la defensa de los principales líderes nacionales.
La situación humanitaria se ha estabilizado considerablemente desde 2006,
hasta tal punto que en 2010 la ONU suprimió la plaza de Coordinador de
Asuntos Humanitarios en Timor-Leste. Los proyectos en curso del Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización Internacional
para las Migraciones siguen apoyando el regreso sostenible de los antiguos
desplazados internos. El Gobierno, junto con el Programa Mundial de
Alimentos, ha establecido un sistema interinstitucional de evaluación de la
seguridad alimentaria para ayudar a mejorar la preparación y la respuesta
en caso de desastre.
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Un agente de policía filipino de la ONU y su compañero de la Policía Nacional de Timor-Leste durante su patrulla nocturna conjunta en Dili (Timor-Leste). 2 de agosto de 2010. (Foto ONU/Martine Perret)
Los Estados Miembros de la Naciones Unidas y el Gobierno de Timor-Leste
esperan que la UNMIT empiece a retirarse durante la segunda mitad de
2012. Ya ha comenzado la planificación preliminar, en consulta con el
Gobierno, para que la transición se lleve a cabo sin contratiempos. Esta
labor incluye la identificación de las tareas que deben continuar y de los
agentes que las llevarán a cabo, tras el fin del mandato de la UNMIT,
mientras este joven país sigue su camino hacia la paz y el desarrollo
sostenibles.
129
La misión de la ONU prepara la retirada de Nepal
Soldados del ejército maoísta se despiden de sus compañeros desmovilizados en un acantonamiento al oeste de Nepal. Febrero de 2010 (Foto ONU/Chandra Shekhar Karki)
A pesar de los positivos avances que se han producido en el proceso de paz
en Nepal durante 2010, este año ha estado marcado por el estancamiento
político y el cumplimiento de los plazos en la aplicación de los compromisos
aprobados en el Acuerdo General de Paz de 2006. Gracias al apoyo de la
Misión de las Naciones Unidas en Nepal (UNMIN) en la supervisión del
ejército maoísta y el nepalí, el gobierno y el Partido Comunista Unificado de
Nepal- maoísta (PCUN-M) siguieron debatiendo las modalidades de la
integración de los efectivos del ejército maoísta en las fuerzas de seguridad
o su rehabilitación en la sociedad. No obstante, el consenso fue difícil de
alcanzar.
Mientras UNMIN preparaba la retirada de Nepal el 15 de enero de 2011
según el acuerdo entre las partes y a petición del gobierno, los oficiales de
las Naciones Unidas se comprometieron a mantener su apoyo al proceso
después de la partida de la misión.
El proceso de paz empezó el año con buen pie, cuando el ejército maoísta
desmovilizó a las 4008 personas que habían sido declaradas no aptas en el
proceso de verificación dirigido por la UNMIN. De ellos, tres cuartas partes
quedaron descalificadas debido a que se alistaron al ejército maoísta siendo
menores de edad y el resto porque habían ingresado después de la cesación
130
del fuego que había puesto fin a 10 años de conflicto en Nepal en 2005. El
proceso de desmovilización, que duró treinta días y terminó el 8 de febrero
de 2010, tuvo lugar tras la firma de un acuerdo sobre un plan de acción de
rehabilitación entre PCUN, el Gobierno y las Naciones Unidas. En noviembre,
el Grupo de Trabajo del Consejo de Seguridad sobre los niños y los
conflictos armados realizó una visita de una semana a Nepal para evaluar el
progreso de la aplicación del plan de acción.
El progreso hacia la paz sufrió un duro golpe con la muerte el 20 de marzo
del presidente del partido Congreso Nepalí, G. P. Koirala. La intervención del
cinco veces primer ministro, una figura destacada en la política nepalí, fue
determinante para convencer a las partes de que aceptaran que los
maoístas tomaran parte en las negociaciones de 2005. Fue un defensor del
proceso hasta el día de su muerte.
En mayo, la huelga general de una semana de duración convocada por los
maoístas para pedir la dimisión del Gobierno paralizó gran parte del país. La
Asamblea Constituyente no logró entonces cumplir el plazo de dos años que
tenía para redactar la nueva constitución en cumplimiento del Acuerdo
General de Paz. En la fecha límite (el 28 de mayo) las partes acordaron
ampliar el instrumento un año más, lo que evitó el fracaso del proceso de
paz pero no resolvió sus diferencias.
A lo largo de todo el año, las partes han llegado a acuerdos tardíos para
solicitar la ampliación del mandato de la UNMIN. Con un Consejo de
Seguridad cada vez más reticente a prorrogar la misión sin que se produzca
un avance sustancial en el proceso de paz, la incertidumbre se generalizó
en los días previos a la reunión del Consejo en Nepal, el 15 de septiembre,
fecha en la que vencía el mandato. El 13 de septiembre, el Presidente del
PCUN-M, Pushpa Kamal Dahal «Prachanda», y el Primer Ministro, Madhav
Kumar Nepal, firmaron un acuerdo para solicitar a la UNMIN una última
prórroga de cuatro meses y para «completar básicamente» las tareas del
proceso de paz que aún quedaban pendientes antes del 14 de enero de
2011.
131
Atendiendo esta petición, la resolución 1939 del Consejo de Seguridad
explicitaba que la UNMIN abandonaría Nepal cuando concluyese su mandato,
el 15 de enero de 2011. En vísperas del periodo de sesiones del Consejo a
mediados de septiembre, y durante los días posteriores, las partes
consensuaron una serie de acuerdos sobre el procedimiento. El 16 de
septiembre, el comité especial encargado de la vigilancia, integración y
rehabilitación del personal militar maoísta aprobó unas directrices para la
supervisión y el control del ejército maoísta. Sin embargo, a comienzo de
diciembre, no se habían producido grandes cambios. Así lo comprobó el
Secretario General Adjunto para Asuntos Políticos, B. Lyyn Pascoe, cuando
visitó el país por tercera vez en 2010 para evaluar los progresos del proceso
de paz y los mecanismos para concluir el mandato de la UNMIN.
El 9 de diciembre, el Consejo de Seguridad destacó la necesidad de que el
gobierno nepalí y todas las partes políticas implicadas aprovechasen las
últimas semanas de la misión de las Naciones Unidas en Nepal para crear
un espíritu de compromiso que garantice el progreso de las cuestiones clave
del proceso de paz. Hacia finales de año, las partes todavía debían acordar
un plan de trabajo para la integración y la rehabilitación del personal militar
maoísta, así como los mecanismos de supervisión para facilitar la retirada
ordenada de la UNMIN de Nepal.
132
La estabilidad en Kosovo se mantiene durante el tiempo de cambios políticos
En 2010, tras 11 años desde que se desplegase la Misión de Administración
Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK), la situación en el
país se mantuvo estable en gran medida, a pesar de los nuevas dificultades
que los acontecimientos políticos habían planteado a las instituciones locales
e internacionales.
La tan esperada opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia
(CIJ) sobre la legalidad de la declaración unilateral de independencia de
Kosovo en 2008, que se había proclamado el 22 de julio, consideró que esta
declaración no infringía el derecho internacional.
El 9 de septiembre, la Asamblea General aprobó una resolución auspiciada
conjuntamente por los 27 Estados Miembros de la Unión Europea (UE) y
Serbia que puso de relieve la disposición de la UE para facilitar un proceso
de diálogo entre Belgrado y Pristina. El Secretario General reiteró la
importancia del diálogo entre las partes como un factor decisivo para
promover la paz, la seguridad y la estabilidad en el contexto de la
perspectiva europea para la región y reafirmó la disposición de las Naciones
Unidas a contribuir al proceso en estrecha colaboración con la Unión
Europea.
El 27 de septiembre, el Presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu dejó el cargo
después de que el Tribunal Constitucional dictaminase que había infringido
la constitución kosovar por ocupar simultáneamente el cargo de Presidente
de Kosovo y el de dirigente de un partido político. El 18 de octubre, el
Gobierno de coalición se vino abajo y, el 2 de noviembre, la Asamblea de
Kosovo apoyó una moción de censura contra el Gobierno del Primer Ministro
Hashim Thaçi. Se convocaron elecciones generales anticipadas para el día
12 de diciembre.
133
La Misión siguió haciendo hincapié en la importancia de fomentar la
seguridad, la estabilidad y el respeto a los derechos humanos en Kosovo
mediante el compromiso con todas las comunidades y con las autoridades
de Pristina y Belgrado, así como con los interlocutores regionales e
internacionales. En 2010, la labor de UNMIK de ayudar a las comunidades
de Kosovo con poca representación siguió sirviendo como un medio para
aliviar las tensiones y resolver problemas prácticos. En una acción
coordinada con ACNUR, Mercy Corps International, los romaníes y otros
residentes del campamento de Česmin Lug, situado al norte de Mitrovica,
UNMIK cerró y precintó al fin este insalubre campamento. Parte de sus
residentes fueron trasladados a viviendas construidas recientemente con la
financiación de USAID en el Mahalla romaní; otros, al campamento de
Osterode, mientras se construían viviendas adicionales financiadas por la UE.
Otro aspecto fundamental de la labor de UNMIK durante el 2010 fue
continuar facilitando la participación de las instituciones kosovares en los
mecanismos multilaterales de la región, ya que de lo contrario las
desavenencias entre los miembros implicados en el estatuto de Kosovo
podrían impedir su participación. A pesar de que las autoridades kosovares
no han recibido con entusiasmo el papel de facilitador de UNMIK, lo cual
suscitó preocupación ante la posible negativa de Kosovo de no participar en
algunos foros, se ha reconocido en general la importancia de la cooperación
regional y de un enfoque razonablemente pragmático. A este respecto,
UNMIK siguió prestando asistencia y proponiendo medios prácticos para
superar los obstáculos políticos.
Algunos incidentes de importancia relativamente baja entre diferentes
etnias en el norte de Kosovo pusieron de manifiesto el riesgo de
inestabilidad y recordaron la urgente necesidad de tratar las cuestiones que
siguen generando fricciones entre las comunidades. El reto principal de
UNMIK en el norte de Kosovo continuó siendo el compromiso con las
comunidades y la mediación entre ellas, además de hacer de intermediario
entre las autoridades de Kosovo septentrional y Pristina. En este aspecto,
2010 fue testigo de positivos avances, que se lograron gracias a las
actividades de facilitación de UNMIK en el norte de Kosovo. Por ejemplo, en
el barrio de Kroi i Vitakut/Brdjani, al norte de Mitrovica, en 2009 las
134
comunidades serbo y albanokosovares se enfrentaron repetidas veces por el
retorno de personas y la reconstrucción, mientras que en 2010 hubo
relativamente pocos incidentes y se construyeron numerosos edificios y
casas por parte de las comunidades y por las familias que querían regresar
a sus hogares.
Kosovo reapareció en el panorama internacional en diciembre cuando, en
respuesta a un informe del investigador principal, el Consejo de Europa
solicitó una serie de investigaciones a nivel nacional e internacional en
busca de pruebas sobre desapariciones, tráfico de órganos, corrupción y
conspiración entre grupos criminales organizados y la clase política de
Kosovo.
Un poco antes, en julio, una sala de apelaciones del Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia, con sede en la Haya, ordenó que se
volviese a juzgar al antiguo primer ministro de Kosovo, Ramush Haradinaj,
por crímenes de guerra, debido a la presunta intimidación de los testigos en
el primer juicio, que tuvo lugar dos años atrás.
En diciembre de 2010, 72 de los 192 Estados Miembros de las Naciones
Unidas ya habían reconocido a Kosovo como un estado independiente,
incluyendo a 22 de los 27 Estados Miembros de la Unión Europea y a 24 de
los 28 Estados Miembros de la OTAN. No obstante, en la actualidad la
mayoría de los Estados Miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas no reconoce a Kosovo.
UNMIK sigue cumpliendo su mandato de manera neutral y opera de
conformidad con la resolución 1244 (1999) del Consejo de Seguridad, junto
con la Misión de la Unión Europea por el Estado de Derecho en Kosovo
(EULEX), que se desplegó en diciembre de 2008 y actúa bajo la autoridad
general de las Naciones Unidas.
135
Compromiso con una paz duradera en Chipre
El Secretario General Ban Ki-moon (en el centro) se reúne con Dimitris Christofias, el mandatario grecochipriota (a la izquierda), y Derviş Eroğlu, el mandatario turcochipriota, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. 18 de noviembre de 2010. (Foto ONU/ Paulo Filgueiras)
Los encuentros entre el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-
moon, y los líderes de las dos principales comunidades de Chipre han
marcado el inicio y el fin de 2010 en la isla. Estas reuniones se han visto en
gran medida como una expresión del apoyo personal del Secretario General
a las negociaciones chipriotas para reunificar el dividido país, y como un
esfuerzo para exhortar a los líderes a conseguir avances concretos en las
negociaciones en marcha.
El Secretario General visitó la isla durante tres días, del 31 de enero al 2 de
febrero de 2010. Fue su primera visita a Chipre desde que asumió el cargo.
y sirvió de estímulo, muy necesario, para las negociaciones que llevan
desarrollándose algo más de dos años.
136
El Secretario General Ban Ki-moon (en el centro) asiste a la ceremonia inaugural de la segunda fase de los trabajos de estabilización de la calle Ledra-Lokmacı en Nicosia (Chipre). El paso fue inaugurado en abril de 2008 tras un acuerdo entre los líderes grecos y turcochipriotas. 1º de febrero de 2010 (Foto ONU/Eskinder Debebe)
Los renovados esfuerzos para
reunificar la isla empezaron en
2008, cuando los líderes de las
comunidades greco y
turcochipriotas comenzaron el
proceso de negociación con
Alexander Downer, Asesor
Especial del Secretario General,
que cumplió con las funciones de
Negociador Jefe y Jefe de la
Misión de Buenos Oficios del
Secretario General. Desde entonces, los dos mandatarios se han reunido en
más de 90 ocasiones bajo los auspicios de las Naciones Unidas, 30 de ellas
a lo largo de 2010, en una clara demostración de su compromiso para
alcanzar una solución integral para el ya prolongado problema de Chipre.
Sin embargo, la falta de un progreso evidente en las negociaciones requirió
una vez más la implicación personal del Secretario General, en esta ocasión
por medio de una reunión con los líderes greco y turcochipriotas en la sede
de la ONU en noviembre.
Tras ese encuentro, el Secretario General anunció que ambos mandatarios
habían acordado intensificar su contacto en las semanas siguientes con el
fin de establecer un plan práctico para superar los puntos principales de
discrepancia. Y añadió: «Las negociaciones de paz en Chipre estaban
perdiendo fuerza y necesitaban un estímulo para que ambas partes puedan
llegar a un acuerdo mientras quede tiempo y ocasiones políticas para ello».
El Secretario General y los líderes chipriotas acordaron reunirse de nuevo a
finales de enero de 2011 en Ginebra.
137
En abril de 2010, Derviş Eroğlu fue elegido como nuevo líder de la
comunidad turcochipriota, en sustitución de Mehmet Ali Talat, que había
sido el interlocutor de la parte turcochipriota en las negociaciones directas
con el líder grecochipriota Dimitris Christofias desde el inicio de la ronda de
negociaciones actual.
Por su parte, en la ONU también se produjo un cambio de líder cuando Lisa
M. Buttenheim sustituyó en junio a Tayé-Brook Zerihoun como jefe de la
misión. En sus cargos como Representante Especial del Secretario General
en Chipre, Jefa de Misión de la UNFICYP y Asesora Especial Adjunta del
Secretario General, Buttenheim aporta al cargo una abultada experiencia en
mantenimiento de la paz y asuntos políticos.
Entre los logros conseguidos a lo largo del año destaca la inauguración por
parte de ambos líderes del puesto fronterizo de Limnitis/Yeşilırmak, en el
noroeste de la isla, el 14 de octubre. Este paso une ambas comunidades y
supone, por tanto, un aliciente para las negociaciones en proceso, a la vez
que marca el final de una larga espera para los residentes de la zona. Con
la apertura del puesto, el séptimo acceso de esas características que une
ambas partes, culminan más de dos años de esfuerzos coordinados por los
mandatarios, se han reducido drásticamente las distancias en la región y se
ha abierto una ruta más directa hacia Nicosia. El Secretario General, Ban Ki-
moon, ha declarado que la apertura del puesto serviría para «fortalecer el
clima de confianza y buena voluntad necesarias para que las negociaciones
culminen cuanto antes en un acuerdo duradero y aceptable para ambas
partes».
Otro gran logro de 2010 fue el del personal de remoción de la ONU, que en
octubre superó la cifra de 25.000 minas detectadas y destruidas y que
supone un gran paso adelante hacia una zona de separación libre de minas
y, en última instancia, hacia el desminado total de Chipre. Desde finales de
2004, los equipos de desminadores vinculados al Centro de las Naciones
Unidas de actividades relativas a las minas en Chipre han estado trabajando
a lo largo de los 180 kilómetros (112 millas) que mide la zona de separación
para limpiarla de las minas terrestres sembradas durante el brote de
violencia de 1974. Buttenheim ha declarado: «Llegar a este punto supone
138
otro importante paso adelante en nuestras actividades al servicio de ambas
comunidades, y esperamos que sirva como un preludio a una siguiente fase
satisfactoria y exitosa, a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo
marcado de limpiar de minas la zona de separación, y esperamos que,
finalmente, todo Chipre».
Otro evento significativo fue la inauguración en julio de la Sala de
Comunicaciones Conjuntas, una iniciativa de las dos comunidades que
cuenta con el apoyo de la UNFICYP y cuyo objetivo es facilitar el
intercambio de información sobre delincuencia y otros asuntos relacionados
entre las dos principales comunidades de la isla. Se trata de una operación
permanente llevada a cabo por expertos greco y turcochipriotas en
aplicación de la ley junto con agentes de policía de la UNFICYP, que permite
a las fuerzas del orden de ambos lados de la frontera intercambiar
información sobre robos, asesinatos, delitos relacionados con las drogas y el
tráfico de seres humanos, entre otros asuntos.
El año 2010 ha añadido unas cuantas páginas al historial de la ONU en
Chipre, cuya acción se desarrolla desde hace 46 años: la UNFICYP, la Misión
de Buenos Oficios y otros organismos y programas de las Naciones Unidas
continuaron apoyando la reconciliación y promoviendo la paz en la isla. Tal
y como han repetido en varias ocasiones el Secretario General y su equipo,
«la solución está al alcance», y está en manos de las dos comunidades y
sus líderes. La Organización de las Naciones Unidas está preparada para
ayudar a ambas partes en sus esfuerzos para hallar una salida y lograr un
futuro común de prosperidad y paz duradera.
139
Operaciones de paz de las Naciones Unidas Hasta el 31 de diciembre de 2010
Operaciones de mantenimiento de la paz desde 1948: 64
Operaciones de mantenimiento de la paz actuales: 15
Operaciones de mantenimiento de la paz actuales bajo la dirección y el apoyo del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la paz de la ONU: 16
PERSONAL:
Personal uniformado: (81.792 soldados, 14.318 policías y 2.201 observadores militares): 98.311
Países que aportan contingentes de personal uniformado: 115
Personal civil internacional: 5.798
Personal civil local: 14.192
Voluntarios de las Naciones Unidas: 2.626
Número total de personas que prestan servicio en las 15 operaciones de mantenimiento de la paz: 120.927
Número total de personas que prestan servicio en las 16 operaciones de paz en curso dirigidas por el DOMP: 123.001
Número total de víctimas mortales en operaciones de paz desde 1948: 2.850
ASPECTOS FINANCIEROS
Recursos aprobados para el periodo desde el 1º de julio de 2010 hasta el 30 de junio de 2011: alrededor de 7.260 millones de dólares.
Estimación total del costo de operaciones desde 1948 hasta el 30 de junio de 2010: alrededor de 69.000 millones de dólares.
Cuotas pendientes de pago para las operaciones de mantenimiento de la paz: alrededor de 2.460 millones de dólares.
* Estas cifras solo incluyen 15 operaciones de mantenimiento de la paz. Las estadísticas de la UNAMA, una misión política especial dirigida y apoyada por la DOMP, se pueden encontrar en http://www.un.org/en/peacekeeping/documents/ppbm.pdf
** Estas cifras incluyen el número total de personal uniformado y personal civil que prestan servicio en 15 operaciones de mantenimiento de la paz y en una operación política guiada por el DOMP (UNAMA).
140
*** Incluye a las víctimas mortales de las operaciones de paz de las Naciones Unidas.
Operaciones de mantenimiento de la paz actuales
ONUVT: Desde mayo de 1948
Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua
Efectivos: 149 observadores militares; 88 civiles internacionales; 127 civiles locales. Total de personal: 364
Víctimas mortales: 50
Consignación para 2010/2011: 60,7 millones de dólares.
UNMOGIP: desde enero de 1949
Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en la India y el Pakistán
Efectivos: 44 observadores militares; 24 civiles internacionales; 48 civiles locales. Total de personal: 116. Víctimas mortales: 11
Consignación para 2010 - 2011: 16.150.000 dólares
UNFICYP: desde marzo de 1964
Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre
Efectivos: 854 soldados; 68 policías; 39 civiles internacionales; 114 civiles locales. Total de personal: 1.075
Víctimas mortales: 180
Presupuesto aprobado o aprobado para el período julio 2010 – junio 2011: 58.160.000 dólares
141
FNUOS: desde junio de 1974
Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación
Efectivos: 1.045 soldados; 41 civiles internacionales; 103 civiles locales. Total de personal: 1.189
Víctimas mortales: 43
Presupuesto aprobado para el período julio 2010 – junio 2011: 47.810.000 dólares
FPNUL: desde marzo de 1978
Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano
Efectivos: 11.961 soldados 337 civiles internacionales; 659 civiles locales. Total de personal: 12.957
Víctimas mortales: 290
Presupuesto aprobado para el período julio 2010 – junio 2011:518.710.000 dólares
MINURSO: desde abril de 1991
Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental
Efectivos: 207 observadores militares; 29 soldados; 6 policías; 99 civiles internacionales; 164 civiles locales;19 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 524
Víctimas mortales: 15
Presupuesto aprobado para el periodo julio 2010 – junio 2011: 60.040.000 dólares
UNMIK: desde junio de 1999
Misión de Administración Provisional de las Naciones Unidas en Kosovo
Efectivos: 8 observadores militares; 8 policías; 146 civiles internacionales; 232 civiles locales; 28 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 422.
Víctimas mortales: 54
Presupuesto aprobado para el periodo julio 2010 – junio 2011:47.870.000 dólares
142
MONUSCO: desde julio de 2010
Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo
Efectivos: 714 observadores militares; 17.129 soldados;1.262 policías; 964 civiles internacionales; 2.805 civiles locales;599 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 23.473.
Víctimas mortales: 8
Presupuesto aprobado para el periodo julio 2010 – junio 2011:1.369.000.000 dólares
UNMIL: desde septiembre de 2003
Misión de las Naciones Unidas en Liberia
Efectivos: 131 observadores militares; 7.938 soldados; 1.323 policías; 445 civiles internacionales; 979 civiles locales; 221 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 11.037
Víctimas mortales: 151
Presupuesto aprobado para el período julio 2010 – junio 2011: 524.050.000 dólares
ONUCI: desde abril de 2004
Naciones Unidas
Efectivos: 186 observadores militares; 7.569 soldados; 1.316 policías; 389 civiles internacionales; 737 civiles locales; 267 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 10.464
Víctimas mortales: 71
Presupuesto aprobado para el período julio 2010 – junio 2011: 485.080.000 dólares
MINUSTAH: desde junio de 2004
Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití
Efectivos: 8.744 soldados; 3.240 policías; 510 civiles internacionales; 1.214 civiles locales; 234 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 13.942
Víctimas mortales: 159
143
Autorización para contraer compromisos de gastos para el período julio 2010 - diciembre 2010: 380 millones de dólares
UNMIS: desde marzo de 2005
Misión de las Naciones Unidas en el Sudán
Efectivos: 480 observadores militares; 9.300 soldados; 636 policías; 966 civiles internacionales; 2.837 civiles locales; 489 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 14.708.
Víctimas mortales: 55
Presupuesto aprobado para el periodo julio 2010 – junio 2011: 938 millones de dólares
UNMIT: desde agosto de 2006
Misión Integrada de las Naciones Unidas en Timor-Leste
Efectivos: 35 observadores militares; 1.482 policías; 372 civiles internacionales; 894 civiles locales; 173 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 2.956.
Víctimas mortales: 9
Presupuesto aprobado para el periodo julio 2010 - junio 2011: 206.310.000 dólares
UNAMID: desde julio de 2007
Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur
Plantilla actual:247 observadores militares; 17.220 soldados; 4.977 policías; 1.101 civiles internacionales; 2.775 civiles locales; 473 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 26.793.
Dotación autorizada: 240 observadores militares; 19.315 soldados; 6.432 policías; 1.579 civiles internacionales; 3.455 civiles locales; 548 voluntarios de las Naciones Unidas.
Víctimas mortales: 79
Presupuesto aprobado para el periodo julio 2010 – junio 2011: 1.808.130.000 dólares
144
MINURCAT: desde septiembre de 2007
Misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana y el Chad
Plantilla actual: 3 soldados; 277 civiles internacionales; 504 civiles locales; 123 voluntarios de las Naciones Unidas. Total de personal: 907.
Víctimas mortales: 7
Autorización para contraer compromisos de gastos para el período julio 2010 - diciembre 2010: 215 millones de dólares.
Misiones finalizadas en 2010:
MONUC: desde noviembre de 1999 hasta junio de 2010
Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo
MINURCAT: desde septiembre 2007 hasta el 31 de diciembre de 2010
Misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana y el Chad
NOTA: Se financian a la ONUVT y UNMOGIP desde el presupuesto ordinario bienal de las Naciones Unidas. La financiación de los costos para las Naciones Unidas de las otras operaciones en curso se realiza desde sus propias cuentas separadas en base a cuotas jurídicamente vinculantes para todos los Estados Miembros. Para estas misiones, a menos que se especifique lo contrario, las cifras son por el período anual de junio 2010 - julio 2011.Información sobre las misiones políticas de las Naciones Unidas en DPI/2166/Rev.91/Corr.1, también disponible en el sitio web http://www.un.org/en/peacekeeping/documents/ppbm.pdf
145
Misiones políticas y de consolidación de la paz de las Naciones Unidas
Hasta el 31 de diciembre de 2010
NÚMERO DE MISIONES: 12
PERSONAL:
Personal uniformado: 343
Personal civil internacional: 1.099
Personal civil local: 2.716
Voluntarios de las Naciones Unidas: 128
Número total de personas que prestan servicio a las misiones políticas y de consolidación de la paz de las naciones unidas: 4.286
Información sobre las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en DPI/1634 Rev.116/Corr.1 o en el sitio web de las Naciones Unidas http://www.un.org/en/peacekeeping/documents/bnote010101.pdf
UNPOS: desde el 15 de abril de 1995
Oficina Política de las Naciones Unidas para Somalia
Representante Especial del Secretario General: Augustine Mahiga (Tanzania)
Efectivos: 47 civiles internacionales; 11 civiles locales
UNOGBIS: desde el 3 de marzo de 1999
Oficina de las Naciones Unidas de Apoyo a la Consolidación de la Paz en Guinea- Bissau
Representante del Secretario General: Joseph Mutaboba (Rwanda)
Efectivos: 55 civiles internacionales; 39 civiles locales. 1 asesor militar
146
UNSCO: desde 1º de octubre de 1999
Oficina del Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz del Oriente Medio
Coordinador Especial para el Proceso de Paz en Oriente Medio y Representante Personal del Secretario General de la Organización de Liberación de Palestina y la Autoridad Palestina: Robert H. Serry (Países Bajos)
Efectivos: 29 civiles internacionales; 29 civiles locales
BINUCA: desde 1º de enero de 2010
Oficina Integrada de las Naciones Unidas para la Consolidación de la Paz en la República Centroafricana
Representante del Secretario General: Sahle-Work Zewde (Etiopía)
Efectivos: 52 civiles internacionales; 54 civiles locales. 5 asesores militares; 6 policías; 4 voluntarios de las Naciones Unidas
UNSCOL: desde el 16 de febrero de 2007
Oficina del Coordinador Especial de Naciones Unidas para el Líbano (Anteriormente conocido como Oficina de la Representante Personal del Secretario General para el sur de Líbano)
Coordinador especial para el Líbano: Michael C. Williams (Reino Unido) Efectivos: 18 civiles internacionales; 58 civiles locales
UNOWA: desde el 29 de noviembre de 2001
Oficina del Representante Especial del Secretario General para África Occidental
Representante Especial del Secretario General: Said Djinnit (Argelia)
Efectivos: 15 civiles internacionales; 10 civiles locales; 4 asesores militares.
UNAMA*: desde el 28 de marzo de 2002
Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en el Afganistán
Representante Especial del Secretario General: Staffan de Mistura (Suecia)
147
Efectivos: 359 civiles internacionales; 1.643 civiles locales. 12 observadores militares; 4 policías; 56 Voluntarios de las Naciones Unidas
UNAMI: desde el 14 de agosto de 2003
Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Iraq (UNAMI
Representante Especial del Secretario General- el Iraq: Ad Melkert (Países Bajos)
Dotación autorizada: 1.014 (463 internacional, 551 local) Plantilla actual (personal con base en Iraq, Jordania y Kuwait):350 civiles internacionales; 463 civiles locales. 222 soldados; 13 observadores militares
UNIPSIL: desde el 1º de octubre de 2008
Oficina Integrada de las Naciones Unidas para la Consolidación de la Paz en Sierra Leona.
Representante Ejecutivo del Secretario General: Michael von der Schulenburg (Alemania)
Efectivos: 33 civiles internacionales; 32 civiles locales. 6 voluntarios de las Naciones Unidas
BINUB: desde el 1º de enero de 2007
Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Burundi
Representante Ejecutivo del Secretario General: Charles Petrie (Reino Unido/Francia)
Efectivos: 95 civiles internacionales; 244 civiles locales; 4 observadores militares; 44 voluntarios de las Naciones Unidas
UNMIN: desde enero de 2007
Misión de las Naciones Unidas en Nepal
Representante Especial del Secretario General: Karin Landgren (Suecia)
Efectivos: 39 civiles internacionales; 125 civiles locales; 72 observadores militares; 19 voluntarios de las Naciones Unidas
148
UNRCCA: desde el 10 de diciembre de 2007
Centro Regional de las Naciones Unidas para la Diplomacia Preventiva en Asia Central
Representante Especial del Secretario General: Miroslav Jenča (Eslovaquia)
Efectivos: 7 civiles internacionales; 13 civiles locales
Misiones que finalizaron en 2010:
BINUB: período desde el 1º de enero de 2007 al 31 de diciembre de 2010.
Misión de las Naciones Unidas en Burundi
Fue sustituido por la BNUB (Oficina de las Naciones Unidas en Burundi) el 1º de enero de 2011.
* Misión política o de mantenimiento de la paz dirigida y consolidada por el DPKO. El resto de las misiones políticas o de mantenimiento de la paz está dirigida por el Departamento de Asuntos Políticos. Información sobre las misiones políticas o de mantenimiento de la paz visite el sitio web de las Naciones Unidas http://www.un.org/Depts/dpa/
149
Contribuyentes de las tareas de mantenimiento de la paz (Policías, Expertos militares en Misión y Ejército a partir del 31 de diciembre de 2010) Nº País Policías Mecanismo
de Evaluación Multilateral
Soldados Total
1 Argelia 5 5 2 Argentina 40 6 978 1.024 3 Australia 75 25 9 109 4 Austria 11 382 393 5 Bangladesh 1.862 91 8.449 10.402 6 Bélgica 11 124 135 7 Benin 114 28 877 1.019 8 Bolivia 30 208 238 9 Bosnia y
Herzegovina 20 5 25
10 El Brasil 25 46 2.196 2.267 11 Brunei 19 19 12 Bulgaria 2 2 13 Burkina Faso 216 23 799 1.038 14 Burundi 81 7 2 90 15 Camboya 4 269 273 16 El Camerún 110 8 118 17 El Canadá 142 35 21 198 18 República
Centroafricana 45 45
19 El Chad 80 3 1 84 20 Chile 15 5 516 536 21 China 92 56 1.891 2.039 22 Colombia 33 33 23 Côte D’Ivoire 152 24 Croacia 12 16 104 132 25 Chipre 2 2 26 República
Checa 5 4 9
27 Dinamarca 23 152 175 28 Djibouti 40 2 42 29 Congo 27 27 30 El Ecuador 11 68 79 31 Egipto 230 105 5.074 5.409 32 El Salvador 40 12 52 104 33 Estonia 1 1 34 Etiopía 10 23 2.268 2.301 35 Fiji 49 7 222 278 36 Finlandia 2 20 3 25 37 Francia 95 20 1.425 1.540 38 República
Yugoslava de Macedonia
1 1
39 Gambia 228 6 200 434 40 Alemania 16 26 240 282 41 Ghana 337 54 2.575 2.966
150
42 Grecia 4 48 52 43 Granada 3 3 44 Guatemala 21 301 322 45 Guinea 70 17 87 46 Guinea-Bissau 7 7 47 Honduras 12 12 48 Hungría 7 81 88 49 La India 1.057 84 7.550 8.691 50 Indonesia 154 33 1.608 1.795 51 Irán 2 2 52 Irlanda 18 20 9 47 53 Italia 15 20 1.706 1.741 54 Jamaica 30 30 55 El Japón 8 258 266 56 Jordania 1.902 59 2.016 3.977 57 Kazajstán 7 7 58 Kenya 29 31 803 863 59 Kirguistán 10 9 19 60 Lituania 2 2 61 Lesotho 1 1 62 Madagascar 53 53 63 Malawi 32 23 3 58 64 Malasia 281 54 828 1.163 65 Malí 90 27 2 119 66 Moldova 8 8 67 Mongolia 8 223 231 68 Montenegro 2 2 4 69 Marruecos 6 1.551 1.557 70 Mozambique 1 1 71 Namibia 64 19 5 88 72 Nepal 886 54 3.491 4.431 73 Países Bajos 19 24 3 46 74 Nueva
Zelandia 9 12 1 22
75 Níger 137 23 386 546 76 Nigeria 877 76 4.888 5.841 77 Noruega 29 30 6 65 78 El Pakistán 947 111 9.594 10.652 79 Palau 1 1 80 El Paraguay 36 148 184 81 El Perú 23 373 396 82 Filipinas 280 22 624 926 83 Polonia 3 12 15 84 Portugal 195 4 146 345 85 Qatar 3 3 86 República de
Corea 4 24 605 633
87 Rumania 43 48 91 88 Rusia 37 79 142 258 89 Rwanda 298 20 3.492 3.810 90 Samoa 15 15 91 El Senegal 782 42 1.534 2.358 92 Serbia 10 9 18 37 93 Sierra Leona 157 16 139 312 94 Singapur 21 2 23 95 Eslovaquia 2 198 200 96 Eslovenia 2 14 16 97 Sudáfrica 154 28 2.005 2.187
151
98 España 37 4 1.073 1.114 99 Sri Lanka 92 14 1.109 1.215 100 Suecia 33 21 3 57 101 Suiza 8 20 28 102 Tayikistán 12 12 103 Tanzania 154 30 966 1.150 104 Tailandia 35 14 421 470 105 El Togo 176 15 516 707 106 Túnez 35 4 39 107 Turquía 160 475 635 108 Uganda 167 13 1 181 109 Ucrania 64 28 277 369 110 Reino Unido 7 275 282 111 Estados
Unidos de América
61 13 13 87
112 El Uruguay 11 54 2.388 2.453 113 El Yemen 150 64 9 223 114 Zambia 131 45 553 729 115 Zimbabwe 108 19 2 129 Total: POLICÍAS Mecanismo de
Evaluación Multilateral SOLDADOS
14.322 2.302 82.014 Total general en Operaciones de Mantenimiento de la Paz:
98.638
152
Los 10 proveedores principales de cuotas financieras a las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas para el período 2010-2012 Porcentaje de cuotas Estados Unidos de América 27,17% El Japón 12,53% Reino Unido 8,16% Alemania 8,02% Francia 7,56% Italia 5,00% China 3,94% El Canadá 3,21% España 3,18% República de Corea 2,26%
Los 10 países principales que contribuyen con personal uniformado a las operaciones de mantenimiento de la paz (Promedio 2010) El Pakistán 10.707 (10,7%) Bangladesh 10.615 (10,6%) La India 8.805 (8,8%) Nigeria 5.815 (5,8%) Egipto 5.426 (5,4%) Nepal 5.044 (5,0%) Jordania 3.746 (3,73%) El Uruguay 2.521 (2,5%) Ghana 3.638 (3,6%) Rwanda 3.679 (3,67%)
153
Aumento de personal uniformado de mantenimiento de la paz de la ONU desde 1991 hasta 2010 Julio de 1993: 78.444 (Misiones más largas: UNPROFOR, UNOSOM, UNTAC Noviembre de 2001: 47.778 (UNAMSIL, UNTAET) Octubre de 2006: 80.976 (MONUC, UNMIL, UNMIS, FPNUL) Marzo de 2010: 101.939 (MONUC, UNAMID, FPNUL) Diciembre de 2010: 99.245 (UNAMID, MONUSCO, MINUSTAH)
Dada la naturaleza de sus funciones, la Policía de Naciones Unidas debe ser reconocida como un contingente de oficiales de policía que trabajan en virtud de un mandato de las Naciones Unidas. Con el paso de los años, se han utilizado distintos símbolos de identificación sobre los vehículos, uniformes y oficinas en las misiones de esta organización. En 2010, la División de Policía junto con el Departamento de Información Pública crearon una identidad común para la Policía de las Naciones Unidas. Después de un amplio estudio de los escudos, colores y símbolos, este diseño que se muestra a continuación fue elegido y aprobado para su uso por la policía en todas las operaciones sobre el terreno de las Naciones Unidas.
USD 10
ISBN 978- 92- 1- 101238- 5
Producción: Sección de Paz y Seguridad del Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas.
Para más información sobre el mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas visite: http://www.un.org/es/peacekeeping/
Impreso en las Naciones Unidas (Nueva York)
DPI/2568—10- 64513—March 2011—8,000