Opera Italiana

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Francisco Jesús Rusillo Márquez 5º de Enseñanzas Profesionales Historia de la música Curso 2010-2011 Conservatorio Profesional de Música de Jaén LA ÓPERA DEL SIGLO XIX EN ITALIA Y FRANCIA ÍNDICE LA ÓPERA DEL SIGLO XIX EN ITALIA Y FRANCIA LA ÓPERA EN ITALIA CARACTERÍSTICAS BEL CANTO GIOACCHINO ROSSINI GIUSEPPE VERDI OTROS COMPOSITORES VERISMO LA ÓPERA EN FRANCIA GRAND OPERA ROSSINI HECTOR BERLIOZ SEGUNDA MITAD DEL XIX: OFFENBACH Y LA OPERETA GOUNOD Y BIZET "PALAIS GARNIER" ÚLTIMO CUARTO DEL S. XIX WAGNERIANISMO FRANCÉS Y DECLIVE DE LA «GRAND OPÉRA»

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Opera italiana

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Francisco Jesús Rusillo Márquez

5º de Enseñanzas Profesionales

Historia de la música

Curso 2010-2011

Conservatorio Profesional de Música de Jaén

LA ÓPERA DEL SIGLO XIX EN ITALIA Y FRANCIA

ÍNDICE

LA ÓPERA DEL SIGLO XIX EN ITALIA Y FRANCIA LA ÓPERA EN ITALIA CARACTERÍSTICAS BEL CANTO GIOACCHINO ROSSINI

GIUSEPPE VERDI

OTROS COMPOSITORES

VERISMO

LA ÓPERA EN FRANCIA

GRAND OPERA

ROSSINI

HECTOR BERLIOZ

SEGUNDA MITAD DEL XIX: OFFENBACH Y LA OPERETA

GOUNOD Y BIZET

"PALAIS GARNIER" ÚLTIMO CUARTO DEL S. XIX

WAGNERIANISMO FRANCÉS Y DECLIVE DE LA «GRAND OPÉRA»

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LA ÓPERA DEL SIGLO XIX EN ITALIA Y FRANCIA

La ópera en Italia S. XIX

La ópera es una forma de expresión muy del gusto romántico. El Romanticismo, aunque prefiere en general la mayor subjetividad de la música instrumental, no descuida los géneros vocales, fundamentalmente el lied y la ópera.

1.1 Características

Lo vocal prima sobre cualquier otro aspecto, quedando en segundo plano los aspectos orquestales y armónicos. El virtuosismo del cantante se acentúa menos que en otras épocas En ciertos momentos de la representación se busca la brillantez y el lucimiento de los solistas más que de la unidad escénica y conceptual de la obra Existe cierta superficialidad junto con agradables melodías, que son cauce de expresión para el drama argumental. Los autores van buscando poco a poco una mayor unidad en la ópera eliminando paulatinamente las diferencias entre recitativo y aria. Esta eliminación sería conocida como “contínuo musical”. Este concepto tan buscado por los operistas del XIX tendría en Wagner su máximo exponente.

BEL CANTO (ROMANTICISMO TEMPRANO)

La ópera italiana pierde a finales del XVIII su hegemonía frente a la ópera francesa. Adquiere a comienzos del XIX un nuevo esplendo gracias a la ópera bufa hasta la última de sus figuras claves en este apartado conocido como Donizetti. Por Bel canto se entendía aquel tipo de ópera donde primaba la línea vocal clara, facilmente inteligible y el ritmo marcado y sencillo. En estas óperas primaba la música sobre el drama. No obstante podemos observar una evolución de la mano de Verdi, que llevará esta ópera hasta el nuevo estilo posterior conocido como verismo.

La estructura musical de las arias de la ópera italiana del “bel canto” del momento es la siguiente: Cavaletta y stretta final. La cavaletta es la parte más cantábile y la Stretta precipita el final con un tempo más rápido. La música conserva su autonomía frente al aspecto dramático.

Destacamos La traviatta, Rigoletto o Il Trovatore como las tres grandes obras belcantitas.

Con el pasar de los años el estilo fue pasando de moda y los compositores comenzaron a privilegiar el uso de cantantes con un entrenamiento distinto. Verdi, en sus obras de madurez y Wagner privilegiaron a cantantes que supieran declamar mas que cantar virtuosísticamente. Con la llegada de Puccini y la nueva hornada de compositores italianos como Boito, Umberto Giordano, Cilea o Mascagni se privilegió un estilo vocal que se acercaba mucho más a la voz hablada, ya no se requería el uso de la , ni del coloratura, ni del trino, ni alardes de control del fiato ni agudos o sobreagudos.

Si bien el estilo siguió siendo enseñado por algunos célebres maestros a lo largo del siglo XIX, con el correr de los años se fueron perdiendo las bases del estilo hasta llegar al periodo de 1930-1950 en que casi se perdió tanto el estilo como la técnica.

1.3 GIOACCHINO ROSSINI

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Gioachino Rossini nació en Pésaro, en Italia, y fallecido en París. Fue un compositor conocido especialmente por sus óperas y particularmente, por las bufas, pero con numerosas y determinantes aportaciones al mundo de la ópera seria. Todo ello le hizo asumir el "trono" de la ópera italiana en la estética del bel canto de principios del siglo XIX.

Característico de la música de Rossini son los elementos contrastantes en la expresión de piano-forte, repetición, la dinámica y el tratamiento virtuosístico de la voz y la orquesta. Una melodía sencilla y clara.

Principales obras:

La Cambiale di Matrimonio Aureliano in Palmira El barbero de Sevilla La gazza ladra Semiramide II viaggio a Reims

GIUSEPPE VERDI Compositor de ópera italiano, cuyas obras están consideradas entre las mejores de la historia de la ópera. Es en la ópera en el género en que destaca. Sus óperas servían además para exaltar el carácter nacionalista del pueblo italiano. Gracias a los éxitos conseguidos, Verdi puede apostar por un estilo más personal en sus óperas y presionar a libretistas y empresarios para que arriesguen y experimenten un poco más. Sigue un período de dificultades personales, con la muerte de su primera esposa y su hija, que contrasta con la creación de sus óperas más populares y queridas:Rigoletto, La Traviata e Il Trovatore Muchos consideran que la madurez del compositor se percibe en las obras que siguen a este período; por ejemplo, Don Carlos, que fue compuesta para la Gran Ópera de París; Aida, compuesta para la Ópera del Cairo; Otello y Falstaff, con libreto de Arrigo Boito basado en Shakespeare. Algunas de estas obras no son bien recibidas por el público o los críticos, que las calificaron de demasiado wagnerianas, crítica que el autor siempre rechaza.En sus últimos años, Verdi compuso algunas obras no operísticas. A pesar de no ser particularmente religioso, compuso obras litúrgicas, como la misa de Réquiem (1874) y el Te Deum. También compuso el Himno de las naciones, que incluye las melodías de los himnos italiano, francés e inglés, sobre texto del poeta Arrigo Boito (1862) y un cuarteto para cuerdas en mi menor (1873). Fallece en Milán en 1901, afectado por un derrame cerebral. Dejó su fortuna para el establecimiento de una casa de reposo para músicos jubilados que lleva su nombre: Casa Verdi en Milán, donde está enterrado.

Otros compositores

Otros compositores operísticos y más románticos que Rossini fueron Bellini y Donizetti. Ambos son considerados los creadores del bel canto.

La carrera de Bellini fue breve, pero gloriosa. Admiraba a Rossini, se hizo amigo suyo en París y, siguiendo su ejemplo, escribía con todo detalle la ornamentación vocal para que cada una de las partes de sus obras. Cuando tenía que poner música a un libreto, recurría a los temas a los temas que iba acumulando, ya que diariamente practicaba inventando motivos musicales. Entre sus obras destacan Norma, estrenada en el teatro de la Scala de Milán, y Los Puritanos, que fue su último triunfo, ya que ese mismo año murió.

Donizetti fue director y director de ensayos en el teatro San Carlos de Nápoles y compuso hasta los treinta años más de veinte óperas. Entre ellas

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destaca el gran número de óperas cómicas o farsas. Su primer éxito lo obtuvo con su ópera trágica Ana Bolena y su éxito mayor fue Lammermoor. Después de componer obras como El elixir del amor y La hija del regimiento, logró la obra maestra del género bufo italiano, Don Pasquale.

1.5 El Verismo

A finales del siglo XIX surgió una nueva corriente dramático-musical denominada «Verismo». Influenciada por la literatura realista de Zola, la música trató de plasmar las emociones primarias de los protagonistas de las obras e incorporó a la ópera los argumentos reales de la vida en sustitución de las tramas de enredo formal, mitológicas o absurdas.

Giacomo Puccini fue el compositor más importante del Verismo, supo dar un realismo psíquico a sus personajes y se distinguió por su extraordinaria malodía y la originalidad armónica de su orquestación. Conocía perfectamente la complejidad de la obra teatral y la profunda interdependencia que existe entre los elementos que la componen; el gesto, la palabra, la música y la situación escénica tenían que estar íntimamente relacionados.

El primer triunfo de Puccini fue su ópera Manon Lescaut. Dejó sin acabar su última ópera, Turandot, que terminó su discipulo Alfano. Esta obra póstuma muestra la tendencia hacia la nueva música de Schönberg y de Stranvinsky.

Otros veristas. El comienzo del Verismo musical se hace coincidir con el estreno de Cavalleria rusticana, de Mascagni. Otra ópera en un acto, considerada también prototipo del Verismo, es Los payasos de Leoncavallo.

La ópera en Francia en el siglo XIX

Gracias a los acontecimientos políticos del París del XIX alcanzaría un auge tremendo la ciudad, lo que le convertiría en la capital cultural del momento. Los ideales de libertad y justicia se correspondían con los nuevos géneros. Tenemos la grand ópera, la ópera cómica, el drama lírico y la opereta. Se observa la tendencia hacia la obra de arte total que iría disimulando las diferencias entre estos estilos. Grand ópera

La Grand Opéra es un subgénero de ópera francesa caracterizado por sus grandes proporciones: temas históricos, abundancia de personajes, Orquesta inmensa, caras escenografías, vestuarios suntuosos y efectos escénicos espectaculares. Otras características son la fluidez de la música (ya que se utiliza el recitativo acompañado por orquesta en vez del recitativo seco o diálogo hablado), suele dividirse en cuatro o cinco actos y es norma incluir al menos un ballet. Sus primeros títulos datan de los años 20 y 30 del siglo XIX y cayó definitivamente en desuso tras la I Guerra Mundial.

Las primeras óperas que se compusieron siguiendo estos patrones fueron La Muette de Portici (1828) de Auber; Guillaume Tell (1829), la última ópera de Rossini; y La Juive (1835) de Halévy. La conmoción llegó hasta Alemania, donde un joven Wagner compuso Rienzi. Muchas óperas se catalogan como grand opéra, aunque formalmente carezcan de todos sus elementos o hayan sido compuestas fuera de su marco histórico. Quizás los ejemplos más conocidos y populares son Aida y Don Carlo, de Giuseppe Verdi, que conservan la majestuosidad, el tamaño, los ballets y la fluidez musical de la gran opéra.

Héctor Berlioz

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Las óperas de Hector Berlioz fueron fracasos en su día. Berlioz era una mezcla única de un innovador modernista y un conservador del pasado. Su gusto en la ópera se había formado en la década de 1820, cuando las obras de Gluck y sus seguidores estaban siendo abandonadas en favor del bel canto rossiniano. Aunque a regañadientes Berlioz mostró su admiración por alguna de las obras de Rossini, aunque despreciaba lo que él consideraba como efectos llamativos del estilo italiano y anhelaba un retorno a la ópera de la verdad dramática de Gluck, no aceptando las convenciones del género, la tiranía de los cantantes y las armonías musicales. Berlioz fue también un verdadero romántico, un compositor deseoso de encontrar nuevas formas de expresión musical y eligió sus temas como personajes que representaban el ideal que debía guiar la vida del compositor.

Su primer y único trabajo para la Opéra de París, Benvenuto Cellini , fue un notorio fracaso. Veinte años más tarde, volvió al género y comenzó a escribir la que se convertirá en su obra maestra operística, Les Troyens, para satisfacer su propias aspiraciones musicales.

La tercera y última ópera de Berlioz, una «opéra-comique» según la comedia de Shakespeare Béatrice et Bénédict, fue escrita para un teatro de Alemania, donde la audiencia era mucho más favorable a las innovaciones musicales, como la extensa obertura orquestal.

2.3 Segunda mitad del XIX: Offenbach y la opereta.

La opereta es un género musical derivado de la opera buffa que nace y se desarrolla a lo largo del siglo XIX, primero en París y después en Viena y Londres. La opereta es un tipo de opera musical, animado y satíro, cuya característica fundamental es la de contar con una trama inverosímil y disparatada. Consta de diálogos hablados entre los que se intercalan historietas, llamadas couplets por los franceses, y bailes como el rigolodón o el cancán. Se trata, por lo tanto de un espectáculo escénico con sucesión y alternancia de artes musicales, habladas y cantadas.

Las operetas vienesas presentan generalmente un argumento menos serio y sentimental que las francesas. Otro de los rasgos que la distinguen es la obra del vals, un elemento musical de esencial importancia. En España se desarrolló la zarzuela, género análogo a la opereta.

El padre de la opereta francesa fue Jacques Offenbach. Algunas de las obras más célebres de Offenbach son Orfeo en los infiernos , La Gran Duquesa de Gerolstein y La bella Helena.

Si la opereta francesa tenía el cancán como su pieza bailable característica, la vienesa, cuyos representantes por excelencia son los Strauss, padre e hijo, apostó por el vals.

Gounod y BizetCharles Gounod supuso una verdadera renovación de los argumentos de la

ópera francesa. Se dio paso a los personajes individuales, y las emociones personales pasaron a ser el hilo conductor y las verdaderas protagonistas tanto de la música como del escenario. Gounod fue un esplendido melodista y exigió de la orquesta una instrumentación mucho más detallada que la habitual hasta ese momento en los teatros de ópera. Tras algunas obras estrenadas sin demasiado éxito —Sappho, La Nonne Sanglante y Le Médecin malgré lui— el éxito le llegó con Faust, basada en el drama de Goethe, que fue estrenada en el «Théâtre Lyrique» y que diez años más tarde fue repuesta en el «Théâtre de l'Ópera», iniciando una brillante carrera por todos los teatros europeos. Siguió componiendo, pero con menor fortuna y tras unos cuantos intentos abandonó el género para dedicarse a la música religiosa.

Georges Bizet, gran amigo de Gounod, se acercó desde muy joven al género operístico, componiendo varias «opéras-comiques», como Le Docteur Miracle o Don Procopio, L'amour peintre y La guzla de l'Émir, todas ellas

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enviadas desde Roma, tras haber logrado el autor el codiciado Premio de Roma. Su primera verdadera ópera, Les pêcheurs de perles, fue estrenada con poco éxito en el «Théâtre Lyrique», éxito que tampoco logró con La jolie fille de Perth. El público desconfiaba de lo que le parecía ya una influencia wagneriana perniciosa, que se manifestaba en el uso de algunas armonías y «leitmotivs». Bizet, decidió dar un giro en su acercamiento a la escena y apostó por una mayor naturalidad y libertad melódicas, presentes ya en Djamileh y Don Rodrigue, pero que se manifiestan de forma acabada en su mayor triunfo, Carmen. Bizet, que murió solo tres meses más tarde, no pudo saborear el triunfo que cosecharía la obra, que ha llegado a ser el mejor exponente de la ópera francesa del siglo XIX y quizás la más famosa de todas las óperas francesas. Para el estreno de la obra en Viena, hubo que modificar las partes habladas, propias de la ópera cómica, por recitativos y de ello se encargó también Ernest Guiraud. Esa fue la versión que alcanzó fama y la que se estrenó en todos los teatros del mundo (solo a partir de una versión de 1949 se recuperará la versión hablada, y ahora ambas se programan por igual).

"PALAIS GARNIER" ÚLTIMO CUARTO DEL S. XIX

En 1875 se culminó la construcción de un nuevo teatro de ópera para la capital. París no podía quedarse sin teatro de ópera. El nuevo «Palais Garnier» fue oficialmente inaugurado en 1875, con el nombre «Académie Nationale de Musique.

WAGNERIANISMO FRANCÉS Y DECLIVE DE LA «GRAND OPÉRA»

El principal legado artístico de Wagner son sus obras operísticas. A diferencia de otros compositores de ópera, que generalmente dejaban la tarea de escribir un libreto (texto y lírica) a otros, Wagner escribió sus propios libretos, a los que se refería como «poemas». Además, desarrolló un estilo compositivo en el que el papel orquestal es igual que el de los cantantes. El papel dramático de la orquesta, en sus últimas óperas, incluye el uso de leitmotivs, temas musicales que pueden ser interpretados para anunciar a personajes específicos, localizaciones y elementos argumentales; su complejo entrelazamiento y evolución iluminan la progresión del drama. En última instancia urgió un nuevo concepto de ópera a menudo referido como «drama musical» en el que todos los elementos dramáticos y poéticos musicales serían fusionado en la denominada obra de arte total.Principales obras:

-Die Laune des Verliebten-Tannhäuser y Lohengrin

-El anillo del nibelungo

El desprecio por el género de los partidarios de la ópera wagneriana coincidió con otras dos causas de más recorrido que llevaron al declive a la «grand opéra». Cada vez se componían menos obras nuevas de gran formato, con lo que el estilo pasó de moda y las nuevas producciones cada vez eran más costosas y difíciles de amortizar. Eso significaba que económicamente eran las apuestas más arriesgadas y por ello las más vulnerables y a los compositores no les atraían como desarrollo de nuevo repertorio.

Coincidió además con la desaparición de muchas obras del género del repertorio, para dar paso a nuevas modas, como por ejemplo, las óperas de estilo verista. Está fue la causa de que perdieran su lugar en la Opéra de París